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SEE Manio Kartun SS De medios y fines en comunicaci6n educativa ducacitn y comunicacion son dos términos que pue den ser entendidos de muy diversa forma; y, Segin se os entienda, se abordaré “ils aya ove Sih \e (ome que pi ve W'\[a prensa en la educacisn P// © Ne 57 nie me enf-ende algo, sate Sa @ges el feriedio... uso de los medios en la ensefanza, Con c todo et riesgo de una simplicaion es- quemética, se puede distinguir entre dos: Todos de entenderos;y la opcién por uno de ellos atravesara y permearé toda ta préctica educativa, Medios que hablan... Por una parte, Se perfila e! modelo transmis, e! que, al conceit la ecuca- ci6n como transmision de conocimienios para ser memorizados y *aprendidos” or los educandos, sitiia a estos ditimos como objetos depositarios de informacio- nes. Es al tipico modelo escolastico de £7)\a Case frontal, con el docente al frente y & ios armas escuhando (o haciendo co. imo que escuchan) para después sor evaluados por la literalidad con que re- producen lo escuchado. Podra argiirse que tal modelo ha sido condenado al estiero por la ciencia pedagégica, pero una mirada honesta ala realidad escolar recorocera que, como “os muertos que vos matdis” del drama de Don Juan, si ‘gue gozando de rozagante salud. Tama Karn, argentino unigeayo. Comniadoy, ines "y N ocete expends Existen dos modos de entender a la educacién/comunicacién y el uso de los medios de comunicacion en la ensenanza: el vertical y unidireccional, y el que considera al educando como sujeto de un proceso en el que se aprende de y con los otros. En el primer caso, el uso de los medios reproducird la imposibilidad de una relacion dialégica. En el segundo, ese uso se lo hard en un espacio cuyos protagonistas son verdaderos interlocusores. Mario Kaplin reflexiona y propone en torno a estos dos modelos. ARE 4 cHAsQut 58, junio 1997 Paralelamente, en el Ambito dé la co- municacién se sustenta el modo ¢lésico de entenderla como transmisién unidi reocional de mensajes por un emisor (ocutor’) a unos receptores (‘oyentes’ Y también esta concepcién monologal puede ufanarse de un éptimo estado de salud: esta implantada én la sociedad @ internalizada en el tejido social. ‘Se acvierte fécimente la correspon- dencia entre ambos paradigmas, el edu- cacional y el comunicacional. Resulta natural, entonces, que, cuando se; opera dentro de alos, el uso de los medios en 7p! aula adquiera una determinada im- pronta: reducida al papel de mero auxi- liar instrumental, la comunicacién sera equiparada al empleo de medios tecno- I6gicos de transmision, Fue asi como comenzaron a ysarse +y ain siguen més de una vez uséndo- 32+ los medios en las auas, Cierta ense- fianza se autoprociamé ‘moderna’ porque desplegata aparatos y recursos auciovisuales, Empero, a poco que se examrinara la pedagogia subyacente en interior de esas practicas, bajo el vis- oso maquilaje resurgian las arrugas del viejo Glorioso modelo transmisar. Los mensajes eran expositivos y cefrados sobre sf mismos, sin resquicios fare fa reflexién y menos ain para la paftipa- én de os educands. Creyendo “usar y aprovechar igs me- dios", lo que aquela tecnologia educat- va hizo, en reaidad, fue someterse a la légica de ests: reproducr acritcamente J modalidad unidreccional sin buscar alernativas dialégicas. (Y preciso es convenir que los. profesionales dela co- municaci6n alimentaron el equivaco y aceptaron ser vistos y utlizados como suministradores de recursos técricos y envasadores de mensajes medéticos). Lo que aparentaba ser una moderni- zacion de la ensenanza, por cuanto a asociaba a las nuevas tecnologias elec- trénicas, se tradujo asf, evaluado en tér- minos pedagdgicos, en un estan- ccamiento, por no decir en un retraceso. ‘Sé de algunos maestros muy criicos de los medios masivos y firmemente per- | suadidos de la necesidad de fomentar fen los educandos una postura critica an- ..| te los mensajes mediaticos pero, a ia vez, enquistados en el método tradicio- ‘nal de clase frontal. Lo que hacen, en tonces, es~dar" a sus alumnos ‘una clase” sobre los medios, en la que les di- ‘cen lo que es bueno y lo que es malo en "2 lovin y les presen fo que se: nen que very lo que no deben ver. Con Jo cual, en suma, susttuyen una imposi- J6n por otra impos. {De este modelo, obviamente, por mucho que se lo equipe con toda una {bateria de televisores, videos, proyecto- res y hasta computadoras, no cabe es- perar un uso criico y ereativo de los madios. Y es que el problema no es de infraestructura tecnol6gica sino de pro- | yecto pedagtgico; de la concepcin pe- | dagigicay comuncacional desea cua $@ iniroduzcan los medios en el via. +" Lievo muy grabado el recuerdo de una simpatica profesora que, después de una charla mia, se me acerob para dectme que mi plética le habia hecho repensar su prctca: “Hace quince afos que ejerz0 y me consideraba una ovena ocente y una maestra actuatzada, Pero hoy cai en ta cuenta de que en todos e505 quince afos jamés propicié que mis alumnos socialzaran sus redaccio nes, que cada uno puciera compart los trabajos de sus compaferos’. He ahi un problema de comunicacion que no se re- suelve por mas medios tecnolégcos de que se disponga, ‘Abundan lo ejemplos. Para citar uno partcularmente actual: un articulo re lente, al exponer las potencaidades de 5 !a informatica en el desarrolo de fa mo- {derma sociedad del conocimiento, vatici || na fa implantacion de la tele-educacié,

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