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Catherine Depretto-Genty
“Introducción” a:
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Iuri Tinianov, “Los arcaístas y Pushkin”, p. 60 en el presente volumen.
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2
Para una presentación de algunas de estas obras, Cfr. T. Todorov “Les formalistes en
Occident”, Poetics 11, 1974, pp. 97-101.
3
Citado en PHLC, p. 532.
L. P. Iakubinski (1892-1945): lingüista, profesor en diferentes institutos de Leningrado.
Alumno de Baudouin de Courtenay y uno de los miembros de la primera OPOIAZ, L. P. se
acercó en la década del veinte a N. I. Marr (1864-1934) y se orientó hacia un enfoque
sociolingüístico de la lengua. Es el autor de una Historia de la lengua, publicada luego de su
muerte en 1953.
S.I. Bernstein (1892-1970): lingüista, profesor en Leningrado, luego en Moscú. Muy
influido por la “filología auditiva” alemana (Saran, Sievers), S. I. dirigía en los años veinte una
“fonoteca” en la que grababa sistemáticamente las voces de escritores contemporáneos. Gracias
a él poseemos hoy registros de la voz de Ajmatova, de Blok, de Maiakovski, de Essenin… En esta
época colaboraba muy estrechamente con Tinianov (diccionario de la lengua de Tiutchev) y ha
dejado numerosos trabajos sin publicar.
En cuanto a la expresión “los restos de Polivanov”, se trata, sin duda, de una alusión al
estado físico de este notable lingüista, muy poco conocido en Occidente. Las persecuciones de
las que será objeto hasta su ejecución en 1938, se dieron sobre todo luego de 1929, y sus
esfuerzos infructuosos para oponerse al “marrismo”. Sobre este episodio y sobre Polivanov en
general, cfr. C. Genty [Depretto] “Entre l’histoire et le mythe: E.D. Polivanov 1891-1938”, CMRS
XVIII (3), juil.sept. 1977, p. 275-303.
Para los restantes nombres propios citados en la carta, cfr. más adelante en la
introducción y también las noticias que acompañan la Teoría de la literatura (Textos de los
formalistas rusos reunidos, presentados y traducidos por T. Todorov), Seuil, París, 1965.
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4
A pesar de la encendida reprobación que el “formalismo” ha merecido en la URSS por
parte de la crítica oficial, numerosos estudios de gran valor, pero de difusión restringida,
contribuyeron enormemente en estos últimos años a restablecer el rostro científico verdadero de
los años veinte. Un trabajo considerable acaba de ser llevado a cabo sobre la personalidad de
4
Iuri Tinianov, gracias en particular a la tenacidad de los tres mejores especialistas actuales en su
obra: M. O. Tchudakova, A. P. Tchudakov y E. A. Toddes. A ellos, entre otros, debemos el
volumen de 1977, Iuri Tinianov Poética. Historia de la la literatura. Cine (PHLC) “Naouka”,
Moscú, que presenta en particular muchos textos inéditos o de difícil acceso de Tinianov, y que
se acompaña sobre todo de un notable aparato crítico, basado en numerosos documentos de
archivo hasta el momento desconocidos. Esta obra a la que nos veremos constantemente
obligados a referirnos, constituye la base principal de cualquier trabajo que quiera hoy día
estudiar la obra de Tinianov y la OPOIAZ durante los años veinte. (Mencionemos igualmente el
volumen de 1968 I. Tinianov Pushkin y sus contemporáneos, en el cual había ya participado P.
Tchudakov).Permítaseme agradecer aquí muy especialmente a M. O. Tchudakova, A. P.
Chudakov y E., A. Toddes por la generosa ayuda que me proporcionaron en la preparación de
este trabajo.
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Cfr., por ejemplo ,Colección Tinianov n° 1, Riga “Zinatne”, 1984, p. 98.
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De esta época es su encuentro con la familia Zilber que ocupará un lugar importante
en su vida privada. Amigo del hijo primogénito, el futuro gran biólogo Lev Zilber (1894-1966),
cfr. Nota 1 “Arcaistas y Pushkin”), se casa con la hija mayor en 1916, Elena (fallecida en 1944), y
será muy cercano al benjamín, el escritor V. A. Kaverin (1902-1989), casado con la hermana
menor de Tinianov, Lidia (1902-1984). Por su parte, V. Kaverin y su esposa no ahorrarán
esfuerzos para asegurar la difusión de su obra. Gracias a ellos y a los especialistas citados
precedentemente, a partir de 1982 se celebran en Rezekne las Jornadas Tinianov que, a juzgar
por los primeros volúmenes aparecidos, poseen un interés considerable.
5
En general, todo lo que sabemos hoy acerca de los años que van entre
1912 a 1919, nos muestra que ya desde sus estudios universitarios, Tinianov
tenía bien delimitadas las esferas de interés que habrán de ocuparlo toda su
vida: el período pushkiniano, Tiutchev, Heine, los problemas del lenguaje
poético, la cuestión de la parodia. A través del seminario se puso en contacto
con otros jóvenes investigadores muy dinámicos. Gracias a Iuri Oksman, al que
ya conocía desde 1913, y que será uno de sus pocos amigos íntimos, y más tarde
su consultor permanente en materia de exactitud histórica, Tinianov se había
introducido en el círculo de los pushkinianos más activos y participaba en
muchos de sus proyectos7.
7
Además de los comentarios de PHLC, al respecto se consultará: C. Depretto-Genty
“Tinianov y Venguerov”, RES, LV/3, París ,1983, pp. 497-505; Maria Di Salvo, Prefacio a Juri
Tinianov Formalismo e storia letteraria, Torino, Giulio Einaudi, 1973, y en ruso los recuerdos
de I. Oksman, publicados por E.A. Toddes y M. O. Tchudakova, en Recueil Tynianov, °1, Riga
“Zinatne”, 1984. Notable especialista en Pushkin y del decembrismo, arrestado en 1936 y
liberado en 1946, Iuri Oksman llevó hasta su muerte en 1970 una vida precaria. Profesor en
Saratov al volver de los campos de reclusión, pudo volver recién a Moscú en 1958, cuando fue
víctima de nuevas persecuciones que, según L.K. Tchukovskaia “lo llevaron a la tumba”. Sobre
su vida y su obra, se puede consultar la noticia de V. Edgerton, Russian literature 5, 1973.
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Pero el gran acontecimiento de estos años es, sin dudas, su encuentro con
V.B. Shklovski (1893-1984) y B.M. Eijenbaum (1886-1959), que se sitúa hacia
1918-1919, y su participación en la OPOIAZ. Este episodio decisivo cuyas
circunstancias no han podido ser establecidas con más precisión, en efecto, ha
marcado el comienzo de una sólida amistad y de una colaboración intelectual
fecunda entre los tres hombres, atestiguada, más allá de la obra publicada, por
los fragmentos salvados de su correspondencia y el Diario de Boris Eijenbaum8.
En el GIII, Tinianov daba un curso sobre poesía rusa del siglo XIX,
animaba un seminario de literatura contemporánea en el que participaban
muchos escritores, y dirigía con B. Eijenbaum un seminario de gran nivel para
futuros investigadores: aquí es donde se formó “la nueva generación” de la que
habla Shklovski en su carta de 1928, BI. Bujchtab, A.. Fiodorov, L. Ia.
Guinzburg, T. I. Jmelnitskaia, N. Stepanov…, que luego serían críticos notables.
“autobiografía” Viaje sentimental Moscú-Berlin 1923 (sin embargo, la mayoría de pasajes que
conciernen a este tema no aparecen en la traducción francesa de Gallimard en 1963).
11
Cfr.,por ejemplo, La literatura y el marxismo 6, 1930, p. 86-98.
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Sobre este grupo literario se puede leer en francés la tesis de R. Aboulker “Les frères
Sérapion”, 3er ciclo, INALCO, sin fecha.
13
Mencionemos igualmente su artículo de 1924 “El vocabulario de Lenin-polemista”
aparecido junto a otros ensayos “formalistas” en el número de la revista Lef totalmente
consagrado a la lengua de Lenin. Algunos de los artículos de Tinianov-crítico de la literatura
rusa contemporánea fueron traducidos al francés. Cfr. en particular los números 63 y 77 de la
revista Action poétique.
9
volumen de 1927 Sátiras14. Por cierto, existen pocas actividades literarias que
Tinianov no haya practicado con igual éxito, aunque le faltaba sin embargo una,
la creación. Poco a poco va a avanzar sobre las demás15.
17
Siempre subrayamos nosotros. Segunda carta publicada en M. O. Tchudakova
“Pratique sociale et réflexion scientifique dans la biographie créatrice de B.M. Eijenbaum”, RES
LVII/1, París, 1985, p.41.
11
de las que son objeto hoy testimonian suficientemente –si hiciera falta- acerca
de su riqueza y fecundidad. Pero este interés queda reducido a un círculo exiguo
de especialistas, cuyos límites sería necesario expandir, lo que constituye el
propósito de la presente obra.
20
Cfr. R. Jakobson “Un ejemplo de migración de términos y de modelos
institucionales”, Selected Writing II, Mouton, 1971, ppl. 527 a 538 (publicado anteriormente en
Tel Quel, 41, 1970.
21
Acerca de este período de la historia de la OPOIAZ y sobre el formalismo en general se
podrá consultar: V. Erlich Russian Formalism, 3° ed., Den Haag, Paris-Mouton, 1969 (1ª.
Edición 1955); T. Todorov, “L’ héritage méthodologique du formalisme”, L’Homme, Janv- Mars,
1965; Aage A. Hansen-Löve, Der russische Formalismus, Viena, 1978; C. Depretto-Genty, Iou.
Tynianov, théoricien, et l’OPOIAZ 1919-1924, Tesis del 3er. Ciclo, Paris IV, 1981.
22
Acerca de las relaciones entre la OPOIAZ y el entorno artístico, cfr. K. Pomorska
Russian Formalist Theory and its Poetic Ambiance, Den Haag, París, 1968, y I. Ambrogio
Formalismo e avanguardia in Russia, Roma, 1968. Sobre la cuestión más general de las
“fuentes culturales” de la OPOIAZ (Potebnia, Vesselovski, los simbolistas…), se puede consultar
esta última obra, como la ya citada de Erlich.
14
importante. Fue él, en efecto, quien realizó el retorno más convincente a las
categorías fundamentales de sentido y de historia.
24
Cfr. “El hecho literario” en este volumen. Aparece aquí el término “serie” (riad en
ruso), esencial en el aparato conceptual de Tinianov. El “riad” designa cualquier segmento, todo
eje, a la vez paradigmático y sintagmático que se rige por leyes, y en ese sentido, es algo
sinónimo de sistema, construcción. Cfr. sobre este tema, el notable análisis de J. Cl. Lanne, RES,
LV/3, 1983, p. 447.
16
que componen el mismo “orden”. Por otra parte, se evita proceder por simple
negación (A – no A) y se prefiere considerar las relaciones de “contradicción” (A
– anti A): la prosa no es una ausencia de organización sonora, sino la relación
constructiva inversa a la poesía.
Llama: “Isolina”,
Y dulcemente el eco responde
¡Isolina!, ¡Isolina”,
Más allá en las felicidades mudas26.
25
Cfr. “El hecho literario”, “Sobre la evolución literaria”, Ibídem.
26
A pesar de todas sus imperfecciones, se puede consutlar la traducción francesa de
Problemas de la lengua poética, que apareció con el título Le vers lui-même, Colección 10-18,
Paris, 1977 (Extracto citado, cfr. p. 123). Podrá leerse igualmente el análisis que E. Henry-Safier
hace de esta obra en RES, LV/3, 1983, p. 425-429. Otros artículos que se pueden leer en relación
con Problemas…: “Las formas del verso de Nekrasov”, “Sobre la composición de E. Oneguin”,
17
Pero la noción de “función” le iba sobre todo a permitir a Tinianov una tentativa
interesante para superar la oposición sincronía-diacronía y elaborar una
perspectiva teórica sobre la historia literaria.
27
Comentario de PHLC, p. 523. Sobre la recepción del Curso durante la década de 1920
en URSS, cfr PHLC, p. 522-523 y M. O. Tchudakova, E. Toddes “La première traduction russe
du Cours de linguistique générale de F., de Saussure y l’activité du Cercle linguistique de
Moscou”, traducción francesa: Cahiers Ferdinand de Saussure n° 36, 1982, p. 64-91. No se sabe
si Tinianov había estudiado con detalle el libro de Saussure, pero podía haber sido informado
directamente de su contenido por S.I. Bernstein que había reseñado oralmente el libro el 8 de
diciembre de 1923 en el Instituto de Historia comparada de lenguas, literaturas occidentales y
orientales (Petrogrado) y que había redactado notas detalladas sobre la exposición.
19
Por eso es que Tinianov ha mantenido siempre una distinción radical entre los
hechos “que no pueden formar sistema”, que sitúa globalmente en la categoría
de la “génesis”, y los elementos que “obedecen a leyes”, que al comienzo llama –
en un sentido particular- “tradición”, y que más tarde englobará en la categoría
de la “evolución” (cfr. “Sobre la evolución literaria”, Punto 2). Desde este punto
de vista puede leerse, en la presente selección de textos, el artículo “Tiutchev y
Heine” (1922) que ilustra esta concepción.
no sigue por eso un desarrollo rectilíneo y sereno, sino que adquiere más bien el
trazo de una línea quebrada, caótica, sometida a “mutaciones” 29 más o menos
bruscas. Contrariamente a las ideas generalmente extendidas en el siglo XIX, y
de acuerdo con una de las afirmaciones clave de la primera OPOIAZ, Tinianov
siempre insistió sobre la idea de lucha, de ruptura, de separación para presentar
la sucesión literaria, por eso la importancia funcional de la parodia, uno de sus
temas favoritos de estudio30. Así su fórmula “una ruptura metódicamente
realizada”31 da cuenta, sin duda, mucho mejor del doble carácter que le otorgaba
a la evolución. Pero si el cambio literario adquiere ese aspecto de “salto”, de
“ruptura”, es porque procede un poco -en su búsqueda de lo “nuevo”- según el
método de “ensayo y error”. La literatura ensaya” cierto número de
combinaciones que retiene o abandona, además cuando busca un nuevo
principio constructivo, se dirige a menudo hacia un material “fresco”, no
literario, lo que Tinianov designa con el término general de “byt” (vida
cotidiana, costumbres, término que en los artículos de síntesis teórica hemos
traducido por “vida social” en ciertos contextos32). De este modo, si en particular
permanece cercano en “El hecho literario” (1924) de las concepciones del primer
OPOIAZ acerca de la necesidad inmanente de una renovación de las formas (cfr.
su esquema de cuatro etapas que reposa sobre la alternancia
desgaste/novedad), Tinianov se esfuerza por ligar poco a poco ese proceso con
el dominio exterior, tan ferozmente excluido de las investigaciones del grupo en
sus comienzos. La noción de “hecho literario” que Tinianov utiliza para
reemplazar el término vago de “literatura” muestra con toda evidencia que lo
que en un momento determinado se considera como formando parte de la
literatura deja de estarlo y viceversa. Ya no se trata de presentar la literatura
como una serie totalmente independiente. Al contrario, se encuentra en relación
29
No se emplea el término azarosamente. Algunas notas de Tinianov, “El género como
gen”, permiten percibir analogías con la Biología cuyas investigaciones más recientes pudo
conocer gracias a L. A. Zilber (le dedicó el artículo “Los arcaístas y Pushkin”). En su concepción
de la evolución literaria, Tinianov pudo recibir igualmente la influencia de algunos trabajos de
lingüística, los de Polivanov en particular (cfr. PHLC, p. 525).
30
Esta cuestión es tan importante para la obra científica de Tinianov que merecería un
estudio especial. Además de los artículos muy conocidos, “Dostoievski y Gogol”, Las formas del
verso de Nekrasov”, sabemos actualmente, gracias al volumen de 1977, que Tinianov tenía desde
1919 un proyecto para escribir un artículo sobre la parodia totalmente teórico (PHLC, pp. 483-
484), y que el último artículo teórico de la década del veinte trataba también sobre ese tema
(PHLC, pp. 284-310).
31
“El intervalo”. Comparar con la fórmula de “El hecho literario”: “No una evolución
continua, sino con saltos; no un desarrollo continuo, sino desviaciones”.
32
No confundir con el uso que B.M. Eijenbaum le dará a este término.
21
constante con las otras esferas de la actividad humana. Empero estas relaciones
no son ni simples, ni directas, y se organizan según un orden jerárquico a partir
de la serie no-literaria más próxima (la lengua, según Tinianov) hasta las series
más alejadas (política y social). De este modo el término de ustanovska
(“orientación”) designará poco a poco en Tinianov, además del factor
constructivo o dominante de la obra, su correlación con la lengua (cfr. § 1 “La
oda como género oratorio”). Si se respeta esta progresión en el estudio de las
series extra-literarias, es posible por fin establecer las leyes que rigen las
relaciones (correlaciones) de estas series con la serie literaria –el “sistema de
sistemas, para retomar la terminología de “Problemas de los estudios literarios y
lingüísticos”, Siempre afirmando la necesidad de una “sociología de la
literatura”33, Tinianov mantiene, con todo, la idea de una serie literaria
especifica que debe en primer lugar ser estudiada en tanto tal, como una red de
correlaciones-funciones (estrictamente literarias). Solamente luego se pasa a la
segunda etapa: el estudio sistémico y jerarquizado de las series extra-literarias,
para desembocar por fin en la última etapa, el estudio de la correlación de la
serie literaria con las series extra-literarias (cfr. “Sobre la evolución literaria” y
“Problemas…”34).
35
Cfr. V.N. Voloshinov (Bajtin) Le marxismo y la filosofía del lenguaje (1929), trad.
Francesa, Ed. De Minuit, París, 1977. Las relaciones entre la OPOIAZ y M.M. Bajtine (lo mismo
que con otras tendencias de crítica literaria de la época) constituyen una cuestión particular que
no podemos abordar aquí detalladamente. Recordemos que la crítica detallada de las posiciones
de la OPOIAZ (representant de la “estética material”), desde el punto de vista de la tenencia de
Bajtin se encuentra en P. Medvedev El método formal en la crítica literaria, Leningrado 1929
(cfr sobre todo un artículo más antiguo, firmado por Bajtin y no publicado entonces: “Problema
del contenido, del material y la forma en la obra literaria”, M. Bajtin Estética y teoría de la
novela. Sobre la famosa cuestión de la paternidad de las diferentes obras que firman Voloshinov
y Medvedev , cfr. T. Todorov, M. Bakhtine. Le príncipe dialogique, Seuil, París, 1982, pp. 1aa6-
24.
36
Es sin duda por esta razón que continuaba afirmando el carácter “caótico” de la
evolución.
23
Es por eso que, a pesar del inmenso interés que presentan las
investigaciones de Tinianov sobre la construcción del discurso poético y de la
semántica del verso, preferimos anclar la presentación de su obra científica en
su trabajo como teórico de la historia literaria, presentando conjuntamente
textos teóricos y estudios concretos (inéditos en francés). Capital para
comprender la obra propia de Tinianov, esta orientación “teórico-práctica”,
“abstracta-concreta” tiende también, de manera más general, a restablecer la
complejidad de la herencia de la OPIAZ, que muy a menudo –como lo
recordamos antes- fue presentada en Occidente extraída de su terreno inicial y
del material concreto cuyas representaciones trastrocó.
que completan su cuadro sobre la poesía rusa del siglo XIX y que poseen
igualmente problemas teóricos precisos, ya evocados en las páginas
precedentes: la oposición génesis/tradición. Evolución, la relación funcional
poesía/prosa y la importancia de la parodia en la evolución literaria. A
diferencia de Arcaístas e innovadores (1929), las dos síntesis teóricas que
constituyen “El hecho literario” (1924 y “Sobre la evolución literaria” (1927) se
disponen al fin del libro para mostrar que se trata de la línea de llegada de largas
investigaciones y no de un a priori confirmado artificialmente por trabajos
posteriores38.
38
Cfr. lo que dice Tinianov en un prefacio inédito a Arcaístas e innovadores, PHLC, P.
567. El artículo de 1928 “Problemas de los estudios literarios y lingüísticos”, a pesar de haber
sido traducido muchas veces al francés (cfr. Todorov, Textes des formalistes russes, R.
Jakobson, Questions de poétique…), creímos necesario reproducirlo otra vez. Por su contexto
hubiera exigido, además, comentarios suplementarios (toda la evolución de la OPOIAZ a partir
de 1925, y las tensiones de los años 1928-1929), que podrían constituir un estudio especial. Cfr.
sobre este tema el error significativo en la fecha que se lee en K. Pomorska-R. Jakobson,
Dialogues, París 1980., p. 64-65.
“El hecho literario” y “Sobre la evolución literaria”, aunque ya fueron traducidos
(respectivamente en Action poétique 77, y en Textes des formalistes russes), merecerían para
ciertos casos ser retomados, y sobre todo de ser presentados en forma paralela.
25
por entonces bastante “estudiado” como para que los defectos de la crítica
literaria practicada hasta entonces aparecieran con claridad (cfr. de I. Tinianov
“Pushkin apócrifo”). A ello se agrega el papel catalizador del seminario de S.A.
Venguerov, evocado más arriba, independientemente incluso de todas las
reservas que el método de su iniciador puede suscitar.
39
B. Eijenbaum “La obra de Tinianov”, en el volumen de recuerdos sobre Tinianov de
1966, colección “Vida de hombres ilustres”, p. 75.
26
parte, es gracias a un análisis profundo del “hecho arcaísta” que Tinianov pudo
precisar su oposición forma/función y su afirmación central respecto del
“relativismo” de las nociones literarias.
40
Cfr. en este volumen, p. 70.
41
De una maera general, Tinianov veía profundas analogías entre el siglo XVIII y el
comienzo del siglo XX en el “diapasón” de las luchas poéticas. Las oposiciones entre Jlebnikov-
Gumiliov, Maiakovski-Essenin le recordaban las de Lomonosov-Sumarokov, Diejavin-Jukovski.
Tras estas “analogías” se oculta también un principio de Tinianov y de la OPOIAZ, para los
cuales pasado y presente se esclarecen recíprocamente. Es por eso que la crítica de la literatura
contemporánea tenía un papel tan importante en sus trabajos científicos (cfr. igualmente el
comité de Literatura contemporánea del GIII)
29
42
L. Guinzburg, op. cit., p. 355. Cfr. igualmente “El intervalo”: “Hablo de la novedad
obtenida por la interacción de todos los aspectos del verso y que engendra un sentido poético
nuevo”, y un prefacio inédito a “La Ode…”, p. 494: “La lucha literaria de nuestra época no es un
hecho atribuible al azar: se realiza en nombre de las cuestiones esenciales del arte. Desde este
punto de vista, recuerdan ciertos episodios de nuestra literatura del pasado; en cada caso, el
polo decisivo estaba representado por la cuestión del principio constructivo de la poesía, es
decir, cómo la palabra es puesta en forma (y deformada)”.
43
Carta de marzo-abril 1928, PHLC, p. 568. Cfr. también la misma referencia en p. 501,
nota 63.
30
ciertos elementos, Tinianov debe hacer constante referencia al pasado. Por otra
parte, este “sistema” lleva ya en sí los gérmenes de la etapa futura. El término
“época-sistema” empleado por Tinianov parece mostrar que en el conflicto entre
la estructura y la historia se inclinaba a otorgar a la historia el papel principal.
En todo caso, Tinianov parece haber percibido el peligro que constituía el
aislamiento de cualquier sistema estático. Insistió acerca de la evolución
permanente, de cada instante, que todo sistema conocía. Nada está jamás
inmóvil., Los elementos de un sistema evolucionan, por cierto, según ritmos
diferentes, pero siempre hay algo que “se mueve”. La idea de dinamismo, de
movimiento, era sin duda la categoría fundamental del pensamiento de
Tinianov. Para él lo esencial era reencontrar el movimiento subterráneo de lo
que parecía fijo; es así que según él hay “dinamización” de la palabra en poesía,
un juego de sentido engendrado por la construcción poética, pero la obra
también reposa sobre una relación dinámica, construcción/material. La época
literaria también es una confrontación dinámica de corrientes opuestas, y la
literatura, por fin, se presenta como una continuidad de sistemas engendrados
dialécticamente, y de hecho, sometidos a un perpetuo y jerárquico
reacomodamiento. Para Tinianov, el “dinamismo” es, de cierta manera, el rasgo
distintivo de lo “literario”, y es esta necesidad de mantenerlo la que engendra “la
evolución”. El “dinamismo” repercute igualmente en el lector o en el
investigador que no reciben pasivamente su objeto de lectura, sino que lo
“construyen”, lo “interpretan”.
permite descubrir el entramado que los liga con los más jóvenes, Grioiedov,
Katienin, Juchelbecker, los que, por su parte, son radicales o revolucionarios.
Si nos fijamos bien, nos damos cuenta de que Tinianov ha tomado la idea
de una oposición entre karamzinistas y arcaístas a un “contemporáneo” de la
época que estudia, que era actor del proceso literario: W.K. Kuchelbecker (en su
terminología: “germano-rusos y franco-rusos” contra “eslavos”). Recurrir al
“punto de vista de un contemporáneo” era, en efecto, un elemento clave de la
reflexión crítica de Tinianov.
44
Cfr. en este volumen p. 242. Ver también “La Oda como género oratorio”.
32
45
Cfr. en este volumen “El hecho literario”, p. 216.
46
Cfr. Maria Di Salvo, “Eléments d’une théorie de la réception littéraire”, RES 55/3, pp.
419-423.
33
47
B.M. Eijenbaum, “La obra de Tinianov”, en Sobre la prosa, L. 1969, p. 390.
34
trata de llegar a la exactitud semántica perfecta. Forja así una lengua científica
particular, que anula sistemáticamente lo desdibujado, la imprecisión, la
metáfora, todos los rasgos del estilo “literario”. Desde este punto de vista, ha
merecido al igual que sus compañeros, repetidos reproches sobre su falta de
claridad y de inclinarse a la jerga. El mismo Tinianov caracterizaba, sin ningún
miramiento, su lengua científica como “pesada y no siempre clara”. Este deseo
de rigor en la expresión era tanto más fuerte cuanto poseía dones artísticos
excepcionales y una “lengua literaria” notable. A través de su lenguaje científico
ejercía, de algún modo, un auto-análisis, una auto-vigilancia de su costado
artístico a través del sabio. Tinianov siempre se esforzó por disociar al máximo
sus “dos” lenguas (a las que conviene agregar la “lengua del cine”), manteniendo
así la razón de ser intrínseca de estas dos disciplinas: la creación literaria y la
investigación científica.
48
Iuri Tinianov, Contribución a Cómo escribimos (L. 1930), reproducido en el volumen
de la Colección “Vida de hombres ilustres”, M. 966, p.196.