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Desde el Aron en Ituango, asentados en las veredas La Rica y Torrente, emitimos este
comunicado a la COCAM, a ANZOR y las demás organizaciones sociales.
Desde hace 13 días se viene presentando erradicación forzada por parte del ejército
nacional al mando del Comandante que se identifica con el apellido Bolaños y que dice
estar adscritos al Batallón de Infantería número 32, el cual asegura que la meta es erradicar
toda la coca existente en la región. Así mismo, dice que no pararán de realizar esas tareas
por órdenes de sus superiores.
El pasado jueves, este oficial tuvo contacto con las comunidades que nos oponemos a que
realicen estas acciones que dejará sin el sustento a las comunidades, sobre todo a aquellas
que firmaron el 12 de septiembre del 2017 un acuerdo colectivo con el gobierno Nacional
en el municipio de Ituango, donde el gobierno se comprometió con todas las veredas de El
Aro en la construcción e implementación del Plan Nacional Integral de Sustitución de
Cultivos de Usos Ilícito PNIS.
En noviembre del mismo año, las comunidades en interlocución con el Gobierno Nacional,
admitimos estar completamente de acuerdo el Programa de Sustitución Voluntario, pero
que en sus territorios no percibimos con las mínimas garantías de seguridad para llevarlo a
cabo y que por lo tanto responsabilizábamos al Estado por los hechos que se vienen
presentando contra las comunidades y los líderes que venimos impulsando estos programas.
Aun así, los campesinos cedimos a la propuesta, pero muy rápidamente iniciaron labores de
erradicar total y forzadamente todos los cultivos, hecho que demuestra el total escenario de
incumplimientos.
En uso legítimo de los decretos salidos del Acuerdo de paz, las comunidades damos a
conocer nuestro total rechazo a la erradicación forzada, a lo que la fuerza pública responde
que incluso tiene orden de disparar y/o golpear a cualquiera persona que se oponga a la
erradicación.
Tal situación obliga a las comunidades de El Aro y las demás que se ven afectadas a
movilizarse en uso legítimo de la protesta desde el sábado primero de abril.
Nos declaramos en paro cocalero permanente, salimos a la calle para defender el legítimo
derecho de trabajar para alimentar a nuestras familias, sobre todo, porque faltan políticos
reales para que los campesinos tengamos opciones dignas y claras para la sustitución.