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La leyenda de Teseo, hijo de Atenea

Hace muchos años, cuando los dioses que habitaban en el Olimpo bajaban a la
tierra para vivir cerca de los mortales, Atenea diosas de la guerra y la sabiduría,
decidió bajar a la ciudad la cual había sido erigida en su honor, tomó la forma de la
sierva del rey Egeo, gobernante de Atenas, quien al ver la belleza de esta mujer
se enamoro de ella, desconociendo de quien se trataba en realidad y viendo la
diosa que los sentimientos de Egeo eran sinceros tuvieron amoríos quedando
esta embarazada pero sin que él se diera cuenta de ello, Atenea despareció sin
que el rey pudiera hallarla dando a luz un hijo a quien puso por nombre Teseo.

Cuando el poderoso Zeus, padre de Atenea se dio cuenta de lo que su hija había
hecho y le ordeno abandonar al niño y regresar al Olimpo para recibir su castigo,
sabiendo la diosa que si dejaba al niño en manos del rey, seria presa fácil para
que la cólera del señor del cielo lo alcanzara, así que dejo al niño al cuidado de
una leona quien se encargaría de protegerlo y alimentarlo, además junto a ella
crecería fuerte y sabría como enfrentar toda clase de peligros.

Cuando Atenea volvió al monte sagrado Zeus la esperaba junto con hades, para
que este la encerrara en el infierno del Cocito, el cual estaba resguardado por
Cerbero y un candado cerraba la puerta cuya llave estaba en manos del dios de
infierno y la otra manera de abrirlo era con la espada de Heracles capaz de
romper todo a su paso y estaba resguardada en el laberinto del Minotauro.

Había transcurrido 20 años desde el nacimiento de Teseo, junto a la leona, creció


fuerte, mas que cualquier mortal por ser hijo de una diosa tenia la fuerza de 10
hombres y la sabiduría de su madre, lo que lo hacia mas astuto y sabio que el
mismo Ulises quien era considerado el hombre mas astuto sobre la faz de la tierra.

Un día que andaba Teseo de cacería, Apolo hermano de atenea se le apareció y


le contó la verdad sobre su origen, pero Teseo no le creía, así que lo probo
preguntándole donde estaba oculta la cueva donde se escondía junto con la leona,
entonces Apolo lo llevo hasta allí y al llegar le dijo- definitivamente eres hijo de tu
madre y es que hijo de tigre sale rayado- cuando Teseo vio que era cierto, el dios
le contó la desgracia que había caído sobre la diosa y donde se encontraba, que
la única manera de liberarla era que él viajara a la isla de Creta, entrara al
laberinto del Minotauro y tomara la espada de Heracles con la cual podría matar a
Cerbero y liberar a Atenea

Para realizar tan difícil tarea, Apolo le sugirió que fuera de prisa al puerto, donde
hallaría a un hombre llamado Telémaco y con su ayuda podría llegar a la ciudad
perteneciente al rey Minos, padrastro del Minotauro.

Siguiendo las instrucciones de Apolo Teseo llego a donde estaba la nave de


Telémaco, al verlo el joven aventurero le conto el apuro por el que pasaba su
madre, este al recordar como la diosa lo había ayudado a él y a su padre cuando
este padeció esa gran odisea impuesta por los dioses, accedió a ayudarlo en esta
empresa, así que sin mas demora partieron los dos a la isla de Creta llegando a la
entrada del laberinto donde habitaba la bestia mitad hombre- mitad toro, de donde
se dice nadie ha salido con vida por ser devorado por este ser monstruoso o
terminar perdidos en la entrañas de se lugar.

Como Teseo poseía la sabiduría de la diosa, se ingenió la manera de entrar sin


perderse, así que tomo una soga del barco y se amarró un extremo, dándole el
otro a Telémaco quien se quedaría fuera del laberinto para que de esta forma
encontrara la salida.

Al interior del laberinto Teseo fue encontrando los cráneos y huesos de esos
pobres desagraciados que el Minotauro se había comido, lo cual le hizo sentir
miedo, pero su naturaleza de héroe lo obligaba a continuar con su misión.
Después de haber vagado por el laberinto durante una hora llegó a una gran sala
donde se encontraba la bestia se encontraba durmiendo la bestia y cerca de ella
se encontraba la espada de Heracles rodeada de un gran circulo de fuego.

Antes que el Minotauro se despertara Teseo saco su espada y le corto la cabeza,


ahora debía atravesar el circulo de fuego y tomar la poderosa espada, así que sin
dudarlo salto sobre la llamas sin que nada le sucediera y agarrándola sintió como
una fuerza salía de esta, sin perder tiempo volvió por donde la cuerda guiaba su
camino de regreso a la salida del laberinto donde encontró a Telémaco
esperándolo.

Ahora deberían hacer el viaje hasta la gran montaña de fuego, en donde había
una entrada que permitía llegar al rio Aqueronte, el cual para cruzarlo había que
montar sobre una barca conducida por Caronte quien se encarga de llevar las
almas al inframundo, pero para eso debía morir, así que debía ingeniarse la forma
de engañar al barquero, Telémaco recordando como una vez Ulises cambio su
apariencia al regresar de Ítaca gracias a un yelmo que Atenea le regalo, viajaron
hasta su casa y pidió prestado a su padre el casco y se lo llevaron consigo, para
utilizarlo solo debía pensar que apariencia quería tener.

Al llegar a la entrada Teseo recordó que la única que la única persona que tenia
permitido entrar allí sin estar muerto era Orfeo que con su lira deleitaba a Hades,
colocándose el yelmo tomo la figura de Orfeo, despidiéndose de Telémaco se
adentro en la montaña y llego hasta donde estaba Caronte y este al verlo lo invito
a subir y mientras viajaba Teseo tocaba la lira para que no sospechara nada el
barquero, después de dejar la barca se dirigió a las puertas de Cocito, las cuales
estaban custodiadas por Cerbero, y antes que lo viera comenzó a tocar una
melodía con el fin de dormir al perro de las tres cabezas, el cual cayó como piedra
en pozo al escuchar las dulces notas.

Teniendo a sus pies al terrible cerbero saco la poderosa espada y de un golpe


destruyó el candado que cerraba las puertas y al abrirla la imagen de una hermosa
mujer apareció frente a sus ojos quien al verlo lo reconoció y lo abrazó, cuando
iban a salir de allí ante ellos se presento hades, creyendo Teseo que les iba
impedir irse saco la espada, pero este le dijo que se calmara, que podrían irse de
ahí, que solo venia a decirle que Zeus los quería ver en el Olimpo.

Al llegar allá Zeus abrazo a Atenea y le dijo que ahora si podía aceptar a Teseo
como un semi dios por haber actuado con valentía y ahora era aceptado allí.

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