You are on page 1of 16

IDENTIFICACION DE AREAS DE CONSERVACION DE BIODIVERSIDAD:

TECNICAS DE SIG APLICADAS AL RIO DE LA PLATA Y SU FRENTE


MARITIMO

Virginia Fernández-Ramos (1), Marcelo Acha(2), Alejandro Brazeiro(1), Mónica


Gómez-Erache(1) y Hermes Mianzan (2)
(1)
Facultad de Ciencias - Universidad de la República, Uruguay
(2)
Instituto Nacional de Investigaciones y Desarrollo Pesquero, República Argentina

vivi@fcien.edu.uy

El uso de tecnología SIG permite identificar y mapear diversos sistemas ecológicos


acuáticos compilando datos provenientes de diferentes fuentes, ajustando y procesando
la información. El trabajo que se presenta busca reconocer áreas de riqueza específica que
contribuyan a conservar la integridad ecológica del Río de la Plata y su Frente Marítimo.
Entre los pasos involucrados en la manipulación de la información se asocian la
ponderación de los espacios incorporando criterios biológicos que consideren la
estructura de los ecosistemas y su aspecto funcional.

Si bien en términos ambientales de parámetros físico-químicos (salinidad, turbidez,


profundidad, etc.), pueden diferenciarse 5 grandes zonas: Fluvial, Fluvio-Marino,
Oceánico costero, Plataforma y Talud en ellas se llegan a reconocer subzonas que
albergan diferentes biotas.

El abordaje metodológico esta basado en aplicaciones de la WWWF (World Wildlife


Fund) adaptada por investigadores vinculados por el proyecto GEF Freplata "Protección
Ambiental del Río de la Plata y su Frente Marítimo: Prevención y Control de la
Contaminación y Preservación de Hábitats". El mismo permite realizar una evaluación
biológica construida en base una discretatización del espacio vinculada a la distribución
de especies, comunidades y hábitats en la región, procesos ecológicos que sustentan la
biodiversidad y presentes y posibles amenazas para su mantenimiento.

LA INTRODUCCIÓN DE LOS SISTEMAS DE INFORMACION GEOGRAFICA


EN LOS ESTUDIOS COSTEROS Y MARINOS

Referencias sobre la vinculación y el rol que cumplen los sistemas de información


geográfica en la temática costera y marina fueron destacados por Vallega en
CoastGIS’03 Integrating Information in Coastal Zone Management. Allí se pusieron en
relevancia los impulsos que se realizan desde convocatorias como el Convenio de las
Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (entrado en vigor en 1994) hasta las más
reciente declaración del Milenio (2001) de las Naciones Unidas y la celebración de la
Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible en el 2002 (WSSD). Estas junto a
algunas acciones asociadas a las organizaciones intergubernamentales, manifiestan la
preocupación que, ya en 1995 se expresa en el Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo (PNUD) con el Programa de acción global para la protección del medio
ambiente marino ante las actividades realizadas en Tierra. Robert Moraes (1999) en
“Contribuçioes para a gestão da zona costeira do Brasil - elementos para una Geografía
do Litoral Brasileiro” advierte la necesidad de un enfoque dinámico ineludible para la
gestión integrada de costas (ICM), y señala la tendencia al uso de indicadores en este
campo.

A su vez, una sucesión de determinaciones a nivel mundial conduce hacia la discusión


sobre la imperiosa evolución de la representación cartográfica para entender la realidad
costera y la necesidad de diseñar modelos del sistema costero para la gestión de la costa y
el espacio marino, desarrollo de planes y de estrategias. Considerando este contexto, se
presenta la oportunidad de incorporar la valoración científica a ser tenida en cuenta cada
vez más frecuentemente en los escenarios políticos.

Analizando diferentes propuestas desarrolladas, sobre la temática de SIG aplicados a


costas y áreas marinas, Vallega (1999) halla cuatro necesidades dominantes:

1. la necesidad de referir estrechamente el sistema costero al ambiente externo, ambos


mirados como realidades que experimentan el cambio climático (ambiente externo
natural) y la globalización (ambiente externo socioeconómico);
2. la necesidad de considerar el componente ambiental del sistema costero-marino según
una perspectiva ecológica, donde se focaliza en las características y propiedades de
las cadenas tróficas, y particularmente en la biodiversidad;
3. la necesidad de incluir el patrimonio cultural en el marco de representaciones del
sistema costero; y
4. la necesidad de optimizar el sistema de la toma de decisión conforme con el principio
de desarrollo sostenible (integridad ecológica, eficacia económica, y equidad social
inter e intra-generacional).

Chorley (1992) puntualiza que solamente en años recientes, la zona costera se ha visto
reconocida como un asunto importante en sí mismo; lugar enfatiza sobre la gama enorme
de aspectos relevantes o consideraciones que involucra y por último habla del número
enorme de agencias implicadas a menudo con superposición de responsabilidades y
jurisdicciones así como quizá con objetivos incompatibles. (CoastGIS'95, proceedings,
p.5)

LA COSTA URUGUAYA, EL RIO DE LA PLATA Y SU FRENTE MARITIMO


El Río de la Plata recibe el vertido de las cuencas del río Paraná - promedio período
húmedo 1971-2001: 18.500 m3 s-1, promedio período seco 1944-1970: 14.700 m3 s-1,
(Jaime, P., Menéndez, A.N., 2002) , del río Uruguay - caudal medio anual al embalse de
Salto Grande en el período 1979-2002: 5616 m3 s-1 (Chalar, G., 2006) y de un sistema
tributario compuesto por un grupo de cuencas menores que se dirigen directamente a sus
aguas. Deben destacarse el gran caudal, la amplia apertura que lo comunica con el
Océano Atlántico y la importancia que tienen sus márgenes donde se asientan las
ciudades de Buenos Aires y Montevideo.

Para Uruguay, un país con poco más de 3.2 millones de habitantes, la gestión de la zona
costera es de gran importancia ya que un muy alto porcentaje de su población y de las
actividades productivas se concentran en esa estrecha franja. De los 680 Km. de costa que
posee el país, el 66% corresponde al litoral platense y el resto al océano Atlántico; desde
el punto de vista geomorfológico esta compuesta por una sucesión de playas, puntas
rocosas, barrancas y bahías. Allí en una fracción correspondiente al 3 % del territorio, se
alberga el 67 % de la población, comprendiendo áreas con una taza de crecimiento mayor
a 100 por mil anual y una presencia de la casi totalidad de los establecimientos
industriales. Las actividades económicas que se desarrollan incluyen: agropecuarias,
pesca, turismo, de puertos comerciales y deportivos.

En las unidades administrativas comprendidas en la zona, los departamentos de Colonia,


San José, Montevideo, Canelones, Maldonado y Rocha, hay una densidad demográfica
promedio de 101 habitantes por km2, siendo la de Uruguay en su conjunto de 18 hab.
/Km2). Sobre esta costa se emplazan las ciudades de mayor desarrollo, la capital del país
y los principales balnearios.

La gestión de este territorio, de por sí complejo, se vuelve más problemática debido a


que la zona posee una gran fragmentación político-administrativa que se manifiesta en la
superposición de jurisdicciones tanto municipales como de otros organismos estatales.
Este uso del territorio y las características ambientales de la costa como zona de interfase,
de ancho variable entre la tierra y el mar, afectan directamente las condiciones ecológicas
marinas, y viceversa. Ecológicamente es un área de actividad bio – geoquímica muy
dinámica, pero con una limitada capacidad para soportar las alteraciones antrópicas y los
intensos procesos de producción, consumo e intercambio que en ella ocurren. (López
Laborde, J. et al., 2000).

Generalmente estas zonas se encuentran amenazadas por el creciente impacto causado


por el desarrollo y el crecimiento de las áreas urbanas en el medio costero. Ello implica la
utilización y explotación de los recursos costeros con objetivos económicos y sociales
(urbanización, industria, turismo y recreación, pesca y acuicultura, producción de energía
y transporte), lo que genera un importante efecto sinérgico. Según se expresa en el
Diagnóstico Regional sobre las actividades realizadas en tierra que afectan los ambientes
marinos costeros y dulceacuícolas asociadas en el Atlántico Sudoccidental Superior
(PNUMA, 2000) “los problemas de contaminación costera y marina en Uruguay parecen
tener tres tipos de fuentes bien caracterizados:

1. los núcleos urbanos, cuya ubicación y falta de planificación conllevan al aumento del
volumen final de efluentes líquidos y residuos sólidos, que aumentan la carga de
materia orgánica sobre los cuerpos de agua receptores;
2. las áreas de producción agrícola, en las que se aplican fertilizantes y plaguicidas que
finalmente alcanzaran el ambiente costero; y,
3. la influencia del Río de la Plata, cuyas aguas contienen residuos de la gran Cuenca del
Plata, que tiene su origen en Brasil y atraviesa Paraguay y Argentina, conformando
una enorme cuenca de drenaje que atraviesa tanto áreas agrícolas, como industriales y
urbanas.

Por otro lado, conjuntamente con el reconocimiento del extraordinario valor que tiene la
biodiversidad, debido a la creciente presión antrópica impuesta por el desarrollo
económico, más y más gente ha comenzado a percibir su fragilidad. En este sentido
Meffe y Carroll (1997) alegan que se ha llegado a un acuerdo sobre la imperiosa
necesidad de conservar la integridad ecológica de la naturaleza para poder preservar los
invalorables servicios que esta presta a la humanidad. La biodiversidad marina, y la
costera en particular, sustentan una importante serie de servicios y bienes, tales como
recursos pesqueros, áreas de recreación y turismo y productos químicos. Constanza
(1997) estima que la contribución del océano es de un total de 21 trillones de dólares/año
al bienestar de la humanidad, siendo un 60% aportado por los sistemas costeros, en
comparación con un Producto Global Neto de 25 trillones de dólares/año.

Trabajos de Brazeiro et al. (2003) permiten percibir que el Río de la Plata y su Frente
Marítimo forman un área de particular relevancia, caracterizada por una alta diversidad
de peces e invertebrados y numerosas colonias de mamíferos marinos y aves. La
considerable biodiversidad y productividad, sumada a la magnitud de varias actividades
humanas (turismo, urbanización costera, vertidos industriales y domésticos, pesca,
puertos) confieren a esta región una alta prioridad de conservación (Sealey y Bustamante,
1999).

En particular, los estuarios son zonas de transición que unen el ambiente terrestre con el
marino y el dulceacuícola. La diversidad en estos sistemas es inherentemente baja porque
solamente unas pocas especies son capaces de sobrevivir y/o prosperar en condiciones tan
variables. Sin embargo, proveen funciones ecológicas esenciales, incluyendo la
descomposición y el reciclado de nutrientes, así como la regulación de flujos de
nutrientes, agua, partículas y organismos desde y hacia la tierra, ríos y el océano. Dado
que la baja diversidad biótica de estos sistemas tiene un relevante significado funcional,
la perdida de biodiversidad es particularmente importantes, ya que la pérdida de especies
puede generar efectos en cascada alterando la estructura y función del sistema (Levin et
al 2001).

Por otro lado, las áreas protegidas en el medio costero-marino (AMP) son muy recientes
si se comparan con las existentes en el medio terrestre, y especialmente la conciencia
sobre la necesidad de establecer figuras de protección en los océanos. Algunos países
establecieron sus primeras AMP hace ya varios años y en 1997 existían cerca de 4.000
AMP en más de 80 países, siendo la más extensa de todas ellas la Gran Barrera de Coral
australiana. Con las AMP se pretende proteger, conservar y restaurar especies, hábitats y
procesos ecológicos que como resultado de diversas actividades humanas se han visto
afectados. Del mismo modo, y actuando con cautela, pretenden prevenir la degradación
futura y el daño a especies, hábitats y procesos ecológicos aún no estudiados o
desconocidos. (WWF/Adena, 2005).

Si bien las Áreas Marinas Protegidas son escasas y cubriendo actualmente menos de 1%
de los océanos, su número aumenta. Las Áreas Marinas Protegidas pueden incluir zonas
de conservación, de desarrollo controlado, de investigación y manejo de pesquerías. Son
reconocidas mundialmente como una herramienta de ayuda para promover y conservar
los ecosistemas marinos.

CAMINO HACIA UNA GESTIÓN INTEGRADA Y LA DEFINICION DE AREAS


MARINAS DE PRIORIDAD

Dentro de este contexto en Uruguay se han venido desarrollando numerosos programas y


proyectos que pretenden mejorar la gestión costera – marina así como identificar áreas a
proteger. Entre los más destacables se pueden mencionar:

PROBIDES, Programa de Conservación de la Biodiversidad y Desarrollo Sustentable en


los Humedales del Este que inició sus actividades en marzo de 1993 en el departamento
de Rocha, tiene como finalidad la conservación de la biodiversidad en los Humedales del
Este, el desarrollo sustentable de la región, la puesta en marcha de un sistema regional de
gestión de los humedales y la educación y capacitación ambiental. En el participan el
Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA), la
Universidad de la República y la Intendencia Municipal de Rocha. La financiación es
provista por el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) con recursos
del Fondo para el Medio Ambiente Mundial – GEF), la Unión Europea, el MVOTMA y
contribuciones privadas. Actualmente con asignación en el presupuesto nacional.
ECOPLATA es un programa de apoyo a la Gestión Integrada de la Costa del Río de la
Plata de carácter interinstitucional en el cual participan el Ministerio de Vivienda
Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA), la Dirección Nacional de
Recursos Acuáticos (DINARA–MGAP), el Servicio de Oceanografía Hidrografía y
Meteorología de la Armada (SOHMA–MDN) y la Universidad de la República a través
de la Facultad de Ciencias Sociales y la Facultad de Ciencias por intermedio de la
Sección Oceanografía y el Departamento de Geografía. El Programa Ecoplata se viene
desarrollando desde 1994; en sus inicios encauzado fundamentalmente hacia
investigaciones biológicas, es a partir del 1998 que comienza su fase de Apoyo a la
Gestión Integrada de la Costa Uruguaya del Río de la Plata congregando instituciones
académicas y de gestión vinculados a la administración de los recursos naturales.

El objetivo general de este programa es contribuir a la gestión integrada de los recursos


de la zona costera uruguaya del Río de la Plata a través de acciones demostrativas a nivel
de áreas piloto. Incluye el diseño de políticas de gestión sobre la base de un diagnóstico
preliminar y la propuesta de prácticas que conduzcan a la conservación y el uso
sustentable de los recursos costeros. Busca presentar iniciativas que tiendan a resolver
conflictos existentes en el uso de los recursos costeros, tanto en la franja terrestre como
en la parte acuática del área del programa; presentar acciones orientadas a proteger áreas
poco intervenidas hasta el presente y acciones correctivas con respecto al uso de los
recursos en aquellas áreas donde se han identificados procesos de degradación de los
recursos o el ambiente en general. El Programa recibe financiación del Centro
Internacional de Investigaciones para el Desarrollo (IDRC/CIID - Canadá), del
Ministerio de Vivienda, Ordenamiento Territorial y Medio Ambiente (MVOTMA -
Uruguay), del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y es apoyado
por la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura
(UNESCO).

FREPLATA, Proyecto de Protección Ambiental del Río de la Plata y su Frente Marítimo:


Prevención y Control de la Contaminación y Restauración de Hábitats, es una iniciativa
conjunta de Argentina y Uruguay, los dos países ribereños del Río de la Plata y su Frente
Marítimo, ejecutado por intermedio de la Comisión Administradora del Río de la Plata
(CARP) y la Comisión Técnica Mixta del Frente Marítimo (CTMFM). El anteproyecto
de Programa fue presentado al PNUD en mayo de 1994 y la solicitud de recursos para el
desarrollo de proyectos fue aprobada por el GEF en 1997. En su justificación se
menciona la creciente preocupación sobre la necesidad de adoptar medidas adecuadas
para la protección del medio ambiente acuático involucrado y para asegurar el desarrollo
sustentable de sus usos y recursos. Comienza a ejecutarse en el año 2001.

Es en este marco que se fue generando información y se identificó la necesidad de


sistematizar información recogida por estos y otros proyectos de menor magnitud para el
análisis e interpretación de la información compilada. La tarea buscó finalmente poder
aplicar las técnicas de sistemas de información geográfica y de sensoramiento remoto a la
protección del medio ambiente, a la conservación de los hábitats y a la gestión de los
recursos costero-marinos.

ESTRATEGIA DE INVESTIGACIÓN UTILIZADAS PARA LA


IDENTIFICACION DE HABITATS COSTERO-MARINOS A PROTEGER

La Cumbre Mundial sobre Desarrollo Sostenible (Johannesburgo, 2002) destacó la


necesidad de promover la conservación de los océanos, así como el mantenimiento de la
productividad y la biodiversidad de destacadas áreas marinas vulnerables, incluyendo
aquéllas situadas más allá de los límites de las jurisdicciones nacionales para 2012.
(WWF/Adena, 2005). En 1998, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF - World
Wide Fund for Nature) conceptualizó un enfoque basado en eco-regiones para la
conservación, identificando más de 200 eco-regiones alrededor del globo 142 terrestres,
53 de agua dulce y 43 marinas.

Según esta clasificación, el área se encuentra dentro de una amplia eco-región


denominada Patagónica del Atlántico Sudoeste con presencia de amenazas vinculadas a
creciente actividad de pesca aumentadas y bycatch, liberación de agua de lastre, presencia
de aguas residuales, industriales y la contaminación por puertos, sin dejar de ser
preocupación el incremento del turismo.
Una eco-región se define como una unidad relativamente grande de la tierra o con agua
una ensambladura geográficamente distinta de las comunidades naturales que comparten
a grana mayoría de su especie, dinámica y condiciones ambientales. Contrario a la
conservación en escalas más pequeñas, este acercamiento es más beneficioso y extenso,
debido al hecho de que los procesos ecológicos clave que apoyan los ecosistemas
componentes son en gran parte intactos dentro de un solo límite ecológico. (WWF-
SSME, 2004). Este concepto incorpora procesos ecológicos y evolutivos que mantienen
la biodiversidad concentrando el foco de acción sobre una red de sitios clave para la
conservación (como áreas protegidas, corredores biológicos y rutas migratorias). Este
enfoque apunta a conservar poblaciones de especies que requieren de grandes superficies
para sobrevivir e involucra a un grupo de comunidades que están relacionadas entre sí. Es
útil para orientar en la planificación y administración de recursos a la hora de definir en
forma eficiente los esfuerzos para establecer zonas de acción y establecer prioridades.

Por otro lado, considerando que el avance tecnológico nos conduce hacia el
mejoramiento del manejo de los datos pudiendo aportar dicha información para una
adecuada gestión de los ecosistemas, el trabajo fue visualizado como un aporte inicial a la
investigación e insumo para las instituciones encargadas de gestionar los recursos
costeros y del mar. En esta tarea los sistemas de información geográfica como
herramienta esencial en el análisis de los fenómenos donde lo espacial es substancial,
permitieron focalizar y estudiar la heterogeneidad del área para identificar más
acertadamente áreas de valor a proteger.

El trabajo se basó primeramente en la recopilación de información de muy diverso origen


con el fin de conocer el estado actual y las potencialidades del espacio para apoyar una
mejor definición de una regulación referente a la zona costera y marina teniendo en
cuenta los rasgos ecológicos más relevantes, y las posibles amenazas y afectaciones.

Se pueden identificar en el enfoque las siguientes fases:

1. compilación de información, transformación de datos, georreferenciación y


elaboración de diversa cartografía temática que permita la observación del estado del
ambiente,
2. reconocimiento y valoración de los principales ecosistemas costeros acuáticos y
marinos,
3. aplicación de un criterio ecológico y ponderación de las áreas para la definición de
áreas acuáticas prioritarias para la conservación de los hábitats,
4. análisis de las condiciones, identificación y valoración de las posibles amenazas a las
áreas ecológicas de interés.
La estrategia de investigación avanzó sobre la temática emprendiendo en una primera
fase el reconocimiento de las áreas ecológicas con prioridad para la conservación. Para
ello se propone una zonificación y determinación de los principales patrones espaciales;
luego la identificación de áreas de especial relevancia ecológica, ya sea por su
significativa biodiversidad o por su importancia funcional para el ecosistema; mas
adelante se plantea la determinación de las principales amenazas que afectan a las áreas
prioritarias identificadas.

Previamente se recurrió a información de base geológica y de las variables físico-


químicas (especialmente temperatura y salinidad) que definen fuertemente el ambiente
acuático del área de estudio. Se reconocen en el cuerpo de agua 5 espacios diferentes
caracterizados por patrones espacio-temporales de salinidad, frentes, temperatura y
profundidad y que se visualizan en la figura siguiente. Mianzan et al. evidencian una
significativa homogeneidad interna en 5 ambientes; ellos son: dulceacuícola, estuarino,
costero, de plataforma continental y de talud continental. Contemplar estas condiciones y
otras surgidas de las particularidades geomorfológicas y del tipo de sustrato sedimentario
del fondo hizo posible una mejor interpretación de imágenes y de los datos de muestreos
de campañas oceanográficas.

El análisis de la información para la definición de las áreas a proteger se realizó mediante


un modelado cartográfico que permitió ponderar y especializar los valores otorgados. Se
aplicó un enfoque adaptado de la metodología de WWF (World Wildlife Fund) para
efectuar evaluaciones ecológicas con modificaciones necesarias teniendo en cuenta las
peculiaridades del área considerada y de la disponibilidad de información. El método
considera tres criterios ecológicos para la valoración de la biodiversidad de los
ecosistemas, conjugando los mismos en un mapeo mediante la superposición de capas
de información.

Por un lado se analiza la riqueza específica de 3 conjuntos taxonómicos: peces


demersales, moluscos bentónicos y copépodos planctónicos como se expresa en el
siguiente esquema.

IMAGEN
RIQUEZA EN AREAS RELEVANTES
ZOOPLANCTON ZOOP >20 SP

BASE DE DATOS
AREA CON
RIQUEZA
ESPECÍFICA

BASE DE RIQUEZA EN AREAS RELEVANTES


DATOS BENTOS BENTOS > 10 SP

BASE DE RIQUEZA EN PECES AREAS RELEVANTES


DATOS DEMERSALES PECES > 14 SP

Por otro lado, como se observa en el siguiente diagrama, se consideran las áreas
indicadoras relacionadas a procesos poblacionales y ecosistémicos como la cría y
reproducción de las especies nectónicas así como las zonas de alta concentración de
fitoplancton y zooplancton.

IMAGEN

AREAS DE
REPRODUCCIÓN DE
ESPECIES
NECTÓNICAS

AREAS DE CRÍA
BASE DE DATOS Y/O REPRODUCCIÓN
DE ESPECIES
NECTÓNICAS

AREAS DE CRÍA
DE ESPECIES
NECTÓNICAS
Un tercer criterio se relaciona con la distribución de especies carismáticas e ingenieras.
En “enfoque específico” en el contexto de conservación, las especies especies
carismáticas, paraguas y bio-ingenieros es ampliamente usado. Recoge a aquellas
especies de con alto reconocimiento social, lo cual representa un gran capital a la hora de
generar voluntad política para la conservación. Las especies “paraguas” son aquellas que
tienen grandes requerimientos de hábitat, lo que permitiría que su protección pueda
colaborar en la conservación de las especies menos “visibles” socialmente. Las especies
“bio-ingenieras” agregan complejidad estructural a los ambientes, generando una mayor
diversidad entorno a ellas, así como un incremento en la biomasa local. En el área del Río
de la Plata y su Frente Marítimo se han detectados tres grupos de especies con
características de especies carismáticas y paraguas, y al mismo tiempo con problemas de
conservación: lobos marinos (Otaria flavescens y Artocephalus australis), tortugas de
mar (tales como Chelonia mydas) y ballenas (Eubalaena australis y Pontoporia
blainvillei, entre otras). (Brazeiro A, et alter, 2003)

A partir de los tres criterios elaborados se realizaron mapas de síntesis con el objetivo de
identificar áreas homogéneas y situaciones de mayor concentración de especies y
funciones significativas para preservar la integridad ecológica del área. La posibilidad de
reconocer situaciones semejantes en espacios similares podría convertirse en el paso
inicial para determinar pautas para el diseño de políticas; el primer acercamiento se
realizó determinando áreas de características similares con el fin de obtener unidades
espaciales homogéneas, que se evaluaron en función de su potencial y sus limitaciones
para así determinar necesidades de gestión y de conservación o preservación. Luego se
pueden reconocer las situaciones conflictivas hacia el interior de cada una de ellas.

La siguiente tabla muestra la ponderación otorgada por expertos en biodiversidad a los


criterios empleados.
AREA
CRITERIO INDICADORES PONDERACIÓN
(KM2)
Riqueza específica en 2.00 58.534
zooplancton (copépodos)
Alta riqueza Riqueza especifica en 2.00 10.412
especifica bentos
Riqueza especifica en 2.00 64.660
peces
Zonas de reproducción o 1.50 49.117
de cría de especies
nectónicas
Significancia en Zonas de reproducción y 3.00 12.833
población y /o de cría de especies
procesos nectónicas
ecosistémicos Abundancia de 1.50 12.450
fitoplancton
Abundancia de 1.50 29.364
zooplancton
Lobos marinos 0.50 588
Tortugas marinas 0.25 475
Relevancia de Ballenas 0.25 2.742
especies carismáticas Mejillones 1.00 3.264
e ingenieras Vieiras 1.00 4.057
Cangrejales 1.00 875
Aves marinas 1.00 4.317

RESULTADOS Y CONSIDERACIONES FINALES

La asistencia a este enfoque radicó en expresar la realidad por medio de una serie de
mapas con información proveniente de coberturas diferentes pero estrechamente
relacionadas. Se entiende la zonificación como un instrumento técnico para identificar
opciones de uso de acuerdo a las características y condiciones del área de estudio. En su
totalidad, la información fue preparada para el análisis espacial, considerando que el
objetivo es la elaboración de planes de manejo para las zonas costeras y marinas, donde
se deben determinar la o las capacidades de recibir algún tipo afectación por la actividad
antrópica y la posibilidad de convertirse en amenaza para áreas especialmente ricas en
biodiversidad o significativas para la integridad ecológica.
La siguiente figura precedente es el resultado de una superposición ponderada y
estandarizada de todos los criterios considerados. Los valores están distribuidos en un
rango entre 0 y 0.41, siendo luego elaborado un mapa donde se determina las áreas
núcleo que reúnen un valor mayor a 0.20.

Fueron reconocidos 8 núcleos que se dispersan en toda el área pero coincidiendo con
áreas de alta productividad y frentes de turbidez, salinidad y de talud. En la figura
siguiente se observa la distribución de las mismas diferenciando las áreas acuáticas
prioritarias a conservar y los núcleos de prioridad.
1. Buenos Aires
Áreas Acuáticas Prioritarias 2. Banco Ortiz
Núcleos de Prioridad 3. Frente de Turbidez
4. Frente Salino
5. Costa Atlántica Uruguaya
6. Banco de mejillones
7. Frente de Talud
8. Costa Atlántica Argentina

El planteo del trabajo como una aproximación al conocimiento de una situación se


ejecutó bajo un modelo que frecuentemente debió adaptarse a los datos existentes. La
elaboración de la información no siempre es la más conveniente a pesar de que se busca
un nivel de desagregación apropiada. Esto se expresa en una diferente definición de la
precisión de las variables para las distintas fases que componen la problemática. Merece
hacer entonces una reflexión sobre la necesidad de acceder a una información de base
cuya calidad sea adecuada y esté garantizada por una metadata. De esta manera la
sistematización y ponderación de las variables, especialmente cuando los datos
corresponden a diferentes momentos y diferentes organismos, se podrá realizar
conociendo el margen de error. Esto constituiría un aporte a la hora del trabajo de
valoración.

Los mapas de síntesis permiten visualizar un grupo de variables, cada una de ellas en un
intervalo que indica una significativa presencia sobre el territorio. Estos mapas-resumen
asimismo permiten visualizar algunos posibles conflictos que se pueden estar generando
en la zona. En este sentido se esta trabajando hacia la identificación de la amenazas y el
establecimiento de áreas críticas.

Es fundamental asegurar la continuidad de la generación de datos y de la elaboración de


conocimientos sobre el estado de la biodiversidad. Partiendo de una línea de base, los
esfuerzos realizados por los diferentes proyectos e investigadores pueden ser vanos si sus
resultados no son incorporados por los organismos a la hora de tomar decisiones. La
difusión de la información generada a diversos niveles de la educación y de agencias de
gestión promoverá la mejora del modelo. También merece atención la elaboración y la
revisión de indicadores, ya que las áreas pueden tener especificidades a tener en cuenta al
considerar los valores de biodiversidad, en especial aquellos valores críticos que me
definen las áreas a preservar.

Se debe enfatizar que la gran asignatura pendiente para la protección adecuada de áreas
costero-marinas es la falta de información para caracterizar estos hábitats. El SIG
proporciona a investigadores y políticos una visualización de la relación entre los
conjuntos de datos que pueden apoyar a estudios científicos y ayudar a quienes deben
tomar decisiones políticas con términos económicos y sociales en cuanto a ambientes
protegidos en mayor medida al basarse en más y mejor información.

BIBLIOGRAFÍA

Brazeiro et al.(2003) Áreas prioritarias para la conservación y manejo de la integridad


biológica del Río de la Plata y su Frente Marítimo. Informe Freplata
Constanza et al (1997). An Introduction to Ecological Economics. Boca Raton, FL:
CRC Press.
Constanza, Robert et al. (1997) 'The Value of the World's Ecosystem Services and
Natural Capital.' Nature 387 (6630): 253-59.
Couto, W. et al. (2001). Contribución a la planificación del uso de los recursos costeros y
el desarrollo de políticas de gestión. Pontevedra.
Chalar, G. (2006). Dinámica de la eutrofización a diferentes escalas temporales: embalse
Salto Grande (Argentina-Uruguay), en Eutrofização na América do Sul: Causas,
conseqüências e tecnologias de gerenciamento e controle, 87-101. Editado por José
Galizia Tundisi, Takako Matsumura Tundisi, Corina Sidagis Galli. Instituto Internacional
de Ecologia, Instituto Internacional de Ecologia e Gerenciamento Ambiental, Academia
Brasileira de Ciências, Conselho Nacional de Desenvolvimento Científico e Tecnológico,
InterAcademy Panel on International Issues, InterAmerican Network of Academies of
Sciences.
Jaime, P., Menéndez, A.N. (2002). Análisis del Régimen Hidrológico de los Ríos Paraná
y Uruguay, Informe INA-LHA 05-216-02, Comitente: Proyecto Freplata.
Levin et al (2001). The real biodiversity crisis. American Scientist 90: 6-8.
Lopez Laborde, J. et al.(2000). Diagnostico Ambiental y Socio-demográfico de la Zona
Costera Uruguaya del Río de la Plata: compendio de los principales resultados. Ecoplata,
Montevideo.
Maguire, David J., Michael F. Goodchild and David W. Rhind (1991). Geographical
Information Systems, Vol. 2 Applications. Longman Group, U.K. 1991.
Meffe G. K. & C. R. Carroll. (1997). Principles of conservation biology. Sinauer
Associates Inc.. Sunderland Massachusetts
PNUMA (2000). Diagnóstico Regional sobre las actividades realizadas en tierra que
afectan los ambientes marinos costeros y dulceacuícolas asociadas en el Atlántico
Sudoccidental, Superior. PNUMA Nº 170.
Robert Moraes (1999) Contribuições para a Gestão da Zona Costeira do Brasil: elementos
para uma geografia do litoral brasileiro.Edusp / Hucitec. Brasil.
Sullivan Sealey, K. and G. Bustamante. 1999. Setting Geographic Priorities for Marine
Conservation in Latin America and the Caribbean. Arlington, VA: The Nature
Conservancy.
Vallega, A. (1999). Fundamentals of Integrated Coastal Management. Dordrecht: Kluwer
Academic Publishe.
Vallega, A. (2003). Fifth International Symposium on GIS and Computer Cartography
for Coastal Zone Management Proceedings Integrating Information in Coastal Zone
Management. Genova, Italy.
Wong F L and Eittreim S L (2002) GIS Capacity Building for the Fagatele Bay National
Marine Sanctuary, American Samoa. Association of American Geographers Annual
Meeting, Los Angeles.
WWF/Adena (2005). Conservando nuestros paraísos marinos. Propuesta de Red
Representativa de Áreas Marinas Protegidas en España. 27 pp.
WWF-SSME (2004). Conservation Plan for the Sulu-Sulawesi Marine Ecoregion.
Manila.

You might also like