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Sí bien los abrazos, los cariños o los roces amorosos son intrínseca
mente sensuales; no hay nada como el beso. Y no hablo sólo de su
connotación emocional, sino también deportiva, pues hay que saber
que con un beso se ponen en movimiento 34 músculos faciales y se
consumen 18 calorías, además de la activación neuronal que se
produce.
Pero no sólo eso, sino que también al besar se ponen en acción el
olfato, el gusto y el tacto; como un reflejo primitivo de nuestros
inicios como seres humanos con esencia animal.
Este beso suele ser muy tímido e incluso es muy usado entre
personas que no tienen un mayor grado de intimidad, pero que
comienzan algún tipo de relación.
Cuando uno de ellos toma los dos labios del otro entre los suyos.
Este es el típico beso del hombre que le gusta llevar las riendas de
la situación y que es claramente aprensivo, pero apasionado.