You are on page 1of 2

¿Por qué las personas en riesgo social siguen siendo un tema sin resolver?

Después de décadas en nuestro país con gobiernos de tintes socialistas, ¿Porque el


problema de las desigualdades sociales no se resuelve y sigue siendo un tema latente en el
diccionario político? Mucho se ha hablado de este tema desde diversas ópticas de concepción
de Estado sin embargo seguimos optando por la receta socialista y sus diversas ramificaciones
para solucionar este problema, ya que la misma goza de más simpatizantes al hablar de justicia
social, igualdad de oportunidades para todos y todas y mejor distribución de la riqueza, lo que
además se entiende como un apoyo a las personas en condiciones de vida vulnerables.

Sin embargo, entre las grandes contradicciones del socialismo, podemos encontrar que
al hablar de solidaridad y apoyo social la tarea le es endilgada al Estado, como responsable de
solucionar la problemática de estos sectores a costa de los contribuyentes que mediante sus
impuestos se ven obligados por ley a aportar a los planes de beneficencia del mismo y no así a
los propios individuos. Esto no es una medida de justicia social y solidaridad con estos grupos,
sino una forma más grave de desinterés, no sólo con estos sectores vulnerables, sino además
con quienes se ven obligados a destinar de sus recursos a estas causas.

Ante la propuesta liberal, muchas críticas surgen al ser escuchada. Entre ellas
encontramos que el individualismo provoca en la sociedad un sentimiento egoísta donde las
personas que la componen priorizan sus necesidades llevándolas poco a poco a un
distanciamiento con los focos de población más vulnerables. Pero antes de hablar de la
propuesta ante los grupos vulnerables hablaremos de una de las teorías más atacadas por los
enemigos de la libertad, el libre mercado.

En una sociedad de libre mercado, donde los individuos sin coacción alguna, pueden
disponer de sus bienes, recursos y tiempo como mejor les parezca, propiciando su propio
beneficio individual y de una u otra forma incentivando el beneficio de la sociedad en general.
Esto puede traducirse en precios más accesibles en la canasta básica, precios estables,
mayores opciones laborales entre otras, por lo que se benefician un mayor número de
personas en comparación con la elección de grupos específicos de la sociedad para
beneficiarlos a costa de los demás. La ventaja del libre mercado además, es que le otorga lugar
a todas las iniciativas que el individuo quiera realizar por los demás, , lo que además propicia
un verdadero sentimiento de solidaridad al ser directamente una contribución de persona a
persona, siendo esto también una acción del individuo para su propio beneficio y bienestar
que en este caso es la satisfacción de ayudar a las demás personas de forma voluntaria.

La diferencia entre “hacer el bien” de forma voluntaria y “hacer el bien” de forma


obligada es que por obvias razones el bien voluntario constituye una acción que la persona
decide emprender con el fin de dar una ayuda específica según sus recursos, y el bien obligado
constituye una acción que el Estado emprende para beneficiar a un grupo específico de la
sociedad con los recursos de los demás. Entender este atropello como una acción común y
socialmente aceptada es sumamente peligrosa para todos, ya que de la misma forma podría
entenderse como un “bien obligado” que una persona de bajos recursos amenace con
quitarnos nuestras vidas a cambio del dinero de nuestra billetera, sólo por el hecho de no
poder generar recursos propios. ¿Consideramos esto justicia social?
Las necesidades latentes de estos grupos marginales seguirán sin resolverse mientras
estos se vean obligados a depender del Estado y no puedan desarrollarse por sus propios
medios, dándonos a entender además que no hay mejor política social que una adecuada
política económica de libre mercado. Si realmente alguna persona desea contribuir a brindarle
mayores oportunidades a estos sectores lo invito a que antes de pensar que puede hacer el
Estado por ellos, piense de qué forma puede ayudar a estos sectores de forma voluntaria, y
pasar así de las palabras a los hechos.

You might also like