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Gal 6:9 No nos cansemos de hacer el bien, porque a su debido tiempo cosecharemos si no nos damos por vencidos. (NVI)
Darse por vencido, abandonar, rendirse son palabras muy familiares, las escuchamos casi a diario, y muchas veces se
pueden utilizar con propiedad a tiempo de resumir nuestra actitud en la vida. Cuantos proyectos y emprendimientos
dejados a medias, estudios sin concluir, escritos comenzados y nunca terminados, promesas levantadas jamás
cumplidas, palabras empeñadas dejadas en el abismo del olvido, desde cosas importantes en la vida hasta otras que
aparentemente no tienen mayor relevancia, como abandonar una dieta o dejar un libro a medio leer.
Podríamos llenar varios párrafos con ejemplos de este tipo, pero también hay cosas que duelen mas, que marcan mas,
hogares abandonados, niños sin progenitores y matrimonios truncados, empleos que empezamos con la mejor
predisposición y luego tuvimos que dejarlos por irresponsabilidad, una fe inconstante y volátil, etc. etc. Perdón si estoy
echando sal a varias heridas, todo esto puede estar en nuestro pasado y día a día llenar nuestra mente, recordándonos
que ya no podemos dar marcha atrás para remediar nuestra mala actitud,
Sin embargo si hoy estás leyendo estas líneas y estas inclinado a abandonar, a renunciar, a darte por vencido en cualquier
área de tu vida, quiero animarte a que permanezcas, que luches, que no te des por vencido.
Acompáñame con la imaginación y recordemos los dolorosos sufrimientos de Jesús en su crucifixión, está soportando el
dolor físico pero también las burlas de los que pasaban por el lugar:
Mat 27:40 y diciendo: Tú que derribas el templo, y en tres días lo reedificas, sálvate a ti mismo; si eres Hijo de Dios,
desciende de la cruz.
Se añaden al coro de las burlas los sacerdotes, escribas , fariseos y ancianos que están observando su sufrimiento y
ancianos, decían:
Mat 27:42 A otros salvó, a sí mismo no se puede salvar; si es el Rey de Israel, descienda ahora de la cruz, y creeremos en
él.
Mat 27:43 Confió en Dios; líbrele ahora si le quiere; porque ha dicho: Soy Hijo de Dios.
Acercándose el mediodía, ya el Señor lleva varias horas en la cruz, el sol debería estar reinando en el ambiente sin
embargo una oscuridad cubrió la región hasta las tres de la tarde, entonces el Señor grito en arameo su lengua nativa,
Mat 27:45 Y desde la hora sexta hubo tinieblas sobre toda la tierra hasta la hora novena.
Mat 27:46 Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios
Los que no hablaban el arameo no pudieron comprender sus palabras pero los sacerdotes y escribas que se burlaban de
él, lo comprendieron perfectamente, Jesús estaba citando las escrituras (Salmo 22) para reconfortar su espíritu.
Mientras continua su sufrimiento en medio de las burlas Jesús dice Tengo sed y esta fue paliada con un hisopo empapado
en vinagre.
Juan 19:28 Después de esto, sabiendo Jesús que ya todo estaba consumado, dijo, para que la Escritura se
cumpliese: Tengo sed.
Juan 19:29 Y estaba allí una vasija llena de vinagre; entonces ellos empaparon en vinagre una esponja, y poniéndola en un
Juan 19:30 Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado es. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el
espíritu.
Al estudiar el original de esta escritura, me sorprendió como contable de profesión que soy ,percatarme que el Señor
grito TETELESTAI, (Traducido como consumado es en varias versiones de la escritura) palabra griega utilizada
cotidianamente en la jerga contable e inscrita en los recibos de pago de impuestos de esa época, tal como lo demostraron
mas, Nada de esfuerzos por nuestra cuenta, no hacen falta mas penitencias, flagelaciones, caminatas ni nada semejante,
Jesús vino a este mundo con un propósito, el morir por nosotros, llevar nuestros pecados, y darnos salvación ,en su
caminar por esta tierra sufrió tentaciones del maligno, burlas de sus coterráneos y peor aun de sus familiares mas
cercanos, sus discípulos lo abandonaron, uno de ellos lo vendió y traiciono otro, lo negó repetidamente, y casi todos los
Pese a todo el Señor no se dio por vencido, no abandono la misión, persistió hasta el final y venció a la muerte y al
pecado. De haberse cansado, rendido y abandonado otra habría sido nuestra historia.
A tiempo de retornar con nuestra mente al presente me permito otra vez animarte a que permanezcas, a que te esfuerces, a
que no abandones, los verdaderos hombres y mujeres de valía son aquellos que lo han intentado muchas veces, han
fracasado otras tantas, pero en un intento final han logrado sus objetivos.
Fil 3:13 Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda
Fil 3:14 prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús