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Consideraciones iniciales 4
Maldiciones generacionales 20
El poder de la Visualización 38
Conclusiones 45
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Agradecimientos
Primeramente a Dios, mi Señor Jesucristo. Por su gran amor y en su gran amor
lucharé hasta la muerte por la verdad escrita y por las almas por las cuales Jesucristo
padeció en la cruz.
A mis padres físicos y espirituales Gustavo y Estelinda que nunca han “tirado la toalla”
y aman fervientemente la obra del Reino de nuestro Señor. Realmente en el amor de
Dios han pastoreado a sus pequeñas ovejas.
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Consideraciones iniciales
Esta obra manifiesta la necesidad de vivir en las verdades bíblicas, de fortalecer la
comunión con Dios en el Espíritu Santo, de nutrir mentalmente al creyente con la
Roca de Cristo y su hermosa Palabra, de llevar la luz verdadera y enseñar a vivir en el
gozo que Cristo ganó por amor a nosotros, a desmentir las formas y moldes que han
traído la inercia del tiempo y la evolución en la iglesia, de desmitificar la esencia de la
Santa Palabra, de reconocer el Señorío de Jesús y de depender única y
exclusivamente de la revelación, enseñanza, doctrinas y prácticas que ya han sido
dadas por Dios para siempre (Judas 3).
Yo pregunto:
• ¿Se le pasó algo a nuestro Dios al inspirar y revelarse en su Santa Palabra?
• ¿Qué hicieron mal los apóstoles para que les faltara esa tremenda revelación que
iba a cambiar el futuro de la iglesia?
• ¿Por qué no vemos ejemplos en la Biblia de enseñanzas que actualmente
promueven los “iluminados de Dios” si era algo de suma importancia? ¿o en los
primeros siglos de historia de la iglesia de Cristo?
• ¿Hay nuevas revelaciones realmente? Me refiero a completamente nuevas, nuevas
doctrinas y no una forma distinta de explicar o vivir un concepto bíblico de acuerdo
al grado de discernimiento espiritual y mental que nos da el Espíritu Santo.
• ¿El Señor, que es Inmutable, Soberano y Sabiduría Infinita, privó de tal conocimiento
y de tal bendición a lo largo de aproximadamente 2000 años?
Ciertamente Dios en la Biblia ha puesto todos los candados para que sus hijos no
caigamos en la mentira y se nos prive del gozo ganado por Cristo en la cruz. Nos dice
que la fe (la enseñanza de Jesús y los apóstoles) fue dada una vez y para siempre
(Judas 3). Ya no hay más; no le busque tres pies al gato y no gaste su tiempo usando
de más su imaginación.
Dios nos pide en su palabra que retengamos la doctrina (2 Tesalonicenses 2.15; Tito
1.9), ¿Esto descarta algún agregado a la forma de nuestro vivir espiritual para
alcanzar las bendiciones que Dios tiene preparadas para nosotros? Sí, queda
descartado.
La amenaza más grande que tiene la iglesia viene desde sus mismas filas y tenemos
que estar bien atentos.
Este versículo es muy directo y fuerte pero el peligro de aquellos que están trabajando
de incógnito bajo sus propios deseos y concupiscencias es inminente y Dios nos pide
precisamente en el versículo anterior (Judas 3) que hagamos una contienda feroz en
contra de estos engaños.
Que bueno es nuestro Dios que dice «No os impondré otra carga», no necesitamos
hacer cosas extras, no importa que tan inocentes, profundas y reveladoras parezcan,
si nos fijamos a detalle, hay errores serios. Necesitamos retener lo que ya tenemos,
guardar las obras de Jesucristo.
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La mentalidad del hombre es siempre hacer las cosas fáciles, unos o dos pasos y
listo, mi bendición llegará pronto. Pasamos a un estado de sensaciones y sugestiones
psicológicas, olvidando al primer amor y el sometimiento absoluto a la autoridad y
dominio de Dios. Ya no hay doctrina recia y fuerte que nos enseñe la gran
responsabilidad de ser portadores de la imagen de Dios, de su verdad y su obra. Yo
no estoy en contra de los métodos, pero estos deben de contener la pureza de la
verdad de Dios.
Antes que considere esta revisión como un ataque personal hacia los autores o a la
congregación que pertenecen, informo que mi deber para ellos mismos y para las
personas que representan es de amor en la verdad de Dios y mi responsabilidad
primaria es hacia Jesucristo y su Santa Palabra. El respeto y sumisión a las
autoridades de la iglesia es un mandato divino, pero antes Dios nos invita a ser
cautelosos porque podemos ser víctimas de algún engaño espiritual. Mi deber, como
el suyo, es primero usar la verdad para regresar en arrepentimiento al camino dado
por el Señor, todos hemos fallado alguna vez y a todos Dios nos abre los brazos
porque los que ya son de Él no se perderán jamás.
Este trabajo nace de un fuego en mi espíritu por llevar las cosas como eran antes
porque Dios es el mismo siempre y la amenaza del enemigo tampoco ha cambiado,
él pretende engañarnos de diferentes formas y en diferentes tiempos pero la mentira
es su principal arma.
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Una revisión bíblica a la escuela L.B.S.
Liberación, Bendición y Sanidad.
Introducción
Lo primero que tenemos que remarcar es el hecho que esta enseñanza es obra del
mensaje de un ángel enviado por Dios que dijo: “L.B.S. es la solución”.
Como hemos visto, la Biblia descarta mensajes extras en cuanto a la vida espiritual y
doctrinal de los Cristianos, dice que no hay otras buenas nuevas, que no hay otra
solución y que hay quienes quieren pervertir el Evangelio de Cristo.
Note que no estaban presentando otro Salvador, sino que estaban perturbando la
verdad enseñada por los apóstoles. Dios nos previene al decir « Mas si aun nosotros,
o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos
anunciado, sea anatema.»
Imagine usted un vaso con agua ultra purificada, agréguele una gotita de veneno o
estiércol, no se nota nada, ¿se tomaría usted esa agua?, claro que no, usted sabe
que está contaminada.
Veré sólo algunas partes de los capítulos de la enseñanza L.B.S. con la lupa bíblica,
los compararé y presentaré la posición divina en cuanto a nuestra Liberación,
Bendición y Sanidad.
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Revisando la introducción de L.B.S. y el capítulo 1: El
poder de la liberación.
La instrucción para tomar esta enseñanza es primeramente ser cristiano. Esto implica
que la persona2:
1. Ha sido llamada por Dios para arrepentimiento (Romanos 2.4; Lucas 5.32; 2
Corintios 7.10; 2 Timoteo 2.25)
2. Su búsqueda por la vedad o la necesidad de Dios viene de un corazón sincero,
que está a punto de reventar en arrepentimiento (Jeremías 29.13).
3. Tuvo la revelación por parte del Espíritu Santo y por el Evangelio presentado que
hay un sólo Dios que es soberano, infinito y personal, que es juez del universo y
otorgador de recompensas (Hebreos 11.6).
4. Ya ha reconocido que es pecador y que necesita de un Salvador.
5. Sabe que Jesucristo es Dios y Señor y que resucitó físicamente (Romanos 10.9).
6. Sabe que Jesucristo murió por sus pecados (1 Timoteo 1.15).
por lo tanto:
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La guerra es contra la mentira del enemigo y la naturaleza de nuestra carne. Es ahí en
donde tenemos una batalla que solamente puede ser ganada si seguimos la palabras
de Jesús en Juan 8.31-32. La liberación consciente es aceptar las verdades de la
Escritura y vivirlas en la revelación extraordinaria de la Sangre del Cordero.
El Pastor Sojo dice en la página 9 de su libro “Toda atadura maligna tiene su origen en
el pecado” y por ignorar la verdad de Dios practicamos el pecado”.
Si necesitamos estar renunciando a todo lo malo porque L.B.S. enseña que aunque
usted ya es todo un Cristiano (ha sido redimido por la Sangre del Cordero, es hijo de
Dios y el Espíritu Santo mora en usted) aún continúa bajo las “maldiciones de la
tierra, del propio territorio, de la parentela o generacional...”, entonces:
Una vida apartada de Dios trae la consecuencia de vivir bajo la maldición de Dios, es
decir, el juicio que Él dictó por la desobediencia en Génesis 3.17-19.
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La revelación de Dios en el Nuevo Testamento.
Dése cuenta que «la verdad los hará libres» implica que usted viva conscientemente y
palpando su salvación como algo verdadero, algo que aconteció por el
derramamiento de Sangre perfecta, sin mancha y divina (1 Pedro 1.19). Usted debe
vivir conforme a la Palabra porque permanece en ella, en la verdad que afirma
rotundamente que al aceptar a Cristo: no le debe nada a nadie (diablo, demonios,
tinieblas), sólo a Dios (Colosenses 2.15). No hay maldición alguna de linaje (parentela),
nación, territorio o historia de pecados.
Que preciosa, concisa e inmutable verdad presenta Dios en Apocalipsis 5.9-10. Esa
es la tremenda revelación que usted tiene que practicar porque es una realidad
espiritual. Ya hemos sido librados de los errores de nuestra parentela, tierra o nación;
nuestro linaje ahora es divino, Dios es nuestro Padre.
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El mismo Pablo tenía un historial digo de ser uno de los más buscados por el FBI, ¡en
qué gran maldición de parte del Señor vivía!, se la pasaba persiguiendo a los hijos de
Dios para encarcelarlos y matarlos, era testigo de muchas atrocidades en contra de
los trabajadores del reino de Dios, entre esas la muerte de Esteban, el cual era lleno
del Espíritu Santo (Hechos 7.55; 7.60; 8.1).
Una vez que la enseñanza de Jesús y la doctrina expuesta por los apóstoles en la
Biblia se haya manifestado y revelado en su vida, es cuando el Señor lo perfecciona
para ser cada vez más maduro. A mayor madurez mayor liberación o libertad para
hacer lo que a Dios le agrada aunque como un extra tengamos nuestra entera
satisfacción por servir al Rey. En 1 Corintios 6.19-20 es interesante la invitación a
«glorificad» después de la clara afirmación que ahora somos y pertenecemos a Dios
«habéis sido comprados por precio», es decir, nuestra tarea como Cristianos es la de
glorificar a Dios con nuestras obras y testimonio, ya no hay maldición alguna, ya no
hay ataduras espirituales por parte del diablo « nos ha librado de la potestad de las
tinieblas».
La idea de hacer una “vía rápida” el proceso de “liberación” con una escuela,
métodos o rituales de renunciación a “maldiciones” es contraria a la voluntad definida
por Dios en la Escritura. L.B.S. enseña que será una guía para que el Cristiano
alcance una “liberación total”. Es correcto la mención acerca del conocimiento de la
Palabra de Dios y una vida de oración, pero acerca de las “confesiones de fe” (pág. 5)
hemos visto que no van acorde a la libertad que ya tenemos en Cristo.
La escuela que necesitan los hijos de Dios es la que Él mismo nos da en su Palabra,
en las pruebas y recompensas diarias de nuestras vidas. Nuestra graduación termina
cuando pasemos a estar a su lado y celebrando las bodas del Cordero. La escuela es
de por vida, no es un “fast track” para liberarnos del diablo y sus huestes. Siempre
tenemos que velar porque el enemigo anda como león rugiente (1 Pedro 5.8) tratando
de engañar y fastidiar el gozo consciente, real y verdadero de los escogidos. La clave
no es el rechazar o renunciar esto y aquello. El código divino es siempre aceptar el
Señorío de Cristo, hacer lo que Él manda y ponernos su armadura. Efesios 6.11-17
dice:
Estar siempre esperado y pensando qué está mal para rechazar o acordarnos en
todo momento de eso, nos aleja de la firmeza de la verdad. El tiempo se debe de
invertir en la verdad y nuestra vida debe ser Cristocéntrica. Toda tiniebla ha sido ya
derrotada y pertenecemos a un nuevo territorio que se llama el Reino de los Cielos.
Enhorabuena.
La doctrina de L.B.S. implica una visión interna hacia la vida de Abram, pensando que
él se sintió liberado de ataduras y de toda opresión demoniaca, sólo con irse de su
casa cuando se lo pidió Dios, ¿acaso no es necesario hacer una lista y renunciar a
todo lo que hacían los padres?¿lo hizo el patriarca Abraham?
Todos sabemos el sufrimiento y preocupación que tenía Abram por no tener hijos
(Génesis 15.2-3), ¿será que era una maldición heredada y se esfumó al decir
“abracadabra” rompo, aún usando el nombre de Dios o cuando dejó su casa? La
Biblia nos cuenta que sus antepasados y su familia eran buenos procreadores
(Génesis 11) y aunque la esterilidad venía por parte de Sarai ese problema afectaba
directamente la vida de Abram. Así que desde ya descartamos la idea de que era una
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maldición transmitida. Usar versículos sin base alguna y cambiar su significado para
enseñar “nuevas revelaciones” es tergiversar la Palabra (2 Pedro 3.16).
Irse de su tierra fue una decisión tomada de un llamado y una orden que Abram
recibió de Dios. La obediencia total de Abram estaba marcando en la historia terrenal
el increíble plan de Dios para la redención del hombre y no simplemente esa
“liberación” promovida en L.B.S. La verdad en este acto está centrada en la promesa
del Mesías y la liberación de su pueblo (Mateo 1.1-2; Romanos 4.16; Gálatas 3.16).
Dios estaba cumpliendo su propósito paso a paso por amor de nosotros pero sobre
todo para exaltar el Señorío de Cristo Jesús y su impresionante poder Soberano y
Santo para transformar el presente directo en la vida de Abraham y el futuro de los
que aceptaran la promesa de salvación en la persona de Jesús.
Dios cambió por completo la vida de Abraham y con un propósito eterno y redentivo
permitió esas carencias previas en la vida del patriarca y de su esposa Sara.
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creyéndolo, y saludándolo, y confesando que eran
extranjeros y peregrinos sobre la tierra.
14 Porque los que esto dicen, claramente dan a
entender que buscan una patria;
15 pues si hubiesen estado pensando en aquella de
donde salieron, ciertamente tenían tiempo de
volver.
16 Pero anhelaban una mejor, esto es, celestial; por
lo cual Dios no se avergüenza de llamarse Dios de
ellos; porque les ha preparado una ciudad.
Tanto Abraham como Sara en los vv. 14 y 15 denotan total despreocupación por lo
que habían dejado o renunciado porque no importaba en lo absoluto; su meta
siempre fue un territorio y una vida de entrega espiritual a Dios «Pero anhelaban una
mejor, esto es, celestial;».
Nuestra condición en el presente es que somos hijos de Dios gracias a que Jesucristo
nos ha restituido a la imagen y semejanza de Él y nos ha confirmado espiritualmente
como coherederos del Reino (Romanos 8.17; Efesios 3.6), pero aún así pasamos por
situaciones dolorosas, enfermedades, persecuciones y por su puesto la muerte física
(2 Corintios 4.8; 16-17). Hemos sido hechos criaturas nuevas pero la consecuencia
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física del pecado original aún prevalece hasta que venga nuevamente nuestro Señor
Jesucristo para lanzar a la muerte al infierno (Apocalipsis 20.14).
Las personas que reciben un evangelio modificado, han sido entrenadas para pensar
que su vida ahora será de color rosa, pero ante las vicisitudes de la vida terminan por
tenerle desconfianza a Dios porque nunca les resolvió sus problemas. Los maestros
de la Palabra tienen una gran responsabilidad de transmitir correctamente el mensaje
de Dios y exhortar a un andar en el espíritu, sabiendo que nuestra recompensa será
muy superior a cualquier milagro, añadidura física o la falta de los mismos (Romanos
8.18). Tenemos la eternidad asegurada con nuestro adorable Señor Jesucristo.
La vida en el espíritu es la que se tiene que procurar porque es más que evidente que
si usted ya es salvo, su espíritu no tiene ningún tipo de ataduras. Su mente tiene que
ser nutrida de la Palabra y la verdad de Dios para que comprenda esta impresionante
bendición.
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Maldiciones generacionales
Presento tal cual un excelente trabajo realizado por el apologista Pablo Santomauro.
¿Maldiciones Generacionales?3
Se supone que el individuo que está bajo una Maldición Generacional ha nacido ya
destinado a cometer ciertos pecados, o es propenso a sufrir ciertos males o
desgracias, y es dominado por un poder que ningún humano puede controlar. Es por
ello que se necesita un poder mayor, el de Dios, para romper o cancelar la maldición.
Cierta autora que promueve esta extraña teología, lista una serie de declaraciones
supuestamente formuladas por gente que está o ha estado bajo el efecto de una
maldición:
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• He sido despedido de cada empleo, o las compañías donde he trabajado han
quebrado.
• No puedo disfrutar la vida, porque siento que pronto sucederá una desgracia y así
ocurre. [1]
La autora finaliza diciendo: "Para entender las maldiciones debemos darnos cuenta
que estamos lidiando con fuerzas poderosas que no podemos ver y que nuestros
sentidos no pueden entender."
En otras palabras, sin detenerse a pensar ni por un momento de que los males
descritos pueden ser patrones de conducta adquiridos, un efecto "natural" de la
Caída de la raza humana, una manifestación de la naturaleza pecaminosa del ser
humano en general, hábitos de un pésimo trabajador en particular, o consecuencia de
la crisis económica que predomina en el mundo, la autora del artículo determina
automáticamente que las personas afectadas por estas cosas no son responsables
de sus situaciones en absoluto, sino que son víctimas de una maldición que los
alcanza desde el pasado en su línea generacional.
No cabe duda que por regla general el carácter de los padres , así como la influencia
que ellos ejercen sobre los hijos, juega un papel primordial en la personalidad y la
conducta de los hijos y sucesivos descendientes. En muchas familias podemos
encontrar que el alcoholismo, por ejemplo, afecta a las diferentes generaciones, que
en cierta forma sólo están imitando la conducta y los pecados de sus antecesores.
Un padre borracho y jugador condena a su familia a la pobreza y una vida miserable
desde todo punto de vista. Si los hijos imitan al padre, y los nietos al hijo, es claro que
la pobreza y la desgracia se perpetuarán en la familia. Pero no se deben confundir los
malos hábitos adquiridos por el ejemplo de los padres con una maldición que fue
proferida por alguien y que debe ser rota por medio de una invocación especial
pronunciada por un predicador especial.
3) La tercera opción es Dios. En realidad, en la Biblia vemos que sólo Dios tiene el
derecho y el poder de invocar una maldición (Deut. 28:15-68), aunque en ciertas
ocasiones concede a los humanos el derecho de pronunciarla, pero siempre con su
aval (Gén: 27:29). Si bien cualquiera puede proferir una maldición con sus labios, de
ahí a que se cumplan hay un largo trecho. El Proverbio 26:2 establece que una
maldición dañina dirigida hacia una víctima inocente es totalmente inefectiva. El único
que maldice de verdad, vale la pena repetirlo, es Dios. La maldición de Dios, aunque
el término suene feo por la fuerza de la costumbre, es una revelación de Su justicia
que afirma Su derecho a exigir completa obediencia de los humanos.
Una vez confrontados con las opciones, los proponentes de las maldiciones
ancestrales no tienen más remedio que aceptar que el único ser de quien vienen las
maldiciones es Dios, pero para justificar su metodología agregan, sin ninguna base
bíblica, que son Satanás y los demonios los que se encargan de que la maldición
perdure. En otras palabras, si me permiten el sarcasmo, Dios necesita la ayuda de los
ángeles caídos para perpetuar la maldición.
El concepto de maldición que estos predicadores manejan está relacionado con los
poderes mágicos ocúlticos y la superstición pagana, equivalente a un hechizo o un
encantamiento que llevado al ridículo es similar al embrujamiento que convirtió al
hermoso príncipe en un sapo. Este tipo de absurdidades no existe. La gente
involucrada en la brujería, la santería o el vudú manejan estos conceptos mientras
clavan agujas en un muñeco, le suenan la maraca al enfermo o bailan alrededor del
"cliente" sacudiendo la pobre gallina.
Veamos cómo se define "maldición" en las propias palabras de aquellos que enseñan
el concepto de Maldiciones Generacionales:
"La primera parte (hasta antes del primer punto y seguido) es correcta, porque está
copiada de un diccionario bíblico; el resto ya es de su propia cosecha. Agregarle
incoherencias de su peculio a la definición, provoca que los MG (proponentes de las
Maldiciones Generacionales) tengan dificultad para saber de dónde proviene la
maldición. Porque por un lado apoyan su doctrina con Exodo 20:5, "...Yo visito la
iniquidad de los padres a los hijos...", en donde es Dios quien habla, pero luego
invierten todo y dicen (como en el párrafo de arriba) que ¡"la maldición es una fuerza
demoníaca"! O sea: Dios maldice pero el diablo le gana a maldecir." [3]
Ejemplo: En Deuteronomio 28, Dios establece las increíbles bendiciones que vendrán
sobre el pueblo de Israel como resultado de la obediencia a los mandamientos de
Dios (Deut. 28:1-14), y luego como contraposición expresa lo que ocurrirá como
consecuencia de desobedecer voluntariamente esos mandamientos (Deut. 28:15-68),
lo que es equivalente a "haber dejado a Jehová" (v. 20). Como vemos, una maldición
de Jehová siempre conlleva el deseo de que el bien sea derramado sobre los que lo
aman y le obedecen. No tiene el propósito primario de hacer el mal. Aún más, las
maldiciones de Dios no excluyen la posibilidad de arrepentimiento por parte de la
persona, sino por el contrario, son enunciadas con el fin de que evitemos pecar
contra Dios.
En realidad, parece increíble que Dios tenga que repetir un concepto que ya había
impartido al pueblo judío siglos antes: "Los padres no morirán por los hijos, ni los hijos
morirán por sus padres; cada uno morirá por su pecado" (Deut. 24:16).
Por supuesto que los maestros de la Maldición Ancestral citan pasajes bíblicos para
apoyar la enseñanza. El favorito es el siguiente:
"...que visito [Dios] la maldad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y cuarta
generación de los que me aborrecen, y hago misericordia a millares, a los que me
aman y guardan mis mandamientos." (Éxodo 20:5).
Este parece ser para ellos el pasaje que definitivamente establece que Dios castiga a
los descendientes de los pecadores. El problema es que:
1) La palabra "castigo" no aparece por ningún lado, ni aun en las repeticiones del
pasaje (Ex. 34:7; Núm. 14:18; Deut. 5:9).
3) Los expertos que produjeron la versión Septuaginta del Antiguo Testamento del
hebreo al griego usaron la palabra griega "episkeptomai", que significa "observar,
supervisar, cuidar, examinar de cerca."
Como vemos, tanto el castigo como la maldición sobre las generaciones venideras
está ausente del pasaje. Otro error de los maestros de la maldición hereditaria es
ignorar totalmente el resto del pasaje, donde se enfatiza la misericordia de Dios sobre
los que le aman y guardan sus mandamientos. Esto, automáticamente cancela
cualquier pretensión de que un cristiano esté marcado por una maldición ancestral y
deba ser liberado de ella.
Estimado lector, no se deje embaucar por aquellos que le inculcan ideas de que usted
ha sido afectado por una "maldición ancestral, hereditaria o generacional", "línea
sanguínea familiar", "iniquidad familiar", "líneas de iniquidad", o cualquiera sea el mote
que le apliquen a esta horrenda doctrina pergeniada por humanos, no por Dios.
Usted, como cristiano, debe afirmarse en la verdad de que Cristo perdonó las
iniquidades de muchos con su sacrificio en la cruz (Isa. 53:11).
En primer lugar, digamos que aquellos que se convierten a Cristo en esta generación
presente, traen consigo un pesado bagaje que la Nueva Era impuso casi
inconscientemente sobre ellos. Si bien la Nueva Era como movimiento se diluyó a
partir del decenio de los noventas, sus enseñanzas han permanecido y aun
influencian a la gente por diferentes medios, televisión, películas, revistas, libros,
música, educación pública, prácticas de la salud holísticas, etc.
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¡Qué pena que no se les inculquen las verdades de la Palabra de Dios! ¿No es el
cristiano una nueva criatura en Cristo y las cosas viejas pasaron (2 Cor. 5:17)? ¿No
hemos sido librados de la potestad de las tinieblas y trasladados al reino de
Jesucristo (Col. 1:13)? ¿Acaso no dice la Escritura que a los cristianos el maligno [el
diablo] no nos toca (1 Jn. 5:18)? ¿Puede el diablo y sus huestes ejercer mayor
influencia en un cristiano que la presencia del Espíritu Santo que mora dentro de él?
¡De ninguna manera! Mayor es el que está en nosotros [Dios Espíritu Santo] que el
que está en el mundo [Satanás] (1 Jn. 4:4).
¿Puede el cristiano estar poseído por un demonio? ¡No! Las tinieblas no tienen
comunión con la luz (2 Cor. 6:14). Los cristianos somos el templo del Dios viviente (2
Cor. 6:16). Esta es una referencia a la presencia del Espíritu Santo en nuestros
cuerpos. El Espíritu Santo no se corre hacia un lado para hacerle lugar a un demonio.
Walter Martin, el recordado apologista, lo ponía de esta forma: "Cuando el demonio
golpea a la puerta del corazón del cristiano, el Espíritu Santo abre la puerta y le dice,
‘Mándate mudar’." A mí me agrada más la expresión "Vete al diablo." Claro, sólo para
esta ocasión, no como parte de mi lenguaje habitual.
Al considerar que esta doctrina de las Maldiciones Generacionales surgió por primera
vez en el decenio de los ochentas, luego de miles de años en que supuestamente los
hombres y mujeres de Dios estuvieron en tinieblas con respecto a estas cosas,
corresponde analizar las causas por las cuales ciertos predicadores la iniciaron y
propagaron.
Y luego comenta: "Qué importante es enseñar a los niños desde pequeños a diezmar
y a los jóvenes que trabajan apartar su diezmo para Dios, esto ayuda a romper
cualquier maldición de pobreza y ser apartado el enemigo de sus vidas y tener
prosperidad." [4]
Conclusión
No encontré nada mejor para finalizar este artículo, que las palabras de René X.
Pereira Morales, en referencia a unos de sus muy buenos trabajos:
"Espero que por medio de este escrito, muchos puedan abrir sus ojos y escapar de
este sistema de superstición y misticismo que mantiene en ignorancia y atraso
espiritual a muchos cristianos bien intencionados. Que puedan entender que hay más
peligro espiritual en algunos predicadores, falsos apóstoles y pseudo-profetas de hoy,
que en un árbol donde los indios adoraban a sus dioses o en una calle donde se
traficaban esclavos." [5]
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Notas:
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Los siete peores espíritus
El primer párrafo de la introducción a este tema afirma que hay 7 líneas de opresión
diabólicas, que lo qué más hizo Jesucristo fue echar fuera demonios y que Jesús
menciona estos 7 espíritus malignos que siempre tienen a uno atrapado (pág. 42).
Sí lo hizo, pero ¿lo que más hizo?. A esta altura de la revisión usted ya tendrá ciertas
dudas al respecto ¿no cree?.
La vida y obra de Jesús no se centró en su poder para echar fuera demonios (otros lo
harán pero Jesús no los conoce, Mateo 7.21-23), sino en su confirmación como Hijo
de Dios, en obediencia radical al Padre, en Santidad absoluta y en salvar pecadores.
Después de eso creo que lo que más hizo fue sanar enfermos.
Primero fueron los psicólogos los que nos enseñaron que vivimos en una sociedad
integrada por víctimas. Nadie es responsable por su propia conducta, y por ello
hemos visto a gente demandando legalmente a las compañías tabaqueras por el
cáncer que adquirieron luego de fumar por años, y a los restaurantes McDonald’s por
haber causado su obesidad con comidas de alto contenido grasoso. Los criminales,
a su vez, culpan por sus actos a las circunstancias de su pasado y/o el haber crecido
en una familia disfuncional. Los homosexuales culpan a sus genes (“se nace así”, dice
el mantra). Todo el mundo culpa a alguien o a algo por su situación.
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Biblia nunca habla de “posesión” en referencia a un cristiano – a decir verdad, ni
siquiera habla de “opresión” – sino que el factor siempre presente es la “tentación”, y
ésta mayormente viene del interior del hombre (Stg. 1:14).
Cierto, Satanás puede tentar, y así lo hizo en un principio en Génesis 3. Luego que
nuestros padres milenarios pecaron, Dios no enfrentó primero al diablo sino que
comenzó la “investigación” con el careo de Adán y Eva. En ningún momento quitó la
responsabilidad de Adán y Eva, quienes en principio quisieron transferir la culpa a
Dios, a la mujer (Gn. 3:12), y a la serpiente (Gn. 3:13) sucesivamente, pero en el final
ambos confesaron su pecado (“y comí”). El diablo los tentó sin lugar a dudas, pero no
los poseyó ni los oprimió. Ni Adán ni Eva pudieron decir: “El diablo me hizo hacerlo”.
Dios exigió una confesión de parte de los pecadores y luego proveyó una muerte
sacrificial en su lugar para remover la culpa (Gn. 3:21).
El anterior es un patrón establecido para tratar con los pecados del hombre desde la
Creación. Este patrón prosigue a través de la revelación de Dios, el hombre
confesando su pecado y Dios transfiriendo la culpa por medio de la provisión
comprendida en la obra de Cristo en la cruz. Lo que Dios quita es el pecado, no
algún espíritu o demonio que nos hace pecar.
Es importante saber que cuando las epístolas hablan de los diferentes pecados en la
vida del creyente y cómo tratar con ellos, en ninguno de los casos se indica que un
exorcismo es necesario. Sin embargo, muchos enseñan que los pecados
mencionados en los pasajes bíblicos a continuación, son causados por demonios que
pueden poseer a los cristianos (a los efectos prácticos, no hemos resaltado los
pecados, sino los mandamientos y proposiciones referentes a la solución para tratar
con ellos y la posición desde la que lucha el cristiano):
“Y manifiestas son las obras de la carne, que son: adulterio, fornicación, inmundicia,
lascivia, idolatría, hechicerías, enemistades, pleitos, iras, contiendas, disensiones,
herejías, envidias, homicidios, borracheras, orgías, y cosas semejantes … pero los
que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos’” (Gá. 5:
19-21, 24).
“Porque de dentro del corazón de los hombres, salen los malos pensamientos, los
adulterios, las fornicaciones, los homicidios,, los hurtos, las avaricias, las maldades, el
engaño, la lascivia, la envidia, la maledicencia, la soberbia, la insensatez”. (Mr. 7:
20-22).
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“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los
fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con
varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los
estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido
lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del
Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.” (1 Co. 6:9-11).
Una simple lectura de los pasajes anteriores nos muestra que los promotores de la
“liberación” de demonios erran al no entender que:
1) La Palabra de Dios da por entendido que los cristianos tenemos el poder de “hacer
morir” las cosas que ellos llaman demonios. La presencia del Espíritu Santo en los
cristianos les da la victoria.
2) Los verdaderos cristianos han “crucificado la carne con sus pasiones”. Una vez
más, está al alcance de la voluntad del cristiano el poder para despojarse del viejo
hombre (su naturaleza pecaminosa, o carne). Los deseos pecaminosos en el
cristiano no desaparecen, pero ahora tenemos el poder para vencerlos (Ro.
6:6,7,12,13). Puesto simple, en los cristianos genuinos, el pecado permanece pero
no prevalece.
3) Nuestro propio Señor Jesucristo afirmó que los supuestos demonios que los
ministerios de liberación expulsan, se originan en el interior del hombre.
4) A lo que ellos llaman demonios, la Biblia llama “obras de la carne” y “lo terrenal”, y
los asocia con “la carne”, el “viejo hombre” y el “corazón de los hombres”.
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Dios ha provisto la solución para que no sigamos pecando:
“….. Así también vosotros consideraos muertos al pecado, pero vivos para Dios en
Cristo Jesus, Señor nuestro. No reine, pues, el pecado en vuestro cuerpo mortal, de
modo que le obedezcáis en sus concupiscencias”. (Ro. 6: 11-12)
“Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu ….” (Ro. 8:9)
“Mas vosotros no habéis aprendido así a Cristo, si en verdad le habéis oído, y habéis
sido por él enseñados, conforme a la verdad que está en Jesús. En cuanto a la
pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a los
deseos engañosos, y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo
hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad”. (Ef. 4:20-24).
El viento puede soplar hacia el este, norte, sur, oeste, o cualquier combinación de los
anteriores, no importa hacia donde sople, es la posición de la vela la que determina la
dirección en la cual el velero navega. Pongan sus velas en la posición correcta.
¿Qué significa que hemos muerto al pecado? Significa que hemos muerto al dominio
del pecado, o al reinado del pecado. Antes de confiar en Cristo como Salvador
nosotros pertenecíamos al reino de Satanás y del pecado (Ef. 2:2). Estábamos bajo el
poder del pecado, no teníamos la posibilidad de decir “no peco” — eramos esclavos
o prisioneros, nacimos en esta esclavitud, todo individuo nacido desde Adán (con
excepción de Cristo) nace esclavo del pecado y de Satanás.
Ahora, como dice el dicho, otro gallo canta. Dios ha provisto, ha puesto a nuestra
disposición el camino hacia una vida de santidad y poder, una vida en el Espíritu. Dios
lo ha hecho, pero como toda cosa dual en la Escritura, nosotros tenemos que resistir
en el Espíritu. No confundamos el potencial de resistir (el cual Dios nos ha dado) con
la responsabilidad de resistir (que es nuestra), y en esto, los demonios no tienen nada
que ver. <>
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Como creyentes podemos, en circunstancias diversas, ir en oración a Dios para decir
por ejemplo: “Señor ya no quiero pegarle a mi esposa o “al esposo”, ya no quiero ser
prostituta, te necesito y renuncio a todo eso para que tú vivas en mí, ayúdame a
vencer…”
La NVI traduce los vv. 3 y 4 así «Porque llegará el tiempo en que no van a tolerar la
sana doctrina, sino que, llevados de sus propios deseos, se rodearán de maestros
que les digan las novelerías que quieren oír. Dejarán de escuchar la verdad y se
volverán a los mitos.»
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Revisando el capítulo 2: Conociendo la plenitud de tu
bendición.
Todo lo que viene de Dios hacia uno de sus hijos necesariamente es bueno y es
bendición desde el punto de vista celestial. La enseñanza L.B.S. promueve que la
bendición es un derecho que tenemos por la redención que tenemos en Cristo. La
Biblia enseña que las bendiciones y regalos de Dios son eso: regalos. Definir la
voluntad de Dios y su Soberanía en términos humanos o más bien enfocados en
necesidades humanas es contraria a la bendición y prosperidad que la Biblia enseña.
Sí, Abraham fue muy prosperado pero el error en esta enseñanza es que está
centralizada en un evangelio de prosperidad e influye en el creyente ideas como las
antes vistas (derechos legales, usted puede exigirle a Dios) y una filosofía de
conveniencia al esperar sólo abundancia de parte de Dios porque lo merecemos.
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Dios es capaz de proveer todas la bendiciones que pidamos en el nombre de Jesús
pero hay condiciones que controlan las regalías que Dios tiene para nosotros:
Vemos en L.B.S. que para esto usted tiene que renunciar a todo pensamiento
negativo y luego creer en Dios, ¿Lo habrá copiado de Conny Méndez?. En esta
enseñanza vemos una clara mezcla de métodos metafísicos y verdades del
cristianismo bíblico. La peor mentira es la que parece verdad.
L.B.S. también explica acerca de las bendiciones espirituales como gozo, paz… pero
rápidamente todo toma un giro raro hacia la conveniencia física y material que
tampoco es malo pero recargarse demasiado en eso nos aferra al Mundo.
Los mejores regalos y bendiciones son los frutos y dones del Espíritu Santo y
tenemos que buscarlos con un corazón sincero (1 Corintios 14.1; Gálatas 5.22).
Estamos llenos de bendiciones celestiales (Efesios 1.3) pero nos enseñan a ocupar
tanto tiempo en renunciar a lo negativo que vivimos hundidos o al menos flotando en
esa negatividad. Hay una barrera mental que se forma por hacerle caso al menos
para reprender algún pensamiento o renunciar cada minuto a algo. L.B.S. está
haciendo un “software” mental para tener este estilo de pensamiento. La Biblia
tampoco promueve un estilo de pensamiento positivo. La Biblia promueve y enseña la
verdad, que a veces, conforme a nuestro estilo de vida, nos parece aberrante y
negativo. Así que otra vez la clave para una bendición no es renunciar a lo negativo o
exagerar de ser positivos sino aceptar la verdad. Por sentido común y lógica, el ser
negativos siempre lleva a malos resultados. El positivismo Cristiano está basado en
pensar que lo que dice la Biblia es real y verdadero, pensar que Dios nunca lo
abandona y siempre escucha y responde sus oraciones.
Las primicias de bendición (de todo tipo) que recibimos de parte de Dios al nacer de
nuevo en Cristo son distintas a una abundancia financiera, por mencionar alguna.
Con en tiempo, aprendemos a enfocar nuestro esfuerzo y responsabilidad de
acuerdo al carácter y mente de Dios para que pueda darnos cualquier cosa en el
momento que estemos listos. Esto no es de la noche a la mañana, ni en 3 semanas,
tampoco en 5 años. La escuela de Dios se tiene que llevar en Dios (en Cristo) toda la
vida. Veamos algunas de estas primicias:
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• Dejamos que Dios gobierne nuestras vidas, ya no tenemos tanto de qué
preocuparnos, Él manda ahora y nuestra responsabilidad es de ocuparnos de
permanecer en sus estatutos espirituales y morales.
Estas son las verdaderas bendiciones que se empiezan a activar en la vida del
Cristiano. El que tiene el Espíritu se goza y es bendecido al servir a los demás, hace lo
que es espiritual y lo material llegará conforme a la gracia de Dios, por su amor,
misericordia y benignidad. El que tiene derecho a algo es dueño de algo y nosotros
fuimos comprados por precio, nada nos pertenece, no somos de este Mundo.
Contradicciones
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El poder del pensamiento positivo
Según L.B.S. 2 Corintios 10.5 se interpreta: echar fuera todo lo negativo, sometemos
lo malo y lo echamos fuera, después implantamos en nuestra mente lo bueno en
Cristo Jesús; así vivimos en paz (pág. 69). Veamos 2 Corintios 10.3-6:
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El poder de la Visualización
Al leer este título (pág. 71) tenía dudas con respecto a si estaba leyendo un material
para enseñar a la iglesia de Cristo. Por más lenguaje evangélico que le pongan esto
demuestra un descontrol comunal en referencia a la doctrina de la fe en Cristo, al
gobierno Soberano de Cristo y a una vida en el espíritu. Más bien lo convierte
solamente en una vida mental y egocentrista.
Cuando Jesucristo habla y dice cosas que van a pasar (como los ejemplos de la pág.
71) no es porque Él haya visualizado y con ese gran poder podía ver más allá. Por
favor, Jesucristo es Dios y sabía qué cosas sucederían porque Él es el autor de la
vida, del universo, de todo lo que se ve y no se ve.
Con este tipo de “revelaciones”, que no es más que una mezcolanza con creencias
metafísicas, ley de la atracción, visualización…, el pueblo de Dios queda nadando en
un pantano, al otorgar la fuerza de su vida y existencia al poder de visualizar con su
mente. Puede sonar muy bonito el mensaje pero revise la Biblia y no encontrará
alguna enseñanza similar por Jesús o los apóstoles.
Vemos que Pedro le dijo a Jesús «manda que yo vaya a ti sobre las aguas». La
petición de Pedro no era meramente caminar sobre el agua sino ir a Jesús y por ende
tenía que hacerlo sobre las aguas. Jesús dio la orden pero Pedro puso más atención
en las cosas naturales o del Mundo, tuvo temor y se olvidó de su petición original.
Realmente cuando Jesús le dijo «!Hombre de poca fe! ¿Por qué dudaste?» no se
refería directamente a sólo caminar sobre el agua sino a que iba llegar con Jesús.
Que distinto cuando leemos en la Biblia que esperemos en Dios, que tengamos
paciencia, que Él responde.
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Revisando el capítulo 3: El poder de la sanidad profunda.
Un movimiento controversial ha sido el de César Castellanos y la utilización de
técnicas para promover este tipo de sanidad (profunda, interior…). He tomado
prestado de nuestro hermano Santomauro5 un buen artículo a este respecto en
donde podemos ver algunas de las propuestas que presenta L.B.S para la sanidad
del alma y las que presenta la Biblia.
“La sanidad interior y la liberación constituyen etapas por las que todo cristiano
comprometido debe pasar …” (Sueña y ganarás el mundo, César Castellanos, p.
105).
Es obvio que estamos frente a una peligrosa combinación de psicología freudiana con
la implantación de ideas por sugestión y la visualización ocúltica. La razón por la cual
la sanidad interior es atractiva es que los cristianos sabemos que Cristo sana nuestro
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interior en realidad. Como los proponentes de la doctrina la presentan con algunos
términos bíblicos y dan participación a Cristo en sus sesiones, muchos piensan que
se trata de algo bíblico o doctrinalmente correcto.
Primero que todo debemos reconocer que la creación cayó bajo la maldición del
Creador luego del pecado de Adán. Desde entonces nadie vive sin ser afectado por el
dolor de una u otra forma. Todos tenemos momentos traumáticos de diversa índole
en el período de nuestras vidas. Al mismo tiempo, también causamos mal a otros en
menor o mayor grado, o sea que todos somos víctimas y todos victimamos en algún
momento.
Si bien existen factores externos en toda vida que afectan el desarrollo de nuestra
personalidad, si fuéramos objetivos en nuestra apreciación tendríamos que aceptar
que muchas de las situaciones en que nos encontramos tienen su origen en nosotros
mismos. Hay casos en que sí, la persona ha sido dañada emocionalmente por
circunstancias poco fortuitas y tiene necesidad de ser restaurada o sanada de sus
traumas, pero ¿justifica esto el método de la Sanidad Interior? ¿No puede Dios tratar
con nuestras heridas?
La pregunta nunca debe ser planteada sin antes preguntarnos primero cómo trata
Jesucristo con nuestro pecado. Es obvio que cuando nos arrepentimos y ponemos
nuestra fe en Jesucristo, nuestros pecados son judicialmente perdonados y somos
vistos inocentes delante de Dios – somos salvos, justificados por gracia.
La causa de que sistemas deficientes creados por el hombre invadan las iglesias, es
la negligencia de los líderes en cuanto a enseñar en temas doctrinales como el
ministerio del Espíritu Santo y el poder de la Palabra. Conceptos como la obra de
santificación del Espíritu son completamente desconocidos por el cristiano moderno,
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es por ello que en lugar de buscar una vida llena del Espíritu y ser consolados por
Cristo, buscamos ser santificados y sanados psicológica y místicamente…
El pasaje de Isaías 61: 1-4 describe un aspecto crucial en la misión de Cristo. Dice
que Cristo fue enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, vendar a los
quebrantados de corazón, publicar libertad a los cautivos y abrir la cárcel a los que
están prisioneros, consolar a los enlutados y traer alegría y gozo a los afligidos. Este
es el mismo pasaje que Cristo leyó en la sinagoga identificándose como el Mesías (Lc.
4:15). Este aspecto de la misión de Cristo muestra la forma en Dios opera; en otras
palabras, esto es lo que el Evangelio hará por usted. ¿Cómo hace esto Cristo? A
través de su Palabra en el poder del Espíritu Santo.
La Palabra de Dios es un poder activo en el alma del creyente. Es por ello que David
en el Salmo 119 usa expresiones como: “vivifícame/susténtame según tu palabra, la
exposición de tu palabra alumbra-hace entender a los simples, aflicción y angustia se
han apoderado de mí – mas tus mandamientos fueron mi delicia (consolación en
medio de los problemas), mucha paz tienen los que aman tu palabra”, etc. No dejan
de descollar las palabras del verso 50 en el mismo Salmo 119: “Ella (la Palabra de
Dios) es mi consuelo en mi aflicción.” La Palabra de Dios penetra a lugares que la
psicología o los métodos de sanidad interior no pueden (He. 4:12-13).
En el contexto del G12, se le pide al encuentrista que le pida a Jesús en oración que
tome sobre sí la ofensa o herida, a los efectos de que el cristiano quede “libre de esa
opresión.” El error teológico aquí es que Cristo ha tomado sobre sí nuestros pecados,
los de los cristianos, pero las ofensas y/o heridas que nos causaron otros sólo serán
tomadas o llevadas por Cristo, si los ofensores se arrepienten y lo aceptan como
Señor y Salvador. No tiene sentido que nosotros perdonemos a alguien sin ninguna
condición previa, cuando Cristo mismo no lo hace.
Lo que sí podemos hacer, y la presencia del Espíritu Santo en nosotros nos habilita
para hacerlo, es no conservar y alimentar sentimientos de amargura, rencor y
venganza contra los que nos hicieron mal. La persona que no hace eso, se perjudica
a sí misma mental, espiritual y físicamente ya que vive esclavizada perpetuamente al
pasado. La nueva vida en Cristo nos permite mirar hacia adelante en la vida cristiana,
sin fermentar interiormente resentimiento y odio, y esto es algo muy diferente a
perdonar.
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Por qué debemos rechazar la Sanidad Interior practicada por el G12 y otros
“consejeros”
2) Es una burla al poder de Dios – Como ya hemos visto, la Sanidad Interior con su
fundamento en la psicología pone al hombre en control prescindiendo del poder
que Dios provee al cristiano. Es un método creado por el ser humano y
desconectado totalmente de la instrucción bíblica. Es la negación total de la verdad
bíblica que dice “que el comenzó en nosotros la buena obra, la perfeccionará hasta
el día de Jesucristo” (Fil. 1:6).
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Conclusiones
Usted en la verdad de Dios presentada en la Biblia tiene todo el potencial para ser
liberado, sanado y bendecido, pero antes su deseo prioritario debería ser el que Dios
lo use para propósitos específicos, procurar la práctica de la identidad que usted
tiene en Cristo Jesús y de demostrar el Señorío y dominio sobre su vida y en todos
los aspectos por más insignificantes que parezcan.
Bendiciones.
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Referencias y artículos presentados
La mayoría de las referencias bíblicas han sido tomadas de la Biblia Reina-Valera
1960.
• http://pastordanielbrito.wordpress.com/2009/07/15/no-al-g-12/
• http://pastordanielbrito.wordpress.com/2010/05/21/¿que-debemos-conocer-creer-para-ser-
salvos/
• http://www.calvarychapelamistad.org/ccamistadnew/modules.php?
name=News&file=article&sid=457
• http://pastordanielbrito.wordpress.com/page/2/?s=demonios+cristianos
• http://pastordanielbrito.wordpress.com/2009/07/13/el-g-12-y-la-sanidad-interior/
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