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SALA EN ESPERA

OCTUBRE 2010

Narco realidades y ficción nacional


Florencia Guillén
Vigente el tan aclamado Bicentenario de la Independencia de México, me piden
que colabore con un texto para el proyecto Sala en Espera. Coincide con que
recién fui al cine y al El Infierno, la nueva cinta de Luis Estrada. Un guión
excelente en su naturalidad populachera, el tinte humorístico inserto en las
escenas violentas y absurdas. La carcajada colectiva. Confieso que aún no
entiendo cómo la tortura de un ser humano, por más narco que sea, pueda
resultar graciosa: la única esperanza es que el humor nos invita a la reflexión.

Esto es un texto sobre paridades.

El Infierno presenta a Benny García, un inmigrante mexicano que 20 años atrás


cruzó hacia Estados Unidos buscando oportunidades. Regresa a su lugar natal
ignorando lo mucho que el norte del país ha cambiado. Sus intenciones de
mantenerse en el camino recto se ven destruidas por el deseo y por sus
instintos paternales: se enamora de su cuñada viuda y decide criar a su sobrino.
Para salvar a éste que en malos pasos queda preso, Benny necesita una
cantidad de dinero para una “fianza” que sólo el narcotráfico le puede aportar.
Todo concluye en una historia de violencia excesivamente retratada en los
últimos años por el cine mexicano.

Si de barbaridades se trata, la escena política y social del México


contemporáneo tiene mucho que ofrecer: este escrito es más una construcción
lúdica de una cotidianidad mexicana que un ensayo: las escenas de El Infierno
frente a ciertos párrafos de la nota de Ignacio Alzaga, “Abate el Ejército a Nacho
Coronel”, publicada en Milenio el 30 de julio de 2010. Sin crítica directa al
periodista ni al cineasta, más allá de los tipos de lenguajes de cada disciplina: al
leer la nota parece que estoy leyendo una ficción y al ver la película creo estar
como espectadora de un documental. Intercalaremos dos historias,
probablemente tan ficticias como la realidad.
Primero El Infierno. Sentada en la parte de atrás de la sala, comienzan los
previos. Un promocional del gobierno federal: un informe al mexicano sobre
las nuevas carreteras construidas durante este periodo. Al final, el presidente
Felipe Calderón sostiene que éste es el sexenio de la infraestructura de
carreteras. Espera… ¿qué no había prometido que sería el del empleo? Luego,
pues la película. Benny García cruza la frontera deportado y regresa a casa de
su madre en la afueras de un pueblo llamado San Miguel Arcángel. El lugar es la
típica localidad decrépita perdida en medio de la nada, con el acostumbrado
camino polvoriento para llegar a ella. Flash back: ¿las carreteras del sexenio?

Resulta que el Benny trabaja para el capo Don José Reyes, que pelea por el
poder de la “plaza” contra su hermano Pancho Reyes. El Benny, su amigo de la
infancia el Cochiloco y otros dos ayudantes se encargan de los trabajos sucios
de venganza contra los Panchos y la distribución de drogas al menudeo.

La transformación de Benny es un recurso puntual en la película. Poco a poco


deja sus camisas de franela por las Wrangler con estampados, adquiere joyas,
botas lujosas, una camionetota decorada y pasa de la pistola anónima a la
incrustada con iniciales de oro. Se convierte en el cliché del narco de pe a pa,
concuerda con la realidad promovida del narcotraficante… pero no es el caso
de la muerte de Nacho Coronel:

Los efectivos castrenses repelieron la agresión y abatieron de dos disparos


a Nacho Coronel, quien vestía ropa deportiva… La pistola que utilizó para
intentar escapar no tenía sus iniciales ni cachas doradas, como las que en
ocasiones utilizan los narcotraficantes mexicanos.

¿Qué habrá sentido Nacho de morir sin dignidad, vestido como que venía del
gym del San Javier, y con una pistola tan regular?

Según la nota de Ignacio Alzaga, en una entrevista en 2005, el titular de la


Subprocuraduría de Investigación Especializada en Delincuencia Organizada
(SIEDO), José Luis Santiago Vasconcelos, dijo que Ignacio Coronel era:

un hombre de muy bajo perfil y sabemos que en la mayoría de los casos se


conduce como gente honorable, como profesionista, como empresario…eso
le proporciona una impunidad absoluta en la forma de actuar y respecto de
su libertad de ambular.
Por el contrario, en El Infierno, Don José Reyes viste como un clásico narco-
fashion que se comporta como benefactor del pueblo, abriendo escuelas,
involucrándose políticamente y siempre con un obispo a su lado. ¿Cómo se
conduce la gente honorable? ¿Como empresarios, profesionistas o creyentes?
¿Basta un buen look para obtener impunidad absoluta y libertad de ambular?
Suena bien.

Dentro de un lote de venta de coches detienen al Benny junto a tres ayudantes:


aparece el alcalde diciendo que habían capturado a cuatro de los más
peligrosos capos del país. Un funcionario trajeado los salva al hacer evidente
que ellos no son más que empleados y les ofrece protección del gobierno a
cambio de información sobre Don José Reyes. Regreso al primer párrafo de la
nota periodística:

Ignacio Nacho Coronel Villarreal, tercer hombre más importante del cártel
de Sinaloa después de Joaquín El Chapo Guzmán e Ismael El Mayo
Zambada, murió ayer al enfrentar a elementos del Ejército que intentaron
capturarlo en un exclusivo fraccionamiento de Guadalajara, Jalisco, donde
se refugiaba sin su equipo de seguridad.

Dos capturas: Benny y sus secuaces no son los capos (sólo fue una mentira del
alcalde para taparle el ojo al macho sobre la dominación del narco en su
municipalidad), son rescatados por el funcionario y continúan sus actividades
ilícitas como antes. En el caso de Nacho Coronel sí era un capo buscado, sí
estaba sin seguridad, y sí lo mató el ejército mexicano.

La nota periodística cierra con la afirmación de Felipe Calderón de que:

apoyará con todo a Jalisco porque sólo la legalidad puede consolidar la


inversión productiva en el país y la generación de empleos.

El Infierno cierra con el sobrino adolescente de Benny, convertido en


narcotraficante, disparando violentamente en un enfrentamiento. Al morir los
protagonistas, él es el afortunado heredero de la “plaza”, con lo que asegura una
ocupación lucrativa y de renombre en un momento de crisis.

Si de generación de empleos se trata, después de todo me quedo con las


carreteras.
URL: http://www.salaenespera.mx/2010/09/lider-de-opinion-paulo-gutierrez.html

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