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C A P Í T U L O 1 4

VARÓN DE 60 AÑOS
CIRRÓTICO QUE ACUDE
AL SERVICIO DE URGENCIAS
POR RECTORRAGIAS

CASO CLÍNICO

Varón de 60 años que acudió al servicio de urgencias por aumen-


to del perímetro abdominal y rectorragias. Como antecedentes des-
tacaban una cirrosis hepática de origen alcohólico diagnosticada
años antes; también era bebedor activo con múltiples episodios de
descompensación hidrópica que sólo requirieron ingreso en una oca-
sión. Hace 15 años presentó un episodio de hemorragia digestiva
alta por úlcera duodenal. Como tratamiento previo tomaba furosemi-
da y espironolactona, aunque no era buen cumplidor con la medica-
ción.
Antes de acudir a urgencias, el paciente había presentado varios
episodios de rectorragias abundantes al final de la deposición de
aproximadamente 3 días de evolución acompañadas de deposicio-
nes líquidas con dolor abdominal difuso tipo cólico. También refería
un aumento progresivo del perímetro abdominal junto con coloración
ictérica de la piel. En ningún momento el paciente había presentado
fiebre. A su llegada a urgencias se presentaba consciente y orienta-
do, con palidez de piel y mucosas e ictericia cutaneomucosa. Tenía
una temperatura de 38 ºC. La auscultación cardiaca era normal y en
la pulmonar presentaba roncus diseminados en ambos campos pul-
monares. El abdomen presentaba ascitis, pero no a tensión.
En la analítica, el hemograma daba una Hb de 7,4 g/dl, volumen
corpuscular medio (VCM) de 98 fl, plaquetas de 157 ⫻ 103/µl y leu-
E. MARÍN ALCOLADO cocitos de 7,6⫻ 103/µl, con fórmula normal. En cuanto a la bioquími-
C. BLESA RADIGALES ca, presentaba una creatinina levemente aumentada, 1,7 mg/dl, urea
26 mg/dl, sodio 133 mmol/l, potasio 4,7 mmol/l, proteínas totales 5,1 g/
dl y perfil hepático alterado, con bilirrubina de 7,7 mg/dl y transami-
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nasas de GOT 76 U/l, GPT de 76 U/l, GGT de 381 gias. La ascitis respondió bien al tratamiento
U/l y fosfatasa alcalina (FA) de 114 U/l. La hemos- diurético.
tasia presentaba actividad de protrombina acep- Durante su ingreso en el servicio presentó un
table de 80 % y fibrinógeno de 478 mg/dl. deterioro progresivo de la función renal, alcanzan-
Durante su estancia en urgencias se realizó do creatininas en torno a 3 mg/dl, cuadro proba-
una paracentesis diagnóstica, descartándose blemente secundario a niveles de hipovolemia
peritonitis bacteriana espontánea (PBE). Los mantenidos, y fue tratado con expansores de volu-
hemocultivos, con extracción coincidiendo con men. Se consultó con el servicio de nefrología para
el pico de fiebre, fueron estériles. También se valorar al paciente para posible programa de
practicó un urocultivo, que en un principio pre- hemodiálisis crónica, pero finalmente fue rechaza-
sentó contaminación y que al repetirse fue nega- do debido a sus antecedentes de alcoholismo ac-
tivo. La radiografía de tórax fue normal. tivo y a la presencia de cirrosis hepática. El pacien-
Como prueba complementaria se realizó una te fue tratado entonces con albúmina intravenosa
ecografía abdominal, que mostró un hígado y altas dosis de furosemida, pero no respondió
pequeño e irregular y ascitis importante (pese a positivamente. La creatinina fue aumentando de
que la calidad de la exploración no era la desea- forma progresiva y llegó a niveles de 11,8 mg/ dl,
ble). Al poco tiempo de su ingreso, se realizó una urea de 201 mg/dl, sodio de 140 mmol/dl y pota-
colonoscopia izquierda que alcanzó el colon des- sio de 3,5 mmol/dl y un aclaramiento de creatinina
cendente, sin visualizarse sangre en el trayecto de 2 ml/min. El día 10 de enero de 2005, el pacien-
explorado, aunque se identificaron hemorroides te presentó un episodio de hemorragia digestiva
internas grado I-II con signos de sangrado alta con probable aspiración, y falleció de forma
reciente. La temperatura se normalizó de forma brusca por parada cardiorrespiratoria.
espontánea.
Durante su ingreso, el paciente presentó
abundantes y frecuentes episodios de rectorra- DIAGNÓSTICO DEFINITIVO
gia y se repitieron en otras dos ocasiones colo-
noscopia completa y otra rectosigmoidoscopia,
– Hemorragia digestiva baja secundaria a
en las que aparecían, al igual que en la primera,
hemorroides internas.
hemorroides internas con signos de sangrado
– Cirrosis hepática de origen alcohólico.
reciente. Los episodios de rectorragia se acom-
– Insuficiencia renal progresiva por probable
pañaron de importantes anemias, llegando
necrosis tubular aguda secundaria a cua-
incluso a valores de Hb de 6 g/dl que requirieron
dros de hipovolemia mantenidos.
frecuentes transfusiones, en total 29 unidades
– Aspiración por hemorragia digestiva alta,
de sangre, para mantener la Hb alrededor de 9 g/
como causa del fallecimiento.
dl. Las rectorragias ocasionaron episodios de
hipovolemia que requirieron tratamiento activo.
A pesar de las medidas conservadoras que se COMENTARIOS
realizaron, que incluyeron la perfusión de soma-
tostatina y la ligadura con bandas elásticas de
hemorroides internas, el paciente continuó con HEMORROIDES
las rectorragias. Ante la persistencia de éstas,
las frecuentes anemias y el deterioro de la fun- INTRODUCCIÓN. DEFINICIÓN
ción renal, y con el consentimiento del paciente,
que conocía el riesgo que comportaba la ciru- Las hemorroides son una patología común,
gía, fue intervenido el 14 de diciembre de 2004, aunque su prevalencia es aún desconocida. La
3 semanas después de su ingreso, realizándose mayoría de los pacientes y de los médicos tien-
una hemorroidectomía submucosa. En el poso- den a atribuir a las hemorroides cualquier sínto-
peratorio presentó sangrado en las 24 horas ma anorrectal. Es importante para los gastroente-
siguientes, precisando transfusión de dos nue- rólogos, cirujanos y para los médicos de atención
vas unidades de sangre; desde entonces, no primaria realizar un diagnóstico correcto y un
volvió a presentar nuevos episodios de rectorra- adecuado y efectivo tratamiento [1].
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Las hemorroides pueden definirse como el de las columnas rectales y es aquí donde las
resultado de la congestión y un grado variable de venas rectales superiores del sistema porta se
prolapso de las estructuras vasculoelásticas anastomosan con las venas rectales medias e
compuestas de arteriolas, vénulas, comunicacio- inferiores del sistema cava. Estas venas forman
nes arteriovenosas, tejido elástico y conectivo, y un plexo venoso clínicamente importante, y su
músculo liso, que en condiciones fisiológicas agrandamiento da como resultado las hemorroi-
revisten y almohadillan el canal anal, asegurando des internas. Los extremos superiores de las
así la oclusión de la luz del canal anal y contribu- columnas rectales señalan la línea anorrectal,
yendo a la presión anal de reposo. Se clasifican donde el recto se une con el conducto anal. Los
en internas y externas, según su localización [2]. extremos inferiores de las columnas anales están
Las hemorroides internas son consecuencia de la unidos unos a otros por pequeños pliegues semi-
afectación de los plexos hemorroidales internos lunares mucosos denominados válvulas anales.
que se presentan por encima de la línea dentada El límite inferior de éstas, en forma de cresta, se
y debajo de la mucosa. Habitualmente presentan denomina línea pectínea o anillo hemorroidal, e
tres localizaciones principales: lateral izquierda, indica la unión de la parte superior del canal anal
anterolateral y posterolateral derecha. Las exter- (derivado del intestino inferior) y la parte inferior
nas son consecuencia de la afectación de los ple- de éste (derivado del proctodeo u orificio anal).
xos hemorroidales externos, que yacen por Por debajo de la línea pectínea se encuentra el
debajo de la línea dentada y que están cubiertas pecten anal, zona blanco-azulada de aproxima-
por epitelio escamoso [3]. damente 1 cm de ancho. A unos 2 cm por enci-
ma del ano existe una abrupta transición entre
EPIDEMIOLOGÍA. INCIDENCIA. PREVALENCIA epitelio simple y epitelio anal estratificado. Esta
zona de transición entre mucosa anal y piel anal
Los estudios hospitalarios basados en diag- se denomina línea anocutánea, interesante por-
nósticos realizados con rectosigmoidoscopia que se encuentra en el intervalo entre la porción
muestran una prevalencia de hasta el 86 % [1, 4]. subcutánea del esfínter externo del ano y el
No obstante, en Estados Unidos es del 4,4 %, borde inferior del esfínter interno. Distal a la línea
con un pico entre los 45 y 65 años de edad [1, 5]. anocutánea, el canal anal está revestido con piel
Su aumento está asociado con un estatus verdadera, a menudo de color marrón. La lámina
socioeconómico alto. Los datos basados en la propia y la submucosa del conducto anal contie-
población general de Estados Unidos y Reino nen pequeñas venas que constituyen el plexo
Unido sugieren que la prevalencia de las hemo- venoso submucoso [9].
rroides o enfermedad hemorroidal disminuye en Por encima de la línea pectínea, el plexo sub-
la segunda década de la vida [1, 6]. Las hemo- mucoso drena principalmente en las venas recta-
rroides se observan con frecuencia en pacientes les superiores y desde éstas al sistema porta. Los
con lesiones medulares [1, 7, 8]. plexos venosos por encima del diafragma de la
pelvis se anastomosan para formar las venas rec-
ETIOLOGÍA. PATOGENIA. FISIOPATOLOGÍA tales medias izquierda y derecha, que drenan en
las correspondientes venas iliacas internas. Por
Antes de tratar sobre la fisiopatología, etiolo- debajo de la línea pectínea, el plexo venoso sub-
gía y patogenia de las hemorroides, es necesario cutáneo drena en las venas rectales inferiores
un breve repaso de la anatomía del conducto alrededor del borde del esfínter externo del ano,
anal. venas que se comunican con las venas rectales
La mitad superior del conducto anal se carac- medias y superiores [9].
teriza por una serie de cinco a diez pliegues de Algunos de los principales factores que influ-
mucosa longitudinales denominados columnas yen en la formación de las hemorroides son: el
anales de Morgagni. Estas columnas están clara- estreñimiento crónico con esfuerzos prolonga-
mente definidas en los niños, pero a menudo no dos, común en la mayoría de los pacientes; la
lo están tanto en los adultos, especialmente en diarrea; el embarazo; los tumores abdominales o
los ancianos. Las «ramas» terminales de los pélvicos, y el factor hereditario, pues son fre-
vasos rectales superiores se encuentran dentro cuentes en miembros de una misma familia, lo
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que sugiere un aumento de susceptibilidad para el paso del tiempo, las hemorroides tienden a
el desarrollo de hemorroides [10]. Ninguno de prolapsarse y sangran espontáneamente, sin
estos factores ha quedado rigurosamente proba- estar en relación con la defecación [1].
do en estudios epidemiológicos, aunque se ha El prolapso es una manifestación tardía. Con
registrado que el 0,2 % de las embarazadas el tiempo, las hemorroides tienden a un mayor
requieren hemorroidectomía urgente por hemo- grado de prolapso y a aparecer con menores
rroides prolapsadas incarceradas [11]. esfuerzos. Éste puede dar lugar a secreción
La teoría más aceptada para la formación de mucosa, que provoca irritación anal secundaria,
las hemorroides patológicas es la congestión y el definida por los pacientes como prurito, «pesa-
desplazamiento hacia abajo de los «cojinetes» dez» o «quemazón» [1, 2].
vasculoelásticos que revisten el canal anal; se La anemia debida al sangrado crónico por
produce como consecuencia de la fragmentación hemorroides es rara (0,5 pacientes/100.000 habi-
y, por lo tanto, disfunción de los tejidos de ancla- tantes) y responde a la hemorroidectomía [18].
je de éstos [1, 2]. La trombosis hemorroidal es un fenómeno
Se ha demostrado un aumento de presión en común y se da en el plexo anal externo bajo la
el ano en pacientes con hemorroides en condi- mucosa escamosa, en el plexo hemorroidal prin-
ciones basales comparado con controles [10]. El cipal de la submucosa de la parte alta del con-
tono del canal vuelve a la normalidad después de ducto anal, o en ambos sitios a la vez. Se desco-
una hemorroidectomía [12]. noce la causa, pero es posible que se deba a las
La hipertensión portal puede causar varices altas presiones venosas que se desarrollan con
en el canal anal. Estas varices son distintas de las los esfuerzos excesivos, que dan lugar a la dis-
hemorroides y no deberían ser consideradas tensión y a la estasis venosa. El paciente advier-
como verdaderas hemorroides [13, 14]. De te una tumefacción aguda en el borde anal, que
hecho, muchos de los pacientes con hipertensión puede ser muy dolorosa, persiste durante varios
portal y varices rectales no presentan aumento en días y luego cede de una manera gradual y
la incidencia de hemorroides [3]. El sangrado por espontánea; sin embargo, el edema puede per-
hemorroides no tiene la misma fisiopatología que manecer 3 o 4 semanas. En ocasiones, el coágu-
el sangrado por varices rectales, de modo que los lo se proyecta a través de la piel subyacente y se
tratamientos habituales para hemorroides no se expulsa. El tratamiento, por lo general, es sinto-
deberían emplear para éstas. El mejor tratamien- mático, ya que este estado se resuelve relativa-
to para el sangrado por varices es la corrección mente pronto. No obstante, si el dolor es intenso,
de la causa que produce la hipertensión portal; debe efectuarse la incisión de la hemorroide con
en los sangrados refractarios se utiliza con éxito enucleación del coágulo bajo anestesia local.
la derivación portosistémica percutánea intrahe- La trombosis hemorroidal del plexo hemo-
pática (DPPI) [15]. Si la terapia local es necesaria, rroidal interno es una situación mucho más des-
la escisión local es el método de elección. Se ha agradable. Se presenta sobre todo a partir de las
descrito la escleroterapia para el sangrado rectal hemorroides grado II a IV. Se originan al ser
por varices [16, 17], aunque el éxito global de estranguladas por los músculos esfinterianos
estas intervenciones es aún desconocido. cuando éstas se encuentran prolapsadas, pro-
duciéndose congestión sanguínea y trombosis.
CLÍNICA. CLASIFICACIÓN La hemorroide se vuelve dura, de color oscuro y
no se puede reducir, formándose un edema en
Los síntomas más comunes son protrusión, todo el territorio perianal. El paciente experimen-
hemorragia, dolor constante y prurito. La trombo- ta dolor súbito e intenso en el ano, junto con pro-
sis o el prolapso agudo con edema o ulceración trusión de la zona trombosada. Este dolor suele
son intensamente dolorosos. Las hemorroides ser bastante intenso y a veces persiste hasta 1
internas son asintomáticas, excepto cuando se semana. El edema cede gradualmente y se
prolapsan o estrangulan [1]. El único signo impor- absorbe el trombo. En ocasiones, éste tiene un
tante ocasionado por las hemorroides internas es efecto terapéutico que alivia por completo los
el sangrado indoloro rectal, durante o inmediata- síntomas hemorroidales previos. Si persisten los
mente después de la defecación al limpiarse. Con síntomas y se vuelven intensos en el transcurso
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de varios días, se considerará el tratamiento qui- toria intestinal (EII) y en el cáncer del recto, del
rúrgico [3]. colon y del ano.
La mayoría de los cirujanos usan la clasifica- También habrá que diferenciar el prolapso
ción de las hemorroides internas publicada en hemorroidal del prolapso rectal, pólipo, papila anal,
1985 por Banov y cols. [19]: cáncer anal, colgajo anal y úlcera solitaria anal.
Las guías de la Sociedad Americana de
– Grado I: las hemorroides sangran pero no pro- Endoscopia Gastrointestinal y la Sociedad de
truyen. Cirujanos del Tracto Digestivo sugieren una anos-
– Grado II: las hemorroides protruyen con la defe- copia y una rectosigmoidoscopia ante una recto-
cación, pero se reducen espontáneamente. rragia [1, 21, 22].
– Grado III: las hemorroides protruyen y requieren La colonoscopia completa estaría indicada en
reducción digital. pacientes de más de 50 años, cuando el sangra-
– Grado IV: las hemorroides no pueden ser redu- do es atípico para hemorroides, cuando en la
cidas. exploración anorrectal no es evidente la presen-
cia de hemorroides o cuando el paciente tiene
Están contenidas en el grado IV las hemorroi- algún factor de riesgo para el cáncer de colon o
des trombosadas que incluyen toda la circunfe- presenta anemia, pérdida de peso o cambio en el
rencia de la mucosa anal y las hemorroides incar- ritmo intestinal [1, 21].
ceradas. El sangrado por hemorroides por sí solo no
Una clasificación precisa es importante para justifica la positividad para el test del guayaco,
indicar un tratamiento adecuado. por lo que un resultado positivo de sangre oculta
en heces obliga a evaluar el colon adecuadamen-
DIAGNÓSTICO. DIAGNÓSTICO DIFERENCIAL te [23, 24]. Las hemorroides, si son causa de rec-
torragia, deberían mostrar signos evidentes de
Para muchos pacientes, la presencia de cual- sangrado reciente, pero la exploración del
quier síntoma anorrectal es indicativa de la pre- paciente no terminaría únicamente con la anos-
sencia de hemorroides. Aunque las hemorroides copia.
sean la causa más frecuente de síntomas como
sangrado, edema, picor o dolor, hay que descar- TRATAMIENTO
tar siempre otras causas. Una historia precisa del
paciente y una cuidadosa exploración física son Tratamiento médico
esenciales para un correcto diagnóstico [1].
El picor anal puede aparecer en otras entida- La mayoría de las recomendaciones van enca-
des, como incontinencia fecal, dermatitis peria- minadas a evitar el estreñimiento con la ayuda de
nal, fístulas, condilomas, prolapso rectal y tam- una dieta rica en fibra (fruta, vegetales y cereales).
bién falta de higiene [1]. Debe comenzarse esta dieta de forma gradual,
El dolor también puede ser producido por los con 25 a 30 g diarios de fibra y acompañarla de
abscesos perianales y por las fisuras anales, aun- 1,5 a 2 l de agua al día. Se recomienda a los
que es muy frecuente en éstas el dolor con la pacientes que lean el contenido de fibra por por-
defecación, pese a que el sangrado en las fisuras ción en los envases; por ejemplo, un bol de salva-
es menor que en las hemorroides. Un 20 % de los do puede contener de 5 a 7 g de fibra dietética
pacientes con hemorroides tienen concomitante- por porción [25]. Pueden agregarse suplementos
mente fisuras anales [20]. de fibra con Phyllium o coloide hidrófilo para
El sangrado es el síntoma más frecuente de alcanzar la cantidad óptima de fibra diaria [26].
las hemorroides. La sangre es típicamente bri- Un estudio doble ciego [27] mostró que el
llante y aparece al principio o al final de la consumo de una dieta rica en fibra reduce el san-
deposición (no suele ser mezclada) o al limpiar- grado por hemorroides y el dolor con la defeca-
se. La sangre oscura y la sangre mezclada con ción, pero en otros estudios [28, 29] la fibra
las deposiciones sugieren un sangrado más muestra peores resultados.
proximal. El sangrado también puede aparecer Puede ser recomendable la restricción de ali-
en las fisuras, los pólipos, enfermedad inflama- mentos irritantes para el canal anal (cafeína,
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picantes, alcohol) y evitar la prolongación (p. ej., quirúrgica ni precisan, por lo tanto, anestesia;
debido a la lectura) del tiempo empleado en la producen ablación por trombosis, esclerosis o
deposición. También es recomendable el ejercicio necrosis de la porción mucosa del complejo
moderado. En cuanto a la higiene personal, son hemorroidal.
beneficiosos los baños de asiento con agua tibia,
evitar el papel higiénico y la ropa demasiado ceñi- Escleroterapia
da o de nailon y, para evitar el picor, la aplicación
de polvos de talco infantiles [26]. La diarrea tam- Es una de las formas más antiguas de trata-
bién exacerba los síntomas hemorroidales, por lo miento no quirúrgico. Fue descrita por primera
que su control con fibra, ayudado por agentes vez en 1869 por Morgan, en Dublín. Está indica-
que disminuyan la motilidad y tratamientos espe- da en pacientes con hemorroides de grados I y II.
cíficos de la causa, son la solución [26]. Los componentes que se utilizan son 5 ml de
El empleo de cremas y pomadas de aplica- fenol 5 %, 5 % de quinina y una solución de sal
ción local con anestésicos tópicos, corticoides, hipertónica. Los efectos que produce en el tejido
flebotónicos y antiinflamatorios es conveniente son trombosis de los vasos, esclerosis del tejido
para disminuir la sintomatología de las crisis agu- conectivo, y contracción y fijación de la mucosa
das, al reducir el edema y la inflamación. Se que los recubre. La escleroterapia no requiere
deben utilizar sólo cuando el paciente tenga anestesia y se realiza mediante anoscopia en
molestias, ya que su empleo abusivo o prolonga- pocos minutos [1, 35].
do puede conducir a dermatitis perianales y a Khoury y cols. [36], en un estudio prospecti-
pruritos molestos de muy difícil tratamiento, vo que incluyó a pacientes con hemorroides
sobre todo las que llevan corticoides, que no se grado I y II que inicialmente habían recibido tra-
deben aplicar durante más de 7-10 días [1]. tamiento médico, demostraron que la esclerote-
Los baños de asiento con agua templada pro- rapia mejoró y curó al 89,9 % de los pacientes.
vocan la relajación de la musculatura, lo cual Por el contrario, Senapati y Nicholls [37], en un
ayuda a reducir el prolapso hemorroidal y el efec- estudio aleatorizado y controlado, no encontraron
to de estrangulación en éste [1]. diferencias en las tasas de sangrado a los 6 me-
La nitroglicerina tópica disminuye el dolor ses de la escleroterapia.
debido a las hemorroides externas trombosadas, Como complicaciones se han descrito dolor
ya que disminuye el tono anal [30]. en el 12-70 % de los pacientes [1, 35, 38, 39],
Se ha estudiado la administración por vía oral impotencia [1, 40], retención urinaria y abscesos
de venotónicos, en concreto la fracción flavonoi- [1, 20]. Se ha observado en un estudio [1, 35] la
de micronizada purificada (FFMP). Los flavonoi- recurrencia de síntomas hemorroidales en el 30 %
des aumentan el tono venoso, el drenaje linfático de los pacientes a los 4 años de la primera escle-
y la resistencia capilar, y normalizan la capilari- roterapia.
dad. Dos estudios placebo-control [31, 32] mues-
tran una mejoría sintomática con el uso de FFMP, Crioterapia
pero los resultados son contradictorios cuando la
FFMP y la fibra se combinan. Ho y cols. [33] La crioterapia ha sido utilizada como técnica
demostraron que la combinación de la FFMP y la para eliminar las grandes hemorroides internas.
fibra producen un alivio más rápido que la com- Los datos iniciales fueron positivos (1, 41) debido
binación de la fibra y la ligadura con bandas o la a que era una técnica rápida y fácil; posterior-
fibra sola. En cambio, Thanapongsathorn y cols. mente, los datos registrados ofrecían resultados
[34] comparan la fibra con FFMP o sin ella en un contradictorios [1, 42].
estudio doble ciego, en el que encuentran simila- Smith y cols. [1, 43], en un estudio donde se
res resultados a los 14 días. comparaba la crioterapia con la cirugía en dife-
rentes tipos de hemorroides pero en el mismo
Tratamiento no quirúrgico [1] paciente, constataron que en los lugares donde
se aplicaba la crioterapia se asociaba a dolor pro-
En pacientes con hemorroides se utilizan longado, mal olor y, en la gran mayoría, se nece-
diversos métodos que no requieren intervención sitaban otras técnicas adicionales.
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En la actualidad, la crioterapia raramente se muy raramente la sepsis pélvica necrosante [1,


usa en pacientes con hemorroides [1]. 54]. Su diagnóstico se sospecha ante gran dolor,
fiebre alta y retención urinaria, y requiere explora-
Ligadura con bandas elásticas ción quirúrgica con desbridamiento del tejido
necrótico. El riesgo de sepsis pélvica necrosante
La ligadura consiste en colocar dos anillos aumenta en inmunocomprometidos, incluidos los
elásticos en la base de la hemorroide para con- pacientes con síntomas de inmunodeficiencia
seguir su trombosis con cicatrización posterior. El adquirida no controlada, neutropenia y diabetes
cerco debe ser proximal (a unos 2 cm) a la línea mellitus grave [1, 55].
dentada. Si se sitúa demasiado distal produce
gran dolor, debido a la presencia de nervios afe- Diatermia bipolar, electroterapia con corriente
rentes en esta zona transitoria anal [1]. No requie- continua y fotocoagulación con infrarrojos
re anestesia, es barata y se puede realizar sin
ingresar al paciente [1, 44]. Todas estas técnicas van destinadas a la coa-
La ligadura está indicada en las hemorroides gulación, oclusión, obliteración o esclerosis de las
de grado I, II y III. Algunos autores también la hemorroides. El área de tejido dañado deja una
recomiendan en el grado IV, después de la reduc- úlcera que se fibrosa en el sitio del tratamiento.
ción del prolapso incarcerado [1, 45]. Hasta tres
DIATERMIA BIPOLAR
hemorroides pueden ser ligadas en una sesión [1,
46-48], aunque se recomienda el tratamiento de Se aplica en pulsos de 20 W/s hasta coagular
una a dos columnas por sesión. los tejidos (a veces < 30 s) [56, 57]. Alrededor del
Como en otros tratamientos no quirúrgicos, la 12 % de los pacientes presentan dolor, sangrado,
ligadura con bandas no está indicada en el trata- fisura o espasmo del esfínter interno [1, 56, 57].
miento de las hemorroides externas. Son necesarias múltiples aplicaciones en el
La recidiva de las hemorroides depende del mismo sitio, sobre todo en las de grado II y III
grado de las hemorroides tratadas y de los cri- [1, 58].
terios para la recidiva [1, 35, 44, 46]. Wrobleski La profundidad del daño por la cauterización
y cols. [49] registraron que el 80 % de los es de 2,2 mm, y no aumenta con más aplicacio-
pacientes mejoraron y el 69 % quedaron libres nes en el mismo sitio [1, 58]. La cauterización
de síntomas al menos en los siguientes 5 años. bipolar se ha usado para tratar hemorroides inter-
Steinberg y cols. [50] obtuvieron resultados satis- nas de grados I, II y III, con una tasa de éxitos
factorios en el 89 % de los pacientes en un (definida por la disminución del sangrado) del 88
intervalo similar, pero sólo el 44 % quedaron al 100 % en estudios aleatorizados [56-60]. Esta
libres de síntomas. Las tasas de recurrencia técnica no resuelve el prolapso de los tejidos y
fueron más altas, llegando al 68 % en los 4-5 alrededor del 20 % de los pacientes requieren
años siguientes [1, 35, 51], pero las sintomáti- más tarde hemorroidectomía [58-60].
cas normalmente responden a una nueva
ELECTROTERAPIA CON CORRIENTE CONTINUA
sesión de bandas; sólo el 10 % de los pacien-
tes requirieron hemorroidectomía [51]. Requiere la aplicación prolongada (más de
La complicación más frecuente es el dolor, 14 min) de 110 V aplicada a la base del complejo
que se presenta en el 5-60 % de los tratados [1, hemorroidal [57, 59-63]. La corriente y el tiempo
48, 52]. El dolor es menor si la técnica se ha rea- necesarios aumentan con el grado de las hemo-
lizado correctamente y con una analgesia ade- rroides. Se requieren múltiples sesiones en el
cuada. Otras complicaciones son abscesos, mismo sitio en más del 30 % de los pacientes
retención urinaria, desprendimiento de la banda, [1, 61].
prolapso y trombosis de las hemorroides y san- A pesar de que la aplicación de varias sesio-
grado de la úlcera, que ocurre en menos del 5 % nes en el mismo lugar no aumenta el dolor, esta
de los pacientes [1, 53]. El sangrado intenso oca- técnica no es muy aceptada debido a su inefica-
sionalmente requiere intervención y puede ocurrir cia en el prolapso de las hemorroides de alto
cuando la escara se desprende después de 1- grado, y a que presenta sólo un 44 % de éxitos
2 semanas de tratamiento. Puede presentarse [1, 63].
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En dos estudios aleatorizados [57-59] que Tratamiento quirúrgico [1]


usaban adecuados niveles de corriente (16 mA) y
con un tiempo prolongado (10 min), el sangrado Es el tratamiento más efectivo de las hemo-
fue controlado en el 88 % de los pacientes con rroides, sobre todo para las de grado III [1, 65],
hemorroides de grado I, II y III. Las complicacio- aunque requiere anestesia general o raquídea. La
nes incluyen dolor (33 %), formación de úlceras recurrencia es poco frecuente con una adecuada
(4 %) y sangrado (10 %) [1, 59, 62]. hemorroidectomia [1, 66]. Sin embargo, las técni-
cas no quirúrgicas se prefieren en primer lugar, ya
FOTOCOAGULACIÓN CON INFRARROJOS
que la cirugía se asocia con más complicaciones
La radiación se produce por una lámpara y dolor [1, 65]. La hemorroidectomía incluye la
halógena mediante una sonda. La punta de la escisión de los componentes internos y externos
sonda debe tocar la base de la hemorroide. En en 1-3 cuadrantes alrededor del canal anal [1,
esa área se deben emitir 0,5-2 segundos de pul- 67], suturando o ligando las hemorroides internas
sos de energía [1, 58]. Pueden ser tratadas a la y la extirpación del componente superficial [1,
vez [1, 39] varias hemorroides [2-6]. La profundi- 45], o realizando una escisión circular de las
dad del tejido lesionado después del tratamiento hemorroides internas y el prolapso de la mucosa
es de alrededor de 2,5 mm, y la profundidad rectal proximal a la línea dentada [1, 68].
aumenta progresivamente con el número de La dilatación anal ha sido considerada como
sesiones [1, 58]. un tratamiento quirúrgico sin escisión para las
Dos estudios aleatorizados [1, 39, 58] descri- hemorroides [69], y es la técnica más aceptada
ben remisiones del sangrado por hemorroides en en los centros europeos. Sin embargo, en varias
67-96 % de los pacientes con hemorroides de series se han registrado altas tasas de inconti-
grado I y II. Las complicaciones incluyen dolor y nencia asociada [70]. Konsten y Baeten [71]
sangrado, aunque son poco frecuentes. muestran sus resultados en un estudio prospec-
En un metaanálisis realizado por Johanson y tivo aleatorizado a lo largo de 17 años, en el que
Rimm [64] en 1992, se examinaron cinco estudios comparan hemorroidectomía con dilatación
que incluían a 862 pacientes con hemorroides de anal; el 52 % de los pacientes que fueron some-
grados I y II que fueron sometidos a fotocoagula- tidos a dilatación anal tuvieron incontinencia
ción con infrarrojos, escleroterapia o ligadura con durante el seguimiento. Además, la dilatación
bandas. Esta última fue más efectiva que la anal tiene unas tasas de fracaso mayores que la
escleroterapia, y los pacientes ligados con ban- hemorroidectomía según dos estudios prospec-
das requirieron menos técnicas adicionales que tivos aleatorizados [72]. Actualmente no se
los tratados con escleroterapia o infrarrojos. Sin recomienda esta técnica para el tratamiento de
embargo, la ligadura con bandas se asociaba a las hemorroides debido al riesgo de provocar
una mayor incidencia de dolor que en los otros incontinencia.
dos tratamientos. A pesar de ello, Johanson y Las indicaciones para hemorroidectomía qui-
Rimm se decantaron en aquel momento por la rúrgica incluyen las hemorroides demasiado
fotocoagulación por infrarrojos como tratamiento grandes para tratamiento no quirúrgico, fallo del
no quirúrgico de elección. tratamiento no quirúrgico, preferencia del pacien-
McRae y cols. [65] realizaron en 2002 un te y factores asociados (tales como fisura o fístu-
metaanálisis similar que incluía 23 estudios que la) que requieren en sí mismos la cirugía. Alrede-
comparaban ligadura con bandas, fotocoagula- dor del 5-10 % de los pacientes, normalmente
ción con infrarrojos, escleroterapia, hemorroidec- aquéllos con hemorroides grado III o IV, necesitan
tomia y la dilatación manual del ano en pacientes hemorroidectomía quirúrgica.
con hemorroides de grados I, II, y III; encontraron La hemorroidectomía quirúrgica puede reali-
que la ligadura con bandas fue más efectiva que zarse con técnicas cerradas o abiertas. En la
la escleroterapia, requería menos técnicas adicio- hemorroidectomía de Milligan-Morgan, amplia-
nales que la escleroterapia o la fotocoagulación mente utilizada en el Reino Unido, los compo-
con infrarrojos y causaba menos dolor. Su con- nentes internos y externos de cada hemorroide
clusión fue que la ligadura con bandas es el pro- son escindidos. La piel queda abierta en forma de
cedimiento inicial de elección en hemorroides trébol de tres hojas que cura por segunda inten-
grado I, II y III por sus altas tasas de eficacia. ción en 4-8 semanas.
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En la hemorroidectomía de Fergusson, cada tópica [102]. Sin embargo, cada estrategia ha


componente hemorroidal es abierto y las heridas tenido limitaciones o resultados diversos.
se cierran de forma directa [1, 67]. Es la más uti- Las complicaciones de la hemorroidectomía
lizada en Estados Unidos. son generalmente menores, pero ocurren con
Cuatro trabajos aleatorizados han estudiado una frecuencia significativa [1, 20]. Estas com-
la hemorroidectomía abierta y la cerrada [73-76]. plicaciones incluyen retención urinaria (2-36 %)
Tres de estos trabajos no mostraron diferencias [1, 20, 86, 88], hemorragia (0,03-6 %) [1, 20, 87,
en el dolor posoperatorio [73-75]. Las diferen- 88], estenosis anal (0-6 %) [1, 68, 86, 87), infec-
cias en el tiempo de curación no fueron impor- ción (0,5-5,5 %) [1, 20, 88], e incontinencia anal
tantes. (2-12 %) [1, 68]. Se han documentado defectos
El dolor posoperatorio sigue siendo el princi- en el esfínter interno (por ultrasonografía y mano-
pal inconveniente de la hemorroidectomía esci- metría anal) hasta en el 12 % de los pacientes
sional. Son necesarios, generalmente, analgési- después de una hemorroidectomía [1, 72, 103].
cos narcóticos, y estudios recientes muestran La retracción excesiva con dilatación extensa del
que la mayoría de los pacientes no vuelven al tra- canal anal es probablemente la responsable de la
bajo hasta 2-4 semanas después de la cirugía lesión del esfínter y la incontinencia [1, 70, 72,
[77-82]. 104]. La esfinterectomía interna lateral ha sido
Estudios aleatorizados no han mostrado dife- sugerida como un accesorio a la escisión hemo-
rencias significativas en la escala de dolor entre rroidal, pero no se ha confirmado su utilidad; de
diatermia y hemorroidectomía quirúrgica [83-86], hecho, se ha demostrado un incremento en la
aunque las necesidades de medicación oral para incontinencia [1, 72].
el dolor fueron menores en los grupos de diater- La hemorroidectomía de urgencia por hemo-
mia [83, 86]. Hace años se sugirió en diversas rroides necrosadas incarceradas puede realizarse
publicaciones que la hemorroidectomía con láser de modo seguro, con resultados compatibles a
estaba asociada con disminución del dolor poso- los obtenidos después de hemorroidectomía
peratorio [86, 87], pero un estudio aleatorizado de electiva. Un estudio aleatorizado [45] que compa-
láser Nd:YAG frente a escisión con bisturí frío raba la hemorroidectomía de Milligan-Morgan
para la hemorroidectomía cerrada no detectó nin- con la ligadura con bandas por hemorroides
guna diferencia en el dolor posoperatorio o en la estranguladas agudas mostró que ambas técni-
administración de analgésicos [88]. De hecho, el cas podían realizarse con seguridad. La recupe-
estudio mostró que la hemorroidectomía con ración precoz fue ligeramente mejor después de
láser se asociaba con una peor curación de las la ligadura con bandas.
heridas y un mayor coste. Cuatro estudios con- En 1998, Longo [105] introdujo una alternati-
trolados aleatorizados, que evaluaron el bisturí va a la hemorroidectomía convencional modifi-
activado ultrasónicamente, mostraron resultados cando el mecanismo de grapas circular utilizado
conflictivos con respecto al dolor posoperatorio para las anastomosis rectales bajas. La hemorroi-
[89-93]. Dos breves estudios [93, 94] confirmaron dectomía grapada (también llamada, entre otros
una posible ventaja con un aparato de diatermia nombres, anopexia grapada, prolapsectomía, o
bipolar (LigaSureTM de Valleylab, en Boulder, mucosectomía circunferencial) supone la resec-
Colorado), pero sus resultados de dolor no difirie- ción circunferencial y sutura terminoterminal de
ron significativamente. una banda de mucosa rectal por encima de los
Entre otras estrategias para disminuir el dolor nódulos hemorroidales, mediante un procedi-
se han incluido la limitación de la incisión [94], la miento de sutura mecánica. De esta forma no se
sutura sólo del pedículo vascular sin una incisión extirpan los plexos hemorroidales, sino que se
[95, 96], la utilización de una esfinterectomía produce una reincorporación de éstos a su posi-
interna lateral en conjunción con una hemorroi- ción original y no patológica. Habitualmente, el
dectomía externa [97], la administración de posoperatorio es menos doloroso que con los
metronidazol [98], la inyección local de anestési- métodos clásicos resectivos [1, 2].
cos en el propio quirófano [99, 100], y el uso de Ocho estudios controlados aleatorizados [77-
fármacos como los relajantes del esfínter anal 82, 106, 107] han comparado la hemorroidecto-
[100], ansiolíticos, parasimpaticomiméticos (evi- mía convencional con la grapada. Los ocho estu-
tar la retención urinaria) [101], y la nitroglicerina dios mostraron menos dolor en pacientes
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tratados con grapas y seis mostraron también co sugirió que al menos algunas de estas fibras
una vuelta más rápida a las actividades normales eran del esfínter anal interno en lugar de la más
con el tratamiento de Longo [77-82]. Las compli- proximal pared rectal [115]. La fragmentación del
caciones, el empeoramiento de la continencia y esfínter interno se observó en el 14 % de los
las tasas de recurrencia fueron comparables pacientes que sufrieron hemorroidectomía grapa-
entre los dos grupos. La grapadora desechable da al utilizar el dilatador anal estándar de 37 mm
añade coste a la operación, pero parte de éste se [116].
recupera al disminuir el tiempo quirúrgico [1, 77- Los pacientes con otras enfermedades aso-
79, 81, 107] y la estancia hospitalaria [1, 77, 79, ciadas a las hemorroides plantean riesgos espe-
106] en países en los que los pacientes son ingre- ciales. La infección con VIH no contraindica la
sados de forma rutinaria. Una revisión sistemáti- hemorroidectomía [117], pero pacientes que
ca reciente de la hemorroidectomia grapada [108] están gravemente inmunodeprimidos, debido al
concluyó que el procedimiento fue tan seguro síndrome de inmunodeficiencia adquirida, tienen
como la hemorroidectomía convencional y se un riesgo alto de complicaciones [118]. La enfer-
asociaba con menor tiempo quirúrgico, convale- medad de Crohn con afectación intestinal no
cencia y menor tiempo de recuperación. La efica- parece ser una contraindicación para la hemo-
cia de la técnica comparada con la hemorroidec- rroidectomía. Sin embargo, pacientes con enfer-
tomía convencional no pudo determinarse debido medad de Crohn anorrectal o proctitis de Crohn
a la escasez de datos a largo plazo. tienen un riesgo importante de complicaciones
A pesar de estos datos prometedores, per- locales que pueden ser lo bastante graves como
manecen varias incógnitas con respecto a la para requerir proctectomía. La hipotonía o incon-
hemorroidectomia grapada. En un estudio aleato- tinencia anal, antecedentes obstétricos de riesgo
rizado [109] publicado en 2005, donde se la com- para el esfínter anal y/o antecedentes quirúrgicos
paraba con la escisión con diatermia, concluyó proctológicos, también harían discutir la indica-
que no fue efectiva para la cura definitiva de los ción de tratamiento quirúrgico.
síntomas de prolapso y picor en pacientes con En resumen, la revisión de la Asociación
hemorroides grado IV. Además, inducía a la apa- Americana de Gastroenterología recomienda
rición de nuevos síntomas, como tenesmo en el para las hemorroides de grado I tratamiento
40 % de los pacientes. En este estudio se reco- médico sólo o asociado con algún tratamiento no
mendó la hemorroidectomía convencional con quirúrgico, siendo la ligadura con bandas elásti-
diatermia continua en pacientes con hemorroides cas el método más recomendado. Las hemorroi-
sintomáticas, prolapsadas e irreductibles [109]. des de grado II y III se tratarían con métodos no
Otro estudio aleatorizado fue suspendido cuando quirúrgicos. La cirugía estaría indicada en hemo-
5 de 22 pacientes desarrollaron dolor y urgencia rroides de grado III que no han sido resueltas con
fecal que persistió hasta los 15 meses [110]. tratamiento no quirúrgico, las de grado IV, hemo-
Hasta ahora ningún otro grupo ha mostrado rroides trombosadas o incarceradas, hemorroi-
datos similares. des prolapsadas y en pacientes que se han
Varias complicaciones graves han sido comu- sometido a terapias menos agresivas pero con
nicadas después de la hemorroidectomía grapa- pocos resultados. Las técnicas quirúrgicas selec-
da, incluyendo perforación rectal [1, 111], sepsis cionadas dependerán del centro hospitalario
retroperitoneal [1, 112] y sepsis pélvica [1, 113, donde se realice la intervención y de la experien-
114]. La verdadera incidencia de estas complica- cia del cirujano.
ciones permanece desconocida, pero su denomi-
nador común puede ser la escisión de la pared
rectal en todo su grosor, en lugar de la mucosa y BIBLIOGRAFÍA RECOMENDADA
submucosa solamente [1, 115]. Han sido detec-
tadas fibras del músculo liso en un porcentaje
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