You are on page 1of 16

CUENTOS Y

CANCIONES

ACUMULATIVOS

DE

ANDALUCÍA
Los cuentos y canciones acumulativos
forman parte de un grupo de cuentos
conocidos con el nombre de cuentos
de fórmulas fijas y que se encuentran
en todas las culturas y en todos los
territorios del planeta. Consisten en ir
acumulando en el desarrollo del cuen-
to personajes o acciones que se repi-
ten bien en ese orden, bien en orden
inverso, arrastrando y, por lo tanto,
ampliando cada suceso con todos los
anteriores. Son un grupo de cuentos
que por su estructura son muy fáciles
de retener y captan rápidamente la
atención de los niños.

Selección y diseño: Rafael Montilla


Esto era una pipita que iba andando por la nieve y se le partió una patita,
y dice:
-Nieve, ¡qué fuerte eres, que me has partido mi patita!
Dice:
-¡Más fuerte es el Sol, que a mí me derrite!
-Sol, ¡tan fuerte eres, que derrites la nieve, que me partió mi patita?
Dice:
-Más fuerte es la nube, que a mí me tapa.
-Nube, ¿tan fuerte eres, que tapas al Sol, que derrite la nieve, que me par-
tió mi patita?
Dice:
-Más fuerte es el aire, que a mí me barre, me lleva.
Dice:
-Aire, ¿tan fuerte eres, que te llevas la nube, que tapa al Sol, que derrite la
nieve, que me partió mi patita?
Dice:
-Más fuerte es el bardo, que a mí me tapa.
-Bardo, ¿tan fuerte eres, que tapas el aire, que se lleva la nube, que tapa al
Sol, que derrite la nieve, que me partió mi patita?
Dice:
-Más fuerte es el ratón, que a mí me roe.
-Ratón, ¿tan fuerte eres, que roes al bar-
do, que se lleva, que tapa al aire, que se
lleva la nube, que tapa al Sol, que derrite
la nieve, que me partió mi patita?
Dice:
-Más fuerte es el gato, que a mí me come.
-Gato, ¿tan fuerte eres, que te comes al ratón, que ta-
pa, que roe el bardo, que tapa al viento, que se lleva la
nube, que tapa al Sol, que derrite la nieve, que me par-
tió mi patita?
Dice:
-Más fuerte es el perro, que a mí me pega.

1
-Perro, ¿tan fuerte eres, que pegas al gato, que se come al ratón, que roe el
bardo, que tapa el aire, que se lleva la nube, que tapa al Sol, que derrite la
nieve, que me partió mi patita?
Dice:
-Más fuerte es el leño, que a mí me pega.
-Leño, ¿tan fuerte eres, que pegas al perro, que
pega al gato, que come al ratón, que roe el bardo,
que tapa el aire, que se lleva la nube, que tapa al
Sol, que derrite la nieve, que me partió mi patita?
Dice:
-Más fuerte es el fuego, que a mí me quema.
-Fuego, ¿tan fuerte eres, que quemas al leño, que pega al perro, que pega
al gato, que come al ratón, que roe el bardo, que tapa el aire, que se lleva
la nube, que tapa al Sol, que derrite la nieve, que me partió mi patita?
-Más fuerte es el agua, que a mí me derrite.
-Agua, ¿tan fuerte eres, que derrites al fuego, que quema al leño, que pega
al perro, que pega al gato, que come al ratón, que roe el bardo, que tapa el
aire, que se lleva la nube, que tapa el Sol, que derrite la nieve, que me par-
tió mi patita?
-Más fuerte es el buey, que a mí me bebe.
-Buey, ¿tan fuerte eres que bebes el agua, que apaga el fuego, que quema
el leño, que pega al perro, que pega al gato, que come al ratón, que roe el
bardo, que tapa el aire, que se lleva la nube, que tapa el Sol, que derrite la
nieve, que me partió mi patita?
-Más fuerte es el hombre, que a mí me mata.
-Hombre, ¡qué fuerte eres, que matas al buey, que se bebe el agua, que
apaga el fuego, que quema el leño, que pega al perro, que pega al gato,
que come al ratón, que roe el bardo, que tapa
el aire, que se lleva la nube, que tapa el Sol,
que derrite la nieve, que me partió mi patita!
-Soy fuerte.

2
LA PULGUITA QUE SE CAYÓ EN LAS GACHAS

Cierto día había una hormiga haciendo unas ricas gachas que deseaba
compartir con todas sus compañeras de hormiguero. Al lado de la sartén,
una pulguita daba saltos de alegría, pensando en el banquetazo que tam-
bién ella iba a darse.
Y tantos y tantos fueron sus saltos, que se encaramó en el borde de la
sartén para poder ver más de cerca lo que se cocía dentro.
La hormiga, al ver los saltos de su amiga que cada vez eran más grandes,
dijo preocupada:
-¡Pulguita, que vas a caer!
-¡Que no caigo!
-¡Pulguita que vas a caer!
-¡Que no caigo!
-¡Pulguita que…!
La pulguita había dado un traspiés en su último salto y había caído toda
entera en medio de las gachas. La hormiga, presurosa, fue a casa de la ve-
cina, pidiéndole una cucharilla para poder sacarla.
-Vecina, que me des una cucharilla, para sacar a la pulguita de las gachas.
-Cuando me traigas leche, te daré la cucharilla.
-Cabra, que me des leche, para que la vecina me dé la cucharilla, para sa-
car a la pulguita de las gachas.
-Hasta que no me traigas pámpanos, no habrá leche.
-Parra, que me des pámpanos, para que la cabra me dé leche, para que la
vecina me dé la cucharilla, para sacar a la pulguita de las gachas.
-Hasta que no me des agua…
-Fuente, que me des agua, para que la parra me dé pámpanos, para que la
cabra me dé leche, para que la vecina me dé la cucharilla, para sacar a la
pulguita de las gachas.
-Hasta que no venga la hija del Rey, no te daré agua.
-Hija del Rey, que te vengas conmigo, para que la fuente me dé agua, para
que la parra me dé pámpanos, para que la cabra me dé leche, para que la
vecina me dé la cucharilla, para sacar a la pulguita de las gachas.

3
-Hasta que el zapatero no me haga unos zapatos…
-Zapatero, que me hagas unos zapatos, para que la hija
del Rey se venga conmigo, para que la fuente me dé
agua, para que la parra me dé pámpanos, para que la
cabra me dé leche, para que la vecina me dé la cuchari-
lla, para sacar a la pulguita de las gachas.
- Hasta que el perro no cague cerote…
-Perro, que cagues cerote, para que el zapatero me haga unos zapatos,
para que la hija del Rey se venga conmigo, para que la fuente me dé agua,
para que la parra me dé pámpanos, para que la cabra me dé leche, para
que la vecina me dé la cucharilla, para sacar a la pulguita de las gachas.
Y por fin, el perro cagó cerote, el zapatero hizo los zapatos, la hija del
Rey se fue con ella, la fuente dio agua, la parra dio pámpanos, la cabra dio
leche y la vecina le dio la cucharilla…
Pero… cuando la hormiga metió la cucharilla en las gachas, la pulguita,
hecha un chicharrón, ya no podía contarlo.

EL NIÑO Y LOS GARBANZOS

Esto era un niño al que le compró su madre garbancitos y se subió en un


árbol. Comiendo estaba cuando un garbancito se le cayó en el hueco del
árbol. El niño siguió comiendo y no le hizo caso, pero cuando se los co-
mió todos se acordó del que se le había caído y llamó a su padre:
-Papá, corta el árbol para coger mi garbancito, que yo quiero en la mano.
-Chiquillo, ¿cómo voy a hacer eso por un garbancito?
-Pues iré a la justicia, porque yo quiero mi garbancito en la mano.
Y fue a la justicia y le dijo:
-¿Yo cómo voy a cortar un árbol por un garbancito?
-Pues se lo diré al municipal. Y se lo dijo:
-Municipal, quiero que prendas a la justicia, que la justicia prenda a mi
padre porque mi garbancito lo quiero en la mano.
-¿Yo cómo voy a hacer eso?
-Pues entonces iré al señor juez.

4
-Señor juez: prenda al municipal, para que prenda a la justicia, para que
prenda a mi padre porque mi garbancito lo quiero en la mano.
Y dijo el juez:
-¿Yo cómo voy a hacer eso?
-Pues iré a la reina.
Y fue.
-Que la reina prenda al juez para que prenda al municipal, para que pren-
da a la justicia, para que prenda a mi padre porque mi garbancito lo quie-
ro en la mano.
Y la reina le dijo:
-¡Yo qué te voy a hacer caso, por un garbancito la que vamos a organizar!
-¿Ah, no? ¡Ratoncitos, salid, salid, y roedle el manto a la reina!
Y dijo la reina:
-Ay, sí, sí, que yo voy a prender al señor juez, para que prenda al munici-
pal, para que prenda a la justicia, para que prenda a tu padre y te dé el gar-
bancito en la mano.
Entonces la reina mandó al juez, el juez mandó al municipal, el municipal
mandó a la justicia, la justicia mandó al padre y el hombre cortó la rama y
le dio el garbancito el niño en su mano.

5
LAS RETAHÍLAS DEL CURA que vaya la gitanón!;
¡que toma media naranja,
El cura no va a la Iglesia, que toma medio limón!
dicen las niñas: ¿por qué?
El cura no va a la Iglesia,
Porque no tiene zapatos,
dicen las niñas: ¡por qué?
zapatos yo le daré.
Porque no tiene chaleco,
Los zapatos, con sus lazos, chaleco yo le daré.
con su punta y su tacón;
El chaleco, con sus flecos,
¡que vaya la gitanilla,
los calzones con botones,
que vaya la gitanón!;
la camisa, blanca y lisa,
¡que toma media naranja,
los zapatos, con sus lazos,
que toma medio limón!
con su punta y su tacón;
El cura no va a la Iglesia, ¡que vaya la gitanilla,
dicen las niñas: ¡por qué? que vaya la gitanón!;
Porque no tiene camisa, ¡que toma media naranja,
camisa yo le daré. que toma medio limón!
La camisa, blanca y lisa,
los zapatos, con sus lazos,
con su punta y su tacón;
¡que vaya la gitanilla,
que vaya la gitanón!;
¡que toma media naranja,
que toma medio limón!
El cura no va a la Iglesia,
dicen las niñas: ¡por qué?
Porque no tiene calzones,
calzones yo le daré.
Los calzones con botones,
la camisa, blanca y lisa,
los zapatos, con sus lazos,
con su punta y su tacón;
¡que vaya la gitanilla,
6
El cura no va a la Iglesia, UNA VIEJA Y UN VIEJO
dicen las niñas: ¡por qué?
Una vieja y un viejo
Porque no tiene sotana,
se comían un queso.
sotana yo le daré.
Llegó un ratón
La sotana, con su lana, y comió el queso
el chaleco, con sus flecos, de la vieja y el viejo.
los calzones con botones, Vino el gato
la camisa, blanca y lisa, y comió al ratón,
los zapatos, con sus lazos, que comió el queso
con su punta y su tacón; de la vieja y el viejo.
¡que vaya la gitanilla, Entró un perro
que vaya la gitanón!; y mordió al gato
¡que toma media naranja, que comió al ratón,
que toma medio limón! que comió el queso
El cura no va a la Iglesia, de la vieja y el viejo.
dicen las niñas: ¡por qué? Llegó un palo
Porque no tiene bonete, y pegó al perro
bonete yo le daré. que mordió al gato,
que comió al ratón,
El bonete con roquete,
que comió el queso
la sotana, con su lana,
de la vieja y el viejo.
el chaleco, con sus flecos,
Vino el fuego
los calzones con botones,
y quemó al palo
la camisa, blanca y lisa,
que pegó al perro,
los zapatos, con sus lazos,
que mordió al gato,
con su punta y su tacón;
que comió al ratón,
¡que vaya la gitanilla,
que comió el queso
que vaya la gitanón!;
de la vieja y el viejo.
¡que toma media naranja,
que toma medio limón!

7
LA MOSCA, LA MORA
Estando la mora en su moral
vino la mosca a hacerle mal,
la mosca, la mora,
ella en su moralito sola.
Estando la mora en su moral
vino la araña a hacerle mal,
la araña a la mosca,
la mosca, la mora,
ella en su moralito sola.
A MI BURRO
Vino el ratón a hacerle mal.
A mi burro, a mi burro, Vino el gato a hacerle mal.
le duele la cabeza Vino el perro a hacerle mal.
y el médico le manda Vino el palo a hacerle mal.
una gorrita negra. Vino el fuego a hacerle mal.
Una gorrita negra, Vino el agua a hacerle mal.
zapatitos lila, zapatitos lila. Vino el buey a hacerle mal.
A mi burro, a mi burro, Vino el hombre a hacerle mal.
le duele la garganta Vino la muerte a hacerle mal.
y el médico le manda
una bufanda blanca.
Una gorrita negra,
una bufanda blanca,
zapatitos lila, zapatitos lila.
A mi burro, a mi burro
le duele el corazón
y el médico le manda
jarabe de limón.
Una gorrita negra,
una bufanda blanca,
jarabe de limón,
zapatitos lila, zapatitos lila.

8
LAS DOCE PALABRAS RETORNEADAS
De las doce palabras retorneadas dime la una:
la una, la Virgen Pura, las dos, las tablas de Moisés,
donde Cristo puso los pies para ir a la casa santa de Jerusalén.
Santo varón, santo varón, dímela, dímela, ¿quién te alumbra?
Si a ti te alumbra el sol, a mí la luna.
De las doce palabras retorneadas dime la dos:
la dos, las dos tablas,
la una, la Virgen Pura, la dos, las tablas de Moisés,
donde Cristo puso los pies para ir a la casa santa de Jerusalén.
Santo varón, santo varón, dímela, dímela, ¿quién te alumbra?
Si a ti te alumbra el sol, a mí la luna.
De las doce palabras retorneadas dime la tres:
la tres, las tres Marías,
la una, la Virgen Pura, la dos, las tablas de Moisés,
donde Cristo puso los pies para ir a la casa santa de Jerusalén.
Santo varón, santo varón, dímela, dímela, ¿quién te alumbra?
Si a ti te alumbra el sol, a mí la luna.
De las doce palabras retorneadas dime la cuatro:
la cuatro, los cuatro evangelios, la tres, las tres Marías,
la una, la Virgen Pura, la dos, las tablas de Moisés,
donde Cristo puso los pies para ir a la casa santa de Jerusalén.
Santo varón, santo varón, dímela, dímela, ¿quién te alumbra?
Si a ti te alumbra el sol, a mí la luna.
De las doce palabras retorneadas dime la cinco:
la cinco, las cinco llagas, la cuatro, los cuatro evangelios,
la tres, las tres Marías,
la una, la Virgen Pura, la dos, las tablas de Moisés,
donde Cristo puso los pies para ir a la casa santa de Jerusalén.
Santo varón, santo varón, dímela, dímela, ¿quién te alumbra?
Si a ti te alumbra el sol, a mí la luna.
9
De las doce palabras retorneadas dime la seis:
la seis, las seis velas que ardieron de Galilea
la cinco, las cinco llagas, la cuatro, los cuatro evangelios,
la tres, las tres Marías,
la una, la Virgen Pura, la dos, las tablas de Moisés,
donde Cristo puso los pies para ir a la casa santa de Jerusalén.
Santo varón, santo varón, dímela, dímela, ¿quién te alumbra?
Si a ti te alumbra el sol, a mí la luna.

De las doce palabras retorneadas dime la siete:


la siete, los siete dolores
la seis, las seis velas que ardieron de Galilea
la cinco, las cinco llagas, la cuatro, los cuatro evangelios,
la tres, las tres Marías,
la una, la Virgen Pura, la dos, las tablas de Moisés,
donde Cristo puso los pies para ir a la casa santa de Jerusalén.
Santo varón, santo varón, dímela, dímela, ¿quién te alumbra?
Si a ti te alumbra el sol, a mí la luna.
De las doce palabras retorneadas dime la ocho:
la ocho, los ocho gozos, la siete, los siete dolores,
la seis, las seis velas que ardieron de Galilea

10
la cinco, las cinco llagas, la cuatro, los cuatro evangelios,
la tres, las tres Marías,
la una, la Virgen Pura, la dos, las tablas de Moisés,
donde Cristo puso los pies para ir a la casa santa de Jerusalén.
Santo varón, santo varón, dímela, dímela, ¿quién te alumbra?
Si a ti te alumbra el sol, a mí la luna.
De las doce palabras retorneadas dime la nueve:
la nueve, los nueve meses,
la ocho, los ocho gozos, la siete, los siete dolores,
la seis, las seis velas que ardieron de Galilea
la cinco, las cinco llagas, la cuatro, los cuatro evangelios,
la tres, las tres Marías,
la una, la Virgen Pura, la dos, las tablas de Moisés,
donde Cristo puso los pies para ir a la casa santa de Jerusalén.
Santo varón, santo varón, dímela, dímela, ¿quién te alumbra?
Si a ti te alumbra el sol, a mí la luna.
De las doce palabras retorneadas dime la diez:
la diez, los diez mandamientos, la nueve, los nueve meses,
la ocho, los ocho gozos, la siete, los siete dolores,
la seis, las seis velas que ardieron de Galilea
la cinco, las cinco llagas, la cuatro, los cuatro evangelios,
la tres, las tres Marías,
la una, la Virgen Pura, la dos, las tablas de Moisés,
donde Cristo puso los pies para ir a la casa santa de Jerusalén.
Santo varón, santo varón, dímela, dímela, ¿quién te alumbra?
Si a ti te alumbra el sol, a mí la luna.
De las doce palabras retorneadas dime la once:
la once, las once vírgenes,
la diez, los diez mandamientos, la nueve, los nueve meses,
la ocho, los ocho gozos, la siete, los siete dolores,
la seis, las seis velas que ardieron de Galilea
la cinco, las cinco llagas, la cuatro, los cuatro evangelios,
11
la tres, las tres Marías,
la una, la Virgen Pura, la dos, las tablas de Moisés,
donde Cristo puso los pies para ir a la casa santa de Jerusalén.
Santo varón, santo varón, dímela, dímela, ¿quién te alumbra?
Si a ti te alumbra el sol, a mí la luna.
De las doce palabras retorneadas dime la doce:
la doce, los doce apóstoles la once, las once vírgenes,
la diez, los diez mandamientos, la nueve, los nueve meses,
la ocho, los ocho gozos, la siete, los siete dolores,
la seis, las seis velas que ardieron de Galilea
la cinco, las cinco llagas, la cuatro, los cuatro evangelios,
la tres, las tres Marías,
la una, la Virgen Pura, la dos, las tablas de Moisés,
donde Cristo puso los pies para ir a la casa santa de Jerusalén.
Santo varón, santo varón, dímela, dímela, ¿quién te alumbra?
Si a ti te alumbra el sol, a mí la luna.

12
Los cuentos y canciones seleccionados
para esta antología están sacados de
los libros de José L. Agúndez, Cuentos
populares sevillanos; Joaquín Quesada,
Cuentos e historias de tradición oral de Pega-
lajar; Juan I. Pérez y Ana Mª Martí-
nez, Cien cuentos populares andaluces;
Juan Benítez, Cancionero y romancero
popular; Francisco J. García y Her-
minia Arredondo, Cancionero infantil de
la provincia de Huelva; Mª Jesús Ruiz,
La tradición oral del Campo de Gibraltar;
Alberto Alonso, Romancero cordobés de
tradición oral.
C. E. I. P. EDUARDO LUCENA
DÍA DE ANDALUCÍA—2010
CÓRDOBA

You might also like