You are on page 1of 1

EL REINO DE DIOS NO CONSISTE EN PALABRAS.

Dice la Biblia que "El creyente debe dejar las cosas de aquí abajo y buscar más bien las
cosas de arriba".
Cosas de aquí abajo: Dinero, erotismo, lujo, maldad, deseo de poder, egoísmo de toda
forma, en los individuos y en los grupos...
Cosas de arriba: Simplicidad de vida, desinterés, don de sí, verdadero amor, alegría,
paz, vivir en Dios y por Dios, Etc.

Decirse creyente y vivir "como todo el mundo", pactar con el dinero, la impureza, la
deshonestidad, el orgullo, es mentir a Dios, es mentirse a sí mismo, a la propia
conciencia y es mentir a los demás, que piensan que nosotros somos verdaderos
creyentes, porque nos confesamos como tales.
Es decir, el creyente no-creyente, el creyente que no vive su fe, es peor y hace más daño
a la fe y a la Iglesia, que el que a sí mismo se dice no-creyente.
Por ser creyente debemos manifestar al mundo, con nuestras palabras y con nuestro
testimonio de vida, que Dios es Amor.

"Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros y seréis mis testigos
en Jerusalén, en toda Judea y Samaria y hasta los confines de la tierra" (Hechos 1, 8).
No olvides ni un solo momento, que debemos ser testigos de Cristo y de su Evangelio.

You might also like