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SISTEMA TEGUMENTARIO

El sistema tegumentario está formado por la piel y los anexos o faneras. La piel es el
órgano de mayor extensión en el cuerpo y consiste en una envoltura resistente y
flexible, cuyo epitelio de revestimiento se continúa con los de los sistemas respiratorio,
digestivo y génito-urinario, a nivel de sus orificios externos.
Las principales funciones que desempeñan son:
1.- Protección. La piel evita la entrada de gérmenes patógenos, al ser semipermeable
al agua y a drogas de uso externo.
2.- Regulación térmica. Ayuda a conservar la temperatura corporal.
3.- Excreción. La realiza mediante el sudor.
4.- Síntesis. En la piel se sintetiza la vitamina D y la melanina
5.- Discriminación sensorial. Debido a que la piel posee los receptores para el tacto, la
presión, el calor, el frío y el dolor, mantiene una información al individuo sobre el
medio ambiente que lo rodea.
Las faneras, como estructuras, contribuyen también a las funciones de la piel ya
mencionadas. Entre otras estructuras tenemos: el pelo, las uñas y las glándulas
sudoríparas y sebáceas.

jueves 19 de junio de 2008


Sistema tegumentario

A simple vista la superficie cutánea ofrece peculiaridades y características diferentes en


cada región anatómica haciendo de ella un conjunto armónico y muy bien adaptado a
sus funciones.
Si examinamos detenidamente cada cm2 de la piel humana, encontraremos muchas
variaciones y características bien marcadas. La edad, el sexo, la raza, y el clima son
algunos de los factores que modifican el aspecto y constitución de la piel.
El espesor de la piel no es uniforme, varía según la región y la especie considerada. De
modo general, es más gruesa en las regiones dorsales (espalda) que en las ventrales,
mayor en la cara lateral de los miembros que en la medial y más en el extremo distal
que en el proximal.
Es más espesa en la superficie de extensión de una articulación que en la de flexión.
En las uniones mucocutáneas (labios, párpados, ano, etc.) es muy fina. Es más
delgada en las zonas recubiertas de pelo que en las áreas desnudas y sometidas a
rozamientos.
En las zonas expuestas a presiones y fricciones constantes, el grosor de la piel
aumenta (callosidades) y pueden desarrollarse en el espesor del tejido subcutáneo
bolsas sinoviales.
Estas bolsas son de tamaño variable, pero se hallan preferentemente en relación con
eminencias óseas.
Anatómicamente podemos dividir el espesor de la piel en tres grandes capas:
Epidermis, Dermis e Hipodermis (tejido celular subcutáneo).

Epidermis. Es la capa más externa de la piel. Está formada por tejido epitelial plano
estrati-ficado queratinizado. Las células se denominan como queratinocitos.
La epidermis está constituida por diversos estratos de células epiteliales. Pero como el
espesor de la epidermis no es constante, a veces no se observan todos, o porque
resultan imprecisos o porque no se han formado.
La epidermis presenta dos zonas bien diferenciadas: capa profunda y capa superficial.

Dermis. Es la capa media de la piel y está compuesta por las siguientes estructuras:
• Vasos sanguíneos.
• Vasos linfáticos.
• Folículos pilosos.
• Glándulas sudoríparas.
• Fibras de colágeno.
• Fibroblastos.
• Nervios.
La dermis mantiene su integridad estructural mediante las proteínas colágeno y elastina
principalmente, elaboradas por los fibroblastos. Además es en esta capa de la piel
donde se encuentran los receptores nerviosos del dolor y del tacto.
La dermis también contiene las glándulas
sebáceas. Estas glándulas, que rodean y se vacían en los folículos pilosos y poros,
producen un aceite denominado sebo que lubrica la piel y el cabello. Las glándulas
sebáceas se encuentran mayormente en la piel del rostro, la parte superior de la
espalda, en los hombros y el pecho.
La mayor parte del tiempo, las glándulas sebáceas producen la cantidad adecuada de
sebo. A medida que el cuerpo de la persona comienza a madurar y a desarrollarse
durante la adolescencia, las hormonas estimulan las glándulas sebáceas para que
produzcan más sebo. Esto produce acné cuando los poros se tapan por exceso de
sebo y demasiadas células muertas. Más adelante en la vida, estas glándulas producen
menos sebo, lo que contribuye a la sequedad de la piel.

Hipodermis. La capa subcutánea es la capa más profunda de la piel. Está compuesta


por una red de células de colágeno y grasa, que ayuda a conservar el calor corporal y
protege el cuerpo contra lesiones puesto que amortigua los impactos. El tejido
subcutáneo es predominantemente de tejido conectivo laxo areolar.
Pero hay riendas de tejido conectivo denso, constituida por haces dispersos y no
gruesos de fibras colágenas y elásticas. Posiblemente procedan de la cara inferior de la
dermis. Estas fijan la hipodermis a las fascias de músculos o al periostio de huesos
subyacentes.
En la hipodermis existen dos tipos de glándulas productoras de sudor. Las glándulas
ecrinas están presentes en todo el cuerpo, aunque predominan en la frente, las palmas
de las manos y las plantas de los pies. Al producir sudor, estas glándulas ayudan a
regular la temperatura corporal y los productos de desecho se excretan a través de
ellas.
El otro tipo de glándulas productoras de sudor, las glándulas apocrinas, se desarrollan
en la pubertad y se concentran en las axilas y la región púbica. El sudor de las
glándulas apocrinas es más espeso que el producido por las glándulas ecrinas. Si bien
este sudor es inodoro, cuando se mezcla con las bacterias en la superficie de la piel
puede causar olor corporal. Un adulto sano, normal, secreta medio litro,
aproximadamente de sudor diariamente, aunque la cantidad podría aumentar por la
actividad física, fiebre o temperatura ambiental alta.

Higiene y cuidado del sistema


Algunas de las observaciones básicas en el cuidado de la piel se apuntan a
continuación:
El exceso de jabón en el cuerpo, y el refregarse con fuerza, no es una buena
costumbre porque elimina el manto graso de la piel: factor defensivo contra una serie
de hongos y bacterias. Deben evitarlo, sobre todo, las personas que sufren de
dermatitis seborreica.
• Evite usar jabones germicidas que lo único que consiguen es barrer nuestras
defensas naturales.
• Para las pieles secas se sugiere el uso de humectantes que dan confort y previenen
el envejecimiento precoz. Se sugiere elegir uno con un adecuado pH para su piel o
aquéllos que contengan lactactos de amonio para darle mayor humedad.
• En cuanto a las pieles grasosas, no hay necesidad de exagerar en el uso de cremas
humectantes.
• A las personas de piel muy blanca se recomienda usar un bloqueador 15 todo el año
(no grasoso).
• Recuerde que durante el verano aumenta la necesidad del bloqueador y así como un
mayor número de protección, siempre de acuerdo al tipo de piel.
• Utilice un champú acorde con las características de su cabello. Y recuerde que es
falso que el cabello se cae cuando se lava todos los días.
• Las personas con piel muy sensible deben evitar el uso de cremas, desodorantes,
cosméticos o cualquier tipo de producto que contenga fragancias porque pueden
provocar irritación.
Un buen aliado de la piel son las vitaminas antioxidantes (A, C y betacaroteno).
Además de mantener la lozanía de la piel, aumentan la resistencia a ciertos variantes
de cáncer originados por la luz ultravioleta.
• Los productos hipoalergénicos, frecuentes en cosméticos y lociones, reducen la
capacidad de inflamación a ciertos componentes alérgicos. Pueden ayudarle si usted
es alérgica, pero no funcionan en todos los casos.

Publicado por Hugo Gómez Cerón

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