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A Javier se adelantó por un segundo: —¡Pito! —gritó, ya de pie. La tensión se quebró violentamente,
como una explosión. Todos estábamos parados: el doctor Abásalo tenía la boca abierta. Los jefes (1959)
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Carmen Balcells, su
agente, vio al genio
y le rescató de sus
oficios alimentarios
A —Cuatro— dijo el Jaguar. Los rostros se suavizaron en el resplandor vacilante que el globo
de luz difundía por el recinto... La ciudad y los perros (1963)
48 vida & artes EL PAÍS, viernes 8 de octubre de 2010
El escritor, ayer en Nueva York poco después de conocer que había sido galardonado. / ap
Escribidor en Manhattan
frente a tantas cámaras como Ba-
rack Obama. Destacó el significa-
do que el premio tiene para la
literatura latinoamericana y pa-
ra construir un futuro que obser-
La noticia sorprendió al autor en Nueva York P El encuentro con va con optimismo, pese al desafío
que las nuevas tecnologías repre-
la prensa en el Instituto Cervantes fue una celebración del idioma sentan para el libro.
“Yo soy más del papel”, confe-
só. “Espero que los cambios tec-
ANTONIO CAÑO los ha enriquecido y transforma- el acto para dejar testimonio de nía silenciosa y ferozmente anti- nológicos no signifiquen una ba-
Nueva York do en leyendas universales, esta- que, aunque en el edificio ondea- varguista. nalización, una trivialización del
ba esperando a Vargas Llosa para ra la bandera de España, se home- “España es un país que no era consumo de libros. Creo que in-
Pasada la sorpresa, comprobado añadir historia literaria a su histo- najeaba a un peruano, al autor de mío y que yo he hecho mío por- cluso existe la posibilidad de que
que no había sido objeto de una ria. Historia literaria en español, La tía Julia y el escribidor. que me acogió”, dijo Vargas Llosa las nuevas tecnologías permitan
broma pesada, transmitida la no- que por algo el idioma español se El escenario ofrecía, por tan- a los periodistas, “pero yo soy pe- explorar los problemas más esen-
ticia a su hijo Álvaro en Wa- abre paso velozmente entre el trá- to, algunas de las múltiples di- ruano, lo que hago, lo que digo ciales del ser humano. De noso-
shington y a los amigos más ínti- fico saturado de sus calles, un es- mensiones de este autor, que qui- expresa el país en el que he naci- tros depende que no se acabe
mos, Mario Vargas Llosa alcan- pañol confuso y diverso, algo caó- do y en el que he vivido las princi- con ese avance de la civilización
zó a reponerse y a disfrutar del tico quizá, pero juvenil y pujante, pales experiencias”. España que- que representa un libro”.
glorioso día de sol que amane- controvertido y apasionado, co- “Yo soy escritor y da ahí al lado, en el extremo más Aseguró que, por supuesto, en
ció en su apartamento del West mo la literatura de Vargas Llosa. racional y adulto de su cerebro. diciembre estará en Estocolmo
Side de Nueva York, junto a Cen- Fue un día de fiesta para esa promuevo nuestro España es el país que le abrió es- para recoger su premio. Cuando
tral Park. lengua que bulle en los callejones idioma escribiendo”, pacio dentro de su industria edi- lo recibió García Márquez se pro-
Pensaba pasar aquí unos me- de Nueva York, que surge de sus torial y en el que consolidó su ca- dujo una cierta polémica por la
ses tranquilos, aprovechando el ventanas en las noches calurosas aseguró el literato rrera. Le brinda también, por tan- vestimenta que utilizó para la
anonimato que esta ciudad con- del verano, que aún no ha llegado to, este premio a España y, tal co- ocasión, que pretendía ser una
cede a las figuras más relevantes a los despachos de Wall Street, mo quiso destacar, a su primer declaración de su origen. Vargas
y la culta relajación a la que invi- pero que gana espacio diariamen- Sonó humilde un día editor, Carlos Barral. Llosa está más preocupado por
ta la Universidad de Princeton, te en los medios de comunica- en el que enfrente Aunque habló de Venezuela, el discurso que pronunciará. Es-
donde el escritor está impartien- ción y en los discursos de los polí- de su horror por las dictaduras y cribir es doloroso hasta para los
do un curso. Pero, de repente, la ticos interesados en los 40 millo- tenía tantas cámaras de su voluntad de seguir denun- más grandes, y este grande tiene
Academia Sueca, que barajó su nes de personas que hablan el como Barack Obama ciando los abusos que crea de- su agenda cargada de discursos
nombre durante 20 años, consi- idioma de Vargas Llosa. nunciables allá donde crea opor- y artículos para EL PAÍS. Prome-
deró esta la oportunidad adecua- No había otro lugar posible pa- tuno, porque la política nunca se tió no abandonar ahora ninguna
da para despertar a este ya escép- ra celebrar esa fiesta que el Insti- so ser presidente de su país, acep- aparta de él —o él de la política—, de esas obligaciones, seguir sien-
tico candidato y arruinar su pláci- tuto Cervantes, que está situado tó la nacionalidad española des- este era esencialmente el día del do el mismo Vargas Llosa que es-
do retiro neoyorquino. además a cuatro puertas del con- pués y casi pierde la suya de naci- escritor. “Yo básicamente soy es- tá sobre la mesilla de noche de
¡Qué lugar mejor para recibir sulado de la República del Perú, miento por la hostilidad mani- critor y promuevo el español es- millones de personas desde hace
un Nobel! Esta ciudad deslum- con el artículo por delante, como fiesta de un presidente de origen cribiendo lo mejor que puedo”, cuarenta añós. Juró que no cam-
brante que durante décadas ha quieren los peruanos. El ex presi- japonés, Alberto Fujimori, que dijo, esforzándose por sonar hu- biará y pidió que, de una vez, se
seducido a escritores y artistas, dente Alejandro Toledo estaba en convirtió su régimen en una tira- milde en un día en que tenía en- le acepte como es.
A El sargento echa una ojeada a la madre Patrocinio y el moscardón sigue allí. La lancha cabecea
sobre las aguas turbias, entre dos murallas de árboles... La casa verde (1966)
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Vargas Llosa atiende ayer a los periodistas tras recibir el anuncio de la Academia Sueca. / reuters
le hicieron una trastada así a Al- “Fíjese que pensé, primero que eso. No olvide usted de hacerlo siempre me ha dado la escritura,
berto Moravia, el novelista italia- “Estar en las nadie, en Carlos Barral; él hizo
que recibiera un estímulo formi-
constar”.
Vargas Llosa está a punto de
mi trabajo”.
“La literatura, escribir”, ter-
no. Fue una noticia fea, que a él
le cogió desprevenido. Entonces, listas de este dable cuando me presenté al pre- publicar El sueño del celta, en la minó Mario Vargas Llosa, “es mi
inmediatamente que me dijo Pa- galardón era una mio Biblioteca Breve con La ciu- que se exige otra vez, como au- manera de vivir, como decía
tricia que habían llamado de la dad y los perros; hizo lo imposi- tor, una disciplina que es propia Flaubert. No tendré otra, con sus
secretaría del Nobel nos pusi- pesadilla anual” ble porque yo saliera adelante. Y de los buenos periodistas. A ese sumas y sus restas, esa es la feli-
mos en guardia”. Carmen Balcells, claro; Carmen valor, el del periodismo, alude en cidad de mi vida. La literatura
Además, ya no estaba en las me empujó literalmente a la lite- esta respuesta. “El periodismo me ha dado lo mejor que tengo;
listas. “Y no crea, eso me tranqui- “Pensé, primero que ratura; los dos dieron por mí una me ha dado la obligación de con- los amigos, las experiencias. La
lizó. Estar en las listas era una
pesadilla anual, porque mucha
nadie, en Carlos batalla inolvidable. Los he citado
en todas partes ahora que me
firmar, de verificar, me ha ense-
ñado lo importante que es la per-
entraña de mi vocación no es
otra que la literatura, y de ella
gente llamaba para indagar si Barral. Él hizo que han dado el Nobel. Y he citado a severancia. Si no hubiera tenido sale todo lo que soy y todo lo que
era cierto que iba a ganar el No- yo saliera adelante” España, porque sin ese país hu- esa disciplina no hubiera sido un tengo. Es lo mejor que me ha
bel. Todo eso abonaba la idea de biera sido imposible la difusión escritor; sigo verificando, sigo co- pasado”.
A Desde la puerta de La Crónica Santiago mira la avenida Tacna, sin amor: automóviles, edificios
desiguales y descoloridos, esqueletos de avisos luminosos flotando... Conversación en La Catedral (1969)
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El lector en el laberinto
ANTONIO MUÑOZ MOLINA do más completa según avanza tor en que nunca sabe lo que vie- glo XX, por encima de su ruptura sonaje público que ejerce con sol-
la escritura, y por lo tanto su con- ne después, incluso cuando más formal con muchos códigos de la vencia y brillantez sus variados
Las grandes novelas de Mario trol sobre ella se hará más con- seguro cree estar de sí mismo o novela del XIX, están al servicio talentos, y que ha adquirido con
Vargas Llosa funcionan como la- cienzudo cuanto más cerca se en- de los materiales que maneja. Se del propósito más primitivo de los años una solemnidad entre
berintos constructivos que han cuentre del final, pero aun enton- sigue escribiendo una novela todos: explicar el mundo con re- de diplomático y de estadista. Pe-
de ir siendo descifrados gradual- ces no perderá de vista la diferen- por la misma razón por la que latos que solo serán eficaces a ro yo lo he visto apasionarse ha-
mente por la inteligencia y la cia entre lo que él ya sabe y lo luego el lector seguirá leyéndola: condición de que despierten y blando de literatura, recordando
imaginación del lector. Escribo que todavía no sabe el lector. Por- para descubrir qué viene a conti- sostengan la atención del que ha novelas, cuentos, escritores que
funcionan de una manera muy que de algún modo muy prima- nuación. Las sutilezas técnicas de escucharlos. le gustan, con un entusiasmo ge-
deliberada: en Vargas Llosa los rio, el novelista se parece al lec- del modernismo literario del si- Mario Vargas Llosa es un per- neroso que no es muy habitual
artificios de la novela están
calculados con una plena inten-
A —Despierta, Panta —dice Pochita—. Ya son las ocho. Panta, Pantita. —¿Las ocho ya? Caramba,
que sueño tengo —bosteza Pantita—. Pantaleón y las visitadoras (1973)
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A En ese tiempo remoto, yo era muy joven y vivía con mis abuelos en una quinta de paredes
blancas de la calle Ocharán, en Miraflores. La tía Julia y el escribidor (1977)
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A El hombre era alto y tan flaco que parecía siempre de perfil. Su piel era oscura, sus huesos
prominentes y sus ojos ardían con fuego perpetuo. La guerra del fin del mundo (1981)
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Fuego intelectual
toda su obra, que ahora es una
biblioteca viva (está a punto de
aparecer El sueño del celta) que
nos enorgullece ofrecer a los lec-
tores como justificación máxima
HÉCTOR ABAD FACIOLINCE aquello que él y unos pocos más do, antes de cumplir siquiera los sobre otros escritores. La prime- de las razones que tuvo el jurado
han estado a punto de lograr va- 30 años, novelas ya maduras, y ra es un extenso estudio sobre para honrar a nuestro autor.
Mario Vargas Llosa, aunque ya rias veces: la novela total. De lo sigue publicando ahora, des- García Márquez y su obra, que Hay muchas más razones
no sea, como hasta hace muy po- que sí podemos estar absoluta- pués de los setenta, novelas que tuvo origen en su tesis doctoral que estas íntimas o internas pa-
co, un trotador empedernido, es mente seguros es de que seguirá poseen un ímpetu y una gracia en la Universidad de Londres. ra celebrar el premio a Mario
un setentón juvenil, de mente y escribiendo siempre, o al menos juveniles. Las de la madurez pre- Historia de un deicidio, publica- Vargas Llosa desde la perspecti-
de cuerpo. Si un signo claro de hasta el día en que su inteligen- coz son La ciudad y los perros da en 1971 (y nunca más reedita- va de sus editores. Desde que co-
la vejez son la rigidez y el estan- cia conserve la agudeza, la crea- (1963), La casa verde (1965) y da hasta fecha muy reciente, en menzó su andadura en nuestro
camiento de las ideas, Vargas tividad y la curiosidad que lo Los cachorros (1967). La más im- sus Obras Completas, a causa de sello, y hoy lo hablaba con mi
Llosa no ha envejecido. Si el sig- han caracterizado durante más portante de la madurez rejuve- su triste trifulca con el escritor compañera Amaya Elezcano,
no más claro de la frescura del de medio siglo. necida es su muy entretenida colombiano). Mario ha sido un autor ejem-
pensamiento es, por el contra- Con una laboriosidad asom- Travesuras de la niña mala Todavía hoy este largo ensa- plar; delicado en todos los mo-
rio, la curiosidad y la capacidad brosa y con una independencia (2006) que recupera el refres- yo sigue siendo una de las mejo- mentos de la proyección del li-
de poner en duda las propias ética que jamás ha sucumbido a cante humor de Pantaleón y las res introducciones al autor de bro como objeto que luego ha de
creencias, con una mente abier- los chantajes morales ni a las visitadoras (1973). Y entre estos Cien años de soledad, y una mues- ser mercancía, instrumento de
ta, entonces Vargas Llosa es un acusaciones infames de sus in- dos extremos de su obra, está lo tra indudable de inmensa gene- lectura. El mimo con el que él
señor de 74 años que más pare- numerables contradictores, Var- rosidad por parte de un colega trata a la gente, a los que están
ce un joven de 37. gas Llosa es, para todos aquellos casi coetáneo, al principio de su arriba y a los que están abajo, ha
No es un traidor a la causa, que hemos apostado la vida a la No es un traidor carrera, con lo celosos y egoís- sido siempre para nosotros una
como lo ha visto la extrema iz- pasión por las letras, un ejemplo tas que suelen ser los escritores. prolongación de su genio como
quierda, sino un hombre fiel permanente de actividad y un a la causa, sino un Vinieron después libros sobre personalidad intelectual que ja-
—por encima de todo— a unas desafío constante contra la pere- hombre fiel a unas Flaubert y Madame Bovary, so- más abandona la sencillez de
cuantas convicciones: la de la li- za o el conformismo mental, tan- bre Sartre y Camus, sobre Argue- sus principios y orígenes. Es un
bertad del individuo, la del re- to en el campo literario como en cuantas convicciones das, sobre la novela moderna lector; muchas veces, en Alfagua-
chazo a la coerción por parte del el político. (La verdad de las mentiras), so- ra, hemos entendido de dónde
Estado, la del rechazo feroz a las En los últimos meses, he leí- bre Los miserables de Victor Hu- viene su genio: de la lectura. Ha-
dictaduras, sean de izquierda o do (o releído) buena parte de sus Su obra tiene go, hasta el muy reciente estu- ce años quiso que revisáramos
de derecha. Políticamente nun- libros y al final de esta extraordi- unas dimensiones dio de la obra de Juan Carlos
Onetti (El viaje a la ficción,
sus ediciones, que el tiempo ha-
ca estuvo con Cortázar, para naria experiencia no dudo en ca- bía llenado de erratas (eso creía
quien no eran lo mismo los crí- lificar su obra, por rimbomban- casi balzacianas, 2008). él); y él mismo sometió a escruti-
menes de la izquierda que los de te que suene el adjetivo, como con 50 volúmenes El fuego de la obra de Vargas nio su obra con un ojo crítico
la derecha, ni con Borges, quien monumental. Sus dimensiones, Llosa y su personalidad arrasa- implacable. De ahí nació, y rena-
estuvo dispuesto a recibir hono- para empezar, son casi balzacia- dora tienen que ver con varios ció, la biblioteca Vargas Llosa,
res de Pinochet. Su maestro en nas, con unos 50 volúmenes a su más asombroso de su actividad factores. Ante todo una fe inque- que para nosotros es un homena-
asuntos políticos ha sido más haber. Pero la cantidad es lo de novelística y ensayística. brantable en la literatura, la je al lector que es él y a los lecto-
bien Karl Popper, con su defen- menos, pues más vasta es la Por un lado, tres novelas tota- cual le ha permitido una fideli- res que tiene.
sa de la sociedad abierta, y en obra de Corín Tellado. Lo asom- les, tres universos ficticios per- dad a su oficio que muy pocos Una palabra final de recuer-
general los pensadores liberales broso consiste en que casi todos fectamente construidos: Conver- poseen con tanta fuerza y cons- do al Nobel Saramago, que nos
anglosajones. sus libros son técnicamente im- sación en La Catedral (1969), La tancia. A esto se une la confian- abandonó este año. Pocos meses
El “primer amor” literario pecables y su obra abarca mu- guerra del fin del mundo (1981) y za, también ciega, en que esta antes de su muerte, él y Pilar del
del reciente Nobel de Literatura chos registros, desde el humor y La Fiesta del Chivo (2000). Estas actividad de la fantasía humana, Río recibieron en su casa de Lan-
fue teatral y casi prematuro, la levedad hasta la más densa tres novelas, al mismo tiempo la literatura, es útil e importan- zarote a Mario y a Patricia. Ma-
pues escribió y llevó a las tablas complejidad histórica o psicoló- íntimas, históricas y políticas te para el mundo. Y, por último, rio y José hablaron de literatura
una obra dramática cuando te- gica. Además, su prosa ensayísti- son, cada una a su manera, tres la seguridad sin fisuras que tie- y de vida. Ahora este Nobel que
nía apenas 16 años. No podemos ca es clara y rigurosa; podemos de las más grandes novelas de ne de pensarse a sí mismo como nos llega a la casa de Alfaguara
saber, sin embargo, cómo serán estar o no de acuerdo con él, pe- nuestra lengua de todos los tiem- un gran escritor. Alguien dijo nos hace recordar, inevitable-
sus últimos amores. Si nos atene- ro sus argumentos son nítidos, pos. que para ser genio hay que mente, ese otro Nobel que tuvi-
mos a lo ambicioso de la próxi- directos, nunca tramposos, pues Al mismo tiempo que escri- creérselo (y Vargas Llosa se lo mos y que con tanto cariño que-
ma novela, El sueño del celta, sa- no recurren jamás a la mentira bía estas tres novelas extraordi- cree, como muchos otros), pero remos rememorar en esta otra
bemos que seguirá buscando lo o a la deshonestidad intelectual. narias, con intervalos de muy po- además, y sobre todo, hay que ocasión gozosa.
imposible, lo que ningún escri- En una vida de gran simetría, cos años, Vargas Llosa fue publi- acertar (y Vargas Llosa acierta
tor ha conseguido nunca, pero Vargas Llosa empezó publican- cando excelentes monografías al tener esta idea de sí mismo). Pilar Reyes es directora de Alfaguara.
De la pensión El Jute
a la corte de Estocolmo
El escritor de Arequipa ha estado en la primera línea
cultural y política de la segunda mitad del siglo XX
EL PAÍS
Madrid
Es un ciudadano
del mundo desde
que llegó a Europa
con 23 años
Lo mismo ha
viajado a Irak que a
las islas Marquesas
siguiendo a Gauguin
El escritor toma nota en la tumba de Paul Gauguin en 2003 y, abajo, dos años después, junto a unos miembros de
Hamás. / morgana vargas llosa
res —antológicos son sus reporta- El escritor, con su esposa, Patricia vez, nutre su ficción porque es ili- paraíso en otra esquina (1993), si- sino que también viaja a Congo
jes sobre la posguerra en Irak y el Llosa, y sus hijos Gonzalo, Álvaro mitada. Quizá por eso viajó a la no también para tomar nota de para documentar su nueva nove-
conflicto entre Israel y Palesti- y Morgana. Con José Saramago, más pequeña de las islas Marque- cada detalle que le rodeaba. Co- la (El sueño del celta) y así, a tra-
na— o para dejarse asombrar por en 2002 y, entrevistando a Jorge sas no solo para intuir lo que sin- mo ahora, con 74 años (y ya abue- vés de ella y su ficción, denunciar
Semprún, en 1996. / gorka
su belleza. tió uno de sus pintores, Paul Gau- lo) no solo se estrena con los cuen- la resaca del colonialismo en Áfri-
lejarcegi / morgana vargas llosa
La realidad, ha dicho alguna guin, y plasmarlo en su novela El tos infantiles (Fonchito y la luna), ca.
A Desde que escribí mi primer cuento me han preguntado si lo que escribía “era verdad”. Aunque
mis respuestas satisfacen a veces a los curiosos, a mí me queda rondando... La verdad de las mentiras (1990)
56 vida & artes EL PAÍS, viernes 8 de octubre de 2010
Mario Vargas Llosa, en un mitin de la campaña a las elecciones legislativas de Perú en 1990. / gervasio sánchez
A “Es este el mejor libro del mundo”, escribió Cervantes de Tirant lo Blanc y la sentencia parece
ahora una broma. Carta de batalla por Tirant lo Blanc (1991)
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Generosidad
FERNANDO SAVATER cerá anticuada y los desconcerta- o inocuos, sino aquellos que com-
dos intentarán buscar en Wikipe- prometen en el campo de liza y
La admiración por uno o dos li- dia, es “compromiso”. Y en nada con los que uno se gana más ad-
bros acertados de un autor no es se refleja de forma tan nítida el versarios que admiradores. Acu-
rara, pero la fidelidad a toda una escritor comprometido Vargas dir a la cita no en la balsa que se
obra resulta menos usual. Mario Llosa como en sus artículos de deja llevar por la corriente sino
Vargas Llosa ha sabido ganársela prensa. Cuando uno ha consegui- en el frágil pero aún así altivo es-
como pocos autores contemporá- do un rincón periodístico desde quife que remonta “contra viento
neos entre muchísimos lectores el que hacerse oír, la tentación y marea”, según sus propias pala-
de todo el mundo. Y ello aunque narcisista lleva a deslumbrar y bras.
su caso cuenta con una dificultad no a iluminar: a sacarle maravillo- Aunque nadie me lo pida y sin
añadida: lo notorio de sus postu- samente los ojos al lector en lu- pedir permiso, hablaré de mí. El
ras políticas, que han evoluciona- gar de abrírselos, que hubiera di- lema que en mi estima define a
do profundamente a lo largo de cho Madame du Deffand. Hacer- Mario es el de “generosidad”. Es
los años. se valer con cualquier pretexto y generoso en la opulencia de sus
Conozco no pocos adictos al elegir un tema caprichoso o eru- ficciones, dramáticas y sensuales,
gran novelista que despotrican dito como el McGuffin sabiamen- desesperadas y liberadoras; es ge-
contra sus elogios a Mrs. That- neroso en su curiosidad que a na-
cher o algunas otras tomas de da renuncia, que todo lo explora
partido, pero son los primeros Incluso quienes y escudriña, que lo mismo agota
que corren a la librería en cuanto una biblioteca para documentar
anuncian otro libro firmado por discuten sus ideas un libro que atraviesa el desierto
él. En todo lo que narra Vargas aceptan sus para conocer Irak sin intermedia-
Llosa hay una verdad y una tras- rios; es generoso en su compromi-
parencia objetiva que derrotan a premisas narrativas so político, cuando tan fácil es
los resabios de cualquier ideolo- acertar siempre callando o man-
gía: es lo que podríamos llamar el teniendo una cauta ambigüedad
amor artístico a lo humano, la El escritor como vemos todos los días en
profunda compasión (o simpatía, comprometido está quienes nunca arriesgan ni su co-
si preferimos la etimología grie- modidad ni su reputación; es ge-
ga) que comprende el desasosie- presente sobre todo neroso siempre en su tratar de
go de sus semejantes y vibra lite- en sus artículos entender y no intentar desenten-
rariamente con él. Ese humanis- derse, en su contagioso afán de
mo auténtico, práctico, incluso hacernos entender. Tiene la gene-
misionero (porque nos hace cóm- te arbitrario con el que Hitch- rosidad del talento y su talento es
plices de la humanidad que a tra- ckok promovía sus enredos. A ve- erótico: o sea excitante pero tam-
vés de la lectura se nos descubre) ces el resultado es muy divertido bién procreador. Y ante la genero-
constituye la urdimbre final de su e inteligente, elegante, pero a sidad nada conviene salvo la des-
visión del mundo. Incluso quie- otros no les basta. No le basta a concertada gratitud: tres décadas
nes discuten sus conclusiones Vargas Llosa, cuyo compromiso después de mi inicial asombro al
ideológicas aceptan la suprema estriba en poner su excelencia li- descubrirle, que sigue renovándo-
honradez de sus premisas narrati- teraria de articulista al servicio se libro tras libro, solo puedo de-
vas: tal es su fuerza y su grande- de lo más útil: describir lo comple- cirle la palabra sagrada y que in-
za, tal es también el reto —el jo y perplejo de la realidad para voca lo sagrado: gracias. Y ten
“mas difícil todavía”— que arros- potenciar los requisitos de la li- por segura la feliz felicitación de
tra con cada uno de sus libros. bertad. Por eso no le gustan los tu fiel finalista del Planeta, Ma-
La palabra, que a algunos pare- temas ingeniosamente anodinos rio, ahora que estás en tu reino…
Liberal a secas
JOSÉ MARÍA LASSALLE pre estaban cortados por el mis- gulares que casaron muy bien
mo patrón. A saber: invocar a con su recelo epistemológico ha-
Cuenta Mario Vargas Llosa que Montesquieu si hablaban del po- cia aquellos liberales simplifica-
las primeras lecciones sobre el der; la ciencia y la razón cuando dores que olvidan que el liberalis-
liberalismo las recibió en la infan- apelaban al conocimiento; y la to- mo fue, primero, una apuesta
cia, junto a su abuela Carmen y lerancia si describían las reglas ilustrada por la libertad moral y
su tía abuela Elvira. En boca de de juego de la convivencia civili- de conciencia para, después, pro-
aquellas beatas escuchaba admo- zada, ya fuera doméstica o ciuda- yectarse sobre la libertad del
niciones y reproches sobre la con- dana. mercado, pero no al revés. Como
ducta disoluta de quienes tenían No cabe duda de que aquella se ha encargado de repetir mu-
la osadía de divorciarse, ser libre- educación sentimental marcó a chas veces, nada más lejos en él
pensadores y enfrentarse a la mo- fuego lento su inconsciente con que la actitud de esos liberales
ralina asfixiante de unos criollos el hierro de un desprecio intuiti- logarítmicos que “creen que la
conservadores que añoraban los vo hacia el dogmatismo y los dis- economía es el ámbito donde se
hábitos virreinales e inquisitoria- cursos enérgicos que invocaban resuelven todos los problemas”.
les dejados atrás con la indepen- la verdad como un absoluto in- Para él, la libertad responsable
dencia. En aquella atmósfera fa- flexible. Con los años y las decep- es el fundamento de la dignidad,
miliar, el liberal era el antípoda ciones, aquellas impresiones tem- y eso requiere una estructura
relativista de la ortodoxia, sea pranas adquirieron finalmente igualitaria y positiva que permita
cual fuere el dogma sobre la que el poso de la reflexión intelec- a todos el derecho a decidir so-
se sustentaba. De hecho, el libe- tual. La heterodoxia de Vargas bre su vida, sin dogmas ni orto-
ral prototipo lo tenía en su pro- Llosa fue haciéndose congruen- doxias. Un producto civilizado,
pia familia, ya que un antepasa- te, integrada en un relato que se inestable e imperfecto que asegu-
do suyo dijo un día que se iba de vertebró dentro de una experien- re el derecho a equivocarse y vi-
casa para comprar el periódico y cia personal que hizo que su re- vir en el entorno pluralista, tole-
no volvió hasta 30 años después. chazo al dogma se transformara rante y heterodoxo de una socie-
¿Qué hizo?, preguntaba el joven en la fisonomía de un liberal a dad abierta.
Mario a su abuela, y esta le res- secas. En este sentido, las lectu-
pondía lapidariamente: “Corrom- ras de Popper y Berlin, Mises, José María Lassalle es diputado
perse”, pues en aquellos tiempos Herzen, Dahrendorf y Hayek, fija- (PP) y portavoz de la Comisión de
los que se decían liberales siem- ron en él unas coordenadas sin- Cultura en el Congreso. El autor de El pez en el agua, en 1996. / carlos serrano
A Llamaron a la puerta, doña Lucrecia fue a abrir y, retratada en el vano, con el fondo de los
retorcidos y canosos árboles del Olivar de San Isidro... Los cuadernos de Don Rigoberto (1997)
58 vida & artes EL PAÍS, viernes 8 de octubre de 2010
Mario Vargas Llosa, con Aitana Sánchez-Gijón durante la representación de Odiseo y Penélope, en Mérida el año 2006. / efe
Te espero en el escenario
respondí: “Te has convertido en
un actor”. Y, como no podía ser
de otra forma, nos lanzamos a
la arena.
Mario el rapsoda, Mario el te-
AITANA SÁNCHEZ-GIjÓN ños de las charlas intermina- des del montaje con una genero- dras del escenario echaban fue- jedor de sueños, Mario el actor
bles, de las carcajadas constan- sidad y un sentido del humor ad- go. La fuerza telúrica de siglos se metió al público en el bolsillo
Corría el mes de julio de 2006. tes, de los escollos que siempre mirables. “Queréis mutilar mi nos subía por la planta de los y yo me sentí el ser más privile-
Un jardín tropical, un frontón al acabábamos por resolver en texto” , nos increpaba. “¡Me que- pies. Faltaban cinco minutos pa- giado del planeta por estar a su
aire libre... y 20 días por delante equipo, siempre en equipo. réis hundir!”. Y acto seguido ex- ra salir a escena. Mario se me lado.
para poner en pie Odiseo y Pené- Es un oficio solitario el del es- plotaba en una carcajada. Dos años después nos embar-
lope, la segunda aventura teatral critor. El de los cómicos, sin em- Patricia, su mujer, asomaba camos en una nueva travesía:
como autor y actor de Mario.
El calor era infernal. Ensayá-
bargo, un proceso colectivo. Ma-
rio luchaba a brazo partido con-
de vez en cuando por detrás de
una palmera y observaba diver-
Mario, el rapsoda; Las mil noches y una noche. Él
era Sahrigar, el sanguinario, y
bamos cobijados por la sombra tra sus propias palabras para tida a Odiseo resistiendo el he- Mario, el tejedor yo Sherezade. Pero esa es otra
de un árbol generoso y nos re- darles vida hasta hacerlas suyas chizo de las sirenas o el reen- de sueños; historia...
Ahora le ha llegado el Nobel.
frescábamos, vestidos, con el de nuevo. Escuchaba admirado cuentro con Penélope a su re-
agua de una manguera hasta las propuestas escénicas de Joan greso a Ítaca. Mario, el actor Por fin. Ya estaba tardando. Me
quedar totalmente empapados. y repetía hasta la saciedad, con Fueron 20 días de conviven- siento tan orgullosa como si se
Mario descalzo, despojado, una disciplina férrea, cada esce- cia intensiva. Habíamos compar- lo hubieran dado a alguien de
entregado a su recién descubier- na hasta caer rendido. A veces tido ya escenario con La verdad acercó entre cajas y, aterrado, mi familia.
ta vocación con la valentía y la nos enzarzábamos en discusio- de las mentiras, pero fue en ese me miró a los ojos y me dijo: Enhorabuena, Mario. Para
humildad de quien no tiene na- nes interminables pero siempre frontón cuando a Mario se le ins- “Esto es espantoso. ¿No pode- los millones de personas que te
da que perder. Joan Ollé (el otro gozosas sobre ciertos pasajes. Y taló definitivamente el veneno mos huir de aquí? Escapemos queremos y admiramos hoy es
vértice del ménage à trois tea- Mario reescribía, cortaba o amol- del teatro. ahora que aún estamos a tiem- un gran día.
tral) y yo disfrutando como ni- daba el texto según las necesida- Llegamos a Mérida. Las pie- po”. “Enhorabuena, Mario”, le Te espero en el escenario.
A Querido amigo: Su carta me ha emocionado, porque, a través de ella, me he visto yo mismo a mis
catorce o quince años... Cartas a un joven novelista (1997)
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A Urania. No le habían hecho un favor sus padres; su nombre daba la idea de un planeta, de un
mineral, de todo, salvo de la mujer espigada y de rasgos finos... La Fiesta del Chivo (2000)
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Premio
a tu papá
santiago roncagliolo
A Urania. No le habían hecho un favor sus padres; su nombre daba la idea de un planeta, de un
mineral, de todo, salvo de la mujer espigada y de rasgos finos... La Fiesta del Chivo (2000)
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Abrió los ojos a las cuatro de la madrugada y pensó: “Hoy comienzas a cambiar el mundo,
Florita”. El paraíso en la otra esquina (2003)
62 vida & artes EL PAÍS, viernes 8 de octubre de 2010
A Aquél fue un verano fabuloso. Vino Pérez Prado con su orquesta de doce profesores a animar
los bailes de Carnavales del Club Terrazas de Miraflores... Travesuras de la niña mala (2006)
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cultura cine
cine cultura
Artista, persona,
arquitecto, padre
¿CUÁNTO PESA SU EDIFICIO, mados a vista de pájaro, como
SEÑOR FOSTER? un Dios que mira desde arriba la
Dirección: Norberto López Amado, obra de alguien que parece osar
Carlos Carcar. emularlo, dicen mucho de una
Género: documental. España, Reino película de perturbadora belleza
Unido 2010. formal que, sin embargo, cojea
Duración: 78 minutos. un tanto desde el punto de vista
más periodístico.
JAVIER OCAÑA Por ejemplo, cuando la voz en
off del narrador habla en boca de
Cuando hace un lustro se estre- los detractores de la obra de Fos-
nó Apuntes de Frank Gehry, su ter (“Con 1.400 empleados se
director, el ya fallecido Sidney pueden hacer más edificios bue-
Pollack, afirmaba que uno de nos, pero no tan brillantes”), el
sus grandes miedos a la hora de espectador curioso está deman-
rodar el documental sobre la dando una declaración del pro-
obra del artífice del Guggen- pio Foster. Ya sea defendiéndose
heim de Bilbao era que no tenía o pasando del tema, eludiéndolo
ni idea de arquitectura. Aquella o abordándolo. Pero la pregunta
apuesta, sin embargo, le salió de y la respuesta nunca se produ-
forma notable pues no estába- cen. Quizá el hecho de que esté
mos ante un enrevesado infor- financiado por la propia esposa
me para especialistas, sino ante de Foster, Elena Ochoa, tenga al-
una obra de información cultu- go que ver, porque con estos pro-
ral, ética y política, elaborada ductos parece inevitable que se
con el habitual estilo nada pre-
tencioso del autor de Memorias
de África. En la base de ¿Cuánto
pesa su edificio, señor Foster?, en
En el documental,
cambio, se encuentra la figura algo hagiográfico,
de Deyan Sudjic, director del De- termina ganando el
sign Museum de Londres, y repu-
tado crítico de arquitectura, que aspecto más formal
ejerce de guionista y narrador
de la película. Sin embargo, lejos
de convertirse en un tocho para tienda un tanto hacia la hagiogra-
especialistas, su documental so- fía, pero en ¿Cuánto pesa su edifi-
bre Norman Foster, otro insigne cio, señor Foster? termina ganan-
profesional, se apunta a la belle- do el aspecto más formal y, sor-
za formal, al deleite de las cons- prendentemente a pesar de la
trucciones del autor de, entre frialdad del artista, todo un per-
otros edificios, la Torre Hearst sonaje, el aspecto más humano.
de Nueva York o el aeropuerto La excelente banda sonora de
de Shanghai. Joan Valent y la bella textura de
Dirigido por los españoles las imágenes llevan a momentos
Norberto López Amado y Carlos de verdadera pasión por la obra
Carcas, narrado de forma expli- de Foster. “Las cosas bellas pue-
cativa por el propio Sudjic, muy den ser útiles y las cosas útiles
bien locutado y también escrito, pueden ser bellas”, parece ser
el documento relata de forma ca- una de las máximas de este hom-
si cronológica la carrera de Fos- bre que, en su día, fue pionero en
ter, abundando en el terreno ar- la arquitectura industrial. Como
quitectónico, pero también enla- tampoco tiene precio ver al sep-
zando con su vida personal y con tuagenario padre de un chico de
algunas de sus señas de identi- apenas nueve o diez años jugar
dad personales, como esa afición con el crío a fabricar un barco de
por el esquí de fondo que no sólo juguete para la piscina y termi-
le retrata como deportista sino nar diciéndole: “Podemos afir-
como eminente luchador. Los mar categóricamente que la cal-
planos aéreos de los edificios, to- dera está llena”.
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cultura cine
Parientes serpientes
AMADOR
Dirección: Fernando León.
Intérpretes: Magaly Solier, Celso
Bugallo, Sonia Almarcha, Puri de
Castro, Manolo Solo.
Género: drama. España, 2010.
Duración: 112 minutos.
J. O.
El otro 11 de La película
septiembre
Ken Loach y el chileno Vladimir Vega
ponen en paralelo dos 11-S muy distintos
en ‘11’09”01’, documental de 11 directores
WALTER OPPENHEIMER bre, para fundir los atentados del
Londres 2001 con el sangriento golpe de
Pinochet y la CIA en 1973.
Barba de dos días, aspecto cansa- Loach y Vega habían trabaja-
do tras un largo viaje, Vladimir do juntos en Ladybird, ladybird
Vega acaba de llegar de Chile (1994). Cuando a Loach le propu-
cuando recibe a este diario en su sieron en 2002 participar en el do-
modesta pero acogedora vivienda cumental sobre el 11-S, sabía que E El número 11 se confirma
de Elephant and Castle, barrio po- Vladimir estaba escribiendo so- como mágico en este
pular del sur de Londres. No hace bre sus vivencias políticas. En el documental que, filmado para
ni un cuarto de hora que ha logra- documental, inevitablemente sin- su estreno en el primer
do llegar a casa, superando la tor- tético, les explica a los norteame- aniversario del 11-S, recoge los
tura de la huelga de metro con ricanos en forma de carta su sufri- 11 puntos de vista de 11
que le recibió la capital británica. miento en los días del golpe y el realizadores —de
Difícilmente hablará mal de papel de Estados Unidos en una Bosnia-Herzegovina, Burkina
una huelga: por sus venas solo co- operación que acabó con la liber- Faso, Egipto, Estados Unidos,
rre sangre obrera, como delata su tad y la democracia en Chile. Es Francia, India, Israel, Japón,
nombre, homenaje paterno al ca- un reproche amargo. Son las pala- México y Reino Unido— con
marada Lenin. Y sabe en carne bras de un hombre marcado, que 11 historias que se refieren o
propia lo que es la tortura. El mar- no busca venganza, con la convic- rodean aquellos atentados que
tes 11 de septiembre de 1973, na- ción de que los norteamericanos cambiaron el mundo.
da más producirse el golpe de Es- necesitan reflexionar sobre sus
tado del general Pinochet que de- papeles en la historia: víctimas en El DVD, mañana, por 2,95
rrocó a Salvador Allende, Vladi- 2001, verdugos en 1973. euros, con EL PAÍS.
mir fue detenido. Tenía 20 años. La carta acaba con una emoti- Vladimir Vega, en su casa de Londres. / miguel a. fonta
Le pegaron un tiro en la rodilla al va despedida: “San Agustín dijo
arrestarle. Le torturaron durante que la esperanza tiene dos hijas para decir ‘Miren, esto es lo que do para espantar a los demonios. lo que hicieron. Esto es una guita-
días. Pasó cinco años en la cárcel. muy hermosas, Ira y Valentía. Ira pasó en mi país’ con canciones co- “Después de acabar el documen- rra rota, que representa la muer-
Al salir, los laboristas británicos por la rabia de que las cosas son mo El desaparecido y otras. Y llega tal no hice mucho, me senté con te de Víctor Jara con la paloma de
le acogieron en Reino Unido. como son. Y Valentía para cam- la película, se termina y me viene una cuchilla e hice esto”, explica. la paz que tanto quería para Chi-
La historia de este hombre biarlas. Madres, padres y seres una calma como si me hubiera Esto es una escultura en minia- le. Y esto es el indio Mapuche”.
que le puso Pablo a su hijo por- queridos de aquellos que murie- sacado un gran peso de encima. tura tallada en lo que fue la pata Los ojos de Vega delatan triste-
que ese era su nombre de guerra, ron en Nueva York, pronto será el Sin yo saberlo había estado enfo- de un viejo sillón. Esa escultura za. Quizás por el repentino esfuer-
en homenaje al poeta Neruda, es 29º aniversario de nuestro mar- cando toda mi vida a decirle al “es Chile”, susurra. “La cara de la zo de evocar aquellos días. O por
una de las 11 que se insertan en tes 11 de septiembre y el primero mundo: esto me pasó a mí, a Chi- madre patria; obviamente, triste. la añoranza del que vuelve a Lon-
11’09”01, el documental en el que del vuestro. Os vamos a recordar. le. Y ese peso ya no está ahí”, re- Brazos de gente muerta. Un hom- dres después de cuatro semanas
11 directores de cine de todo el Espero que vosotros nos recor- cuerda con melancolía. bre gritando. Y esto es la bandera en Chile. O porque siente que,
mundo ofrecen su visión sobre el déis también a nosotros”. En sus más de 30 años en Lon- de EE UU, que se transforma en aunque Pinochet está muerto,
11-S. Ken Loach, el gran cineasta “Cuando finalizó el documen- dres, Vladimir trabajó limpiando, una púa que traspasa la cara del consiguió matar quizás para siem-
de la izquierda británica, no quiso tal fue como si todo lo que yo ha- sirviendo mesas..., pero nunca re- hombre: eso representa la tortura pre el movimiento popular que
limitarse al 11-S americano y apro- bía hecho así como artístico se vi- nunció al arte, a la música, a can- de EE UU. Aquí hay un pedazo de encumbró a Allende: “La gente
vechó la dramática coincidencia niera abajo un poco. Mi subcons- tar. Siempre con la lucha obrera pie. Un cráneo roto: te metían 30 prefiere olvidarse de todo aque-
de fechas, martes 11 de septiem- ciente me llevaba a hacer cosas en el corazón. El arte le ha servi- balazos en la cabeza. Fue brutal llo, me da mucha rabia”.