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EOEP Astorga- CRA de Bustillo del Páramo 2008/09

ORIENTACIONES PARA LA INTERVENCIÓN EN EL AULA CON ALUMNOS CON SÍNDROME DE ASPERGER

El síndrome de Asperger se considera un trastorno del espectro autista, pero con alto funcionamiento cognitivo
Los niños autistas de bajo funcionamiento "viven en su propio mundo", mientras que los niños autistas con un nivel alto de
funcionamiento "viven en nuestro mundo, pero a su manera"

El S.A. es de causa orgánica y no de la forma en que es educado el niño/a.

Aunque los individuos con un diagnóstico de Síndrome de Asperger pueden diferir mucho unos de otros, todos comparten un grupo
común de dificultades de base y que están presentes, en mayor o menor medida, en la mayoría de los alumnos con S.A.

Dificultades del SA y sugerencias

Insistencia en las rutinas


Los niños con SA se encuentran fácilmente sobrepasados frente a mínimos cambios. Pueden mostrarse altamente sensibles a los
factores ambientales estresantes y a veces actúan de forma ritual o con signos manifiestos de ansiedad cuando no saben claramente
qué va a ocurrir a continuación. Una sobrecarga sensorial (exceso de estímulos visuales, auditivos, táctiles... a su alrededor), les
desequilibran fácilmente.

Sugerencias de Programación
• Proporcionarles un ambiente predecible y seguro. Claridad y orden ambiental y temporal. Todo en su sitio y a su hora.
• Minimizar los cambios. Cuando haya que realizarlos, se le comunicarán con antelación en lenguaje directo y sencillo.
• Ofrecer una rutina diaria constante: el niño con SA debe entender la rutina diaria y saber lo que le espera, para poder
concentrarse en una determinada tarea.
• Evitar las sorpresas: preparar al niño minuciosamente y con anticipación frente a actividades especiales, cambios en el
horario o cualquier otro cambio en la rutina, por mínimo que sea.
• Siempre que sea posible, aliviar su miedo a lo desconocido exponiéndole previamente a la nueva actividad, profesor, clase,
escuela...tan pronto como sea posible, una vez que se le ha informado del cambio, para prevenir una preocupación obsesiva
(por ejemplo, si el niño con SA, va a cambiar de tutor o profesor de alguna área, debería ser informado y conocer a su nuevo
profesor antes de llegar a clase y encontrarse con la novedad. Sería, igualmente, aconsejable, que el nuevo tutor conociera
las características del niño y ofrecer tareas, rutinas, propuestas de actividad, materiales.... lo más similares posibles a los
que le ofrecía su antiguo profesor. En estos primeros días en que se introduce alguna novedad, se podría dejar al niño algún
material relacionado con sus áreas de interés, ya que le ayudarán a sentirse más a gusto.

Discapacidad para la Interacción Social


Los niños con SA suelen presentar escasa capacidad para comprender reglas sociales complejas, son cándidos y extremadamente
egocéntricos, con dificultades para captar y comprender el punto de vista de los demás (pueden hacer daño, con su conducta, a los
demás y no ser conscientes de ello). Puede no gustarles el contacto físico y, en cambio, mostrar conductas de aproximación excesiva al
oyente sin respetar la distancia social. A veces usan un tono de voz monótono o poco natural; el contacto ocular puede ser inadecuado
y el lenguaje corporal inapropiado; podrían mostrarse poco sensibles (con “poco tacto”), debido a la dificultad para interpretar el
punto de vista del interlocutor; pueden malinterpretar las claves sociales.
Pueden tener una comprensión mínima de lo que piensan o sienten otras personas, de manera que no entienden que su
comportamiento puede avergonzar a aquellos con los que están. Podrían no ser capaces de reconocer que su comportamiento social es
inapropiado o está fuera de lugar.
En ocasiones se convierten en “chivos expiatorios” o son utilizados por sus compañeros, ya que no perciben bien las claves sociales de
la burla o el engaño. Podrían reírse de ellos y que no lo perciban. Las personas jóvenes con S.A. con frecuencia, se sienten perdidos y
confusos durante su tiempo libre. El tiempo de descanso puede ser especialmente estresante, debido a la informalidad y escaso nivel
de estructura en esas situaciones. Esto hace que ellos eviten esas situaciones. Algunos pueden tener dificultades para encontrar el
sentido de las reglas flexibles y no escritas que normalmente gobiernan los juegos grupales. También tienen problemas para
comprender "las reglas" que indican cómo relacionarse con los demás. Cuando no pueden evitar la relación, intentan controlar la
interacción utilizando rutinas rígidas y temas específicos de conversación. Trabajar en situaciones grupales de escasa estructura o
simplemente sentarse cerca de un grupo de niños/as, puede ser muy difícil y una experiencia generadora de ansiedad para algunos
alumnos/as con S.A. Continuos intentos fallidos para hacer amigos y continuas demandas para tratar con las personas pueden ser muy
estresantes para las personas con S.A. Esto podría conducir a comportamientos agresivos.

Sugerencias de Programación
• Proteger al niño frente a intimidaciones y burlas.
• Puede resultar adecuado intentar informar a sus compañeros sobre las características peculiares del niño (siempre con el
consentimiento de la familia y/o el niño), hablándoles de sus dificultades para la relación social. Es importante promover la
tolerancia y la comprensión del resto de la clase.
• Reforzar a los compañeros que muestren actitudes de comprensión, tolerancia, respeto y ayuda con este niño.
• Destacar las habilidades sobresalientes del niño, como puede ser su dominio en algunos temas, su buena memoria,
vocabulario, etc. y hacer que los compañeros las valoren. Ello permitirá que adviertan la diversidad humana en cuanto a
capacidades, intereses, habilidades...y la necesidad de respeto y aceptación de las mismas.
• La mayoría de los niños con SA quieren tener amigos, pero no saben cómo interaccionar. En clases de apoyo o aprovechando
situaciones que surjan espontáneamente, debería enseñárseles explícitamente a reaccionar frente a las claves sociales, y
se les puede proporcionar un repertorio de respuestas para usar en las distintas situaciones sociales. Enseñar al niño qué
decir y cómo decirlo. A ellos hay que enseñarles una serie de reglas sociales que los demás captan intuitivamente. Hay que
decirles lo que para con otros niños se da por supuesto. Los individuos con SA tienen que aprender las habilidades sociales de
un modo intelectual: no poseen intuición o instinto social. Sería conveniente reducir las situaciones de contacto escasamente
estructuradas.
• Serán de gran utilidad para ellos juegos y actividades de role play que le ayuden a pensar en el punto de vista de otras
personas. El progreso puede ser lento y es siempre importante explicarle con detalle cómo tales experiencias tienen que ser
aplicadas en su vida cotidiana.
• • Podría ser necesario enseñar comportamientos determinados para manejar situaciones específicas (por ejemplo como
comportarse cuando alguien está enfadado contigo). Puede encontrar siempre difícil responder de forma intuitiva o natural,
pero se le puede enseñar qué hacer para evitar que haga cosas peores.
• Aunque les falta comprensión personal de las emociones de los demás, los niños con SA pueden aprender las respuestas
correctas. Cuando han mostrado poco tacto, han insultado o han sido poco sensibles sin ninguna intención por su parte, debe
explicárseles porqué su respuesta ha sido incorrecta y cuál hubiera sido la respuesta correcta.
• Se puede recurrir a un compañero sensible y con éxito social, sentándolos próximos y sugerirle que le ayude en recreos,
pasillos, clases más desestructuradas o en las que hay que elegir compañeros de grupo, etc.
• Los niños con SA tienden a aislarse; el profesor debe fomentar su participación con los demás. Promover una socialización
activa y limitar el tiempo en que esté aislado y dedicado a sus intereses personales, pero sin forzarle; lo más recomendable
es organizar actividades dirigidas y mediadas por el adulto, de las que pueda participar este alumno. Esto es especialmente
importante para las clases o momentos de menor grado de estructuración, como las de Plástica, E. Física, recreos... Es muy
bueno para ellos que los recreos sean organizados y con actividades programadas y mediadas. En caso de que no se
programen este tipo de actividades, se le puede invitar a participar en algunas de las que se desarrollan espontáneamente
(siempre sin obligarle) y permaneciendo atentos a posibles situaciones problemáticas (burlas, rechazos...). En caso de que
elija juego solitario (por ej.: manipulativos) biblioteca, lectura... se le debe permitir ya que exponerle obligatoriamente a la
interacción social sin programar puede conducir a fracaso y a una mala experiencia por parte del niño.
• En algún caso, podría necesitar ser "desensibilizado" para participar en actividades de grupo, paulatinamente; esto requiere
su participación en actividades con niveles de relación cada vez mayores. Para empezar se haría hincapié en la necesidad de
ir tolerando solo la proximidad física. Entonces sería posible trabajar el aumento de los niveles de relación y cooperación.
Niveles altos de estructura y reglas explícitas son siempre necesarias para orientar actividades cooperativas.
• Recordar también que algunos jóvenes no quieren hacer amigos o pasar su tiempo libre en compañía de otras personas. Esto
es necesario respetarlo.

La comunicación
Generalmente muestran poca habilidad para iniciar y mantener conversaciones, con un lenguaje bien desarrollado pero con una
comunicación pobre; a veces utilizan un vocabulario que podemos tildar de “pedante” o mostrar una forma de hablar “adulta” y poco
espontánea. Pueden no reconocer las pausas y las señales sutiles que los invitan a unirse a la conversación, carecer de las habilidades
de hacer comentarios o añadir algo a la información aportada por el interlocutor como una forma de unirse a la conversación, puede
hablarle a otra persona de forma interminable y con detalles excesivos acerca de algo que le interesa, son conseguir “frenarse”.
Algunos tienen dificultades para conseguir el nivel de familiaridad correcto. Pueden ser excesivamente formales o tratar a un extraño
como si de un íntimo amigo se tratara.
También pueden emplear un volumen de voz elevado. A veces esto podría indicar que tienen ansiedad.
Algunos alumnos con S.A. no pueden seguir instrucciones en grupo, quizás no comprendan que ellos forman parte del grupo y que las
instrucciones van dirigidas para ellos y para los demás quizás han desconectado, refugiándose en su mundo interno. Algunos han
encontrado formas con las que aparentan oír. Con estas habilidades ellos evitan que se les grite.
Algunos tienen habilidades receptivas pobres. Esto quiere decir que es posible que no entiendan el lenguaje que el adulto está usando
cuando se dirige al grupo entero. Algunos niños desarrollan estrategias alternativas de afrontamiento cuando no son capaces de seguir
instrucciones en grupo. Una estrategia muy común de afrontamiento es copiar lo que los otros niños/as hacen: esto puede camuflar
serios problemas de comprensión. Una escasa motivación puede hacer que estos jóvenes no pongan el esfuerzo adicional necesario
para escuchar y procesar las instrucciones.
Muchos niños con S.A. son extremadamente rígidos en sus conversaciones y disfrutan oyendo la misma respuesta una y otra vez.
Pueden usar preguntas repetitivas con objeto de "tomar la palabra" o mantener una conversación con alguien. En algunos casos las
preguntas repetitivas pueden poner de relieve la ansiedad, especialmente cuando esas preguntas giran en torno a lo que va a suceder
durante la jornada.
Comprender los conceptos abstractos, es difícil para los niños/as con S.A.
Con frecuencia tienen una comprensión del lenguaje muy concreta y literal. El uso idiosincrático del lenguaje, las metáforas, frases
hechas, expresiones (ej.: estirar las piernas, estar congelado, tirarse a la piscina...) y otros aspectos como el sarcasmo o los chistes
pueden ser interpretados de manera literal. Incluso utilizando un lenguaje concreto, podrían no captar el significado que subyace a las
intenciones del hablante. Las ironías y el sarcasmo, cuando decimos algo con el lenguaje verbal pero otra diferente con el no verbal,
son especialmente difíciles de captar para ellos. Esto les hace vulnerables a las bromas.
En la escuela es muy común el uso de formas indirectas (y de buena educación) tales como "¿puedes poner tu libro aquí...? o ¿te
gustaría...?". Estas, son instrucciones, son órdenes, pero pueden ser interpretadas como preguntas por la persona con S.A.

Sugerencias de Programación
• Puede ser necesario enseñarles y entrenarles cómo presentarse o saludar a los demás, la manera de ceder el turno de
palabra o finalizar una conversación, cómo hablar si la otra persona está interesada, etc.
• La voz elevada, las expresiones muy vivas y los gestos contundentes que tendemos a usar instintivamente pueden interferir
en su forma de comprender. Él puede verse sobrecargado o alarmado por toda esa información extra que podría distraerlo
del contenido de la comunicación. Es preferible usar un tono de voz calmado sin exagerar las expresiones.
• Es importante no creer es capaz de "leer entre líneas". Es necesario explicarle exactamente qué queremos decir,
particularmente cuando ello implica comportarse en situaciones sociales.

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• Para la participación en conversaciones de grupo, se podría utilizar un objeto, de manera, que solo se le permitirá hablar
cuando tenga el objeto en la mano. Será necesario explicarle, también, que las pausas en la conversación son los momentos
para tomar parte en la misma con sus comentarios. Será necesario que practique el reconocimiento de pausas (podría
hacerlo en las clases de apoyo). Para esto serán de gran ayuda el uso de vídeos de programas de T.V., seleccionándolos bien,
ya que hay pocos que den buen ejemplo.
• podría necesitar que las instrucciones que se dan al grupo, se las repitieran individualmente.
• Podría ser suficiente con que el profesor antes de una explicación (exposición de información, instrucción...) mencionara el
nombre del niño para que supiese que estaba incluido dentro del grupo o cite algo de su interés para captarle.
• Para la exposición oral de un tema sería muy adecuado ofrecer un organizador (esquema previo) de lo que se va a hablar,
recurriendo a él cada vez que se toca un nuevo punto para que el niño se sitúe en todo momento; utilizar nexos para
relacionar la información. Hacer recapitulaciones frecuentes y resumen final. Haremos pausas para que pueda procesar la
información. Si se utiliza un lenguaje abstracto, aclarárselo a parte, siempre que sea posible. Esto beneficiaría a todo el
grupo, siendo especialmente adecuado para estos niños.
• Los organizadores visuales, como pictogramas o palabras clave, pueden serle de gran ayuda también.
• En todo caso, hay que entrenarle para que haga preguntas cuando no ha entendido algo y ayudarle a desarrollar estrategias
para que retome cuando ha perdido el hilo de la explicación.
• Observe si el niño en situaciones informales, entiende el tipo de lenguaje usado en situaciones grupales.
• Algunos niños con S.A. pueden escuchar y comprender mejor si no miran al hablante. Las señales no verbales pueden
confundirlos o distraerlos. No insista en que el niño le mire mientras usted habla.
• Siempre le ayudará usando oraciones cortas y sencillas, lo cual beneficiará a otros muchos niños.
• Si tiene que hacer frente a una conducta inadecuada del niño, intente mantener su tono tan neutral como sea posible y su
lenguaje tan simple como pueda. Dígale claramente que siente que se porte mal, explíquele la conducta que le gustaría ver
en su lugar y sea muy claro acerca de las consecuencias. Asegúrese de que lo ha entendido. Necesitará ser mucho más
concreto y directo de lo que normalmente es. Largas explicaciones acerca de por qué un comportamiento determinado es
incorrecto e intentar razonar con el niño pueden ser contraproducentes.
• Con respecto a las expresiones, frases hechas...sería imposible y antinatural dejar de utilizarlas. Sin embargo es importante
recapacitar sobre lo que hemos dicho y cambiar la frase si fuera necesario, o al menos comprender que el niño ha podido no
hacer una interpretación adecuada de lo que queremos decir. Por ejemplo: en lugar de decir "dame 5 minutos", decir,
"hablaré contigo cuando a las 8 y cinco.
• Enfatice aquello que quiere en vez de lo que no quiere (por ejemplo: "por favor silencio", en vez de "no quiero todo este
ruido, gracias").
• Enséñele algunos refranes comunes, expresiones, frases hechas.... y giros comunes (por ejemplo: "hacer cola", "en un
minuto" etc).
• Si habla demasiado alto, indíqueselo expresamente, con discreción.
• Respecto a las preguntas repetitivas, sería bueno respetar los intentos de comunicación y darle tiempo para que haga sus
preguntas cuando él lo necesite. Esto puede servirle como estrategia para calmarse y permitirle más tarde mantener una
conversación con un objetivo determinado.
• Ofrecerle y enseñarle a usar estrategias que lo tranquilicen más apropiadas, como por ejemplo escuchar música o hacer un
dibujo, leer su libro favorito, usar un objeto que le reduzca el estrés, o cualquier otra podría ser apropiada.
• Utilizar las preguntas repetitivas como una oportunidad de aprendizaje. Dígale que contestará a su pregunta cuando él
acceda a una petición suya.
• Reducir gradualmente el tiempo para responder a su pregunta repetitiva, por ejemplo: "no puedo contestarte ahora, pero
puedo hablar contigo a las 11 horas durante 5 minutos". Es importante asegurarse de que puede cumplir lo que ha dicho.
• Solo permitir las preguntas repetitivas en un lugar determinado, por ejemplo: en el patio del recreo. Es importante que
tenga acceso a ese lugar varias veces al día.
• • Ser tajantes (rotundos) poniendo límites a las preguntas, pero invitar a conversar de una forma más apropiada: "esta
pregunta es aburrida, pero pregúntame otra cosa..." o "háblame acerca de ...."

Gama Restringida de Intereses e insistencia en el cumplimiento de normas


Los niños con SA tienen preocupaciones excéntricas o fijaciones extrañas e intensas (a veces, coleccionar obsesivamente objetos poco
usuales o acumular información sobre temas poco habituales en su edad). Tienden a hablar constantemente sobre sus áreas de interés;
hacen preguntas repetitivas sobre ello...tienen dificultades en expresar ideas; siguen sus propias inclinaciones sin considerar las
demandas externas; y a veces, muestran rechazo a aprender aquello que no pertenece a su limitado campo de intereses.
Este tipo de comportamiento tiene como función reducir la ansiedad. También puede obedecer a que quiere participar en
conversaciones pero no sabe otra forma de hacerlo.
En cuanto al cumplimiento de normas, las reglas tajantes y rotundas proporcionan a las personas con autismo límites y guías útiles.
Debido a las dificultades de flexibilidad mental las personas con SA pueden no entender que hay momentos y situaciones donde las
reglas pueden ser transgredidas, negociadas, ni entender porqué no se han de seguir estrictamente. El cambio de reglas o la
interpretación flexible, a ellos puede generarle ansiedad o recurrir al papel de adulto o “pequeño” profesor, reclamando a compañeros
u otros adultos el cumplimiento estricto. A veces esto provoca la burla o rechazo de otros niños.

Sugerencias de Programación
• Es importante comprender sus razones para hablar una y otra vez sobre este tema (reducción de la ansiedad, tema de
conversación...),

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• Si el discurso obsesivo, observamos que es una manera de afrontar la ansiedad, intente encontrar otras formas que puedan
ayudarle. Si es posible, elimine alguna de las causas de su preocupación o puede ofrecerle alternativas, métodos para
tranquilizarse.
• En todo caso, es importante reducir los límites permitidos para hablar de su tema de interés, es decir, establezca "tiempos
especiales", por ejemplo, las pausas, y de manera firme opóngase a hablar de ellos fuera de esos tiempos establecidos.
Permitirle que lo haga en tiempos establecidos le ayudará a aprender a controlarse.
• Darle la oportunidad de que hable de su "tema favorito" puede ser utilizado también, como un refuerzo por terminar tareas,
etc.
• Estos niños son muy receptivos a las alabanzas, se le puede reforzar con comentarios positivos, cuando haya escuchado a un
compañero y haya respetado el turno de palabra, o cuando haya sabido esperar al momento adecuado para hablar de lo que
le interesa. A veces hay que elogiar en ellos comportamientos sociales muy simples, pero que a ellos les cuesta manifestar.
Habrá que enseñarle explícitamente con quién y en qué momento es adecuado hablar de su tema favorito. También se le
puede sugerir con quién puede hablar de ello porque comparte su mismo interés.
• Algunos niños con SA pueden negarse a realizar tareas que no tengan que ver con sus áreas de interés. Hay que expresarles
que se espera firmemente de ellos que realicen lo que se les pide. El niño con SA, al igual que el resto del alumnado, tiene
que tener muy claro que no es él el que manda y que debe obedecer una serie de reglas específicas.
• En el caso de los niños con una gama de intereses muy restringida y con rasgos especialmente marcados, puede ser
necesario, al principio, hacer girar las tareas escolares en torno a sus áreas de interés (por ejemplo, si su tema de interés
son los astros, permitirle que construya frases gramaticales, problemas de matemáticas, etc. que traten de esos temas).
Gradualmente, hay que introducir otros temas en las tareas.
• Finalmente, podemos recurrir al tema de interés para ir ampliando su campo de intereses. Por ejemplo, si estamos viendo
los climas y su tema de interés son los animales, podemos establecer relación entre los animales que habitan en un clima
determinado y que realice su tarea de este modo; de este modo conseguiremos que se interese por el clima.
• Si se elaboran normas de clase, pensar cuidadosamente cómo son redactadas, explicitando la posible interpretación flexible
de las mismas. Cuando no se siga una norma, asegúrese de que alguien le explica porqué eso es así en ese caso.
• Al niño habrá que explicarle porqué los niños no le entienden cuando se comporta como un adulto. Enséñele y practique con
él, en las clases de apoyo, en su caso, alternativas para expresar sus preocupaciones. Se pueden practicar “historias sociales
para explicarle por qué algunas personas a veces transgreden o rompen las normas.

Escasa Concentración
A menudo, los niños con SA no se concentran en su tarea, distraídos por estímulos internos (les atrapan pensamientos que giran en
torno a su tema de interés y les lleva a “otro mundo”); con frecuencia tienen muchas dificultades de planificación y les cuesta mucho
mantener el punto de focalización en las actividades escolares (no tanto debido a un déficit de atención, sino a que el punto de
focalización es otro); al alumno con SA puede costarle mucho diferenciar entre lo que es relevante y lo que es secundario del entorno
estimular, por lo que su atención se focaliza en estímulos irrelevantes que le atraen poderosamente (un sonido, un estímulo luminoso,
un objeto...); tienden a retraerse en mundos interiores complejos de una manera mucho más intensa que la típica actitud de "soñar
despiertos" y tienen dificultades de aprendizaje en una situación de grupo.

Sugerencias de Programación
• Para que el niño con SA trabaje mejor en clase, se deben evitar tareas y/o exámenes largos, ya que se pierden en el proceso
de resolución. Las tareas deben ser divididas en unidades pequeñas, y debe ofrecérsele una ayuda, supervisión y una
reorientación constantes por parte del profesor.
• A los niños con problemas de concentración importantes les suelen resultar útiles las sesiones de trabajo con una duración
determinada (preferiblemente corta), previamente anunciada (“tienes 10 min. Para realizar esta tarea, cuando termines
enséñamela”). Esto les ayuda a organizarse. El trabajo de clase que no se haya terminado dentro de los límites de tiempo
asignados (o que se haya realizado de modo descuidado) deberá hacerse durante el tiempo libre del niño (por ejemplo, a la
salida de la jornada escolar o durante el tiempo que se utilice para sus áreas de interés); el impedirle salir al recreo habrá
que valorarlo en cada caso, ya que puede ser contraproducente si lo que pretendemos es mejorar su socialización y al niño
puede gustarle quedar en clase en el período de recreo, con lo que estaríamos dando un refuerzo.
• Los niños con SA suelen mostrarse testarudos; necesitan expectativas firmes (instrucciones firmes, claras, con un fin claro y
predeterminado, tiempos y orden establecidos....). Es bueno que obtenga un refuerzo por el cumplimiento de las reglas.
• Las instrucciones y explicaciones dadas al grupo general, puede ser necesario aclararlas con él en particular y asegurarse de
que las comprendió. Es aconsejable sentar al niño en la primera fila de la clase y hacerle preguntas a menudo para ayudarle
a mantener la atención en la lección que se esté impartiendo.
• Pueden tener un ritmo de trabajo muy lento y desesperante. El establecer límites de tiempo y dividir en pasos la tarea,
ayudará a solventar este problema. Pero no debemos olvidar que podría necesitar más tiempo para realizar sus tareas y que
necesitará “toques” frecuentes para que retome. A veces un gesto o clave acordados previamente, por ejemplo, una
palmadita cariñosa en el hombro, un chasquido de dedos...resultarán adecuados para los momentos en que no esté
atendiendo;
• , puede ser suficiente para que retome la actividad. Se evitará darlos en alto, ya que le nombraríamos continuamente y ello
le pone en evidencia ante los compañeros y no ayuda a mejorar la situación.
• Debido al ritmo lento de trabajo, evitaremos sobrecargarle de deberes para casa; es preferible seleccionar por calidad y no
por cantidad.
• Si se usa el "sistema del amigo", se puede sentar a un amigo del niño cerca de él para que éste le pueda recordar que siga
con la tarea o escuche lo que dice el profesor.
• El profesor debe intentar de modo activo que el niño con SA abandone sus pensamientos/fantasías internas y se centre en el
mundo real. Esto es una batalla constante, ya que el niño se encuentra más cómodo en su mundo interno que en el mundo

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real. En el caso de los niños de menor edad, debe estructurarse incluso su tiempo de juego libre, ya que tienden a
sumergirse de tal modo en juegos de su propia fantasía solitarios y ritualizados que pierden el contacto con la realidad. El
fomentar que un niño con SA participe en un juego de mesa con uno o dos compañeros, supervisándolo de cera, no
solamente estructura el juego, sino que le proporciona una oportunidad para practicar habilidades sociales.

Escasa Coordinación Motora


Los niños con SA suelen ser físicamente patosos y torpes; tienen un modo de andar rígido y torpe, no tienen éxito en los juegos que
implican habilidades motoras y presentan deficiencias de motricidad fina que pueden causar problemas de grafomotricidad, un ritmo
de trabajo lento y pueden afectar su capacidad para el dibujo y su rendimiento en E. Física.

Sugerencias de Programación
• En E. Física, para el niño con SA sería preferible priorizar aquellos aspectos del currículo que se orientan más hacia la salud y
el mantenerse en forma y no a un programa de deportes competitivo.
• No obligar al niño a participar en deportes competitivos, ya que su falta de coordinación motora puede crearle frustración y
dar lugar a bromas y rechazos por parte de los compañeros, que no suelen elegirlos para su grupo.
• Si presentan dificultades en escritura, podría valorarse la conveniencia de que recibiera clases de apoyo. En el caso de los
niños con SA se cuidará especialmente que estos apoyos no interfieran con su participación en el resto de la programación,
evitando, en todo caso, sobrecargarle para casa con tareas que no hizo en la escuela por haber participado del apoyo.
• Los estudiantes con SA pueden necesitar más tiempo que el resto para terminar sus exámenes; también podrían necesitar
algunas directrices por parte del profesor. No significa darle la respuesta, sino ayudarle a estructurarse, a centrar la
atención...

Dificultades Académicas
Los niños con SA, generalmente poseen un nivel de inteligencia medio o superior a la media, pero les falta pensamiento de alto nivel y
habilidades de comprensión. Suelen mostrarse muy literales. Sus imágenes son concretas y su capacidad de abstracción pobre. Su estilo
de hablar pedante y su impresionante vocabulario da la falsa impresión de que entienden lo que están diciendo, cuando en realidad se
trata más de una reproducción de estructuras. Es frecuente que posea una excelente memoria mecánica. Con frecuencia, sus
habilidades para resolver problemas son escasas.

Sugerencias de Programación
• El niño con SA necesita encontrarse muy motivado para no seguir sus propios impulsos. El aprendizaje ha de ser gratificante y
no provocarle ansiedad.
• No dar por supuesto que el niño con AS ha entendido algo, simplemente porque es capaz de repetir como un loro lo que ha
oído.
• Ofrecer explicaciones adicionales y tratar de simplificar los conceptos más abstractos de las lecciones.
• Sacar partido de la memoria excepcional de estas personas. El recordar información sobre hechos es con frecuencia su punto
fuerte.
• Muy a menudo, no entenderán los matices emocionales.
• Las tareas escritas realizadas por personas con AS son a menudo repetitivas, saltan de un tema a otro y tienen connotaciones
de palabras incorrectas. Con frecuencia, estos niños no aprecian la diferencia que existe entre el conocimiento de tipo
general y sus propias ideas y por lo tanto, presuponen que el profesor entenderá sus expresiones algunas veces rebuscadas o
que conocerá la información necesaria para interpretar el contenido que ellos escriben (debido a la dificultad para
comprender el punto de vista del otro). Habrá que explicarles expresamente todo esto, aunque a nosotros nos parezca muy
simple y obvio e indicarles qué aspectos y contenidos de su trabajo debe mejorar.
• Los niños con SA suelen tener un nivel de lectura excelente, pero su comprensión del lenguaje es pobre. No hay que dar por
sentado que entienden todo aquello que leen con tanta facilidad.
• Su trabajo académico puede tener poca calidad, debido a que el niño con AS no está motivado para hacer esfuerzos en
aquellas áreas en las que no está interesado. El profesor debe mostrarle con firmeza que espera de él cierta calidad en su
trabajo. Cuando deba realizar un trabajo en un tiempo determinado, no solamente debe terminarlo, sino que debe hacerlo
de modo cuidadoso. El niño con AS corregirá el trabajo que haya realizado de modo descuidado a la salida de clase, durante
los recreos o en el tiempo asignado para sus intereses personales.

Vulnerabilidad Emocional
Los niños con SA, a menudo no poseen los recursos emocionales suficientes como para responder a las demandas sociales de la clase.
Debido a su falta de flexibilidad, estos niños se estresan con facilidad. Su autoestima es baja, y a menudo son muy autocríticos y no
son capaces de permitirse errores. Pueden ser propensos a la depresión, especialmente en la adolescencia (existe información
documentada sobre un alto porcentaje de depresiones en adultos con SA). Las reacciones de rabia y los estallidos de cólera suelen ser
respuestas frecuentes a su estrés/frustración. Los niños con SA no suelen estar relajados y se encuentran fácilmente superados
cuando las cosas no son como deberían de ser, según su punto de vista rígido. Interaccionar con otra gente y responder a las
demandas ordinarias de la vida cotidiana puede ser para ellos un gran esfuerzo.
Sugerencias de Programación
• Prevenir los estallidos de cólera, ofreciéndoles un alto nivel de coherencia. Preparar a estos niños frente a los cambios que
se produzcan en la rutina diaria, para aminorar el estrés Explicarles estos cambios. Los niños con AS a menudo tienen miedo,
se enfadan o se entristecen frente a cambios forzados o inesperados.
• Ayudar a los niños a manejarse cuando se sientan superados por el estrés, para prevenir estallidos. Ayudar al niño
escribiéndole una lista de pasos muy concretos que tiene que dar cuando se perturba (por ejemplo, 1- Respirar

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profundamente tres veces; 2- Contar despacio tres veces los dedos de su mano derecha; 3- Decir que quiere ver al profesor
de apoyo, etc). Esto se puede entrenar con el profesor de apoyo (se insiste en que debe ser en horario que no interfiera con
su participación en el programa).
• El profesor debe intentar limitar al mínimo que sus emociones negativas se reflejen en su tono de voz. Hay que mantenerse
en calma, ser coherente y firme en la relación con el niño, haciendo gala de paciencia. Hans Asperger (1991), el psiquiatra
que dio nombre a este síndrome, observó que "el profesor que no entienda que al niño con SA hay que enseñarle cosas
aparentemente obvias se sentirá impaciente e irritado"; No hay que esperar que el niño con SA admita que está estresado,
triste o deprimido. Del mismo modo que no pueden percibir los sentimientos de los demás, estos niños pueden no ser
conscientes de sus propios sentimientos.
• Los profesores deben estar alerta frente a los cambios de comportamiento que puedan indicar la existencia de una
depresión, tales como mayores niveles de desorganización que los usuales, falta de atención y aislamiento; umbral de estrés
menor; fatiga crónica... En estos casos, no hay que dar por válido el hecho de que el niño afirme que se encuentra bien. Se
informará a los padres, recomendándoles que le lleven a un especialista. En estos casos es muy aconsejable, acompañarlo de
un informe escrito donde se incluyan tales síntomas.
• Ser conscientes de que los adolescentes con SA son especialmente proclives a la depresión. Las habilidades sociales son muy
valoradas en la adolescencia, y el estudiante con SA se da cuenta de que es diferente de los demás y de que tiene
dificultades para establecer relaciones normales. El trabajo académico se vuelve más abstracto, encuentra las tareas que se
le asignan cada vez más difíciles y complejas. En estos casos pueden recurrir a refugiarse aún más en su mundo interno para
evitar afrontar tales situaciones.
• Será de una gran ayuda para estos niños contar con un profesor mediador que le sirva de apoyo en situaciones difíciles
(puede ser el profesor de apoyo, el tutor...) y a él recurriría cuando tuviera dificultades. Con él entrenaría habilidades
sociales, relajación, captación y expresión de emociones, etc. Este profesor debería resultar accesible al niño.
• Tan pronto como aparezcan dificultades de aprendizaje en un área determinada, los niños con SA deben recibir apoyo
escolar, valorando cuál sería la modalidad más adecuada para él. Con frecuencia, estos niños se encuentran fácilmente
sobrepasados y reaccionan frente al fracaso de manera mucho más negativa que el resto de los niños.
• En todo caso, en nuestro sistema educativo, estos niños deben permanecer en escuelas ordinaria con o sin apoyo, según el
caso particular. En caso de precisar ayuda extra, podría resultar adecuado contar con los padres para que se le ofreciera
fuera del marco escolar y gestionando las becas que se convocan para tal efecto.

Los profesores juegan un papel vital a la hora de ayudar a los niños con AS a negociar con el mundo que les rodea. Debido a que
los niños con AS son con mucha frecuencia incapaces de expresar sus miedos y sus angustias, depende de la actuación de determinados
adultos a su alrededor el que abandonen la seguridad de sus fantasías interiores y vivan en el mundo exterior. Los profesionales que
trabajan con estos jóvenes en las escuelas deben proveerles de la estructura externa , la organización y la estabilidad de la cual
carecen. El uso de estrategias de enseñanza creativas con personas que sufren de este síndrome es fundamental, no solamente para
facilitar el éxito académico, sino también para ayudarles a sentirse menos alejados de los demás seres humanos y menos sobrepasados
por las demandas ordinarias de la vida cotidiana.

Reacciones inapropiadas a estímulos sensoriales (sonoros, visuales, auditivos, táctiles...)


Muchos niños con SA muestran reacciones inusuales o hipersensibilidad a determinados estímulos (sonoros, táctiles, visuales...).
En algunos casos puede molestarles el ruido o jaleo, en otros les atrae poderosamente un estímulo sonoro (sonido de un avión, de un
radiador, de un camión descargando...), visual (una luz, objetos que giran, objetos que se mueven...) hasta llegar a distraerle y
abstraerse en él y resultándoles muy difícil poder desenganchar su atención de tal estímulo. Pueden rechazar el contacto o molestarle
que les toquen o les acaricien...incluso, a veces, a ellos les gusta tocar (sin mantener la “distancia social”) y rechazan ser tocados; la
manera de mostrar este rechazo a ser tocados puede llegar a ser inadaptada (gritar o agredir a la persona que le ha tocado, huir,
asustarse...); Les cuesta interpretar esta conducta del otro (que alguna vez tendrá como objetivo un acercamiento o un intento de
mostrar amistad), precisamente por su dificultad para tener en cuenta el punto de vista del otro.
A veces, con el único fin de evitar sonidos o ruidos que les resultan molestos, se tapan los oídos, interrumpen, emiten murmullos... por
lo que cuando esto ocurre debemos intentar hacer una interpretación adecuada de su conducta.
A veces su contacto ocular no es adecuado (se quedan fijamente mirando al interlocutor o evitan el contacto ocular). Tienden a hacer
análisis parciales de los objetos (se centran poderosamente en una parte del mismo) y les cuesta mucho verlo en su totalidad.

Sugerencias para la programación:

• • Intente reducir o eliminar tanto como sea posible el origen del ruido o fuente estimular. Por ej.: si es el radiador,
intentaríamos arreglarlo, si es algo que gira, lo retiraríamos de su campo de visión, etc.
• • Sitúelo en un lugar del aula alejado de mucha estimulación ambiental y cerca de algún compañero que le sirva de apoyo, al
tiempo que está cerca del profesorado con el fin de poder controlar su atención. Podría resultar adecuado colocar una mesa
frante a una pared sin decoración, a la que llamamos “mesa de concentración” y a la que podría acudir cualquier niño en el
momento que la necesitar. Se reforzaría al alumnado por utilizarla.
• Se puede utilizar una "Historia Social" o simplemente explicarle el origen del ruido o estímulo ambiental y que no es
provocado ni está para hacerle daño. Si se puede solucionar se le explica que se va a intentar arreglar.
• Si son estímulos que no se pueden evitar, tendrá que ser gradualmente expuesto a ellos para incrementar su tolerancia y
habilidad para afrontarlos.
• Si observamos que le molesta el contacto físico o una excesiva proximidad, lo evitaremos y mostraremos otra modalidad de
acercamiento (saludo con la mano en vez de caricia o meneo en la cabeza por ej.:)
• Previo consentimiento de los padres y del niño, podemos explicar a la clase lo que le pasa al niño y animarles para que se
muestren tolerantes y comprensivos. Se puede acordar de qué manera podemos responder (el niño y compañeros y
profesorado), cuando ocurra algo así.
• Si ocurre algún incidente, hablar con el niño sobre ello, en lenguaje claro y sencillo. Se le hablará de otras alternativas de
respuesta que tenía, se practicarán y se intentará que la próxima vez las ponga en práctica.
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• También resultaría muy adecuado entrenar al niño para que utilice habilidades personales para tranquilizarse cuando ocurre
algo así (respiración, tocar un objeto “calmaansiedad”, hacer un dibujo...).
• Los cuadernos de trabajo los manejará mejor si están estructurados, para lo que la información visual le resultaría muy útil:
pegatinas de colores para señalar por dónde empezar, dónde terminar, cómo señalar las preguntas y las respuestas (colores
de bolis a utilizar, por ej.:), cuánto espacio dejar entre una y otra, cómo poner los títulos, márgenes, cambios de tema
indicados... Le vendrá bien el entrenamiento para ello, pero le ayudaría a realizar sus trabajos escritos y a organizar sus
tareas.
• Si tiene dificultades con el contacto ocular, respételo. Sin embargo, enséñele en qué situaciones sociales es aceptable un
contacto ocular mínimo o no mirar a los ojos. Por ejemplo: si un profesor se dirige a él sería más apropiado que lo mirase
ocasionalmente y bajar la mirada, en vez de mirar el hombro del profesor o hacia arriba. Con entrenamiento aprenderá a
hacerlo mejor.

Dificultades emocionales. Problemas de ansiedad. Desarrollo del autocontrol


La mayoría de las personas con S.A. tienen problemas para comprender los motivos y las intenciones de los otros. Para ellos
enfrentarse a otras personas, sobre todo en situaciones poco estructuradas, es realmente muy estresante (en recreos, pasillos, E.
Físca, Plástica...). En ocasiones esta tensión puede derivar en forma de un “arrebato de frustración”.
El desarrollo emocional de los niños/as con S.A. tiende a avanzar a pasos más lentos. Con frecuencia reaccionan como niños de menor
edad. Se suelen sentir menos motivados por lo que otras personas piensen de ellos y pueden no comprender cómo su comportamiento
es visto desde la perspectiva de las demás personas. Esto hace que no inhiban su comportamiento.
Muchos niños/as tienen dificultad para reconocer y expresar emociones y esto puede producir ansiedad.
La mayoría tendrán problemas para comprender las expectativas y las intenciones de otras personas debido a sus dificultades para
empatizar. Las situaciones sociales pueden ser particularmente difíciles.
Algunos pueden interiorizar su ansiedad, lo que puede dar lugar a comportamientos autoagresivos.
En muchos casos sí quieren tener amigos pero tienen grandes dificultades para hacer o sustentar una amistad. Los arrebatos de enfado
o reacciones conductuales inapropiadas son, a veces, una reacción a la frustración y decepción que ellos experimentan en esta área.
Pueden pensar obsesivamente en cosas que han sucedido hace cierto tiempo y derivar en una “reacción demorada".

Sugerencias para la programación:

• En general, será más fácil modificar el entorno que conseguir cambiar el estilo de pensar y sentir de ellos. Por ello, el
primer intento de solución debería ser tratar de observar qué situaciones desencadenan sus reacciones conductuales y ver si
pueden ser evitados o modificados.
• Otra posibilidad es entrenar al niño para que reconozca los signos de ansiedad y enfado y ensayar con él estrategias de
autocontrol (respirar, contar, dibujar, objeto “antiestrés”...). Será conveniente que algún adulto le de las claves de el
momento en que debe poner en práctica las estrategias ensayadas.
• Después de un conflicto o pérdida de control y, una vez calmada la situación, se debe hablar con el alumno acerca del
incidente. Esta discusión debe tener lugar en un contexto de calma y hacerse en lenguaje sencillo, analizando la situación y
el conflicto de la manera más simple posible. Habrá que prestar especial atención a los antecedentes al incidente.
• No debemos olvidarnos de reforzar cualquier intento de autocontrol por parte del niño o la puesta en práctica de estrategias
previamente ensayadas.
• Debería haber alguien al que el niño pueda dirigirse cuando tenga un problema y que está especialmente atento a sus
circunstancias y problemas.

Autoconciencia
Algunos niños con SA son conscientes de sus diferencias respecto a las demás personas. Puede ser que no le den importancia o incluso
que culpen a los otros de tales diferencias. Esta comprensión de las diferencias suele ocurrir en la adolescencia (cuando ya están en
ESO), pero a algunos les ocurre en edades más tempranas (E.P)
La decisión acerca de si se le debe contar o no al niño acerca de su condición debe ser tomada por los padres del niño. Si esto fuera un
problema que interfiriera en su funcionamiento en la vida, habría que considerar la conveniencia de hacerlo. La manera de hacerlo
debería ser adaptada a cada caso y asesorada por un profesional especialista.
En edades un poco más avanzadas, puede ser conveniente fomentar su relación con otros chicos que tengan SA, el acceso a materiales
y documentos escritos por otras personas que también tienen SA o por profesionales especialistas.

Depresión
Muchos niños/as con S.A. experimentan repetidamente fracaso o rechazo en situaciones sociales.
Tratar de educar a un niño con S.A. puede ser algo que ocupe y demande mucho tiempo. Sus relaciones con adultos en la escuela
pueden verse afectadas por esas dificultades.
Los niños con S.A. tienen dificultades para comprender cómo los demás piensan y sienten. Ellos con frecuencia ponen mucho esfuerzo
en esto y pueden llegar a alterarse o sentirse mal cuando no interpretan a los demás correctamente.

Sugerencias para la programación:


• En el centro debería haber un adulto de referencia para él, a quien pudiera dirigirse cuando surge algún conflicto, que le
proporcione oportunidades para que puede expresarse sin ser criticado.

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