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Esterilización de las semillas.

Las semillas solamente pueden ser esterilizadas con productos químicos, pues otro
recurso las mataría. El más fácil de conseguir, y que todos tienen en casa, es el cloro.
Normalmente el cloro está preparado a la concentración del 2.2%, esta indicación
debe estar en el rótulo y debe ser observada atentamente.

Para desinfectar las semillas se prepara una solución con agua destilada y cloro, que al
final tendrá concentración entre 6% a 10%. Para hacerla, mezclamos 1 ml de cloro y 10
ml de agua destilada, lo que nos da una concentración aproximada de 7.5%.
Con la solución preparada se toma un pequeño frasco con tapa (frasco de penicilina
inyectable, un tubo de ensayo pequeño o otro con capacidad de 5 ml) y se coloca una
pequeña cantidad de semillas en su interior, las semillas restantes se guardan de
nuevo en frío. Volcar unos 2 ml del cloro preparado sobre las semillas, tapar y agitar
por 8 minutos aproximadamente. 

Se deja descansar el frasco por 1 minuto en posición vertical. Durante este reposo se
observará en el frasco que una parte de las semillas se deposita en el fondo y una otra
parte queda flotando; estas semillas que flotan son semillas infértiles y deben ser
eliminadas. 
Pasado el minuto de descanso, se retira lo más que se pueda del cloro y las semillas
flotantes, esto se puede hacer con el auxilio de una jeringa sin aguja (la aguja se tapa
con las semillas), cuidando de no mover demasiado el frasco para evitar que las
semillas del fondo se levanten. 

Retirado el cloro se verterá en el frasco 2 ml de agua destilada para lavar las semillas y
reducir el exceso de cloro restante. Agitar por un minuto puede ser suficiente. En un
embudo, colocar un filtro de papel (filtro para café) y volcar las semillas en él. 
Con una espátula de acero inoxidable (utensilio médico como la de los dentistas), se
recogen las semillas y se siembran en los frascos. Cuando se preparan los frascos
estériles, siempre queda adentro de ellos un poco de agua condensada en las paredes
del vidrio. Para facilitar la distribución de las semillas sobre el medio de cultivo, lo que
se acostumbra hacer es inclinar el frasco a 45º para que el agua se acumule en la orilla
del fondo, y con la espátula cose coloca la semilla sobre el agua. Al regresar el frasco a
la posición correcta, las semillas se distribuyen sobre el medio de cultivo.
El procedimiento de la siembra debe hacerse dentro de la cámara estéril. 
El trabajo con semillas verdes es mas fácil y requiere menos cuidados, ya que las
semillas dentro de la cápsula verde son 100% estériles y no se tienen que esterilizar.
Para usar las semillas de una cápsula verde deben tener por lo menos 8 meses de
formación para asegurar que sean fértiles. En este caso, se retira la cápsula verde de la
planta madre. Se prepara una solución de cloro al 15% (1 ml de cloro en 5 ml de agua
destilada = 15%). Con el auxilio de un cepillo de dientes, se lava el exterior de la
cápsula y se repite el procedimiento dos o tres veces para garantizar que está bien
desinfectada. Nótese que la cápsula no debe estar abierta. Terminado el trabajo, se
toma un pequeño frasco con tapa, se coloca la mitad de la solución con cloro, se
sumerge la cápsula y se cierra el frasco. 

Se lleva el frasco a la cámara estéril donde después de agitarse un poco podrá la


cápsula ser retirada para dejarse secar. Hasta ese momento la cápsula aún no es
abierta. Si se dispone de mas de una cápsula, se lavarlas todas y y se llevan dentro del
frasco una cantidad mayor, lo que facilita sembrar en frascos separados más de una
planta; como las cápsulas están cerradas, no hay peligro de que las semillas se mezclen
y confundan. 

Adentro de la cámara estéril y con auxilio de una hoja de bisturí y de una tijera,
abrimos la cápsula. Las semillas podrán ser colocadas con la espátula adentro de los
frascos directamente sin peligro de contaminación. Se puede colocar una mayor
cantidad de semillas sobre el medio de cultivo, pues no se sabe cuantas son fértiles.
Las semillas quedarán como si fueran polvo sobre la gelatina. Una observación: cada
vez que se use la espátula con otra cápsula, se debe lavar y secar para evitar que otro
tipo de semillas sean colocadas en el frasco. Cómo limpiar y lavar el instrumental se
verá más adelante. Después de colocar las semillas se cierra herméticamente el frasco,
queda listo para el siguiente paso. 

Las semillas sobrantes no deben ser tiradas a la basura, pueden secarse para
aprovecharlas en un futuro. Para secarlas, debemos colocar las cápsulas bajo una luz
de 100W a una distancia de 30 centímetros y dejarlas durante 2 horas. Después se
raspan las semillas sobre una hoja de papel y se guardan en frío.

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