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El descensor

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Contenido
Derechos de uso
Editorial 4
El descensor y todo su contenido original, sea cual
Primera vez, primera edición, primeramente 4 sea su naturaleza, están protegidos bajo los términos
Aquí me pongo a cantar 4 Atribución - No comercial - No Derivadas 3.0 de
una licencia Creative Commons, la cual establece
La primera vez (Crónica personal) 4
que:
El elefante funambulista 4
Primer amor (Minificción) 4
A tiro de piedra 5
No hay quinta mala (Crónica personal) 5
Ágape 7 Usted es libre de copiar, distribuir y comunicar
públicamente la obra bajo las condiciones siguientes:
Mi primera vez (Cuento) 7
Breveratura 7 Atribución. Debe reconocer los créditos de la
obra de la manera especificada por el autor o
Primera vez (Minificción) 7 el licenciador (pero no de una manera que
Historias casi verdaderas 7 sugiera que tiene su apoyo o apoyan el uso
que hace de su obra).
Derqui y los fantasmas (Relato) 7
No comercial. No puede utilizar esta obra
De paso 9
para fines comerciales.
El río (Relato) 9
Sin obras derivadas. No se puede alterar,
Diario de un estafador 10 transformar o generar una obra derivada a
Y no será la última (Cuento) 10 partir de esta obra.
El espejo 13 La propiedad intelectual y los derechos sobre todos
los elementos del diseño, tales como colores,
Un negro porvenir (Relato) 13 tipografías, gráficos y otros, pertenecen a El
Lectores opinantes 14 descensor. Los de textos, imágenes fotográficas,
tiras y otros contenidos pertenecen y quedan
Participan en esta edición 15
reservados a sus autores.
Para obtener autorización expresa para hacer uso de
cualquier contenido es necesario establecer contacto
previo vía correo electrónico a
descensor@gmail.com.

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Editorial Aquí me pongo a cantar

Primera vez, primera edición, primeramente La primera vez (Crónica personal)


La redacción Victoria Asís
Esta es la primera vez que ve la luz esta publicación, La primera vez. Es siempre el inicio sin
como un esfuerzo de varias personas de decir cosas lugar a dudas de algo traumático o por
simples, de la manera más simple. De esta forma, en otro lado algo feliz.
un arranque de originalidad se nos ocurrió el mejor Cuando pienso (en esa primera vez)
tema que pudimos encontrar, utilizando la lógica más surge el momento cuando alguien con
simple, si es la primera vez, entonces hablemos mucha propiedad, me dice: es muy
sobre la primera vez. bueno lo que escribís. Pensé
Pero no caigamos en la trampa de pensar que nos simplemente que era un cumplido. Pero
referimos únicamente a la acepción sexual de la al pasar el tiempo me encontré leyendo
frase, aunque si bien es cierto que hablar sobre mucho más que antes y con un interés
primeras veces por lo general nos puede remitir inusitado por saber todo lo relacionado
inexorablemente a pensar en el primer encuentro con la Literatura, la Música y la Plástica.
sexual, hay muchos otros temas que podemos A partir de allí se me abrió un mundo
abordar a partir de esta simple frase. maravilloso de palabras. También surgió
La vida de los hombres, y las mujeres por supuesto, algo hermoso que tiene que ver con el
está llena de primeras veces, y lo mismo puede descubrimiento de personas tan
referirse a sexo que al primer beso, a la primera interesadas como yo con este desafío de
piedra lanzada al vacío o a la primera ocasión en que ponerle palabras a la vida; porque para
vimos de cerca el mar o las montañas. mí escribir, es sentirme viva,
Primeras veces que aunque nunca se habrán de acompañada y tenida en cuenta.
repetir, sí dejan algo imborrable en nuestra memoria En otras palabras, descubrir la escritura
individual o colectiva. fue, mi primera vez más gratificante.
He aquí una pequeña colección de primeras veces,
reales o ficticias, posiblemente eso sólo lo sabrán sus
propios autores, que nos habrán de llevar por este
mar de letras que se leen en el mejor de los casos,
de izquierda a derecha y de arriba a abajo.
Y tú, amigo lector ¿en qué piensas la primera vez que El elefante funambulista
piensas en la primera vez?
Primer amor (Minificción)
Gabriel Bevilaqua
Todas las noches me escapaba para espiarla. La
visitaban hombres muy disímiles. Ella sabía que lo
hacía, así que, cuando tenía poco trabajo, me
llamaba para darme caramelos. Pero como era
tímido, la obligaba a dejarlos sobre un peldaño. Olían
a ella. Un día reuní coraje… Enseguida congeniamos
y comencé a frecuentarla. Yo le leía -ella no sabía
hacerlo- novelas románticas. «Si tuvieras edad»,

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decía, y suspirábamos. Pero una tarde la casera me en arranques de furia con arpegios extendidos y
vapuleó: ella se había marchado. Como única acordes quebrados en armonías bien definidas.
despedida me dejó un sobre con un beso Y su música sinfónica no se queda atrás: en la
inmaculado. Entonces, desde que pude comencé a Novena Sinfonía, ya completamente sordo, dejó
buscarla de burdel en burdel como a un fantasma. plasmados pasajes que son acústicamente hablando
„perfectos‟, y de una hermosura y bravura imposibles
de no advertir, pero estos mismos pasajes llevan a
los coros a obrar verdaderos prodigios y hazañas
haciéndoles topar con el límite de lo que puede ser
alcanzado y cantado por la voz humana. Las
A tiro de piedra indicaciones para la matización de los temas fluctúan
entre los pianisísimos y los fortisísimos [ppp-fff] esto
No hay quinta mala (Crónica personal) es, matices acústicamente apenas perceptibles o
resonantes con un sonido robusto, „alla bravura‟. Es
Francisco Arriaga imposible no haberse encontrado con los temas de su
Es imposible no haberlo encontrado antes. En las novena y quinta sinfonías, con el tema del adagio que
adaptaciones minúsculas y desangeladas para abre la sonata Claro de luna, con la Marcha Turca.
anunciar que tenemos una llamada entrando al En el mes de noviembre de 1987 ignoraba todo esto.
celular, en los juegos de consolas con sus controles Entonces un compañero de secundaria me prestó un
pensados para ser operados por pulpos, en la disco „LP‟ con la Quinta Sinfonía, una edición
entrada y salida de ese programa hoy caricaturizado alemana. Mucho tiempo pasé creyendo que dicha
llamado „El chavo del ocho‟. Gary Oldman lo versión la había soñado, y sólo en fechas recientes
personificó insuperablemente, y sólo una película me encontré con una reedición digital de aquel disco
antes, en „The professional‟, dejó dicho lo que todo impreso a mediados de los 70. Recuerdo el aroma de
mundo sabe: „o te gusta Mozart… o te gusta los guamúchiles, de la tierra mojada, la lluvia cayendo
Beethoven‟. y cubriendo poco a poco la ladera del cerro coronado
Contrariamente a lo que se cree, Beethoven perdió por el Santuario a Nuestro Señor de Jalpa. La
completamente el oído ya entrado en plena madurez, emoción de colocar el disco, mover el brazo del
su juventud la pasó con una capacidad acústica que aparato con su aguja milagrosa, y ese clap-clap-clap
despedazaba a cuanto pianista se atrevía a poner las que era más una prolongación de la respiración
manos en sus sonatas. Virtuoso él mismo, pedía y propia que un sonido ajeno o molesto.
exigía a los pianistas el poseer un alto grado de
conocimiento de su instrumento. Innovador también,
compuso una sonata que permanecería como el
Everest de las sonatas para piano por más de 30
años: La Hammerklavier Sonate. Dicha sonata
pretendía exprimir hasta el límite las innovaciones del
recién perfeccionado piano de „martillos‟, el antecesor
inmediato de los pianos de mazas actuales.
Y aunque la música de Beethoven se ha popularizado
tanto, sigue sin ser música popular. Extremos
encontrados, sus obras están impregnadas de „temas
femeninos‟, es decir, cadencias y melodías que
comienzan en tiempos débiles del compás
permitiendo un carácter muy cantable, que culmina

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Comenzó. Ya conocía el inicio de la sinfonía –creí Faltaban dos movimientos. No podía saber que
que lo conocía-: la fuerza, el temple; apenas serían los dieciocho minutos más deliciosamente
enunciado el tema contundente y enérgico apareció agotadores de mi vida: ambos con indicaciones de
otro tema sutil, enmarcado por los bronces y alientos, „Allegro‟ exprimen las intenciones y las armonías de
un tema dulce. Por alguna razón que sigo sin los dos movimientos anteriores, son la transformación
comprender escuchar a Beethoven exige que el milagrosa de notas en repercusiones acústicas de
volumen de los altavoces se abra al máximo. esas mismas notas.
Infinidad de minúsculos detalles encerrados en El tercer movimiento semejaba una marcha:
aquellos compases que se extienden uno tras otro, majestuoso, casi militar, poco después ese aire
indagando, gritando, cuestionando. Nada más lejos marcial cedía a un aire de danza, las premuras
de las sinfonías de Mozart, de Haydn, de las grandes ocasionadas por algo que escapa de nuestras manos
obras de Bach o Vivaldi. sin nosotros quererlo, y la reflexión de aquello mismo
Antes de Beethoven no había lugar para la vorágine, que hemos conseguido.
los instrumentos podían permitirse expresarlo casi Pero el verdadero encontronazo se dio en el cuarto
todo, alegría, tristeza, melancolía, tranquilidad – movimiento. Beethoven inicia con una declaración
incluso con Vivaldi llegaron a alcanzar el „Estro‟-, pero triunfal, semejante a aquella que da inicio a la
hasta Beethoven nadie había logrado que tomaran sinfonía, y sobresale de los acordes lúgubres y
conciencia de su propia voz, y que pudieran gritar de melancólicos para alcanzar un furor envuelto de
una vez para siempre qué es lo que subyace bajo gloria y triunfo apasionado. Resaltan las cuerdas, que
cada nota. Conforme avanzó ese primer movimiento se sostienen sobre el resto de la orquesta y remontan
la música me llevó a ser partícipe de una lucha hasta notas que se antojan larguísimas, mientras en
descarnada, grupos de instrumento definidos con el subsuelo la orquesta obra prodigios para que la
intenciones propias, algo que brotaba conforme las armonía y los temas no se desmoronen.
notas iban quedando y siendo borradas de la
memoria. Pensé que allí terminaba todo, y esta fue Sólo entonces me percaté que estaba de pie, dando
una de las poquísimas veces que mi error no ha sido traspiés embriagado de sonido, la sensación de la
lamentable. Escuchaba por vez primera una sinfonía sangre hirviendo y fluyendo en una carrera
completa, y dicha sinfonía era la Quinta Sinfonía de indescriptible era tan clara que sin culminar en un
Beethoven, y lo que terminaba era sólo el primer mareo fue un momento de furor extático.
movimiento. Aún quedaban otros tres por escuchar. Hoy después de veintiún años, puedo ver claramente
El segundo movimiento fue un respiro. Algo se que aquel disco LP nunca terminó del todo. Que
mantuvo constante, era „aquello mismo‟ que había sigue su danza infinita sobre ese eje hueco, que
sido enunciado en el primer movimiento, pero de continúa expandiéndose por el espacio abstracto y
manera distinta. Como una reflexión tardía de algo omnipresente de la memoria, que sigue permitiendo
que se hizo y obliga a hacer un alto en el camino, que Beethoven y sus acordes, que Beethoven y sus
para constatar lo que hay antes y lo que hay armonías no sean un grito lanzado al vacío, muerto y
después. Era como decir: „hay que seguir andando‟. encerrado con tinta y papel.
Ambos movimientos estaban en una cara del disco. Su música nos alcanza, y sigue exigiendo una
Al volverlo para escuchar el segundo lado ya la atención absoluta. Después de la música de
música no era como antes. La orquesta había dejado Beethoven sólo hay algo más: la música de
de ser algo abstracto, frío y sombrío para ser desde Beethoven.
entonces una manifestación de algo que ciertos
hombres a quienes llamamos „compositores‟ llevan
dentro: una visión del mundo, una comprensión de lo
que sucede dentro de cada uno de los demás
hombres.

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Ágape moría de placer sin saber que aquello era el placer.


Una gota de mi propia sangre entró en mi boca
Mi primera vez (Cuento) produciendo un agradable sabor. Mis piernas
comenzaron a temblar y me senté en el suelo,
Francisco Cenamor reposando la cabeza en la rueda de un coche. Cerré
Escuché el sonido que hacían sus tacones contra la los ojos sonriente. Aquella fue mi primera vez.
escalera. El resto era silencio. Me agazapé en lo más
profundo del portal y esperé. Enseguida salió hacia la
calle. Salió con paso firme, como andaba siempre
ella.
Yo la esperaba allí cada día antes de ir con la
pandilla a jugar al fútbol o al escondite. Mis ojos Breveratura
infantiles quedaban fascinados por su belleza.
Siempre iba muy arreglada al trabajo. Sólo usaba Primera vez (Minificción)
vaqueros cuando su novio venía a recogerla.
Delfín Beccar Varela
Desde mis escondites observaba todos sus
movimientos, sus ojos negros, como su pelo, y su Él, otra vez humillado en un rincón. Ella ahí,
cara dulce y morena. Era la hermana mayor de Jorge, al borde de la cama, insultándolo y
y de Castor, el chico del portal al que mató un coche recriminándole como siempre, pero esta
cuando perseguía gorriones por el barrio. vez da un paso más y lo fulmina con una
tremenda estocada al ego masculino:
Precisamente entre los coches me quedé escondido
aquella tarde. Yo llevaba mi escopeta. La había - tu poca hombría me obliga a tener que
hecho sobre una tabla, con un clavo al extremo, acostarme con otros…
donde se sujetaba la goma que portaba la bala El hombre se convierte en un volcán y
homicida: el muelle de una pinza. El disparador era explota en un rapto de violencia. Extiende
otra pinza. los brazos y con manos firmes ahoga los
Esperé a que ella saliera al claro del aparcamiento. últimos agravios que suelta su víctima.
Apoyé sobre mis dos piernecitas mi cuerpo menudo y Atónito mira como la mujer pierde el aliento,
apunté a su pantorrilla. Pude ver toda la trayectoria la ve apagarse y con esa última exhalación
del proyectil a cámara lenta y escuché con nitidez el llega al éxtasis, tras años de impotencia se
silbido de aquel pedazo de acero. Después el pierde en un orgasmo liberador.
impacto seco, acolchado, contra su piel viva. Vi con Consternado, descubre su inevitable
deleite el muelle perforando su carne, rebotando destino.
después en sentido contrario. Mordiéndome los labios
y entornando los ojos disfruté del momento.
Ella aprovechó mi pasividad para darme un fuerte
guantazo. Mi cabeza sufrió entonces un giro
repentino, mi pelo dibujó en el aire una suave onda,
una gota de sangre salió de la comisura de mis Historias casi verdaderas
labios.
Cuando recuperé la perspectiva me quedé Derqui y los fantasmas (Relato)
embelesado mirando el contoneo de su caminar. Se Zumm
paró, se agachó para tocarse la zona impactada y
uno de sus dedos entró en contacto con la sangre de Dice la leyenda que Derqui es una zona privilegiada,
la herida. Un fuerte calor subió hasta mi rostro. Me porque tiene en sus cercanías a un pueblito

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abandonado, y que es el elegido por los poetas y Había gente en sus veredas. Paseaban los hombres,
escritores fallecidos, para vacacionar, si se le puede fumando la mayoría y otros hablando y moviendo los
llamar así, al descanso que se toman después de brazos en forma ampulosa. También habían damas
muertos, por algunos días en este lugar. que paseaban cogidas del brazo y riendo
Esta es la primera vez que me atrevo a venir. suavemente. No había niños. Solo gente adulta.
Parecía mas bien una calle del lejano oeste, que
El sol estaba bajando. Al mediodía estaba blanco, hemos visto tantas veces en los films. Veredas
ese blanco que ciega, luego derivó al amarillo y entablonadas de viejas y crujientes maderas y en la
dentro de un rato, se pondrá rojo. calle propiamente dicha, tierra y pedruscos y algún
Cuando el horizonte se tiñó de arrebol, empecé a matorral suelto llevado por la brisa.
caminar hacia el pueblito abandonado. Tenía puesto En la primera esquina había más luz. Era, por lo que
un viejo gabán con los bolsillos llenos de libros de su desteñido letrero anunciaba, el Café Tortoni.
diferentes autores.
En nada se perecía al café Tortoni de Buenos Aires.
Si le leyenda era verdad, regresaría a mi casa con Se escuchaban cantos y risas y podía verse en su
muchos de ellos autografiados. interior, lo que se ve en todo Pub irlandés. Gente
Tomé por el viejo camino vecinal, ahora casi acodada en el inmenso mostrador, bebiendo jarros de
intransitable, donde las piedras y las ramas caídas de espumosa cerveza, otros con copas de licores, todos
los árboles eran un tormento para mis pies. Tendría charlando animadamente. Algunas de las pequeñas
que haberme puesto las botas. mesas estaban ocupadas. Era todo un espectáculo
observar a ese bestiario humano en pleno tren de
Salí del camino, hacia la izquierda, donde me dijeron fiesta. Pensé que algo festejaba esa gente.
que había un sendero, que acortaba el camino,
pasando por medio del bosque, casi impenetrable por Detrás del mostrador, había un largo espejo,
su densidad. Centenarios árboles constituían este manchado por la humedad de los siglos, donde había
grandioso bosque, al que ningún habitante de Derqui colocado un letrero que decía “Bienvenidos
osaba acercarse. personajes de J.L.B.”
La caída de la noche, me sorprendió bajo los árboles. Entré, sin que nadie me mirara más de dos segundo
Nubes de mosquitos comenzaron a molestarme. y me senté en una mesa un tanto apartada del
centro.
A través de las nubes, la luna proyectaba un hilillo de
luz. Ya era de noche, cuando descubrí allá lejos, en Se acercó un mozo rubicundo y me preguntó qué
el pueblo deshabitado, unas extrañas luces. quería tomar. Le pedí que me trajera una pinta de
cerveza negra.
Caminé lentamente y con precaución hacia las luces
que parpadeaban, como diciéndome que me alejara. -Usted es argentino -me dijo - me dí cuenta por el
Que no me acercara mas a ese lugar prohibido para acento y porque hoy tenemos mayoría de clientes
los mortales. argentinos. ¿Me podría decir de cuál cuento es?
Deseché mi temor y continué avanzando, esforzando Se me hizo la luz. Estos clientes argentinos y el cartel
la vista para tratar de ver algo. de bienvenida en el espejo, se referían sin duda a los
personajes de los cuentos de Jorge Luis Borges. Por
Al acercarme a unos cien metros pude ver que lo que suerte, soy un fervoroso lector de la obra de Borges y
antes fue la calle principal, ahora solo era un montón algo me acuerdo de sus temas.
de casas derruidas.
-¡Yo soy Juan Dahlmann! -le contesté muy suelto de
Sentí una congoja terrible, como si una mano cuerpo.
espectral, apretara con fuerza mi corazón
Se hizo un silencio sepulcral en la taberna. Solo se
Me arme de valor y entré en la calle apenas escuchaban las respiraciones agitadas de los
iluminadas por unas lámparas desnudas.. parroquianos que me miraban con asombro.

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-¡Juan Dahlmann! El que compró un ejemplar Al llegar a una esquina se me acercó un hombre
descabalado de Las Mil y Una Noches de Weil y tambaleándose. Era un compadrito de cara achinada.
luego se enfermó -dijo uno… Me injurió con mil palabras, a los gritos, como si
-¡No se enfermó! Se rompió la cabeza con una estuviera muy lejos. Jugaba a exagerar su
ventana abierta -aseguró otro. borrachera. Sacó su largo facón y me invitó a pelear,
diciéndome que ya me había matado una vez y ahora
-Y después fue a su estancia a recuperarse -recordó lo repetiría.
un hombre alto, de ojos afilados y barba gris a quien
reconocí enseguida. Era nada menos que Stephen Objeté con trémula voz que estaba desarmado. En
Albert, del cuento “El jardín de los senderos que se ese punto algo imprevisible pasó. Desde la vereda de
bifurcan”. enfrente, casi arrastrando los pies, se acercó un viejo
gaucho que me tiró una daga desnuda que vino a
-Pero no alcanzó a llegar, porque se metió en el caer a mi lado.
almacén de Ramos Generales a comer -continuó una
mujer que no podría ser otra que Beatriz Viterbo Me incliné a recoger la daga y sentí dos cosas. La
(Todavía recuerdo la frase -Beatriz, Beatriz Elena, primera que ese acto casi instintivo me comprometía
Beatriz Elena Viterbo, Beatriz querida, Beatriz perdida a pelear. La segunda, que el arma en mi mano torpe,
para siempre, soy yo, Borges) no serviría para defenderme, sino para justificar que
me mataran.
Se me acercaron todos y me saludaron con calor, a
pesar que yo sentía el frío de la muerte en sus ¿Sería este el final ideado por Borges? ¿O acaso
manos. Decidí seguir con mi papel. Conocía el cuento ahora desde el universo de los Grandes Escritores
“El Sur” como la palma de mi mano, pues una vez había decidido cambiarlo?
hice para unos amiguitos, el guión de dicho cuento, Me enrollé el gabán en mi brazo izquierdo y decidí
para ser representado en el colegio. Demás está averiguarlo.
decir que fue un éxito.
Todos me hablaban a la vez. Todos recordaban
partes del cuento, pero lo que absolutamente todos
querían saber, aunque ahora ya lo sospechaban, era
el verdadero final del cuento. Borges hizo un final
abierto. Un final que cualquiera podría imaginar a su De paso
manera, pero que siempre quedaría con la duda, de
si ese final elegido era el real. El final que había El río (Relato)
imaginado Borges.
Pablo Matilla
Ahora tenían ante ellos a Juan Dahlmann y no
mostraba ninguna lesión. Para dar más credulidad a Me acuerdo de que el día del entierro de Rubén,
esa idea, me quité el gabán que llevaba puesto y lo Álvaro y yo corríamos por entre los bancos de la
dejé sobre el respaldo de una silla. iglesia. Le había preguntado que dónde estaba
Rubén y él, en un susurro, me dijo: “Sígueme, yo sé
Se fueron tranquilizando y aunque conversaban dónde está.” Y entonces comenzó a correr por entre
animadamente me di cuenta que mi respuesta los la gente.
había dejado satisfechos.
Como en una carrera de obstáculos, íbamos
Cuando quedé solo en mi mesa, me dispuse a beber esquivando las piernas de los mayores, que estaban
mi pinta de cerveza. Estaba eufórico. Me había hecho pendientes de lo que decía el cura. El camino era
pasar por un personaje de Borges y todo había tortuoso: había un hombre con pantalones de pana
resultado bien. Pagué mi cuenta y salí a la calle. gruesa; otro con unas botas embarradas por la lluvia
Quería caminar por las pocas calles que quedaban de afuera; una mujer que tenía las piernas cruzadas y
en pie, todavía en este pueblo fantasma. que movía arriba y abajo la punta de su zapato (me

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resultó difícil de sortear: me agaché y gateé por obligación hacia Álvaro y Rubén. Di un paso más,
debajo de ambas piernas. Álvaro me cogió algo de aunque no sirvió para acortar la ventaja de mi amigo.
ventaja porque había gateado más rápido que yo); y Grité para que me esperara, pero fue en vano. Intenté
un señor mayor con su bastón, que me quiso poner la que el ruido del río me tranquilizara, pero yo sólo
zancadilla, aunque yo fui más hábil. Recuerdo que pensaba en que mis manos no eran lo
nos reíamos y que mi madre, tres filas más atrás, nos suficientemente fuertes para sujetarme. Miré hacia
chistaba para que guardáramos silencio. delante y no vi a Álvaro: había llagado a la curva. Su
falta en el paisaje me hizo sentir más nervioso y, sin
darme cuenta, aceleré mis pasos.
Fue entonces cuando oí el golpe. Como yendo detrás
de una certeza, mis manos se volvieron más ágiles; a
pesar del miedo, quería llegar a la curva. Para salvar
el nerviosismo volví a concentrarme en el sonido del
río a mis espaldas, sólo me sirvió para olvidar unos
segundos el dolor de las manos, que apretaban con
fuerza la barandilla. Lo que no pude evitar de ningún
modo fue encontrar tras la curva lo que no quería
encontrar. En el río, la nariz y la boca abierta de
Álvaro asomaban fuera del agua, la sangre se diluía
alrededor de su cabeza y se iba, como si nada, río
abajo. Creo que fue en ese momento cuando, por vez
primera, comprendí que Rubén no volvería.

Sorteamos el último par de piernas del banco y


llegamos al pasillo central. Echamos a correr hacia la
puerta principal, compitiendo por ver quién llegaba
antes. Él llegó primero afuera. Aunque apenas
lloviznaba fuimos pasando de morera en morera
hasta al río, que pasaba por detrás de la iglesia. Diario de un estafador
“¿Ves? Mi padre dijo que Rubén se fue río arriba”,
Álvaro señalaba la curva en la que el río se dejaba de Y no será la última (Cuento)
ver. “¿Y a dónde se llega por ahí?”, dije. El río Jesús Humberto Olague Alcalá
discurría dentro de un muro hecho de ladrillos ya
viejos. Había agujeros en la pared, parecía sencillo Ya habían pasado veinte años, pensaba Graciela
avanzar junto con el río. Justo eso hizo Álvaro, tras mientras veía al hombre salir lentamente de la
saltar la pequeña barandilla. “Comprobémoslo habitación a atender a quien tocaba el timbre de la
nosotros mismos”, dijo desde abajo. El otoño puerta del diminuto departamento, que se lograba ver
acababa de comenzar y el río tenía aún poca agua, sin obstáculo desde el lugar en que ella se
por lo que el muro medía unos cuantos metros, no encontraba.
recuerdo cuántos. Antes de seguir a Álvaro, que ya Veinte años que no habían sido fáciles, aunque
había dado cinco o seis pasos en el muro, grité: tampoco tan difíciles, al menos no como pensaban la
“¿Volverá Rubén?”. No respondió. mayoría de los amigos y conocidos, no como se
Afiancé bien los pies en sendos agujeros, y me rumoraba en el pueblo, - ¡pobre Chelita!, mira nada
agarré bien las manos en la barandilla antes de más, haberse quedado fuera de la iglesia esperando
seguir adelante. A pesar de que la lluvia me hiciera a un tipo que no sólo no llegó, sino que pasó frente al
resbalar, me parecía que caminar por aquel muro ya templo del brazo de otra -, de Lucía, la que siempre
era casi una cuestión de honor, una especie de se había autoproclamado su mejor amiga y que todos

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sabían que vivía con un fulano, un viejo que le Pasaron unos meses en los que se fue recuperando y
triplicaba en edad, por mucho, pero no en convenciendo de que por algo pasan las cosas, al
experiencia. final, seguramente, todo habría de ser mejor lejos de
Los primeros días fueron de llanto y amargura, y no la gente en la que confió ciegamente y tanto la había
por desamor o por despecho, sino del coraje y la lastimado. Después de todo se vino a dar cuenta de
vergüenza de que le hubieran hecho eso, a ella, que que ella no había perdido las ganas, al menos las de
se había enamorado de Antonio de tal forma que vivir, ver, viajar, vencer, y encontraba en la situación
aunque estaba acostumbrada a una vida de lujos y el pretexto perfecto para tomar ventaja y salirse con
comodidades, pensaba dejar todo para entregarle su la suya, ahora sí no habría poder humano que la
vida entera, con la única condición de que no le retuviera en el pueblo, se iría a estudiar a la capital y
pidiera acostarse con él antes de la boda. ya después Dios diría.

A Antonio, por supuesto, no le había caído en gracia Sólo había algo que arreglar consigo misma,
que Graciela le negara la prueba de amor que le convencerse de que nunca nadie volvería a
exigía y pensó mil veces la forma de vengarse, de engañarla ni burlarse de ella, que nadie tendría su
hacerle pagar por sus desplantes de niña mimada, de virginidad a menos que fuera para vengarse de
bajarla de la nube y humillarla, no importaba que Antonio y de Lucía, o porque encontrara a la persona
fuera la hija del más importante textilero del estado y adecuada para regalar el que ahora se convertía en
uno de los hombres más ricos de toda la región. su más preciado tesoro.

El caso de Lucía era diferente, a ella la había Convenció a sus padres de dejarla irse, con el
adoptado, o algo parecido, como su hermana mayor, pretexto de que si se quedaba ahí corría el riesgo de
su única hermana, ya que las dos eran hijas únicas y que todos la señalaran y se burlaran de ella por haber
aunque Lucía era un par de años mayor eso no sido humillada y puesta en evidencia frente a todo el
cambiaba el cariño que Graciela sentía por ella, y la pueblo. Así las cosas una mañana de verano,
pena desde que un par de años atrás sus padres atípicamente fría para la época del año, partió a
habían muerto en un accidente automovilístico; así estudiar a la capital del estado sin que nadie en el
que la había llenado de regalos sin saber que aquella pueblo se enterara, aunque seguramente todos lo
estaba celosa y le odiaba porque pensaba que todo hubieran sospechado. ¡Ah!, pero no se fue sin antes
lo que hacía por ella era para hacerle menos en hacer a sus padres prometerle que no habría
frente de la gente; celos que la llevaron primero a no represalias en contra del ex novio y la hasta hace
hacerle caso cuando le decía que no estaba bien que algunos meses mejor amiga, que en todo caso a ella
se acostara con cualquiera que le pasara por delante; le habría de corresponder vengarse si así era preciso.
luego a no querer hablar más con Graciela, a No faltaron los que intentaron acercarse a ella, pero a
escondérsele con cualquier pretexto; para después todos rechazaba con la idea fija de cumplirse la
irse a vivir con el viejo don Alfonso, el abarrotero del promesa que se había hecho a sí misma; siempre
pueblo; y finalmente, a acostarse con su novio con el virgen, al paso de los años fue a vivir a Europa, la
afán de destrozarle la vida, oportunidad que, en que recorrió un par de veces hasta que se le ocurrió
cuanto se presentó, aceptó gustosa. avecindar en Madrid, desde donde se dedicó a la
Sus padres, buenas personas a pesar de todo, nunca importación de las prendas de ropa que se fabricaban
pensaron en cobrar venganza de Antonio, y mucho en la empresa familiar, haciéndola crecer hasta
menos de Lucía, al menos no mientras se dedicaran alcanzar proporciones que nadie hubiera imaginado.
en cuerpo y alma a lograr que su nena estuviera más Veinte años tardó en regresar Graciela convertida en
tranquila y pasara del duro golpe que seguramente toda una mujer, hermosa, para hacerse cargo de los
significaría para ella toda esta situación, y no hicieron negocios familiares, ¿qué más podría hacer ella
otra cosa que llenarla de regalos, cumplirle sus más ahora que su padre estaba seriamente enfermo?, sin
mínimos caprichos y darle todo el cariño que creían hermanos y con una madre que a falta de experiencia
conveniente. en amamantar chamacos y cambiarles los pañales,

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no sabía de otra cosa que no fuera hacer de comer, que estaba encargado de mantener el archivo de la
tejer ganchillo, jugar a las damas chinas y dar compañía y que había sido contratado personalmente
órdenes a la servidumbre, mientras rezaba una y otra su padre en condiciones un tanto extrañas, ya que su
vez la misma fórmula, un rosario con letanía, expediente no contenía la más mínima información, y
seguidos del viacrucis y una larga cadena de que causaba en todo el personal de la fábrica la
jaculatorias, - para que Dios guarde al viejo y nos lo misma reacción, silencio total, cuando ella intentaba
devuelva bueno y sano, si es que esa es su santa indagar sobre su origen y la causa de tan extraña
voluntad, porque si no, pues que nos socorra con su contratación, hasta que le preguntó a su padre quien
infinita misericordia y no lo tenga demasiado tiempo por única respuesta le dijo que él trabajaba bien y eso
sufriendo ahí nomás postrado en cama, y pues ya era lo único que debía importarle, que no se
que estamos en pedir, nos perdone de una vez por preocupara porque ni era hijo suyo, ni pariente o cosa
los malos pensamientos -. por el estilo, y que le pedía no volver a tocar el asunto
Al poco tiempo de haber vuelto al pueblo se enteró, porque entonces sí tendría un problema con él.
sin desearlo en realidad, de boca de la Güerita Convencida, conociendo la testarudez de su padre y
Loperena de que Antonio y Lucía no lo pasaban de la la lealtad que todos sus empleados le tenían, de que
mejor manera. no obtendría más información por más que lo
Se vino a dar cuenta de que a Lucía, don Alfonso le intentara, una vez confirmada la historia con su
puso una paliza, al enterarse de sus amoríos con madre, decidió llevar con ella a Rodrigo a trabajar
Antonio, hasta mandarla al hospital, para encontrarse como su asistente personal, al fin que si su padre lo
una vez dada de alta, con que el vejete le había protegía con tal vehemencia y todos decían que era
vaciado la casa en que vivía, única herencia que le honrado y trabajador, pues seguramente no habrían
quedaba de la muerte de sus padres. de equivocarse.

De Antonio supo que su padrino, don Pepe, dueño El trabajo y la convivencia diaria, la soledad y toda
del rancho en que aquel trabajaba, le había una colección de cuentos en común fueron haciendo
despedido apenas le había vuelto a ver después de la que ya no sólo se vieran como patrona y
afrenta a su ahijada consentida, y le era muy difícil subordinado, sino que se lograran una confianza y
encontrar trabajo porque todos en el pueblo le familiaridad mayor a la que había tenido jamás con
repudiaban por lo que le había hecho. otro hombre; hasta que un día, en el pequeño
departamento de Rodrigo, mientras trabajaban en la
Se enteró que en un afán de reparar las cosas, se documentación para el embarque de un pedido
casaron y tuvieron un hijo, pensando que en el urgente hacia España, sintió un escalofrío recorrerle
pueblo, al verles ya como una familia, su suerte sería el cuerpo cuando el se acercó demasiado para
mejor, cosa que no había sucedido, sino todo lo cotejar los pedidos del cliente contra las órdenes de
contrario, el desprecio de la gente había aumentado embarque; fue entonces que, viendo el nerviosismo
mientras que era su hijo quien había tenido que que a él también se le notaba, supo que ese joven de
trabajar desde pequeño para convertirse en el único escasos diecinueve años recién cumplidos que bien
sustento de sus desafortunados padres. pudiera ser su hijo, era el hombre con el que quería
Así pues, pensando que no tenía caso ya organizar compartir una virginidad que si bien nunca le había
una venganza, porque el tiempo y el destino ya se estorbado, hoy comenzaba a perder fuerza en su
habían encargado de hacer lo propio, se fue interior y a recobrar sentido.
olvidando del tema mientras se dedicaba a la Así volteó lentamente hasta que la cercanía de sus
empresa en donde volcaría todas sus pasiones y labios fue tanta como la lejanía de sus ojos y no
saciaría todas sus ansias de ahora en adelante. había forma ya, ni deseos, de rehuir al encuentro.
En las primeras semanas, mientras hacía una De lo que habría de seguir no hay mucho que contar,
revisión de la nómina de la empresa, encontró en la besos, caricias, dos bocas y cuatro manos que
plantilla de personal a un joven, Rodrigo Martínez, desnudas denotaban la misma inexperiencia y las

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mismas ganas, a pesar de las diferencias de edades para dar su primer discurso como presidente electo
y de tiempos, de las diferentes circunstancias que les ante 65.000 afortunados que lograron obtener un
habían llevado hasta ese punto, que eran sólo el boleto para el acto, y ante tantos otros miles que
prólogo de lo que habría de ser una obra maestra de llegaron sin entrada, obligando a la policía a
ternura, dolores, caricias, gemidos, sollozos, organizar un sitio alternativo para albergar a tanta
embestidas violentas, humedades, penas y alegrías, gente.”
que concluirían en la fusión de un abrazo largo y Leo en voz alta, a sabiendas que disparo a
silencioso. quemarropa a los muchachos del barcito, ese que
Así era como veinte años se le iban borrando de la está debajo de la autopista, en la infaltable cita de los
memoria poco a poco y los recordaba al ver salir a sábados por la tarde. Cuando termino, doblo
Rodrigo de la habitación, abrochándose la camisa y cuidadosamente el diario, lo dejo a un lado y los miro
acomodándose los mechones del cabello para abrir la expectante.
puerta a la que llamaba una visita inesperada.
Cual sería su sorpresa al descubrir en el quicio de la
puerta el rostro lleno de curiosidad de Lucía que
espiaba para descubrir a la chica que adivinaba
estaba ahí, cual cuando vio la cara descompuesta de
Lucía al verla desnuda, recostada en la cama de su
hijo, al ver como se desvanecía entre los brazos de
Rodrigo, al escuchar el sonido hueco de su cabeza
rebotar varias veces contra el piso, y darse cuenta de
que, a pesar de todo, el tiempo le había otorgado la
satisfacción de la venganza al mismo tiempo que
hacía el amor por primera vez - y no será la última -,
se dijo sonriente mientras daba una fumada lenta al
cigarrillo que acababa de encender.

-Yo no sentí emoción alguna. No se me mueve un


pelo. Me gustó eso que dijo Noam Chomsky, ese
extraño peñasco rojo en medio de un inmenso y
embravecido mar capitalista. Algo así como “Obama
es un blanco que tomó dos horas de sol”. Otro que no
El espejo cree en el gran acontecimiento, en el nacimiento de
un nuevo destino manifiesto, en la refundación de
Un negro porvenir (Relato) una nación, que los entusiasmados seguidores de
Arqui Barak no dejan de prometer a los cuatro vientos.
“Terence Scott manejó durante nueve horas sin parar Lanza su réplica el Tano luego de pensar un
desde Tennessee para llegar a Chicago. Los hubiera momento y, seguramente, buscar en su arcón
hecho caminando con tal de estar aquí para escuchar lingüístico esos adjetivos y metáforas tan floridos que
al primer presidente negro en la historia de Estados guarda para la ocasión.
Unidos. ´Sólo porque es Obama. Es un gran hombre`, -Quizás se pueda esperar una relación más equitativa
dice desde sus 20 años. con nuestros países: no olvidemos que el hombre es
Está emocionado, como cada una de las miles de demócrata, el partido de Kennedy, de Carter; en fin,
personas que vinieron al inmenso Grant Park para siempre será mejor que el que está ahora. La
festejar la victoria del demócrata. Obama citó a sus negritud le puede dar otro punto de vista, supongo,
votantes en este parque al borde del lago Michigan

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por aquello de la esclavitud y la cabaña del tío Tom y


Malcom X y Luther King. Lectores opinantes
Tercia Richard con ánimo de encontrar alguna baraja En esta edición no contamos aún con opiniones de
buena en esa mano de naipes perdedores que lectores, pero esperamos que pronto, con tu
siempre nos toca a los latinoamericanos cada vez participación, tengamos mucho que contar de gente
que los grandotes del norte reparten las cartas, fijan que comparte nuestro interés por expresarse.
la apuesta y, por supuesto, deciden a qué se juega.
Envía tus opiniones por correo electrónico a
-Estás completamente equivocado, es un negro descensor+opinar@gmail.com o llena el formulario
integrado a la burguesía norteamericana: el color, en Opinar en la sección Contacto en nuestro website y
esto, es lo de menos. Y para ellos, sean blancos, pasa a leerte aquí en nuestra próxima edición.
negros o amarillos, el mundo se divide en dos:
América y el resto del mundo. Y América, sépanlo
señores, es la tierra elegida por el Señor y el resto es
territorio de Darwin y sus monos. Si deseas participar con una columna permanente en
Ironiza Leo, provocando risas y aplausos con la esta publicación envía un correo a
última frase. Ingenioso y brillante siempre, Leo. descensor+participar@gmail.com o llena el
-Otros cuatro, por favor. formulario Participar en la sección Contacto en
nuestro website.
Pido al mozo que está recostado en la barra,
acompañando mis palabras con el gesto universal
que simboliza el pocillo de café. Una nueva ronda a la
que todos adhieren bulliciosamente, un pasaporte
El tema para la próxima edición se publica en la
para alargar la charla, perdernos en ensortijadas
sección Convocatorias de nuestro website, para
cavilaciones, lanzar teorías y aventurar opiniones que
enviar una participación sobre el tema en particular,
harían palidecer de envidia al analista más pintado.
por favor envía un correo a
Sí, podemos arreglar el país, enderezar el mundo y,
descensor+colaborar@gmail.com o llena el
si cabe, ajustar el recorrido cósmico de la Vía láctea.
formulario Colaborar en la sección Contacto en
Pero nuestras vidas, las propias miserias, los errores
nuestro website.
de los que nunca aprendemos, ¿seremos capaces de
lidiar con ellos?, ¿tendremos alguna receta a mano?
-¿Y quién gana el campeonato?

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Participan en esta edición


Francisco Arriaga (México)
Victoria Asís (Argentina) Escritor zacatecano que nació en Aguascalientes y
Escritora, poeta, comunicadora. Ha participado en vive en Tamaulipas. Coleccionista de libros, impresos
diversos proyectos antológicos como la primera o virtuales, que también le hace a la música, la
Antología Poética de la ciudad de Magdalena, la patrología, la historiografía, y en sus ratos libres
Antología Poética, Imágenes Perfumadas, la escribe para algún periódico zacatecano, pero ya el
Antología 300 escritores hacia el 2000, Antología de lector verá qué va descubriendo en sus propias
lujo de la literatura actual; participa de los Torneos palabras.
Abuelos Bonaerenses, siendo finalista en Mar del
Plata con «Más fino que el oro . . .»; edita dos libros
personales: «Voces del Paraíso» en 2002 y «dúo» Francisco Cenamor (España)
(bilingüe, español - portugués) en 2004 con el poeta De formación autodidacta, comienza tarde a escribir
brasileño Iacyr Annderson Freitas (Minas Gerais). En poesía. En 1999 Talasa Ediciones publica su primer
2006 publica el poema «Ciber - Poema» y en 2007 libro, Amando nubes, lo que le posibilita viajar por
«La rosa azul», sobre la película de Brian de Palma y toda España dando recitales. En 2003 sale su libro
el libro de James Ellroy sobre la muerte de Beth Ángeles sin cielo, editado por Ediciones Vitruvio,
Short. Actualmente prepara el libro Poesía erótica. editorial que publica en 2007 su último libro,
Es directora y editora de la revista cultural «Alas del Asamblea de palabras. Ha sido incluido también en
Sur» y colabora con la revista digital «Estrellas numerosas antologías y revistas impresas y digitales.
Poéticas», de la diáspora judía en la columna de Ha organizado y organiza numerosas actividades
Danzas Clásicas. poéticas. Dirige la revista digital Asamblea de
palabras. Es coordinador del Club de Lectura de la
Entre otros proyectos ha coordinado talleres literarios Universidad Carlos III de Madrid. Profesionalmente se
en unidades penitenciarias de Buenos Aires, dedica a la interpretación, apareciendo en televisión,
Magdalena y La Plata; dirigido el programa radial La teatro y cine.
radio y los creativos en FM Ciudad 92.9 de
Magdalena; compone junto al músico Rubén
Calandria el tema apertura del Primer Festival de la Delfín Beccar Varela (Argentina)
Danza y el Folklore ´98 - A tubicha - en ritmo kaani; y
Periodista, escritor. Trabaja como asesor en áreas de
participado como jurado del primer Concurso literario
comunicación y en el desarrollo de proyectos
del Regimiento 8 de Tanques General Necochea.
vinculados a la gestión pública. Escribe para una
revista cultural una sección sobre historias y leyendas
Gabriel Bevilaqua (Argentina) de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. También
redacta artículos de actualidad, política y opinión para
Técnico, aunque ya olvidé en qué y lector distintos medios de comunicación. Escribió una serie
indisciplinado. Por lo demás siempre me ha gustado - de crónicas de viaje para una revista relacionada con
creo que como a todos - escuchar historias. Lo que el turismo. Publicó el libro de cuentos 'Esclavos de la
me ha llevado, ahora, a intentar ser yo - ¡pobre iluso! Sombra' en el año 2006. Es redactor fundador junto a
-, el que logre esbozar alguna trama que atrape Alejandro Gelaz del sitio minificciones.com.ar. Publicó
vuestra atención. Si lo logro, más que pagado estaré. artículos y entrevistas en distintos sitios web
¿Qué más puedo decir de mí? Que me interesa el dedicados al ámbito de la cultura. Trabajó en
cine, la historia, el arte, la tecnología, etc., ... y el publicidad y en agencias de promoción de eventos
animé. culturales.
Lo demás, ya habrá tiempo para develárselo a quién
le interese...

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Zumm (Chile/Argentina) cuentos, y aunque no tiene experiencia en esto, es el


Mauricio Castillo, nació en Viña del Mar, hace ya inventor de este invento.
mucho tiempo.
Por motivos que no vienen al caso, vivió muchos Arqui (Argentina)
años en un generoso país de Europa, donde quedó la Juan Carlos Sánchez, arquitecto, bonaerense, ha
mitad de su vida. logrado arrimar las palabras con los ladrillos. Se
Hace 17 años que vive en la Argentina, a la que dedica, entre otras cosas, a la producción editorial y
considera su segunda patria, pero sin olvidar sus de contenidos de dos revistas institucionales de
raíces. Trata de escribir siempre con humor, para no arquitectura. Pero es en estos espacios virtuales
tener que pensar. donde se entrega a su adicción, la ficción en todas
Se declara ateo y considera que la amistad es lo más sus formas. Le gustan los textos breves, los cuentos,
valioso de la vida. los microrrelatos: la intensidad con recursos escasos,
la punta del iceberg, los silencios y los huecos antes
Ha escrito una gran cantidad de libros entre los que que la verborrea y los llenos.
destacan 'Mujeres. Manual de uso y mantenimiento',
'Las aventuras de Mirinda', 'Vida de ladrones y algo Ahora, espera ser leído y juzgado con benevolencia.
más...' y una serie de libros de cuentos, entre otros;
disponibles para descarga gratuita en su tienda en Carlos Alberto Olague Alcalá (México)
Bubok (http://zumm.bubok.com/).
Soy publicista, director general de una agencia BTL.
Nacido en la ciudad de México, pero radico en
Pablo Matilla Gutiérrez (España) Zacatecas. Soy candidato a portador de la vela
Nació el año de 1986 en Oviedo (Asturias), aunque perpetua, aunque la vela perpetua no está muy de
desde 2005 vive en Barcelona, donde estudia acuerdo. También soy monero, y la mayor parte del
Filosofía. Escribe principalmente cuentos, por los que tiempo no sé qué hago aquí además de ser el
ha recibido algún premio literario. Lleva el blog Los responsable del diseño de portada.
ritos de paso, donde publica periódicamente temas
relacionados con la literatura. Arte fotográfico
Las imágenes utilizadas para ilustrar las secciones, y
Jesús Humberto Olague Alcalá (México) todos sus derechos son propiedad, tal como se indica
Ingeniero en Sistemas Computacionales, chilango a continuación, de sus respectivos autores de los que
(originario del D.F., México) de nacimiento, se obtuvo permiso expreso para su uso.
zacatecano por herencia, adopción, convicción y Aquí me pongo a cantar, Writing de Carsten
querencia; que escribe por afición y pudo ser médico Spielman (www.7zeichen.net/).
pero siente repulsión hacia las heridas; le gusta casi A tiro de piedra, Piano de Esther Seijmonsbergen
toda la música, en especial la trova, y casi toda la (www.goodredroad.nl/webgallery/home.html)
lectura, principalmente la de escritores
latinoamericanos como Taibo II, Ibargüengoitia, Breveratura, Primera vez de Alejandro Gelaz
Benedetti, entre otros; prefiere las ciudades (minificciones.com.ar).
coloniales a las playas y las corridas de toros a las De paso, Flood water de Johnny Ramsay
peleas de gallos; y que tiene el gran problema de que (www.flickr.com/people/johnnyramsay/)
todo lo demás se le olvida si tiene un aparato de TV
frente a él, aunque esté apagado. Participa en El espejo, Obama 2088 Profile con autorización de
algunos proyectos colectivos sobre temas tan Cubaprensa
diversos como su tierra, Zacatecas, amigos, música y (www.flickr.com/photos/41404891@N00/)

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