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La crónica
En los medios de prensa, es frecuente encontrar crónicas relativas al ámbito policial, político,
social, cultural, deportivo, etc.
El autor de la crónica debe combinar la función referencial y la expresiva del lenguaje, utilizando de
su capacidad de describir y argumentar de modo fluido, ágil y veraz, con el fin de lograr un texto
ameno y creíble para el lector.
El teatro era uno de los centros más importantes del Mineral debido a que constituía la entretención
que contaba con más adeptos; con sus películas, sus noticias y sus seriales. Desde la década del
30, cuando venían y actuaban grandes artistas con las Compañías de Elena Puelma y Alejandro
Flores, esto se había convertido en una costumbre bien arraigada, a lo que contribuían las duras
condiciones climáticas reinantes entonces.
Igual ocurría cuando se hacían veladas artísticas y las famosas Veladas Bufas que dejaron mucho
renombre y fueron muy celebradas porque eran un derroche de ingenio.
Horas entretenidas eran aquellas cuando antes de comenzar las funciones de cine, allí se tocaban
los discos de moda, que se iban renovando paulatinamente, se escuchaban los tangos, (la música
más popular entonces) de Miguel Caló, de Aníbal Troilo. Por esos días se tocaban sin cesar los
tangos "Cristal" y "Uno" por la orquesta de Francisco Canaro.
Después de haber podido apreciar tantas y tan bonitas cosas buenas en el teatro, donde el
"Pelado" Aguirre - su administrador- ponía la nota de humor, la gente se había encariñado
profundamente con este recinto. Desgraciadamente, no faltó la razón para que se incendiara.
La función de la noche había terminado sin novedad y todo estaba en calma. La gente ya se había
retirado y se supone dormía, pero ruidos extraños se escuchaban en la calle, las casas se veían
medio iluminadas por un resplandor rojizo.
Mil pensamientos pasaron en segundos por la mente de las personas de la vecindad, ¿qué sería
esa luz? ¿sería un temblor? El ruido era indescriptible.
Asomarse a las ventanas y espantarse fue una sola cosa.
Gente que corría de allá para acá; mangueras que se arrastran, gente que gritaba, personas que
se consolaban mutuamente y las llamas gigantescas que salían del teatro. Era espantoso ver con
qué rapidez el teatro se consumía presa de las llamas y sus dueños impotentes para hacer algo. El
señor Aguirre en su desesperación consolaba a sus hijas que se debatían en la más cruel realidad.
Colectivamente las personas pretendían ayudar, pero vanamente, pues el siniestro era
incontrolable.
Fue una noche larga, como dando tiempo al fuego para que lo arrasara todo y todo se perdió. Se
perdíó el teatro y la gente lloraba porque era una cosa que pertenecía a toda la población.
Hacía poco tiempo que habían convertido la pastillería que atendía don Manuelito Chang en una
pastelería donde se compraban chupetes helados con unos pequeños billetes de un peso que
circulaban por ese tiempo. En momentos de angustia, acudían a la mente pequeños detalles, como
ése.
Al día siguiente, todo era un montón de escombros humeantes: Una persona estaba carbonizada,
se decía que era el cuidador del teatro. Sólo quedaron en pie, irónicamente, las estufas de hierro
del recinto. Las casas de los contornos estaban con sus puertas y ventanas medio chamuscadas y
sus vidrios quebrados.
Al contemplar esos despojos, mil cosas y recuerdos se agolparon en uno. Ya no se escucharía
más por su radio, a las 12 del día, cuando Radio Agricultura daba la hora y se escuchaba la bonita
melodía de difusión de la Coca-Cola, ni tampoco esos lindos tangos que estuvieron de moda:
"Cristal", "Uno", "La Abandoné y no sabía", en su época de oro. Sus melodías resonaban como un
eco lejano. Para el ser humano, todo minuto ya vivido pasó a ser recuerdo...
El teatro era indispensable, la gente lo necesitaba, por esto era imprescindible construir otro lo más
pronto. Así fue como se levantó una carpa azul, en la avenida del Campamento Dublé para exhibir
películas y no quedó otra cosa que conformarse. También se prestó como cine el Club Caupolicán
y el Sindicato Obrero.
Se debió esperar largo tiempo para tener un nuevo teatro. Aunque éste fue más moderno y con
mejores comodidades, jamás se podrá olvidar el querido teatro antiguo, que parecía un ser
viviente.
Aplicación Práctica
La crónica
Te invitamos a explorar más sobre la crónica o a redactar una que presente un hecho que a ti te
haya llamado la atención o te interese en forma especial.
Antes de leer
Utiliza la crónica que hemos publicado en esta página o selecciona otra de un medio de
prensa escrita, que sea de tu interés.
Lee el título e intenta predecir de qué tratará.
Trae a tu memoria las experiencias y conocimientos que tienes sobre el tema general que
está abordando la crónica que has seleccionado.
Durante la lectura
Recurre a las claves de contexto o las claves morfológicas para deducir el significado de
palabras desconocidas. Si no lo logras, consulta el diccionario.
Destaca las descripciones que realiza el autor sobre un personaje, lugar o acontecimiento
tratado en la crónica.
Precisa los momentos en que el autor manifiesta su opinión o punto de vista personal.
Después de leer
Antes de escribir
Busca información en distintas fuentes de modo que puedas formar tu opinión y argumentar
luego sobre bases sólidas.
Durante la escritura
Al describir, utiliza los recursos expresivos del idioma, de modo que el lector se forme una
imagen detallada de lo descrito.
Cuida la cohesión y coherencia en cada párrafo y entre ellos, de modo que el texto total
resulte fluido y claro.
Utiliza un vocabulario adecuado. Evita las repeticiones de palabras y expresiones, para ello
utiliza los sinónimos.