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Alfredo
Espinoza
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۲۰۱۰.۰۷.۰۵
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Alfredo
o Espinoza
a Rhoton
Ensa
ayo Final- A0122003
38 – ITE
ociedad y persona
Dra. Alicia Ocampo – Ética, so
SUSTTENTABILIDAD, CON
NTAMINAC
CIÓN Y PR
ROBLEMASS ÉTICOS DEL USO DE LA
MÓSFERA
ATM
ÍNDIICE
E romiso de las autoridades ccon el medio aambiente ................................................................. 1
El poco compr
Antecedentes históricos y p
A ntos de regulaar el uso del aire ..................................................... 1
primeros inten
L
Las limitantes del modelo lineal de produ planeta con reecursos finitoss .................................. 2
ucción en un p
Justicia como equidad .................................................................................................................................... 2
L
Los daños a la na ......................................................................................................................... 3
salud human
L
Las consecuen o y la justicia ccompensatoria ................................ 4
ncias para los países en víass de desarrollo
É io ambiente ............................................................................................................................... 5
Ética del medi
Bibliografía.............................................................................................................................................................. 5
Se esstablecerán las razones p por las que la contaminaación atmosfférica no solo es incorrecta desde
un puunto de vistaa jurídico, sin
no que es unna violación aa los derecho
os de las nacciones y es u
uno de los
delito
os que se commenten con la mayor freecuencia y un n alto grado de impunidaad.
EL PO
OCO COMPROMISO DE LAS AUTORIDADEES CON EL MEDIO AMBIENTTE
La so
ociedad en la que vivim
mos actualmeente está co onformada por
p institucio ones, comun nidades y
órgannos gubernamentales que generaalmente tienen suficientes probleemas sin tomar en
consideración cu ualquier aspeecto del meedio ambien nte. Normalm mente al seer un recursso que se
consideraba reno ovable y ademmás complettamente púb blico, su uso como un basurero no prresentaba
inconnvenientes para nadie. Esto fue hastaa que el basurero comen nzó a llenarsse tanto que la basura
que sse emitía a laa atmósfera podía dar laa vuelta al m mundo sin reestricción algguna, y caer de nuevo
sobree los que laa emitieron. La poca consideració
c n que se tiiene al desttruir los eco
osistemas
naturrales solo ess acentuada por la indiferencia de las personaas mismas al no exigir planes
p de
crecim
miento susteentables.
ANTEECEDENTES HISTÓRICOS Y PPRIMEROS INTTENTOS DE REEGULAR EL USSO DEL AIRE
Antess del siglo XX
X la contaminación amb biental no era tratada co omo una ramma científica,, sino una
meraamente de regulaciones
r s o problem
mas legales. Dado que no n se entenndían mucho os de los
proceesos atmosfééricos, las regulaciones rrelacionadas con el aire ggeneralmentte eran muy débiles o
no erran aplicadass adecuadam mente.
La neecesidad de iimponer reglas al uso dee uno de los grandes recursos compaartidos del p planeta ha
sido notada desdde tiempos antiguos.
a Evventos de altta contaminnación atmossférica eran llamados
tiemppos de "cielo
os pesados" een Roma. (Hughes, 1994)
En la Edad Mediaa una gran ffuente de co ontaminación n era el caleentamiento d de la piedra de cal en
hornoos que al coombinar con agua se utillizaba como un materiall de construccción. Esta m mezcla de
Ca(OH)2 liberaba gases orgán nicos, óxido nítrico, dióxido de carbo ono y partícu
ulas orgánicaas al aire.
(Jacobson 2002) Por más quee intentemo os responsab bilizar a las p
personas de estas épocaas, resulta
fútil, ya que en primer lugar la cantidad de contaminantes que se emitieron en la suma de cientos
de años equivalen a los desechos industriales de tan solo unas empresas de hoy en día. (Marland,
2000) Además, no era posible conocer el grado al que la contaminación afectaba el mundo.
Ninguna evidencia indicaba colapso ecológico en esos tiempos.
Uno de los primeros libros escritos sobre el tema de la contaminación atmosférica fue en 1661 por
John Evelyn, que escribía sobra las inconveniencias que presentaban el aire y la disipación del
humo sobre Londres. Después de la invención de la máquina de vapor y sus mejoras hasta lograr
una máquina útil en 1769 se incrementó el consumo de carbón en Inglaterra y en países aledaños
100 veces desde 1800 a 1900. La contaminación de las ciudades comenzó a ser un factor de
preocupación, pero aún no era alarmante ni provocaba graves daños a comparación de las
ventajas que presentaba y de las mejoras en la vida que estaba facilitando.
En 1845 en Inglaterra se aprobó una ley que exigía que todas las locomotoras tuvieran que
consumir su propio humo y un año después se aprobó una ley de salud que limitaba las emisiones
de humo generadas por hornos y quemadores. De aquí a 1866 se aprobaron más leyes en
Inglaterra que limitaban las emisiones de gas hidroclórico y otras diversas emisiones de humo.
(Jacobson 2002)
Sin embargo, la severidad del problema apenas comenzaba a vislumbrase. Uno de los eventos más
infames de la historia de Inglaterra ocurrió en el otoño de 1909 en Edimburgo, cuando más de
1000 personas perdieron la vida de un día a otro debido a eventos de contaminación severa e
inversiones de temperatura severas. Esto se repitió varias veces, el más severo siendo el ocurrido
en 1952 cuando murieron 4000 personas de todos las edades, particularmente afectando a
aquellos con historial de problemas médicos o cardiacos. A lo largo de los siglos XIX y XX
ocurrieron varios incidentes equiparables al "smog tipo Londres" en otros países. Entre estos se
encuentran Bélgica, Estados Unidos y México. (Jacobson 2002)
LAS LIMITANTES DEL MODELO LINEAL DE PRODUCCIÓN EN UN PLANETA CON RECURSOS FINITOS
Es bien conocido que el modelo económico actual con su proceso lineal de producción de bienes
no está libre de consecuencias para el medio ambiente, ni es uno que pueda efectuarse por un
tiempo indefinido. Los procesos naturales de remoción de aerosoles son lluvia, sedimentación y
deposición en seco. Estos procesos son muy eficientes para concentraciones normales de
partículas, pero se ven limitados a actuar bajo las condiciones extremas que se llegan a ver en
corredores industriales y en zonas urbanas. Un concepto erróneo que se suele tener acerca de los
procesos atmosféricos (y una gran parte del planeta en general) es que existe un balance natural
perfecto que si es alterado solo hace una de dos cosas: se rompe con la fragilidad de un cristal y se
pierde ese estado "perfecto" para siempre; o existe algún tipo de mecanismo supra humano que
corregirá eventualmente las condiciones para regresar a el estado original. Es muy cierto que el
medio ambiente es frágil, y que tiene mecanismos de regulación de compuestos y procesos
naturales; sin embargo, una respuesta más común es alterar el estado natural hasta que se llegue
a un nuevo balance. La atmósfera es uno de los ejemplos de este proceso.
JUSTICIA COMO EQUIDAD
Los temas de la regulación del uso del aire son delicados, porque es uno de los recursos que es
compartido por todas las personas del planeta. A diferencia de la comida o agua, un ser humano
no puede sobrevivir más que unos minutos sin aire. Siguiendo un modelo de justicia de equidad de
Rawls (Velásquez 2006), todas las personas tienen el mismo derecho de uso del aire; naturalmente
al ser seres evolucionados aeróbicamente el uso del aire equivale al derecho a la vida. ¿Pero es
justificable cualquier grado de contaminación atmosférica bajo cualquier contexto? Para
responder ésta pregunta, es necesario ver más a fondo las consecuencias que tiene sobre el ser
humano y sobre el ambiente a corto y largo plazo.
LOS DAÑOS A LA SALUD HUMANA
Los aerosoles son partículas sólidas o líquidas en suspensión en la atmósfera. Aunque la mayor
parte puede consistir en sustancias inofensivas, pueden contener todo tipo de sustancias
orgánicas e inorgánicas nocivas. Algunas de las sustancias nocivas orgánicas pueden ser benceno,
bifenilos e hidrocarburos aromáticos poli cíclicos. Algunas sustancias inorgánicas nocivas pueden
ser metales y compuestos con azufre. Estos pueden causar asma, constricción pulmonar,
obstrucciones pulmonares crónicas y una mayor incidencia de infecciones. Un hecho que muchas
veces se omite al legislar regulaciones para la contaminación atmosférica es que la cantidad de
partículas que se emiten no siempre constituye el factor de riesgo principal. Las partículas muy
pequeñas generalmente tienen efectos mucho más dañinos que los de tamaños normales. Esto se
debe a que pueden penetrar las defensas naturales del cuerpo diseñadas para filtrar grandes
partículas y maximizar el flujo de aire limpio. Se ha encontrado una correlación entre la
concentración de partículas de pequeño diámetro y la mortalidad de los individuos en un área.
(Dockery 1993)
Muchos estudios indican que la calidad del aire es un factor no trivial que afecta seriamente la
salud de las personas. Tomando el principio de Rawls de que en los casos donde haya
desigualdades sociales, se debe buscar la solución que tenga el mayor beneficio para las personas
con mayores desventajas. En éste caso se ve que la contaminación del aire proviene (dentro de las
ciudades) de 2 fuentes principales: del transporte de vehículos automotores y de las plantas de
producción de bienes. Un análisis rápido sugiere que los beneficios que suponen la creación y
distribución de los bienes en la ciudad sobrepasan grandemente los efectos nocivos de salud que
conlleva el modelo económico actual. Aquí se abre un punto de discusión que favorece la idea de
apoyar las empresas locales. No solo se impulsa el crecimiento de la región y descentraliza el flujo
de capital, sino que reduce drásticamente la contaminación causada por el transporte de bienes
desde una región a otra. Una manera posible de implementar esto es por medio de regulaciones a
la emisión de los vehículos automotores, no solo en cuanto a eficiencia, sino en cuanto a
compromiso social. Entre más emisiones haga una empresa, entonces más se le debe de exigir que
haga acciones que beneficien a las personas con desventajas. En este caso particular, la exigencia
de limpiar un determinado número de metros cúbicos de aire por cada medida de μg emitidos de
algún nocivo; esto conlleva costos elevados en el proceso de distribución y permite la
competitividad de las empresas locales para igualar los precios de los bienes extranjeros. De esta
manera se hace justicia tanto socialmente como económicamente. El principio de diferencias
aplica y frena la creación de un monopolio de una empresa por la razón básica de que la
distribución a regiones lejanas involucra elevados costos por la contaminación que produce este
proceso.
Uno de los ejemplos de beneficios por la regulación de la limpieza del aire más exitosos hasta la
actualidad ha sido la invención del convertidor catalítico en 1975, que no dañó la economía de
Estados Unidos para nada al reducir las emisiones un 90% y de hecho produjo patentes muy
rentables.
LAS CONSECUENCIAS PARA LOS PAÍSES EN VÍAS DE DESARROLLO Y LA JUSTICIA COMPENSATORIA
Entre las consecuencias más estudiadas y comprobadas de la contaminación atmosférica es el
infame cambio climático global. Se prevé que los niveles de mezcla de CO2 se eleven de 335 ppm
hasta 970 ppm en el 2100. Es posible que la tempera se incremente de 1.4 hasta 5.8 °C. (IPCC,
2001). Lo drástico de la situación es que la mayor parte de las consecuencias que esto puede traer
es una gran reacomodo de los patrones climáticos en el planeta, con efectos adversos para
muchos países en vías de desarrollo. Cambios en climas regionales pueden alterar las ubicaciones
que son viables para la agricultura. En regiones donde se da un ligero cambio de temperatura, CO2
o vapor de agua generalmente florece la agricultura. Sin embargo, cambios extremos hacen que
muera la flora local, y una de las áreas que es de especial preocupación son las regiones desérticas
subtropicales de África, en las que la agricultura depende del clima y pequeños cambios pueden
provocar hambrunas. (Jacobson 2002)
En esta situación entonces se presenta otra situación que concierne a la ética. Para los países
desarrollados, las consecuencias son principalmente en cuanto a riesgos de radiación e índices de
contaminación, pero en relación a la pérdida de suelo cultivable o del mismo hábitat, parece que
los daños infligidos no se distribuyen equitativamente. Aquí se pueden aplicar los criterios de
responsabilización de daños para ver la justicia compensatoria. Se puede argumentar que las
situaciones por las que comienzan a pasar y pasarán en el futuro muchos países en vía de
desarrollo son injustas. El grado de responsabilización puede en este caso verse mucho más
claramente que otros incidentes, debido a la recopilación estadística de datos que muestran el
porcentaje de emisiones de dióxido de carbono de cada país. En uno de estos estudios (Marland,
2000) se muestra que Estados Unidos únicamente es responsable de la emisión del 22.6% de las
emisiones globales, a comparación de todo África que contribuye solo el 3.3% de todas las
emisiones. Estos datos existen públicamente y es bien conocido los efectos que tiene la emisión de
dióxido de carbono al medio ambiente. Se cumplen por lo tanto los requisitos de conocimiento,
acción voluntaria y además se sabe científicamente la correlación entre la contaminación y el
cambio climático. Es lógico y racional en el plano de la ética pensar que la justicia exige que se dé
adecuada compensación a los países que sufrirán por las masivas pérdidas. ¿Pero quién cubrirá los
costos? ¿Y qué tipo de compensación puede ser suficiente para reemplazar miles de kilómetros
cuadrados de tierras que serán inservibles para habitar o cultivar? Una solución podría ser la
implementación de sistemas ecológicos y la instalación de tecnología y especies mejor adaptadas
para el clima cambiante. Los costos serían mucho menor previendo los cambios que se esperan
dentro de 50 a 100 años y trabajando para no perder vidas humanas y evitar la desertificación de
áreas con la subsecuente pérdida del ecosistema. Sin embargo, aún este escenario es poco realista
al considerar la situación desde el punto de vista de nación e ignorar las razones que conducen a
las tasas elevadas de emisiones de contaminantes.
El calentamiento global es un tema de división política debido a que muchas industrias dependen
de la combustión de combustibles fósiles para ser viables, y el cambio a fuentes alternativas de
energía generalmente no es una opción factible económica. El caso particular de industrias en vías
de desarrollo es que aumentar el consumo de combustibles fósiles es la manera más económica
de crecer sus economías. (Jacobson 2002) Aquí se pone de contraste que aunque Estados Unidos
es el país con la mayor emisión de CO2, países como Singapur, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos o
Qatar tienen el doble o triple de emisiones de carbón por persona al año. Lo claro es que los países
que sufrirán por los cambios que no contribuyen a las emisiones deben ser proveídos de ayuda
para minimizar daños en el grado que sea posible.
ÉTICA DEL MEDIO AMBIENTE
En una vista global sobre la ética del cuidado y sobre el medio ambiente, es evidente la estrecha relación
entre el ser humano y el ecosistema. La ciencia y la tecnología ya son capaces de decirnos exactamente las
consecuencias que tienen nuestras acciones. Si existe aún algún deseo de vivir ordenadamente en éste
planeta como una civilización, entonces la conciencia del cuidado del medio ambiente debería ser uno de los
principales valores de la ética ciudadana. Sin embargo, al pareciera que ésta ética surge solamente cuando
las necesidades primarias y secundarias han sido satisfechas a un cierto grado. Queda sentado sin necesidad
de mencionar eventos específicos, todos los problemas actuales que han sido causados por la falta de
conciencia o por la negligencia hacia el medio ambiente que se ha tenido en el pasado. La ética no es un lujo
ni un indicador de buena sociedad; es una característica compleja racional que guía hacia un estado de
desarrollo en el que la vida es deseable como bien en sí.
BIBLIOGRAFÍA
Aranguren, J. L. (1994). DE ÉTICA Y DE MORAL. Madrid: Trotta.
D, H. J. (1994). Environmental problems of the ancient Greeks and Romans. Baltimore: Johns Hopkins
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Jacobson, M. Z. (2002). Atmospheric Pollution. United Kingdom: Cambridge.
Marland G, B. T. (2000). Global, regional, and national CO2 emmisions. Compendium of data on global
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Martínez, A. C. (2001). Ética. Madrid: Akal.
Velasquez, M. G. (2006). Ética en los negocios. México: Pearson Education.