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Descripción
En las sesiones trabajadas sobre el tema Medio Ambiente y Sociedad, se puso énfasis en temas
relativos a la manera de concebir la inclusión de las temáticas provenientes desde las ciencias sociales y
humanas en el abordaje de lo ambiental. Entre ellas, los énfasis desarrollados en las discusiones se
orientaron fundamentalmente a:
- Entender los marcos conceptuales y las dificultades epistemológicas desde donde estos los
temas relativos a las ciencias sociales y humanas intervienen en la cuestión ambiental.
- Visualizar que no sólo basta con incluir los datos sociales y socioeconómicos para entender
cómo se incluyen estos temas en el abordaje de lo ambiental.
- El papel de los enfoques provenientes desde la complejidad y desde la ciencia post-normal para
mirar los temas ambientales desde otras ópticas.
Considerando lo anterior, se le solicita desarrollar, en un máximo de 2 páginas, una reflexión
justificada (en estilo ensayado) frente a la siguiente pregunta:
Pregunta
¿Qué aportes y qué discusiones le son pertinentes a la geografía frente al desafío del abordaje
de las problemáticas ambientales contemporáneas? ¿Qué aspectos son necesarios de
fortalecer en la investigación y reflexión geográfica para avanzar en este desafío?
Se espera de usted una respuesta reflexiva que se apoye en las lecturas que se adjuntan a esta prueba.
La complejidad se nos presenta como una superación o replanteamiento de las estrategias cognitivas
y epistemológicas de la modernidad, consistentes en “aislar” al objeto de estudio en primer lugar
respecto del observador, y en segundo lugar de las disciplinas en las cuales se ha organizado el
conocimiento “científico”. Así, se re-conceptualiza a la ciencia de la modernidad como una ciencia
organizada parcelada y fragmentariamente (Morin 2008, Rodríguez 2008), en la cual priman
paradigmas de simplificación, reducción y disyunción, y estrategias cognitivas reduccionistas y de
elaboración de dicotomías. En consecuencia, desde la complejidad se impulsa la comprensión del
ambiente, (o naturaleza), como un todo indisociable, posible de ser abordado mediante instancias
como la multidimensionalidad, y la inter y trans disciplinariedad, poniéndose énfasis en las
articulaciones, conexiones, o intersticios tanto inter o transdisciplinarios, como sociales o culturales.
Ahora bien, respecto de lo mencionado planteo como motivo de discusión -y reflexión-, que la
complejidad se instaura como una ciencia de “segundo orden”, pues necesariamente surge después
del asentamiento y validación de aquellas de primer orden o “puristas”, las que corresponden a
nuestras actuales ciencias sociales, humanas, o naturales. Así, no debemos menoscabar a dichas
ciencias, sino considerarlas -parafraseando a Maturana-, como correspondientes a sistemas
autopoiéticos de conocimiento, que poseen clausura operacional, plasticidad estructural, apertura
comunicacional, y capacidad de acoplamiento estructural de características intersubsistémicas.
En consecuencia, la complejidad necesita de las ciencias normales, y es más, como ciencia de segundo
orden, la “labor” de la complejidad no se centraría en dar cuenta de fenómenos o hechos naturales o
ambientales, sino que se focaliza en cómo el hombre intenta abordar a dichos fenómenos. Así, lo que
denominamos o intentamos denominar como complejidad no es una condición o expresión de un
sistema ambiental, sino la instauración de una dinámica relacional que le permite al observador, -
inmerso en dicho sistema-, generar y otorgar sentido y “valor”. Ésta dinámica relacional surge a partir
de la ignorancia del observador respecto de la relación sociedad-naturaleza, y posee características de
autorreferencialidad en cuanto es un discurso que elabora un sujeto observador no respecto de, sino
en relación con lo observado, conformando un sistema observante que se autoreproduce.
(Lavanderos 2001).
En todo ello, al fin la Geografía aparece “sincerando” su rol de ciencia de frontera, en cuanto su
función en el sistema de las ciencias -o disciplinas-, radica en enlazar sincrónica, diacrónica, o
prospectivamente, la cosmovisión, epísteme epocal, e imaginario antropológico profundo, con
nuestro concreto accionar sobre la superficie terrestre, el cual se establece de manera discursiva
(ideacional o ideológica), y constructiva. Así, Geografía, Complejidad, y Ambiente constituyen un
marco conceptual ideal para dar cuenta de un ser humano como un permanente sujeto observante y
autoconstructor de sus condiciones de existencia.
Otro punto de discusión entre la relación Geografía-Complejidad, es la dilución del resultado de una
investigación o ciencia entendido como producto, a cambio de la valoración positiva del conocimiento
entendido como diálogo, o como herramienta de gestión y construcción. Así, al afirmar que lo
importante no es el producto, sino cómo el modo de producción de dicho producto se ha establecido
de manera legítima, la Geografía posee una ventaja desconocida hasta el momento respecto de las
demás ciencias, puesto que “históricamente” ha (hemos) sido deficientes en la generación de
productos, (pues siempre hay una ciencia “normal” que nos supera en ello), teniendo al fin la opción
de posicionarse dentro del marco “científico” o disciplinario, con una pertinencia de completa
actualidad y necesidad. Recordemos que actualmente la Geografía constituye una ciencia o disciplina
“holística y de síntesis”, que maneja un mar de conocimientos emanados o “chorreados” desde otras
ciencias, pero con un milímetro de profundidad para cada uno de ellos, justo lo necesario para poder
organizar diálogo y acción.
Cabe discutir además el carácter totalizante de la noción de complejidad, puesto que pretende no
abordar a segmentos de la realidad, sino a toda la realidad, conformando una nueva instancia de la
tan antigua y ansiada “teoría del campo unificado”. Así la complejidad no superaría nuestra situación
de posmodernidad, sino que la profundizaría de manera dicotómica, por una parte adoptando una
postura universalizante y totalizante, -la cual critica-, y asumiendo por otra parte una postura local-
global unicista y fragmentadora de realidades, a la vez que también critica la fragmentación.
Entonces, la posmodernidad se ve profundizada en cuanto logramos creer en algo, pero logramos
creer en algo que criticamos.
3. BIBLIOGRAFÍA CITADA