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La mujer y la titularidad
compartida de las
explotaciones agrarias
3 La mujer y la titularidad compartida
de las explotaciones agrarias
“La agricultura europea no podría existir sin la presencia y el trabajo de las mujeres”.
Franz Fischler, Comisario de la Unión Europea para la Agricultura, el Desarrollo Rural y la Pesca (1995-2004).
1
“Análisis jurídico de la mujer en la agricultura”. Situación socioprofesional de la mujer en la agricultura. Instituto Nacional de Refor-
ma y Desarrollo Agrario. Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino. Madrid, 1992.
112
TEMAS DE ACTUALIDAD AGRARIA 2010
Mujer rural no es sinónimo de agricultora, a pesar de labor de la mujer en el campo es necesaria para la
que estas últimas ocupan un importante volumen supervivencia de éstas, a pesar de no ser visible so-
de mujeres que viven y trabajan en zonas rurales cialmente ni estar regulada desde el punto de vista
dependientes de la agricultura. La cifra de mujeres económico ni laboral.
rurales, en su mayoría agricultoras, es de más de 1,6
Las zonas rurales españolas reúnen en torno a cin-
billones a nivel mundial, cercano a un cuarto de la co millones de mujeres, concentrándose el 50% de
población total; las mujeres producen en promedio ellas en Galicia, Andalucía y Castilla y León. El perfil
más de la mitad de todo el alimento que se cultiva típico que caracteriza a estas mujeres es una edad de
en el mundo: más del 80% en África, 60% en Asia, 50 años, casada, madre de dos o tres hijos, y que de-
y entre 30% y 40% en América Latina y los países dica ocho horas diarias al trabajo doméstico y cinco
occidentales. horas a su actividad profesional2.
Tradicionalmente, la explotación agrícola europea Andalucía se caracteriza por poseer una población
es una empresa familiar donde la mujer trabaja rural más joven y con mayor presencia femenina
junto a su marido, por lo general en toda la cade- respecto a España y la Unión Europea. Abarca cerca
na de producción, aunque solamente una de cada del 25% de la población total andaluza, correspon-
cinco explotaciones son dirigidas por una mujer. En diendo a las mujeres la mitad de esta población ru-
el 60% de las explotaciones familiares de Europa la ral (Cuadro1).
La población andaluza ha crecido en los últimos ocho ha sido más suave, con un 5,51%, lo que denota que
años en 862.168 personas, un 11,74%, sin embargo se- ha sido en las zonas urbanas donde se ha concen-
gún los datos de población del Instituto de Estadísti- trado el mayor aumento poblacional en la última
ca de Andalucía, el crecimiento en la población rural década (Gráfico 1).
2
“La mujer en la agricultura”. Oficina de Publicaciones Oficiales de las Comunidades Europeas. ISBN 92-894-2033-2. Luxemburgo, 2002.
2.500
8.400
2.000 8.200
8.000
1.500 7.800
7.600
1.000 7.400
7.200
500 7.000
6.800
0
2004 2005 2006 2007 2008
2002 2003
2000 2001
La provincia andaluza que mayor población de torno al 16% cada una, concentrándose entre estas
mujeres rurales aglutina en 2008 es Sevilla con el tres provincias más de la mitad de la población rural
23,67% de mujeres, seguida de las provincias de femenina andaluza, tal como puede observarse en
Córdoba y Jaén, con una representatividad de en el Gráfico 2.
La población femenina extranjera residente en zonas que existe una mayor demanda de mano de obra, en
rurales se encuentra mayoritariamente en las pro- el caso de Almería, o ser zonas más residenciales, en
vincias de Almería y Málaga, al ser territorios en los el caso de Málaga (Cuadro 2).
Nota1 y 2: Porcentaje de españolas y extranjeras con respecto al total de la población femenina rural en Andalucía.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Instituto de Estadística de Andalucía.
Uno de los mayores avances sociales experimenta- desarrollo de estas explotaciones, queda relegado
dos en España en las últimas décadas se centra en a un segundo plano no sólo en cuanto a la poca re-
la progresiva incorporación de la mujer al mundo gulación laboral y a la ausencia en muchos casos
laboral, aunque la desigualdad de género se hace de remuneración salarial, sino también por la falta
también patente en este ámbito. La mayoría de los de reconocimiento a su función productiva dentro
puestos de trabajo ocupados por mujeres se carac- de la sociedad. Muchas de estas mujeres no tienen
terizan por disponer de unas condiciones de empleo cobertura social ni son susceptibles de recibir una
poco satisfactorias, ya que en torno al 80% de las indemnización por desempleo, accidente laboral,
trabajadoras ocupan un puesto de trabajo precario y maternidad o enfermedad.
escasamente remunerado, e incluso por debajo del
salario mínimo, con ocupaciones no cualificadas o El medio rural se caracteriza por tener un entorno
de bajo nivel de cualificación. social poco abierto y con escasas oportunidades
para la incorporación a una actividad profesional,
La mano de obra femenina se caracteriza por ser por lo que la mujer rural se enfrenta a una serie de
flexible, adaptativa y pluriactiva, y se hace impres- dificultades añadidas para acceder a un puesto de
cindible para la explotación agraria familiar, sobre
trabajo, como son la falta de reconocimiento de
todo en las de menor dimensión y en aquellas si-
sus derechos laborales, la inestabilidad, el trabajo
tuadas en zonas más desfavorecidas, ya que por lo
sumergido, la reticencia a contratar a mujeres para
general disponen de menos recursos económicos.
ocupar puestos cualificados o su escasa participa-
El papel y el trabajo desempeñado por la mujer, a ción en cooperativas o agrupaciones de productores
pesar de ser de vital importancia para el correcto agrarios.
Así por ejemplo, se estima que el 20% de los coo- directamente al sector de la agricultura y ganadería,
perativistas a nivel nacional son mujeres, y de ellas y al desarrollo rural en general.
sólo el 10% acude a las asambleas, el 8% vota y
un 0,1% ocupa puestos de responsabilidad3. Con Al contabilizar el trabajo doméstico más el co-
respecto a las comunidades de regantes hay gran rrespondiente al desarrollado en la explotación,
cantidad de socias, pero por lo general no asisten la jornada laboral de las agricultoras ocupa hasta
a las asambleas ni ocupan cargos de responsabili- 16 horas de trabajo diario en verano y 13 horas en
dad en las juntas de gobierno. La participación de invierno4, por lo que estas mujeres desempeñan
la mujer es tremendamente escasa en las entidades una sobreactividad que equivale al 36% de un tra-
socioeconómicas que toman decisiones que afectan bajo normal.
100
90
80
70
60
Hombres
% 50
40 Mujeres
30
20
10
0
dia
ia
ca
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lan
ña
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Fuente: Elaboración propia a partir de datos facilitados por el Instituto Europeo de Estadística.
3
“Las mujeres en la agricultura y la ganadería”. Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos. Jornada Temática sobre Políticas de relevo
generacional e incorporación de la mujer al mundo rural, 2002.
4
“El trabajo de la mujer agricultora en las explotaciones familiares agrarias españolas”. Juan M. García Bartolomé. Revista de Estudios
Agrosociales, ISSN 0034-8155, Nº. 161, 1992.
En las últimas tres décadas se ha producido un ma- damente cuatro veces mayor que el de la masculina
sivo incremento de la participación de la mujer en para el mismo periodo, con un 3,82% y un 1%, respecti-
el mundo laboral con cerca de 900.000 incorpora- vamente. Esta tendencia se ha visto influenciada por la
ciones al contingente de la población ocupada en entrada en vigor de la Constitución Española de 1978, a
Andalucía, lo que hace que se haya triplicado este in- partir de la cual han ido incorporándose las mujeres al
dicador pasando de 381.350 mujeres en 1978 a 1.217.550 mundo laboral de forma mayoritaria, haciéndose cada
en 2009 (Gráfico 4). El crecimiento interanual positivo vez más evidente el acortamiento de estos valores esta-
de la población ocupada femenina ha sido aproxima- dísticos entre hombres y mujeres.
2.000
1.750
1.500
Miles de personas
1.250
1.000
750
500
250
0
1979
1980
1981
1982
1983
1984
1985
1986
1987
1988
1989
1990
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
2007
2008
2009
1978
Nota: Los datos estadísticos de los años 1978 a 2000 son anteriores a la Encuesta de Población Activa de 2002. Desde 2001 hasta 2009 se utiliza la
Encuesta de Población Activa de 2006.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos de la Encuesta de Población Activa del Instituto Nacional de Estadística.
Las trabajadoras del sector agrario suelen centrar se cita la agricultura ecológica como un yacimiento
sus actividades mayoritariamente en la fruticultura, de empleo que convoca cada vez a más mujeres con
el olivar, la horticultura y la ganadería. Actualmente un mayor nivel profesional.
Cuadro 5. Titulares femeninas de explotaciones agrarias por intervalo de edad. Andalucía, 2007
Tramos de edad Nº de mujeres %
< 29 1.663 2,45
de 30 a 39 7.420 10,95
de 40 a 49 12.832 18,93
de 50 a 59 12.014 17,72
de 60 a 64 9.438 13,92
> 65 24.426 36,03
Total 67.793 100,00
Hombres
Mujeres
Intervalos de edad
Fuente: Elaboración propia a partir de datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística.
Andalucía
España
Intervalo de edad
España Andalucía
Nota: El último intervalo de edad comprende desde aquellas mujeres que han cumplido 64 años hasta el día anterior a cumplir 65.
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Instituto de Estadística de Andalucía.
El trabajo familiar femenino es más importante Como puede observarse en el Gráfico 10, en Anda-
en aquellas explotaciones más carentes de recur- lucía las explotaciones de superficie inferior a las
sos como normalmente sucede en las de menor dos hectáreas poseen un mayor número de titulares
superficie. Estas explotaciones suelen estar poco femeninas, al igual que ocurre con aquellas que po-
mecanizadas por su tamaño reducido, como es seen entre dos y cinco hectáreas, que además con-
el caso de los huertos, y a veces por su compleja forman el grupo más numeroso, con 21.596 mujeres
orografía al situarse en sierras o tierras pedregosas, titulares, representando un 32,03% del total de ellas,
ello implica que la mayoría de las mujeres titulares aunque su cifra siempre es inferior a la correspon-
regenten explotaciones con una dimensión econó- diente al sexo masculino.
mica notablemente inferior a las que encabezan
los hombres. En algunos casos el tamaño de las El sector agrario español, y por ende el andaluz, se ha
explotaciones es tan pequeño, con menos de una caracterizado por el hecho de que el factor trabajo es
hectárea de superficie, que es imposible obtener un aportado por el propio empresario y sus familiares (hijos,
nivel de renta suficiente para subsistir, lo que pone cónyuges, etc.) que colaboran con él en la explotación,
en situación aún más precaria la economía de la constituyendo lo que se denomina la mano de obra no
mujer en el medio rural. asalariada. Las actividades agrícolas y ganaderas son
mayoritariamente masculinas y se desarrollan siguien-
A nivel nacional, en el año 2007 el 30,35% de las do una clara jerarquía patriarcal, formada generalmente
explotaciones menores de dos hectáreas están al por los maridos, hijos, hermanos y padres, que normal-
frente de mujeres, dato que contrasta con una esca- mente también dirigen la explotación. Por otro lado se
sa representación femenina en aquellas de mayor encuentra la mano de obra asalariada ocupada regular-
extensión, con un 1,98% en las explotaciones que mente (asalariado fijo) y la mano de obra asalariada
poseen 100 ha o más. ocupada de forma no regular (eventual).
60.000
50.000
Número de titulares
40.000 Hombres
Hombres
Mujeres
30.000 Mujeres
20.000
10.000
20 30 50 10
0 00
<10
a< a< a< a< >=1
<5
<2
5a 10 20 30 50
2a
Hectáreas
España Andalucía
100 100
90 90
80 80
70 70
60 60
% %
50 50
40 40
30 30
20 20
10 10
0 0
Cónyuges Cónyuges jefes Cónyuges Cónyuges jefes
de explotación de explotación
Hombres Mujeres
Fuente: Elaboración propia a partir de datos facilitados por el Instituto Nacional de Estadística.
El trabajo asalariado se ha convertido en una alter- mayoría de los casos ese trabajo se desarrolla en la
nativa laboral muy importante para la mujer en el explotación familiar.
medio rural, que compatibiliza con las funciones
de ama de casa. Existe un número importante de El trabajo asalariado eventual registrado en Anda-
mujeres asalariadas en el sector agrario español, y lucía se sitúa en el 54,97% con respecto a España y
aquellas faenas que exigen una menor cualificación el 70,69% de las jornadas trabajadas por mujeres a
demandan más mano de obra femenina como es el nivel nacional corresponde a Andalucía (Cuadro 7).
caso del olivar, que aglutina al 21,72% de las muje-
res asalariadas en el sector agrario, así como en los
frutales y cítricos que concertran el 16,22% (Cuadro
6). En el caso concreto de la ganadería mixta, con
predominio de herbívoros, las mujeres asalariadas
superan en cantidad al sexo masculino.
La vinculación al trabajo eventual en Andalucía es
muy alta, lo que obstaculiza el poder adquirir ma-
yores niveles de cualificación. Dentro del proceso
de desarrollo rural de la región andaluza, un colec-
tivo importante es el que representan las mujeres
asalariadas eventuales en agricultura, aunque en la
Cuadro 7. Número de jornadas en trabajo asalariado eventual por sexo. España-Andalucía, 2007
España Andalucía
Trabajo asalariado eventual Nº de jornadas % Nº de jornadas %
Hombres 28.581.941 70,55 13.836.231 62,12
Mujeres 11.932.943 29,45 8.435.885 37,88
Total 40.514.884 100,00 22.272.116 100,00
Desde 2003 hasta 2007 se ha producido una tenden- bajadas por parte de las mujeres, como puede obser-
cia a la baja en el trabajo asalariado eventual andaluz, varse en la línea de tendencia en el Gráfico 12, con un
aunque menos acusada en el caso de las jornadas tra- decrecimiento del 0,92% en el número de jornadas.
Gráfico 12. Evolución del trabajo asalariado eventual por sexo. Andalucía, 2003-2007
18.000
16.000
14.000
Miles de jornadas
12.000
10.000
8.000
6.000
4.000
2.000
0
2003 2005 2007
Hay ocasiones en que los trabajos de una explotación las explotaciones agrícolas a nivel nacional, en el
familiar requieren ser reforzados ocasionalmente por apartado “otra mano de obra familiar”, las mujeres
otro miembro de la familia. A esto se denomina ayu- ocupan alrededor del 50% de todo el trabajo, per-
da familiar en la que se aporta el trabajo requerido maneciendo prácticamente invariable durante los
para el desarrollo de determinadas faenas en deter- últimos años. Como cónyuges las mujeres ocupan
minadas campañas o épocas concretas del año como más de dos tercios de la mano de obra, mante-
la recolección de aceitunas, vendimia, etc. Sin embar- niéndose esta cifra constante durante los últimos
go, este trabajo no obtiene ninguna remuneración años, por lo que representan la mayor parte de la
económica ni cotización a la Seguridad Social, pues
mano de obra familiar en las explotaciones agra-
prevalecen los derechos del titular de la explotación.
rias, de ahí la justificación de las medidas de la co-
Como puede apreciarse en el Cuadro 8 en el que titularidad a favor principalmente de las mujeres
se recoge la clasificación de la mano de obra de cónyuges.
Cuadro 8. Mano de obra en las explotaciones agrícolas por sexo. España, 2007
Ambos sexos Hombres Mujeres
Mano de obra Nº de personas Nº de personas % Nº de personas %
A. Titulares 988.059 703.399 71,19 284.660 28,81
B. Total jefes de explotación 1.043.906 847.234 81,16 196.672 18,84
B.1. Titulares jefes de explotación 837.139 658.912 78,71 178.227 21,29
B.2. Cónyuges jefes de explotación 68.322 62.597 91,62 5.725 8,38
B.3. Otros familiares jefes de explotación 72.394 64.966 89,74 7.428 10,26
B.4. Jefes de explotación (asalariados) 66.051 60.780 92,02 5.271 7,98
C. Otra mano de obra familiar 1.155.976 616.135 53,30 539.841 46,70
C.1. Cónyuges 583.320 178.438 30,59 404.882 69,41
C.2. Otros familiares 572.656 437.681 76,43 134.975 23,57
D. Asalariados fijos 210.173 173.435 82,52 36.738 17,48
D.1. A tiempo parcial 77.816 61.521 79,06 16.295 20,94
D.2. A jornada completa 132.357 111.908 84,55 20.449 15,45
E. Trabajo asalariado eventual: número de jornadas 40.514.883 28.583.250 70,55 11.931.633 29,45
Fuente: Elaboración propia a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística. (Encuesta sobre la Estructura de las Explotaciones Agrarias).
5
Ley 19/1995 de 4 de julio, de Modernización de las Explotaciones Agrarias (BOE núm. 159, miércoles 5 de julio de 1995. Ministerio
de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino). (Artículo 4.1).
6
Organismos destinados específicamente a la inscripción de las uniones de hecho, con el fin de reconocer a los miembros de
esas parejas unos derechos y deberes equivalentes a los de las parejas casadas. En Andalucía ejercen estas actividades la Con-
sejería para la Igualdad y Bienestar Social, la Delegación Provincial para la Igualdad y Bienestar Social de cada provincia y los
Ayuntamientos.
7
Real Decreto 297/2009 de 6 de marzo, sobre titularidad compartida en las explotaciones agrarias (BOE núm. 73, jueves 26 de marzo
de 2009. Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino).
3. Marco jurídico
En las últimas décadas se ha venido desarrollando o cualquier otra condición o circunstancia personal o
un marco jurídico a nivel estatal destinado a amparar social”. Además estableció las condiciones para que
jurídica y administrativamente la realidad de la par- los poderes públicos puedan conseguir la efectivi-
ticipación de la mujer en las explotaciones agrarias, dad de la igualdad del individuo.
promoviendo un conjunto de medidas e incentivos
En las últimas décadas se evidencia el profundo
destinados a hacer más viables económicamente las
cambio que ha sufrido la agricultura española y
explotaciones en las que se produzca un acceso y per-
se pone de manifiesto que la agricultura actual no
manencia de las mujeres a la titularidad compartida.
sólo tiene una función productiva de alimentos y
Así, ya la Constitución Española dentro de su ca- materias primas como antaño, sino que debe dar
pítulo II de derechos y libertades, proclamó el de- respuesta a nuevas demandas sociales como son la
recho a la no discriminación por razón de sexo (ar- conservación del medio ambiente, la preservación
tículo núm. 14), “Los españoles son iguales ante la del patrimonio cultural y el ocio en el medio rural.
Ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna Estas necesidades se contemplaron en la Ley de
por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión Modernización de las explotaciones agrarias de
19958, en la que se puso de manifiesto que uno de ■■ Mejorar el nivel educativo y de formación de la
los problemas principales a los que se enfrenta el mujer en el medio rural.
campo hoy en día es la falta de relevo generacio- ■■ Favorecer la incorporación al mercado de trabajo
nal, y para paliarlo se propusieron ayudas a jóvenes y a puestos de responsabilidad.
agricultores y se creó una figura adicional preferen-
■■ Desarrollar una red de servicios sociales para
cial denominada titularidad compartida, exigiéndo-
atender a mayores, niños y personas dependien-
se en tal caso los siguientes requisitos formalizados
tes, como medida de conciliación de la vida la-
mediante escritura pública:
boral, familiar y personal de hombres y mujeres.
■■ Que el titular y el agricultor joven acordasen que ■■ Fomentar la igualdad de oportunidades en el
éste compartiría las responsabilidades gerencia- acceso de las tecnologías de la información y la
les, los resultados económicos de la explotación, comunicación, mediante el uso de políticas y ac-
los riesgos inherentes a su gestión y las inversio- tividades dirigidas a la mujer rural, así como al-
nes que en ella se realizasen, en una proporción ternativas en caso de que la extensión de estas
mínima del 50 por 100. Dicho acuerdo debería tecnologías en algunos territorios no sea posible.
tener una duración mínima de seis años.
En julio de ese mismo año, con la promulgación de
■■ Que el titular transmitiese al agricultor joven, al
la Ley de integración de los trabajadores por cuen-
menos, un tercio de su propiedad en los elemen-
ta propia del Régimen Especial Agrario de la Se-
tos que integrasen su explotación, cuyo uso y
guridad Social (REASS) en el Régimen Especial de
aprovechamiento continuarían integrados en la
Trabajadores Autónomos (RETA)10, se establecen
misma, debiendo el joven agricultor inscribirse en
una serie de medidas para actualizar las condiciones
el registro de la propiedad.
de cotización a la Seguridad Social por parte de los
La Ley Orgánica para la Igualdad efectiva entre agricultores por cuenta propia o autónomos. Una de
hombres y mujeres9 de 2007, prevé la adopción estas medidas es la reducción de las cuotas de cotiza-
de medidas que ayuden a garantizar el derecho de ción a favor de determinados familiares11 del titular de
igualdad. En su artículo 30 se examina la figura ju- la explotación agraria, que tengan 40 años o menos
rídica de la titularidad compartida para que se re- edad en el momento de dicha incorporación y sean
conozcan los derechos de las mujeres en el sector cónyuges o descendientes del titular de la explotación
agrario, la correspondiente protección de la Segu- agraria, siempre que éste se encuentre dado de alta en
ridad Social y el reconocimiento de su trabajo. Para el RETA a través del Sistema Especial para Trabajado-
ello se propone que las administraciones y/o pode- res por Cuenta Propia Agrarios (SETA). Se aplicará para
res públicos lleven a cabo un conjunto de medidas ellos una reducción sobre la cotización de cobertura
orientadas al desarrollo rural: obligatoria por contingencias comunes (caso de ma-
8
Ley 19/1995, de 4 de julio, de modernización de las explotaciones agrarias (BOE núm. 159, miércoles 5 de julio de 1995. Ministerio
de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino).
9
Ley Orgánica 3/2007, de 22 de marzo, para la igualdad efectiva entre mujeres y hombres (BOE núm. 71, viernes 23 de marzo de
2007. Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino).
Ley 18/2007, de 4 de julio, por la que se procede a la integración de los trabajadores por cuenta propia del Régimen Especial
10
Agrario de la Seguridad Social en el Régimen Especial de la Seguridad Social de los Trabajadores por Cuenta Propia o Autóno-
mos. (BOE núm. 160, jueves 5 de julio de 2007. Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino).
11
La incorporación al sistema especial del RETA afectará, además de al titular de la explotación agraria, a su cónyuge y parientes
por consanguinidad o afinidad hasta el tercer grado inclusive que no tengan la consideración de trabajadores por cuenta ajena,
siempre que sean mayores de 18 años y realicen la actividad de forma personal y directa en la explotación agraria familiar.
La reducción de la cuota se financia con cargo al Presupuesto de la Seguridad Social y la bonificación con cargo a la corres-
12
Directiva del Consejo de 11 de diciembre de 1986 relativa a la aplicación del principio de igualdad de trato entre hombres y
15
mujeres que ejerzan una actividad autónoma, incluidas las actividades agrícolas, así como sobre la protección de la maternidad.
organismos con competencias sobre igualdad de a los problemas del medio rural en general, y a los
oportunidades de las comunidades autónomas, que afectan a la mujer rural en particular. Desde su
las asociaciones no gubernamentales, sindicatos, área de igualdad esta organización considera que
y fundamentalmente a partir de las voces de las el Real Decreto sobre titularidad compartida en las
mujeres del ámbito rural. Esta Carta, que recoge explotaciones agrarias es un avance necesario pero
88 propuestas, pretende suscitar mayor com- no suficiente para conseguir la titularidad de forma
prensión y solidaridad hacia la sociedad rural por efectiva. Éste debe resolver y desarrollar el recono-
parte de las administraciones públicas, entidades cimiento de cónyuges y parejas de hecho inscritas
privadas y el conjunto de la sociedad, con el ob- en un registro creado al efecto, donde esas personas
jeto de facilitar a las mujeres rurales y a sus aso- sean titulares de la explotación con igualdad de de-
ciaciones el establecimiento de alianzas que les rechos y obligaciones con respecto a la misma.
permitan promover y participar activamente en la
nueva política de desarrollo rural. Plantean que es necesario aclarar y ajustar la le-
gislación en vigor respecto a aspectos como la tri-
■■ Un reconocimiento social y jurídico del trabajo no
butación a Hacienda y cotización a la Seguridad
remunerado, realizado por mujeres rurales y su
consiguiente aportación al Producto Interior Bru- Social, así como estudiar el régimen de incentivos,
to (PIB), así como su inclusión en las estadísticas determinando cuáles son los más adecuados para
económicas del país. potenciar los trabajos profesionales que fomenten
la incorporación al mercado de trabajo de mujeres
■■ El reconocimiento social y jurídico de la figura del en el medio rural, lo que contribuiría a disminuir la
cónyuge colaborador de las explotaciones o em- alta despoblación de estas zonas.
presas familiares.
Por ello desde esta asociación apuestan por una ex-
plotación familiar agraria sostenible. La sostenibili-
dad se ha de cumplir desde los aspectos económico,
social y medioambiental; el aspecto económico con
una visión de la explotación como productiva y via-
ble, ya que se considera sostenible económicamente
cuando los titulares pueden vivir de ella dignamen-
te mediante una renta que provenga de la actividad
desarrollada en la misma; la sostenibilidad social se
garantiza con el relevo generacional al no extinguir
la explotación agraria cuando se jubile el titular; y
el último aspecto es el medioambiental, debiendo
hacerse usos no abusivos de los recursos naturales.
En definitiva destacan la importancia del rol mul-
tifuncional de la mujer rural como productora de
bienes provenientes de la actividad agraria a la vez
que mantenedora de espacios y recursos naturales y
garante de la cultura y el patrimonio rural.
En 1997 se fundó la Asociación de Mujeres del
Mundo Rural (CERES), perteneciente a la Coordi- De la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos
nadora de Organizaciones de Agricultores y Gana- (UPA) se creó en 2004 la Federación de Asociacio-
deros (COAG), con la finalidad de aportar soluciones nes de Mujeres Rurales (FADEMUR). Se trata de
una joven organización progresista que lucha por y justa, adoptando una fórmula flexible que evite el
alcanzar la igualdad, el progreso y las condiciones incremento de costes para las pequeñas explotacio-
de vida de las mujeres que viven y trabajan en el me- nes familiares. Proponen el establecimiento de una
dio rural. Desarrollan su actividad desde diferentes cuota diferenciada para el segundo cotizante de la
puntos de la geografía española y andaluza para lo- explotación familiar, que reporte los mismos dere-
grar mejoras en igualdad de oportunidades, no sólo chos por el mismo trabajo.
entre mujeres y hombres, sino entre el medio rural y
el urbano. De este modo desean alcanzar medidas Reivindica un aumento del 20 por ciento de bo-
que las mujeres que viven en las ciudades superaron nificación en la cuota de la Seguridad Social du-
hace tiempo, como un mejor acceso a la educación y rante los tres primeros años en las mujeres de
a la formación profesional; una mayor participación hasta 40 años y la implantación del 50 % para
en la vida política y asociativa; el desempeño de un las trabajadoras de entre 41 y 50 años de edad,
trabajo reconocido, remunerado y con derechos so- pues son mayoría las mujeres que están en este
ciales; unos servicios suficientes que los ayuden con tramo de edad y que se pueden beneficiar de la
las tareas familiares; un transporte eficaz y mejores medida. Estas ayudas están destinadas para que
infraestructuras, que eliminen el aislamiento en el el segundo cónyuge pueda optar a ellas y así re-
que muchas viven; así como el acceso a las nuevas partir de forma menos gravosa del pago a la Se-
tecnologías de la información y la comunicación guridad Social.
que tienen una implantación muy desigual a lo lar-
Las asociaciones que integran FADEMUR, hacen
go de los territorios y que hoy en día son básicos
una apuesta clara por fortalecer la formación para
para el desarrollo de nuestros pueblos.
la mujer rural, para que sepan y puedan aprovechar
Para FADEMUR el establecimiento de la cotitularidad las oportunidades derivadas de los cambios en el
en las explotaciones agrarias es sólo un paso en el sector y adaptarse a las nuevas necesidades cultura-
largo camino que queda por recorrer hasta alcanzar les, profesionales y organizativas. Y lo más urgente:
la igualdad de oportunidades entre mujeres y hom- necesitan una red de servicios suficientes para digni-
bres en el campo, para conseguir un claro objetivo: ficar la vida en el campo y asegurar la permanencia
crear una sociedad rural más igualitaria, equilibrada de la población local.
5. Conclusiones
Cuanto más desarrollado es un país menos diferen- sin recibir ningún tipo de reconocimiento social, ni
cias aparecen en materia de género. Por ello uno de regulación jurídica y económica por su trabajo. En
los indicadores sociales más importantes del nivel Andalucía los datos indican que, de los 242.282 titu-
de desarrollo es la igualdad de oportunidades en lares de explotaciones agrarias existentes en 2007,
el acceso al empleo entre hombres y mujeres, así más de dos tercios son varones, y sin embargo la ba-
como el nivel de participación en la vida pública. lanza se inclina hacia el lado femenino cuando ana-
Las políticas de igualdad orientadas a la mujer en lizamos la cifra de 154.604 cónyuges de titulares de
el medio rural deben constatar la realidad y la ex- las explotaciones, al superar las mujeres el 72,66%
periencia de aquellas mujeres que trabajan en las del total de cónyuges, que no cotizan a la Seguridad
explotaciones familiares llevando a cabo las tareas Social por lo que carecen de sus prestaciones y en
agrícolas y ganaderas junto a sus maridos o parejas, un futuro no tendrán derechos de jubilación.
Entre las posibles causas que explicarían esta situa- rechos entre los cotitulares que así lo comuniquen
ción de discriminación con respecto a la titularidad en unos registros que han de crear las comunidades
de la tierra se encuentra el coste que supone abonar autónomas. Estos registros habrán de desarrollarse
dos cotizaciones, la del marido junto con la de la y coordinarse con la Administración central siguien-
mujer, consideradas excesivas y que constituyen una do las indicaciones de una Orden promulgada en
amenaza para la sostenibilidad de la explotación. La octubre de ese mismo año.
implicación de la mujer en la explotación familiar en
semejantes condiciones obedece en muchos casos Por lo tanto, las administraciones tienen a partir de
a la necesidad de obtener una renta familiar digna. ahora el reto de poner en marcha con la máxima
eficiencia el registro de la cotitularidad, que servirá
Pero estas trabajadoras deben tener un reconoci- para fomentar el reconocimiento real del trabajo
miento y por ello durante las dos últimas décadas femenino agrario, obtener estadísticas más reales
las organizaciones de mujeres agricultoras de nues- sobre este colectivo y, en última instancia, identificar
tro país han venido reivindicando reformas y medi- qué negocios son los familiares y cuáles no. De las
das tendentes a reconocer la titularidad compartida 112.331 mujeres que en 2007 son cónyuges de titula-
en las explotaciones agrarias. res de explotaciones agrarias en Andalucía, algunas
De forma paralela a esas demandas se inició en el organizaciones de mujeres rurales estiman que alre-
año 1995, con la promulgación de la Ley de Mo- dedor de 30.000 se acogerán a la titularidad com-
dernización de las explotaciones agrarias, un marco partida inscribiéndose en el registro, de las que cerca
jurídico destinado a amparar esa realidad, promo- del 50% serán menores de 40 años. Las mujeres que
viendo medidas que van más allá de la mera regula- se acojan a esta medida podrán tener un empleo re-
ción al buscar mediante incentivos posibilitar que la munerado y ser beneficiarias de los servicios de la
partición de la titularidad entre los cónyuges favo- Seguridad Social.
rezca la viabilidad económica de sus explotaciones. Las soluciones a problemas como éste no hacen sino
Así, con la reforma del Régimen Especial Agrario de contribuir en mayor o menor medida a que pueda
la Seguridad Social (REASS) se ha conseguido que ser posible una economía rural verdaderamente sos-
exista una reducción de la cotización a la Seguridad
tenible. Por ello es importante que se establezca un
Social del 30% durante cinco años para las mujeres
diálogo bidireccional entre los agentes y actores del
cotitulares menores de 40 años. Esta medida sin em-
medio rural y las administraciones, para que de este
bargo no es suficiente y ya hay comunidades autó-
modo se afiancen nuevas tendencias que faciliten
nomas que están ampliando esta cifra en un 20%,
el asentamiento de las mujeres y sus familias en el
hasta llegar al 50%, aumentando asimismo la edad
medio rural y contribuyan a la mejora de su calidad
hasta los 50 años.
de vida. El presente y el futuro del campo pasa por
El más reciente paso dentro de este proceso regula- una visión más global e integradora, en la que las
dor se ha dado en el año 2009 con el Real Decreto explotaciones familiares han de ser contempladas
sobre titularidad compartida en las explotaciones invariablemente, al considerarse como las verdade-
agrarias, que prevé el reparto de obligaciones y de- ras vertebradoras del mundo rural.