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El Grupo Sanguíneo y su Dieta

Subtítulos
1 .
La Aportación de James D'adamo
Alimentos Beneficiosos, Neutros o
Desaconsejados
Características Generales del Tipo 0
Características Generales del Tipo A
Características Generales del Tipo B
Características Generales del Tipo AB
 
Según los investigadores James y Peter
D'Adamo la buena o mala asimilación de los
alimentos está condicionada por nuestro grupo
sanguíneo.
a
Hasta el punto de que en cada grupo -A, B, AB y O- hay alimentos que son
perjudiciales, otros beneficiosos y otros neutros. Es más, aseguran que muchas
enfermedades pueden deberse al mero consumo de alimentos no adecuados para
nuestro grupo sanguíneo. Otros, en cambio, nos ayudarían a sanar. Incluso afirman
que en ello está la razón de que muchas personas no consigan adelgazar cuando se
ponen a dieta.

En suma, el doctor Landsteiner descubrió la razón de por qué unas personas fallecían
después de una transfusión de sangre y otras no: sus sangres no eran compatibles.
Desde entonces sabemos que:

 Las personas con sangre del tipo 0 son "donadoras universales". Es decir,
pueden donar sangre a cualquiera de las que tienen otros tipos de sangre pero
sólo pueden recibir la suya propia.
 Las personas del tipo AB son "receptoras universales", es decir, pueden recibir
sangre de todos los demás pero sólo pueden donar a los de su propio tipo.
 Las personas del tipo A pueden recibir sangre de su mismo tipo y del grupo 0
pero no de las de los tipos B y AB. Y puede donar a los de su mismo tipo y a
las de tipo AB. Y,
-Las personas del tipo B pueden recibir sangre de su mismo tipo y del grupo 0
pero no de las de los tipos A y AB. Y puede donar a los de su mismo tipo y a
las de tipo AB.

Este descubrimiento le sería recompensado a Karl Landsteiner con el Premio Nobel de


Medicina y Fisiología en 1930.
Cabe añadir que Landsteiner descubrió tres antígenos más (M, N y P) similares a los
antígenos de los grupos A y B pero, a diferencia de éstos, su presencia en los glóbulos
rojos no supone la existencia en la sangre humana normal de aglutininas naturales. Y
posteriormente otro en 1940 -junto a Alexander Salomon Wiener- que bautizaría como
antígeno D o factor Rh (llamado así porque lo encontró en el suero de conejos
inmunizados con sangre procedente de un mono de la especie Macacus Rhesus). Este
antígeno tiene su importancia cuando la madre no tiene el antígeno y el padre sí ya
que en el segundo embarazo los anticuerpos específicos anti-Rh que desarrolla la
madre pueden atravesar la placenta y provocar el aborto o una enfermedad hemolítica
en el recién nacido que cursa con ictericia: la temible eritroblastosis fetal. Finalizo
diciendo que posteriormente se llegarían a descubrir hasta 42 antígenos distintos en
los glóbulos rojos si bien su incidencia es al parecer notablemente menor y no vamos
por tanto a entrar a profundizar en ello.

Agregaré, por último, que los datos disponibles indican -de forma aproximada- que el
40% de los europeos posee sangre del tipo 0, otro 40% del tipo A, el 15% del tipo B y
alrededor del 5% del tipo AB. ç

La Aportación de James D'adamo

Como el lector habrá apreciado, la importancia de los antígenos es evidente ya que


provoca reacciones inmediatas en el organismo. Pues bien, hace casi tres décadas un
naturópata llamado James D´Adamo se dio cuenta de que los tratamientos dietéticos
que aconsejaba a sus pacientes no obtenían siempre los mismos resultados y se
preguntó a qué podría deberse. Formado en la escuela naturista, su experiencia con
los pacientes le llevaría a percatarse sobre todo de que mientras la dieta vegetariana le
sentaba estupendamente a algunas personas y su salud mejoraba a otras no parecía
hacerles apenas efecto y a algunas incluso les sentaba mal y empeoraban. Aquello le
sorprendió llevándole a la conclusión evidente de que no a todas las personas les
sienta bien el mismo tipo de alimentación. E intuyó que como la sangre era la fuente
principal de nutrición del organismo la respuesta podía estar en ella. Decidió pues
investigarlo y a lo largo de muchos años tomó notas para poder luego cotejarlas y
buscar posibles pautas comunes. Y sería de tan sencilla pero perseverante manera
como llegaría a darse cuenta de que el tipo de alimentación estaba relacionado con los
distintos tipos sanguíneos. Observó, por ejemplo, que las personas de sangre tipo A
responden mal a las dietas generosas en proteínas cárnicas pero muy bien a las ricas
en proteínas vegetales. Y que a esas mismas personas ni la leche ni sus derivados les
iban bien. Es más, también mejoraban con ejercicios leves como el yoga mientras los
duros y dinámicos les producían malestar. En cambio, a las personas de sangre tipo 0
les sentaba estupendamente la carne y los ejercicios más intensos. Y llegó a la
conclusión de que, en efecto, el refrán que dice "lo que es alimento para un hombre
puede ser veneno para otro" encerraba una gran verdad.

Todas aquellas observaciones las recogería James D'Adamo en una obra titulada El
alimento de un hombre (One Man´s Food) que vería la luz en 1980.

Sería sin embargo su hijo Peter -quien estudiaría también Naturopatía si bien en el
John Bastar College de Seatle (EEUU)- el que establecería ya esa conexión. Y lo hizo
descubriendo en primer lugar que dos de las principales afecciones del estómago -la
úlcera séptica y el cáncer de estómago- se daba más en grupos sanguíneos concretos.
La úlcera en las personas del tipo 0 y el cáncer en las del tipo A.

Hasta que los datos acumulados le llevarían finalmente a concluir que el tipo de sangre
predispone a las personas a un tipo de alimentación concreto y distinto en buena
medida a las de otros tipos. E, incluso, que predispone más a unas enfermedades que
a otras. Y no sólo eso: también descubriría que la salud depende, en mucha mayor
medida de lo que la gente imagina, de la alimentación. Es decir, que hay alimentos que
actúan positivamente en los organismos de las personas con un determinado tipo de
sangre mientras en las personas de otros tipos son perjudiciales. Y no sólo eso: a su
juicio una alimentación no acorde con el tipo de sangre que se tiene es una de las
principales causas del sobrepeso u obesidad de muchas personas... y la causa de que
no logren adelgazar cuando lo intentan. Algo que sí conseguirían si dejaran de ingerir
los alimentos perjudiciales para su tipo de sangre (recuerde el lector que hemos
publicado ya en la revista varios reportajes sobre la dificultad que para adelgazar
supone ingerir alimentos a los que uno es sensible o intolerante y que hoy ello puede
determinarse con bastante exactitud mediante analíticas.

Dicho lo cual hay que aclarar desde ya que el propio autor deja claro que esas
conexiones no son radicales. Es decir, no todos los organismos de las personas del
mismo tipo son intolerantes a todos los alimentos ni el grado de sensibilidad es igual en
todos al alimento al que son intolerantes. Las pautas generales que ofrece tras sus
años de estudio clínico son pues sólo orientativas. Téngalo en cuenta. En todo caso, si
desea profundizar en este tema sepa que encontrará las conclusiones de Peter
D'Adamo publicadas en su obra Los grupos sanguíneos y la alimentación (Ed. J.
Vergara).

¿Y Por qué ocurre así?

Padre e hijo, obviamente, se preguntarían por qué reacciona de forma tan diferente la
sangre de unas personas con respecto a la de otras y a qué se debe la
incompatibilidad manifiesta entre ellas en algunos casos. Su conclusión -que puede ser
discutida- es la de que cada grupo sanguíneo es el resultado de un momento de la
propia evolución humana. Según ellos, el grupo sanguíneo del tipo 0 -el más antiguo y
extendido- tendría más de 40.000 años de existencia y procedería de los hombres del
Cro-Magnon, cuya alimentación se basaba en la caza y, por ende, en las proteínas de
la carne.

El siguiente en aparecer habría sido el tipo A -entre 25.000 y 10.000 años- y apareció
con las primeras sociedades agrícolas cuya alimentación se basaba en el consumo de
cereales y vegetales, procediendo especialmente de Asia y Oriente Medio.
El tipo B procedería de las montañas del Himalaya surgiendo hace aproximadamente
entre 15.000 y 10.000 años siendo propio de los habitantes nómadas de las estepas
asiáticas.
En cuanto al tipo AB habría surgido de la mezcla entre caucasianos (A) y mongoles
(B).

Pues bien, para los D'Adamo la reacción de cada uno de los tipos sanguíneos se
debería a que la sangre guarda una especie de "memoria celular" que "recuerda" su
ancestral tipo de alimentación.
Ahora bien, ¿por qué reacciona la sangre ante ciertos alimentos como si éstos fueran
peligrosos enemigos a batir? Peter D'Adamo asegura que se debe a las lectinas de los
alimentos. ¿Y qué son las lectinas? Pues un tipo de proteínas cuyos antígenos también
producen la activación del sistema inmune y, consecuentemente, el fenómeno de
aglutinación en sangre del que hemos hablado al principio. Algunas hasta pueden
producir la muerte instantánea en presencia de cantidades infinitesimales al convertir
los glóbulos rojos en coágulos que obstruyen las arterias. Es el caso de la ricina que
contienen las semillas de castor (Ricinus communis) aunque afortunadamente la
mayoría de las lectinas de nuestra dieta no son tan peligrosas.

Y lo importante es que cada grupo sanguíneo reacciona de manera diferente ante


ellas. Es decir, hay lectinas alimentarias -hablamos siempre generalizando- que son
rechazadas por las personas de un tipo de sangre mientras no ocurre así con otros
para los que incluso son beneficiosas.

En suma, ingerir alimentos que contienen lectinas incompatibles con nuestro grupo
sanguíneo puede ocasionar diversas dolencias e impedirnos reducir el peso en caso de
sobrepeso u obesidad. ¿Y cómo saber a qué alimentos somos intolerantes? Pues
mediante un test de intolerancia alimentaria (remito al lector a los artículos ya
publicados al respecto) o sometiéndose al denominado Test del Iindicán. Se trata de un
análisis que permite calcular la eliminación a través de la orina de indicán, una
sustancia del grupo químico de los índoles que se elimina por medio de las heces y la
orina cuando el aparato gastrointestinal y el hígado no consiguen digerir las lectinas de
un alimento. Como es obvio, cuando alguien consume alimentos ricos en lectinas
incompatibles con su grupo sanguíneo se constatará una mayor eliminación de indicán
al analizar la orina. Para Peter D'Adamo, si el test da un valor de 0 ó 1 no hay
problema, si marca 2 o 3 hay algún problema y si la cifra alcanza 3 o 4 la situación
puede considerarse crítica.
Alimentos Beneficiosos, Neutros o Desaconsejados

En suma, Peter D'Adamo clasifica los alimentos en relación con los cuatro grupos
sanguíneos en beneficiosos, neutros y desaconsejados. Los primeros son -en cada
grupo sanguíneo- los que desarrollan un papel nutricional óptimo asegurando además
una actividad antioxidante, antimutágena y anticancerígena. Podríamos decir que son
"alimentos medicinales". Los segundos llevan a cabo un papel meramente nutritivo. Y
los terceros son los que contienen sustancias no digeribles para los individuos de un
determinado grupo sanguíneo debido a sus lectinas específicas porque provocan la
reacción defensiva del sistema inmune que los aglutina para poder luego eliminarlos.

Características Generales del Tipo 0

Según Peter D'Adamo las personas con sangre del tipo 0 presentan -siempre hablando
en general- un sistema inmunitario potente y muy activo, tendencia a una actividad
tiroidea lenta, dificultad de adaptación a nuevas condiciones ambientales y
nutricionales, bienestar con actividad física o deportiva regular e intensa y un aparato
digestivo muy eficiente capaz de metabolizar dietas ricas en proteínas (carnes magras,
pescado y marisco). En cuanto a los alimentos que le son muy beneficiosos o
perjudiciales puede encontrarlos el lector en el recuadro. Los que no figuran son
considerados neutros pero, en general, las personas del tipo 0 deben:

1) Consumir frutas y verduras en abundancia pero reducir el consumo de las crucíferas


(coliflor, coles de Bruselas, berzas...) y las hortalizas de la familia de las solanáceas
(berenjenas, patatas, etc.) excepto los tomates

2) Consumir carnes magras equilibrando esa aportación con verdura. Deben evitar sin
embargo la carne de cerdo, los embutidos, las carnes en conserva y los alimentos en
salazón.

3) Consumir pescado y marisco a excepción de pulpo, salmón ahumado, arenques en


salazón, caviar y pez gato así como el pescado salado, secado o en conserva.

4) Limitar o evitar el consumo de leche, lácteos, quesos y huevos. Están en cambio


permitidos la mantequilla, los quesos frescos magros y los quesos de soja.

5) Eliminar todo producto que contenga trigo y limitar los que llevan maíz y cereales.

6) Evitar las bebidas gaseosas, las colas y el café prefiriendo el té.

7) Practicar alguna actividad física de forma regular. Les van mejor los deportes
competitivos que requieren intenso esfuerzo físico.

8) En presencia de problemas utilizar productos fitoterapéuticos o infusiones de diente


de león, menta, olmo, fucus, tila, alholva, regaliz, lúpulo y rosa canina. Y evitar las de
equinácea, áloe, bardana, genciana, barba de maíz o ruibarbo.

Cabe añadir que los alimentos que favorecen el aumento de peso en las personas del
tipo 0 son el gluten del trigo, el maíz, las judías, las lentejas y las crucíferas (coles,
coliflor y coles de Bruselas). Por el contrario, favorecen la pérdida de peso las algas
marinas, la sal yodada (de forma muy moderada), los pescados y mariscos, la carne de
hígado, las espinacas y el brócoli.

Características Generales del Tipo A

Las personas con sangre del tipo A presentan según D'Adamo -hablando en general,
insistimos- un sistema inmunitario vulnerable, una buena adaptación a condiciones
ambientales y nutritivas estables, bienestar con una actividad física o deportiva
relajante, un aparato digestivo frágil que tolera mal la carne, la harina de trigo, la leche
y los lácteos, y al que le va mejor una dieta vegetariana rica en cereales y legumbres.

Las personas del tipo A deberían pues:

1) Basar su dieta en el consumo de fruta, cereales, legumbres y verduras.

2) Consumir pescado sólo en pequeñas cantidades (carpa, mero, bacalao, merluza,


salmón, sardina, trucha) excluyendo los pescados planos como el lenguado y la platija.

3) Limitar o evitar el consumo de carne pero evitando los embutidos, las carnes
-especialmente si están en conserva- y los alimentos salados o ahumados (embutidos,
carnes en conserva, alimentos en salazón...).

4) Evitar el consumo de leche y productos lácteos. En cambio, la soja y sus derivados


le son particularmente beneficiosos.

5) No consumir alimentos precocinados.

6) Consumir de forma habitual semillas oleaginosas y frutos secos pero evitando las
nueces brasileñas y los pistachos.

7) Reducir el consumo de productos a base de harina de trigo.

8) Practicar actividades físicas relajantes (yoga, Tai-Chi, bicicleta, natación,


excursiones...).

9) Utilizar en caso de malestar productos fitoterapéuticos o infusiones de manzanilla,


cardo mariano, equinácea, valeriana, áloe, bardana y espino albar pero evitar la barba
de maíz y el ruibarbo.

Cabe agregar que los alimentos que favorecen el aumento de peso en las personas del
tipo A son las carnes, los alimentos lácteos, las habas y el exceso de trigo favoreciendo
el adelgazamiento los vegetales, los aceites vegetales, la soja y la piña.

Características Generales del Tipo B

Las personas con sangre del tipo B presentan según D'Adamo un sistema inmunitario
activo, facilidad de adaptación ambiental y nutricional, bienestar con actividades físicas
o deportivas moderadas y equilibradas, y un aparato digestivo eficiente que le permite
seguir una dieta variada y equilibrada con leche y lácteos pero que posee poca
tolerancia a los embutidos, la carne de cerdo, el marisco, las semillas y los frutos
secos.

Las normas generales a seguir por las personas del tipo B serían:

1) Llevar una dieta variada y equilibrada.

2) Consumir abundantes frutas y hortalizas de hoja verde.

3) Consumir carnes magras pero evitando las de pollo y cerdo así como los embutidos.

4) Consumir pescado pero evitar los mariscos. No se recomiendan las gambas, los
cangrejos, la langosta, los mejillones, las ostras, las almejas, el pulpo, las anchoas, la
anguila y los caracoles.

5) Consumir huevos, leche y productos lácteos (es el único que los tolera bien).

6) Limitar los productos a base de trigo y maíz.

7) Limitar el consumo de semillas y frutos secos.

8) Practicar actividades físicas moderadas y equilibradas como los ejercicios aeróbicos,


la bicicleta, la natación, el yoga o el tenis.

9) Utilizar en caso de malestar productos fitoterapéuticos o infusiones de salvia, menta,


ginseng, eleuterococo o regaliz pero evitar las de tila, lúpulo, ruibarbo, áloe, barba de
maíz y alholva.

En cuanto a los alimentos que favorecen el aumento de peso en las personas del tipo
B son el maíz, las lentejas, los cacahuetes, las semillas de sésamo, el trigo y el trigo
sarraceno favoreciendo el adelgazamiento los vegetales de hoja verde, el té de palo
dulce, la carne -especialmente la de hígado-, los huevos y los lácteos.

Características Generales del Tipo AB

Las personas con sangre del tipo AB presentan según D'Adamo un sistema inmunitario
vulnerable, facilidad de adaptación a las condiciones de vida modernas, bienestar con
una actividad física o deportiva relajante que exija esfuerzos moderados y un aparato
digestivo frágil que precisa una dieta mixta moderada y tolera mal las carnes rojas, la
pasta, las alubias y los frutos secos.

Las normas generales a seguir por las personas del tipo B serían:

1) Limitar el consumo de carnes rojas y evitar las carnes en conserva o ahumadas así
como los embutidos.

2) Consumir pescado y marisco pero evitando la langosta, las gambas, los cangrejos,
las ostras, las almejas, el pulpo, la lubina, las anchoas y la anguila.

3) Evitar el consumo de productos a base de harina de trigo y limitar el consumo de


pasta.

4) Consumir leche, lácteos y quesos... salvo cuando al hacerlo haya producción


excesiva de moco con afecciones de las vías altas respiratorias. En tal caso deben
suprimirse.

5) Consumir frutas -especialmente ciruelas, uvas, piña y frutas del bosque- y hortalizas
en abundancia -sobre todo tomate-.

6) Preferir las grasas vegetales -primando el aceite de oliva- pero evitar el vinagre.

7) Eliminar los encurtidos y la pimienta.

8) Preferir las actividades físicas y deportivas relajantes que exijan sólo esfuerzos
moderados.

9) En caso de malestar utilizar productos fitoterapéuticos o infusiones de manzanilla,


cardo mariano, equinácea, eleuterococo, regaliz o espino blanco pero evitar las de tila,
lúpulo, áloe, barba de maíz, alholva y ruibarbo.

Terminamos comentando que los alimentos que favorecen según Peter D'Adamo el
aumento de peso en las personas del tipo AB son las carnes rojas, el maíz, el trigo, el
trigo sarraceno, las alubias, las judías y las semillas de sésamo mientras favorecen el
adelgazamiento las verduras, las algas marinas, los pescados, los lácteos, la piña y el
tofu.

Conclusión

Hasta aquí un breve resumen de lo expuesto por los D'Adamo -padre e hijo-. Sólo nos
resta apuntar que a nuestro juicio la generalización propuesta es demasiado amplia y
probablemente no responda a la realidad individual aunque sí pueda reflejar las
"tendencias". Por otra parte, el Test Indicán permite saber si tenemos problemas con
los alimentos pero no conocer cuáles son concretamente los que nuestro organismo
rechaza activando las defensas del sistema inmune. Sin embargo, los actuales tests de
intolerancia o sensibilidad alimentaria sí los detectan por lo que lo más adecuado es
someterse a ellos. Una posibilidad, por cierto, a la que debería optar toda aquella
persona a la que se le ha diagnosticado una enfermedad autoinmune. Es muy posible
que mejoren simplemente eliminando los alimentos a los que su organismo reacciona
con virulencia.

Entre la multitud de dietas que existen para conservar el buen estado del
organismo se encuentra la del grupo sanguíneo.

Basada en las características que este rasgo confiere a las personas que lo
comparten, establece los alimentos que más se adecuan a cada grupo y de qué
manera priorizar unos sobre otros incrementa la salud.

Pertenecer al grupo O, A, B o AB es una peculiaridad de cada uno de nosotros muy


ligada a la salud, sobre todo en casos de urgencia, cuando debido a un accidente,
una intervención quirúrgica o cualquier otro tipo de trastorno precisamos de una
transfusión sanguínea.

Sin embargo, más allá de este hecho conocido, la pertenencia a un grupo


sanguíneo o a otro determina algunos aspectos de nuestro organismo y marca
desde el nacimiento el tipo de alimentación que mejor nos conviene. Fruto de esta
teoría nace la llamada dieta del grupo sanguíneo.

Su impulsor fue el Doctor Peter J. D´Adamo quien a principios de la década de los


ochenta descubrió que todos los grupos sanguíneos humanos no surgieron a la vez,
sino que unos lo hicieron antes que otros.

Así, la variedad que hoy existe es fruto de los cambios en las actividades, los
hábitos y las costumbres del hombre, en su adaptación al entorno a lo largo de la
historia y en cómo, resultado de todo lo anterior, fue modificándose su
alimentación.

De esta forma el grupo O sería el primero en aparecer, le seguiría el grupo A, luego


el B y finalmente el AB.

Los primeros pobladores humanos del planeta, básicamente cazadores nómadas,


pertenecerían al primer grupo. En el momento en el que se descubre la agricultura
y surgen los asentamientos de carácter permanente, aparecen humanos del grupo
A, y cuando el hombre evoluciona y se dedica a la cría del ganado, alimentándose
de su leche, nace el grupo B. La suma de estos dos últimos da lugar al grupo AB, el
más moderno y también uno de los menos habituales entre los seres humanos de
hoy en día.

El grupo sanguíneo tiene una importante función inmunológica dentro del


organismo y de ahí que, indirectamente, seleccionar los alimentos para nuestra
dieta que no se adecuen a éste pueda afectar a nuestro sistema de defensas.

Todos los alimentos tienen proteínas más o menos completas, algunas de las cuales
tendrían un efecto destructor sobre esas defensas, si no son compatibles con las
características de las mismas. Por eso, según esta dieta, hay que adecuar el
consumo de alimentos al grupo sanguíneo.

Siguiendo la lógica de esta teoría, las personas O están predispuestas a asimilar


bien la carne y los pescados y también toleran bien las frutas y las verduras. En el
campo de los productos más perjudiciales estarían los granos y los cereales. Por el
contrario, el grupo A, tiene en cereales y granos, y por supuesto en los vegetales,
sus mejores aliados.

Respecto a los alimentos animales es mejor que tome pescados y evite las carnes.

El grupo B tolera los lácteos en general y no le perjudica tomar carnes y pescados,


aunque debe eludir el consumo de granos. Finalmente el grupo AB, al ser el más
evolucionado y fruto de todos los anteriores, puede permitirse una dieta más
variada, no abusando nunca de las carnes.

Como se puede ver algunos de los alimentos restringidos, menos en los grupos que
les son propios, son los cereales. Esto se debe a que son causa de un buen número
de intolerancias alimentarias precisamente por las características de su composición
proteica
y su capacidad destructora de las células del organismo.

Aunque la dieta del grupo sanguíneo puede ser eficaz y no tiene nada de perjudicial
si se realiza con cuidado y sin olvidar consumir de vez en cuando todo tipo de
alimentos, existen dudas sobre su base y, especialmente, sobre su desarrollo
científico y las conclusiones que se derivan del mismo.

La dieta del grupo sanguíneo

La dieta 'come bien para tu tipo' se basa en la premisa de que, según nuestro
grupo sanguíneo, hay ciertos alimentos que son mejor tolerados que otros. Y que si
seguimos regularmente una dieta que nuestro organismo no asimila bien, esto
provocaría algunas enfermedades o problemas: desde una obesidad hasta un
cáncer.

¿En qué consiste la dieta?

El autor, Meter J. Adamo opina que al seguir sus recomendaciones, aparte de


perder peso, reduciremos el riesgo de contraer diabetes, enfermedades coronarias,
del hígado e, incluso, cáncer.
Adicionalmente, el autor explica que cada grupo sanguíneo surgió en diferentes
épocas de la evolución del hombre. Por ejemplo, que la tipo 0 es la más antigua y
que sus ancestros fueron "cazadores y recolectores solitarios". El grupo A fueron los
"cultivadores sociables", el tipo B los "fortachones sensibles", y por último el grupo
AB, al haber surgido recientemente, serían los "híbridos modernos".

a inicio

¿Qué se come en cada grupo sanguíneo?

Dependiendo de si eres 0, A, B o AB, dejarías de comer ciertos alimentos y te


concentrarías en los que no te engordan.

Ejemplos de alimentos que te "engordarían" según tu grupo sanguíneo:

· Grupo 0: evitar el maíz, alimentos a base de trigo, lentejas y zanahorias. Comer


todo tipo de alimentos provenientes de los animales (carnes rojas, pescado,
huevos, leche) y muy pocos carbohidratos.

· Grupo A: evitar las carnes (todo tipo), lácteos, y trigo. Seguir una dieta
vegetariana.

· Grupo B: evitar el maíz, trigo y legumbres. Comer abundantemente carnes rojas y


pescado.

· Grupo AB: evitar las carnes rojas, maíz, trigo y plátanos. Escoger alimentos tanto
del grupo A como del B.

a inicio

¿Qué hay de cierto en esta dieta?

La dieta presenta una serie de conceptos inmunológicos, nutricionales y filosóficos


tan entretejidos y enredados que evidencian que el autor sabe mucho al respecto.
Sin embargo, no existe ningún estudio científico respetable que compruebe la teoría
de la dieta. Si uno leyera simplemente algo de un libro de fisiología, nutrición o
biología, no encontraría nada que relacione a los grupos sanguíneos con
recomendaciones alimenticias.

La dieta se pone un tanto peligrosa cuando se dan recomendaciones sin saber y sin
evaluar el estado de salud de la persona. Es decir, si alguien tiene deficiencias
proteicas, de vitamina B12 y/o vitamina D, y da la casualidad de que su grupo
sanguíneo es A -en el que se recomienda una dieta prácticamente vegetariana- esta
dieta podría aún más acentuar sus deficiencias.
Es sabido que el probar nuevas dietas nos encanta, y si lo hacemos por pocos días
no nos trae mayores problemas de salud. Sin embargo, no debemos olvidarnos de
que adelgazar no es cuestión de seguir la dieta de moda, sino de cambiar múltiples
aspectos de nuestra vida como la alimentación y la actividad física

INTRODUCCIÓN

La sangre ha sido llamada el líquido de la vida. Con ésta, vidas que han sido devastadas por
daños traumáticos pueden ser salvadas, mientras que en el lado opuesto del espectro, la
pérdida de sangre mantenida acarrea naturalmente como resultado la muerte. Es a través de
este líquido carmesí que el oxígeno es transportado a través del cuerpo humano. Por término
medio, los humanos adultos poseen aproximadamente cinco litros de este líquido vital, el
cual viaja de un lado al otro a través de más de 50,000 millas de arterias convolutas,
arteriolas, venas, vénulas y capilares. El volumen total de la sangre representa solamente el
8-9% del peso total de un humano. Sin embargo, este pequeño porcentaje no refleja el
principal rol que la sangre cumple en mantener apropiadamente todos los órganos del
cuerpo. Incluso los órganos que cumplen un rol activo en el sistema circulatorio—tales como
el corazón que es responsable de bombear la sangre, o el sistema endocrino que segrega
hormonas y sales en el sistema vascular—son en sí mismos dependientes de ésta. Los
evolucionistas tienen problemas al explicar cómo el corazón pudiera haber evolucionado para
servir como una “bomba” de sangre, ya que el corazón mismo requiere sangre oxigenada.

“Blood is thicker than water” [“la sangre es más espesa que el agua”—i.e., la sangre tira—
MP] es el grito de la sociedad en defensa de las acciones de los miembros de la familia.
Desde una perspectiva estrictamente fisiológica, esto es verdad. La sangre tiene una
viscosidad que oscila entre 4.5 y 5.5, mientras que el agua tiene una viscosidad de 1. Pero
¿qué más sabemos realmente acerca de este fluido rico en hierro que corre justo debajo de
la superficie de la piel? Los evolucionistas revenden la idea de que la sangre que corre a
través del sistema circulatorio humano es similar en naturaleza a la sangre que fluye a
través de las venas de los peces, osos, y aves. ¿Es la sangre solo otro producto de la
evolución como muchos quisieran que creamos? ¿Prueba el hecho de que los humanos
posean cuatro grupos sanguíneos que todos nosotros no podemos haber descendido de
Adán y Eva? El Señor, hablando a Moisés, dijo:

Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el
altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación de la persona (Levítico 17:11).

Es mi esperanza que este estudio le ayude a aprender más acerca de este precioso líquido
que fue seleccionado por el mismo Dios para lavar los pecados del hombre.

COMPONENTES DE LA SANGRE HUMANA

El estudio de la sangre es llamado hematología. La sangre es una de las pocas substancias


en el cuerpo humano que no está “fija” en un lugar. Los tejidos tales como nervios,
músculos, y órganos, tienen una función específica y están limitados en movimiento. Sin
embargo, la sangre no está limitada a alguna parte del cuerpo. Su trabajo es proveer a estos
tejidos “fijos” con nutrición y luego llevarse los productos desechos. La sangre está
compuesta de una porción celular referida a nosotros como elementos formados, y una
porción fluida conocida como plasma. Los elementos formados constituyen
aproximadamente el 45% del volumen total de la sangre y están comprendidos de
eritrocitos, leucocitos y plaquetas. El plasma es un líquido de color de la paja que consiste
principalmente de agua y solutos disueltos. Aproximadamente el 90% del plasma es agua, el
9% es material proteínico, el 0.9% es sales, y el 0.9% es azúcar, urea, etc.
Los eritrocitos (también conocidos como glóbulos rojos—vea ilustración posterior) son los
más comunes de los elementos formados. Estas células proveen oxígeno a los tejidos, y
ayudan a reponer el dióxido de carbono (deshechos). En los humanos, los glóbulos rojos
carecen de núcleo (i.e., son anucleados), mientras que las aves, anfibios y otros animales
tienen glóbulos rojos que son nucleados—algo más con lo que los evolucionistas tienen
problemas para explicar. Algunos animales producen estas células intravascularmente (i.e.,
en el flujo sanguíneo), mientras que los humanos y algunos animales las producen
extravascularmente (en la médula ósea u otro tejido hematopoyético). Toda célula requiere
un núcleo para la replicación y maduración. Incluso los glóbulos rojos tienen un núcleo
durante sus etapas tempranas de desarrollo.

No obstante, en los humanos la


producción de glóbulos rojos ocurre en la
médula ósea, y por ende nosotros no
vemos normalmente estas células
nucleadas en la circulación (aunque éstas
son ocasionalmente encontradas en los
recién nacidos). Cuando el glóbulo rojo
madura y está listo para dejar la médula
ósea, expulsa su núcleo. La razón para
los glóbulos rojos anucleados en los seres
humanos es mejor explicada por el
Eritrocitos (glóbulos rojos)
entendimiento de la función específica de
los glóbulos. En los humanos, los vasos
más pequeños (capilares) a menudo son tan estrechos que los glóbulos rojos nucleados
tendrían dificultad al pasar a través de estos. Incluso un glóbulo rojo anucleado es más
grande (8µm) que los capilares (2-3µm). No obstante, sin el núcleo presente, el glóbulo rojo
es flexible y capaz de doblarse sobre sí mismo. La forma del glóbulo rojo anucleado (un disco
bicóncavo) puede lograr mejor esta hazaña.

Los glóbulos rojos contienen hemoglobina, la cual porta oxígeno a cada célula en el cuerpo.
La hemoglobina es una proteína compleja que tiene dos cadenas (referidas como alfa y
beta). Un origen evolutivo de la hemoglobina requiriera un mínimo de 120 mutaciones para
convertir un alfa a un beta. A lo menos 34 de esos cambios requieren cambios en 2 o 3
nucleótidos. Aunque, si un cambio nucleótido sencillo ocurriera a través de la mutación, el
resultado arruinaría la sangre y mataría al organismo.

La porción del elemento formado de la sangre también posee plaquetas y leucocitos. Las
plaquetas son mucho más pequeñas que los glóbulos rojos, y sirven para parar la pérdida de
sangre de las heridas (hemostasia). Los leucocitos sirven como la línea primaria de defensa
en el sistema vascular. Dos categorías, granulocitos y células linfáticas, circulan a través del
flujo sanguíneo en un esfuerzo por identificar y combatir patógenos ajenos tales como
bacterias, virus, etc.
Añadiendo a esta complejidad se encuentran las numerosas sales que son requeridas en la
sangre. Estas sales son principalmente iones básicos, tales como el sodio, potasio, fosfato, y
el magnesio que ayudan a mantener un firme valor de pH para la sangre. Estos iones de
bicarbonato eliminan el dióxido de carbono de los tejidos y ayudan a mantener un pH
ligeramente alcalino de 7.4. Durante daños traumáticos o cirugías, una gran cantidad de
atención es dada a la disminución significante del pH de la sangre o la pérdida de esta
alcalinidad puede causar respiración rápida y violenta, con muerte probable para ocurrir en
un pH de 7.0 o más bajo. Contrariamente, si se permite que el pH de la sangre se eleve más
allá de 7.6, esto también puede resultar fatal.

Los evolucionistas aseveran que la vida evolucionó del mar, y son rápidos en señalar que el
cloruro de sodio y otras sales encontradas en la sangre probablemente se originaron del mar.
Sin embargo, por término medio la concentración de cloruro de sodio (sal) en el agua del
mar es de 2.7% (0.8% de otras sales, algunas de las cuales no están presentes en la sangre
y no beneficiarían al sistema cardiovascular). Si los evolucionistas tomaran el tiempo para
calcular las matemáticas, ellos encontrarían que el mar Báltico—una de las grandes masas
de agua “más fresca”—todavía es demasiado salado para haber cumplido alguna parte
fisiológica en la evolución de la sangre.

Grupo Porcentaje de Posibles


DIFERENTES GRUPOS SANGUÍNEOS
Sanguíneo la Población Receptores
O+ 37% O+,A+,B+,AB+
La sangre humana es clasificada en cuatro
diferentes grupos: A, B, AB, y O. Cada letra designa O- 6% Cualquiera
el tipo de antígeno o proteína, encontrada en la
superficie de los glóbulos rojos. [Por ejemplo, la A+ 34% A+,AB+
superficie de los glóbulos rojos para la sangre tipo
B tendría antígenos conocidos como antígenos-B]. A- 6% A+,A-,AB+,AB-
A través de la prueba de sangre, nosotros podemos
determinar el tipo de sangre de una persona, B+ 10% B+,AB+

identificando los así-llamados antígenos ABO. La


B- 2% B+,B-,AB+,AB-
mayoría de nosotros, por ejemplo, conoce su tipo
de sangre en el sistema ABO—e.g., O-negativo, AB-
AB+ 4% AB+
negativo, B-positivo (lo positivo o lo negativo hace
referencia al así-llamado factor Rhesus, el cual es
AB- 1% AB+,AB-
otro tipo de antígeno sobre la superficie de los
glóbulos rojos). El grupo sanguíneo es crucial
cuando las transfusiones de sangre llegan a ser necesarias. La gente con sangre de tipo O-
negativo son llamados donantes universales, y pueden donar sangre a gente con tipos A, B,
AB, u O. No obstante, una persona con grupo sanguíneo AB puede dar sangre solamente a
personas con sangre AB.

EL ASUNTO DE ADÁN Y EVA


La verdad es que los humanos poseemos cuatro grupos sanguíneos, los cuales a primera
vista parecen ser una victoria fuerte para los evolucionistas y un obstáculo descomunal para
los creacionistas. Sin embargo, las variaciones que vemos en los grupos sanguíneos calzan
fácilmente en el relato bíblico, una vez que entendemos las posibilidades. De los cuatro
grupos sanguíneos fenotípicos (A,B, AB, y O), existen seis genotipos posibles: AA, AO, BB, BO,
AB, OO. Ninguna diferencia médica existe entre AA, y AO; ambos son considerados tipo “A” y
funcionan igual. En un modo similar, no hay trascendencia con BB o BO; estos son
clasificados como tipo “B”.

Se dice que el tipo “A” y “B” son co-dominantes. Esto quiere decir que ellos toman
precedencia sobre “O” si éste también está presente. Esto significa que ambos son
dominantes al tipo “O”, pero igual entre ellos. Así que, si una madre tiene sangre tipo AO, la
A es dominante y ella puede ser descrita como teniendo grupo sanguíneo A a pesar de que la
O también está presente (piense de la O como siendo el compañero silencioso). Así que si
una madre y un padre tienen grupos AO y BO, entonces el grupo sanguíneo de su
descendencia puede ser, A, B, AB, u O. Adán
A O
B AB BO
En el caso de Adán y Eva, si Adán hubiera sido tipo AO y Eva tipo BO, Eva
O AO OO
entonces todos los cuatro grupos sanguíneos serían posibles en su
descendencia (vea el diagrama siguiente). Cada hijo resultante 25% AB

tendría un 25% de oportunidad de ser A,B,O, o AB. Por ende cada 25% BO

hijo tendría el 25% de oportunidad de tener cualquiera de los cuatro 25% AO

grupos sanguíneos. 25% OO

Así que, obviamente, Adán y Eva pueden fácilmente dar cuenta por los cuatro grupos
sanguíneos que vemos hoy. Además, existieron ocho miembros de la familia de Noé a bordo
del arca cuando Dios destruyó a todas las criaturas vivientes por medio del diluvio. Estos
ocho individuos no tendrían problema en pasar todos los cuatro grupos sanguíneos a través
de su linaje.

LOS HUMANOS, LOS ANIMALES, Y LA SANGRE

Cuando Dios creó a todas las criaturas vivientes, Él lo hizo conociendo que todas tendrían
diferentes necesidades. Con esas necesidades venían requerimientos diferentes. Pablo,
escribiendo a los cristianos en Corinto, declaró: “No toda carne es la misma carne, sino que
una carne es la de los hombres, otra carne la de las bestias, otra la de los peces, y otra la de
las aves” (1 Corintios 15:39). Los evolucionistas no encuentran consuelo al saber que la
sangre humana es inmensamente diferente a la de los animales. La sangre humana no
necesita ser especializada para largos periodos de hibernación como la sangre de los osos de
Norteamérica. Adicionalmente, las necesidades de oxígeno de un hombre son diferentes a las
de los peces y las aves, y por consiguiente la composición de nuestra sangre también varía.
Los científicos clasifican a los animales en dos clases principales—de sangre caliente y de
sangre fría—de acuerdo a cómo los animales regulan sus temperaturas internas. Aunque, los
evolucionistas quisieran que creamos que la sangre de todas las criaturas vivas comparte un
origen común.

¿QUÉ ACERCA DE LOS GRUPOS SANGUÍNEOS DE OTROS ANIMALES?

Los glóbulos rojos de todos los vertebrados no-mamíferos (i.e., peces, anfibios, reptiles, y
aves) son nucleados, aplanados, y elipsoidales. Si, en efecto, los humanos evolucionaran de
un antepasado común varios millones de años atrás, entonces tuviera sentido que los
glóbulos sean similares en todos los animales. No obstante, esto está lejos de ser el caso.

Los chimpancés tienen grupos sanguíneos A y mínimo O, pero nunca B. Los gorilas tienes
tipo B y mínimo O, pero nunca A. Además, no existe grupo sanguíneo AB en ninguno de
estos primates, mientras que algunos humanos poseen grupo sanguíneo AB. Actualmente,
ocho grupos sanguíneos son comúnmente encontrados en los perros, y son clasificados bajo
lo que es conocido como el sistema eritrocito antígeno del perro ( DEA). La tabla debajo
bosqueja los ocho grupos sanguíneos comunes del sistema DEA usado en los Estados Unidos.

Así que, mientras los seres humanos tienen grupos sanguíneos A,B y O, los perros poseen
ocho grupos diferentes. Y ya que sabemos que los grupos son hereditarios, surge la
pregunta, “¿De dónde heredaron los Nomenclatura Nomenclatura

perros estos grupos sanguíneos Nueva Antigua Incidencia


DEA-1.1 A1 40
adicionales?”. Además, considere que los DEA-1.2 A2 20
gatos tienen 11 grupos sanguíneos, y ¡las DEA-3 B 5
DEA-4 C 98
vacas son reportadas como teniendo DEA-5 D 25
casi 800 grupos sanguíneos DEA-6 F 98
DEA-7 Tr 45
diferentes! Evolucionar 800 grupos DEA-8 He 40
sanguíneos diferentes no es una pequeña
hazaña, considerando que el hombre
todavía no ha evolucionado aun una. Adicionalmente, los evolucionistas deben responder la
pregunta, “¿Por qué no tienen todos los seres vivientes sangre?”. Si un sistema circulatorio
exacto es el método más enérgico-eficiente para distribuir oxígeno y alimento, y es el mejor
mecanismo para la limpieza de los organismos, entonces ¿por qué las plantas no emplean un
sistema similar?

¿QUÉ ACERCA DE LA HIBERNACIÓN?

Aunque todos disfrutamos un buen dormitar en la noche, ¿cuántos de nosotros dormimos por
varias semanas a la vez? Los animales de hibernación tienen un elemento en su sangre
conocido como el Activador de Inducción de Hibernación ( AIH). Los investigadores sugieren
que esto es una clase de opiato químicamente relacionado a la morfina. Cuando los días
llegan a ser más cortos, cuando la temperatura cambia, y cuando la comida llega a ser
escasa, el AIH provoca hibernación. Exactamente cómo y por qué esto pasa permanece
siendo un misterio, pero lo que sabemos es que los seres humanos no poseen AIH en su
sangre.

¿QUÉ ACERCA DE LAS AVES?

Las aves tienen un sistema circulatorio que es muy similar a los mamíferos. La sangre de las
aves es similar a la nuestra en que contiene tanto glóbulos rojos y leucocitos. No obstante,
a diferencia de los humanos, ¡los glóbulos rojos de un ave son nucleados! Esto,
desde luego, plantea la pregunta de cuál fue el glóbulo original—¿el nucleado o el anucleado?
Adicionalmente, los requerimientos de oxígeno de las aves son mucho más grandes que la de
los humanos, y por tanto la composición de la sangre en las aves es diferente a la de los
humanos.

¿QUÉ ACERCA DE LOS PECES?

¿Está su sangre lista para un buen baño largo? La mayoría de nosotros raramente
consideramos la complejidad implicada de vivir en un ambiente acuático donde incluso la
sangre es diferente. La sangre del pez es más espesa que la sangre humana y tiene una
presión más baja porque es bombeada por un corazón con solamente dos cámaras. Por
consiguiente, el flujo de la sangre a través del cuerpo de un pez es lento. Ya que la sangre
fluye lentamente a través de las agallas donde éste recoge oxígeno, y ya que el agua
contiene menos oxigeno que el aíre, la sangre del pez no es tan rica en oxígeno como la
sangre humana. También, como resultado del flujo lento de la sangre a través de las agallas,
la sangre se enfría y se aproxima a la temperatura del agua alrededor del pez. Si la sangre
humana hiciera lo mismo, habría una carrera a la muerte—a la muerte por hipotermia, o a la
muerte por falta de oxígeno.

CONCLUSIÓN

Cuando usted toma en cuenta tales cosas como: (a) la naturaleza heredada de la sangre
humana; (b) su osmolalidad (la osmolalidad es una medida de la concentración de solutos
por litro de solución); (c) la cantidad específica de iones, proteínas, y moléculas orgánicas
que contiene; (d) el hecho de que debe ser mantenida a un volumen específico; y (e) el
factor que debe ser mantenida a un pH específico, rápidamente llega a ser aparente que
debe haber existido un Diseñador detrás de este increíble líquido dador de vida.

Adicionalmente, el desangramiento por el pecado de todo cordero bajo el Antiguo Pacto no


pudo hacer lo que la sangre de un Cordero sin mancha de Dios pudo hacer al quitar los
pecados del mundo entero (Éxodo 12:12; 1 Corintios 5:7). El escritor del libro de los
Hebreos lo expresó en esta manera: “Porque la sangre de los toros y de los machos cabríos
no puede quitar los pecados” (10:4). La sangre de Jesucristo derramada en la cruz del
Calvario fue roja justo como la de usted y la mía, pero ésta pagó una deuda que no puede
ser repagada. ¿Pudieron los cuatro grupos sanguíneos haber venido de Adán y Eva?
¡Definitivamente! La única pregunta que permanece concerniente a Adán y Eva es, ¿quién
fue el tipo “A” y quién fue el tipo “B”?

Las Raíces de la Humanidad


La teoría evolutiva de Charles Darwin pudiera ser discutida por algunos, pero sus
conclusiones básicas son apoyadas fuertemente por estudios científicos modernos. Es bien
sabido, por ejemplo, que los cromosomas de los hombre-monos (chimpancés, gorilas, etc.)
son muy similares a los del hombre mismo, diferenciándose, de hecho, solo muy levemente,
sugiriendo así una relación genética.

(A manera de fuente, usted querrá leer de Dorothy A. Miller, en la revista Science magazine,
Vol. 198, Pág. 1116.)
 

 
El estudio de la sangre (humana) se llama hematología.

Igual de interesante como los cromosomas es un examen de los tipos de sangre, los alelos
ABO llamada y los alelos MN. La mayoría de nosotros, por ejemplo, conocer nuestro tipo de
sangre en el sistema ABO, es decir, un positivo, A-negativo, B positivo, B negativo, O-positivo,
O-negativo, AB positivo, AB-negativo. (El positivas o negativas se refieren al factor de los
llamados Rhesus).

Las personas con sangre tipo O son llamados donantes universales, ya que puede dar sangre
a cualquier persona que tenga cualquiera de los tipos de sangre A, B, O y AB. Las personas
con sangre del tipo AB en el otro lado, puede dar sangre solamente a las personas con
sangre del tipo AB. Una persona con sangre del tipo A no puede dar sangre a una persona
con sangre del tipo B, y viceversa.

Esto significa que un keniano con sangre del tipo A puede donar sangre a un noruego con un
tipo de sangre A, pero un noruego pariente cercano con sangre del tipo B no puede.
 

ABO Orígenes
Teniendo en cuenta los hechos anteriores, el tipo sanguíneo AB y O parecen haber alguna
forma de combinación de A + A, A + B o B + B (AB como exclusiva y O inclusive) - mientras
que A y B en sí mismos, grupos originales deberán estar separadas . Sólo si el padre y la
madre son A y B o B y un tipo de sangre puede el niño presenta alguno de los grupos
sanguíneos humanos A, B, AB y O.

Esto niega la teoría actual de que O es el tipo de sangre original, sobre todo porque los
hombre-mono tienen poco o ningún tipo de sangre O y no el tipo de sangre AB. Es muy
probable que A y B sean los originales.
 

El hombre-mono
 28 estudios independientes muestran que los chimpancés tienen los grupos
sanguíneos A y mínimo O, pero nunca B.
 8 estudios independientes muestran que los gorilas tienen el tipo de sangre B y O
mínimo, pero nunca A.
 No existe ningún tipo de sangre AB en ninguno de los hombres-monos!
(Jakob Schmitt, Pruebas Immunbiológicas en Primates; S. Karger, Nueva York y Basilea, 1968).
Pero el hombre tiene tanto A y B y el grupo sanguíneo AB, así como mucho O.

Lo mismo es válido para el tipo de sangre de MN, que es un antígeno de sangre diferente. El
hombre es ambos, M y N, o el tipo de sangre MN mientras que los chimpancés y los gorilas
reaccionan exclusivamente a estos tipos. (Según Schmitt, las reacciones de los chimpancés
son 00.16 a la mucosa humana Anti-M, y 10.00 al Anti-N, mientras que las cifras de los gorilas
son exactamente al revés, con 10,00 a Anti-M y 00,64 a Anti-N).

Por lo tanto, M y N deben haberse combinado.

Charles Darwin (ver El origen de las especies) escribió que,


"era probable que África estaba habitada por monos extintos, estrechamente relacionados con
el gorila y el chimpancé, y como estas dos especies son los aliados más cercanos del
hombre, es algo más probable que nuestros progenitores vivían en el continente africano".
Por otra parte, como señala Philip Van Doren Stern, prehistórica de Europa (WW Norton &
Co., NY, 1969, p. 28):
"Es interesante observar que el australofitecines (precursor del hombre) vivía al este y al sur
de la zona actualmente habitada por los
gorilas y los chimpancés."
A + B = ¿usted y yo?

Por lo tanto, sospecho que aquí podemos adivinar quienes eran Adán y Eva, es decir, tal vez
el hombre se desarrolló en dos líneas separadas desde los hombres- simios o que
evolucionaron a partir de una combinación de estas dos líneas separadas, en algún lugar del
camino.

¿Hizo usted la misma conexión?


 
 

A + B = Usted y yo
Hay pruebas convincentes en la distribución mundial de sangre para dos grupos separados en
la evolución humana, representados tal vez por el hombre Cro-Magnon, por un lado y por el
hombre de Neanderthal en el otro lado.

Como ha sido señalado por Lars Beckman (Una contribución a la antropología física y
genética de poblaciones de Suecia: Lund, 1959, Pág. 21):
"La primera raza europea se caracteriza por un alto por entaje de Rh-negativos, una muy baja
frecuencia-B y una frecuencia relativamente alta de A2… probablemente alguna conexión con
el Hombre Cro-Magnon postglacial… La raza asiática se caracteriza por una alta frecuencia
de A1 y B y una baja frecuencia de Rh negativos..." (es decir, tal vez alguna conexión con el
hombre de Neanderthal).
Por favor Observe: Como ha sido señalado por Herberdt Wendt, (En busca de Adán, Houghton-Mifflin: Boston, 1956)
a pesar de la históricamente infundada y falsa mala reputación del hombre de Neanderthal, su capacidad craneal ",
era increíblemente grande, 1300-1650 cc. en comparación con un rango de 1100-1700 para los hombres varones
modernos europeos ".
 

Los diestros y los zurdos


La imparcialidad es otro punto de evidencia de dos grupos separados del Hombre. Baste decir
aquí que el Homo erectus, un precursor del hombre - no se encuentra en Europa – era
diestro, al igual que los Neandertales. Los antiguos hombres Cro-Magnon, pintores de
cavernas de Europa fueron casi con certeza zurdos. (Véase Philip Van Doren Stern, Europa
Prehistórica.)

Teniendo en cuenta esto, nuestra visión de los zurdos, especialmente en Europa continental,
es superstición.
 

Gigantes y enanos
En términos del tamaño de nuestros predecesores, también hay evidencia de dos grupos de
seres humanos en la antigüedad.

Como J. Bronowski escribió en su maravilloso libro, El ascenso del hombre (Little, Brown &
Co.: Boston, 1973, Pág. 38),
"Un primo del hombre" supuestamente "no en línea directa hacia nosotros, es un fuertemente
construido Australopithecus robustus, que es vegetariano .... Su primo en la línea hacia el
hombre es más liviana - de manera visible en la mandíbula - y probablemente un carnívoro ...
una criatura pequeña, que estando de pie mide sólo cuatro metros de altura. "
(Australopithecus africanus)
Herberdt Wendt, en su libro En busca de Adán - In Search of Adam (1956. Notas 17, p. 362,
p. 487) escribe a este respecto:
"Parece que en el último período glacial al menos dos razas culturalmente creativas habían
vivido en Europa... Gigantes y enanos... Parece que han vivido en el mismo tiempo y en los
mismos lugares. ¿Cuál de ellos fue el Adán real?"
En términos de cultura, Philip Van Doren Stern en la Europa Prehistoria - Prehistoric
Europe (1969) escribe que,
"También hay una excelente posibilidad de que la temprana Europa estuviera poblada, por
tiempos, no sólo por los constructores de hachas de mano, sino que también por un pueblo
diferente y más primitivo, los fabricantes de herramientas tajadas y de tajar, quienes astillaban
piedras y accidentalmente produjeron hojuelas en lugar de hojuelas cuidadosamente hechas
de piedras.”
Otro investigador escribe que se dice que el registro cultural del Pleistoceno, en definitiva,
muestra "dos tradiciones culturales", Jacquette Hawkes en la Europa Prehistórica (Volumen I
de la Historia de la Humanidad de la UNESCO: Londres, 1963).

Ella afirma, además,


"mientras que los contactos más adelante entre las herramientas de hojuelas y los fabricantes
de hachas de manos en Eurasia, sin duda alguna dieron lugar a la mezcla y la transferencia
de rasgos culturales, hay buenas razones para creer que en este momento (antes del hombre
de Neanderthal), las dos poblaciones eran distintas... "
Todos estos hallazgos apoyan la especulación de H.V. Vallois de que, efectivamente, pudiera
haber sido una "segunda línea" de la evolución de la humanidad (citado por Wendt, En busca
de Adán, Pág. 362, Nº 17).

Espectaculares hallazgos de gigantes como cráneos humanos fueron encontrados en Java, lo


que Franz Weidenreich publicar una teoría de que una raza de gigantes prehistóricos existió
una vez ... y que estos gigantes parecían representar una etapa de transición de gorila hacia
el hombre (Informe del 9 de mayo de 1944 a la Sociedad Etnológica Americana: Monos,
Gigantes y el Hombre, Chicago, 1946).

Wendt mismo escribe que,


"Parecía como si hubieran habido acontecimientos muy extraños en la evolución general de la
humanidad antes de la aparición, hace algunos 150.000 años, de las dos formas claramente
distinguibles del típico espécimen Neanderthal y el Homo sapiens de la Edad de Hielo. En
Palestina... cerca de Nazaret, 18 restos de humanos primitivos fueron desenterrados...

Se parecían al hombre de Neanderthal, pero por un lado, sus cráneos eran mucho más
primitivos y por el otro sus miembros eran mucho más modernos. Una mujer... de sólo cuatro
pies nueve pulgadas de largo, mientras que un hombre... era un pie más alto. Además de los
cráneos de Neanderthal se encontraron otros tipos, con la frente alta, occipital bien
redondeado, y barbillas pronunciadas. "
Espectaculares hallazgos de cráneos humanos de lo que parecían ser gigantes fueron
encontrados en Java, lo que condujo a Franz Weidenreich a publicar una teoría de que una
raza de gigantes prehistóricos existió una vez ... y que estos gigantes parecían representar
una etapa de transición de gorila a hombre (Informe del 9 de mayo de 1944 a la Sociedad
Etnológica Americana: Monos, Gigantes y el Hombre, Chicago, 1946).

Wendt concluye en En busca de Adán:


"¿Se dividió la humanidad en dos grupos bajo la influencia de condiciones meteorológicas de
esta época fatal ...?"

Distribución Mundial de Tipos Sanguíneos Humano ABO por


Poblaciones
 
Los gráficos están basados en las cifras de L. Beckman
'Una Contribución a la Antropología Física y Genética de la Población de
Suecia’
Lund, Suecia, 1959

Poblaciones Mundiales y Grupos Sanguíneos


El estudio de la antigüedad de la humanidad - es decir, la historia SUYA y la mía, es cada vez
más una ciencia interdisciplinaria. Los resultados de una rama de la investigación deben
soportar la carga de la prueba exigida por los resultados derivados de la otra rama de estudio.
Por ejemplo, independientemente de lo que pudieran ser los resultados de la investigación
lingüística y arqueológica, serán cada vez más estudiados por otras ramas de la ciencia, que
no tratan en (lo que es a menudo sólo) los dictámenes académicos, sino en hechos
irrefutables. Uno de esos grupos de hechos que se relaciona a los orígenes y la dispersión de
la humanidad y sus lenguas en todo el planeta - son los datos de la sangre.

Las teorías sobre las antiguas culturas y el debate sobre las migraciones de los pueblos
antiguos, cada vez más tendrán que ajustarse a los datos de sangre provistos por las ciencias
físicas. Nosotros, que vivimos en este mundo del ADN sabemos que nuestra VERDADERA
historia está grabada de forma indeleble en nuestros genes - y en esta era tecnológica,
estamos cada vez más en condiciones de leer nuestro pasado, simplemente en la química de
nuestro cuerpo. O, para decirlo en otras palabras, llevamos las respuestas a viejas preguntas
sobre los orígenes del hombre DENTRO DE NOSOTROS.

La llamada "reserva genética" es reconstruible hasta muy atrás en el pasado.

Por lo tanto, he aquí una gráfica que presenta hechos inevitables. No son las opiniones de
académicos bien intencionados ni son objeto de desafío o de cambio. Simplemente existen.

Por lo tanto, las teorías sobre las antiguas culturas y lenguas que no se ajusten a estos
hechos no pueden ser verdad, y sólo aquellos que se ajusten a estos hechos pueden ser
ciertos, aunque un acuerdo no garantiza que sean verdaderas.
La respuesta correcta se encuentra en el texto de la página Web de abajo.

¿Ha intentado conseguir la solución correcta? ¿Cómo leer los números de arriba a abajo? Las
probabilidades de acertar en todos son astronómicas - a menos que sea un especialista en el
campo de los grupos sanguíneos.

La solución correcta es, correr de arriba hacia abajo en el cuadro anterior: 10-1-11-3-9-6-8-2-
5-4-7

Hubo algunas sorpresas, ¿verdad?

Los peores resultados fueron probablemente obtenidos por los lingüistas y arqueólogos -
cuyas teorías prevalecientes simplemente NO COINCIDEN con la evidencia de las ciencias
físicas. La razón de esto es clara. La arqueología formas sus teorías basadas en lo que cavan
y esta es una empresa bastante casual, que se basa mucho en el azar.
 
La lingüística, hasta ahora, está todavía en sus zapatos de bebé, y muchas de las llamadas
"reglas" que han desarrollado algún día serán puestas a prueba en equipos - utilizando las
hipótesis derivadas - y yo, por una parte, dudo de que muchos de ellos funcionen - al menos
no en el sentido histórico.

Nuevas direcciones en, por ejemplo Nostrática, apoyan esta opinión.

La dendrita utilizada aquí es un método matemático de llevar TODAS las interrelaciones en


una línea ramificada contigua. Esto demuestra hasta qué punto cada grupo de personas es
del otro (es decir, la longitud de las líneas es también calculada matemáticamente y
significativa). Las líneas de puntos significa que la relación es clara, pero que en la distancia
exacta es, todavía, matemáticamente incierta.

Aquí es cómo se ve la gráfica dendrita completa:


 

 
La dendrita completa nos dice claramente cómo el hombre desarrolló y cómo se dispersó por
toda la Tierra, comenzando en África, desplazándose hacia el norte y luego ramificándose
hacia el Este y Oeste.
 
De hecho, esto se ajusta con los datos topográficos, ya que los Alpes y las montañas de Asia
presentaban obstáculos insuperables en los tiempos antiguos. Es decir, la dirección de la
dispersión corrió básicamente a través del antiguo camino Amber, a través de las llanuras del
Mar Negro hasta el Báltico y desde allí en todas las direcciones.

Esto también se ajusta al hecho de que las lenguas bálticas son las lenguas indo-europeas
más antiguas - y, puesto que BALT en letón significa "blanco" (las antiguas inscripciones
BALT en fenicio antiguo están mal transcritas como BA’AL), vemos que aquí la línea básica
entre las razas más blancas de piel pálida del norte y sus vecinos de piel más oscura en el
sur.

El eje se encuentra en el camino de África hacia el mar NEGRO y desde allí hasta el mar
BÁLTICO ( "mar de los blancos"). Los árabes, como lo demuestran los datos de sangre,
entonces, deben ser una mezcla de tribus blancas y africanos - (como tal vez narrado en la
Biblia - es decir, Abraham y su 2 ª esposa).

Los estudiosos orientales y egiptólogos eventualmente tendrán que tomar estas distribuciones
de los grupos sanguíneos en cuenta, sobre todo porque los grupos sanguíneos de los
egipcios y los hebreos simplemente desafían todas las teorías actuales académicas sobre los
orígenes de los faraones y los hebreos, también en la lingüística, la arqueología, la religión y
la etnología.

Nada podría ser más claro de estos datos, que los hebreos y los egipcios tienen un origen
sanguíneo casi común y que sus orígenes geográficos se encuentran en las amplias
extensiones del norte de Euroasia, entre una población lingüísticamente cercana y pariente de
sangre de los letones y los pueblos vecinos y dialectos.

O, como se ha dicho con tanta frecuencia, la clave puede encontrarse en la conexión


Kurgan, incluyendo el sánscrito, el tocario, etc.
 

Karl Landsteiner y los grupos sanguíneos


La primera transfusión humana con éxito fue probablemente la que realizó en
1667 Jean-Baptiste Denis. Administró tres pintas o gotas de sangre de carnero
a una persona sin observar ninguna reacción postransfusional. Aparentemente
ello le animó a inocular sangre de ternera a un joven de vida licenciosa para
aplacar su estado de agitación, con un desenlace mortal. Aunque fue
exonerado por los tribunales, la facultad de París prohibió las prácticas
transfusionales. La incompatibilidad sanguínea entre especies había sido ya
puesta de manifiesto en 1873 por Landois y por Ponfick en 1874.

Nos encontramos a finales del siglo XIX, y una nueva ciencia está naciendo, la
inmunología, interesada en sus inicios por los sueros y las vacunas. Las
investigaciones llevadas a cabo por Ehrlich, Bordet, Behring y otros
inmunólogos, sientan las bases para el conocimiento de las reacciones
inmunológicas, responsables de los accidentes postransfusionales. Karl
Landsteiner, médico austriaco (1868-1943), enseñaba entonces anatomía
patológica en la Universidad de Viena. Uno de sus campos de investigación fue
la genética de la sangre humana que comparó con la de los simios.
Landsteiner observó que al mezclar la sangre de dos personas había
ocasiones en que los glóbulos rojos se aglutinaban formando grumos visibles.
Analizó la sangre de un total de 22 personas, incluyendo la suya y la de cinco
colaboradores de su laboratorio, para lo cual procedía a separar el suero de la
sangre total, lavaba después los glóbulos rojos y los sumergía en una solución
de suero salino fisiológico. A continuación ensayaba cada suero con los
diferentes glóbulos rojos obtenidos y tabulaba los resultados. Llegó así a
descubrir tres tipos distintos de hematíes, denominados A, B y O, que daban
lugar a reacciones de aglutinación. Estos hallazgos los realizó en Viena hacia
1901. Dos años más tarde, dos discípulos suyos, Alfredo de Castello y Adriano
Sturli, analizando 155 muestras (de 121 pacientes y 34 controles sanos),
descubren un cuarto grupo, al que llaman AB, sin poder aglutinante.

La sangre humana posee de forma natural unas moléculas conocidas como


anticuerpos capaces de reaccionar con otras moléculas de los glóbulos rojos
llamadas antígenos o aglutinógenos, produciendo como resultado de la
interacción antígeno-anticuerpo su aglutinación. Estos anticuerpos o
isoaglutininas (que no existen en el tipo AB) son las responsables de la
incompatibilidad de las transfusiones sanguíneas si no se selecciona o se tipa
(es así como se dice técnicamente en el argot del laboratorio) la sangre a
transfundir del donante. Ottenberg en 1911 acuñó el término de “donante
universal” para el grupo O por carecer de antígenos en los eritrocitos. En 1908
Epstein y Ottenberg sugieren que los grupos sanguíneos son hereditarios. Y en
1910, E. von Dungern y L. Hirszfeld descubren que la herencia de estos grupos
sanguíneos sigue las leyes de Mendel con un patrón dominante para los tipos
A y B. En 1927 junto con Philip Levine, inmunizando conejos, Landsteiner
descubrió tres antígenos más (M, N y P) similares a los antígenos de los
grupos A y B pero que, a diferencia de éstos, su presencia en los hematíes no
supone la existencia en la sangre humana normal de aglutininas naturales.

Posteriormente en 1940, junto con Alexander Salomon Wiener, descubre otro


antígeno en los hematíes al que bautiza como factor Rh, al haberse hallado en
el suero de conejos inmunizados con sangre procedente de un mono de la
India, el Macacus Rhesus. Un niño que tiene el factor Rh, es decir, es Rh+,
puede inmunizar a su madre Rh- durante la gestación. Ésta desarrolla
anticuerpos específicos anti-Rh que pueden en su segundo embarazo
atravesar la placenta y producir el aborto o una enfermedad hemolítica en el
recién nacido que cursa con ictericia, la temible eritroblastosis fetal. Más tarde
Ronald A. Fisher describe otros sistemas de antígenos eritrocitarios y hoy en
día se conocen un total de hasta 42 antígenos distintos en los glóbulos rojos
humanos.

Gracias a sus trabajos pioneros en inmunohematología se estableció la


compatibilidad sanguínea entre las distintas sangres de los seres humanos. El
descubrimiento de los grupos sanguíneos por Karl Landsteiner, del que ahora
se cumple el primer centenario, facilitó la labor de la justicia al permitir los
análisis periciales en casos de litigio de paternidad, y lo que es más importante,
hizo posible las transfusiones sanguíneas seguras basadas en criterios
científicos, evitando los temibles accidentes postransfusionales (hemólisis o
destrucción de los glóbulos rojos y lesiones renales) por la falta de
compatibilidad sanguínea.

El día 19 de noviembre de 1914, E. Merlo, a la sazón administrador de la


Clínica Médica de la Universidad de Buenos Aires, lleva a cabo con éxito la
primera transfusión indirecta en el hombre siendo el donante R. Mosquera, un
portero del establecimiento. Luego, muchos otros investigadores (Carrel, Crile,
Ellsberg, Unger) pusieron a punto multitud de técnicas para optimizar la
transfusión sanguínea, que han hecho posible que en los modernos bancos de
sangre la transfusión sea una práctica rutinaria.

En el campo de la antropología, el tipaje de los grupos sanguíneos favoreció


los estudios sobre la distribución de los grupos sanguíneos en las distintas
razas y etnias. La importancia de las aportaciones de Landsteiner tuvieron justa
recompensa y reconocimiento internacional por la comunidad científica. Fue
galardonado por la Academia sueca con el Premio Nobel de Medicina y
Fisiología en 1930.

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