You are on page 1of 3

EL AGRADECIMIENTO

“Hombre que el bien no agradece solo el desprecio merece.”


(Refrán)

Suelo contar a menudo que lo único bueno que heredé de


mi padre es una frase que usaba: “el que no es
agradecido no es bien nacido”.
Se la agradezco.
Esta frase se ha convertido para mí en una especie de
lema, o uno de esos principios de vida, que procuro
cumplir a rajatabla.
Es una cosa que debemos apreciar cuando viene de los
demás y que debemos hacer cada vez que surja la
ocasión.
Si son los demás los que nos agradecen algo, debemos
evitar lo que en el Análisis Transaccional se denomina
descontar, que vendría a ser algo así como menospreciar
un halago, o desvalorizar alguna cosa buena que digan de
nosotros.
Si alguien nos agradece algo, nosotros le damos las
gracias sinceramente y nos quedamos con ese
reconocimiento. No hacen falta explicaciones de nuestra
parte que suenen a justificaciones. No es recomendable
quitarle importancia. Dejamos que el otro exprese su
agradecimiento, ya que es su deseo, y no es necesario
que eso sea el prólogo de una conversación sobre
modestia y caridad.
Si somos nosotros los que nos hemos visto beneficiados
con un favor, regalo, halago… damos las gracias
sencillamente, sin aspavientos ni exageración; decimos lo
que creamos que es necesario para que la otra persona

Francisco de Sales
EL AGRADECIMIENTO

sepa que reconocemos y valoramos lo que ha hecho, y ya


está. No es necesaria una humildad que parezca
degradante, ni que nos obligue a un servilismo eterno.
Quien dona o hace un favor, no buscaba una recompensa
y ya se da por pagado con haberlo hecho, o ya tiene
satisfacción para él y para su ego en el acto de hacerlo.

POR SI NO LO SABES
El agradecimiento surge cuando una persona se siente en
deuda con otra, porque le ha producido algún bien, le ha
prestado un servicio ó le ha hecho algún regalo.
Las personas agradecidas se alegran por los bienes
recibidos, los reconocen, y están dispuestas a
corresponderlos.
No se trata de devolver favor con favor, ni regalo con
regalo, sino de sentir y expresar admiración y gratitud por
las calidades humanas de quienes nos honran con sus
dones.
Cada uno tiene siempre mucho que agradecer, y cuidar lo
recibido es una forma de hacer evidente nuestro
reconocimiento.
La gratitud y el reconocimiento son los mejores regalos que
puede recibir una persona en cualquier época y lugar del
mundo.

EL AGRADECIMIENTO:
Es bueno admitir que necesitamos a los demás.
Es bueno reconocer las obras de los demás.
Es bueno incluir en nuestro lenguaje y actitudes las
expresiones de agradecimiento.
Es bueno reconocer que muchas de las cosas buenas que
tenemos, se deben a lo que otras persona nos han dado:
amor, protección, cuidados, talento, sabiduría…

Francisco de Sales
EL AGRADECIMIENTO

LA INGRATITUD:
La ingratitud es índice de soberbia y egoísmo, cuando no
de mala fe.
El ingrato se caracteriza porque ignora o pretende ignorar
el bien que le hacen los demás.
Está tan acostumbrado a obtener siempre lo mejor para sí,
que no le es nada fácil reconocer los méritos ajenos.
Los favores que recibe, lejos de inspirarle agradecimiento,
le inspiran rencor.
La ingratitud puede provenir también de una especie de
descuido, de mediocridad espiritual.
En este caso, específico, aunque no hay mala fe, no deja
de ser triste, porque produce desconsuelo en aquellos que
se esmeran por hacernos el bien sin obtener nunca la más
mínima voz de aliento, ni el más ínfimo signo de
reconocimiento por parte nuestra.

OBSTÁCULOS PARA EL AGRADECIMIENTO:


La vanidad impide a muchos reconocer el aporte de los
demás para conseguir sus propios logros.
No es buena la costumbre de encontrarle defectos a todo,
porque lleva a menospreciar el esfuerzo o los méritos de un
trabajo o acto bien hecho.
La envidia y el resentimiento hacen que se tomen mal las
bondades recibidas de otros.
La falta de humildad y de grandeza, hacen ver el
agradecimiento como una muestra de debilidad.

RESUMIENDO
Se resume muy fácil: “el que no es agradecido no es bien nacido”.

Francisco de Sales

You might also like