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Acelerador de partículas

Aceleradores de partículas, dispositivos empleados para acelerar


partículas elementales e iones hasta altas energías. Son los instrumentos de
mayor tamaño y más costosos utilizados en física. Todos tienen los mismos
componentes básicos: una fuente de partículas elementales o iones, un tubo
donde existe un vacío parcial en el que las partículas pueden desplazarse
libremente y un sistema para aumentar la velocidad de las partículas.

Las partículas cargadas se aceleran mediante un campo electrostático. Por


ejemplo, situando electrodos con una gran diferencia de potencial en los
extremos de un tubo en el que se había hecho el vacío, los científicos
británicos John D. Cockcroft y Ernest Walton consiguieron acelerar protones
hasta 250.000 electronvoltios (eV). Otro acelerador electrostático es el
acelerador Van de Graaff, desarrollado a principios de la década de 1930 por el
físico estadounidense Robert Jemison van de Graaff. Este acelerador emplea
el mismo principio que el generador de Van de Graaff, y establece un potencial
entre dos electrodos transportando cargas mediante una cinta móvil. Los
aceleradores Van de Graaff modernos aceleran partículas hasta energías de
15 MeV (un megaelectronvoltio, o MeV, equivale a un millón de eV).

EL ACELERADOR LINEAL, también llamado “linac”, fue concebido a finales


de la década de 1920. Utiliza tensiones alternas elevadas para impulsar
partículas a lo largo de una línea recta. Las partículas atraviesan una serie de
tubos metálicos huecos situados dentro de un cilindro en el que se ha hecho el
vacío. La tensión alterna se sincroniza de forma que la partícula sea impulsada
hacia delante cada vez que pasa por un hueco entre dos tubos metálicos. En
teoría, pueden construirse aceleradores lineales de cualquier energía. El más
grande del mundo, situado en la Universidad de Stanford (Estados Unidos),
tiene una longitud de 3,2 km. Puede acelerar electrones hasta una energía de
50 GeV (un gigaelectronvoltio, o GeV, corresponde a mil millones de eV). El
acelerador lineal de Stanford está diseñado para hacer colisionar dos haces de
partículas acelerados de forma consecutiva por el linac y mantenidos
temporalmente en anillos de almacenamiento (véase el apartado de este
artículo “Colisionadores con anillo de almacenamiento

El físico estadounidense Ernest O. Lawrence obtuvo el Premio Nobel de Física


en 1939 por un avance en el diseño de aceleradores llevado a cabo a principios
de la década de 1930. Lawrence desarrolló el ciclotrón, el primer acelerador
circular. Es una especie de acelerador lineal arrollado en una espiral. En vez
de tener muchos tubos, la máquina sólo tiene dos cámaras de vacío huecas,
llamadas des, cuya forma es la de dos D mayúsculas opuestas entre sí (así:
D). Un campo magnético producido por un potente electroimán hace que las
partículas se muevan en una trayectoria curva. Las partículas cargadas se
aceleran cada vez que atraviesan el hueco entre las des. A medida que las
partículas acumulan energía, se mueven en espiral hacia el borde externo del
acelerador, por donde acaban saliendo.

Cuando las partículas aceleradas en el ciclotrón alcanzan una velocidad


próxima a la de la luz, su masa aumenta de modo apreciable, tal como predice
la teoría de la relatividad. Esto hace que sea más difícil acelerarlas, y lleva a
que los pulsos de aceleración en los huecos entre las des queden desfasados.
En 1945, el físico soviético Vladímir Y. Veksler y el físico estadounidense Edwin
M. McMillan sugirieron una solución a este problema. El aparato propuesto, el
sincrociclotrón, se denomina a veces ciclotrón de frecuencia modulada. En este
instrumento, el oscilador (generador de radiofrecuencias) que acelera las
partículas alrededor de las des se ajusta automáticamente para mantenerse en
fase con las partículas aceleradas; a medida que la masa de las partículas
aumenta, la frecuencia de aceleración disminuye un poco para seguir su ritmo.
Según aumenta la energía máxima de un sincrociclotrón, se incrementa su
tamaño, porque las partículas tienen que tener más espacio donde moverse en
espiral. El mayor sincrocinclotrón es el fasotrón de 6 metros del Instituto
Conjunto de Investigación Nuclear de Dubna, en Rusia; acelera los protones
hasta más de 700 MeV y tiene unos imanes que pesan unas 7.000 toneladas.

El ciclotrón más potente del mundo, el K1200, empezó a funcionar en 1988 en


el National Superconducting Cyclotron Laboratory, de la Universidad Estatal de
Michigan (Estados Unidos). Este aparato es capaz de acelerar núcleos hasta
una energía cercana a los 8 gigaelectronvoltios.

El sincrotrón es el miembro más reciente y con mayor potencia de la familia


de aceleradores. Está formado por un tubo en forma de un gran anillo, por el
que se desplazan las partículas; el tubo está rodeado de imanes que hacen
que éstas se muevan por el centro del tubo. Las partículas entran en el tubo
después de haber sido aceleradas a varios millones de electronvoltios. En el
anillo son aceleradas en uno o más puntos cada vez que describen un círculo
completo alrededor del acelerador. Para mantener las partículas en una órbita
constante, las intensidades de los imanes del anillo se aumentan a medida que
las partículas ganan energía. En un par de segundos, las partículas alcanzan
energías superiores a 1 GeV y son expulsadas, bien para su análisis
experimental directo o para lanzarlas contra blancos que producen diversas
partículas elementales al ser golpeados por las partículas aceleradas. El
principio del sincrotrón puede aplicarse a protones o electrones, aunque la
mayoría de los grandes aparatos son sincrotrones de protones.

El primer acelerador que superó la barrera de 1 GeV fue el cosmotrón, un


sincrotrón de protones del Brookhaven National Laboratory (Estados Unidos).
El cosmotrón alcanzó energías de 2,3 GeV en 1952 y posteriormente llegó a 3
gigaelectronvoltios. A mediados de la década de 1960 había dos sincrotrones
en funcionamiento que aceleraban protones regularmente hasta energías de
unos 40 GeV: el sincrotrón de gradiente alterno del Brookhaven National
Laboratory y un aparato similar situado cerca de Ginebra (Suiza), controlado
por el CERN, la Organización Europea para la Investigación Nuclear. A
principios de la década de 1980, los dos mayores sincrotrones de protones
eran un aparato de 500 GeV del CERN y otro similar del Fermi National
Accelerator Laboratory (Fermilab), situado cerca de Batavia, en Estados
Unidos. La capacidad de este último, denominado tevatrón, aumentó hasta un
límite potencial de 1 TeV (un teraelectronvoltio, o TeV, equivale a un billón de
voltios) en 1983 al instalar imanes superconductores, lo que lo convirtió en el
acelerador más potente del mundo. Desde 1989 hasta finales de 2000 estuvo
funcionando en el CERN el gran colisionador de electrones-positrones (LEP,
siglas en inglés), un anillo de 27 km que consiguió acelerar electrones y
positrones hasta una energía de unos 200 gigaelectronvoltios.

APLICACIONES

Los aceleradores se utilizan para explorar los núcleos atómicos, lo que permite
a los científicos investigar sobre la estructura y el comportamiento de los
átomos. Para estudiar las partículas fundamentales que componen el núcleo se
emplean aparatos con energías superiores a 1 GeV. Se han identificado varios
cientos de estas partículas. Los físicos de altas energías confían en descubrir
reglas o principios que permitan una clasificación ordenada de las partículas
subnucleares. Una clasificación así sería tan útil para la ciencia nuclear como lo
es la tabla periódica de los elementos para la química. Los colisionadores
permiten a los científicos generar violentas colisiones entre partículas que
reproducen la situación del Universo en sus primeros microsegundos de
existencia. Un estudio continuado de sus hallazgos debería aumentar el
conocimiento científico de la estructura del Universo.

El círculo grande marca la situación del túnel del LEP, el gran colisionador de electrones-
positrones del CERN (Organización Europea para la Investigación Nuclear), que estuvo en
funcionamiento hasta finales de 2000. El túnel, que se encuentra a 100 m de profundidad y
tiene una circunferencia de 27 km, albergará el gran colisionador de hadrones LHC.
Ciclotrón y sincrotrón

En física se emplean aceleradores de partículas para estudiar la naturaleza de la materia.


Estas enormes máquinas aceleran partículas cargadas (iones) mediante campos
electromagnéticos en un tubo hueco en el que se ha hecho el vacío, y finalmente hacen
colisionar cada ion con un blanco estacionario u otra partícula en movimiento. Los científicos
analizan los resultados de las colisiones e intentan determinar las interacciones que rigen el
mundo subatómico. (Generalmente, el punto de colisión está situado en una cámara de
burbujas, un dispositivo que permite observar las trayectorias de partículas ionizantes como
líneas de minúsculas burbujas en una cámara llena de líquido.) Las trayectorias de las
partículas aceleradas pueden ser rectas, espirales o circulares. Tanto el ciclotrón como el
sincrotrón utilizan un campo magnético para controlar las trayectorias de las partículas.
Aunque hacer colisionar las partículas unas contra otras puede parecer inicialmente un
método un tanto extraño para estudiarlas, los aceleradores de partículas han permitido a los
científicos aprender más sobre el mundo subatómico que ningún otro dispositivo.
Acelerador LEP
El acelerador LEP del CERN estaba instalado en un túnel situado a varias decenas de metros
bajo tierra, atravesando la frontera entre Suiza y Francia, en las proximidades de Ginebra. El
esquema muestra el acelerador y las instalaciones de los experimentos DELPHI, L3, ALEPH y
OPAL, unidas por grandes ascensores a las respectivas áreas experimentales de la superficie,
donde están ubicados los instrumentos de recogida de datos. El LEP se cerró a finales de
2000, y su túnel de 27 km será ocupado por el gran colisionador de hadrones LHC (Large
Hadron Collider).

Esta fotografía fue tomada durante la construcción del cosmotrón del Brookhaven National
Laboratory (Estados Unidos). El imán en forma de anillo, utilizado para acelerar protones,
tiene un diámetro interior de unos 18 m y pesa 2.000 t, aproximadamente.

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