Professional Documents
Culture Documents
Aunque se explicaba muy poco en la citada revista, había que deducir que
La prosperidad y desarrollo económico de Ordizia provendría de que con
dicho proyecto se iban a ingresar al cabo de 40 años, “además del precio de
la inversión, otros 585.000 euros en concepto de canon de la concesión”
(pág. 15). Por si esto fuera poco, con el proyecto se lograría proyectar la
imagen de Ordizia “a escala supracomarcal” y, además, serviría para
“consolidar el turismo del Goierri por seguir apoyando la diversificación
económica de la comarca en torno al ocio y turismo” (pág. 3). Pero aún hay
más: el ayuntamiento se ahorraría “9.616 € anuales en concepto de
mantenimiento del parque” (pág. 7) Vamos, no nos costaría nada y encima
obtendríamos rentabilidad, algo que hubiese querido para sí en sus
negocios con los monarcas europeos el mismísimo banquero Jacobo
Fuggers.
¿Con qué nos encontramos en el año 2010?, con que la iniciativa privada se
ha retirado por la sencilla razón de que no hay mercado para el proyecto
Oiangu, y el ayuntamiento lejos de aceptar tan irrefutable realidad pretende
resucitarlo gastando 125.000 € sólo para solucionar el problema de los
postes contaminados. De este modo, el golf adquiere la misma importancia
que la educación, sanidad, investigación e infraestructuras. Si en 2005, con
la economía en pleno desarrollo, el ayuntamiento no disponía de recursos
propios para impulsar un proyecto como el de Oiangu, ¿cómo es posible que
hoy pueda asumir el coste de un deporte minoritario y exclusivo?, ¿cuánto
más habrá que gastar en el caserío Oiangu para que quede como estaba
antes?