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VIDA Y LIBERTAD

REVISTA DE REVISTAS
Nº 5
AGOSTO 7 DE 2010

SOLO LA LIBERTAD DA SENTIDO Y GARANTIZA


LA EXPERIENCIA SAGRADA Y DIGNA DE LA VIDA

Sólo rompiendo silencios se puede hacer algo de luz

gRan premier
POR LAS RUTAS DE MI LOCOMBIA

Juanalberto SM
INFORMACIÓN Y ANÁLISIS DE HECHOS Y TEMAS POLÍTICOS, ECONÓMICOS, SOCIALES Y CULTURALES DEL SUR .

AQUÍ ESTAN, ESTOS SON


Juan Manuel Santos: Cuatro años a bordo de sí mismo
Por: Juan Alberto Sánchez Marín

El nuevo presidente colombiano Juan Manuel Santos.

En “El libro de la risa y el olvido”, el escritor checo Milan Kundera, en una frase que no por
frecuentada pierde singularidad, afirma que “la lucha del ser humano contra el poder es la lucha de la
memoria contra el olvido”.

En el gobierno colombiano que ahora inicia, un rasgo distintivo es la sin par capacidad de los
elegidos, presidente y vicepresidente, para desdecirse de sí mismos, abjurar de los laudos dictados
en primera persona, negar las jaculatorias propias de antier, o rasgarse las vestiduras ante las
actuaciones de ayer. Una brutal lucha del olvido contra la más natural memoria.
Hablemos de Juan Manuel. Ha estado al frente de tres ministerios: Comercio Exterior, Hacienda y
Defensa, desenvolviéndose para tres gobiernos distintos e incompatibles: César Gaviria, Andrés
Pastrana y Álvaro Uribe.

Juan Manuel fue ministro de Comercio Exterior durante el gobierno liberal de Gaviria. Desde esta
cartera, fue punta de lanza de una apertura económica de sopetón, que le significo muchos males al
país y acabó de sumir al sector rural en la desgracia (que lo digan los productores de trigo, cebada,
papa, o los embarcados en los embelecos de la diversificación de cultivos de la Federación Nacional
de Cafeteros, de la que el propio Juan Manuel había sido representante incólume en Londres, ante la
OIC).

Juan Manuel fue ministro de Hacienda y Crédito Público durante el gobierno conservador de
Pastrana, luego de haber sido un franco opositor y crítico acérrimo. Simple voltereta, para llegar de
carambola a un ministerio en el que, con su sola llegada, ayudó a ahogar el proyecto presidencial de
referendo para revocar el Congreso. Gracias de la vida, “para salvar al gobierno de Pastrana”, según
él mismo lo aseveró.

Juan Manuel fue ministro de Defensa durante el gobierno anti gavirista y anti pastranista de Uribe. De
malquerido por el presidente, además, a cuya primera reelección se opuso en los inicios, Juan
Manuel, un oligarca concreto, un golfista nato, pasó a ser cofrade de Uribe.

Aprovechó la zambapalos generada por el tema de esa reelección en el Partido Liberal, para crear,
con la disidencia, el PUN (léase: Partido de Unidad Nacional), el partido uribista de la U del mismo
Uribe, en el que aterrizarían paladines, caciques y parapolíticos, y al que aún ahora siguen
deslizándose por la puerta de atrás los miembros del PIN, en una suerte de PIN – PUN y ping – pong
milagrosos.

Ya en la cresta de un liderazgo inadvertido, con el partido presidencial bajo la manga, Juan Manuel se
ganó, por derecho propio, el ministerio que más le serviría en el gobierno de la “Seguridad
Democrática”. Asumidas las mudanzas ideológicas y tan claros los fines, importaron poco los medios,
sembrados de mentiras y muertos y desplazados, y con el viento de El Tiempo y todos los medios en
popa.

Juan Manuel se reunió con las FARC en Costa Rica, sin venia ni autorización del entonces presidente
Samper, y llegó a proponerle a la Comisión de Conciliación Nacional, en 1997, la creación de una
zona de despeje, más de medio año antes de la reunión de Víctor G Ricardo con Manuel Marulanda
Vélez y el “Mono” Jojoy, realizada una semana antes de la elección de Pastrana como presidente y
mucho tiempo antes de que a este se le ocurriera la idea.

Pocas veces en la historia del país a un gobierno se le ha cobrado tan cara una decisión, como al de
Pastrana la creación de esa llamada “zona de distensión”, en un infructuoso proceso de negociación
con las FARC.

Del mismo modo que la esperanza de la paz con el grupo guerrillero fue definitiva para la llegada de
Pastrana al poder, la frustración del proceso fue determinante para que Uribe se abriera el camino a
la presidencia con su discurso incendiario e intransigente.
Y en el camino, claro está, se llevó por los cachos cualquier política o estrategias de paz: Se instauró
un nuevo discurso, de guerra frontal. Y así fue como el mismo Juan Manuel armó diligente el
aparataje, organizó las huestes a costillas del PIB y ladró sin moderación desde el Ministerio de
Defensa. Franqueó, pues, de una zancada la valla, y, de proponente de la idea, para cerrar con
broche de oro, pasó a afirmar, hace unas semanas, que otros candidatos podrían regresar al país a
“la oscura pesadilla del Caguán”.

Es aquel Juan Manuel Santos que nunca ha luchado contra el poder, sino por el poder. En una lucha
que cualquiera ser humano libraría contra el olvido, Juan Manuel ha optado siempre por perder la
memoria. Ahora que lo ha conseguido, que él de cabo a rabo es el poder mismo, ¿qué país tendrá en
mente? ¿Cuál población en el olvido?

Y no es cuestión de pedirle peras al


olmo. O a un político de corazón,
como este Juan Manuel, que no varíe
su pensamiento, o que se contradiga
de vez en cuando, o que por
conveniencia se arrime al árbol que da
más sombra. No. Lo que llama la
atención es el exacto acoplamiento
con la incoherencia y la obstinación
enferma por los traspiés. Lo insensato
es el tamaño de los virajes, el descaro
en los cambios de tercio, la infidelidad
a los adictos, los cabeceos abruptos
en la palabra.

Claro, siempre puede sostenerse, y no sin razón, que no se pueden traicionar unas ideas cuando
nunca se ha creído de cierto en ellas. Y si desde hace tiempo ha sido complicado establecer lo que
Juan Manuel cree de las cosas, a estas alturas, cuando ya ha logrado el pensamiento único que
siempre ha estado metido en su cabeza, el de ser presidente, pues él todo se hace más inescrutable,
con quién sabe cuántas reflexiones en melcocha y la ambición cociendo al vapor.

Juan Manuel, distinguido por el buen olfato político y el certero recular, es corto de vista a la hora de
percibir tanta contradicción y paradoja. Él no halla, digamos, incoherencia alguna entre el hecho de
haber sido una vez un activo “conspiretas” y reunirse con Raúl Reyes para tramar la caída de un
presidente, Samper, y después acusar a Rafael Pardo de acordar con las FARC la unión con las
fuerzas de oposición para evitar la reelección del ya recién arrogado patrón, Álvaro Uribe, en una
acusación malintencionada y embustera.

Tampoco la ve en abrazar al mismo Reyes en Costa Rica o El Caguán, y después matarlo en un país
vecino. Mejor dicho, en haber pasado, en un santiamén, de pacifista consumado a pacificador
furibundo.

Situaciones como estas nos dejan hoy de bruces sobre un Juan Manuel que habla sin ton ni son y un
Santos que todavía farfulla en la palestra. Y, peor aún, ad portas de un gobierno de labios para
afuera.
Ojalá, por el bien del país, ahora en la presidencia Juan Manuel Santos vuelva a llevarse la contraria,
a actuar en contravía de lo que dice que hará y de todas las pavadas que promete, y haga por fin algo
que valga la pena o sirva de algo, aunque sea para los propios desdichados que lo eligieron.

Cualquier bagatela que esté más allá de las patrañeras cifras económicas que mostraba en
PowerPoint en Minhacienda, cualquier cosa signifique más que las victorias de guerra anunciadas en
podio de vitrina en esa área farandulera que volvió el Mindefensa, cualquier fruslería que vaya más
allá de los guarismos hueros y las esperanzas baldías con que atragantó a Mockus y esperanza a sus
círculos criollos. Es que, de a de veras, Colombia no se merece que él no siga siendo el mismo.

http://juanalbertosm.blogspot.com/2010/07/juan-manuel-santos-cuatro-anos-bordo-de.html

Angelino Garzón: Un angelito empantanado


Por: Juan Alberto Sánchez Marín

Angelino Garzón, el vicepresidente electo de Colombia

Ya desde los tiempos remotos en que Angelino, delgado y garboso, se bañaba en las aguas
procelosas de la Unión Patriótica o del sindicalismo, sentía la nostalgia profunda de ser de centro, de
centro izquierda, como llama él mismo al risco en el que ahora, sin la elasticidad de otrora, está
parado.

Y ahora, desde ese punto agreste, siente tremenda nostalgia por ser de derecha, o, más
exactamente, de extrema derecha, un suelo lleno de almohadones hacia el que lo vemos rodar
desbocado.

Este genuino embeleco por un futuro perjuro no tendría nada de particular, si no fuera porque
Angelino ha subido de tres en tres los peldaños de ese ascenso empinado. Un estado físico tan
admirable, que no agobian pruritos de lealtades o de pensamiento, éticos o morales.

Detalles que sin duda contribuyeron a dejarlo apto para ser la fórmula vicepresidencial de Juan
Manuel Santos, el otro trepador sin par en la escarpada patria que es Colombia. Apenas Noemí
Sanín, en chiste, les hace cosquillas. Y ahí lo habemos y ahí los tendremos. Harina de otro costal, sí,
pero amasando el mismo pan. No revueltos, pero sí juntos.

Ni el milagroso de Buga, el Cristo negro y popular al que ambos tomados de la mano y de manera
populachera le rezan de rodillas por la televisión, logrará el portento de que a alguno de los dos les
importen las cosas más allá del beneficio propio.

Si a Angelino alguna vez le importó algo el destino de los suyos, o de los que lo fueron cuando él lo
era, ahora esperará valerse de eso para engatusar y embaucar a los susodichos. Angelino de
señuelo, es la tarea. El coste de tamañas galanuras de una oligarquía que no da puntada sin dedal.

Es innegable que Angelino fue una vez un líder aguerrido, de ímpetu juvenil, militante del Partido
Comunista. Voz y fuerza en la Federación de Trabajadores Estatales, FENALTRASE, en la CSTC
(central obrera que apilaba a sectores de sindicatos de tendencia comunista) y en la Central Unitaria
de Trabajadores (CUT). Parte y presencia en la destrozada Unión Patriótica (UP).

Por eso esta clase de entregues son tan graves. La inconsecuencia importa un bledo, mas no así el
uso y abuso del discurso social, de la letanía sindical postrera, para seducir incautos y dulcificar la
conciencia de peatones. Y para aflojar el bolsillo de gringos y europeicos, que en su despiste ven la
pera de Angelino colgando del olmo de los Derechos Humanos.

Él mismito lo dijo, como si nada, como dando a entender que en verdad fuera cierto o que se lo creía:
“Hay que renovar el protocolo con esta oficina (la de la Alta Comisionada para los Derechos Humanos
de Naciones Unidas en Colombia), para avanzar en lo que han sido los logros de Colombia en
materia de derechos humanos”.

Y esa, para no ir más lejos, es la trilla en boga.

Ahora todos quieren proteger y fortalecer los Derechos Humanos en el país. Hasta el próximo
embajador estadounidense, Peter Michael McKinley, habla de hacerlo. Y los medios alimentan la
desaborida idea de que el gobierno de Obama ahora sí dará un giro hacia lo social en la relación con
un país que sólo le importa como tienda de abarrotes, en el barrio pobre que es la América del Sur.
Todos quieren, también, “mejorar la atención a los 3 millones de desplazados”, que, conforme a los
datos del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en realidad ya pasan
de los 4.100.000. O, por lo menos, se les ha ocurrido acordarse de ellos, de que existen. O,
simplemente, dejar de aderezarlos a punta de infiltrados de las guerrillas.

Y, cómo no, también se cierne el aguacero ya anunciado del “diálogo social” entre empresarios,
trabadores y gobierno, “a fin de concretar políticas salariales, políticas laborales, y procurar la
promulgación de manera concertada del Estatuto del Trabajo, tal como lo manda la Constitución
Política Nacional”. Ténganse fino, pues, los trabajadores, que el caballo de Troya está armado, se
atusa la crin y avanza.

Es que para darle ligazón al discurso lleno de baches y de frases sin hacer, que parecen copiadas del
juego del ahorcado, se acrecienta más allá de su estatura real la figura de Angelino Garzón: Un
ciempiés saltimbanquis más que perfecto.

Tal como saltó vivo y coleando de la UP al M – 19, adonde llegó a Constituyente de la Carta del 91,
Angelino pasó en el ínterin por la campaña del recordado “cura Hoyos” a la alcaldía de Barranquilla,
un héroe que a su vez se pasó a villano, y de adalid del pueblo pasó a la cárcel por una apreciable
variedad de delitos administrativos.

Pero Angelino abandonó el barco a tiempo, y del redil del M – 19 voló por amenazas a España, y
saltó como liebre del sombrero del Partido Socialista Obrero Español, el PSOE, entonces con Felipe
González a la cabeza, y así fue a dar a Salamanca. Sin embargo, sabido es: Quod natura non dat,
Salamantica non praestat. Y con una especialización en derecho administrativo, volvió tal cual.

Ya de regreso, con unas cuantas volteretas ligeras se deslizó en la Comisión Nacional de


Reconciliación, una de las tantas, que lideraba la iglesia. Y de allí al Ministerio de Trabajo y Seguridad
Social, durante el gobierno de Pastrana. En otras palabras, el consejero de liberales hízose ministro
de conservadores. Nada nuevo bajo el sol, si nos acordamos que su amigo Juan Manuel hizo otro
tanto. Y ambos, por supuesto, terminaron desembocando en el presente por el mismo tubo ferroso
(que no férrico) del uribismo.

Y de otra Comisión
Facilitadora para el
Acuerdo Humanitario,
durante Uribe I, por las
curvas del destino y tanto
apetito, Angelino fue a dar
a la Gobernación del
Valle, gracias a una
alianza santa (sin Santos)
y non sancta (¡sin
Santos!).

Sin partido, le sobraron


avales. Pero Angelino,
seguramente para salir
ileso de celos de los
partidos tradicionales y http://uribestiario.files.wordpress.com/2010/07/unidos-como-debe-ser.jpg
reconocidos, saltó en las
fauces de Convergencia Cívica y Popular (MCCP), un movimiento casi ignorado entonces, una
especie de choza política que guarneció a los paramilitares de Ernesto Báez, o que, incluso, según
Claudia López, fue montado por este “como estructura política del bloque central Bolívar”. Un partido
que, en todo caso, avaló dos candidaturas al Senado: la de Carlos Arturo Clavijo, que perdería la
investidura por estar untado de paramilitarismo hasta el tuétano, y la de Óscar Iván Zuluaga, ni más ni
menos que el ministro de Hacienda de Álvaro Uribe. Y, como ya dije, la de nuestro héroe valluno,
para la gobernación vallecaucana.

De ahí, la garrocha lo elevó a la burocracia internacional, y de apoyar a Uribe en la gestión del TLC
con los Estados Unidos, pasó a posesionarse a principios de 2009 como Representante Permanente
de Colombia ante la Organización Internacional del Trabajo, en Ginebra, Suiza.

Ya converso y apostado en la esquina rosada que soñó una vez desde los oscuros socavones del
ideario comunista y la lucha sindical, ya oteando desde alto el horizonte plácido de la Suiza, sin ver
por parte alguna las cenizas de los bosques quemados que le dieron tal nombre a esa Confederación,
y menos aún la sangre vertida por sus antiguos compañeros de lucha en una patria cada vez más
remota, todo, todito todo, lo conducía a la Vicepresidencia de Colombia.

Creo, sinceramente, que Angelino ha sido bueno, lo que se dice un hombre bueno. No es el asesino
que hoy deambula a sus anchas por los actuales recovecos del poder, ni es el tramposo desalmado
al que le da lo mismo ocho que ochenta, ni es el destripador de moda que cuenta víctimas como
trofeos de guerra de la cruzada de los buenos contra los malos.

Tampoco es el cándido que no ve lo que pasa por sus narices. O el bromista que maquilla lo que ve,
para contarlo mejor. O el desvirolado que no se percata de los riflazos que le están metiendo adentro.

Angelino Garzón, sencillamente, es alguien que vadeó el río seco de sus convicciones, y ahora se
yergue airoso al otro lado, agradecido a Dios por no haberse ahogado y al diablo por acogerlo en su
seno caliente.

Ya dirá El Tiempo qué tan bueno habrá de ser el angélico Angelino para los suyos: los Santos, los
grandes grupos económicos, los magnánimos empresarios, los socios del Country Club, los caciques,
los victimarios, en fin, y qué tan siniestro será para los hostiles: los obreros, los trabajadores, los
desplazados, los sindicalistas, las víctimas, en fin, para tanto pobre suelto en un país lleno de la
misma clase de cárceles de las que Angelino pudo evadirse a tiempo, en una tarde muy pretérita.

http://juanalbertosm.blogspot.com/2010/07/angelino-garzon-un-angelito-empantanado.html
NO-PAÍS
ANÁLISIS DE POLÍTICA CONTEMPORÁNEA DESDE LOS MOVIMIENTOS SOCIALES.

Formas y reformas en el gobierno de Unidad Nacional


SANTIAGO SÁNCHEZ JÍMENEZ

Ahora que se ha configurado el aparato institucional del estado central para el próximo cuatrienio, es
necesario enfrentar los temas que se vislumbran en el panorama político, pues la maquinaria está
lista para la aprobación masiva de proyectos, leyes y reformas, al amparo de una supuesta Unidad
Nacional. Una unidad que recuerda algún Frente en el que los partidos cerraron filas para hermetizar
el acceso a los canales institucionales de poder, eliminando toda opción para los movimientos
sociales, las minorías y los partidos contestatarios. De momento se han establecido los lineamientos
políticos del ejecutivo a través de la lógica del neocorporativismo, los lineamientos ideológicos
mediante una reinterpretación a la criolla del dogmatismo Giddensiano de la tercera vía, y los
lineamientos pragmáticos del proyecto santista, continuación de fantasmas dormidos del proyecto
uribista de la seguridad democrática.

Lo que se hace manifiesto en este orden de cosas, es la configuración de una pugna de fuerzas entre
la institucionalidad y la sociedad civil. El panorama se apresta oscuro para los sectores que se
mueven en la política no institucional y para las regiones, pues la batuta institucional estará girando
en torno al proyecto centralista. . Por lo tanto, el debate debe partir del supuesto de que cada reforma
tiene sus formas, y siendo el legislativo de mayorías oficialistas, el consenso y la discusión con la
sociedad civil se hacen innecesarios. Y esas no son formas.

El primero de los proyectos de reforma (que por otra parte apremia) es la Reforma al sistema de
salud. Consabido el fracaso del modelo desarrollado en la Ley 100, auspiciado por el mismo Uribe en
ejercicio de sus funciones en el legislativo, tenemos dos opciones: por un lado adoptar el modelo de
regulación que impele el servicio de salud hacia el sector privado, como lo planteara el ministro
Palacios con los decretos de emergencia social. Por otra parte, una reforma que mediante la
discusión con los especialistas del sector, con criterio de las finanzas públicas, y supeditado al
principio de salud universal de calidad, consolide un estado que vele y cuide de sus ciudadanos.

En efecto es necesario controlar la evasión de las participaciones de los autónomos como la viveza
de otros que, siendo pudientes asalariados y rentistas, se colaron en el régimen subsidiado en
detrimento de los pobres "de verdad". Entre otras cosas esto fue lo que reventó al Fosyga, y no el
hecho de que los jueces fallaran las tutelas a favor de los pacientes, que además, un estado social
que funciona a fuerza de tutela es una vergüenza. Canalizar la atención médica hacia las
posibilidades adquisitivas de los pacientes como lo determinaba el decreto 128, es poco menos que
un sofisticado mecanismo de limpieza social, al tiempo que un gran aliciente para los bancos, que se
quedaron con las ganas de mostrarnos cuánto cuesta un riñón. O como lo proponía el decreto 131,
que limitaba tanto los servicios del POS, igualando el régimen subsidiado con el contributivo a la baja,
como la capacidad de los médicos de dar diagnósticos de acuerdo con el saber médico,
estableciendo un sistema punible para los médicos que ejerzan su oficio por fuera de lo que el Estado
permite.

La reforma a la salud del ministro Palacios, parte de la lógica del Estado rentable que pregona la
disminución del déficit público vía incremento de impuestos y disminución del gasto público. La
reforma al sistema de salud no puede darse vía Estado de emergencia social ni mucho menos. Ha de
ser una reforma integral a la Ley 100 que pase por el debate entre los técnicos, tanto de las finanzas
como de la medicina, que incluya como agente primario a quienes ejercen el oficio de la medicina, y
sobre todo, que esté pensado para dar cobertura universal de calidad, siendo la mejora en las
condiciones de la salud un prerrequisito del desarrollo social.

Este debate nos conduce al de la Reforma tributaria: Santos ha dicho que no presentará un
programa de reforma tributaria porque efectivamente esto cuesta muchos votos en tiempos de
campaña electoral. Pero mucho me temo que es inevitable una reforma de este tipo en un país que
grava el pan con impuestos al valor agregado, mientras los grandes rentistas tienen reducción de
impuestos bajo supuestos inevitables como la generación de empleo y la dinamización de los
mercados. ¿de qué otra manera habría de consolidarse una élite rentista? Paguen o no impuestos
estos postulados se cumplirán, y por lo demás la carga de soportar el aparato del Estado no recaerá
sobre los ciudadanos de rentas medias. Si es necesario incrementar los recursos del Estado, esto
debe hacerse siguiendo el principio de eficiencia, equidad y progresividad, gravando el consumo
oneroso, y canalizando el sistema impositivo hacia los sectores de rentas altas. Pero además, por el
amor de dios, salvando los cuatro billones de pesos que se dejan al año en concepto de corrupción.

Se viene otra vez el asunto de la Reforma Política, asunto quisquilloso que nos persigue desde
2003, y que se ha ido colando de a poquitos vía Acto Legislativo (incluida reelección presidencial). No
sólo está el debate de las cosas que se deben incluir en la Reforma Política, sino en la manera en
que debe hacerse. Para el sector oficialista la cuestión está dada por inspiración divina, que ni
siquiera está respaldado por un concepto técnico o académico, asumiendo el Estado unitario-
central como postulado básico para el progreso, que pasa por la consolidación de partidos igualmente
fuertes y unitarios, por lo que excluye todos los sectores que se muevan por fuera de los canales
institucionales del Estado.

La cuestión es bien diferente: una reforma de este tipo debe partir del constituyente primario, es decir
el pueblo, y no de un cuerpo colegiado que se dice representativo cuando es en realidad bastante
ilegal y bastante ilegítimo, además de poco representativo. En efecto se pueden plantear los temas
que debe incluir como la relación de la política, la economía "sumergida" y el conflicto armado, como
el auspicio de grupos armados ilegales y dineros del narcotráfico, la responsabilidad de los partidos
políticos en estos actos , la inhabilidad por estos actos de familiares, y la confiscación de bienes así
obtenidos. Se pueden plantear los temas estructurales de la institucionalidad política como la doble
militancia, la reelección de gobernadores y alcaldes, y el voto público en el congreso.
Pero todos estos temas deben ser supeditados al debate con la sociedad civil, como constituyente
primario y agente determinante del tipo de sociedad que se quiere ser y responsable moral de los
principios que se quiere defender, y con la academia, como técnicos del ejercicio de la política. Una
reforma de este tipo debe conseguirse mediante el consenso en las metas que se quiere alcanzar
como país y como sociedad, y los medios legítimos para conseguirlos. Según sea el alcance la
reforma que se persigue, se verá si los mecanismos pasan por referendo, consulta o asamblea
constituyente.

También se viene otra vez la Reforma Jurídica, en principio la misma que se le enredó al ministro
Cossio en los vericuetos del referendo reeleccionista. De los tres estamentos del poder público la
justicia es el menos ilegítimo en la actual configuración de poderes. La propuesta de Cossio se
basaba en la reorganización de las altas Cortes y la forma de juzgar a los congresistas. Pero una
reforma del aparato jurídico debe partir de la garantía de justicia para el grueso de población, que de
acceso a la justicia a los que no tienen capacidad adquisitiva, es decir, que democratice la justicia.
Este es el problema fundamental de la justicia en Colombia. La cuestión de las altas Cortes y el
juzgamiento a congresistas pasa por un enfrentamiento entre el ejecutivo y el judicial, que sólo
perjudica el ejercico de la democracia al establecer un supuesto orden de legitimación en lo que se
quiso bautizar como un “estado de opinión”.

De las ramas del poder público, la


justicia es también la que menos ha
padecido el escándalo de la infiltración
de los grupos ilegales armados y del
financiamiento del narcotráfico. Esto no
quiere decir que no lo haya habido ni
que no se deba investigar y controlar.
Tampoco quiere decir que estos grupos
no tengan influencia sobre el aparato de
justicia, sino que el mecanismo de
cooptación del aparato jurídico fue
diferente: no fue necesario poner jueces
y notarios, sino testigos, pruebas, y
escriturar de manera conjunta con ellos.
Ante esto, la reforma jurídica también
pasa por el saneamiento en el ejercicio
de la justicia, y debe incluir a los
mecanismos de control y defensa del
ciudadano, a la Procuraduría, la
Contraloría, la Defensoría del Pueblo, la Fiscalía y las Altas Cortes no sólo como objeto de la
Reforma sino como sujeto en el debate y actores en el consenso. También debe incluir a la academia
como técnicos del proceso jurídico y partir en todo caso del principio de democratización de la justicia.

Finalmente la gran reforma pendiente es la Reforma Agraria. El nuevo gobierno se apresura de


nuevo a firmar el TLC con Estados Unidos y con la Unión Europea bajo la base de la desregulación
de los mercados. Los sectores contestatarios y los pequeños y medianos productores cierran filas en
contra del gobierno. Pero el tema de los tratados de libre comercio es una cuestión que poco
depende de los gobiernos nacionales, sino del orden de las organizaciones supranacionales que
operativizan el proceso de globalización. Por lo tanto poco importa si fue Uribe o si es Santos quien
consigue firmarlo, como en los 90 poco importaba si hubiera sido Pastrana o si fue Gaviria quien
desarrollase la política de apertura de mercados, ya que son procesos globales a los cuales no se
puede evitar asistir.

Lo que si es discutible es la manera de participar en ellos, y el debate requiere encarar dos puntos
fundamentales: 1. Que como prerrequisito de la firma del cualquier TLC, ha de darse la reforma
agraria a nivel interno, y 2. Que una negociación en condiciones de igualdad sólo puede darse
enfrentándose en bloque con economías asimétricas, por lo que debe ser tratado como un tema en la
Comunidad Andina de Naciones, en el Mercosur y en el Caricom, y nunca como negociaciones de
países dependientes con potencias industriales.

El asunto de la tierra es de los más quisquillosos al tratar el asunto del conflicto armado y su
influencia. Ahora el asunto es establecer los vínculos entre los grupos empresariales y los grupos
armados ilegales y el cambio geográfico en cuanto a la distribución y productividad de la tierra. Por lo
tanto el tema de la reforma agraria incluye tanto la propiedad como el uso de la tierra, y debe
darse partiendo de los factores históricos y culturales, considerando que no es sólo un tema de
productividad, sino que está consagrado como derecho cultural al territorio. Compete a todos los
grupos minoritarios y vísctimas del desplazamiento y debe estar pensada en la igualdad y la
restitución para estos colectivos, incluir a indígenas, afrodescendientes, y campesinos, siendo estos
los principales actores con los que se debe consensuar.

Esta perspectiva reformista habrá que analizarla al detalle respecto a su evolución durante los
próximos cuatro años. Un gobierno que se llame de Unidad Nacional no sólo ha de repartir cuotas
burocráticas con los demás partidos políticos. En aras de ser coherente, debe llamar al debate y a la
participación a los sectores contestatarios, a los actores no institucionales y plantear las reformas
estructurales desde abajo, consolidando políticas públicas que estén en coherencia con los proyectos
de las comunidades. Un supuesto gobierno de unidad nacional debe partir del principio de
redistribución del poder como fundamento del desarrollo social, la autodeterminación de los pueblos y
la interculturalidad. Lamentablemente presiento que no es el pretendido de Santos.

http://el-no-pais.blogspot.com/2010/07/formas-y-reformas-en-el-gobierno-de.html
La agenda de la 'Unidad Nacional'

Foto: Laura Rico Piñeres


“Vamos a cambiar la forma como se relacionan el gobierno y el Congreso”, dijo ayer Juan Manuel
Santos tras finalizar la reunión con los directores de los partidos de la Unidad Nacional y los
presidentes de Cámara y Senado. Si cumplen lo acordado ayer, es posible que lo logren.

Durante cuatro horas, el presidente electo y los dirigentes de los partidos Liberal, Conservador, la U y
Cambio Radical se comprometieron a actuar en conjunto durante los próximos cuatro años.

El cambio principal al que se refiere Santos tiene que ver con el mecanismo que se estableció para
llegar a acuerdos dentro de la coalición. Acordaron que los directores de los cuatro partidos
conformarán la „Mesa del Acuerdo‟, que será la instancia donde discutirán cómo y cuando deben
actuar sus bancadas.

Con esto, Santos quiere dejar atrás las épocas en las que un ministro debe negociar voto por voto en
el Congreso cuando quiere hacer pasar un proyecto de ley, como lo hizo el ministro Fabio Valencia
Cossio durante el trámite del referendo reeleccionista o como tuvo que hacerlo Sabas Pretelt para
sacar adelante la primera reelección. O para tal efecto, todos los ministros de los anteriores
gobiernos.

Si este mecanismo funciona, ahora el jefe del partido negocia al interior de su bancada, negocia luego
en la Mesa de Acuerdo, toman una decisión y las bancadas obedecen.
La agenda de los primeros 100 días

En la primera rueda de prensa de la Unidad Nacional, Juan Manuel Santos estuvo junto a los directores en los partidos y
los presidentes de Cámara y Senado. El presidente electo anunció los primeros principales puntos de su agenda legislativa, y
aprovechó para nombrar a Vargas Lleras como su Ministro del Interior y a Guillermo Rivera en el Ministerio de Defensa.

Fotos: Laura Rico Piñeres

En esta reunión también definieron las prioridades legislativas para los primeros cien días de
gobierno.

Aunque aún se esperan los textos de los proyectos de ley que presentarán los ministros de Santos,
los cinco primeros puntos en la agenda legislativa ya fueron acordados por la coalición.

Los proyectos de Primer Empleo; el de regalías (que plantea la formación de un fondo de


compensación mediante el cual la plata que antes se quedaba en los municipios petroleros y mineros
ahora se repartirá en todo el país); el de ordenamiento territorial; la creación de nuevos ministerios y
la Ley de Tierras son los que tendrán que aprobar Cámara y Senado durante los primeros días de la
presidencia de Juan Manuel Santos.

Esta agenda refleja de alguna manera los intereses de cada partido de la coalición y también su
poder relativo dentro de la misma.

Los liberales tenían dos prioridades: la ley de víctimas y programas para erradicar la pobreza. Santos
no incluyó la primera dentro de la agenda, pero compensó con lo segundo.

El proyecto de Primer Empleo fue uno de los más defendidos por Rafael Pardo durante su campaña y
también uno que Santos elogió desde los primeros debates. Se trata de una ley que incentiva a las
empresas para que vinculen más jóvenes durante su primer año de empleo. Pardo propuso eliminar
las exenciones a la reinversión de utilidades en bienes de capital por exenciones a la creación de
empleo. Incluiría también un programa masivo de construcción, restituir las horas extras y eliminar las
cooperativas.

Aunque no incluyó el tema de la Ley de Víctimas, que es una bandera de los liberales, si se logra
hacer un verdadero programa de restitución de tierras se conseguiría una parte importante de la
reparación que defendieron el año pasado los liberales Guillermo Rivera y Juan Fernando Cristo en la
ley que el gobierno hundió.
La ley de ordenamiento territorial deja contentos a todos los partidos. Aunque no dieron detalles sobre
su contenido, lo que busca es la creación de una región Caribe autónoma, una petición de la bancada
costeña. En Cambio Radical, los senadores Fuad Char y Antonio Guerra de la Espriella, unas de las
más altas votaciones de Cambio Radical, son los que más han insistido en esta iniciativa. Pero
también Armando Bennedetti, de La U, y los conservadores Efraín José Cepeda y Roberto Gerlein,
quienes tienen buena parte de su apoyo en la Costa Atlántica.

Ese proyecto deja contento a Vargas Lleras, quien además consiguió la cartera del Interior (su
eventual nombramiento como Mindefensa desató la furia de Uribe, quien envió el mensaje de que se
iría del país si eso sucedía pues no se sentiría seguro). Pero no quedó entre las prioridades
legislativas el proyecto de fortalecer la autonomía de la justicia, una de las prioridades de Vargas
Lleras.

Aún están por fuera también la reforma política y la reforma a la salud, que fueron caballitos de
batalla de Vargas durante su campaña, y que hacen parte de los cuatro puntos que acordó su
bancada para hacer parte de la Unidad Nacional.

Y a los azules, Santos no les ha dado su respaldo aún en el tema de crear un Ministerio para la Mujer
y para la Familia ni el fortalecimiento de la Justicia Penal Militar.

A primera vista, los conservadores parecerían ser los que menos ganaron en la agenda legislativa,
pero la senadora conservadora Myriam Paredes, quien ahora es la nueva vocera de la bancada azul
en el Senado, dijo a La Silla Vacía que la Ley de Tierras sería una de las iniciativas que acordaron los
conservadores, y en particular, el senador Hernán Andrade.

Obviamente, todos estos puntos de la „Unidad Nacional‟ reflejan sobre todo el programa de gobierno
de Juan Manuel Santos. El tema de las regalías, la estrategia del primer empleo para bajar el
desempleo y el de la región Caribe fueron defendidos o elogiados por Santos durante la campaña.
Del tema de tierras habló menos, pero personas cercanas a él dicen que es un tema prioritario en su
agenda.

La unidad nacional desde adentro y lo que quedó por fuera


Haber logrado sacar este acuerdo programático y procedimental en un solo día es un triunfo que se
anota Santos. Pero, como es predecible, el diablo estará en los detalles.

Aunque los partidos están obligados a actuar en bloque cuando sus directivas lo ordenan, las luchas
internas por decidir cuando y cómo van a apoyar los proyectos que irán a discutir los directores del
partido en la „Mesa de Acuerdo‟ determinará qué tan unida es la Unidad Nacional. Y lo cierto es que
muchas veces los congresistas de una misma bancada pueden compartir ciertas afinidades
ideológicas, pero representar intereses excluyentes.

Cuando llegue al Congreso la Ley de Tierras, habrá una puja entre aquellos que representan los
intereses latifundistas y aquellos que vienen de zonas con alta concentración de desplazados, o de
sectores urbanos. Lo mismo ocurrirá cuando se debata el proyecto de regalías. Los senadores que
vienen de municipios mineros o petroleros defenderán a capa y espada que la plata de sus
municipios no se vaya a otras regiones. Ahí, la labor de Benedetti, como Presidente del Senado, será
fundamental.
Con este esquema, la verdadera oposición no vendrá de los partidos por fuera de la „Unidad Nacional‟
como el Polo, el Mira o los Verdes, que podrán hacer cierto ruido, pero cuyas posiciones poco peso
tendrán en un Congreso donde la coalición oficial tiene el 80 por ciento de los votos para aprobar
cualquier proyecto. Vendrá desde dentro de la coalición puesto que cada bancada tiene sus intereses
e incluso dentro de la bancada las posiciones están lejos de ser unánimes.

El Partido Conservador, los liberales y Cambio Radical se adhirieron a la campaña de Juan Manuel Santos después de la
primera vuelta, con la promesa de que algunos puntos en su agenda serán apoyados por las mayorías de la Unidad Nacional.

Tan solo ayer, el presidente del Senado Armando Benedetti se opuso al proyecto de ley del gobierno
que busca que el Fiscal General sea elegido por el Presidente y no por la Corte Suprema de Justicia.
Es una propuesta que Santos defendió durante su campaña, pero que despierta todo tipo de
sensibilidades dentro de los partidos de la coalición.

Después de ser designado como Ministro del Interior, a Germán Vargas Lleras se le preguntó qué
opinaba sobre esta reforma y el jefe de Cambio Radical prefirió no responder la pregunta. Dijo que
contestaba la próxima semana.

Otros temas que Santos acordó con los partidos que se le unieron antes y después de la segunda
vuelta aún no han sido tratados por el nuevo gobierno.

Hasta ahora lo único claro con respecto al proyecto de „Unidad Nacional‟ es que la agenda de Santos
será más liberal que la defendida por el actual gobierno en los últimos ocho años; que el gobierno no
negociará al menudeo sino con las cúpula de cada partido; y que en términos generales, el presidente
electo ha dejado satisfechas a las bancadas que se unieron a La U y que arrancará su mandato con
un poder inmenso para sacar adelante sus proyectos prioritarios.

Pero solo cuando se debata la filigrana de los proyectos se sabrá si logra poner a los 211
congresistas de su gran familia en una foto.

http://www.lasillavacia.com/historia/16984

VIDA Y LIBERTAD
REVISTA DE REVISTAS
Email: nuevavidaylibertad@gmail.com
La selección Colombia neoliberal
Aurelio Suárez Montoya

Cuando Juan Manuel Santos fue nombrando –uno por uno– los miembros de su gabinete ministerial,
el país más informado notaba que era gente con credenciales en el más genuino neoliberalismo. No
sólo los del área económica; es factor común en todos los escogidos, empezando por el del Interior.
El ministro de Hacienda, otrora jefe de Planeación de Pastrana, considera la oferta como el factor
dinámico de la economía, lo que significa que habrá más prebendas al capital con nuevos ropajes –
incentivos al empleo o a la innovación, etc.– y con ello repetirá la receta que sumió al país en el
precipicio donde está. Etcheverry sitúa el éxito macroeconómico en el equilibrio de las cuentas
fiscales, que espera consagrar con una reforma constitucional para frenar toda petición social o fallo
judicial que extralimite la “sostenibilidad fiscal”. Quiere a la vez blindar la iniquidad gestada al amparo
de la confianza inversionista en la última década y constreñir el gasto público y el ingreso de los
hogares. En esa misma dirección, planea un “raponazo” de las regalías a las regiones. Con
Etcheverry está su correligionario, Mauricio Santamaría, de Fedesarrollo, cuyo nombramiento en
Protección Social es como el de Herodes en Bienestar Familiar. También van en la alineación
Hernando José Gómez, quien fue el jefe de la negociación del TLC con Estados Unidos, y Juan
Camilo Restrepo que suscribió el primer acuerdo con el FMI. Todos han participado en la gestión de
la economía colombiana del siglo XXI, en asocio con Santos, y les compete mantener a Colombia
como filón para la élite financiera y las compañías trasnacionales que extraen, a la barata, recursos
naturales. Nadie puede explicar qué hace una funcionaria empresarial buscando “calidad en la
educación”, una promotora del ecoturismo “manejando” el medio ambiente y una ex dirigente de
Camacol fomentando la Vivienda de Interés Social. Es conocido que los representantes del Eje
Cafetero, nombrados en Transporte y Defensa, fueron precursores y prohijadores de la privatización
de las empresas públicas de sus regiones. Todo esto derrumba desde el camerino cualquier ilusión
sobre nuevas “oportunidades” que hicieran de Colombia un lugar de fomento al trabajo y a la
producción nacional y diferente al infierno que es para la mitad de los colombianos que viven en
pobreza y para dos millones y medio sin empleo. La Selección Colombia neoliberal, un combinado de
tecnocracia y empresarios, entusiastas fervientes de la confianza inversionista, jugará desde el 7 de
agosto, con alguna demagogia social impresa en la camiseta para confundir contrarios, dispuesta a
golear a la nación y dizque lo hará “pegada al reglamento”, sin “chuzadas” ni “falsos positivos”, con
“respeto a derechos humanos e instituciones”… lo cual también está por verse.

http://www.deslinde.org.co/La-seleccion-Colombia-neoliberal.html
Santos y la economía de la desigualdad
Un cuerpo creciente de investigación en el ámbito económico apunta a defender que son las políticas de gobierno,
y no los mercados, las causas principales de una mayor o menor desigualdad.

Fernando Estrada

Democracia y desigualdad

Al analizar la transición entre el gobierno de Álvaro Uribe y el del presidente


electo Juan Manuel Santos, la mayoría de los comentaristas han escogido
aspectos relacionados con la psicología del poder político para mostrar la
similitud de personalidades, o las diferencias que podría marcar Santos, bien
para devolverle al modelo de gobierno mayor pluralidad de tendencias
dentro de los logros de la seguridad democrática, bien para mejorar las
relaciones con los países de la región. Se puede ensayar, sin embargo, otro
marco analítico fundado en la postura que puede tener el Presidente electo
frente a la nueva economía de la desigualdad.

Se trata de un tema central en los debates políticos contemporáneos. En su libro The Idea of Justice
(Penguin Press, 2009), Amartya Sen, ha hecho énfasis sobre algunas recomendaciones:

Interpretar la economía de la desigualdad no sólo en función de fallos institucionales, sino de


las personas que gobiernan y están involucradas en tales instituciones;
Tomar en cuenta las vidas de las personas y sus libertades, como significativas para evaluar
de nuevo el papel instrumental en la búsqueda de la justicia;
Elegir adecuadamente instituciones que contribuyan a resolver la desigualdad social. Las
instituciones son importantes para examinar nuestra capacidad de estudiar los valores y las
prioridades que ponderamos, en especial a través de las oportunidades de deliberación
pública.

En línea crítica con los argumentos que da John Rawls en La justicia como equidad (Paidós, 2001),
para Sen la democracia se evalúa desde el punto de vista de la razón pública. Considera que una
política pública concentrada en un único rango de intereses, corre el riesgo de desproteger derechos
básicos de la mayoría. La democracia se entiende como un gobierno por deliberación, una idea que
John Stuart Mill contribuyó a impulsar. La democracia debe juzgarse en función de la capacidad de
enriquecer el encuentro razonado a través del mejoramiento de la disponibilidad de información y la
viabilidad de discusiones interactivas.

El alcance que tienen estos argumentos, depende de si el nuevo gobierno se puede abrir o no a este
tipo de debates. Como sucede que el presidente electo ha dado atención a estos avances
contemporáneos de la economía, esperemos que entienda la necesidad de un cambio decisivo con
respecto a la doctrina rentista que caracterizó a los ganadores económicos durante el gobierno de
Álvaro Uribe.

¿Más de lo mismo?
Bajo las condiciones políticas creadas por Uribe durante casi una década, ¿puede el gobierno de
Santos ejercer una influencia decisiva sobre la desigualdad económica? La pregunta es clave para
observar las tensiones entre continuidad y/o cambio que podemos esperar los colombianos. Un
cuerpo creciente de investigación en el ámbito económico (Cohen, Sen, Krugman) apunta a defender
que son las políticas de gobierno, y no los mercados, las causas principales de una mayor o menor
desigualdad.

Dentro de este marco es razonable comprender que las graves desigualdades creadas por el
gobierno Uribe no pueden eliminarse con más de lo mismo, sino por medio de un cambio de
perspectiva que contemple tiempos diferentes para el ejercicio del gobierno: en el largo plazo, la
capacidad del nuevo mandatario para promover debates públicos, buscar consensos mínimos y
construir un ambiente social favorable; en el corto plazo, la esperanza dirigida a los ciudadanos de
que las cosas van a mejorar, aunque en lo inmediato se observen dificultades (González, Razón
Pública, 21.08.10).

La economía de la desigualdad adquiere


con el tiempo una naturaleza persistente,
por lo que su solución también exige
medidas racionales y colectivas duraderas.
Durante el gobierno Uribe, quienes poseían
más se hicieron todavía más ricos; mientras
sectores de clase media, se sumaron a la
parábola de pobreza; y los más pobres,
ahora viven en la miseria. Crecieron los
niveles de desigualdad, a la vez que una
masa desempleada ampliaba su
imposibilidad de acceso a empleos estables
y bien remunerados.

Contexto político y fuerzas del


mercado
Inmediatamente después de la segunda
guerra mundial, y gracias a las políticas
emprendidas por la administración
Roosevelt, surgieron las clases medias de la
sociedad posbélica de Estados Unidos.
Dentro de esas políticas se destacaron los
controles salariales puestos en práctica
durante la contienda. Una vez finalizado el
conflicto y, por consiguiente, dejados de
lado los controles impuestos durante la
emergencia, hubiera podido esperarse que
la desigualdad económica volviera a su condición inicial. Pero no fue así, y la distribución equitativa
de los ingresos persistió por más de treinta años.
¿Por qué esta analogía histórica? Sencillamente, porque constituye un poderoso indicio de que las
instituciones, las normas y el contexto político tienen una repercusión mayor sobre la distribución de
los ingresos que las fuerzas impersonales del mercado, por más que la ideología considere que son
los mercados los que deciden sobre la inversión y la concentración de políticas económicas.

Juan Manuel Santos, que es economista, parece seguir lo convencional. Varios argumentos de
Kalmanovitz (El Espectador, 20.06.10) fundamentan este escepticismo. Dejar a las fuerzas del
mercado imponer su propia lógica, es facilitar para pocas familias el poder económico. Mantener las
exenciones de impuestos, sin mayores contraprestaciones, gravar fiscalmente el consumo básico de
la canasta familiar, y exonerar de impuestos las grandes rentas. La estructura de conservadurismo
fiscal en Colombia no se ha reflejado en mejores equilibrios en los ingresos económicos de una
mayoría.

Derecha, seguridad y monopolios


La cronología de los cambios políticos y económicos señala que se produjo un considerable
incremento de la desigualdad económica durante el gobierno de Álvaro Uribe. Las debilidades
institucionales causadas en los períodos de Samper y Pastrana junto con el narcotráfico y el conflicto
armado, fueron abriendo la posibilidad de un cambio hacia la derecha, en el que jugó un papel
preponderante la personalidad carismática de Uribe. En este gobierno la afirmación de la seguridad
como panacea originó una oportunidad envidiable para el juego económico de los monopolios
corporativos. Por lo tanto, la polarización política durante estos años tuvo entre sus consecuencias
una desigualdad económica creciente. A los poderes económicos, Uribe les facilitaba todas las
ventajas para que aparecieran como grandes inversionistas. Una ilustración patética la conformaba
los negocios rentables de sus hijos, quienes finalmente han figurado, como genialidades de los
“neocons” en Colombia, el ejemplo a seguir por parte de las nuevas generaciones.

Ahora bien, el supuesto de la seguridad como factor para aumentar la inversión, y la reducción de los
derechos de los trabajadores con el pretexto de dar mayores incentivos a la generación de empleos,
incrementaron la desigualdad económica y el crecimiento de la población subempleada. El axioma de
beneficios tributarios para las empresas generadoras de empleo, fue un sofisma para desviar la
atención sobre la impotencia del gobierno en materia de seguridad social.

Quienes sí lograron sacar ventajas considerables de esta situación fueron los miembros de una muy
reducida élite: sector terrateniente, sector financiero, sector interbancario, sector inmobiliario. Es
decir, la inversión y la profesionalización no fueron relevantes frente al considerable aumento de la
desigualdad económica, que tuvo en el desempleo y el subempleo muestras de una mayor
descomposición de las oportunidades sociales y económicas. La mayor brecha de la desigualdad fue
causada por un socavamiento de las relaciones entre los poderes institucionales destinados a
fomentar la igualdad. Como ejemplo, la indiferencia del gobierno Uribe frente a los fallos
constitucionales en materia de desplazamiento forzado. Durante este gobierno se pasaron por alto las
decisiones tomadas por las Altas Cortes para proteger derechos fundamentales.

Persistencia del fantasma


La victoria en las urnas de Juan Manuel Santos, no representa una ganancia con nombre propio, por
esto se equivocan quienes suponen que habrá un cambio radical de perspectiva con relación al
presidente Uribe. La abrumadora mayoría de electores reafirmaron su fe en el fantasma de la
seguridad creado por este gobierno, y todo apunta a que una de las razones por las que Santos
mantendría las políticas de Uribe, es su considerable trayectoria de lealtad sobre convicciones
políticas compartidas. El Presidente electo ha dado pasos orientados a mantener una línea regresiva
en materia económica. La nominación del conservador Juan Carlos Echeverri como ministro de
Hacienda, muestra por dónde va el agua al molino.

La cuestión que se plantea ahora es qué se podrá hacer frente a la economía de desigualdad del
gobierno Uribe. La respuesta es que, por el bien del país, Santos debería decidirse por un programa
destinado a extender la red de cobertura social y a reducir la desigualdad económica. En suma, a
promover políticas de un gobierno con equidad. La diferencia fundamental de su gobierno debería
afirmarse sobre el equilibrio institucional, la mayor cobertura sanitaria, una política amplia de empleo
estable y la consolidación de planes para la construcción de viviendas de interés social.

El pro, el contra y la recontra


El presidente electo deberá ponerle coto, además, a las tensiones generadas por Uribe frente a los
gobiernos de Venezuela y Ecuador, que han tenido considerable incidencia sobre la economía en las
fronteras, y reestructurar las deterioradas relaciones institucionales, en especial con las cortes y con
los partidos políticos. Pero los correctivos a la desigualdad dependen del marco normativo de nuestra
democracia. Por eso puede preverse que la trayectoria de nuestras tradiciones obra en contravía de
esta premisa. Por dos razones: la primera, que la cultura institucional en Colombia ha quedado
atrapada en el oportunismo de la coyuntura; y la segunda, que las soluciones a la economía de la
desigualdad dependen de la acción política del gobierno. De tal manera que la búsqueda de una
salida estructural a los problemas de la desigualdad social, debe desarrollarse en niveles locales de
decisión política.

Santos hereda tensiones políticas regionales que puede convertir en una oportunidad, no sólo para
reconstruir los vínculos con los distintos sectores, sino para ofrecer caminos diferentes en materia de
justicia social. El presidente electo tiene la ocasión de demostrar que los prejuicios heredados, no son
superiores a su madurez como estadista. Las condiciones de seguridad que contribuyó a consolidar
en el gobierno Uribe, le ofrecen también la posibilidad de ampliar las oportunidades para que la
mayoría de colombianos tengan mayor bienestar social y económico.

http://www.razonpublica.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1197:lo-bueno-lo-malo-y-lo-feo-de-lsantos-y-la-economia-
de-la-desigualdada-seguridad-democratica&catid=20:economia-y-sociedad&Itemid=29

Vamos a Cambiar el Mundo


“Es cierto que el arma de la crítica no puede sustituir a la crítica de las armas,
que el poder material tiene que derrocarse por medio del poder material, pero
también la teoría se convierte en poder material tan pronto se apodera de las
masas. Y la teoría es capaz de apoderarse de las masas cuando argumenta y
demuestra ad hominen, y argumenta y demuestra ad hominem cuando se hace
radical. Ser radical es atacar el problema por la raíz. Y la raíz, para el hombre,
es el hombre mismo".

REVISTA VIDA Y LIBERTAD


Santos y su política exterior con los vecinos

José Miguel Sánchez Giraldo. Educador popular Maestría en Estudios Políticos UASB-Quito

La polarización impresa por Álvaro Uribe Vélez a la campaña presidencial que definiría su sucesor,
luego de ocho años de Gobierno y de ser declarado inexequible por la Corte Constitucional su
inocultable deseo de establecerse por cuatro años más en el solio de Bolívar, contrastó con la
propuesta de Unidad Nacional esgrimida por el presidente electo, Juan Manuel Santos, tanto como
las posturas de quienes fungieron durante la campaña como sus contradictores y competidores.

A saber, el profesor Antanas Mockus, con quien disputó la segunda vuelta, reconoció el triunfo de su
oponente con un discurso más propio de la semántica andina que de la historia política colombiana:
“independencia y deliberación”; tan sorprendente como la alocución de Rafael Pardo candidato del
centenario y otrora Gran Partido Liberal: frente al nuevo Gobierno tendremos una “posición reflexiva”.
No existe ningún error tipográfico, la “O” fue desaparecida del alfabeto liberal después de 12 años de
deambular por el desierto de la oposición y la burocracia estatal. Gustavo Petro, quien en la primera
vuelta representó los intereses de la izquierda macondiana puso la vara en el sitio más alto de la
osadía política: “estamos dispuesto a hablar con Santos con base en tres puntos de nuestro
campaña: la propiedad de la tierra, la Ley de atención a víctimas y el estatuto del agua”. Ante la tirria
de la dirección del Polo Democrático, encantada de ser oposición per sécula, Petro se reunión dos
días después con el Presidente electo, donde además fue testigo excepcional de la llamada de
felicitación a Santos por parte de Barack Obama.

Las sorpresas no terminaron allí. Dos días después los presidentes Correa de Ecuador y Chávez de
Venezuela, le llamaron para manifestar sus parabienes al Gobierno electo. El presidente electo de
Ecuador estará presente en la posesión de Juan Manuel Santos.
El Presidente saliente, concentró un alto porcentaje de su Gobierno a minar la institucionalidad
democrática del país mediante un discurso y una práctica coquetas con el mesianismo. Se fue lanza
en ristre contra la Corte Constitucional, la Corte Suprema de Justicia y el aparato de justicia. La
semana inmediata a su elección el presidente electo se reunió con las Cortes y avaló su trabajo y su
independencia.

El mayor signo de cambio se manifiesta en la capacidad de haber armado una nueva coalición de
Gobierno, en la que figuran partidos y políticos abiertamente opositores a Uribe y algunos de ellos
víctimas del reaccionario y cerrado círculo de poder que ancló sus fueros en los dos últimos
gobiernos en grupos económicos emergentes non santos aferrados a estructuras premodernas lejos
del mundo empresarial (no tan santo) que regresa con Santos a gobernar.

En política exterior, no pocos analistas consideran que puede producirse una diferencia sustancial
con un Gobierno como el de Uribe que, tras una opción unidireccional por relacionarse con los
Estados Unidos, renunció a la historia económica, política y cultural de Colombia con sus vecinos en
la frontera inmediata. Huelga decir que la adscripción de Uribe al coloso del norte tienen una amplia
relación matizada con los postulados de los republicanos, las casa Busch y los halcones del
Pentágono y no tanto con los círculos cercanos al presidente Obama.

El nombramiento de María Ángela Holguín para que asuma la Cancillería en el nuevo Gobierno,
distancia a este del actual. Holguín renunció a la embajada ante la ONU en los inicios del Gobierno
de Uribe denunciado públicamente las presiones del presidente para imponerle cuotas burocráticas
para políticos en el exterior. La futura canciller es una diplomática de carrera con credenciales
ampliamente reconocidas en el país y se recuerda muy especialmente las saludables relaciones entre
Colombia y Venezuela cuando ella fungió allí como embajadora. Así lo reconoce el presidente
Chávez.

A diferencia de la práctica exterior del Gobierno que termina, con Holguín el Gobierno entrante podría
optar de nuevo por la diplomacia exterior como un bien público de los colombianos y no como un
arsenal desde donde se increpa y dispara contra los vecinos, arguyendo el monopolio diplomático del
Gobierno de turno. En esta direccional es más que deseable convocar al término de la distancia a la
Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, conformada por los ex presidentes, cancilleres y
miembros de las mesas constitucionales respectivas del Congreso, para encausar las relaciones en
función de la “continuidad, la integralidad y el consenso”.

El postulado anterior desapareció de la diplomacia colombiana en tanto se impuso el criterio de


“securitización” característico de los últimos ocho años, en desmedro de la natural actuación de la
cancillería. Ello implicó que el presidente Uribe condujera la diplomacia Colombiana como un
comando de asalto que enrareció las relaciones colombianas y que tuvo su culmen (en marzo de
2008) en el bombardeo a un campamento de las FARC en territorio ecuatoriano. En concordancia
Uribe denostó de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores y se atrincheró en una guardia
pretoriana de publicistas, encuestadores y medios de comunicación; entre ellos, Juan Manuel Santos,
entonces ministro de Defensa.

Es sabido en el ambiente diplomático regional que la canciller Holguín no compartió la utilización que
de la OEA hizo el presidente Uribe para ventilar sus “denuncias” sobre la presencia de campamentos
guerrilleros en Venezuela.

Al igual que su par de Venezuela, Uribe conduce de manera unipersonal el tema de relaciones
exteriores. Pero mientras el venezolano se defiende y denuncian la regionalización que agencia el
conflicto armado colombiano, la guardia de Uribe dedica su mayor energía en estar construyendo
explicaciones en los foros y organismos internacionales.
La política exterior de Santos parece ir en otra dirección. Aunque en la campaña brilló el tema
internacional por su languidez, el nuevo presidente entiende que seguir de espaldas a la comunidad
regional internacional no tienen sentido. Los costos económicos anuales por las diferencias con
Ecuador y Venezuela tramitadas en los micrófonos, por fuera de los lenguajes y las formas
diplomáticas, que han suscitado la anormalidad en las relaciones, le han constado a Colombia
decenas de miles de millones de dólares anuales. Los empresarios en público apoyan los “Intereses
legítimos de Colombia” y en privado exigen reparación e indemnización por los altos costos.

La exigencia internacional por la vigencia y respeto del Estado colombiano a los derechos humanos
es permanente. La no firma del Tratado de Libre Comercio (TLC), es fruto de los bajos estándares de
cumplimiento a los mismos que denuncia la bancada del Partido Demócrata en el Congreso
Estadounidense. Esta evidencia obliga a que la agenda del Gobierno de Santos apele a la “lucha por
la Defensa de los derechos humanos como bandera de la política exterior” y “mantener la defensa de
los derechos humanos con una agresiva campaña sobre la evolución de la seguridad y el flagelo del
narcotráfico”1

Entendiendo la falta de credibilidad de la comunidad internacional en los mecanismo de justicia,


verdad y reparación, esgrimidos por el Gobierno de Uribe para el acuerdo de desmovilización con los
grupos paramilitares, Santos propone que “No descansaremos en la defensa jurídica del Estado en
los tribunales internacionales como la Corte Penal Internacional, la Corte Interamericana de Derechos
Humanos y en los litigios de fronteras”.

La relación con los vecinos se asemeja a un saludo a la bandera: “Mantendremos una visión solidaria
y de futuro compartido con los países vecinos, dentro del respeto y la colaboración contra el crimen y
el terrorismo”, sosteniendo una “una visión solidaria y de futuro compartido con los países vecinos,
dentro del respeto y la colaboración”2

Es muy poco lo que puede concluirse de una propuesta electoral que no marca rumbos sino que
busca votos. Existen oros documentos que marcan una hoja de ruta que podría seguir el presidente
Santos. Veamos:

A expensas del actual Canciller se instaló la “Misión de Política Exterior Colombiana” 3cuyo informe
final tiene fecha de abril de 2010, documento que parte de reconocer que “el trabajo de la
Misión…tiene especial importancia en la coyuntura actual, cuando la política exterior colombiana
atraviesa uno de sus momentos más difíciles en mucho tiempo. El país enfrenta un complejo
panorama con algunos de sus interlocutores. En el ámbito regional, la relación con Venezuela se
deteriora cada vez más, mientras el vínculo con Ecuador está saliendo de una profunda crisis que
aún no ha quedado del todo atrás. Otros países de la región observan con recelo la política exterior
colombiana, mientras los más afines a las posiciones nacionales guardan una prudencia que raya en
la indiferencia. Entre tanto, las relaciones con Estados Unidos principal referente internacional de
Colombia, han entrado en una etapa de ambigua incertidumbre”.

Sólo para provocar la lectura del documento de la Cancillería me permito reseñar algunas de las
propuestas señaladas por la Misión y que yo contextualizo con mis búsquedas en este texto, que de
ser tenidas en cuenta por el futuro Gobierno, ayudará a que Colombia encause su ruta de encuentro
con la comunidad internacional y muy especialmente con la región circunvecina:

1. Colombia debe hacer más plurales sus interlocutores y su agenda, hoy reducida a Estados Unidas
bajo la lógica terrorismo-narcotráfico.

2. Para ello Colombia requiere una Política Exterior de Estado, fruto del consenso y no reducida al
poder monopólico de los agentes del Gobierno de turno, como ocurrió en la administración Uribe.
3. Implementación de una política integral de derechos humanos, por vocación ética y apuesta
humanitaria, más allá de compromisos que sólo buscan la renta de negocios internacionales.

4. Colombia debe insertarse de manera protagónica en los nuevos instrumentos regionales; esto pasa
por reconstruir genuinamente su relación con Venezuela y Ecuador.

5. Suena ilógico que mientras Brasil se erige como una novedosa potencia mundial, para el Gobierno
colombiano la frontera con el gigante suramericano no pase de ser una anécdota, mientras el
Gobierno de Lula busca socios estratégicos para la implementación de la IIRSA en su búsqueda
ingente de salida al Pacífico.

6. En su búsqueda fantasmal de la seguridad, Colombia debería auscultar caminos regionales como


lo que se han propuesto desde UNASUR, sin menoscabo de las relaciones estratégicas con USA. El
Gobierno del presidente Obama no parce ser el más interesado en materializar el acuerdo de las
siete bases norteamericanas en Colombia; posibilitar una conferencia regional en torno al tema
rompería el dique de desconfianza que se ha construido frente al tema. Este podría ser un tema
adecuado para la cumbre de las Américas que se realizará en Colombia en 2012.

7. La inmensa biodiversidad colombiana debe ser tratada como agente estratégico de la nación. El
Gobierno colombiano debe entender que los miles de kilómetros amazónicos y pacíficos que
embellecen a Colombia son territorios para la conexión con el mundo y no meros teatros de
operaciones militares.

P.D. ¿Será todo esto compatible con el video que navega por Internet dónde el entonces ministro de
defensa Juan Manuel Santos, expresa: “Me siento orgulloso que la comunidad internacional vea a
Colombia como la Israel de América Latina”?

1 Plan de Gobierno del Candidato Juan Manuel Santos, campaña presidencial 2010-2014

2 Ibíd.

3 Misión de Política Exterior de Colombia, Ministerio de Relaciones Exteriores de Colombia, Gustavo


Bell y otros, Bogotá 2010.

http://www.viva.org.co/cajavirtual/svc0218/index%20-%20pagina%203.html
¿Es posible aún una negociación con las Farc?

Conflicto armado El Gobierno “no ha cerrado la puerta a la paz”, dijo el vice electo Garzón, mientras la guerrilla
ha enviado ocho mensajes en los que habla de buscar una salida política al conflicto. Pero, ¿es suficiente?

César Paredes, periodista de Semana.com

A sólo unos días de que comience el nuevo Gobierno, las Farc enviaron un mensaje al presidente
electo, Juan Manuel Santos, en el que el grupo guerrillero se mostró dispuesto a hablar de paz. Esta
fue la octava vez en la que el grupo guerrillero habló de una solución negociada al conflicto en el
transcurso de este año.

En respuesta, el vicepresidente electo, Angelino Garzón, dijo que el Gobierno no tiene cerradas las
puertas al diálogo. No obstante, argumentó que era necesario que las Farc abandonaran prácticas
como el secuestro y la utilización de niños en la guerra, entre otras violaciones al Derecho
Internacional Humanitario.

De esta manera, la posibilidad de que las Farc se sienten a dialogar con el Gobierno entrante no está
del todo descartada. Sin embargo, el escenario para una negociación es absolutamente distinto al
que había hace doce años, cuando el gobierno de Andrés Pastrana se alistaba a tomar el mando.

La administración de Álvaro Uribe le apostó al ataque frontal a la guerrilla, y tras ocho años de
Gobierno, logró recuperar la seguridad en algunas zonas del país y el repliegue de los grupos
ilegales.

El grupo guerrillero queda debilitado no sólo en el campo militar, sino en el político, pues sus
constantes violaciones a los derechos humanos deslegitimaron sus acciones. La estrategia de Uribe
sólo dejó abierto un camino para los guerrilleros que quieran integrarse a la vida civil: su
desmovilización.

En varias ocasiones el Gobierno saliente rechazó la posibilidad de un diálogo con el grupo guerrillero.
Uribe reiteró hasta el final de su mandato, por ejemplo, que “el único acuerdo humanitario que se
acepta es que liberen unilateralmente a todos los secuestrados”.

Esa postura, aducen varios analistas, fue la búsqueda de la rendición del grupo guerrillero sin
contraprestación alguna.

“Mantendremos un vigoroso esfuerzo de seguridad persiguiendo a los grupos terroristas,


desarticulando las bandas criminales y combatiendo el negocio del narcotráfico que las sustenta”,
fueron las palabas que utilizó el hoy presidente electo Santos para responder qué hará para lograr la
paz, cuando apenas era candidato.

“Al mismo tiempo, mejoraremos las posibilidades de desmovilización para que todos aquellos que
quieran abandonar la violencia encuentren la puerta abierta para reintegrarse a la sociedad”, agregó
Santos.

En otras palabras, Santos, durante su campaña presidencial, no contempló la posibilidad de un


diálogo con las Farc, que es lo que algunos críticos del Gobierno, analistas y teóricos llaman la “salida
política” al conflicto armado.

Sin embargo, Alfonso Cano, máximo líder de esa guerrilla, apareció en un video que fue publicado
por la cadena árabe de noticias Al Jazeera, en el que le dice a Santos: “Hombre, conversemos”.

En el video Cano aduce que en varios gobiernos se ha planteado la posibilidad de una mesa de
diálogo. Pero ésta ha fracasado, según él, “porque los representantes de la oligarquía no han ido con
el ánimo de encontrar soluciones, de encontrar salidas democráticas, sino que han asistido con la
única decisión de derrotarnos en las mesa de diálogo, de engañarnos…”

En respuesta, el vicepresidente electo, Angelino Garzón, dijo que la puerta de la paz estaba abierta.
Eso sí, fijó las condiciones: “que (la guerrilla) deje en libertad a todas las personas secuestradas sin
condiciones, cesar la práctica del secuestro, del terrorismo y de las minas antipersonal… poner en
libertad a todos los niños y niñas que tiene reclutados forzosamente y decirle a la población: esta
violencia no tiene sentido, esa violencia no da más”, indicó a la agencia EFE.

Planteadas las condiciones, se abre la pregunta por cuál es la posibilidad de que en los próximos
cuatro años haya un eventual acuerdo de paz.

El escenario
El conflicto colombiano es el más antiguo del mundo. Pocas personas dudan de que al Gobierno le
dio resultado la estrategia militar, que si no acabó con las Farc, al menos logró arrinconarlas.

Sin embargo, el costo ha sido alto. Así lo demuestran los mal llamados “falsos positivos” (ejecuciones
de civiles presentados como combatientes) o la altísima inversión en la guerra durante tantas
décadas.

Por esta razón, Vincenç Fisas, director de la Escuela y titular de la Cátedra UNESCO sobre Paz y
Derechos Humanos en la Universidad Autónoma de Barcelona, dijo el pasado 7 de julio durante la
presentación del Anuario 2010 de procesos de Paz de la ONU, que “tarde o temprano, el nuevo
Gobierno tendrá que dialogar con las FARC y el ELN para ver si es posible abrir una negociación que
permita llegar a un consenso de mínimos en cuanto a la transformación del país. No veo una salida al
conflicto colombiano sin ese diálogo entre los factores de poder…”

En el mismo sentido, el ex comisionado de paz Carlos Eduardo Jaramillo dijo a Semana.com:


“Independientemente del Presidente que esté en poder, la lógica del Estado es buscar la paz”.

En su criterio, las condiciones del conflicto armado han cambiado, así como la situación política. “El
Gobierno debería aprovechar la propuesta de diálogo, por lo menos decir: estamos dispuestos a
escucharlos, sin comprometerse”, agregó Jaramillo.

¿Quién impone la agenda?


Una eventual negociación de las Farc con el próximo Gobierno se daría sobre las condiciones que
éste último imponga. ¿La razón? el grupo guerrillero tiene muy poco para negociar.

La utilización del secuestro como arma de guerra provocó el rechazo de millones de colombianos a la
insurgencia; en contraposición, las espectaculares liberaciones de los secuestrados pusieron en un
lugar privilegiado de la opinión al Gobierno saliente.

Así la guerrilla se quedó sin su principal


arma de negociación, que eran los llamados
“canjeables”, es decir, los rehenes políticos.
De paso se echó encima a la crítica de la
opinión nacional e internacional.

Estas circunstancias juegan en contra de


una eventual negociación. Como lo señaló el
director de la Fundación Arco Iris, León
Valencia: “En Colombia desde hace varios
años está vetado hablar de diálogo”.

Por esta razón un diálogo con las Farc pasa


por un esfuerzo del Gobierno de „aclimatar‟ a
la opinión. Es decir, dado el rechazo que
genera el tema, cada paso debe ser
estratégicamente planeado para no dar lugar a equívocos. El proceso, por esta razón, podría demorar
bastante.

Los pros y los contras


El analista internacional Vicente Torrijos considera que las Farc con su propuesta buscan solamente
oxigenarse. Pero, en su criterio, Santos no va a caer en la trampa.

“El diálogo es estéril por naturaleza. Eventualmente, se podrían crear las condiciones para un diálogo,
pero luego se cae en el cómo, y el asunto se diluye”, dijo en una entrevista con el diario La Tercera,
de Chile.

“Un gobierno que comienza, por naturaleza, tiene abiertas todas las posibilidades. Y eso incluye el
diálogo. Pero Santos apostará por darle continuidad a la estrategia de Uribe”, agregó.
No así lo cree Fisas, quien en el mismo discurso mencionado argumentó que “nueve de cada diez
conflictos terminan en mesa de negociación”, después de mencionar 25 casos resueltos entre el 2005
y el 2009, muchos, “en contextos más complicados (…) Colombia no tiene que ser la excepción a esa
la regla”, argumentó el experto.

Los temas
La guerrilla propuso hablar sobre cinco temas generales que se podrían convertir en un gran listado.
En el video, Cano mencionó: las bases militares, derechos humanos, el equilibrio ecológico, el
régimen político y el modelo económico.

Hay varios temas que los analistas consideran innegociables. Por ejemplo, un eventual despeje y el
modelo económico, entre otros.

Sin embargo, hay otros temas que, incluso, ya están en la agenda del próximo Gobierno, como lo
indicó Jaramillo. Entre ellos están la reforma agraria, el equilibrio ecológico y el régimen político. “No
importa quién sea el que proponga esos temas. Lo importante es lograr desactivar la insurgencia”,
dijo el ex asesor de paz. En criterio del analista, la negociación se debería dar sobre temas “muy
específicos y muy reducidos, es decir, que no pasen de seis u ocho puntos”.

Para Valencia, una eventual negociación del Gobierno con las Farc tendría un orden de prioridades
en la lista de temas de negociación, contrario al que la guerrilla ha planteado en el pasado.

“Antes, intentaban meter en la agenda un diálogo sobre temas nacionales, luego sobre qué hacer con
el grupo y después qué hacer con los jefes”, explicó el analista. “Ahora, el diálogo deberá comenzar
por cómo se debe resolver la situación de jefes y mandos medios, qué espacio político podría tener el
grupo, y en tercer lugar, cuáles son las soluciones económicas y sociales para las regiones cocaleras,
donde las Farc han tenido respaldo”, añadió.

La condición sine qua non


La condición infaltable para un eventual diálogo es que de parte y parte tiene que haber voluntad, a
pesar de que existan justificaciones para la desconfianza.

Cano, en el video, señaló que los procesos de paz han fracasado porque “los representantes de la
oligarquía no han ido con el ánimo de encontrar soluciones y de encontrar salidas democráticas, sino
que han asistido con la única decisión de derrotarnos en las mesa de diálogo, de engañarnos”, dijo.

Sin embargo, para el Estado quedó como antecedente el fracaso del proceso de paz propuesto en la
era Pastrana, que para muchos fue interpretado como un „conejo‟ de la guerrilla a la voluntad de
diálogo.

Por esta razón, según lo indicaron los analistas, un proceso de negociación se debería hacer a puerta
cerrada, con mediación de un país extranjero y al margen de los medios de comunicación.

La pregunta es si ese tema hace parte de la agenda urgente de la nueva administración o si por
ahora la decisión de Santos es darle continuidad a la política actual, de la que, además, formó parte y
fue protagonista exitoso.

http://www.semana.com/noticias-conflicto-armado/posible-negociacion-farc/142546.aspx
El sultanato que expira
Opinión Se dio el lujo de estigmatizar a quienes hicieron denuncias contra su
gobierno mientras se presentaba como un presidente respetuoso del disenso.

María Jimena Duzán

Estoy contando los días, las horas y los minutos que le quedan de
gobierno al presidente Uribe con una emoción cercana al paroxismo.
Y lo hago no precisamente porque sea una devota del santismo -de
hecho no voté por Juan Manuel ni creo en sus milagros-, sino
porque tengo la convicción de que cada minuto que pasa, cada
segundo que corre, a los colombianos nos quedan menos días y
menos horas bajo la sombra tutelar de un gobierno que durante
ocho años no fue una dictadura ni una democracia, sino un sultanato.

Giovanni Sartori utilizó esa definición en su último libro -la de que no estamos ni en una dictadura ni
en una democracia sino en un sultanato- para explicarles a los italianos lo que significaba el gobierno
de Berlusconi. Sin embargo, la frase sirve para definir también la verdadera naturaleza política del
gobierno de Uribe.

Dirán que es una exageración tachar de dictador al presidente Uribe, pero como bien lo afirma
Sartori, en estos tiempos la toma de las democracias por parte de los gobiernos autoritarios se hace
cuidando las formas. Por cuestión de estética, asegura el intelectual italiano, ningún gobernante se
declara dictador, pero "todos los que simulan no serlo, generalmente lo son". Un indicio de su
verdadera naturaleza es si el poder lo ejerce concentrado en su persona y si las reformas
constitucionales que apoya intentan debilitar y asfixiar a los contrapoderes que los obstaculizan. En el
caso de Uribe, esas dos características se cumplen al pie de la letra: ha tratado de quitarle a la Corte
Suprema la competencia de investigar y juzgar a sus familiares y compadres políticos investigados
por parapolítica, y acaba de presentar un proyecto para que la Fiscalía pase a ser controlada por el
Presidente en momentos en que se están adelantando las investigaciones que tienen a casi todos los
miembros de su círculo íntimo investigados y/o en la cárcel.

Afortunadamente, el nuevo ministro del Interior, Germán Vargas Lleras, de un tacazo ha desechado
esta propuesta que nos deja el sultán de despedida.

Bajo su sultanato, Álvaro Uribe hizo lo que quiso sin rendirle cuentas a nadie; impuso sus gustos, su
forma de vestir y su lenguaje de hacendado paisa; se volvieron lugares comunes sus símiles entre la
política y las bestias y entre las bestias y los magistrados de las cortes.

Gobernó como un sultán sobre el Congreso y creó un partido de papel para que se postrara a sus
pies. Dispuso de sus ministros como si fueran personal de servicio y su corte de fieles cumplió sus
designios transgrediendo incluso las fronteras de la ley para demostrarle su lealtad. Fue despótico
con todo lo que le quitara protagonismo: con los partidos, con los gremios, con las instituciones.

Su gobierno fue epicentro de los peores escándalos de corrupción que se recuerden desde el
proceso 8.000, pero 'el pueblo' nunca le pasó ninguna cuenta de cobro. Uribe, el sultán, logró
convencerlos de que todas esas denuncias eran calumnias y montajes hechos en su contra por los
enemigos de la seguridad democrática que le hacían el juego al terrorismo de las Farc. Les triplicó los
subsidios y les aseguró que con él siempre tendrían papa en la boca.

Ni las 'chuzadas' del DAS, ni la compra de su primera reelección, ni los 'falsos positivos' le hicieron
mella en su popularidad y, por el contrario, se dio el lujo de macartizar a quien se le vino en gana y de
estigmatizar a quienes hicieron denuncias contra su gobierno, al tiempo que se esforzaba en
presentarse como un gobernante respetuoso del disenso, de la división de poderes, de la oposición y
de la crítica.

Si no es porque la Corte Constitucional en buena hora frenó su segunda reelección, muy


probablemente hoy el país estaría enterrando lo que nos queda de democracia en medio de un gran
júbilo. Uribe habría cerrado ya la Corte Suprema y en lugar de andar en la unidad nacional de Santos,
el país estaría embarcado en lo que Sartori ha dado en llamar una "Constitución inconstitucional"; se
habrían eliminado las estructuras garantistas sin llamar mucho la atención y a Uribe se le habría
permitido un ejercicio concentrado e incontrolado del poder político hasta por lo menos 2019.

Ahora entenderán por qué cuento las horas, los minutos y los segundos que le faltan a este sultanato
para que expire. Ante semejante perspectiva, cualquier cosa que nos pueda pasar con Juan Manuel,
por mala que sea, desde ya la considero una ganancia.

http://www.semana.com/noticias-opinion/sultanato-expira/142430.aspx

¡Gracias, Presidente Uribe!


Opinión Compatriotas: ¿qué gobierno se había preocupado por escuchar
tanto a sus contradictores, que llegó al conmovedor esfuerzo de intervenir
sus teléfonos?

Daniel Samper Ospina

Llegó el momento más triste de esta historia. Señoras y señores:


ya se va el presidente Uribe. Es una realidad. Debemos ser
fuertes. Desde hace unos días hay un camión de Rojas Trasteos
en el garaje de Palacio, parqueado, como gran excepción, en la
zona que estaba asignada a alias 'Job'. Los funcionarios más
leales al gobierno ayudan a subir cajas con las pertenencias del
mandatario: cajas llenas de herraduras, de carrieles, de crucifijos. Cajas con el frac ese que solo le
cubría las tetillas. Y varios electrodomésticos, principalmente grabadoras.

Todo está dispuesto para la mudanza. Ya están guardados dentro del guacal esos perros arrugados y
de feos modales con los que la familia presidencial posaba en las revistas de sociedad, a los que en
algunos consejos de ministros solían confundir con el doctor Valencia Cossio y que alcanzaron a
manejar dos crisis del Inpec.

Son momentos tristes para la Patria. Incluso para él. En una entrevista en El Tiempo, el mandatario
confesó que había llorado varias veces. Una de ellas fue cuando le cayó una potranca encima del
muslo. Otra, cuando el urólogo le confirmó lo de sus tres huevos. Y una más, cuando uno de esos
huevos, el más grande, decidió independizarse y ocupar el Ministerio de Transporte.

Debo decir que su tristeza agranda la mía. Me invade la nostalgia. Se va el mejor hombre de la
historia. Puede ser cierto que su gobierno haya tenido algunos lunares. Unos pocos, cuál no. Pero
fueron un par de manchas, por mucho. Algunas, si se quiere. Concedámoslo: fueron varias. Bueno,
está bien: muchas, digámonos la verdad. Mejor dicho, no nos engañemos: este gobierno tuvo más
manchas que las manos de Fabio Echeverri, y el Presidente es la Yady González de la política. Pero
todo, todo, queridos amigos, tiene una explicación.

No faltará el comunista que acuse al gobierno de totalitario por amedrentar a la oposición. Pero,
compatriotas, ¿qué gobierno se había preocupado tanto por escuchar a sus contradictores como el
de Uribe, que llegó al conmovedor esfuerzo de intervenir sus teléfonos?

Y sí, puede ser cierto que casi rompe el sistema democrático por pelear burdamente con la rama
judicial. Pero ¿cómo tomar en serio a esos magistrados con los nombres que tienen? Miren el caso
del magistrado Valencia Copete: ¿cómo puede apellidarse Copete una persona tan calva como él?
Es como si Germán Vargas Lleras fuera de apellido Manotas. Y todos, todos tenían nombres
semejantes: el doctor Copete, el doctor Calvete. No parecía una rama del Estado sino una
peluquería. Por si fuera poco, en la terna por la Fiscalía terminó aspirando la doctora Margarita
Cabello. Cabello Blanco, además. ¿Cómo se puede llamar alguien así? ¿No era más práctico
bautizarla Margarita Cano directamente? ¿Y de cuáles Cabello es ella? ¿De los Cabello que vienen
de abajo? ¿Es algo de Juan Chilindrín? Estoy seguro de que si la doctora Cabello no salió elegida fue
porque a sus colegas les parecía loba. Pero si se llamara Margarita Pelo, ahí sí la hubieran
nombrado. Qué país tan clasista.

Pero vuelvo al Presidente, cuya amistad con políticos vinculados con los paramilitares puede parecer,
a simple vista, una de sus manchas más grandes. Pero, queridos amigos, todos son malentendidos.
Miremos el caso de su primo Mario. La justicia sospecha que lo eligieron senador por una frase de
'Pitirri', por una oración de 'Cadena'; pero don Mario ya explicó que fue al revés: que salió elegido fue
por una cadena de oración. Él es un santo.

Queridos amigos: nos deja el Presidente más generoso de la historia, que les brindó oportunidades a
personas que de otro modo nunca las hubieran tenido. En lugar de discriminar al incapaz, lo acogió
en su gobierno y le dio puestos y notarías con un sentido de la compasión solo visto en Nuestro
Señor.

Hombre de paciencia infinita, soportó hasta el último día a Pachito, a quien parece que van a nombrar
director de RCN. Si a duras penas sabe conducir su triciclo, ¿de verdad lo van a poner a conducir una
emisora? ¿Quieren volver esa cadena una emisora juvenil? Óiganlo hablar: hay fonemas que Pachito
no puede pronunciar sin escupir graciosamente. Se parece al Pato Lucas. Si lo van a contratar, mi
consejo es que le pongan de segundo a alguien que ya esté curtido en trabajos radiales y que sea
más serio que él. Sugiero a 'Papuchis'.

Pero se va el Presidente. Y su gestión es inolvidable. Su gobierno combatió, si no la pobreza, al


menos a los pobres. Asignó subsidios a gente tan necesitada como Valerie Domínguez. Dejó el
territorio colombiano con más bases gringas que un estadio de béisbol, y no las pasó por el
Congreso, con lo cual evitó que se robaran dos o tres. Y sacó del país a la clase política tradicional,
así fuera a las embajadas más importantes.

No entiendo por qué, a pesar de esta gestión intachable, sigue habiendo apátridas que no lo
aplauden; apátridas que, incluso, le faltan al respeto. Ese Uribe fue un tirano de pacotilla, me dijo uno.
Me tocó llamarlo al orden: lo respeta, me hace el favor. Nada de tirano de pacotilla. Es un gran tirano.
Uno de los mejores que hemos tenido. Ojalá que la historia le haga un pedestal. Y que alguien le
haga una estatua. Ecuestre, naturalmente. Y que Juan Manuel no lo extradite.

http://www.semana.com/noticias-opinion/gracias-presidente-uribe/142426.aspx
"Todo era por orden de la Casa de Nariño"
Nación El ex director de Inteligencia del DAS Fernando Tabares revela cómo el organismo se convirtió en la
punta de la lanza de la Presidencia en su 'guerra' contra la Corte, la oposición y los medios. Cada vez es más
comprometedora la situación del secretario general Bernardo Moreno.

En el interrogatorio, el ex director de Inteligencia del DAS Fernando Tabares


compromete al actual director de esa entidad en el espionaje a la Corte Suprema.

Pasadas las dos de la tarde del 9 de julio de 2010, Fernando Tabares, ex director de Inteligencia del
DAS, compareció ante el fiscal delegado de la Corte Suprema, Misael Fernando Rodríguez. El
motivo: quería acogerse al principio de oportunidad en la investigación sobre el espionaje ilegal del
DAS. Su testimonio ese día, que fue revelado por La W Radio el viernes pasado, es explosivo. De
manera detallada y clara, Tabares confirma lo que era un secreto a voces: que todas las órdenes
para hacerles seguimiento a los magistrados de la Corte Suprema y opositores al gobierno vinieron
directamente de la Casa de Nariño. Y no de cualquier funcionario sino de Bernardo Moreno,
secretario general de la Presidencia de la República.

Desde que SEMANA reveló esta irregular actividad en febrero de 2008, el gobierno ha insistido en
que no era cierto y que si hubiera algún acto ilícito, fue cometido por ex detectives de bajo rango. Esa
posición fue reiterada en días pasados por el vicepresidente Francisco Santos. La confesión de
Tabares, quien ocupaba el segundo cargo más alto del DAS, controvierte plenamente esas versiones.
Queda claro que la entonces directora María del Pilar Hurtado y sus sucesores Joaquín Polo y Felipe
Muñoz estaban al tanto del espionaje que se hacía para altos funcionarios de Palacio.

Tabares revela detalles hasta ahora desconocidos de cómo se fraguó la conspiración contra la Corte
Suprema y miembros de la oposición.
Este miércoles 28 de julio, Moreno está citado a interrogatorio por la Fiscalía. Deberá explicar porqué
era tan importante para la seguridad del Estado que el DAS dedicara sus recursos a hacer espionaje
político a los presuntos 'enemigos' de la administración de Álvaro Uribe.

Los blancos eran "la Corte, Córdoba, Petro y Coronell"


"Todo se inicia después de la posesión de la doctora María del Pilar Hurtado como directora del DAS,
el 31 de agosto de 2007. Los días siguientes ella me invita a que la acompañe a un desayuno de
trabajo que iba a tener con Bernardo Moreno en el Metropolitan Club de la ciudad de Bogotá. (…) Ella
nos presentó y le indicó que yo era director general de Inteligencia del DAS. Moreno le manifestó a
Hurtado que el interés del señor Presidente de la República era que el DAS lo mantuviera informado
sobre cuatro temas o aspectos principales: la Corte Suprema de Justicia'; la senadora Piedad
Córdoba, el senador Gustavo Petro y el periodista Daniel Coronell.

"Terminado ese desayuno, yo me regreso con la doctora Hurtado y ella me pregunta que si nosotros
tenemos cómo informar al Presidente sobre esos temas. Le dije que sobre los tres primeros temas, la
Corte Suprema de Justicia, Piedad Córdoba y Gustavo Petro, no le veía ningún inconveniente porque
están enmarcados dentro de nuestras funciones como proveedores de inteligencia para el alto
gobierno, pero que en el de Daniel Coronell yo lo veía más como un tema personal y que no veía
cómo el DAS podría adelantar labores de inteligencia sobre esta persona… Ella impartió
instrucciones para que empezáramos a centrar lo más posible nuestras labores sobre ese
requerimiento transmitido por Moreno, y al interior del DAS se inició la elaboración de documentos y
la recolección de información correspondiente.

"(…) En el caso específico del senador Gustavo Petro, la Subdirección de Contrainteligencia desde
tiempo atrás venía recopilando información al respecto… En el tema de Córdoba… se realizaron
labores de inteligencia tendientes a obtener más información . Esta era entregada a la Dirección del
departamento, para que esta, a su vez, la pusiera en conocimiento del Presidente de la República
(...)".

"La carta de 'Tasmania' la entregó el conductor de Mario Uribe"


En octubre de 2007, el presidente Álvaro Uribe denunció que el magistrado auxiliar de la Corte
Suprema Iván Velásquez estaba conspirando para implicar al jefe de Estado en crímenes cometidos
por paramilitares. Y presentó como prueba una presunta carta de un paramilitar llamado 'Tasmania'
donde se denunciaban las supuestas acciones de Velásquez. Una investigación de la Fiscalía
comprobó que el complot era en realidad contra Velásquez. Tabares describe el rol del DAS en este
asunto.

"Quiero iniciar con el caso que se denominó caso Tasmania. El 26 de septiembre se abre el proceso
en la Fiscalía contra el senador Mario Uribe, primo del señor Presidente, y el 29 de septiembre la
doctora Hurtado, por instrucción del doctor Bernardo Moreno, según ella misma nos lo manifestó,
ordena a la doctora Marta Leal desplazarse a Medellín. Allí le entregan un sobre cerrado que tenía
como destinatario al Presidente. El 1 de octubre Hurtado ordena a Leal que se desplace nuevamente
a Medellín a recibir otra información… Posteriormente yo me entero de que la información recibida se
refería a la carta manuscrita por el sujeto paramilitar conocido como alias 'Tasmania', en la cual le
informaba al Presidente de las supuestas intenciones del magistrado Iván Velásquez y que el motivo
del segundo viaje de la doctora Marta Leal fue porque el primer documento enviado era una copia y lo
que se requería en la Casa de Nariño era el original. Así mismo, tiempo después la doctora Leal
manifestó que quien le entregó uno de esos documentos en Medellín, no recuerdo cuál de los dos,
fue el conductor de Mario Uribe".

"Se entregaban expedientes de la Corte a la Casa de Nariño"


Tabares confirma que el DAS tenía una persona infiltrada en la Corte Suprema y que toda la
información recolectada era entregada a la Casa de Nariño. Tabares, además, salpica al ex director
Joaquín Polo y al actual director, Felipe Muñoz, quienes, según él, estaban al tanto de la operación
encubierta contra la Corte.

"Con referencia a la fuente humana que entregaba


información de la Corte Suprema de Justicia, era
una fuente manejada por el subdirector de Fuentes
Humanas, William Romero. Como fuente humana,
recibía un pago por la citada información que estaba
incluida dentro de los gastos reservados... Esta
fuente, como lo dije anteriormente, nunca se
suspendió. Nunca se dieron órdenes de destruir la
información suministrada por la fuente pero sí
instrucciones de que se protegiera del conocimiento
Felipe Muñoz, actual director del DAS de terceros y de una posible fuga de información.
Romero me manifestó que esa información estaba
bajo su custodia en una dependencia externa diferente al edificio de Paloquemao.

"Esto se reunió con el requerimiento inicial de información sobre la Corte Suprema de Justicia que
hiciera Bernardo Moreno, y es así como la Subdirección de Fuentes Humanas informa sobre la
existencia de una fuente en dicha corporación a través de la cual se recibía información que era
analizada y entregada a la directora general con destino a la Casa de Nariño. Esta fuente inclusive
llegó a entregar expedientes que fueron requeridos por la Casa de Nariño, según lo manifestado por
la doctora Hurtado, y uno de los que recuerdo era el de la senadora Nancy Patricia Gutiérrez.
También la fuente obtuvo o realizó grabaciones de algunos temas discutidos al interior de la Corte
Suprema de Justicia, los cuales fueron también entregados a la directora con destino a la Casa de
Nariño… Es importante también aclarar que (sus sucesores) Joaquín Polo y Felipe Muñoz conocieron
de esta fuente y llevaron información suministrada por esta fuente a la Casa de Nariño".

"Se le entregó información sobre Piedad Córdoba a Nancy Patricia Gutiérrez"

La senadora Nancy Patricia Gutiérrez hizo un debate contra Piedad Córdoba en la plenaria del
Senado, por su cercanía al gobierno venezolano. Tabares revela que el contenido de las denuncias
de Gutiérrez fue proveído por el DAS.

"En marzo del 2008, Hurtado nos manifiesta que por órdenes de la Casa de Nariño se debe apoyar a
la senadora Nancy Patricia Gutiérrez en un debate que esta tenía pensado hacerle a la senadora
Piedad Córdoba en el Congreso. Nos da instrucciones a mí y a Marta Leal para que toda la
información que se tenía sobre la senadora Córdoba se la entregara a Gutiérrez a fin de que esta la
utilizara en dicho debate, lo cual efectivamente se hizo. "(…) Se obtuvo información sobre unos
dineros girados a Piedad Córdoba por la empresa Monómeros Colombo Venezolanos, por un monto
cercano a los 300.000 dólares y de lo cual circulaban algunos rumores en los medios de
comunicación, la cual también se encontraba en la carpeta entregada a la senadora Gutiérrez. Dicha
información relacionada con el tema Monómeros, por instrucciones de la directora, se filtró en el mes
de agosto de 2008 a los medios de comunicación colombianos, si mal no recuerdo a 'El Espectador'
(...)".

"La intención era afectar al magistrado auxiliar Iván Velásquez"


SEMANA reveló en agosto de 2008 una reunión en la Casa de Nariño con un paramilitar conocido
como 'Job'. Al revelarse la existencia de ese encuentro, la Presidencia dijo que 'Job' traía información
sobre otro supuesto complot contra Uribe. Para Tabares, la reunión tenía otro propósito.

"El 23 de abril de 2008, Hurtado fue citada, tengo entendido, por Edmundo del Castillo, a una reunión
en la Casa de Nariño a la cual asistirían unas personas relacionadas con paramilitares, en la cual se
iba a tratar un tema de interés para la Presidencia de la República. Ella me cita al despacho y me
comenta lo anterior, y yo le manifiesto que de ninguna manera ella como directora del DAS tenía por
qué ir a reunirse con personas de esa categoría. Ella llama entonces al Presidente por teléfono, le
comunica lo anterior y este entonces le dice que no asista, pero que en su reemplazo envíe a un
funcionario del DAS. Se le ordena a la doctora Marta Leal que asista a la misma, teniendo en cuenta
que ella durante el ejercicio de sus funciones tenía más conocimiento específico de temas
relacionados con paramilitarismo. En esa reunión se tocan temas que tenían que ver con el
magistrado auxiliar Iván Velásquez(…). Lo importante es dejar claro, luego de lo comentado por la
doctora Marta Leal, que la intención de dicha reunión era la de afectar al magistrado Iván Ve lásquez,
algo similar a lo que se pretendía con el caso de 'Tasmania'".

"La intención de filtrar era afectar y desprestigiar a la Corte Suprema de Justicia"

A finales de abril de 2008, SEMANA publicó una denuncia sobre un viaje que hicieron magistrados de
la Corte Suprema a Neiva y sus presuntos vínculos con un polémico personaje llamado Ascencio
Reyes. El artículo, como lo ha reconocido SEMANA en el pasado, tenía varias inexactitudes y errores.
Tabares le reveló a la Fiscalía cómo y por qué esa información fue filtrada por funcionarios de la Casa
de Nariño.

"Muchos hechos ocurridos en el país relacionados con la Presidencia de la República motivaron


órdenes hacia el DAS. El 22 de abril de 2008 se produce la captura del doctor Mario Uribe y a partir
de ahí la presión. (…) El 24 de abril de 2008 se realiza una reunión en la Casa de Nariño con
funcionarios de la Uiaf está claro que en esa reunión la Uiaf suministró información relacionada con
los magistrados y Ascencio Reyes a funcionarios de la Casa de Nariño. El 25 de abril de 2008
Hurtado nos indica a mí y al capitán Lagos que la acompañemos a la Casa de Nariño. (…) Una vez
allí, llegamos a una oficina que estando allí me entero de que es el despacho del doctor Bernardo
Moreno. Se encontraban junto con él Jorge Mario Eastman, a quien tampoco conocía, y
posteriormente, estando allí se nos indicó que lo que se requería de nosotros era que los apoyáramos
en el reconocimiento de Ascencio Reyes en una fotografía que se encontraba almacenada en un
computador en dicha oficina... Durante este tiempo el doctor José Obdulio Gaviria preguntaba
insistentemente si ya se había logrado identificar y reconocer a Reyes en las fotos y manifestaba su
urgencia porque en SEMANA ya iban a cerrar la edición y se le notaba la urgencia para enviar dicha
fotografía. (…) No pudiendo ayudarlos en el reconocimiento de la citada fotografía, la doctora María
del Pilar y yo nos despedimos. (…) Entendí en ese momento que SEMANA iba a publicar ese fin de
semana información relacionada con Ascencio Reyes y que en alguna u otra forma tendría que ver
con los magistrados de la Corte. Así mismo, después de analizar todos los hechos relacionados, me
llevan a concluir que la intención de filtrar no era otra que afectar y desprestigiar a la Corte Suprema
de Justicia".

"Funcionarios de contrainteligencia destruyeron información"


SEMANA reveló el 21 de febrero de 2009 que el DAS hacía seguimientos y grabaciones ilegales y
que muchos documentos de esa actividad ilegal habían sido destruidos un mes antes. Tabares
confirmó esta denuncia a la Fiscalía.

"En lo que tiene que ver con la destrucción de información, hay un aspecto importante cuando el
doctor Felipe Muñoz cita a los directivos del DAS a una reunión en la sala de juntas para analizar y
establecer qué había de cierto o no en la publicación de SEMANA. En la publicación se decía que
entre el 19 y el 21 de enero se había realizado una destrucción importante de documentación o
información en el piso 11 del edificio del DAS. (…) Unos funcionarios de la Subdirección de Desarrollo
Tecnológico, quienes comparten el piso 11 del DAS con la Subdirección de Contrainteligencia, me
manifestaron que algunos funcionarios de Contrainteligencia sí habían destruido información y
documentos, para lo cual habían solicitado una máquina especial grande para triturar papel y CD.
Conocido eso, lo pongo en conocimiento del capitán Lagos y le indico que verifique con su personal y
proceda a confirmarle eso al doctor Muñoz(...)".

"Había que cumplir instrucciones de la Casa de Nariño"


En enero de 2008, el presidente Uribe demandó al magistrado de la Corte Suprema César Julio
Valencia por injuria y calumnia. Valencia había dicho que el Presidente lo había llamado un día para
preguntarle sobre la situación jurídica de su primo, el senador Mario Uribe. Valencia contrató al
abogado Ramiro Bejarano para defenderlo. El caso sigue sin resolverse. Tabares dice que el DAS los
espió.

"A comienzos de este año SEMANA publicó un


artículo donde relacionaban unos correos
electrónicos internos del DAS en donde Marta Leal
le reportaba a Hurtado unas actividades realizadas
en algunas notarías de Bogotá con referencia al
doctor Bejarano y al magistrado Valencia. Me enteré
por palabras de Leal que Hurtado le había ordenado
esas diligencias en cumplimiento de instrucciones de
la Casa de Nariño con el fin de apoyar la labor que
realizaban los abogados defensores del
Presidente...". Mario Uribe, ex senador y primo hermano del
presidente Álvaro Uribe
"Le pagamos al fotógrafo del caso Yidis"
En abril de 2008, el periodista Daniel Coronell reveló un video de la congresista Yidis Medina donde
ella confesó que su voto a favor de la primera reelección había sido comprado por el gobierno. Unos
días después se conoció un video que vinculaba a Yidis con el ELN. Según Tabares, todo fue una
operación orquestada por el DAS.
"En abril o mayo de 2008 un fotógrafo de Barrancabermeja concede una entrevista en la que
denuncia los nexos de Yidis con el ELN. Esa entrevista fue propiciada por el DAS y tenía como único
fin desprestigiar a Yidis debilitando así lo dicho por esta en la entrevista al periodista Coronell...
Posteriormente surgió un problema con el citado fotógrafo ya que el abogado de Yidis cuestionó la
participación del DAS en la citada entrevista. Así mismo, la directora del DAS de Bucaramanga
informó a la Dirección General que el fotógrafo estaba ocasionando problemas y que era importante
encontrar una solución, para lo cual se propuso que se le pagara dinero a dicho fotógrafo para que
cesara su reclamación al DAS y que en caso de que fuera abordado por algún medio de
comunicación no relacionara para nada participación alguna por parte del DAS. Por orden de la
directora del DAS se asignó una suma de gastos reservados. Fui designado para llevar
personalmente a Bucaramanga dichos dineros y entregarlos en manos de la directora del DAS. El
nombre de la directora es doctora Inírida Pérez Pérez, a quien entregué dineros de los gastos
reservados destinados como recompensa para el citado fotógrafo".

"El alto gobierno era el único destinatario"


El testimonio de Tabares es reiterativo en un asunto en particular: todas las investigaciones se
hicieron por orden de la Casa de Nariño.

"El requerimiento hecho por Bernardo Moreno sí influyó en gran medida en lo realizado por la
Dirección General de Inteligencia a partir de septiembre de 2007 y gran parte del año 2008 para la
obtención de información de los tres temas de interés de la Presidencia de la República, tales como la
ubicación de fuentes dentro de la Corte Suprema de Justicia y el incremento del esfuerzo de
búsqueda de información sobre la senadora Piedad Córdoba. Es importante aclarar que el flujo de
información de la misma, relacionada con los dos temas (Corte Suprema y Piedad) tenía como único
destinatario el alto gobierno".

http://www.semana.com/noticias-nacion/todo-orden-casa-narino/142149.aspx
¿Todo fue a sus espaldas?
Escrito por Rodigo Hurtado Sabogal

*Profesor de la Universidad Sergio Arboleda y periodista de Razonpublica.com

Síntesis de algunas de las causas pendientes en los tribunales nacionales e internacionales


contra el presidente Uribe, sus familiares y altos funcionarios de su gobierno.

Cambio de página

Desde que la Corte Constitucional le cerró para siempre la posibilidad de


mantenerse en el poder, Álvaro Uribe ha especulado reiteradamente acerca de
su futuro una vez deje la Presidencia: abuelo de los hijos de Tomás, finquero en
el Ubérrimo, alcalde de Bogotá, cooperante, rector de una universidad virtual,
editorialista, locutor radial y abogado de los miembros de la fuerza pública
acusados de violaciones de los derechos humanos.

Las cavilaciones del presidente han crecido a tiempo que se afianza una tendencia que podría alterar
su porvenir y mantenerlo más ocupado de lo que se imagina: con el pasar de los días, y a menos de
un mes de dejar la Presidencia, las noticias sobre familiares, altos funcionarios y ex funcionarios de
su gobierno han pasado de la página política a la judicial.

En un hecho inédito, el veredicto sobre el presidente que haya tenido mayor popularidad en las
encuestas al final de su mandato podría darse antes en los tribunales que en el debate público y en
los libros de historia. Además de una alta popularidad (en el Gallup Poll de mayo el respaldo a su
gestión fue del 68 por ciento), Uribe saldrá de la Presidencia con varios casos penales y disciplinarios
a sus espaldas. Casos que involucran a familiares y colaboradores cercanos y que, en caso de
comprobarse, podrían mancillar su legado y comprometer su futuro político.

Espionaje en tiempos de la Seguridad Democrática


Las acciones de intimidación, amedrentamiento y espionaje por parte de funcionarios del DAS contra
periodistas, magistrados, y representantes de la comunidad internacional estallaron en febrero de
2009 con las revelaciones de Semana[1]. En aquel momento el presidente rechazó los cargos,
denunció una "red mafiosa que actúa desde muchas instancias" y en últimas se aventuró a
proclamarse víctima de las chuzadas [2].

Hoy la justicia ha encontrado indicios en el sentido de que los más cercanos colaboradores del
Presidente en la Casa de Nariño estarían involucrados en los hechos. El pasado 8 de julio, el Fiscal
General llamó a interrogatorio el viceministro de Defensa, Jorge Mario Eastman; al secretario
Jurídico, Edmundo del Castillo; al secretario de Prensa, César Mauricio Velásquez; y al ex asesor
presidencial, José Obdulio Gaviria. En este proceso también son investigados los ex directores del
DAS Jorge Noguera Cote, Andrés Peñate y María del Pilar Hurtado, todos nominados en forma
directa por el Presidente.
El socio de Jorge 40
Noguera, el primer director del DAS de Uribe, fue llamado a juicio por trabajar en conjunto con el jefe
paramilitar "Jorge 40" en los asesinatos concertados de tres líderes sociales de la Costa Atlántica [3].
Los informes usados por los paras en esos crímenes eran enviados también a la Presidencia [4].
Noguera reveló ante la Corte que una orden del presidente llevó a la subdirección del organismo a
José Miguel De Narváez [5]. Este oscuro personaje es recordado por los jefes paramilitares por una
tesis que solía defender ante ellos: ¿Por qué es legal matar comunistas en Colombia?[6] De Narváez
está llamado a juicio por ser el determinador del asesinato del humorista y periodista, Jaime Garzón,
en asocio con el extinto Carlos Castaño.

Noguera ocupó la dirección del DAS hasta 2005, cuando los señalamientos en su contra lo obligaron
a renunciar. Entonces el presidente lo nombró cónsul de Colombia en Milán, y sólo un año después,
cuando fue llamado a indagatoria por parte de la Fiscalía, renunció al cargo. Hasta noviembre de
2006 el presidente dijo que ponía "las manos en el fuego por él".

Chuzadas de alto nivel


A Noguera, Peñate y Hurtado los investigan por la existencia de un grupo de policía política conocido
como "los G3" y posteriormente como "Goni", que contaba con manuales de funciones, gastos
reservados y minutas de seguimientos, amedrentamientos y amenazas contra líderes sindicales,
opositores políticos, defensores de los derechos humanos y periodistas. Algunas de las revelaciones
que han hecho ex directivos del DAS y detectives de ese grupo dan cuenta de casos como el de
Claudia Julieta Duque, periodista del Colectivo de Abogados José Alvear Restrepo, a quien
amenazaron y amedrentaron con frases como: "Su hija va a sufrir, la vamos a quemar viva, le vamos
a esparcir los dedos por la casa ».

Ciento veinte organizaciones y personas se han hecho parte en el caso de las chuzadas del DAS. Las
acciones de este organismo alcanzaron las oficinas de las Naciones Unidas en Colombia como lo
denunció el pasado 14 de marzo la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Navi Pillay.

La situación de María del Pilar Hurtado no es menos grave.


La funcionaria fue nombrada luego de la renuncia de Andrés
Peñate, quien decidió buscar en el sector privado un mejor
sueldo, y le explotó en la cara la crisis por las chuzadas.
Dos años antes, la funcionara había negado públicamente y
en audiencia ante la Corte Suprema que se estuviera
espiando a los magistrados. Documentos allegados a la
investigación confirman que Hurtado se reunía con altos
funcionarios de Palacio para discutir información sobre
seguimientos a magistrados de la Corte y líderes políticos.
Uribe defendió a Hurtado insistentemente hasta su salida
del organismo en octubre de 2008.

Hurtado está involucrada en dos episodios particularmente


confusos de la historia reciente, pero al parecer
relacionados. La visita del paramilitar subalterno de don
Berna, alias "Job", a la Casa de Nariño; y la carta de un
paramilitar de rango medio conocido como "Tasmania" en la
que acusa al magistrado auxiliar, Iván Velásquez, de ofrecer
aguardiente y prebendas judiciales a cambio de testimonios
de paramilitares desmovilizados en contra de Uribe y su
primo, el ex presidente del Congreso, Mario Uribe Escobar. Tanto "Job" como "Tasmania" fueron
asesinados antes de aclarar su participación en los hechos.

San Mario Aranguren


Estos casos estarían relacionados el „affaire' Ascencio Reyes, una trama en contra de los
magistrados de la Sala Penal de la Corte Suprema, urdida desde Palacio en momentos en que la
justicia cerraba su cerco en contra de los líderes de la coalición uribista envueltos en la „parapolítica'.

Reyes es un controvertido empresario huilense que financió un viaje y un homenaje social al


presidente de la corte Yesid Ramírez en 2006. Reyes apareció en la prensa relacionado con el
narcotráfico y la información fue filtrada por funcionarios de Palacio con el fin de desprestigiar a la
Corte. Sin embargo, Reyes no tiene sindicación en firme ante la justicia, mientras que el funcionario
que facilitó parte de la información sobre él y otros datos de las finanzas privadas de miembros del
alto tribunal estaba recluido hasta hace muy poco en un centro penitenciario: el ex director de la
Unidad de Análisis Financiero, UIAF, Mario Aranguren, acusado de "concierto para delinquir
agravado, prevaricato por acción y abuso de autoridad" De Aranguren, quien ahora tiene la casa por
cárcel, Uribe dijo que estaba "injustamente detenido".

¿Qué dicen contra mi primo?


Tanto la UIAF como el DAS -que dependen del Presidente de la República- resultaron envueltos en
otro caso judicial que involucra personalmente al presidente Uribe. Se trata de la demanda contra el
ex presidente de la Corte, César Julio Valencia Copete. Uribe y Valencia mantienen un pleito por una
declaración del magistrado en el sentido de que el presidente lo había llamado "molesto" para
averiguar por las indagaciones que adelantaba la Corte contra su primo, Mario Uribe. El mandatario
ha negado esa afirmación, mientras que el magistrado se ha mantenido en su versión. La etapa de
conciliación ya fracasó y el caso se encuentra pendiente de decisión en la Comisión de Acusaciones
de la Cámara. Según evidencia publicada por Noticias Uno[7], Valencia y su abogado Ramiro
Bejarano habrían sido chuzados, seguidos, e información suya con reserva bancaria, auscultada sin
orden judicial. Esas acciones habrían sido adelantadas por funcionarios del DAS y la UIAF por
órdenes del secretario privado de la presidencia, Bernardo Moreno.

San Mauricio
Estos hechos de espionaje taparon otros. Antes del DAS, en septiembre de 2003, la institución
acusada de chuzar a líderes políticos fue la Policía Nacional en la administración del general Teodoro
Campo. En aquella ocasión, cinco generales salieron de la Policía. En mayo de 2007 fueron once los
generales llamados a retiro por las grabaciones de conversaciones de varios ex jefes de las AUC
recluidos en la cárcel de Itagüí.

Uno de los oficiales de la Policía acusados de "chuzar" fue el coronel Mauricio Santoyo Velasco,
comandante de la Policía en Antioquia cuando Uribe era gobernador y su jefe de seguridad en la
Presidencia hasta octubre de 2003, cuando fue destituido por la Procuraduría. El coronel está
implicado en 1.800 chuzadas a ONG de Antioquia utilizando firmas falsas de fiscales. Dos de los
líderes espiados, Ángel José Quintero Mesa y Claudia Patricia Monsalve Pulgarín, integrantes de la
Asociación de Familiares de Detenidos y Desaparecidos (Asfaddes) seccional Medellín,
desaparecieron desde el 6 de octubre del año 2000. Pese a su destitución, Santoyo fue ascendido a
Brigadier General por el Congreso de la República y el presidente.
San Mario
Un nombre común en las disputas con la Corte Suprema y en el caso del espionaje del DAS es el del
ex presidente del Senado, Mario Uribe Escobar. El primo hermano del Presidente es acusado de
aliarse con los paramilitares de Salvatore Mancuso y Juan Carlos Sierra, "El Tuso", para quedarse
con las tierras de varios campesinos y aumentar el caudal electoral que lo llevó al Senado de la mano
de su primo Álvaro en 2002.

El movimiento al que ambos pertenecieron y con el cual hicieron política hasta 2002 fue Colombia
Democrática. Ese grupo desapareció en la más reciente legislatura porque cuatro de sus cinco
congresistas fueron presos por parapolítica. Uno de ellos es Álvaro "El Gordo" García, congresista
condenado a 40 años de cárcel por instigar a la masacre de Macayepo en la que los paramilitares de
los Montes de María asesinaron a doce campesinos. Otro miembro destacado de ese grupo político
fue Miguel de la Espriella, el congresista cordobés que reveló el Pacto de Ralito y que ya cumplió su
condena por asociación con los paramilitares para ganar las elecciones parlamentarias de 2002. De
esa campaña quedó una foto noticia de El Meridiano de Córdoba que muestra a Álvaro Uribe, a De la
Espriella y a la también condenada, Eleonora Pineda, en un descapotado haciendo una correría
política por Tierralta. Éstas son las imágenes:

Fuente: El Meridiano de Córdoba. Enero de 2002


.
También a sus espaldas
Las sindicaciones contra Mario Uribe han sido un episodio dramático en la Presidencia de Uribe.
Nunca una persona tan cercana al primer mandatario había sido acusada por delitos tan graves.
Contra Uribe Escobar hay dos declaraciones: la del jefe paramilitar Salvatore Mancuso y la de "Pitirri",
un chofer de los paramilitares en tiempos en que dominaban Córdoba y Antioquia. En mayo de 2007,
durante una audiencia de versión libre, Mancuso señaló que se reunió con Uribe Escobar en dos
ocasiones para llegar a acuerdos políticos. A su turno, el ex chofer de los paras dijo que el
parlamentario se valió del poder de las AUC para hacerse a varias propiedades en Caucasia y
Sahagún. En el expediente consta, además, el aumento de votos para las elecciones de 2002 que
serían resultado de acuerdos con los jefes paramilitares. Esta semana el ex congresista explicó a la
Fiscalía que sus votos aumentaron como resultado de "una cadena de oración". Álvaro Uribe tendría
que explicar cómo hizo política desde 1985 al lado de su primo y de sus copartidarios -reconocidos
paramilitares- sin darse cuenta de sus nexos con grupos ilegales.

El Judas de los doce apóstoles


Pero Uribe Escobar no es el único
familiar incómodo del presidente. A
principios y a mediados de su
mandato, y de nuevo en los últimos
meses, el nombre de su hermano,
Santiago Uribe Vélez, ha saltado a la
palestra. Su figuración no se debe a
su fotografiada amistad con el clan
de los narcotraficantes Ochoa
Vásquez, fundadores de "Muerte A
Secuestradores" (MAS), el primer
grupo paramilitar de la historia
reciente. El nombre de Santiago ha
figurado en los archivos judiciales
por relaciones con grupos
paramilitares desde principios de los
años 90. Su nombre es mencionado
como parte del grupo "Los Doce
Apóstoles" que sembró el terror en el noreste de Antioquia. La Fiscalía absolvió a Santiago en dos
investigaciones (1996 y 2000), pero las denuncias alrededor de cadáveres y campos de
entrenamiento paramilitar en la finca de su propiedad conocida como "La Carolina" fueron retomadas
por el senador Gustavo Petro en su célebre debate sobre el paramilitarismo en Antioquia en 2006.

¡Guácalas! ¡Washington Post!


Recientemente Juan Carlos Meneses, un coronel retirado de la Policía, revivió el caso de Santiago
Uribe desde Buenos Aires en una declaración grabada ante el premio Nobel de Paz, Gustavo Pérez
Esquivel, y ratificada ante un fiscal en el consulado de Colombia. El presidente ha dicho que su
hermano es un hombre honorable y ha acusado a Esquivel y a The Washington Post [8] (que publicó
el caso) de estar infiltrados por enemigos de su gobierno.

Finalmente, Santiago Uribe jugó un papel aún sin esclarecer en el episodio de la carta de "Tasmania".
Fue un abogado suyo quien terminó entregando la carta a la subdirectora del DAS, Martha Leal,
antes que el presidente hiciera públicas las supuestas denuncias contra el magistrado Velásquez.
Santo Tomás y San Jerónimo
La nueva generación uribista también podría enfrentar
problemas ante los tribunales: Jerónimo y Tomás Uribe
Moreno fueron beneficiados por el cambio en el uso del
suelo y la declaratoria de zona franca de un lote en
Mosquera (Cundinamarca). Las decisiones que tomaron
funcionarios subalternos de su padre, según las
denuncias formuladas por Noticias Uno [9] y el senador
del Polo Democrático, Jorge Enrique Robledo, les
significó un aumento en el valor del lote de tres millones
a más de tres mil millones de pesos. El ministro de
Comercio, el ministro de Hacienda y el director de la
DIAN, quienes aprobaron la zona franca, debieron
explicar por qué no se declararon impedidos para
hacerlo. Aparte de eso se demostró que hubo falsedad
en documento público. Aunque en el punto más crítico
de las denuncias el presidente prometió en alocución
televisada revelar su declaración de renta y la de sus
hijos, esto nunca se produjo, según investigación del
periodista Gonzalo Guillen [10].

San Alirio y San Sabas


"El padre de familia que da mal ejemplo, esparce la autoridad sobre sus hijos en un desierto estéril.
Para controlar a los violentos, el Estado tiene que dar ejemplo, derrotar la politiquería y la corrupción".
Punto 24 del manifiesto democrático presentado por Álvaro Uribe a los colombianos en 2002.

Tomás ya rindió testimonio ante la Corte Suprema en otro caso: el carrusel de las notarías. El hijo del
presidente aparece mencionado por el ex superintendente de Notariado y Registro, Manuel Cuello
Baute, como gestor de la asignación de varías de ellas. En sus declaraciones ante la Corte Suprema,
Cuello Baute señaló que el mismo presidente, su secretario privado, Bernardo Moreno y el ministro de
Interior, Sabas Pretelt de la Vega, estaban involucrados en la asignación de puestos a varios
congresistas que votaron a favor de la reelección, incluyendo a Alirio Villamizar, condenado la
semana pasada a nueve años de prisión por extorsionar a una notaria que le debía el nombramiento.

Pretelt es embajador ante el gobierno de Italia y estuvo a punto de renunciar en mayo, luego de que
la Fiscalía dictara resolución de acusación en su contra por el ofrecimiento y entrega de dádivas a los
dos congresistas que cambiaron su voto a última hora para aprobar la reforma constitucional que
permitió la reelección presidencial en 2006.

San Diego
Pretelt de la Vega y Diego Palacio, Ministro de Protección Social, fueron absueltos en un polémico
fallo del procurador Alejandro Ordóñez, pero la Fiscalía y la Corte Suprema han seguido las
pesquisas sobre la base de la declaratoria de culpabilidad por cohecho de la congresista Yidis Medina
y las pruebas que sirvieron para condenar por los mismos hechos a los congresistas Teodolindo
Avendaño e Iván Díaz Mateus.

El ministro Palacio tiene sus propias cuentas pendientes. A finales de junio, la Procuraduría levantó
pliego de cargos en su contra por conflicto de intereses y graves irregularidades en la contratación de
los expertos que estudiaron las medidas de la Emergencia Social en salud. Tres de ellos redactaron
artículos que beneficiaban a las EPS pese a que pertenecían a la junta directiva de dos de estas
entidades: Nueva EPS y Salud Colpatria.

San Andrés y San Andrés Felipe


Otro caso de corrupción en las altas esferas del poder tiene que ver con Agro Ingreso Seguro.
Aunque esta semana el presidente intentó minimizar el hecho como la acción de "diez colados", en
enero la Fiscalía abrió investigación preliminar al ministro de Agricultura, Andrés Fernández y al ex
ministro de esa cartera, Andrés Felipe Arias. La Procuraduría y la Contraloría tienen serios indicios de
que el Ministerio no tomó las medidas necesarias para evitar que testaferros de la mafia, familias
ricas y aportantes al referendo reeleccionista terminaran beneficiados con millonarios recursos
destinados a la protección de los agricultores afectados por el TLC con Estados Unidos, que ni
siquiera ha sido ratificado por ese país.

San Luis Guillermo


Precisamente por irregularidades en la financiación del referendo para la reelección del presidente -
quien no participó en el proceso, pero era su beneficiario- fue condenado a cuatro años y seis meses
de prisión Luis Guillermo Giraldo, presidente del comité promotor. Falsedad ideológica y fraude
procesal fueron los cargos que aceptó el sindicado ante un juez el pasado 22 de junio.

San Juan Manuel


La Fiscalía investiga 1.273 casos con un total de 2.077 víctimas en 29 departamentos de los llamados
falsos positivos. Según el presidente electo, hay casos documentados de falsos positivos desde
1984[11], pero las cifras comenzaron a llamar la atención de los organismos nacionales e
internacionales en 2003 y 2004.

Al año siguiente el ministro de Defensa, Camilo Ospina, firmó la directiva 029 del 2005[12], la cual se
refería a los montos ofrecidos por el gobierno por cabecillas y jefes de grupos de delincuencia caídos
en combate. Al año siguiente la Fiscalía dio cuenta de 274 casos de falsos positivos. En 2007 se
registraron 505. Y en 2008, 156. Uribe y el presidente electo, en calidad de ministro de Defensa,
llamaron en noviembre de ese año a calificar servicios a 27 oficiales, entre generales y coroneles, de
las brigadas implicadas. En 2009 el CINEP reportó nueve casos de falsos positivos y este año no hay
ningún caso nuevo.

San Camilo
El Relator Especial de la ONU sobre las ejecuciones extrajudiciales, dijo durante su visita al país en
junio de 2009 que las presuntas ejecuciones no eran hechos aislados. "Fueron llevadas a cabo de
una manera más o menos sistemática, por una cantidad significativa de elementos dentro del
Ejército". Hasta el momento se registran 109 resoluciones de acusación formuladas, 38 casos con
condena y tres sentencias absolutorias. El periodista Felipe Zuleta Lleras denunció a Ospina, a
Santos y al general Freddy Padilla por su responsabilidad en los hechos. Ningún funcionario civil ha
sido llamado a rendir testimonio u ofrecer explicaciones. Hasta el pasado mes de mayo, Ospina
integró la terna presentada por el presidente a la Corte Suprema para elegir Fiscal General de la
Nación.
San Freddy
Padilla y Santos, a su vez, tienen una causa abierta ante la justicia ecuatoriana por la muerte durante
la operación Angustura del líder terrorista Raúl Reyes, en territorio ecuatoriano. El presidente dijo esta
semana que el país no puede dejar desamparado al general Padilla de León y reiteró que la
operación fue una decisión de Estado.

San Álvaro
En Colombia es casi un adagio que funcionario que no salga empapelado no es funcionario. Uribe,
luego de ocho años en el poder, podría calificarse como el epítome de esa constante en la historia
política colombiana, con una diferencia: a los presidentes los investiga el Congreso.[13]

Y allí no es mucho lo que avanzan los procesos. Según un documento oficial publicado por
lasillavacia.com [14], en la Comisión de Acusaciones de la Cámara reposan 185 procesos, la mayoría
por delitos "sin determinar", contra el presidente Uribe. El 91 por ciento de los procesos está en
"preliminares". Pero no es el único: contra Pastrana hay 13 procesos, el más antiguo de 2001; contra
Samper hay dos y contra Gaviria tres. Todas duermen el sueño de los justos.

Dadas estas circunstancias, es posible que el presidente haga realidad su aspiración de desempolvar
su tarjeta profesional de abogado, para litigar inclusive en instancias internacionales. Por lo que se
ve, va a tener oportunidades de sobra para sacarle brillo en los años que vienen.

Notas de pie de página

[1] El DAS sigue grabando. Semana. Sábado 21 Febrero 2009. http://www.semana.com/noticias-


nacion/das-sigue-grabando/120991.aspx

[2] Declaración del Presidente Álvaro Uribe sobre el DAS. 26 de febrero de 2009.
http://web.presidencia.gov.co/sp/2009/febrero/26/01262009.html

[3] Se trata de Alfredo Correa D'Andreis, Zully Esther Codina y Fernando Pisciotti.
http://www.eltiempo.com/colombia/justicia/acusacion-de-la-fiscalia-contra-jorge-noguera-por-tres-
homicidios-mantuvo-la-corte-suprema_6043327-1

[4]Jorge Noguera lo niega todo. 1 de febrero de 2010. http://www.verdadabierta.com/parapolitica/nacional/das-


gate/2171-arranco-juicio-contra-jorge-noguera-ex-director-del-das-

[5] http://www.elespectador.com/noticias/judicial/articulo185284-uribe-sugirio-nombramiento-de-narvaez-el-das

[6] "Él nos dictó una cátedra que se llamaba ¿Por qué es lícito matar comunistas en
Colombia?"Sábado 28 Febrero 2009 http://www.semana.com/noticias-enfoque/dicto-catedra-llamaba-
licito-matar-comunistas-colombia/121251.aspx

[7] http://www.noticiasuno.com/noticias/bejarano-y-valencia.html

[8] Colombian president's brother said to have lead death squads. The Washington Post. Mayo 24,
2010. http://www.washingtonpost.com/wp-dyn/content/article/2010/05/23/AR2010052303821.html?wprss=rss_world/southamerica
[9] Hijos del presidente tienen intereses en tierras de zona franca
http://www.noticiasuno.com/noticias/zona-franca-y-mosquera.html

[10] ¿Dónde está la declaración de renta de Uribe? Gonzalo Guillen. http://www.unpasquin.com/PDF-


Version/Un-Pasquin-Ed54.pdf

[11] http://www.elespectador.com/impreso/politica/articuloimpreso193623-falsos-positivos-vienen-1984

[12] http://www.elespectador.com/opinion/editorial/articulo87344-directiva-ministerial-029-de-2005

[13] Artículos 175 y 178 de la Constitución Política de Colombia.

[14] http://www.lasillavacia.com/historia/12350 8 de mayo, 2010

http://www.razonpublica.com/index.php?option=com_content&view=article&id=1162:itodo-fue-a-sus-espaldas&catid=19:politica-y-
gobierno-&Itemid=27

El segundo Libertador
Por Luis Fernando Parra Paris

Más que semillas, cizaña sembrada deja el presidente Uribe

Acertó el Presidente Santos, en un acto de tremenda lucidez, al nominar como el


segundo Libertador a Álvaro Uribe, siendo condecorado por éste, quién sabe a
cuento de qué.

Y es que ese apelativo va como anillo al dedo. Uribe nos liberó de las rigurosas cadenas de la ética
que por siglos trataron de construirse en este paisito, desde la partida de los españoles. Nos liberó de
toda carga de moral, de respeto por la justicia, por la vida. Buen comienzo para Santos y su casa de
cristal.

Se va Uribe y para él una modesta y única recomendación: dado que no quiso regresar a su hermosa
patria chica y nos tocó en suerte acogerlo, según se dice, en la capital, y en una casa fiscal
seguramente diseñada para el Libertador, que no olvide colocar algunas rejas en puertas y ventanas,
en caso de que tenga que acoger allí, algún día, a alguno de sus hijos.

Por aquello de la casa por cárcel.

http://www.lasillavacia.com/elblogueo/luisfp/17184/el-segundo-libertador
“IZQUIERDA” MACONDIANA

¿Qué pasa en el Polo?


Jorge Enrique Robledo, Bogotá, 6 de agosto de 2010.

El pasado 2 de agosto, el Comité Ejecutivo del Polo Democrático


Alternativo tomó tres decisiones: ratificar su declaratoria de
oposición al gobierno de Juan Manuel Santos (derecho que le
confiere el artículo 112 de la Constitución), mantener en la
presidencia del Partido a Clara López y aprobarles silla
permanente en ese organismo a los dos ex candidatos
presidenciales del Polo.

Ante estas decisiones, Gustavo Petro volvió a amenazar con irse y


dividir al Polo, desconoció las decisiones de Comité Ejecutivo y le
hizo un ataque bárbaro a varios dirigentes del Partido. Por la importancia de que exista la oposición,
no sobra conocer algunos detalles de lo que ocurre.

Sin siquiera informarle a la dirección nacional del Polo, Gustavo Petro se reunió con Juan Manuel
Santos para hacer acuerdos. Según le dijo Alejandro Reyes a lasillavacía.com, información que nadie
ha negado, “tanto Santos como Petro estaban satisfechos” con los acuerdos logrados. Ojala Petro
nos informara al respecto. Como era obvio, el Polo advirtió que esas relaciones eran a título personal
y que no comprometían al Partido, que se la jugó contra la candidatura del continuismo y le había
declarado la oposición al nuevo gobierno, porque Santos I es, en lo fundamental, Uribe III, con una
diferencia secundaria: aplicarse algún maquillaje para confundir a los colombianos y lograr los
mismos fines del gobierno que afortunadamente expira. Es obvio que el engaño santista se facilita si
en él se involucra a Gustavo Petro. Constituye una agresión inaceptable de Santos contra el Polo
estimular su división y, además, hacerlo a través de su ex candidato presidencial. Y Vargas Lleras
tiene la frescura de hablar de “garantías” para la oposición. Cualquier relación con el gobierno debe
empezar porque este respete la institucionalidad del Polo.

La presidencia de Clara López la respalda el Artículo 23 de los estatutos del Polo, que señala cómo
se suplen las faltas temporales o permanentes del Presidente electo por el Congreso del Partido, en
este caso Carlos Gaviria. Con ese artículo, y sin que nadie se opusiera, llegaron a la Presidencia
Jaime Dussán y Clara López. Gustavo Petro solo puso en duda –de manera errada, claro – el empleo
de dicho artículo después de que Clara López lo derrotara con el respaldo de las dos terceras partes
de los electores. El mismo artículo dice que, más adelante, la Junta Nacional del Polo confirmará o no
esta decisión, confirmación que no hay duda de que sucederá y por las mismas y abrumadoras
mayorías. La idea de que el Presidente del Polo se elija por consulta popular no es procedente,
porque no la autorizan los estatutos del Partido.

Se ha dicho que los votos que entre todos los del Polo pusimos a favor de Gustavo Petro le conceden
a él el derecho a definirle el rumbo al Partido y a ser su presidente. Falso. Los estatutos no dicen eso.
Él sí puede aspirar a lo que desee en el Polo, pero el derecho a decidir lo poseen los organismos de
dirección del Partido, los cuales tienen la legitimidad que les confiere haber sido designados en el II
Congreso del partido, Congreso de 1.500 delegados elegidos por 700 mil polistas.

Una vez en el Comité Ejecutivo se cometió el “crimen” de vencerlo en una votación por completo
transparente y legal, Gustavo Petro se despachó en contra de quienes a él le conviene estigmatizar
como “culpables” de que el Polo eligiera a Clara López y que no va a hacer acuerdos con Santos.
Aunque luego rectificó en parte los improperios, debe saberse que el ex candidato nos ha propuesto
una alianza a todos y cada uno de los sectores del Polo, incluida la Anapo, para conformar un bloque
mayoritario que lo escoja como jefe único y le respalde sus propuestas. “Son de pésima calidad la
uvas”, dijo el que no las pudo coger.

Ojala Gustavo Petro rectifique su estilo para tramitar las diferencias en el Polo, pues daña el proyecto
histórico de unidad de la izquierda democrática. Y esto es más lamentable porque el Polo hizo unido
las elecciones presidenciales y porque efectuamos un análisis cordial y unitario del resultado de las
urnas.

http://www.moir.org.co/Que-pasa-en-el-Polo.html

¿Y QUIEN SOY YO?

http://uribestiario.wordpress.com/2010/08/04/soy-yo/?
El adiós de Petro al Polo: una eterna despedida
Laura Rico Piñeres

Foto: Laura Rico Piñeres

Gustavo Petro amenazó una vez más con irse del Polo, pero una vez más se quedó. Su abrazo de
unidad con la dirigencia del Polo Democrático Alternativo duró poco tiempo y, después de muchas
peleas entre unos y otros antes de la consulta y después de las elecciones presidenciales, aún no
termina la despedida de Petro con el partido amarillo.

En este último round de Gustavo Petro con los miembros del Polo, Petro advirtió durante toda la tarde
del martes que estaba contemplando la idea de salirse del Polo luego de que, en la última reunión del
Comité Ejecutivo, Clara López fue nuevamente elegida presidenta del Partido, ganándole con 26
votos, contra los siete que él.

Y anoche en la sede de una Ong en el barrio La Soledad, Petro se reunió con sus compañeros,
amigos y seguidores para discutir la nueva estrategia. En ella, definió el complejo rol político que
jugará de ahora en adelante dentro del Polo.

A la reunión asistieron cuatro senadores, entre estos el senador Guevara y Ospina. Además,
estuvieron 10 miembros del Comité Ejecutivo del Polo, cerca de 17 ediles de Bogotá y otro par de
concejales. Fueron algo más de cincuenta asistentes.

“Yo pienso que Gustavo es un hombre de izquierda con ambiciones legítimas. Pero la hacemos un
llamado a que no se vaya del Polo”, dijo Clara López a La Silla Vacía, un par de horas antes de que
Petro entrara a su reunión de ayer. Esa misma noche, después de varias horas de discusión, los
petristras finalmente decidieron quedarse pero como otra disidencia más dentro del ya fraccionado
partido de izquierda.

Una despedida a medias


Dentro de los puntos acordados en la reunión de anoche, los petristas le pedirán al Comité Ejecutivo
del Polo que convoque a una consulta popular ciudadana para definir la presidencia del Partido. “Nos
es imposible aceptar la decisión del Comité Ejecutivo del Polo. Representamos a la gente que dio su
veredicto en las urnas”, dijo Gustavo Petro a La Silla Vacía.

Mientras el Comité Ejecutivo decide si convoca a una consulta ciudadana para votar por el presidente
del Polo, esta nueva ala del Partido –que aún no tiene nombre– se declaró en rebeldía frente a la
elección de Clara López como presidente.

“Ella tuvo una presidencia encargada durante las elecciones y por eso no aceptamos la legitimidad de
Clara López como presidente del Polo”, dijo Yesid García, del Comité Ejecutivo del Polo, a La Silla
Vacía. “La facultad de nombrar al presidente del partido le corresponde a la Dirección Nacional del
Polo, por eso nos declaramos en rebeldía”.

La rebeldía de Petro
La movida independentista de Petro es estratégica, pero peligrosa.

Ya sin ser senador, necesita del Polo para jugar un papel en el nuevo panorama político que se abre
con el gobierno de Unidad Nacional de Santos, sobre todo si quiere tener injerencia en el tema de
tierras, que tanto le interesa. “La discusión sobre
restitución de tierras con Santos se debilita si el
Polo no apoya a Petro”, dijo Gustavo Petro a La
Silla Vacía.

Pero, por otro lado, él quiere dejarle claro a sus


futuros electores que entre él e Iván Moreno (con
quien se dio un abrazo fraternal durante las
elecciones) y todo el escándalo de contratación en
Bogotá, hay unas diferencias significativas. Por
eso creó esa comisión para analizar la corrupción
en la ciudad, una decisión que contribuyó a que
perdiera la presidencia de su partido.

Si Samuel Moreno termina tan mal su Alcaldía


como prevén varios expertos, entonces la
estrategia de Petro le saldrá bien. Pero es
peligrosa porque también denota una falta de liderazgo dentro de su partido y sus futuros electores
podrán juzgar que si no logró conquistar a sus propios colegas, difícilmente conseguirá vencer todas
las resistencias que tiene por fuera del Polo.

Tarde o temprano Petro tendrá que tomar la decisión definitiva de si se queda o no en Polo. Y es una
decisión difícil pues, a pesar de su acto de rebeldía, este partido le ofrece el mejor escenario
actualmente. Políticamente es más fácil estar en el Polo que aliarse con los Verdes –donde tanto
Lucho Garzón como Peñalosa no lo quieren–, o pasarse a la Alianza Social Indígena (ASI) –que ha
apoyado a Mockus y a Fajardo en sus candidaturas del pasado. Y armar un nuevo partido es todo un
camello.

“Sigue siendo una posibilidad muy real que Petro se salga de Polo. Muchos de los que están en el
Polo quieren una política de interlocución con el gobierno de Santos”, dijo Marcelo Torres, quien
también estuvo en la reunión de petristas.

Sin embargo, Clara López, la actual presidente del Polo, no ve con los mismos ojos el gobierno de
Santos. “No somos optimistas frente al giro que pueda dar el gobierno de la Unidad Nacional de
Santos en materia agraria, ni materia laboral. Por está razón, el Polo se mantendrá en la oposición,
como un proyecto alternativo al modelo que propondrá Santos”, dijo Clara López a La Silla Vacía.

Y mientras mande el capitán, no manda el marinero.

http://www.lasillavacia.com/historia/17092

ARAÑANDO EL
CIELO Y ARANDO
LA TIERRA
Para pensar en grande sin dejar de ser lo que somos

Entre el fundamentalismo y el pragmatismo

COLOMBIA: MOMENTO DE PENSAR EN GRANDE


FERNANDO DORADO

La mayoría del PDA ratificó en la presidencia del partido a Clara López a manera de negativa frente a
la propuesta de jefatura única del ex-candidato presidencial del PDA Gustavo Petro Urrego. No hubo
un debate amplio sobre el tema pero afloraron una vez más las diferencias de fondo.

Con jefatura única o plural, el Polo debe abrir un debate serio y fraternal sobre las diferencias
conceptuales que nos enfrentan. La discusión abierta y organizada de esos problemas puede ser un
excelente ejercicio pedagógico, de formación de la militancia y clarificación de la acción política.

En Colombia giramos entre el “principismo” (dogmatismo) y el “pragmatismo” (eclecticismo). La


primera actitud nos lleva a aislarnos del grueso del pueblo, al inmovilismo, a la secta aislada. La
segunda, nos conduce a plegarnos a la política dominante, a convertirnos en aliados subordinados de
la oligarquía.

El dogmatismo surge de asumir la teoría con criterio academicista, “teoricista”, no como una “guía
para la acción”, lo cual exige una actitud de permanente aprendizaje. El pragmatismo tiene su origen
en menospreciar la teoría. Solo una actitud de estudio sistemático de la realidad - incluyendo la
acción política y social -, nos permite construir verdadera visión estratégica que nos hace fuertes en la
concreción táctica.

Algo de historia
En Rusia, Lenin derrotó a los extremistas (les llamaron otzovistas) que en 1906 querían impedir que
los socialdemócratas participaran en la Duma (parlamento ruso). Pero también enfrentó a los
mencheviques, que reducían la acción del partido a la oposición parlamentaria. En cada ocasión, ese
genial dirigente proletario se opuso a unos y otros, como ya lo había hecho Marx con Bakunin, por
una parte, y con Lasalle, por la otra.

En China Mao Tsé Tung venció a quienes se


oponían a la alianza con el Kuomintang (partido
político de la burguesía naciente, que vacilaba
entre el nacionalismo y la sumisión a los imperios
extranjeros). Igual se enfrentó a aquellos que
querían diluirse en ese partido burgués. Mao
fortaleció el Partido Comunista, enfrentándose a
Stalin, e impulsó alianzas con el Kuomintang, en
varias ocasiones. Y triunfó.

En Sudáfrica, Mandela se opuso a los sectores


extremistas de su partido que querían exterminar a
la “minoría blanca”. Pero, así mismo, derrotó a
quienes en la lucha por acabar con el apartheid,
renunciaban a la conquista de una democracia
plena, como primer paso hacia lograr la equidad
social y económica para su pueblo. Así unificó a
todos, negros y blancos, superando la segregación
racial y un conflicto de largo aliento.

Experiencias nuestras
En Colombia, tenemos varios ejemplos. Juan Tama de la Estrella, dirigente indígena nasa, Cacique
de Pitayó, a principios del siglo XVIII, unificó a diversos pueblos originarios. Se alió con el Cacique de
Togoima, con quien antes había guerreado, e impulsó una alianza o acuerdo con los españoles,
aprovechando las contradicciones entre la Corona y los Encomenderos. Las difíciles condiciones de
la resistencia llevaban al exterminio como pueblos autónomos, y era urgente encontrar una salida.

El cacique nasa convenció a los más desconfiados (fundamentalistas). Así fortalecieron la unidad y
negociaron con sus enemigos. Se paró la guerra desgastante, se defendió su autonomía (territorio y
autoridad propia) y se pusieron en la tarea de acumular fuerza para retomar la lucha en mejores
condiciones. Lo más importante… ¡Sobrevivieron! Tuvieron que pasar más de tres siglos para que los
pueblos indios colombianos recuperaran la iniciativa. Primero con la “Quintiniada” (1911-1922) y
después, con la fundación y luchas del CRIC (1971). Hoy, están nuevamente a la defensiva.

Jorge Eliécer Gaitán, el dirigente popular socialista más importante que ha dado nuestro pueblo,
enfrentó a fundamentalistas y oportunistas. Derrotó – teórica y prácticamente -, incluso dentro de sí
mismo, a quienes lo querían convencer que debía salirse del partido liberal para desarrollar el
proyecto político democrático y libertario. Él ya lo había intentado cuando creó la UNIR[1], iniciativa
que lo aisló temporalmente de las amplias masas populares liberales. Pero también, se opuso a
quienes pretendían que claudicara ante los oligarcas para acceder al poder.

Una tesis para explicar la permanencia de esa dicotomía


Me atrevo a plantear una tesis que debe ser tema de estudios de sociología, antropología e historia.
En las regiones latinoamericanas donde el poder colonial de origen castellano se entrelazó con
sociedades imperiales nativas (azteca, inca, muisca) surgieron sistemas políticos con características
especiales. No fue casualidad que se fundaran allí los Virreinatos, que se corresponden con los
actuales centros de poder de la oligarquía.

En los futuros Virreinatos de México, Perú y Nueva Granada (Colombia), la resistencia indígena fue
muy frágil. Las contradicciones internas existentes en las sociedades nativas les impidieron resistir
como lo hicieron los Nasa, Mapuche, Caribe, Iroqués, y cientos de pueblos de América, que eran
autónomos o habían adquirido experiencia en la lucha de resistencia frente a esos imperios pre-
colombinos.[2]

Pareciera que las relaciones feudales de producción de Castilla, Andalucía y otras zonas de la
España de entonces, hubieran encontrado formas de dominación (castas, costumbres, ideología)
entre esas sociedades indígenas imperiales, que al integrarse generaron una formación socio-política
particular. La servidumbre feudal se fusionó con la sumisión nativa. Surgió un fuerte soporte cultural
colonial-clerical-servil, base del control oligárquico actual.

Ante un fuerte, absoluto, y excluyente poder colonial y - la no aparición de una verdadera burguesía
industrial (y de la clase obrera) -, las actitudes que se han impuesto han sido, la rebelión total, casi
suicida, y la sumisión oportunista, el acomodamiento.

El reto actual frente a la “unidad nacional” santista


Los demócratas colombianos debemos hacer esfuerzos por
“re-pensarnos”. Entender nuestras limitaciones históricas
como una manera de avanzar. Este momento histórico nos
exige superar los comportamientos tradicionales.

La oligarquía colombiana está obligada a hacer cambios. El


gobierno saliente deja gravísimos problemas acumulados. El modelo imperante requiere ajustes.
Crece el desempleo. El déficit fiscal los acosa. Sostener los programas asistenciales – principal
herramienta populista -, no va a ser fácil. La presión internacional va a continuar frente a los crímenes
y a la impunidad. Si no fuera así, habrían reelegido a Uribe.

Por ello Santos ha llamado a todos los “caciques”, incluyendo a la oposición, para ofrecer la “unidad
nacional”. El plan de entrega de nuestras riquezas al gran capital internacional sigue adelante, pero
requiere de algunas reformas. Les urge mostrar un “rostro humanitario”. Es claro que la “prosperidad
democrática”, igual que la “seguridad democrática”, será sólo prosperidad para unos pocos: los
poderosos.

Pero lo especial del momento consiste en que - por primera vez en mucho tiempo -, un sector del
empresariado se expresó políticamente por aparte de los partidos tradicionales[3]. Lo hicieron con los
“verdes”. Hace 8 años confiaron en las promesas de eficiencia y meritocracia de Uribe. Ahora
reclaman ética, transparencia y legalidad en el manejo de lo público. Pero van más allá. Cada vez se
muestran más dispuestos a revisar nuevas salidas al conflicto armado, la necesidad de fortalecer la
producción nacional - cada vez más subsumida al interés y capital extranjero -, y les preocupa la
ubicación de Colombia frente a la región y al mundo.

Son trazas débiles de lo que en otros países latinoamericanos es el nacionalismo burgués. No es


mucho, no podemos hacernos ilusiones, pero expresan necesidades reales. Los EE.UU. y Europa, en
su decadencia, ya no son aliados fuertes. Los empresarios medios y pequeños que aspiran al
progreso económico con base en el trabajo productivo, se muestran cansados de un Estado y una
política que sólo sirve a grupos económicos monopolistas y a sus intermediarios clientelistas.

No son sólo las protestas coyunturales de los productores de café, carne, leche, arroz y otros
productos, que son sintomáticos. El asunto va más allá. Lo realmente importante es que esa
“burguesía nacional” está construyendo identidad política al calor de la crisis mundial del capitalismo,
y como consecuencia de la caída de la hegemonía estadounidense.

Por eso no es el momento de enredarnos en temas internos de los partidos. Sólo una acción política
de amplia cobertura nos permite tomar la iniciativa. Hagámosle honor a nuestros libertadores
pensando en grande. Debemos apuntar a desenredar el ovillo y, enfrentar la trampa histórica que vive
Colombia. Es la clave del asunto.

Los temas centrales están a la vista. Hay que presentarle al país una propuesta viable, acorde a las
circunstancias concretas, con visión de Nación. La carga impositiva de la guerra interna, las
distorsiones económicas que producen la economía del narcotráfico y la inversión extranjera, y la
corrupción generalizada en el manejo del Estado, son problemas que recaen, básicamente, sobre la
burguesía nacional y sobre los trabajadores.

Hay que tomar la iniciativa. La Paz democrática y la reconciliación entre los colombianos son tareas
posibles. Colombia tiene la autoridad moral para plantearle al mundo la propuesta de la legalización
de la droga como única forma de liquidar esa economía ilegal. De la primera tarea hay que convencer
a la sociedad colombiana, incluyendo a la insurgencia. Ya es hora de superar ese conflicto que sólo le
sirve al imperio, a la oligarquía y a los negociantes de la guerra. La segunda exige una acción política
continental.

[1]UNIR: Unión Nacional Izquierdista y Revolucionaria, fundada en 1933.

[2]Casos típicos son los del sur de Colombia (Pastos, Quillacingas, Sindaguas) y en Chile
(Mapuches).

[3]La “U” y el PIN sólo son “escampaderos” de ocasión.


http://aranandoelcieloyarandolatierra.blogspot.com/2010/08/colombia-momento-de-pensar-en-grande.html

“SIN VOCACION UTOPICA,

LA IZQUIERDA YA NO SERIA IZQUIERDA,

NO SE DISTINGUIRIA DE LA DERECHA.”

REVISTA VIDA Y LIBERTAD


LO HUMANO TIENE DERECHOS

El cementerio clandestino de La Macarena


Por: Iván Cepeda Castro*

* Líder de Derechos Humanos y senador del Polo Democrático.

Las denuncias que se hicieron en la audiencia pública evidenciaron la existencia del complejo de fosas localizado
en el Meta, en un terreno controlado por las Fuerzas Militares.

En primer plano el cementerio clandestino, las fosas señaladas por tabletas de madera y el equipo forense
realizando exhumaciones. Al fondo, la torre de la base militar.

Esta semana asistí a la audiencia de Derechos Humanos convocada por la senadora Gloria Inés
Ramírez en el municipio de La Macarena, Meta, en la que participaron además la senadora Piedad
Córdoba, la presidenta del Polo Democrático, Clara López, y una delegación compuesta por nueve
parlamentarios europeos, así como diversas organizaciones internacionales. Escuchamos los
testimonios de los representantes de ochocientos campesinos que llegaron de distintos municipios de
la región.

Las denuncias que se hicieron en la audiencia pública evidenciaron la existencia del complejo de
fosas que está localizado en un terreno controlado por las Fuerzas Militares. En la tarde visitamos ese
lugar. El cementerio clandestino se localiza en una extensa superficie anexa a la base militar en la
que funcionan las brigadas móviles de la Fuerza de Despliegue Rápido, Fudra, y a la vez parece una
prolongación del cementerio oficial del municipio que está ubicado en la misma zona. Se compone de
cientos de fosas identificadas con pequeñas tabletas de madera que tienen inscripciones de las
fechas en las que fueron enterrados los cuerpos y que datan desde 2004 hasta 2010.
Las exhumaciones realizadas por la Unidad de Justicia y Paz de la Fiscalía apenas están
comenzando ahora. Según los testimonios de los habitantes de la zona, en un comienzo en ese
terreno miembros del Ejército amontonaban los cadáveres en bolsas negras. Pero luego el
sepulturero del cementerio oficial del municipio se encargó de cavar las fosas. Esta macabra práctica
comenzó luego de que concluyera la llamada zona de despeje que sirvió de escenario para los
diálogos entre el gobierno del presidente Pastrana y la guerrilla de las Farc.

En el caso del cementerio del Ejército en La Macarena ocurrió algo similar a lo acontecido con el
escándalo de los “falsos positivos” perpetrados en el municipio de Soacha. Las autoridades sólo
reconocieron su existencia cuando organismos internacionales y la prensa comenzaron a interesarse
por el tema. En el caso del cementerio, en diciembre de 2009 una delegación de ONG británicas
visitó el conjunto de fosas que había al lado de la base militar y se entrevistó con las autoridades
locales. Durante esa visita, el coronel del Ejército Alfonso Yunda les aseguró a los miembros de la
delegación que el cementerio daba cuenta de uno de los mayores éxitos de la política de seguridad
democrática, puesto que allí yacían “guerrilleros dados de baja en combate”. Jhonny Hurtado, el
defensor de Derechos Humanos que guió a la delegación británica en su visita al cementerio, fue
asesinado en su finca el 15 de marzo de 2010.

En un oficio fechado el 12 de febrero de 2010, la


directora nacional de Investigaciones Especiales
de la Procuraduría, Alexandra Valencia, afirmó
que en el cementerio habría “aproximadamente
2.000 cuerpos” y que era necesario cuanto antes
adelantar las labores para su exhumación e
identificación científica. Por su parte, la Cancillería
reconoció el día de la audiencia que en el
cementerio habría 449 cadáveres de personas
abatidas por el Ejército en combates realizados en
la zona.

No obstante, las organizaciones de Derechos


Humanos han documentado al menos diez casos
que demuestran que jóvenes de la región fueron
desaparecidos y posteriormente enterrados en el
cementerio del Ejército. Uno de esos casos fue
presentado en la audiencia. Según el relato de
Gerardo Borda a su hijo Everardo, un joven
campesino, lo detuvieron miembros del Ejército en
la vereda La Jardinera, y lo asesinaron el 16 de enero de 2008. Tiempo después Medicina Legal
informó que su cuerpo fue hallado en el cementerio clandestino. Los familiares de personas
desaparecidas que han hecho este tipo de denuncias han sido constantemente amenazados.

Los hechos de La Macarena revelan numerosas irregularidades y podrían constituir un nuevo caso de
crímenes de lesa humanidad cometidos bajo la forma de masivas ejecuciones perpetradas por
agentes del Estado. Sin duda, como lo demuestran las investigaciones que adelantan la Fiscalía y la
Procuraduría, no se hicieron debidamente los procesos de identificación y levantamiento de
cadáveres. No se ha podido establecer una contabilidad cierta de la cantidad de cuerpos enterrados,
que no es inferior a 449 como lo ha reconocido el propio Gobierno Nacional. Tampoco se tiene
certeza de las circunstancias en las que murieron las personas enterradas en una zona sobre la que
ejerce control la Fuerza Pública. Durante largo tiempo, el cementerio clandestino no contó con
medidas de protección que impidieran la manipulación de las fosas y los restos mortales que
contienen.
Fosa común de La Macarena en Colombia, la más grande de Latinoamérica

De los relatos de las víctimas en la audiencia de La Macarena se desprende un cuadro de múltiples


violaciones de Derechos Humanos y crímenes de lesa humanidad que tiene como componente
esencial las ejecuciones masivas que en Colombia se han conocido como “falsos positivos”. Una
imagen que dista diametralmente de aquella presentada por el gobierno del presidente Uribe, que ha
proclamado al municipio de La Macarena como ejemplo de su proyecto de “recuperación y
consolidación del territorio”. Esta publicidad se ha hecho especialmente en Estados Unidos, pues las
brigadas móviles de la Fuerza de Despliegue Rápido ubicadas en esa región cuentan con la
financiación del Plan Colombia.

¿Cuántos cementerios clandestinos creados por las Fuerzas Militares, como el de La Macarena,
habrá en los municipios de Colombia?

http://www.elespectador.com/impreso/nacional/articuloimpreso-215096-el-cementerio-clandestino-de-macarena
DEBATE “A” LA IZQUIERDA

El desafío teórico de la izquierda latinoamericana


Emir Sader

La orfandad de la estrategia
América Latina, un continente de revoluciones y contrarrevoluciones, carece de pensamientos
estratégicos que orienten procesos políticos ricos y diversificados que estén a la altura de los
desafíos que enfrenta. A pesar de contar con una fuerte capacidad analítica, importantes procesos de
transformación y dirigentes revolucionarios emblemáticos, el continente no produjo la teoría de su
propia práctica.

Las tres estrategias históricas de la izquierda contaron con


fuerzas vigorosas en su liderazgo -partidos socialistas y
comunistas, movimientos nacionalistas, grupos guerrilleros- y
condujeron experiencias de profunda significación política: la
Revolución Cubana, el gobierno de Allende, la victoria
sandinista, los gobiernos posneoliberales en Venezuela, Bolivia
y Ecuador, la construcción de poderes locales, como en
Chiapas, y prácticas de presupuestos participativos, de las
cuales la más importante ocurrió en la ciudad de Porto Alegre.
Sin embargo, no contamos con grandes síntesis estratégicas
que nos permitan usar los balances de cada una de esas
estrategias, ni tampoco con un conjunto de reflexiones que
favorezca la formulación de nuevas propuestas.

El hecho mismo de que esas tres estrategias hayan sido


desarrolladas por fuerzas políticas distintas hace que no
ocurran procesos comunes de acumulación, reflexión y síntesis.
Mientras los partidos comunistas tuvieron una existencia
realmente concreta, promovieron procesos de reflexión sobre
sus propias prácticas. Mientras existió, la OLAS hizo lo mismo con los procesos de lucha armada. Los
movimientos nacionalistas, en cambio, no establecieron entre sí intercambios suficientes para
fomentar algo similar. Hoy, las nuevas prácticas no estimulan la elaboración teórica ni la
problematización crítica de las nuevas realidades.

Las estrategias adoptadas en el continente, sobre todo en sus primeros tiempos, sufrieron el peso de
los vínculos internacionales de la izquierda latinoamericana con los partidos comunistas en especial,
pero también con los socialdemócratas. La línea de "clase contra clase", por ejemplo, implantada en
la segunda mitad de los años veinte y que dificultó la comprensión de las formas políticas concretas
de respuesta a la crisis de 1929 -de las cuales el gobierno de Getúlio Vargas en Brasil es sólo una de
las excepciones, al lado del efímero gobierno socialista de doce días en Chile y de manifestaciones
similares en Cuba-, fue una importación directa de la crisis de aislamiento de la Unión Soviética en
relación con los gobiernos de Europa occidental, y no una inducción a partir de las condiciones
concretas vigentes en el continente.

Las movilizaciones lideradas por Farabundo Martí y por Augusto Sandino nacieron de condiciones
concretas de resistencia a la ocupación estadounidense y expresaron formas directas de
nacionalismo antiimperialista. Los procesos de industrialización en Argentina, Brasil y México
surgieron como respuestas a la crisis de 1929. No se asentaron, por lo menos inicialmente, en
estrategias articuladas. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) teorizó
situaciones cuando, ya al comenzar la segunda posguerra, se abocó a elaborar la teoría de la
industrialización sustitutiva de importaciones e, incluso así, era una estrategia económica. Tampoco
la revolución boliviana de 1952 diseñó una línea de acción estratégica propia, sólo puso en práctica
ciertas reivindicaciones, como la universalización del voto, la reforma agraria y la nacionalización de
las minas.

Así, ni el nacionalismo ni el reformismo tradicional asentaron su acción en estrategias, sino que


respondieron a demandas económicas, sociales y políticas. Cuando la Internacional Comunista
definió su posición de Frentes Antifascistas, en 1935, la aplicación de la nueva orientación se topó
con las condiciones concretas vividas por los países de la región. Si la línea de "clase contra clase"
respondía a las condiciones particulares de la Unión Soviética, la nueva orientación respondía a la
expansión de los regímenes fascistas en Europa. Ninguna de ellas tenía en cuenta las condiciones de
América Latina, asimilada a la periferia colonial, sin una identidad particular.

Esa inadecuación tuvo varios efectos concretos. El movimiento liderado por Luís Carlos Prestes en
1935 se mantuvo a horcajadas entre dos líneas: por un lado, organizaba una sublevación centrada en
tenientes; por otro lado, no pregonaba un gobierno obrero-campesino sino un frente de liberación
nacional, en respuesta a la línea más amplia de la Internacional Comunista. La forma de lucha
correspondía a la línea radical de "clase contra clase", y el objetivo político, al frente democrático. El
resultado fue que el movimiento se aisló de la "Revolución del 30" dirigida por Getúlio Vargas, de
carácter nacionalista y popular.

El Frente Popular en Chile importó el lema "antifascista" sin que el fascismo se hubiera expandido por
el continente. Lo que hubo fue una transposición mecánica del fascismo europeo hacia América
Latina, con todos los correlatos de equívocos posibles. Allí, el fascismo se identificó con el
nacionalismo y el antiliberalismo, sin ningún sentido antiimperialista. El nacionalismo europeo estuvo
marcado por el chauvinismo, por la supuesta superioridad de un Estado nacional sobre los otros y por
el antiliberalismo, incluso la democracia liberal. La burguesía ascendente asumió la ideología liberal
como instrumento para destrabar la libre circulación del capital de los límites feudales.

En América Latina, el nacionalismo reprodujo el antiliberalismo político y económico, pero asumió una
posición antiimperialista por la inserción misma de la región en la periferia -en nuestro caso,
estadounidense, lo que nos situó en el campo de la izquierda-. Sin embargo, las transposiciones
mecánicas de los esquemas europeos llevaron a algunos partidos comunistas de aquel período (en
Brasil y la Argentina, por ejemplo) a caracterizar a Juan Domingo Perón y a Getúlio Vargas, en ciertos
momentos, como reproductores del fascismo en América Latina. Debido a ello, fueron identificados
como los adversarios más férreos que debían ser combatidos. El Partido Comunista de la Argentina,
por ejemplo, se alió contra Perón en las elecciones de 1945, no sólo con el candidato liberal del
Partido Radical, sino también con la Iglesia y la Embajada de EEUU, respondiendo a la idea de que
toda alianza contra el mayor enemigo, el fascismo, era válida.
La mayor confusión se produjo no sólo en relación con el nacionalismo, sino también con el
liberalismo, que en Europa fue la ideología de la burguesía ascendente, mientras que en América
Latina las políticas de libre comercio del liberalismo eran patrimonio de las oligarquías primario-
exportadoras. No sólo el nacionalismo tiene luz verde aquí, también el liberalismo.

Fue ese fenómeno el que provocó la disociación entre cuestiones sociales y democráticas, y la
asunción de las cuestiones sociales por parte del nacionalismo, en detrimento de las democráticas.

El liberalismo siempre intentó apoderarse de la cuestión democrática, y acusó a los gobiernos


nacionalistas de autoritarios y dictatoriales, mientras éstos acusaban a los liberales de gobernar para
los ricos y de no tener sensibilidad social, reivindicando para sí la defensa de la masa pobre de la
población.

Sólo un análisis concreto de las situaciones concretas habría permitido


apropiarse de las condiciones históricas específicas del continente y
de cada país. Análisis como los realizados por el peruano José Carlos
Mariátegui, el cubano Julio Antonio Mella, el chileno Luis Emilio
Recabarren y el brasileño Caio Prado Jr., entre otros, todos ellos
análisis autónomos que las direcciones de los partidos comunistas a
las que pertenecían sus autores no tuvieron en cuenta. En cambio
predominaron las ideas de la Internacional Comunista, que
contribuyeron a dificultar el arraigo de los partidos comunistas en esos
países.

Cuando el nacionalismo fue asumido por la izquierda, lo fue como fuerza subordinada en alianzas con
liderazgos populares que representaban un bloque pluriclasista. Ese largo período no fue teorizado
por la izquierda. Las alianzas y las concepciones de los frentes populares no daban cuenta de ese
nuevo fenómeno en el que el antiimperialismo sustituía al antifascismo con características muy
diferentes.

La revolución boliviana de 1952 fue objeto de interpretaciones enfrentadas porque contenía


elementos nacionalistas -como la nacionalización de las minas de estaño- y populares -como la
reforma agraria-. Pero la participación activa de milicias obreras que sustituyeron al Ejército, la
presencia de una alianza obrero-campesina y las revoluciones anticapitalistas posibilitaron otras
teorizaciones sobre lo que existía embrionariamente en aquel movimiento pluriclasista: desde un
movimiento nacionalista clásico, nacional y antioligárquico, hasta las versiones que le darían un
carácter anticapitalista.

La Revolución Cubana cuenta con dos tipos de análisis: el de Fidel, de tipo programático, en La
historia me absolverá, y el del Che, en La guerra de guerrillas, sobre la estrategia de construcción de
la fuerza político-militar y de lucha por el poder. El texto que Fidel pergeñó como defensa en el
proceso contra los atacantes del Cuartel Moncada es un extraordinario análisis de elaboración de un
programa político a partir de las condiciones concretas de la sociedad cubana de la época. El análisis
del Che describe puntualmente cómo la guerra de guerrillas articuló la lucha político-militar, desde el
núcleo guerrillero inicial hasta los grandes destacamentos que compusieron el ejército rebelde,
resistió la ofensiva del Ejército regular y desató la ofensiva final que los llevó a la victoria.

Con todo, ya sea por no existir reflexión al respecto, ya sea para mantener el elemento sorpresa -
importante para la victoria-, no hubo un análisis público del carácter del movimiento -si era sólo
nacionalista, o si era embrionariamente anticapitalista-. La Revolución Cubana fue constituyendo, a la
luz de los enfrentamientos concretos, su estrategia de rápido pasaje de la fase democrática y
nacional a la fase antiimperialista y anticapitalista, conforme la dinámica entre revolución y
contrarrevolución iba imponiendo las definiciones. Esa trayectoria no fue tanto motivo de reflexión
como sí lo fueron las formas de lucha, y en particular la guerra de guerrillas. Ése fue el gran debate
en América Latina después del triunfo cubano: las formas de lucha. ¿Vía pacífica o vía armada?
¿Guerra de guerrillas rurales o guerra popular? La articulación de las cuestiones nacional y
antiimperialista con las cuestiones anticapitalista y socialista fue menos discutida y elaborada.

Las experiencias guerrilleras reprodujeron ese debate, de la misma forma en que el gobierno de la
Unidad Popular lo hizo en Chile. Los gobiernos nacionalistas militares, en particular el gobierno
peruano de Velasco Alvarado, pero también con menos profundidad los de Ecuador y Honduras,
reinstalaron la temática del nacionalismo; sin embargo, su carácter militar no propició su teorización y
tampoco fue considerada una alternativa estratégica por la izquierda de aquel momento.

El proceso nicaragüense incorporó las experiencias anteriores de estrategias de lucha por el poder y
elaboró una plataforma de gobierno poco definida, adaptada a factores nuevos, de los cuales los más
importantes fueron la incorporación de los cristianos y de las mujeres a la militancia revolucionaria y
una política exterior más flexible. Fue enfrentando empíricamente los obstáculos que encontró -en
especial, el asedio militar de los Estados Unidos-, sin contribuir con teorías sobre la práctica que
desarrollaba.

Así como ocurrió con el caso de la Unidad Popular, la experiencia sandinista fue objeto de una vasta
bibliografía, pero no se puede decir que haya conducido a un balance estratégico claro que pudiera
dejar una experiencia para el conjunto de la izquierda. El debate sobre Chile estuvo presente en las
discusiones de la izquierda en todo el mundo y, por eso, perdió su especificidad como fenómeno
chileno y latinoamericano. Los debates sobre Nicaragua, por el contrario, tendieron a centrarse en
aspectos importantes como, por ejemplo, las cuestiones éticas, pero no produjeron un balance
estratégico de los once años de gobierno sandinista.

Cuando en el mundo la izquierda atravesaba su momento de mayor debilidad, en Brasil se destacaba


como una excepción, a contramano de las tendencias generales, sobre todo de los cambios
regresivos radicales en las correlaciones de fuerza internacionales. Lula se proyectó como alternativa
de dirección política ya en las primeras elecciones, en 1989, al llegar a la segunda vuelta; por primera
vez, la izquierda aparecía en Brasil como fuerza alternativa real de gobierno -en el año de la caída
del Muro de Berlín y del fin del campo socialista, con fuertes indicios de disgregación de la Unión
Soviética y del triunfo de los Estados Unidos en la Guerra Fría y con el retorno a un mundo unipolar,
bajo la hegemonía imperial estadounidense-

Por ese entonces, Carlos Menem y Carlos Andrés Pérez triunfaban en la Argentina y en Venezuela,
respectivamente, y no sólo extendían así las experiencias neoliberales a fuerzas nacionalistas y
socialdemócratas, sino que apuntaban a la generalización de esas políticas en el continente. A eso se
sumó la elección de Fernando Collor de Mello, que había derrotado a Lula en Brasil, y la
Concertación (alianza de la Democracia Cristiana con el Partido Socialista) en Chile, en 1990. En
febrero de ese mismo año el sandinismo fue derrotado en las urnas. Cuba ya había entrado en el
"período especial", durante el cual enfrentaría, con grandes dificultades, las consecuencias del fin del
bloque socialista al que estaba estructuralmente integrada.

En ese momento, en Brasil se concentraban experiencias que aparentemente hablaban de una nueva
vertiente de la izquierda -postsoviética, según algunos; postsocialdemócrata, según otros-. Además
de Lula y del PT, los años ochenta habían visto surgir a la CUT, la primera central sindical legalizada
en la historia del país; al MST, el más fuerte e innovador movimiento social en el país, y el
crecimiento de las políticas de presupuesto participativo en las municipalidades, en general bajo las
directivas del PT. Por todos estos factores, la ciudad brasileña de Porto Alegre más tarde sería
elegida sede de los FSM.
Se proyectaron así sobre la izquierda brasileña, y en particular sobre el liderazgo de Lula y sobre el
partido petista, grandes esperanzas de que se abriría un nuevo ciclo de una izquierda renovada. Sin
entrar en el análisis detallado de una experiencia tan compleja como la del PT y el liderazgo de Lula,
es preciso destacar que, desde el comienzo, se proyectaron sobre ambos expectativas que no tenían
fundamento en experiencias concretas ni en los rasgos políticos e ideológicos que esas experiencias
asumieron con el paso del tiempo.

Componentes de la izquierda anterior y de corrientes internacionales hicieron de Lula no sólo un


dirigente obrero clasista, vinculado a las tradiciones de los consejos obreros, sino un dirigente de un
partido de izquierda gramsciano, de un nuevo tipo, democrático y socialista. Lula no era nada de eso,
pero tampoco era un dirigente a imagen y semejanza de aquello en lo que se había convertido el PT.
Se formó como dirigente sindical, de base, en la época en que los sindicatos estaban prohibidos por
la dictadura; un dirigente negociador directo con las entidades patronales, un gran líder de masas,
pero sin ideología. Nunca se sintió vinculado a la tradición de la izquierda, ni a sus corrientes
ideológicas, ni a sus experiencias políticas históricas. Se afilió a una izquierda social -si podemos
considerarla de ese modo-, sin tener necesariamente vínculos ideológicos y políticos con ella. Buscó
mejorar las condiciones de vida de la masa trabajadora, del pueblo o del país, según su vocabulario
se fue transformando a lo largo de su carrera. Se trata de un negociador, de un enemigo de las
rupturas, por lo tanto, de alguien sin ninguna propensión revolucionaria radical.

Esos rasgos deben ser enmarcados en las


situaciones políticas que Lula enfrentó hasta
convertirse en el Lula real. Sólo así se podrá
intentar descifrar el enigma Lula.

Uno de los elementos de la crisis hegemónica


latinoamericana es la falta de teorización al
respecto. Con excepción del caso boliviano,
que puede apoyarse en las producciones del
grupo Comuna, en general los avances de los
procesos posneoliberales ocurrieron por
ensayo y error, y sobre los eslabones de
menor resistencia de la cadena neoliberal. Ese
proceso ya superó su fase inicial, cuando -
como dijimos- obtuvo avances relativamente
fáciles, hasta que la derecha se reorganizó y
recuperó su capacidad de iniciativa. A partir de
entonces, las elaboraciones teóricas que
permitan la comprensión de la situación histórica real que afronta el continente, con sus elementos de
fuerza y de debilidad, sus correlaciones de fuerza reales, concretas y globales, sus desafíos y sus
posibles líneas de superación se han vuelto condición indispensable para el enfrentamiento y la
superación de los obstáculos.

Desde que la hegemonía neoliberal se consolidó, la resistencia a ese modelo y las luchas de los
movimientos sociales, incluso la organización del FSM, desplazaron la reflexión hacia el plano de la
denuncia y de las resistencias, y soslayaron la cuestión política y estratégica. O sea, se tendió a la
definición de un supuesto espacio de la sociedad civil como territorio privilegiado de actuación, en
detrimento de la política, del Estado y, con ellos, de los temas de estrategia y construcción de
proyectos hegemónicos alternativos y de nuevos bloques sociales y políticos. Esa postura teórica
disminuyó con creces la capacidad de análisis de las fuerzas antineoliberales, que casi se limitaron a
exaltar las posturas de resistencia y el valor de las movilizaciones de base, en desmedro de las
posiciones de los partidos y de los gobiernos.
Los nuevos movimientos no contaron con una actualización del pensamiento estratégico
latinoamericano en la que pudieran apoyarse, y ni siquiera con balances de las experiencias positivas
y/o negativas anteriores. Lo que agravó todavía más la situación fueron los cambios radicales a
escala mundial: el pasaje de un mundo bipolar a un mundo unipolar -bajo la hegemonía imperial
estadounidense- y del modelo regulador al neoliberal, ambos ocurridos en un período histórico que
implicó serias consecuencias para América Latina. Entre ellas, la regresión en los marcos de
inserción de los países del continente en el mercado mundial, resultado de la apertura neoliberal, y el
debilitamiento de los Estados nacionales.

Teorizaciones como las de Holloway y Toni Negri aparecían como adecuaciones a situaciones reales
que, en vez de proponer soluciones estratégicas, intentaban hacer del vicio virtud. Aunque distintas
en sus esbozos teóricos, ambas terminaron por acomodarse a la falta congénita de estrategia por
parte de quienes rechazaban el Estado y la política para refugiarse en una mítica "sociedad civil" y en
una reduccionista "autonomía de los movimientos sociales", renunciando a las reflexiones y las
proposiciones estratégicas y dejando así al campo antineoliberal sin armas para responder a los
desafíos de la crisis de hegemonía, que se hicieron más evidentes cuando la disputa hegemónica
pasó a estar a la orden del día.

Ya analizamos cómo ese factor afectó el proceso venezolano, cómo el boliviano encontró una
solución original y cómo el ecuatoriano se apoyó en soluciones híbridas, aunque creativas. El
posneoliberalismo trajo nuevos desafíos teóricos que, por las nuevas condiciones que las luchas
sociales y políticas enfrentan en el continente, iluminan una práctica necesariamente novedosa y,
más que en cualquier otro momento, requieren reflexiones y propuestas estratégicas orientadas
según las coordenadas de las nuevas formas de poder. Las propuestas del grupo boliviano Comuna,
como mencionamos, son una excepción: constituyen el conjunto de textos más rico con que cuenta la
izquierda latinoamericana, un ejemplo único en su historia por la capacidad de conjugar trabajos
académicos y análisis individuales de gran creatividad teórica -de autores como Álvaro García Linera,
Luis Tapia, Raúl Prada, entre otros-, a intervenciones políticas directas. En estas condiciones, García
Linera se convirtió en vicepresidente de la República y Prada fue un importante parlamentario
constituyente.

Las dificultades para desarrollar una teoría a partir de la práctica que hoy enfrenta la izquierda
latinoamericana se deben a varios factores. Entre ellos, podemos resaltar la dinámica asumida por la
práctica teórica, esencialmente concentrada en las universidades, que sufrió los efectos del cambio
de período en el plano académico: ofensiva ideológica del liberalismo; reclusión en la división del
trabajo interno de las universidades, en particular por la especialización; refugio en posiciones poco
críticas, que tienden a ser doctrinarias y no dan lugar a las alternativas.

Por otro lado, los procesos de superación real del neoliberalismo introdujeron temas alejados de la
dinámica de la reflexión académica, como el de los pueblos originarios y los Estados plurinacionales,
la nacionalización de los recursos naturales, la integración regional, el nuevo nacionalismo y el
posneoliberalismo, que están muy alejados de los que suelen abordarse en los cursos universitarios y
de aquellos privilegiados por las instituciones de fomento e investigación. Éstas privilegiaron las
propuestas definidas por las matrices fragmentadas de las realidades sociales, desvalorizando
interpretaciones históricas globales, y a la vez acentuaron la fragmentación entre las distintas esferas
-económica, social, política y cultural- de la realidad concreta.

Además, no debemos olvidar los efectos de la crisis ideológica que afectó las prácticas teóricas en la
transición del período histórico anterior al actual, con la descalificación de los llamados megarrelatos
y la utilización generalizada de la idea de crisis de los paradigmas. A raíz de eso, se abandonaron los
modelos analíticos generales y se adhirió al posmodernismo, con las consecuencias señaladas por
Perry Anderson: estructuras sin historia, historia sin sujeto, teorías sin verdad, un verdadero suicidio
de la teoría y de cualquier intento de explicación racional del mundo y de las relaciones sociales.
Temas esenciales para las estrategias de poder, como el poder mismo, el Estado, las alianzas, la
construcción de bloques alternativos de fuerzas, el imperialismo, las alianzas externas, los análisis de
las correlaciones de fuerzas, los procesos de acumulación de fuerzas, el bloque hegemónico, entre
otros, quedaron desplazados o prácticamente desaparecieron, en especial a medida que los
movimientos sociales pasaron a ocupar un lugar protagónico en las luchas antineoliberales. El pasaje
de la fase defensiva a la fase de disputa hegemónica ha de significar -como significa en los textos del
grupo Comuna y en los discursos de Hugo Chávez y Rafael Correa- una recuperación de esas
temáticas, una actualización para el período histórico de la hegemonía neoliberal y la lucha
desmercantilizadora. Refugiarse en la óptica de simple denuncia, sin compromiso con la formulación
y la construcción de alternativas políticas concretas, tiende a distanciar a una parte importante de la
intelectualidad de los procesos históricos concretos que el movimiento popular enfrenta en el
continente, y de ese modo lo condena a intentos empíricos de ensayo y error, en la medida en que no
cuenta con el apoyo de una reflexión teórica comprometida con los procesos de transformación
existentes.

La tentación contraria es grande. Dado que Fidel Castro no es Lenin, el Che no es Trotsky, Hugo
Chávez no es Mao Tsé-Tung, Evo Morales no es Ho Chi Minh y Rafael Correa no es Gramsci, sería
más fácil rechazar los procesos históricos reales, porque no corresponden a los sueños de revolución
construidos con el impulso de otras eras, que intentar descifrar la historia contemporánea con sus
enigmas específicos. En fin, intentar reconocer los signos del nuevo topo latinoamericano o quedar
relegado a los compendios a los que son reducidos los textos clásicos por las manos poderosas y
sectarias de quienes tienen miedo de la historia.

Refugiarse en las formulaciones de los textos clásicos es el camino más cómodo, pero también el
más seguro para la derrota. Las derrotas no se explican por razones políticas, sino morales -y la
"traición" es la más común-. La falta de respuesta política lleva a visiones infrapolíticas, morales. El
diagnóstico de Trotsky sobre la Unión Soviética es el modelo opuesto: se trata de la explicación
política, ideológica y social de los caminos abiertos por el poder bolchevique. Por eso pasó de la tesis
de la revolución "traicionada" a la afirmación sustancial del Estado bajo la hegemonía de la
burocracia.

La defensa de los principios supuestamente contenidos en los textos de los clásicos parece
explicarse por sí misma, pero no da cuenta de lo esencial: ¿por qué las visiones de la ultraizquierda,
doctrinarias, extremistas, nunca triunfan, nunca consiguen convencer a la mayoría de la población,
nunca construyeron organizaciones que estén en condiciones de dirigir los procesos revolucionarios?
Se identifican con los grandes balances de las derrotas, pero nunca conducen a procesos de
construcción de fuerzas políticas revolucionarias. No es casual que su horizonte acostumbre ser la
polémica en el interior de la ultraizquierda y las críticas a los otros sectores de izquierda, sin
protagonizar grandes debates nacionales, sin enfrentar centralmente a la derecha o participar de la
disputa hegemónica. Aquellos que sólo aparecen en los espacios públicos para criticar a los sectores
de izquierda, muchas veces valiéndose de los espacios mediáticos de los órganos de la derecha,
perdieron de vista a sus enemigos fundamentales, los grandes enfrentamientos con la derecha.

El desafío es encarar las contradicciones de la historia en las condiciones concretas de los países de
la América Latina de hoy y desentrañar los puntos de apoyo para así construir el posneoliberalismo.
El grupo Comuna supo hacerlo porque releyó la historia boliviana, en especial a partir de la revolución
de 1952, descifró su significado, hizo las periodizaciones posteriores de la historia del país,
comprendió los ciclos que llevaron al agotamiento de la fase neoliberal, consiguió deshacer los
equívocos de la izquierda tradicional en relación con los sujetos históricos y realizó el trabajo teórico
indispensable para concertar el casamiento entre el liderazgo de Evo Morales y el resurgimiento del
movimiento indígena como protagonista histórico esencial del actual período boliviano. Pudo así
recomponer la articulación entre la práctica teórica y la política, y ayudar al nuevo movimiento popular
a abrir los caminos de lucha por las reivindicaciones económicas y sociales en los planos étnico y
político.

Ese trabajo teórico es indispensable y sólo se puede hacer a partir de las realidades concretas de
cada país, articuladas con la reflexión sobre las interpretaciones teóricas y las experiencias históricas
acumuladas por el movimiento popular con el paso del tiempo. La realidad es implacable con los
errores teóricos. La América Latina del siglo XXI requiere y merece una teoría a la altura de los
desafíos presentes.

Notas:
Secretario Ejecutivo del Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO). Director del
proyecto LATINOAMERICANA - Enciclopedia Contemporánea de América Latina y el Caribe.

http://www.rodelu.net/2009/semana36_37_38_39_40latinoam1574.html

El nuevo trascendente
Por Frei Betto

La historia de la humanidad es una historia de sujeciones. En el período premoderno, sujeción a los


dioses del politeísmo, al Dios del monoteísmo, al Rey de la monarquía y al Pueblo (sujeto abstracto)
de la República. Siempre había una figura del Otro al que todos debían reportarse.

Ese Gran Otro prescribía lo cierto y lo erróneo, el bien y el mal, la gracia y el pecado, la ley y el delito.
El mundo se configuraba de acuerdo con los preceptos del Gran Otro. Las alternativas eran sencillas:
sujetarse bajo promesa de recompensa o rebelarse bajo amenaza de castigo.

En la modernidad, el Otro se multiplicó, adquirió varias caras, se descentralizó en diversidad de


ideologías, sistemas de gobierno y creencias religiosas. Tanto la antigüedad como la modernidad nos
remitían a la trascendencia, por más que basada en la razón. Si no era Dios, era el Partido, el líder
supremo, las ideas incuestionables. Algo o alguien nos precedía y determinaba nuestro
comportamiento, inculcándonos gratificación o culpabilidad.

La posmodernidad, a cuya puerta de entrada nos encontramos, promete hacer de nosotros sujetos
libres de toda sujeción. Sería la vuelta al protagonismo exacerbado, en que cada individuo es la
medida de todas las cosas. Ya no se vive en tiempos de cosmogonías y cosmologías, teogonías e
ideologías. Ahora todos los tiempos convergen simultáneamente en el espacio reducido del aquí y
ahora. Gracias a las nuevas tecnologías de comunicación, tiempo y espacio adquieren dimensión
holográfica: caben en cada pequeño detalle del aquí y ahora.

¿Será que de hecho la posmodernidad nos emancipa del trascendente y de la trascendencia? ¿Nos
introduce en el “desencanto del mundo” apuntado por Max Weber?
La respuesta es no.

Hay un nuevo Gran Otro que nos es impuesto como paradigma incuestionable: el Mercado. Las
seductoras imágenes de este dios implacable son diseminadas por su principal oráculo: la publicidad.
A semejanza de su homólogo de Delfos, nos advierte: “Di lo que consumes y te diré quién eres”.

El gran teólogo de ese nuevo dios fue Adam Smith. Inspirado en la física de Newton, en “La riqueza
de las naciones” y “La teoría de los sentimientos morales”, Smith aplicó a la economía la metáfora
religiosa del Gran Relojero que preside el Universo. El reloj funciona gracias a la precisión mecánica
fabricada por alguien fuera de él e invisible para quien lo lleva: el relojero. Así, en opinión de Newton,
sería el Universo. En la de Smith, la vida social regida por intereses económicos. La diferencia está
en que el Dios Relojero de Newton es llamado Mano Invisible por Smith. Según éste, el egoísmo de
cada uno, guiado por la Mano Invisible, promovería el bien de todos…

Es exactamente lo que afirma Milton Friedman, líder de la Escuela de Chicago: “Los precios que
resultan de las transacciones voluntarias entre compradores y vendedores son capaces de coordinar
la actividad de millones de personas, siendo que cada una sólo conoce su propio interés”.

Ése es el fundamento del pensamiento liberal y del sistema capitalista. Es el principio del laisser faire,
dejar (a dios) hacer. Lo que, traducido en términos políticos, significa desreglamentar, no sólo las
esferas económicas y políticas, sino también la moral. ¡Abajo la ética de principios y viva la ética de
resultados! En ese protagonismo posmoderno, cada ego es la medida de todas las cosas. Lo que
imprime al sujeto (en el sentido latino de sujeción, sumisión) la impresión de autonomía y libertad.

El resultado del nuevo paradigma centrado en el dios Mercado todos lo conocemos: degradación
ambiental; guerras; gastos exorbitantes en armas, sistemas de defensa y seguridad; narcotráfico y
dependencia química; debilitamiento de los vínculos familiares; depresión, frustración e infelicidad.

Todavía es tiempo de profesar el más radical ateísmo frente al dios Mercado e, iconoclastas,
aferrarnos a la ética para introducir, como paradigma, la generosidad, el compartimiento de los bienes
de la Tierra y de los frutos del trabajo, la felicidad centrada en las condiciones dignas de vida y en la
profundización espiritual de la subjetividad.

Pero eso sólo será posible si no quedamos restringidos a la esfera de la autoayuda, de las terapias
tranquilizadoras del alma para soportar el estrés de la competitividad, y nos movilizamos
comunitariamente para organizar la esperanza en un nuevo proyecto político fundado en la
globalización de la solidaridad.

He ahí el desafío ético que, como señaló José Martí, será capaz de articular emancipación política y
emancipación espiritual.

http://www.cubadebate.cu/opinion/2010/07/28/el-nuevo-trascendente/

“UNA IZQUIERDA QUE NO DESCUBRE EN EL PRESENTE


NINGUN VINCULO CON EL FUTURO, DESAPARECE”:

Peter Glotz
LA CORDaL

El Blog de Feijóo
SOFTWARE LIBRE INDEPENDENCIA TECNOLÓGICA

Desclasifican pruebas científicas de la relación Farc/Chávez


Según una fuente, la prensa Española ABC ha
desclasificado las pruebas científicas que
demostraron la relación estrecha entre la Farc y el
Presidente Venezolano Hugo Chávez, según el
comunicado recibido por esta redacción, la
desclasificación es clasificada, las fuentes, que según
dijeron estuvieron presentes en la investigación,
fueron plenamente identificadas mas no identificables,
pero nos dieron detalles de los hechos y resultados
de los estudios.

Con la fotografía obtenida por la agencia EFE la


agencia ABC de noticias comenzó los estudios
identificando que cuatro guerrilleros de la Farc estaban torturando a un individuo con aspecto de
Cerdo, cochino, marrano, chencho o puerco, la tortura la llevaron a cabo con armas de destrucción
masiva, donde los estudios arrojan que si debe realizarse una invasión al país Suramericano en el
tercer trimestre de este año.

Luego de la evaluación realizada con equipos de


Biometría facial porcina desarrolladas con altas
tecnologías de Acme Microsoft Corporation e introducir
los datos en equipos de la CTU “Counter Terrorist Unit”
de Fox Channel, en tan solo “24 horas”, se identificó al
individuo con el alias “Oporksition”, miembro secreto de
la Mesa de la Unidad democrática (MUD) de la
oposición al régimen dictademocrático del Gobierno
Venezolano.

El miembro identificado “Oporksition” en Español


“Oporksición”, fue vinculado por las autoridades
Venezolanas con la empresa Econoinvest como autor
intelectual de la estabilidad económica de Venezuela de
la IV República, y por razones de otro plagio el Estado
Venezolano Estatifico para adueñarse de sus arcas que van directo a los Fondos del colchón del lider
Latinoamericano, el individuo fue secuestrado por la Farc en territorio Venezolano como se pudo
comprobar para que “hablara” y notificara como logró mantener la excelente economía de dicho País
y de forma trasparente hasta el año 1998, además, lograr contento a EEUU con un barril de petróleo
Venezolano a 9$.
Razones del secuestro y sucesos
El Presidente Chávez logró comunicarse con el Centro de Laptop de la Farc vía Twiter, única técnica
de Telecomunicación confiable y secreta, por allí envió las “líneas de Chávez” con un mensaje
encriptado que decía “A t0d0 c0ch1n0 le llega 5u 5ábad0”, mensaje que identificaron con brujos
selváticos para realizar el plagio.

Entre otras razones que tuvo el Gobierno Venezolano para el plagio contra “Oporksition”, está la de
ser el creador intelectual de la gripe porcina, invasión de Bahía de Cochinos, usar su cuerpo como
alcancía para monedas de la USAID, NED y la CIA, entrar a la Asamblea Nacional con un diputado
de la oposición sin autorización, y develar los secretos de la Rabo e‟cochino del Presidente en juego
contra Cuba y Fidel Castro.

Prueba que el acto es en territorio Venezolano


Después de sesudos estudios y pruebas de ADN fue identificado que el arma es un arma de
destrucción utilizada masivamente en arepas Bolivarianas y fue creado con Titanio de la fábrica de
bicicletas de Irán en Venezuela, un alambre identificado en la foto para colgar la ropa, costumbre de
la barriada Venezolana, y la parrillera, son de las Minas de hierro del Estado Bolívar, aunado a esto,
la identificación que la banderita de la visera es tricolor, lo que al realizar una ecuación indeferencial
de entidad-relación pudieron concluir que: Bolívar + banderita + hierro + Titanio + Oporksition =
Chávez + Farc, luego despejando a la visera tercera parte de Ipod-tenusa nos da como resultado que
Chávez + Bahía de Cochinos = 26092010, resultado que claramente justifica que debe haber una
invasión el 26 de septiembre de este año.

En función de mantener a todo el público al día con la noticia y crear una matriz de noticia veraz, el
estado Venezolano permite la utilización de espectro radioeléctrico al canal de noticias Globovisión,
que nos mantendrá día a día, explicando como fue que se descubrieron los presentes hechos con
análisis científicos claros y profundos, como nos han acostumbrado a entender temas
verdaderamente alucinantes.

feijoojimenez@gmail.com

http://feijoo.wordpress.com/2010/07/29/desclasifican-pruebas-cientificas-de-la-relacion-farcchavez/

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