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MAESTRÍA EN VALORES PARA LA ACCIÓN EDUCATIVA

MÓDULO DE GESTIÓN PROSPECTIVA

REPORTE PRELIMINAR DEL TALLER DE INVESTIGACIÓN-ACCIÓN:

¿QUÉ ELEMENTOS AMBIENTALES-ÁULICOS, PROMUEVEN LA ESCUCHA

ACTIVA EN UN GRUPO DE ALUMNOS DE SEGUNDO DE SECUNDARIA?

Alumna:

Sandra Fabiola Carrete Garibay.

Escuela Normal Urbana “Profr. Carlos A. Carrillo”.

Santa María del Oro, El Oro, Durango.

Mayo de 2008.
 ABSTRACT

La recreación del proceso de aprendizaje, es una premisa central en la

educación, y es que los canales que conducen a la adquisición de acervos

intelectuales y capacidades sociales de la persona, permiten reinventar la

intervención a través de un juego mayúsculo que combina: problemas,

actitudes, desarrollo de habilidades y acciones concretas y sistematizadas,

capaces de motivar y eficientar los procesos formativos de los alumnos con

quienes se comparte el reto de educar.

Esta investigación centra su objetivo, en algo más que la educación unilateral,

porque escuchar es cuestión de voluntad, de organización y discriminación de

ideas, y porqué no, de surgimiento de nuevas pautas de pensamiento y

desarrollo sociocultural.

La formación sensible y proactiva de las personas, va más allá de la recepción

de ideas y sonidos, trasgrediendo las fronteras del oído y convirtiéndose en una

herramienta que interactúa con actitudes y habilidades comunicativas

participantes; es este trabajo, vivo reflejo de una problemática latente en

muchas de nuestras aulas, se intuye la capacidad de influir hondamente, en

prácticas permanentes en el salón de clase, donde maestros, alumnos y

ambiente, gocen de posibilidades para desarrollarse, fusionarse como equipo

favorecedor de la comunicación eficiente.

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 ÍNDICE DE CONTENIDOS

Abstract…………………………………………………………………………………2

Índice de contenidos…………………………………………………………………..3

Reconocimientos………………………………………………………………………4

Introducción…………………………………………………………………………….7

Capítulo: Foco………………………………………………………………………..10

Capítulo II: Contexto…………………………………………………………………12

Capítulo III: Método de investigación……………………………………………....14

Capítulo IV: Proyecto..……………………………………………………………….17

Capítulo V: Significación...………..…………………………………………………18

Bibliografía…………………………………………………………………………….19

Anexos………………………………………………………………………………...20

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 RECONOCIMIENTO

Junto a Dios, he logrado avanzar hacia una meta invaluable;

Especial significancia adquieren mis esfuerzos diarios y me invitan a

Sobrepasar mis propias expectativas, convirtiéndose en un reto permanente;

Uso este específico pasaje de mi trabajo, para corresponder a quienes

Sin saberlo, han contribuido en mi formación y motivación.

Con su cariño, comprensión, cooperación y confianza.

A mi familia sanguínea, afectiva, laboral y educativa, y

Refrendo mis más sinceros agradecimientos a cada uno de ellos ya que

Refuerzan evidentemente

El poder inequívoco de la

Transformación y la búsqueda de

El bien.

A ti papá, que de manera muy especial has sido mi asesor y cómplice

omnipresente.

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 INTRODUCCIÓN.

La búsqueda que ha motivado esta investigación, se sitúa bajo un parámetro

de remodelación educativa personal, que conlleva la atención multifactorial del

déficit de escucha en los alumnos de un grupo de segundo de Secundaria.

Las intervenciones didácticas se guían permanentemente a través de los

contenidos programáticos; pese a los esfuerzos cada vez mayores de los

estrategas educativos encarados en cada uno de los docentes; los resultados

han mermado en ciertas habilidades sociales como la escucha, prueba de ello,

son las explicaciones y discursos monopolizados de los maestros, que a vista

de los alumnos y de la propia pedagogía constructivista, parecen vanos e

intrascendentes cuando no se acompañan de la reflexión y la evidenciación de

la finalidad de esa escucha. Para explicar el problema de investigación que

centra la participación y la habilidad de los alumnos para escuchar,

comunicarse y aprender de en ese proceso, identifico como una prioridad, que

la escuela promocione como un valor práctico, actividades que sensibilicen y

atiendan las características comunicativas de los alumnos con miras a incidir

en los procesos de: aprendizaje, intercambio de informaciones, desglose de

mensajes, reflexión e incorporación de conocimientos y habilidades a su vida

útil. La propuesta que ha guiado esta investigación, se resume en una cuestión

inquietante: el ambiente como favorecedor de la escucha activa. El rendimiento

escolar, la apreciación de encomiendas, el compartir y enriquecimiento de

ideas y el mismo comportamiento de los alumnos adolescentes, en quien se

llevó el seguimiento, arrojan respuestas contundentes frente a la pregunta

generadora de este proyecto:

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¿Qué elementos ambientales-áulicos, promueven la escucha activa en un

grupo de alumnos de segundo de Secundaria?

La observación atenta de factores que irrumpen constantemente en el proceso

comunicativo entre alumnos y maestro, permiten convocar a los elementos

mediáticos que rodean el espacio escolar, tales como el horario de clase, el

estado de ánimo de los alumnos, la aceptación de reglas implícitas en el ámbito

áulico, el volumen y tonalidad de voz de maestro y otros alumnos, y el empleo

de materiales auxiliares para la clase, para buscar descifrar las limitantes y las

herramientas potencializadoras de la citada habilidad. Cada una de estas

variables llega a ser culpada por alguno de los agentes cuando los objetivos no

son desarrollados en el parámetro de la idealización; el maestro tiene la

capacidad de transformar la realidad decadente del espacio, de la actitud de los

alumnos y la suya, para lograr el cambio en ese círculo viciado de prácticas

pasivas. Comenté con los directivos de la institución en que laboro, a fin de

enterarlos y evidenciarles lo que a mi observancia, podía ser una oportunidad

para mejorar nuestro desempeño docente, y significar el despunte de un

proyecto de equipo. Hice extensivo el plan y el propósito de este proyecto, que

si bien, se prestaría a múltiples reestructuraciones, puesto que la edificación

del quehacer es una continua reinvención a partir de pruebas y desafíos.

Acordamos como objetivo central el favorecer los espacios y las condiciones

del entorno del aula para el logro de intercomunicaciones eficaces. Escuchar

activamente, implica correlacionar lo implícito en los textos y la explicitud de las

actitudes y verbalizaciones, con la generación y el florecimiento cognitivo y

actitudinal en uno mismo, dándose así, la posibilidad de comprender, asimilar,

proyectar y crear conocimientos por medio de la interacción del lenguaje.

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 CAPÍTULO I: FOCO.

Creo conveniente referir inicialmente las diferencias entre dos actividades

tendientes a confundirse: oír y escuchar, y es que existe la necesidad de

diferenciarlas en el nicho educativo; el primer proceso implica percibir

vibraciones sonoras únicamente; la segunda, invita a la atención,

interpretación, reflexión y aportación para sí mismo o para un fin determinado;

la consumación del proceso es eficaz, cuando el receptor se introduce en la

dinámica interpretativa, desde el punto de vista del trasmisor. (Páez, 2002)

La escucha forma parte de esas competencias básicas que todo individuo, sin

importar su condición, debe desarrollar, para el desarrollo fluido de la

transmisión oral y además, como una actividad razonable, que apela a la

reflexión, al autoconocimiento, a la crítica, al saber, a las normativas

lingüísticas, a la memoria, a la adaptación o desecho de ideas, a la libertad de

expresión y opinión. El intercambio comunicativo se da gracias a las funciones

de mínimamente un emisor y un receptor; cabe destacar que la complejidad del

proceso radica en la receptividad pasiva del mensaje. El sistema lingüístico

empleado y la significatividad del mensaje deben ser compatibles entre los

elementos que la comparten.

La escuela encausa la escucha como herramienta pedagógica, cultural y

personal; en la triada de casos, se reclama un desarrollo capacitado de la

habilidad como un método para comprender, aprender, abstraer, estimular la

cooperación o aumentar la confianza del interlocutor. (Codina Jiménez, 2002)

Todo proyecto educativo entraña cambios y transformaciones en pro de la

formación del alumnado y la evolución profesional del docente, por lo tanto,

resulta obvio apreciar al maestro como un facilitador del aprendizaje, al buscar

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que la atmósfera de la clase y sus elementos, aporten insumos para la

evolución de los procesos aliados en la formación institucional.

Concedo un valor importante a algunas sugerencias que Cloke (citado por

Codina Jiménez, 2002) quien manifiesta a través de un decálogo, que bien

puede articularse en el trabajo áulico para la educación de la escucha:

Tomar la idea central de lo que se dice y generar una autoexplicación;

Identificar el sentido y valor que el interlocutor le da a la idea; Realizar

preguntas para verificar la comprensión y facilitar el diálogo; Mantener

paciencia para con el ritmo de asimilación de los demás; Ponerse en el lugar

del otro para generar empatía; Evitar discusiones mentales al escuchar a los

demás; No asumir posiciones anticipadas; Formulación de preguntas como

forma de obtener información e identificación de sentimientos;

Retroalimentación a través de la verificación del mensaje, y; Cuidar que las

barreras de comunicación, en este caso malestares físicos, mensajes

complejos, ruidos “internos” o “externos” no excedan la normalidad. Cabe

destacar, que en este último punto, evidencio la mayor problemática del grupo,

ya que se suman factores mediáticos y actitudinales al resultado arrojado por

algunas observaciones y seguimientos.

La escucha es entendida como un ejercicio en que se ponen en juego tanto

voluntad como atención, además es considerada una habilidad básica de la

vida social. Algunas estadísticas que ponderan la actividad de la escucha con

casi la mitad de nuestro tiempo dedicados a tal actividad. Los maestros

buscamos explicaciones resolutivas sobre los efectos del lenguaje explicativo e

interpretativo sobre los resultados mermados de recuperación de la información

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de sus alumnos, es por esto que manifiesto mi afán por descubrir los elementos

potenciadotes de la educación para la escucha.

Por experiencia reconozco algunas de las diferencias entre las inteligencias

multisensoriales, a partir de las cuales cada individuo percibe y desarrolla sus

potencialidades mediante diferentes sentidos y formas. Mi afán por abundar de

forma importante en la escucha activa, trasciende el hecho de que los alumnos

sean atentos receptores del conocimiento; busco evidenciar la necesidad de

capturar y emplear informaciones a través de la voluntad y el conocimiento

compartido, transformando la escucha individualista, en un trayecto que implica

a las habilidades sociales, o lo que yo configuro en otras palabras, como un

proceso más rico y productivo favorecido en el ambiente áulico.

Dado que la búsqueda es una tarea permanente del profesorado, y que los

motivos para hacerlo, son convocados en el ejercicio de nuestras funciones y el

comportamiento de los alumnos, el planteamiento de la educación a través de

la escucha activa, puede ser parte aguas de una nueva concepción de cómo se

aprende y cómo se puede intervenir.

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 CAPÍTULO II: CONTEXTO.

El entorno que enclava esta sentida problemática, posee características

particulares: es la Escuela Secundaria General “Belisario Domínguez” de Indé,

Indé, Durango con clave 10DES0016Y, de organización completa; enclavada

en un ambiente semi-rural, abastecida de servicios públicos elementales; la

población escolar procede de diversas y retiradas comunidades, y de la misma

cabecera municipal; el nivel socioeconómico y cultural de las personas en

tendiente a ser bajo. La escuela está abastecida de una cantidad suficiente de

salones, además de contar con una pequeña biblioteca, dirección, sanitarios,

bodega, laboratorio, dos canchas deportivas y una bodega (todos ellos en

condiciones regulares-malos). El inmueble se deteriora rápidamente, dado que

los alumnos no demuestran cultura en el cuidado de los espacios; de hecho,

continuamente se quiebran vidrios y se rayan las paredes y butacas, y la

limpieza del salón es una lucha entre maestros y alumnos.

Se valora de manera estimativa a un grupo de 27 alumnos, de los cuales 15

son mujeres y 12 son varones que oscilan entre los 13 y 14 años de edad;

están ubicados en el aula más descuidada de la escuela, puesto que los

mismos han ido destruyendo su lugar de trabajo y se les ha destinado un sitio

único para evitar mayor desorden; el sitio es fresco y ventilado, existe una

cantidad de luz suficiente aunque la desorganización de mochilas y butacas

abunda, pese a que existe espacio suficiente para albergar el total de alumnos.

Las condiciones del pizarrón son malas y no se aprecia lo que se escribe;

existen alumnos con debilidad visual, y es una necesidad el tener que

comentar, dictar, proponer o solicitar información a otros alumnos. En el grupo

de 2º “A”, existe un problema en torno al desarrollo de la escucha activa que de

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manera aleatoria tiene que ver con las condiciones del ambiente, e involucra

tanto a los maestros como a los elementos de formación y comunicación

centrales, y donde el aprendizaje participante, es decir, aquel proceso de

adquisición y afianzamiento de conocimientos, valores, capacidades,

habilidades socializadas y aplicadas a las necesidades de la clase y de los

alumnos, son los mejores aliados en la labor docente y estudiantil.

He visualizado al grupo en diferentes momentos, pudiendo reconocer que parte

importante del hacer amena la clase, radica en el ambiente, ya que es un

reflejo de lo que vivimos y disfrutamos, o bien, rechazamos; es posible que

muchos factores relacionados con el dominio de los contenidos de las materias,

impacten en la motivación y participación de los alumnos, sin embargo, cuando

este problema extiende sus fronteras y se debate con todas las cátedras, los

valores y las actitudes esperadas por los alumnos, es innegable que algo grave

está sucediendo. Debido a que es imposible aislar a cada alumno y brindarle

un trato individual, me vi en la necesidad de reorganizar al grupo, además de

proponerles el arreglo y mantenimiento de paredes, luz y material didáctico,

pero sobre todo, del trato respetuoso que compromete en la tarea de aprender

y educar, utilizando pautas de conducta elementales (reglamento).

El apoyo de la asesora y un grupo reducido de alumnas, me permitió darme

cuenta, que al menos una parte del grupo, hace evidente su agrado por trabajar

en un espacio más ameno pero que sin duda, estas reformas no son tan

representativas frente a lo que hace falta remodelar.

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 CAPÍTULO III: MÉTODO DE INVESTIGACIÓN.

Para analizar el sentido y las vertientes de esta problemática, se asume la

necesidad de apelar a un método basado en herramientas lógicas que permitan

a su vez avizorar de forma crítica, el diagnóstico y la secuenciación de

observaciones y pruebas causales de los fenómenos que aquí intervienen, en

los que la acción y la reflexión de la misma práctica, me permitan atender las

necesidades que se presentan. El método se apoya en el Paradigma Crítico

Reflexivo, partiendo del hecho de que la vida se desarrolla en una dinámica del

cambio social, como parte de un proceso generador. Las contradicciones y

desigualdades que se dan en ese ambiente, tienen por objeto buscar el origen

del problema y los modos para abatirlo. Este método ofrece las herramientas y

los pasos sistematizados para facilitar el acceso a modelos alternativos de

investigación para poder participar en sus comunidades, incentivando procesos

transformadores; su proceso es cíclico permitiendo intercalar la acción con la

reflexión de la misma, y a su vez replanificando en base a las nuevas

necesidades de los alumnos. Una de las grandes ventajas es que permite abrir

las fronteras de la percepción global del maestro respecto a su realidad social

(personal y de grupo), además de poder corregir sus acciones conforme se

considere necesario y posible. (Arellano, 2004)

PLAN DE ACCIÓN

Objetivo General -Favorecer los espacios y las condiciones del


¿Qué hacer? entorno del aula para el logro de
intercomunicaciones eficaces.

Hipótesis de acción -La escucha activa, se favorece a través de la


¿Para qué hacerlo? armonización entre los elementos ambientales
del aula.

Tiempo -Dos bimestres: Febrero-Mayo.

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-Establecimiento de acuerdos comunes.
Estrategias -Reestructuración de reglamento.
¿Cómo hacerlo? -Reacomodo de alumnos.
-Empleo de material didáctico.
-Remodelación y cuidado del aula.
-Entrevista abierta a alumnos y maestros.
Recursos -Charlas con alumnos.
¿Con qué hacerlo? -Observaciones.
-Planeación por academias.
-Reglamento, pintura, instalación eléctrica,
vidrios y un estante.
-Logros y dificultades del proceso.
Evaluación Formativa -Cómo se manifiestan los cambios.
-Cómo se relaciona la educación de la escucha
con los factores del ambiente.
-Qué implicaciones conductuales y cognitivas se
manifiestan.

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 CAPÍTULO IV: PROYECTO.

El carácter social del proceso de la escucha activa en el aula, implica

reconciliar las partes inasociadas en un conjunto formativo: maestro, alumnos y

ambiente, generándose condiciones aptas para comunicarse y entenderse

bidireccionalmente. La metodología reflexiva sobre la acción, posee dotes

certeros para remodelar, las realidades del hacer docente. Considerar que los

elementos ambientales del aula, sean caracteres que afecten la educación del

escuchante frente a las situaciones comunicativas, pudiera parecer

intrascendente, si se entiende por ello, que una modulación adecuada de voz o

que las motivaciones extrínsecas e intrínsecas son suficientes para abatir el

problema. Es conveniente que se puntualice sobre la creación de hábitos para

modelar la educación de la escucha, que fue precisamente la labor ardua que

enfrentaron algunos docentes, a través de estrategias, basadas en el manejo

de materiales didácticos, adecuaciones del mobiliario y recurrente apoyo al

reglamento interno del salón.

Mis consideraciones respecto a la educabilidad de la escucha se comprueban

frente al grato cambio efectuado en las conductas generales de los alumnos.

Sin embargo, el liderazgo de algunos docentes quedó en entredicho al

manipularse o condicionar el silencio y la pasividad de los alumnos en ciertos

momentos, para simular una contribución al proceso. Frente a esta contraparte,

no fue fácil actuar ya que como investigadora y responsable del proyecto, mi

prioridad era mantener vivo nuestro objetivo pero no poseía la autoridad para

solicitar un cambio; lo que sí fue posible mejorar, fue la motivación del maestros

y alumnos en pequeñas reuniones organizadas para plantear los avances, lo

que permitió reforzar los retos como equipo.

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La presente investigación no ha tenido por mérito sólo mencionar datos que de

facto son visibles, sino que en medio de las limitantes de los espacios y las

barreras lingüísticas, el arbitraje de estrategias didácticas de los maestros y la

educación del proceso comunicativo, han sido los vectores más dispuestos a

cambiar esa realidad que atrofia la sociabilidad del conocimiento.

No siempre el predominio del silencio en el aula significó escucha activa,

puesto que al cuestionar a los alumnos en diferentes momentos de la clase,

parecían no haber participado de lo dialogado, y el ruido moderado que a veces

se percibía como desorden, parecía habilitar la clase de “ambiente”, sólo que

las instrucciones muy precisas pasaban desapercibidas para la mayoría. Las

didácticas de los maestros observados, se tornaron variables, aunque su

impacto resultó similar en el aprendizaje de los alumnos; fueron desde el ceder

participaciones abiertas y responsables a los alumnos hasta la realización de

actividades que incluso implican vaciar ideas de un video o monólogo del

maestro; cabe mencionar que otro de los objetivos que abastecieron las vías de

la investigación, fue comprometer los juicios y las aportaciones de aquello que

los alumnos escuchan en otros ambientes, y darle valor real a las

contribuciones.. De forma reiterativa, los alumnos son cuestionados respecto

de lo comentado de un tema específico trabajado mediante la habilidad de la

escucha, las respuestas y correspondencias son tan diversas como alumnos

existen; algunos externan gestos de aceptación o duda, otros más cuestionan,

unos más aceptan a cabalidad e incluso realizan aportaciones o ampliaciones

del tema cuando se les solicita, o bien de forma voluntaria. El punto nodal de

esta investigación, ha sido la búsqueda de los elementos del entorno, que

apoyan el desarrollo de la escucha activa de los alumnos de Secundaria, etapa

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en la que se distingue, un coartado nivel de crecimiento en este sentido, sobre

la primera etapa escolar de los alumnos. Según Conquet (1983 citado por

Melgar), se evidencia la adolescencia, como un momento de crisis en que se

limita el progreso de la escucha; considero la prudencia de apoyar la clase con

herramientas de apoyo como material didáctico, música ambiental y hacernos

conscientes del lenguaje no verbal, para hacer valer la receptividad, la

comprensión y la aportación de estímulos para que los alumnos potencien sus

capacidades para aprender.

Etapa 1. Periodo: Se elaborará:


Diagnóstico Nov.-Dic. 2008 Perfil de grupo
Etapa 2. Periodo:
Formulación de hipótesis Enero – Febrero 2008 Observaciones
Aplicación de entrevistas Entrevistas
Reflexión de la acción Planificación
Sistematización Marzo 2008 Estrategias
Etapa 3. Periodo:
Informe Preliminar Abril 2008 Informe
Informe Final Mayo 2008
Existe un alto predisponerte para afectar el sentido e impacto del aprendizaje,

ya que el horario de clase, el estado de ánimo de los alumnos, los mecanismos

de motivación de los maestros, la atención a las reglas implícitas en el aula, el

volumen y tonalidad de voz del maestro, el empleo de materiales auxiliares

para la clase, las ambigüedades del lenguaje y las relaciones de la escucha

con otras competencias, forman parte de los principales indicadores que

derivan una fuerte carga de entorpecedores del proceso de escucha activa.

Maestros y alumnos deben evaluar su potencial para comprometerse con:

 Receptividad del mensaje.

 Reconocimiento del propósito y la utilidad de la escucha.

 Por qué y en qué momentos se solicita que se escuche.

 Estrategias para trabajar la escucha.

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 CAPÍTULO V: SIGNIFICACIÓN.

El proceso de formación en la escucha de los alumnos, ha permitido encontrar

respuestas concretas sobre habilidades sociales básicas en los adolescentes

como lo es participar de la escucha; esta labor constituye un logro trascendente

en mi conformación como mejor docente, pero también sienta un precedente

en la comunidad institucional, ya que los resultados significan cooperación y

reconstrucción de la realidad hecha teoría. La finalidad que posee esta

investigación ahora, radica en difundir la experiencia para que otros la

escuchen, contrasten, difieran y aporten nuevas ideas para su práctica.

Considero que las aportaciones hechas en este tratado, pueden ser brecha

propicia para guiar las continuas dificultades a las que cada docente llega a

enfrentarse, sin importar las condiciones que cada uno viva. Sea nuestro motor

de pesquisa, nuestra convicción de lucha por y para la educación.

En definitiva, mi interés por los temas que implican comunicación no cesan, ya

que según la consideración que tengo en la práctica, es un aspecto que se ve

influenciado por variadísimos factores que hay que estudiar para entenderlos y

resolverlos, en lo que debe ser nuestro continuo esfuerzo.

El trabajo del maestro implica cada día mayores retos y exige altos estándares

de atención, por ello, rezagarse es resignarse a morir sin intentar; mi

contribución a la práctica está dada desde el momento mismo de involucrar a

mis compañeros en una labor de equipo; cada maestro y alumno relacionado,

aporta ahora, datos importantes a la teoría, pero sobre todo, es importante

destacar que todos formamos parte de la historia, y la investigación educativa,

es un continuo y renovador proceso que motiva la existencia del docente.

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 BIBLIOGRAFÍA

- ARELLANO, Norka. “El método de investigación acción. Crítica reflexiva”.

(2004). Venezuela. http://www.geocities.com/aulauy/inv-accion.htm 21 de abril

de 2008.

- CODINA JIMÉNEZ, Alexis. “La escucha activa” (2002). REDTELEWORK.com.

Argentina. http://www.redtelework.com 11 de Octubre de 2007.

- MELGAR, Sara (1999) “Aprender a escuchar”. Escuchar, hablar, leer y

escribir en la EGB. Argentina: Paidós. Cap. 2, pp. 53-78.

- PÁEZ, José. “Aprender a escuchar: una de las competencias estratégicas del

liderazgo” (2002). Revista Inter-Americana. República Dominicana.

http://www.revistainterforum.com 05 de Octubre de 2007.

- TOMATIS, Alfred (2008). “El método Tomatis”. Tomatis México Norte.

http://www.tomatismexico.org/tomatispage.swf 15 de Febrero de 2008.

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 ANEXOS

ANEXO 1: ENTREVISTA A MAESTROS

Nombre: _____________________________________Sexo: _____________

Edad: __________________ Estado civil: _______________

Centro de trabajo: _______________________________________________

Lugar: ________________________ Fecha: __________________________

Instrucciones: Estimado docente, sea tan amable de leer cuidadosamente las

siguientes cuestiones y contéstelas de manera breve y concisa. Garantizándole

que sus respuestas serán empleadas con fines exclusivamente investigativos.

1. ¿Qué habilidades intelectuales y sociales considera básicas en el

proceso formativo de sus alumnos? ¿Por qué?

2. ¿Qué entiende por oír y escuchar?

3. ¿Cómo atiende usted la escucha de necesidades, inquietudes,

conocimientos o aportaciones de sus alumnos?

4. ¿Qué dificultades se manifiestan en el proceso que comunica a: alumno-

maestro, maestro-alumno y alumno-alumno?

5. ¿Qué elementos del entorno cercano a la clase, dificultan el concretar

los propósitos que se establecen? ¿A qué se deben?

6. ¿Sabe escuchar a sus alumnos? ¿A qué lo atribuye?

7. ¿Cómo se da cuenta que sus alumnos comprenden una idea o

indicación?

8. ¿Cómo se expresan sus alumnos?

9. ¿Qué habilidades puede trabajar un docente para escuchar a sus

alumnos y expresarse claramente?

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ANEXO 2: ENTREVISTA A ALUMNOS

Nombre: _____________________________________Sexo: _____________

Edad: ______________________________ Fecha: _____________________

Instrucciones: Sé tan amable de leer cuidadosamente las siguientes

cuestiones, y contéstalas de manera breve y clara.

1. Del 100% que implica el trabajo en clase ¿qué porcentaje le darías a los

momentos en que tú y tus compañeros son escuchados por el profesor

(a)? ¿Qué cantidad le otorgarías al espacio en que habla el profesor (a)?

2. ¿Qué busca el maestro cuando expresa alguna idea?

3. ¿Qué reacciones tienen tú y tus compañeros en los momentos en que el

maestro o cualquier otro miembro de la clase expresa algo? ¿Por qué?

4. ¿Cuál es la diferencia entre oír y escuchar?

5. ¿Qué tan útil crees que resulte, atender lo que otros dicen sobre algún

tema? ¿Crees que así es posible aprender?

6. ¿Qué aspectos del aula y la clase, modificarías para aprender mejor y

rendir más?

7. ¿Qué sugerencia les harías a los maestros para que sus clases lograran

tanto sus objetivos como los tuyos?

8. ¿Qué materiales consideras que pudieran ser útiles en clase para

aprender a escuchar? ¿Cómo se emplearían?

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