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Lenguaje técnico científico

El Lenguaje técnico científico, es una modalidad del lenguaje que tiene


como carácter específico ser grupal, es decir, que lo utiliza sólo la
comunidad hablante que ha recibido una preparación previa, y que
es propio de actividades científicas y profesionales. No se trata de un
lenguaje arcano ni de argot y su finalidad no es la de no ser entendido por
otros, sino la de ser riguroso y preciso. Usa la lengua en su función
metalingüística, es decir, para explicarse y con un léxico unívoco, o sea,
con un referente único para evitar que pueda inducir a dos conceptos o
realidades diferentes. El lenguaje científico huye de la ambigüedad;
por lo tanto, sus términos están asumidos tácitamente por la comunidad
científica universal, lo que supone un lenguaje convencional pactado y
asumido. Así pues, la coherencia terminológica es imprescindible y una vez
que se ha usado un término con un significado debe mantenerse. Éste debe
ser claro y preciso. Por último, la exposición científica debe estar presidida
por la objetividad y debe permitir su verificabilidad, es decir, cualquier
formulación se debe demostrar. Lógicamente hay disciplinas científicas y
técnicas que se prestan y admiten mejor la formalización, las matemáticas
por ejemplo, que otras como la biología o la medicina. Sin embargo, todas y
cada una de ellas tienen y crean constantemente su léxico específico.
El lenguaje técnico-científico no es uniforme. Cada rama del saber, cada
disciplina, utiliza un lenguaje propio. Más que de un solo lenguaje científico
pues, habría que hablar de variedades o subsistemas que coinciden en unas
características comunes. Como el resto de los lenguajes especializados, el
técnico-científico sólo es utilizado por sus hablantes en una parcela de su
actividad; fuera de ella hacen uso de la lengua común. La dificultad de estos
lenguajes los convierten en algo difícil de comprender para el resto de los
hablantes. Los textos científicos deben observar las cualidades
fundamentales de la ciencia: objetividad, universalidad y verificabilidad.
Aparecen en los textos científicos elementos gráficos, iconográficos,
cromáticos, tipográficos, etc. que sirven de apoyo al código lingüístico. El
resultado es un código muy distinto para cada ciencia o disciplina y que
varía según el destino del texto; en los destinados a la enseñanza primaria y
media son más abundantes los recursos gráficos que en textos
universitarios o destinados a profesionales y especialistas en la materia.
Estos elementos suelen ser los mismos para todas las lenguas, tienen un
carácter mucho más universal que los recursos no lingüísticos propios de
otros lenguajes especializados.
Algunos rasgos que muestran la universalidad del texto científico
son:
• Uso del artículo con valor generalizador;
• presente científico;
• utilización de sustantivos abstractos que confieren a lo material un
valor mental y universal;
• uso de tecnicismos, fácilmente traducibles a cualquier lengua y, por
tanto, auxiliares inestimables para contribuir a la universalidad del
texto científico.
La rapidez con la que progresan actualmente las disciplinas técnico-
científicas exige una permanente actividad creadora de tecnicismos, de
resultados a veces precipitados y poco acordes con el sistema morfológico y
fonológico español.
Tipos de discursos utilizados frecuentemente en el lenguaje
científico-técnico:
La exposición
Exponer es presentar una cuestión cualquiera para darla a conocer y
comprender a otras personas. La exposición pura es poco frecuente: lo
normal es que se asocie con la argumentación.
Documentación. Es la recopilación de información sobre un determinado
asunto. Para que esa labor sea efectiva, es fundamental conocer el objeto
de la exposición, dónde se encuentra la información, a quién va dirigida la
exposición y con qué grado de profundidad se va a tratar el tema. Es la fase
en la que se anotan los datos (habitualmente en fichas o en una base de
datos informática) y se elaboran los esquemas y borradores.
Organización de materiales. En esta fase se elabora un guión en el que se
recogen, de modo ordenado, los pasos que se seguirán en la exposición. La
ordenación de los materiales ha de realizarse de forma que el receptor
pueda percibir con claridad y coherencia el sentido de lo que se va a
exponer, haciendo prevalecer la idea central sobre las secundarias.
Elaboración final. La exposición debe redactarse de forma objetiva y con un
lenguaje claro, sencillo y correcto, tanto en el léxico como en la sintaxis, con
el fin de no añadir dificultades añadidas a la comprensión del texto. Es
especialmente importante no dejarse llevar por florituras literarias y
recordar en todo momento la finalidad del texto que se elabora.
La argumentación
Consiste en aportar razones para sustentar una opinión. A la opinión o idea
que se pretende probar o defender se la denomina tesis; el conjunto de
razones que se utiliza en la defensa de la tesis son los argumentos. Cuando
la tesis se sitúa al principio del escrito, se utiliza un proceso deductivo para
probarla con argumentos. El orden contrario recibe el nombre de inductivo.
El orden de la argumentación no es fijo, la disposición de contenidos suele
dividirse en tres apartados:
a) La exposición de la tesis tiene por objeto formular de modo claro y
conciso la tesis que se va a defender.
b) En el bloque argumentativo se aportan las razones en las que se
fundamenta la tesis.
c) La conclusión es una síntesis de todo lo argumentado cuya finalidad es
dejar fijada la postura o idea que se defiende.
Además del puramente científico, se utilizan con cierta frecuencia el
argumento de autoridad, el de la experiencia personal, el de comparación
de ideas enfrentadas y el de universalidad.

Introducción
Cuando un investigador redacta los resultados de sus trabajos, utiliza el
lenguaje científico. Igualmente, cuando los alumnos de cualquier nivel
estudian una determinada asignatura o realizan un trabajo escolar de
investigación en cualquier disciplina, manejan el lenguaje científico. En una
revista de divulgación se utiliza también este lenguaje, aunque matizado en
sus elementos más crípticos por condicionantes periodísticos. En un
prospecto de medicinas, en un manual de instrucciones, en un libro de
texto, en una revista especializada, en la lista de ingredientes de una lata
de fabada asturiana, en el informe de un radiólogo..., en todos estos textos,
y en muchos más, se utiliza alguna variedad de lenguaje técnico o científico.

En realidad, un individuo de cultura media está constantemente en contacto


con esta variedad; porque el lenguaje técnico–científico no es más que una
variedad de habla que resulta de adaptar la lengua común a la
comunicación de contenidos técnicos o científicos.
Características del lenguaje científico
El lenguaje técnico–científico no es uniforme. Cada rama del saber, cada
disciplina, utiliza un lenguaje propio. Más que de un solo lenguaje científico
pues, habría que hablar de variedades o subsistemas que coinciden en unas
características comunes.
Como el resto de los lenguajes especializados, el técnico–científico sólo es
utilizado por sus hablantes en una parcela de su actividad; fuera de ella
hacen uso de la lengua común. La dificultad de estos lenguajes los
convierten en algo difícil de comprender para el resto de los hablantes.
Los textos científicos deben observar las cualidades fundamentales de la
ciencia: objetividad, universalidad y verificabilidad.
Teniendo en cuenta todo lo anterior, trataremos de extraer el denominador
común de los textos que pueden caracterizarse como científicos.
Registro culto
En general, los textos científicos suelen poseer un alto nivel de corrección
sintáctica y, por ello, acostumbran a ser claros y concisos. La precisión, que
se logra fundamentalmente mediante el uso abundante de léxico
monosémico , es otro de los rasgos definitorios de este tipo de lenguaje.
Claridad
En general, predomina la coordinación y la yuxtaposición sobre la
subordinación; esto produce una marcada sencillez sintáctica; no son raros,
sin embargo, los textos de sintaxis más enrevesada.
Son frecuentes las subordinadas adjetivas explicativas, que actúan como
aclaración de sus antecedentes.
Con la misma finalidad se utilizan abundantemente incisos, aposiciones y
enunciados parentéticos entre comas, rayas o paréntesis.
No es infrecuente el uso de la conjunción disyuntiva o con valor de
identificación o equivalencia.
Son habituales también los resúmenes, aclaraciones o definiciones tras
dos puntos.
Mediante enlaces extraoracionales explicativos se consolida la coherencia
textual .
La repetición de palabras, desaconsejada en otros tipos de textos, se
tolera en los técnico–científicos por su valor aclaratorio.
Se utilizan profusamente los enlaces extraoracionales, tanto los que
distribuyen secuencialmente los párrafos, como los que establecen
relaciones de conclusión o consecuencia.
Formas expresivas propias de la disciplina
Aparecen en los textos científicos elementos gráficos, iconográficos,
cromáticos, tipográficos, etc. que sirven de apoyo al código lingüístico. El
resultado es un código muy distinto para cada ciencia o disciplina y que
varía según el destino del texto; en los destinados a la enseñanza primaria y
media son más abundantes los recursos gráficos que en textos
universitarios o destinados a profesionales y especialistas en la materia.
Estos elementos suelen ser los mismos para todas las lenguas, tienen un
carácter mucho más universal que los recursos no lingüísticos propios de
otros lenguajes especializados.
Objetividad
La objetividad se consigue diluyendo la importancia del sujeto, destacando
los hechos y los datos, y determinando las circunstancias que acompañan a
los procesos. Para ello, los escritos científicos suelen utilizar recursos como
los siguientes:
Oraciones enunciativas. Presencia casi exclusiva de la función referencial.
Construcciones impersonales y pasivas, tanto pasivas reflejas como
perifrásticas, que ocultan o hacen desaparecer al agente. Utilización
esporádica de la voz media.
Preferencia especial por las construcciones nominales sobre las verbales:
Diluyo el polvo en agua y tomo una pequeña cantidad con una pipeta
(lengua común) > Disolución del polvo en agua y toma de muestras con
una pipeta (lenguaje científico). Esta nominalización de oraciones elimina
los morfemas de persona, con lo que se desvanece el interés por el
agente, y utiliza un sustantivo postverbal abstracto que transforma la
acción en un hecho ya realizado.
Adjetivos casi exclusivamente especificativos, generalmente pospuestos,
que delimitan y concretan la extensión semántica del sustantivo.
Con idéntica función que los adjetivos, utilización profusa de otros
adyacentes del SN: proposiciones de relativo especificativas, y
complementos del nombre (SN precedidos de preposición).
Uso predominante del indicativo como modo de la realidad.
Estructuras oracionales que comienzan con una construcción de infinitivo,
gerundio o participio.
CC que sitúan las circunstancias de los hechos, tanto SN precedidos de
preposición, como subordinadas adverbiales, especialmente causales y
finales.
Universalidad
Algunos rasgos que muestran la universalidad del texto científico son:
Uso del artículo con valor generalizador. Atribuye a la especie lo que se
dice del individuo: el león es uno de los mayores depredadores de la selva.
Presente científico. Al ser el presente de indicativo o subjuntivo el tiempo
no marcado, el tiempo cero, es el más indicado para designar la
universalidad de los hechos.
Utilización de sustantivos abstractos que confieren a lo material un valor
mental y universal.
Uso de tecnicismos, fácilmente traducibles a cualquier lengua y, por tanto,
auxiliares inestimables para contribuir a la universalidad del texto
científico.
Para conseguir universalidad, se utilizan también muchos rasgos no
lingüísticos como gráficos, fórmulas, demostraciones matemáticas,
símbolos convencionales... que, además, contribuyen a la verificabilidad
de los hechos.
Léxico Científico
La rapidez con la que progresan actualmente las disciplinas técnico–
científicas exige una permanente actividad creadora de tecnicismos, de
resultados a veces precipitados y poco acordes con el sistema morfológico y
fonológico español. Los procedimientos que se usan para la creación de
neologismos científicos son los siguientes:
Derivación y composición
Ambos son procedimientos de creación de léxico propios de la lengua
común, que también se utilizan en el lenguaje científico y técnico:
recauchutar, reciclar, pretensado, postproducción, descodificar, almacenaje,
hibernación, trepanación, lanzadera, cortadora, cristalización, fosilización,
ordenador, transistor, biodegradable, etc.
Procedimientos convencionales de cada disciplina
Además de los procedimientos de derivación de la lengua general, cada
disciplina suele poseer recursos de derivación y composición propios. El
ejemplo más claro lo ofrece la Química con los prefijos y sufijos que se usan
en formulación: per—, hipo—, bi—, met—, et—, —ano, —ilo, —uro, —oso,
etc. En Geometría, Biología, Medicina, se podrían ofrecer ejemplos similares.
Latinismos, grecismos e híbridos
Los grecismos han llegado hasta nosotros siempre por vía culta, no
patrimonial, multitud de palabras griegas que conservan su antiguo
significado: sismo, amorfo, átomo.
Otros han sufrido cambio de significado en su incorporación a nuestra
lengua: faro ‘señal luminosa en una isla de la desembocadura del Nilo’,
fósforo ‘lucero de la mañana’, disección ‘estructura de las diferentes partes
del cuerpo’.
Y otros muchos, especialmente cuando el objeto o el concepto son
totalmente nuevos, son neologismos creados mediante la combinación de
afijos o raíces griegas: an- ‘no, sin’ + orexia ‘apetito’ > anorexia ‘falta de
apetito’, cricos ‘anillo’ + oide ‘parecido a’ > cricoide ‘cartílago anular de la
laringe’, cito ‘cubierta’ + plasma ‘formación’ > citoplasma ‘cubierta celular’.
Los latinismos siguen el mismo modelo de incorporación a nuestra lengua:
algunos mantienen el significado latino: pústula, pómez, círculo; otros
cambian su significado: artículum ‘articulación pequeña’ > artículo ‘escrito
periodístico’; y otros son neologismos creados con afijos o raíces latinas:
somnum ‘sueño’ + fero ‘llevar’ > somnífero.
Por último, hay neologismos científicos en los que se utilizan formantes
procedentes de ambas lenguas clásicas o se mezclan con formantes
españoles: combinaciones grecolatinas: lat. pluvia ‘lluvia’ + gr. metrón
‘medida’ > pluviómetro; combinaciones de raíces clásicas y españolas: lat.
pluri ‘varios’ + empleo > pluriempleo.
Préstamos
Los prestamos son términos de otra lengua utilizados en la propia. Aunque,
como en tantos otros campos de la lingüística, no hay unanimidad en la
terminología, podemos utilizar el término préstamo para referirnos a
cualquier tipo de voz extranjera utilizada en español.
Básicamente podemos hablar de dos tipos de préstamos:
Los que se utilizan con su forma original y son sentidos por el hablante
como ajenos a su propio idioma.
Los que han sufrido adaptación a la fonética y morfología del español. Hay
diferentes grados de adaptación:
Ligeras modificaciones en el significante: fr. plateau > plató, fr. linotipe >
linotipia, ing. film > filme, ing. cassette > casete, it. spagheti > espagueti.
Cambios importantes en el significante: ing. shock > choque.
Traducción del extranjerismo: ing, rooter > desraizadora, ing. off side >
fuera de juego. Este mecanismo a veces produce incorrecciones que se
denominan calcos léxicos o sintácticos : ing. industrial plant > planta
industrial, fr. > encendedor a gas (por encendedor de gas), jugar un papel
importante (por desempeñar un papel importante).
Presencia simultánea de dobles formas: nilón (< fr.) / nailon (< ing.),
balompié / fútbol, voleibol / balonvolea.
Desde el punto de vista de su origen podemos distinguir: anglicismos,
galicismos, germanismos, italianismos, lusismos. La mayoría de los
préstamos recibidos en el español son anglicismos y galicismos. La
proximidad geográfica y la relación cultural con Francia, y la dependencia
comercial, científica y técnica respecto a Estados Unidos y Gran Bretaña son
los condicionantes fundamentales de esta influencia.
Las siglas y los acrónimos que se usan en español han visto incrementado
su número considerablemente por influencia del inglés; son muchos los
acrónimos y siglas ingleses presentes en el español contemporáneo: hifi,
láser, radar, sonar; y otros muchos calcos léxicos: UVI, ovni, UCI, IVA.
Problemas morfológicos de los préstamos
Las diferencias fonéticas entre las lenguas pueden plantear problemas
morfológicos en la incorporación de extranjerismos. Los más relevantes son:
Formación del plural: récord / récords , búnker / búnkers, ballet / ballets,
lord / lores, déficit / déficit, pub / pubs.
Femeninos terminados en –o. La oposición –a / –o que en español distingue
el femenino del masculino se ha visto debilitada por la multitud de
extranjerismos femeninos terminados en –o: la dinamo, la moto, la libido,
la UNESCO.
Desde el punto de vista normativo, hay que recordar que, siempre que sea
posible, es decir, siempre que el español ofrezca una solución léxica, es
conveniente utilizar una forma española: *hall → recibidor, zaguán,
vestíbulo, entrada; y que suele resultar conveniente una adaptación rápida
a la morfología española.
Formas de elocución propias de los textos científicos
Si bien la gran variedad de realizaciones posibles del lenguaje científico
dificulta las generalizaciones, sí podemos decir de todos ellos que son
especialmente cuidadosos con el orden expositivo y la coherencia lógica de
lo expuesto. Lo más frecuente es que estos textos presenten una
combinación de exposición y argumentación, dos formas de elocución
clásicas que se han adaptado al método científico.
La exposición
Exponer es presentar una cuestión cualquiera para darla a conocer y
comprender a otras personas. La exposición pura es poco frecuente: lo
normal es que se asocie con la argumentación.
En la retórica clásica, la exposición constaba de tres fases: inventio,
dispositio y elocutio. Actualmente cabría hablar de documentación,
organización de materiales y elaboración final o redacción.
Documentación. Es la recopilación de información sobre un determinado
asunto. Para que esa labor sea efectiva, es fundamental conocer el objeto
de la exposición, dónde se encuentra la información, a quién va dirigida la
exposición y con qué grado de profundidad se va a tratar el tema. Es la
fase en la que se anotan los datos (habitualmente en fichas o en una base
de datos informática) y se elaboran los esquemas y borradores.
Organización de materiales. En esta fase se elabora un guión en el que
se recogen, de modo ordenado, los pasos que se seguirán en la
exposición. La ordenación de los materiales ha de realizarse de forma que
el receptor pueda percibir con claridad y coherencia el sentido de lo que
se va a exponer, haciendo prevalecer la idea central sobre las
secundarias.
Elaboración final. La exposición debe redactarse de forma objetiva y con
un lenguaje claro, sencillo y correcto, tanto en el léxico como en la
sintaxis, con el fin de no añadir dificultades añadidas a la comprensión del
texto. Es especialmente importante no dejarse llevar por florituras
literarias y recordar en todo momento la finalidad del texto que se
elabora.
La argumentación
Consiste en aportar razones para sustentar una opinión. A la opinión o idea
que se pretende probar o defender se la denomina tesis; el conjunto de
razones que se utiliza en la defensa de la tesis son los argumentos. Cuando
la tesis se sitúa al principio del escrito, se utiliza un proceso deductivo para
probarla con argumentos. El orden contrario recibe el nombre de inductivo.
Aunque el orden de la argumentación no es fijo, la disposición de contenidos
suele dividirse en tres apartados:
La exposición de la tesis tiene por objeto formular de modo claro y
conciso la tesis que se va a defender.
En el bloque argumentativo se aportan las razones en las que se
fundamenta la tesis.
La conclusión es una síntesis de todo lo argumentado cuya finalidad es
dejar fijada la postura o idea que se defiende.
Además del puramente científico, se utilizan con cierta frecuencia el
argumento de autoridad, el de la experiencia personal, el de comparación
de ideas enfrentadas y el de universalidad.

Lenguaje científico
Wikilengua
Concepto general
Una misma lengua no se emplea siempre igual. Hay circunstancias que
hacen que aparezcan rasgos especiales, siendo la misma lengua. Cuando
esas peculiaridades están motivadas por el tema del que se trata,
hablamos de lenguajes especiales (lenguaje humanístico, lenguaje
técnico, etcétera). Cada área del saber exige expresiones y rasgos de estilo
propios. Una de las áreas de saber que exige utilizar el lenguaje con
particularidades especiales es la ciencia, en general, si bien cada rama
científica tiene sus particularidades (Biología, Medicina, Tecnología,
Matemáticas, Lingüística, etcétera). A pesar de esas diferencias
particulares, hay unas características generales de uso del lenguaje en
textos científico-técnicos.
Cuando un científico o un técnico habla o escribe sobre su área de
conocimiento no usa una lengua distinta de la que emplea cuando habla de
asuntos cotidianos. La diferencia está en que, al expresarse en el modo
propio de su ciencia o su técnica, utiliza, entre otras cosas, términos
específicos de la materia de la que habla y, también, con frecuencia,
términos de la lengua ordinaria con un sentido especial cuyos significados
vienen exigidos por la materia tratada. El rasgo léxico especial de los
textos científicos y técnicos, en tanto que tales, es la terminología
(= palabras de significado propio de una rama del saber).
En esta variedad de uso no tienen cabida ni el sentimentalismo ni la mera
opinión personal, por lo cual todo rasgo subjetivo está ausente y no hay
connotación[1]. La ciencia y la técnica necesitan de un objetividad extrema
y de un lenguaje que evite toda posible ambigüedad. De ahí la necesidad de
claridad y precisión expresivas, para evitar confusiones en la comprensión
de lo que se dice.
De todo ello podemos extraer algunas características lingüísticas que son
comunes al lenguaje de cualquier ciencia. Entre otras:
1) Los temas de expresión son expositivo[2] y argumentativo[3]. Nadie
espera encontrar en un texto científico algo así:
«Atiende, querido lector. Sumar, en nuestras queridísimas
matemáticas, no es meramente acumular. ¡Qué placer más grande
produce usar las palabras en su sentido apropiado!»
2) En la medida en que la finalidad fundamental de un texto científico o
técnico es la de informar sobre un área del saber, la función fundamental es
la referencial[4] (o representativa.)
«2 más 2 son 4, igual que 2 por 2. Pero las propiedades de la suma
son diferentes a las propiedades de la multiplicación.»
3) Dado que, con frecuencia, en los textos científicos y técnicos se explica la
propia terminología específica que se emplea, es frecuente la función
metalingüística[5]
«Vamos a llamar intervención a cualquier acto médico encaminado a
curar una dolencia.»
4) Desde el punto de vista léxico, el signo lingüístico (terminología) es
denotativo[6], monosémico[7] y unívoco[8], por exigencias de la
objetividad y para evitar la ambigüedad en la exacta comprensión del
contenido.
[Modificar solo esta sección] Notas
1. ^ connotación, de con–notar, es «significado añadido al significado
propio de una palabra»: En ¡Cállate, negro! la palabra negro(de un
cierto color, en su significado propio)connota' desprecio,
xenofobia, racismo.
2. ^ expositivo «su finalidad es únicamente informar de una manera
neutra»
3. ^ argumentativo «se expone una hipótesis u opinión y se dan
razones que la apoyen»
4. ^ función referencial «el hablante sólo quiere exponer información
y el elemento del acto de comunicación que prevalece es el
contenido, sin elementos subjetivos o de otro tipo.
5. ^ función metalingüística «se usa el lenguaje para explicar
elementos del propio lenguaje, como buenamente es un adverbio de
modo»
6. ^ denotación (de de-notar) «significado propio de una palabra».
Ver connotación. En su color de pelo es muy negro la palabra negro
tiene exclusivamente significado propio.
7. ^ monosémico «su amplitud de significado es único, sin que haya
lugar a polisemia u otro elemento que pueda ofrecer ambigüedad
sobre lo que se quiere decir». Por ejemplo, la palabra cirugía
significa solamente «realizar operaciones para curar dolencias»
8. ^ unívoco «a un significante (la parte perceptible de una palabra)
se le atribuye un solo significado y, al revés, a un significado le
corresponde un solo significante». Por ejemplo, las palabras suma o
adición tienen solo el significado, en un determinado texto, de
«operación matemática que consiste en acumular elementos
homogéneos», y este significado nos lleva a esas palabras
exclusivamente.
Una de la características del lenguaje científico es su falta de uniformidad.
Cada disciplina, cada parcela del saber usa un lenguaje propio (sobre todo,
en terminología).
A pesar de su aparente homogeneidad, el lenguaje puede subdividirse en
tipologías, atendiendo a sus características. Considerando el grado de
artificialidad y convencionalidad que interviene en la construcción de
símbolos o signos del lenguaje, éste puede ser, únicamente, natural o
artificial. El lenguaje natural, también llamado lenguaje ordinario, es el
que utiliza una comunidad lingüística con el fin primario de la comunicación
y se ha construido con reglas y convenciones lingüísticas y sociales durante
el período de constitución histórica de esta sociedad. Es el lenguaje que
hablamos todos. El individuo, por el hecho de nacer en sociedad, acepta
normativamente el lenguaje de su propia comunidad lingüística; el influjo
que el individuo puede ejercer sobre el lenguaje, pasa únicamente por el
hecho de hablarlo, por el habla.
Son ejemplos de lenguaje natural el castellano, el catalán, el vasco o el
gallego, en España, y cualquier otro idioma que se hable en alguna parte del
mundo. El lenguaje natural se considera un instrumento sumamente
adaptado a la comunicación de la vida ordinaria, pero ambiguo y vago si
hemos de atender al punto de vista de la comunicación científica.
El lenguaje artificial, en oposición al natural, tiene como finalidad evitar –
justamente- los inconvenientes de ambigüedad y vaguedad de los lenguajes
naturales u ordinarios y, por ello, presenta un grado de artificialidad y
convencionalidad mucho mayor por lo que se refiere a la construcción de
símbolos y al significado que se les asigna. Símbolos y significados no
pertenecen a ninguna comunidad natural de hablantes, sino a grupos de
hablantes relacionados por objetivos científicos o técnicos. El lenguaje
artificialmente construido se divide en técnico y formal.
El lenguaje técnico utiliza el lenguaje natural, pero previamente definido
en gran parte de sus términos, de manera que las palabras adquieren
técnicamente un significado propio y adecuado a los fines de la comunidad
que las utiliza. Así, el lenguaje técnico de la física, por ejemplo, define el
sentido en que utiliza términos, también propios del lenguaje ordinario,
como son fuerza, masa, velocidad, espacio, etc., y el lenguaje técnico de la
medicina, oscuro para los profanos, es sumamente útil para la práctica
médica.
El lenguaje formal, a su vez, es una clase de lenguaje artificial en el que
no sólo se construyen artificial y convencionalmente los símbolos propios
del lenguaje, sino también sus reglas de construcción y sus reglas de
transformación, convirtiéndose en la práctica en un cálculo. Los lenguajes
formales, si adoptan además una interpretación, se convierten en lenguajes
plenamente formalizados.
¿Qué es el lenguaje técnico-científico?
Es una modalidad del lenguaje que huye de la ambigüedad. Este tipo tiene
como carácter específico ser grupal, es decir, que lo utiliza sólo la
comunidad hablante que ha recibido una preparación previa. Su finalidad no
es la de no ser entendido por otros, sino la de ser claro, riguroso y preciso.
Además, sus términos están asumidos por la comunidad científica universal,
lo que supone un lenguaje convencional, pactado y asumido.
La coherencia terminológica, en estos casos, es imprescindible y una vez
que se ha usado un término con un significado debe mantenerse.
La exposición científica debe estar presidida por la objetividad y permitir
demostrar cualquier formulación. Pero hay disciplinas científicas y técnicas
que se prestan y admiten mejor a la formalización (las matemáticas por
ejemplo, que otras como la biología o la medicina). Sin embargo, todas y
cada una de ellas tienen y crean constantemente su léxico específico.
viernes 1 de febrero de 2008
Características principales
• Objetividad: su interpretación no depende de la persona, ni de la

circustancia en la qu se utilice.
• Claridad: no pueden dar pie a confusión.
• Usa la lengua en su función metalingüística, es decir, para explicarse
con un referente único para evitar que pueda inducir a dos conceptos
o realidades diferentes.
• Uso del artículo con valor generalizado.
• Presente científico.
• Utilización de sustantivos abstractos que confieren a lo material un
valor mental y universal.
• Uso de tecnicismos, que se puedan traducir fácilmente a cualquier
lengua y, por tanto, auxiliares que contribuyen a la universalidad del
texto científico.

viernes 1 de febrero de 2008


Terminología científica
Los neologismos de la ciencia no se forman al azar si no que se han
originado de distintos modos:

a) Por los mecanismos propios de la lengua.

b) Por lexemas y morfemas de origen latino.

c) Por préstamos lingüísticos (a veces sin ninguna modificación).

d) Por medio de siglas. Ej: V.I.H.


viernes 1 de febrero de 2008
Utilización del lenguaje actualmente
• En nuestra sociedad:
• En nuestras casas:

• En nuestro colegio:

viernes 1 de febrero de 2008


Tipos de dicursos que se utilizan frecuentemente
Existen dos tipos de discursos:
1. La exposición.
Exponer es presentar una cuestión cualquiera para darla a conocer y
comprender a otras personas. La exposición pura es poco frecuente (lo
normal es que se asocie con la argumentación).
• Documentación
Es la recopilación de información sobre un determinado asunto. Para que
sea efectiva, es fundamental conocer el objeto de la exposición, dónde se
encuentra la información, a quién va dirigida y con qué grado de
profundidad se va a tratar el tema. Es la fase en la que se anotan los datos
(habitualmente en fichas o en una base de datos informática) y se elaboran
los esquemas y borradores.
• Organización de materiales
En esta fase se elabora un guión en el que se recogen, ordenadamente, los
pasos que se seguirán en la exposición. La ordenación de los materiales ha
de realizarse de forma que el receptor pueda percibir con claridad y
coherencia el sentido de lo que se va a exponer, haciendo más incapié en la
idea central que en las secundarias.
• Elaboración final.
La exposición debe redactarse de forma objetiva y con un lenguaje claro,
sencillo y correcto, tanto en el léxico como en la sintaxis, con el fin de no
añadir dificultades añadidas a la comprensión del texto. Es especialmente
importante no dejarse llevar por el diseño y recordar en todo momento el fin
para que se realiza el texto.
1. La argumentación
Consiste en aportar razones para sustentar una opinión. A la opinión o idea
que se pretende probar o defender se la denomina tesis; el conjunto de
razones que se utiliza en la defensa de la tesis son los argumentos. Cuando
la tesis se sitúa al principio del escrito, se utiliza un proceso deductivo para
probarla con argumentos. El orden contrario recibe el nombre de
inductivo.El orden de la argumentación no es fijo, la disposición de
contenidos suele dividirse en tres apartados:
a)La exposición de la tesis tiene por objeto formular de modo claro y conciso
la tesis que se va a defender.
b)En el bloque argumentativo se aportan las razones en las que se
fundamenta la tesis.
c)La conclusión es una síntesis de todo lo argumentado cuya finalidad es
dejar fijada la postura o idea que se defiende.
Además del puramente científico, se utilizan con frecuencia el argumento de
autoridad, el de la experiencia personal, el de comparación de ideas
enfrentadas y el de universalidad.

COMENTARIO LINGÜÍSTICO: TEXTO TÉCNICO-CIENTÍFICO


Los programas compiladores son particularmente útiles y frecuentemente
usados en aplicaciones científicas. El usuario no precisa conocer mucho
acerca de las operaciones internas del computador, ni de las técnicas de
programación en general, y puede escribir un programa rápidamente sólo
con algunos conocimientos. Uno de los compiladores más populares,
llamado FORTRAN (FORmula TRANslation), fue creado por IBM y ha sido
adaptado desde entonces por muchos otros constructores de máquinas.
Aunque los compiladores son muy útiles y populares, presentan buen
número de inconvenientes. Los más importantes son los que se refieren a la
velocidad del computador y al número de posiciones requeridas en la
memoria. Si se escribe un programa en lenguaje compilador y otro en
lenguaje simbólico ordinario para solucionar un mismo problema, y ambos
programas han sido elaborados por programadores expertos, el programa
simbólico siempre requiere menos espacio en la memoria y entra siempre
en ella en menos tiempo que el programa escrito con ayuda de un
compilador.
En un primer acercamiento al texto observamos que nos encontramos ante
un fragmento de divulgación científica relacionado con el mundo de la
informática, donde se nos cuenta de la facilidad de los programas
compiladores para crear algunos programas, ya que no se necesitan
muchos conocimientos de informática para usarlos; de estos programas
quizá el más conocido sea el FORTRAN, aunque éste plantee algunos
problemas como el que se refiere a la velocidad del computador y al
número de posiciones en la memoria.
Entre las características del lenguaje técnico-científico que encontramos en
el texto observamos:
- Objetividad. La objetividad exige rehuir de cualquier manifestación
personal, empeñada exclusivamente en transmitir una información. La
observamos en el texto en el empleo de la 3ª persona verbal como factor de
impersonalidad.
- Precisión. La precisión de nuestro texto obliga a su autor a emplear
términos unívocos, es decir, términos con un sólo significante y significado,
lejos de ambigüedades. De ahí el empleo de tecnicismos en el texto, por
ejemplo: lenguaje compilador, IBM, programa, etc.
- Claridad. Aunque la claridad no implique la fácil inteligibilidad del texto,
debido a la dificultad de los términos que aparecen en él. Esa claridad la
observamos igualmente en la repetición de términos del tipo programa,
lenguaje compilador, etc.
- Universalidad. Se desprende del lenguaje común, internacional,
terminológico, que puede ser entendido por cualquier lector del mundo, con
breves conocimientos de informática.
Entre las características específicas de los distintos planos del lenguaje
destacamos:
Por lo que respecta al plano fonológico, en torno a la fonemática
observamos la presencia de grupos consonánticos inusuales en el español
actual, como son FORTRAN, translation, etc. En torno a la prosodemática
contemplanos una linea tonal media, sin bruscos ascensos ni descensos,
interrupida únicamente por las pausas propias de un texto informativo y de
las oraciones enunciativas, que son las que abundan en el texto.
En cuanto al plano morfológico, nos detendremos en sus elementos
principales, el sintagma nominal y el sintagma predicado. Siguiendo la
estructura del sintagma nominal, comenzaremos por los determinantes, y
en nuestro texto observamos la abundancia de artículos determinados con
valor universalizador: los programas, las operaciones; e igualmente
destacamos el caracter impersonal del texto por el uso de determinantes
indefinidos, como por ejemplo algunos conocimientos, muchos otros
constructores; y el uso de la expresión ambos (determinante distributivo).
También destacamos la ausencia de determinantes en bastantes sintagmas
nominales que hace que el sustantivo se utilice en sentido general como
categoria o concepto (aplicaciones científicas)
Predominan en el texto los sustantivos comunes abstractos, que designan
principios, leyes o conceptos propios de la naturaleza (aplicación, velocidad,
operación), aunque nos encontremos algunos sustantivos comunes
concretos relacionados con la informática (máquina, computadora).
Observamos que el carácter impersonal y objetivo del texto aparece
reflejado en la ausencia de pronombres personales, mientras que sí
aparecen algunos indefinidos.
En torno a los adyacentes observamos el predominio de adjetivos
calificativos especificativos pospuestos al sustantivo, para precisar su
significado: no olvidemos la obligada precisión de la ciencia (operación
científica, lenguaje simbólico); al igual que practicamente todos aparecen
en grado positivos, a excepción de algunos construcciones.
En lo que concierne al predicado, observamos el empleo del modo
indicativo, por su valor objetivo y referencial, y el predominio del presente
de indicativo con su valor atemporal. Igualmente destaca el uso de tiempos
verbales en voz pasiva a consecuencia del influjo del inglés (fue creado, ha
sido adaptado, se escribe). También destaca el uso de infinitivos como
consecuencia de su carácter neutro o impersonal (conocer, escribir,
solucionar).
También vemos el empleo de expresiones poco elegantes en español (los
que se refieren a, buen número de) como consecuencia del poco cuidado de
la forma que tiene el texto.
Sintácticamente, estamos ante un texto de estructuras sintácticas poco
complejas, con predominio de:
- Oraciones coordinadas copulativas, unidas por los nexos y o ni, con lo cual
vemos que existe una polisíndeton de la coordinada copulativa y.
- Oraciones subordinadas adverbiales condicionales para expresar las
hipótesis de donde se parte.
- Presencia de recursos sintácticos explicativos, que reflejan el afán de
claridad y precisión.
- Grupos preposicionales encabezados por la preposición "de" para aclarar
el significado de ciertas expresiones.
- Uso de oraciones pasivas, ya comentado anteriormente.
- Otro tipo de oraciones aparecidas en el texto son: de relativo, concesivas,
finales, etc.
El léxico del texto tiende a la máxima objetividad y a la universalidad; su
léxico es culto, con abundancia de tecnicismos caracterizados por la
monosemia. Estos tecnicimos proceden en su mayoría del inglés; la mayoría
se ha adaptado a nuestra fonética y en otras casos se ha traducido. El uso
de abundante de tecnicismos hace que no todas las personas estemos en
condiciones de entender algunos de estos términos y tengamos que recurrir
con bastante frecuencia al uso de diccionarios especializador; es el único
camino de entender el significado de algunos términos del texto. El carácter
inestable de este léxico nos lo demuestra el hecho de que a medida que las
investigaciones avanzan ha de recurrirse a vocablos nuevos, con el
consiguiente enriquecimiento del léxico y abandono de otros términos.
Entre los mecanismos que posee este texto para la creación de términos
destacamos: mediante empleo de prefijos, empleo de sufijos, empleo de
términos parasintéticos, empleo de acrónimos (IBM, FORTRAN), transvase
de una lengua a otra de un término con el mismo significante y mismo
significado (IBM).
Semánticamente, observamos que a pesar de la característica primordial
del empleo de términos monosémicos sucede
que determinadas palabras pasan al lenguaje común ampliando su
significado hasta convertirse en "palabras comodines" polisémicas, caso del
término operación, que de su significado primario "acción de obrar,
ejecución de alguna cosa", ha pasado a utilizarse en el mundo de la cirugía,
de la economía, de las matemáticas, hasta incluso en el lenguaje común
(operación retorno).
Como consecuencia de la objetividad que veíamos como característica
primordial los términos de este texto carecen de valores connotativos y
limitan su desarrollo con el predominio de la función representativa o
referencial del lenguaje.
A pesar de este carácter monosémico de sus términos, nos podemos
encontrar algún sinónimo en el texto (computador-ordenador) o algún
antónimo (ventajas-inconvenientes).

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