DOCTRINA: Enseñanza que se da para instruir a alguien. Serie de
conocimientos, teorías, opiniones, etc., defendidos por una persona o grupo.
SOCIAL: Perteneciente o relativo a la sociedad humana o a las
relaciones entre las clases de la sociedad. Se dice de los animales que habitan en colonias.
IGLESIA: Institución religiosa fundamentada por JESUCRISTO.
Conjunto de pueblo y clero creyente en Jesucristo. Cada una de las comunidades cristianas. PRINCIPIOS Y VALORES DE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA
Con el ánimo de responder de una forma concreta a los
problemas derivados de la cuestión social surgió la Doctrina Social de la Iglesia, que pretende actualizar y dar vigencia en el siglo XIX a los valores evangélicos celosamente guardados desde los primeros siglos de la Iglesia. Para ello, la Doctrina Social de la Iglesia se inspira de nuevo en los valores y los principios que se desprenden del Evangelio de Jesús y sistematiza sus puntos de partida resaltando la importancia de ciertos criterios doctrinales que fundan una visión cristiana sobre el ser humano y la sociedad.
Estos principios son los siguientes:
*La dignidad de la persona.
Se asienta sobre el hecho de que ha sido creada de a imagen y
semejanza de Dios y elevada a un fin sobrenatural que trasciende esta vida. Del reconocimiento de la dignidad de la persona y de su valor fundamental se derivan los valores comunes que ordenan la vida y la actividad de todos los ciudadanos: la libertad, la justicia, la igualdad, el pluralismo, la solidaridad, la paz y el bien de todos sin discriminación alguna.
La dimensión social de la dignidad de la persona se pone de
manifiesto en el reconocimiento de los derechos fundamentales que, a su vez, implican unos deberes. Los derechos humanos pertenecen a toda persona por el mero hecho de serlo, sin diferencias religiosas, sociales, culturales o políticas. En definitiva, para la doctrina social de la Iglesia la persona es el primer principio, el corazón y el alma de su enseñanza. *La comunidad humana.
La persona, es un ser social por naturaleza. La vida
social en comunidad permite a la persona consolidar y desarrollar sus cualidades, garantizar sus derechos, realizar la solidaridad humana y favorecer sus actividades materiales y espirituales. La participación de la persona en la comunidad humana comienza en la familia en cuyo seno se aprende a convivir en libertad y a buscar el bien, para pasar a formar parte de la gran familia humana de la que todos somos miembros, participando de forma activa en distintas instituciones sociales: en la cultura, la economía, la política, etc. *El bien común.
Trasciende los intereses particulares y privados, afecta a
los organismos y a las asociaciones privadas, que es absolutamente necesaria para satisfacer los derechos y las obligaciones de la vida social. El bien común limita el poder de cualquier función pública en la medida que recuerda su obligación de servir a la comunidad. Cualquier institución y organización social ha de considerar a la persona como el criterio clave de toda organización nacional e internacional, ya que sólo cuando se da primacía a las personas, se busca el bien común para la comunidad. *La justicia.
Entendida como parte del destino que le toca a
cada persona, expresa dos aspiraciones de la humanidad:
• Que las leyes se constituyan desde la igualdad de
todos los seres humanos
• Que se apliquen con equidad y sin privilegios
discriminatorios. *La caridad.
Engloba todo el compromiso social cristianismo. La
justicia y el bien común son medios para alcanzar la caridad, exigencia máxima de compromiso evangélico, puesto que en ella se resume toda la Ley.
La caridad impide que la actitud religiosa desemboque en
una piedad cultural, sin compromiso alguno en el mundo, y hace también que la actitud moral no degenere en moralismo legalista y autosuficiente.