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Estrés

Índice
1. Introducción
2. Estrés
3. Consecuencias del estrés
4. Efectos y costos del estrés
5. Mecanismos desencadenantes de estrés.
6. Bibliografía
1. Introducción
El presente trabajo tiene como objetivo explicar algunos de los mecanismos estresores , factores
determinantes y consecuencias del estrés por si mismo. El estrés es uno de los factores de riesgo más
importante para la mayoría de las enfermedades más frecuentes que se manifiestan en el final de este
siglo, presentándose tanto en trastornos del corazón, como en hipertensión arterial, cáncer, diabetes,
alteraciones metabólicas y hormonales.
El cuerpo desarrolla distintas habilidades para adaptarse a los estímulos a que es sometido por su
entorno, por medio de cambios internos, que incluyen, entre otras cosas, la liberación de hormonas.
Queda claro entonces que el stress está dentro de uno, y en la forma en que desarrolla esas habilidades
para adecuarse al medio. Ahora bien, muchas veces, confundimos la causa con el efecto, se intenta
combatir el estrés luchando contra él, logrando en ese derroche de energía, solo aumentar el estrés
inapropiado.
2. Estrés
Estrés es una palabra que deriva del latín, la cual fue utilizada con mucha frecuencia durante el siglo
XVII para representar "adversidad" o "aflicción". A finales del siglo XVIII su utilización evolucionó
para "fuerza", "presión" o "esfuerzo", puesta en práctica en primer lugar por la propia persona, su cuerpo
y su mente. El concepto del estrés no es nuevo, pero fue sólo en al principio del siglo XX cuando las
ciencias biológicas y sociales iniciaron la investigación de sus efectos en la salud del cuerpo y de la
mente de las personas (1).
El término estrés fue introducido por el médico fisiólogo Hans Seyle de Montreal y no tenía traducción
al español. Originalmente se refirió a las reacciones inespecíficas del organismo ante estímulos tanto
psíquicos como físicos, involucrando procesos normales de adaptación (eustrés), así como anormales
(distrés) (2). En el nivel de la emoción, sin embargo, las reacciones del estrés son muy distintas. La
persona maneja la situación con la motivación y el estímulo del eustrés. Al contrario, el distrés acobarda
e intimida a la persona y hace que huya de la situación (1).
Los estudios originales de Seyle se hicieron a partir del "síndrome general de adaptación" descrito como
la respuesta general de organismos a estímulos "estresantes".
Seyle describió tres formas clásicas de la respuesta orgánica:
1. Fase de alarma (primitiva respuesta de preparación para la lucha o la huida).
2. Fase de resistencia.
3. Fase de agotamiento neuro vegetativo.
En la fase de alarma identificó respuestas fisiológicas en los sistemas circulatorio, muscular y sistema
nervioso central (sistema límbico, sistema reticular, hipotálamo(neuroendocrino).
Las respuestas de adaptación demostraron científicamente la participación de los procesos emocionales y
psíquicos en la modulación de las respuestas a estímulos tanto internos como externos y a la posibilidad
de desbordamiento de las capacidades de adaptación individuales.
Esto llevó al concepto de medicina psicosomática que involucra los procesos mentales y emotivos en la
génesis de procesos patológicos orgánicos (2).
El estrés es entonces, la respuesta del organismo a una demanda real o imaginaria, o simplificando aún
más es todo aquello que nos obliga a un cambio.
Las situaciones estresantes llamadas estresores que pueden causar el cambio o adaptación son de un
espectro enorme. Desde el enojo transitorio a sentirse amenazado de muerte. Desde la frustración o la
angustia al temor que nunca cede. A veces la causa difiere enormemente. Un divorcio es normalmente
muy estresante pero una boda también puede serlo. El fallecimiento de un familiar produce estrés pero
también un nacimiento.
Tanto el estrés positivo (eustrés), como el negativo (distrés), comparten las mismas reacciones pero en el
caso del negativo estas respuestas quedan detenidas en la posición de funcionar permanentemente.
Generalidades
1. Todo estímulo externo o interno físico o psíquico se sigue en el organismo de una reacción.
2.Las reacciones pueden ser específicas o inespecíficas.
3.Las reacciones orgánicas persiguen dos fines:
4.Preparar defensas inmediatas (lucha o huida)
5.Desencadenar procesos de adaptación.
Si los estímulos son muy intensos, se repiten frecuentemente o persisten por mucho tiempo se satura la
capacidad de adaptación y se presenta la desadaptación alterándose la homeostasis orgánica (2).

3. Consecuencias del estrés


La respuesta del organismo es diferente según se esté en una fase de tensión inicial en la que hay una
activación general del organismo y en la que las alteraciones que se producen son fácilmente remisibles,
si se suprime o mejora la causa, o en una fase de tensión
Crónica o estrés prolongado, en la que los síntomas se convierten en permanentes y desencadena la
enfermedad.
La importancia de las variables personales
Existen diferencias generales entre las personas en su modo de valorar las situaciones estresantes,
estableciendo tres tipos generales de personas (Meichenbaum y Turk, 1.982): Sujetos Autoreferentes,
Autoeficaces y Negativistas(4).
Incidencia
Aunque se ha dicho que este es un caso muy común, es importante anotar que el estrés no es un
problema asociado únicamente al trabajo, ya que también existe fuera de él. Fuera del lugar de trabajo el
estrés está asociado con la vida doméstica del trabajador y de su familia, las responsabilidades
familiares, civiles, la organización del transporte, el ocio y las actividades de formación o docentes (5).
Dichos factores pueden interactuar de forma positiva o negativa con los elementos estresantes del
entorno laboral y, por tanto, afectan en general, a la calidad del trabajo, la productividad y la satisfacción
(6).
Con la creciente participación de las mujeres en el empleo remunerado y el aumento de padres y madres
trabajadoras, así como de familias monoparentales, cada vez se está reconociendo más la interacción
armoniosa entre el trabajo y la vida familiar como un tema a tener en consideración tanto por los
empleadores como por los trabajadores (Di Martino, 1.996) (7)
En un estudio realizado por el Ministerio de Trabajo japonés en 1987, el 52,4 % de las mujeres
entrevistadas dijeron que habían sufrido ansiedad, preocupación y, estrés siendo la causa principal (60,6
%) unas relaciones humanas insatisfactorias en el lugar de trabajo.
La convención Nº 156 de la OIT (Organización Internacional del Trabajo) sobre las Responsabilidades
Familiares de los Trabajadores, en 1981, exige unas medidas que tengan en cuenta las necesidades de los
trabajadores con responsabilidades familiares en lo relativo a la seguridad laboral y social.
En la organización de los turnos y la distribución del trabajo nocturno (8) deberían tenerse en cuenta las
necesidades especiales de los trabajadores, incluyendo aquellos con responsabilidades familiares, a fin
de proteger a los trabajadores a tiempo parcial, a los trabajadores temporales y a los trabajadores a
domicilio, muchos de los cuales tienen responsabilidades familiares, la recomendación establece que es
necesario revisar y supervisar debidamente los términos y condiciones que rigen estos tipos de empleo
(9).
Además, damos por sabido que no solamente un ámbito laboral y/o familiar pueden ser fuentes
potenciales de estrés, sino que también debemos tener en cuenta dentro de las responsabilidades
familiares o civiles, el estrés causado por "presiones del estudio". Esto puede darse más frecuentemente
en estudiantes universitarios.
Los estudiantes universitarios, por lo general, sufren de estrés; más aún en determinados momentos del
cursado (época de exámenes) y frente a ciertas situaciones como por ejemplo ser examinado por un
profesor que posea determinadas características que lleven al alumno a sentirse presionado o nervioso
(aunque esto también tiene que ver con algunos estereotipos que el propio alumno recrea y son
contraproducentes para si mismo). En estas situaciones podemos notar un gran incremento del nivel de
estrés cuando el alumno, además, debe trabajar o presenta situaciones estresoras a nivel personal (como
por ejemplo presiones directas o indirectas por parte de la familia frente al éxito o fracaso del alumno).
Estos factores y otros pueden crear un nivel de estrés tan peligroso como el de un jefe de familia.
Podemos remarcar que en numerosas oportunidades los estudiantes no tienen en cuenta el grado de
estrés al que están expuestos y en esto tiene mucho que ver el factor socio-económico actual, el cual en
cierta manera "obliga" a las personas a dejar de lado el estrés (hasta el momento en que compromete su
salud en forma importante) aún sabiendo sus consecuencias.
Estrés, salud mental y cambios inmunológicos en estudiantes universitarios
En Venezuela se realizó un trabajo que tuvo como objetivo evaluar la relación entre el estrés, la salud
mental y los cambios inmunológicos ocurridos en una muestra de estudiantes universitarios en un
período de alta demanda académica. La muestra estuvo conformada por 20 estudiantes del primer año de
la Universidad Simón Bolívar, (12 hombres, 8 mujeres, edad media = 17,20) quienes asistieron a una
convocatoria de carácter voluntario para participar en el estudio. Los mismos fueron evaluados al inicio
del período académico y en la 8va. semana de clases (período de exámenes) a través de instrumentos de
auto-reporte para medir las variables psicosociales, así como en sus indicadores inmunológicos a través
de una muestra de sangre. Comparando los puntajes de las dos evaluaciones, se encontró que los niveles
de intensidad del estrés, la angustia y ansiedad, la disfunción social y la somatización aumentaron
significativamente. Paralelamente, se observó una disminución significativa en los linfocitos T (T8 y T
activados) en las células NK y linfocitos totales, lo cual supone una inmunosupresión del sistema de
defensa.
Los análisis de correlación entre las variables psicosociales e inmunológicas en el período de alta
demanda académica mostraron relaciones positivas significativas entre la intensidad del estrés, la
somatización y la depresión con el porcentaje de neutrófilos, leucocitos totales, células CD8 e
interleukina, así como una relación negativa con el número de linfocitos T activados, lo cual sugiere un
desajuste en el funcionamiento del sistema inmune de los estudiantes asociado a mayores niveles de
estrés y deterioro de la salud mental. Resultados como éstos apoyan los hallazgos en el campo de la
psiconeuroinmunología (ciencia que estudia la relación que existe entre el estrés y los factores
psicosociales (10).
Estrés, salud y cambios inmunológicos en adultos mayores
La relación entre estrés e inmunidad pueden tener mayores consecuencias en adultos mayores, porque la
función inmune disminuye con la edad, particularmente aspectos funcionales de la respuesta de
inmunidad celular; En EE.UU. en mayores de 75 años la neumonía y la influenza son la cuarta causa de
muerte. Una disminución de la función inmune viene siendo asociada con un incremento de la
morbilidad y la mortalidad en mayores de 80 años de edad..
Se evaluaron los cambios de depresión inmunidad y salud de en población anciana crónicamente
estresada ( cónyuges cuidadores de enfermos por Alzheimer. Ellos tenían mayores tasas de incidencia de
depresión que sujetos controles de edad y estado socioeconómico similares.
Durante los 13 meses de intervalo entre la muestra inicial y el seguimiento mostraron una disminución
de tres medidas de la inmunidad celular respecto a los controles. Los esposos que reportaron bajos
niveles de soporte social al ingresar y quienes se angustiaban mas por la demencia, mostraron más y más
consistentes cambios negativos en su función inmune durante el seguimiento. También reportaron tener
más días de enfermedades infecciosas, principalmente del tracto respiratorio superior.
4. Efectos y costos del estrés
El estrés tiene una incidencia en costos no solo en las personas sino también en la industria y en la
sociedad, es por ello que se hace necesario analizar su influencia sobre estos tres aspectos de una manera
integral ya que ninguno puede ir separado del otro.
El estrés puede contribuir al desarrollo de enfermedades cardíacas y cerebro vasculares, hipertensión,
úlceras pépticas, inflamaciones intestinales, problemas musculares y de huesos. Además las evidencias
sugieren que el estrés altera las funciones inmunológicas, facilitando posiblemente el desarrollo del
cáncer.
Los problemas de ansiedad, depresión, neurosis, alcohol y drogas van claramente asociados al estrés.
Estos últimos contribuyen a la incidencia de accidentes, homicidios y suicidios. Consideradas en
conjunto estas alteraciones son las responsables de la gran mayoría de enfermedades, fallecimientos,
incapacidades y necesidad de atención médica en los Estados Unidos (Di Margino, 1.996.El costo de las
ausencias por enfermedad con motivo del estrés y de las alteraciones mentales se estima que supera los
5.000 millones de libras anuales en el Reino Unido (9).
Respuesta crónica o estado de vigilancia
Un investigador húngaro de la década de 1.940 que trabajaba en Canadá, descubrió que existe otro tipo
de respuesta emocional al estrés llamada crónica o estado de vigilancia.
Se la entiende mejor cuando se repite el experimento que llevaba a cabo este investigador: si se colocan
en una misma jaula separados por barrotes una rata y un gato, éste no podrá acercarse a la primera y
comerla. Sin embargo, evidentemente la rata no ésta tranquila. Al pasar las horas se la verá acurrucada
en el extremo de la jaula más alejado del gato, estará acostada pero con los ojos abiertos y el pelo
erizado, y no probará alimento aunque esté a su alcance. Está vigilante, atemorizada. Su organismo
responde al peligro constante mediante una estimulación de la neurohipófisis, glándula situada en el
cráneo debajo del encéfalo, que estimula la secreción de cortisol. Esta sustancia hormonal además de
actuar en forma directa sobre el organismo, estimula la secreción de otras sustancias llamadas
corticoides que se producen en la parte cortical de las glándulas suprarrenales ubicadas por encima de
los riñones. Recordemos, además, que la parte medular de dichas glándulas es la encargada de la
producción de las catecolaminas como la adrenalina y noradrenalina.
Los corticoides y las catecolaminas producen aumento de la presión arterial, aceleración del ritmo
cardíaco, aumento de la coagulabilidad de la sangre, aumento del colesterol sanguíneo y otras reacciones
que, a larga, favorecen la producción de enfermedades del corazón: las arritmias, la hipertensión arterial
y los infartos.
La tensión psíquica que produce ciertas ocupaciones o modos de vida en numerosas personas tiene el
mismo efecto que el estado de vigilancia de la rata.
Puede producirse en forma temporaria en ocupaciones con frecuentes exigencias temporales o como una
forma de vida en otras. Esto puede llevar a una sensación de atrapamiento, fracaso, pérdida del control y
la autoestima.
Patrones de conducta: reactor frío y reactor caliente.
Se describen dos patrones de conducta, denominados tipo A y B.
El primero, tipo A, se caracteriza por un profundo sentido de impaciencia o urgencia en el tiempo, que lo
obliga a involucrarse en más actividades que las que puede abarcar y un alto grado de empeño en la
ejecución, siendo perfeccionista e intolerante, lo cual a menudo lo lleva a la hostilidad. En cuanto a la
manifestación externa suele ser delgado y es el típico ejecutivo que se enoja fácilmente, grita y da
portazos. El tipo A presenta una mayor predisposición a padecer úlceras gastroduodenales, hipertensión
e infartos.
Las características del tipo A se basan principalmente en una inadaptación al entorno debido a un
sentimiento de inferioridad, lo que produce una reacción hostil al medio. Esta hostilidad sería la base de
las alteraciones psíquicas que llevan a la respuesta orgánica del estrés.
El tipo B, en cambio, suele tender a gordo, es externamente tranquilo, de aspecto bonachón y carece de
las características urgencias del tipo A de que " el tiempo corre ".
Las características descriptivas para los tipos A y B no siempre tenían las respuestas fisiológicas que se
les atribuía.
Se estudió a grandes grupos de hombres sanos y otros con enfermedades vasculares y se llegó a la
conclusión de que algunos individuos pertenecientes al tipo A vocifera mucho pero, al controlar en esos
momentos su presión arterial y su pulso, entre otros parámetros, se comprobó que permanecían
normales.
Inversamente, algunos tipos B, aparentemente tranquilos, reaccionan ante situaciones que los angustian
con aumento brusco e importante de la presión y el pulso.
Se podría decir que los tipos A y B son características externas, lo que podríamos llamar " las fachadas".
Lo que realmente importa son las reacciones internas del organismo. Basado en lo anterior, se podría
describir dos tipos de reacciones corporales: el reactor frío y el reactor caliente.
Es casi redundante señalar que el reactor caliente es aquel que modifica el funcionamiento del cuerpo,
fácilmente evidenciable constatando el aumento de la presión sanguínea y de la frecuencia del pulso,
ante situaciones que no puede manejar adecuadamente.
En cambio, el reactor frío podrá o no gritar y enfurecerse, pero su presión y su pulso se mantienen
imperturbados. El reactor caliente es el que desarrolla el estrés con mayor facilidad.
5. Mecanismos desencadenantes de estrés.
La forma de actuar no es sinónima de la forma de reaccionar. Evidentemente existen problemas como la
taquicardia, la hipertensión arterial, las arritmias benignas o de mayor severidad a las que hay que
identificar con algún tipo de tecnología pues todas estas situaciones "están bajo la piel".
La reactividad que conduce a estas situaciones puede ser normal o desmedida (hiperreactiva) como
dijimos antes en los reactores calientes. Quizás el exceso de reactividad sea la pieza clave para detectar a
aquellas personas que están en mayor riesgo de padecer enfermedades cardíacas. Esto puede asociarse o
no a cambios en su forma de actuar, así como en su emotividad, conducta, estilo de vida y
manifestaciones corporales diversas.
La hostilidad creciente como así un insomnio difícil de controlar son las dos manifestaciones iniciales
que ponen en alerta rojo a estas personas.
¿Cuál es el común denominador en estos individuos?.
Un desajuste entre sus expectativas y la realidad que les ofrece el mundo en que viven. Por ello una
definición de estrés que se ajusta a nuestras observaciones es la inadecuación entre las expectativas y la
realidad anteriormente mencionada.
¿Existe alguna ley que diga que nuestras expectativas deben cumplirse?.
Por supuesto que no, pero uno de los pasos importantes a dar con estas personas es enseñarles a
adaptarse lo mejor posible por vivir en un mundo que ellos no pueden cambiar. Tienen que tratar de
transformarse en un reactor frío. Sabemos que no poder adaptarse a la realidad de la vida ocasiona en
alguna tristeza, angustia y hostilidad psicológica, en otras una total desesperanza.
El cuerpo reacciona ante estos estados con mecanismos que al principio constituyen una adaptación,
pero que ante la reiteración y la situación y la frustración de no poder contrarrestarla se transforma en
cuadros de enfermedad orgánica y/o depresión psicológica.
¿Cómo cortar los círculos viciosos del estrés y sus consecuencias?
Cierta tensión en la vida es necesaria y deseable, que sin ella el hombre no tendría empuje ni iniciativa.
Por lo tanto debemos afinar las cuerdas de nuestro violín para que la melodía sea apropiada para nuestro
tipo de vida.
Las modificaciones de los procesos nerviosos y hormonales producidas por el estrés, junto con sus
consecuencias pueden ser controladas por 3 mecanismos básicos:
# Modificación de la conducta emocional.
# Modificación del estilo de vida.
# Terapia farmacológica y/o médica especializada.
Modificaciones del estilo de vida
Buscamos por este camino moderar la respuesta psico- fisiológica al estrés tratando de reducir por
distintos caminos los neurotransmisores y las catecolaminas circulantes en la sangre.
Desde hace muchos años los médicos aconsejan la realización de actividades físicas porque produce un
efecto antidepresor y favorece la función cardiaca.
Los programas de modificación de los factores de riesgo o de rehabilitación cardiaca demostraron que la
actividad física programada libre o supervisada mejoraba la capacidad funcional y la eficiencia cardiaca,
disminuía la demanda de oxígeno, aumentaba la densidad de los huesos, reducía las grasas como
triglicéridos y el colesterol, disminuía la presión arterial y reducía la formación de coágulos sanguíneos.
También producía una mejor tolerancia al estrés, menor depresión y ansiedad."Una mejor calidad de
vida (3)"
6. Bibliografía
(1). http://www.clínica de stress y biofeedback.htm
(2). http://www.unbosque.edu.co/psiconeuroinmunología.htm
(3). Revista Fundación Favaloro, tomo1, Vol.1
Buenos Aires, Argentina. Centro editor Fundación Favaloro, 1.994
(4). Buceta J.M. y Bueno A.M. "Control de estrés y factores asociados".
Ed. Dykinson, 1.995
(5). Fundación europea para la mejora de las condiciones de vida y de trabajo."El estrés en el trabajo",
1.994
(6). Peiro, J.M. "Desencadenantes del estrés laboral"
Ed. Eudema. Psicología, 1.992
(7). Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. Notas técnicas de prevención."La
prevención del estrés en el trabajo", 1.996
(8). Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo. "Notas técnicas de prevención 260: trabajos
a turnos: efectos médico- patológicos", 1.989
(9. http://www.ccoo.upv.es/Salud_Laboral/Manual_estrés_laboral.htm
(10. http://copsa.cop.es/congresoiberoa/base/clínica/cr175.htm
Palabras Claves:
Fisiología y fisiopatología del estrés, consecuencias e incidencias del estrés, estrés en el adulto, estrés en
estudiantes de universidad, estrés en adultos mayores, mecanismos desencadenantes del estrés, patrones
de conducta, estrés laboral, salud laboral, patrones de conducta, mecanismos desencadenantes del estrés,
trabajo y estrés.
Agradecemos a:
-Unit Service y en especial a Osvaldo Bordón por darnos el espacio físico para poder hacer esta
monografía.
-A la familia Durán y en especial a Francisca por su apoyo incondicional a todos los proyectos que
realizamos.
-A todos los que ofrecieron su ayuda y luego no la prestaron.

CONSECUENCIAS DEL ESTRÉS


LABORAL
Dr. Antonio Cano Vindel
Presidente de la SEAS
Inicialmente el estrés puede dinamizar la actividad del individuo
provocando un proceso de incremento de recursos (atención,
memoria, activación fisiológica, rendimiento, etc.) que hace
aumentar la productividad. Sin embargo, cuando este proceso
de activación es muy intenso o dura mucho tiempo, los recursos
se agotan y llega el cansancio, así como la pérdida de
rendimiento.
Para realizar tareas complejas, o para aumentar la velocidad
en tareas simples, se necesita un cierto grado de activación. Sin
embargo, un exceso de activación dificulta la realización de
dichas actividades.
Las consecuencias negativas del estrés son múltiples,
pero a grandes rasgos, cabe señalar su influencia negativa sobre
la salud, así como sobre el deterioro cognitivo y el rendimiento.
El estrés puede influir negativamente sobre la salud por
varias vías, como son:
1) por los cambios de hábitos relacionados con la
salud,
2) por las alteraciones producidas en los sistemas
fisiológicos (como el sistema nervioso autónomo y el
sistema inmune) y
3) por los cambios cognitivos (pensamientos) que
pueden afectar a la conducta, las emociones y la
salud.

• En primer lugar, el estrés modifica los hábitos


relacionados con salud, de manera que con las prisas, la
falta de tiempo, la tensión, etc., aumentan las conductas
no saludables, tales como fumar, beber, o comer en
exceso, y se reducen las conductas saludables, como hacer
ejercicio físico, guardar una dieta, dormir suficientemente,
conductas preventivas de higiene, etc. Estos cambios de
hábitos pueden afectar negativamente a la salud y, por
supuesto, pueden desarrollarse una serie de adicciones,
con consecuencias muy negativas para el individuo en las
principales áreas de su vida, como son la familia, las
relaciones sociales, el trabajo, la salud, etc. Veamos
algunos datos:
o (1) en algunas profesiones altamente estresantes hay
tasas más altas de tabaquismo, alcoholismo y otras
adicciones;
o (2) esto también es cierto en trabajadores
desempleados, frente a lo que tienen trabajo;
o (3) las personas con obesidad presentan niveles de
ansiedad más altos que las personas que no
presentan obesidad;
o (4) los trastornos de alimentación (anorexia y bulimia)
también están muy ligados con ansiedad;
o (5) muchas personas con fobia social tienen
problemas con el alcohol.
A su vez, el desarrollo de hábitos perniciosos para salud,
como es el caso de las adicciones, hace aumentar el
estrés. Los programas de intervención para la reducción
del peso, o los programas de intervención en adicciones, o
el tratamiento de los trastornos de alimentación, etc.,
deben incluir técnicas de reducción de ansiedad y manejo
del estrés, pues cuando así se hace mejoran su eficacia.

• En segundo lugar, el estrés puede producir una alta


activación fisiológica que, mantenida en el tiempo, puede
ocasionar disfunciones psicofisiológicas o psicosomáticas,
tales como dolores de cabeza tensionales, problemas
cardiovasculares, problemas digestivos, problemas
sexuales, etc. (Labrador y Crespo, 1993); a su vez, el
estrés puede producir cambios en otros sistemas, en
especial puede producir una inmunodepresión que hace
aumentar el riesgo de infecciones (como la gripe) y puede
aumentar la probabilidad de desarrollar enfermedades
inmunológicas, como el cáncer (Cano Vindel y Miguel
Tobal, 1994). Veamos datos:
o (1) los pacientes hipertensos presentan niveles de
ansiedad e ira más altos que las personas con presión
arterial normal;
o (2) las personas que sufren arritmias, cefaleas, asma,
trastornos de piel, disfunciones sexuales, trastornos
digestivos, contracturas musculares, etc., por lo
general presentan altos niveles de ansiedad;
o (3) los estudiantes en época de exámenes (su
principal periodo de estrés) son más vulnerables a la
gripe o a enfermedades infecciosas de tipo pulmonar,
siendo más vulnerables las personas con alta
ansiedad a los exámenes.
Los programas de entrenamiento en reducción de ansiedad
mejoran el bienestar psicológico en todos estos casos, pero
también disminuyen la activación fisiológica y mejoran los
síntomas físicos de estas enfermedades (reducción de la
presión arterial, disminución de la taquicardia en las
arritmias, eliminación del dolor en las cefaleas, etc.

• En tercer lugar, el estrés puede desbordar al individuo de


manera que comience a desarrollar una serie de sesgos o
errores cognitivos en la interpretación de su activación
fisiológica, o de su conducta, o de sus pensamientos, o de
algunas situaciones, que a su vez le lleven a adquirir una
serie de temores irracionales, fobias, etc., que de por sí son
un problema de salud (los llamados trastornos de
ansiedad), pero que a su vez pueden seguir deteriorando la
salud en otras formas. Por ejemplo, una persona sometida
a estrés prolongado puede llegar a desarrollar ataques de
pánico, o crisis de ansiedad, que son fuertes reacciones de
ansiedad, que el individuo no puede controlar, con fuertes
descargas autonómicas, temor a un ataque al corazón, etc.
Durante esta crisis el individuo interpreta erróneamente su
activación fisiológica y piensa que le faltará el aire (cuando
realmente está hiperventilando), o que morirá de un
ataque al corazón, o que se mareará y caerá al suelo, o
que se volverá loco, etc. Posteriormente, estos ataques de
pánico suelen complicarse con una agorafobia (evitación
de ciertas situaciones que producen ansiedad), con una
dependencia de los ansiolíticos, a veces con reacciones de
depresión por no poder resolver su problema, etc.
(Peurifoy, 1993; Cano Vindel, 2002). Estos trastornos de
ansiedad son mucho más frecuentes en mujeres que en
varones (de 2 a 3 veces más frecuentes), pero por lo
general una crisis de ansiedad coincide con un periodo de
mucho de estrés que se ha prolongado un cierto tiempo.
Entre un 1,5% y un 3,5% de la población sufre trastornos de pánico con o
sin agorafobia. La edad de aparición se encuentra entre los 17 y los 35
años, justo en su edad más productiva.
El estrés también puede ocasionar una serie de
perturbaciones sobre los procesos cognitivos superiores
(atención, percepción, memoria, toma de decisiones, juicios,
etc.) y un deterioro del rendimiento en contextos académicos o
laborales (Cano Vindel y Miguel Tobal, 1996), laborales (Cano
Vindel y Miguel Tobal, 1995), etc. Así, por ejemplo, los
estudiantes con alta ansiedad de evaluación presentan una
disminución del rendimiento, mientras que los programas de
entrenamiento en reducción de ansiedad a los exámenes no sólo
reducen ésta, sino que mejoran el rendimiento académico,
aumentando la nota media.
El estudio de cómo el estrés provoca interferencias sobre los
llamados procesos cognitivos superiores y sobre el rendimiento
se ha llevado a cabo fundamentalmente desde una perspectiva
cognitivo-emocional y, sin duda, la emoción con la que más se
ha trabajado a la hora de estudiar esta influencia negativa sobre
los procesos cognitivos ha sido la ansiedad.
El stress:
Stress, fatiga???

Estado de gran tensión nerviosa originado en la persona por el exceso de trabajo, las aspiraciones
no satisfechas, la ansiedad, etc. Suele manifestarse a través de una serie de reacciones que van
desde la fatiga prolongada y el agotamiento hasta dolores de cabeza, gastritis, úlceras, etc.,
pudiendo ocasionar incluso trastornos psicológicos.

INTRODUCCION:

La implantación de nuevas tecnologías en la banca, especialmente a raíz de la introducción de la


informática, ha producido una serie de cambios en los trabajos que tradicionalmente venia
ejerciendo la banca, que se refieren a la automatización de aquellos trabajos rutinarios y mas bien
mecánicos que el empleado de banca solía desempeñar con cierta habilidad y en ocasiones se
constituía en un especialista. Ahora muchos de los departamentos bancarios han transformado su
sistema de trabajo como consecuencia de la automatización y nuevos paquetes informáticos. Los
puestos de trabajo originados con la aparición de los nuevos productos informáticos son sin duda
uno de los mayores cambios que introducen las nuevas tecnologías. Con ello, aparecen cambios
en el entorno socio laboral del trabajador que afectan de manera má o menos intensa en su salud.

Las pantallas de visualización, es uno de los puestos más característicos aparecidos en la era de la
informática que introduce una serie de trastornos en la salud de los operarios. Por ese motivo esta
monografía va a estar dedicada al estrés, acompañada de un estudio sociológico, donde se
demostrará la fatiga y el stress en el trabajo, y con conflictos internos del individuo, esta
suplantación posmodernista del hombre por máquina... entre otras cosas. Pero de todas la
cuestiones mencionadas se tratará de enfocar más en las situaciones que inquietan y perjudican la
salud laboral de las personas.
DESARROLLO:

Desde que Hans Selye introdujo en el ámbito de la salud el termino estrés, este se ha convertido
en una de las palabras mas utilizadas, tanto por los profesionales de las distintas ciencias de la
salud, como en el lenguaje coloquial de la calle. Selye, definió el estrés como una respuesta
general del organismo ante cualquier estimulo estresor o situación estresante. No obstante se han
realizado múltiples trabajos sobre el estrés que han aportado diversas conceptualizaciones. Una
conceptualización más comprensible de estrés, lo definiría como un exceso de demandas
ambientales sobre la capacidad del individuo para resolverlos, considerando además las
necesidades del sujeto con las fuentes de satisfacción de esas necesidades en el entorno laboral.

El estrés es un hecho habitual en nuestras vidas. No puede evitarse, ya que cualquier cambio al
que debamos adaptarnos representa estrés. Los sucesos negativos, daño, enfermedad o muerte
de un ser querido, son hechos estresantes, así como los sucesos positivos; ascender en el trabajo
trae consigo el estrés del nuevo status, de nuevas responsabilidades.

Nuestras experiencias estresoras provienen de tres fuentes básicas: nuestro entorno, nuestro
cuerpo y nuestros pensamientos. El entorno se refiere a las condiciones ambientales, como por
ejemplo ruidos, aglomeraciones, demandas de adaptación, etc. Las fisiológicas se refieren a
nuestro organismo: enfermedad, accidentes, trastornos, etc. Las amenazas exteriores producen en
nuestro cuerpo unos cambios estresantes. Así nuestra forma de reaccionar ante los problemas, las
demandas y los peligros, viene determinada por una aptitud innata de lucha o huida, cuando los
estímulos que nos llegan son interpretados como amenazantes. Este proceso se traduce en una
serie de cambios físicos observables. Así, por ejemplo, las pupilas se agrandan para mejorar la
visión y el oído se agudiza, los músculos se tensan para responder al desafío, la sangre es
bombeada al cerebro para aumentar la llegada de oxigeno a las células y favorecer los procesos
mentales. Las frecuencias cardiaca y respiratoria aumentan, y como la sangre se desvía
preferentemente hacia la cabeza y el tronco, las extremidades y sobre todo las manos y los pies,
se perciben fríos y sudorosos.

Si no se libera al organismo de estos cambios ocurridos durante la fase de reconocimiento y


consideración de la amenaza, se entra en un estado de estrés crónico.Cuando uno se siente
estresado y añade aun más estrés, los centros reguladores del cerebro tienden a hiperreaccionar
ocasionando desgaste físico, crisis del llanto, y potencialmente depresión.

• Condiciones estresantes
• Sobrecarga de trabajo
• Exceso o falta de trabajo.
• Rapidez en realizar la tarea.
• Necesidad de tomar decisiones.
• Fatiga, por esfuerzo físico importante. Viajes largos y numerosos.
• Excesivo numero de horas de trabajo.
• Cambios en el trabajo.

La sobrecarga de trabajo, tanto en los aspectos difíciles de la tarea, como el excesivo trabajo, han
obtenido una relación directa, entre horas de trabajo y muerte causada por enfermedad coronaria.
(Breslow y Buell 1960).

La sobrecarga de trabajo, también esta relacionada significativamente con una serie de síntomas
de estrés: consumo de alcohol, absentismo laboral, baja motivación en el trabajo, baja autoestima,
tensión en el trabajo, percepción de amenaza, desconcierto, alto nivel de colesterol, incremento de
la tasa cardiaca y aumento de consumo de cigarrillos.

Características del puesto de trabajo

Ambigüedad del rol: Cuando no se dispone de una adecuada información laboral, responsabilidad
o falta de claridad en los objetivos asociados al puesto. También puede suceder que exista una
demanda de responsabilidad por parte de los compañeros, sin haberse facultado para ello o por el
contrario que exista esa facultad y no se desempeñe. (Esta situación representa para el trabajador
menor satisfacción en el trabajo, mayor tensión y baja autoestima.) La responsabilidad sobre otras
personas: Los trabajadores con responsabilidad sobre otras personas tienen un mayor número de
interacciones de estrés, como es el caso de directivos que, además, con cierta frecuencia tienen
que asistir a reuniones o deben cumplir demasiados compromisos de trabajo. Estas personas se
encuentran relacionadas con la conducta del fumar, suelen tener mayor presión diastó1ica y altos
niveles de colesterol. (French y Caplan 1970.)

Existen otros estresores relacionados con las funciones del trabajador que pueden generar estrés,
afectando fundamentalmente a mandos intermedios, como son:

• Individuo que cuenta con insuficiente responsabilidad.


• Falta de participación en la toma de decisiones.
• Falta de apoyo por parte de la dirección.
• Cambios tecnológicos a los que hay que adaptarse.

Estrés producido por las relaciones interpersonales

Cuando existen unas relaciones pobres y hay poca confianza, se produce frecuentemente
comunicaciones insuficientes que originan tensiones psicológicas y sentimientos de insatisfacción
en el trabajo. En este sentido al considerar las relaciones con los superiores se pueden hallar
favoritismos por su parte que provocan una tensión y presión en el trabajo. Por el contrario, las
relaciones con los subordinados son con frecuencia fuentes de estros para los directivos, al tratar
de conseguir mayor productividad y un tratamiento considerado.

Las relaciones entre compañeros pueden traer diversas situaciones estresantes, como por
ejemplo, rivalidad, falta de apoyo en situaciones difíciles, culpabilización de los errores o
problemas, e incluso una total falta de relaciones.

Estrés relacionado con el desarrollo de la carrera profesional

Generalmente el trabajador espera ir ascendiendo en los diversos puestos que tiene su entidad, es
decir, tiende a mejorar no solo en el aspecto económico, sino aspirando a puestos de mayor
responsabilidad o cualificación, desarrollando lo que llamaríamos su carrera profesional. Es por ello
que cuando la expectativas se truncan aparecen tensiones o factores estresantes, como por
ejemplo:

• Falta de seguridad en el trabajo.


• Incongruencia o falta de equidad en una promoción insuficiente o excesiva.
• Consciencia de haber alcanzado el propio techo.
• Cuando un ejecutivo de mediana edad observa una ralentización en los
procesos de promoción, y experimenta que va alcanzando su propio techo y puede ser sustituido
por otras compañeros más jóvenes y con mas preparación, aparecen tensiones, conflictos,
ansiedades, insatisfacciones y temores en relación con su status profesional. (Ledison 1973.)
Estrés producido por la estructura y el clima organizacional

• Falta de participación en los procesos de toma de decisiones.


• Sentirse extraño en la propia organizaci6n.
• Inadecuada política de dirección.
• Falta de autonomía en el trabajo.
• Estrecha supervisión del trabajo.

El estrés producido por la propia organización presenta los siguientes factores de riesgo para la
salud: consumo de alcohol como forma de escape, animo deprimido, baja autoestima, poca
satisfacción en el trabajo, intención de abandonar el trabajo y absentismo laboral. Así mismo en
numerosos estudios realizados, la falta de participación, produce insatisfacción en el trabajo y unos
incrementos de riesgos de enfermedad física y mental.

En el contexto laboral se experimentan otros sintamos estresantes que no son de carácter


cuantitativo (introducción de datos en el ordenador), ni cualitativo (ambigüedad del rol); mas bien
ocurre cuando las habilidades de la persona son incongruentes, con la tarea o el entorno laboral.
No obstante, hay que tener en cuenta que en situaciones similares las personas reaccionan de
forma diferente. Así, cuando se produce una tensión de sobrecarga de trabajo, mientras que una
persona puede reorganizar eficazmente la tarea, aprender nuevas formas, buscar ayuda, etc., otra,
incapaz de superar tal tensión, puede responder a largo plazo con enfermedades coronarias,
depresivas, etc.

Hasta aquí, hemos expuesto someramente algunas consideraciones generales sobre el estrés, con
el animo de divulgar entre los trabajadores las causas que lo producen y sus consecuencias. A
continuación, queremos trasladar los resultados de la encuesta realizada entre los compañeros de
las distintas entidades financieras, a fin de conocer la incidencia real del problema en el Sector.

Unos resultados reveladores

Hemos querido constatar en la realidad de los centros de trabajo lo que es lugar común en los
especialistas de la materia, no con un animo doctoral, sino con la intención de concretar, con la
mayor precisión posible, las causas que están detrás del estrés en los trabajadores del sector
financiero y la relación que estas tienen con la organización del trabajo. Para este fin he elaborado
un cuestionario que reúne preguntas relativas a los datos sociológicos mas significativos edad,
sexo, estado civil, titulación, subsector, oficina, categoría,. Junto a aspectos relacionados con la
organización del trabajo ritmo de trabajo, tipo de trabajo, exigencias, medios,. , condiciones de
trabajo formación, promoción, ambiente, factores físicos y ergonómicos, y por ultimo sintamos mas
comunes de individuos estresados. Se ha utilizado el sistema de entrevista, distribuyéndose 400
encuestas, durante el 4to. trimestre de 1.992, entre trabajadores y trabajadoras proporcionalmente
a la categoría, subsector, sexo, tipo de oficina, etc.

Con los resultados obtenidos hemos establecido valores medios para las diferentes variables
utilizadas en la encuesta. Partiendo de esta base hemos establecido el perfil básico del trabajador
estresado comparando todas las respuestas con la desmotivación, elemento nodal, según
coinciden todos los expertos, del estrés. Para completar este estudio, y siempre dentro de las
limitaciones que nos hemos marcado, hemos realizado estudios parciales de variables
significativas como edad, sexo, estudios, categoría, etc. . que nos permitiera matizar y precisar el
anterior perfil. Es indudable que con este estudio no cerramos todas las inquietudes que este
problema genera entre trabajadores, sindicatos y profesionales de la Salud, pero indudablemente
es un buen punto de partida para estudios mas particulares y detallados que sin lugar a dudas
tendremos que realizar.
La problemática diferenciada de la mujer

De los datos que obran en nuestro poder se desprende que los porcentajes de desmotivación en la
mujer son claramente superiores a la media en 6 puntos (ver Anexo IV), siendo las 4/5 partes
administrativas, muy por encima de la media del sector, denotando una clara discriminación en la
promoción, aunque su apreciación no difiere esencialmente de la media del sector, siendo su nivel
de estudio claramente superior a la media del sector y su edad concentrada en tramos de 18 a 40
años. Se podría concluir que el hecho de ser mujer conlleva un factor de riesgo añadido por
factores sociológicos machistas, desde luego, por desgracia, no específicos de las relaciones
laborales y política de recursos humanos del sector, sin embargo convendría, para asegurar esta
opinión, un estudio mas pormenorizado y especifico por dos motivos:

1) El bajo numero de encuestadas debido al numero limitado de encuestas realizadas (400) y al


escaso porcentaje de mujeres sobre el total de plantillas.
2) Acentuación en la mujer de aspectos significativos en la tipología del trabajador desmotivado,
como son: elevado nivel de titulación, el amplísimo porcentaje de trabajo administrativo, el trabajo
repetitivo y monótono, etc.. .
Este trabajo abierto a otras variables sociológicas no utilizadas en el presente estudio, debería
permitirnos relacionar claramente la falta de promoción, hecho incuestionable, con otros elementos
aparecidos en la encuesta tales como por ejemplo el bajo porcentaje de prolongación de jornada,
base de la promoción en el sector, y con otros que no se tratan: profesión del cónyuge,
remuneración, nro. de hijos, edad, etc.. de un marcado carácter sociológico mas general.
Entendemos que por los datos presentados el problema del estrés no es una minucia en el sector,
el amplio porcentaje de trabajadores desmotivados así lo demuestran, tiene una relación directa
con las condiciones de trabajo, tanto en aspectos ligados a la profesionalidad -formación y
promoción- como salariales, con la organización del trabajo y las funciones realizadas, y cada vez
mas con la participación y democratización de la vida en la empresa. Esta realidad nos obligaría a
todos a reflexionar, a no despreciar el problema, asumir la necesidad de combatirlo y arbitrar
canales de negociación en las empresas que ofrezcan soluciones a los factores estresantes.
Desde estas paginas, a continuación, se verán iniciativas tanto de índole personal, colectiva y de
negociación, aportando un grano de arena a la resolución de un problema, que, en contra de la
creencia de muchos, no solo es una realidad sino, además, acuciante.

Relajación contra estrés

Habrá oido hablar mucho del estrés. Pero... ¿sabe en realidad lo que es? Para algunas personas
es sinónimo de continuo sobresalto, para otros es equivalente al malestar y para la mayoría
significa tensión. Pero en todos los casos el estrés representa para nosotros algo inquietante y
altamente perjudicial. Sin embargo, el estrés no se puede considerar en principio como una
enfermedad sino como la respuesta, tanto física como mental, a las adaptaciones y ajustes del ser
humano a los diversos acontecimientos vitales. Esa respuesta, que en principio puede ser natural y
que surgiría para ayudarnos a afrontar nuevas situaciones, cuando se transforma en una reacción
prolongada e intensa es muy posible que desencadene serios problemas físicos y psíquicos.
Actualmente el estrés es uno de los factores de más alto riesgo en las enfermedades
cardiovasculares, por lo que se recomendará una serie de pautas, no sólo para intentar controlarlo,
sino también para prevenirlo.

• Localice el origen. La mayoría de las personas están más pendientes del estado
del tiempo o el saldo de su cuenta corriente que de la tensión de su propio cuerpo.
Pero no olviden que saber qué es el estrés, reconocerlo y, sobre todo, averiguar qué
lo está desencadenando y cómo está afectando nuestro organismo, es el primer paso
en su manejo y control.
• Cuide su alimentación. Tabaco, café y alcohol lo potencian, por lo que es necesario
limitar su consumo. La dieta tiene que ser equilibrada, rica en verduras, fruta y fibra y
baja en grasas y azúcares. Coma despacio y de forma regular.
• Haga ejercicio, le conviene. La actividad física de forma regular, mejora su
bienestar general y ayuda a prevenir el estrés y las enfermedades que provoca.
• Aprenda a contar lo que le pasa. No guarde sus sentimientos: son una bomba de
tiempo. Aquellos que transmiten sus emociones padecen menos trastornos.
• Practique el optimismo. Rechace los pensamientos negativos y sustitúyalos por
pensamientos positivos. No es fácil hacerlo, pero no es imposible. Ser flexible y tener
actitudes positivas ante la vida aumenta las defensas.
• Aprenda a decir NO. Es importante no crearse más obligaciones de las necesarias.
Atrévase a decir su opinión y no se sobrecargue con responsabilidades excesivas.
• Aprender a respirar correctamente es la llave maestra de la relajación. Sentado
acostado, cierre los ojos. Inspire profundamente por la nariz y exhale el aire por la
boca.* Respire profundamente (siempre a partir del diafragma) y afloje las mandíbulas,
deje la boca entreabierta. Vuelva a tomar aire profundamente y deje caer los hombros.
Una nueva respiración profunda y abra las manos. Inspire profundamente, retenga el
aire mientras cuenta hasta cinco y vuelva a exhalar el aire por la boca. Repita este
último paso al menos cinco veces. Dé a su cuerpo y a su mente la oportunidad de
relajarse. El fin de la relajación es disminuir la ansiedad y la tensión muscular sobre
todo en situaciones de presión.
• No se pueden evitar las situaciones preocupantes pero sí se pueden manejar las
respuestas y reacciones a ellas aprendiendo y practicando relajación.
• Es imposible estar relajado físicamente y tenso emocionalmente al mismo tiempo.
No pueden convivir en el mismo momento la sensación de bienestar corporal y la de
estrés mental.
• La respuesta del organismo a la relajación es un efecto de recuperación casi
inmediato y es una tregua para el cuerpo.
• La relajación progresiva de los músculos reduce la frecuencia del pulso y la presión
de la sangre, así como el grado de sudoración y la frecuencia respiratoria. Además,
evita los problemas orgánicos que el estrés produce.
• La distensión física logra un importante relax muscular que alivia la presión
acumulada en nuestro cuerpo.

La relajación mental elimina la tensión psíquica!

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