Professional Documents
Culture Documents
Ni todos los niños son iguales, ni todos los padres cuentan con la misma disponibilidad de
tiempo para atenderles. Por eso, en el momento de planificar el curso, los adultos deben
atender primero las características particulares y necesidades individuales de sus hijos,
así como sus propios recursos para cumplir con la agenda que se organice.
El tiempo de estudio
Crear una rutina: se debe establecer el mismo horario cada día para dedicarlo a
los deberes. Hay que buscar el mejor momento de la jornada para estas tareas,
con cierta flexibilidad ante imprevistos, y cumplirlo de forma constante para que
el alumno lo adquiera como un hábito y una rutina más de su día a día.
Por otra parte, la organización de un horario estructurado para otras actividades fuera
del entorno académico es para muchos padres un factor protector, puesto que evita
algunas de las situaciones de riesgo que pueden ocurrir durante el tiempo libre de los
estudiantes que transcurre sin la supervisión de otros adultos.
Al planificar las actividades extraescolares, los padres deben considerar dos aspectos
esenciales: compaginarlas con un tiempo dedicado al descanso, ocio, juego y a
situaciones de esparcimiento con la familia, y elegir las más idóneas según la edad, las
capacidades del niño, sus gustos y preferencias.