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No hacen falta grandes cosas para hacer feliz a un niño. De hecho, a menudo son actividades sencillas
las que se convierten en los recuerdos más preciosos de la niñez: la vez que tu mamá paró el auto a un
lado de la carretera para que pudieras subirte a un árbol, cuando te permitió saltar a placer en la cama de
un hotel, los chapoteos con ella en los charcos de lluvia sin importar que llegaran a casa cubiertos de
barro... Y lo mejor de todo, es que muchas de estas cosas cuestan muy poco dinero o son completamente
gratis.
Aquí tienes una serie de actividades baratas y sencillas que pueden crear recuerdos imborrables para tu
Quizás sea porque hace un ruido muy agradable o por la satisfacción de cambiar algo para siempre, pero
a los bebés les encanta romper papel. Así que dale unas cuantas revista y periódicos de la pila de
reciclaje y déjale rasgar páginas a gusto. ¡Cuando veas su sonrisa desdentada, ni siquiera te importará
Días de perros
Podrías llevar a tu bebé al zoo, pero no te sorprendas si se queda dormido o si le interesa más la fuente
de agua que los orangutanes. En lugar de ir al zoo, puedes ir a un parque donde la gente suele pasear
perros. Es igual de emocionante y menos abrumador, y además sale gratis. No te olvides de las reglas
básicas de seguridad: quizás sea buena idea cargar a tu bebé en brazos o en una mochila frontal, y, por
supuesto, siempre pide permiso a los dueños antes de acariciar a un perro para saber si se mantiene
Ilumina su sonrisa
Apaga las luces, cierra las cortinas, échate en el piso y crea un espectáculo de luces para tu pequeño.
Haz bailar la luz de una linterna en el techo y las paredes mientras tu bebé la mira maravillado. Un bebé
más mayorcito quizás trate de sujetar la linterna por sí mismo (aunque puede que intente llevársela a la
boca). Simplemente evita que proyecte la luz directamente a sus ojos (o a tus ojos).
Para cambiar de aires, coloca la silla alta de tu bebé en el jardín y dale de comer, sin preocuparte de la
comida que tira al piso entre bocado y bocado. ¡Creerá que se ha ganado la lotería! ¿No tienes jardín? No
te preocupes. Llévate la silla alta o la del auto a un parque, sienta a tu bebé en ella y lleva una botella
para hacer burbujas. ¡Le encantará mirar las burbujas que vas soplando!
Sal a bailar
En tu sala de estar, claro está. Pon tu música favorita y baila con tu bebé en los brazos. Estará en el
séptimo cielo, porque podrá gozar sus tres cosas favoritas a la vez: música, movimientos rítmicos y la
cercanía de mamá.
A los niños pequeños les encantan los medios de transporte. Revisa los horarios de autobuses y trenes
de un hospital local o del aeropuerto. Muchos tienen servicios gratuitos y podrás llevarte a tu pequeño de
paseo, apartándote de la rutina y el asiento de siempre, para que admire el mundo desde una nueva
perspectiva.
Amasa risas
Deja que tu hijo juegue con un poco de masa para hacer pizza. Como no es muy pegajosa ni demasiado
suave, tiene la consistencia perfecta para sus deditos, y si le ofreces un rodillo de amasar multiplicarás su
diversión. Compra la masa en tu pizzería favorita o en una tienda, o hazla tú misma. ¡Incluso puedes
cocinar una pizza con una parte de la masa mientras tu hijo juega con la otra! Si no tienes ganas de
Si has observado alguna vez a un niño pequeño mientras abre un regalo, te habrás dado cuenta de que
por regla general está mucho más interesado en los lazos, las cintas y el papel de envolver que en lo que
hay dentro del paquete. ¡Aprovecha su fascinación! Envuelve algo pequeño, como un juguete que ya
tengas o una postal, con mucho papel, cintas y lazos (la sección más colorida del periódico es perfecta
¡Un avión!
Averigua si tu aeropuerto local tiene una torre de observación, o una habitación con grandes ventanas
desde donde se puede ver despegar y aterrizar a los aviones. Llévate el almuerzo y disfruta el
espectáculo.
La próxima vez que compres algo grande para tu casa, como un refrigerador, una televisión o una
computadora, guarda la caja de cartón. Abre un agujero para que haga de puerta y otro como ventana y
permite que tu hijo la decore por fuera con pinturas y pegatinas. Le gustará mucho tener una casita a su
medida, donde puede entrar con todos sus peluches favoritos. ¡No te olvides de hacerle una foto!
O verde o azul… Unas gotitas de colorante para alimentos convierten la hora del baño en algo muy
especial. Es aún más divertido mezclar dos colores primarios, como azul y rojo para hacer morado. No te
preocupes: tu hijo no saldrá de la bañera morado como una uva porque unas gotitas de colorante no le
teñirán la piel.
Viaje al pasado
¿Te acuerdas de esas viejas fotografías de tu tercer cumpleaños o de tu primer día de escuela? Sácalas,
acurrúcate con tu hijo en un sofá, y haz un viaje en la máquina del tiempo. ¡Los videos de tu boda también
le gustarán! Y, por supuesto, los videos de su primera infancia le resultarán fascinantes, así que prepara
Rábanos veloces
Si quieres ofrecerle a tu hijo un poco de jardinería con resultados gratificantes y muy rápidos, no hay nada
mejor que plantar unas semillas de rábano. ¡Las primeras hojas verdes salen en pocas semanas! Compra
una bolsita de semillas en una tienda de jardinería o por catálogo (son muy baratas) y plántalas con tu hijo
en un rincón soleado del jardín. Si no tienes jardín, plántalas en una maceta grande en el balcón o junta a
una ventana orientada hacia el sur. A tu pequeño jardinero le encantará cavar los agujeritos, poner las
semillas y cubrirlas con tierra. La diversión continúa, porque podrá regar las semillas, ver cecer los
Comida monocolor
A los adultos nos gusta tener una variedad de alimentos en el plato, pero a los niños a menudo les gusta
la uniformidad y les puede divertir preparar una cena en la que todos los alimentos son del mismo color.
Así que pídele que te ayude a encontrar alimentos para preparar una cena monocolor. Por ejemplo,
amarillo: limonada, huevos revueltos, maíz y piña. Verde: pasta con pesto, ejotes (judías verdes) y kiwis.
Caza natural
Dale a tu hijo una bolsa o un cubo y vayan a "cazar" cosas de la naturaleza. Déjale recoger todo lo que le
guste: piñas, hojas, piedras, palitos. Cuando lleguen a casa, dale una cartulina y pegamento y ponlo a
hacer un collage o una escultura. Quizás también le guste pintar una piedra, ¡y hasta puede que se
Deja que tu hijo se haga cargo de la cena una noche (tú puedes ser su servicial ayudante y encargarte de
cosas difíciles como abrir una lata o sacar algo del horno). Puede decidir lo que va a preparar e incluso
dibujar un elegante menú. Algunas sugerencias: sandwiches, ensalada, pizza, y gelatina o fruta de postre.
Descanso para mamá
¿Sabes esas noches en las que te sientes agotada y desearías que alguien te acostara a ti para variar?
¡Esta es tu oportunidad! Dile a tu hijo que necesitas a un ayudante especial para que te acueste temprano
esta noche, y pregúntale si él podría hacerlo. Puede escogerte un pijama, asegurarte de que te cepilles
los dientes y te laves la cara, leerte un libro, arroparte, darte un beso y apagar la luz. ¡Seguramente oirás
algunas risas ahogadas al otro lado de tu puerta cerrada! (Por supuesto, damos por descontado que tu
pareja u otro adulto responsable está en casa para ocuparse del niño una vez tú estés acostada).
Acampada interior
Espérate a que un día haga frío y oscuro, y mejor aún si tu hijo está aburrido. Sugiérele ir a acampar... en
tu sala de estar. Haz una tienda de campaña poniendo algunas sábanas sobre varias sillas. Si tienes
sacos de dormir, mételos adentro y, si no tienes, puedes usar almohadas y mantas para crear unos.
Cuenta cuentos y canta canciones alrededor de una hoguera imaginaria. Y luego apaga la luz y crea una
maravillosa noche estrellada iluminando el techo con una linterna a través de un colador.
Deja que tu hijo "dirija" el día. Puede tomar decisiones importantes, como lo que quiere comer, qué
actividades desea hacer y qué programa de televisión van a ver. Dale al día un nombre especial, como
"Día de Santiago", para que pueda planearlo, por ejemplo: "En mi próximo Día de Santiago quiero montar
Pon a tu hijo a buscar un tesoro en tu propia casa. Esto requiere un poco de preparación, pero vale la
pena. Dale una nota que diga, por ejemplo: "Mira en el recipiente donde está la harina". O puedes hacerlo
un poco más difícil, dándole una pista como: "Mira dentro del recipiente que tiene un polvo blanco que se
usa para cocinar". (Si tu hijo aún no sabe leer muy bien, puedes preparar dibujos en lugar de frases). En
el recipiente de la harina encontrará otra nota que le dirá dónde debe buscar después, por ejemplo, dentro
del refrigerador o debajo del tapete de la entrada. Crea unos cuantos escondites por el estilo y en el
último, pon un premio. El premio puede ser algo muy pequeño, ya que la gracia de este juego está en la