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1º El Ius Possidendi
2º El Ius Possesionis
Lo que se dice del dueño se aplica también a quienes tienen derechos reales sobre la
cosa.
El ius possesionis, en cambio, es una figura distinta que dice relación con la posesión
autónomamente considerada, organizada como una institución independiente, distinta y
separada de la propiedad.
I. CONCEPTO
La posesión está definida en el Art. 700 del C.C. como la tenencia de una cosa
determinada con ánimo de señor o dueño, sea que el dueño o el que se da por tal tenga
la cosa por el mismo o por otra persona que la tenga en lugar y a nombre de él.
El inc. 2 agrega que el poseedor es reputado dueño, mientras otra persona no justifique
serlo.
Sin embargo, este no es un argumento concluyente, según algunos autores porque hay
quienes estiman que la posesión sería un derecho personal y no un derecho real.
2º El Art. 700 define la posesión como la tenencia de una cosa determinada y no como
una facultad o derecho que se tiene sobre una cosa, expresión que la ley utiliza cuando
se quiere referir a los derechos reales.
No obstante lo dicho, es decir, pese a que la posesión es un hecho, ella está protegida
por acciones posesorias cuando se trata de inmuebles, circunstancia que resulta
contradictoria, toda vez que, según la concepción civilista de la acción, las acciones
emanan de derechos y no de hechos.
Esta circunstancia se justifica señalando que la ley concede estas acciones posesorias
tratándose de inmuebles, toda vez que la ley protege la posesión por la “apariencia de
dominio” que ella envuelve, de modo tal que, como ha sostenido SAVIGNY, puede
concluirse que la posesión es un hecho protegido por el derecho.
Pero, siendo un hecho está protegido por acciones posesorias definidas en el Art. 916,
cuando reace sobre inmuebles, dado la apariencia de dominio que ella envuelve.
III.ELEMENTOS DE LA POSESIÓN
De acuerdo a la concepción clásica que sigue nuestro C.C, los elementos de la posesión
son 2:
1º El Corpus
2º El Animus
Como se ha señalado con anterioridad, tanto el animus como el corpus son, dentro de
esta concepción clásica, elementos que se refieren a una situación de hecho. El corpus
lo es claramente y el animus también, toda vez que significa que el poseedor tiene la
intención de comportarse como dueño pero no que lo sea legítimamente.
Estas son las tres calidades que una persona puede tener respecto de una cosa.
No obstante ello, la posesión está protegida por las acciones posesorias cuando recae
sobre inmuebles como lo establece el Art. 916, atendida la apariencia o presunción de
dominio que la posesión envuelve, y excepcionalmente, la posesión regular está
protegida por la acción publiciana del Art. 894.
Finalmente, la mera tenencia, definida en el Art. 714 es la que se ejerce sobre una cosa
no como dueño, sino en lugar y a nombre del dueño. Por consiguiente, el merotenedor
reconoce dominio ajeno. Es el caso del arrendatario, comodatario, depositario, usuario y
habitador.
1º Existe una presunción de dominio a favor del poseedor. Así lo establece el Art. 700
inc 2 que señala que el poseedor es reputado dueño, mientras otra persona no justifique
serlo.
Como se advierte, se trata de una presunción simplemente legal, de modo que admite
prueba en contrario, precisando que debe probar el dominio quien lo alega, esto es,
quien ejerce la acción reivindicatoria.
3º El poseedor hace suyos los frutos de la cosa siempre que esté de buena fe al
momento de percepción de los frutos, entendiendo por buena fe la que define el C.C. en
el Art. 706, esto es, la conciencia de haber adquirido el dominio de la cosa, exento de
fraude, y, de todo otro vicio.
2º Atendiendo a si la posesión cumple con los requisitos del Art. 702 del C.C. la
posesión puede ser regular o irregular.