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Introducción
Parte I
Desarrollo del tema.-
CRECIMIENTO ECONÓMICO
1.1. Concepto:
El crecimiento económico se evidencia cuando aumenta o disminuye el
producto bruto interno (PBI). Si el PBI crece a un ritmo superior al del crecimiento
de la población, se dice que el nivel de vida de ésta aumenta. Si por el contrario la
tasa de crecimiento de la población es mayor que la tasa de crecimiento del PBI,
podemos afirmar que el nivel de vida de la población está disminuyendo.
El crecimiento se puede medir en términos nominales o reales (descontando
los efectos de la inflación). Si el PBI nominal ha aumentado a una tasa de
crecimiento del 5% y la inflación alcanza una tasa del 4% en el mismo periodo,
podemos decir, en términos reales, que la tasa de crecimiento es del 1%, que es
el aumento real del PBI.
La tasa de crecimiento económico se utiliza para realizar comparaciones
entre distintas economías, o entre una economía y el grupo de países a la que
pertenece. Por ejemplo, la tasa de crecimiento de Argentina o Uruguay puede
compararse con la media o promedio de los cuatro países integrantes del
MERCOSUR mientras que, para el caso de España, puede ser más interesante
comparar su tasa con la de los 15 países integrantes de la Unión Europea
Las tasas de crecimiento del PBI y el PBN de los países en desarrollo son,
como promedio, más elevadas que las de los países desarrollados. Más aún, la
diferencia se acrecentó en los últimos años porque el crecimiento del PBN de los
países desarrollados pasó de más del 3% anual en los años ochenta a alrededor
del 2% anual en la primera mitad del decenio de 1990 y a alrededor de un 2,5 %
anual promedio 1997 y 2001.
Los países de ingreso bajo, en cambio, parecen haber tenido un desempeño
mucho mejor en este período, pues su PBN aumentó casi un 6% anual en 1980-
95.
Lamentablemente, la evolución del crecimiento económico que acabamos de
describir no indica que el mundo marche hacia una "convergencia", es decir, hacia
la eliminación gradual de la brecha económica entre países ricos y países pobres.
El crecimiento demográfico, que es más rápido en la mayoría de los países en
desarrollo, está neutralizando el aumento comparativamente mayor del PBI, por lo
cual las tasas de crecimiento del PBI per cápita de estos países son bajas y, en
algunos casos, negativas.
Figura 13
Industrialización
A medida que el ingreso de las personas aumenta, la demanda de alimentos
—el principal producto del sector agropecuario— alcanza su límite natural y
comienza a aumentar, en términos relativos, la demanda de bienes industriales. Al
mismo tiempo, con las nuevas técnicas y maquinarias agrícolas, la productividad
de la mano de obra aumenta más rápidamente en la agricultura que en la
industria, de modo que el precio de los productos agropecuarios baja y la
participación de éstos en el producto bruto interno (PBI) disminuye aún más.
La misma evolución en la productividad relativa de la fuerza de trabajo
también reduce la necesidad de trabajadores para el sector agropecuario,
mientras que se incrementa el número de puestos de trabajo en la industria. Como
consecuencia, la participación de la producción industrial en el PBI aumenta a
expensas de la producción agropecuaria, y se observa un predominio de las
oportunidades de empleo en la industria.
Postindustrialización
Según van aumentando los ingresos, las necesidades se vuelven menos
"materiales" y la gente comienza a demandar más servicios, en los campos de la
salud, la educación, el entretenimiento y muchos otros. La productividad de la
fuerza de trabajo en el sector de los servicios no aumenta con la misma rapidez
que en el sector agropecuario y en la industria, porque la mayoría de los empleos
no se pueden cubrir con máquinas.
Por ello, los servicios son más caros en relación con los bienes
agropecuarios e industriales, lo que aumenta su participación en el PBI. La escasa
mecanización de los servicios también explica por qué el empleo en este sector
sigue creciendo; en la industria y el sector agropecuario, en cambio, está
disminuyendo, porque el progreso tecnológico incrementa la productividad de la
mano de obra y provoca la eliminación de puestos de trabajo. Finalmente, el
sector de los servicios desplaza al sector industrial de su lugar preponderante en
la economía.
Asia, uno de los continentes del mundo, ha desatado en los últimos años un crecimiento
vertiginoso en su economía. Productos industrializados, siguiendo políticas económicas,
administrativas, gubernamentales, etc., han llegado y están llegando a casi todos los confines de la
tierra. Basados en una férrea disciplina, con una administración horizontal entre el gerente y el
trabajador, ha tenido inusitados éxitos.
Los gobiernos y las empresas transnacionales de estos países asiáticos (Japón, Corea del
Sur, Taiwán y Singapur, por citar los principales) son ejemplos de una manera eficaz desde el
punto de vista empresarial. Obviamente existen desavenencias y crisis en el marco de su avance,
sin embargo tratan de mantenerse en la hegemonía mundial, haciendo frente a las potencias de
Occidente.
Los Tigres de Asia han rugido y rugen en el mundo entero. La economía que tiene sus bases
en la productividad y en la reingeniería, ha calado hondo en el libre mercado internacional. Prendas
de vestir, artefactos eléctricos, automóviles, etc., se importan a los países sub desarrollados
principalmente.
Concluimos que el éxito de la economía de los países asiáticos, se debe fundamentalmente
a tres aspectos importantísimos:
Una elevada tasa de inversión para inyectar a sus economías de tecnología de avanzada.
Además han realizado grandes inversiones en capital humano y han fomentado la
educación más que cualquier otra región en vías de desarrollo.
Un bajo nivel de inflación debido a las políticas macroeconómicas adoptadas.
Una marcada orientación hacia el comercio exterior, para lo cual se han valido de un tipo de
cambio subvaluado con el propósito de fomentar las exportaciones.