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Mirando hacia atrás con ira

C A R L O S F. H E R E D E R O

" L a voz que g r i t a no t i e n e p o r qué ser la de u n d e b i l u c h o , ¿verdad...?", decía ya en 1956 Jimmy


Porter, el joven protagonista de M i r a n d o h a c i a atrás c o n i r a (Look Back i n Anger), la obra
d r a m á t i c a de John Osborne sobre la que Tony Richardson realizaría d e s p u é s su primer y
h o m ó n i m o largometraje (1959). Lo recordaba Lindsay Anderson (cabeza teórica y combativa
de los a n g r y y o u n g filmakers) en un célebre artículo-manifiesto, titulado "Stand Up¡, Stand
Up¡" ( S i g h t a n d Sound, n° 2; otoño de 1956), en el que confirmaba la necesidad de "empezar a
m i r a r h a c i a atrás (y hacía l o s l a d o s ) c o n i r a " , puesto que - s e g ú n reivindicaba- "nuestros i d e a -
les deben ser defendidos c o n i n t e l i g e n c i a y c o n s e n t i m i e n t o , p e r o también c o n i n t r a n s i g e n c i a "
frente al "filisteísmo, más temeroso que c o m b a t i v o " propio
del pensamiento liberal, frente a " l a o b j e t i v i d a d académica,
a l i g e r a d a c o n toques d e c o r a t i v o s " y frente al " p r e d o m i n i o
del c i n i s m o y del i d e a l i s m o a m o r t i g u a d o " .
Son palabras que resuenan bajo los ecos cinematográfi-
cos de aquellos "jóvenes airados" (nada " d e b i l u c h o s " ) que,
ya desde mediados de los a ñ o s cincuenta, se revuelven
contra las ataduras de la Inglaterra eduardiana y colonial,
jóvenes cargados de rabia y de rencor hacia una sociedad
cuyos valores rechazan y en la "que y a no q u e d a n i n g u n a
b u e n a causa que r e q u i e r a v a l o r " (Osborne, de nuevo). U n a
juventud que se autodescubre como grupo y que empieza a
construir rituales propios para definir una identidad colec-
tiva, una manera de impugnar o de combatir la estructura
social de la que procede o en la que se inserta desde muy
diferentes orígenes, ya sean estos étnicos o de clase. Eran
los tiempos de la joven generación a n g r y , de documentales
como M o m m a D o n ' t A l l o w (Reisz/Richardson, 1956) o We
A r e t h e L a m b e t h Boys (Reisz, 1958), auténticas semillas de
una larga y fructífera cantera de cine volcado sobre la vida
o sobre los s u e ñ o s de los jóvenes inconformistas, herede-
ros de los teddy boys y del skiffle primitivo que había sur-
gido con el lema de "haz tú mismo tu propia música".
A partir de entonces, los incesantes mestizajes musica-
les ( r o c k , s o u l , jazz, b l u e s , pop, etc.) han corrido en paralelo
con los mestizajes fílmicos que conducen desde las tem-
pladas aguas del viejo F r e e C i n e m a hasta su m á s reciente
y airada r e e n c a r n a c i ó n en femenino ( F i s h Tank; Andrea
A r n o l d , 2009), pasando por los mods de Q u a d r o p h e n i a
(1979), los punks de J u b i l e e (1979) y de S o u l Y o u n g Rebels
(1991) o los rastafaris de B a b y l o n (1980), por citar sólo algu-
nas de las propuestas que ahora rescata el ciclo "This is
England", programado por el Festival Internacional de
Cine de Gijón. Un ciclo que nos permite recoger la invita-
ción de Lindsay Anderson para hacer recuento y para " m i r a r h a c i a atrás (y h a c i a l o s l a d o s )
c o n i r a " o, al menos, con una mirada incisiva y no sumisa, pues estamos ante un conjunto de
obras que exigen no dejarse llevar por la nostalgia adormecedora, dado que han sido capaces
de insertarse - c o n diferentes grados de inmediatez o de virulencia- en algunas de las heri-
das m á s lacerantes de la sociedad británica, así como en muchas de las revueltas musicales y
culturales protagonizadas, durante el último medio siglo, por todos esos impetuosos jóvenes
"no d e b i l u c h o s " (ya lo decía Osborne) que gritan su angustia y su rebeldía en busca de una
identidad que les niegan sus mayores o que ellos mismos no alcanzan a encontrar. •
Imagen de A w a y d a y s (2008), de Pat Holden. A la derecha: Q u a d r o p h e n i a (1979), de Franc Roddam (arriba) y B r o n c o B u l l f r o g (1969), de Barney Platts-Mills

"The r a i n falls h a r d on a h u m d r u m t o w n tagonismo un estamento de la sociedad británica ignorada en


This t o w n has dragged y o u d o w n " . las pantallas: los jóvenes de clase obrera, a quienes se mostraba
W i l l i a m , I t Was Really N o t h i n g tanto en su cotidianeidad laboral como ociosa. Desde estas
The Smiths películas, las maneras de ocupar un cada vez m á s duradero
tiempo fuera del trabajo acaban convirtiéndose en uno de los
B r o n c o B u l l f r o g (1969), esa joya escondida del cine británico principales signos de identificación de la juventud británica.
que recupera el ciclo "This is England", se inicia con un plano B r o n c o B u l l f r o g retoma cierta tendencia realista del semi-
general del East E n d londinense, con su reconocible g a s ó m e - nal cine libre b r i t á n i c o para situarse en los suburbios de un
tro. Barney Platts-Mills, que d e b u t ó como director con este 'Swinging London' en el que los jóvenes han dejado de sentirse
film a sus 25 años, nos sitúa desde el inicio en una geogra- airados, pero t a m b i é n se ven privados de compartir la explo-
fía física y social que había permanecido invisible en el cine sión hedonista de la época (ni tan siquiera tienen dinero para
británico hasta la llegada del F r e e C i n e m a . Antes de pasarse a ir a un cine del centro). La rebeldía del corredor de fondo o el
la dirección, Platts-Mills h a b í a colaborado en, al menos, Esa levantamiento en armas contra el sistema de los estudiantes
c l a s e de a m o r (A K i n d of Loving, 1962), de John Schlesinger, de If... (L. Anderson, 1968) han dejado paso a un tedio que se
por lo que no resulta improbable pensar que asimiló en parte intenta sobrellevar en c o m p a ñ í a . ¿Cómo rebelarse ante una
algunas de las actitudes que esgrimieron los j ó v e n e s airados violencia del estado que ha dejado de ser frontal para deve-
del cine. Pero B r o n c o B u l l f r o g poco tiene que ver con la película nir estructural? El paro y la falta de expectativas laborales, los
de Schlesinger y con otros títulos de ficción del F r e e C i n e m a , bloques de pisos de p r o t e c c i ó n oficial convertidos en guetos
de fuerte carga literaria y teatral, y más bien remite a ese espí- del siglo X X , las nuevas formas de clasismo, de racismo o de
ritu m á s joven de los primeros títulos del movimiento. sexismo son el t e l ó n de fondo de cierto cine b r i t á n i c o que, a
Porque fue en cortos como M o m m a D o n ' t A l l o w (1956), de partir de los años sesenta, muestra c ó m o los j ó v e n e s buscan
Karel Reisz y Tony Richardson, o We A r e t h e L a m b e t h Boys en una serie de rutinas colectivas su manera de escaparse del
(1959), t a m b i é n de Reisz, donde por primera vez tomaba pro- aburrimiento al que les condena el nuevo sistema social.
su identidad individual e integrarse al
grupo. La película presenta la pertenen-
cia a una tribu urbana como una esquizo-
frenia: el tono gris del día a día laboral y
familiar choca con la reafirmación colec-
tiva a la hora de vivir el ocio en grupo los
fines de semana. Cuando a Jimmy se le
desmorona su entorno mod, lleva a cabo
el ritual de desembarazarse del principal
símbolo de identificación del colectivo, la
moto, como forma de liberación antes de
afrontar un nuevo día. De esta manera,
Q u a d r o p h e n i a adopta cierta actitud
revisionista al considerar la subcultura
juvenil como un entorno b á s i c a m e n t e
represivo del individuo.

SONIDOS BRITÁNICOS
Rodada y ambientada en la é p o c a en
que la cultura m o d decaía, P e r f o r m a n c e
(1970) de N. Roeg y D. Cammell se sitúa
en las antípodas de los dos filmes ante-
riores. La película, protagonizada por
M i c k Jagger y James Fox, sí se adentra
en el ambiente de hedonismo sensorial
del 'Swinging L o n d o n ' , pero evita en
todo momento la vocación documental
para, a través de una formulación que
rompe con cualquier inercia realista,
acabar sirviendo la respuesta cinema-
tográfica a las inquietudes culturales
de la Gran B r e t a ñ a de finales de los
sesenta. P e r f o r m a n c e es tan fragmenta-
ria, sexual, psicodélica, ambigua, deca-
dente y confusa como el e s p í r i t u del
B r o n c o B u l l f r o g apunta ya, sin querer convertirse en el retrato momento. Casi diez años d e s p u é s , Derek Jarman consigue
filmar la m á s punk de las películas, J u b i l e e (1979), evitando
sociológico que será años m á s tarde Q u a d r o p h e n i a (Franc
t a m b i é n la tradición realista. Mientras que D o n Letts o Julien
Roddam, 1979), las tendencias grupales de la juventud británica
Temple se encargan del registro documental e historicista de
de la posguerra, labradas en los barrios obreros, con la vesti-
la explosión punk, es Jarman quien, sin sentir esta c o n e x i ó n
menta como principal código de identificación y con la música
con el movimiento, consigue aunar sus propias inquietudes (de
como lenguaje c o m ú n de expresión. Aunque el film sea, sobre
la revisión del teatro de Shakespeare a la mimesis de la pin-
todo, la hermosa historia de dos adolescentes enamorados que
tura barroca) con el z e i t g e i s t
no encuentran el lugar ade-
cuado para d o r m i r juntos, de finales de los setenta. El
mods, skinheads y suedeheads director de Sebastiane man-
han querido apropiarse de tuvo, en una p u r a actitud
B r o n c o B u l l f r o g como la pelí- punk, su idiosincrasia par-
cula que los mostraba en su ticular en una película que
justo momento y no en retros- habla como ninguna otra de
pectiva, como haría la citada la a n a r q u í a como forma de
adaptación del disco de The Who. Q u a d r o p h e n i a aprovechó el vida, la rebeldía como a n t í d o t o del aburrimiento y el sinsen-
revival m o d de los setenta para, a partir del elepé firmado por tido como última forma de provocación.
Pete Townshend, servir una película manifiesto que llegaba T a m b i é n en plena eclosión punk está ambientada Y o u n g
tarde y vivía con a m b i g ü e d a d su condición retrospectiva. El S o u l Rebels (Isaac Julien, 1991), un film que quiere funcionar,
film cumple como inventario de los códigos de identificación y dentro de cierto convencionalismo c i n e m a t o g r á f i c o , como
comportamiento de una subcultura urbana, pero desde su título mosaico de la variedad de identidades de la juventud británica
Q u a d r o p h e n i a habla también del desdoblamiento de personali- de finales de los setenta, aunque tomando como modelo esa
dad del joven protagonista, Jimmy, en conflicto entre conservar ficción de los años ochenta que, con títulos como > pasa a pág. 8
mida social, e c o n ó m i c a y moralmente
hacia el melodrama o la comedia que
busca hacer sentirse bien al espectador.
Su nuevo film, L e D o n k & Scor-zay-zee
(2009) resitúa a su característico perde-
dor en otro contexto, el de un mockumen-
t a r y sobre un músico frustrado que ejerce
de r o a d i e de un rapero para quien consi-
gue un bolo con The Arctic Monkeys.
De las otras tres películas m á s recien-
tes presentada en el ciclo, dos títulos son
retrospectivos. E n A w a y d a y s (2009) Pat
Holden lleva a la pantalla la novela h o m ó -
nima y autobiográfica de Kevin Sampson
adaptada por él mismo. Sampson recuerda
su juventud en Liverpool, donde el abu-
rrimiento m á s que la d e s e s p e r a c i ó n lo
lleva a unirse a una pandilla de h o o l i g a n s
de la mano de su amigo Elvis. El prota-
gonista siente la pulsión de pertenecer a
un grupo que se articula exclusivamente
en torno de la violencia como válvula de
F i s h T a n k (2009), de Andrea Arnold escape de frustraciones varias. La música,
en cambio, funciona en este caso como
M i h e r m o s a lavandería (S. Frears, 1985), actualizaba las coorde- factor de reafirmación individual. A Awaydays le pesa el tono
de la evocación nostálgica: el subrayado, a través de los ralen-
nadas de raza a la hora de enfocar con realismo las relaciones
tíes, de la sobreexplotación de la música de Joy Division, de las
sociales en Gran Bretaña. Como en toda su filmografía, Julien
miradas al horizonte... es su principal forma de expresión.
cuestiona las convenciones que identifican la raza y el sexo,
y aprovecha precisamente la moda del punk para presentar Las tribus urbanas devienen, en cambio, un mero telón de
otras formas minoritarias de reafirmación juvenil a través de fondo sobre el que se dibuja la insólita figura del productor Joe
la música: la de dos jóvenes no blancos que montan una emi- Meek en T e l s t a r (2008) de Nick Moran. E l film deja entrever su
sora de radio pirata para pinchar música s o u l . Los dos protago- origen teatral al presentar la casa estudio de este visionario de
nistas rompen así incluso con su propio estereotipo de etnia: a los sesenta como la guarida única de un creador extraordinario.
los británicos de origen negro caribeño se les presuponía escu- De hecho, en uno de los pocos momentos en que Meek aban-
char m ú s i c a jamaicana. Así sucede en dos filmes anteriores dona su refugio para salir al exterior, comprueba cómo la cul-
que le allanaron el camino a tura juvenil cambia mucho
Julien. P r e s s u r e (1976), de H . m á s r á p i d o de lo que él es
Ové, cumple como la primera capaz de asimilar. Mientras
película británica de ficción en la calle los h i p p i e s toman
"negra". El cineasta trinitense el relevo de los mods, Meek,
no puede evitar por ello la q u i e n h a b í a anticipado l a
funcionalidad realista: pinta m o d e r n i d a d d e los a ñ o s
un fresco que muestra las sesenta con el tema T e l s t a r ,
diferentes actitudes de dos generaciones de ingleses de origen se encierra en su propio mundo paranoico y autodestructivo
caribeño, de la sumisión a la radicalización política pasando para, a través del suicidio, pasar a la historia como figura de
por la más juvenil de las opciones: la adaptación. También se culto en lugar de como productor "one-hit wonder" que no
inscribe en las ficciones de tendencia realista B a b y l o n (1980), supo adaptarse a los nuevos tiempos. F i s h T a n k (2009), de
dirigida por Franco Rosso, que había trabajado como montador Andrea Arnold, se reengancha a la t r a d i c i ó n realista del cine
para Ové en su documental Reggae (1971). E l film sigue las des- b r i t á n i c o para acercarse a los rituales juveniles c o n t e m p o r á -
venturas de un grupo de jóvenes negros que intentan montar su neos, por primera vez además femeninos. La protagonista, M i a
propio s o u n d system, y desprende ese aroma a autenticidad de (Katie Jarvis), una Rosetta que vive en un edificio de protección
la película rodada en las calles donde viven los protagonistas, oficial, no escucha The Who, Sex Pistols ni Joy Division, sino
captando sus inquietudes y sus problemas cotidianos. música R & B . Participar en una coreografía de baile a la manera
de las estrellas norteamericanas es el pasaporte a la aceptación
Shane Meadows pertenece a otro grupo marginal, el del
en el grupo o incluso a la a s c e n s i ó n social. Quizá los gustos
blanco pobre de provincias. Desde su debut en los noventa, el
cambian, pero en la Gran Bretaña del siglo X X I la música sigue
cineasta se ha adscrito a la línea realista con vocación de llegar
siendo la ú n i c a escapatoria real o espiritual para los jóvenes
a un p ú b l i c o amplio, lo que le hace decantar algunos de sus
que no ven horizonte m á s allá del fregadero de la cocina. •
filmes sobre la juventud que se aburre en la Inglaterra depri-
KIKO AMAT

" N o h a b l a n de mí n i de mis a m i g o s " , cantaba en 1986 el grupo honesta la experiencia de subcultura teen. U n a gran mayoría
pop Los Canguros, haciendo referencia a la manera en que la de estas producciones son inglesas, en parte porque lo de las
experiencia adolescente suele ser reflejada en los medios ofi- "tribus" en el Reino Unido es una cosa casi viral, pero también
ciales. O sea, mal. Esta situación, la chapuza y cliché que suelen porque, qué narices, los ingleses son los mejores. Antes de conti-
a c o m p a ñ a r a los informes sobre "tribus" que aparecen en los nuar, sin embargo, querría situar el significado de la "subcultura"
medios, es lo que ha forjado a su vez el lugar común: "Si se e q u i - como fenómeno juvenil de posguerra. Aunque existen múltiples
v o c a n asi c o n l o que sé, qué no inventarán de ¡o que i g n o r o " . U n ejemplos de pandillerismo p r e - r o c k ' n ' r o l l , aquí lo que nos inte-
lugar c o m ú n que, todo sea dicho, se acerca bastante a la reali- resa son los cultos marginales ingleses post-50's: teds, r o c k e r s ,
dad. Ahí, al escuchar hablar de subcultura, es cuando los que b e a t n i k s , mods, skinheads, f r e a k s , r a s t a f a r i s , s o u l b o y s , c a s u a l s ,
pasamos la juventud a su vera vemos que la versión cultural punks... Estas subculturas son grupúsculos más o menos cohesi-
oficial siempre se equivoca. Lo único seguro es que, al final, el vos de jóvenes de clase obrera que manifiestan su rechazo hacia
tratamiento recibido en las películas mayoritarias va a apestar -o separación de- la cultura dominante mediante sus estilos y
colosalmente. rituales secretos (algunos de ellos robados de la cultura madre
Y es que esto, la mirada m a i n s t r e a m fílmica a los clanes juve- y recodificados, como los pulcros trajes m o d s ) . Su insubordina-
niles, es una cosa que casi nunca sale bien; el espectador siem- ción puede ser más o menos obvia, el resultado de su revuelta
pre termina apretando muy fuerte los dientes y cerrando los puede ser trascendente de cara a la sociedad del momento o tra-
ojos, esperando angustiado a tarse de una rebelión "imagi-
que esas imágenes de punks nada", su culto masificado o
con las que el director había en estado de perpetua sub-
sazonado una escena pasen lo terraneidad. E n l a m a y o r í a
más rápido posible. ¿Cuántos de los casos su estilo es una
de nosotros no estuvimos a metáfora, una narrativa, que
punto de echarnos a llorar a trata de explicar su situación;
gritos cuando en Summer of las herramientas con las que
Sam (Spike Lee) aparecía Adrien Brody luciendo lo que el direc- ésta se explica son el estilo, los discos, los clubes y las emiso-
tor suponía que era un atuendo punk? Los fotogramas en los que ras, su consumismo y su hedonismo. Las subculturas son, en
aquel espantajo de pasarela parisina, ataviado como la versión cualquier caso, unidades de rebelión juvenil autosuficiente. Por
Jean Paul Gaultier de un r o a d i e de G B H , destrozaba la guitarra a tanto, sólo alguien con el marco mental adecuado para com-
ritmo de W o n ' t G e t F o o l e d A g a i n , de los Who, son algo que jamás prender sus rituales logrará plasmarlas adecuadamente.
lograremos desincrustarnos de la psique. De todo esto, los que mejor parados salen en el cine son los
Por fortuna, si uno sabe donde buscar al final logrará encon- mods; básicamente porque Q u a d r o p h e n i a (Franc Roddam, 1979)
trar un p u ñ a d o de películas de ficción que reflejan de manera es una de las mejores obras sobre subcultura de la historia. Hay

El revival m o d de Q u a d r o p h e n i a (a la izquierda) y, treinta a ñ o s d e s p u é s , su equivalencia c o n t e m p o r á n e a en A w a y d a y s , de Pat Holden


R o c k e r s en un club de Londres, en 1964. F o t o g r a f í a realizada por Frank M o n a c o

unas cuantas pifias, pero da igual; en cuanto a espíritu, repulsión fenómeno del 'hooliganismo' inglés, The F i r m (1989). E l reciente
por el mundo adulto, rabia codificada y música apabullante, no r e m a k e de la película, resituada en ambiente c a s u a l (los h o o l i -
tiene igual. Como película rebelde que emociona y convierte, gans más elegantes, en quien algunos ven una derivación no-
Q u a d r o p h e n i a es infalible; algo que corroboraron los cientos de musical de los m o d s ) , se une a A w a y d a y s y a The F o o t b a l l F a c t o r y
afiliados automáticos al m o d r e v i v a l que emergieron de las salas en la tríada de filmes dignos sobre Adidas y puñetazos.
donde se proyectó. En cuanto a la comunidad afrobritánica, ésta siempre tuvo
Otros cultos han sufrido lo indecible en cuanto a tratamiento la suerte de que ninguna corporación m a i n s t r e a m blanca mos-
fílmico, pero la talla de las redenciones compensa. Los skinheads trara el menor interés en sus dinámicas; es decir, puesto que
tienen B r o n c o B u l l f r o g (Barney Platts-Mills, 1970), cómo no: un ni Sam Mendes ni James Cameron parecían estar interesados
film sobre desencanto y caída improvisada por miembros de en filmar historias de s o u n d systems, D J s , r u d e boys ni radios
un club de teatro de barrio, skinheads en la vida real. Crimen a piratas, todos los trabajos que han narrado sus interioridades se
p e q u e ñ a escala, amor, conflicto de clase, trifulcas y botas: si la han hecho desde dentro. De ahí surgen las fantásticas B a b y l o n
experiencia s k i n h e a d de finales de los años sesenta se pareció a (Franco Rosso, 1980), que relata las experiencias de un s o u n d
algo, es a esta especie de artefacto medio N o u v e l l e V a g u e obrero, system del oeste de Londres, o la grandiosa P r e s s u r e (Horace
medio Cassavettes lumpen. No esperen encontrar aquí explica- Ové, 1975): una mirada a la radicalización de un sector de la
ciones sobre el culto o racionalizaciones de la revuelta; esto son comunidad negra inglesa coescrita por Samuel Selvon (el autor
skinheads como chicos callejeros que no se hacen demasiadas de The L o n e l y L o n d o n e r s ) y basada en el líder del B l a c k P o w e r
preguntas (ni tienen demasiadas respuestas). británico en los años sesenta y setenta: Michael X.
Para una óptica de lo s k i n h e a d más inclusiva está, claro, la lau- E l submundo negro/gay de radios piratas de f u n k y clubes
reada T h i s i s E n g l a n d , de Shane Meadows. Mucha gente mani- oscuros también había sufrido unos parecidos síntomas de apes-
festó decepción al verla, pues se v e n d i ó como una especie de tación fílmica, hasta que Isaac Julien realizó la adecuadamente
Q u a d r o p h e n i a para skins (incluso el cartel era un tributo a aqué- titulada Y o u n g S o u l Rebels (1991). Ambientada en el jubileo de
lla) cuando en realidad era un film de realismo w o r k i n g class a lo la reina en 1977, YSR narra una historia secreta de aquel año que
M i k e Leigh, sólo que con chavales rapados. No hay demasiada no corresponde con la versión oficial de los periodistas blan-
exultación en T h i s i s E n g l a n d , y desde luego el par de clichés cos del N M E , pues en 1977 el p u n k r o c k no reinaba en todas
sobre skinheads nazis casi consiguen defenestrar todo el metraje partes, y un amplio sector de la capital inglesa seguía vibrando
(esa imagen del niño lanzando la bandera al mar era puro vídeo a ritmo de P h i l l y S o u l y L o v e r s Rock. Y o u n g S o u l Rebels cumple,
de Alanis Morrissette). Si lo que buscan, sin embargo, es una a la sazón, una función compartida por todos los títulos men-
obra que aúne durísima crítica social y skinheads incorregi- cionados: narrar historias no contadas, fragmentos del siglo
bles, vayan a por M a d e i n B r i t a i n , de Alan Clarke. E l protago- XX que h a b í a n sido marginados de la versión académica. Al
nista (Tim Roth) es un maléfico pelao a n t i - e s t a b l i s h m e n t que visionarios, uno adquiere una nueva perspectiva respecto a los
no pueden explicar ni sociólogos ni agentes sociales. Un ente tiempos que vivimos: en la calle se vivieron así; es sólo que
auténticamente antitodo y amoral, por decreto y herencia. Alan aquellas guerras p e q u e ñ a s no salían nunca en los periódicos.
Clarke fue también el artífice de la primera mirada auténtica al Por fortuna, algunas veces alguien decidió filmarlo. •
Mujer frente a un muro pintado. Londres, 1964. F o t o g r a f í a realizada por Richard Braine

Inglaterra, entonces y ahora


A N D R E S HISPANO

Que el colonialismo nunca estuvo motivado por otra cosa que producciones comerciales como F l a m e i n t h e Streets (Baker,
la explotación inmisericorde lo prueba el desprecio con que las 1961) o To S i r w i t h L o v e (Clavell, 1967), muy en la línea de las
naciones coloniales, entre las que nos encontramos, han reci- norteamericanas S e m i l l a de m a l d a d (Brooks, 1955) o A d i v i n a
bido a los hijos de sus antiguas posesiones. Siglos después, y a quién v i e n e esta noche (Kramer, 1967), así como con otras de
pesar de esa resistencia, la identidad de los países conquista- carácter m á s alternativo como B r o n c o B u l l f r o g (Platts-Mills,
dores ha sido transformada por sus ahijados de ultramar, que 1969), en las que el objetivo era el fenómeno skinhead, reacción
nos traen de vuelta más de lo que fuimos a buscar. airada ante el nuevo rostro de su país, ya distante de la postal
En esta suerte de justicia retroactiva, el Reino Unido no es victoriana que todavía vendía la propaganda bélica en las pelí-
excepción, y la prueba es que ya no es posible describirlo hoy culas de Humphrey Jennings.
sin el olor a c u r r y , los ritmos jamaicanos n i los destellos del La posguerra b r i t á n i c a conoció las primeras migraciones
lujo árabe. Todo ello forma parte de su retrato y, desde fuera, masivas desde las antiguas colonias, especialmente desde las
se ve como un signo de riqueza que impulsa su imagen cosmo- c a r i b e ñ a s Trinidad, Tobago y Jamaica, modificando en poco
polita y cultura popular. tiempo la fisonomía de sus ciudades. Los altercados de Notting
De las fricciones que ha supuesto la c o n s t r u c c i ó n de esa H i l l (Londres, 1958), hicieron a todos conscientes de las tensio-
sociedad, sin embargo, son testigo los titulares de prensa y, en nes que esta transformación estaba comportando. El carnaval de
gran medida, las pantallas. Dejando aparte algún título pio- Notting H i l l nace en 1959, precisamente, como un esfuerzo ins-
nero que ya reflejaba tensiones raciales en la sociedad de los titucional por reconocer y conciliar a la comunidad londinense
años treinta (como en la vanguardista B o r d e r l i n e , protagoni- de origen caribeño. Fue esta comunidad la que se e n t u s i a s m ó
zada por el gran b a r í t o n o y activista político Paul Robeson), el con el estreno de la jamaicana C a i g a q u i e n c a i g a ( T h e H a r d e r
cine británico despierta al tema racial en los años sesenta, con they C o m e ; Henzell, 1972) y la que celebró que un nativo suyo,
A FINALES DE LOS AÑOS SETENTA SE
PRODUCEN LAS PRIMERAS CINTAS QUE
DENUNCIAN EL RACISMO C O M O
CICATRIZ IMPOSIBLE DE DISIMULAR

claramente el racismo como una cicatriz imposible de disimu-


lar en el retrato de la vieja Britannia, sumida entonces en una
crisis económica e identitaria que Margaret Thatcher gobernó
con dureza y flemática altivez. Éste era un reino hipócrita, capaz
de matar por las Falklands pero reacio a los nuevos colores en su
geografía, fruto directo de sus aventuras coloniales.
La realidad, sin embargo, es tozuda y deja huellas por todas
partes. Una sociedad como la inglesa, que tanto ha aportado a
la cultura popular occidental, y que sabe perfectamente cómo
engrasar eso de la industria cultural, no iba a despreciar el con-
tagioso legado con que llegaban estos inmigrantes caribeños.
La escena musical de los a ñ o s ochenta estuvo marcada
enormemente por el r e g g a e , que no se e n t e n d i ó en Londres
como algo importado, sino casi como propio, con figuras como
L i n t o n Kwesi Johnson o D o n Letts, capaces de vincular ese
ritmo al activismo político, la poesía, el cine y la irreverencia
punk. La escena musical ha representado para estas comuni-
dades de inmigrantes una patria (transportable, enchufable...
posible) fuera del caribe y, desde luego, un efectivo m e e t i n g
p o i n t en su nueva y pálida vecindad.
Desde Q u a d r o p h e n i a (Roddam, 1979) a B a b y l o n (Rosso,
De arriba abajo: B a b y l o n (Franco Rosso, 1980) y P r e s s u r e (Horace O v é , 1976) 1980), la música es mostrada ocasionalmente como un agluti-
nante donde tantos otros argumentos fracasaron en la paz del
Horace Ové (Trinidad, 1939), fuera el primer negro en rodar un m e l t i n g p o t . Ninguna de estas cintas, sin embargo, escamotea
largo en Inglaterra. Ové estrenó P r e s s u r e en 1976, el año en que el hecho de que la música es t a m b i é n excusa para el conflicto
Notting H i l l estalló de nuevo, aunque esa era ya otra Inglaterra. (Mods vs. Rockers, en el caso de Q u a d r o p h e n i a ) ni de que la
En esta ocasión había jóvenes blancos en los carnavales, jóve- violencia sigue n u t r i é n d o s e de violencia, miedo e ignorancia,
nes que entendían la fiesta, y hasta la lucha por la integración, realimentando el odio e impermeabilizando a unas comuni-
como suya. Dos de aquellos j ó v e n e s , Joe Strummer y M i c k dades de las otras. E l pesimismo tiñe finalmente B a b y l o n , que
Jones, inmortalizaron los altercados en una canción, W h i t e R i o t , muestra al Londres blanco y a su subsuelo rastafari como dos
emblemática entre las que interpretaron The Clash. mundos irreconciliables.
E n Y o u n g S o u l Rebels (Radio pirata; Julien, 1991), el hori-
LA CONQUISTA NEGRA zonte era otro; ya no se trataba de denunciar abiertamente la
P r e s s u r e , en su estilo parco y directo, reconocía la importan- fricción racial, sino de ensanchar el imaginario hacia nuevos
cia de la cinta de Henzell (a su vez inspirada por el realismo de géneros y áreas de conflicto. E n este caso, de realizar un t h r i -
Pontecorvo), la primera en mostrar a gente como ellos como pro- l l e r queer protagonizado por actores de color, en el que la hipo-
tagonistas y la primera producción caribeña en cosechar éxito tética sorpresa del espectador sería la expresión a denunciar.
en el circuito de Midnight Movies europeo y norteamericano. ¿Y por qué no? A fin de cuentas, la idea no era del todo nueva.
Ové ofreció en P r e s s u r e un testimonio sin ornamentos de lo que M i h e r m o s a lavandería (Frears, 1985) ya combinó en forma de
la vida en Inglaterra suponía para un joven de color: dificultades comedia ácida la temática gay con la racial, demostrando que la
para encontrar trabajo, dificultades para divertirse y, entre una suma de adversidades podía funcionar en taquilla sin menos-
y otra cosa, acoso y brutalidad policial. Ové reconoció muchas cabo del efecto reivindicativo. Desgraciadamente, Y o u n g S o u l
experiencias propias en el guión. Rebels es un mal t h r i l l e r . Afortunadamente, Julien tiene otros
Todo esto tenía lugar, cabe recordarlo, en el momento álgido foros en los que expresarse, ya que es un reconocido artista
del Blaxploitation Cinema, conquista negra de las pantallas que que trabaja, principalmente, en instalaciones audiovisuales.
rehuía de la denuncia y el realismo para crear una nueva mito- En cualquier caso, la idea de un Reino Unido monocolor ha
logía afroamericana a partir de la celebración cómica, hiperbó- pasado ya a la historia. Para darse cuenta de la transformación
lica y sensual de la negritud. Nada que ver con la austeridad y sufrida en unas pocas décadas, bastaría con revisar We a r e t h e
el tono documental con los que Ové plantó cara. P r e s s u r e , junto L a m b e t h Boys (Reisz, 1958), un retrato de teddy boys británicos
a B u r n i n g a n I l l u s i o n (Shabazz, 1981), ambas producidas por el en el que nadie parece advertir lo efímero del escenario que están
BFI y rodadas en 16 mm, fueron las primeras cintas en denunciar pisando... y eso que Notting H i l l estaba a punto de estallar. •
En busca de un futuro
REFLEJOS FÍLMICOS DE LAS TENDENCIAS MUSICALES
E D U A R D O GUILLOT

E l cine británico no inició con buen pie su relación con el r o c k


a n d r o l l , la manifestación musical por antonomasia de las sub-
culturas juveniles. Y no fue un caso excepcional: en la cuna del
r o c k había ocurrido lo mismo. Tras el período de incertidum-
bre posterior a la Segunda Guerra Mundial, en Estados Unidos
se opera un proceso de esplendor e c o n ó m i c o que propicia el
nacimiento de los llamados teenagers, jóvenes que disponen de
un trabajo y, por tanto, de poder adquisitivo, y que necesitan
una oferta de ocio acorde con sus necesidades.
La conversión de los jóvenes en sujetos sociales a u t ó n o m o s
y su e m a n c i p a c i ó n e c o n ó m i c a los convierte en objetivo de
la industria cinematográfica, que no tarda en incorporar los
nuevos modelos de conducta en personajes como el M a r l o n
Brando de ¡Salvaje! (The W i l d One; Laszlo Benedeck, 1954) o
el James Dean de Rebelde s i n causa (Rebel Without a Cause;
Nicholas Ray, 1955). D e l mismo modo, los í d o l o s masivos
del r o c k , surgido en contraposición a los modelos anteriores
(orquestas de s w i n g , c r o o n e r s ) , accederán a la gran pantalla,
que se convierte en un vehículo promocional para la industria
discográfica, aliada con la cinematográfica en su finalidad de
explotar al nuevo sector de público.
Así, la p r o d u c c i ó n r o c k anglosajona de los años cincuenta
está plagada de cintas propagandísticas y acríticas, películas Arriba, Mick Jagger en un trasunto de su imagen pública ( P e r f o r m a n c e , 1970).
de argumento inocuo (y generalmente reaccionario), cen- Abajo: la subcultura s k i n h e a d en B r o n c o B u l l f r o g (1969) y T h i s i s E n g l a n d (2008)

tradas en a s é p t i c o s romances adolescentes o en tramas del


subgénero j u v e n i l d e l i n q u e n c e , y utilizados como excusa para LA LLEGADA DEL MOVIMIENTO PUNK
el consabido desfile de artistas o para confeccionar ficciones a
la medida de su estrella protagonista. ALLANÓ EL CAMINO A UN PUÑADO
El panorama cambia en Gran B r e t a ñ a con la i r r u p c i ó n de DE ASPIRANTES A CINEASTAS
Richard Lester. Si The Beatles habían revolucionado la música
pop, el cineasta que se asoció con ellos en ¡Qué noche la del a q u e l
día! (1964) puso de manifiesto que el cine podía ser una herra- favorecido por la new w a v e para financiar la película clave del
mienta útil para reflexionar sobre la incipiente cultura de masas movimiento, que ha tenido su equivalencia c o n t e m p o r á n e a en
(abonada por el desarrollo de los medios de comunicación y la la reciente A w a y d a y s (Pat Holden, 2009).
aproximación entre manifestaciones artísticas populares y h i g h A finales de los años sesenta aparece un título que conecta con
culturé). Desgraciadamente, el F r e e C i n e m a no quiso, o no supo, la tradición realista británica y ofrece una interesante aproxi-
profundizar en el tema. Los a n g r y y o u n g men que retrataron a mación a la subcultura skinhead. B r o n c o B u l l f r o g (Barney Platts-
la clase obrera ignoraron que la pertenencia a subculturas que Mills, 1969) es un film rodado con actores no profesionales que
manifestaban su resistencia a base de actitudes y estéticas ritua- captura de manera convincente la vida cotidiana de un grupo de
lizadas, como los teddy boys, formaba parte del fresco social de jóvenes de clase trabajadora del East E n d londinense. En 2006,
su época y estaba contribuyendo a cambiar su fisonomía. el fenómeno s k i n h e a d sería abordado desde un ángulo distinto
U n a tendencia que, salvo contadas excepciones, se mantuvo en T h i s I s E n g l a n d , film que colocó en el mapa internacional a
en los años sesenta del S w i n g i n g L o n d o n . Los r o c k e r s (evolución Shane Meadows, un cineasta que ha seguido mostrándose sen-
de los iniciales teddy boys) y los mods (seguidores del m o d e r n sible a inquietudes juveniles (Somers T o w n , 2008) y a la cultura
j a z z ) se reunían en Brighton para dirimir sus enfrentamientos r o c k (el m o c k u m e n t a r y titulado L e D o n k & Scor-zay-zee, 2009).
violentamente, pero hasta 1979 no e n c o n t r a r í a n reflejo en el Coetánea de B r o n c o B u l l f r o g , aunque radicalmente diferente,
cine. L a culpa fue de The Who, productores de Q u a d r o p h e n i a es P e r f o r m a n c e (Donald Cammell / Nicolas Roeg, 1968), que
(dirigida por Franc Roddam), que aprovecharon el r e v i v a ! m o d ejemplifica otra vertiente de la penetración del r o c k en el cine,
La llegada del movimiento punk allanó el
camino a un p u ñ a d o de aspirantes a cineasta,
que adoptaron su filosofía (el famoso "hazlo tú
mismo") para lanzarse a rodar y dar fe audio-
visual de su entorno. J u b i l e e (1978), de Derek
Jarman, es un manifiesto punk en clave de
parábola política por el que desfilan algunas
figuras de la escena londinense, como Adam
Ant, The Slits o Toyah Wilcox, que t a m b i é n
aparecería en la citada Q u a d r o p h e n i a , cuyo
protagonista principal, P h i l Daniels, enca-
beza el reparto de L a r o c k e r a (Breaking Glas;
Brian Gibson, 1980), drama r o c k ambientado
en una ciudad en la que la juventud blanca
convivía estrechamente con los descendien-
tes de emigrantes pakistaníes o jamaicanos, y
donde el r e g g a e tenía las mismas connotacio-
nes rebeldes que el punk.

CAMINOS A EXPLORAR
La primera p e l í c u l a de p r o d u c c i ó n jamai-
cana de la historia fue, precisamente, un film
con el r e g g a e como ingrediente principal,
C a i g a q u i e n c a i g a (The Harder They Come;
Perry H e n z e l l , 1973). La industria inglesa,
consciente de la p e n e t r a c i ó n del g é n e r o
c a r i b e ñ o entre la juventud del país, favore-
ció la producción de películas como P r e s s u r e
(Horace Ové, 1976), que aborda la desorien-
tación de un joven nacido en Inglaterra, pero
con origen familiar en la isla de Trinidad. O
B a b y l o n (Franco Rosso, 1980), sobre otro
inglés de segunda generación, encarnado por
Brindsley Forde (fundador de Aswad), que
lidera un s o u n d system en Londres. M á s cer-
cana en el tiempo, Y o u n g S o u l Rebels (Isaac
Julien, 1991) se sitúa también a finales de los
setenta, y aunque adopta aire de un t h r i l l e r y
aborda cuestiones de identidad sexual, pro-
Fergal Sharkey de los Undertones, en Lancashire, 1979. F o t o g r a f í a de Syd Shelton
pone un retrato de la juventud negra, su cul-
tura y su papel en la sociedad de su tiempo,
en el que la m ú s i c a es un elemento clave. Las tres son ficcio-
al usar en beneficio propio el protagonismo de M i c k Jagger.
nes testimoniales que suponen el equivalente cinematográfico
Pero las cosas han cambiado desde las películas iniciáticas de
de álbumes como S a n d i n i s t a ! (The Clash, 1980), que compri-
los años cincuenta. El papel del cantante de The Rolling Stones
m í a n entre surcos de v i n i l o la realidad multicultural de un
no tiene nada que ver con los encarnados por Elvis Presley. De
país gobernado con mano de hierro por Margaret Thatcher
hecho, su personaje puede interpretarse como un trasunto de
y en el que la j u v e n t u d , como gritaban los Sex Pistols,
su imagen pública: una estrella del r o c k hedonista, en busca de
no t e n í a futuro.
e s t í m u l o s sexuales y experiencias lisérgicas. Desde tal pers-
pectiva, resulta lógico que Roeg escogiera posteriormente a Perdidos para la causa algunos realizadores que p a r e c í a n
David Bowie para encarnar al extraterrestre de E l h o m b r e que recoger en sus comienzos el legado del cine juvenil b r i t á n i c o
cayó a l a T i e r r a (The M a n W h o Fell to Earth, 1976). Ambas (como Danny Boyle, que con T r a i n s p o t t i n g filmó en 1996 el
arrojan un poco m á s de luz sobre la poliédrica personalidad alegato generacional de la d é c a d a ) , los herederos actuales
de las estrellas que las interpretan, pero e s t á n muy lejos del de los directores surgidos con el punk son cineastas como
b i o p i c al uso, otro procedimiento explotado por el cine (desde Andrea Arnold, que en F i s h T a n k (2009) traza el retrato de
la perspectiva documental o ficcionando los hechos originales) una adolescente p r o b l e m á t i c a actualizando los presupues-
para aproximarse a la cultura r o c k . T e l s t a r (Nick Moran, 2008), tos del F r e e C i n e m a , eludiendo supeditaciones coyunturales
que recrea la vida del excéntrico productor Joe Meek, es uno (musicales, estéticas) y, quizá, marcando el camino a seguir
de los ejemplos más recientes de un g é n e r o en pleno auge. en el futuro. •
BREAKING GLASS, DE BRIAN GIBSON

Musical busca generación va siendo masticada por la industria dis-


cográfica y tragada por el éxito comercial.
Su imputable falta de originalidad argu-
mental no pesa demasiado en una pelí-
cula de contagioso entusiasmo y angustia
juvenil, que no huye de las contradiccio-
nes de unos personajes que no saben lo
que quieren pero sí lo que rechazan (los
mánagers, los contratos, la electricidad...);
que fascina por una cuidada estética que,
desde el maquillaje de la protagonista al
regusto onírico de los planos generales de
Londres, es muy probable que inspirase
a los creadores de B l a d e Runner (Ridley
Scott, 1982); que se mueve despreocupa-
damente entre los clichés del mundo de
la música popular y su denuncia al eficaz
ritmo que marca una banda sonora, esta
Angustia juvenil en una película que fascina por su cuidada estética
sí de culto, bajo la batuta del notorio Tony
Visconti (productor de David Bowie, T-
Rex, Morrisey..., etc.).
JAVIER G A R M A R sea sólo un año mayor que otro título de
culto juvenil como Q u a d r o p h e n i a (Franc Más allá de la anecdótica coincidencia
Inconformismo, frescura, estética singu- Roddam, 1979), la película no retrata un de un reparto lleno de futuras estrellas
lar, canciones con carácter, trama senci- grupo concreto, sino que respira en una b r i t á n i c a s (Phil Daniels como el bien-
lla, mensaje directo, jóvenes actores que tierra de nadie que ha quedado enterrada intencionado mánager, Jonathan Pryce
luego triunfaron y una mezcla de amar- a caballo entre la crudeza del por enton- como el discreto saxofonista, Peter-Hugo
gura y esperanza final. B r e a k i n g G l a s s ces agonizante punk, la aún embrionaria Daly...), en B r e a k i n g G l a s s brilla la natu-
t e n í a todos los elementos para conver- nostalgia melódica de la New Wave y el ralidad y fluidez de unas interpretacio-
tirse en una película generacional. Todos futurismo apocalíptico de los ochenta. nes que devuelven al t ó p i c o de "pero
salvo uno: la g e n e r a c i ó n a la que repre- L a r o c k e r a , como se rebautizó aquí en qué buenos son los actores b r i t á n i c o s " .
sentar. Eso explica q u i z á s por q u é la su momento, cuenta la familiar histo- Destaca entre todos ellos su protagonista,
huella de este electrizante musical b r i - ria del descubrimiento y ascenso de una Hazel O'Connor. Su intensa interpreta-
t á n i c o estrenado en Cannes de 1980 se artista con actitud y su posterior deca- ción de Kate fue para ella una bendición,
ha ido difuminando. Y es que, aunque dencia creativa y personal a medida que pero también debió ser una condena visto

Brian Gibson
B r e a k i n g Glass (1980) fue su billete a Hollywood. Antes, el trabajo de las biografías fueron los ingredientes que destacaron en su filmogra-
Brian Gibson (Reading, 1944) en el programa divulgativo H o n z o n le fía posterior que incluye, entre otros, varios especiales para la H B O
había permitido reciclar su formación científica - i b a camino de ser como el dedicado a la bailarina, actriz y cantante Josephine Baker
médico- y, de paso, le valió prestigiosos galardones como el BAFTA - T h e J o s e p h i n e B a k e r Story (1991)- o al cazanazis Simon Wiesenthal,
o el Prix Italia. Tras dirigir películas como The B i l l i o n D o l l a r B u b b l e además del b i o p i c protagonizado por Angela Basset: Tina ( W h a t ' s
(1976), protagonizada por un joven James Woods, o G o s s i p From the Love G o t t o D o With It, 1993). Una nueva historia en torno a un grupo
Forest (1979) ya en Estados Unidos se estrenó con el clásico marrón de rock, S i e m p r e l o c o s (1998), fue la última película que dirigió antes
de dirigir una secuela: P o l t e r g e i s t II. El otro l a d o (1986). La música y de morir a causa de un sarcoma en 2004, con sólo 59 años.
el título del espectáculo con el que, casi desgarro que es la perfecta expresión de no en una revolución sino en el thatche-
tres d é c a d a s d e s p u é s , recorre las Islas: la época de incertidumbres que rodea la rismo (por si no querías sopa). Con la tra-
B e y o n d B r e a k i n g G l a s s ( m á s allá de...). acción. dicional sensibilidad del cine británico
E l l a misma es l a compositora de esas Precisamente, además de por su banda con su realidad social, B r e a k i n g G l a s s no
canciones angustiadas con la progresiva sonora, hoy la película se recuerda por ignora lo que sucede sino que paro, huel-
robotización de nuestras almas ("nobody transcurrir durante el conocido como gas, abuso policial o racismo se incorpo-
l a u g h s , nobody c r i e s / w o r l d w i t h o u t end, Invierno del Descontento, unos meses ran -de manera superficial- como parte
f o r e v e r a n d ever, Amen", canta con u n entre 1978 y 1979 de convulsas protes- de su acción. Lo avisa Kate en la canción
vestido pirateado luego en T r o n ; Steven tas en contra de las medidas anticrisis inaugural: "Take a l o o k a t w h a t ' s g o i n g o n ,
Lisberger, 1982), y las interpreta con un del gobierno laborista que terminaron have y o u seen t h e w r i t i n g o n t h e w a l l " . •

ÁNGEL QUINTANA poniendo en juego una a t r a c c i ó n que van a alterar el relato cinematográfico.
oscila entre la paternidad ausente y sus El primero tiene que ver con la posibi-
En determinados á m b i t o s de la crítica deseos de adolescente. lidad de presentarse a una audición de
c i n e m a t o g r á f i c a se tiende a clasificar M i a , la protagonista, se siente menos- danza y el segundo es la presencia del
la fulgurante carrera de Andrea A r n o l d preciada por sus amigos. Su vida familiar amante de su madre, un guardia de segu-
en la esfera de la escuela realista britá- está alterada por las disputas que man- ridad irlandés.
nica. La cineasta es vista como la princi- tiene con su madre, una rubia oxigenada F i s h T a n k no se basa ni en el retrato
pal representante del h i p o t é t i c o relevo que es incapaz de comprender a su hija. psicológico ni en la b ú s q u e d a de una
generacional del legado de K e n Loach El ú n i c o modo que tiene para poder estructura m e l o d r a m á t i c a . A n d r e a
o M i k e Leigh. El mundo que describen llegar a superar sus crisis es bailar. M i a A r n o l d quiere mostrar u n r e c o r r i d o
sus dos largometrajes ( R e d Road, 2007, baila sola en su apartamento y aspira a vital para de este modo poder ofrecer
y F i s h Tank, 2009) es visto como un uni- llegar a l g ú n día a ser una profesional al espectador la posibilidad de diseccio-
verso en crisis. Los personajes pasean de la danza. En la vida de M i a se pro- nar un universo adolescente y capturar
por los no lugares que integran las peri- ducen dos acontecimientos claves que algunas de las contra- > pasa a pág. 18
ferias de determinadas ciudades anóni-
mas, las familias e s t á n absolutamente F i s h T a n k trata de diseccionar algunas contradicciones de la pubertad a través de la adolescente Mia
desestructuradas y existe una sensación
de profundo abandono social. No obs-
tante, si miramos atentamente el tono de
los dos largometrajes de Andrea Arnold,
nos encontraremos con que su punto
de partida se aleja notablemente de sus
precedentes. Andrea A r n o l d no es una
cineasta de lo social sino de lo individual,
no le interesan las crisis colectivas sino
la crisis individual del deseo femenino.
Desde esta perspectiva, F i s h T a n k puede
ser descrita como la c r ó n i c a de las t r i -
bulaciones de una chica de quince años,
que vive desconcertada frente a la edad
adulta, que intenta asumir su p r o p i a
soledad y no encuentra n i n g ú n equili-
brio emocional en su entorno. El deseo
femenino despierta gracias a la presen-
cia de un hombre, el nuevo amante de
su madre, hacia el que intenta acercarse
dicciones de la pubertad. Desde esta den del modelo formal de F i s h T a n k es el figura de Alan Clarke, el director de ese
perspectiva, resulta muy interesante el uso que efectúa del encuadre. La imagen ejercicio de estilo sobre el terrorismo
modo en que Andrea A r n o l d propone surge en el modelo cuadrado de 1:33, el irlandés titulado E l e p h a n t que inspiró la
su trabajo de puesta en escena. C o m o mismo que u t i l i z ó Gus V a n Sant para película de Van Sant. Andrea Arnold no
en las películas clásicas de la escuela rodar E l e p h a n t . L a referencia a Gus Van ha dejado de declarar el apego que siente
realista b r i t á n i c a , la c á m a r a se mueve Sant no es gratuita, porque si intentamos hacia el cine de Clarke y de reconocer
de forma inestable, intentando captu- indagar en los referentes con los que que los desafíos de su estilo tienen algo
rar la realidad como si fueran a u t é n t i - juega la cineasta nos encontramos con la que ver con su herencia. •
cos pedazos de vida en bruto, mientras
que cierto feísmo estalla en el gesto de
m o s t r a c i ó n de un ambiente. El discurso

Andrea Arnold
general no cesa de articularse en p r i -
mera persona, la cámara sigue y persigue
a la protagonista, creando una especie
de subjetividad cognitiva en su audien-
cia. El espectador no tiene posibilidad
La carrera de Andrea Arnold empezó en el mundo de la televisión británica, donde durante
de saber otras cosas m á s que las que va
muchos años fue la presentadora de un programa infantil, emitido los sábados por la ma-
mostrando la acción.
ñana, titulado N u m b e r 17. En 2004 ganó el Oscar al mejor cortometraje por Wasp, la cró-
M i a no es un personaje demasiado nica de una madre que duda en acercarse a su nuevo amante para no interferir en la vida
alejado de Rosetta, la protagonista de de sus cuatro hijos. A partir de este momento la corta carrera cinematográfica de Andrea
la p e l í c u l a h o m ó n i m a de los hermanos Arnold ha ido acompañada de diversos premios. R e d R o a d (2007) ganó el premio Especial
Dardenne. Es una joven a la deriva y del Jurado en Cannes, La película, rodada en Escocia con una cámara de pequeño forma-
la c á m a r a no cesa de dar cuenta de sus to y con iluminaciones naturales, formaba parte del proyecto Advance Party, compuesto
actos. A diferencia, sin embargo, de la por tres primeros largometrajes que debían ajustarse a unos principios cercanos a los del
p e l í c u l a de los Dardenne, lo mostrado movimiento Dogma 95. Entre las compañías productoras de la película estaba la empresa
no es tan crudo, ni el tono conductista de Lars Von Trier Zentropa. Su segundo largometraje, Fish Tank (2009), volvió a ganar el
llega a los límites de una radicialidad premio del Jurado del Festival de Cannes, compartido con Thirst, de Park Chan-wook.
que no ofrece ninguna puerta posible a la
empatia. Otro de los rasgos que sorpren-

JAIME PENA trabajo de un gran documentalista; dos, pocos el signo de los tiempos. Siendo
la m á s improbable, es que sí sea un pro- justos d e b e r í a m o s reconocer que, de
Más de treinta años después de su reali- ducto i n e q u í v o c o de su é p o c a , o m á s algún modo, t a m b i é n c o n t r i b u y ó a su
zación J u b i l e e alienta una sospecha: ¿no todavía, que la película sea esa época, que invención.
nos h a b r á n e n g a ñ a d o siempre con el la contenga y que todo lo que la repre- Para alguien poco o nada afín al culto
año de realización (1977) y la de Derek senta, o que nos hemos acostumbrado a m o n á r q u i c o es probable que el jubileo
Jarman no s e r á en realidad una p e l í - identificar con ella, haya emanado de la de la reina Isabel II constituya apenas
cula de é p o c a rodada diez, veinte años propia película. Es improbable, ya digo, una nota a pie de p á g i n a en la historia
d e s p u é s para celebrar algún aniversario pero es lo que ocurre con J u b i l e e . O es lo del r o c k , la de las imágenes de D i o s s a l v e
nostálgico del punk? Ante obras capa- que ocurre cuando vemos en el año 2009 a la reina (Great Rock'n'Roll Swindle,
ces de captar con tanto detalle el zeit- J u b i l e e . De repente oímos en los diálo- 1980) en las que se ve a los Sex Pistols
g e i s t de su época sólo cabe presuponer gos expresiones como " b l a n k g e n e r a t i o n " en una barcaza surcando el T á m e s i s e
dos alternativas: una, la más probable, es o "no f u t u r e " que se han convertido en interpretando el himno G o d Save The
que estemos ante el perfecto f a k e que ha e m b l e m á t i c a s , casi al m i s m o tiempo Queen. Ahora parece, supongo que tam-
sabido cuidar al detalle todos los datos que las cantaban Richard H e l l y Johnny b i é n entonces, una gigantesca broma
de ambientación, la típica película que Rotten, y no podemos dejar de afirmar de la historia que en 1977 coincidiesen
h a b r í a que atribuir en primer lugar al que Derek Jarman supo captar como dos eventos tan a n t a g ó n i c o s : el primer
Derek
Jarman
Artista multidisciplinar británico nacido
en 1942 y fallecido en 1994, víctima del
Sida. Antes de debutar como realizador
con S e b a s t i a n e (1976), una epopeya
homoerótica hablada en latín, Jarman
había trabajado como diseñador artístico
para Ken Russell en Los d e m o n i o s (1971)

y El Mesías salvaje (1972). Quizá de ahí le


venga su afición al género de las b i o p i c s
de época, con toda probabilidad la
vertiente de su filmografía más conocida,
que incluye títulos como C a r a v a g g i o
(1986), Eduardo II (1991) o Wittgenstein
(1993), que emergen como relecturas
abiertamente gays de la Historia. A
su lado conviven otros Jarman: el
realizador experimental de The L a s t
of E n g l a n d (1988) o Blue (1993), una de
las películas más bellas de la historia
del cine; el realizador de vídeoclips
de muchos grupos del punk y la n e w
w a v e (Throbblng Gristle, Orange Juice,
Marc Almond, The Smiths); el pintor, el
paisajista, el escritor, el activista gay...
Otros títulos que vienen a completar su
filmografía son The tempest (1979), In The
S h a d o w of The Sun (1980), The A n g e l i c
Conversation (1985), War Requiem (1989)

y Glitterbug (1994).

La v o c a c i ó n abiertamente paródica de J u b i l e e parece anticipar al primer A l m o d ó v a r

cuarto de siglo de la reina Isabel II y No obstante, Jarman comienza su pelí- cios monárquicos han sido reconvertidos
la e x p l o s i ó n del punk ejemplificada en cula en pleno siglo X V I , durante el rei- en estudios de grabación e incluso algún
la salida puntual de Never M i n d The nado de Isabel I. Casi parece un guiño, barrio, tal como el nuevo Pimlico, se ha
B o l l o c k s , la banda sonora inesperada un r a c c o r d perfectamente establecido declarado independiente e impuesto un
para tan magno y pomposo aconteci- con su primer largometraje, Sebastiane régimen racista y homófono (que descu-
miento. Lo que sí sabemos ahora, quizá (1976), como si considerase demasiado bramos por allí a un Hitler envejecido no
entonces no estaba tan claro, es que brusco saltar de la é p o c a romana (¡y el nos debe sorprender). Esta vocación tan
los Sex Pistols y su oportuna e c l o s i ó n latín!) al Londres moderno, aunque sea abiertamente p a r ó d i c a no e s t a r á muy
fueron el fruto de una mente endia- un Londres retratado con una e s t é t i c a presente en el resto de la filmografía
bladamente dotada para el m a r k e t i n g , k i t s c h en el que el g l a m domina a sus de Jarman, pero en J u b i l e e parece anti-
M a l c o l m M c L a r e n . No puede decirse lo anchas. Del primer p e r í o d o isabelino al cipar al primer Almodóvar, el de P e p i ,
mismo de J u b i l e e , una película de bajo segundo, ese es el deseo que se le ofrece L u c i , Bom y o t r a s c h i c a s d e l montón y
presupuesto rodada a lo largo de 1977 a su majestad, viajar en el tiempo y ver L a b e r i n t o de pasiones. E n resumen,
y con mucho afán provocador, pero sin c ó m o se desenvuelve su tocaya y suce- J u b i l e e sería u n A l m o d ó v a r sin melo-
n i n g ú n á n i m o de reventar las listas de sora cuatro siglos d e s p u é s . Es así como drama, un A l m o d ó v a r londinense con
éxitos... Pese a que su argumento deba nos encontramos con una película abso- A d a m A n t y Wayne Coyne en lugar de
mucho al modelo r a g s t o r i c h e s y en los lutamente coyuntural y aferrada a su Alaska y Radio Futura o, dicho de otro
televisores siempre e s t é conectado un tiempo que, p a r a d ó j i c a m e n t e , propone modo, un A l m o d ó v a r p o l í t i c o y pro-
omnipresente "Top of the Pops". una distopía delirante en la que los pala- revolucionario: ¡Anarchy in t h e UK! •
• PERFORMANCE, DE NICOLAS ROEG Y DONALD CAMMELL

Como un Borges 'underground


C A R L O S LOSILLA

En el fondo, la tradición realista britá-


nica siempre tuvo un punto de alucina-
ción. Esta tendencia adoptó sus mejores
formas en el F r e e C i n e m a , algunas de
cuyas muestras mayores parecen conce-
bidas desde las cabezas de sus protago-
nistas, allá donde los distintos elementos
del mundo exterior establecen e x t r a ñ a s
conexiones entre sí. Richard Harris en
E l i n g e n u o s a l v a j e (Lindsay Anderson,
1963) o Albert Finney en Sábado n o c h e ,
d o m i n g o mañana (Karel Reisz, 1960), en
este sentido, p o d r í a n ser los preceden-
tes de P e r f o r m a n c e , el debut en el largo-
metraje de Nicolas Roeg junto a Donald
Cammell, c u l m i n a c i ó n conceptual de P e r s o n a , de Bergman. citada e x p l í c i t a m e n t e en P e r f o r m a n c e , mediante fusiones de rostros

esos desdoblamientos y disoluciones.


Y en ese camino p o d r í a cruzarse tam- E n esa g e n e a l o g í a d e i m á g e n e s , cuyo rostro aparece en el c o l l a g e final.
bién Michelangelo Antonioni, que había P e r f o r m a n c e d e s e m p e ñ a un papel fun- Pero tampoco hay que olvidar P e r s o n a
pasado por Londres en 1966 para rodar damental, como si los a n g r y y o u n g men (Ingmar Bergman, 1966), citada explí-
B l o w - U p , donde lo visible se desmorona de los años sesenta hubieran degenerado citamente en determinadas fusiones de
y sólo quedan manchas, rostros, vacíos. en la figura de ese m a t ó n de poca monta rostros, o los cuentos de Edgar A l i a n
Por ello no es de e x t r a ñ a r que el paso (James Fox) que vivirá su progresiva Poe (Roeg h a b í a fotografiado L a más-
al cine americano de cineastas como el e x t i n c i ó n en contacto con una estrella c a r a de l a m u e r t e r o j a ; Roger Corman,
propio Reisz o Tony Richardson aca- del r o c k en decadencia ( M i c k Jagger), 1964, hasta el punto de que p o d r í a tra-
bara escorándose hacia una apología de en un misterioso c a s e r ó n de Notting tarse de una a d a p t a c i ó n muy particular
la desaparición: desde el James Caan de H i l l . Si Julio Cortázar estaba en el origen de L a caída de l a casa U s h e r . Sea como
E l j u g a d o r (1974) hasta el Jack Nicholson de B l o w - U p , aquí el punto de partida fuere, P e r f o r m a n c e es una película pop
de L a f r o n t e r a (1982), toda esa serie de parece ser Jorge Luis Borges, de quien en el sentido m á s puro de la expresión,
movimientos por la cuerda floja termi- Jagger lee unas cuantas líneas antes de pues no sólo indaga en los s u b t e r r á n e o s
nan difuminando la propia figura. que uno de sus libros caiga al suelo y de la cultura del S w i n g i n g L o n d o n , sino

Nicolas Roeg / Donald Cammell


Tras Performance, la coincidencia más notable entre Nicholas Roeg y experimentos varios incluso en el interior de la industria (como White
Donald Cammell se produce en el seno de sus respectivas carreras of the Eye, 1987), hasta suicidarse en 1996, cuando su productor
por separado: tanto uno como otro dirigirán sendas películas de masacró Wild Side. Roeg (por lo demás, afamado director de fotografía
género, respectivamente A m e n a z a en la s o m b r a (Don't Look Back, de F a h r e n h e i t 4 5 1 o P e t u n i a ) tiene en su haber unas cuantas rarezas
1973) y E n g e n d r o mecánico (Demon Seed, 1977), que permanecen aún por explorar como se merecen: W a l k a b o u t (1971), El h o m b r e q u e
como dos muestras altamente heterodoxas respecto a sus puntos cayó a la tierra (The Man Who Fell to Earth, 1976), C o n t r a t i e m p o (Bad
de referencia, el terror y la ciencia ficción. Por lo demás, mientras Timing, 1980), Eureka (1983), I n s i g n i f i c a n c i a (Insignificance, 1986) o
Cammell se desvaneció progresivamente entre vldeoclips de U2 y Cold Heaven (1991) son algunas de las más notables.
encerrado en el sótano de una gran man-
sión, donde personajes extravagantes y
ambientes p s i c o d é l i c o s se e n c a r g a r á n
de poner en duda su identidad. Pero ¿ha
cambiado algo? Película sobre la deca-
dencia, P e r f o r m a n c e se ofrece t a m b i é n
como un retrato dual cuyas dos caras
se revelan idénticas: Fox y Jagger, pero
igualmente el viejo mundo que se extin-
gue y el nuevo mundo que nunca llegará
a florecer, pues la imagen del Londres
u n d e r g r o u n d se revela tan oscura y mor-
tecina como la t r a d i c i ó n de la que pro-
cede. La película de Roeg y Cammell es
un comentario sarcástico sobre las pre-
suntas "revoluciones" de la época, a la
vez que una propuesta extrema que el
cine moderno no p o d r á asumir, una des-
integración de texturas y conceptos que
se declara incapaz de ir m á s allá. Y por
Mick Jagger en la piel de Turner, una estrella de r o c k en decadencia
eso, aunque ambos cineastas resulten
básicos para el cine c o n t e m p o r á n e o , su
que se va haciendo a sí misma a partir de Hay, entonces, una especie de viaje
obra nunca ha podido alcanzar la homo-
materiales preexistentes que se dedica a - t a m b i é n e n e l sentido p s i c o t r ó -
geneidad suficiente como para obtener
reconfigurar y moldear, e n c a j á n d o l o s pico de la e x p r e s i ó n - que conduce de
una presencia continuada en sus idas y
finalmente en una narración anticlimá- arriba abajo, dé lo que queda de la gran
venidas. Quizá por ello la desintegración
tica, donde la discontinuidad del mon- Inglaterra victoriana a las nuevas formas
progresiva de formas e identidades que
taje y la agresividad de la planificación de vida contraculturales. Al inicio, Fox
propone P e r f o r m a n c e t a m b i é n pueda
aparecen concebidas como un bombar- se mueve entre matones y hombres de
aplicarse a sus responsables, lo cual la
deo constante sobre los hábitos percep- negocios, cortes judiciales y despachos
hace aún más fascinante. •
tivos del espectador. siniestros. En la segunda mitad, aparece

G O N Z A L O DE L U C A S el público, y por eso el presunto realismo


ha degenerado en un cine neutro y está-
El gran problema del cine inglés en los tico que, entre ruido de patio de vecinos,
últimos años ha sido el mismo que el del quiere llamar continuamente la atención
cine español: su concepción encorsetada sobre sí mismo y su desenfado costum-
y raída del realismo, que pretende encon- brista. De esta forma, los planos del cine
trar ú n i c a m e n t e en la intriga (historias inglés reciente o del e s p a ñ o l son reco-
de obreros interpretados por actores que nocibles, pero por los peores motivos:
aparentan ser el vecino de al lado), tra- porque a la vez que todo se enciende y
tando de que las i m á g e n e s se sucedan pone en marcha (las luces de los proyec-
como p á g i n a s de un reportaje d o m i - tores, los operadores de la grúa, el actor
nical, que hubiera que dramatizar con empolvado, el director que dice acción La energía precipitada de los jóvenes actores
tacos, muecas y sollozos para hacer m á s mientras mira los diálogos en el guión),
reconocible e inmediato. En el fondo, todo queda oscuro, porque está dema- E n esa historia, Q u a d r o p h e n i a es una
esa c o n c e p c i ó n surge del e m p e ñ o en siado visto y resulta olvidable. Y el cine obra relevante en la decantación del cine
buscar una complicidad de colegas con se hace con la luz, pero no apagándola. inglés hacia el realismo > pasa a pág. 22
Una é p o c a a partir de su e s t é t i c a , en la que participa un joven Sting (a la derecha)

planos pulcros y estudiados, cuando el

Franc Roddam
realismo es una grieta que el modo de
rodar abre en los temas filmados. El
r o c k es interesante para el cine porque
permite espejar a uno en el otro: a veces,
Su producción es sobre todo televisiva. En los primeros años de su carrera dirige los mediante la contención, la elegancia o el
docudramas The Family (1974). I n s i d e Story (1976) o D u m m y (1977), con los que se gana el artificio coreográfico (la creación de un
prestigio y la credibilidad que le permiten dirigir el proyecto personal de Q u a d r o p h e n i a personaje o una actitud), otras mediante
(1979). Con posterioridad, ha rodado en Estados Unidos - L a p r o m e t i d a (The Bride, 1985),
la calidez imprevisible de la interpre-
E n p i e de guerra (War Party, 1988)- y ha proseguido con su obra televisiva, en tareas de t a c i ó n en vivo, sea haciendo visible la
realizador, o de productor y guionista de las series británicas A u f W i e d e r s e h e n , Pet (1983- m o n o t o n í a de los ensayos (la música en
2004) o C e l e b r i t y M a s t e r C h e f (2006-2009) y M a s t e r C h e f : the P r o f e s s i o n a l s (2008-2009).
proceso) o el directo liberado.
Si podemos abstraer Q u a d r o p h e n i a
de los efectos retóricos derivados de un
relato tan tópico, que va perdiendo gas
desvirtuado, al menos por su influencia actores, y su defecto que el director los hasta quedarse en la cuneta, veremos
generacional y por los tics de interpre- envase en planos de litro y medio. que no es en su realismo de docudrama,
tación. Para hacer su crítica, habría que Desde finales de los años setenta casi sino en los clichés y estereotipos, en su
empezar entonces por ver su encaje en todos los cineastas ingleses han filmado fuerza de film-icono, p ó s t e r o portada de
esa historia, si quiera porque tiene el la sociedad del presente como si fuera disco, adherida a la estética mod, donde
m é r i t o de ser un film embrionario o en un plató naturalista (quizás por eso, los la p e l í c u l a deja sus buenos recuer-
el que cristalizan, quizás intuitivamente, mejores filmes ingleses desde enton- dos generacionales, en parte porque su
ciertos hábitos del cine inglés posterior. ces han sido memorias a u t o b i o g r á f i - otra gran a p o r t a c i ó n pasa por no o l v i -
Fue la primera película de Roddam, y cas, como los de B i l l Douglas, Terence dar que el cine t a m b i é n se hace con los
esto se percibe en que parte de posibi- Davies o John Burgan). Q u a d r o p h e n i a es oídos, y que puede ser una profundiza-
lidades o intentos de cambio, sólo que le t a m b i é n una b ú s q u e d a retrospectiva de ción d r a m á t i c a en el lenguaje. El film
falta el rigor y el verdadero conocimiento ver el presente recobrando el pasado y trabaja con tanta variedad las jergas y
para limar la brillantina de los planos. No los propios recuerdos, pero, más allá de los usos del i d i o m a i n g l é s que acaba
se trata, por lo demás, de un film cobarde su fondo naturalista de localizaciones y por encontrar su ligereza y sus mejores
ni ventajista, que haya aprovechado una vestuarios, concede demasiado interés a efectos en los sonidos y en las palabras,
moda o un estilo de cine en boga, sino una intriga que es una síntesis de perso- en las veloces frases y en las cancio-
que se aventura, y lo hace con bastante najes con explícitos conflictos psicológi- nes integradas en el lenguaje ordinario:
ímpetu, en el propósito de captar los sín- cos y un fondo de secundarios chillones. sonidos que pegamos a una foto fija de
tomas de una época mediante la recrea- Si bien Roddam consigue escanciar una mods, quizás porque Q u a d r o p h e n i a supo
ción de otra: su gran sustrato es la energía época a partir de su estética, al filmar la crear i m á g e n e s , pero no movimientos
precipitada que despliegan los j ó v e n e s ira y la rabia juvenil sólo se le ocurren de imágenes. •
JARA YÁÑEZ impregna todos y cada uno de los aspec- Ambientado en Ladbroke Grove, en
tos de la vida, sino t a m b i é n de la dura el oeste de Londres, un á r e a que reci-
En 1975, Horace Ové, activo militante e inexplicable r e p r e s i ó n policial, Tonny bió desde los años cincuenta la llegada
de la lucha por los derechos civiles de la se une al movimiento Black Power por de una importante población caribeña,
sociedad negra en Gran Bretaña, deci- mediación de su hermano. P r e s s u r e explora además > pasa a pág. 24
día dar cuenta de todo ello en su film de
ficción P r e s s u r e , que se convertiría en el Black Power y desencanto en la Gran B r e t a ñ a de los a ñ o s setenta

primer largometraje rodado en Reino


Unido por un realizador de color sobre
este tema. Seis a ñ o s antes, una euro-
pea, A g n è s Varda, h a b í a registrado el
movimiento de los Black Panthers en
California. Ambos trabajos, como testi-
gos de una parte de la Historia escasa-
mente documentada, y salvando todas
las diferencias que los separan, se unen
para dar forma a un discurso que, inserto
en cierto tono marcadamente didáctico,
p r e t e n d í a acercar aquella realidad desde
un punto de vista crítico.
El trinitense Horace Ové llevaba años
tomando fotografías y registros docu-
mentales del movimiento. Había presen-
ciado el primer m i t i n del Black Power
con Stokely Carmichael, A l l e n Ginsberg
y M i c h a e l X, fundador del movimiento
en Reino Unido junto a John Lennon y
Yoko Ono. C o n P r e s s u r e daba forma por
primera vez a una ficción donde, interca-
lando t a m b i é n algunos elementos reales
e improvisados y contando con la cola-
b o r a c i ó n de actores no profesionales,
c o n s e g u í a mostrar u n e s p í r i t u c r í t i c o
no sólo con respecto a la sociedad b r i -
t á n i c a del momento, sino t a m b i é n con
las incoherencias de los propios inte-
grantes de la comunidad negra. A través
de la historia de u n teenager, Tonny,
nacido en Londres pero de familia i n m i -
grante de primera generación, Ové hacía
patente sin tapujos la crudeza de aque-
l l a realidad, mientras su personaje va
pasando de la inocencia a la conciencia
y al activismo a golpe de desencanto y
d e s i l u s i ó n . Tonny tiene una completa
formación británica, pero todas las puer-
tas se le cierran cuanto intenta encon-
trar trabajo. Testigo directo, no sólo de
una sociedad b r i t á n i c a prejuiciosa que
las diferentes formas c o n las que la oradores), reserva para su conclusión la gritos de los manifestantes en un final
comunidad negra se plantea su integra- utilización de recursos ya experimenta- descorazonador y gris. La contundencia
ción en la sociedad británica: de la plena dos por el cine de las vanguardias histó- del mensaje y del afilado análisis ofrecido
asunción de los usos y costumbres de la ricas. Y así la venganza soñada, violenta por Horace Ové hizo que el film fuera pro-
cultura de "acogida", al abandono y la y sangrienta, toma prestadas las fórmu- hibido por el British F i l m Institute (pro-
renuncia total de cualquier intento de las del surrealismo para expresarse, pre- ductores del mismo) antes de su estreno.
i n t e g r a c i ó n , pasando por la actividad cisamente, en forma de sueño. Como si el Años después, el largometraje P r e s s u r e
política y la lucha por un cambio (enfa- acto último y efectivo de rebeldía, la vic- es reivindicado por los propios b r i t á n i -
tizando el orgullo racial y la creación de toria final, pudiera hacerse real sólo en cos como un documento de referencia
instituciones culturales y políticas para forma de símbolo. Mientras, y de vuelta esencial para conocer la historia negra de
defender y promover los intereses colec- a la vigilia, la lluvia de Londres acalla los Gran Bretaña. •
tivos de los ciudadanos negros, según los
principios del Black Power). La comida y
sobre todo la música se convierten en los
símbolos de la diferencia y la asimilación
(o no) de una cultura frente a la otra, al
tiempo que se relacionan de manera
Horace Ové
directa con el mantenimiento de una
identidad propia en el país extraño. Pionero del cine negro independiente británico, Horace Ové (Trinidad, 1939) llegó a Gran
Bretaña en 1960 para estudiar dibujo, fotografía y diseño de interiores. Durante los años
DEL DOCUMENTAL AL S U E Ñ O sesenta fotografió la diáspora de la comunidad negra a Gran Bretaña antes de dirigir su
Pero si el film va avanzando en su narra- primer documental corto, The A r t of the Needle (1966) y B a l d w i n ' s Nigger (1968). Después del
ción intercalando secuencias puramente documental Reggae (1971), rodaría su primer film de ficción, Pressure (1976), que le supondría
Accionadas con otras de c a r á c t e r docu- el Récord Guinness Mundial como primer realizador negro británico en dirigir un largo. Su
mental que beben de los recursos de la obra es desdé entonces referente del cine militante y es posible encontrar en ella un punto
N o u v e l l e V a g u e (sobre todo en las escenas de vista, siempre crítico y sin tapujos, sobre el racismo y la exclusión social. Destacan, entre
rodadas por la calle y las de los mítines, otros títulos, la TV Movie Good At Art (1983) o los filmes Playing A w a y (1983), M o v i n g Portraits
donde se busca la captación de los ros- (1987) o D r e a m to C h a n g e the World (2003). En 2007, Horace Ové fue condecorado con el
tros y las expresiones de los asistentes, Commander of the British Empire (CBE) por su contribución al cine británico.
a d e m á s de la energía desbordada de los

G O N Z A L O DE P E D R O AMATRIA multiplicando los índices de paro y sem- reducto de las aspiraciones revoluciona-
brando el desconcierto y la apatía entre rias en Europa, desvariaba en su segunda
Some say y o u ' r e t r o u b l e boy toda una g e n e r a c i ó n de j ó v e n e s b r i t á - generación terrorista, convertida en una
Just because y o u l i k e to destroy nicos. En noviembre de 1979, a d e m á s , mala, y sanguinaria, parodia de sí misma.
All the things that b r i n g the idiots j o y había comenzado ya el declive del punk 1979. El fin de un sueño, el amargo des-
Well, what's w r o n g w i t h a little destruction? en beneficio del nihilismo cuasi elec- pertar a una d é c a d a que se presentaba
The F a l l e n t r ó n i c o de Joy D i v i s i o n , E c h o & the tediosa como un domingo lluvioso y
Franz Ferdinand (2005) Bunnymen y Ultravox: la e n e r g í a des- de resaca: los a ñ o s ochenta. No puede
tructora y anarquista del punk, que ame- ser gratuito, por tanto, que A w a y d a y s
nazaba con destruirlo todo (armado con comience en un cementerio, donde un
En noviembre de 1979, Margaret That- una guitarra y dos acordes) para comen- padre y sus dos hijos, habitantes de los
cher c u m p l í a sus primeros seis meses zar de cero, se d e s v a n e c í a en favor de suburbios de clase media de Liverpool,
de gobierno. La que sería conocida años una rabia (auto)destructora guiada ú n i - visitan la tumba de su madre, muerta un
m á s tarde como la "Dama de H i e r r o " camente por el placer salvaje del dolor, año antes. No es gratuito, tampoco, que
comenzaba a sembrar las semillas de su propio y ajeno. En noviembre de 1979, la figura del padre sea, durante toda la
política liberal a ultranza, que acabaría a d e m á s , l a Baader-Meinhof, ú l t i m o película, apenas una sombra borrosa en
Pat
Holden
Nacido en 1966 en el Reino Unido,
Pat Holden tendría catorce años cuan-
do lan Curtis se suicidó, uno menos
cuando Margaret Tatcher accedió al
Gobierno, y cuarenta y dos cuando rea-
liza su tercera película, A w a y d a y s (200S),

basada en el libro homónimo de Kevin


Sampson escrito en 1982 pero inédito
hasta 1998. Antes de ésta había reali-
zado sólo un cortometraje, D. I. Y. H a r d
(2002) y una comedia de tintes gambe-
rros y adolescentes, The L o n g Weekend
(2005). A w a y d a y s , estrenada ya en Gran
Bretaña, y también editada en DVD y
Blue Ray, ha pasado por certámenes
como Rotterdam, el BAFICI argentino o
el London Film Festival.

quillos. Unos dandis de extrarradio que


valoran tanto su estética de toque afemi-
nado como la cuchillada certera en la cara
del contrario. Más allá de la fascinación
visual por las peleas masivas y el puñetazo
bien dado, retratados sin contemplacio-
nes ni remilgos, se podría leer la historia
de Elvis, el joven andrógino que introduce
a Carty en "The Pack", como un reflejo no
atribuido de lan Curtis, líder efímero de
La imagen cruel de una g e n e r a c i ó n sin futuro y sin pasado Joy Division, grupo emblema de la recon-
versión del punk en ese nihilismo oscuro,
las penumbras de la grisura cotidiana. Y O U LIKE T O D E S T R O Y electrónico y desorientado tan propio y
Dos desapariciones (la del padre, la de la (O ESTAR SIEMPRE DE PASO) significativo del cambio de década. El
madre), dos fundidos a negro, dos mode- Descargar la rabia, dar salida a la ira mismo aspecto lánguido, la misma con-
los a seguir que permanecen ausentes y acumulada. U n a de las maneras de leer fusión vital y parecido proceso de desin-
delimitan perfectamente el contexto A w a y d a y s sería como una crónica apo- tegración. Curtis se suicidó en 1980, un
de una g e n e r a c i ó n que ni tan siquiera logética del ascenso del "hooliganismo", año d e s p u é s de la llegada de Thatcher,
tuvo padres a los que matar. Caídos los un canto grupal y emocionado a la ener- con sólo 23 años, poniendo fin a una vida
modelos por el peso y el cansancio del gía liberada en las palizas colectivas. En atormentada y confusa; acabando con la
día a día, abandonadas las ideologías en ese mundo sin ideales, los únicos ídolos a terrible s e n s a c i ó n de estar siempre de
las cunetas de la historia, archivados los tumbar son los h o o l i g a n s del equipo con- paso en su propia vida. La misma sensa-
s u e ñ o s en las cajas registradoras de las trario. De cualquier equipo contrario. Sin ción opresiva de la que huyen desespe-
grandes superficies, y abocada la socie- más ideología que la paliza, sin más pro- rados, Carty, Elvis y el resto de la banda:
dad a una apatía en la que el capitalismo yecto político o vital que el puñetazo en cada uno en una dirección, y no todas
y sus excesos se a s u m í a n sin alegrías, grupo, A w a y d a y s cuenta la historia de uno con camino de retorno. "Awaydays":
pero t a m b i é n sin demasiadas protes- de los hijos de esa familia de clase media, jugar fuera de casa. "Awaydays": billete
tas, la única rebelión posible era contra Carty, que busca la salida a su apatía juve- muy barato de ida y vuelta. En palabras
uno mismo. O a lo sumo, contra los nil, a su desconcierto generacional, en un de Ultravox: " E s c u c h a n d o la música de
espejos deformantes que devuelven una grupo de h o o l i g a n s , llamado "The Pack", l a s máquinas / Sentí que e l suelo se t r a n s -
imagen cruel: la de una g e n e r a c i ó n sin que ha cambiado las patillas y las cabezas formó en u n océano / N u n c a vamos a s a l i r
futuro ni pasado. rapadas por las zapatillas adidas y los fie- de aquí, n u n c a " . •
BRONCO BULLFROG, DE BARNEY PLATTS-MILLS

Nowhere to run. nowhere to hide


C A R L O S REVIRIEGO La iniciativa social que tenia por obje- afectación alguna), es precisamente de
tivo apartar a los jóvenes de la delincuen- donde B r o n c o Bullfrog extrae lo mejor de
No lo digamos muy alto, pero es verdad cia dio, en este caso, unos frutos artísticos sí, su energía y autenticidad arrolladura,
que, a veces, las sospechosas combina- que ninguno de los implicados p o d í a capaz de eclipsar todas las impurezas
ciones entre programas de ayuda social prever, pues B r o n c o Bullfrog acabaría por técnicas y expresivas que el film exhibe
y expresiones a r t í s t i c a s pueden dar convertirse en una película icono de un con sobrado orgullo. Es más, las propias
sus frutos. La productora teatral Joan tiempo (ponía fin a los años sesenta), una imperfecciones (el sonido directo defi-
Littlewood llevó a cabo en 1968 un pro- generación (los a n g r y y o u n g men) y una ciente, la brutalidad de los encuadres, los
yecto titulado "Playbarn", con el cual subcultura (caldo de cultivo de los futu- fallos de r a c c o r d , la rigidez de la puesta en
trataba de alejar a la juventud local de ros s k i n h e a d ) , que sin embargo ha logrado escena, el tosco blanco y negro...) termi-
Stratford (East London) de la d e l i n - mantener a lo largo de los años un aura nan por integrarse estética y éticamente
cuencia y el vagabundeo h a c i é n d o l a u n d e r g r o u n d que la aleja de otras pelícu- en la dinámica narrativa, reforzada por
canalizar su e n e r g í a a través de deter- las devoradas por el prestigio cultista o el un expresivo montaje y la música de The
minados juegos interpretativos basados vampirismo comercial. La razón principal Adventures, en torno a una generación de
en la improvisación. De aquel w o r k s h o p reside en la poderosa energía que recorre jóvenes que se sienten aprisionados por
s u r g i r í a el mediometraje documental todo el film y que procede sobre todo de la un futuro demasiado gris e incierto.
E v e r y b o d y ' s a n A c t o r Shakespeare S a i d pureza de los gestos, de los rostros y cuer- El joven Del, un aprendiz de soldador de
(1968), dirigido por Barney Platts-Mills, pos que habitan la pantalla. Y es que, esti- la comunidad obrera de East London, se
que, efectivamente, t e n í a por m i s i ó n mulado por los resultados del proyecto inicia en el mundo de la delincuencia con
trasladar el aforismo de Shakespeare del "Playbarn", Platts-Mills dio a sus jóvenes su amigo Bronco Bullfrog, huido del refor-
dicho al hecho. Estimulado por aquella i n t é r p r e t e s la libertad de construir sus matorio, prácticamente al mismo tiempo
experiencia (según la cual todos lleva- personajes y armar una historia a partir que se enamora de la joven de quince
mos un actor dentro), y de hecho t o m á n - de sus propias experiencias. De las vaci- años Catherine. Mientras la madre de ésta
dola como una de las bases de su discurso laciones y estupores, de las imprecisiones (cuyo marido está en prisión) no acepta a
cinematográfico, Platts-Mills realizaría y perplejidades de los no actores (propias Del por compañía grata, el padre de éste
al año siguiente B r o n c o B u l l f r o g , su cele- además de la adolescencia, cuya angustia tampoco considera que Catherine sea una
brado debut en el largometraje. interior queda de este modo reflejada sin buena influencia para su hijo. Renegados
por sus progenitores y perseguidos de
Vacilaciones y perplejidades de la adolescencia y de los no actores cerca por un sargento de la policía (ella
es menor de edad), ambos emprenden
la huida buscando refugio y trabajo allí
donde nadie quiere refugiarles o emplear-
les. Sin un lugar donde huir, sin un lugar
donde esconderse, fugitivos no sólo de la
ley, sino de sus propias vidas, los jóvenes
Del y Catherine parecen tanto una mezcla
improbable de los amantes de Verona
como de los delincuentes Bonny y Clyde
y de los amigos Antoine y René de Los 4 0 0
g o l p e s , condenados a vagar sin destino
por las brutales calles de la ciudad. De
hecho, el último plano congelado del rostro
de los jóvenes amantes en fuga, exacta
traducción fotográfica de la pregunta sin
respuesta que se hacen el uno al otro al
final del film ("¿y a h o r a qué hacemos?",
parece concebida expresamente para tras-
ladarnos al plano final del prodigioso debut
de François Truffaut.
Barney Platts-Mills
Con dieciséis años, Barney Platts-Mills (Londres, 1944) entró a trabajar en
los Sheperton Studios de Lewis Gilbert, donde se formó como ayudante de
edición de los estudios. Estimulado por la frescura en 16 mm del Free C i n e -
ma y por la energía de las interpretaciones de los jóvenes delincuentes que
captura en el documental Everybody's an A c t o r Shakespeare S a i d (1968),

pone en marcha su primer largometraje, B r o n c o Bullfrog (1969). Mantenien-


do un aura de cineasta de culto underground, realiza posteriormente la no
menos poderosa Prívate R o a d (1971), en la que sigue confiando en la políti-
ca del l o w b u d g e t . Una década después realiza la olvidable H e r o (1982).

Los j ó v e n e s amantes en fuga

El aprendiz de soldador Del bien podría las enfermedades del capitalismo en el calles de esos sonidos británicos. El con-
ser uno de esos trabajadores de la planta sistema b r i t á n i c o , P l a t t s - M i l l s m e t í a tagioso vacío que respiran los jóvenes, que
de automóviles que recorre el t r a v e l l i n g su c á m a r a en un barrio obrero del East no saben muy bienio que buscan pero que
i n i c i a l de B r i t i s h Sounds (1969), l a London (pocos planos de situación tan tienen claro lo que rechazan, traza el ethos
experiencia b r i t á n i c a que e m p r e n d i ó reveladores como el primero, que da la "sin futuro" que caracterizó el movimiento
Godard el mismo a ñ o que se rodaba perfecta medida de la jaula urbana en la punk de mediados de los setenta y, des-
B r o n c o B u l l f r o g . Si el francés, desde la que se moverán las criaturas del film) para montando el tópico, muestra que no todo
fiebre maoísta, se propuso diagnosticar ofrecer un vivo retrato del efecto en las fue s w i n g i n g en el Londres sesentero. •

• LE DONK & SCOR-ZAY-ZEE, DE SHANE MEADOWS

Juego de representaciones
J O S E HAVEL

C o n su ú l t i m o film, Shane Meadows


cambia de temática y de registro, acogién-
dose al programa de trabajo "Five Day
Features", iniciado por el propio Meadows
y el productor Mark Herbert con apoyo de
la Warp Films, una suerte de Dogma bri-
tánico que da total libertad a todos aque-
llos cineastas invitados a participar de él.
La única regla inquebrantable consiste en
rodar durante cinco días, ni uno más, un
largometraje de bajo presupuesto.
Alrededor de 48.000 libras esterlinas
son las que ha costado L e D o n k & Scor-
Zay-Zee, u n m o c k u m e n t a r y circuns-
crito a cinco días de la vida de Le Donk El joven rapero blanco Dean Palinczuk, alias S c o r z a y z e e

(Paddy Considine), un músico fracasado


que ahora trabaja como r o c k r o a d i e para alias Scorzayzee, un joven rapero blanco, La importancia del elemento temporal (de
los Arctic Monkeys y que, además, ejerce al cual espera colocar de telonero en un continuo subrayado por rótulos indicado-
de manager de su amigo Dean Palinczuk, gran concierto de la banda de Sheffield. res), el carácter cómico > pasa a pág. 28
físico, entre el siempre excesivo r o a d i e

Shane Meadows
manager y su r e c h o n c h o protegido
Scorzayzee, tan comedido como amable.
Aunque tampoco éste se libra de los ribe-
tes bufos, según aparece, por ejemplo, en
cierta ocasión, antes de acostarse, con
Nacido en las Midlands británicas (Uttoxeter, Staffordshire) en 1972, Shane Meadows gafas de sol y una toalla e x t r a ñ a m e n t e
es un director autodidacta. Se inició en el mundo audiovisual a través de la dirección de enrollada a la cabeza, ofreciendo un
múltiples cortometrajes realizados de manera a m a t e u r en su entorno más cercano: El aspecto digno de una bruja dibujada por
éxito del cortometraje W h e r e ' s t h e M o n e y , R o n n i e ? (1996) le abrió las puertas de la cadena Hayao Miyazaki.
Chanel 4 para rodar un cortometraje documental dentro de la serie "Battered Britain" titu- Y es que Le D o n k & Scor-Zay-Zee es una
lado K i n g of t h e G y p s i e s (1996). Con el dinero obtenido por este primer trabajo profesional comedia disfrazada de falso documen-
pone en pie el proyecto de mediometraje S m a l l Time (1996), cuya proyección internacional tal. Nada gratuito resulta el homenaje,
en festivales le ofrecerá la posibilidad de rodar su primer largometraje, T w e n t y f o u r s e v e n mediante la m o s t r a c i ó n de sus carteles,
(1997), que obtiene el premio de la crítica internacional en el Festival de Venecia Después a las películas A v i d a o m u e r t e (Michael
realizaría los largometrajes A R o o m for R o m e o B r a s s (1999); O n c e U p o n a Time in t h e Powell y E m e r i c Pressburger, 1946) y
M i d l a n d s (2002) y D e a d M a n ' s S h o e s (2004), donde sigue plasmando sus preocupaciones C h a r a d a (Stanley Donen, 1963). C o n la
sociales con la Inglaterra contemporánea pero las cuales pasan bastante desapercibidas primera comparte alacridad expositiva;
para el público y el circuito de festivales. Tras dirigir dos cortometrajes - N o r t h e r n S o u l con la segunda, la fricción entre realidad
(2004) y The S t w a i r w e l l (2005)-, alcanza el mayor reconocimiento hasta la fecha con el film e impostura. A través de estilemas propios
This is E n g l a n d (2006). Dos años después realiza S o m e r s Town (2008). del cinéma vérité, Shane Meadows (quien,
al igual que el joven rapero, el productor
M a r k Herbert, o los Arctic Monkeys, se
interpreta a sí mismo) recurre al enfo-
que documental para crear determinados
personajes, haciendo que el espectador
pierda pie en cuanto al discernimiento
entre verdad y ficción. Ahí reside el quid
del juego planteado.
Lejos de las ambiciones sociales de
obras anteriores ( D e a d M a n ' s Shoes, T h i s
I s E n g l a n d , Somers T o w n . . . ) , el cineasta
de Uttoxeter acentúa su desmarque de la
narración cinematográfica más conven-
cional en favor de una pieza con estruc-
tura episódica que, dadas sus restricciones
materiales de partida, logra mantenerse a
flote por medio del encanto de lo senci-
llo. El peso de la función recae sobre las
actuaciones de los actores de tan redu-
cido reparto. En este sentido, el trabajo
de Paddy Considine, maravillosamente
e s t r a m b ó t i c o , es un atractivo ejercicio
Los ejercicios de improvisación interpretativa pueblan el film de improvisación a lo largo del film. Así
lo corroboran el encuentro inicial en su
de la película y la caricaturesca idiosin- casa de Nottingham, la torpe visita a su
de sonido en la cintura. De modo cohe-
crasia de Le Donk son claves fundamen- embarazada ex novia Olivia (la televisiva
rente, su extravagancia corre pareja
tales apuntadas desde la misma secuencia Olivia Colman), o el final en Old Trafford,
a la del h u é s p e d que acoge en su casa
inicial del film. donde Le Donk se desvive por conseguirle
(auténtica oda al desorden), un individuo
a Scorzayzee un puesto de telonero ante
Ya de entrada hace gracia que un adherido al sofá que se irrita cuando le
los 50.000 fans de los Arctic Monkeys. Si
pájaro de plumaje tan estridente como filman casualmente en calzoncillos,
divertir era lo que sobre todo p r e t e n d í a
Le Donk (excéntrico, malhablado, bra- pero que, tras detener el rodaje para
este documental apócrifo, pronto doblado
v u c ó n y c í n i c o ) exprese a Meadows que pueda ponerse unos pantalones,
de r o a d m o v i e en la que el motivo del viaje
su deseo de no parecer un pirado en el posa vestido, sin n i n g ú n problema, con
adquiere visos de b ú s q u e d a universal (la
documental. Sólo alguien de su estilo su cochambrosa camiseta salpicada de
gran oportunidad a la que aspira todo
p o d r í a proferir un rotundo " I f e e l l i k e lamparones.
artista, todo ser humano), divertir es justo
Donnie Brasco going to fucking infiltrate No menos divertido se antoja el con-
lo que consigue. •
t h e M a f i a ! " según le colocan una petaca traste de personalidades, incluso a nivel
FRAN BENAVENTE

L o n d r e s , 1977. Se prepara el jubileo


de plata de la reina. Los Sex Pistols
cantan: " N o hay f u t u r o p a r a e l sueño
de I n g l a t e r r a " . L a fecha es el centro
mismo de una colisión generacional y
de clases. El Reino Unido alcanza la cifra
del millón de parados, la t e n s i ó n social
crece, la juventud se asquea y el malestar
tiene diversas bandas sonoras. Los efec-
tos del jubileo, v ó r t i c e de la apoteosis
punk, fueron reinterpretados por Derek
Jarman en J u b i l e e (1978). Por su parte,
Isaac Julien, autor de D e r e k (2008), u n
elogio de la figura de Jarman, escoge
esa fecha e m b l e m á t i c a para situar su
primera i n c u r s i ó n en la ficción "con-
vencional". A h o r a bien, Julien, artista
comprometido y documentalista consi-
derable, es un cineasta negro y homo-
sexual. Esas dos condiciones son los
motores políticos de su obra. El film opta
por el trabajo de visibilización de esos
factores como formas de rebeldía y como
modo de afirmación de una cultura de la
diferencia en el contexto tumultuoso de
la Inglaterra prethatcherista

Raza, homosexualidad, juventud, de-


sempleo y a d e m á s la música, elemento
fundamental del film. M u c h o s ingre-
dientes que agitar, sin duda. El direc-
tor recurre a la tradición del cine social
para conjugarlos. Se r e c o r d a r á que el El f u n k y el punk en un barrio donde la comunidad negra s e mezcla c o n ios cachorros s k i n h e a d
F r e e C i n e m a filmó las frustraciones de la
juventud alienada de finales de los años música funk. U n a propuesta alternativa la Radio Metropolitana, en la que aspira
cincuenta y principios de los sesenta a lucha por resistir sin ceder a la tenta- a colocar su programa. Todo esto se arma
ritmo de jazz, cuya energía imprevista ción, que surge en algún momento, de en un esqueleto narrativo dinamizado
marcaba los puntos de fuga en una socie- la i n t e g r a c i ó n dócil. Los chicos viven por un crimen y su investigación. Uno
dad asfixiante. M á s tarde se a g u d i z ó el en un barrio de clase obrera, azotado de los chicos del barrio, T. J., amigo de
f e n ó m e n o de la inmigración y con ello por el desempleo, donde la comunidad Caz, es asesinado en el parque, donde los
la fractura social en las clases trabaja- negra se mezcla con los nostálgicos del homosexuales tienen sus encuentros fur-
doras. Stephen Frears hizo sus mejores orden y los cachorros skinhead, hijos del tivos. Hay una cinta en la que la voz del
películas con estas circunstancias, que mismo desencanto que canalizan por vía asesino queda registrada sobre la emisión
son bastante parecidas a las que aborda contraria. Caz es homosexual y tiene un pirata. Se entiende cómo una y otra cosa
Isaac Julien. affaire con un punk implicado en la pro- se enhebran hasta el fin del relato.
Chris y Caz son dos amigos dj's que testa contra los actos del jubileo. Chris La h o m o s e x u a l i d a d es un asunto
tienen una e m i s i ó n pirata de radio l l a - es heterosexual, hijo de madre blanca y clandestino cuya e x p r e s i ó n provoca
mada "Soul Patrol" en la que pinchan tiene un romance con una productora de un retorno de v i o l e n - > pasa a pág. 30
cia, física y social. Se trata de denun-
ciar y superar esa exclusión, que va de
la mano con otras violencias y exclusio-
nes que tejen el entorno social. En esas
Isaac Julien
circunstancias, el film no carga las tintas
en un miserabilismo fácil ni en enfren- Isaac Julien, natural de Londres, se graduó en la St Martin's School of Art donde había estu-
tamientos previsibles. Se concentra en diado pintura y artes visuales. Es un artista de reconocido talento que trabaja indistintamente
una especie de d o c u m e n t a c i ó n de cierta en dispositivos museísticos y expositivos o sobre formatos audiovisuales más convenciona-
juventud negra y sus formas de expre- les. En sus primeras piezas de cortometraje - Who Killed C o l i n R o a c h ? (1983), Territories (1984),
sión en una determinada época. Todos The Passion of R e m e m b r a n c e (1986), This is n o t a n A I D S A d v e r t i s e m e n t (1987)- aborda tanto
los aspectos relativos a esa pintura (las el corte experimental como el terreno documental, que es donde destacará especialmente
formas de diversión, la música, la vesti- como cineasta. L o o k i n g for L a n g s t o n (1988). su retrato del poeta Langston Hugues, marcó la
menta y los ambientes) junto a la energía pauta de su programa temático - l a raza y la homosexualidad como vectores de un discur-
que cohesiona esa comunidad alterna- so revulsivo- y estético - e l trabajo sobre el archivo, la reconstrucción dramática, la forma
tiva cuya banda sonora es "Soul Patrol", poética-. Young S o u l Rebels (1991) supuso una incursión "normalizada" en el territorio de la
dibujan lo mejor del film. Ahora bien, la ficción que le valió el Premio de la Semana de la Crítica del Festival de Cannes de 1991
época y el grito de revuelta quizás recla- aunque su obra ha transitado generalmente caminos más audaces y vanguardistas, como los
maban más rugosidades, quiebros en el que recorre en los filmes posteriores The A t t e n d a n t (1993), Frantz F a n o n : B l a c k Skin, W h i t e
discurso y desgarros formales. La pelí- Mask (1991), Paradise O m e r o s (2002), Baadasssss Cinema (2002), Baltimore (2003); o el retrato
cula es demasiado aseada, su intriga poli- reivindicativo del cineasta Derek Jarman, que emprende junto a Tilda Swinton, Derek (2008).
cial parece accesoria (excepto cuando
canaliza la relación con las fuerzas del
orden) y la trama sentimental esbozada
donde los Sex Pistols afirmaban la impo- ya lo conocemos. El punk consumido en
en paralelo t a m b i é n es un poco previ-
sibilidad de salvación, Julien ofrece la sus cenizas, e l f u n k disuelto en la música
sible. No percibimos suficientemente
reconciliación comunitaria a sus perso- disco y Margaret Thatcher en el poder.
el hastío, no nos llega el disgusto. Allí
najes. El resultado posterior de todo esto Otra historia, otros sinsabores. •

TELSTAR, DE NICK MORAN

Pioneros del electrosonido


JAVIER MENDOZA mente en Estados Unidos y en el Reino r o c k & r o l l en las islas británicas. Si, como
Unido en 1962) tal vez no sea muy cono- dijo M u d d y Waters en los cincuenta, "el
La figura del productor musical Joe Meek cida por el gran p ú b l i c o , pero resulta blues t u v o u n hijo a l que l l a m a r o n rock n
(autor de la c a n c i ó n T e l s t a r , el primer imprescindible para entender el clima r o l l " y Elvis Presley encarnó como nadie
s i n g l e que fue n ú m e r o uno simultánea- artístico que r o d e ó el desembarco del la voz (y la pelvis) blancas que necesi-
taban los sonidos negros para llegar a
Un grupo británico fascinado por el r o c k & r o l l americano, junto al productor i o e Meek (a la derecha) audiencias masivas, la i n t e r p r e t a c i ó n
que hicieron los músicos británicos del
r o c k primigenio fue fundamental para
la p o p u l a r i z a c i ó n del g é n e r o en todo
el mundo. E l famoso sonido beat a c u ñ a
para siempre el formato de un grupo de
cuatro o cinco m ú s i c o s e n f r e n t á n d o s e
al reto de transmitir la magia electri-
zante de las canciones de Chuck Berry,
Buddy Holly o B i l l Haley, entre otros, y
proviene de la fascinación de la juventud
británica por todo lo que tuviera que ver
con Norteamérica: cine, moda, bailes y,
por supuesto, música... Sin embargo, el
Fue pionero en la utilización de efectos
de reverberación, entre otros, y dio a luz
el primer álbum conceptual de la histo-
ria, I H e a r a New W o r l d - an O u t e r Space
M u s i c , en el que abiertamente coqueteaba
con la música electrónica.
Pero, tal y como se puede ver en la pelí-
cula, la historia de Joe Meek es también la
de un hombre atormentado que tuvo que
sufrir continuos chantajes por sus i n c l i -
naciones sexuales y que intentaba com-
pensar sus desequilibrios emocionales
con chaperos m i t ó m a n o s . El personaje,
interpretado por C o n O'Neill, se debate
entre su talento y sus demonios con resul-
tados desiguales en función de la época.
Hasta el éxito de la hipnotizante canción
del título vemos a un Joe Meek aluci-
nado pero dentro de los límites de la rea-
lidad; sin embargo, a partir de su famoso
n ú m e r o uno y de la ruptura con su conta-
Entre Chuck Berry, Buddy Holly y Jerry Lee Lewis, interpretación británica del r o c k primigenio ble Banks (Kevin Spacey) asistimos a una
decadencia total espoleada por el con-
trabajo del productor Joe Meek no sólo eos inventados por él mismo. No en vano, sumo continuado de anfetaminas.
ha sobrevivido como uno de los mejores Meek había cursado estudios de ingenie- A m e d i o c a m i n o entre la come-
ejemplos del sonido de su época sino que ría de sonido y había desempeñado labo- dia delirante y la tragedia épica, T e l s t a r
e s t á considerado como visionario por res de radiotelegrafista en el ejército, unas homenajea a un hombre irrepetible
anticipar la fusión del pop con la música habilidades que le sirvieron para desa- que m a r c ó un antes y un d e s p u é s en la
electrónica y por introducir los temas de rrollar una tecnología que le permitiera manera de entender la música moderna y
la carrera espacial y del ocultismo en el conectar con "el más allá". De hecho, la rinde tributo a un momento histórico en
contenido de sus canciones. canción T e l s t a r , una oda instrumental a el que la dictadura de la juventud empe-
La película de Nick Moran, basada en la comunicación vía satélite interpretada zaba a imponerse en la cultura popular
una obra teatral del mismo nombre co- por The Tornados, nace de una conexión con todo su excitante, estridente y catár-
escrita en 2005 por el propio M o r a n , de ultratumba entre el propio Joe Meek y tico despliegue sonoro. Entre el reparto
nos sitúa a un Joe Meek tremendamente el difunto Buddy Holly. encontramos al músico Carl Barât, inte-
pasional e inestable, marcado por una No obstante, Joe Meek p o d r í a haber grante del grupo The Libertines, y entre
homosexualidad galopante que en aquel pasado a la historia como el hombre la n ó m i n a de colaboradores del propio
momento era ilegal en Inglaterra, produ- que r e c h a z ó trabajar con David Bowie, Meek hayamos a Richie Blackmore, pos-
ciendo canciones en su mítico piso del R o d Stewart y T h e Beatles ("son u n terior miembro del grupo Deep Purple,
304 Holloway Street, de Londres, con la g r u p o más", parece ser que dijo) de no y al batería M i t c h Mitchel, famoso por
ayuda de músicos y compositores jóvenes ser porque su aportación al mundo de la formar parte de la mítica banda The J i m i
y de unos e x t r a ñ o s aparatos e l e c t r ó n i - producción musical resultó ser decisiva. Hendrix Experience. •

Nick Moran
Conocido por su trabajo como actor en películas como Lock, S t o c k el proceso, Moran descubrió que su abuela tuvo relación con varios de
a n d Two S m o k i n g Barrels (1998), Nick Moran (Londres, 1969) conducía los socios de Joe Meek, una circunstancia que le ayudó a completar
por la calle Holloway londinense cuando un amigo le señaló la placa huecos en la trama. Había dirigido anteriormente una comedia para
conmemorativa a Joe Meek. " C u a n d o m i amigo m e contó su historia", televisión, Welcome to Strathmuir (2007), antes de realizar Telstar (2008).

afirma Moran, "supe q u e ahí había una película c o n interés universal. Por En la actualidad, Moran se haya inmerso en la posproducción de The
eso n o m e importó l u c h a r durante años hasta conseguir reunir los fondos Kid, que se supone un conmovedor drama dickensiano sobre un
necesarios para p o n e r en marcha la producción". Incluso, durante todo muchacho arrojado a las frías calles londinenses.
BABYLON, DE FRANCO ROSSO

Mística rastafari
JOAN P O N S donde en la é p o c a que captura la pelí- tan singular como una batalla de s o u n d
cula (finales de los setenta) r e s i d í a n la systems (el precedente musical de la cul-
Hasta B a b y l o n , el color y el calor del mayoría de familias inmigrantes de esta tura de club de los D J ' s y del h i p - h o p ) , el
cine vinculado al r e g g a e estaba fijado antigua colonia b r i t á n i c a . Este signifi- telón de fondo de esta peripecia son los
por dos p e l í c u l a s , C a i g a q u i e n c a i g a cativo cambio de l o c a l i z a c i ó n hace de años duros del thatcherismo: desempleo,
(The Harder They Come; Perry Henzell, B a b y l o n un f i l m - r e g g a e con un color y un xenofobia, racismo, delincuencia, abusos
1972) y Rockers (Ted Bafaloukos, 1978), calor distintos al habitual: el cielo per- de autoridad... en general, unos desalen-
ambas ambientadas en Jamaica, la cuna manentemente encapotado de Londres tadores horizontes de futuro para la
de este género musical. Estos dos filmes, condena la estética del film a una gama juventud de barrio obrero, con especial
de colorido caribeño y temperatura tro- de azules y grises y a una mayor presen- gravamen para las m i n o r í a s raciales y
pical (acciones situadas principalmente cia de escenarios interiores. para los inmigrantes.
en exteriores, pues), se hicieron tan céle- Así las cosas, B a b y l o n funciona como B a b y l o n se estructura, pues, alrededor
bres durante los años setenta entre los documento de otra realidad de la música de un discurso determinista que bordea
aficionados a esta música, que acabaron jamaicana t o d a v í a no vista en la gran la fatalidad. De hecho, en jerga rastafari
deviniendo canon y a la vez cliché. pantalla: a lo largo de los años setenta y (el culto que practican muchos artistas
Como obra posterior, B a b y l o n apro- ochenta Londres fue el altavoz y el esca- jamaicanos),. B a b y l o n significa, entre otras
vecha elementos que ya estaban en la parate para el mundo del r e g g a e (y otros acepciones, "Sistema corrupto". Así que
patente de estos dos filmes: t a m b i é n es subgéneros derivados). La segunda gene- Franco Rosso pone en el film a varios per-
un relato sobre los terrenos comparti- r a c i ó n de inmigrantes jamaicanos en sonajes capeando de distinta manera las
dos entre la vida de bohemia y la vida Gran B r e t a ñ a hacía ostentación de sus cornadas de este sistema. El protagonista
c r i m i n a l , t a m b i é n enarbola u n rudo raíces musicales como s e ñ a de identi- principal, Blue, por ejemplo, contempla y
estilo verité, t a m b i é n se inscribe dentro dad y las manipulaban hasta convertir- vive con pesimismo las posibilidades de
del g é n e r o musical desde la atipicidad... las en la expresión de su entorno, que en superar la herencia social de sus padres,
Sin embargo, la historia de B a b y l o n no el aquí y ahora que fijaba la película era la primera g e n e r a c i ó n de inmigrantes
se confina en los limites de la isla jamai- la e x p r e s i ó n de un descontento. Porque jamaicanos cuyo intento de integración
cana, sino que sitúa su trama en un barrio aunque la sinopsis del film se articule en la vida de la metrópoli, según el film,
lateral del sur de Londres (Lewisham), alrededor de un acontecimiento musical ha fracasado apartándolos a barrios y ofi-
cios sin futuro.

El joven londinense de origen c a r i b e ñ o , Blue, entregado al s u e ñ o rastafari ¿Qué salidas le quedan


a un j o v e n l o n d i n e n s e
de origen c a r i b e ñ o como
Blue? ¿La v i d a c r i m i n a l ,
como al novio de su her-
mana? ¿La m í s t i c a rasta-
fari, que no es m á s que
una forma de escapismo
y n e g a c i ó n de la realidad?
A l final, e l personaje d e
Blue se acaba agarrando
a la música (el éxito de su
s o u n d system en la batalla
final puede reportarle un
contrato discográfico sal-
vavidas). O c ó m o i n t e n -
tar trascender la vida que
te ha tocado a t r a v é s del
arte... aunque sea un arte
poco noble, u n d e r g r o u n d y
marginal.
E n la balanza de B a b y l o n se equilibran
hedonismo y comentario social, como
en Q u a d r o p h e n i a (F. Roddam, 1979),
otro film también escrito por Martin
Franco Rosso
Stellman, coguionista de esta obra junto Franco Rosso (1942) llegó a su segundo largometraje, Babylon (1980), desde la experiencia
al propio Rosso. También, como Q u a d r o - documental. Ya se había adentrado anteriormente en la realidad de la comunidad jamaicana
p h e n i a , B a b y l o n entra en la categoría de en Londres con Dread B e a t an' B l o o d (1979), un documental sobre el carismático p o e t a - d u b
clásico de culto, de fetiche generacional, y agitador social Linton Kwesi Johnson, que le descubrió las miserias diarias y las fiestas de
de i n s t a n t á n e a fidedigna de un tiempo y s o u n d s y s t e m s nocturnas del barrio Brixton. Adoptando este estilo en bruto aprendido en el do-
un lugar. A alcanzar esta dimensión mí- cumental de guerrilla (a veces de un amateurísmo inocente, otras de una gran fuerza y verdad),
tica ha contribuido su retardada edición Rosso encaró Babylon con muy poco presupuesto (350.000 libras) y muchas ganas de encon-
en D V D de este mismo año. Hasta este trar las similitudes entre el sentimiento de exclusión en Londres de los inmigrantes jamaicanos
momento, B a b y l o n era un film de leyenda, y el de los inmigrantes italianos, como él. Al margen de esta película, la carrera como director
casi maldito, que se transmitía de gene- de Rosso (de telefilmes, principalmente) nunca ha pasado de la discreción comparada con el
ración en generación a través de la ideali- prestigio profesional que tiene como montador de documentales sobre música (sobre John
zación de su recuerdo y, con algo m á s de Lennon, Stephen Stills o sobre el soul, entre muchos más) destinados a la TV británica.
suerte, en gastadas cintas de vídeo. •

Y la cultura
© CHRIS MORRIS / PYMCA

salió a la calle
EXPOSICIÓN "UNORDINARY P E O P L E "
JARA YÁÑEZ

E l jazz fue, probablemente, una de las primeras y m á s impor-


tantes manifestaciones de esa "cultura popular" que, frente a
la considerada A l t a Cultura (institucionalizada, relacionada
siempre con un público "de élite" y valorada bajo el peso de la
tradición y de los medios de expresión convencionales), dina-
mizó de manera espectacular los mecanismos de creación artís-
tica a partir del siglo X X . E l cómic, el g r a f i t t i , nuevos géneros H i p p i e s fuera del U F O Psychedelic Club de Londres (1968)

como la ciencia ficción o la novela negra, nuevos ritmos musi-


cales como el r e g g a e , el ska o el rap, pero t a m b i é n los vídeo- británico, recorre los cuerpos y los rostros de los jóvenes que,
juegos o la moda, formaron parte de ese conjunto de nuevas desde los años sesenta a la actualidad, han ido dando forma a
producciones que revolucionaron el Arte (con m a y ú s c u l a ) los diferentes movimientos de esta cultura popular. Una gale-
para dar lugar a toda una serie de expresiones que, fuera de la ría de i m á g e n e s de fuerte impacto visual que documentan
Academia, rompían con los límites de la institución y llegaban un cambio de paradigma en el que las tribus urbanas, como
por fin a la calle. Y el arte se hizo vida. Como habían preconi- forma de identidad grupal asociada a una serie de señas polí-
zado y defendido los artistas de las vanguardias históricas, el ticas, sociales y culturales, toman todo el protagonismo. De los
arte se relacionó definitivamente con la vida diaria y se convir- mods a los h i p p i e s , pasando por los punks, skinheads, g r u n g e s ,
tió entonces en aliado de la expresión callejera, en mecanismo i n d i e s y hasta la disolución y la mezcla que protagoniza nuestra
de e x p r e s i ó n de los conflictos y de las reivindicaciones que actualidad, las fotografías de U n o r d i n a r y P e o p l e testimonian
t e n í a n que ver con el día a día de la "gente corriente". la intensidad y radicalidad de aquellas transformaciones. Y lo
L a exposición U n o r d i n a r y P e o p l e (que t e n d r á lugar en el hacen de la mano de sus protagonistas: "gente poco corriente",
Centro Cultural Antiguo Instituto de Gijón, del 12 al 29 de algunos rostros famosos y muchos desconocidos, que se con-
noviembre y en paralelo a las actividades del Festival de Cine viertieron ellos mismos en obra de arte por el mero hecho de
de Gijón), centrada en exclusiva en el movimiento artístico existir y de expresarse. •

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