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Georges-Eugène Barón Haussmann (París, 27 de marzo de 1809 – París, 11 de enero de

1891) fue un funcionario público, diputado y senador francés. Recibió el título de Barón del
emperador Napoleón III, con quien trabajó en la ambiciosa renovación de París.

Contenido
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 1 Biografía
 2 Plan Haussmann para París
 3 Crítica
 4 Véase también
 5 Referencias
 6 Enlaces externos

[editar] Biografía
Nació en París, en el seno de una familia protestante originaria de Alsacia. Fue educado en
el College Henri IV y posteriormente estudió Derecho, acudiendo al mismo tiempo a clases
en el conservatorio de música de París. Fue nombrado subprefecto de Nérac en 1830, y
progresó rápidamente dentro de la carrera pública hasta que en 1853 fue elegido por Jean
Gilbert Victor Fialin, duque de Persigny, prefecto del departamento del Sena como sucesor
de Jean Jacques Berger, quien dudó a la hora de incurrir en cuantiosos gastos para los
planes imperiales de embellecimiento de París. Haussmann permanecería en el cargo hasta
1870.

Recibió el encargo de Napoleón III de llevar a cabo un programa de reformas en París.


Haussmann diseñó el Bois de Boulogne, e hizo amplias mejoras en parques menores. Los
jardines del Palacio de Luxemburgo (Jardín del Luxemburgo) fueron talados para permitir
la formación de nuevas calles, y el Bulevar de Sebastopol, cuya mitad meridional es
actualmente el Bulevar Saint Michel, fue trazado a través de un distrito populoso. Al mismo
tiempo, tuvieron lugar cambios drásticos para hacer anchos bulevares de lo que hasta
entonces eran calles estrechas. Entre los logros del nuevo prefecto estuvieron: una nueva
conducción de agua, un sistema gigantesco de alcantarillas, nuevos puentes, el edificio de la
ópera, y otros edificios públicos, así como la inclusión de distritos. Consiguió estos
objetivos manejando osadamente los fondos públicos que provocaron la acusación de Jules
Ferry Les Comptes fantastiques de Haussmann, en 1867 (un juego de palabras entre contes,
cuentos o historias - como en Les contes d'Hoffmann o Cuentos de Hoffmann, y comptes,
cuentas.)

En 1865 se aprobó un préstamo de 250 millones de francos para la ciudad de París, y otro
en 1869, de 260 millones. Estas sumas representaron sólo una parte de sus ardides
financieros, que llevaron a su destitución por el gobierno de Émile Ollivier. Después de la
caída del Imperio pasó casi un año en el extranjero, pero regresó a la vida pública en 1877,
cuando se convirtió en diputado bonapartista por Ajaccio.

Vista aérea de la Place de Charles de Gaulle, rediseñada por Haussmann, con anchos
bulevares en disposición radial a partir del Arco de Triunfo.

Su obra había destruido gran parte de la ciudad medieval. Se calcula que transformó el 60%
de los edificios de París. En particular, rediseñó la Place de l'Etoile nombrada actualmente
como de Charles de Gaulle, y creó largas avenidas ofreciendo vistas en perspectiva de
monumentos como el Arc de Triomphe y la Ópera Garnier.

Haussmann fue nombrado senador en 1857, miembro de la Academia de Bellas Artes en


1867, y recibió la gran cruz de la Legión de honor en 1862. Murió en París y está enterrado
en el cementerio Père Lachaise. Su nombre se conserva en el Boulevard Haussmann. Sus
últimos años los ocupó preparando sus Mémoires (3 vols., 1890-1893).

[editar] Plan Haussmann para París


Entre la Revolución de 1789 y la renovación de Haussmann cambiaron los ideales de los
parisinos: de ser una ciudad políticamente motivada pasó a tener los propios de una ciudad
centrista económica y socialmente. La tecnología moderna como los ferrocarriles y las
lámparas de gas eran mejoras que la burguesía en auge podía disfrutar en un estilo de vida
más cómodo. Con la renovación, se crearon nuevos espacios en los que la burguesía hizo
ostentación de su nueva riqueza, creando una economía floreciente. Todos los ejemplos de
cambios que acontecieron en París en esta época pueden verse en representaciones de la
ciudad. Hay dos perspectivas sobre el Barón Haussmann: una la representa como el hombre
que destruyó el París antiguo, y otra como el hombre que creó el Nuevo París.

Gracias a esta intervención la ciudad se transformó en menos de dos décadas dejando de ser
una ciudad medieval para convertirse en la ciudad más moderna del mundo.
Avenue de la Grande Armée, una de las doce grandes avenidas que irradian a partir del Arc
de Triomphe. Al fondo pueden distinguirse La Défense y el Grande Arche (el cubo blanco
con un vacío central).

Las grandes reformas urbanísticas propias del siglo XIX no fueron exclusivas de París, pero
esta ciudad fue pionera. Obedecían a unas necesidades objetivas: incremento de la
población, exigencia de unas construcciones y un urbanismo más higiénico frente a las
epidemias como la peste o el cólera, adaptación del centro de las ciudades a los nuevos
medios de transporte como el ferrocarril.

La historiadora Shelley Rice, en su libro Parisian Views escribe que «la mayoría de los
parisinos durante [la primera parte del siglo XIX] consideraban [las calles] sucias,
populosas, e insalubres... Cubiertas de lodo y chabolas improvisadas, húmedas y fétidas,
llenas de signos de pobreza así como huellas de la basura y los desperdicios dejados por el
defectuoso e inadecuado sistema de alcantarillado...» (pág. 9). Para esta gente, Haussmann
estaba llevando a cabo un servicio muy necesario, para la ciudad y para Francia.

Qué feo parece París después de un año de ausencia. ¡Cómo se ahoga uno en estos pasillos
oscuros, estrechos, húmedos y fríos a los que nos gusta llamar calles de París! Uno pensaría
que se encuentra en una ciudad subterránea, ¡tan pesada es la atmósfera, tan profunda la
oscuridad!

—el Vizconde de Launay, 1838 (citado por Rice, pág. 9)


Rue de Paris, temps de pluie (1877) de Gustave Caillebotte.

Napoleón III encargó a Georges-Eugène Haussmann el 22 de junio de 1852 que


«modernizara» París. Al contratar a Haussmann confiaba en que París pudiera convertirse
en una ciudad con calles más seguras, mejores casas, comunidades más salubres,
hospitalarias y que facilitaran las compras y lograr, además, mayor fluidez en el tránsito.

Los cambios fueron posibles gracias a la mejora en la técnica y, además, a la adaptación de


las leyes, permitiendo la expropiación forzosa cuando el Derecho liberal tradicional
concebía la propiedad privada como un derecho ilimitado. Haussmann eliminó muchas
calles antiguas, serpenteantes y derribó casas de apartamentos. Las reemplazó con anchos
bulevares, flanqueados por árboles y creó extensos jardines por los que París es hoy en día
famoso. El plan de Haussmann incluyó también una altura uniforme de los edificios y
elementos de referencia como el Arc de Triomphe y el Gran Palacio de la Ópera. La obra
en paseos y jardines fue responsabilidad del ingeniero civil Jean-Charles-Adolphe Alphand.

Pero, además de conseguir sus objetivos de mejoras sanitarias y de comunicación, la


renovación sirvió para finalidades políticas. Y por ello la obra de Haussmann fue
especialmente aplaudida por las clases enriquecidas, mientras que parte del pueblo parisino
sintió que las obras de Haussmann destruían sus raíces y conexiones sociales.

En primer lugar, logró desplazar a las masas obreras del centro de las ciudades a los barrios
de la periferia. La clase que más sufrió en el pasado las condiciones de vida medievales del
antiguo París se exilió a los suburbios por la haussmannización, puesto que los barrios
bajos fueron limpiados y sustituidos por apartamentos para la burguesía.

Y, en segundo lugar, el nuevo plan de la ciudad dificultaba revueltas como las de 1830 y
1848, por la vía de impedir físicamente la colocación de barricadas (fácil en estrechas
callejuelas medievales, difícil en anchos bulevares) y facilitar la labor de las fuerzas del
orden a través del rápido desplazamiento por las calles y la colocación estratégica de
edificios oficiales como los cuarteles. En este sentido son reformas que se pudieron al
servicio de regímenes políticos conservadores. Cuando contrató a Haussmann, Napoleón III
también tenía pensada esta finalidad de conseguir calles demasiado anchas para que los
rebeldes construyeran barricadas a lo largo de ellas y donde pudieran circular batallones en
formación y la artillería, si se diera tal necesidad. Haussmann creó anchas avenidas unidas
con las principales estaciones de tren, de manera que las tropas de provincias pudieran estar
operativas en un corto periodo de tiempo (por ejemplo, el boulevard de Strasbourg cerca de
la Gare de l'Est y Gare du Nord).

Mapa que muestra en rojo las calles trazadas por Haussmann entre 1850 y 1870.

Así, esta obra realizada durante el Segundo Imperio es una de las circunstancias que
contribuyeron a la rápida represión de la comuna de París en 1871: desde la revolución de
1848, Adolphe Thiers se había obsesionado con aplastar la siguiente y previsible rebelión
parisina. Por tanto, planeó abandonar la ciudad y retirarse, de manera que pudiera tomarla
de nuevo con más fuerzas militares. Fue el diseño Haussmann de calles y avenidas,
combinadas con la nueva importancia que adquirió el ferrocarril, lo que facilitó el triunfo
de este plan, y Adolphe Thiers aplastó fácilmente la Comuna de París.

Las trascendentales reformas llevadas a cabo siguen rigiendo la fisonomía y el


funcionamiento de París aun hoy en día. Así los famosos bulevares del centro de la ciudad
se conservan con el mismo trazado original proyectado por Haussmann. Uno de ellos ha
recibido el nombre de Boulevard Haussmann en su honor. Obras de infraestructura como
las canalizaciones de agua siguen funcionando 150 años después.

La renovación de París animó a cambios urbanísticos en otras ciudades. El ejemplo de París


fue seguido por ciudades como Londres (reforma de Joseph Bazalguette, 1848-1865),
Viena (demolición de murallas y creación de la Ringstrasse, 1857), Florencia (ampliación,
1864-1877), o Bruselas (1867-1871). También el trazado de Moscú muestra influencias
haussmannianas.

Inspiró algunos de los movimientos arquitectónicos más influyentes, entre ellos, el


movimiento City Beautiful en los Estados Unidos. De hecho, el renombrado arquitecto
estadounidense Daniel Burnham tomó libremente del plan de Haussmann e incluso
incorporó los diseños de calles diagonales en su Plan de Chicago de 1909.

En España se respetó por lo general el centro histórico, desarrollándose el urbanismo


decimonónico en nuevos barrios o ensanches: Madrid (Carlos María de Castro, a partir de
1860), Barcelona (Ildefons Cerdà, proyecto aprobado en el mismo año), San Sebastián
(desde 1864) o Bilbao (desde 1876). La ciudad lineal de Arturo Soria es más original
respecto al modelo de Haussmann.

[editar] Crítica

Un bar en el Folies-Bergère, de Édouard Manet, 1882, óleo sobre lienzo, Instituto de Arte
Courtauld, Londres.

Debido a la haussmannización, esto es, la destrucción creativa de algo para la mejora de la


sociedad, los años 1860 fue una época de intensa revuelta en París. Muchos parisinos se
preocuparon por la destrucción de sus «antiguas raíces». El historiador Robert Herbert
sostiene que «el movimiento impresionista mostraba esta pérdida de conexión en pinturas
como Un bar en el Folies-Bergère de Manet». El modelo de la pintura está hablando con
un hombre, que se ve en el espejo detrás de ella, pero parece no ocupado. Según Herbert,
esto es un síntoma de vivir en París en aquella época: los ciudadanos se sentían separados
entre sí, aislados de otras personas. «La continua destrucción del París físico llevó
asimismo a la destrucción del París social»

Haussmann fue criticado también por el gran coste de su proyecto. Napoleón III despidió a
Haussmann el 5 de enero de 1870 para mejorar su propia popularidad en declive.
Haussmann era igualmente un objetivo favorito de la crítica situacionista; además de
señalar los objetivos de represión que se lograban a través del urbanismo de Haussmann,
Guy Debord y sus amigos (quienes consideraban el urbanismo una «ciencia de estado» o
una ciencia inherentemente «capitalista») también subrayaron que él separó muy bien las
zonas de ocio de las de trabajo, anunciando de esta manera el funcionalismo moderno,
como queda ilustrada en la precisa tripartición de Le Corbusier: una zona para la
circulación, otra para alojamiento y la última para el trabajo.

Los cambios llevados a cabo por el Barón Haussmann en las calles de París se
documentaron en la película «Paris: Living Space», con Edmund N. Bacon y basada en
secciones de su libro Design of Cities (1967).
Transformación de París durante el Segundo Imperio
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Vista del Boulevard Haussmann.

Las transformaciones de París durante el Segundo Imperio constituyen una serie de


modernizaciones vividas por la capital francesa de 1852 a 1870 y llevadas a cabo por
Napoleón III y el barón Haussmann.

Los trabajos se llevaron a cabo en toda la ciudad, tanto en el corazón de París, como en los
barrios periféricos: calles y bulevares, restauración de fachadas, remodelación de los
espacios verdes, mobiliario urbano, creación de un alcantarillado y trabajos de
conservación en monumentos públicos.

Esta reforma urbanística fue violentamente criticada por algunos de los contemporáneos de
Napoleón III, aunque acondicionó el uso diario de las calles por parte de los ciudadanos.
Esta obra puso el fundamento de la representación popular de la capital francesa al mundo,
sobreponiéndose a los estrechos callejones del viejo París y creando anchos bulevares y
grandes plazas.

Contenido
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 1 1852: Un emperador modernista frente a una ciudad medieval


o 1.1 Las primeras tentativas de modernización
o 1.2 Luis Napoleón Bonaparte
 2 La cooperación entre la normalización pública y la iniciativa particular
o 2.1 El sistema de Haussmann
o 2.2 La regulación pública
 3 El desarrollo de las operaciones
o 3.1 Una red de grandes avenidas
o 3.2 El gran portillo norte-meridional y este-oeste
o 3.3 La terminación de las coronas de bulevares
o 3.4 La tercera red: los distritos exteriores
o 3.5 Las plazas y rotondas
o 3.6 Las estaciones
o 3.7 Monumentos
o 3.8 Equipamientos públicos modernos
o 3.9 Los espacios verdes
 4 Las críticas de la política urbana de Napoléon III y la salida de Haussmann
o 4.1 ¿El ensanche de las calles como arma de un régimen autoritario?
o 4.2 La rotura de un equilibrio social
o 4.3 La crisis del sistema de financiación
 5 El impacto de la renovación de París
o 5.1 La estética hausmanniana: la «calle-muro»
o 5.2 Pos-hausmanianismo
o 5.3 Bibliografía

[editar] 1852: Un emperador modernista frente a una


ciudad medieval

La Isla de la Cité y su estructura urbana medieval antes de los trabajos de restauración (plano de
1771).

A mediados del siglo XIX, el centro de París tenía la misma estructura que en la Edad
Media. Entre otros, algunos de los problemas que tenía la distribución urbanística de
aquella época, eran, por ejemplo, almocárabes, de calles minúsculas, que trababan la
circulación o edificios que se amontonaban en una insalubridad que ya denunciaban los
primeros higienistas de la época.

Antes de la remodelación urbanística de la que estamos hablando se produjeron algunos


trabajos de restauración en las murallas en los barrios periféricos, pero no se había podido
tocar el corazón de la capital francesa. Algunos ejemplos de como era el París de antes de la
remodelación se pueden encontrar en los miserables o Nuestra Señora de París.

[editar] Las primeras tentativas de modernización

Isla de la Cité remodelada por los trabajos de Haussmann: nuevas calles transversales (rojas),
espacios públicos (azul claro) y edificios privados (azul oscuro.).

Luego de la Revolución francesa, en 1794, una «comisión de artistas» propone un plan de


remodelación que incluía nuevas calles de en la ciudad de París. Una calle debe unir en
línea recta la plaza de la Nación a la gran columnata del Louvre, en la prolongación de la
actual avenida Victoria: prefigura el futuro gran eje este-oeste y demuestra una
preocupación de dar mejor valor a los monumentos públicos.

Napoleón I acondiciona una calle monumental a lo largo del Jardín de las Tullerías. Es la
calle de Rivoli, que el Segundo Imperio prolongará hasta Châtelet y en la calle Saint-
Antoine: este eje será más eficaz según el plan de la circulación, que el del plano de los
Artistas. Coloca también un instrumento jurídico: el ordenamiento de urbanismo por el cual
los propietarios pueden renovar o reconstruir los edificios sólo retirando su fachada detrás
de una línea fijada por la administración. Esta disposición será suspendida no obstante se
llevará a cabo un ensanche y una regularización de las vías públicas en un plazo razonable.

A fines del año 1830, el prefecto Rambuteau comprueba las confusiones de la circulación y
los problemas de higiene que hay en los viejos barrios superpoblados: hace falta «hacer
circular el aire y los hombres». Traza primera la gran abertura en el centro de París, pero el
poder de la administración es limitado por las normas de expropiación. La ley del 3 de
mayo de 1841 se esfuerza por facilitarlos. Es sobre la base de éstas experiencias que el
Segundo Imperio optará por una política maciza de expropiación y de aberturas, mucho
más costosa que el sistema de la servidumbre de alineación, pero de una eficacia temible.
[editar] Luis Napoleón Bonaparte

Presidente de la República desde 1848, el sobrino de Napoleón I se hace emperador el 2 de


diciembre de 1852 después del golpe de Estado del año precedente.Napoleón III tiene la
voluntad de modernizar París. En Londres vio un país transformado por la Revolución
industrial y una gran capital proveída de grandes parques y redes de saneamientos.

Repite las ideas de Rambuteau. Sensible a las cuestiones sociales, quiere mejorar las
condiciones de vivienda de las clases pobres: la densidad de población en ciertos barrios
acerca a 100.000 personas (Km. cuadrado), en condiciones muy precarias de higiene. Se
trata por fin para la autoridad pública de controlar mejor una capital cuyos levantamientos
populares derribaron varios regímenes después 1789. Propietarios mismos, en ciertos
barrios reclaman vías anchas y derechas con el fin de facilitar los desplazamientos de
tropas.

Le Marais (Hôtel de Sens), uno de los pocos barrios escapados casi por completo a la piqueta de
Haussmann.

Para poner en ejecución estas ambiciones, el nuevo emperador dispone de un poder fuerte,
capaz de hacer caso omiso de todas las resistencias, lo que faltaba a sus predecesores.

Le queda a Napoleón III encontrar a un hombre capaz de dirigir operaciones en gran escala.
Es el papel que va a cumplir Jorge Eugenio Haussmann, hombre riguroso y organizado de
acción, al que nombra prefecto del Sena en 1853. Ambos hombres formarán un tándem
eficaz. El emperador sostendrá al prefecto contra sus adversarios hasta 1870. Haussmann,
en cuanto a él, se mostrará fiel en toda circunstancia, sabiendo hacer adelantar en sus
propias ideas, como el proyecto de Boulevard Saint Germain.

Una obra tan considerable pide la intervención de numerosos actores. Victor de Persigny,
ministro del Interior, que le presentó a Barón Haussmann a Napoleón, se ocupa de montajes
financieros con la ayuda de los hermanos Péreire. Jean-Charles Alphand se ocupa de
parques y plantaciones con el jardinero Jean Pierre Barillet Deschamps. Haussmann
subraya el papel fundamental del servicio del Plano de París, dirigido por el arquitecto
Deschamps, que traza las nuevas vías y controla el respeto de las reglas de construcción: en
este dominio, «la geometría y el dibujo gráfico desempeñan un papel más importante que
lo estructura propiamente dicha», anota Haussmann.

Plaza Saint-Georges.

Otros arquitectos participan en los trabajos: Victor Baltard a las Plazas, Teodoro Ballu para
la Iglesia de la Trinidad, Gabriel Davioud para los teatros de la plaza de Châtelet, el
veterano Jacques Hittorff para la Gare du Nord.

[editar] La cooperación entre la normalización pública y


la iniciativa particular
Influidos por el sansimonismo, Napoleón III e ingenieros como Miguel Chevalier o
empresarios como el hermano Pereire creen en el voluntarismo económico, que puede
transformar la sociedad y reabsorber la pobreza. Es en un poder fuerte e incluso autoritario,
de animar a capitalistas a lanzar grandes trabajos que gozarán al conjunto de la sociedad y
en particular a los más pobres. El gorrón del sistema económico es el banco, que se
desarrolla considerablemente. Estos principios encuentran un campo ideal de aplicación en
los proyectos de renovación de París. Los trabajos de Haussmann pues serán decididos y
encuadrados por el Estado, puestos en ejecución por los empresarios privados y financiados
por el préstamo.

[editar] El sistema de Haussmann

Primeramente, el Estado expropia a los propietarios de los terrenos concernidos por los
planos de renovación. Luego destruye los edificios y construye nuevos ejes con todos sus
equipos (agua, gas, desagües). Haussmann, contrariamente a Rambuteau, recurre a
préstamos macizos para encontrar el dinero necesario para estas operaciones, sea de 50 a 80
millones de francos al año. A partir de 1858, la Caja de los trabajos de París es el
instrumento privilegiado del financiamiento. El Estado recupera el dinero prestado
revendiendo el nuevo terreno en forma de lotes separados a promotores que deben construir
nuevos edificios conformándose un pliego de condiciones preciso. Este sistema permite
consagrar cada año a los trabajos una suma dos veces más elevada que el presupuesto
municipal. Entonces el sistema se agrieta poco a poco. Los préstamos macizos de la Caja
cavan una deuda que asciende 1,5 mil millones de francos en 1870 y contribuye
desacreditar los grandes trabajos. Jules Ferry denunciará el hoyo financiero en 1867: «Las
cuentas fantásticas de Haussmann».

[editar] La regulación pública

Haussmann goza de un marco legislativo y reglamentario acondicionado para facilitar los


trabajos y asegurar la homogeneidad de las nuevas arterias.

El decreto del 26 de marzo 1852 relativo a las calles de París, adoptado un año antes del
nombramiento de Haussmann, coloca los principales instrumentos jurídicos:

 Expropiación «por causa de utilidad pública». Los poderes públicos pueden acaparar
edificios situados a lo largo de vías que hay que construir, mientras que podían antes
expropiar sólo los edificios situados directamente sobre la superficie de la vía misma. Este
instrumento permitirá remodelar una buena parte de la Isla de la Cité. Después 1860, la
liberalización progresiva del régimen hará más difíciles las expropiaciones.

 Obligación para los propietarios que limpian sus fachadas y a renovarlas cada diez años.

El bulevar de Sebástopol (inaugurado en 1858): la irrupción del bulevar en el corazón de París.

 Reglamentación de la nivelación de las vías de París, de la alineación de los edificios, de la


conexión a los desagües.

Los poderes públicos intervienen a la vez sobre las normas de las dimensiones de los
edificios por la vía reglamentaria, y sobre el mismo aspecto estético de las fachadas por
medio de servidumbre:

 Reglamentos de urbanismo de París de 1859 permite hacer subir las fachadas hasta 20
metros de altura en las calles de 20 metros de anchura que Haussmann está perforando,
mientras que la altura máxima estaba de 17,55 metros antes. Los tejados deben siempre
inscribirse bajo una diagonal en 45 grados.

 La construcción de edificios a lo largo de las nuevas vías está sometida en condiciones


particulares sobre el aspecto de las fachadas. Las casas medianeras deben tener «las
mismas alturas de piso y las mismas líneas principales de fachada». La utilización de la
piedra tallada es obligatoria sobre los nuevos bulevares. El papel capital jugado por los
arquitectos encargados de la gestión de los servicios públicos, marca la importancia
tomada por los ingenieros en el seno de los grandes cuerpos del Estado.

[editar] El desarrollo de las operaciones

Los principales ejes creados o transformados entre 1850 y 1870 en el centro de París.

El desarrollo de las operaciones refleja la evolución del Imperio: autoritario hasta 1859,
más flexible a partir de 1860. Se destruyen 20 000 casas para construir más de 40 000 entre
1852 y 1870. Algunas de estas operaciones de urbanismo se proseguirán bajo la Tercera
República Francesa, después de la salida de Haussmann y de Napoleón III. París absorbe en
1860 sus suburbios hasta las «fortificaciones» que, construidas por Thiers en 1844, fueron
demolidas a partir de 1919. Los doce antiguos distritos de París le dejan la plaza a veinte
distritos.
[editar] Una red de grandes avenidas

Los antiguos distritos y el nuevo límite de París en 1860.

Cuando Rambuteau había perforado una vía nueva importante en pleno centro de la ciudad,
los parisinos se asombraron por su anchura: 13 metros. Haussmann va a confinar calle
Rambuteau al nivel de vía secundaria con una red de aberturas nuevas de 20 y hasta 30
metros. La red de las arterias haussmannianas y post-haussmannianas constituye, todavía
hoy, el esqueleto de la estructura urbana parisina.

[editar] El gran portillo norte-meridional y este-oeste

La avenida de la Ópera visto por Pissaro desde la Comedia-francesa.

Del 1854 al 1858, Haussmann aprovecha el período más autoritario del reinado de
Napoléon III para realizar lo que sólo esta década, posiblemente, podía hacer en toda la
historia de París: transformar su centro perforando una encrucijada gigantesca.

La construcción del eje norte-meridional, de boulevard de Sébastopol a boulevard Saint-


Michel, elimina del mapa numerosos callejones y callejones sin salida. Forma una gran
encrucijada al nivel de Châtelet con calle de Rivoli: el Segundo Imperio prolonga hasta ella
la rue Saint-Antoine, que Napoleón I había trazado a lo largo de las Tullerías. Durante este
tiempo, Baltard acondiciona y habilita plazas de París, proyecto lanzado por Rambuteau,
mientras que Isla de la Cité es afeitada y reordenada en gran parte. Sus puentes son
reconstruidos u objeto de trabajos importantes.

Haussmann completa esta gran encrucijada por ejes que conectan otra vez la primera
corona de bulevares al centro, tales como rue de Rennes sobre la orilla sur y avenida de la
Ópera sobre la orilla norte. La calle de Reno, que debía llegar al Sena, jamás será
terminada.

[editar] La terminación de las coronas de bulevares

Haussmann persigue la obra de Luis XIV. Ensancha los grandes bulevares y construye o
planifica nuevos ejes a gran escala, como el bulevar Richard-Lenoir.

Algunos de estos ejes les conectan otra vez los grandes bulevares de Luis XIV a los que
van a lo largo pared de los Granjeros generales. Bulevar Haussmann y la línea derecha de
ella calle Fayette, realizados parcialmente antes de 1870, aseguran un mejor trinchero del
barrio(cuarto) de él Opéra a partir de los distritos exteriores. Bulevar Voltaire facilita el
contorno del centro a partir de la plaza de la Nación. Sobre la orilla sur, como los
«bulevares del mediodía», que pasan por ella Plaza de Italia, plaza Denfert-Rochereau y
Montparnasse son demasiado alejados del centro, la idea de otra travesía este-oeste se
impone. Haussmann dobla calle de las Escuelas, dibujada por Napoleón III, de su proyecto
personal: bulevar Saint-Germain, que prolonga sobre la orilla sur los grandes bulevares de
la orilla norte.

[editar] La tercera red: los distritos exteriores

La avenue des Gobelins y la perspectiva sobre el Panteón.

En los últimos años de su mandato, Haussmann comienza a habilitar los distritos creados
sobre el emplazamiento de los municipios anexionados en 1860. Crea así una vía sinuosa y
muy larga que perjudica a los distritos XIX, XX y XII: calle Simón-Bolivar, calle de los
Pirineos, avenida Michel-Bizot.
Los barrios del oeste gozan de una operación de prestigio: doce avenidas, para la inmensa
mayoría construidas bajo el Segundo Imperio, se reúnen a la Place de l'Etoile.

La Ópera Garnier.

[editar] Las plazas y rotondas

La interconexión entre los grandes bulevares impone la creación de plazas a su medida.


Châtelet, acondicionado habilitado por Davioud, es la encrucijada entre los dos grandes ejes
que atraviesan París del norte al sur y del este al oeste. Los trabajos de Haussmann
acondicionan y habilitan otros grandes plazas a través de todo París: plaza de l'Etoile, Plaza
Léon-Blum, Plaza de la República, plaza del Alma.

[editar] Las estaciones

Haussmann hizo construir la estación de Lyon 1855 y la Gare du Nord (Hittorff, 1865).
Sueña de interconectar las estaciones parisinas por vías de ferrocarril pero deberá
contentarse con facilitar su acceso conectándolos otra vez por ejes importantes. Desde la
estación de Lyon, calle de Lyon, el bulevar Richard-Lenoir y bulevar de Magenta permiten
así ganar la estación del Este.

Dos ejes paralelos (calle Fayette y bulevar Haussmann de una parte, calle de Châteaudun y
calle de Maubeuge por otra parte) le juntan el barrio de la estación del Este y de la estación
del Norte a la de Saint-Lazare. Sobre la orilla sur, calle de Reno llega a Montparnasse,
entonces situándole en el emplazamiento actual de vuelta Montparnasse.
El ayuntamiento del XIII Distrito.

[editar] Monumentos

Napoleón III y Haussmann ofrecen a la ciudad realizaciones de prestigio. Charles Garnier


(Opera Garnier) de un estilo ecléctico y Gabriel Davioud concibe dos teatros simétricos
sobre ello la plaza de Châtelet.

El Hôtel-Dieu, el cuartel de la ciudad (y futura prefectura de policía) y la sala de lo


mercantil reemplazan los barrios medievales de la Isla de la Ciudad. Cada uno de los veinte
nuevos Distritos de París recibe su ayuntamiento.

[editar] Equipamientos públicos modernos

La renovación de París se considera global. El saneamiento de las viviendas implica una


mejor circulación del aire pero también un mejor abastecimiento de agua y una mejor
evacuación de los desechos.

En 1852, el agua potable principalmente viene de él Ourcq. Máquinas de vapor extraen


también el agua del Sena, cuya higiene es deplorable.

«N» de Napoleón III sobre el puente Saint-Michel.

Haussmann le confía al ingeniero Belgrand la realización de un nuevo sistema de


abastecimiento de agua de la capital, que acabará en la construcción de 600 kilómetros de
acueducto entre 1865 y 1900. El primero, el de Dhuis, devuelve una agua captada cerca de
Château-Thierry. Estos acueductos vierten su agua en depósitos situados dentro de la
capital. Dentro de la capital y al lado del parque Montsouris, Belgrand erige el depósito de
agua más grande. Una segunda red, consagrada al agua no potable, también saca el agua del
Ourcq y del Sena para la limpieza de las calles y el riego de los espacios verdes.
La evacuación de las aguas sucias y de los desechos es evidente con la traída de agua
potable. Una vez más, es el Segundo Imperio que da el impulso decisivo a la
modernización de la red de alcantarillado de París. La ley de 1852 impone la conexión de
los edificios al agua cuando la calle contiene uno. Las calles que no lo tienen van a gozar de
la instalación de una red de goteo totalmente visitable: más de 340 kilómetros de goteos son
construidos bajo la dirección de Belgrand entre 1854 y 1870. La red es unitaria: las aguas
de lluvia fluyen por la misma galería que las aguas sucias. Los desagües no se vierten más
en el Sena en el centro de París sino lejos, río abajo, en Asnières. Estas dos redes, extensas
y perfeccionadas en el curso de las épocas siguientes, siguen usándose hoy en día.

Napoleón III reorganiza también la distribución del gas en París. En 1855, le confía una
concesión a una compañía única conservando el control de los precios.

Al mismo tiempo, Haussmann le confía a Davioud la postura hasta el punto de un moblaje


urbano todavía ampliamente presente en nuestros días sobre las aceras y en los jardines de
la capital.

[editar] Los espacios verdes

Los espacios verdes eran raros en París, ciudad que siempre se desarrolló dentro de sus
murallas que, a pesar de cansadas extensiones sucesivas, acababan por encorsetarlo.
Seducido por los vastos parques londinenses, Napoleón III confía al ingeniero Jean-Charles
Alphand, futuro sucesor de Haussmann, la creación de varios bosques. El bosque de
Boulogne y el de Vincennes bordean la ciudad de oeste al este. Dentro de ella, ceñida por
Thiers, Buttes-Chaumont, Montsouris ofrecen paseos a los habitantes de los barrios
demasiado alejados de los grandes bosques exteriores.

Cada barrio ahora queda con pequeños parques y también de árboles que bordean las
principales avenidas.

[editar] Las críticas de la política urbana de Napoléon III


y la salida de Haussmann
Artistas y arquitectos como Charles Garnier denuncian la monotonía sofocante de esta
arquitectura monumental. Políticos y escritores acusan la extensión de las especulaciones y
de la corrupción (La curée, de Zola) y algunos acusan sin razón a Haussmann de
enriquecimiento personal. Las numerosas críticas se refieren no obstante en motivos de
fondo y van a acabar por hacer caer al prefecto.
[editar] ¿El ensanche de las calles como arma de un régimen autoritario?

Napoleón III.

Contemporáneos de Napoleón III le acusaron de haber escondido bajo preocupaciones


sociales e higienistas un proyecto esencialmente policíaco: la construcción de vías anchas
habría tenido como objetivo principal de facilitar los movimientos de tropa y el
establecimiento de calles derechas habrían permitido tirar con cañón sobre una
muchedumbre en motín y sus barricadas.

La misma amplitud de los trabajos muestra que las finalidades de Napoleón no podían
limitarse al aspecto de la seguridad pública: más allá de la amplitud de los bulevares que
forma la parte más espectacular, la transformación se refiere en el establecimiento de redes
modernas en subsuelo, la instalación de un moblaje urbano eficaz en superficie y la
armonización de la arquitectura a lo largo de las calles nuevas. Es verdad no obstante que
Napoleón es cuidadoso de establecer una orden estricta. Haussmann no vacila en explicar
que su amplitud facilitará la conservación del orden para promover sus proyectos cerca del
Consejo de París o propietarios locales.

La dimensión estratégica está pues presente, pero constituye sólo un elemento entre otros.
Posiblemente es más importante cuando se trata de unir los principales cuarteles entre ellas.
Esto concierne al bulevar Voltaire y la calle Monge, Gay-Lussac y Claude-Bernard según
Pierre Pinel.

[editar] La rotura de un equilibrio social

A pesar de los ideales sociales que son en parte al principio de las transformaciones de
París en el espíritu de Napoleón III, de numerosos observadores contemporáneos denuncian
los efectos demográficos y sociales de las operaciones de urbanismo llevadas por
Haussmann. Luis Lazare, autor bajo el prefecto Rambuteau de un importante Diccionario
administrativo e histórico de las calles de París y de sus monumentos, estima en 1861 en la
Revista municipal que los trabajos haussmannianos contribuyen haciendo crecer
desmesuradamente a la población prestada asistencia atrayendo hacia París a una población
pobre.
Por otra parte las críticas denuncian, desde los años 1850, los efectos de las renovaciones
sobre la composición social de París. De manera un poco esquemático, trazamos un retrato
del edificio parisino pre-haussmanniano como síntesis de la jerarquía social parisina:
burgués al segundo piso, funcionarios y empleados a los empleados terceros y cuartos y
pequeños al quinto, la gente de casa, los estudiantes y los pobres bajo las cumbres. Todas
las clases sociales se bordeaban se veían así en el mismo edificio. Esta convivencia, que
debe ser matizada desde luego según los barrios, desapareció en gran parte después de los
trabajos de Haussmann. Éstos tuvieron dos efectos según el plan de la repartición del
hábitat en París:

Evolución 1861–1866–1872

Barrios/Arrondissement
1861 1866 1872
s

I Distrito 89 519 81 665 74 286

VI Distrito 95 931 99 115 90 288

XVII Distrito 75 288 93 193 101 804

XX Distrito 70 060 87 844 92 712

 Las renovaciones del centro de la ciudad arrastraron una subida de los alquileres que forzó
a las familias pobres a trasladarse hacia los distritos periféricos.

 Algunas decisiones de ésta política urbanística contribuyeron a desequilibrar le


composición de París entre el oeste, rico, y el este de la ciudad desfavorecido. Así ningún
barrio del este parisino fue beneficiado de realizaciones comparables a las largas avenidas
en torno a la plaza de la Estrella en el XVI Y XVII distritos. Los pobres se concentran
entonces en los barrios que están fuera de las renovaciones.

En respuesta, Haussmann pone por delante la creación, muy compleja, del bosque de
Vincennes, destinando a abastecer a las poblaciones de obreros un paseo comparable al
bosque de Boulogne. Por otro lado, hay que anotar que los barrios insalubres saneados por
Haussmann no protegían apenas al burgués.

En éste contexto quedan determinadas zonas que dominan siempre la distribución de los
habitantes y de las actividades en París y sus municipios colindantes: en el centro y al oeste
las oficinas y los barrios burgueses, al este y en la periferia los habitantes más pobres y las
actividades industriales.

[editar] La crisis del sistema de financiación

A fines de 1860, el sistema de financiación no funciona muy bien. La anexión de distritos


colindantes ha costado caro:los trabajos a realizar en estos distritos suburbanos son más
importantes que en el centro de la ciudad. Los créditos previstos son insuficientes. Por otra
parte, la flexibilidad del régimen hace más difíciles las expropiaciones; la jurisprudencia
del Consejo de Estado y la Corte de Casación intervienen en favor de los propietarios.

Por otra parte los parisinos soportan mal los trabajos que paralizan la ciudad después de
cerca de veinte años. Las redes de bulevares que atestan los distritos exteriores de trabajos
no tienen una utilidad tan evidente como el ancho del Boulevard de Sébastopol o del
Boulevard Saint-Germain.

Jules Ferry se hace un nombre a través de una serie de artículos de prensa reagrupados bajo
el título «Las cuentas fantásticas de Haussmann». Denuncia la ambición exagerada de los
últimos proyectos y su financiamiento incierto. Estos proyectos son financiados en efecto,
no por el préstamo, pero por los bonos de delegación emitidos por la Caja de los
trabajadores de París, fuera del control del Parlamento.

Haussmann es finalmente depuesto de su cargo al principio de 1870, algunos meses antes


del fin del Segundo Imperio que acompañó durante toda su duración. Las deudas serán
finalmente absorbidas bajo La Tercera República.

[editar] El impacto de la renovación de París


[editar] La estética hausmanniana: la «calle-muro»

Rue Monge: los tres niveles de la fachada hausmaniana clásica.


El «hausmanianismo» no se contenta solamente de trazar calles y de crear los
equipamientos adecuados. Interviene también en el aspecto estético de los inmuebles
privados.

El frente de la calle de la Manzana es conocido como diseño arquitectónico homogéneo. El


inmuebles no es autónomo y debe construir un aspecto urbano unificado con otros edificios
sobre la parcelas nuevas.

El Reglamento de urbanismo de París y las servidumbres impuestas por los poderes


públicos favorecen la colocación de una tipología que lleva a su término la evolución
clásica del edificio parisino hacia la fachada característica del París hausmaniano:

 piso bajo y entresuelo con pared a profundos redans;


 El segundo piso noble con un o dos balcones; el tercer y cuarto piso en el mismo estilo
pero con marcos menos ricos de ventana;
 El quinto piso con balcón fluente, sin decoraciones;
 Techos a 45 grados.

La fachada se organiza alrededor de líneas horizontales fuertes que a menudo se prosiguen


de un edificio a la otra: balcón, cornisa, la alineación perfecciona fachadas sin retiradas ni
salientes importantes. El modelo de la calle de Rivoli se extiende al conjunto de las nuevas
vías parisinas, a riesgo de una uniformización de ciertos barrios.Sobre la fachada, los
progresos de las técnicas de asseradura y de transporte permiten utilizar la piedra de sillería
en «gran aparato», es decir en forma de gruesos bloques y no en enchapado simple. Las
calles producen un efecto monumental que dispensa los edificios de recurrir a la
decoración: escultura o moldeados se multiplicarán sólo hacia el fin del siglo.

[editar] Pos-hausmanianismo

Las transformaciones hausmanianas mejoraron la calidad de vida dentro de la capital. Las


grandes epidemias, notablemente la del cólera, desapareció, pero no la de la tuberculosis, la
circulación fue mejorada, los nuevos inmuebles fueron mejor construidos y más funcionales
que los antiguos. Pero habiendo intervenido sólo puntualmente sobre los distritos antiguos,
zonas de insalubridad quedaban, lo que explica el resurgir de las ideas higienistas al siglo
siguiente.
El barrio hausmaniano en Issy-les-Moulineaux

El Segundo Imperio marcó tanto la historia urbana de París como todas las corrientes
arquitectónicas y urbanísticas posteriores serán forzadas a referirse, sea para adaptarse, ó
para rechazarlo, ó todavía para intentar repetir ciertos elementos.

Podemos fechar el fin del hausmanianismo «puro» en Los reglamentos de urbanismo de


París de 1882 y 1884, que rompe con la uniformidad de la clásica permitiendo los salientes
y las primeras fantasías al nivel del tejado, que se desarrollará considerablemente después
del reglamento de 1902. No obstante todavía se trata sólo de un «pos-hausmanianismo»,
que rechaza sólo la austeridad del modelo napoleónico sin devolver en causa la disposición
general de las calles y de los manzanas.

Después de la Segunda Guerra Mundial, en cambio, las nuevas necesidades de viviendas y


el acceso, un siglo después de Napoleón III, de un nuevo poder voluntarista con la Quinta
República gaullista abren una nueva era del urbanismo parisino. Ésta rechaza casi
completamente la herencia hausmaniana en provecho de las ideas de Le Corbusier
abandonando la alineación sobre calle, la limitación de la dimensión y la calle misma,
abandonado al transporte automotor en provecho de espacios para peatones en base al
«urbanismo de Dalle» (urbanismo de reconstrucción después de la Segunda Guerra
Mundial.

Este nuevo modelo es devuelto rápidamente en causa en los años 1970, que marcan el
principio de redescubrimiento de la herencia hausmaniana: la vuelta a la calle
multifuncional se acompaña de una vuelta a la limitación de la dimensión y, en ciertos
distritos de una tentativa de recobrar la homogeneidad arquitectónica de las manzanas del
Segundo Imperio.
El gran público parisino tiene hoy una visión positiva de la herencia hausmaniana, a punto
que ciertos suburbios, a ejemplo de Issy-les-Moulineaux o de Puteaux, construyan barrios
que reivindican hasta en su nombre («distrito hausmaniano») la herencia hausmaniana.
Estos barrios son en realidad unas imitaciones de la arquitectura pos-hausmaniana de
principios del siglo XX con sus «miradores» y sus loggias (balcones espaciosos, sobre todo
cubiertos, conteniendo un cierre sobre una de sus caras).

[editar] Bibliografía

 Atlas de Paris, Danielle Chadych et Dominique Leborgne, Parigramme, 2002 (ISBN 2-


84096-249-7).
 Atlas du Paris haussmannien, Pierre Pinon, Parigramme, 2002 (ISBN 2-84096-204-7).
 Atlas du Paris souterrain, sous la direction d'Alain Clément et Gilles Thomas, Parigramme,
2001 (ISBN 2-84096-191-1).
 Grammaire des immeubles parisiens, Claude Mignot, Parigramme, 2004 (ISBN 2-84096-
175-X).
 Haussmann le grand, Georges Valance, Flammarion, 2000 (ISBN 2-08-211571-2).
 Mémoires du Baron Haussmann, trois tomes publiés en 1890 et 1893. Nouvelle édition
établie par Françoise Choay, Seuil, 2000 (ISBN 2-02-039898-2). Voir aussi l'exemplaire de
Gallica qui ne contient actuellement que le premier volume (vie de Haussmann avant son
arrivée à Paris).
 Paris XIXe siècle  : l'immeuble et la rue, François Loyer, Hazan, 1987 (ISBN 2-85025-356-1) :
ouvrage réalisé à la suite des travaux de F. Loyer pour l'Apur qui ont contribué à réévaluer
l'apport de l'architecture et de l'urbanisme haussmanniens.

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