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« Desterrados» Alfredo Molano

Reseña

Enrique Martínez.
Revista Inversa

ekiker@yahoo.com
Estudiante de octavo semestre de Antropología
Universidad Nacional de Colombia, sede Bogotá

Ilustraciones: Nora Maritza Díaz

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A lfredo Molano hace una revisión rápida pero
muy certera de la historia de la violencia en
Colombia durante los siglos XIX y XX, par-
tiendo del presupuesto de Eric Hobsbawm que afirma
nato. La hacienda ataba la mano de obra logrando ce-
rrar la frontera de colonización. De este modo, se ve el
carácter de las guerras civiles del siglo XIX, como meca-
nismos de expropiación que causan grandes
que «la historia de Colombia puede interpretarse ba- despoblamientos, para luego repoblar con mano de obra
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sándose en la recurrencia de dos hechos: la coloniza- apropiada.


ción permanente y la violencia incesante» (2001: 33). Hacia finales de los años 20’s del siglo XX, comen-
Las 52 guerras civiles que siguieron a la indepen- zó el resquebrajamiento de la hegemonía conservadora
dencia de España, no fueron más que una disputa en- instaurada luego de la derrota de los liberales en la Gue-
tre librecambistas y proteccionistas (liberales y conser- rra de los Mil Días. Las protestas sociales, las migracio-
vadores), por el control de las palancas del poder políti- nes a la ciudad y la depresión de 1929 causaron el as-
co como herramienta de acumulación. El primer mo- censo del liberalismo al poder, y con él, cambios radica-
vimiento fue la apropiación de las tierras por ser fuente les como la reforma agraria. Se introdujo un nuevo con-
de poder y riqueza. Y no es que fuera usada como me- cepto de propiedad sobre la tierra: la tierra es de quién
dio de producción, sino más bien, como fuente de do- la trabaja y no de aquel que ostenta su título. Esta posi-
minación al evitar que los campesinos indígenas se la ción llevó a los terratenientes y hacendados al dilema
apropiaran y la explotaran por su cuenta. «Es impor- de conservar su título o conservar su fuerza de trabajo
tante hacer notar que tanto el desplazamiento de cam- con el riesgo de perder sus tierras, lo que los obligó a
pesinos como su adscripción a las haciendas se ejercía expulsar a sus trabajadores para reengancharlos luego
mediante la coerción extraeconómica, es decir, mediante como obreros asalariados. La pelea empezó: invasiones
el uso –o amenaza- de la fuerza» (Ibíd., 35). El resulta- de tierras, reclamos de títulos, prensa y acciones de he-
do de esto fue la adscripción del trabajo a la propiedad cho como bandas armadas, para defender lo que se
en las formas de terrajería, medianería, aparcería y colo- consideraba propio.
Durante el gobierno liberal en los que tierras campesinas
(1930 a 1946), la efectividad del antes de la violencia termina-
espíritu renovador fue poca. Sólo ron en manos de hacendados
hasta que el partido conservador y empresarios.
volvió al poder, se desató la gue- Pero si los conservadores
rra: el partido desconoció los de- mataban, los liberales
rechos constitucionales vincula- «contramataban». El apoyo de
dos a la función social de la pro- algunos líderes liberales dio
piedad. Esto causó que las ban- paso al nacimiento de las céle-
das armadas que desde la sombra bres «guerrillas del Llano». Pero
defendían los intereses de los ha- la mayoría de grupos de la resis-
cendados, salieran a la luz y ataca- tencia liberal eran cuerpos
ran a las poblaciones que habían anarquizados, quizás, por no
tomado posesión legal de tierras antes tituladas a terra- contar con el apoyo y la dirección del oficialismo. Al
tenientes. El enfrentamiento tomó carácter partidista final, cuando llegó la hora de los pactos entre liberales y

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y, el conservatismo en el poder, tuvo que tomar medi- conservadores, estos grupos fueron declarados bandas
das: recortar los derechos políticos a la oposición y de fascinerosos, que fueron aniquiladas al poco tiem-
oficializar las bandas armadas bajo la figura de un cuer- po.
po para-oficial llamado los «chulavitas». Con el asesina- «La violencia de estos años fue, bien vistas las cosas,
to del líder liberal Jorge Eliécer Gaitán, las masas del un proceso de «desplazamiento» acelerado e intenso.
partido (liberalismo popular), reaccionaron en muchas Los pequeños pueblos y muchas ciudades –sobre todo
ciudades destruyendo las casas de gobierno y destitu- en la zona cafetera– crecieron notablemente, y en el
yendo alcaldes. Las cabezas visibles del liberalismo año 64 eran ya grandes ciudades. Entre 1938 y 1964,
(oficialismo liberal), desautorizaron la insurrección y die- Colombia dejó de ser predominantemente rural para 69
ron paso a la más brutal respuesta: «El liberalismo po- ser un país en acelerado proceso de urbanización, sin
pular fue arrinconado a bala. En el campo, donde pre- que hubiera cambios económicos drásticos en el cam-
cisamente se venía gestando un movimiento de defen- po ni en las ciudades. La industrialización –excepción

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sa de la reforma agraria, la represión fue criminal. El hecha del periodo de previolencia– no mostró ritmos
gobierno abrió las cárceles y armó a los reos; se les de- altos para explicar la migración hacia las ciudades. Ha-
volvía la libertad a cambio de cabezas y de orejas de la bría por tanto que concluir, que el mecanismo de estos
oposición liberal o comunista meramente espontánea. cambios demográficos se originó políticamente y que
(Todo, bajo la supuesta neutralidad política de la igle- su herramienta fue la violencia.» (Ibíd. 38).
sia): matar liberales no es pecado». (Ibíd. 36). El Ejército Nacional puso fin a la guerra civil no
El gobierno conservador puso a su servicio todo el declarada en 1953 con el ascenso de Rojas Pinilla al
aparato del Estado. La policía se volvió un cuerpo polí- poder y logró que las guerrillas liberales, encabezadas
tico y la justicia un código partidista. Los «chulavitas» por las guerrillas del Llano, entregaran sus armas a cam-
tuvieron la misión de conservatizar regiones enteras. bio de libertad política para sus dirigentes y tierra para
La fidelidad a la causa del partido se pagaba de muchas los campesinos. Sin embargo, un sector de la guerrilla,
maneras, entre ellas, con la tierra de los campesinos desconfiando, no las entregó y guardó silencio. Un año
que fueron desplazados y despojados de sus pertenen- más tarde, después que el gobierno de Rojas Pinilla
cias. Sin embargo, esta reapropiación no fue en su ma- permitiera una masacre de estudiantes, el grupo se alzó
yoría por parte de los campesinos. El autor arguye que en armas nuevamente y se refugió en el macizo del
los más beneficiados fueron los dirigentes del partido, Sumapaz. Allí fueron bombardeados con napalm, cau-
sus financiadores y colaboradores. Son muy conocidos sando la huída masiva de los campesinos levantados.
los casos de departamentos como Valle, Tolima o Cauca Aparecieron entonces las famosas «Columnas en Mar-
cha», grupos de familias campesinas que atravesaron las la migración masiva a las urbes no encontró la oferta de
cordilleras buscando refugio en el piedemonte orien- trabajo deseada, por lo que muchos campesinos tuvie-
tal. Miles de campesinos se lanzaron a colonizar la selva ron que emigrar nuevamente hacia las zonas de coloni-
en condiciones muy precarias, reagrupándose bajo el zación, enfrentándose nuevamente a los terratenientes.
mando de las guerrillas. Nacieron entonces lo que los Los campesinos y hacendados empezaron a actuar nue-
conservadores llamaron las «Repúblicas Independien- vamente, como en la época de la violencia. Grupos
tes», que no eran más que agrupaciones de autodefensas policiales trabajaban de día, y de sicarios en las noches,
campesinas. asesinando a los dirigentes. Los campesinos coloniza-
Las «Repúblicas Independientes» sobrevivieron hasta ron entonces áreas inhóspitas, mientras la guerrilla se
la inauguración del Frente Nacional que decididamen- fortalecía al poder reemplazar al Estado en aquellas zo-
te atacó sus territorios. Algunos campesinos resistieron nas. La guerrilla ganó enorme simpatía entre los cam-
el ataque de la fuerza pública y fueron a refugiarse selva pesinos desplazados. Fue la época del fraude electoral a
adentro, esta vez sin familia y sin un territorio fijo. Fue- Rojas Pinilla y del surgimiento del M-19. La atmósfera
ron fuerzas irregulares comandadas por campesinos y estaba enrarecida por las protestas y los asesinatos del
orientadas por comunistas y agraristas. Eran los años Estado. El Gobierno promulgó el Estatuto de Seguri-
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sesenta y nacían así las guerrillas de las Farc y el Eln. dad, y con él, rutinizó la tortura.
El Frente Nacional, puso en marcha un tímido pro- En esos años se comenzó a cultivar marihuana y
grama de reforma agraria que consiguió distribuir unas coca con fines comerciales. Esto significó para los cam-
pocas tierras de baja calidad entre comunidades cam- pesinos la posibilidad de hacer rentable su trabajo y
pesinas. Sin embargo, prohibió la existencia de grandes resistir la presión de los terratenientes y comerciantes,
predios, algo que molestó mucho a los terratenientes porque ya no dependían de sus préstamos (que a la
acostumbrados a apropiarse de manera lenta de las tie- postre siempre terminaban pagando con sus tierras),
rras que los colonos le iban robando a la selva, mecanis- pues podían pagar las deudas acumuladas, dejar de lado
70 mo importante que el autor denomina de «coloniza- su función crediticia, y por tanto, poder invertir en la
ción permanente» y que para él, no es más que un des- tierra y hacer finca. El enriquecimiento de los peque-
plazamiento lento. «En resumen, la colonización ha sido ños campesinos hizo también que la guerrilla se benefi-
un proceso de desplazamiento espasmódico cuyo resul- ciara: financiar la guerra no fue más un problema. Sin
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tado principal ha sido la creación de haciendas. La per- embargo, su entrada al negocio le creó grandes enemi-
manente bancarrota del colono –razón y lógica de la gos: los narcotraficantes por ver disminuidas sus ganan-
colonización permanente– es una palanca de acumula- cias, las autoridades competentes que entendían que
ción originaria de capital, una economía rapaz, muy tenían que compartir sobornos, y los políticos que vie-
distante del capitalismo maduro, pero no ajena a él.» ron disminuidos su autoridad sobre los campesinos y el
(Ibíd., 40). juego del clientelismo.
El último gobierno del Frente Nacional puso fin Hoy puede decirse que el desplazamiento tiene tres
definitivamente a las tímidas refor- razones fundamentales por las que
mas agrarias anteriores. De la banca es practicado: económicas, militares
mundial sacó la tesis según la cual, y de apropiación de tierras.
era necesario sustituir la pequeña y La primera se entiende cuado se sabe
mediana economía campesina por que, a la fecha en que se escribe este
la gran empresa agropecuaria. Por tal artículo, el 50% de los desplazados
razón, se llevó a cabo la estrategia de provienen del Urabá y el Magdalena
urbanizar generando empleos en la Medio. Ésta última es una zona de
ciudad y poniendo en marcha un sis- grandes empresas bananeras,
tema de valor constante que dismi- comercializadoras de fruta y compa-
nuyera el ritmo de la inflación. Pero ñías agropecuarias que tienen cuan-
tiosas inversiones. Además, se tie- No es por tanto un grupo rebelde con-
nen proyectados allí dos tra el establecimiento sino (contra) las
megraproyectos: el tramo faltante leyes que lo han regido» (Ibíd., 46). La
de la carretera Panamericana y el alternativa de los campesinos es sólo
canal interoceánico que uniría las una: huir.
aguas de los ríos Atrato y Truandó. Por último, el desplazamiento tam-
La segunda zona, es un centro vi- bién debe entenderse como una forma
tal de comunicaciones terrestres y de apropiación latifundista de tierras de
producción y transporte de petró- buena calidad o que resultan muy va-
leo y gas. «Los intereses de las com- liosas por las obras que sobre ellas pue-
pañías extranjeras, los intereses de los gobiernos y del dan proyectarse dada su ubicación estratégica. Otra for-
sector privado, convergen geográficamente en estos es- ma de apropiación que señala Molano es la que deno-
pacios como quizás en ninguna otra parte del territorio mina como «trasvase» es decir, desocupar una región de
nacional» (Ibíd., 43). gentes peligrosas para repoblarla con campesinos fieles
Tradicionalmente, las mayores cifras de desplazados a la causa, asegurándose, de esa manera, la retaguardia y

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eran causadas por el Ejército y la Policía. La estrategia de paso, realizando un remedo de reforma agraria.
consistía en hacerlos huir para atacar más fácilmente a «La ausencia de una política de sometimiento del
la guerrilla cortando la ayuda que les prestaban a los paramilitarismo equivale a la más vergonzosa impuni-
alzados en armas, la cual era básicamente, en alimenta- dad. A esta modalidad de convivencia corresponde, en
ción e información. Otras tácticas que se emplearon el plano de la expulsión, una política de legitimación
fueron los bombardeos aéreos indiscriminados o el con- del desplazamiento al formular programas de carácter
trol a la movilidad de la población. Por su parte la gue- remedial sin afrontar las causas originarias del proble-
rrilla realizaba operativos de limpieza para desvertebrar ma. El Estado colombiano se ha propuesto programas
las redes de información que el Ejército había logrado asistenciales en lugar de políticas de reversión y control 71
constituir. Los paramilitares trataban de desmembrar del proceso del desplazamiento, que dé a sus víctimas
las redes de cooperación entre los campesinos para cor- garantías para retornar, recuperar sus tierras y trabajarlas.»
tar el vínculo entre las comunidades y las guerrillas. Hoy, (Ibíd., 47).

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«la realidad es que lo logran porque la gente queda pa- En éste texto inaugural de la V versión de la Cáte-
ralizada y huye. El terror trae consecuencias múltiples dra de Historia Ernesto Restrepo Tirado, Molano nos
de orden social. La más importante es el rompimiento demuestra cómo el Estado ha asumido el desplazamien-
de los vínculos sociales de solidaridad y mutua coope- to como el resultado de los enfrentamientos de dos
ración basados en la vecindad, los lazos familiares, las actores recientes de la violencia: guerrilla y paramilitares,
afinidades ocupacionales o las simpatías ideológicas. Es escondiendo así, el hecho de que es un antiguo recurso
un objetivo manifiesto del paramilitarismo, destrozar del sistema y la responsabilidad de las Fuerzas Arma-
estas redes porque saben que son la fuerza social que das. Para él, es importante develar el papel histórico
permite la protesta y le denuncia (…). La desconfianza y que este drama ha jugado en la construcción de eso
el miedo llegan hasta el punto en que la vida en común que aún no se ha conformado y que pretende llamarse
se hace imposible.» (Ibíd., 45). Colombia. Queda, sin embargo, una pregunta que no
Eso que buscan liquidar los grupos paramilitares (la se responde: ¿Por qué, sí la historia del Estado colom-
protesta, la insubordinación, la rebeldía), es la razón biano, especialmente desde el siglo XVIII, ha estado
por la cual tienen tanta acogida entre los grandes pro- ligada a un largo peregrinaje de personas y familias como
pietarios, ganaderos, comerciantes, las compañías ex- consecuencia de los conflictos por la tierra e ideología
tranjeras y los políticos. «El paramilitarismo representa principalmente, cobra éste fenómeno tanta relevancia
a un sector –cada vez mayor– del establecimiento que en los espacios públicos de debate actuales? Reinserción,
se ha alzado en armas contra la Constitución Nacional. reparación, perdón y olvido.

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