No pueden ni con Pasco y Junín

09 de Setiembre del 2010

Aldo Mariategui

LIMA | - No sé cómo Fuerza Social y su aliada Patria Roja se presentan como muy capaces
para gestionar la gigantesca y compleja Lima cuando ambos han fracasado
estrepitosamente en la administración de Junín y Pasco, cuyas respectivas regiones presiden
con Vladimiro Huaroc y Félix Trueno Rivera al frente. A pesar de contar con interesantes
ingresos por canon minero y asesorías de muchas ONG caviares, ambos tienen una
desaprobación astronómica (están en el fondo de las encuestas sobre presidentes regionales)
y su reelección está absolutamente descartada.

Ojo que Huaroc preside actualmente Fuerza Social y fue el "niño mimado" de la caviarada,
que lo alucinó su futuro candidato presidencial apenas fue electo. Antropólogo de hablar
algo pomposo y pintón, los caviarines no se imaginaron que les resultaría un inútil como
presidente regional. Bueno, esos partidos ahora pretenden administrar Lima, cuando no
pudieron con Junín y Pasco...

- Que el propio Fidel Castro admita que "el modelo cubano no funciona" debe haber sido
nuclearmente desalentador para muchos rojitos y chavistas que aún veneran y defienden a
su dictadura. ¡Me imagino que Javier 0.5% Canseco y los de Patria Roja deben de estar con
una depresión profunda! En realidad, ese "modelo" jamás funcionó y sólo pudo financiar
logros en educación y salud mientras el subsidio ruso los mantuvo a flote hasta 1989. Hoy
apenas subsisten y solamente gracias al oportuno subsidio petrolero venezolano. Si no
aparece Chávez, ya estarían en la Edad de Piedra. Tienes que ser muy obtuso como
"Carlín" para ser rojo en estos días.

- Me da mucha risa cuando algunos confusos (básicamente por ceguera y mala leche o
ambas cosas) me atribuyen el primer premio de que una candidata haya subido. Es grato
que consideren que tenga tanta influencia, pero -lamentablemente para mi ego- están
nadando fuera de la piscina. No advierten que el hecho fundamental en esta fase de la
campaña es que aquí existió un programa de TV muy poderoso (la competencia en general
no tiene para nada su influencia), cuyo muy hábil conductor no sólo la hizo una "estrella"
que llenó el vacío dejado por Kouri (alguien lo iba a hacer), sino que se dedicó a desvirtuar
-muy exitosamente- cualquier crítica hacia ella.

Además, nuestras certeras denuncias sobre el candidato patriarrojero procesado por

violentista y ese revelador reflejo atávico del puño en alto sobre su verdadera identidad
perdieron en gran medida su noble objetivo (que por cierto deberían tener otros...) de
abrirle los ojos a la ciudadanía porque coincidieron con un involuntario patinazo que
cometió una aguerrida y estimada colega. Esa gaffe le dio la oportunidad a Villarán de
esquivar y disimular el tema de Patria Roja, haciéndose la víctima llorona de todas las
críticas, con telenovela de abrazos emotivos y gimoteos de "guerra sucia" incluidos, a pesar
de que no le quedó más remedio que echar al cuestionado personaje (lo que provino
precisamente de un consejo televisivo de su inteligente mentor) y de acudir a los
argumentos infantilmente falaces de que es igual que Pelé levante el puño por un gol a que
lo haga una marxista (hay que ser muy sonso o muy hincha de ella para tragarse eso) y que
se le había tildado de terrorista por ponerle cerca a Abimael con ese gesto, cuando también
figuraban Castro, Chávez y Evo. Ella hubiera podido argüir eso si sólo hubiera estado
Guzmán a su costado. Además, que yo recuerde, Villarán integró la CVR y ésta calificó a
Sendero de "partido político". Ergo, en esa línea ceverraca de lógica, Guzmán no sólo es un
terrorista sino también un dirigente político. Ergo, es válido colocar a éste al lado de otros
dirigentes políticos. Guzmán solamente está allí en la misma condición de político marxista
que ella y su CVR le otorgaron.

En resumen, ese coincidente patinazo no sólo blindó a Villarán sino que ésta lo usó
astutamente. Como en el jiu-jitsu, usó la fuerza y falla del adversario para voltearlo. Y el
brillante conductor la apapachó. Si no, la historia sería otra muy distinta a estas alturas.

¡Pero aún no ha ganado!