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OPEP: Antecedentes y Creación.

Secuestro de Ministros 1975

Lindolfo León

Antecedentes

En 1938, Venezuela llega a ser el tercer país productor de petróleo del mundo,
con mas de 500.000 barriles por día, después de Estados Unidos y Rusia, y
además, el primer exportador de ese producto hacia los mercados mundiales,
especialmente Norte América. Todos los países del Medio Oriente juntos no
llegaban a producir mas de 475.000 barriles por día. Esta situación se mantuvo
igual hasta 1947, cuando los Estados Unidos deciden importar 1000 b/d de
petróleo desde los países árabes e Irán, cifra que en un año subió a 75.000
b/d, y siguió aumentando progresivamente hasta llegar a competir seriamente
con el crudo venezolano y desplazar a Venezuela como tercer país productor
del mundo a mediados de 1949.

Las compañías petroleras transnacionales Norteamericanas e Inglesas, tenían


el monopolio de la producción en todos los países productores del Medio
Oriente y unilateralmente comenzaron a bajar los precios de compra del crudo
de exportación, con el único propósito de que este petróleo llegase a la costa
este de USA al mismo precio que se cotizaban los crudos de Texas y de
Venezuela, y poder así obligar a Venezuela a vender su producción al precio
impuesto por las empresas, y tenerlo a su disposición, mas cerca y en algunos
casos mas barato.

Los ingresos que Venezuela percibía por la venta de su petróleo eran


prácticamente establecidos por las “compañías”, ya que su interés era
comprarlo al menor precio posible, teniendo como factor de presión, la
amenaza de recurrir a los crudos del Medio Oriente. El 12 de noviembre de
1948, el Gobierno venezolano promulga una ley mediante la cual se establecía
que las utilidades de las compañías petroleras se repartirían con la fórmula del
50/50. Esta medida fue la gota que rebosó el vaso de las empresas
concesionarias, y aun no se sabe si este hecho contribuyó a que 12 días mas
tarde se produjo un golpe militar que derrocó al Gobierno de Don Rómulo
Gallegos, constituyéndose una Junta Militar de Gobierno conformada por los
Tenientes Coroneles Carlos Delgado Chalbaud, Marcos Pérez Jiménez y Luís
Felipe Llovera Páez. Este gobierno manejó la industria a su antojo, pero
siempre asesorado por las “compañías”; y fue así como se otorgaron nuevas
concesiones petroleras en 1956 y 1957, dando paso a la explotación
indiscriminada de los yacimientos del Lago de Maracaibo, donde se
establecieron mas de 15 compañías.

Una vez derrocado el gobierno de Marcos Perea Jiménez en enero de 1958, y


entronizada la democracia en Venezuela con las elecciones de diciembre de
1958, y la elección del Presidente Rómulo Betancourt, llegó al Ministerio de
Minas e Hidrocarburos, el Doctor Juan Pablo Pérez Alfonzo, un abogado
estudioso de la materia petrolera, quien desde 1948, cuando era Ministro de
Fomento en el gobierno de la Junta Revolucionaria de Gobierno, surgida
después del golpe de estado del 18 de octubre de 1945, tenía sus reservas con

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las “compañías”, a las que fustigaba acusándolas de aprovecharse de la
coyuntura del petroleo del Medio Oriente, para imponer precios viles al petróleo
venezolano, además, con la competencia del petróleo árabe con el petróleo
venezolano, era casi imposible que Venezuela ni siquiera pudiera negociar un
aumento de precios. Por otra parte, sabía que las “compañías” se
aprovechaban de la poca experiencia de los árabes en materia petrolera, para
obtener petróleo barato, obteniendo así el control absoluto de la fijación de
precios. Fue así como en 1947, Pérez Alfonzo tomó la decisión de contactar a
los árabes para imponerlos de la realidad de los hechos, e informarle de las
experiencias venezolanas logradas desde que se aprobó la Ley de
Hidrocarburos en 1943, hasta las decisiones tomadas por su gobierno (trienio
1945-1948) en materia de hidrocarburos, y los planes que el se proponía a
realizar en el futuro inmediato. Estos contactos no se llegaron a culminar
porque una Junta Revolucionaria de Gobierno conformada por los Tenientes
Coroneles Carlos Delgado Chabaud, quien la presidió, Marcos Pérez Jiménez y
Luís Felipe Llovera Páez derrocó al Gobierno Constitucional del Presidente
Rómulo Gallegos el 24 de noviembre de 1948. Sin embargo, la Cancillería del
nuevo gobierno decidió enviar una delegación al Medio Oriente, conformada
por Edmundo Luongo Cabello, Luís Emilio Monsanto y Ezequiel Monsalve
Casado, quienes visitaron a Arabia Saudita, Irán, Irak, Egipto, Kuwait y Siria,
cuyos gobiernos fueron informados de todos los planes petroleros de
Venezuela, incluyendo la Ley de Hidrocarburos y de sus relaciones con las
empresas petroleras concesionarias.

El 23 de enero de 1958, cae el Gobierno de Marcos Pérez Jiménez, quien


había asumido la presidencia cuando fue asesinado el Presidente Delgado
Chalbaud en noviembre de 1950. En diciembre del año 58, se realizan
elecciones generales y gana Rómulo Betancourt; quien es proclamado en
febrero de 1959, Presidente Constitucional de la República por el Congreso
Nacional. Juan Pablo Pérez Alfonzo es designado Ministro de Minas e
Hidrocarburos, e inmediatamente después de haber tomado posesión, se puso
en contacto con el Ministro de Petróleo de Arabia Saudita, Abdalah El Tariki, a
quien conocía por referencias desde 1947, a través del para entonces
Embajador de Irán en Washington, Hussein Alá, hombre de confianza del Sha
de Persia, Rehza Pahlavi, cuando ese mismo año, siendo Ministro de Fomento,
encabezó una delegación a Washington para reunirse con el señor Alá, a fin de
establecer los primeros contactos petroleros de Venezuela con los países del
Medio Oriente.

Política Petrolera Venezolana (1959)

Ya como Ministro de Minas e Hidrocarburos, se propuso establecer su política


petrolera, que había quedado en suspenso desde el derrocamiento de la Junta
Revolucionaria de Gobierno el 24 de noviembre de 1948. Se reunió con el
Presidente Betancourt y le comunicó los planes que había concebido para el
desarrollo de la industria petrolera venezolana. a través de lo que el llamó una
“política petrolera nacionalista, tendente a la defensa y conservación del
petróleo venezolano, enmarcada en un Pentágono de Acción con cinco
ángulos claves, de los cuales, el que se refiere a la constitución de la
Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP, alargaba sus líneas

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fuera del ámbito de la jurisdicción nacional, y los otros cuatro ángulos de la
estructura del Pentágono de Acción, quedaban plenamente bajo la soberanía
de Venezuela”. La aplicación de esta política, le daría a Venezuela una
independencia en el manejo y comercialización de su petróleo, y la
deslastraba poco a poco de la extremada dependencia que hasta entonces se
tenía de los países desarrollados, los cuales estaban entronizados en el país a
través de las empresas transnacionales, que habían recibido concesiones de
los gobiernos anteriores.

Los cinco ángulos del “Pentágono” eran los siguientes:

1. Participación Razonable en la Explotación de la Riqueza Petrolera.

2. Comisión Coordinadora de la Conservación y el Comercio de los


Hidrocarburos. (CCCCH)

3. La Corporación Venezolana del Petróleo. (CVP)

4. No mas Concesiones.

5. La Organización de Países Exportadores de Petróleo. (OPEP)

La participación razonable de Venezuela en la explotación de sus


hidrocarburos, era una aspiración justa que no se había podido lograr hasta el
momento, debido a los poderosos intereses de las empresas transnacionales,
apoyados por sus gobiernos, principales consumidores de esta riqueza; y a la
debilidad manifiesta por los gobiernos de turno en materia petrolera.

Con la creación de la Comisión Coordinadora de la Conservación y el


Comercio de los Hidrocarburos, se constituyó el instrumento de defensa de
los precios del petróleo, evitando así el despilfarro y mal uso de este recurso
natural no renovable. La eficacia de estas medidas se vio limitada, ya que fuera
del ámbito nacional, adonde va la mayor parte de nuestra producción,
Venezuela no tenía ningún control, pues estas tenían que estar apoyadas por
la acción de otros gobiernos de países exportadores. Se puede decir que el
principal éxito de la CCCCH fue el de estimular la creación de la OPEP, y como
segundo objetivo logrado, el de frenar la tendencia bajista de los precios del
petróleo.

Venezuela siempre ha logrado obtener mejor precio en las ventas de su


petróleo, debido en primer lugar, a la creación de la CCCCH, y en segundo
lugar, a su posición estratégica y privilegiada de productor importante en el
norte del mar caribe, la cual le da a los compradores mas seguridad en el
suministro, y una reducción en el flete si se le compara con los productores del
medio oriente.

El tercer ángulo del Pentágono Petrolero, lo constituyó la creación de la


Corporación Venezolana del Petróleo, CVP. Pérez Alfonzo pensaba que ya
era hora de que Venezuela tuviera su propia empresa petrolera, “manejada por

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venezolanos, para los venezolanos”, capaz de explotar y vender su propio
petróleo. La CVP cumplió una función vital en la política petrolera nacional, no
solo en el ámbito emocional de todos los venezolanos, sino también en el
aspecto económico, pues con esta empresa en plena función integrada,
incluyendo el mercado interno, el país logra obtener todos los beneficios
derivados de las operaciones petroleras, sin compartirlos con empresas
transnacionales.

Con las actividades crecientes de la CVP, y sus éxitos obtenidos en las áreas
asignadas, como los bloques Lama y Lamar en el sur del lago de Maracaibo,
los campos de Hato Viejo y El Toreño en Barinas, Guafita en Apure, Mata, y
otros campos en Monagas y Anzoátegui, la CVP se preparó para ser la
recipiendaria natural de las concesiones que caducarían en 1983. La
estatización petrolera llevada a cabo en 1976, impidió que se realizara esta
aspiración que por derecho le correspondía, pues la CVP fue convertida en
CORPOVEN, una empresa mas del grupo de las “nacionalizadas”, quedando
subordinada a PDVSA, casa matriz de la industria petrolera estatificada.

El principio de no mas concesiones, no fue una decisión arbitraria tomada a la


ligera por el gobierno, ni tampoco su razón se debió a que el sistema jurídico
venezolano de concesiones no fuera apropiado; la razón principal fue el abuso
cometido por los gobiernos anteriores, en el otorgamiento de concesiones
petroleras, y al desarrollo importante que había alcanzado la industria petrolera
en Venezuela.

Al tomar esta decisión, el gobierno venezolano explicó que este principio no


acababa con las inversiones extranjeras en materia petrolera en el país, pues
al otorgarle zonas para posible explotación a la CVP o a cualquier ente estatal,
estos podían asociarse con capitales extranjeros para la explotación de tales
áreas. Fue así como surgió la idea de los Contratos de Servicio, que mas
tarde la CVP suscribió con empresas transnacionales tales como Mobil,
Occidental, Shell y otras, para el desarrollo de áreas asignadas, así como de
campos maduros, que luego con la creación de PDVSA, caducaron.

La creación de la Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP,


surge de la teoría de la existencia de intereses comunes entre los países
productores del medio oriente y Venezuela, a fin de defenderse de las
poderosas presiones que ejercían las compañías, que manejaban la industria
petrolera nacional de ambas regiones. Por eso, el acercamiento de Venezuela
hacia los países del medio oriente no se hizo esperar. Ya desde 1947 se
habían hecho los primeros contactos, y una vez que Venezuela adoptó la
fórmula del 50/50, para repartir las ganancias de las empresas concesionarias,
otros países se lanzaron a la misma aventura. El gobierno de Irán trató de
imponerlo a la Anglo Persian en 1949, pero la caída del Primer Ministro
Mosadegh, impidió lograrlo; Arabia Saudita y Kuwait hicieron lo mismo con la
Arabian América en 1951, y Bahrein e Irak lo lograron en 1952. En 1954, Irán
llegó a un arreglo con la Anglo Iranian, bastante mejor a lo que pretendió en
1949.

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Todos estos eventos lograron crear conciencia en los pueblos respectivos, de
que lo mejor que podían hacer era unir esfuerzos para poder defender sus
intereses comunes. Con motivo de la celebración en Caracas de la Convención
Nacional del Petróleo en Septiembre de 1951 vino a Venezuela una misión de
observadores de Arabia Saudita, con el propósito de establecer contactos con
personeros del Gobierno Venezolano para crear vínculos mas importantes
entre estos dos grandes exportadores, la visita no dio los resultados esperados
y la situación continuó igual.

Congreso Árabe de Petróleo

El cierre del Canal de Suez en 1956, contribuyó a que los países exportadores
se dieran cuenta de que el hecho de ser un país pequeño en vías de desarrollo,
no le daba derecho a las transnacionales de tratarlos injustamente en la
explotación de sus recursos y bienes. La República Árabe Unida, presidida por
Gamal Abdel Nasser, jefe del gobierno de Egipto, decidió convocar un
Congreso Árabe de Petróleo. Los organizadores consideraron que la
participación de Venezuela era fundamental, pues este país había tomado
decisiones trascendentales, que obligaron a las “compañías” a aceptar
condiciones nunca hasta ahora alcanzadas por ninguno de los países
productores, además de tener una posición geopolítica importante, como el
gran exportador del Caribe. El 16 de abril de 1959 se dio comienzo al congreso
en El Cairo. Venezuela asistió con una numerosa delegación presidida por su
Ministro de Minas e Hidrocarburos, Juan Pablo Pérez Alfonzo, y conformada
por Manuel Pérez Guerrero, Jefe de la Oficina de Coordinación y Planeamiento
de la Presidencia de la República, Eduardo Acosta Hermoso, Director de
Hidrocarburos, Humberto Peñaloza, Director de Economía, Aníbal R. Martínez,
Ejecutivo de la Creole, Antonio Martín Araujo, recién nombrado Embajador en
Egipto y Bernardo Flores, Ministro Plenipotenciario en la RAU, Irán, Libia y
Etiopía, Por su parte, las “compañías” enviaron delegaciones numerosas a fin
de “conocer el pensamiento de los dirigentes árabes”, como dijo un alto
funcionario de una empresa anglosajona. A pesar de que las relaciones entre
Egipto e Irak no estaban en su mejor punto, debido a la hostilidad existente
entre Nasser y Kassem, Jefes de Estado de Egipto e Irak respectivamente, el
congreso se llevó a efecto sin la asistencia de Irak, y casualmente fue presidido
por un Iraquí, de nombre Mohamed Salman, quien había sido su principal
organizador, actuando el Ministro Tariki de Arabia Saudita, como
Vicepresidente. El presidente Salman declaró en su discurso inaugural que el
propósito del congreso “era el de encontrar formas mejores para hacer efectivo
el principio de justicia y equidad que debe existir entre productores y
consumidores. Este principio debe guiar a las compañías petroleras a
reconsiderar sus contratos con los países árabes, a fin de adaptarlos a las
nuevas condiciones y hacerlos mas equitativos”.

El Pacto de Maadi

Durante la realización del congreso, los representantes venezolanos fueron


sometidos a un acoso de espionaje por parte de las empresas petroleras, hasta
tal punto, que tuvieron que reunirse secretamente en un Chalet del famoso y
lujoso Maadi Yacht Club, situado en una pequeña isla en las afueras de El

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Cairo, facilitado por el ingeniero egipcio Mahmud Abu Zeid, uno de los
organizadores del congreso. Las reuniones bilaterales que se hicieron con los
representantes de los países productores, también se realizaron en este sitio, y
allí se produjo una especie de pacto de caballeros, llamado “Pacto de Maadi”
que fue suscrito por los jefes de las delegaciones: por la RAU: S. Nassim; por
Venezuela: Juan Pablo Pérez Alfonso; por Irak: Mohamed Salman; por el
Emirato de Kuwait: Ahmed El-Sayed; por Arabia Saudita: Abdulah El-Tariki;
por Irán: Farman Farmanian y por la Liga Árabe: Mohamed Salman.

En vista del éxito obtenido en estas reuniones al margen del congreso, los
representantes de esos países se comprometieron llevar a sus respectivos
gobiernos la idea de constituir una Comisión Petrolera Consultiva, que
permitiera la discusión de los problemas comunes a fin de llegar a
conclusiones coincidentes. Esta comisión debía reunirse ordinariamente una
vez al año, además de otras reuniones extraordinarias que a solicitud de
alguno de los países, se estimara conveniente su realización. Los acuerdos
llegados en este pacto fueron:

1. Aumento de la participación de los países productores de petróleo,


en los beneficios sobre una base razonable y equitativa no menor al
60 %.

2. Conveniencia de llegar a una integración de la industria petrolera,


a fin de asegurar mercados estables para los países productores,
evitando la transferencia de ganancias de una fase de las
operaciones a otra, lo cual reducía los ingresos de los gobiernos.

3. Conveniencia de aumentar la capacidad de refinación en los países


productores, y de una mejor utilización del gas natural.

4. Optimización del uso del gas natural

5. Creación de empresas petroleras estatales, que operasen


paralelamente a las transnacionales.

6. Establecer en cada país, organismos capaces de coordinar desde


el punto de vista nacional, la explotación, la producción y la
conservación del petróleo.

7. Cualquier cambio en los precios del petróleo, que pretendan hacer


las compañías, deberá ser notificado y sometido previamente a la
aprobación d los gobiernos de los países productores.

8. Exhortar a todos los países árabes a establecer un sistema de


consultas mutuas tendentes a elaborar una política común a todos

En estos puntos se refleja la influencia que tuvo el Ministro venezolano Juan


Pablo Pérez Alfonzo en el acuerdo final, pues cinco de ellos son una versión
internacional de su “Pentágono Petrolero”.

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El congreso llegó a su final sin mayores incidentes, salvo el causado por la
intervención del asesor de Tariki, el norteamericano Franck Hendryx, quien
atacó duramente a las empresas petroleras, acusándolas de explotadoras y
solicitándole su retiro de las concesiones si no eran capaces de acatar la
voluntad y la soberanía de los estados otorgantes de las concesiones. Al final
se adoptaron ocho resoluciones que fueron dirigidas al Consejo Económico de
la Liga Árabe, de las cuales la mas importante fue la que proponía que todo
cambio futuro en el precio del petróleo debería ser sometido previamente a la
aprobación de los países productores.

Creación de la OPEP

La reacción de las grandes compañías no se hizo esperar, comenzaron una


política de baja de precios usando como pretexto los excedentes de producción
que quedaban sobrantes por encima de la demanda, lo que les obligaba a bajar
los precios, forzando así a los países productores a reducir su producción a fin
de eliminar los excedentes y balancear la relación oferta/demanda. Inclusive,
los pequeños productores independientes del estado de Texas (Grupo
TIPRO), se vieron obligados a reducir su producción y algunos de ellos a cerrar
pozos. En Mayo de 1960, después de regresar de la convención del Grupo
TIPRO, al que fue invitado conjuntamente con Pérez Alfonzo, el Ministro Tariki
declaró a la prensa internacional que “la baja de los precios no tenía
justificación alguna, la producción debe corresponder a la demanda. Los
países productores deben consultarse entre si y acordar una política conjunta.

Por su parte, el 8 de agosto de 1960, Pérez Alfonzo en rueda de prensa


condenaba públicamente las maniobras que “Las Grandes estaban
preparandose para una nueva reducción de precios”….Los grandes países
consumidores, cuya prosperidad y nivel de vida la han obtenido en gran parte a
expensas de los países pequeños y de bajo niveles de vida, tendrán que
cargar con mucho de la culpa y responsabilidad por los efectos adversos que
estas tácticas económicas erróneas puedan tener sobre el desarrollo y
bienestar del mundo”

El 9 de agosto la Exxon anunció una nueva reducción de precios entre 5 y 14


centavos de dollar por barril del crudo del medio oriente. Durante todo el mes
de agosto, las empresas Shell, BP, Texaco, Mobil, Gulf y Chevron, anunciaron
nuevas rebajas entre 4 y 10 centavos de dollar por barril para los crudos del
Medio Oriente; estos anuncios hicieron que los precios llegasen a los niveles
de 1950. (Financial Times).

Nuevamente, los ministros Tariki y Pérez Alfonzo salieron en defensa de sus


intereses respectivos, y es así como el ministro venezolano emite un
comunicado oficial mediante el cual anuncia que “Venezuela no acepta
ninguna rebaja de los precios oficialmente acordados en su territorio, y que en
caso contrario se ordenaría la suspensión de toda la producción que los
concesionarios destinaran para la venta con descuentos anormales”. Así
mismo instó a sus colegas del Medio Oriente a que pusieran en práctica las
medidas necesarias acordadas en el Congreso Árabe de Petróleo. Declaró a
la prensa internacional que Venezuela no se iba a dejar arrastrar por una

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guerra de precios, y que ahora era imperativo un acuerdo para la creación de
un pacto petrolero que impidiera el despilfarro del petróleo y ejerciera un frente
común ante “las grandes”.

A solicitud de Kuwait, Tariki comenzó a organizar una reunión en Riyadh,


capital de Arabia Saudita, donde estarían presentes los productores árabes, a
fin de tomar una posición árabe conjunta sobre el problema de la reducción de
precios. El 21 de agosto Tariki viajó a Beirut para entrevistarse con Antonio
Martín Araujo, Embajador de Venezuela en la RAU, Arabia Saudita e Irak, e
informarlo de la reunión, con la recomendación de que Venezuela debería estar
presente, ya que su Ministro tenía una posición clara sobre el asunto. Fue en
esta entrevista, donde se elaboró la lista definitiva de los países que deberían
asistir a la reunión preliminar para la creación de un organismo regulador de la
producción, exportación y precios del petróleo en el mundo.

Como todavía existía una confrontación entre Irak y la RAU, y como esta última
no había sido afectada directamente por el problema de la reducción de los
precios, aparte de que Irak era un productor mucho mas importante que la
RAU, Tariki le propuso al Embajador Araujo que la reunión se efectuase en
Bagdad a fin de garantizar la participación de Irak, lo cual fue aceptado por el
venezolano. Quedaba todavía un problema con la invitación de Irán, pues su
política exterior con Israel, no era del todo bien vista por los países árabes, y
solo la RAU había roto relaciones diplomáticas con Irán. Esto en principio no
ponía ningún obstáculo para una reunión que agrupara a Irak, Irán, Kuwait,
Arabia Saudita y Venezuela, siempre que no se invitara a la RAU. Tariki y
Araujo se repartieron las funciones de convocatoria, el primero se encargó de
Irak y Kuwait y el segundo se ocupó de convencer a Irán.

El 22 de Agosto, Tariki viajaba a Bagdad para discutir el asunto con el Ministro


de Petróleo encargado, Talaat Chaibani, el cual fue resuelto satisfactoriamente,
saliendo dos días mas tarde para Kuwait. El 24 llegaba Araujo a Teherán para
reunirse con el Sha y convencerlo de las bondades del proyecto. El Sha
Pahlavi le dio su beneplácito.

Inmediatamente el gobierno de Irak se dispuso invitar oficialmente para el día


10 de septiembre a una reunión en Bagdad, a los países seleccionados por el
Ministro Tariki y el Embajador Araujo, que fueron: Arabia Saudita, Irán, Kuwait y
Venezuela, que conjuntamente con Irak, fueron los cinco países que tuvieron el
honor de ser los fundadores de la OPEP. Esta reunión tendría como objetivo
principal, la elaboración de un documento que plasmara la política común de
los cinco países en materia de producción y precios del petróleo. Esta
convocatoria se mantuvo, de mutuo acuerdo entre todos los invitados, en el
mas riguroso secreto, para evitar cualquier boicot que pudieran hacer las
compañías a través de alguno de ellos hasta el 5 de septiembre, cuando la
radio irakí anuncio oficialmente la celebración de una conferencia especial el 10
de septiembre en Bagdad con el fin de definir “una postura unificada de los
cinco países enfrentados a la reducción de precios que las compañías
petroleras habían anunciado unilateralmente sin consultar con los gobiernos
respectivos”. El anuncio tomó por sorpresa a los círculos petroleros mundiales,
pues se pensaba que el problema de los precios se iba a discutir en el próximo

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Congreso Petrolero Árabe que se reuniría en Beirut entre el 17 y el 22 de
octubre de ese mismo año 1960, pero la realidad fue otra, la decisión de la
convocatoria y el secreto mantenido, rindió los frutos esperados.

Por su parte, en los días finales de agosto, Pérez Alfonzo hizo un viaje
relámpago a México sin dar detalles del mismo a nadie, ni siquiera a sus
colegas del gabinete presidencial, solo lo sabía el Presidente Betancourt.
Cuando regresó a Caracas, la prensa nacional reseñó con curiosidad el hecho,
pero sin dar detalles pues no los sabía. El 6 de septiembre en rueda de prensa,
el Ministro Pérez Alfonzo hizo el anuncio oficial de la convocatoria a la
Conferencia de Bagdad, y además, dio los detalles de la razón de su viaje a
México, que fue para entrevistarse con el Embajador Soviético en esa nación,
para informarle sobre la conferencia, e intercambiar ideas sobre la política de
exportación de petróleo de ese país. Refiriéndose a este tema, dijo:”Los
soviéticos tienen que abrir los ojos ante la situación de que la declinación de
los precios de los crudos afecte mayormente a los países que están
necesitados de desarrollo”. Esta visita a México produjo resultados muy
favorables, pues una vez constituida la OPEP, la Unión Soviética tomó una
posición muy favorable a los intereses de la recién creada organización,
reacción esta que ni el mismo Juan Pablo esperaba se produjera tan rápido.

Ya la suerte estaba echada, los países productores habían decidido unirse para
actuar conjuntamente ante la “agresión permanente de las compañías”, y como
un recurso final para tratar de convencer a los gobiernos de los países
productores de la inconveniencia de la citada conferencia, la Shell,
unilateralmente anuncio el 8 de septiembre una rebaja en los precios del
petróleo de 2 a 4 centavos de dollar por barril, la misma cantidad que hacía una
semana había rebajado, una torpe decisión, pues con ella querían decirle a los
productores que estaban dispuestos a sentarse en la mesa a discutir los
precios, ya era demasiado tarde.

El 9 de septiembre comenzaron a llegar las delegaciones a Bagdad, las cuales


estaban conformadas como sigue: La delegación de Irak, estaba encabezada
por su Ministro de Petróleo y de Planificación; Talaat Shaibani, Abd el-Latif
Chawaf, Ministro de Comercio; Mohamed Hadid, Asesor Financiero; Abd el
Fattah Ibrahim, Director del Consejo para Asuntos Petroleros; Nazem Zahawi,
Gobernador del Banco Central, y Taha el Sheik Ahmed, representante del
Ministerio de la Defensa. La delegación de Arabia Saudita la presidía Abdulah
El Tariki, Ministro de Petróleo acompañado por sus asesores, Franck Hendryx
y Faruk Hesseini, norteamericano y palestino respectivamente. La delegación
de Irán estaba encabezada por Fuad Ruhani, Director de la National Iranian Oil
Company, NIOC, acompañado por Manoucher Farman Farmaian, Fathallah
Nafisi y Qutub Sijjadi. La delegación de Kuwait la presidió Ahmed el Omán y la
delegación Venezolana estuvo presidida por Juan Pablo Pérez Alfonzo,
acompañado por los Embajadores Antonio Martín Araujo y Bernardo Flores, el
Agregado Petrolero en El Cairo, Pedro Márquez; Eduardo Acosta Hermoso,
Director de Hidrocarburos, Humberto Peñaloza, Director de Economía, Pedro
Miguel Pareles, Director del Banco Central, Aníbal R Martínez, Geólogo
Petrolero de destacada actuación en la industria y Alfredo Tarre Murzi,
Embajador de Venezuela ante la OIT. Qatar decidió enviar a Hassan Kamel un

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abogado egipcio asesor del gobierno del Emirato, quien a pesar de demandar
que se considerase a Qatar como miembro fundador, la Conferencia no lo
aceptó en principio, quedando solo como Observador.

Los días 10 y 11 se dedicaron a reuniones de consulta y plenarias privadas sin


llegar a ningún acuerdo, el 12, convencido de que había que tomar alguna
resolución importante y salir de la idea del Comité de Enlace, Irak propuso que
se creara una organización permanente con su propio secretariado. Todos
acogieron con entusiasmo la idea salvo Irán, quien debía hacer consultas
adicionales a su gobierno. El ánimo decreció un poco entre los conferencistas,
pero todos estaban dispuestos a llegar al final con o sin Irán, hasta que en la
noche del 13, el representante Ruhani recibió una nueva directiva del Sha,
aceptando la creación de la organización permanente.

En la mañana del 14, el delegado Iraní sorprendió a todos cuando hizo el


anuncio oficial de aceptación por parte del gobierno de Irán, agregando
además el nombre para la organización y el proyecto de estatutos,
proponiendo que fueran adoptados. Lo cierto era que Ruhani era el mas
convencido de todos de la creación de la OPEP, pero no pudo lograr convencer
al Sha sino hasta la noche del 13. No hay que olvidar los vínculos que unían al
soberano iraní con la realeza europea y con algunas familias poderosas de los
Estados Unidos, además de las grandes presiones ejercidas por las grandes a
través de estos medios.

El texto de los estatutos confirmaba las disposiciones del Pacto de Maadi, así
como las recomendaciones del Congreso Árabe de Petróleo, pero le
agregaba dos nuevos elementos que fueron: la programación de la producción
y la solidaridad entre los estados miembros en caso de que las compañías
trataran de imponer alguna sanción a cualquiera de ellos; tal compromiso debía
llegar hasta el cierre de la producción y cancelación de las concesiones a las
empresas agresoras.

La Organización de Países Exportadores de Petróleo, OPEP, quedo


constituida por los cinco países asistentes a la conferencia: Irak, Irán, Kuwait,
Saudi Arabia y Venezuela. Se firmaron los estatutos tal como fueron
presentados por el delegado Iraní, se firmó el Acta Constitutiva, y se designó
a Fuad Ruhani Secretario General Ad Ínterin, en reconocimiento a su labor
en la tarea de lograr el beneplácito de su gobierno, y por haber contribuido a la
redacción de los estatutos, pues esta secretaría le correspondía a Irak, de
acuerdo a los estatutos que disponían una alternabilidad en orden alfabético en
ingles.

De Bagdad Juan Pablo viajó a Teherán, porque quería expresarle al Sha su


agradecimiento personal y a nombre del gobierno venezolano, por haberle
dado luz verde a su delegado Ruhani. Estando en Bagdad, recibió un
telegrama del Presidente Betancourt, en el cual lo felicitaba por el éxito
alcanzado y le pedía hacer extensivas esas felicitaciones a los demás
miembros de la conferencia, en especial al Ministro Tariki. Lo curioso de esta
felicitación, es que en la misma, Betancourt le expresó: … “Usted es el padre
de esa organización, sin su intervención y la de Tariki no se hubiera podido

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lograr nada…. De allí el calificativo con el que hoy día se conoce a Juan Pablo
Pérez Alfonzo, como “El Padre de la OPEP”.

La Resolución Nº 3 del Acta de creación de la OPEP dice textualmente:

I. “Los Miembros participantes en esta Conferencia someterán antes


del 30 de septiembre los textos de las Resoluciones a las
Autoridades competentes en sus respectivos países para su
aprobación y, tan pronto como sea obtenida dicha aprobación,
notificarán consecuencialmente al Presidente de la Primera
Conferencia (Ministro de Petróleo de la República de Irak).

II. El presidente de la Conferencia fijará, de acuerdo con los otros


Miembros, la fecha y lugar de la próxima Conferencia.

Dado en Bagdad, el 14 de septiembre de 1960

El Jefe de la Delegación de la República de Irak, (Fdo.) Dr. Tala’at al-


Shibani. El Jefe de la Delegación del Gobierno de Irán, (Fdo.) Fuad
Rouhani. El Jefe de la Delegación de Kuwait, (Fd0.) Ahmed Sayed Omar. El
Jefe de la Delegación de Arabia Saudita, (Fdo.) Abdullah Tariki. El Jefe de
la Delegación de Venezuela, (Fdo.) Dr. Juan Pablo Pérez Alfonzo.

Este documento fue aprobado por el Congreso Nacional, el 22 de mayo de


1961 y apareció en la Gaceta Oficial de la República de Venezuela Nº 26.562
del 26 de mayo de 1961.

La Segunda Conferencia de la OPEP, se realizó en Caracas el 16 de enero de


1961 en los salones del Palacio Blanco, edificio anexo al Palacio de Miraflores.
Los delegados aprobaron entre otras cosas, la admisión de Qatar como el
sexto miembro de la organización y la ratificación de Fuad Ruhani como primer
Secretario General. También se escogió la ciudad de Ginebra en Suiza, como
sede permanente de la organización. Mas tarde, en diciembre de 1965, la sede
fue trasladada a Viena, Austria.

En los años siguientes, otros países fueron anexándose a la organización; Libia


e Indonesia fueron aceptadas en la Cuarta Conferencia, celebrada en Ginebra
en Abril de 1962 en la cual se notó la ausencia del Ministro Tariki, quien fuera
despedido por el Rey Saud de Arabia Saudita por considerarlo “subversivo y
contrario a los intereses del reino”. Hay que notar que ya Tariki había perdido
los favores del Rey, gracias a los esfuerzos hechos por “las grandes”, hasta el
punto de llamarlo “el Jeque Rojo”. Fue sucedido por un joven abogado de 32
años llamado Ahmed Zaki Yamani, quien le garantizaba al Rey un cambio en la
política agresiva y nacionalista hasta ahora llevada por Tariki, y una vuelta a las
relaciones amistosas con los Estados Unidos y con la empresa ARAMCO.

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Composición de la OPEP

A continuación se da la lista de los países miembros de la Organización con


sus respectivos años de ingreso:

Miembros Fundadores:

Irán
Irak
Kuwait 1960
Saudi Arabia
Venezuela

Qatar 1961
Indonesia 1962
Libia 1962
Emiratos Árabes Unidos 1967
Argelia 1969
Nigeria 1971
Ecuador 1973 *
Gabón 1975 *

* Estos países se retiraron posteriormente

Estructura Organizativa

La estructura organizativa de la OPEP esta conformada por:

1. La Conferencia

2. La Junta de Gobernadores

3. El Secretariado

4. La Comisión Económica

La Conferencia es la máxima autoridad de la Organización, y consiste en la


Reunión de las Delegaciones normalmente presididas por el Ministro de
Petróleo de cada país miembro. Se reúne ordinariamente dos veces al año,
aunque puede tener reuniones extraordinarias cada vez que convenga a los
intereses de la Organización. Las decisiones se toman siempre por
unanimidad, y es responsable de la formulación de las políticas generales.
También es responsable por la aceptación de nuevos miembros, del
nombramiento de los Gobernadores propuestos por los países miembros y
elige al Presidente de la Organización, cargo rotativo cuya duración es de un
año y al Secretario General.

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La Junta de Gobernadores está conformada por los Gobernadores
nombrados por cada país miembro y confirmados por la Conferencia. Es
responsable de la Gerencia de la Organización y de la implementación de las
resoluciones dictadas por la Conferencia. Somete el presupuesto anual a la
consideración y aprobación de la Conferencia, así como los informes sobre
cualquier asunto de interés para todos.

El Secretariado es responsable de las funciones ejecutivas de la


Organización, de acuerdo a sus estatutos y bajo la dirección del Presidente. El
Secretariado está compuesto por:

• El Secretario General, quien es el representante ejecutivo y legal de la


Organización. Dura en sus funciones tres años renovables por un
período adicional. Tiene un Secretario General Adjunto, también
designado por el mismo período. Sus funciones son las de coordinación
de las actividades administrativas y la supervisión general de los
diferentes Departamentos y Divisiones.

• La División de Investigación, responsable por el desarrollo de un


continuo programa de investigación sobre temas relacionados con el
Petróleo, la Energía, etc.

• El Departamento de Administración de Personal

• La Agencia de Noticias OPECNA

• La Oficina del Secretario General

• La Oficina Legal

La Comisión Económica

La Comisión Económica es un cuerpo especializado que opera bajo el marco


del Secretariado, para asesorar a la Organización en la promoción de la
estabilidad de los niveles de los precios internacionales del petróleo. Está
compuesta por una Junta formada por Representantes de cada país miembro y
un Coordinador que “ex oficio” es el Director de la División de Investigación.
Para 1963, la OPEP todavía no había dado los frutos esperados por sus
fundadores, quienes la habían concebido como un instrumento de “lucha y
emancipación”, y por el contrario, se había convertido en “un instrumento de
insignificantes discusiones, cuyas interminables manifestaciones y vacilaciones
no conducían a ningún resultado tangible”. Pocos días antes de entregar el
Ministerio de Minas e Hidrocarburos a su sucesor Manuel Pérez Guerrero,
Pérez Alfonzo criticó duramente a la organización, diciendo que: “la asociación
de Venezuela con los países productores de otras regiones, no está dando
ningún beneficio para nuestro país”. Hasta ahora, Venezuela ha sido el único
país exportador que ha mantenido una política coherente de producción en
defensa de los precios y con una participación alta en los ingresos petroleros”.

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En diciembre de 1963, Pérez Alfonzo participó por última vez en la Conferencia
de la OPEP celebrada en Riyadh, capital de Arabia Saudita. En esa
oportunidad, se expresó diciendo: “Nosotros no regateamos con las
compañías, simplemente demandamos lo que es justo” y recomendó a sus
colegas de la organización que mostraran una determinación mayor en sus
iniciativas, la cual fue desoída por todos. Esto y otros acontecimientos internos
de Venezuela obligaron a Pérez Alfonzo a retirarse definitivamente a su
residencia “Camurana” en Los Chorros, donde se dedicó a dictar clases
magistrales sobre política petrolera a sus alumnos y seguidores.
Su espíritu nacionalista, el amor por su país y el viraje que había tomado la
política petrolera venezolana, lo obligaron a este retiro voluntario, para no
interferir en las relaciones cada día mas estrechas entre el Presidente
Betancourt y los Estados Unidos y “salvaguardar los intereses superiores de su
país”. Solo fue en los años 1978-1979, cuando los precios alcanzaron niveles
equitativos acordes a la realidad de la demanda mundial; en ese momento
Pérez Alfonzo declaro: “Ahora el mundo está pagando el precio verdadero del
petróleo, el precio de la historia”.

La producción total de petróleo del mundo para los primeros años de la década
de los ’60 era de unos 28 millones de barriles por día; los países miembros de
la OPEP contribuían con el 43 % del total lo cual equivale a unos 12 millones
de barriles diarios. Hoy día la OPEP contribuye con el 30 % de la producción
mundial, lo cual equivale a unos 22 millones de barriles por día.

El Secuestro en Viena

Es interesante hacer aquí un relato de un acontecimiento ocurrido en la 56 a


Conferencia celebrada en Viena a partir del 20 de diciembre de 1975. A las
diez de la mañana del día 21 continuaron los debates en la sala de
conferencias del edificio sede situado en el número 10 del Boulevard “Doctor
Karl-Lueger”, con la ausencia de los ministros de Qatar y de los Emiratos
Árabes, quienes habían partido para Londres la noche anterior sin esperar el
final de la reunión.

A las 11:45 de la mañana, cinco hombres y una mujer portando bolsos de playa
entraron en el vestíbulo de la planta baja del edificio de la OPEP, donde se
encontraban los periodistas. Uno de ellos preguntó donde se estaba llevando a
cabo la reunión. A la respuesta de uno de los periodistas las seis personas
subieron apresuradamente las escaleras y desaparecieron. De pronto se
oyeron dos disparos provenientes del primer piso. Uno de los periodistas corrió
hacia el sitio y regresó inmediatamente diciendo que estaban disparando en el
salón de sesiones. En efecto, los seis atacantes con sendos pasamontañas,
ametralladoras y granadas, habían forzado la puerta del salón intimidando a
todos los presentes. El escolta austriaco Antón Tichler al tratar de entrar al
salón fue muerto de un balazo disparado por la mujer; el guardaespaldas del
ministro irakí, también cayó abatido al tratar de intervenir. Youssef Izmirli trató
de sorprender al jefe de los terroristas arrebatándole una pistola que portaba y
al forcejear con el cayeron al suelo, zafándose el asaltante y con la
ametralladora mató al economista de seis balazos. Todos los empleados que

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se encontraban en los otros pisos fueron apresados y encerrados como
rehenes en el salón. Uno de los asaltantes cayó herido con un balazo en el
estómago y otro en el muslo, por lo cual el jefe exigió que se le llevara al
hospital junto con un empleado del secretariado de nombre Suheil Nasser, que
había sido herido en la espalda

Los terroristas se encerraron en el salón con mas de 60 rehenes, entre los que
se encontraban 11 ministros, a quienes se les obligó a permanecer acostados
boca abajo en el suelo. Los ministros víctimas del atentado fueron: Belait
Abdesselam, de Argelia; Jaime Dueñas Villavicencio, de Ecuador; Edouard
Alexis M’Bouy-Boutzit, de Gabón; Ibnu Sutowo de Indonesia; Tayeh Abd el
Karin, de Irak; Jamchid Amuzegar, de Irán; Abd el-Mouttaleb el Kazemi de
Kuwait; Ezzedine Mabrouk, de Libia; Mofia Tonjo Akobo, de Nigeria Ahmed
Zaki Yamani, de Saudi Arabia; y Valentín Hernández Acosta, de Venezuela.

Los terroristas con la situación bajo control y “mas calmada”, dispusieron


agrupar a los ministros en tres grupos: los “amigos”, Argelia, Libia. Irak y
Kuwait; los “neutrales”, Venezuela, Gabón, Indonesia, Ecuador y Nigeria; y los
“enemigos”, Arabia Saudita, Irán, Emiratos Árabes Unidos, y Qatar. Uno de los
terroristas colocó una sarta de explosivos alrededor del cuello de los ministros,
conectada a dos cables que se puso alrededor del suyo, y las puntas en sus
manos, se subió a una silla esperando la orden del jefe para inmolarse y matar
a todos.

El que fungía de jefe se dirigió a todos diciendo en árabe con acento francés:
“este grupo es el Brazo de la Revolución Árabe, y luego prosiguió en francés,
“les voy a entregar un comunicado que será leído por uno de ustedes en voz
alta”. El comunicado comenzaba diciendo: “Hemos desatado una campaña de
información y de impugnación política dirigida contra la alianza entre el
imperialismo norteamericano y las fuerzas árabes reaccionarias y cobardes.
Los pueblos árabes y los pueblos del Tercer Mundo deben participar
directamente en la explotación de sus recursos petroleros; el petróleo debe
ponerse al servicio de los árabes y del Tercer Mundo”. El comunicado ataca
severamente a Israel y a Irán, calificándolos de “instrumentos activos del
imperialismo”. Así mismo, calificaba a la Organización para la Liberación de
Palestina, OLP, como “débil y muy conservadora” y acusa a Anwar al Sadat,
Presidente de Egipto, como “uno de los principales traidores del mundo árabe”.

Cuando el Ministro Iraní Jamchid Amuzegar terminó de leer el comunicado,


preguntó a los terroristas: “quienes son ustedes por fin”, y después de un tenso
silencio se oyó una carcajada y luego la voz del que fungía de jefe diciendo:
“Yo soy Carlos”. Quien resultó ser el venezolano Ilich Ramírez Sánchez, alias
Carlos Martínez, nacido en Caracas el 12 de octubre de 1949. Sus padres lo
enviaron a estudiar a Londres en 1966, y dos años después se fue a la Unión
Soviética, donde estudió y se graduó de Economista en la Universidad Patricio
Lumumba. Mas tarde se incorporó al frente Popular para la Liberación de
Palestina.

Los acontecimientos se suscitaron con gran celeridad, Carlos pidió conversar


con las autoridades austriacas, enviando a uno de los rehenes, la empleada de

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la OPEP Silvia Smetiprah, de mensajero, pues las líneas telefónicas estaban
cortadas. En la nota, exigían se leyera el comunicado por la radio antes de las
5:00 de la tarde de ese día y que interviniera el Embajador de Libia en Austria,
Ezzedine al-Gadamsi para iniciar las conversaciones, pero como este no
estaba en Viena, escogieron al Encargado de negocios de la Embajada de Irak,
Riad el-Azzawi. Después de dos horas de conversación con Azzawi y el
ministro de Argelia Abdesselam, este fue liberado para ir personalmente a
llevar las exigencias del comando terrorista. Entre otras cosas pedían: 5
metros de cordel y cinco tijeras, un autobús con las ventanas cubiertas con
cortinas negras y que un avión DC-9 esté listo para despegar del aeropuerto de
Viena el día siguiente a las 7:00 de la mañana. La condición impuesta era que
si las autoridades austriacas no accedían a sus peticiones los ministros serían
ejecutados comenzando por Yamani y Amuzegar, luego los otros “enemigos”,
seguido de los “neutrales” y si fuera necesario sacrificarían a los “amigos”.

A las 5 de la tarde, (cuenta el Ministro venezolano Valentín Hernández) Carlos


se acercó a Yamani y le pidió que escribiera su última voluntad en el papel que
le dio, y luego se dirigió a el diciéndole casi al oído: No se preocupe doctor
Hernández, usted esta a salvo conmigo aquí, yo también soy venezolano; pero
a las 5:20 en punto se comenzó a oír el comunicado por la radio después de
ser autorizado por el gobierno austriaco, aduciendo que lo mas importante era
“salvar vidas”. Luego se anunció que un DC-9 de la Austrian Air Line estaría a
las 7:00 a.m. del día siguiente, tal como lo exigían los terroristas, dispuesto
para llevarlos al destino que Carlos dijera, siempre y cuando no se le hiciera
daño alguno a los rehenes.

La noche pasó lenta dentro del recinto donde se encontraban los rehenes, la
policía llevó algo de comida, frutas y bebidas para todos. Los terroristas
bajaron la tensión y se mostraron mas amables con los rehenes, permitiéndoles
inclusive, caminar cada uno a la vez, y en algunos casos extremos ir a los
sanitarios.

A las 7:00 de la siguiente mañana los terroristas salieron del edificio de la


OPEP y se montaron en el autobús llevándose a los mas importantes
miembros de cada delegación, en total unas 30 personas, dejando en libertad
al resto de los prisioneros. El vehículo partió a las 7:45 hacia el aeropuerto
situado a 20 kilómetros del centro de Viena. El guerrillero herido fue
transportado en una ambulancia desde el hospital. A las 9:15 despegó el avión
rumbo a Argelia, país que se había puesto a la orden para recibir a los
terroristas. Dos horas mas tarde aterrizaba en Argelia, el Ministro de Asuntos
Exteriores, Abdel-Aziz Bouteflika los recibió. Carlos bajó del avión con los
rehenes no árabes, dejando al resto y a los iraníes dentro del avión. A las 5:00
p.m. la nave partió para Trípoli donde llegó dos horas mas tarde.

Después de muchas negociaciones con las autoridades respectivas, salieron


para Bagdad, pero en pleno vuelo y ante la posibilidad de tener que hacer una
parada intermedia para reabastecer el avión, Carlos decidió regresar a Argelia,
donde aterrizo a las 3:00 de la madrugada del 23 de diciembre. Bajó del avión y
fue hacia el aeropuerto donde lo esperaba Bouteflika para seguir negociando.
Pidió que se le transportara a Bagdad a cambio de soltar a todos los rehenes;

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al parecer, Bouteflika aceptó la proposición, y minutos mas tarde Carlos
regresaba al avión a parlamentar con el resto de su banda, con quienes habló
durante 15 minutos, luego saliendo del avión les dijo a los rehenes: La partida
ha terminado, pero ustedes dos, dirigiéndose a Yamani y Amuzegar, no se
salvarán, tarde o temprano los mataremos y abandonó el avión. Minutos mas
tarde entró Bouteflika diciendo: “todo ha terminado caballeros, por favor
síganme”. En Argelia eran las siete de la mañana del 24 de diciembre de 1975.

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