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Hoja parroquial - DOMINGO 19 DEL T. ORDINARIO El evangelio nos llama a ponemos en guardia contra los falsos valores de este mundo y, por consiguiente, contra las falsas seguridades. La venida del Reino es el verdadero valor. Este evangelio que escuchamos quiere alimentar nuestra fe y fortalecer nuestra vida en consonancia. ORACION: Dios todopoderoso y eterno, a qui podemos llamar Padre, aumenta en nuestros corazones el espiritu fil Primera lectura, Israel confié en la promesa de Dios y, después de realizada ésta en la historia, la con- tari de generacién en generacién como signo de seguri- dad en la salvacién total. SABIDURIA 18, 6-9 La noche de la liberacién se les anuncié de antemano «nuestros padres, para que tuvieran énimo, al conocer ‘con certeza la promesa de que se fiaban. Tu pueblo espe- raba ya la salvacién de los inocentes y la perdicion de los culpables, pues con una misma accion castigabas a los enemigos y nos honrabas, llaméndonos ati, Los hijos pia- dosos de un puebio justo ofrecian sacrificios a escondidas y, de comin acuerdo, se imponian esta ley sagrada: que todos los santos serian solidarios en los peligros y en los bienes; y empezaron a entonar los himnos tradicionales. Sal jchoso el pueblo a quien Dios escogis. Segunda lectura. El ejemplo de los grandes creyentes es el acicate para reavivar la esperanza en momentos dificiles. La fe sincera en Jesiis obliga a mi- rar siempre hacia el futuro. HEBREOS 11, 1-2. 619 Hermanos: La fe es seguridad de lo que se espera, y prueba de lo que no se ve. or gu fe, son recordados los antiguos. Por fe, obedecié Abrahn a la llamada y salié hacia la tierra que iba a recibir en heredad. Salié sin saber ad6n- de iba, Por fe, vivid como extranjero en la tierra prometida, ha- bitando en tiendas ~y lo mismo Isaac y Jacob, herederos de la misma promesa-, mientras esperaba la ciudad de s6lidos cimientos cuyo arquitecto y constructor iba a ser Dios. Por fe, también Sara, cuando ya le habia pasado la edad, obtuvo fuerza para fundar un linaje, porque juzg6 digno de fe al que se lo prometia. Y asi, de uno solo y, en este aspecto, ya extinguido, nacieron hijos numerosos como las estrellas del cielo y como la arena incontable de las playas. Con fe murieron todos éstos, sin haber recibido lo prometido; pero viéndolo y saludandolo de lejos, confe- ‘sando que eran huéspedes y peregrinos en la tierra. Es claro que los que asi hablan estan buscando una patria; pues, si afioraban la patria de donde habian salido, estaban a tiempo para volver. Pero ellos ansiaban una patria mejor, la del cielo. Por eso Dios no tiene reparo en llamarse su Dios: por- ‘que les tenia preparada una ciudad. Por fe, Abrahdn, puesto a prueba, oftecié a Isaac; y cera su hijo Gnico lo que ofrecia, el destinatario de la pro- mesa, del cual le habia dicho Dios: «Isaac continuars tu descendencia» Pero Abrahan pens6 que Dios tiene poder hasta para hacer resucitar muertos. YY asi, recobré a Isaac como figura del futuro. para que merezcamos alcanzar la-herencia prometida. Por nuestro Sefior. jen Vuestro Padre ha tenido a bien daros el reino Evangelio. Jesiis une la oracién a la vigilancia. Sin duda que el pedir «la venida de su Reino» significa «a Dios rogando y con el mazo dando». Unién con Dios en la esperanza activa, procurando que nuestro cora- z6n no se conforme con los falsos valores del mundo, y sin esperar que los definitivos vengan de las nubes LUCAS 12, 32-48 En aquel tiempo, dijo Jesiis a sus discipulos: -No temas, pequefio rebafio, porque vwestro Padre ha tenido a bien daros el reino. Vended vuestros bienes y dad limosna; haceos tale- {gas que no se echen a perder, y un tesoro inagotable en el cielo, adonde no se acercan ios ladrones ni roe la pol: Hla. Porque donde esté vuestro tesoro alli estaré también ‘vuestro corazén. Tened cefilda la cintura y encendidas las lémparas. Vosotros estad como los que aguardan a que su sefior ‘vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y lame. Dichosos los criados a quienes el sefior, al llegar, los encuentre en vela; 08 aseguro que se cefiré, los hara sentar a la mesa y los iré sirviendo. Y, si llega entrada la noche o de madrugada y los en- ccuentra asi, dichosos ellos. Comprended que si supiera el duefio de casa a qué hora viene el ladrén, no le dejaria abrir un boquete. Lo mismo vosotros, estad preparados, porque a la ho- +a que menos penséis viene el Hijo del hombre. Pedro le pregunt ~Sefior, zhas dicho esa parabola por nosotros © por todos? El Sefior le respondié: ~zQuién es el administrador fiel y solicito a quien el ‘amo ha puesto al frente de su servidumbre para que les reparta la racién a sus horas? Dichoso el criado a quien su amo, al llegar, lo encuen- tre portindose asi. Os aseguro que lo pondrd al frente de todos sus bienes. Pero si el empleado piensa: «Mi amo tarda en llegar», y empieza a pegarles a los mozos y a las muchachas, @ ‘comer y beber y emborracharse, llegaré el amo de ese criado el dia y a la hora que menos lo espera y lo despe- dir, condendndolo a la pena de los que no son fieles. El riado que sabe lo que su amo quiere y no esta dis- puesto a ponerlo por obra recibiré muchos azotes; el que no lo sabe, pero hace algo digno de castigo, rec cos. ‘Al que mucho se le dio, mucho se le exigird; al que mucho se le confié, mas se le exigira CREO EN DIOS Y CREO EN EL HOMBRE Creo en Dios y creo en el hombre como imagen de Dios. Creo en los hombres, en su pensamiento, en su trabajo agotador que los ha hecho ser lo que son. Creo en la vida como alegria diaria y como duraci6n: no préstamo efimero dominado por la muerte, sino don definitivo. Creo en la vida como posibilidad ilimitada de elevacién y sublimacion. Creo en la alegria, la gloria de cada estacién, de cada etapa, de cada aurora, de cada ocaso, de cada rostro, de cada rayo de luz, que parte del cerebro, de los sentidos, del corazén. Creo en la posibilidad de una gran familia humana como Cristo la quiere: intercambio de todos los bienes del espiritu y de las manos en la paz. Creo en mi mismo, en la capacidad que Dios me ha conferido, para que pueda experimentar la mayor de las alegrias, que es la de dar y darse. Bevilacqua, Cardenal ‘SOLO CONOZCO A DOS TIPOS DE PESONAS RAZONABLES: LAS DUE AMAN A DIDS DE ‘TODO CORAZGN PORQUE LE CONDCEN, Y ‘UAS QUE LE BUSCAN DE TODO CORAZON PORDUE NO LE CONOCEN (Pascal) LA NATURALEZA NOS ACERCA A DIOS ABIERTOS A DIOS... Hay que tener confianza en Dios, hijo mio, hay que tener esperanza en Dios, hay que depositar confianza en Dios, hay que dar crédito a Dios. Hay que tener confianza en Dios porque él tuvo confianza en nosotros, hay que poner nuestra esperanza en Dios puesto que El la ha puesto en nosotros. Hay que dar crédito a Dios que nos ha dado crédito a nosotros, iy qué crédito jtodo el crédito! Hay que tener fe en Dios pues El ha creido en nosotros. Singular misterio, el més misterioso: Dios nos ha cogido la delantera. Dios puso su esperanza en nosotros. El comenz6. El esperé que el més pequefio de los pecadores trabajaria al ‘menos un poco para salvarse, un poco, muy poco, que se ocuparia un poco de salvarse. El esperé en nosotros ;y nosotros no vamios a esperar en El? Dios nos confié a su Hijo —ay, ay—, nos confid nuestra salvacién, el cuidado de nuestra salvacién y aun su esperanza misma ;y no vamos a poner nosotros nuestra esperanza en El? (Charles Peguy) La FE, LA VIDA CRISTIANA es 0 supone abrir el corazén, el es- piritu a la LUZ, ala PRESENCIA, ala PALABRA DE DIOS; y dar- Je a esta Luz, Presencia y Palabra muchisima més importancia y valor que a cualquier otra luz, presencia o palabra. Leer, releer, orary difundir

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