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Curso: Procedimiento Criminal

Instructor: Dr. José Collazo González


¿ Qué es el Derecho Procesal Penal ?
(Procedimiento Criminal)

• Área del Derecho Público constituida por el


conjunto de disposiciones estatutarias y
decisiones jurisprudenciales, cuyo propósito es
regular el proceso mediante el cual el Estado
identifica, enjuicia y penaliza a la persona que
ha cometido un delito.
El contenido del Procedimiento Criminal

Existen (3) tres tipos de normas:


1. Las constitucionales: Son aquellas
dirigidas a garantizar un debido proceso de
ley (Artículo II, Sección, 7 Constitución del
E.L.A), y cuyo objetivo es reglamentar los
Derechos del Acusado (Artículo II,
Secciones 10 (y) 11, y en el ejercicio del
poder Judicial según el Artículo V de la
citada Constitución.
Continuación de Procedimiento Criminal

• Incluye el estudio de la organización, funciones


y procedimientos con que el Estado cumple los
fines de la justicia.

• Significa que su objetivo primario será


canalizar la tramitación justa de las
controversias de naturaleza penal.
Carácter del estudio del Procedimiento Criminal

• Regula el proceso penal desde la investigación


inicial hasta la ejecución de la sentencia su
carácter es instrumental.

• Significa que el Derecho Penal constituye el


instrumento para la aplicación de las normas de
Derecho Penal sustantivo.
Organigrama de las Etapas del Proceso Criminal

Regla 6 de
Investigación Procedimiento
Criminal

Vista Juicio Regla


Lectura de
Preliminar 111 P.C. por
Acusación
Regla 23 de Derecho o por
Regla 34 P.C.
P.C. Jurado

Ingreso a
Institución
Penal (o)
Absolución
Situaciones de hechos que aplican las Reglas de
Procedimiento Criminal

Interrogatorios

Rueda de
Arrestos
Detenidos

Registros y
Confesiones
Allanamientos
Personas envueltas en el Proceso Criminal
Tribunales de Justicia

Acusados Fiscalía
(Fiscales)

Tribunales
(Jueces)

Agencias de
Ley y Orden
Policía.

Testigos
Organización de los Tribunales de Puerto Rico

• Ley # 201 de 22 de Agosto de 2003 (enmendada)


Tribu
nal
Supre
mo de
Puert
o Rico
(1952)
Tribunal Apelativo de
Tribunal Puerto Rico Tribunal
Municipal Superior

Tribunal de Primera Instancia


Agencias del Sistema de Justicia Criminal con
Jurisdicción y Competencia en Asuntos Criminales

Policía
de
Puerto
Rico

Comisión
del Delito
Sistema
Violación Fiscalía
Correccional
de Ley
Penal

Judicatura
Objetivos de la aplicación del Procedimiento Criminal

Asegurar la tramitación justa de todo


proceso penal y evitar dilaciones y
gastos injustificados (Regla 1 de P.C.)

Regular y dirigir el Regular los procesos de


ejercicio de la voluntad naturaleza penal de
abstracta de la ley penal manera que el Estado le
sustantiva a través del garantice a todo individuo
proceso penal el debido proceso de Ley
DEBIDO PROCESO
DE LEY
Origen de las Reglas de Procedimiento Criminal

• 1963 han sido enmendadas hasta el presente año 2010


• Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico.
El artículo V, Secc. 6 dispone que: El Tribunal Supremo
adoptará para los tribunales, Reglas de Evidencia y de
Procedimiento Criminal que menoscaben, amplíen o
modifiquen derechos sustantivos de las partes. Las reglas así
adoptadas se remitirán a la Asamblea Legislativa al comienzo de
su próxima sesión ordinaria y regirán 60 días después de la
terminación de dicha sesión, salvo desaprobación por la Asamblea
Legislativa, la cual tendrá facultad tanto para enmendar ,
derrogar o complementar cualquiera de dichas reglas, mediante
ley específica a tal efecto.
Otros Conceptos Legales Relacionados con el Derecho Procesal Penal

Decisiones y opiniones de
los Jueces

Tribunales a través de los Jueces crean y emiten

Jurisprudencias .Son aquellas normas


Doctrinas. creadas por los tratadistas
procesales creadas por el el Tribunal
y la llamada Ciencia del Derecho que
Supremo de Puerto Rico al
auxilian las interpretaciones de las
interpretar las Leyes y la
normas penales
Constitución de Puerto Rico
Funciones y deberes de los Jueces Municipales de Primera Instancia en el área
criminal. Ley # 466 de septiembre de 2004 Enmendando varios artículos de la Ley
# 201 de 22 de agosto de 2003 Ley de la Judicatura de Puerto Rico.
Los casos de menores
solamente se pueden ver en
el Tribunal de Adultos
Solo esto nada en Regla 6 de P.C. para
expedir
más en menoresDeterminación de causa probable para arresto R-6 de P.C. ordenes de
Aprehensión o detención

Expedir ordenes de aprehensi ón o detención en Ley de Menores Expedir ordenes de excarcelación si presta la fianza

Otras vistas de Determinar (y) fijar fianzas Expedir ordenes de encarcelación si no presta la fianza

menores solo las


R-6.1 P.C. (sumariado)
Examinar las partes del caso en la Regla 22 de P.C.

ven los Jueces del


Tribunal de
Menores
Instituto de
Ciencias Forenses Agencias

Corrección
Tribunales
Fiscalía
Policía

Otras con Facultad de


realizar arrestos
Delitos que más se destacan en el Procedimiento
Criminal

3.5 Column1
Asesinatos
3
2.5
2 Drogas y Narcóticos
1.5
Violencia Doméstica
1
0.5
0
0.5 1 1.5 2 2.5 3 3.5

Todas las violaciones al Código Penal


requieren la aplicación de las Reglas de
Procedimiento Criminal
Métodos de Investigación Criminal

2 Regla
Advertencias 252.1 P.C Regla 230-234
al sospechoso
1 P.C

0
Confesiones
Line up
Allanamientos
Registros
Policía Fiscalía

Cualquier De no tener los


Derecho a
manifestación medios el
estar asistido
se puede Estado está
por un
utilizar en su obligado a
contra
abogado proveerle uno

Requisitos: El derecho a guardar


silencio en la etapa investigativa.
Todas estas se
examinan bajo la Regla Legalidad de las advertencias
901 de las Reglas de
Evidencia de enero de
2010

Advertencias no Es un asunto de
tienen nada que ver admisibilidad de
con la legalidad del manifestaciones
arresto. incriminatorias.
Si esta bajo custodia
Si el policía no hace
policiaca (y) es
las advertencias las
cuestionada es deber
manifestaciones no
del policía hacerle
son válidas.
las advertencias.
Mociones que se presentan antes del Juicio
Impugnar legalidad de
la evidencia recopilada Moción
o Supresión de la para rebaja
Moción de
evidencia defensa de de fianza Renuncia de
insanidad
mental Jurisdicción en
asuntos de menores
Moción para
desestimar
acusación o
denunucia

Moción de
descubrimien
to de prueba
Moción de
nuevo
Juicio
Juicio en su fondo

Lectura de acusación

Vista Preliminar
R-23 de P.C.

Regla 6 Vista de causa


Procesos Básicos de para arresto por
Procedimiento Criminal denuncias testigos o
declaraciones juradas
Validez de las ordenes de Registros y Allanamientos

Registros y alllanamientos
requieren una orden del
Magistrado escrita y expedida por
una declaración jurada del agente
del orden público apoyada en
juramento de lo contrario no es
válida. Regla 230 de P.C.
Funciones del Tribunal Supremo de Puerto Rico


● Otros
Destitución
Estado
Mandamus. recursos
Jurisprudenci
Habeas de
no puede
El
Courpus.
recursos
Jueces
Tribunal
detenerlo
Para y ordena
que
más
solicitar se
unade
queasmeses
vista o cumpla
seal
6Querellas
determinen
Normas
tribunal por
sincontra
unacon
por
Jurídicas
eluna detención
vista
deber
abogados ilegal
ministerial
ley
Situaciones que la autoincriminacion no esta protegida

• Exibición de gestos, voz, figura y características físicas de identificación


que estén expuestas al público. Pueblo V.S. Adorno 101 D.P.R 429 (1973)

•La disposición constitucional protege a la persona de toda evidencia de


tipo testiminial, entiéndase manifestaciones verbales o escritas, cuyo
contenido comunica información que incrimina a quien las hizo.

• La evidencia real o física no esta protegida por la disposición


constitucional ya que su contenido no es de naturaleza testimonial y su
uso mayor es para propósitos de identificación.
Otras situaciones no protegidas contra la autoincriminación

• Huellas dactilares, fotografías y pruebas de sangre. Resuelto en el caso de


Schmerber V.S. California, 384 U.S. 751 (1966); Pueblo V.S. Tribunal Superior,
96 D.P.R 397 (1986).

• La letra de la persona se considera evidencia de identificación. Establecido en el


caso de Pueblo V.S. Efraín Meléndez 94 J.T.S 42. Excepto cuando la misma
equivale a una admision incriminatoria. Ejemplo cuando se trata de un delito de
falsificacion. Establecido en el caso Pueblo V.S. Tribunal Superior, 96 D.P.R. 397
(1968)
Normas establecidas en un interrogatorio criminal

Tanto en la esfera federal como en Puerto Rico, los tribunales han establecido
unas normas que deben seguir los investigadores del Estado en la etapa
investigativa para evitar que se violen derechos fundamentales consagrados
expresamente en la Constitución o la clausula del debido proceso de ley, en
general cuando se está tratanto de obtener del interrogatorio una confesión o una
admisión sustancial. Estas normas son diferentes dependiendo de que se trate de:
• Sospechosos bajo custodia sobre quienes se ha centralizado la investigación o
imputados de delitos.
• Simplemente sospechosos.
• Testigos.
Advertencias de Ley

El caso de Sulman nos dice que hay que hacer las advertencias de ley,
en los casos de confesiones como en los casos de las admisiones
sustanciales. Pero hay que hacerlas solo cuando se interroga a un
sospechoso bajo custodia gubernamental, y estas se realizan
inmediatamente que está bajo custodia y se le intente interrogar. Pueblo
V.S. Pellot, 88 J.T.S. 109 (y) Pueblo V.S. J.A.B.C. 89 JTS 38.
Declaraciones no admitidas como evidencias

En Pueblo V.S. En estas


López 118 D.P.R. Las declaraciones confesiones y
515 el Tribunal no son válidas admisiones se
aclaró cuando se cuando son
impugnan su
deben admitir obligatorias o sea
válidez mediante
como evidencia bajo coacción si
declaraciones antes de declarar moción de
incriminatorias no le hicieron las supresión de
hechas en la etapa advertencias en ley evidencia Regla
investigativa 234 de P.C.

Admisiones y confesiones en la etapa investigativa


Cuando no hay que hacer las advertencias legales

Si no ha
sido
arrestada

Turnos de
respuestas de
los fiscales

Cuando no son Expresiones


funcionarios voluntarias
públicos del acusado

Accidentes
rutinarios
de tránsito
Situaciones que no están protegidas contra la autoincriminación

Autoincri
minación
Requisitos para que la confesión sea válida

Que sea recibida por la


Que sea prestada por autoridad con facultad
quien tenga la condición para ello. Puede ser
jurídica de procesado inculpado o acusado por
esa confesión

La declaración instructiva o
confesión es personal, por lo Que el procesado declare
tanto, solo el procesado puede libremente, sin ataduras,
hacer esta declaración. Nadie amenazas ni presiones de
puede declarar en su nombre o parte de los investigadores
representación.
Continuación de la validez de la confesión

Que en su declaración, el procesado acepte total o parcialmente la


imputación que se le hace y refiera la forma y circunstancias como el delito
indicando los móviles que lo llevo a cometer el hecho

Que el procesado al momento de prestar su confesión


lo haga en condiciones psicológicas normales.

La confesión de un enfermo mental no tiene valor, porque como sabemos


inclusive la autoincriminación de una persona sana no es válida sino se
hacen otras pruebas que corroboren tal afirmación
Otras circunstancias de las confesiones para su válidez
La Fianza como Derecho Constitucional en Puerto Rico

El artículo II, Sección 11 dispone en lo relativo a fianzas que todo acusado


tendrá derecho a quedar en libertad bajo fianza antes de mediar un fallo
condenatorio. La detención preventiva antes del juicio no excederá de seis
(6) meses, las fianzas y multas no serán excesivas. Nadie será encarcelado
por deudas. Toda persona arrestada por cualquer delito tendra el derecho
constitucional a quedar en libertad provisional, bajo fianza y/o bajo
condiciones impuestas por el tribunal hasta tanto fuere convicta.
Continuación del concepto de la fianza

Fianza

Libertad Comparecencia
provisional del acusado
Permanecer en 4th Qtr
libertad hasta el
dia del juicio
Fianzas consideraciones a tomarse en su imposición

• Naturaleza y circunstancia del delito imputado.


• Nexos del imputado con la comunidad, entre ellos, tiempo de residencia,
historial
de empleo.
• Carácter y condición mental del imputado.
• Recursos económicos del imputado.
• Historial de previas comparecencias y cumplimiento de ordenes judiciales.
• Evaluación, informe y recomendaciones de la oficina de Servicios con Antelación
al Juicio.
• Si constituye un riesgo para la sociedad en general.
• Si es un reincidente en la comisión del hecho delictivo.
• El Juez toma en consideración todos estos elementos al imponer la fianzas.
Registros y allanamientos en Puerto Rico y Estados Unidos

En Puerto Rico los Registros y allanamientos están regulados por la Constitución de


Puerto Rico. Artículo II Sección 10. Dispone que No se violará el derecho del pueblo
a la protección de sus personas, casas, papeles y efectos contra registros,
incautaciones y allanamientos irrazonables. No se interceptará la comunicación
telefónica. Solo se expedirán mandamientos autorizando registros, allanamientos o
arrestos por autoridad judicial, y ello unicamente apoyada en juramento o
afirmación, describiendo particularmente el lugar a registrarse y las personas a
detenerse o las cosas a ocuparse. Evidencia obtenida en violación a está sección será
inadmisible en los tribunales.
La labor investigativa de los agentes frente a la protección constitucional

El Tribunal Supremo de Puerto Rico ha aceptado la entrada de los agentes a


propiedad privada como parte de sus funciones investigativas bajo las siguientes
condiciones: El caso resuelto Pueblo V.S. Torres Resto 102 D.P.R. 532 (1974)
establece que no hay allanamiento ilegal por el mero hecho de que un agente de la
policía haya penetrado, los linderos de la propiedad en funciones investigativas
para conversar con los ocupantes si en el transcurso de la actividad legítima
observa dentro de la residencia o en sus inmediaciones ( Curtilage) la comisión de
un delito, el arresto y registro incidental sera válido siempre que el mismo sea para
ocupar armas y/o evidencia de naturaleza delictiva. Sin embargo, el agente no
puede pararse junto a la puerta o ventanas para escuchar lo que alli se dice,
establecido esto último en el caso Pueblo V.S. Meléndez Rodríguez 136 D.P.R. 587
(1994).
Continuación de Registros y allanamientos

Pueblo V.S. Tribunal Superior,


102 D.P.R. 524 (1974) Se
sanciona la mala práctica de los
agentes encubiertos de
disfrazarce mientras realizan
investigaciones sobre las
actividades ilegales.

En el caso de Pueblo V.S. Caso Hoffa V.S. United


Pérez Pérez, 115 D.P.R. 827 States, 385 U.S. 293 (1966)
(1984): seguido por Pueblo el Tribunal Federal indicó
V.S. Meléndez Rodríguez, que una vez una persona
136 D.P.R.587 (1994) en deja entrar a otra en su
residenciales públicos se propiedad, corre el peligro
prohibe la entrada no de perder su derecho a la
autorizada de un agente en intimidad sin importar si
zonas comunes fue legítima su visita
Otras Jurisprudencias relacionadas a los Registros y Allanamientos


Se validó la ocupación de un teléfono celular en un operativo policiaco. Recibida una
llamada para un propósito criminal. Dado el propósito la intrusión fue legítima y
Pueblo V.S. Colón Rafucci 139 D.P.R. 959 (1996) razonable por lo que no se violó su derecho, el policía no lo utilizó para enterarse sino
que lo contestó

Tampoco se llevó a cabo una intercepción teléfonica


Se examina la validez constitucional de las pruebas de dopaje a la luz de la protección contra
registros y allanamientos irrazonables. Bajo un análisis de razonabilidad el Estado debe demostrar
Soto Ortega V.S. AIJ 99JTS 109 un interés estatal que supere la expectativa de intimidad.

En el caso Pueblo V.S. Arroyo Rattan Specialties 117 D.P.R. 35 (1986) se resolvió que se violenta el
derecho a la intimidad cuando se le requiere a una persona someterse a la prueba del polígrafo.


Los clientes y depositantes de un banco tienen expectativa de intimidad sobre la información
dada en transacciones bancarias y pueden impugnar cualquier subpoena duces tecum.
RDT Construction V.S. Colon Carlo 96 JTS 111 ●
Para expedir una orden de allanamiento es necesario que en la declaración jurada surjan
todos los elementos para determinar causa probable para poder expedir dicha orden.
Normas y procedimientos de la Rueda de Detenidos (line up)

• Está reglamentado por la Regla 252.1 de Procedimiento Criminal.


• Tiene derecho a estar asistido de abogado al celebrarse la misma si
ya se hubiese presentado una denuncia o acusación.
• Puede renunciar a la asistencia de abogado pero debe ser por escrito
ante (2) dos testigos.
• El abogado podrá presenciar el proceso completo, así como también
escuchar cualquier conversación entre los testigos y la policía.
• El abogado estará impedido de interrogar a los testigos.
• Puede indicarle al funcionario encargado de la Rueda de Detenidos
cualquier infracción o proceso mal hecho para que lo corrija.
Continuación de la Rueda de Detenidos

• La Composición de la rueda de detenidos estará integrada por un número


no menor de (5) personas, incluyendo al sospechoso, o sea es lo mismo
que decir no menos de (4) personas pero debe incluirse otro un
sospechoso siempre en cada rueda de detenidos, es decir pueden ser más
de cinco (5) pueden ser (6) o (7) pero nunca menos de (5) incluyendo al
sospechoso.
• Los integrantes deben compartir características parecidas al sospechoso,
en relación a sexo, color, raza y hasta donde sea posible, estatura,edad,peso
y vestimentas.
• Habrá un sospechoso por cada rueda o sea si se detienen (3) sospechosos
se harán (3) tres ruedas de detenidos un sospechoso en cada una.
• No se permitirán indicios visibles de forma que identifique al sospechoso.
Procedimiento de la Rueda de Detenidos

• El testigo no podrá ver al sospechoso ni a los demás integrantes de la rueda


antes de su celebración.
• No se le informará al testigo identificante de la existencia de un sospechoso.
• No viola el debido proceso de ley que se le diga al testigo que hay un
sospechoso en una rueda de identificación. Lo que está prohibido es hacer
alguna sugerencia que tienda a particularizar al sospechoso, resuelto en el
caso Pueblo V.S. Rivera Navarro, 113 D.P.R. 642 (1982) u obligar a escoger
alguna persona en particular entre las personas que están en la rueda de
detenidos, o enseñar en la rueda a un solo sospechoso mientras se le
pregunta al testigo si ese fue, caso resuelto en Schmer,724 F.2d.249 (1984).
Registros y allanamientos hechos por los caninos (perros policías)

• Caso resuelto en Pueblo V.S. Díaz Medina, 2009 T.S.P.R. 138, el Tribunal
Supremo determinó que la evidencia detectada a pleno olfato de un canino
(perro) puede ser incautada sin orden judicial de registro. El Supremo aclara
que el hecho que un perro como detector de olores sea más habilidoso que una
persona, no transforma el olfato de dicho animal en uno ilegal, pues el tribunal,
pues al igual que la evidencia a plena vista de un oficial puede ser registrada sin
orden judicial, previa evidencia a pleno olfato sin necesidad de ser detectada sin
orden.
Continuación de Registro por los caninos (perros policias)

• El supremo también aparenta equipar la doctrina de sospecha individualizada


con la determinación de causa probable ya que explica que en circunstancias
particulares de necesidad especial del Estado un registro sin previa orden
judicial es válida, si existe causa probable por sospecha individualizada.
• El Tribunal Supremo añade que con relación a la sospecha individualizada
razonable que surge luego de realizar una investigación criminal, la misma se
debe equiparar a los motivos fundados para un arresto conforme lo estatuye
la regla 11 de Procedimiento Criminal.
Testimonio Estereotipado de los Agentes del Orden Público (Policías)

• En el caso Pueblo V.S. Espinet 112 D.P.R. 53 se resolvióque en una época los
agentes de la policía, para evitar las complicaciones técnicas de tener que probar
que un registro era razonable, comenzaron a declarar en los tribunales a base de la
línea de menor resistencia, que era decir que habían visto el objeto a plena vista o
que el acusado lo había abandonado. Entonces el Supremo estableció la norma
jurídica que los jueces en aquellos casos en que el agente declara que el acusado
tiró el material o que la transacción delictiva se realiza a plena vista, los jueces
no le deben creer a menos que haya otras circunstancias que corroborren la
declaración del agente. Ó sea que esas declaraciones se deben tomar con
cautela.
Registros de Emergencia sin Orden de Allanamientos y/o Registro

• Se puede registrar sin orden cuando hay circunstancias de emergencia


o extraordinarias que justifican el registro para evitar que desaparezca
la evidencia.
• El caso de Pueblo V.S. Nieves, 101 D.P.R. 263, la prueba indicaba que
Pérez López y Pantojas intentaban cotejar unas listas de bolita dentro
de un automóvil, la policía tenía una información y encontró el
automóvil y a las (2) dos personas dentro. ¿Qué pasaba si iban a buscar
la orden de allanamiento? Qué el automóvil no iba a estar allí y las listas
mucho menos. Así que en ese caso se justificaba.
Continuación de Registros y Allanamientos sin orden

• Cuando el registro se hace durante la persecusión a raíz de un delito


(crimen), cometido esto se conoce como ( Hot Pursuit) persecución caliente.
• Cuando se penetra en un local para intervenir en auxilio de una persona
enferma, o inconsciente, o en fuego o en pelea de matrimonio, etc, resuelto
por el Tribunal Supremo de P.R. en el Caso de Pueblo V.S. Rivera 122
D.P.R. 408. (1988)
Termino de tiempo luego del arresto Derecho a juicio rápido

• En el caso de Pueblo V.S. Aponte Nolasco (2006) T.S.P.R. 62 el Tribunal


Supemo de P.R. estableció un termino de tiempo de 36 horas para que el
Estado una vez la persona esta arrestada someta la regla 6 de Procedimiento
Criminal de lo contrario si pasan las 36 horas sin radicar esta regla se
considera ilegal esa intervención, salvo que el Estado demuestre que
existieron causas apremiantes que provocaron esa tardanza.
Doctrina de las Advertencias según el Tribunal Supremo de Puerto Rico

• Las advertencias se hacen tanto en las admisiones como en las confesiones.


•En el caso de Pueblo V.S. Santiago, 139 D.P.R. 361 (1995) , resolvió que hay
que hacer las advertencias tanto en casos de confesiones como en los casos
de admisiones sustanciales.
• Hay que hacerlas solo cuando se interroga a un sospechoso bajo custodia
gubernamental, y hay que hacerlas inmediatamente que esta bajo custodia
y se le intenta interrogar.
Diferencia entre confesión y admisión

• El caso de Pueblo V.S. Delgado 128 D.P.R. 721 (1991), resolvió y explicó
que la confesión admite todos los elementos de un delito de parte del
declarante y en si es una declaración de culpabilidad.
• Resolvió también que la admisión, por el contrario, se limita a admitir uno
o más eslabones de prueba que conducen a la culpabilidad, es decir, se
admiten unos elementos del delito, pero no todos.
Renuncia voluntaria del acusado a su derecho contra la autoincriminación

• Durante la etapa del juicio, el fiscal debe y le corresponde demostrar que se


hicieron las advertencias de rigor y que el acusado renunció voluntariamente
e inteligentemente a su derecho a mantener silencio, e hizo las admisiones o
confesiones que lo incriminan. Si el fiscal no prueba que la renuncia y la
admisión ocurrió en esta forma, la prueba sobre las admisiones o confesiones
no se admitirá en el juicio.
• El caso de Pueblo V.S. Rivera 141 D.P.R. 865 (1996) resolvió que el juez
debe considerar la totalidad de las circunstancias para determinar si fue
voluntaria o no esa renuncia.
Las circunstancias que debe examinar el juez para ver la voluntariedad

• Las circunstancias personales del sospechoso.


• Período de tiempo bajo custodia antes de prestar la confesión.
• La conducta policiaca durante la custodia.
• Si efectivamente estuvo asistido o no por un abogado al contestar
cuando estaba bajo la custodia de los agentes que realizaba el
interrogatorio.
• El caso de Pueblo V.S. Viruet, 2008 T.S.P.R. 60 amplía más sobre este
particular.
Regla 6 de Procedimiento Criminal Doctrinas del Tribunal Supremo

Regla 6 de P.C. Vista de Causa para Arresto

Exige que se lleve a la persona arrestada sin demora innecesaria ante un magistrado En el caso de Pueblo V.S. Rivera 145 D.P.R. 366 el Supremo aclaró que en la vista de causa para arresto el imputado tiene derecho a tener abogado

Estos derechos se activan solo cuando la vista de Regla 6 de P.C. se hace en


En esta etapa puede contrainterrogar testigos y a ofrecer prueba a su favor
presencia del imputado
Si el fiscal presenta el caso a base de la denuncia o declaración jurada el imputado no tiene derecho a contrainterrogar
Continuación de la Vista de Causa para el arresto

El magistrado puede determinar causa probable para arresto a base de la


denuncia , de las declaraciones juradas que se unen a la misma o a base del
examen bajo juramento de un testigo con conocimiento personal de los
hechos. La determinación también se puede basar en declaraciones hechas
por información o creencia, siempre que tengan suficientes garantías de
confiabilidad. Lo importante es que la información provista sea suficiente
para que el magistrado encuentre causa probable para creer que se ha
cometido un delito y que el imputado lo cometió. Resuelto en el caso de
Pueblo V.S. Rivera Martel, 2008 T.S.P.R. 64. En Pueblo V.S. APS
Healthcare of Puerto Rico 2009 T.S.P.R. 11.
Identificación de la voz en la Rueda de detenidos

Tribunal Supremo de P.R. Caso Pueblo


V.S. Hernández 2009 T.S.P.R. 7 sostiene
que en una rueda de detenidos para
identificar a una persona mediante su voz,
debe grabarse dicho procedimiento.
Pueblo V.S. Adorno
101 D.P.R. 429
resuelve gestos de voz
no esta protegido por
el privilegio de
autoincriminación.

La falta de grabación incide


sobre el derecho del acusado a
impugnar la identificación por
sugestiva o poco confiable.
Criterios para evaluar y determinar si una identificación fue sugestiva o no

1 2 3 5
4

El Tribunal Supremo de Puerto Rico estableció los criterios para evaluar una
identificación extrajudicial a la luz de la totalidad de las circunstancias.
1. Oportunidad y tiempo durante el cual el testigo identificante pudo observar al
sospechoso: incluye, por ejemplo, la distancia que lo vio, cantidad de luz
presente.
2. Grado de atención y/o capacidad perceptiva demostrado por el testigo
identificante.
3. Grado de certeza demostrado por el identificante al realizar la identificación.
4. Exactitud de la descripción previa dada sobre el sospechoso con este luego de
ser identificado.
5. Tiempo que transcurre entre la comisión del delito y el momento en que se hace
la identificación.
6. Oportunidad que tuvo el Estado para hacer la rueda de detenidos.
Continuación de las normas relacionadas a la identificación del sospechoso.

En los casos de Pueblo V.S. Peterson 107 D.P.R. 172 (1978) ; Pueblo V.S. Calderón
Orta 110 D.P.R. 835 (1981) ; Pueblo V.S. Ortiz Pérez 123 D.P.R. 216 (1989) ; Pueblo
V.S. Robledo ; 127 D.P.R. 964 (1991) ; y Pueblo V.S. Rodríguez Román 128 D.P.R. 121
(1991). El Tribunal Supremo de Puerto Rico resolvió y estableció la norma de que
aunque la identificación tenga elementos de sugestividad, no se viola el debido
proceso de ley si se presentan suficientes elementos de confiabilidad a la luz de la
totalidad de las circunstancias. El caso normativo Pueblo V.S. Hernández 126 D.P.R.
427 (1990) se aclaró que el hecho de que la vestimenta de todos no fuera similar, no
hace mandatorio invalidar el procedimiento de la rueda de detenidos.
Fotografías como medio de identificación Regla 252.2 de Procedimiento Criminal

El caso de Pueblo V.S. Rosaly 128 D.P.R. 729 (1991) Estableció las pautas
para identificar al sospechoso mediante fotografías y estableció que el uso
de fotografías para identificar solo se usarán cuando no sea posible usar la
rueda de detenidos, o cuando no esté el sospechoso presente para realizar
una rueda de detenidos, o cuando existiendo una persona sospechosa esta
se negare a participar en dicha rueda de detenidos.
Impugnación de la evidencia bajo la regla 234 de P. C. Supresión de evidencia

El caso de Pueblo V.S. Rey 109 D.P.R. 739 (1980) resolvió que si el acusado
sostiene que hubo alguna irregularidad sobre si fue sugestiva la
identificación durante la investigación, tiene que radicar una moción de
supresión de evidencia con (5) días de anticipación al juicio, según la regla
234 de P.C. a menos que el acusado se entere de la irregularidad en el acto
del juicio. Si no la plantea o la solicita se entiende que esta renunciando a
este derecho de solicitar radicar la moción de supresión de evidencia.
Detención de un automóvil con propósitos investigativos

El caso normativo de Pueblo V.S. Malavet 120 D.P.R. 470 (1988), el Tribunal
Supremo de Puerto Rico aclaró la diferencia entre detener un automóvil por
infracciones a la Ley de Tránsito o cuando ocurre un accidente y arrestan al
conductor. Son (2) dos cosas distintas. Las consecuencias sobre ocupación de
objetos a plena vista y el registro del automóvil también son distintas. Cuando se
trata de una infracción de carácter grave a la Ley de Tránsito como rebasar (6) seis
luces sin parar se puede detener un vehículo. Esto se considera como una detención
investigativa ya que se hace con propósitos específicos y por un período de tiempo
limitado. En un caso así, desde luego la policía podría ocupar cualquier evidencia
delictiva que estuviera a plena vista.
Normas acerca de los arrestos de parte del Estado

Luego que se ha terminado la investigación, el próximo paso consiste en hacer que el


sospechoso responda por el delito que se alega haber cometido, ante los tribunales de
justicia. A veces este sospechoso puede ser arrestado, aún antes de que un juez expida
la correspondiente orden de arresto. Otras veces, el proceso comenzarȧ al revés, o sea,
se planteará primero el asunto ante el juez y este procederá entonces a ordenar el
arresto. La Ley número, 317 de 15 de septiembre de 2004 enmendó las Reglas 8 (y) 10
de P.C. sobre los arrestos.
Continuación de las normas procesales para realizar un arresto

Pueden diligenciar ordenes de arresto o citaciones alguaciles de cualquier sala de un


tribunal, cualquier agente del orden público (policía) , cualquier otro funcionario
autorizado en ley se incluyeron agentes federales cuando arrestan por violaciones a
las Leyes Estatales. Se puede arrestar fuera de Puerto Rico cuando existan tratados o
convenios ratificados por los Estados Unidos de América, así lo permitan. El Código
Penal de Puerto Rico autoriza su aplicación en casos cometidos fuera de Puerto Rico
por funcionarios públicos que hayan cometido violación a este código estando en sus
funciones de su cargo y en delitos cometidos por personas particulares cuando estos
producen su resultado en Puerto Rico ejemplo una llamada para secuestrar en Puerto
Rico.
Jurisprudencias y doctrinas resueltas por el Tribunal Supremo de arrestos

La regla 10 de P.C. establece que la orden de arresto podrá diligenciarse en cualquier


hora del día o de la noche salvo en el caso de delitos menos graves o en delitos graves
de cuarto grado, en cuyo caso el arresto no podrá hacerse por la noche, a menos que el
magistrado (Juez) que expidió la orden lo autorice en la orden de arresto. Un policía
no puede tumbarle la puerta de su hogar para arrestarlo a las 2:00 a.m. por un delito
de alteración a la paz. En este caso o cualquier otro menos grave la norma es que para
arrestar de noche el propio Juez que expidió la orden ordene se haga de noche. Son
pocas las probabilidades salvo algo que sea extraordinario.
Continuación de doctrinas y normas resueltas de arrestos

La Regla 11 del funcionario Cuando tuviese motivos


En el caso de los funcionarios
público determina cuando fundados para creer que se
públicos la regla es mȧs liberal
se hará el arresto ha cometido un delito grave,
que el del ciudano particular
Cuando el independientemente de que el
En el arresto por un
funcionario tenga delito se hubiere cometido en
ciudadano particular se
motivos fundados realidad. Pueblo V.S. Cruz,
debe de haber
156 D.P.R. 61 (2002)
para creer que la cometido en su
Motivo fundado es lo
persona cometio el presencia y ese arresto
que lleve a una
delito. debe ser lo maȧ rȧpido
persona a pensar que
Cuando se hubiese posible.
la persona intervenida
cometido un delito Si pasa mucho tiempo o
razonablemente y
grave, aún cuando no es su presencia debe
prudentemente pudo
llamar al policía para
no fuese en su haber estado envuelto
que haga el arresto.
inmediata presencia. en ese hecho.
Doctrina de información policiáca colectiva al momento del arresto

En los casos Pueblo V.S. Bonilla 120 D.P.R. 92 y en el caso Pueblo V.S. Luzón 113
D.P.R. 315, el Tribunal Supremo sostuvo que el concepto Motivo fundado es
compatible con la acción concertada y coordinada de agentes de la policía; o sea, que
cuando los agentes trabajan cerca y se mantienen informados, el conocimiento de cada
uno se le atribuye a los demás. Puede establecerse la existencia de causa probable para
justificar un arresto sin orden a base de información policiáca colectiva al momento
del arresto. En este caso es suficiente con que el agente que inició la cadena de
comunicaciones que culmina en el arresto tenga información de primera mano. Si se
determina que este agente que inicio la cadena de comunicaciones estaba mintiendo
entonces el arresto es ilegal.
Continuación de arrestos doctrinas del tribunal

La regla 12 de P.C. permite a una persona particular arrestar en (2) dos ocasiones
sin una orden de arresto, de un Juez, aunque tampoco tiene facultad para arresto
habiendo una orden. Cuando se cometa cualquier delito en su presencia. Cuando en
realidad se hubiere cometido un delito grave y el ciudadano tuviere motivos
fundados para creer que el arrestado lo cometió. Nótese ese motivo fundado debe
ser más seguro que el del policía o sea no puede ser porque otro se lo informó y el no
lo observó o no estuvo en el lugar en este caso debe ser el agente del orden público.
Diferencias entre el arresto del funcionario público y el ciudadano particular

En el caso de Pueblo V.S. Velázco 128 D.P.R. 180 (1991), el Tribunal Supremo de P.R.
aclaró (2) dos puntos importantes: 1. La facultad que tiene un ciudadano para arrestar
bajo la regla 12 es más limitada que la que tiene el funcionario para arrestar bajo la
regla 11. La regla 12 requiere certeza de la comisión de un delito o de su tentativa. La
regla 11 autoriza al funcionario a hacer un arresto cuando tenga motivos fundados
para creer que la persona ha cometidó un delito en su presencia. 2. El caso aclará lo
que significá funcionario del orden público, incluye policías estatales, pero también
comprende los facultados por leyes especiales como policías munincipales, agentes del
N.I.E. guardias penales, inspectores médicos y de salud, Vigilantes de Recursos
Naturales y Vigilantes de Aereopuertos. Pueblo V.S. Cruz 2002 T.S.P.R. 5 reitera esta
norma.
Inclusión de los Agentes Federales para realizar arrestos bajo la Regla 11 de P.C.

La Ley 206 de 2006 calificó e incorporó entre otros a los oficiales federales y policías
del Departamento de Homeland Security, el United Customs Service, del U.S.D.A.,
Forest Services, la Administración de Veteranos, la Administración de Servicios
Generales, el Departamento de la Defensa, el Servicio Postal y el Food and Drug
Administration (FDA) como funcionarios del orden público para facultarles a
realizar arrestos bajo la regla 11 de Procedimento Criminal de P.R.
Arresto realizado por Guardias Privados

El Tribunal Supremo de P.R. resolvió en el caso de Pueblo V.S. Rosario 129 D.P.R.
1055 (1992) que una Agencia como la Autoridad de Tierras no tiene facultad legal de
nombrar guardias con poder de efectuar arrestos en calidad de funcionarios del
orden público, estos guardias así contratados no serían funcionarios del orden
público para los fines de la regla 11 de P.C. Por tanto, si arrestan a una persona
actuarán como personas particulares y tendrían que cumplir con la regla 12 para
poder arrestar validamente. Otro caso que resuelve este planteamiento es el de
Pueblo en interés del menor N.R.O., 136 D.P.R. 949 (1994)
Vista de causa para arresto en ausencia del imputado implicaciones legales

El Tribunal Supremo de P.R. resolvió de forma inequívoca que, en ausencia de


circunstancias excepcionales, el ministerio público deberá citar a los imputados que
puedan asistir a la vista de causa probable para arresto. Pueblo V.S. Rivera Martell
2008 T.S.P.R. 64. El tribunal, por excepción, podrá celebrar dicha vista en ausencia
cuando el Estado justifique la ausencia del imputado a saber estas son: 1. Cuando
el imputado es citado y no comparece. 2. Cuando se pretende realizar arrestos en
serie o un operativo haya dado lugar a múltiples denuncias que hagan oneroso
citar previamente a todos los imputados.
Continuación vista de causa en ausencia del imputado

3. Cuando, a pesar del esfuerzo realizado por el ministerio público, no puede


localizar al imputado. 4. Cuando la seguridad de las víctimas o testigos aconsejan
que se celebre el proceso en ausencia del imputado y para evitar que se malogre una
investigación en curso. El tribunal hará esta determinación caso a caso, basado en
la totalidad de las circunstancias. El Tribunal Supremo regañó fuertemente al
Ministerio Público por esta práctica de someter los casos en ausencia del imputado
en este caso de Rivera Martell (2008)
Consentimiento prestado por una tercera persona en los Registros y
Allanamientos

Una persona no puede prestar un consentimiento válido para que se registre


propiedad bajo exclusiva de otra persona. En el caso de Pueblo V.S. Narváez Cruz,
121 D.P.R. 429 (1988), el Tribunal Supremo de P.R. adopta el criterio establecido en
United States V.S. Mattock, 415 U.S. 164 (1974) de que el consentimiento prestado
por una persona es válido si tenía autoridad común o cualquier otra relación
suficiente con respecto a la propiedad a ser registrada. Bajo este criterio un mero
invitado o visitante ocasional, o amigo del dueño, no puede prestar el consentimiento
para que se registre. Reiterado en el caso de Pueblo V.S. Ramos Santos, 132 D.P.R.
363 (1992).
Continuación de los Registros y Allanamientos

Cuando los oficiales del orden público solicitan el consentimiento para hacer un
registro, deberán pedirle a la persona que se identifique y preguntarle si es
dueño del lugar o que autoridad tiene con respecto al lugar donde se encuentra.
Resuelto en Pueblo V.S. Narváez Cruz 121 D.P.R. 429 (1988). De la totalidad de
las circunstancias se determina si la persona tenía autoridad común para
consentir el registro, reiterado en el caso de Pueblo V.S. Miranda Alvarado, 97
J.T.S. 84.
La validez del consentimiento en los registros y allanamientos

El caso de Pueblo V.S. Miranda 143 D.P.R. 356 (1997) sostuvo que existen (5) cinco
criterios básicos para determinar la validez referente al consentimiento de una
persona para que registren su propiedad. 1. Si existió fuerza o violencia de parte de la
policía. 2. Si el registro se efectuó después de un arresto. 3. Si se encontraba una
persona presente al momento del registro. 4. El ambiente en el cual se presentó el
consentimiento. 5. Las características personales del que consiente edad, inteligencia,
educación, si está bajo intoxificación o efectos de drogas, si había sido arrestado
anteriormente.
Continuación del consentimiento válido

La norma general de que personas pueden dar el consentimiento aparece en el


normativo Pueblo V.S. Rivera 128 D.P.R. (1991). Explica que el consentimiento tiene
que prestarlo el dueño del lugar, residente o cualquier persona con suficiente
autoridad sobre la admisión de visitantes al hogar o el lugar protegido. Referente a
la esposa el caso federal Georgia V.S. Randolph 126 S. CT 1515 (2006), explica que
la policía no podrá efectuar un registro con el consentimiento de uno de los
cónyuges, si el otro conyuge no consciente cuando dicho cónyuge está presente en el
lugar que se pretende registrar. O sea la falta de consentimiento de un cónyuge anula
el consentimiento del otro.
Consentimiento en los casos de menores de edad para registrar

El caso de Pueblo en interés del menor F.J.M.R. 111 D.P.R. 501, sostuvo que como
regla general el padre o la madre puede dar el consentimiento a los policías para
registrar la habitación o el lugar donde reside el menor siempre y cuando sean los
padres los que estén pagando la renta de ese hogar. No puede consentir 1. Si es el
menor el que paga la renta de su propia habitación, los padres no pueden consentir.
2. Si se trata de pertenencias en posesión exclusiva del menor, tampoco es válido el
consentimiento de los padres. 3. Cuando el menor está enmancipado.
Expectativa de intimidad en los hoteles

Las personas que pernoctan en los hoteles tienen una expectativa de intimidad en
su habitación del hotel y el administrador del hotel no puede dar el consentimiento
para que se registre ninguna de las habitaciones que están siendo ocupadas por los
clientes que allí se encuentran. En el normativo Pueblo V.S. Ramos 132 D.P.R. 363
(1992) se resolvió que una persona que se encuentra ilegalmente en un lugar no
tiene legitimación activa (standing) para solicitar la supresión de la evidencia allí
ocupada, puesto que el no tiene expectativa alguna de intimidad en ese lugar.
Además es válido si el policía entra al lugar con el consentimiento válido del
dueño. Es válido y razonable un registro sin orden de allanamiento cuando se ha
hecho un arresto legal y se registran los lugares y muebles al alcance inmediato del
arrestado.
Registro incidental a un arresto legalidad

El normativo Pueblo V.S. Serrano Reyes 2009 T.S.P.R. 126 reiteró la norma en las
situaciones en que se puede registrar el cuerpo del arrestado y el área inmediata
donde se encuentra siempre que sea: 1. Evitar que se destruya la evidencia de un
delito. 2. Evitar que pueda tomar un arma de un lugar cercano. 3. Evitar que se tome
algun instrumento para fugarse del lugar. 4. Todas estas acciones deben ser
contemporáneas al momento de realizar los registros si pasa mucho tiempo entonces
no aplicaría este tipo de registro válido en ausencia de una orden de allanamiento
expedida por un juez.
Evaluación de la declaración jurada del agente para expedir la orden

El caso de Pueblo V.S. Santiago 147 D.P.R. 160 (1998) afirmó (4) cuatro criterios
básicos. 1. Si el confidente de verdad conduce hacía el criminal en términos de
lugar y tiempo. Se debe recordar que las observaciones del agente son remotas le
resta validez. 2. Si el confidente anteriormente había sumistrado la información
correcta. 3. Si la corroboración se relaciona con delitos cometidos o en proceso de
cometerse. 4. Si la confidencia fue corroborada por observación del agente o por
información de otras fuentes
Bloqueos en las carreteras legalidad de los registros

La norma resuelta por el Tribunal Supremo de P.R. en el caso Pueblo de P.R. V.S.
Berríos 142 D.P.R. 386 (1997), estableció (3) normas para la legalidad de los
bloqueos. 1. La Constitución exige del gobierno que sea razonable cuando detiene un
vehículo en un bloqueo de carreteras. Sin embargo, no constituye una incautación
insconstitucional el que en un bloqueo solo se obligue al conductor a reducir la
velocidad al atravesar el bloqueo.
Continuación de la legalidad de los bloqueos

Es constitucionalmente válido el bloqueo de automóviles cerca de las fronteras


internacionales. Esto puede hacerse aunque no haya sospecha individualizada
contra un conductor, porque se justifica para detectar inmigrantes ilegales.
3. También es válido un bloqueo para examinar brevemente si los conductores
conducen bajo los efectos del alcohol. En este caso tienen que existir
circunstancias que inclinen el balance de interés en favor del gobierno.
Jurisprudencia Federal de bloqueos en la carretera

El caso Federal Ilinois V.S. Lidter, 124 S.Ct. 885 (2004) estableció (3) tres factores
importantes para la práctica de bloquear y detener vehículos de motor referente a la
validez de las intervenciones hechas por los agentes de la policía en este tipo de
registro y tomará en consideración la determinación de su validez a la luz de las
circunstancias que a continuación se describen.
Continuación de la validez de los bloqueos en las carreteras

1. El grado de interés público que se protege con la incautación.


2. El grado en que la incautación adelante ese interés público V.S.
3. El grado de interferencia con la libertad e intimidad del individuo afectado.
El bloqueo con el propósito de localizar a cualquiera que haya cometido un delito
no justifica la validez de la detención, pues, como regla general, el bloqueo con el
propósito de hacer cumplir la ley es un acto ilegal. En el caso de que todos los
vehículos no sean detenidos en el bloqueo, deben establecerse previamente
patrones objetivos para que las detenciones no sean discriminatorias por sexo,
raza o edad de los ocupantes.
Continuación bloqueos en la carretera

Como las detenciones en los bloqueos deben ser breves, se violará el derecho
constitucional al exigir que una persona baje del auto a menos que existan
circunstancias que establezcan motivo fundado de que se ha cometido un
delito, hacerle preguntas más alla de las necesarias sobre la identidad del
conductor o requerir su licencia, hacer un bloqueo que no sea visible, con
suficiente iluminación y avisos de la actividad policiáca, hacer un bloqueo que
en gran medida interfiera con el flujo normal del tránsito.
Continuación de bloqueos

En resumen, para que sean válidos los bloqueos de carreteras debe controlarse la
arbitrariedad de los oficiales de la policía. Para ello deben establecerse unas guías
previas por oficiales supervisores. Dichas guías deben incluir aspectos tales como:
hora del evento, duración del mismo, normas de seguridad, criterios de las
detenciones de los vehículos y todo aquello que se dirija a que las intervenciones
con los conductores sean al azar y no de grupos estereotipados de lo contrario no
serían legales estas intervenciones, como norma general se intervendrán con los
automóviles de una forma objetiva y no selectiva.
Implicaciones legales de la regla 23 de P.C. Vista Preliminar

Se trata de una vista cuyo fin es la determinación de causa probable para


presentar acusación en delitos graves. La intención es que esta vista sirva de
cedazo y evite someter al ciudadano imputado del delito y que es arrestado por
un delito grave a los rigores de un juicio criminal. El fiscal podrá estar presente,
pero de no estarlo, el juez examinará la prueba del Estado. En esta vista no se
lleva transcripción, ni grabación, sino las notas oficiales del juez. Los casos
normativos son: Pueblo V.S. Martínez Vega 98 D.P.R. 946 (1970). Pueblo V.S.
López Camacho 98 D.P.R. 700 (1970). Pueblo V.S. Rodríguez Aponte 116 D.P.R.
653 (1985). El Vocero V.S. E.L.A, 131 D.P.R. 356 (1992).
Continuación de la vista preliminar

El fiscal no está obligado a presentar en una vista preliminar toda la prueba


de que dispone para establecer en su día la culpabilidad del acusado. Le basta
con presentar aquella prueba que convenza al magistrado ante quien se
celebra que se ha cometido un delito y de que hay causa probable para creer
que el acusado lo cometió. En la vista preliminar el fiscal no tiene que probar
la culpabilidad del acusado más allá de duda razonable. Esa es su obligación
en el acto del juicio, basta con una cintilla de prueba para apoyar la
determinación de causa probable, esto último se resolvió en el caso de el
Vocero V.S. E.L.A. 131 D.P.R. 356 (1992)
Continuación de la Vista Preliminar

En esta etapa del proceso tampoco se dirimirán (discutirán) conflictos


relacionados a las pruebas, se trata de pues de un proceso dirigido a presentar
evidencia sobre los elementos del delito y relacionar al imputado con esos delitos
a los fines de determinar si esta justificado procesarlo como sospechoso del
delito, el cual se le esta imputando como parte del proceso.
Continuación regla 23 de P.C.

Esta vista se puede celebrar, ante cualquier juez del Tribunal de Primera
Instancia, pero normalmente se celebra ante un juez munincipal. Sobre su
naturaleza, en el caso de Pueblo V.S. Martínez 116 D.P.R. 793, en el cual surge
un interesante debate sobre si el imputado tiene derecho a que se celebre una
vista preliminar cuando se le imputa un delito menos grave, pero al cuál el
legislador le ha fijado una pena mayor de (6) seis meses de cárcel. El debate lo
provocó el hecho de que ya en el caso de Pueblo V.S. Laureano Burgos, 115
D.P.R. 447 el Tribunal Supremo había reconocido que un imputado si tenía
derecho a juicio por jurado cuando se le imputaba delito menos grave cuya
pena excedía de (6) seis meses.
Norma Jurídica del Caso de Pueblo V.S. Martínez 116 D.P.R. 793

1. El imputado en estos casos menos graves aunque tenga derecho constitucional a


jurado no tiene derecho a vista preliminar.
2. El fundamento para la diferencia es que el derecho a jurado es constitucional
para los delitos graves y son realmente graves cuando la pena excede de (6) seis
meses, mientras que el derecho a vista preliminar es uno surge de una ley de la
legislatura.
Norma Jurídica del Caso de Pueblo V.S. Rodríguez Aponte 116 D.P.R. 653.

•La vista preliminar no es un mini juicio.


• No entra en juego la presunción de que si el fiscal renuncia al testigo, tiene que
ponerlo a disposición de la defensa.
• Si el juez determina que existe causa probable, aún así el fiscal no viene
obligado a acusar. Pero el juez podría determinar que existe causa probable para
acusar por un delito distinto al que imputó el fiscal en su queja o denuncia. Aún
así, el fiscal tiene la última palabra sobre si acusa o no al imputado. Esta
discreción del fiscal, desde luego, no es absoluta, porque el fiscal no podría
ejercer su discreción para acusar o no apoyándose en fundamentos de raza,
afiliación política o sexo. Ver caso de Pueblo V.S. Dávila 143 D.P.R. 157 (1997).
Continuación de la vista preliminar

• El abogado no tiene derecho a que el juez le cite a los testigos de cargo para
que la defensa los interrogue en la vista preliminar. Lo puede solicitar en
situaciones excepciones. El juez, en ese caso, examinará la declaración jurada
del o los testigos en su despacho y si surge alguna probabilidad de que dichos
testigos aporten pruebas para exonerar, entonces los citará. Desde luego, nadie
puede impedir que cualquier testigo acceda voluntariamente a declarar a favor
de la defensa en la vista preliminar.
Termino de tiempo para celebrar la vista preliminar

Las reglas de P.C. establece que se citará al imputado por lo menos (5) cinco días
antes de la vista preliminar. El caso de Pueblo V.S. Cartagena 152 D.P.R. 243
(2000), afirmó que la regla 64 (n) de P.C. específica que el termino para celebrar
la vista preliminar es de 30 días a partir del arresto o citación si el imputado se
encuentra encarcelado (sumariado), y 60 días si no está encarcelado.
Continuación de terminos de días

• El acusado puede renuciar a la V.P.


• El tribunal puede prorrogarlo por justa causa, entre ellas, demora atribuible
al acusado o su abogado.
• En el caso de Pueblo V.S. Báez, 129 D.P.R. 129 D.P.R. 663 (1991) se estableció
que si el imputado no comparece no se determinará causa probable contra él
por esa sola razón. Lo que ocurre es que, en este caso, el juez puede escuchar la
prueba en su ausencia y determinar causa probable para acusarlo si la prueba
así lo justifica
Continuación norma jurídica

• El caso de Pueblo en interés de F.R.F., 133 D.P.R. 172 (1993), el Tribunal


Supremo aclaró que la incomparecencia voluntaria e injustificada del
imputado a una vista preliminar después de haber sido debidamente citado,
autoriza al juez tanto a celebrar la vista en ausencia como hacer una
determinación automática de que existe causa probable para acusar. Esta
situación no se considera como alguna causa justificada que pueda tomarse
como una excepción válida permitida para excusarlo del proceso.
El derecho a obtener copia de las declaraciones juradas en la V.P.

El Tribunal Supremo de P.R. resolvió en el caso de Pueblo V.S. Rodríguez 156


D.P.R. 42 (2002), que un imputado de delito grave no tiene derecho a obtener copia
de las declaraciones juradas de los testigos interrogados durante la vista de causa
probable para arresto, antes de que se celebre la vista preliminar. Si dichos testigos
no declaran en la vista preliminar, el imputado debe esperar hasta que se presente
la acusación, y entonces solicitar el descubrimiento de prueba bajo la regla 95 de
Procedimiento Criminal. Esta norma se reiteró en el caso de Pueblo V.S. Irrizary
Quiñones, 2003 T.S.P.R. 160.
Implicaciones legales de la orden de arresto expedida por un magistrado

Es un mandamiento escrito a nombre del Pueblo de Puerto Rico, basado en una


determinación de causa probabable por un juez en su carácter oficial, requiriendo
al funcionario del orden público que ponga a una persona determinada bajo
custodia y la lleve sin demora ante un juez para instruirle de los cargos y los
trámites ulteriores, esta aseveración está contenida en la regla 6-(b) de P.C y la
regla 22 (a). El Tribunal Supremo de P.R. estableció un término de 36 horas para
iniciar este proceso salvo que existan situaciones apremientes de parte del Estado.
Continuación de arrestos

Es mandatoria la orden o el arresto inmediato en delitos graves vistos ante un


magistrado o cuando se comete en la presencia del policía o ciudadano particular. Debe
describir, el delito imputado en la denuncia, a base del cuál se determinó causa
probable para arrestar. Especificar el nombre de la persona arrestada. Cuando este se
desconoce, debe designarse a dicha persona mediante la descripción más adecuada
posible que la identifique con razonable certeza regla 6-b e incluir el nombre tan
pronto sea llevada ante el juez regla -9-b, resuelto en el caso de Pueblo V.S. De la Cruz
Maceira, 106 D.P.R. 378 (1977). Además debe incluir la fecha y lugar de la expedición,
indicar la fianza. Los requisitos de especificar esto según la regla 6 –b de P.C. aquí
descritos, responde al mandato constitucional del artículo II, sección 10, de la
Constitución del Estado Libre Asociado de Puerto Rico.
Continuación de las implicaciones de los arrestos

Cuando la orden de arresto no nombra o describe con certeza a la persona o al delito


que se imputa, si hay causa probable para creer que la persona ha cometido el delito u
otro delito, se presentará una nueva denuncia y/o expedirá una nueva orden de
arresto, según sea el caso. De no haber causa probable se dejará a la persona en
libertad. Regla 9-b. El Cuerpo de Vigilantes de Recursos Naturales podrá realizar
arrestos por violaciones a las leyes administrativas de dicho departamento. Otros son
Oficiales de Custodia, Oficina de Servicios con Antelación al Juicio oficina de arrestos,
oficiales de la Autoridad de los Puertos y los oficiales federales adscritos a las agencias
de ley y orden (Law enforcement)
Registros y allanamientos Federal y el Estatal

La claúsula de Puerto Rico ha sido interpretada como que se redactó con el propósito
fundamental de proteger el derecho a la intimidad. En la de Puerto Rico la
Constitución dice expresamente que el Estado no intercepterá la comunicación
telefónica. La federal nada dice expresamente. El caso de Pueblo V.S. Santiago 139
D.P.R. 361 (1995). Sostuvo que la prohibición de la interceptación de comunicaciones
telefónicas, que aparece en el artículo II, sección 10, no prohibe que, mediante
adecuada orden judicial, se intercepten otro tipo de comunicaciones no telefónicas y
hasta que se graben bajo ciertas circunstancias.
Registros y allanamientos Federal y Local

En el caso de Pueblo V.S. Serrano Reyes, 2009 T.S.P.R. 126, el Tribunal Supremo
suprimió una evidencia que se había incautado sin orden judicial, ya que el
ministerio público no presentó prueba sobre la razonabilidad del registro. Según
explicó el Supremo, en ausencia de la orden judicial, el ministerio público tiene la
obligación de presentar prueba y persuadir sobre la razonabilidad del registro. El
fiscal debe demostrar en casos donde no exista una orden de registro y allanamiento,
que para que sea una excepción a la regla sin orden de allanamiento el ministerio
público debe demostrar que se cumplió con los requisitos que se exigen como normas
jurídicas establecidas por el Tribunal Supremo de P.R. para estos casos.
Continuación de la norma jurídica de registros y allanamientos

El Supremo aclaró en el caso de Pueblo V.S. Nieves Hernández, 2008 T.S.P.R. 162, que
cuando el registro se efectua al amparo de una orden judicial impera una presunción
de legítimidad, pues toda determinación judicial se acompaña de una presunción de
corrección. En esos casos, el acusado tiene el peso de la prueba para rebatir la
legalidad y razonabilidad de la actuación gubernamental. Es la defensa la que tiene
que atacar la validez de la actuación de los agentes del orden público que realizaron
dicho registro y allanamiento para impugnar su validez en los tribunales.
Capacidad para solicitar la vista preliminar en alzada

La regla 6 (c) de P.C. enfatiza la capacidad exclusiva del ministerio público para
solicitar la vista en alzada al declarar que cuando la determinación del magistrado
fuera distinto a aquel que el fiscal entendiere procedente este podrá someter el asunto
nuevamente. El caso de Pueblo V.S. Pérez Suárez 116 D.P.R. 897 (1996) cuestiona la
capacidad de los demás funcionarios facultados en la regla 5 de P.C. para ser
denunciantes. Resolvió este caso que los policías o agentes del orden público no están
facultados para impugnar la determinación de no causa probable en la regla 6 de p.c.
son los fiscales los que si los agentes lo solicitan, evaluarán esa determinación y
deberá entonces obtener una orden por escrito del fiscal para acudir en alzada
nuevamente.
Procedimiento para solicitar la vista en alzada

El magistrado, una vez tenga ante si dicha solicitud, podrá expedir u ordenar al
secretario del tribunal que expida citación tanto al imputado como los testigos de cargo
anunciados, las cuales serán diligenciadas por los alguaciles del tribunal o sus delegados.
Se dispone que el magistrado celebre la vista con prontitud. Si no existe causa probable
el imputado será exonerado y no existe una tercera oportunidad incluyendo su
radicación por primera vez. Se puede dar el caso que el Juez encuentre causa no por el
delito imputado y si por otro delito distinto o inferior al ya radicado.
Continuación de la vista preliminar en alzada

El caso resuelto de Pueblo V.S. Miró González 133 D.P.R. 813 (1993) resolvió
que en aquellos casos en que exista una determinación de no causa no se podía
extender por analogía el término de 60 días jurisprudencialmente establecido
para la celebración de la vista preliminar en alzada. Esto significa que
continuan vigente los 60 días para la celebración de la V.P. En esta situación se
activa el derecho a juicio rápido establecido por la Constitución de Puerto
Rico.
Moción de desestimación de la denuncia o acusación

La regla 64-N-1hasta la N-8.La Ley 317 del 16 de septiembre de 2004 , en su artículo 7


se enmienda el inciso (N) de esta regla e incorpora en el inciso 8 que se puede pedir la
desestimación por haber celebrado una vista preliminar luego de los 60 días de la
determinación de no causa en dicha vista. Se reitera la norma resuelta en el caso de
Pueblo V.S. Miró González 133 D.P.R. 813 se sigue velando por el derecho a juicio
rápido consagrado en la Constitución de P.R.
La Constitución Federal y los arrestos de los ciudadanos

La cuarta enmienda a la Constitución de los Estados Unidos no tiene el propósito de


eliminar todo contacto entre la policía y la ciudadanía y si el prevenir toda
interferencia arbitraria y opresiva por parte de estos con la intimidad y la seguridad
de los ciudadanos. Se entiende que una persona ha sido arrestada, a la luz de la
cuarta enmienda constitucional federal, solo si, a la luz de la totalidad de las
circunstancias que rodean el incidente entre la policía y el presunto arrestado, una
persona razonable hubiese creído que no estaba en libertad de poder marcharse del
lugar. Cualquier otra detención siempre que sea voluntariamente aceptada, no posee
carácter de incautación por lo que no presenta indicio de ser irrazonable
constitucionalmente hablando.
Decisión de la Corte Suprema de los Estados Unidos ( Supreme Court of
U.S.)

El caso de Agnello V.S. United States, 269 U.S. 20 (1925) y en Puerto Rico el caso
normativo de Pueblo V.S. Sosa Díaz 90 D.P.R. 622 (1964) establecieron como norma
jurídica respecto al arresto y registro sin orden previa, que por el mero hecho de que
un agente haga un arresto legal no conválida ipso facto(de por si) un registro o una
incautación sin orden de arresto, nótese que deben estar presentes las circunstancias
requeridas por el tribunal supremo de P.R. que la vida del agente esté en peligro y/o
que la propiedad pueda ser destruída y/o desaparecida al momento de la intervención.
Evidencia a plena vista en cuanto a registros y allanamientos

En cuanto a las intervenciones policiácas respecto a la doctrina a plena vista el


Tribunal Supremo de P.R. en el caso de Pueblo V.S. Ríos Colón 129 D.P.R. 71 y el
caso de Pueblo V.S. Alonso 91 J.T.S. 66, expresó que no puede aplicarse la norma
de evidencia a plena vista para justificar una incautación sin orden judicial
cuando los funcionarios no tenían justificación previa para estar en el lugar desde
dónde hacen las observaciones aún justificada la presencia, la evidencia ocupada
no puede hallarse en un recipiente cerrado, sin que surgiera causa probable de
que contenía material delictivo, pues entonces no puede decirse que la naturaleza
delictiva de lo ocupado surgiera de la simple observación, ni que lo ocupado fuera
descubierto inadvertidamente.
Observación Policiáca a través de binoculares por parte de la policía

El caso de Pueblo V.S. Espinet 112 D.P.R. 351 (1982) se permite que unos agentes de la
policía observen con binoculares desde la vía pública hacia una finca, para determinar
si en la misma se hallaba un prófugo contra quien se ha expedido una orden de arresto.
Al entrar en busca del prófugo, encontraron otra persona y vieron evidencia delictiva a
plena vista. El arresto y registro fueron válidos. Otro caso federal U.S. V.S. Dunn, 40
CRL, 3313 (1987), utilizaron una linterna para sus funciones investigativas y para
observar hacia una granga que resultó ser un laboratorio de drogas, a base de esta
observación obtuvieron la orden de allanamiento sosteniendo el tribunal que la
intervención fue válida.
Implicaciones legales del registro de una persona arrestada por seguridad

El funcionario del orden público puede validamente catear o registrar


superficialmente a una persona que ha sido arrestada antes de llevarla donde el juez.
El propósito es uno de protección a la vida y seguridad del agente y de tercera
personas. El cateo se limita a detectar armas. Esta norma se reitera en los casos
resueltos Pueblo V.S. Costoso Caballero, 100 D.P.R. 150 (1971) y Pueblo V.S. Zayas
120 D.P.R. 158 (1987). Existe una diferencia en esta situación con lo que se considera
como un registro incidental al arresto, como ya se ha reiterado el último registro es
con el propósito de evitar la pérdida de la evidencia y la seguridad del agente que
interviene en el arresto.
Registro a plena vista

El caso de Pueblo V.S. Dolce, 105 D.P.R. 170 (1976). Sostuvo que se autoriza la
incautación de la evidencia sin orden de registro previa, siempre que se den los
siguientes requisitos: 1. El artículo debe haberse descubierto por estar a plena vista y
no por razón de un registro sin orden. 2. El agente que observa la evidencia debe
haber tenido derecho previo a estar en el lugar desde donde vio la misma. 3. El objeto
debe ser descubierto inadvertidamente. 4. La naturaleza delictiva debe surgir de la
simple observación, no puede abrir gavetas o buscar debajo de los asientos de los
automóviles. 5. Incluye evidencia delictiva que se capte por los oídos y el olfato.
Resuelto en el caso de Pueblo V.S. Acevedo Escobar, 112 D.P.R. 770 (1982) y el caso
federal United States V.s. Johns, 469 U.S 478 (1985)
Evidencia abandonada o arrojada legalidad

La garantía constitucional contra registros y allanamientos irrazonables no cubre la


incautación de evidencia que es abandonada, arrojada o lanzada al suelo, resuelto en
los casos Pueblo V.S. Saura Gómez 90 D.P.R. 80 (1964). Tampoco están protegidos
lugares donde existan estructuras abandonadas. Resuelto en el caso de Pueblo V.S.
Eurasquín, 96 D.P.R. 1 (1968). Estas modalidades se conocen como testimonios
estereotipados y se dan en transacciones que se amparan en la clandestinidad y se dan
de parte de agentes encubiertos de la policía donde siempre se alega que el imputado
al verse descubierto por el agente, trata o quiere desacerse de la evidencia en su poder,
arrojandola al suelo.
Criterios para satifacer el testimonio estereotipado

En el caso de Pueblo V.S. González del Valle, 102 D.P.R. 374, Pueblo V.S.
Almodóvar , 109 D.P.R. 117 (1979); y Pueblo V.S. Rodríguez Cruz 109 D.P.R. 591
(1980), el Tribunal Supremo de P.R. estableció los siguientes criterios para
determinar su validez: 1. Todo testimonio estereotipado debe escudriñarse con
especial rigor de parte del fiscal al traer su prueba y del Juez al adjudicar la
controversia. 2. Tanto en los casos de evidencia arrojada como en los casos de acto
ílegal a plena vista deben, en ausencia de otras consideraciones inducir sospecha de
la posible existencia de testimonio estereotipado.
Continuación de testimonio estereotipado

3. Si el testimonio es inherente irreal o improbable debe ser rechazado. 4. El


testimonio estereotipado puede perder tal condición, si además de probar los
requisitos mínimos de un delito, se le rodea de las circunstancias en que funciona el
agente, el termino de la investigación, los resultados obtenidos fuera del caso en
trámite y otros detalles. 5. La presencia de contradicciones o vaguedades en el
testimonio debe tender a reforzar el recelo con que hay que escuchar esta clase de
declaración. 6. El peso de la prueba de librar el testimonio estereotipado de
sospecha recae en el fiscal, la prueba de cargo a tales efectos no podrá ser flaca y
descarnada.
Doctrinas jurídicas de campo o espacio abierto

El caso de Pueblo V.S. Bogard, 100 D.P.R. 565 (1972) sostuvo que no se necesita una
orden de allanamiento y para efectos de lo que allí se vea se tratará como si fuese
una intervención a plena vista. Pueblo V.S. Lebrón, 108 D.P.R. 324 (1979) reiteró la
norma que estableció, para que se considere un espacio abierto para fines de esta
excepción, el mismo no debe dar base a expectativa razonable de intimidad. La
norma es que una persona no puede demandar derecho a una expectativa razonable
de intimidad en cuánto a actividades al aire libre en campo abierto, excepto en
cuánto al área inmediatamente alrededor de la casa y la asociada con esta.
Doctrina en cuanto a la persecusión caliente (Hot pursuit)

Pueblo V.S. Riscard, 95 D.P.R. 405 (1967) reiteró la norma jurídica que postula que
el agente del orden público está autorizado, mientras persigue a una persona que ha
cometido un delito, a entrar a todos los lugares donde esta persona entra y ocupa
toda la evidencia que vea en el curso de la persecusión. Otros casos Payton V.S. New
York, 443 U.S. 573; y Pueblo V.S. Turner, 110 D.P.R. 734 (1981). Sostuvieron que la
policía no puede entrar a la residencia del sospechoso bajo el pretexto de diligenciar
un arresto, si no tiene una orden de allanamiento u obtiene el consentimiento de los
residentes de la casa para entrar al lugar a ser intervenido.
Registro administrativo

Se trata de aquel registro que bajo el poder de razón de Estado se autoriza para
proteger la seguridad y bienestar general mediante inspecciones administrativas
que no tienen el propósito de descubrir evidencia delictiva. Las investigaciones
administrativas están sujetas a la garantía constitucional contra registros y
allanamientos irrazonables. El registro administrativo se presume irrazonable si se
realiza sin orden judicial, reiterado en los casos E.L.A. V.S. Coca Cola, 115 D.P.R.
197 (1984) y Pueblo V.S. Ríos Colón, 129 D.P.R. 71 (1991), excepto en los siguientes
casos: casos de registros para proteger la salud de la población, situaciones de
emergencia, o cuando no comparte objetivos de naturaleza penal, resuelto también
en los casos Cámara Municipal V.S. Court, 387 U.S. 523 (1967); Pagán V.S. U.P.R.
107 D.P.R. 720 (1978); Pueblo V.S. Amador Rodríguez, 2000 J.T.S. 111.
Continuación de los registros administrativos

El estándar para medir la existencia de causa probable para expedir una orden de
allanamiento es menos rigurosa que el del registro criminal dirigido a penalizar por un
delito. El criterio debe ser la ausencia de arbitrariedad en la selección del lugar a
inspeccionar y la razonabilidad del registro o que la inspección tenga como objetivo un
interés legítimo gubernamental y que este bajo la autoridad de la agencia. La
razonabilidad del requerimiento administrativo depende de: 1. la investigación debe
estar dentro de la autoridad conferida por la ley a la agencia. 2. El requerimiento no
debe ser indefinido. 3. La información solicitada debe ser razonablemente pertinente.
Los depósitos de chatarra son negocios muy reglamentados donde la policía puede
hacer registros administrativos sin orden previa, sujeto al interés público, (y) a que el
ezquema regulador sea un sustituto constitucional adecuado en cuánto a certeza y
regularidad de la intervención, sostenido en el caso resuelto Pueblo V.S. Ferreira
Morales, 98 J.T.S. 150.
Registro tipo inventario

Cuando se registra con el objetivo de hacer un inventario de la propiedad conforme


un procedimiento administrativo válido no se requiere orden de registro previo. El
caso de Pueblo V.S. Rodríguez, Rodríguez, 128 D.P.R. 438 (1991) sostuvo la
legalidad de este registro, al momento en que un agente de la policía confeccionaba
un inventario mediante el documento P.P.R. 128, encontró un revólver bajo una
alfombra del auto. El Tribunal Supremo lo convalidó como uno legal y razonable ya
que sus ocupantes habían sido arrestados por la comisión de un delito mediante un
arresto legal. Además el caso de Pueblo V.S. Sanchez Molina 134 D.P.R. 577 (1993).
Añadió que un registro realizado en un vehículo de motor o en cualquier otra
propiedad sujeta a confiscación bajo la ley, o las pertenencias de una persona que
ha sido arrestada y va a ser ingresada a una institución penal.
Registro de fronteras sin orden

Todo estado soberano está autorizado a identificar a las personas que entran a sus
fronteras y examinar la propiedad que estas traigan para introducir al país. Para
realizar esta inspección no se necesita causa probable, siempre que se haga en la
frontera o en su equivalente funcional. Esta norma se resolvió en los casos federales
de Carrol V.S. United States, 267 U.S. 132 (1925), Almedida Sánchez V.S. United
States 413 U.S. 266 (1973) y en el caso C.F. U.S. Ramsey U.S.L.W, 4577 (1977) se
estableció también que se permite abrir correspondencia del extrangero, sin orden al
efecto, siempre que haya causa probable para sospechar que la misma contiene
evidencia delictiva. El caso de Illinois V.S. Archeas 463 U.S. 765 (1983) y el caso de
Pueblo V.S. Pérez Narváez, 130 D.P.R. 618 (1992) se validó la doctrina interior
cuando se registró un paquete proveniente de Saint Thomas por un empleado de la
compañía privada de servicio aéreo donde este notificó a las autoridades que contenía
drogas ílicitas.
Aplicación en Puerto Rico de la doctrina de registro de fronteras

La norma jurídica del caso Torres V.S. Puerto Rico 442 U.S. 465 (1979), estableció
que el Estado Libre Asociado de Puerto Rico no tiene autoridad soberana para
efectos del registro de fronteras. Tal autoridad descansa en los Estados Unidos a ser
ejercida por los funcionarios federales de aduana e imigración. En relación a las
personas que entran a Puerto Rico, este lo más que puede hacer es regular para
implantar normas de seguridad y salud, sin obviar la IV Enmienda de la
Constitución Federal.
Registro de automóviles jurisprudencia aplicable

En el caso de los registros de automóviles se discuten (2) temas importantes:


1. La movilidad inherente del vehículo de motor. 2. La noción de que un automóvil la
expectativa de intimidad que tienen sus ocupantes es menor que en una residencia.
Esta última aseveración la reiteró el caso resuelto de Carroll V.S. United States, 267
U.S. 132 (1925), además, el Estado tiene derecho a reglamentar los vehículos y su
tránsito en las vías públicas como parte de la seguridad del pueblo. Otro caso el de
Cady V.S. Dombrowski, 413 U.S. 433 (1973). Estableció que ese derecho fue ampliado
por el Tribunal Supremo Federal hasta permitir que un policía verifique el número
de identificación de un automóvil, por lo general visible desde el interior del mismo,
introduciéndose en el automóvil y removiendo papeles que le obstaculizan su
visibilidad, luego de haber detenido a su conductor por violaciones a la ley de
tránsito.
Continuación de registro de automóviles

En Puerto Rico la doctrina se expone en el caso de Pueblo V.S. Sosa Díaz 90


D.P.R. 622 (1994), que impide el registro de un automóvil sin la obtención previa
de una orden judicial a esos fines en casos de una infracción menor de tránsito y
en su ausencia de circunstancias especiales que justifiquen el registro sin orden
por lo que no se considera como uno válido. Significa que para que la
intervención sea válida debe ser por una infracción grave de la ley de tránsito que
lleve al agente a tener el motivo fundado para hacer el registro. Otros casos son
Pueblo V.S. De Jesús Robles, 92 D.P.R. 331 (1965); y Pueblo V.S. Dolce, 105 D.P.R
170 (1976); Pueblo V.S. Malavé, 120 D.P.R. 470 (1988).
Circunstancias para que sea legal el registro de automóviles

El caso de Pueblo V.S. Gerandino del Río, 113 D.P.R. 684 (1982), expresa
claramente el alcance del requisito de las circunstancias especiales o apremiantes
para justificar un registro sin orden judicial. En ese caso se observó al apelante
abordar el automóvil mientras portaba un arma de fuego. El policía detuvo al
apelante, quien ya había comenzado a dar marcha a su vehículo. Se arrestó y
entonces se registró el automóvil para ocupar el arma vista previamente. El
tribunal entiende que en esas circunstancias, la necesidad de ocupar armas de
fuego que puedan utilizarse para causar daño o huir justifican el arresto
inmediato.
Continuación de registro de automóviles

En el caso de Pueblo V.S. De Jesús Robles, 92 D.P.R. 331 (1965), se reconoce la


distinción entre el ámbito de razonabilidad de un registro de una recidencia o
vivienda inamóvible y el de un vehículo que puede ser puesto en movimiento. Sin
embargo, se indica que tal distinción no elimina el requisito de obtener una orden
judicial para llevar a cabo el registro del automóvil. Otros casos que reiteran esta
norma son: Pueblo V.S. Conde, 115 D.P.R. 307 (1984); Pueblo V.S. Malavé 120 D.P.R.
470 (1988) y Pueblo V.S. Cruz Torres, 137 D.P.R. 42 (1994).
Norma federal acerca de registro de automóviles y de Puerto Rico

El caso federal Delaware V.S. Prouse, 440 U.S. 648 (1979), interpretando una
dispocisión similar a la sección. 1192 (d) de la Ley de Vehículos y Tránsito
(9 L.P.R.A.), se resolvió que una detención de un conductor en la vía pública para
examinar su licencia de conducir y la licencia del auto, sin que el policía tenga causa
probable para creer o sospechar de que se está violando la ley, constituye una
violación a las enmiendas IV y XIV de la Constitución Federal. La decisión no impide
que los Estados desarrollen métodos de inspección que no involucren un ejercicio de
discreción limitada y que provean una menor intervención Estatal con las personas.
Esta norma se reiteró en el caso de Michigan State Police V.S. Sitz, 496 U.S. 444
(1990).
Registro de prisiones

En las prisiones no se reconoce expectativa razonable de intimidad a los prisioneros en


su celda individual, por lo que las mismas pueden ser registradas sin causa probable y
sin que el ocupante esté presente. Se entiende que ello es parte de los objetivos
institucionales de la prisión. Esta norma se resolvió en el caso de Hudson V.S. Palmer,
104 S. C.t. 3194 (1984). Tampoco se viola el debido proceso de ley mediante registros
considerados como irregulares y al azar a las celdas de sumariados en su ausencia. Se
permiten estos registros como una respuesta razonable a preocupaciones legítimas de
seguridad. Se reiteró en el caso de Block V.S. Rutherford, 104 S. Ct. 3227.
Doctrina jurídica en prisiones de Puerto Rico

En el caso de Pueblo V.S. Falú, 116 D.P.R. 828 (1986) se adoptó la norma existente en
la jurisdicción federal relativas al requisito de causa probable como parte de un
registro legal. Otro caso Pueblo V.S. Rodríguez, 128 D.P.R. 438 (1991) resolvió que el
registro incidental al fichar al arrestado y hacer un inventario de sus pertenencias
previo a ingresarlo a una institución penal, se considera como un registro
administrativo tipo inventario. Un caso de importancia es el de Pueblo V.S. Bonilla 99
J.T.S. 157, el mismo aclaró que un registro al desnudo de un visitante a una prisión
debe hacerse previa existencia de motivos fundados y debe estar estrictamente
conforme lo disponga el reglamento de la Administración de Correción.
Registro por personas privadas

La protección constitucional no aplica cuando el registro es llevado a cabo por


ciudadanos privados sin intervención gubernamental, en este caso un registro
rutinario por un empleado de una compañía de transporte áereo comercial. No
obstante , si se demostrara que el ciudadano actuó como agente o en coperación con
el Estado, entonces se activa la protección constitucional. Esta última doctrina se
resolvió en el caso de Pueblo V.S. Rosario Igartúa, 129 D.P.R. 1055 (1992).
Consentimiento implícito al registro sin orden

Por dispocisiones estatutarias (ejemplo) leyes da salud, bienestar público, licencias y


patentes y otras, se autoriza a determinados funcionarios públicos a entrar a ciertos
lugares, de conformidad con lo contemplado en cada ley que crea ese departamento
con el propósito de verificar que las licencias expedidas por el Estado se les esté
dando el debido uso, su propósito es la fiscalización, solo se limitarán a realizar esas
funciones, cualquier registro que no sea con esos propósitos se considerará como uno
ilegal. El caso de Pueblo V.S. Rodríguez 107 D.P.R. 804 (1974), el Tribunal Supremo
de P.R. indicó que por dispocisión estatutaria se autoriza al Secretario de Hacienda a
entrar a cualquier establecimiento donde se venda licor al público para ver si exibe
la correspondiente licencia y esto equivale a una orden de allanamiento.
Consentimiento expreso de la persona en los registros

Tratándose de un derecho constitucional el consentimiento debe ser personal e


inteligentemente, resuelto en el caso de Pueblo V.S. Acevedo Escobar 112 D.P.R.
770 (1982) y en el caso de Pueblo V.S. Reynolds Román 137 D.P.R. 801 (1995). La
voluntariedad del consentimiento dependerá de la totalidad de las circunstancias.
Cuando el registro es incidental al arresto debe probarse clara y convincentemente
que no hubo coacción por parte del Estado para que esa persona hubiese
consentido hacer ese registro en ausencia de la orden de registro. La capacidad
jurídica para prestar el consentimiento la tiene la persona a ser registrada o
aquella persona que tiene la expectativa de intimidad sobre el lugar a ser allanado,
pues es ella la que tiene conocimiento, control y manejo del lugar y de la evidencia
que pudiera ocuparse.
Orden de allanamiento e incautación de material obsceno

La incautación del material debe cumplir con la protección constitucional contra


registros y allanamientos irrazonables. Este material podría estar compuesto por
libros, películas, revistas, discos y cintas grabadas. Estas intervenciones deben
seguir un criterio riguroso al expedir una orden de allanamiento, de manera que
el Estado no incurra en una censura previa. Se requiere una determinación
judicial basada en causa probable de que el material a incautar es obsceno. El
criterio de causa probable es riguroso por tratarse de casos que podrían
involucrar derechos bajo la libertad de expresión. Las declaraciones juradas
prestadas por los agentes deben satisfacer las guías establecidas en el caso resuelto
en Miller V.S. California, 413 U.S. 15 (1973). En casos de películas obscenas no es
necesario que el juez la vea antes de expedir la orden de incautación de dicho
material.
Ordenes para grabaciones no telefónicas

En Puerto Rico se hace a través de la solicitud y petición a un juez superior, firmada


por el Secretario de Justicia donde le solicita la autoriazión para grabar
comunicaciones orales no telefónicas de una persona contra quien el peticionario tiene
motivos fundados para creer que esta involucrado en un patrón de actividad del
crimen organizado. Este proceso lo regula la Ley # 36 del 19 de junio de 1987,
artículo. Esto significa que tiene que ser una empresa criminal de (2) dos o más
personas para ser considerado como una empresa criminal. En ningún momento se
trata de grabaciones de teléfonos, ya que esta totalmente prohíbido por la
Constitución de Puerto Rico.
Continuación de grabaciones orales no telefónicas

La petición debe incluir lo siguiente: 1.Una relación de los hechos que dan base a la
determinación de motivo fundado de que la persona se dedica a, o participa en
cualquier actividad del crimen organizada, según tal término se define esta ley,
establecer el patrón de actividad de crimen organizado y que una comunicación
oral relacionada al crimen organizado sera obtenida de la grabación que se interesa
hacer. 2. El tipo de artefacto o mecanismo de grabación a ser utilizado. 3. El tiempo
necesario estimado durante el cual se grabara la comunicación oral. 4. El nombre
de la persona o personas cuyas comunicaciones orales serán grabadas y cuál es su
relación con el asunto de la investigación. La petición debe presentarse
personalmente por el agente declarante y ser jurada por este. Resuelto en el caso de
Pueblo V.S. Santiago Feliciano V.S. 139 D.P.R. 361 (1995).
Expedición de la orden de grabación

El juez autoriza la grabación solicitada si los hechos expuestos en la petición tuviera


motivos fundados para creer que la persona se dedica a participar en actividades del
crimen organizado y que la grabación servirá para obtener una comunicación oral
relacionada con el crimen organizado. La orden no podrá exceder de un período de (3)
tres meses, el cuál podrá extenderse por (3) tres meses adicionales si se justificare
mediante una nueva solicitud ante el Juez. El Secretario de Justicia deberá informar al
juez que expidió la orden, cualquier cambio en las circunstancias que motivaron la
petición. Lo único se puede grabar son las conversaciones concretas identificas en la
orden.
Continuación de grabaciones

El investigador que se le autorice para hacer la grabación deberá llevar un récord


detallado de cada comunicación grabada, que incluya un récord detallado de cada
comunicación grabada, que incluya, fecha, hora, sitio, nombre de los participantes,
nombre del participante que consintió a la grabación y un resumen de la
comunicación. Semanalmente debe informar al Secretario de Justicia de las
grabaciones hechas y los resultados obtenidos. La grabación será realizada
unicamente por el investigador o persona privada que actúe como informante o
agente encubierto, a quien se autorice mediante la orden. Cuándo tal persona sea
parte de la comunicación, debe dar su consentimiento previo a la grabación.
El descubrimiento de la prueba bajo la regla 95-a (y) 95-b

Los casos resueltos de Pueblo V.S. Calderón, 140 D.P.R. 627 (1996), Pueblo V.S.
Echevarría, 128 D.P.R. 729 (1991), y Pueblo V.S. Rosaly, 128 D.P.R. 729 (1991).
Establecieron las normas sobre descubrimiento de prueba en casos criminales en
Puerto Rico. No se permite el descubrimiento de prueba, ni de parte de la defensa
ni del fiscal en ciertos documentos de índole confidencial y/o las estrategias que
utilizarán ambos para su litigación en el tribunal. El Tribunal Supremo aclaró que
el derecho del acusado a este proceso, no es absoluto. Hay que sopesar ese derecho
frente al derecho de intimidad de la víctima. Solo se concederá esta solicitud cuando
el acusado demuestre una clara necesidad de hacerlo, lo que supere el derecho a la
intimidad de la víctima. Esta última norma se resolvió en el caso de Pueblo V.S.
Olmeda Zayas, 2009 T.S.P.R. 94.
Continuación del descubrimiento de prueba

El sumario fiscal (el expediente del fiscal) es privado y secreto, es el expediente de la


investigación donde están las declaraciones juradas y las pruebas que tiene el fiscal,
como regla general, esta evidencia es información oficial protegida por la antigua
regla 31 de evidencia, por tanto, el acusado no puede pedir como en lo civil, que le
permitan descubrir toda la prueba que tiene el fiscal. En casos criminales durante la
etapa de investigación es un proceso ex-parte, el acusado no tiene derecho a estos
documentos, solo puede solicitar algunos durante otras etapas del proceso. En el caso
de Santiago V.S. 117 D.P.R. 153 se resolvió que en casos extraordinarios, donde el
acusado demuestre que es indispensable para confrontarse con los testigos del fiscal,
que el conozca informes, papeles y memorandos preparados por los agentes del
gobierno, en estos casos puede pedirlos.
Evidencia exculpatoria en poder del fiscal

En los casos de Pueblo V.S. Echevarría, 128 D.P.R. 229 (1991) y en Pueblo V.S. Santa
Cruz Bacardí, 149 D.P.R. 223 (1999), se incorporó en P.R. la norma de que por
imperativo del debido proceso de ley el fiscal tiene el deber de revelar a la defensa
cualquier evidencia exculpatoria, testimonio perjuro o indicios de falsedad en la
prueba que tenga en su poder. El Tribunal Supremo reiteró esta norma en Pueblo
V.S. Velázquez Colón, 2008 T.S.P.R. 124. Ejemplo si uno de los testigos que va a
declarar cometió perjurio y ofreció al fiscal declaraciones inconsistentes entre si, o
incompatibles con la relación de los hechos que los demás testigos hacen.
Caso de Pueblo V.S. Morales 117 D.P.R. 497

En este caso el Tribunal Supremo de P.R. expresó que aunque el fiscal tiene obligación
de revelar prueba favorablemente al acusado, se requiere alguna demostración
afirmativa, por parte del acusado de la existencia de la prueba. Ello es así porque el
acusado no tiene derecho a una expedición de pesca en los archivos del fiscal. El
acusado debe demostrar que existe base sustancial para creer que existe la prueba y
que la misma es de gran materialidad para su defensa. Es importante que se
establezca que el solicitante demuestra la importancia de esa prueba exculpatoria que
quiere adquirir y que la misma se relaciona con su defensa, como parte de ese proceso.
Documentos que se pueden fotocopiar como parte del proceso

• Resultados de exámenes físicos o mentales, pruebas científicas y experimentos que el


fiscal utilizará en el juicio o que sean pertinentes. Resuelto en el caso de Pueblo V.S.
Olmeda Zayas, 2009 T.S.P.R. 94.
• Libros, documentos, y objetos pertinentes que el fiscal utilizará en el juicio o que
hubiesen sido ocupados al acusado.
• Récord de convicciones previas del acusado.
• Cualquier informe sobre delito contra el acusado preparado por la policía y que sea
pertinente.
• No se pueden inspeccionar documentos internos que contengan opiniones, teorías o
conclusiones del fiscal.
Continuación del descubrimiento de prueba

En el caso de Pueblo V.S. Guzmán Meléndez, 2004 T.S.P.R. 13, el Tribunal Supremo
de P.R. resolvió que un acusado tenía el derecho a la documentación relacionada con
el mantenimiento del instrumento para conducir pruebas de aliento que mide alcohol
en la sangre (Intoxylizer), y la información o certificación de los perítos de dicho
instrumento. Este tipo de prueba debe ser entregado dentro de un término razonable,
en consideración al precepto de derecho a juicio rápido. La entrega de estas pruebas
tardiamente, sin unas causas justificadas violente el derecho a juicio rápido y el
magistrado tiene la facultad para desestimar y archivar la correspondiente denuncia o
acusación.
Deposiciones en casos criminales bajo la regla 94 de P.C.

La regla 94 de P.C. permite a ambas partes acusado y fiscal tomar deposiciones


cuando, de medir circunstancias excepcionales y en interés de la justicia, el tribunal
lo ordene en cualquier momento después de haberse presentado una denuncia o
acusación. De mediar una estipulación de las partes y el consentimiento del tribunal,
se puede tomar cualquier clase de deposición. En este proceso criminal esto se hace
solo para preservar la evidencia, mientras que en los casos civiles es para descubrir
evidencias. Estas pruebas se pueden usar en el juicio si el deponente ha fallecido, si
tiene una enfermedad grave que le impida acudir al tribunal y que haya evadido la
jurisdicción voluntariamente y las autorides hayan gestionado la citación y no se
pueda localizar.
Defensa de incapacidad mental o trastorno mental transitorio

• Deberá proveer los nombre de los testigos con los que se propone establecer la defensa
o incapacidad mental o de trastorno mental transitorio.
• La dirección de los testigos que se van a utilizar en el proceso.
• Los documentos a ser utilizados para sostener la defensa, supliendo copia de los
mismos, y de no poseerlos, informar en poder de quien se encuentran tales documentos,
autorizando a que los mismos sean fotocopiados.
• Hospital u hospitales en que estuvo recibiendo tratamiento y las fechas en que las
recibió.
• Médicos o facultativos que hubiesen tratado o atendido al imputado en relación a su
incapacidad mental o condición de trastorno mental transitorio.
El Juicio en Puerto Rico

En Puerto Rico el juicio se da de (2) dos maneras, el juicio por derecho y el juicio
por jurado. En el juicio por derecho el Juez que ve el caso admite las pruebas,
adjudica credibilidad y adjudica la resolución del caso. En los juicios por jurado
es el jurado el que adjudica la inocencia o culpabilidad del imputado según la
creedibilidad de los testigos, en esté proceso el jurado es sacado afuera mientras
el juez admite o rechaza las pruebas a ser admitidas, una vez son admitidas
entonces se llama al jurado para escuchar las pruebas. Deben concurrir por lo
menos (9) personas de los (12) que componen ese jurado. El juicio por jurado es
un derecho constitucional a los que los imputados tienen derecho en los procesos
criminales.
Renuncia al juicio por jurado

La renuncia al jurado se hará expresa y personalmente por el acusado.


Cerciorándose el juez de que la misma es inteligente y voluntaria. De ser ello así y
solicitarse la renuncia antes de comenzar el juicio, el juez tiene que conocerla. Esta
norma se resolvió en los casos de Pueblo V.S. Rivera Suárez 94 D.P.R. 510 (1967); y
Pueblo V.S. Juarbe de la Rosa, 95 D.P.R. 753 (1968) además resolvió que los jueces de
primera instancia tienen la obligación de explicarle al acusado las consecuencias de
renunciar al juicio por jurado. El Tribunal Supremo de P.R afirmó que cuando la
renuncia se presenta una vez comenzado el juicio será discrecional del juez aceptarla.
En este contexto esto significa que cuando comienza el juicio se ha movido, la
maquinaria de la justicia en la fecha y hora señalada para la celebración del juicio.
Factores a considerar en la renuncia del juicio por jurado

En el caso de Pueblo V.S. Borrero Robles, 113 D.P.R. 387 (1982), se aclaró que los
factores a considerar en la renuncia del juicio por jurado una vez comenzado el juicio
son: 1. Posibles trastornos a la justicia. 2. Tardanza de la defensa en formular su
petición, peso de las razones que lleve a la defensa al formular su petición, posición
del ministerio público al respecto y la existencía o no de condiciones que puedan
amenazar el derecho a un juicio justo imparcial. En este último factor se reconoce
que puede haber circunstancias en que sea imperativo renunciar al jurado y
continuar por tribunal de derecho a los fines de garantizar el derecho constitucional a
un juicio justo e imparcial, si este fuere el caso habra que aceptar la renuncia al
jurado.
Requisitos para ser jurado en Puerto Rico

• La Regla 96 de P.C. indica los requisitos para ser jurado en Puerto Rico.
• Ser ciudadano de los Estados Unidos de América y del Estado Libre Asociado de P.R.
• Tener entre (18) a (70) años de edad.
• Tener (1) año de residencia en Puerto Rico y (90) días en el distrito o región, previo a
la inscripción de su nombre en la lista de jurados.
• Saber leer y escribir.
• Hallarse en poseción de sus facultades mentales y físicas; tener regular inteligencia y
no estar décrepito.
• No haber sido convicto de delito grave, o de cualquier otro delito que implique
depravación moral.
• No haber servido de jurado en los últimos (2) años.
La detención preventiva y el término de tiempo de comienzo del juicio

El Supremo aclaró en el caso de Pueblo V.S. Paonesa Arroyo, 2008 T.S.P.R. 34, que
para propósitos de la claúsula de detención preventiva, el juicio comienza desde que el
juez toma la juramentación preliminar del jurado. Esta juramentación al jurado es la
que da inicio al juicio, está definido este concepto en la regla 119 de P.C. para que a un
acusado no haya que liberarlo por un Habeas Courpus antes de los (6) meses sin
celebrarle un juicio, el juez debería tomarle la juramentación al jurado antes de los
(6) meses, ya que la norma reiterada en el caso citado establece que una vez estén
juramentados los miembros del panel del jurado entonces se considera iniciado el
proceso de juicio.
Desinsaculación del Jurado

Esto significa que se comienza con la selección del jurado, se hace antes de leerle la
acusación antes del inicio del juicio. El caso de Pueblo V.S. Rivera Santiago, 2009
T.S.P.R. 136, aclaró que este procedimiento evita la selección de un candidato a jurado
que pueda tener un juicio obnubilado o denote visos de parcialidad. El proceso
comienza con unas preguntas que el Juez le hace a los candidatos, luego le permite
preguntar al fiscal y el abogado defensor, las preguntas se dirigen a verificar si los
candidatos cumplen o no cumplen con los requisitos y para comprobar que no existe
ningún intéres de ellos a favor o en contra del acusado para que no se vicie el proceso y
este sea el más objetivo posible.
Medidas que el Juez debe tomar para garantizar un juicio justo

El caso de Pueblo V.S. Hernández, 126 D.P.R. 427 (1990) explicó que el juez tiene los
instrumentos necesarios durante la etapa de desinsaculación del jurado para
seleccionar los candidatos idóneos para jurado y minimizar la publicidad adversa al
acusado. Entre ellas están: 1. Permitir un Voir dire extenso y riguroso que permita
examinar el efecto de la publicidad perjudicial sobre cada candidato a jurado a
recusar a los que tengan opinión formada. El Voir dire es para observar la capacidad
de los miembros del jurado para no estar prejuiciado. También el Juez puede
extender el secuestro del Jurado en algunos casos extraordinarios.
Diferencia entre las recusaciones motivadas y las perentorias

Una recusación es una objección que se le hace a los miembros de jurado, con el fin
de establecer que no debe pertenecer a dicho jurado. La recusación motivada
requiere un fundamento legal y ese fundamento legal sería uno de los que aparecen
en las reglas 121, 122 y 123 de P.C., por ejemplo que un miembro del jurado que
tiene menos de 18 años o más de 70 en este caso no puede ser jurado, o que ese
miembro del jurado este sordo, cuando ha leído el caso que va a resolver en los
periódicos, esta última lo que le impide ser parte del jurado es si le preguntan que si
esa opinión que tuvo al leer el periódico le impediría formarse de una opinión
objetiva del asunto en el que el es parte, a base de la prueba que se le va a presentar
en ese juicio. En la recusación perentoria no hay que tener fundamento es cuando
ambas partes deseen pedirla. Son (10) perentorias en asesinato en primer grado
para ambas partes fiscal y abogado. En otros casos (7) para ambas partes.
Veredicto del jurado por mayoría

La inocencia o culpabilidad puede ser por mayoría de (9) a (3) o estos otros números
también, (10) a (2) o (11) a (1). En las Cortes Federales los casos criminales deben ser
de (12) por unanimidad, esto se resolvió en el caso de Williams V.S. Florida, 299 U.S.
78. En Puerto Rico para poder renunciar al jurado se debe cumplir con (3) requisitos
que son: 1.Tiene que renunciarlo el abogado personalmente. No puede renunciarlo por
escrito. 2. El juez tiene que interrogar al acusado para ver si comprende el alcance de
esa renuncia por parte del acusado. 3. El acusado tiene que renunciar personalmente
en el tribunal. El caso de Pueblo V.S. Guzmán 100 D.P.R. 198, aclaró que el acusado y
su abogado tienen derecho absoluto a renunciar al jurado al momento de comenzar el
juicio. La defensa escoge lo que quiera hacer en ese momento y el juez no se lo puede
negar. Pero si el juicio ha comenzado es discrecional del juez negarle ese derecho a
renunciar al juicio por jurado.
Conferencia con antelación al juicio

Por orden del tribunal, a iniciativa propia o de una de las partes se puede ordenar
una conferencia con antelación al juicio para estipular o resolver asuntos suceptibles
de ser determinados con antelación al mismo. Se celebrará (10) días antes del juicio
salvo alguna situación excepcional y la misma se puede solicitar tan pronto se radica
la acusación o denuncia. El Juez que ve este proceso no está imposibilitado de ver el
juicio, si el acusado presta una confesión o una admisión la misma deberá ser
firmada por este y debe autorizar su uso el día del juicio. Esta etapa está diseñada
para que las partes puedan estipular los preacuerdos entre ambos.
Continuación de las alegaciones preacordadas

7. Las partes notificarán al tribunal del acuerdo en sesión pública o en cámara.


8. Deberá redactarse un récord del acuerdo.9. El tribunal podrá aceptar o rechazar
este acuerdo. El Juez podrá posponer su decisión hasta recibir el informe
presentencia. 10.Si la negociación incluye una recomendación sobre una sentencia
en particular, el juez deberá advertir al acusado que no está obligado a imponer tal
sentencia y que una vez acepte su alegación no podrá retirarla. 11. El tribunal
deberá verificar que la alegación del acusado es voluntaria e inteligente, además,
deberá cerciorarse que la negociación se hizo según la ley y la ética, y que aceptar la
alegación sirve a los mejores intereses de la administración de la justicia. 12. El
Tribunal está en la obligación de investigar si hay base en los hechos para la
alegación de culpabilidad. El caso de Pueblo V.S. Santiago Agricourt, 98 J.T.S. 148
sostuvo que para estos fines, puede requerir a las partes información y documentos
que estime necesarios y podrá examinar al acusado o un testigo, regla 72 (7).
Alegaciones preacordadas antes del juicio

El procedimiento a seguir esta en la regla 72 de P.C. y se da entre la defensa y el fiscal,


pero debe haber un consentimiento de los perjudicados y del Secretario de Justicia
através del Preocurador General que es el jefe de los fiscales. La determinación final
de si se acepta o no es del Juez que tiene el caso asignado. Los requisitos son los
siguientes: 1.La negociación entre el fiscal y la defensa será en términos de que el
acusado se declara culpable del delito imputado en la acusación o de uno menor en ese
grado u otro delito relacionado. 2. Solicitar el archivo de otros cargos pendientes
contra el acusado. 3. No alegar reincidencia o reincidencia habitual. 4. Recomendar
determinada sentencia o no oponerse a la que solicite la defensa. 5. Acordar con la
defensa que determinada sentencia es la apropiada. 6. El tribunal no participará en
estas conversaciones ni estará obligado por las mismas.
Continuación de alegación preacordada

La Ley 337 de 2 de septiembre de 2000, estableció que si el acusado no es ciudadano de


los Estados Unidos, el juez deberá advertirle que aceptar una alegación preacordada
podría conllevar su deportación o la denegatoria de su naturalización. Si el tribunal
acepta la alegación preacordada le notificará al acusado que la misma se hará formar
parte de la sentencia. Si el tribunal rechaza la alegación preacordada, le dará al
imputado la oportunidad de retirar su alegación, advirtiéndole las consecuencias de no
hacerlo. El caso de Pueblo V.S. Antonsanti, 99 J.T.S. 55, advirtió a los jueces que no
pueden abusar de su discreción al denegar una alegación preacordada. La notificación
al tribunal de una alegación preacordada debera hacerse antes del juicio,
preferiblemente en la lectura de acusación. No obstante, el tribunal podrá
discresionalmente aceptar la alegación en cualquier momento durante la celebración
del juicio.
Consecuencias de las alegaciones preacordadas

Si el imputado se declara culpable en la alegación preacordada entonces, no se va a


celebrar el juicio, el juez lo va citar directamente a la lectura de sentencia. En caso
de que se declare como no culpable, entonces si se va a citar para la celebración del
juicio. El caso de Pueblo V.S. Ayala Rodríguez, 116 D.P.R. 382 (1985), afirmó que los
jueces pueden requerirle a los abogados que en el acto de lectura de acusación
indiquen si desean entrar en conversaciones con fiscalía para llevar a cabo una
alegación preacordada. Ello permitirá señalar el juicio para una fecha en que el
fiscal tenga autorización del Departamento de Justicia para recomendar una
alegación preacordada segun se requiere en la orden administrativa del
Departamento de Justicia. Cualquiera de las partes puede retirar su consentimiento
a un acuerdo de alegación preacordada con anterioridad a que el mismo sea
aceptado por el tribunal y el acusado haga alegación de culpabilidad o realizado
algún otro acto en detrimento de sus derechos.
Las sentencias suspendidas

En el caso de Pueblo V.S. Álvarez, 154 D.P.R. 566 (2001), el Supremo aclaró que
quedan excluídos del beneficio de las sentencias suspendidas los convictos que han
utilizado o intentado utilizar un arma de fuego en la comisión de un delito grave o
su tentativa. La Ley # 135 de 3 de junio de 2004 también excluye de los beneficos de
esta sentencia, todo convicto de delito de portar o transportar armas de fuego
ilegalmente. El Tribunal Supremo reiteró en el caso de Cruz V.S. Superintendente
de la Policía de P.R. 125 D.P.R. 603 (1990), que la eliminación de un delito del
record penal, bajo el 34 L.P.R.A. 1731, tiene el efecto de eliminación para todo
asunto jurídico, como sentencias suspendidas, licencias de portar armas y otras
gestiones. Una vez borrado los delitos del expediente no se puede discriminar y se
considera que esta apto para el trámite.
La libertad bajo palabra

El caso de Pueblo V.S. Quiles, 2006 T.S.P.R. 45, nos explica que el beneficio de la
libertad bajo palabra no es un derecho reclamable sino un privilegio, cuya
conseción y administración recae en el tribunal o en la Junta de Libertad Bajo
Palabra. Sin embargo, el Tribunal Supremo aclaró que una vez conferida la
libertad bajo palabra, el convicto goza de un interés de libertad del cuál no puede
ser despojado sin un debido proceso de ley. Esto requiere que el Estado le provea
ciertas garantías mínimas antes de revocar su libertad bajo palabra a saber, una
vista preliminar y una vista final.
Las distintas sentencias impuestas por el tribunal

Las sentencias suspendidas, son las que impone el tribunal suspendiendo el ingreso a
la institución penal, pero a su vez se reportan a los oficiales probatorios adscritos al
tribunal, quedandose los sentenciados bajo la custodia del propio tribunal, incurrir
en violación a las condiciones impuestas conllevaría revocar esta sentencia y su
posterior ingreso a una institución penal luego de una vista ante un magistrado. No se
puede otorgar en los delitos de asesinato, robo, incesto, extorsión, agresión sexual,
sodomía, (eliminado del Código Penal), actos lascivos e impudicos cuando la víctima
fuere menor de 14 años, secuestro, escalamiento, incendio malicioso, sabotaje de
servicios públicos, Ley de Armas, Ley de Explosivos, Ley de substancias controladas
o cuando se utilicen armas de fuego en la comisión de un delito.
Sentencia concurrente

Esta sentencia se impone en una sola cuando el imputado se le impone más de una
sentencia por delitos diferentes en este caso cumpliría la sentencia mayor. Ejemplo
una sentencia de (8) años por robo y otra sentencia de (10) años por escalamiento,
solo cumpliría los (10) años ya que esta cumpliendo los (8) años en la misma
sentencia de los (10) años. Esta sentencia solamente las impone el juez a su
discreción, no se impone en todos los casos. Cuando el tribunal no indica la manera
en que habrá de cumplirse la reclusión, se entenderá que la sentencia es concurrente,
salvo que se trate de uno de los delitos en que la ley dispone que la pena sea
consecutiva.
Sentencia consecutiva

La sentencia consecutiva es aquella que se debe cumplir una detrás de la otra,


se debe esperar que concluya una para empezar la otra. Se impondrá
consecutivamente cuando la persona sea sentenciada por un delito cometido
mientras estuviere en apelación de la sentencia por otro delito. Mientras
estuviera en libertad por haberse anulado los efectos de una sentencia
condenatoria, o mientras estuviere recluído por defecto de pago de multa. En
otros casos graves el juez puede imponerla también de forma consecutiva.
Además si el imputado constituye un riesgo para la comunidad.
Moción de nuevo juicio

La regla 188 de P.C. postula que se puede solicitar un nuevo juicio, si se descubre
nueva evidencia sustancial que no pudo ser descubierta a pesar de que se hicieron las
diligencias razonables. El caso de Pueblo V.S. Morales 115 D.P.R. 107, dictaminó que
la moción de nuevo juicio solo procederá cuando la prueba que se va a presentar
cumpla con los requisitos impuestos en este caso. Esta moción se dirige a la discreción
del Juez que va a ver esa apelación. De ser denegada el Tribunal Supremo no
intervendrá con esa decisión, salvo que se demuestre claramente un abuso de
discreción por parte del Tribunal de Instancia que resolvió la petición.
Continuación de la moción de nuevo juicio

Los requisitos para que se pueda ver un nuevo juicio son los siguientes. 1. No se pudo
descubrir la prueba nueva con razonable diligencia antes del juicio. 2. No es
meramente acumulativo. 3.No impugna la prueba aducida durante el juicio. 4. Es
creíble esa nueva prueba. 5. Probablemente produciría un resultado distinto. Entre
los abusos de discreción por parte del juez de instancia de acuerdo al caso resuelto
por el Tribunal Supremo de Puerto Rico se encuentran: 1. Si ese veredicto se
determinó por suerte. 2. Si el veredicto fue contrario a derecho o a la prueba
presentada. Si el acusado no estuvo presente en una etapa del juicio en que se
requiere su presencia. Se requiere en la lectura de acusación, pero recuerden que el
acusado tiene derecho a estar, si el quiere en todo el juicio y el juez en algún
momento lo ha echado afuera sin razón o si se ha comunicado con el jurado a
espaldas del acusado, aunque sea para darle instrucciones.
Apelaciones el Certiorrari y el Habeas Courpus

En noviembre de 2003 entró en vigor la Ley de la Judicatura de Puerto Rico. Esta ley
dispone en el artículo 5.001 que el Tribunal de Primera Instancia tendrá jurisdicción
en general en todo caso de naturaleza civil o criminal en el Estado Libre Asociado de
P.R. de toda causa por delitos graves o menos graves. Todas las infracciones a las
Leyes Municipales y cualquier otra que se determine por ley. El Tribunal Apelativo
tendrá jurisdicción en todo asunto donde surja una causa criminal y se haya
practicado una detención ilegal, a través de la radicación de un Habeas Courpus. En
casos de Certiorrari las partes perjudicadas tienen 30 días para solicitar esta revisión
de una decisión interlocutoria contados desde la notificación de la resolución final del
Tribunal de Instancia. Resuelto en el caso de Pueblo V.S. Rodríguez, 2006 T.S.P.R. 37.
Criterios para celebrar un nuevo juicio bajo la regla 192 de P.C.

El caso de Pueblo V.S. Marcano 152 T.S.P.R. (2000), resolvió que aunque tanto la
regla 188 (nuevo juicio) como la 192 se refieren a una solicitud de nuevo juicio
presentando nuevas pruebas, la regla 192 solo procede después que se ha dictado la
sentencia condenatoria, y esta haber advenido firme. Es decir, se busca controvertir
una sentencia ya impuesta por el tribunal. La diferencia es que bajo la regla 188 de
P.C. se exige prueba que probablemente hubiera cambiado el fallo o veredicto de
culpabilidad. Bajo la regla 192 de P.C. el criterio bajo esta regla es un poco mayor.
La regla 192.1 se utiliza para solicitar una correción de una sentencia mal impuesta
por un magistrado.
Moción de reconsideración del juicio

La regla 216 de P.C. autoriza al acusado convicto a presentar una moción de


reconsideración solicitando del juez que reconsidere la sentencia o el fallo de
culpabilidad adjudicado por el juez o el jurado. Para estos casos la Ley 251 de
1995 impone un término de prescripción improrrogable de 15 días para solicitar
la reconsideración de esa decisión. De no solicitarla se considerará que la
adjudicación será final y firme dentro de esa jurisdicción, pero con derecho a
solicitar cualquier apelación cuando entienda que exista algún error en derecho.
Presencia de la prensa en el juicio criminal

Los casos federales Globe Newspaper V.S. Superior Court, 102 S. Ct. 2613 (1982) y
Richmond Newspapers V.S. Virginia, 100 S. Ct. 2814 (1980), establecen que bajo la
primera y décimocuarta enmiendas los periodistas son los representantes del público y
tienen derecho a representarlos en sala. En consecuencia una regla de exclusión
compulsoria que requiera, bajo cualquiera de las circunstancias, la exclusión del
público y prensa del juicio en su fondo durante el testimonio de la víctima de delito
sexual es inválida por estar en abierta contravención con la primera enmienda.
Continuación del acceso a la prensa

En el caso de el Vocero V.S. E.L.A. 131 D.P.R. 356, se planteó la constitucionalidad de


la regla 23 de P.C. que ordena que la vista preliminar sea en privado, a menos que el
imputado solicite que sea pública. El Tribunal Supremo Federal en el caso de el Vocero
V.S. Puerto Rico 113 S. Ct. 2004 (1993) resolvió que como la vista preliminar es muy
parecida a un juicio, la primera enmienda de la Constitución Federal exige que se
permita el acceso del público y no puede ser en privado. Por tanto dicha regla es
inconstitucional. En Puerto Rico la Ley 197 del 12 de agosto de 1995 enmendó el inciso
(c) de la regla 23 de suerte que ahora la vista es pública, con ciertas excepciones donde
el tribunal debe celebrar otra vista para justificar el cierre en privado de la vista
preliminar. El caso de Pueblo V.S. Pepín Cortés, 2008 T.S.P.R. 101 explíca esta
doctrina.
Imposición de la sentencia

El tribunal deberá explicar verbalmente o por escrito las razones para imponer dicha
sentencia. La regla 162 de P.C. provee un término para que se dicte sentencia dentro de
24 horas en los delitos menos graves y (3) tres días después del fallo en delitos graves.
El debido proceso de ley requiere que la sentencia sea pronuciada dentro de un
término razonable. Los casos de Pueblo V.S. Aponte, 105 D.P.R. 901 (1977); Pueblo V.S.
Kuilan, 113 D.P.R 831 (1983) establecieron que no es irrazonable ni ílegal cuando se
debe a que el convicto cumple sentencia en otra jurisdicción. Si la persona no
comparece de ser citada, se procederá a dictar sentencia, ya que su ausencia se
presume voluntaria salvo que demuestre lo contrario resuelto en Pueblo V.S. Lourido
Pérez, 115 D.P.R. 798 (1994).
Cuando no se debe dictar sentencia

La regla 168 de P.C. establece los fundamentos para presentar una moción para que
no se dicte sentencia, una es cuando el imputado desarrolla una incapacidad mental
luego del fallo o veredicto. En este caso se solicita la suspensión de la sentencia por
improcesabilidad según la regla 240 de P.C. enviándose al imputado a un tratamiento
hasta que pueda comprender los otros procesos que se le harán en su contra. Una vez
este apto se le ordena una nueva fecha para dictarle su sentencia. Este proceso se hace
ya que la Constitución ordena que la persona pueda entender los procesos en su
contra. Además no se puede dictar sentencia cuando el delito ha prescrito o cuando no
es la persona contra quien se dicta la sentencia impuesta.
Ley de extradiciones de Puerto Rico

En Puerto Rico se adoptó la Ley # 4 del 24 de mayo de 1960. Se preparó amparada en


Nacional Conference on Uniform on Crime. Esta Ley de Puerto Rico hizo algunas
enmiendas a la Ley Federal de Extradiciones incorporándole artículos que se
adaptarán a la realidad nuestra. El propósito era que fuera uniforme con los otros
estados de la nación americana. El procedimiento lo inicia el estado reclamante
mediante la presentación de una demanda. Esta demanda se presentará al
Gobernador del Estado Libre Asociado de Puerto Rico, solicitándole que arreste y
entregue a las autoridades ejecutivas del estado reclamante a toda persona que ha
sido acusada o convicta de un delito en dicho estado y hubiere huído del mismo,
encontrandose en Puerto Rico.
Continuación de la Ley de extradiciones

La extradición de un país a otro se da por delitos graves o menos graves pero no aplica
a las faltas administrativas. La demanda deberá cumplir con los siguientes requisitos
formales entre los que se encuentran los siguientes: 1. La solicitud será por escrito.
2. Alegar que la persona reclamada estaba en el estado reclamante al momento en que
se cometió el delito imputado, excepto cuando se trata de una persona que cometió actos
que generaron responsabilidad en el estado reclamante, aún cuando no estaba en el
momento de la comisión del delito en dicho estado. En este último caso bastará
mencionar tal hecho. 3. Alegar que la persona reclamada se evadió de la jurisdicción del
estado reclamante.
Continuación de extradiciones

4. Acompañar con la demanda de extradición de una copia debidamente auténticada


por las autoridades ejecutivas que hicieren la demanda, de la acusación del Gran
Jurado, o de la acusación del fiscal basada en una declaración jurada prestada en el
estado que tuviere jurisdicción sobre el delito, o una declaración jurada ante un
magistrado de dicho estado junto con la copia de cualquier orden de arresto o
detención que se hubiera expedido, o la copia debidamente auténticada de un fallo
condenatorio o de una sentencia impuesta por ejecución del mismo, acompañada de
una declaración de las autoridades ejecutivas del estado reclamante en cuanto a que la
persona reclamada ha escapado de la cárcel o institución reclusiva, ha violado los
términos de su fianza, libertad a prueba o libertad bajo palabra. Estos documentos
deberán imputar sustancialmente a la persona reclamada la comisión de un delito
bajo las leyes del estado reclamante.
Deberes del Gobernador en cuanto a la Ley de extradiciones

El Gobernador ordenará al Secretario de Justicia que investigue o refiera para


investigación la demanda y le rinda un informe sobre la situación y circunstancias de
la persona reclamada con las recomendaciones correspondientes. La culpabilidad o
inocencia de la persona reclamada en cuanto al delito imputado en el estado
reclamante no podrá ser investigada en sus meritos por el Gobernador, limitándose
su intervención a lo relativo a la identificación de la persona detenida. Los tribunales
de federales tienen autoridad para obligar al Gobernador de un estado o territorio a
cumplir con una solicitud válida de extradición de parte de otro Gobernador.
Resuelto en el caso Puerto Rico V.S. Branstand, 483 U.S. 219 (1987)
Continuación de los deberes del Gobernador

En Puerto Rico cuando se ha iniciado una acción penal contra la persona reclamada o
la persona esta cumpliendo sentencia por un delito, el Gobernador podrá
discrecionalmente entregar a la autoridad ejecutiva del estado reclamante a la
persona, o retenerla hasta que haya sido juzgada y exonerada, o convicta y castigada
en Puerto Rico. De proceder la demanda de extradición, el Gobernador por conducto
del Secretario de Justicia solicitará de un juez del Tribunal Superior de Primera
Instancia de Puerto Rico que expida la correspondiente orden de arresto, la cual
podrá ser diligenciada por cualquier funcionario del orden público o persona
autorizada para ello. En la orden deberán consignarse sustancialmente los hechos
necesarios para su validez.

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