Un remache o roblón es un elemento de fijación (un
cierre mecánico) que se emplea para unir dos o más piezas. Consiste en un tubo cilíndrico (el vástago) que en su fin dispone de una cabeza. Las cabezas tienen un diámetro mayor que el resto del remache, para que así al introducir éste en un agujero pueda ser encajado. El uso que se le da es para unir dos piezas distintas, sean o no del mismo material. REMACHES DE DISTINTOS TAMAÑOS El remache es un tipo de accesorio para unir dos piezas, que es la misma función que tiene el tornillo, con sus diferencias: el remache generalmente es un pasador con cabeza, de metal, el cual puede ser caliente (se debe calentar primero) o frío (de un metal tan blando que se remacha en frío). Las uniones de remachadas constituyen, junto con la soldadura, una forma de unión permanente de piezas. Se utiliza en la industria aeronáutica, naviera y constructiva. También pueden verse algunos casos de piezas unidas por remaches en estructuras metálicas de construcción civil. REMACHADO EN CALIENTE Y FRIO En caso de ser un remache caliente, primero se calienta al rojo, se coloca en el barreno, se detiene por el lado de la cabeza, y por el otro se "remacha", es decir, se golpea tanto de manera que se achata y queda soportado por ambos lados.
El remache en frío, del cual el más común es el remache pop , es generalmente de aluminio y consiste en un perno también, pero con la peculiaridad de ser hueco y tener atravesado una barra parecida a un clavo, con una punta hacia la parte trasera de la cabeza y punta redondeada al extremo del perno. Éste se introduce también al barreno como el caliente, pero no se "remacha" a golpes, sino que, con una pinza especial en la cual se monta, se "jala" al perno por la parte de su punta, de manera que la punta redondeada de la barra hace que el perno hueco "crezca" y quede sujetado en su lugar. Un detalle muy importante de su manejo es que no admiten ajustes posteriores a su ubicación y que no soportan vibración.