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Chinua Achebe (Nigeria, 1930)

El ocaso de un guerrero Ibo (fragmento)


" Entonces Okonkwo animó a los niños a sentarse con él en su choza y les contó historias de la tierra, historias
masculinas de violencia y sangre. Mwaye sabía que lo correcto era ser varonil y violento, pero en cierto modo prefería
las historias que le contaba su madre y que sin duda continuaría contándoles a los niños más pequeños historias de la
tortuga y sus mañas y del pájaro enekenti-oka.
(...)
Luego de haber hablado con sencillez, Okoye expresó la media docena de frases siguientes en proverbios. Entre los Ibo
el arte de la conversación es tenido en mucha estima y los proverbios son el aceite de palma con el cual se aliñan las
palabras. "

Biografía

Oscar Acosta (Honduras, 1933)


El nombre de mi patria
" Mi patria es altísima.
No puedo escribir una letra sin oír
el viento que viene de su nombre.
Su forma irregular la hace más bella
porque dan deseos de formarla, de hacerla
como a un niño a quien se enseña a hablar,
a decir palabras tiernas y verdaderas,
a quien se le muestran los peligros del mundo.

Mi patria es altísima.
Por eso digo que su nombre se descompone
en millones de cosas para recordármela.
Lo he oído sonar en los caracoles incesantes.
Venía en los caballos y en los fuegos
que mis ojos han visto y admirado.
Lo traían las muchachas hermosas en la voz
y en una guitarra.

Mi patria es altísima.
No puedo imaginármela bajo el mar
o escondiéndose bajo su propia sombra.
Por eso digo que más allá del hombre,
del amor que nos dan en cucharadas,
de la presencia viva del cadáver,
está ardiendo el nombre de la patria. "

Biografía

Jorge Enrique Adoum (Ecuador, 1926)


Tras la pólvora, Manuela (fragmento)
" Duermes dorada y desguarnecida, sitio
de mi próxima batalla. Igual duerme
el continente: el amor en reposo, lomo
animal en la espuma.
(Si esa noche -melosa
hamaca la noche de Jamaica- la cuchillada a ciegas
me hubiera hallado de perfil el corazón, no te habría
encontrado, y solo habría sido decepcionante
cadáver incompleto, mitad de asesinado).
Pero esta noche, tú bocabajo -yegua al galope
arrancándole al sometimiento los frenos en pedazos-
me abandonas tu dura rosa hendida, no hay
peligro, y mi destino en ti tiene lugar.
Tú bocarriba -nave que arremete
su proa contra el viento injusto-
me confías tu tajamar de pelo, y no hago la paz:
yo sé que ambos, continente y muchacha, no están
en retirada: acumulan revueltas bajo el sueño,
sedes sin prisa por saciarse, sangres maniatadas,
y estallarán pidiendo más combate al desayuno.
(...)
Afuera sigue la ciudad y yo renuncio
a su fulgor debajo de tu lengua. Parezco
triunfador y rehén tu campamento: allí
se me adhiere tu venda de muslo fiel
y urgente, y me muerde tu llama:
ocupación de un adiós en vacaciones.
La historia se quedó en el traje, tirada
por la noche en una silla, pero desnudos
sólo quiero ese nombre que te oigo con la boca,
sólo la intermitente estatua a dos ombligos
y ese mapa de venas donde no me extravío.
Contemos en la mañana las condecoraciones
que nos dejó la noche con sus mordeduras,
cúbrelas con el despojo usual de mi camisa,
vísteme de solitario, de viudo, de soltero,
y devuélveme a los demás (anoche me olvidé
de su abstinencia al entrar en tus anillos),
y niéguenme tus abras, écheme
tu forma, rehágase con una sola espalda.
Y que pueda yo salir -lunes de cada día- a completar
la libertad entre los dos, cópula apenas comenzada. "

Biografía

James Agee (EEUU, 1919-1955)


Elogiemos ahora a hombres famosos (fragmento)
" En una novela, una casa o una personalidad deben su significado, su existencia, exclusivamente al escritor. Aquí, una
casa o una persona solo tiene su significado mas limitado a través de mi: su verdadero significado es mucho mas vasto.
Es porque existe, vive realmente, como usted y yo, y como no puede existir ningún personaje de la imaginación. Su
gran peso, misterio y dignidad residen en este hecho. En cuanto a mí, solo puedo contar en ella lo que vi, con la
exactitud de que soy capaz en mis términos: y esto a su vez tiene su categoría principal, no en cualquier capacidad
mía, sino en el hecho de que yo también existo, no como obra de ficción, sino como un ser humano. Debido a su peso
inconmensurable en la existencia real, y debido al mío, cada palabra que digo de ella tiene inevitablemente una
especie de inmediatez, una especie de significado, en absoluto necesariamente 'superior' al de la imaginación, sino de
una clase tan diferente, que una obra de la imaginación (por muy intensamente que la extraiga de la Vida) solo puede
como máximo imitar débilmente una mínima parte de ella. "

Biografía

Delmira Agustini (Uruguay, 1886-1914)


Visión, de Los cálices vacíos
" ¿Acaso fue en un marco de ilusión,
en el profundo espejo del deseo,
o fue divina y simplemente en vida
que yo te vi velar mi sueño la otra noche?

En mi alcoba agrandada de soledad y miedo,


taciturno a mi lado apareciste
como un hongo gigante, muerto y vivo,
brotado en los rincones de la noche
húmedos de silencio,
y engrasados de sombra y soledad.

Te inclinabas a mí supremamente,
como a la copa de cristal de un lago
sobre el mantel de fuego del desierto;
te inclinabas a mí, como un enfermo
de la vida a los opios infalibles
y a las vendas de piedra de la Muerte;
te inclinabas a mí como el creyente
a la oblea de cielo de la hostia…
gota de nieve con sabor de estrellas
que alimenta los lirios de la Carne,
chispa de Dios que estrella los espíritus.
Te inclinabas a mí como el gran sauce
de la Melancolía
a las hondas lagunas del silencio;
te inclinabas a mí
de mármol del Orgullo,
minada por un monstruo de tristeza,
a la hermana solemne de su sombra…
te inclinabas a mí como si fuera
mi cuerpo la inicial de tu destino
en la página oscura de mi lecho;
te inclinabas a mí como al milagro
de una ventana abierta al más allá

¡Y te inclinabas más que todo eso!

Y era mi mirada una culebra


apuntada entre zarzas de pestañas,
al cisne reverente de tu cuerpo.
Y era mi deseo una culebra
glisando entre los riscos de la sombra
¡a la estatua de lirios de tu cuerpo!

Tú te inclinabas más y más…y tanto,


y tanto te inclinaste,
que mis flores eróticas son dobles,
y mi estrella es más grande desde entonces.
Toda tu vida se imprimió en mi vida…

Yo esperaba suspensa el aletazo


del abrazo magnífico; un abrazo
de cuatro brazos que la gloria viste
de fiebre y de milagro, será un vuelo!
Y pueden ser los hechizados brazos
cuatro raíces de una raza nueva.

Y esperaba suspensa el aletazo


del abrazo magnífico…
¡y cuando
te abrí los ojos como un alma, y vi
que te hacías hacia atrás y te envolvías
en yo no sé qué pliegue inmenso de la sombra! "

Biografía

Ana Akhmatova (Ucrania, 1889-1966)


Cuando la luna es de melón
" Cuando la luna es de melón una tajada en la ventana
y en redor es la calina cerrada la puerta y la casa encantada
por las azules ramas de glicinas y en la fuente de arcilla hay agua fría
y la nieve del paño y arde una bujía de cera
tal que en la niñez, mariposas zumban
la calma, que no oye mi palabra, retumba
entonces de lo negro de rincones rembrandtianos algo se ovilla de pronto
y se esconde allí a mano, pero no me estremezco, ni me asusto siquiera...
la soledad en sus redes me hizo prisionera
el gato negro el alma me mira, como ojos centenarios
y en el espejo mi doble es tal vez mi contrario.
Voy a dormir dulcemente, buenas noches, noche."

El Poeta
" Piensas que es esto trabajo, esta vida despreocupada
escuchar a la música algo y decirlo tuyo como si nada.
Y el ajeno scherzo juguetón meterlo en versos mañosos
jurar que el pobre corazón gime en campos luminosos.
Y escucharle al bosque alguna cosa y a los pinos taciturnos ver
mientras la cortina brumosa de niebla se alza por doquier.
Tomo lejos o a mi vera, sin sentir culpa a mi turno
un poco de la vida artera y el resto al silencio nocturno."

N.V.N.
" Hay en la intimidad humana una línea de veda
que no traspasan amoríos ni pasiones
bien que en miedo silente boca en boca se queda
y el corazón se rompe de cariño de porciones.
La amistad aquí es impotente y los años de felicidad sublime y amorosa
cuando el alma en vuelo extraño se cierne ante la languidez voluptuosa.
Quien la anhela es demente y el que la alcanza sucumbe a su tristeza
ahora comprendes sin duda por qué bajo tu mano mi corazón no aceza."

Biografía

Edward Albee (EEUU, 1928)


Quién teme a Virginia Woolf (fragmento)
" Marta: El gran problema de Jorge con respecto al pequeño... iJa, ja, jl, JA!... con respecto a nuestro hijo, nuestro
magnífico hijo, es que en lo más profundo de su naturaleza más íntima no está del todo seguro de que sea su hijo.
Jorge (profundamente serio): ¡Dios mío, qué perversa eres!
Marta: Y eso que te dije muchas veces que sólo quería concebir contigo... lo sabes muy hien, mi amor.
Jorge: Estás llena de perversidad.
Honey ( en plena borrachera, pero triste ): ¡ Dios mio, Dios mio!
Nick: No me parece un tema para...
Jorge: Marta miente. Quiero que lo sepan: Marta miente. ( Marta se ríe). Son muy pocas cosas en este mundo de las
cuales estoy seguro... Ios limites del país, el nivel del océano, las alianzas políticas, los principios morales... no pondría
mi mano en el fuego por nada de eso... pero de la única cosa de la que estoy realmente seguro es de mi participación
en la creaci6n de nuestro... hijo), de ojos rubios y pelo azul
(...)
Jorge: No has sabido respetar las reglas, querida. Hablaste de él hablaste de él con otra persona.
Marta (Can lágrimas): No hablé. Nunca hablé.
Jorge: Si, hablaste.
Marta: ¿Con quién? ¿CON QUIEN?
Honey (llorando): Conmigo. Usted me habló de él.
Marta (llorando) ¿ME OLVIDE! A veces me olvido, . .. cuando es de noche... cuando es muy tarde... y todo el mundo
está... conversando, me olvido. . ., y necesito hablar de él, pero siempre ME CONTENGO... Me contengo... aunque sólo
yo sé cuántas voces he querido hacerlo...
(...)
Jorge: Esa oportunidad se presenta una vez per mes, Marta. Estoy acostumbrado. Una vez por mes aparece Marta, la
incomprendida, 1a niña dulce, la niña pequeña que vuelve a florecer bajo una caricia y yo lo he creído más veces de las
que quiero acordarme, porque no; quiero pensar que soy un imbécil. Pero ahora no te creo... simplemente no te creo.
Ahora ya no hay ninguna posibilidad de que podamos tener un minuto de felicidad... los clos juntos.
Marta (agresiva): Quizá tengas razón, querido. Entre tú y yo ya no hay posibilidad de nada... ¡porque tú no eres nada!
¡ZAS! ¡Saltó el resorte esta noche en la fiesta de papá! ( Con intenso desprecio, pero también con amargura). Yo estaba
allí sentada... Mirándote... luego miraba a los hombres que te rodeaban... más jóvenes... hombres que llegarán a ser
algo. Te miraba y de pronto descubrí que tú ya no existías. ¡En ese momento se rompió el resorte! (Finalmente se
rompió! Y abora lo voy a gritar a los cuatro vientos, lo voy a aullar, y no me importa lo que hagas. Y voy a provocar un
escándalo como jamás has visto.
Jorge (muy calmo): Ese juego me apasiona. Comienza y verás como te mato el punto.
Marta (esperanzada): ¿Es un desafio, Jorge?
Jorge: Es un desafío, Marta.
Marta: Vas a perder, querido.
Jorge: Ten cuidado, Marta... te voy a hacer trizas.
Marta: No eres lo bastante hombre para eso...te faltan agallas.
Jorge: ¿Guerra a muerte?
Marta: A muerte.
Hay un silencio. Los dos parecen aliviados y exaltados. "

Biografía
Rafael Alberti (España, 1902-1999)
Pamplinas
" De lona y níquel, peces de las nubes,
bajan al mar periódicos y cartas.
(Los carteros no creen en las sirenas
ni en el vals de las olas, sí en la muerte.
Y aún hay calvas marchitas a la luna
y llorosos cabellos en los libros.
Un polisón de nieve, blanqueando
las sombras, se suicida en los jardines.
¿Qué será de mi alma, que hace tiempo
bate el récord continuo de la ausencia?
¿Qué de mi corazón, que ya ni brinca,
picado ante el azar y el accidente?
Exploradme los ojos, y, perdidos,
os herirán las ansias de los náufragos,
la balumba de nortes ya difuntos,
el solo bamboleo de los mares.
Cascos de chispa y pólvora, jinetes
sin alma y sin montura entre los trigos;
basílicas de escombros, levantadas
trombas de fuego, sangre, cal, ceniza.
Pero también, un sol en cada brazo,
el alba aviadora, pez de oro,
sobre la frente un número, una letra,
y en el pico una carta azul, sin sello.
Nuncio -la voz, eléctrica, y la cola-
del aceleramiento de los astros,
del confín del amor, del estampido
de la rosa mecánica del mundo.
Sabed de mí, que dije por teléfono
mi madrigal dinámico a los hombres:
¿Quién eres tú, de acero, estaño y plomo?
-Un relámpago más, la nueva vida. "

Biografía

Ignacio Aldecoa (España, 1925-1969)


Parte de una historia (fragmento)
" Del clorofílico cielo de la amanecida, sobre el perfil del acantilado, pende un nubarrón orondo, cárdeno y frutal.
Desprendido rodaría por las laderas, machucándose y esparciendo zumo, hasta las playas de nuestra isla. El río de mar,
en la turbiedad de la penumbra, parece canecido y mate. Las mujeres vierten los bacines en las aguas sin despertar de
La Caleta, donde moran las falúas; y corren niños madrugadores, camaradas de perros, hacia el espigón del muelle,
repeluznando a algún gato tránsfuga y alborotando a las gallinas, que picotean pulcramente en las basuras de la baja
marea. Cantando hermosos quiquiriquíes y ahuecando las alas, el muecín de los gallos convoca al sol desde el alminar
de una roca solitaria, dominante. En la vacilación de la mañana van a llegar las barcas de la pesca nocturna. He salida
descalzo y camino con inseguridad, con aprensión. Pronto me acostumbraré, pero ahora la debilidad de las plantas de
mis pies vence a mi voluntad, y mi andar entre cauteloso y circense atrae las miradas de todos. Los hombres sonríen
gozosamente, y bajo los pañuelos que casi cubren los rostros de las mujeres sé que hay sonrisas picaras, como hay
miradas cómplices por ía diversión que les ofrezco. Me heriré antes de llegar a las piedras del muelle y haré un paso de
pirueta que pondrá lágrimas de risa en los ojos de los chiquillos y atragantará de risas contenidas, elementalmente
pudorosas, a las mujeres; risas que serán de alegre tutela en los hombres para el amigo bobo, para el amigo forastero,
que cree sentirse de la isla y se desmiente de una manera tan sencilla. No han tenido suerte. He defraudado un poco a
todos. Evidentemente, camino con más garbo porque mi publico me abandona. Roque está apoyado en una cuba de sal,
de la que caen granos que lanza al agua, turbando la pastura de los cardumenes de pequeños paces de puerto que a
veces son como una llama acuaria. Sonriendo, muestra los lechosos dientes postizos. "

Biografía

Ciro Alegría (Perú, 1909-1967)


La serpiente de oro (fragmento)
" Por donde el Marañon rompe las cordilleras en voluntarioso afán de avance, la tierra peruana tiene una bravura de
puma acosado. Con ella en torno, no es cosa de estar al descuido. Cuando el río carga, brama contra las peñas
invadiendo la amplitud de las playas y cubriendo el pedrerío. Corre burbujeando, rugiendo en las torrenteras y recodos,
ondulando en los espacios llanos, untuosos y ocres de limo fecundo en cuyo acre hedor descubre el instinto rudas
potencialidades germinales. Un rumor profundo que palpita en todos los ámbitos, denuncia la creciente máxima que
ocurre en febrero. Entonces uno siente respeto hacia la correntada y entiende su rugido como una advertencia
personal. Nosotros, los cholos del Marañón, escuchamos su voz con el oído atento. No sabemos donde nace ni donde
muere este río que nos mataría si quisiéramos medirlo con nuestras balsas, pero ella nos habla claramente de su
inmensidad. "

Biografía

Vicente Aleixandre (España, 1896-1984)


Unidad en ella
" Cuerpo feliz que fluye entre mis manos,
rostro amado donde contemplo el mundo,
donde graciosos pájaros se copian fugitivos,
volando a la región donde nada se olvida.

Tu forma externa, diamante o rubí duro,


brillo de un sol que entre mis manos deslumbra,
cráter que me convoca con su música íntima, con esa
indescifrable llamada de tus dientes.

Muero porque me arrojo, porque quiero morir,


porque quiero vivir en el fuego, porque este aire de fuera
no es mío, sino el caliente aliento
que si me acerco quema y dora mis labios desde un fondo.

Deja, deja que mire, teñido del amor,


enrojecido el rostro por tu purpúrea vida,
deja que mire el hondo clamor de tus entrañas
donde muero y renuncio a vivir para siempre.

Quiero amor o la muerte, quiero morir del todo,


quiero ser tú, tu sangre, esa lava rugiente
que regando encerrada bellos miembros extremos
siente así los hermosos límites de la vida.
Este beso en tus labios como una lenta espina,
como un mar que voló hecho un espejo,
como el brillo de un ala,
es todavía unas manos, un repasar de tu crujiente pelo,
un crepitar de la luz vengadora,
luz o espada mortal que sobre mi cuello amenaza,
pero que nunca podrá destruir la unidad de este mundo. "

Mirada final (Muerte y reconocimiento)


" La soledad, en que hemos abierto los ojos.
La soledad en que una mañana nos hemos despertado, caídos,
derribados de alguna parte, casi no pudiendo reconocernos.
Como un cuerpo que ha rodado por un terraplén
y, revuelto con la tierra súbita, se levanta y casi no puede reconocerse.
Y se mira y se sacude y ve alzarse la nube de polvo que él no es, y ve aparecer sus miembros,
y se palpa: «Aquí yo, aquí mi brazo, y este mi cuerpo, y esta mi pierna, e intacta está mi cabeza»;
y todavía mareado mira arriba y ve por dónde ha rodado,
y ahora el montón de tierra que le cubriera está a sus pies y él emerge,
no sé si dolorido, no sé si brillando, y alza los ojos y el cielo destella
con un pesaroso resplandor, y en el borde se sienta
y casi siente deseos de llorar. Y nada le duele,
pero le duele todo. Y arriba mira el camino,
y aquí la hondonada, aquí donde sentado se absorbe
y pone la cabeza en las manos; donde nadie le ve, pero un cielo azul apagado parece lejanamente contemplarle.
Aquí, en el borde del vivir, después de haber rodado toda la vida como un instante, me miro.
Esta tierra fuiste tú, amor de mi vida? ¿Me preguntaré así cuando en el fin me conozca, cuando me reconozca y
despierte,
recién levantado de la tierra, y me tiente, y sentado en la hondonada, en el fin, mire un cielo piadosamente brillar?

No puedo concebirte a ti, amada de mi existir, como solo una tierra que se sacude al levantarse, para acabar cuando el
largo rodar de la vida ha cesado.
No, polvo mío, tierra súbita que me ha acompañado todo el vivir.
No, materia adherida y tristísima que una postrer mano, la mía misma, hubiera al fin de expulsar.
No: alma más bien en que todo yo he vivido, alma por la que me fue la vida posible
y desde la que también alzaré mis ojos finales
cuando con estos mismos ojos que son los tuyos, con los que mi alma contigo todo lo mira,
contemple con tus pupilas, con las solas pupilas que siento bajo los párpados,
en el fin el cielo piadosamente brillar. "

Biografía

Dante Alighieri (Italia, 1265-1321)


La Divina Comedia (fragmento)
" Y cuál cortado y cuál roto su miembro
mostrase, vanamente imitaría
de la novena bolsa el modo inmundo.
Una cuba, que duela o fondo pierde,
como a uno yo vi, no se vacía,
de la barbilla abierto al bajo vientre;
por las piernas las tripas le colgaban,
vela la asadura, el triste saco
que hace mierda de todo lo que engulle.
Mientras que en verlo todo me ocupaba,
me miró y con la mano se abrió el pecho
diciendo: ¡Mira cómo me desgarro!
y mira qué tan maltrecho está Mahoma!
Delante de mí Alí llorando marcha,
rota la cara del cuello al copete.
Todos los otros que tú ves aquí,
sembradores de escándalo y de cisma
vivos fueron, y así son desgarrados.
Hay detrás un demonio que nos abre,
tan crudamente, al tajo de la espada,
cada cual de esta fila sometiendo. "

Biografía

Isabel Allende (Chile, 1942)


La casa de los espíritus (fragmento)
" La memoria es frágil y el transcurso de una vida es muy breve y sucede tan deprisa que no alcanzamos a ver la
relación entre los acontecimientos, no podemos medir la consecuencia de los actos... por eso mi abuela Clara escribía
en sus cuadernos, para ver las cosas en su dimensión real. "

Eva Luna (fragmento)


" Elaboraba la sustancia de sus propios sueños y con esos materiales fabricó un mundo para mí. Las palabras son gratis,
decía y se las apropiaba, todas eran suyas. Ella sembró en mi cabeza la idea de que la realidad no es sólo como se
percibe en la superficie, también tiene una dimensión mágica y, si a uno se le antoja, es legítimo exagerarla y ponerle
color para que el tránsito por esta vida no resulte tan aburrido.
(...)
De mí dependía la existencia de todo lo que nacía, moría o acontecía en las arenas inmóviles donde germinaban mis
cuentos. Podía colocar en ellas lo que quisiera, bastaba pronunciar la palabra justa para darle vida. "

Paula (fragmento)
" Tu abuela ruega por ti a su dios cristiano, y yo lo hago a veces a una diosa pagana y sonriente que derrama bienes,
una diosa que no sabe de castigos, sino de perdones, y le hablo con la esperanza de que me escuche desde el fondo de
los tiempos y te ayude. . . Pienso en mi bisabuela, en mi abuela clarividente, en mi madre, en ti y en mi nieta que
nacerá en mayo, una firme cadena femenina que se remonta hasta la primera mujer, la madre universal. Debo
movilizar esas fuerzas nutritivas para tu salvación.
(...)
Soy el vacío, soy todo lo que existe, estoy en cada hoja del bosque, en cada gota de rocío, en cada partícula de ceniza
que el agua arrastra, soy Paula y también soy yo misma, soy nada y todo lo demás en esta vida y en otras vidas,
inmortal. "

Biografía

Almafuerte (Argentina, 1854-1917)


Avanti
" AVANTI!
Si te postran diez veces, te levantas
otras diez, otras cien, otras quinientas...
No han de ser tus caídas tan violentas ni tampoco, por ley, han de ser tantas!
Con el hambre genial con que las plantas asimilan el humus avarientas,
deglutiendo el rigor de las afrentasse formaron los santos y las santas.
Obsesión casi asnal, para ser fuerte,nada más necesita la criatura;
y en cualquier infeliz se me figura que se rompen las garras de la suerte...
Todos los incurables tienen cura cinco segundos antes de su muerte!

II PIU AVANTI!
No te sientas vencido ni aun vencido,no te sientas esclavo ni aun esclavo;
trémulo de pavor, piénsate bravo, y acomete feroz, ya malherido.
Ten el tesón del clavo enmohecido que ya viejo y ruin, vuelve a ser clavo;
no la cobarde intrepidez del pavo,que amaina su plumaje al primer ruido.
Procede como Dios, que nunca llora: o como Lucifer, que nunca reza;
o como el robledal, cuya grandeza precisa del agua y no la implora...
Que muerda y vocifere vengadora, ya, rodando en el polvo, tu cabeza!

III MOLTO PIU AVANTI!


Los que vierten sus lágrimas amantes sobre las penas que no son sus penas;
los que olvidan el son de sus cadenas, para limar las de los otros antes;
Los que van por el mundo, delirantes, repartiendo su amor a manos llenas:
caen, bajo el peso de sus obras buenas,
sucios, enfermos, trágicos...! Sobrantes!
Ah! Nunca quieras remediar entuertos; nunca sigas impulsos compasivos!
Ten los garfios del Odio siempre activos,
y los ojos del juez siempre despiertos!...
Y al echarte en la caja de los muertos menosprecia los llantos de los vivos!

IV MOLTO PIU AVANTI ANCORA!


El mundo miserable es un estrado donde todo es estólido y fingido,
donde cada anfitrión guarda escondido su verdadero ser, tras el tocado.
No digas tu verdad ni al más amado; no demuestres temor ni al más temido;
no creas que jamás te hayan querido por más besos de amor que te hayan dado:
Mira como la nieve se deslíe sin que apostrofe al sol su labio yerto;
cómo ansía las nubes el desierto sin que a ninguna su ansiedad confíe...
Trema como el Infierno, pero ríe! Vive la vida plena, pero muerto!

V MOLTISSIMO PIU AVANTI ANCORA!


Si en vez de las estúpidas panteras y los férreos estúpidos leones,
encerrasen dos flacos mocetones en esa frágil cárcel de las fieras,
no habrían de yacer noches enteras en el blando pajar de sus colchones,
sin esperanzas ya, sin reacciones,lo mismo que dos plácidos horteras.
Cual Napoleones, pensativos, graves, no como el tigre sanguinario y maula,
escrutarían palmo a palmo su aula, buscando las rendijas, no las llaves...
Seas el que tú seas ya lo sabes: a escrutar las rendijas de tu jaula! "

Biografía

Joao de Almeida Garrett (Portugal, 1799-1854)


Camoes (fragmento)
" Tiernas ninfas del tranquilo Mondego, vosotras que el dulce gemir de los enamorados, gemidos de placer oisteis por la
selva. Que ocultó tanto amor, tanta ventura en tiempos de más dicha; que escuchastes los afligidos suspiros de
nostalgia, cuando ausente de aquel por quien vive, sola, gemidora rueda, va deshervando la ausencia de su bien, de su
amado, y a los montes, a las hierbas enseñando el nombre que en el pecho escrito tiene, que después, recordando una
muerte oscura largo tiempo de unas cristalinas solitarias lágrimas hermosas derramastes.
(...)
Con sus hijitos, en vano bañada en llanto, suplicante implora a los bárbaros. El hierro empapa crueles en el pecho
cristalino; y las vivas rosas que de las mejillas huyen, por la herida a borbotones se desvanecen con sus inocentes hijos
abrazada. No gime, no suspira; a besos arranca, una a una, las facciones, que tanto vivamente las del querido amante
le retratan. Ahora por los labios finalmente huye la última vida, el último soplo en besos, todo amor, todo ternura, los
ojos ya de hermosa luz se extinguen. "

Biografía

Dámaso Alonso (España, 1898-1990)


Mujer con alcuza (fragmento)
" Y esta mujer se ha despertado en la noche,
y estaba sola,
y ha mirado a su alrededor,
y estaba sola,
y ha buscado al revisor, a los mozos del tren,
a algún empleado,
a algún mendigo que viajara oculto bajo un asiento,
y estaba sola,
y ha gritado en la oscuridad,
y estaba sola,
y ha preguntado en la oscuridad,
y estaba sola,
y ha preguntado
quién conducía,
quién movía aquel horrible tren.
Y no le ha contestado nadie,
porque estaba sola,
porque estaba sola.
Y ha seguido días y días,
loca, frenética,
en el enorme tren vacío,
donde no va nadie,
que no conduce nadie.
(...)
¿O es que como esos almendros
que en el verano estuvieron cargados de demasiada fruta,
conserva aún en el invierno el tierno vicio,
guarda aún el dulce álabe
de la cargazón y de la compañía,
en sus tristes ramas desnudas, donde ya ni se posan los pájaros? "

Biografía

Peter Altenberg (Austria, 1859-1919)


Cavilaciones de un revolucionario (fragmento)
" Los debilitamientos trágicos: comer cuando no se tiene hambre. Beber cuando no se tiene sed. Moverse cuando se
necesita descanso. Copular cuando se carece de amor. ¡Sabiamente nos conduce la naturaleza! Cuando tenemos
hambre, al pan. Cuando tenemos sed, al agua. Cuando estamos cansados, al sueño. Cuando estamos llenos de amor, a
la mujer. No tomarse la propia vida más en serio que una pieza de Shakespeare! ¡Pero tampoco menos! Dejar que la
vida se apodere de uno como en el teatro. El teatro de la vida. ¡Ser el espectador ideal de uno mismo! ¡Estar del todo
concentrado y, sin embargo, saber salir luego de los embrollos e intrigas al aire fresco de la noche! ¡Haber vivido lo
que no se ha vivido y no haber vivido lo que se ha vivido! ¡Así te purificas de ti mismo! Y tus "propias tragedias" te
proporcionan la sonrisa…de la sabiduría. "

Biografía

Manuel Altolaguirre (España, 1905-1959)


Preguntas
" Sentidos ignorados del Universo:
¿adónde lleváis las sensaciones
que adquirís de la nada?
¿En qué visceras yo, Dios mío, estoy?

¿La tierra un corazón?


Esta entraña secreta en donde estamos
bajo los aires músculos:
¿qué oficio tiene?

La luna, el sol, los astros,


los pulmones oscuros de la noche:
¿bajo qué piel, qué tacto viven?
¿Es tu cuerpo, Dios mío, el Universo?

¿Estás en lo creado
como el alma en la carne
o tienes la arboleda de tu sueño
alborotada, fuera de tu frente,
en la Nada infinita,
igual que yo en tu mundo? "

Biografía

Jorge Amado (Brasil, 1912-2001)


Capitaes da Areia (fragmento)
" Solamente los dos vigilantes de la policía bahiana que se lustraban las botas frente al puesto policial fueron fusilados
por los cangaçeiros, pero fue antes de haber descubierto el carrusel en la plaza central. De lo contrario, quizá hasta a
los vigilantes de la policía bahiana hubiera perdonado Lampiâo en esa noche de suprema felicidad para su banda de
cangaçeiros. Entonces se portaron como niños, gozaron de una felicidad que antes nunca habían gozado, ni en su
infancia de hijos de campesino: montar en el caballo de madera de un carrusel, mientras sonaba la música de una
pianola y las luces ofrecían todos los colores: azules, verdes, amarillas, violetas y rojas, como la sangre que sale de los
cuerpos de los asesinados."
Martin Amis (Gran Bretaña, 1949)
La capacidad de pensar, de Los monstruos de Einstein (fragmento)
" Ellas están allí y yo aquí -ellas son inertes, yo estoy vivo-, y sin embargo me producen ganas de vomitar, me revuelven
el estómago; me siento como si un hijo mío hubiera estado fuera de casa mucho tiempo y comenzara a oscurecer. Es
una práctica buena y apropiada. Porque lo haré montones de veces, vomitaré muchísimo, si las armas caen y yo
sobrevivo. Todas las mañanas, seis días a la semana, salgo de mi casa y recorro en coche una milla hasta el
apartamento donde trabajo. Durante siete u ocho horas estoy solo. Cada vez que oigo en el aire un gemido súbito o uno
de los más atroces impactos de la vida ciudadana, o sirvo de huésped a cierto tipo de pensamientos indeseados, no
puedo evitar preguntarme cómo sería. Supongamos que sobrevivo. Supongamos que no se me derriten los ojos en la
cara, que no me toca el huracán de misiles secundarios en que hormigón, metal y cristal se han convertido
bruscamente; supongamos todo esto. Me veré obligado (y es lo último que tendré ganas de hacer) a desandar la larga
milla que me separa de mi hogar a través de la tormenta de fuego, los restos de los vientos de mil millas por hora, los
átomos descarriados, los muertos envilecidos. Luego -Dios mediante, en caso de que todavía me queden fuerzas y, por
supuesto, de que aún estén vivos- tendré que encontrar a mi mujer y mis hijos y tendré que matarlos. "

Campos de Londres (fragmento)


" Estudiada en su conjunto -y tomando en consideración los destrozos que dejaba a su paso, crisis de nervios, carreras
destrozadas, intentonas de suicidio, matrimonios rotos (y escandalosos divorcios)-, la facultad de Nicola para leer el
futuro le había enseñado un par de cosas muy claras: que nadie la amaría nunca lo suficiente, y que quienes la amaran
no serían lo suficientemente dignos de ser amados. "

El tren de la noche (fragmento)


" En mi época, llegué a presenciar las secuelas de quizás unas mil muertes sospechosas, las mayorías de las cuales
resultaron ser suicidios o accidentes, o simplemente, gente abandonada. Así que he visto todas las clases: saltarines,
mutilados, sumergidos con un peso, zambullidos, desangrados, flotadores, baleados, reventados. He visto los cadáveres
muertos a golpes de bebés de un año. Los de nonagenarias violadas por pandillas. He visto cadáveres abandonados por
tanto tiempo después de su muerte que la única posibilidad de deducir la fecha del deceso era el tamaño de los
gusanos. Pero de todos los cuerpos que he visto, ninguno se me ha quedado grabado en mis entrañas como el cadáver
de Jennifer Rockwell. "

Biografía

H. Christian Andersen (Dinamarca, 1805-1875)


El caracol y el rosal (fragmento)
" -Nada ha cambiado -dijo-. No se advierte el más insignificante progreso. El rosal sigue con sus rosas, y eso es todo lo
que hace. Pasó el verano y vino el otoño, y el rosal continuó dando capullos y rosas hasta que llegó la nieve. El tiempo
se hizo húmedo y hosco. El rosal se inclinó hacia la tierra; el caracol se escondió bajo el suelo. Luego comenzó una
nueva estación, y las rosas salieron al aire y el caracol hizo lo mismo.
-Ahora ya eres un rosal viejo -dijo el caracol-. Pronto tendrás que ir pensando en morirte. Ya has dado al mundo cuanto
tenías dentro de ti. Si era o no de mucho valor, es cosa que no he tenido tiempo de pensar con calma. Pero está claro
que no has hecho nada por tu desarrollo interno, pues en ese caso tendrías frutos muy distintos que ofrecernos. ¿Qué
dices a esto? Pronto no serás más que un palo seco... ¿Te das cuenta de lo que quiero decirte?
-Me asustas -dijo el rosal-. Nunca he pensado en ello.
-Claro, nunca te has molestado en pensar en nada. ¿Te preguntaste alguna vez por qué florecías y cómo florecías, por
qué lo hacías de esa manera y de no de otra?
-No -contestó el caracol-. Florecía de puro contento, porque no podía evitarlo. ¡El sol era tan cálido, el aire tan
refrescante!... Me bebía el límpido rocío y la lluvia generosa; respiraba, estaba vivo. De la tierra, allá abajo, me subía
la fuerza, que descendía también sobre mí desde lo alto. Sentía una felicidad que era siempre nueva, profunda
siempre, y así tenía que florecer sin remedio. Tal era mi vida; no podía hacer otra cosa.
-Tu vida fue demasiado fácil -dijo el caracol.
-Cierto -dijo el rosal-. Me lo daban todo. Pero tú tuviste más suerte aún. Tú eres una de esas criaturas que piensan
mucho, uno de esos seres de gran inteligencia que se proponen asombrar al mundo algún día.
-No, no, de ningún modo -dijo el caracol-. El mundo no existe para mí. ¿Qué tengo yo que ver con el mundo? Bastante
es que me ocupe de mí mismo y en mí mismo.
-¿Pero no deberíamos todos dar a los demás lo mejor de nosotros, no deberíamos ofrecerles cuanto pudiéramos? Es
cierto que no te he dado sino rosas; pero tú, en cambio, que posees tantos dones, ¿qué has dado tú al mundo? ¿Qué
puedes darle?
-¿Darle? ¿Darle yo al mundo? Yo lo escupo. ¿Para qué sirve el mundo? No significa nada para mí. Anda, sigue cultivando
tus rosas; es para lo único que sirves. Deja que los castaños produzcan sus frutos, deja que las vacas y las ovejas den su
leche; cada uno tiene su público, y yo también tengo el mío dentro de mí mismo. ¡Me recojo en mi interior, y en él voy
a quedarme! El mundo no me interesa.
Y con estas palabras, el caracol se metió dentro de su casa y la selló.
-¡Qué pena! -dijo el rosal-. Yo no tengo modo de esconderme, por mucho que lo intente. Siempre he de volver otra
vez, siempre he de mostrarme otra vez en mis rosas. Sus pétalos caen y los arrastra el viento, aunque cierta vez vi
cómo una madre guardaba una de mis flores en su libro de oraciones, y cómo una bonita muchacha se prendía otra al
pecho, y cómo un niño besaba otra en la primera alegría de su vida. Aquello me hizo bien, fue una verdadera
bendición. Tales son mis recuerdos, mi vida.
Y el rosal continuó floreciendo en toda su inocencia, mientras el caracol dormía allá dentro de su casa. El mundo nada
significaba para él. Y pasaron los años. El caracol se había vuelto tierra en la tierra, y el rosal tierra en la tierra, y la
memorable rosa del libro de oraciones había desaparecido... Pero en el jardín brotaban los rosales nuevos, y los nuevos
caracoles se arrastraban dentro de sus casas y escupían al mundo, que no significaba nada para ellos. ¿Empezamos otra
vez nuestra historia desde el principio? No vale la pena; siempre sería la misma. "

Biografía

Vicent Andrés Estellés (Valencia, 1924-1993)


Tot açó que ja no pot ser
" Et besaria lentament,
et soltaria els cabells,
t'acariciaria els muscles,
t'agafaria el cap
per a besar-te dolçament,
estimada meua, dolça meua,
i sentir-te, encara més nina,
més nina encara sota les mans,
dessota els péls del meu pit
i sota els péls de l'engonal,
i sentir-te sota el meu cos,
amb els grans ulls oberts,
més que entregada confiada,
feliç dins els meus abraços.
Et veuria anar, tota nua,
anant i tornant per la casa,
tot açó que ja no pot ser.
Sóc a punt de dir el teu nom,
sóc a punt de plorar-lo
i d'escriure'l per les parets,
adorada meua, petita.
Si em desperte, a les nits,
em desperte pensant en tu,
en el teu daurat i petit cos.
T'estimaria, t'adoraria
fins a emplenar la teua pell,
fins a emplenar tot el teu cos
de petites besades cremants.
es un amor total i trist
el que sent per tu, criatura,
un amor que m'emplena les hores
totalement amb el record
de la teua figura alegre i ágil.
No deixe de pensar en tu,
em pregunte on estarás,
voldria saber qué fas,
i arribe a la desesperació.
Com t'estime! Em destrosses,
t'acariciaria lentament,
amb una infinita tendresa,
i no deixaria al teu cos
cap lloc sense la meua carícia,
petita meua, dolça meua,
aliena probablement
a l'amor que jo sent per tu,
tan adorable! T'imagine
tébia i nua, encara innocent,
vacil.lant, i ja decidida,
amb les meues mans als teus muscles,
revoltant-te els cabells,
agafant-te per la cintura
o obrint-te les cames,
fins a fer-te arribar, alhora,
amb gemecs i retrocessos,
a l'espasme lent del vici;
fins a sentir-te enfollir,
una instantánia follia:
tot açó que ja no pot ser,
petita meua, dolça meua.
Et recorde i estic plorant
i sent una tristesa enorme,
voldria ésser ara al llit,
sentir el teu cos prop del meu,
el cos teu, dolç i fredolic,
amb un fred de col.legiala,
encollida, espantada; vull
estar amb tu mentre dorms,
el teu cul graciós i dur,
la teua adorable proximitat,
fregar-te a penes, despertar-te,
despertar-me damunt el teu cos,
tot açó que ja no pot ser.
Et mire, i sense que tu ho sápies,
mentre et tinc al meu davant
i t'estrenyc, potser, la má,
t'evoque en altres territoris
on mai havem estat;
contestant les teues paraules,
visc una égloga dolcíssima,
amb el teu cos damunt una catifa,
damunt els taulells del pis,
a la butaca d'un saló
de reestrena, amb la teua má
petita dintre la meua,
infinitament feliç,
contemplant-te en l'obscuritat,
dos punts de llum als teus ulls,
fins que al final em sorprens
i sens dubte em ruboritzes,
i ja no mires la pantalla,
abaixes llargament els ulls.
No és possible seguir així,
jo bé ho comprenc, peró ocorre,
tot açó que ja no pot ser.
Revisc els dolços instants
de la meua vida, peró amb tu.
es una flama, és una mort,
una llarga mort, aquesta vida,
no sé per qué t'he conegut,
jo no volia conéixer-te...
A qualsevol part de la terra,
a qualsevol part de la nit,
mor un home d'amor per tu
mentre cuses, mentre contemples
un serial de televisió,
mentre parles amb una amiga,
per teléfon, d'algun amic;
mentre que et fiques al llit,
mentre compres en el mercat,
mentre veus, al teu mirall,
el desenvolupament dels teus pits,
mentre vas en motocicleta,
mentre l'aire et despentina,
mentre dorms, mentre orines,
mentre mires la primavera,
mentre espoles les estovalles,
mor un home d'amor per tu,
tot açó que ja no pot ser.
Que jo me muir d'amor per tu. "

Els amants, de El llibre de les maravelles (en catalán)


" No hi havia a València dos amants com nosaltres.
Feroçment ens amàvem del matí a la nit.
Tot ho recorde mentre vas estenent la roba.
Han passat anys, molt anys; han passat moltes coses.
De sobte encara em pren aquell vent o l'amor
i rodolem per terra entre abraços i besos.
No comprenem l'amor com un costum amable,
com un costum pacífic de compliment i teles
(i que ens perdone el cast senyor López-Picó).
Es desperta, de sobte, com un vell huracà,
i ens tomba en terra els dos, ens ajunta, ens empeny.
Jo desitjava, a voltes, un amor educat
i en marxa el tocadiscos, negligentment besant-te,
ara un muscle i després el peço d'una orella.
El nostre amor es un amor brusc i salvatge
i tenim l'enyorança amarga de la terra,
d'anar a rebolcons entre besos i arraps.
Què voleu que hi faça! Elemental, ja ho sé.
Ignorem el Petrarca i ignorem moltes coses.
Les Estances de Riba i les Rimas de Bécquer.
Després, tombats en terra de qualsevol manera,
comprenem que som bàrbars, i que aixòno deu ser,
que no estem en l'edat, i tot això i allò.
No hi havia a València dos amants com nosaltres,
car d'amants com nosaltres en son parits ben pocs. "

Biografía

Ivo Andric (Yugoslavia, 1892-1975)


Ex-Ponto (fragmento)
" No hay otra verdad que el dolor; no hay otra realidad que el sufrimiento; dolor y sufrimiento en toda gota de agua,
toda hoja de hierba, en cada sonido de voz viviente, en sueño y vigilia, en vida, antes de la vida y tal vez después de la
muerte. "

Biografía

Guillaume Apollinaire (Francia, 1880-1918)


El cuarto poema secreto, de Poemas a Madeleine
" Mi boca tendrá ardores de averno,
mi boca será para ti un infierno de dulzura,
los ángeles de mi boca reinarán en tu corazón,
mi boca será crucificada
y tu boca será el madero horizontal de la cruz,
pero qué boca será el madero vertical de esta cruz.
Oh boca vertical de mi amor,
los soldados de mi boca tomarán al asalto tus entrañas,
los sacerdotes de mi boca incensarán tu belleza en su templo,
tu cuerpo se agitará como una región durante un terremoto,
tus ojos entonces se cargarán
de todo el amor que se ha reunido
en las miradas de toda la humanidad desde que existe.

Amor mío
mi boca será un ejército contra ti,
un ejército lleno de desatinos,
que cambia lo mismo que un mago
sabe cambiar sus metamorfosis,
pues mi boca se dirige también a tu oído
y ante todo mi boca te dirá amor,
desde lejos te lo murmura
y mil jerarquías angélicas
que te preparan una paradisíaca dulzura en él se agitan,
y mi boca es también la Orden que te convierte en mi esclava,
y me da tu boca Madeleine,
tu boca que beso Madeleine. "

Porvenir, de El vigía melancólico


" Cuando tiemblen de pánico los poderosos ricos
cuando en señal de miedo levanten sus manos
serenas ante el fuego las casas se derrumben
los desnudos cadáveres tirados por los caminos
iremos a contemplar la sonrisa de los muertos
caminaremos muy lentamente con los ojos cautivados
registrando con los pies bajo los patíbulos de las mandrágoras
sin pensar en los heridos sin lamentar sus vidas.
Correrá la sangre y sobre los rojos pantanos
inclinados contemplaremos serenamente nuestros rostros
miraremos en los trágicos espejos la muerte de los amantes y la caída de las casas
tendremos mucho cuidado en conservar puras nuestras manos
y de noche lo mismo que Nerón admiraremos el incendio de las ciudades
el desplome de los muros
y como él con indolencia cantaremos
cantaremos el fuego la nobleza de las fraguas
la fuerza de los zagales
los gestos de los ladrones
la muerte de los héroes
y la gloria de las antorchas
que forman una aureola alrededor de cada frente
la belleza de la primavera y los amores fecundos
la dulzura de los ojos azules que la sangre satisface
el alba que despunta y el frescor de las olas
la dicha de los niños y la eterna existencia.
Pero no cantaremos más
ni el mirto de las viudas
ni el honor de obedecer
ni el son de los cañones
ni el pasado
pues la claridad del nuevo día, no hará que vibre siquiera la estatua de Memmon
luego bajo el sol se pudrirán los cadáveres
y muchos otros hombres que morirán en libertad
el sol y los muertos en las tierras que se siembran darán la belleza rubia y la fecundidad
y más tarde cuando la peste haya purificado la tierra
en dulce paz viviremos los bienaventurados hombres, apacibles y puros
pues los lagos y los mares serán suficientes para lavar la sangre de las manos. "

Biografía

Louis Aragon (Francia, 1897-1982)


Persona Pálida
" Más mísero que las piedras
triste a más no poder
el hombre escuálido con el atril
hubiera querido aniquilarse.
Qué frío el viento penetra
en el lugar de las hojas muertas
cómo patear para ahuyentar el frío
con qué pie iniciar la semana.
Un silencio que nunca acaba
ni una palabra tierna para engañar al invierno
la sombra del alma del amigo
la escritura, tan sólo las señas.
Mi sangre daría una sola vuelta
los sonidos se perderían en el espacio
como dedos congelados.
Soy un patín abandonado en el hielo
traspasado por el amanecer. "

Los viajeros de la Imperial (fragmento)


" Todos nos vemos arrastrados hacia esa horrible fatalidad en un gigante autobús que está, en sí mismo, condenado a la
destrucción, en tanto que nosotros nos conservamos inconscientes del movimiento que lo anima o del motor que lo
impulsa. Recuerdo haber atravesado cierta noche París en el preciso momento en que eran encendidos los faroles
callejeros, en uno de esos trepidantes vehículos que nadaba como una enorme ballena a través de las sombras que se
espesaban. Era una noche en que yo me sentía particularmente turbado y triste y en que mi cerebro barajaba nombres
de títulos y acciones, cotizaciones bursátiles y cifras de las cuales dependía mi libertad, como una pobre alma errante
poseída por los demonios del cálculo. De pronto, todo me pareció extraño, los cafés, los bulevares, las tiendas.
Comencé a mirar a mis vecinos del piso de arriba, el imperial del autobús, y no me parecieron ya casuales compañeros
de travesía cuyos espíritus se levantarían al acercarse el fin del viaje, sino mas bien viajeros misteriosamente escogidos
para atravesar la vida conmigo. Y pensé con horror que todos nosotros, extraños el uno para el otro, estábamos
amenazados en el mismo grado por un posible accidente a tal punto que todo lo que ocurriera allá abajo entre los
caballos y la calle, y de lo cual nada sabíamos en absoluto, tendía a crear entre nosotros una profunda unidad, una
intimidad más terrible que la intimidad del amor, la intimidad de una tumba común... Pensé que aquel imperial o
mejor dicho el propio autobús, era poco más o menos la imagen de la vida. Porque existen en el mundo dos clases de
individuos, los que, a semejanza de la gente del imperial son trasladados sin conocimiento alguno de las máquinas que
habitan y los que saben lo que hace girar las ruedas, los que manipulan la maquinaria del monstruo. "

Biografía

Reinaldo Arenas (Cuba, 1943-1990)


El mundo alucinante (fragmento)
" El verano. Los pájaros derretidos en pleno vuelo, caen, como plomo hirviente, sobre las cabezas de los arriesgados
transeúntes, matándolos al momento.
El verano. La isla, como un pez de metal alargado, centellea y lanza destellos y vapores ígneos que fulminan.
El verano. El mar ha comenzado a evaporarse, y una nube azulosa y candente cubre toda la ciudad.
El verano. La gente, dando voces estentóreas, corre hasta la laguna central, zambulléndose entre sus aguas caldeadas y
empastándose con fango toda la piel, para que no se le desprenda el cuerpo.
El verano. Las mujeres, en el centro de la calle, empiezan a desnudarse, y echan a correr sobre los adoquines que
sueltan chispas y espejean.
El verano. Yo, dentro del morro, brinco de un lado a otro. Me asomo entre la reja y miro al puerto hirviendo. Y me
pongo a gritar que me lancen de cabeza al mar.
El verano. La fiebre del calor ha puesto de mala sangre a los carceleros que, molestos por mis gritos, entran a mi celda
y me muelen a golpes. Pido a Dios que me conceda una prueba de su existencia mandándome la muerte. Pero dudo que
me oiga. De estar Dios aquí se hubiera vuelto loco.
El verano. Las paredes de mi celda van cambiando de color, y de rosado pasan a rojo, y de rojo al rojo vino, y de rojo
vino a negro brillante... el suelo empieza también a brillar como un espejo, y del techo se desprenden las primeras
chispas. Solo dándole brincos me puedo sostener, pero en cuanto vuelvo a apoyar los pies siento que se me
achicharran. Doy brincos. Doy brincos. Doy brincos.
El verano. Al fin el calor derrite los barrotes de mi celda, y salgo de este horno al rojo, dejando parte de mi cuerpo
chamuscado entre los bordes de la ventana, donde el aceite derretido aun reverbera.
(…)
Pero las revoluciones no se hacen en las cárceles, si bien es cierto que generalmente allí es donde se engendran. Se
necesita tanta acumulación de odio, tantos golpes de cimitarra y redobles de bofetadas, para al fin iniciar este
interminable y ascendente proceso de derrumbe.
(…)
Las manos son lo mejor que indica el avance del tiempo.
Las manos, que antes de los veinte años empiezan a envejecer.
Las manos, que no se cansan de investigar ni darse por vencidas.
Las manos, que se alzan triunfantes y luego descienden derrotadas.
Las manos, que tocan las transparencia de la tierra.
Que se posan tímidas y breves.
Que no saben y presienten que no saben.
Que indican el límite del sueño.
Que planean la dimensión del futuro.
Estas manos, que conozco y sin embargo me confunden.
Estas manos, que me dijeron una vez: -tienta y escapa-.
Estas manos, que ya vuelven presurosas a la infancia.
Estas manos, que no se cansan de abofetear a las tinieblas.
Estas manos, que solamente han palpado cosas reales.
Estas manos, que ya casi no puedo dominar.
Estas manos, que la vejez ha vuelto de colores.
Estas manos, que marcan los límites del tiempo.
Que se levantan y de nuevo buscan el sitio.
Que señalan y quedan temblorosas.
Que saben que hay música aun entre sus dedos.
Estas manos, que ayudan ahora a sujetarse.
Estas manos, que se alargan y tocan el encuentro.
Estas manos, que me piden, cansadas, que ya muera. "

Antes que anochezca (fragmento)


" Oh Luna! Siempre estuviste a mi lado, alumbrándome en los momentos más terribles; desde mi infancia fuiste el
misterio que velaste por mi terror, fuiste el consuelo en las noches mas desesperadas, fuiste mi propia madre,
bañándome en un calor que ella tal vez nunca supo brindarme; en medio del bosque, en los lugares más tenebrosos, en
el mar; allí estabas tu acompañándome; eras mi consuelo, siempre fuiste la que me orientaste en los momentos más
difíciles. Mi gran diosa, mi verdadera diosa, que me has protegido de tantas calamidades; hacia ti en medio del mar;
hacia ti junto a la costa; hacia ti entre las costas de mi isla desolada. Elevaba la mirada y te miraba; siempre la misma;
en tu rostro veía una expresión de dolor, de amargura, de compasión hacia mí; tu hijo. Y ahora, súbitamente, luna,
estallas en pedazos delante de mi cama. Ya estoy solo. Es de noche. "

The Parade Ends


" Paseos por las calles que revientan,
pues las cañerías ya no dan más
por entre edificios que hay que esquivar,
pues se nos vienen encima,
por entre hoscos rostros que nos escrutan y sentencian,
por entre establecimientos cerrados,
mercados cerrados,
cines cerrados,
parques cerrados,
cafeterías cerradas.
Exhibiendo a veces carteles (justificaciones) ya polvorientos,
CERRADO POR REFORMAS,
CERRADO POR REPARACIÓN.
¿Qué tipo de reparación?
¿Cuándo termina dicha reparación, dicha reforma?
¿Cuándo, por lo menos,
empezará?
Cerrado...cerrado...cerrado...
todo cerrado...
Llego, abro los innumerables candados, subo corriendo la improvisada escalera.
Ahí está, ella, aguardándome.
La descubro, retiro la lona y contemplo sus polvorientas y frías dimensiones.
Le quito el polvo y vuelvo a pasarle la mano.
Con pequeñas palmadas limpio su lomo, su base, sus costados.
Me siento, desesperado, feliz, a su lado, frente a ella,
paso las manos por su teclado, y, rápidamente, todo se pone en marcha.
El ta ta, el tintineo, la música comienza, poco a poco, ya más rápido
ahora, a toda velocidad.
Paredes, árboles, calles,
catedrales, rostros y playas,
celdas, mini celdas,
grandes celdas,
noche estrellada, pies
desnudos, pinares, nubes,
centenares, miles,
un millón de cotorras
taburetes y una enredadera.
Todo acude, todo llega, todos vienen.
Los muros se ensanchan, el techo desaparece y, naturalmente, flotas,
flotas, flotas arrancado, arrastrado,
elevado,
llevado, transportado, eternizado,
salvado, en aras, y,
por esa minúscula y constante cadencia,
por esa música,
por ese ta ta incesante. "

Mi amante el mar (fragmento)


" Sólo el afán de un náufrago podría
remontar este infierno que aborrezco.
Crece mi furia y ante mi furia crezco
y solo junto al mar espero el día. "

Biografía

Pietro Aretino (Italia, 1492-1556)


La cópula, de Sonetos lujuriosos
" (Hombre): Follemos, vida mía, follemos ya
pues todos nacimos para follar,
y si tú el pene adoras, yo el coño amo, y el mundo
una mierda sin esto sería.

Y si post mortem follar se pudiera


diría: así follemos hasta morir,
pues tanto follaron Adán y Eva
que la muerte les pareció harto injusta.

(Mujer): Y es verdad, que si los muy tunantes


no hubiesen comido aquel fruto engañoso,
bien se hubieran saciado los amantes.

Más dejémonos de historias, y hasta el corazón


híncame el pene, y ahí reviente
el alma que vive y muere por él.

(Hombre): Y, si es posible, fuera


del coño no me dejes los testículos,
de todo placer gozado, testigos. "
Biografía

Alcides Arguedas (Bolivia, 1879-1946)


Raza de bronce (fragmento)
" El lago, desde esa altura, parecía una enorme brasa viva. En medio de la hoguera saltaban las islas como manchas
negras, dibujando admirablemente los más pequeños detalles de sus contornos; y el estrecho de Tiquina, encajonado al
fondo entre dos cerros que a esa distancia fingían muros de un negro azulado daba la impresión de un río de fuego
viniendo a alimentar el ardiente caudal de la encendida linfa. La llanura, escueta de árboles, desnuda, alargábase
negra y gris en su totalidad. Algunos sembríos de cebada, ya amarillentos por la madurez, ponían manchas de color
sobre la nota triste y opaca de ese suelo casi estéril por el perenne frío de las alturas. Acá y allá, en las hondonadas,
fulgían de rojo los charcos formados por las pasadas lluvias, como los restos de un colosal espejo roto en la llanura. "

Biografía

José María Arguedas (Perú, 1911-1969)


El barranco (fragmento)
" Las mulas se animaron en el camino, sacudiendo sus cabezas; resoplando las narices, entraron a carrera en la
quebrada, las madrineras atropellaron por delante. Atorándose con el polvo, los becerritos se arrimaron al cerroé
algunos pudieron volverse y corrieron entre la piara. La mula nazqueña de don Garayar levantó sus dos patas y clavó sus
cascos en la frente del "Pringo". El "Pringo" cayó al barranco, rebotó varias veces entre los peñascos y llegó hasta el
fondo del abismo. Boqueando sangre murió a la orilla del riachuelo. "

Biografía

Ludovico Ariosto (Italia, 1474-1533)


Orlando Furioso (fragmento)
" Un fructífero riachuelo, alimentado por un manantial límpido,
Envuelve, a su alrededor, ese espacio fértil.
La tierra de Venus, la verdad sea dicha
Lugar efímero de alegria y de encanto:
Para cada doncella y esposa, que allí se engendra,
Es a lo largo y ancho del mundo, inigualada en gracia:
Y Venus desea, que hasta que tañan sus últimas horas,
El Amor caldee sus pechos, jovenes y viejos. "

Biografía

Roberto Arlt (Argentina, 1900-1942)


El jorobadito (fragmento)
" Retorcerle el pescuezo al jorobadito ha sido de mi parte un acto más ruinoso e imprudente para mis intereses, que
atentar contra la existencia de un benefactor de la humanidad. Se ha echado sobre mí la policía, los jueces y los
periódicos. Y ésta es la hora en que aún me pregunto (considerando los rigores de la justicia) si Rigoletto no estaba
llamado a ser un capitán de hombres, un genio, o un filántropo. De otra forma no se explican las crueldades de la ley
para vengar los fueros de un insigne piojoso, al cual, para pagarle de su insolencia, resultaran insuficientes todos los
puntapiés que pudieran suministrarle en el trasero, una brigada de personas bien nacidas. No se me oculta que sucesos
peores ocurren sobre el planeta, pero ésta no es una razón para que yo deje de mirar con angustia las leprosas paredes
del calabozo donde estoy alojado a espera de un destino peor. "

Los siete locos (fragmento)


" Sí, llegará un momento en que la humanidad escéptica, enloquecida por los placeres, blasfema de impotencia, se
pondrá tan furiosa que será necesario matarla como a un perro rabioso...Será la poda del árbol humano... una vendimia
que sólo ellos, los millonarios, con la ciencia a su servicio, podrán realizar. Los dioses, asqueados de la realidad,
perdida toda ilusión en la ciencia como factor de felicidad, rodeados de esclavos tigres, provocarán cataclismos
espantosos, distribuirán las pestes fulminantes... Durante algunos decenios el trabajo de los superhombres y de sus
servidores se concretará a destruir al hombre de mil formas, hasta agotar el mundo casi... y sólo un resto, un pequeño
resto, será aislado en algún islote, sobre el que se asentarán las bases de una nueva sociedad. "

Biografía

Matthew Arnold (Gran Bretaña, 1822-1888)


Desaliento, de Empedocles en Etna
" Los pensamientos que llueven su constante fulgor como estrellas sobre la fría existencia del mar, y que otros conocen,
o dicen conocer, nunca brillaron para mí, los pensamientos alumbran como centellas el cielo de mi espíritu, pero no se
quemarán conmigo, una vez que iluminen, presurosos huirán y jamás regresarán de nuevo."

A Margarita, de Empedocles en Etna


" Sí, en el mar del vivir aislados, con resonantes estrechos que nos separan, punteando el acuático páramo sin costas,
nosotros, millones de mortales, vivimos solos. Las islas sienten cómo las corrientes las unen, aprendiendo los eslabones
que sin fin las atan. Pero cuando la luna alumbra los vacíos, y un bálsamo primaveral las barre, en los collados
ruiseñores cantan divinamente bajo noches estrelladas, y primorosos acordes vierten a través de ruidos y canales, de
orilla a orilla. Entonces una nostalgia como desesperación llega hasta las cavernas más apartadas, porque,
seguramente, entonces se presiente que parte fuimos de un solo continente. Hoy la llanura acuosa, rodeándonos se
extiende; si pudieran nuestras márgenes de nuevo encontrarse. ¿Quién dispuso que este fuego de ansias debiera
enfriarse tan pronto como se inflama? ¿Quién devuelve vacío tan hondo deseo? Un dios ordenó tanta separación, un
dios, y entre orillas impuso el salado, insondable mar que nos aparta."

Biografía

Hans Arp (Francia, 1887-1966)


Violetas rojas
" Las flechas se mustian en su vuelo
las alas se pierden hacia el mundo de las hojas
alas y hojas se confunden
las estrellas sirven de lunares
al cielo profundo como tus ojos
el patio de las flores grajea y ríe
en una luz arrodillada
la cadena de los espejismos se rompe
en la nube incrustada de besos
una jornada embalsamada
cae de una joroba de frutas
las garras sueltan un pequeño hurto
una nube verde danza con dos piernas de relámpagos
luego las violetas crecen más deprisa
niños hermosos como violetas
danzan como nubes
pequeños más pequeños que de costumbre
charlan con un pequeño invisible
yo olvido mi cuerpo
lo vivo se junta con lo muerto
los juegos se desunen
niños hermosos como violetas
danzan como olas
aceleran sus saltos
danzan con fuerza y vigor exasperado
vuelcan lo hendido y lo virgen
todo gira rueda se precipita
las violetas se vuelven rojas
el día se acuna en sus fluideces
sus coronas de luz
sus follajes imperecederos
la noche me tiende una estrella
y Sophie agita la flor del sueño
en la campana del cielo. "

Fernando Arrabal (España, 1932)


Pateando paraísos (fragmento)
" No puedo explicarte lo que es el mono, aunque me lo pides. Es inexplicable e inconcebible para quien no se lo ha
apechugado. Es la tortura y el castigo hechos a la medida de la infamia del vicio. La nariz se te forra de murciélagos.
Te salen litros de moquillo líquido que sabe a rayos. La saliva te llena la boca de un caldo de orín fermentado con ácido
sulfúrico. Todo te duele con diez tanques. Los riñones se te infestan de ratas que te carcomen los nervios. En las
articulaciones de las rodillas, de las muñecas, de los codos, de los tobillos, para qué contarte? En cuanto te mueves y
en cuanto no te mueves... da igual... Se te mete la cremallera de pinchos para arriba y para abajo. Se te ponen los
nervios de rejones. Tienes un cabreo de sesión continua. La cabeza cencerrea y se te rompe la crisma erre que erre. El
insomnio te encapota 24 horas por día. Ni soñar con dormir. Las noches son peores que los días, y viceversa. Se me
olvidaba decirte que los ojos se te salpimentan solos y con chile negro. Lagrimeas vinagre y bilis sin poder llorar. Desde
la punta de la cebolleta hasta la campana de la molondra se te pone la carne de gallina sin necesidad de condiciones
atmosféricas. "

Biografía

Juan José Arreola (México, 1918-2001)


Bestiario (fragmento)
" Los abismos atraen. Yo vivo a la orilla de tu alma. Inclinado hacia ti, sondeo tus pensamientos, indago el germen de
tus actos. Vagos deseos se remueven en el fondo, confusos y ondulantes en su lecho de reptiles. ¿De que se nutre mi
contemplacion voraz? Veo el abismo y tu yaces en lo profundo de ti misma. Ninguna revelacion. Nada que se parezca al
brusco despertar de la conciencia. Nada sino el ojo que me devuelve implacable mi descubierta mirada. Narciso
repulsivo, me contemplo el alma en el fondo de un pozo. A veces el vertigo desvia los ojos de ti. Pero siempre vuelvo a
escrutar en la sima. Otros, felices, miran un momento tu alma y se van. Yo sigo a la orilla, ensimismado. Muchos seres
se despeñan a lo lejos. Sus restos yacen borrosos, disueltos en la satisfaccion. Atraido por el abismo, vivo la
melancolica certeza de que no voy a caer nunca. "

Biografía

Antonin Artaud (Francia, 1896-1948)


Poeta negro
" Poeta negro, un seno de doncella
te obsesiona
poeta amargo, la vida bulle
y la ciudad arde,
y el cielo se resuelve en lluvia,
y tu pluma araña el corazón de la vida.

Selva, selva, hormiguean ojos


en los pináculos multiplicados;
cabellera de tormenta, los poetas
montan sobre caballos, perros.

Los ojos se enfurecen, las lenguas giran


el cielo afluye las narices
como azul leche nutricia;
estoy pendiente de vuestras bocas
mujeres, duros corazones de vinagre. "

Noche
" Los mostradores del cinc pasan por las cloacas,
la lluvia vuelve a ascender hasta la luna;
en la avenida una ventana
nos revela una mujer desnuda.

En los odres de las sábanas hinchadas


en los que respira la noche entera
el poeta siente que sus cabellos
crecen y se multiplican.

El rostro obtuso de los techos


contempla los cuerpos extendidos.
Entre el suelo y los pavimentos
la vida es una pitanza profunda.

Poeta, lo que te preocupa


nada tiene que ver con la luna;
la lluvia es fresca,
el vientre está bien.

Mira como se llenan los vasos


en los mostradores de la tierra
la vida está vacía,
la cabeza está lejos.

En alguna parte un poeta piensa.


No tenemos necesidad de la luna,
la cabeza es grande,
el mundo está atestado.

En cada aposento
el mundo tiembla,
la vida engendra algo
que asciende hacia los techos.

Un mazo de cartas flota en el aire


alrededor de los vasos;
humo de vinos, humo de vasos
y de las pipas de la tarde.

En el ángulo oblicuo de los techos


de todos los aposentos que tiemblan
se acumulan los humos marinos
de los sueños mal construidos.

Porque aquí se cuestiona la Vida


y el vientre del pensamiento;
las botellas chocan los cráneos
de la asamblea áerea.

El Verbo brota del sueno


como una flor o como un vaso
lleno de formas y de humos.

El vaso y el vientre chocan:


la vida es clara
en los cráneos vitrificados.

El areópago ardiente de los poetas


se congrega alrededor del tapete verde,
el vacío gira.

La vida pasa por el pensamiento


del poeta melenudo.

En la calle sólo una ventana,


las cartas batidas suenan.
En la ventana la mujer sexuada
somete su vientre a discusión. "

Biografía

Isaac Asimov (EEUU, 1920-1992)


Sueños de robot (fragmento)
" Después de cientos de miles de millones de años pensó en él, de pronto, como Ames. No en la combinación de
longitud de onda que, a través del universo, era ahora el equivalente de Ames, sino en el sonido en sí. Le volvía un leve
recuerdo de ondas sonoras que ya no oía y ya no podía oír. El nuevo proyecto aguzaba su recuerdo de tantas y tantas
cosas de eones y eones de antigüedad. Redujo el vórtex de energía que sumaba el total de su individualidad y sus líneas
de energía se tendieron hasta más allá de las estrellas.
(...)
Y Ames vio también y recordó que en tiempos había sido un hombre. La fuerza de su vórtex partió la cabeza por la
mitad, y escapó por las galaxias siguiendo la huella energética de Brock... de regreso al infinito destino de la vida. Y los
ojos de la destrozada cabeza de materia seguían brillando con la humedad que Brock había puesto allí para representar
las lágrimas. La cabeza de materia hizo aquello que los seres-energéticos ya no podían hacer. Y lloró por toda la
humanidad y por la frágil belleza de los cuerpos de los que en tiempos se habían desprendido, hacía millones de años. "

Yo robot (fragmento)
" (El robot QT-1 Cutie, duda sobre su existencia y responde a Donovan y Powell)
Fíjate en ti. No lo digo con ánimo de desprecio, pero fíjate bien. El material del que estás hecho es blando y flojo,
carece de resistencia, y su energía depende de la oxidación ineficiente del material orgánico.
(...)
Entráis periódicamente en coma, y la menor variación de temperatura, presión atmosférica, la humedad o la intensidad
de radiación afecta a vuestra eficiencia. Sois alterables.Yo, por el contrario, soy un producto acabado. Absorbo energía
eléctrica directamente y la utilizo con casi un ciento por ciento de eficiencia. Estoy compuesto de fuerte metal,
permanezco consciente todo el tiempo y puedo soportar fácilmente los más extremados cambios ambientales. Estos son
hechos que, partiendo de la irrefutable proposición de que ningún ser puede crear un ser más perfecto que él, reduce
vuestra tonta teoría a la nada. "

Biografía

Miguel Angel Asturias (Guatemala, 1899-1974)


Invierno
" En rodillas de viento, galgo y huella
fuí tras de ti, mujer en mi presencia
transportado por ágil luz de estrella
de sentido en sentido hasta la ausencia.
Atravesaste, amor, los egoísmos
que en sílice de lágrimas desvelo
yuxtaponiendo abismos sobre abismos
en mi insoluble soledad de hielo.
La gran araña de la lluvia teje
con agua y viento telarañas móviles
¿qué mañana serán cuando despeje?
Superficie de vidrio sin quebranto,
como serán mis ojos cuando inmóviles
hayan llorado ya todo su llanto. "

El señor presidente (fragmento)


" Los pordioseros se arrastraban por las cocinas del mercado, perdidos en la sombra de la Catedral helada, de paso
hacia la Plaza de Armas, a lo largo de calles tan anchas como mares, en la ciudad que se iba quedando atrás íngrima y
sola. La noche los reunía al mismo tiempo que a las estrellas. Se juntaban a dormir en el Portal del Señor sin más lazo
común que la miseria, maldiciendo unos de otros, insultándose a regañadientes con tirria de enemigos que se buscan
pleito, riñendo muchas veces a codazos y algunas con tierra y todo, revolcones en los que, tras escupirse, rabiosos, se
mordían.
(...)
Una aldea vino, anduvo por allí y se fue por allá, una aldea al parecer deshabitada, una aldea de casas de alfeñique en
tuza de milperíos secos entre iglesia y cementerio. ¡Que la fe que construyó a la iglesia sea mi fe, la iglesia y el
cementerio; no quedaron vivos más que la fe y los muertos! Pero la alegría del que se va alejando se le empañó en los
ojos. Aquella tierra de asidua primavera era su tierra, su ternura, su madre, y por mucho que resucitara al ir dejando
atrás aquellas aldeas, siempre estaría muerto entre los vivos, eclipsado entre los hombres de los otros países por la
presencia invisible de sus árboles en cruz y de sus piedras para tumbas. "
Biografía

Margaret Atwood (Canadá, 1939)


Eurídice
" El ha venido a buscarte y está aquí,
canción que te llama y quiere que vuelvas,
canción de dicha y de pesar
a partes iguales, promesa
hecha canción, promesa
de que todo será, allá arriba, distinto
a la última vez...
Hubieras preferido seguir sintiendo nada,
vacío y silencio; la estancada paz
del mar más hondo,
al ruido y la carne de la superficie,
acostumbrada a estos pasillos pálidos y en sombras,
y al rey que pasa por tu lado
sin pronunciar palabra.
El otro es diferente
y casi lo recuerdas.
Dice que canta para ti
porque te ama,
no como eres ahora,
tan fría y diminuta: móvil
y a la vez quieta, como blanca cortina
o soplo en la corriente
de una ventana a medio abrir
junto a una silla donde nadie se sienta.
Te quiere "real",
un cuerpo opaco,
sentir cómo se espesa
(tronco de árbol o ancas)
y el golpe de la sangre tras los párpados
al cerrarlos
la llamarada solar...
sin tu presencia no podrá sentir
este amor suyo...
Mas la súbita revelación
de tu cuerpo enfriándose en la tierra
fue saber que le amas en cualquier lugar
hasta en este sitio sin memoria,
este reino del hambre.
Como una semilla roja en la mano
que olvidaste que aprietas,
llevas tu amor...
El necesita ver para creer
y está oscuro.
Atrás, atrás..., le susurras,
pero quiere que vuelvas
a alimentarlo, Eurídice,
puñado de tul, pequeña venda,
soplo de aire frío,
no se llamará Orfeo
tu libertad... "

Orfeo
" Delante mío caminabas,
atrayéndome
hacia la verde luz que alguna vez
me asesinó con sus colmillos.
Insensible te seguí,
como un brazo dormido y obediente
pero no fui yo quien quiso
volver al tiempo
Había llegado a amar el silencio,
pero mi antiguo nombre era una cuerda
o un susurro tendido
entre nosotros.
Y estaba tu amor,
las viejas riendas de tu amor,
tu voz corpórea...
Ante tus ojos mantenías
la imagen de tu deseo, que era yo,
viva otra vez.
Y por esta esperanza tuya continué,
y así fui
tu alucinación, floral
y oyente
tú me creabas
al cantarme y una piel nueva me crecía
en mi otro cuerpo, envuelto en niebla,
y tenía ya sed, y manos sucias,
y veía ya,
perfilados contra la boca de la gruta,
el perfil de tu cabeza y de tus hombros
cuando te diste vuelta para llamarme
y me perdiste...
Así que no llegué a ver tu rostro,
sólo un ovalo oscuro,
y a pesar de sentir todo el dolor
de tu derrota, debí rendirme,
como se rinden las mariposas de la noche.
Tú creíste
que sólo fui el eco
de tu canto. "

Poema nocturno
" No hay nada que temer,
es sólo el viento
que ahora sopla hacia el este, es sólo
tu padre..........el trueno
tu madre..........la lluvia
En este país de agua
con su luna ocre y húmeda como un champiñón,
sus muñones ahogados y sus pájaros largos
que nadan, donde crece el musgo
por todo el tronco de los árboles
y tu sombra no es tu sombra
sino un reflejo,
tus padres verdaderos desaparecen
al bajar la cortina
y quedamos los otros,
los sumergidos del lago
con nuestras cabezas de oscuridad
de pie ahora y en silencio junto a tu cama...
Venimos a arroparte
con lana roja,
con nuestras lágrimas y susurros distantes.
Te meces en los brazos de la lluvia,
el arca fría de tu sueño,
mientras aguardamos, tu padre
y madre nocturnos,
con las manos heladas y una linterna muerta,
sabiendo que somos solamente
las sombras vacilantes que proyecta
una vela, en este eco
que oirás veinte años más tarde. "

Sin nombre
" Una pesadilla te asalta con frecuencia:
llega un hombre herido, por la noche,
a tu casa
-situas el agujero en el pecho, a la izquierda...
Su sangre al brotar mancha
tu puerta, al apoyarse,
casi desvaneciéndose...
Quiere que le dejes entrar.
Es como el alma de un amante
muerto y resucitado
hambriento aún
sólo que no está muerto. Y aunque el vello en tus brazos
se eriza y un aire frío
que de él proviene
cruza tu umbral,
no has visto a nadie más vivo que él
cuando te toca, apenas roza tu mano
con la izquierda suya, su mano limpia,
y un "por favor" susurra,
en cualquier idioma...
Tú no eres médico ni nada parecido.
Has llevado una vida normal,
lo que un observador llamaría "sin tacha".
Detrás, en la mesa,
hay un cuenco con fruta,
una silla, un cuchillo,
un plato con pan...
Es primavera, y el viento de la noche
huele, húmedo, a marga removida
y a flores tempranas.
La luna irradia su belleza
que como belleza ves al fin,
tan cálida y ofreciéndolo todo.
... Sólo hay que tomarlo.
Oyes ladrar perros distantes.
La puerta está entreabierta
o entrecerrada:
así permanece y tú no puedes despertar. "

Biografía

Bernardo Atxaga (España, 1951)


Las gaviotas
" Todas las tardes
se reunen las gaviotas
frente a la estación del tren:
Allí repasan sus amores.

En su libro de memorias
dos flores de sándalo:
una señala la página de los puentes,
otra la de los suicidas.

Y tambien guardan una fotografía


del mendigo que, hace tiempo, transportaba
los despojos del mercado.

Pero su pequeño corazón


-que es el de los equilibristas-
por nada suspira tanto
como por esa lluvia tonta
que casi siempre trae el viento,
que casi siempre trae el sol.

Por nada suspira tanto


como por el inacabable
(cabalé, cabalá),
continuo mudar
del cielo y de los días. "

Biografía

Max Aub (España, 1903-1972)


La verdadera historia de los peces blancos de Pátzcuaro (fragmento)
" En aquel tiempo los chinos creían que los peces eran almas fugadas. Inmóviles, los miraban hora tras hora. Y si un pez
atravesaba su imagen reflejada tenían el convencimiento de que aquel animal era parte de su propio ser. "

Diarios (fragmento)
" Fuimos entrando en la bodega del Sidi Aicha, encadenados de dos en dos... anduvimos seis metros, ciegos,
anonadados por la luz estallante de la lechada de los muros, el azul dorado del mar, el morado lejano de los Pirineos:
España al alcance de las manos... Debían avistarse las costas españolas; hubiésemos dado parte de nosotros mismos por
verlas. Yo sentía el azar de la tierra por mi costado, roto el mar por la vertedera de las bordas: Rosas, Cadaqués,
Puerto de la Selva, y entre humos, lejos, Barcelona. "
Biografía

Wystan Hugh Auden (Gran Bretaña, 1907-1973)


Leyenda
" Entra con él estas leyendas amor, para él asumen cada una, formas diversas de la leyenda nativa, como una extraña
leyenda, para que pueda hacer lo que éstas requieren, sé, amor, como él, fiel a la leyenda. Cuando él, para aliviar la
enfermedad de su corazón, tenga que cruzar apenado mares corrosivos, como van los delfines, como el zorro astuto se
orienta entre las rocas, dile al oído la frase común requerida para agradar a los guardianes de allá, y cuando a través
del libido pantano persiga grandes aves, sé fiel de nuevo. Entre sus muslos álzate como un pony y, veloz como el viento
llévatelo, hasta que los gritos y ellos queden atrás. Pero cuando al final, pasados estos peligros, su aumentado deseo de
leyenda se agote, entonces, amor, en pie al final de la leyenda, exige su recompensa, somete tu cuello a la caricia
desagradecida de su reacia espada, que, al empezar su regreso sus ojos puedan mirar con asombro otra persona,
encontrar que lo que deseaba es fiel también aunque esté desencantado, el amor como amor."

Mientras paseaba una tarde


" Mientras paseaba una tarde caminando Bristol Street abajo, las multitudes que cubrían el pavimento eran campos de
trigo listos para la cosecha, y abajo, junto al crecido río, escuché cantar a un enamorado bajo una arcada de la vía
férrea: El amor no tiene fin, te amaré, querida, te amaré hasta que China y Africa se unan, y el río salte sobre la
montaña y los salmones canten por las calles, te amaré hasta que el océano esté plegado y colgado a secar y las siete
estrellas corran graznando como gansos por el cielo, los años correrán como conejos, porque en mis brazos sostengo la
flor de las eras y el primer amor del mundo. Pero todos los relojes de la ciudad comenzaron a vibrar y a sonar, ¡Oh! No
permitáis que el tiempo os engañe, el tiempo no puede conquistarse, en las madrigueras de la pesadilla dónde desnuda
está la justicia, el tiempo vigila desde las sombras y tose cuando queréis besaros, a base de dolores de cabeza
vagamente la vida se nos escurre y el tiempo hará su capricho mañana u hoy, en muchos valles verdes se introduce la
terrible nieve, el tiempo rompe las hilvanadas danzas y el brillante arco iris del somormujo. ¡Oh! Hundid vuestras
manos en agua, hundidlas hasta la muñeca, fijad, fijad la mirada en la palangana y preguntaros qué os habéis perdido,
el glaciar golpea en el armario, el desierto suspira en la cama y la grieta de la taza de té abre un camino hasta la tierra
de los muertos (…) ¡Oh! Poneos, poneos junto a la ventana mientras abrasan las lágrimas y comienzan a fluir, amaréis a
vuestro retorcido vecino con vuestro retorcido corazón, era tarde, tarde anochecida, los amantes habían partido, los
relojes habían dejado de sonar, y el profundo río seguía fluyendo."

Biografía

Sri Aurobindo (India, 1872-1950)


Liberación
" Me libero
de la danza giratoria
de mi mente
y me suspendo
en el Espíritu libre del silencio.
Criatura más allá
del tiempo
y de la muerte
de mi propia eternidad
vislumbro el centro.
Me he escapado
y el pequeño ego está muerto,
soy perpetuo,
solo e inefable.
He salido del universo que cree,
he crecido sin nombre y sin mesura.
Calla mi mente
en la luz infinita
y se deleita en paz
mi solitario corazón.
Mis sentidos sin lazos por el tacto,
los sonidos,
la Visión;
mi cuerpo
es un punto
entre blancos infinitos.
Soy la Gracia pura e inmóvil
en el Uno:
Nadie Soy, Aquél que Todo Es. "

El pájaro azul
" Soy pájaro del Hacedor
en su azul más primigenio
-divinamente alto y claro-
canto dulces notas, verdaderas
para los oídos de Dios y sus Serafines.

De la tierra mortal
me yergo como una flama
hacia un cielo sin desgracias
y vierto en la afligida tierra
de su nacimiento
semillas de éxtasis,
de fuego.

Mis credos sobrevuelan


el tiempo y el espacio
hacia una luz inextinguible;
traigo la felicidad
de la cara del Eterno
y la bendición
de la Visión del Ser.

Instaurado en las ramas


del Árbol del saber,
mesuro los mundos
con ojos de rubí
aglomerado con lo que cerne
por los torrentes de la eternidad.

Nada se esconde
a mi vehemente corazón,
mi mente inmóvil
carece ya de costa,
mi canto
es el místico arte del arrobo,
mi vuelo...
un inmortal deseo. "
Biografía

Jane Austen (Inglaterra, 1775-1817)


Orgullo y prejuicio (fragmento)
" Hoy es el día en que disfruto el placer de triunfar sobre un ánimo dispuesto a rechazarme ya armado de prejuicios
contra mis acciones anteriores. "

Biografía

Paul Auster (EEUU, 1947)


La habitación cerrada, de Trilogía de Nueva York (fragmento)
" Vagabundeé mentalmente durante varias semanas, buscando la manera de empezar. Toda vida es inexplicable me
repetía. Por muchos hechos que cuenten; por muchos datos que se muestren, lo esencial se resiste a ser contado. Decir
que fulanito nació aquí y fue allá; que hizo esto y aquello, que se casó con esta mujer y tuvo estos hijos, que vivió, que
murió, que dejo tras sí estos libros o esta batalla o ese puente, nada de eso nos dice mucho. Todos queremos que nos
cuenten historias, y las escuchamos del mismo modo que las escuchábamos de niños. Nos imaginamos la verdadera
historia dentro de las palabras y para hacer esto sustituimos a la persona del relato, fingiendo que podemos entenderle
porque nos entendemos a nosotros mismos. Esto es una superchería. Existimos para nosotros mismos, quizá, y a veces
incluso vislumbramos quiénes somos, pero al final nunca podemos estar seguros, y mientras nuestras vidas continúan;
nos volvemos cada vez más opacos; más y más conscientes de nuestra propia incoherencia. Nadie puede cruzar la
frontera que lo separa del otro por la sencilla razón de que nadie puede tener acceso a si mismo. "

Desapariciones
" Salido de la soledad, comienza de nuevo como si fuera la última vez que respirara y por eso, es ahora que respira por
primera vez más allá de la comprensión de lo singular. El está vivo, y por eso no es más que lo que se ahoga en el
agujero insondable de su ojo, y aquello que ve es todo lo que él no es: una ciudad del indescifrado suceso, y por lo
tanto, un lenguaje de piedras, ya que sabe que a lo largo de la vida una piedra dará lugar a otra piedra para construir
una pared y sabe que todas esas piedras edificarán la abrumadora suma de detalles. "

Biografía

Francisco Ayala (España, 1906)


Interpretaciones (fragmento)
" El arte, como proceso espiritual, como actuación, consiste en desprender de la realidad una apariencia orientada por
la brújula del sentido estético, no de otro modo que la máquina del fotógrafo desprende una apariencia exactísima, y,
sin embargo, independiente, de los objetos colocados en su campo. El toque del arte consiste en herir a la Naturaleza
en su talón de Aquiles, en ese punto vulnerable, sensible, cuyo contacto -así también en la mujer; así en la caja de
caudales- basta a lograr la apertura de su entraña estética.
(...)
Nos ha tocado a nosotros sondar el fondo de lo humano y contemplar los abismos de lo inhumano, desprendernos así de
engaños, de falacias ideológicas, purgar el corazón, limpiar los ojos, y mirar al mundo, con una mirada que, si no
expulsa y suprime todos los habituales prestigios del mal, los pone al descubierto y, de ese modo sutil, con sólo su
simple verdad, los aniquila. "
Biografía

José Martínez Ruiz, Azorín (España, 1873-1967)


El escritor (fragmento)
" Absolutamente nada. Nada que se salga del carril cotidiano. La vida fluye incesable y uniforme; duermo, trabajo,
discurro por Madrid, hojeo al azar un libro nuevo, escribo bien o mal -seguramente mal- con fervor o con desmayo. De
rato en rato me tumbo en un diván y contemplo el cielo, añil y ceniza. ¿ Y por qué había de saltar de improviso el
evento impensado? Trabajemos día tras día ¿Dónde está nuestro Leteo? En el afán diario. O acaso, a través de la obra
hacemos ese dolor más delicado. ¡ Cincuenta años escribiendo... Desde los tres quinquenios con la pluma en la mano.
Impetu, fervor, perseverancia, entusiasmo... Ha pasado mucho tiempo y los años cargan sobre mis hombros... Todo lo
que asciende, desciende... Cuando podemos ya esperar, habiendo visto correr tanto tiempo lo ciframos en la obra
cumplida. "

Biografía

Mariano Azuela (México, 1873-1952)


Los de abajo (fragmento)
" (Demetrio Macías) - Pos cuál causa defendemos nosotros ?
Alberto Solís respondió : Me preguntará por que sigo entonces en la revolución. La revolución es el huracán, y el
hombre que se entrega a ella ya no es el hombre, es la miserable hoja seca arrebatada por el vendaval. "

Isaac Babel (Rusia, 1894-1941)


La Sal, de Caballería Roja (fragmento)
" No es de los judíos de lo que estamos hablando, pérfida ciudadana. Nada tienen que ver aquí los judíos. Aunque, por
cierto, de Lenin no puedo decirlo, pero Troski es el hijo rebelde del gobernador de Tambov y, aunque es de cuna
distinta, se ha puesto del lado de la clase obrera. Como condenados cautivos, ambos hombres, Lenin y Troski, nos
arrastran hacia el libre camino de la vida. En cambio usted, pérfida ciudadana, es más contrarrevolucionaria que aquel
general blanco que con su sable afilado nos amenaza montado en su precioso caballo. Pero a este general lo vemos
desde todas partes y los trabajadores acarician la idea de cortarle el cuello. A usted, en cambio, deshonesta
ciudadana, con sus curiosas criaturas, que ni pan piden ni aguas hacen, a usted no se la ve, como a la pulga, pero si
pica, pica y pica.... "

Biografía

Gaston Bachelard (Francia, 1884-1962)


El agua y los sueños (fragmento)
" Todo un lado de nuestra alma nocturna se explica por el mito de la muerte concebida, como una partida en el agua.
Para el soñador, las inversiones entre esa partida y la muerte son continuas. Para ciertos soñadores, el agua es el
movimiento nuevo que nos invita a un viaje nunca realizado. Esa partida materializada nos arranca a la materia de la
tierra. Qué asombrosa grandeza tiene ese verso de Baudelaire, cómo llega al corazón de nuestro misterio esta imagen
súbita: ¡Oh! Muerte, viejo capitán, ya es tiempo! ¡Levemos anclas! "
La poética del espacio (fragmento)
" Poseo el mundo tanto más cuanta mayor habilidad tenga para miniaturizarlo. Pero de paso hay que comprender que
en la miniatura los valores se condensan y se enriquecen. No basta una dialéctica platónica de lo grande y de lo
pequeño para conocer las virtudes dinámicas de la miniatura. Hay que rebasar la lógica para vivir lo grande que existe
dentro de lo pequeño. "

Biografía

James Baldwin (EEUU, 1924-1987)


El blues de Sonny, de Al encuentro del hombre (fragmento)
" Y lo devolvía, como todo debe ser devuelto, de tal modo que, pasando a través de la muerte, pudiera vivir para
siempre. Vi de nuevo el rostro de mi madre y sentí por primera vez como las piedras del camino que ella había
transitado habían herido sus pies. Vi el camino iluminado por la luna en que había muerto el hermano de mi padre. Y
esto me trajo al recuerdo algo más, me llevó más allá de él, vi a mi hijita de nuevo y sentí las lágrimas de Isabel, y
sentí mis propias lágrimas que empezaban a brotar. Y fui consciente de que esto era sólo un momento, que el mundo
esperaba afuera, hambriento como un tigre, y que el tumulto se extendía sobre nosotros, más extenso que el cielo. "

Biografía

Honoré de Balzac (Francia, 1799-1850)


El cura de Tours (fragmento)
" La duración de la obra en que inscribo vuestro nombre, dos veces ilustre en este siglo, es muy problemática; mientras
que vos grabáis el mío en el bronce, que sobrevive a las naciones aunque no haya sido batido mas que por el vulgar
martillo del monedero. ¿No se verán confusos los numismáticos al hallar en vuestro taller tantas cabezas coronadas,
cuando descubran entre las cenizas de París esas existencias por vos perpetuadas hasta más allá de la vida de los
pueblos, y en las cuales se les antojará adivinar dinastías? Vuestro es ese divino privilegio; a mí me corresponde la
gratitud.
(...)
¿No sería erróneo creer que el tiempo sólo pasa rápido para los corazones embriagados con vastos proyectos que
conturban la vida y la hacen tumultuosa? Las horas del abate Birotteau corrían tan animadas, huían cargadas de
pensamientos tan graves, estaban tan rizadas por las esperanzas y las desesperaciones como las crueles horas del
ambicioso, el jugador, el amante. Sólo Dios está en el secreto de la energía que nos cuestan los triunfos que
ocultamente alcanzamos sobre los hombres, sobre las cosas y sobre nosotros mismos. No siempre sabemos a dónde
vamos, pero harto conocemos las fatigas del viaje. Pero si permitís al historiador apartarse del drama que está
narrando para ejercer un momento el papel de los críticos, si os invita a echar una ojeada sobre las existencias de
aquellas solteronas y de los dos abates a fin de buscar en ellos la causa de la desventura que los viciaba en su esencia,
tal vez veáis demostrado que el hombre necesita experimentar ciertas pasiones para que se desenvuelvan en él las
cualidades que ennoblecen su vida al ensanchar su esfera y adormecen el egoísmo propio de todas las criaturas. "

Biografía

Manuel Bandeira (Brasil, 1886-1968)


El último poema
" Así querría yo mi último poema.
Que fuese tierno diciendo las cosas más simples
y menos intencionadas,
que fuese ardiente como un sollozo sin lágrimas,
que tuviese la belleza de las flores casi sin perfume,
la pureza de la llama en que se consumen
los diamantes más límpidos,
la pasión de los suicidas que se matan sin explicaciones. "

Biografía

Arturo Barea (España, 1897-1957)


La forja de un rebelde, La ruta (fragmento)
" Aquellos muertos que íbamos encontrando, después de días bajo el sol de África, que vuelve la carne en vivero de
gusanos en dos horas; aquellos cuerpos mutilados, momias cuyos vientres explotaron. Sin ojos o sin lengua, sin
testículos, violados con estacas de alambrada, las manos atadas con sus propios intestinos, sin cabeza, sin brazos, sin
piernas, serrados en dos. ¡Oh, aquellos muertos! "

Biografía

Djuna Barnes (EEUU, 1892-1982)


El bosque de la noche (fragmento)
" En el segundo piso del hotel (uno de esos alojamientos de segunda clase que se encuentran en cualquier rincón de
París, ni malos ni buenos, pero tan típicos que no sorprenderían a nadie aunque los cambiaran de lugar todas las
noches) se abría una puerta que exhibía un piso alfombrado de rojo y, al fondo, dos ventanas que daban a la plaza. En
un lecho, rodeada por una maraña de plantas en tiestos, palmeras exóticas y flores en jarrones, entre las débiles notas
emitidas por pájaros invisibles que parecían olvidados (como si su dueño no los hubiese cubierto con la funda habitual,
semejante al paño de las urnas funerarias, que las buenas amas de casa ponen sobre sus jaulas para callarlos), yacía la
muchacha, inerte y desgreñada, más allá de los almohadones de los cuales había apartado la cabeza en un instante de
amenazada lucidez. "

Biografía

Pío Baroja (España, 1872-1956)


El mayorazgo de labraz (fragmento)
" La ciudad apareció a lo lejos, con su caserío agrupado en la falda de una colina, destacándose en el cielo su color
amarillento, con traza humilde y triste; algunas torres altas y negruzcas se perfilaban enhiestas entre la masa parda de
sus tejados torcidos y roñosos. Fui acercándome a Labraz por una carretera empinadísima, llena de pedruscos, que
subía primero y rodeaba después el recinto amurallado de la población, los restos de los baluartes que aún se
conservaban en pie, las antiguas fortificaciones derruidas que iban subiendo y bajando por los desniveles de las lomas,
por los riscos y barrancos que circundaban la ciudad. Pasado el puente se hallaba la puerta, de una sola pieza, de
madera ya carcomida, que se deslizaba de arriba abajo entre dos ranuras y que tenía como refuerzo clavos de hierro y
enormes cerrojos. El portal concluía en un pasillo estrecho y lleno de aspilleras en las paredes... a la mitad del pasillo
había otra puerta de tablas... Era Labraz un pueblo terrible, un pueblo de la Edad Media. "
La busca (fragmento)
" A oscuras anduvieron el Bizco y Manuel de un lado a otro, explorando los huecos de la Montaña, hasta que una línea
de luz que brotaba de una rendija de la tierra les indicó una de las cuevas. Se acercaron al agujero; salía del interior
un murmullo interrumpido de voces roncas. A la claridad vacilante de una bujía, sujeta en el suelo entre dos piedras,
más de una docena de golfos, sentados unos, otros de rodillas, formaban un corro jugando a las cartas. En los rincones
se esbozaban vagas siluetas de hombres tendidos en la cama. Un vaho pestilente se exhalaba del interior del
agujero....Manuel pensó haber visto algo parecido en la pesadilla de una fiebre.
(...)
Era la Corrala un microcosmos, se decía que puestos en hilera los vecinos llegarían desde el arroyo de Embajadores a la
plaza del Progreso; allí había hombres que lo eran todo y que no eran nada: medio sabios, medio herreros, medio
carpinteros, medio albañiles, medio comerciantes y medio ladrones.
(...)
Era, en general, toda la gente que allí habitaba gente descentrada, que vivía en el continuo aplanamiento producido
por la eterna o irremediable miseria; muchos cambiaban de oficio, como un reptil de piel; otros no lo tenían; algunos
peones de carpintero, de albañil, a consecuencia de su falta de iniciativa, de comprensión y de habilidad, no podían
pasar de peones, había también gitanos, esquiladores de mulas y de perros, y no faltaban cargadores, barberos
ambulantes y saltimbanquis. "

Mala hierba (fragmento)


" El barrio de las Injurias se despoblaba, iban saliendo sus habitantes hacia Madrid...Era gente astrosa: algunos,
traperos; otros, mendigos; otros, muertos de hambre; casi todos de facha repulsiva. Era una basura humana, envuelta
en guiñapos, entumecida por el frío y la humedad, la que vomitaba aquel barrio infecto. Era la herpe, la lacra, el color
amarillo de la terciana, el párpado retraído, todos los estigmas de la enfermedad y la miseria. "

Aurora roja (fragmento)


" Sería una aurora sangrienta en donde a la luz de los incendios crujirá el viejo edificio social, sustentado en la
ignominia y en el privilegio, y no quedaría de él ni ruinas, ni cenizas, y sólo un recuerdo de desprecio por la vida
abyecta de nuestros miserables días. Sería el barro negro de las Injurias y de las Cambroneras, que ahogaría a los ricos,
la venganza justa contra las clases directoras, que hacían del Estado una policía para salvar sus intereses, obtenidos por
el robo y la explotación, que hacían del Estado un medio de calmar a tiros el hambre de los desesperados. "

El árbol de la ciencia (fragmento)


" Uno tiene la angustia, la desesperación de no saber qué hacer con la vida, de no tener un plan, de encontrarse
perdido. Andrés se inclinaba a creer que el pesimismo de Schopenhauer era una verdad casi matemática. El mundo le
parecía una mezcla de manicomio y de hospital; ser inteligente constituía una desgracia, y sólo la felicidad podía venir
de la inconsciencia y de la locura. "

Biografía

Carlos Barral (España, 1928-1989)


Usuras y figuraciones (fragmento)
" Y tú amor mío, ¿agradeces conmigo
las generosas ocasiones que la mar
nos deparaba de estar juntos? ¿Tú te acuerdas,
casi en el tacto, como yo,
de la caricia intranquila entre dos maniobras,
del temblor de tus pechos
en la camisa abierta cara al viento?

Y de las tardes sosegadas,


cuando la vela débil como un moribundo
nos devolvía a casa muy despacio...
Éramos como huéspedes de la libertad,
tal vez demasiado hermosa.

El azul de la tarde,
las húmedas violetas que oscurecían el aire
se abrían
y volvían a cerrarse tras nosotros
como la puerta de una habitación
por la que no nos hubiéramos
atrevido a preguntar.

Y casi
nos bastaba un ligero contacto,
un distraído cogerte por los hombros
y sentir tu cabeza abandonada,
mientras alrededor se hacía triste
y allá en tierra, en la penumbra
parpadeaban las primeras luces. "

Biografía

Elizabeth B. Browning (Inglaterra, 1806-1861)


Sonetos del portugués (VII)
" El mundo me parece tan distinto
desde que oí los pasos de tu alma
muy leves, sí, muy leves, a mi lado,
en la orilla terrible de la muerte
donde yo iba a anegarme, y me salvó
el amor descubriéndome una vida
hecha música nueva. Aquellas hieles
destinadas por Dios quiero beber,
cantando su dulzura, junto a ti.
Los nombres de lugar son diferentes
porque estás o estarás aquí o allá.
Y ese don de cantar que yo amé tanto
(los ángeles lo saben) me es querido
sólo porque hace resonar tu nombre. "

Biografía

James Barrie (Gran Bretaña, 1860-1937)


Peter Pan (fragmento)
" Los niños a lo único que piensan que tienen derecho cuando se le acercan a uno de buena fe es a un trato justo.
Después que uno haya sido injusto con ellos seguirán queriéndolo, pero después nunca volverán a ser los mismos. Nadie
supera la primera injusticia: Nadie salvo Peter. (...) Las estrellas son hermosas, pero no pueden participar activamente
en nada, tienen que limitarse a observar eternamente. Es un castigo que les fue impuesto por algo que hicieron hace
tanto tiempo que ninguna estrella se acuerda ya de lo que fue. Por ello, las pequeñas todavía sienten curiosidades. "

Ogilvy (fragmento)
" El horror de mi infancia era que yo sabia que se acercaba el tiempo en que deberia renunciar a mis juegos y eso me
parecia intolerable. Entonces resolvi seguir jugando en secreto. "

Biografía

Georges Bataille (Francia, 1897-1962)


El erotismo (fragmento)
" En medio de un enjambre de muchachas, desnuda Madame Edwarda sacaba la lengua. Ella era, para mi gusto,
encantadora. La elegí: ella se sentó cerca de mí. Apenas tuve tiempo de responder al mozo: tomé a Edwarda que se
abandonó: nuestras bocas se juntaron en un beso enfermo. La sala estaba abarrotada de hombres y de mujeres y tal
fue el desierto donde el juego se prolongó. Un instante su mano se deslizó, y yo me quebré de pronto como un vidrio, y
temblé en mis pantalones; sentí a Madame Edwarda, de quien mis manos contenían las nalgas, ella misma al mismo
tiempo desgarrada; y en sus ojos más grandes, dados vueltas, el terror, en su garganta un largo estrangulamiento. Me
acordé que había deseado ser infame o, más bien, que hubiera sido necesario, de toda fuerza, que eso ocurriera.
Adivinaba risas a través del tumulto de las voces, las luces, el humo. Pero nada contaba ya. Apreté a Edwarda en mis
brazos, ella me sonrió: enseguida, transido, volví a sentir en mí un nuevo choque, una suerte de silencio cayó sobre mí
de lo alto y me heló. Era elevado en un vuelo de ángeles, que no tenían cuerpos ni cabezas, hechos de deslizamientos
de alas, pero era simple: me volví desgraciado y me sentí abandonado como lo estás en presencia de Dios. Era peor y
más loco que la embriaguez. Y ante todo sentí una tristeza ante la idea de que esta grandeza, que caía sobre mí, me
robaba los placeres que yo contaba con Edwarda. Me encontré absurdo: Edwarda y yo habíamos cambiado dos palabras.
Experimenté un instante de gran malestar. No hubiera podido decir nada de mi estado: ¡en el tumulto y las luces, la
noche caía sobre mí! Quise atropellar la mesa, tirarlo todo: la mesa estaba empotrada, fijada en el suelo. Un hombre
no pudo soportar nada más cómico. Todo había desaparecido, la sala y Madame Edwarda. Sólo la noche...
(...)
La segundona tomó mi dinero, me levanté y seguí a Madame Edwarda cuya desnudez tranquila atravesó la sala. Pero el
simple pasaje de en medio de las mesas abarrotadas de muchachas y clientes, ese rito grosero de la “dama que sube”,
seguida por el hombre que le hará el amor, no fue en ese momento para mi más que una alucinante solemnidad: los
talones de Madame Edwarda sobre el suelo embaldosado, el contoneo de ese largo cuerpo obsceno, el acre olor de
mujer que goza, humeando para mí, de ese cuerpo blanco... madame Edwarda iba delante de mí... en nubes. La
indiferencia tumultuosa de la sala a su felicidad, a la gravedad mesurada de sus pasos, era consagración real y fiesta
florida: la muerte misma era de la fiesta, en eso de que la desnudez del burdel llama al cuchillo del carnicero. "

Biografía

Charles Baudelaire (Francia, 1821-1867)


El puerto
" Un puerto es morada agradable para un alma fatigada de las luchas de la vida. La amplitud del cielo, la arquitectura
móvil de las nubes, el colorido cambiante del mar, el centelleo de los faros, son un prisma adecuado y sorprendente
para distraer los ojos sin agotarlos jamás. Las formas esbeltas de los navíos de aparejo complicado, a los que la
marejada imprime oscilaciones armoniosas, sirven para conservar en el alma el gusto del ritmo y de la belleza. Y
además, sobre todo, hay una suerte de placer misterioso y aristocrático para el que ya no tiene curiosidad ni ambición,
en admirar, tumbado en la azotea o apoyado de codos en el muelle, todos los movimientos de los que se van y de los
que regresan, de los que poseen aún fuerza para querer, deseo de viajar o de enriquecerse. "

El leteo
" Ven a mi pecho, alma sorda y cruel,
Tigre adorado, mounstro de aire indolente;
Quiero enterrar mis temblorosos dedos
En la espesura de tu abundosa crin;

Sepultar mi cabeza dolorida


En tu falda colmada de perfume
Y respirar, como una ajada flor,
El relente de mi amor extinguido.

¡Quiero dormir! ¡Dormir más que vivir!


En un sueño, como la muerte, dulce,
Estamparé mis besos sin descanso
Por tu cuerpo pulido como el cobre.

Para ahogar mis sollozos apagados,


Sólo preciso tu profundo lecho;
El poderoso olvido habita entre tus labios
Y fluye de tus besos el Leteo.

Mi destino, desde ahora mi delicia,


Como un predestinado seguiré;
Condenado inocente, mártir dócil
Cuyo fervor se acrece en el suplicio.

Para ahogar mi rencor, apuraré


El nepentes y la cicuta amada,
Del pezón delicioso que corona este seno
El cual nunca contuvo un corazón. "

Biografía

Simone de Beauvoir (Francia, 1908-1986)


Pyrrhus et Cinéas (fragmento)
" Porque el hombre es trascendencia, jamás podrá imaginar un paraíso. El paraíso es el reposo, la trascendencia
negada, un estado de cosas ya dado, sin posible superación. Pero en ese caso ¿qué haremos?, Para que el aire sea
respirable tendrá que dejar paso a las acciones, a los deseos, que a su vez tenemos que superar: tendrá que dejar de
ser paraíso. La belleza de la tierra prometida es que ella prometía nuevas promesas. Los paraísos inmóviles no pueden
prometer más que un eterno aburrimiento.
(...)
Si Dios es la infinitud y la plenitud del ser, no hay distancia entre su proyecto y su ser realidad, su voluntad es el
fundamento inmóvil de su ser. Lo que quiere se hace, quiere cuanto es... Tal Dios no es una persona singular, es el
universal, el todo inmutable y eterno. Y lo universal es silencioso... La perfección de su ser no deja ningún lugar al
hombre porque el hombre no podría trascenderse en Dios si Dios ya está todo entero dado. En tal caso el hombre no es
más que un accidente indiferente a la realidad del ser; está en la tierra como un explorador perdido en el desierto;
puede ir a la derecha o a la izquierda, puede ir a donde quiera; jamás irá a ningún lugar y la arena cubrirá sus huellas. "

Biografía

Harriet Beecher Stowe (EEUU, 1811-1896)


La cabaña del tio Tom (fragmento)
" -¿Qué falta os hace el niño?
-¿Qué falta me hace? Son artículos de fantasía que dan brillo a los depósitos. Los ricos suelen pagarlos muy bien. Es un
género que deja mucha ganancia; y este travieso chiquillo, que tan bien canta y representa, me proporcionaría un gran
negocio.
-No quiero venderle por ahora- dijo mister Shelby. Soy humano me es imposible arrebatar un hijo a su madre.
-¡Oh! sí, vos le arrebataréis Pero en resumidas cuentas, ¿qué sucederá si separáis el hijo de la madre? Que un par de
semanas después de la aparición del chico, todo volverá a su antiguo ser y estado.
No soy aficionado a prodigarme elogios a mí mismo; pero si hablo de este modo, es porque es la pura verdad; soy uno
de esos que han conducido las mejores manadas de esclavos, no sólo una vez, sino ciento; y siempre los he vuelto
gordos y con buena salud, no habiéndose muerto más que uno que otro, esto lo debo a mi humanidad…. y merced a
este sistema humanitario he realizado muy buenas especulaciones; y como suele decirse, cada negro me ha dejado un
bonito lucro en su tránsito. "

Biografía

Samuel Beckett (Irlanda, 1906-1989)


El expulsado (fragmento)
" Hay que pensar en ciertas cosas, cosas que te habitan por dentro, o no, mejor sí, hay que pensar en ellas porque si no
pensamos en ellas, corremos el riesgo de encontrarlas, una a una, en la memoria. Es decir, hay que pensar durante un
momento, un buen rato, todos los días y varias veces al día, hasta que el fango las recubra, con una costra
infranqueable.
(...)
Conocía mal la ciudad, lugar de mi nacimiento y de mis primeros pasos, en la vida, y después todos los demás que tanto
han confundido mi rastro. ¡Si apenas salía! De vez en cuando me acercaba a la ventana, apartaba las cortinas y miraba
fuera. Pero en seguida volvía al fondo de la habitación, donde estaba la cama. Me sentía incómodo, aplastado por todo
aquel aire, y perdido en el umbral de perspectivas innombrables y confusas. Pero aún sabía actuar, en aquella época,
cuando era absolutamente necesario. Pero primero levanté los ojos al cielo, de donde nos viene la célebre ayuda,
donde los caminos no aparecen marcados, donde se vaga libremente, como en un desierto, donde nada detiene la
vista, donde quiera que se mire, a no ser los límites mismos de la vista. Por eso levanto los ojos, cuando todo va mal,
es incluso monótono pero soy incapaz de evitarlo, a ese cielo en reposo, incluso nublado, incluso plomizo, incluso
velado por la lluvia, desde el desorden y la ceguera de la ciudad, del campo, de la tierra.
(...)
El alba asomaba débilmente. No sabía dónde estaba. Tomé la dirección levante, supongo, para asomarme cuanto antes
a la luz. Hubiera querido un horizonte marino, o desértico. Cuando salgo, por la mañana, voy al encuentro del sol, y
por la noche lo sigo, casi hasta la mansión de los muertos. No sé por qué he contado esta historia. Igual podía haber
contado otra. Por mi vida, veréis cómo se parecen."

Biografía

Gustavo Adolfo Bécquer (España, 1836-1870)


Rimas
" No digáis que agotado su tesoro,
de asuntos falta, enmudeció la lira.
Podrá no haber poetas, pero siempre
habrá poesía.

Mientras las ondas de la luz al beso


palpiten encendidas;
mientras el sol las desgarradas nubes
de fuego y oro vista;

Mientras el aire en su regazo lleve


perfumes y armonías;
mientras haya en el mundo primavera,
¡habrá poesía!

Mientras la ciencia a descubrir no alcance


las fuentes de la vida,
y en el mar o en el cielo haya un abismo
que al cálculo resista;

mientras la Humanidad, siempre avanzando,


no sepa a dó camina;
mientras haya un misterio para el hombre,
¡habrá poesía!

Mientras sintamos que se alegra el alma


sin que los labios rían;
mientras se llore sin que el llanto acuda
a nublar la pupila;

mientras el corazón y la cabeza


batallando prosigan;
mientras haya esperanzas y recuerdos,
¡habrá poesía!

Mientras haya unos ojos que reflejen


los ojos que los miran;
mientras responda el labio suspirando
al labio que suspira;

mientras sentirse puedan en un beso


dos almas confundidas;
mientras exista una mujer hermosa,
¡habrá poesía! "

Rimas
" Olas gigantes, que os rompéis bramando,
en las playas desiertas y remotas:
envuelto entre las sábanas de espumas,
¡llevadme con vosotras!

Ráfagas de huracán, que arrebatáis


del alto bosque las marchitas hojas:
arrastrado en el ciego torbellino,
¡llevadme con vosotras!

Nubes de tempestad, que rompe el rayo,


y en fuego ornáis las desprendidas orlas :
arrebatado entre la niebla oscura,
¡llevadme con vosotras!

Llevadme, por piedad, a donde el vétigo


con la razón me arranque la memoria...
¡Por piedad!... ¡Tengo miedo de quedarme
con mi dolor a solas! "

Biografía

Gioconda Belli (Nicaragua, 1948)


Yo la que te quiere
" Yo soy tu indómita gacela,
el trueno que rompe la luz sobre tu pecho
Yo soy el viento desatado en la montaña
y el fulgor concentrado del fuego del ocote.
Yo caliento tus noches,
encendiendo volcanes en mis manos,
mojándote los ojos con el humo de mis cráteres.
Yo he llegado hasta vos vestida de lluvia y de recuerdo,
riendo la risa inmutable de los años.
Yo soy el inexplorado camino,
la claridad que rompe la tiniebla.
Yo pongo estrellas entre tu piel y la mía
y te recorro entero,
sendero tras sendero,
descalzando mi amor,
desnudando mi miedo.
Yo soy un nombre que canta y te enamora
desde el otro lado de la luna,
soy la prolongación de tu sonrisa y tu cuerpo.
Yo soy algo que crece,
algo que ríe y llora.
Yo,
la que te quiere. "

Mayo
" No se marchitan los besos
como los malinches,
ni me crecen vainas en los brazos;
siempre florezco
con esta lluvia interna,
como los patios verdes de mayo
y río porque amo el viento y las nubes
y el paso del los pájaros cantores,
aunque ande enredada en recuerdos,
cubierta de hiedra como las viejas paredes,
sigo creyendo en los susurros guardados,
la fuerza de los caballos salvajes,
el alado mensaje de las gaviotas.
Creo en las raíces innumerables de mi canto. "

Los portadores de sueños


" En todas las profecías está escrita la destrucción del mundo. Todas las profecías cuentan que el hombre creará su
propia destrucción. Pero los siglos y la vida que siempre se renueva engendraron también una generación de amadores
y soñadores, hombres y mujeres que no soñaron con la destrucción del mundo, sino con la construcción del mundo de
las mariposas y los ruiseñores.
Desde pequeños venían marcados por el amor. Detrás de su apariencia cotidiana guardaban la ternura y el sol de
medianoche. Las madres los encontraban llorando por un pájaro muerto y más tarde también los encontraron a muchos
muertos como pájaros.
Estos seres cohabitaron con mujeres traslúcidas y las dejaron preñadas de miel y de hijos verdecidos por un invierno de
caricias.
Así fue como proliferaron en el mundo los portadores sueños, atacados ferozmente por los portadores de profecías
habladoras de catástrofes.
Los llamaron ilusos, románticos, pensadores de utopías dijeron que sus palabras eran viejas y, en efecto, lo eran
porque la memoria del paraíso es antigua al corazón del hombre.
Los acumuladores de riquezas les temían lanzaban sus ejércitos contra ellos, pero los portadores de sueños todas las
noches hacían el amor y seguía brotando su semilla del vientre de ellas que no sólo portaban sueños sino que los
multiplicaban y los hacían correr y hablar.
De esta forma el mundo engendró de nuevo su vida como también habia engendrado a los que inventaron la manera de
apagar el sol.
Los portadores de sueños sobrevivieron a los climas gélidos, pero en los climas cálidos casi parecían brotar por
generación espontánea.
Quizá las palmeras, los cielos azules, las lluvias torrenciales tuvieron algo que ver con esto, la verdad es que como
laboriosas hormiguitas estos especímenes no dejaban de soñar y de construir hermosos mundos, mundos de hermanos,
de hombres y mujeres que se llamaban compañeros, que se enseñaban unos a otros a leer, se consolaban en las
muertes, se curaban y cuidaban entre ellos, se querían, se ayudaban en el arte de querer y en la defensa de la
felicidad.
Eran felices en su mundo de azúcar y de viento, de todas partes venían a impregnarse de su aliento, de sus claras
miradas, hacia todas partes salían los que habían conocido portando sueños soñando con profecías nuevas que hablaban
de tiempos de mariposas y ruiseñores y de que el mundo no tendría que terminar en la hecatombe.
Por el contrario, los científicos diseñarían puentes, jardines, juguetes sorprendentes para hacer más gozosa la felicidad
del hombre.
Los portadores de sueños conocían su poder, por eso no se extrañaban, también sabían que la vida los había
engendrado para protegerse de la muerte que anuncian las profecías y por eso defendían su vida aún con la muerte.
Por eso cultivaban jardines de sueños y los exportaban con grandes lazos de colores.
Los profetas de la oscuridad se pasaban noches y días enteros vigilando los pasajes y los caminos buscando estos
peligrosos cargamentos que nunca lograban atrapar, porque el que no tiene ojos para soñar no ve los sueños ni de día,
ni de noche.
Y en el mundo se ha desatado un gran tráfico de sueños que no pueden detener los traficantes de la muerte; por
doquier hay paquetes con grandes lazos que sólo esta nueva raza de hombres puede ver la semilla de estos sueños, no
se puede detectar porque va envuelta en rojos corazones, en amplios vestidos de maternidad donde piececitos
soñadores alborotan los vientres que los albergan.
Dicen que la tierra después de parirlos desencadenó un cielo de arcoiris y sopló de fecundidad las raíces de los árboles.
Nosotros sólo sabemos que los hemos visto, sabemos que la vida los engendró para protegerse de la muerte que
anuncian las profecías."

Biografía

Saul Bellow (EEUU, 1915)


The Actual (fragmento)
" El camino de vuelta de una persona a su identidad primitiva es el regreso del exilio espiritual, porque a eso se reduce
su historia individual, a un exilio.
(...)
Mi primer amor Amy Wustrin, en ella hay invertido medio siglo de sentimiento, fantasía, especulación y dedicación, de
conversaciones imaginarias. "

Henderson rey de lluvia (fragmento)


" Los hechos comienzan a abrumarme, y enseguida siento una opresión en el pecho. Luego se desencadena una
avalancha desordenada: ¡Mis padres, mis esposas, mis novias, mis hijos, mi granja, mis animales, mis hábitos, mi
dinero, mis clases de música, mi ebriedad, mis prejuicios, mi brutalidad, mis dientes, mi cara, mi alma! Y no me queda
más remedio que clamar: ¡No, no, aléjense de mí, malditos! Déjenme en paz! ¿Pero pueden acaso dejarme en paz? Me
pertenecen, son míos.
(...)
Si la gente se desmorona frente a ti, no deberías intentar reconstruirla. Deberías dejar que ellos mismos recompongan
sus fragmentos. "

Biografía

Jacinto Benavente (España, 1866-1954)


Los intereses creados (fragmento)
" Y en ellas visteis, como en las farsas de la vida, que a estos muñecos como a los humanos, muévenlos cordellilos
groseros, que son los intereses, las pasioncillas, los engaños y todas las miserias de su condición: tiran unos de sus píes
y los llevan a tristes andanzas; tiran otros de sus manos, que trabajan con pena, luchan con rabia, hurtan con astucia,
matan con violencia. Pero entre todos ellos desciende a veces del cielo al corazón un hilo sutil, como tejido con luz del
sol y con luz de luna, el hilo del amor, que a los humanos, como a estos muñecos que semejan humanos, les hace
parecer divinos, y trae a nuestra frente resplandores de aurora, y pone alas en nuestro corazón y nos dice que no todo
es farsa en la farsa, que hay algo divino en nuestra vida que es verdad y es eterno y no puede acabar cuando la farsa
acaba. "
Mario Benedetti (Uruguay, 1920)
Táctica y estrategia
" Mi táctica es
mirarte
aprender como sos
quererte como sos

mi táctica es
hablarte
y escucharte
construir con palabras
un puente indestructible

mi táctica es
quedarme en tu recuerdo
no sé cómo ni sé
con qué pretexto
pero quedarme en vos

mi táctica es
ser franco
y saber que sos franca
y que no nos vendamos
simulacros
para que entre los dos
no haya telón
ni abismos

mi estrategia es
en cambio
más profunda y más
simple
mi estrategia es
que un día cualquiera
mo sé cómo ni sé
con qué pretexto
por fin me necesites. "

Nuevo canal interoceánico


" Te propongo construir
un nuevo canal
sin exclusas
ni excusas
que comunique por fin
tu mirada
atlántica
con mi natural pacífico. " .

Rostro de tí
" Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.

Tengo una soledad


tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto
y por sabor.

Sin temblor de más


me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.

Estoy lleno de sombras


de noches y deseos
de risas y de alguna
maldición.

Mis huéspedes concurren


concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor
yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos.

Pero el rostro de vos


mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan su hambre
miran y miran
y apagan mi jornada.

Las paredes se van


queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada.

Ya mi rostro de vos
cierra los ojos

y es una soledad
tan desolada. " .

Te quiero
" Tus manos son mi caricia
mis acordes cotidianos
te quiero porque tus manos
trabajan por la justicia

si te quiero es porque sos


mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

tus ojos son mi conjuro


contra la mala jornada
te quiero por tu mirada
que mira y siembra futuro

tu boca que es tuya y mía


tu boca no se equivoca
te quiero porque tu boca
sabe gritar rebeldía

si te quiero es porque sos


mi amor mi ccómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho más que dos

y por tu rostro sincero


y tu paso vagabundo
y tu llanto por el mundo
porque sos pueblo te quiero

y porque amor no es aureola


ni cándida moraleja
y porque somos pareja
que sabe que no está sola

te quiero en mi paraíso
es decir que en mi país
la gente vive feliz
aunque no tenga permiso
si te quiero es porque sos
mi amor mi cómplice y todo
y en la calle codo a codo
somos mucho mas que dos. "

No te salves
" No te quedes inmóvil
al borde del camino,
no congeles el júbilo,
no quieras con desgana,
no te salves ahora
ni nunca.
No te salves.

No te llenes de calma,
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo,
no dejes caer los párpados
pesados como juicios,
no te quedes sin labios,
no te quedes sin sueño,
no te pienses sin sangre,
no te juzges sin tiempo.

Pero si,
pese a todo,
no puedes evitarlo;
y congelas el júbilo,
y quieres con desgana,
y te salvas ahora,
y te llenas de calma,
y reservas del mundo,
sólo un rincón tranquilo,
y dejas caer los párpados
pesados como juicios,
y te secas sin labios,
y te duermes sin sueño,
y te piensas sin sangre,
y te juzgas sin tiempo,
y te quedas inmóvil
al borde del camino,
y te salvas;
entonces
no te quedes conmigo. "

Mucho más grave


" Todas las parcelas de mi vida tienen algo tuyo
y eso en verdad no es nada extraordinario
vos lo sabés tan objetivamente como yo
sin embargo hay algo que quisiera aclararte cuando digo todas las parcelas
no me refiero sólo a esto de ahora a esto de esperarte y aleluya encontrarte
y carajo perderte y volver a encontrar y ojalá nada más
no me refiero sólo a que de pronto digas voy a llorar
y yo con un discreto nudo en la garganta bueno llorá
y que un lindo aguacero invisible nos ampare
y quizá por eso salga enseguida el sol ni me refiero sólo a que día tras día
aumente el stock de nuestras pequeñas y decisivas complicidades
o que yo pueda o creerme que puedo convertir mis reveses en victorias
o me hagas el tierno regalo de tu más reciente desesperación no
la cosa es muchisimo más grave cuando digo todas la parcelas
quiero decir que además de ese dulce cataclismo
también estas reescribiendo mi infancia
esa edad en que uno dice cosas adultas y solemnes
y los solemnes adultos las celebran y vos en cambio sabés que eso no sirve
quiero decir que estás rearmando mi adolescencia
ese tiempo en que fui un viejo cargado de recelos
y vos sabés en cambio extraer de ese páramo
mi germen de alegría y regalarlo mirándolo
quiero decir que estás sucumbiendo mi juventud
ese cántaro que nadie tomó nunca en sus manos
esa sombra que nadie arrimó a su sombra y vos en cambio sabés estremecerla
hasta que empiecen a caer las hojas secas
y quede la armazón de mi verdad sin proezas
quiero decir que estás abrazando mi madurez
esta mezcla de estupor y experiencia este extraño confín de angustia y nieve
esta bujía que ilumina la muerte este precipicio de la pobre vida
como ves es más grave muchísimo más grave porque con éstas o con otras palabras
quiero decir que no sos tan sólo la querida muchacha que sos
sino también las espléndidas o cautelosas mujeres que quise o quiero
porque gracias a vos he descubierto (dirás ya era hora y con razón)
que el amor es una bahía linda y generosa que se ilumina y se oscurece
según venga la vida una bahía donde los barcos llegan y se van
llegan con pájaros y augurios y se van con sirenas y nubarrones
una bahía linda y generosa donde los barcos llegan y se van pero vos por favor
no te vayas. "

Estados de ánimo
" A veces me siento
como un águila en el aire.

Unas veces me siento


como pobre colina
y otras como montaña
de cumbres repetidas.

Unas veces me siento


como un acantilado
y en otras como un cielo
azul pero lejano.

A veces uno es
manantial entre rocas
y otras veces un árbol
con las últimas hojas.
Pero hoy me siento apenas
como laguna insomne
con un embarcadero
ya sin embarcaciones
una laguna verde
inmóvil y paciente
conforme con sus algas
sus musgos y sus peces,
sereno en mi confianza
confiando en que una tarde
te acerques y te mires,
te mires al mirarme. "

Saberte aquí
" Podés querer el alba
cuando quieras
he conservado intacto
tu paisaje
podés querer el alba
cuando ames
venir a reclamarte
como eras
aunque ya no seas vos
aunque mi amor te espere
quemándose en tu azar
y tu sueño sea eso
y mucho más
esta noche otra noche
aquí estarás
y cuando gima el tiempo
giratorio
en esta paz ahora
dirás
quiero esta paz
ahora podés
venir a reclamarte
penetrar en tu noche
de alegre angustia
reconocer tu tibio
corazón sin excusas
los cuadros
las paredes
saberte aquí
he conservado intacto
tu paisaje
pero no sé hasta dónde
está intacto sin vos
podés querer el alba
cuando quieras
venir a reclamarte
como eras
aunque el pasado sea
despiadado
y hostil
aunque contigo traigas
dolor y otros milagros
aunque seas otro rostro
de tu cielo hacia mí. "

Intimidad
" Soñamos juntos
juntos despertamos
el tiempo hace o deshace
mientras tanto
no le importan tu sueño
ni mi sueño
somos torpes
o demasiado cautos
pensamos que no cae
esa gaviota
creemos que es eterno
este conjuro
que la batalla es nuestra
o de ninguno
juntos vivimos
sucumbimos juntos
pero esa destrucción
es una broma
un detalle una ráfaga
un vestigio
un abrirse y cerrarse
el paraíso
ya nuestra intimidad
es tan inmensa
que la muerte la esconde
en su vacío
quiero que me relates
el duelo que te callas
por mi parte te ofrezco
mi última confianza
estás sola
estoy solo
pero a veces
puede la soledad
ser
una llama. "

Todavía
" No lo creo todavía
estás llegando a mi lado
y la noche es un puñado
de estrellas y de alegría

palpo gusto escucho y veo


tu rostro tu paso largo
tus manos y sin embargo
todavía no lo creo

tu regreso tiene tanto


que ver contigo y conmigo
que por cábala lo digo
y por las dudas lo canto

nadie nunca te reemplaza


y las cosas más triviales
se vuelven fundamentales
porque estás llegando a casa

sin embargo todavía


dudo de esta buena suerte
porque el cielo de tenerte
me parece fantasía
pero venís y es seguro
y venís con tu mirada
y por eso tu llegada
hace mágico el futuro

y aunque no siempre he entendido


mis culpas y mis fracasos
en cambio sé que en tus brazos
el mundo tiene sentido

y si beso la osadía
y el misterio de tus labios
no habrá dudas ni resabios
te querré más
todavía. "

Curriculum
" El cuento es muy sencillo
usted nace
contempla atribulado
el rojo azul del cielo
el pájaro que emigra
el torpe escarabajo
que su zapato aplastará
valiente

usted sufre
reclama por comida
y por costumbre
por obligación
llora limpio de culpas
extenuado
hasta que el sueño lo descalifica

usted ama
se transfigura y ama
por una eternidad tan provisoria
que hasta el orgullo se le vuelve tierno
y el corazón profético
se convierte en escombros

usted aprende
y usa lo aprendido
para volverse lentamente sabio
para saber que al fin el mundo es esto
en su mejor momento una nostalgia
en su peor momento un desamparo
y siempre siempre
un lío

entonces
usted muere. "

Soledades
" Ellos tienen razón
esa felicidad
al menos con mayúscula
no existe
ah pero si existiera con minúscula
seria semejante a nuestra breve
presoledad.

Después de la alegría viene la soledad


después de la plenitud viene la soledad
después del amor viene la soledad.

Ya se que es una pobre deformación


pero lo cierto es que en ese durable minuto
uno se siente
solo en el mundo.

Sin asideros
sin pretextos
sin abrazos
sin rencores
sin las cosas que unen o separan
y en es sola manera de estar solo
ni siquiera uno se apiada de uno mismo.

Los datos objetivos son como sigue.

Hay diez centímetros de silencio


entre tus manos y mis manos
una frontera de palabras no dichas
entre tus labios y mis labios
y algo que brilla así de triste
entre tus ojos y mis ojos
claro que la soledad no viene sola.

Si se mira por sobre el hombro mustio


de nuestras soledades
se vera un largo y compacto imposible
un sencillo respeto por terceros o cuartos
ese percance de ser buenagente.

Después de la alegría
después de la plenitud
después del amor
viene la soledad.

Conforme
pero
que vendrá después
de la soledad.

A veces no me siento
tan solo
si imagino
mejor dicho si se
que mas allá de mi soledad
y de la tuya
otra vez estas vos
aunque sea preguntándote a solas
que vendrá después
de la soledad. "

Corazón coraza
" Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes
porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza

porque eres mía


porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro

porque tú siempre existes dondequiera


pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque
la noche pase y yo te tenga
y no. "

Biografía

Juan Benet (España, 1927-1993)


Volverás a Región (fragmento)
" Para llegar a Región hay que atravesar un elevado desierto y el viajero en un momento u otro conocerá el desaliento
al sentir que cada paso hacia adelante no hace sino alejarlo un poco más de aquellas desconocidas montañas. Y un día
tendrá que abandonar el propósito y demorar aquella remota decisión de escalar su cima más alta...o bien -tranquilo,
sin desesperación, invadido de una suerte de indiferencia que no deja lugar a los reproches- dejará transcurrir su
último atardecer, tumbado en la arena de cara al crepúsculo, contemplando cómo en el cielo desnudo esos hermosos,
extraños y negros pájaros que han de acabar con él, evolucionan en altos círculos. "

Biografía

Walter Benjamin (Alemania, 1892-1940)


Dirección única (fragmento)
" Mientras estés trabajando, intenta sustraerte a la medianía de la cotidianeidad. Una quietud a medias, acompañada
de ruidos triviales, degrada. En cambio, el acompañamiento de un estudio musical o de un murmullo de voces puede
resultar tan significativo para el trabajo como el perceptible silencio de la noche. Si éste agudiza el oído interior, aquél
se convierte en la piedra de toque de una dicción cuya plenitud sepulta en sí misma hasta los ruidos excéntricos. "

Biografía

John Berger (Gran Bretaña, 1926)


King (fragmento)
" Todos en Saint Valéry, necesitan algún tipo de locura para recobrar el equilibrio tras el naufragio. Yo, por ejemplo,
creo que soy un perro.
(...)
Giambattista lo vio venir, le explica Vico a King mientras una topadora destruye las barracas de Saint Valéry. Se pasó la
vida intentando resolver el enigma de cómo había salido exactamente el hombre de la barbarie, qué etapas había
pasado hasta llegar a donde había llegado. Vaticinó una segunda barbarie, King, mucho peor que la primera. En la
primera, según él, había cierta generosidad. La segunda barbarie se implanta en el pensamiento mismo, lo que la hace
mucho más vil y mucho más cruel. La segunda barbarie mata a los hombres y se lo lleva todo al tiempo que promete y
habla de libertad. "

El sentido de la vista (fragmento)


" Los amantes incorporan el mundo entero a su totalidad. Todas las imágenes clásicas de la poesía amorosa lo
confirman. El río, el bosque, el cielo, los minerales de la tierra, el gusano de seda, las estrellas, la rana, el búho, la
luna, demuestran el amor del poeta. La poesía expresa la aspiración a esa correspondencia, pero es la pasión la que la
crea. La pasión aspira a incluir el mundo entero en el acto de amar. El hecho de querer hacer el amor en el mar,
volando por el cielo, en esta ciudad, en aquel campo, sobre la arena, entre las hojas caidas, con sal, con aceite, con
frutas, en la nieve, etc., no significa que se precisen nuevos estímulos, sino que expresa una verdad que es inseparable
de la pasión. La totalidad de los amantes se extiende, de manera diferente, a fin de incluir el mundo social. Todos los
actos, cuando son voluntarios, se llevan a cabo en nombre de la persona amada. Lo que el amante cambia entonces en
el mundo es una expresión de su pasión.
(...)
La totalidad de la pasión oprime (o socava) al mundo. Los amantes se aman con el mundo. (Al igual se podría decir que
con todo su corazon o con sus caricias.) El mundo es la forma de su pasión, y todos los sucesos que experimentan o
imaginan constituyen la iconografía de su pasión. Por eso la pasión está dispuesta a arriesgar la vida. Se diría que la
vida es tan sólo la forma de la pasión. "

Biografía

Henri Bergson (Francia, 1859-1941)


Memoria y vida (fragmento)
" Qué somos nosotros, qué es nuestro carácter sino la condensación de la historia que hemos vivido desde nuestro
nacimiento, antes de nuestro nacimiento incluso, dado que llevamos con nosotros disposiciones prenatales? Sin duda no
pensamos más que con una pequeña parte de nuestro pasado; pero es con nuestro pasado todo entero, incluida nuestra
curvatura de alma original, como deseamos, queremos, actuamos... "
Biografía

Georges Bernanos (Francia, 1888-1948)


Diario de un cura rural (fragmento)
" El mundo antiguo y doloroso, el mundo anterior a la gracia, la acunó largo tiempo en su corazón desolado -siglos y
más siglos- en la espera oscura, incomprensible de una "virgo genitrix". Durante siglos y siglos protegió con sus viejas
manos cargadas de crímenes, con sus manos pesadas, a la pequeña doncella maravillosa cuyo nombre ni siquiera
sabía... La edad media lo comprendió, como lo comprendió todo. "

Biografía

Thomas Bernhard (Austria, 1931-1989)


Almuerzo en casa de Ludwig W (fragmento)
" RITTER: Leer algo, cuando oscurece correr las cortinas, tomar el té en lo de la tía Margarethe, qué fácil era entonces
escapar de la desesperación. Pero eso ya no basta. Pronto tampoco bastará llevarse una biografía a la cama.
DENE: La música puede ser a menudo la salvación.
RITTER: Tienes razón, pero pronto no podremos tampoco escuchar música, cuando nuestros oídos súbitamente
aborrezcan la música, porque abusamos de ella para poder sobrevivir.
VOSS: Eso no se puede aplicar al pensamiento. Por más que abusemos, siempre se puede seguir pensando. Al final todo
nos pone nerviosos, menos pensar. El que piensa puede envejecer sin problemas. O tener durante toda la vida una idea
loca, una sola idea loca. Escuchar, leer, mirar, todo eso no es nada comparado con esa sola loca idea, pero ése es mi
problema. (Dene sale llevándose algunos platos.) Una solución matemática naturalmente, resuelta de manera
puramente matemática. Qué mal me siento a veces, como si estuviera moribundo y de pronto todo está bien otra vez,
porque pienso. Pensando lo supero todo. (Cuchichea) No tenía el propósito de venir acá. Mis hermanas son destructivas,
me aniquilan. Le dije al Director:"Cuando venga mi hermana dígale que no quiero ir a casa. Ir a casa será mi muerte".
Pero tú sí me entiendes, siempre fuiste la que me comprendió mejor. Tu hermana sólo se entiende a sí misma.
DENE: (entra y sirve la comida a sus hermanos) Le dije al Director que sé cómo manejarme con un filósofo.
"Cuidadosamente", le dije. Eso le causó gracia.
VOSS: "Mis hermanas son actrices" le dije al Director la primera vez que lo vi. "Póngase en guardia, tienen mucho dinero
y son actrices". Para mí no hay nada más odioso. Pero las cosas son así, justamente tenemos que resignarnos a lo que
más nos repugna. "No crea que tengo la intención de suicidarme", le dije "es lo que teme mi familia. A veces pienso en
eso, pero prefiero una muerte natural o como quieran llamarla. No tema, no pienso suicidarme". Así que me dejaron los
tiradores, ya desde mi primera estadía. Y esta mañana le dije: "Como puede ver, no me he suicidado. Nos dejamos
morir cuando queremos" le dije al Director, "no hace falta usar la violencia".
DENE: Aquí hay un trozo de carne muy bueno, Ludwig, ¿quieres?
VOSS: (niega con la cabeza) Tenemos una enfermedad mortal y sabemos que moriremos de ella. Podemos apurar ese
proceso, detenerlo o prolongarlo pero naturalmente sabemos que todo es cuestión de poco tiempo. Y nos decimos: al
menos terminar el capítulo en eso encontramos nuestro mayor placer. Por eso seguimos existiendo, no por otro motivo
(Dene vierte salsa sobre la carne, de la que Voss casi no ha comido.) Sólo somos felices cuando estamos enfermos. (Mira
a su alrededor.) Pensé que todo estaría distinto, pero ustedes no cambiaron nada. Aferrarse a todo es típico de
ustedes. Sólo puede ser una visita breve. "

Biografía
Olavo Bilac (Brasil, 1865-1918)
Exilio
" ¿Ya no me amas? ¡Bien! Partiré desterrado
de mi primer amor a otro amor que imagino...
Adiós carne amorosa, rapazuelo divino
de mis sueños, ¡adiós bello cuerpo adorado!

En ti, como en un valle, me adormecí embriagado


en un sueño de amores a mitad del camino;
quiero darte ya mi último beso peregrino
como quien abandona la patria, desterrado.

¡Adios, cuerpo fragante, patria de mi embeleso,


nido de blandas plumas de mi primer idilio,
jardín, en que hecho flores, brotó mi primer beso!

¡Adios! Ese otro amor ha de amargarme tanto,


como el pan que se come lejos, en el exilio,
amasado con hieles y humedecido en llanto. "

Biografía

Adolfo Bioy Casares (Argentina, 1914-1999)


La Trama Celeste (fragmento)
" Ireneo y yo estábamos alejados por una mutua y consciente antipatía. Ahora, cuando nos encontramos, sentimos una
gran dicha, una floración de nostalgias y de cordialidades, repetimos un breve diálogo con fervientes alusiones a una
amistad y a un pasado imaginarios, y en seguida no sabemos qué decirnos.
(...)
Habrá infinitos mundos idénticos, infinitos mundos ligeramente variados, infinitos mundos diferentes. Lo que ahora
escribo en este calabozo del fuerte del Toro, lo he escrito y lo escribiré durante la eternidad, en una mesa, en un
papel, en un calabozo, enteramente parecidos. En infinitos mundos mi situación será la misma, pero tal vez la causa de
mi encierro gradualmente pierda su nobleza, hasta ser sórdida, y quizá mis líneas tengan, en otros mundos, la
innegable superioridad de un adjetivo feliz. "

La invención de Morel (fragmento)


" Recorrí los estantes buscando ayuda para ciertas investigaciones que el proceso interrumpió y que en la soledad de la
isla traté de continuar. Creo que perdemos la inmortalidad porque la resistencia a la muerte no ha evolucionado; sus
perfeccionamientos insisten en la primera idea, rudimentaria: retener vivo todo el cuerpo. Sólo habría que buscar la
conservación de lo que interesa a la conciencia. Mi alma no ha pasado, aún a la imagen; si no, yo habría muerto, habría
dejado de ver a Faustine, para estar con ella en una visión que nadie recogerá.
(...)
Intenté varias explicaciones: Que yo tenga la famosa peste; sus efectos, la imaginación: la gente, a la música, Faustine;
en el cuerpo: tal vez lesiones horribles, signos de la muerte, que los efectos anteriores no me dejan ver.
(...)
Hoy, en esta isla, ha ocurrido un milagro. El verano se adelantó. Puse la cama cerca de la pileta de natación y estuve
bañándome, hasta muy tarde. Era imposible dormir. Dos o tres minutos afuera bastaban para convertir en sudor el agua
que debía protegerme de la espantosa calma. A la madrugada me despertó un fonógrafo. No puede volver al museo a
buscar las cosas, huí por las barracas, estoy en los bajos del sur, entre plantas acuáticas, indignado por los mosquitos,
con el mar o sucios arroyos hasta la cintura, viendo que anticipé absurdamente mi huida. creo que esa gente no vino a
buscarme, tal vez no me hayan visto. Pero sigo mi destino; estoy desprovisto de todo, confinado al lugar más escaso,
menos habitable de la isla; a pantanos que el mar suprime una vez por semana. Escribo esto para dejar testimonio del
adverso milagro.
(...)
No espero nada. Esto no es horrible. Después de resolverlo, he ganado tranquilidad. Pero esa mujer me ha dado una
esperanza. Debo temer las esperanzas. Tal vez toda esa higiene de no esperar sea un poco ridícula. No esperar de la
vida, para no arriesgarla; darse por muerto, para no morir. Ya no estoy muerto: estoy enamorado. "

Biografía

Elizabeth Bishop (EEUU, 1902-1988)


El iceberg imaginario
" Es mejor tener el iceberg que el barco,
aunque ello signifique el fin del viaje.
Aunque permanezca totalmente inmóvil como una nublada roca
y todo el mar fuera móvil mármol.
Es mejor tener el iceberg que el barco;
poseeríamos más bien esta llanura de nieve
aunque las velas del barco anduvieran por el mar
como la nieve yace no disuelta sobre el agua.
Oh, solemne y flotante campo,
¿Te das cuenta que un iceberg reposa
contigo y cuando despierte puede pacer en sus nieves?

Esta es una escena por la que un marino daría sus ojos.


El barco es ignorado. El iceberg se alza
y se hunde de nuevo; sus vítreas puntas
corrigen las elipses del cielo.
Esta es una escena donde quien pasea por la borda
es incultamente retórico. El telón
es demasiado ligero para alzarse en las más finas cuerdas
que las aéreas torsiones de la nieve provean.
La gracia de estos blancos picos
hace sombras con el sol. El iceberg desafía su peso
sobre un movedizo escenario y se está y observa.

El iceberg corta sus facetas desde dentro.


Como las joyas de una tumba
contínuamente se protege y adorna
sólo él mismo, quizás las nieves
que tanto nos sorprenden flotando en el mar.

Adiós, decimos, adiós, el barco se pierde


adonde las olas se entregan a otras olas
y las nubes pasan a un cielo más cálido.
Los iceberg son necesarios al alma
(haciéndose ambos de los elementos menos visibles)
para verlos así: encarnados, bellos, indivisiblemente erigidos. "

Llueve hacia el amanecer


" La gran jaula de luz se ha roto en el aire,
liberando, creo, más de un millón de pájaros
cuyas salvajes sombras ascendientes no volverán,
y todos los cables vienen cayendo.
Ni jaulas, ni pájaros que asustan; la lluvia
se hace ahora más ligera. Es pálido el rostro
que desafió el enigma de su prisión
y lo resolvió con un inesperado beso,
cuyas pecosas e insospechadas manos encendieron. "

Mientras alguien llama por teléfono


" Gastados, gastados minutos que no podrían ser peores,
Minutos de un barbárico consentimiento.
—Mirar desde la ventana del baño los pinos,
sus oscuras agujas, crecimientos sin propósito
cristalizados en madera y donde dos cocuyos
están solamente perdidos.
Oír sólo un tren que pasa, que debe pasar, como una tensión;
nada. Y esperar:
pudiera ser que incluso ahora los huéspedes de estos minutos
emerjan, algún relajado y poco deferente extraño,
liberación del corazón.
Y mientras los cocuyos
no logran iluminar estos árboles de pesadilla
que no sean sus alegres verdes ojos. "

Biografía

Bjornsterne Bjornson (Noruega, 1832-1910)


La Via del Tren y el Patio de la Iglesia (fragmento)
" Knut Aakre se arregló su disparatado cabello, sus ojos lanzaban fuego, todo su entorno parecía como un arco a punto
de disparar.
-Qué tipo de bendición es ésta de la que hablas, yo mismo la he probado. Es del mismo carácter que todas las demás
que trajiste a la parroquia, llamémosla, dudosa. Cierto es que, tú nos proveíste de una nueva iglesia; pero, también, la
llenaste de un espíritu nuevo, y no exactamente de amor. Es verdad, nos has construido nuevos caminos, pero caminos
a la destrucción, como se evidencia claramente en las desgracias de muchos. Es verdad, has reducido nuestros
impuestos; pero, también, has aumentado aquellos sobre nosotros mismos; juicios, protestas y equivocaciones no son
bendiciones para una comunidad. "

Biografía

William Blake (Inglaterra, 1757-1827)


Las bodas del cielo y el infierno (fragmento)
" Si las puertas de la percepción se depurasen, todo aparecería a los hombres como realmente es: infinito. Pues el
hombre se ha encerrado en sí mismo hasta ver todas las cosas a través de las estrechas rendijas de su caverna. "

Para ver el mundo en un grano de arena


" Para ver el mundo en un grano de arena,
Y el Cielo en una flor silvestre,
Abarca el infinito en la palma de tu mano
Y la eternidad en una hora.

Aquel que se liga a una alegría


Hace esfumar el fluir de la vida;
Aquél quien besa la joya cunado esta cruza su camino
Vive en el amanecer de la eternidad. "

El tigre
" Tigre, tigre, que te enciendes en luz
por los bosques de la noche
¿qué mano inmortal, qué ojo
pudo idear tu terrible simetría?
¿En qué profundidades distantes, en qué cielos ardió el fuego de tus ojos?
¿Con qué alas osó elevarse?¿Qué mano osó tomar ese fuego?

¿Y qué hombro, y qué arte


pudo tejer la nervadura de tu corazón?
Y al comenzar los latidos de tu corazón,
¿qué mano terrible? ¿Qué terribles pies?

¿Qué martillo? ¿Qué cadena?


¿En qué horno se templó tu cerebro?
¿En qué yunque? ¿Qué tremendas garras osaron sus mortales terrores dominar?

Cuando las estrellas arrojaron sus lanzas


y bañaron los cielos con sus lágrimas
¿sonrió al ver su obra?
¿Quien hizo al cordero fue quien te hizo?

Tigre, tigre, que te enciendes en luz,


por los bosques de la noche
¿qué mano inmortal, qué ojo
osó idear tu terrible simetría? "

Biografía

Andrés Eloy Blanco (Venezuela, 1896-1955)


Cuántas estrellas tiene el cielo?
" La última noche que pasamos juntos,
lo preguntó:
-¿Cuántas estrellas tiene el cielo?
- Trescientas cincuenta mil.
-¿A que no?
-¿A que sí?

- Cállate. Esta noche


no quiero que preguntes esas cosas.
Esta noche, si quieres preguntar
cuántas estrellas tiene el cielo,
o cualquier otra cosa,
pregunta algo así como ¿me quieres?
¿tienes frío? ¿quién dice que tiene hambre?

Esta noche, pregunta algo que sea


contestado en el mundo sin palabras.
Interroga con toda tu sangre
algo en que toda la vida del mundo
esté preguntando,
algo así como ¿quién llora?
¿hace falta algo?

Y verás como todo hace falta


y sabrás cuántas estrellas tiene el cielo
cuando sepas que el cielo tiene una sola estrella
para cada momento,
porque con una que se pierda
dará un paso de sombra la luz del Universo. "

Vicente Blasco Ibáñez (España, 1867-1928)


La barraca (fragmento)
" Desperezóse la inmensa vega bajo el resplandor azulado del amanecer, ancha faja de luz que asomaba por la parte
del Mediterráneo. Los últimos ruiseñores, cansados de animar con sus trinos aquella noche de otoño, que, por lo tibio
de su ambiente, parecía de primavera, lanzaban el gorjeo final como si los hiriese la luz del alba con sus reflejos de
acero. De las techumbres de paja de las barracas salían las bandadas de gorriones como un tropel de pilluelos
perseguidos, y las copas de los arboles empezaban a estremecerse bajo los primeros jugueteos de estos granujas del
espacio, que todo lo alborotaban con el roce de sus blusas de plumas. Apagábanse lentamente los rumores que habían
poblado la noche: el borboteo de las acequias, el murmullo de los cañaverales, los ladridos de los mastines vigilantes.
Despertaba la huerta, y sus bostezos eran cada vez más ruidosos. Rodaba el canto del gallo de barraca en barraca. Los
campanarios de los pueblecitos devolvían con ruidoso badajeo el toque de misa primera que sonaba a lo lejos, en las
torres de Valencia, esfumadas por la distancia. De los corrales salía un discordante concierto animal: relinchos de
caballos, mugidos de vacas, cloquear de gallinas, balidos de corderos, ronquidos de cerdos; un despertar ruidoso de
bestias que, al sentir la fresca caricia del alba cargada de acre perfume de vegetación, deseaba correr por los campos.
"

Cañas y barro (fragmento)


" El bosque parecía alejarse hacia el mar, dejando entre él y la Albufera una extensa llanura baja cubierta de
vegetación bravía, rasgada a trechos por la tersa lámina de pequeñas lagunas. Era el llano de Sancha. Un rebaño de
cabras, guardado por un muchacho, pastaba entre las malezas, y a su vista surgió en la memoria de los hijos de la
Albufera la tradición que daba su nombre al llano. Los de tierra adentro que volvían a sus casas después de ganar los
grandes jornales de la siega preguntaban quién era la tal Sancha que las mujeres nombraban con cierto terror, y los del
lago contaban al forastero más próximo la sencilla leyenda que todos aprendían desde pequeños. Un pastorcillo como el
que ahora caminaba por la orilla apacentaba en otros tiempos sus cabras en el mismo llano. Pero esto era muchos años
antes, ¡muchos!...; tantos, que ninguno de los viejos que aún vivían en la Albufera conoció al pastor: ni el mismo Tío
Paloma. El muchacho vivía como un salvaje en la soledad, y los barqueros que pescaban en el lago le oían gritar desde
muy lejos en las mañanas de calma: -¡Sancha! ¡Sancha!... Sancha era una serpiente pequeña, la única amiga que le
acompañaba. El mal bicho acudía a los gritos, y el pastor, ordeñando sus mejores cabras, le ofrecía un cuenco de
leche. Después, en las horas de sol, el muchacho se fabricaba un caramillo cortando cañas en los carrizales y soplaba
dulcemente, teniendo a sus pies al reptil, que enderezaba parte de su cuerpo y lo contraía como si quisiera danzar al
compás de los suaves silbidos. Otras veces, el pastor se entretenía deshaciendo los anillos de Sancha, extendiéndola en
línea recta sobre la arena, regocijándose al ver con qué nervioso impulso volvía a enroscarse. Cuando, cansado de estos
juegos, llevaba su rebaño al otro extremo de la gran llanura, seguíale la serpiente como un gozquecillo, o enroscándose
a sus piernas le llegaba hasta el cuello, permaneciendo allí caída y como muerta, con sus ojos de diamante fijos en los
del pastor, erizándole el vello de la cara con el silbido de su boca triangular. "

Arroz y tartana (fragmento)


" El amor había transformado a Juanito, su alma vestía también nuevos trajes, y desde que era novio de Tonica parecía
como que despertaban sus sentimientos por primera vez y adquiría otros completamente nuevos. Hasta entonces había
carecido de olfato. Estaba segurísimo de ello; y, si no, ¿cómo era que todas las primaveras las había pasado sin percibir
apenas aquel perfume de azahar que exhalaban los paseos y ahora le enloquecía, enardeciendo su sangre y arrojando
su pensamiento en la vaguedad de un oleaje de perfumes? No era menos cierto que hasta entonces había estado sordo.
Ya no escuchaba el piano de sus hermanas como quien oye llover; ahora la música le arañaba en lo más hondo del
pecho, y algunas veces hasta le saltaban las lágrimas cuando Amparito se arrancaba con alguna romanza italiana de
esas que meten el corazón en un puño. El muchacho, antes tan sólido y bien equilibrado, mostrábase inquieto y
nervioso, lloraba a solas por cualquier cosa o se entregaba a expansiones infantiles; pero, a pesar de esto, era más feliz
que nunca. Su antigua vida parecíale la existencia soñolienta de una bestia amarrada a la estaca, rumiando la comida o
durmiendo, sin noción alguna de un más allá.
(...)
Sus diversiones eran siempre las mismas. Iban a donde va la gente que no quiere gastar dinero, y se los veía por el
pretil del río, camino de Monteolivete, los dos jóvenes delante, hablando tranquilamente, mientras se acariciaban con
la mirada, y detrás, Micaela, con aire de inconsciente, abismada en el crepúsculo eterno que la envolvía y levantando
la cabeza, sin sentir la menor 'molestia por los rayos del sol, que se quebraban en sus ojazos hermosos y muertos. "

Biografía

Alberto Blest Gana (Chile, 1830-1920)


Martin Rivas (fragmento)
" El joven pasó el umbral y se encontró con un hombre que, por su aspecto, parecía hallarse, según la significativa
expresión francesa, entre dos edades. Es decir, que rayaba en la vejez sin haber entrado aún en ella. Su traje negro, su
cuello bien almidonado, el lustre de sus botas de becerro, indicaban al hombre metódico, que somete su persona, como
su vida, a reglas invariables. Su semblante nada revelaba: no había en él ninguno de esos rasgos característicos, tan
prominentes en ciertas fisonomías, por los cuales un observador adivina en gran parte el carácter de algunos individuos.
Perfectamente afeitado y peinado, el rostro y el pelo de aquel hombre manifestaban que el aseo era una de sus reglas
de conducta. Al ver a Martín, se quitó una gorra con que se hallaba cubierto y se adelantó con una de esas miradas que
equivalen a una pregunta. "

Biografía

Karen Blixen (Dinamarca, 1885-1962)


Africa mia (fragmento)
" El conde Schlimmelmann estaba absorto en la contemplación de la hiena cuando el propietario del zoológico
ambulante llegó y le habló. El propietario era un pálido hombrecillo de naríz aplastada, que en el pasado había sido
estudiante de Teología hasta que tuvo que dejar la Facultad por un escándalo y había ido cayendo, paso a paso, cada
vez mas bajo.
-Su excelencia hace muy bien en mirar a las hienas -dijo-. Ha sido una gran cosa traer una hiena hasta Hamburgo,
donde nunca había habido antes. Todas la hienas son hermafroditas y en Africa, de donde proceden, en las noches de
luna llena se reúnen, se juntan en un círculo y copulan; cada animal toma el doble papel de macho y hembra. ¿Lo sabía
usted?.
-No -dijo el conde Schlimmelmann con un ligero movimiento de disgusto.
-¿No cree su excelencia -dijo el empresario- que, a la vista de este hecho, debe ser más duro para la hiena que para
otros animales estar encerrada en una jaula? ¿Sentirá un doble deseo o estará, porque se reunen en ella las
complementarias cualidades de la creación, satisfecha y en armonía? En otras palabras, ya que todos somos prisioneros
en la vida ¿somos más felices o más desgraciados cuanto más talento poseemos? "

Los vengadores angélicos (fragmento)


" Le parecía a ella como si durante muchos años hubiera llevado una carga invisible, una prenda a la vez pesada y
deleitable. Había tenido la custodia de un tesoro. Pertenecía a él, era suyo por derecho, y lo había sido desde el
principio mismo de las cosas; y habría preferido morir antes que haberle fallado o traicionado. Armada siempre,
vigilante y alerta, había guardado este tesoro para él, detrás de sus ojos modestos y de sus labios cerrados, como
detrás de un velo y de un sello. Se había cepillado su precioso cabello y lo había ocultado bajo su sombrero porque era
de él. Había preservado su corazón de toda tormenta, crudeza o amargura porque era de él. "

Biografía

Alexander Blok (Rusia, 1880-1921)


Sólo paz y libertad
" Sólo paz y libertad son indispensables para el poeta, porque también le pueden quitar esa paz y esa libertad; y nó la
libertad común, sino la libertad creadora, la libertad secreta. El poeta se muere cuando comienza a faltarle el aire
libre para respirar, porque la vida pierde sentido. Los amables burócratas que observan con indiferencia el dolor del
poeta que busca la armonia del alma y del corazón, esa gente merece que se la llame chusma. Y cuídense de no
merecer otro apodo. "

Biografía

Giovanni Boccaccio (Italia, 1313-1375)


El Decamerón (fragmento)
" Y estando las cosas de los longobardos prósperas y en paz, por la virtud y el juicio de este rey Agilulfo, ocurrió que un
palafrenero de la reina, hombre de vilísima condición por su nacimiento pero, por otras cosas mucho mejor de lo que
correspondía a tan vil oficio, y tan alto y hermoso como el rey, se enamoró desmedidamente de la reina. Y como su
bajo estado no le impedía conocer la inconveniencia de esta amor, a nadie lo declaraba, como sabio ni aún a ella se
atrevía a descubrirlo con los ojos. Y aunque vivía sin ninguna esperanza de agradarle nunca, se gloriaba consigo mismo
de haber puesto sus pensamientos en tan alta parte; y como ardía todo en amoroso fuego, hacía más diligentemente
que ninguno de sus compañeros todas las cosas que podían agradar a la reina. Por lo cual, sucedía que, cuando la reina
quería cabalgar, montaba con más gusto el palafrén cuidado por éste que por ningún otro; cuando eso ocurría, éste lo
reputaba grandísimo favor y no se apartaba del estribo, teniéndose por feliz si podía tocarle las ropas. "

Biografía

Roberto Bolaño (Chile, 1953)


Putas asesinas (fragmento)
" Las mujeres son putas asesinas, Max, son monos ateridos de frío que contemplan el horizonte desde un árbol enfermo,
son princesas que te buscan en la oscuridad, llorando, indagando las palabras que nunca podrán decir. En el equívoco
vivimos y planeamos nuestros ciclos de vida. "

Biografía

Heinrich Boll (Alemania, 1917-1985)


Más tarde corazón, más tarde
" Más tarde corazón más tarde tendrás lo que es tuyo, el este paciente sabio dolorido y tuyo. Descansa corazón sobre
huesos y cenizas de la siembra alemana, más tarde corazón más tarde tendrás lo que es tuyo, el este tómalo y llévame
hacia allí. Más tarde corazón sabrás que mi velo era mi piel, yo no estaba dentro no podía salir. Ella no encajaba, mi
piel, mi velo, lo sabrás corazón, todo. Ahora ve, ve toma y come lo que el hermano el único que tenemos te ofrece, ve
toma y come. "

Da la alarma
" Da la alarma reúne a tus amigos, no cuando aúllan las hienas, no cuando te ronda el chacal o ladrean los perros de
casa, no cuando el buey subyugado da un mal paso o la mula de la noria tropieza. Da la alarma, reúne a tus amigos
cuando los conejos enseñan los dientes y anuncian su sed de sangre, cuando los gorriones practican el picado y atacan,
da la alarma. "

Desalentados
" A los sin nombre dar el nombre, para muchos ser un único uso verdadero de la fama y el nombre, llevar el nombre de
los que no nombramos. "

Biografía

María Luisa Bombal (Chile, 1910-1980)


Las islas nuevas (fragmento)
" La frase se corta en un resuello. Y de nuevo renace en Juan Manuel la absurda ansiedad que lo mantiene atento a la
confidencia que aquel hombre medio ebrio deshilvana desatinadamente. ¡Y ese tren a lo lejos, como un movimiento en
suspenso, como una amenaza que no se cumple! Es seguramente la palpitación sofocada y continua de ese tren lo que
lo enerva así. Maquinalmente, como quien busca una salida, se acerca a la ventana, la abre, y se inclina sobre la
noche. Los faros del expreso, que jadea y jadea allá en el horizonte, rasgan con dos haces de luz la inmensa llanura. "

Biografía

Jorge Luis Borges (Argentina, 1899-1986)


El Aleph (fragmento)
" En la parte inferior del escalón, hacia la derecha, vi una pequeña esfera tornasolada, de casi intolerable fulgor. Al
principio la creí giratoria; luego comprendí que ese movimiento era una ilusión producida por los vertiginosos
espectáculos que encerraba. El diámetro del Aleph sería de dos o tres centímetros, pero el espacio cósmico estaba ahí,
sin disminución de tamaño. Cada cosa (la luna del espejo, digamos) era infinitas cosas, porque yo claramente la veía
desde todos los puntos del universo. Vi el populoso mar, vi el alba y la tarde, vi las muchedumbres de América, vi una
plateada telaraña en el centro de una negra pirámide, vi un laberinto roto (era Londres), vi interminables ojos
inmediatos escrutándose en mí como en un espejo, vi todos los espejos del planeta y ninguno me reflejó, vi en un
traspatio de la calle Soler las mismas baldosas que hace treinta años vi en el zaguán de una casa en Frey Bentos, vi
racimos, nieve, tabaco, vetas de metal, vapor de agua, vi convexos desiertos ecuatoriales y cada uno de sus granos de
arena, vi en Inverness a una mujer que no olvidaré, vi la violenta cabellera, el altivo cuerpo, vi un cáncer de pecho, vi
un círculo de tierra seca en una vereda, donde antes hubo un árbol, vi una quinta de Adrogué, un ejemplar de la
primera versión inglesa de Plinio, la de Philemont Holland, vi a un tiempo cada letra de cada página (de chico yo solía
maravillarme de que las letras de un volumen cerrado no se mezclaran y perdieran en el decurso de la noche), vi la
noche y el día contemporáneo, vi un poniente en Querétaro que parecía reflejar el color de una rosa en Bengala, vi mi
dormitorio sin nadie, vi en un gabinete de Alkmaar un globo terráqueo entre dos espejos que lo multiplicaban sin fin, vi
caballos de crin arremolinada, en una playa del Mar Caspio en el alba, vi la delicada osadura de una mano, vi a los
sobrevivientes de una batalla, enviando tarjetas postales, vi en un escaparate de Mirzapur una baraja española, vi las
sombras oblicuas de unos helechos en el suelo de un invernáculo, vi tigres, émbolos, bisontes, marejadas y ejércitos, vi
todas las hormigas que hay en la tierra, vi un astrolabio persa, vi en un cajón del escritorio (y la letra me hizo temblar)
cartas obscenas, increíbles, precisas, que Beatriz había dirigido a Carlos Argentino, vi un adorado monumento en la
Chacarita, vi la reliquia atroz de lo que deliciosamente había sido Beatriz Viterbo, vi la circulación de mi propia sangre,
vi el engranaje del amor y la modificación de la muerte, vi el Aleph, desde todos los puntos, vi en el Aleph la tierra, vi
mi cara y mis vísceras, vi tu cara, y sentí vértigo y lloré, porque mis ojos habían visto ese objeto secreto y conjetural,
cuyo nombre usurpan los hombres, pero que ningún hombre ha mirado: el inconcebible universo. "

Tankas, de El oro de los tigres


" Alto en la cumbre
Todo el jardín
Luna de oro
Más precioso es el roce
De tu boca en la sombra.

La voz del ave


Que la penumbra esconde
Ha enmudecido.
Andas por tu jardín.
Algo, lo sé, te falta.

La ajena copa,
La espada que fue espada
En otra mano,
La luna de la calle,
¿Dime, acaso no bastan?

Bajo la luna
El tigre de oro y sombra
Mira sus garras.
No sabe que en el alba
Han destrozado un hombre

Triste la lluvia
Que sobre el mármol cae,
Triste ser tierra.
Triste no ser los días
Del hombre, el sueño, el alba.

No haber caído,
Como otros de mi sangre,
En la batalla.
Ser en la vana noche
El que cuenta las sílabas. "

He cometido el peor de los pecados


" He cometido el peor de los pecados
que un hombre puede cometer. No he sido
feliz. Que los glaciares del olvido
me arrastren y me pierdan, despiadados.

Mis padres me engendraron para el juego


arriesgado y hermoso de la vida,
para la tierra, el agua, el aire, el fuego.
Los defraudé. No fui feliz. Cumplida

no fue su joven voluntad. Mi mente


se aplicó a las simétricas porfías
del arte, que entreteje naderías.

Me legaron valor. No fui valiente.


No me abandona. Siempre está a mi lado
La sombra de haber sido un desdichado. "

Arte poética
" Mirar el río hecho de tiempo y agua
y recordar que el tiempo es otro río,
saber que nos perdemos como el río
y que los rostros pasan como el agua.

Sentir que la vigilia es otro sueño


que sueña no soñar y que la muerte
que teme nuestra carne es esa muerte
de cada noche, que se llama sueño.

Ver en el día o en el año un símbolo


de los días del hombre y de sus años,
convertir el ultraje de los años
en una música, un rumor y un símbolo,

ver en la muerte el sueño, en el ocaso


un triste oro, tal es la poesía
que es inmortal y pobre. La poesía
vuelve como la aurora y el ocaso.

A veces en las tardes una cara


nos mira desde el fondo de un espejo;
el arte debe ser como ese espejo
que nos revela nuestra propia cara.

Cuentan que Ulises, harto de prodigios,


lloró de amor al divisar su Itaca
verde y humilde. El arte es esa Itaca
de verde eternidad, no de prodigios.

También es como el río interminable


que pasa y queda y es cristal de un mismo
Heráclito inconstante, que es el mismo
y es otro, como el río interminable. "

1964
" Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.
Ya no compartirás la clara luna
ni los lentos jardines. Ya no hay una
luna que no sea espejo del pasado,

cristal de soledad, sol de agonías.


Adiós las mutuas manos y las sienes
que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
la fiel memoria y los desiertos días.

Nadie pierde (repites vanamente)


sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente
para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra.

Ya no seré feliz. Tal vez no importa.


Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta

y aunque las horas son tan largas, una


oscura maravilla nos acecha,
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
que nos libra del sol y de la luna

y del amor. La dicha que me diste


y me quitaste debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada.

Sólo que me queda el goce de estar triste,


esa vana costumbre que me inclina
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina. "

El instante
" ¿Dónde estarán los siglos, dónde el sueño
de espadas que los tártaros soñaron,
dónde los fuertes muros que allanaron,
dónde el Árbol de Adán y el otro Leño?

El presente está solo. La memoria


erige el tiempo. Sucesión y engaño
es la rutina del reloj. El año
no es menos vano que la vana historia.

Entre el alba y la noche hay un abismo


de agonías, de luces, de cuidados;
el rostro que se mira en los gastados

espejos de la noche no es el mismo.


El hoy fugaz es tenue y es eterno;
otro Cielo no esperes, ni otro Infierno. "

El amenazado
" Es el amor.Tendré que ocultarme o huir.
Crecen los muros de su cárcel, como en un sueño atroz.
La hermosa máscara ha cambiado,
pero como siempre es la única.
¿ De qué me servirán mis talismanes:
el ejercicio de las letras,
la vaga erudición
el aprendizaje de las palabras que usó el áspero Norte
para cantar sus mares y sus espadas,
la serena amistad,
las galería de las bibliotecas
las cosas comunes,
los hábitos
el jóven amor de mi madre,
la sombra militar de mis muertos,
la noche intemporal,
el sabor del sueño?
Estar contigo o no estar contigo,
es la medida de mi tiempo.
Ya el cántaro se quiebra sobre la fuente,
ya el hombre se levanta a la voz del ave,
ya se han ocurecido los que miran por la ventana,
pero la sombra no ha traido la paz.
Es ya lo se, el amor:
la ansiedad y el alivio de oír tu voz,
la espera y la memoria
el horror de vivir en lo sucesivo.
Es el amor con sus mitologías,
con su pequeñas magias inútiles.
Hay una esquina por la que no me atrevo a pasar.
Ya los ejércitos que cercan,las hordas.
(Esta habitación es irreal; ella no la ha visto)
El nombre de una mujer me delata.
Me duele una mujer en todo el cuerpo. "

El cómplice
" Me crucifican y yo debo ser la cruz y los clavos.
Me tienden la copa y yo debo ser la cicuta.
Me engañan y yo debo ser la mentira.
Me incendian y yo debo ser el infierno.
Debo alabar y agradecer cada instante del tiempo.
Mi alimento es todas las cosas.
El peso preciso del universo, la humillación, el júbilo.
Debo justificar lo que me hiere.
Soy el poeta. "

La amistad silenciosa
" La amistad silenciosa de la Luna (cito mal a Virgilio) te acompaña desde aquella perdida hoy en el tiempo noche o
atardecer en que tus vagos ojos la descifraron para siempre en un jardín o en un patio que son polvo. ¿Para siempre? Yo
sé que alguien, un día, podrá decirte verdaderamente: No volverás a ver la clara Luna. Has agotado ya la inalterable
suma de veces que te da el destino. Inútil abrir todas las ventanas del mundo. No darás con ella. Vivimos descubriendo
y olvidando esa dulce costumbre de la noche. Hay que mirarla bien. Puede ser la última. "

Biografía

Rachid Boudjedra (Argelia, 1941)


El repudio (fragmento)
" Siesta. Los hombres duermen. Ma en el límite de la revuelta. Los hijos cuchichean. El aire está húmedo. Sudor... A las
mujeres les gotean los pechos. Afuera la ropa secándose siempre. El repudio es ineluctable: así lo decidió mi padre. En
la cabeza de Ma germina la idea de la muerte; pero la agonía de las moscas en el jugo de melón le recuerda la
atrocidad de la cosa. Revuelta. Un gato pasa. Vibra la cola. Quiere copular. "

Biografía
Carlos Bousoño (España, 1923)
Salmo desesperado
" Como el león llama a su hembra, y cálido
al aire da su ardiente dentellada,
yo te llamo, Señor. Ven a mis dientes
como una dura fruta amarga.
Mirame aqui sin paz y sin consuelo.
Ven a mi boca seca y apagada.
He devorado el árbol de la tierra
con estos labios que te aman.

Venga tu boca como luz hambrienta,


como una sima donde un sol estalla.
Venga tu boca de dureza y dientes
contra esta boca que me abrasa.

Tengo amargura, brillo como fiera


de amor espesa y de desesperanza.
Soy animal sin luz y sin camino
y voy llamándola y buscándola.

Voy oliendo las piedras y las hierbas,


voy oliendo los troncos y las ramas.
Voy ebrio, mi Señor, buscando el agrio
olor que dejas donde pasas.

Dime la cueva donde te alojaste,


donde tu olor silvestre alli dejaras.
Queriendo olerte, Dios, desesperado
voy por los valles y montañas. "

Biografía

Paul Bowles (EEUU, 1910-1999)


El cielo protector (fragmento)
" Creo que los dos tenemos miedo de lo mismo. Y por una misma razón. Nunca hemos conseguido, ninguno de los dos,
entrar en la vida. Estamos colgando del lado de afuera, por mucho que hagamos, convencidos de que nos vamos a caer
en el próximo tumbo.
(...)
Estaba en algún lugar; para regresar de la nada había atravesado vastas regiones. En el centro de su conciencia había la
certidumbre de una infinita tristeza, pero esa tristeza lo reconfortaba porque era lo único que le resultaba familiar. "

Palabras ingratas (fragmento)


" Un momento después estaba en la torre, escuchando a las arañas reparar las telas que ellas habían estropeado.
Pasaría mucho, mucho tiempo hasta que pudiera introducirse en la conciencia de otro ser. Mucho, mucho tiempo: quizá
la eternidad. "
Biografía

Ray Bradbury (EEUU, 1920)


Ylla, de Crónicas marcianas (fragmento)
" Tenían en el planeta Marte, a orillas de un mar seco, una casa de columnas de cristal, y todas las mañanas se podía
ver a la señora K mientras comía la fruta dorada que brotaba de las paredes de cristal, o mientras limpiaba la casa con
puñados de un polvo magnético que recogía la suciedad y luego se dispersaba en el viento cálido. A la tarde, cuando el
mar fósil yacía inmóvil y tibio, y las viñas se erguían tiesamente en los patios, y en el distante y recogido pueblo
marciano nadie salía a la calle, se podía ver al señor K en su cuarto, que leía un libro de metal con jeroglíficos en
relieve, sobre los que pasaba suavemente la mano como quien toca el arpa. Y del libro, al contacto de los dedos, surgía
un canto, una voz antigua y suave que hablaba del tiempo en que el mar bañaba las costas con vapores rojos y los
hombres lanzaban al combate nubes de insectos metálicos y arañas eléctricas. "

Biografía

Bertolt Brecht (Alemania, 1898-1956)


Contra la seducción
" No os dejéis seducir:
no hay retorno alguno.
El día está a las puertas,
hay ya viento nocturno:
no vendrá otra mañana.
No os dejéis engañar
con que la vida es poco.
Bebedla a grandes tragos
porque no os bastará
cuando hayáis de perderla.
No os dejéis consolar.
Vuestro tiempo no es mucho.
El lodo, a los podridos.
La vida es lo más grande:
perderla es perder todo. "

A los hombre futuros


" Vosotros, que surgiréis del marasmo en el que nosotros nos hemos hundido, cuando habléis de vuestras debilidades,
pensad también en los tiempos sombríos de los que os habéis escapado. Cambiábamos de país como de zapatos a través
de las guerras de clases, y nos desesperábamos donde sólo había injusticia y nadie se alzaba contra ella. Y sin embargo,
sabíamos que también el odio contra la bajeza desfigura la cara. También la ira contra la injusticia pone ronca la voz.
Desgraciadamente, nosotros, que queríamos preparar el camino para la amabilidad no pudimos ser amables. Pero
vosotros, cuando lleguen los tiempos en que el hombre sea amigo del hombre, pensad en nosotros con indulgencia."

Satisfacciones
" La primera mirada por la ventana al despertarse, el viejo libro vuelto a encontrar, rostros entusiasmados, nieve, el
cambio de las estaciones, el periódico, el perro, la dialéctica, ducharse, nadar, música antigua, zapatos cómodos,
comprender, música nueva, escribir, plantar, viajar, cantar, ser amable"
Biografía

André Bretón (Francia, 1896-1966)


Lo escrito se lo lleva el viento
" El raso de las páginas de los libros que se hojean modela una mujer tan hermosa
Que cuando no se lee se contempla esa mujer con tristeza
Sin osar hablarle sin osar decirle que es tan hermosa
Que cuando uno está por saber no tiene precio
Esa mujer pasa imperseptiblemente entre un murmullo de flores
A veces se da vuelta en las temporadas impresas
Para preguntar la hora o mejor quizás finge contemplar atentamente las joyas
De un modo insólito en criatutas humanas
Y el mundo muere una ruptura se produce en los anillos de aire
Una herida a nivel corazón
Los diarios matutinos traen cantantes cuyas voces tienen el color de la arena en orillas tiernas y peligrosas
Y a veces los vespertinos dejan paso libre a cumplidas muchachitas que conducen fieras encadenadas
Pero lo mejor está en el intervalo de ciertas letras
Donde manos más blancas que el cuerno de las estrellas a mediodía
Saquean un nido de golondrinas blancas
A fin de que llueva para siempre
Tan bajo tan bajo que las alas no puedan entremezclarse
Manos por las que se asciende hasta brazos tan leves que el vapor de los prados en sus graciosas volutas sobre las
charcas es un espejo imperfecto
Brazos que sólo se articulan al peligro excepcional de un cuerpo creado para el amor
Cuyo vientre llama a los suspiros desprendidos de las zarzas llenas de velos
Y que sólo tiene de terrestre la inmensa verdad de hielo de los trineos de miradas sobre la extensión absolutamente
blanca
De lo que no veré nunca más
A causa de una venda maravillosa
Que es la que utilizo al jugar al gallo ciego de las heridas. "

La unión libre
" Mi mujer de cabellera de fuego de madera
De pensamientos de relámpagos de calor
De cintura de reloj de arena
Mi mujer de cintura de nutria entre los dientes del tigre
Mi mujer de boca de escarapela y de ramo de estrellas de última magnitud
De dientes de huellas de ratón blanco sobre la tierra blanca
De lengua de ámbar y de vidrio frotados
Mi mujer de lengua de hostia apuñalada
De lengua de muñeca que cierra y abre los ojos
De lengua de piedra increíble
Mi mujer de pestañas de palotes de escritura infantil
De cejas de borde de nido de golondrina
Mi mujer de sienes de pizarra de techo de invernadero
Y de vaho en los vidrios
Mi mujer de hombros de champaña
Y de fuente con cabezas de delfines bajo el hielo
Mi mujer de muñecas de cerillos
Mi mujer de dedos de azar y de as de corazones
De dedos de heno cortado
Mi mujer de axilas de marta y de hayucos
De noche de San Juan
De ligustro y de nido de escalares
De brazos de espuma de mar y de esclusa
Y de mezcla del trigo y del molino
Mi mujer de piernas de cohete
De movimientos de relojería y de desesperación
Mi mujer de pantorrillas de médula de saúco
Mi mujer de pies de iniciales
De pies de llaveros de pies de calafanes que beben
Mi mujer de cuello de cebada no perlada
Mi mujer de garganta de Valle de oro
De cita en el lecho mismo del torrente
De pechos de noche
Mi mujer de pechos de topera marina
Mi mujer de pechos de crisol de rubíes
De pechos de espectro de la rosa bajo el rocío
Mi mujer de vientre de despliegue de abanico de los días
De vientre de garra gigante
Mi mujer de espalda de pájaro que huye vertical
De espalda de azogue
De espalda de luz
De nuca de canto rodado y de tiza mojada
Y de caída de un vaso en el que acaba de beberse
Mi mujer de caderas de barquilla
De caderas de lustro y de penas de flecha
Y de tronco de plumas de pavorreal blanco
De balanza insensible
Mi mujer de nalgas de asperón y de amianto
Mi mujer de nalgas de espalda de cisne
Mi mujer de nalgas de primavera
De sexo gladiolo
Mi mujer de sexo de yacimiento de oro y de ornotorrinco
Mi mujer de sexo de alga y de bombones antiguos
Mi mujer de sexo de espejo
Mi mujer de ojos llenos de lágrimas
De ojos de panoplia violeta y de aguja imantada
Mi mujer de ojos de sabana
Mi mujer de ojos de agua para beber en la cárcel
Mi mujer de ojos de madera siempre bajo el hacha
De ojos de nivel de agua de nivel de aire de tierra y de fuego "

En la ruta de San Román


" La poesía se hace en el lecho como el amor
Sus sábanas deshechas son la aurora de las cosas
La poesía se hace en los bosques
Tiene todo el espacio que necesita

No éste sino otro que condicionan


El ojo del Milano
El rocío sobre la planta cola de caballo

El recuerdo de una empañada botella de Traminer sobre una bandeja de plata


Un alta verga de tumolina sobre la mar
Y la ruta de la aventura mental
Que sube vertical
Y al primer alto se enmaraña
No se grita por las calles
Es inconveniente dejar la puerta abierta
O llamar testigos

Los bancos de peces la banda de pájaros


Los rieles a la entrada de una gran estación
Los reflejos entre dos orillas
Los surcos en el pan
Las burbujas del arroyo
Los días del calendario
La hierba de San Juan

El acto de amor y el acto de poesía


Son incompatibles
Con la lectura en voz alta del periódico

La dirección del rayo del sol


El fulgor azul que enlaza los hachazos del leñador
El hilo del palote en forma de corazón o de nasa
El golpear acompasado de la cola de los castores
La diligencia del relámpago
El chorro de almendras de lo alto de viejos peldaños
La avalancha

La cámara de los hechizos


No señores no es la Cámara de diputados
Ni los vapores de la recámara una tardede domingo

La figuras de danza en trasparencias sobre las charcas


La delimitación contra un muro de un cuerpo de mujer al lanzarlos puñales
Las volutas claras del humo
Los bucles del pelo
La curva de la esponja de Filipinas
Los lazos de la serpiente coral
La entrada de la yedra en las ruinas

Tiene todo el tiempo para ella


El abrazo poético como el abrazo carnal
Mientras dura prohibe toda caída en la miseria del mundo. "

Biografía

Francisco Brines (España, 1932)


Lamento en Elca
" Estos momentos breves de la tarde,
con un vuelo de pájaros rodando en el ciprés,
o el súbito posarse en el laurel dichoso
para ver, desde allí, su mundo cotidiano,
en el que están los muros blancos de la casa,
un grupo espeso de naranjos,
el hombre extraño que ahora escribe.
Hay un canto acordado de pájaros
en esta hora que cae, clara y fría,
sobre el tejado alzado de la casa.
Yo reposo en la luz, la recojo en mis manos,
la llevo a mis cabellos,
porque es ella la vida,
más suave que la muerte, es indecisa,
y me roza en los ojos,
como si acaso yo tuviera su existencia.
El mar es un misterio recogido,
lejos y azul,

y diminuto y mudo,
un bello compañero que te dio su alegría,
y no te dice adiós, pues no ha de recordarte.
Sólo los hombres aman, y aman siempre,
aun con dificultad.
¿Dónde mirar, en esta breve tarde,
y encontrar quien me mire
y reconozca?
Llega la noche a pasos, muy cansada,
arrastrando las sombras
desde el origen de la luz,
y así se apaga el mundo momentáneo,
se enciende mi conciencia.
Y miro el mundo, desde esta soledad,
le ofrezco fuego, amor,
y nada me refleja.

Nutridos de ese ardor nazcan los hombres,


y ante la indiferencia extraña
de cuanto les acoge,
mientan felicidad
y afirmen inocencia,
pues que en su amor
no hay culpa y no hay destino. "

Biografía

Hermann Broch (Austria, 1886-1951)


Adiós a Musil (fragmento)
" Hay que decir adiós a quien siempre se despidió, porque se pasó la vida despidiéndose. Nunca lo hizo de un modo
sentimental, apenas dolorosamente; se despedía siempre con la exactitud de un cronista que atrapa el pasado, porque
quiere la realidad presente, el germen del futuro. Esta búsqueda del tiempo perdido que ha sido siempre una parte
esencial del escritor: arrebatar al olvido lo que nos pertenece, atrapar otra vez el vértigo de lo que hemos vivido, mirar
hacia el pasado invisible para hacerlo transparente. "
Fernán Caballero (España, 1796-1879)
Tres almas de Dios (fragmento)
" Hasta los ecos que repitieron los bélicos sonidos de trompas y clarines, han caído en un obstinado mutismo, no
queriendo descender a alternar con el canto del gallo, cantor que cual no otro, cumple con una de las primeras reglas
de su arte, que es la de echar la voz; con la algarabía de las golondrinas que charlan hasta por las alas; con el ronco y
poco armonioso arrullo de los palomos, amantes formales, fieles y comedidos; ni con los destemplados arranques de los
patos poco filarmónicos, que sin la más mínima aprehensión, hieren el aire que los rodea y los oídos que los oyen; pero
ni aun con los alegres cantares del canario saltimbanqui, que prefiero a las de laurel, coronas de jaramago. "
Biografía

José Manuel Caballero Bonald (España, 1928)


La vuelta
" Por el camino se me van cayendo frutas podridas de la mano y voy dejando manchas de tristeza en el polvo donde
quiera que piso; un pájaro amanece ante mis ojos y en seguida anochece entre sus alas; la asamblea de hormigas se
disuelve cuando en mí la tormenta se aproxima; el sol calienta al mar en unas lágrimas que en el camino enciende mi
presencia; la desnudez del campo va vistiéndose según van mis miradas acosándole y el viento hace estallar una guerra
civil entre las hierbas. Noticia triste de mi cuerpo dictan las verdes amapolas en capullo, la codorniz se espanta y
asusta al macho con historias mías. Vengo desnudo de la hermosa clámide que solía vestirme cuando entonces: clámide
con las voces de los pájaros, el graznido del cuervo, la carrera veloz de la raposa –a la que llaman zorra mis parientes–,
del arroyo que un día se llevaba mis pasos y de olores de jara y de romero hace tanto tejida. Días de mi ascensión,
cuando el lagarto solía conocer mis intenciones, cuando solía la retama pedirme venia para echar raíces, cuando algún
cazador me confundió con una piedra viva entre las piedras. Pero yo te conozco, campo mío, yo recuerdo haber puesto
entre tus brazos aquel cuerpo caliente que tenía, haber dejado sangre entre los surcos que abrían los caballos de mi
padre. Yo te conozco y noto que tus senos empiezan a ascender hacia mis labios. "
Biografía
Eladio Cabañero (España, 1930)
Anochecida en el campo (fragmento)
" La noche va encerrándose. Un momento cruzan ahogos lejanos, vagos sones, y algo sucede que los corazones y el
campo callan en recogimiento, se alarga el miedo entonces como un río, los contornos se encogen y procura el
horizonte cerrar bien la puerta, y el primer cierzo, cada vez más frío, cada sol menos, cada noche oscura, pone la vida
un poco más desierta. "

Biografía

Joao Cabral do Melo Neto (Brasil, 1920)


Pedra do sono (fragmento)
" El mar soplaba campanas,
las campanas secaban las flores,
las flores eran cabezas de santos.
Mi memoria llena de palabras,
mis pensamientos buscando fantasmas,
mis pesadillas atrasadas de muchas noches.
De madrugada mis pensamientos puros
volaban como telegramas;
y en las ventanas encendidas toda la noche
el retrato de la muerte
hizo esfuerzos desesperados para huir. "

Biografía
Manuel del Cabral (Rep. Dominicana, 1907-1999)
Los hombres no saben morirse, de Los huéspedes secretos
" Los hombres no saben morirse...
Unos mueren no queriendo la muerte;
otros
la encuentran en un beso, pero sin estatura...
otros
saben que cuando cantan no le verán la cara.

Los hombres no se mueren completos, no saben irse enteros...


Unos reparten en el viaje sus retazos de muerte;
otros
dejan el odio para cuando vuelvan...

Otros se van tocando el cuerpo


para saber si salen de la trampa...

Los hombres no saben morirse...


Unos van dejando su yo sin comprenderlo;
van dejando basura para escoba esotérica;
otros
se vuelven hacia adentro ante el vacío...

Pero todos,
con el cadáver de su tiempo al hombro,
todos,
todos son el Uno,
el Uno
que sólo por amor vuelve a la tierra. "

Biografía

Guillermo Cabrera Infante (Cuba, 1929)


Ella cantaba Boleros (fragmento)
" Y sin música, quiero decir sin orquesta, sin acompañante, comenzó a cantar una canción desconocida, nueva, que
salía de su pecho, de sus dos enormes tetas, de su barriga de barril, de aquel cuerpo monstruoso, y apenas me dejó
acordarme del cuento de la ballena que cantó en la ópera, porque ponía algo más que el falso, azucarado, sentimental
fingido sentimiento de la canción, nada de la bobería amelcochada, del sentimiento comercialmente fabricado del
feeling, sino verdadero sentimiento y su voz salía suave, pastosa, líquida, con aceite ahora, una voz coloidal que fluía
de todo su cuerpo como el plasma de su voz y de pronto me estremecí. "

La voz de la tortuga, de Todo está hecho con espejos (fragmento)


" Cómo el otro muchacho logró arrastrar a la pareja las ocho leguas que lo separaban del pueblo es tan extraordinario
como la tragedia que motivó esta hazaña. Llegó por fin después del mediodía en medio de la indiferencia de siempre.
Pero, como en todos los pueblos, la extraordinaria presencia congregó enseguida un público demasiado asombrado para
reaccionar ante el horror de inmediato. Podía parecer una feria. Pero entre los últimos que acudieron, estaba la
pretendida novia por un día cuyo horror tuvo un límite. Claro que reconoció enseguida a su novio. Lo que no vio es que
ahora, ante la algarabía, había entreabierto él los ojos. Nadie lo vio porque en ese momento la caguama, que, como
todas las tortugas, era inmortal, exhaló una especie de alarido que no pareció salir de la boca de la bestia sino de entre
los labios abiertos de la novia ante su pretendiente. El muchacho, todavía sobre la tortuga, cerró los ojos y por un
momento creyó que soñaba con su noche nupcial. "
Biografía

Pedro Calderón de la Barca (España, 1600-1681)


La vida es sueño (fragmento)
" Ay mísero de mí, y ay infelice!
Apurar, cielos, pretendo,
ya que me tratáis así,
qué delito cometí
contra vosotros naciendo.
Aunque si nací, ya entiendo
qué delito he cometido;
bastante causa ha tenido
vuestra justicia y rigor,
pues el delito mayor
del hombre es haber nacido.
Sólo quisiera saber
para apurar mis desvelos
--dejando a una parte, cielos,
el delito del nacer--,
¿qué más os pude ofender,
para castigarme más?
¿No nacieron los demás?
Pues si los demás nacieron,
¿qué privilegios tuvieron
que no yo gocé jamás?
Nace el ave, y con las galas
que le dan belleza suma,
apenas es flor de pluma,
o ramillete con alas,
cuando las etéreas salas
corta con velocidad,
negándose a la piedad
del nido que dejan en calma;
¿y teniendo yo más alma,
tengo menos libertad?
Nace el bruto, y con la piel
que dibujan manchas bellas,
apenas signo es de estrellas
--gracias al docto pincel--,
cuando, atrevido y crüel,
la humana necesidad
le enseña a tener crueldad,
monstruo de su laberinto;
¿y yo, con mejor instinto,
tengo menos libertad?
Nace el pez, que no respira,
aborto de ovas y lamas,
y apenas bajel de escamas
sobre las ondas se mira,
cuando a todas partes gira,
midiendo la inmensidad
de tanta capacidad
como le da el centro frío;
¿y yo, con más albedrío,
tengo menos libertad?
Nace el arroyo, culebra
que entre flores se desata,
y apenas sierpe de plata,
entre las flores se quiebra,
cuando músico celebra
de las flores la piedad
que le dan la majestad
del campo abierto a su huída;
¿y teniendo yo más vida,
tengo menos libertad?
En llegando a esta pasión,
un volcán, un Etna hecho,
quisiera sacar del pecho
pedazos del corazón.
¿Qué ley, justicia o razón
negar a los hombres sabe
privilegios tan süave
excepción tan principal,
que Dios le ha dado a un cristal,
a un pez, a un bruto y a un ave? "

Biografía

Pere Calders (Catalunya, 1912-1994)


Unitats de xoc (fragmento) - en catalán
" Per bé que no ens ho volguem confessar, sortim de Barcelona amb l'ànim deprimit. No sabem quan podrem reprendre
la nostra vida civil, tan estimada, ni sabem si podrem reprendre-la. D'ara endavant, en la feina de bastir il.lusions
haurem de comptar amb altres voluntats i ens caldrà prescindir una mica de la nostra; ens fa l'efecte que obrim un
parèntesi, que la marxa de la nostra vida queda en suspens i aquest cop de ganivet a les nostres esperances ens fa
mesells. "

Biografía

Italo Calvino (Italia, 1923-1985)


Las ciudades invisibles (fragmento)
" En la vida de los emperadores hay un momento que sucede al orgullo por la amplitud inconmensurable de los
territorios que hemos conquistado, a la melancolía y al alivio de saber que pronto renunciaremos a conocerlos y a
comprenderlos, una sensación como de vacío que nos asalta una noche junto con el olor de los elefantes después de la
lluvia y de la ceniza de sándalo que se enfría en los braseros, un vértigo que hace temblar los ríos y las montañas
historiados en la leonada grupa de los planisferios, enrolla uno sobre otro los despachos que anuncian el derrumbe, de
derrota en derrota, de los últimos ejércitos enemigos y resquebraja el lacre de los sellos de reyes que jamás oímos
nombrar, que imploran la protección de nuestras huestes triunfantes a cambio de tributos anuales en metales
preciosos, pieles curtidas y caparazones de tortuga; es el momento desesperado en que se descubre que ese imperio
que nos había parecido la suma de todas las maravillas es un desmoronarse sin fin ni forma, que la gangrena de su
corrupción está demasiado avanzada para que nuestro cetro pueda ponerle remedio, que el triunfo sobre los soberanos
enemigos nos ha hecho herederos de su larga ruina.
(...)
Partiendo de allá y andando tres jornadas hacia levante, el hombre se encuentra en Diomira, ciudad con sesenta
cúpulas de plata, estatuas de bronce de todos los dioses, calles pavimentadas de estaño, un teatro de cristal, un gallo
de oro que canta todas las mañanas en lo alto de una torre. Todas estas bellezas el viajero ya las conoce por haberlas
visto también en otras ciudades. Pero es propio de ésta que quien llega una noche de septiembre, cuando los días se
acortan y las lámparas multicolores se encienden todas a la vez sobre las puertas de las freidurías, y desde una terraza
una voz de mujer grita: ¡uh!, se pone a envidiar a los que ahora creen haber vivido ya una noche igual a ésta y haber
sido aquella vez felices."

Biografía

Eugenio Cambaceres (Argentina, 1843-1889)


En la sangre (fragmento)
" Eran, al amanecer, las idas a los mercados, las largas estadías en las esquinas, las changas, la canasta llevada a
domicilio, la estrecha intimidad con los puesteros, el peso de fruta o de fatura ganado en el encierro de la trastienda.
El zaguán, más tarde, los patios de las imprentas, el vicio fomentado, prohijado por el ocio, el cigarro, el hoyo, la
rayuela y los montones de cobre, el naipe roñoso, el truco en los rincones. Era, en las afueras de los teatros, de noche,
el comercio de contra-señas y de puchos. Toda una cuadrilla organizada, disciplinada, estacionaba a las puertas del
Colón, con sus leyes, sus reglas, su jefe; un mulatillo de trece años, reflexivo y maduro como un hombre, cínico y
depravado como un viejo. Bravo y leal, por otra parte, dispuesto siempre a ser el primero en afrontar el peligro, a dar
la cara por uno de los suyos, a no cejar ni aun ante el machete del agente policial, el pardo Andinas ejercía sobre los
otros toda la omnipotente influencia de un caudillo, todo el dominio absoluto y ciego de un amo.
(…)
Como murciélagos que ganan el refugio de sus nichos, a dormir, a jugar, antes que acabara el sueño por rendirlos,
tirábanse en fin acá y allá, por los rincones. Jugaban a los hombres y las mujeres; hacían de ellos los más grandes, de
ellas los más pequeños, y, como en un manto de vergüenza, envueltos entre tinieblas, contagiados por el veneno del
vicio hasta lo íntimo del alma, de a dos por el suelo, revolcándose se ensayaban en imitar el ejemplo de sus padres,
parodiaban las escenas de los cuartos redondos de conventillo con todos los secretos refinamientos de una precoz y ya
profunda corrupción. "

Biografía

Albert Camus (Francia, 1913-1960)


Bodas en Tipasa (fragmento)
" En los misterios de Eleusis, bastaba contemplar. Aquí mismo, sé que nunca me aproximaré suficientemente al mundo.
Necesito estar desnudo y hundirme luego en el mar, perfumado todavía por las esencias de la tierra, lavarlas en él y
atar sobre mi piel el abrazo por el cual suspiran, labio a labio, desde hace tiempo, la tierra y el mar. Inmerso en el
agua, sobrevienen el escalofrío, la subienda de una liga fría y opaca; la zambullida, luego, con el zumbido de los oídos,
la nariz manante y la boca amarga –nadar: sacar del mar los brazos barnizados de agua para que se doren al sol y
sumirlos de nuevo en una torsión de todos los músculos; el curso del agua sobre mi cuerpo, esa tumultuosa posesión de
la onda por mis piernas– y la ausencia de horizonte. En la playa, es la caída sobre la arena, abandonado al mundo, de
vuelta a mi peso de carne y huesos, embrutecido de sol, teniendo, de vez en cuando, una mirada para mis brazos en
donde las charcas de piel seca descubren, la deslizarse al agua, el vello rubio y el polvillo de sal.
(...)
Los árboles se habían poblado de pájaros. La tierra suspiraba lentamente antes de entrar en la sombra. Dentro de un
momento, con la primera estrella, caerá la noche sobre la escena del mundo. Los resplandecientes dioses del día
tornarán a su muerte cotidiana. Pero otros dioses vendrán. Y para ser más sombríos, sus asolados rostros habrán nacido
en el corazón de la tierra. Ahora, al menos, la incesante eclosión de las olas sobre la arena me llegaba a través de todo
un espacio en el que danzaba un polen dorado. Mar, campiña, silencio, perfumes de esta tierra, me henchían de una
vida odorante y mordía en el fruto, dorado ya, del mundo, conturbado al sentir su jugo dulce y fuerte deslizarse a lo
largo de mis labios. No, no era yo quien contaba, ni el mundo, sino el acuerdo y el silencio de que él en mí hacía nacer
el amor. Amor que no tenía yo la debilidad de reivindicar para mí solo, consciente y orgulloso de compartirlo con toda
una raza, nacida del sol y del mar, viva y sápida, que extrae su grandeza de su sencillez y, de pie sobre las playas,
dirige su sonrisa cómplice a la sonrisa luciente de sus cielos. "

Jamás he podido renunciar a la luz


" Jamás he podido renunciar a la luz, a la felicidad de existir, a la vida libre en que he crecido. Pero aunque esta
nostalgia explique muchos de mis errores y de mis faltas, me ha ayudado sin duda a comprender mejor mi oficio, me
sigue ayudando a mantenerme, ciegamente, junto a todos estos hombres silenciosos que no soportan la vida que se les
hace en el mundo más que por el recuerdo o el refugio en el remanso de breves y libres felicidades. "

La peste (fragmento)
" La ciudad, en sí misma, hay que confesarlo, es fea. Su aspecto es tranquilo y se necesita cierto tiempo para percibir
lo que la hace diferente de las otras ciudades comerciales de cualquier latitud. ¿Cómo sugerir, por ejemplo, una ciudad
sin palomas, sin árboles y sin jardines, donde no puede haber aleteos ni susurros de hojas, un lugar neutro, en una
palabra?. El cambio de estaciones sólo se puede notar en el cielo. La primavera se anuncia únicamente por la calidad
del aire o por los cestos de flores que traen a vender los muchachos de los alrededores; una primavera que venden en
los mercados.
(...)
Oyendo los gritos de alegría que subían de la ciudad, Rieux tenía presente que esta alegría está siempre amenazada.
Pues él sabía que esta muchedumbre dichosa ignoraba lo que se puede leer en los libros, que el bacilo de la peste no
muere ni desaparece jamás, que puede permanecer durante decenios dormido en los muebles, en la ropa, que espera
pacientemente en las alcobas, en las bodegas, en las maletas, los pañuelos y los papeles, y que puede llegar un día en
que la peste, para desgracia y enseñanza de los hombres, despierte a sus ratas y las mande a morir en una ciudad
dichosa. "

El extranjero (fragmento)
" Yo sentía una naturaleza tal que mis necesidades físicas desplazaban a menudo mis sentimientos. Cuanto más
reflexionaba, más cosas desconocidas y olvidadas sacaba de mi memoria. Comprendí entonces que un hombre que no
hubiera vivido más que un solo día podría sin esfuerzo vivir cien años en una prisión. Tendría bastantes recuerdos para
no aburrirse. "

Biografía

Alfonso Canales (España, 1923)


Las siete
" Cuando uno sale a la calle, cuando uno se deja ir por la calle, en una tarde de domingo, cuando uno ve a estos
hombres, a estas mujeres, a estos niños, que van y vienen interminablemente por el cauce de la calle, cuando uno
borra la humanidad y piensa y ve sólo a los ángeles de la guarda de estas gentes, paseándose solícitos, calle arriba,
calle abajo, cuando uno mira la inmensa población de un futuro cementerio.
(...)
Qué indefinible tristeza, cuando uno escucha las palabras casi sin sentido que surten de miles de labios y que se van,
sin orden, amontonando en el aire, las palabras como insectos que liban en miles de lorejas ambulantes, las palabras
que se disuelven, como olas, sobre la playa de la tarde, adelgazando, trocándose en espuma, en humedad, en nada. Y
qué tristeza finísima, qué sombra, qué aire de tristeza, cuando uno piensa que es imposible comparar a estos seres que
se agitan con las nubes que circulan por las calles del cielo, o con el ir y venir del viento entre las hojas de los árboles.
Y sobre todo, qué inmenso desconsuelo cuando uno se da cuenta de que estas tristes reflexiones en torno a estas
criaturas que giran en la tarde lo han convertido a uno en alguien infinitamente abandonando, en alguien que, desde el
otro lado del tiempo, escucha, lleno de soledad, el fragor de éste monótono rebaño de corazones."
Biografía

Elias Canetti (Gran Bretaña, 1905-1994)


Aforismos
" En el amor es donde menos existe la piedad: en el amor cuenta siempre lo más pequeño, lo insignificante: esa
precisión minuciosa le otorga su ser. Nada se olvida. Si uno dice: quiero todo, hay que entenderlo así: todo. Acaso sólo
un caníbal podría ser aquí consecuente. Sin embargo, el canibalismo anímico es mucho más complicado: hay que
advertir que se trata de dos caníbales que se devoran al mismo tiempo. "

Aforismos
" Una sociedad en la que los hombres ríen en vez de comer.
Una sociedad en la que no hay más de dos hombres juntos, todo lo demás es imposible e insoportable. Si un tercero se
acerca, los dos se separan asqueados.
Una sociedad en la que cada persona le enseña a hablar a un animal; luego el animal habla por todas ellas, y cada uno
enmudece.
Una sociedad en la que los hombres lloran sólo una vez en la vida. Ahorran sus lágrimas, y cuando la vida ha pasado se
alegran de nada. Y están cansados y viejos.
Una sociedad en la que cada individuo pinta su imagen y la adora.
Una sociedad en la que los hombres desaparecen de pronto, pero nadie sabe que han muerto:
Una sociedad en la que no existe la muerte, porque no hay para ella una palabra, y todos están satisfechos.
Una sociedad en la que hay sólo viejos que procrean ciegamente a otros viejos.
Una sociedad en la que no hay mierda: todo se diluye en sus cuerpos. Son gente sin sentimientos de culpa, sonriente y
voraz.
Una sociedad en la que los buenos apestan y todos se evitan. Sin embargo, se les admira desde la lejanía.
Una sociedad en la que nadie muere a solas. Hay miles de hombres que se juntan espontáneamente, y son ejecutados
en público: su verdadera fiesta.
Una sociedad en la que todos hablan sólo al otro sexo: hombres a mujeres, mujeres a hombres; pero nunca un hombre
a otro hombre, ni una mujer a otra, o sólo clandestinamente.
Una sociedad en la que los niños sean verdugos, para que ningún adulto se manche las manos de sangre.
Una sociedad en la que uno respira sólo una vez al año. "

Aforismos
" ¿Qué quiere decir esto realmente? Quiere decir que deseo salir de la piel de mi obra, que he llevado mis ideas
demasiado tiempo conmigo y que ahora se han convertido en mis huesos. Soy un chamán o una roca en el paisaje
australiano. Sin embargo, estoy vivo y mi deseo más ardiente es transformarme. "

Aforismos
" Aprender otra vez a hablar. A los cincuenta y siete años aprender no un idioma nuevo, sino aprender de nuevo a
hablar. Tirar por la borda los prejuicios, aunque al final no nos quede nada. Leer otra vez los grandes libros, no importa
si los leímos o nunca los leímos. Escuchar a la gente sin dar consejos, sobre todo a la que nada tiene que enseñarnos.
No reconocer jamás a la angustia como un medio para la realización. Combatir a la muerte sin proclamar el combate.
En una palabra: valor y justicia. "

Biografía

José Luis Cano (España, 1912-1999)


La tarde
" Cada día toco con mis manos la dicha
la beso con mis labios
la dejo que se duerma dulcemente en mi pecho
que se despierte luego estremecida como un hermoso sueño.
Enfrente el cielo, los pájaros y tu boca entreabierta
sobre la calle con acacias y niños
delicada y trémula como una sonata.
Y desde mi terraza, íntima como una caricia
ávido sorbo la tarde y su hermosura
contemplo el avión rasgar sereno el aire puro
y casi toco
acaricio con mis dedos la luna inmensa
posada con ternura sobre un árbol cercano.
Poca cosa es lo que hace falta a veces para sentir la dicha
una luz, una flor, una brisa, una mano en la nuestra
o esta tarde que parece de carne
de suavísimo nácar
tarde entregada para un mirar lentísimo
para entrarla despacio
como un sueño en el alma
para besarla pura, inmaterial y celeste. "

Biografía

Maria Aurelia Capmany (Catalunya, 1918-1991)


La dona a Catalunya (fragmento) -en catalán-
" I el problema de la dona existeix. Existeix més profundament que mai perquè se'ns presenta en el camp de la vida
quotidiana, de la pràctica diària, i no en el més vague i còmode de la ideologia. "

Biografía

Truman Capote (EEUU, 1924-1984)


Musica para camaleones (fragmento)
" La interrupción ocurrió porque yo me encontraba ante un montón de problemas: sufría una crisis creativa, y, a la vez,
personal. Como la última no tenía relación, o muy poca, con la primera, sólo es necesario aludir al caos creativo. [...]
Aún cuando era bueno, vi que jamás trabajaba con más de la mitad, a veces sólo con un tercio, de las facultades que
tenía a mi disposición. ¿Por qué? El problema era: ¿como puede un escritor combinar con éxito en una sola estructura
todo lo que sabe acerca de las demás formas literarias? [...] Ahora, me sitúe a mí mismo en el centro de la escena, y de
un modo estricto y sobrio, reconstruí conversaciones triviales con personas corrientes. Tras escribir centenares de
páginas sobre esas cosas tan simples terminé por desarrollar un estilo. Había encontrado una estructura dentro de la
cual podría integrar todo lo que sabía acerca de escribir. Entretanto, aquí estoy en mi oscura demencia, absolutamente
solo con mi baraja de naipes. "

Otras voces, otros ámbitos (fragmento)


" Además, esta es una región desolada. Y aquí, en las hondonadas pantanosas en que florecen tigridias del tamaño de la
cabeza de un hombre, hay luminosos troncos verdes que brillan bajo las oscuras aguas cenagosas como cadáveres de
hombres ahogados. A menudo el único movimiento que se distingue en el paisaje es el humo invernal que sale
enroscándose de la chimenea de alguna granja de aspecto tétrico, o un pájaro de alas rígidas, silencioso y con ojos
como flechas, volando en círculo por sobre los desiertos pinares. "

Biografía

Ernesto Cardenal (Nicaragua, 1925)


Sobre el mojado camino
" Sobre el mojado camino en el que las muchachas con sus cantaros van y vienen,
cortado en gradas en la roca,colgaban como cabelleras o como culebras
las lianas de los arboles.Y una especie de supersticion flotaba en todas partes.
Y abajo: la laguna de color de limon, pulida como jade. Subian los gritos del agua
y el ruido de los cuerpos de color de barro contra el agua.
Una especiede supersticion...Las muchachas iban y venian con sus cantaros
cantando un antigua canto de amor. Las que subian iban rectas como estatuas,
bajo sus frescas ancoras rojas con dibujos
los cuerpos frescos de figura de anfora. Y las que bajaban
iban saltando y corriendo como ciervas
y en el viento se abrian sus faldas como flores. "

Biografía

José Cardoso Pires (Portugal, 1925-1998)


Lisboa, diario de a bordo (fragmento)
" Desde la iglesia de Arrolos ya no vuelan ángeles sobre los borrachos, pero hay mistérios que siguen animando a la
ciudad y el Don Pedro del Raslo es uno de ellos. Verdad o mentira, aún no se ha podido saber por qué el escultor
francés encargado de representar a nuestro rey en bronce de primerísima calidad no tuvo escrúpulos en despachar a
Portugal uno de los Maximilianos que tenía arrinconados en el taller. Enigmas como éste, sinceramente, comprometem
el paisaje y, no sólo impresionan mal a las personas sentimentales, sino que además son difíciles de disculpar a la luz
de la inteligencia. "

Biografía

Giousue Carducci (Italia, 1835-1907)


Mediodía alpino
" En el círculo de los Alpes
sobre el granítico retorcido y desangrado
entre las nieves candescentes
reina parado
intenso e infinito en su amplio silencio el mediodía.
Pinos y abetos blancos
sin el aliento de los vientos
se elevan al sol que sereno los mira
y un pájaro canta
con frágiles sonidos de lira
el agua que lentamente entre las rocas camina. "

Biografía

Josep Carner (Catalunya, 1884-1970)


Si cal que encara et vegi, de Abséncia (en catalán)
" Si cal que encara et vegi, lloc meu i fe primera,
que sigui un dia de tardor i a seny d'estels,
i el llaurador, fet ombra, hagi deixat enrera
la plana ben escrita de versos paral.lels.
I en l'agombol del vespre, que alguna veu molt pura
desgrani la tonada que el meu bressol oí
abans que sense termes i sense afegidura
no negui mes parpelles la nit d'on vaig eixir. "

El mes vell del poble (en catalán)


" Cap vent no mou el bri d'una esperança,
de cada núvol només cau neguit,
el destí s'enfondeix en malaurança,
potser la nit serà cent anys la nit.

El fat, però, no minva la frisança


pel que tant he volgut i beneït
si ma feblesa diu que ja s'atansa
l'adéu-siau del cos i l'esperit.

Potser ja massa dies he comptat


i en un recolze inconegut m'espera
la fi. Pugui jo caure, incanviat,

tot fent honor, per via dreturera,


amb ulls humits i cor enamorat,
a un esquinçall, en altre temps bandera. "

Biografía

Alejo Carpentier (Cuba, 1904-1980)


Los pasos perdidos (fragmento)
" Había grandes lagunas de semanas y semanas en la crónica de mi propio existir; temporadas que no me dejaban un
recuerdo válido, la huella de una sensación excepcional, una emoción duradera; días en que todo gesto me producía la
obsesionante impresión de haberlo hecho antes en circunstancias idénticas -de haberme sentado en el mismo rincón,
de haber contado la misma historia, mirando al velero preso en el cristal de un pisapapel. Cuando se festejaba mi
cumpleaños en medio de las mismas caras, en los mismos lugares, con la misma canción repetida en coro, me asaltaba
invariablemente la idea de que esto sólo difería del cumpleaños anterior en la aparición de una vela más sobre un
pastel cuyo saber era idénticos al de la vez pasada. Subiendo y bajando la cuesta de los días, con la misma piedra en el
hombro, me sostenía por obra de un impulso adquirido a fuerza de paroxismos -impulso que cedería tarde o temprano,
en una fecha que acaso figuraba en el calendario del año en curso-. Pero evadirse de esto, en el mundo que me hubiera
tocado en suerte, era tan imposible como tratar de revivir, en estos tiempos, ciertas gestas de heroísmo o de santidad.
(...)
Encuentro trivial, en cierto modo, como son, aparentemente todos los encuentros cuyo verdadero significado sólo se
revelará más tarde, en el tejido de sus implicaciones... Debemos buscar el comienzo de todo, de seguro, en la nube
que reventó en lluvia aquella tarde, con tan inesperada violencia que sus truenos parecían truenos de otra latitud.
(...)
Era como si estuviera cumpliendo la atroz condena de andar por una eternidad entre cifras, tablas de un gran
calendario empotradas en las paredes -cronología de laberinto, que podía ser la de mi existencia, con su perenne
obsesión de la hora, dentro de una prisa que sólo servía para devolverme cada mañana, al punto de partida de la
víspera.
(...)
Silencio es palabra de mi vocabulario. Habiendo trabajado la música, la he usado más que los hombres de otros oficios.
Sé cómo puede especularse con el silencio; cómo se le mide y encuadra. Pero ahora, sentado en esta piedra, vivo el
silencio; un silencio venido de tan lejos, espeso de tantos silencios, que en él cobraría la palabra un fragor de creación.
Si yo dijera algo, si yo hablara a solas, como a menudo hago, me asustaría a mí mismo.
(...)
Llego a preguntarme a veces si las formas superiores de la emoción estética no consistirán, simplemente, en un
supremo entendimiento de lo creado. Un día, los hombres descubrirán un alfabeto en los ojos de las calcedonias, en los
pardos terciopelos de la falena, y entonces se sabrá con asombro que cada caracol manchado era, desde siempre, un
poema."

El siglo de las luces (fragmento)


" Detrás de él, en acongojado diapasón, volvía el Albacea a su recuento de responsos, crucero, ofrendas, vestuario,
blandones, bayetas y flores, obituario y réquiem —y había venido éste de gran uniforme, y había llorado aquél, y había
dicho el otro que no éramos nada...— sin que la idea de la muerte acabara de hacerse lúgubre a bordo de aquella barca
que cruzaba la bahía bajo un tórrido sol de media tarde, cuya luz rebrillaba en todas las olas, encandilando por la
espuma y la burbuja, quemante en descubierto, quemante bajo el toldo, metido en los ojos, en los poros, intolerable
para las manos que buscaban un descanso en las bordas. Envuelto en sus improvisados lutos que olían a tintas de ayer,
el adolescente miraba la ciudad, extrañamente parecida, a esta hora de reverberaciones y sombras largas, a un
gigantesco lampadario barroco, cuyas cristalerías verdes, rojas, anaranjadas, colorearan una confusa rocalla de
balcones, arcadas, cimborrios, belvederes y galerías de persianas —siempre erizada de andamios, maderas aspadas,
horcas y cucañas de albañilería, desde que la fiebre de la construcción se había apoderado de sus habitantes
enriquecidos por la última guerra de Europa. "

Biografía

Jorge Carrera Andrade (Ecuador, 1903-1978)


Agua germinal, de El alba llama a la puerta
" La raíz de plata del relámpago
une el árbol del cielo con la tierra.
Cada trueno es un templo que se desploma.
La tormenta viene desde la Antigüedad
con su viejo olor de piedra eterna.
Es un recuerdo planetario
que nubla la frente del cielo.
El agua evoca los orígenes
con su canto elemental
aprendido en las cuevas de la sombra.
Tormenta inmemorial: lava mi frente
con tu onda meteórica
para que yo pueda ver un mundo limpio
como el que copió por vez primera
en mis ojos de niño.
Haz germinar la semilla del amor
en mi corazón estéril
por tantos años de viaje
a través del desierto. "

Biografía

Lewis Carroll (Gran Bretaña, 1832-1898)


Dedicado a Alice Pleasence Liddell
" Niño de pura y despejada frente
en cuyos ojos brilla el asombro de un sueño:
aunque el tiempo pase raudo y quiera
que media vida me separe de la tuya
tu tierna sonrisa acogerá con gozo
el regalo, lleno de amor, de un cuento.

No he visto tu cara radiante de luz


ni he oido la caricia de tu risa de plata;
la memoria de tu joven vida no guardará
luego de mí recuerdo alguno...
¡Básteme ahora que quieras escuchar
el cuento que te voy a contar!

Una historia que comenzó en días ya pasados


en el bochorno de una tarde de verano...
Una simple canción servía para impulsar
el ritmo de nuestro remar...
sus ecos perviven aún en la memoria; los años
envidiosos no lograrán hacérmelos olvidar.
¡Ven pronto y escucha, pues! Antes de que esa voz
venga a anunciar la terrible nueva
¡Y ordene acostarse a la melancólica joven
en ese lecho que tan poco desea!...
Amada: no somos más que niños grandes
que se agitan en vano cuando llega la hora de dormir

Afuera, triunfan los hielos y azotan las nieves,


brama la locura desatada del vendaval...
Dentro, nos acoge el rescoldo del hogar
y el nido feliz de la niñez.
Quedarás prendado por las mágicas palabras:
dejará de atemorizatte el furor de la tormenta.

Y aunque la sombra de un suspiro


quizá lata a lo largo de esta historia,
añorando esos «alegres días de un estío de antaño»
y el recuerdo desvanecido de un verano ya pasado...
no ajará con su infeliz aliento
la gracia encantada de nuestro cuento.

Bajo un soleado cielo, una barca


se desliza calladamente
en el sueño de una tarde de verano...
Tres niñas se acurrucan muy cerca,
los ojos brillantes, el oído atento
quisieran oír un sencillo cuento...

Mucho ha ya de aquel soleado cielo,


se apagan sus ecos y su recuerdo...
El gélido otoño ha muerto aquel julio estival.

Mas su espíritu..., aún inquieta mi ánimo:


Alicia deambulando bajo cielos
que nunca ojos mortales vieron.

Aún querrán niños un cuento,


los ojos brillantes, el oído atento
acurrucándose amorosos a mi lado.

Penetran en un país de maravillas.


Soñando mientras pasan los días,
soñando mientras mueren los estíos.

Siempre deslizándose con la corriente...,


siempre flotando en ese rayo dorado...,
la vida, acaso, ¿no es más que un sueño? "

Biografía

Raymond Carver (EEUU, 1939-1988)


De qué hablamos cuando hablamos de amor (fragmento)
" Creo que en el amor no somos más que principiantes. Decimos que nos amamos, y nos amamos, no lo dudo. Yo amo a
Terri y Terri me ama a mí, y también vosotros os amáis. Ya sabéis a qué tipo de amor me refiero ahora. Al amor físico,
ese impulso que te arrastra hacia alguien concreto, y al amor que inspira el ser de la otra persona.
(...)
Oía los latidos de mi corazón. Oía el corazón de los demás. Oía el ruido humano que hacíamos allí sentados, sin
movernos, ninguno lo más mínimo, ni siquiera cuando la cocina quedó a oscuras. "

Miedo
" Miedo de ver una patrulla policial detenerse frente a la casa.
Miedo de quedarme dormido durante la noche.
Miedo de no poder dormir.
Miedo de que el pasado regrese.
Miedo de que el presente tome vuelo.
Miedo del teléfono que suena en el silencio de la noche muerta.
Miedo a las tormentas eléctricas.
Miedo de la mujer de servicio que tiene una cicatriz en la mejilla.
Miedo a los perros aunque me digan que no muerden.
¡Miedo a la ansiedad!
Miedo a tener que identificar el cuerpo de un amigo muerto.
Miedo de quedarme sin dinero.
Miedo de tener mucho, aunque sea difícil de creer.
Miedo a los perfiles psicológicos.
Miedo a llegar tarde y de llegar antes que cualquiera.
Miedo a ver la escritura de mis hijos en la cubierta de un sobre.
Miedo a verlos morir antes que yo, y me sienta culpable.
Miedo a tener que vivir con mi madre durante su vejez, y la mía.
Miedo a la confusión.
Miedo a que este día termine con una nota triste.
Miedo a despertarme y ver que te has ido.
Miedo a no amar y miedo a no amar demasiado.
Miedo a que lo que ame sea letal para aquellos que amo.
Miedo a la muerte.
Miedo a vivir demasiado tiempo.
Miedo a la muerte.
Ya dije eso. "

Biografía

Rosario Castellanos (México, 1925-1974)


Meditación en el umbral
" No, no es la solución tirarse bajo un tren como la Ana de Tolstoi ni apurar el arsénico de Madame Bovary ni aguardar
en los páramos de Ávila la visita del ángel con venablo antes de liarse el manto a la cabeza y comenzar a actuar. Ni
concluir las leyes geométricas, contando las vigas de la celda de castigo como lo hizo Sor Juana. No es la solución
escribir, mientras llegan las visitas, en la sala de estar de la familia Austen ni encerrarse en el ático de alguna
residencia de la Nueva Inglaterra y soñar, con la Biblia de los Dickinson, debajo de una almohada de soltera. Debe
haber otro modo que no se llame Safo ni Mesalina ni María Egipciaca ni Magdalena ni Clemencia Isaura. Otro modo de
ser humano y libre. Otro modo de ser. "

Vals Capricho (fragmento)


" La civilización, que todo lo destruye, minó aquel prestigio que parecía inconmovible. Primero llegaron a Comitán las
pianolas que hasta un niño podía hacer funcionar. Después hubo una epidemia de gramófonos que prescindían hasta de
los ejecutantes. La estrella de Natalia se opacó. Su madurez vino a encontrarla inerme y su decadencia la hizo
despeñarse hasta las lecciones particulares. Sus alumnas eran hijas de las buenas familias, empobrecidas por la
Revolución y arruinadas definitivamente por el agrarismo. Como no estaban ya en posibilidades de adquirir ningún
aparato moderno, se apegaron con fanatismo a unas tradiciones que, bien contadas, se reducían a los rudimentos del
solfeo, la letra redonda, uniforme y sin ortografía y el bordado minucioso de iniciales sobre pañuelos de lino. "

Biografía

Roque Dalton (El Salvador, 1935-1975)


Desnuda
" Amo tu desnudez
porque desnuda me bebes con los poros,
como hace el agua cuando entre sus paredes me sumerjo.

Tu desnudez derriba con su calor los límites,


me abre todas las puertas para que te adivine,
me toma de la mano como un niño perdido
que en ti dejara quietas su edad y sus preguntas.

Tu piel dulce y salobre que respiro y que sorbo


pasa a ser mi universo, el credo que me nutre;
la aromática lámpara que alzo estando ciego
cuando junto a las sombras los deseos me ladran.

Cuando te me desnudas con los ojos cerrados


cabes en una copa vecina de mi lengua,
cabes entre mis manos como el pan necesario,
cabes bajo mi cuerpo más cabal que su sombra.

El día en que te mueras te enterraré desnuda


para que limpio sea tu reparto en la tierra,
para poder besarte la piel en los caminos,
trenzarte en cada río los cabellos dispersos.

El día en que te mueras te enterraré desnuda,


como cuando nacistes de nuevo entre mis piernas. "

Biografía

Frederick Dannay (EEUU, 1905-1982)


La aventura de la casa oscura (fragmento)
" Entonces vino el momento de los huidizos escalones, que uno se apuraba en subir, sólo para comprobar que no
conducían a ninguna parte, ya que estaban sujetos a un mecanismo giratorio. Otros incidentes desagradables fueron: el
muro que caía sobre las cabezas, el pasillo del laberinto (cuya anchura era para los hombros de un hombre normal,
pero su altura apenas para un enano que caminara erguido); las ráfagas de aire helado que pasaban por entre las
piernas, el cuarto del terremoto, y otras tanta cosas agradables muy propias de esta morada. "

Biografía

Gabriele D'Annunzio (Italia, 1863-1938)


Mujeres
" Han existido mujeres serenas de ojos claros, infinitas y silenciosas como esa llanura que atraviesa un río de agua pura.
Han existido mujeres con visos de oro, rivales del estío y del fuego, semejantes a trigales lascivos que no hieren la hoz
con sus dientes pero arden por dentro con fuego sideral ante el cielo despojado. Han existido mujeres tan leves que
una sola palabra, una sola, las convirtió en esclavas. Y existieron otras, de manos rojizas, que al tocar una frente
suavemente disiparon ideas terribles. Y otras cuyas manos exangües y elásticas, con giros lentos aparentaban insinuarse
creando una urdimbre rara y fina en que las venas simulaban hilos de vibración ultramarina. Mujeres pálidas,
marchitas, devastadas, ardidas en el fuego amoroso hasta lo más profundo de sí mismas, consumido el rostro ardiente,
con la nariz agitada por el impulso de inquietas aletas, con los labios abiertos como yendo hacia las palabras
pronunciadas, con los párpados lívidos como las corolas de las violetas. Y todavía han existido otras y,
maravillosamente, yo las he conocido. "
Un sueño
" Estaba muerta, sin calor. La herida era visible apenas en el flanco: estrecha fuga para tanta vida. El lienzo fúnebre
era tan blanco como el cuerpo. Jamás el ojo humano verá más blanco que aquel blanco. Ardía impetuosa la primavera
en los cristales donde insectos inermes golpeaban con alas rumorosas. Huyó el calor de ella. Yo pregunté: ¿Duermes?
Más cerca, con risa salvaje, repetí: ¿Duermes, duermes? ¿Duermes? Al recordar que aquel acento no parecía el mío, me
vuelve hoy el terror. No escuché ni un murmullo. Cautivo de la roja arquitectura se dilataba en el bochorno un fuerte
olor a descubierta sepultura. El hálito invisible de la muerte me estaba sofocando en la cerrada habitación. Le dije
nuevamente a la mujer inerte: ¿Duermes, duermes? Nada, nada. El lienzo fúnebre eran tan blanco que nada, ¡nada verá
el ojo de un hombre más blanco que ese blanco! "

Biografía

Edwidge Danticat (Haití, 1969)


Krik? Krak! (fragmento)
" Escribir es como trenzarse el pelo. Tomar un montón de mechones desordenados y ásperos e intentar darles unidad.
Tus dedos aún no han perfeccionado la labor. Algunas trenzas te quedan largas, otras cortas. Algunas son gruesas, otras
finas. Algunas pesadas. Otras ligeras. Como las distintas mujeres de tu familia. Esas cuyas fábulas y metáforas, cuyos
símiles y soliloquios, cuya dicción y je en sais quoi, por obra de sus dedos, se deslizan día a día en tu sopa de
subsistencia. "

Biografía

Bei Dao (China, 1949)


Paisaje sobre cero
" Es halcón enseñando a nadar a la canción
es canción rastreando el primer viento
intercambiamos fragmentos de gozo
que atraviesan la familia desde diversas direcciones
es un Padre que reafirma la oscuridad
es la oscuridad que lleva hacia la luz de los antiguos
una puerta de gimiente oscilación se cierra
ecos persiguen su llanto
es una pluma que florece en vana esperanza
un brote resistiendo la ruta inevitable
un fulgor de amor que despierta para
encender un paisaje sobre cero. "

Biografía

Rubén Dario (Nicaragua, 1867-1916)


Lo fatal
" Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque ésa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.

Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,


y el temor de haber sido y un futuro terror...
¡Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por
lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos
y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!... "

Biografía

Alphonse Daudet (Francia, 1840-1897)


La diligencia de Becauire (fragmento)
" Era el día de mi llegada aquí. Había tomado la diligencia de Beaucaire, una gran carraca vieja que no tiene que
recorrer mucho camino para volverse a casa, pero que se pasea despacio a todo lo largo de la carretera para darse
pisto, por la noche, de que viene de muy lejos. Ibamos cinco en la baca, sin contar el conductor. En primer término un
guarda de Camargue, hombrecillo rechoncho y velludo, trascendiendo a montaraz, con ojos saltones inyectados de
sangre y con aretes de plata en las orejas, después dos boquereuses, un panadero y su yerno, ambos muy rojos, con
mucho jadeo, pero de magníficos perfiles, dos medallas romanas con la efigie de Vitelio. Por último, en la delantera y
junto al conductor, un hombre... no, un gorro, un enorme gorro de piel de conejo, quien no decía cosa mayor y miraba
el camino con aspecto de tristeza.
(...)
Cuando salió la gente, pareció quedarse vacía la baca. El camargués habíase quedado en Arlés el conductor iba a pie
por la carretera, junto a los caballos. El amolador y yo, cada cual en su respectivo rincón, nos quedamos solos allá
arriba, sin chistar. Hacía calor, abrasaba el cuero de la baca. Por momentos sentí cerrárseme los ojos y que la cabeza
se me ponía pesada, pero, imposible dormir. Continuaba sin cesar zumbándome en los oídos aquel «cállate, te lo
suplico», tan tétrico y tan dulce. Tampoco dormía el pobre hombre. Desde atrás veía estremecerse sus cuadrados
hombros, y su mano (tina mano paliducha y vasta) temblar sobre el respaldo de la banqueta, como la mano de un viejo.
Lloraba. "

Biografía

Virgilio Dávila (Puerto Rico, 1869-1943)


Nostalgia (fragmento)
" Si escucho aquí una canción
de las que aprendí en mis lares,
o una danza de Tavárez,
Campos, o Dueño Colón,
mi sensible corazón
de amor patrio más se inflama
y heraldo que fiel proclama
este sentimiento santo,
viene a mis ojos el llanto...
¡Borinquén es pura flama!

En mi tierra, ¡Qué primor!


En el invierno más crudo
ni un árbol se ve desnudo,
ni una vega sin verdor.

Priva en el jardín la flor,


camina parlero el río,
el ave en el bosque umbrío
canta su canto arbitrario,
y aquí... ¡La nieve es sudario!
¡Aquí me muero de frío! "

Biografía

Daniel Defoe (Inglaterra, 1660-1731)


Robinson Crusoe (fragmento)
" El buque encalló profundamente en las arenas, de manera que solo nos quedaba tratar de salvar la vida de cualquier
manera... Once embarcamos en un bote... Una ola gigantesca cayó sobre el bote con tal violencia, que se dio vuelta en
un instante... Nadé hacia adelante con todas mis fuerzas... Fuí el único que consiguió pisar tierra, empapado, sin ropa
para cambiarme y nada que comer y beber; sólo tenía un cuchillo, una pipa y un poco de tabaco en una cajita... Todo
lo que se me ocurrió fue treparme a un frondoso arbol, y allí me propuse estarme la noche entera y decidir, a la
mañana siguiente, cuál sería mi muerte.
Anduve primero en busca de agua dulce. Después de beber y mascar tabaco trepé a mi árbol, tratando de hallar una
posición de la cual no me cayera si el sueño me vencía. Había cortado un sólido garrote para defenderme.
Al otro día no había huellas del temporal. La marea había zafado al barco y lo había traído hacia las rocas... Poco
después de mediodía el mar se puso como un espejo y la marea bajó tanto que pude acercarme a un cuarto de milla del
barco (ya entonces sentía renovarse mi desesperación al comprender que si nos hubiésemos quedado a bordo
estaríamos a salvo y en tierra)... Nadé hasta el barco.
Las provisiones de a bordo no habían sufrido absolutamente nada; pude satisfacer mi gran apetito, llenándome además
los bolsillos de galleta. Bebí un buen trago de ron para fortalecerme ante la tarea que me esperaba... [Armó una balsa,
con elementos que encontró en el barco]... Se presentaba el problema de elegir lo indispensable y al mismo tiempo
preservarlo de los golpes del mar [eligió comida, herramientas, armas].
Mi próxima tarea fue la de reconocer el lugar, en busca de un sitio adecuado para instalarme y almacenar mis efectos
con toda seguridad... En la isla había aves; me pregunté si su carne sería o no comestible.
Se me ocurrió que aún podría sacar muchas cosas útiles del barco, y me decidí a hacer otro viaje a bordo... Hallé 2 o 3
cajas de clavos y tornillos, un gran barreno, 1 o 2 docenas de hachuelas, y lo más precioso de todo, una piedra de
afilar... Seguí yendo diariamente al barco, aprovechando la marea baja... Lo que más me alegró en aquellos viajes es
que después de estar 5 o 6 veces, y cuando ya no esperaba encontrar nada que valiera la pena mover de su sitio, seguía
descubriendo cosas que me servían... En la cabina del capitán hallé una caja con 36 libras esterlinas en monedas
europeas, brasileñas y algunas piezas de oro y plata. Sonreí a la vista de aquel dinero. ¿Para qué me sirves?', exclamé...
Pero luego lo pensé mejor y tomé el dinero.
Mis pensamientos estaban ahora consagrados a encontrar los medios de asegurarme contra los salvajes y las bestias que
pudiera haber en la isla... Calculé aquello que necesitaba en forma indispensable: en primer lugar agua dulce y aire
saludable; luego abrigo y seguridad; finalmente, que si Dios me enviaba algún barco por las cercanías, no perdiera yo
esa oportunidad de salvarme.
En el barco encontré plumas, tinta y papel, e hice lo indecible por economizarlos; mientras duró la tinta pude llevar
una crónica muy exacta, pero cuando se terminó me hallé imposibilitado de continuarla, ya que no pude hacer tinta a
pesar de todo lo que probé. Esto vino a demostrarme que necesitaba muchas cosas fuera de las que había acumulado.
Habiendo conseguido acostumbrar un poco mi espíritu a su actual condición y abandonando la costumbre de mirar al
mar por si divisaba algún navio, me apliqué desde entonces a organizar mi vida y a hacerla lo más confortable
posible... Fabriqué una mesa y una silla. "

Biografía
Sor Juana Inés de la Crúz (México, 1651-1695)
Arguye de inconsecuentes el gusto y la censura de los hombres que en las mujeres acusan lo que causan
" Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:

si con ansia sin igual


solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?

Combatís su resistencia,
y luego con gravedad
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.

Queréis con presunción necia


hallar a la que buscáis,
para pretendida, Tais,
y en la posesión, Lucrecia.

¿Qué humor puede ser más raro


que el que falta de consejo,
él mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?

Con el favor y el desdén


tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.

Opinión ninguna gana,


pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata
y si os admite, es liviana.

Siempre tan necios andáis


que con desigual nivel
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.

¿Pues cómo ha de estar templada


la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata ofende
y la que es fácil enfada?

Mas entre el enfado y pena


que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejaos enhorabuena.

Dan vuestras amantes penas


a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.

¿Cuál mayor culpa ha tenido


en una pasión errada,
la que cae de rogada
o el que ruega de caído?

¿O cuál es más de culpar,


aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?

Pues ¿para qué os espantáis


de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.

Dejad de solicitar
y después con más razón
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.

Bien con muchas armas fundo


que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo. "

Prosigue el mismo asunto y determina que prevalezca la razón contra el gusto


" Al que ingrato me deja, busco amante;
al que amante me sigue, dejo ingrata;
constante adoro a quien mi amor maltrata;
maltrato a quien mi amor busca constante.

Al que trato de amor, hallo diamante,


y soy diamante al que de amor me trata;
triunfante quiero ver al que me mata,
y mato al que me quiere ver triunfante.

Si a éste pago, padece mi deseo;


si ruego a aquél, mi pundonor enojo:
de entrambos modos infeliz me veo.

Pero yo, por mejor partido, escojo


de quien no quiero, ser violento empleo,
que, de quien no me quiere, vil despojo. "

Biografía

Grazia Deledda (Italia, 1871-1936)


Cenizas (fragmento)
" Eran todos - dice - hombres valerosos, hábiles, dispuestos a todo, que sabían despreciar la muerte. ¿Crees tú acaso
que todos los bandoleros son malos? Te engañas, hija mía; son hombres que se ven obligados a mostrar su valor, nada
más que eso. Mi marido solía decir: En los tiempos antiguos los hombres iban a la guerra, ahora no hay guerras, y los
hombres siguen con necesidad de luchar; por eso se ejercitan en actos de violencia, rapiñas y otros excesos, no por
hacer mal, sino para hacer alarde, sea como sea, de su valor. "

Biografía

Miguel Delibes (España, 1920)


El camino (fragmento)
" Pero a Daniel, el Mochuelo, le bullían muchas dudas en la cabeza a este respecto. Él creía saber cuanto puede saber
un hombre. Leía de corrido, escribía para entenderse y conocía y sabía aplicar las cuatro reglas. Bien mirado, pocas
cosas más cabían en un cerebro normalmente desarrollado. No obstante, en la ciudad, los estudios de Bachillerato
constaban, según decían, de siete años y, después los estudios superiores, en la Universidad, de otros tantos años, por
lo menos. ¿Podría existir algo en el mundo cuyo conocimiento exigiera catorce años de esfuerzo, tres más de los que
ahora contaba Daniel? Seguramente, en la ciudad se pierde mucho el tiempo -pensaba el Mochuelo- y, a fin de cuentas,
habrá quién, al cabo de catorce años de estudio no acierte a distinguir un rendajo de un jilguero o una boñiga de un
cagajón. La vida era así de rara, absurda y caprichosa. "

Mujer de rojo sobre fondo gris (fragmento)


" En la vida has ido conociendo algunas cosas pero has fallado en lo esencial, es decir, has fracasado. Esa idea te
deprime y entonces es cuando buscas apresuradamente un remedio para poder arrastrar con dignidad el futuro. Ahora
no tendré a nadie a mano cuando me asalte el miedo.
(...)
Ninguno de los dos era sincero pero lo fingíamos y ambos aceptábamos, de antemano, la situación. Pero las más de las
veces, callábamos. Nos bastaba con mirarnos y sabernos. Nada nos importaban los silencios. Estábamos juntos y era
suficiente. Cuando ella se fue todavía lo vi más claro: aquellas sobremesas sin palabras, aquellas miradas sin proyecto,
sin esperar grandes cosas de la vida eran sencillamente la felicidad. Yo buscaba en la cabeza temas de conversación
que pudieran interesarla, pero me sucedía lo mismo que ante el lienzo en blanco: no se me ocurría nada. A mayor
empeño, mayor ofuscación. Se lo expliqué una mañana que, como de costumbre, caminábamos cogidos de la mano:
¿Qué vamos a decirnos? Me siento feliz así, respondió ella.
(...)
Una voz misteriosa me soplaba la lección entonces y yo atribuía a los ángeles, pero ahora advertía que no eran los
ángeles sino ella; su fe me fecundaba por que la energía creadora era de alguna manera transmisible ¿De quién me
compadecía entonces, de ella o de mí?. "

Biografía

Philip K. Dick (EEUU, 1928-1982)


Fluyan mis lágrimas (fragmento)
" La auténtica, definitiva verdad, es que a pesar de tu fama y del mundo público que te sigue eres sacrificable, pensó.
Y yo no. Esa es la diferencia que hay entre los dos. Por tanto, tú debes irte y yo debo quedarme. Su nave siguió
flotando, adentrándose en la cinta de estrellas nocturnas. Canturreó en voz baja para sí, tratando de mirar hacia
delante, de ver los tiempos venideros, el mundo de su hogar, la música, las ideas y el amor, los libros, la caja de rapé
ornamentadas y los sellos raros. A la calma, por un momento, del viento que le azotaba al conducir, una partícula casi
perdida en la noche. Existe una belleza que nunca desaparecerá, se dijo a sí mismo; yo la conservaré; yo soy uno de los
que la cuidan. Y yo permanezco. Y eso, a fin de cuentas, es lo único que importa.
(...)
Sintió por fin un débil calorcito, cuando empezó a funcionar el calentador modelo normal para policía, colocado bajo
sus pies. Algo le cayó de la nariz a la tela de la chaqueta. Dios mío, pensó horrorizado. Otra vez estoy llorando. No,
pensó. Es un reflejo. De fatiga y preocupación. No significa nada. ¿Por qué llora un hombre?, se preguntó. No lo hace
como las mujeres, no como ellas. No por sentimentalismo. Un hombre llora por la pérdida de algo, de algo vivo. Un
hombre llora por un animal enfermo que sabe que no sanará. Por la muerte de un niño: por eso llora un hombre. Pero
no por que algo sea triste. Un hombre, pensó, no llora por el futuro o por el pasado, sino por el presente. "
El hombre en el castillo (fragmento)
" El terrible dilema de nuestras vidas. Suceda lo que suceda, es el mal incomparable. ¿Por qué luchar entonces? ¿Por
qué elegir? Si todas las alternativas son iguales.
(...)
Nosotros tan sólo tenemos esperanza. Y lo intentamos. En algún otro mundo, posiblemente, será distinto. Mejor. Habrá
alternativas claras, buenas y malas.
(...)
No estamos en el mundo ideal en que quisiéramos, donde la mortalidad sería fácil por que también lo sería la
cognisión. Donde uno pueda hacer el bien sin esfuerzo porque sabrá darse cuenta de lo obvio. "
¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas? (fragmento)
" (El replicante Nexus 6 persigue a Rick Deckard por la azotea de un edificio)
Lekar!...4,5, aún sigues vivo...puedo verte...será mejor que huyas o voy a tener que matarte, a menos que estés vivo
no puedes jugar, y si no juegas...6,7, ir al infierno, ir al cielo...bien así me gusta.
Esto duele, ha sido algo irracional, sin mencionar el comportamniento antideportivo.
A dónde vas?...es toda una experiencia vivir con miedo, verdad?. Eso es lo que significa ser esclavo.
(...)
Yo he visto cosas que vosotros nunca creeríais, atacar naves en llamas más allá de Orion, he visto rayos C brillar en la
oscuridad cerca de la puerta de Tanhausser, todos esos momentos se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia,
es hora de morir. "

Biografía

Charles Dickens (Gran Bretaña, 1812-1870)


El grillo del hogar (fragmento)
" Tackleton, el comerciante de juguetes, había sentido una sincera vocación desconocida de sus padres y su tutor. Si
hubiesen hecho de él un usurero, un procurador codicioso o un policía, Tackleton, desahogando sus malas inclinaciones
durante la juventud, después de agotar toda la malignidad de su ser en los deberes naturales de su estado, hubiera
llegado a ser amable aunque sólo fuese por el atractivo de la novedad. Pero, obligado a almacenar la bilis, encadenado
a sus apacibles ocupaciones de comerciante de juguetes, había llegado a ser un verdadero ogro doméstico, que,
viviendo a expensas del bolsillo de los niños, no cesaba un solo instante de ser su enemigo mortal. Despreciaba los
juguetes, y no hubiera comprado uno solo por todo el oro del mundo; hallaba, gracias a su mal carácter, singular placer
en arreglar caras henchidas de expresión feroz a los labradores de cartón que conducían sus puercos al mercado, a los
pregoneros que anunciaban una digna recompensa al que encontrase la conciencia perdida de un abogado, a las viejas
mecánicas que zurcían medias o modelaban pasteles, y a cuantos personajes ponía a la venta. Se sentía
verdaderamente feliz al imaginar máscaras terribles, diablillos que aparecían por sorpresa, feos, crespos, de ojos
colorados; cometas-vampiros, barqueros demoníacos que no podían colocarse patas arriba levantándose
constantemente para correr hacia los niños muertos de miedo. Éste era su único consuelo, y por decirlo así, la válvula
de seguridad por cuyo medio se escapaba su mal carácter. Tenía verdadero genio para semejantes invenciones; y la
idea de alguna nueva pesadilla le causaba un placer inenarrable. Llegó a perder dinero -éste era el único juguete que
le gustaba -para procurarse asuntos infernales de linterna mágica en que los poderes de las tinieblas estuviesen
representados bajo la forma de crustáceos sobrenaturales de rostro humano; y había comprometido un capitalito para
exagerar la estatura terrorífica de sus gigantes, y aun sin ser pintor, indicaba a los artistas que empleaba, con ayuda de
un yeso pizarra, ciertas miradas furtivas destinadas a modificar de un modo extraño la fisonomía de los monstruos, que
a su vista se llenaban de espanto las almas de los jóvenes gentlemen de seis a once años durante las vacaciones enteras
de Navidad o de verano. "
Biografía

Emily Dickinson (EEUU, 1830-1886)


No se lo dije al jardín
" No se lo dije al jardín
todavía no sea que me conquiste,
no tengo suficiente fuerza ahora
para decírselo a la abeja,
no lo mencionaré en las calles
porque las tiendas me mirarían,
que alguien tan tímido,
tan ignorante tenga el descaro de morir.

Las laderas de las montañas


no deben saberlo, dónde
yo tanto he jugado, ni decirlo
a los cariñosos bosques el día que me vaya,
ni susurrarlo en la mesa,
ni desprevenidamente en el camino
sugerir que dentro de un acertijo
alguien se encaminará hoy. "

Podría estar más sola


" Podría estar más sola sin mi soledad,
tan habituada estoy a mi destino,
tal vez la otra paz,
podría interrumpir la oscuridad
y llenar el pequeño cuarto,
demasiado exiguo en su medida
para contener el sacramento de él,
no estoy habituada a la esperanza,
podría entrometerse en su dulce ostentación,
violar el lugar ordenado para el sufrimiento,
sería más fácil fallecer con la tierra a la vista,
que conquistar mi azul península,
perecer de deleite. "

No era la muerte
" No era la muerte, pues yo estaba de pie y todos los muertos están acostados, no era de noche, pues todas las
campanas agitaban sus badajos a mediodía, no había helada pues en mi piel sentí sirocos reptar, ni fuego pues sólo mis
pies de mármol podían helar un santuario, y sin embargo, se parecían a todas las figuras que yo había visto ordenadas
para un entierro, rememoraba el mío, como si mi vida fuera recortada y calzada en una marco, y no pudiera respirar
sin una llave, y era como si fuera medianoche, ciertas. Cuando todo lo que late se detiene y el espacio mira a su
alrededor la espeluznante helada, el primer otoño que llora repele la apaleada tierra, pero todo como el caos
interminable, insolente, sin esperanza, sin mástil, ni siquiera un informe de la tierra para justificar la desesperación."

Naturaleza no es lo que vemos


" Naturaleza no es lo que vemos, la montaña, el poniente, la ardilla, el eclipse, el abejorro, no, naturaleza es el cielo,
naturaleza es lo que oímos, el bobolink, el mar, el trueno, el grillo, no, naturaleza es la armonía, naturaleza es lo que
sabemos, no tenemos arte para decirlo, tan impotente es nuestra sabiduría para tanta simplicidad."
Morir sin morir
" Morir sin morir y vivir sin la vida, es el más arduo milagro propuesto por la fe."
J. M. Eça de Queiroz (Portugal, 1845-1900)
El primo Basilio (fragmento)
" La línea muy quebrada de tejados, de esquinas de casas de Mouraria y de Alfama desciende con ángulos bruscos hasta
las más pesadas torres de la catedral, con su aspecto abacial y secular. Después viene un pedazo del río, lleno de luz:
dos velas blancas pasaban lentamente; y en la otra parte al pie de una colina baja que el aire distante azulaba, se
extendía una fila de casas de una pequeña población de un blanco brillante. De la ciudad subía un rumor grande y
lento, donde se mezclaban el rodar de los trenes, el pesado rodar de los carros de madera, la vibración metálica de las
carretas que llevan hierro, y algún grito agudo de pregón. - ¡Gran panorama! - dice el consejero con énfasis. Y luego
empezó el elogio de la ciudad. Era una de las más bellas de Europa. "

Biografía

Aquileo Echeverría (Costa Rica, 1866-1911)


Mercando leña (fragmento)
" Yo pido lo que yo quiero
y usté ofrese lo que ofresca,
que usté manija su plata
y yo manijo mi leña,
y no hemos de disgustalos
por cuestiones de peseta.
Eso si, quiero desile
que repare en la carreta,
y que espí si esta cargada
con consencia o sin consencia.
Si le cabe un palo más
me lo raja en la cabesa.
Yo soy un hombre legal,
feo desilo; pero vea;
a yo naide me. asariao
hasta l. ora por mi leña.
Esta es quisarrá amariyo,
laurel y madera negra:
de jierro pa consumise,
y pa prendese de yesca.
Con una leñita asina
se lusen las cosineras. "

Biografía

Umberto Eco (Italia, 1932)


El nombre de la rosa (fragmento)
" Guillermo se sentía profundamente humillado. Traté de consolarlo, diciéndole que hacía tres días que estaba
buscando un texto en griego y era natural que hubiese descartado todos los libros que no estaban en griego. El
respondió que sin duda es humano cometer errores, pero que hay seres humanos que los cometen más que otros, y a
estos se los llama tontos, y que él se contaba entre estos últimos, y se preguntaba si había valido la pena que estudiase
en París y Oxford para después no ser capaz de pensar que los manuscritos también se encuadernan en grupos, cosa que
hasta los novicios saben, salvo los estúpidos como yo, y una pareja de estúpidos tan buena como la nuestra hubiera
podido triunfar en las ferias, y eso era lo que teníamos que hacer en vez de tratar de resolver misterios, sobre todo
cuando nos enfrentabamos con gente más astuta que nosotros.
(...)
El diablo no es el príncipe de la materia, el diablo es la arrogancia del espíritu, la fe sin sonrisa, la verdad jamás
tocada por la duda. El diablo es sombrío porque sabe adonde va, y siempre va hacia el sitio del que procede. Eres el
diablo, y como el diablo vives en las tinieblas. Si querías convencerme lo has logrado. Te odio, Jorge, y si pudiese te
sacaría a la explanada y te pasearía desnudo. "

Biografía

Jorge Edwards (Chile, 1931)


El orden de las familias (fragmento)
" Antes de dormir, en la habitación oscura, pienso en los racimos de mujeres asomadas a las ventanas. Los vestidos se
abren y surgen los pechos turgentes, los vientres redondos, marcados por la fatiga. Me hago la idea de levantarme y
partir otra vez a buscarlas. Podría pagar con un cheque. Pienso después en la balsa, en el agua tranquila y engañosa, en
tus chillidos. Avanzas en la oscuridad, en el traje de baño de entonces. Tus muslos duros, blancos, en contraste con la
tela negra y elástica. La verdad, no voy a salir; prefiero hundirme en la cama y esperar que llegues. Pero no llegas
nunca. Te demoras interminablemente en llegar. La otra noche entró mi madre, tartamudeando, fétida a alcohol,
indignada contigo porque no vienes a visitarla nunca . "No es muy agradable venir a esta casa de visita", le dije, y soltó
el llanto. Sollozaba y se estremecía entera. Me dio pena, pero tuve que expulsarla de la habitación para que me dejara
dormir. En vez de dormir, permanecí con los ojos abiertos en la oscuridad, esperándote. Igual que ahora. A sabiendas
de que no ibas a llegar, de que la oscuridad permanecería idéntica, deshabitada, sin engendrar milagros. "

Biografía

José María Eguren (Perú, 1874-1942)


La danza de las horas
" Hoy que está la mañana fresca, azul y lozana; hoy, que parece un niño juguetón la mañana, y el sol parece como que
quisiera subir corriendo por las nubes, en la extensión lejana, hoy quisiera reir. Hoy, que la tarde está dorada y
encendida; en que cantan los campos una canción de vida bajo el cóncavo cielo que se copia en el mar, hoy, la muerte
parece que estuviera dormida, hoy quisiera besar. Hoy, que la Luna tiene un color ceniciento; hoy, que me dice cosas
tan ambiguas el viento, a cuyo paso eriza su cabellera el mar; hoy, que las horas tienen un sonido más lento, hoy
quisiera llorar. Hoy, que la noche tiene una trágica duda en que vaga en la sombra una pregunta muda; en que se
siente que algo siniestro va a venir, que se baña en el pecho la tristeza desnuda, hoy quisiera morir."

Biografía

Max Ehrmann (EEUU, 1872-1945)


Desiderata
" Camina plácidamente entre el ruido y la prisa, y recuerda que puedes encontrar la paz en el silencio... Hasta donde
sea posible trata de mantener buenas relaciones con todo el mundo... Di tu verdad serena y claramente; y escucha a
los demás , incluso al torpe y al aburrido; ellos también tienen su propia verdad... Evita las personas ruidosas y
agresivas, porque son un mal para el espíritu... Sí te comparas con los demás, te volverás vanidoso y amargado, porque
siempre habrá personas mejores o peores que tú... Disfruta de tus éxitos lo mismo que de tus planes ... Mantén el
interés en tu propia carrera, por más humilde que ésta sea, es lo único verdadero que posees... Sé cauto en los
negocios; porque el mundo está lleno de egoísmo, pero no permitas que esto te ciegue al punto de no ver que la virtud
existe; muchas personas luchan por nobles ideales y en todas partes la vida esta llena de heroísmo... Sé tú mismo... En
especial no finjas afecto... No seas cínico en el amor; porque a pesar de toda la aridez y desengaño, es tan perenne
como la hierba... Alimenta la fortaleza de tu espíritu para que te proteja contra la adversidad. No te atormentes con
tu imaginación...Muchos temores nacen de la fatiga y la soledad... Además de una sana disciplina, sé gentil contigo
mismo. Tú eres una criatura del universo, no menos que los arboles y las estrellas... Tienes derecho a existir... Y
aunque esté claro o no para ti, no dudes que el universo marcha como debe ser... Por lo tanto, debes estar en paz con
Dios, no importando cuál sea tu idea de El... Y cualesquiera que sean tus trabajos y aspiraciones, en la ruidosa
confusión de la vida, mantén la paz con tu espíritu... Porque a pesar de toda la hipocresía, del arduo trabajo y de los
sueños fallidos, el mundo es todavía un lugar hermoso...Sé alegre... Esfuérzate por ser feliz."

Biografía

Mircea Eliade (Rumania, 1907-1986)


Diarios 1945-1969 (fragmento)
" Las pupilas, excesivamente desplazadas, casi desaparecen en las órbitas. Ciertos tipos de muerte provocan el mismo
fenómeno. La salida del mundo de las formas y del devenir elimina la pupila. Todo éxtasis tiende a anular la mirada. "

Biografía

George Eliot (Inglaterra, 1819-1880)


Adam Bede (fragmento)
" Su mente ofrecía la curiosa combinación de humillarse en la región del misterio y de ser muy activa, fría y razonable
en la del conocimiento.
(...)
Cuando llega la muerte, la gran reconciliadora, jamás nos arrepentimos de nuestra ternura, sino de nuestra severidad. "

Biografía

T. S. Eliot (Gran Bretaña, 1888-1965)


East Coker
" En mi comienzo está mi fin, en sucesión se levantan y caen casas, se desmoronan, se extienden, se las retira, se las
destruye, se las restaura, o en su lugar hay un campo abierto, o una fábrica, o una circunvalación. Vieja piedra para
edificio nuevo, vieja madera para hogueras nuevas, viejas hogueras para cenizas, y cenizas para la tierra, que ya es
carne, piel y heces, hueso de hombre y animal, tallo y hoja de maíz. Las casas viven y mueren, hay un tiempo para
construir y un tiempo para vivir y engendrar, y un tiempo para que el viento rompa el cristal desprendido y agite las
tablas del suelo donde trota el ratón de campo, y agite el tapiz hecho jirones con un lema silencioso. En mi comienzo
está mi fin. Ahora cae la luz a través del campo abierto, dejando la hundida vereda tapada con ramas, oscura en la
tarde, donde uno se apoya contra un lado cuando pasa un carro, y la vereda hundida insiste en la dirección hacia la
aldea, hipnotizada en el calor eléctrico. En cálida neblina, la sofocante luz es absorbida, no refractada, por piedra gris,
las dalia duermen en el silencio vacío, esperad el búho tempranero
(...)
Llevando el compás, marcando el ritmo en su danzar, como en su vivir en las estaciones vivas, el tiempo de las
estaciones y las constelaciones, el tiempo de ordeñar y el tiempo de segar, el tiempo de aparearse hombre y mujer y el
de los animales, pies subiendo y bajado, comiendo y bebiendo, estiércol y muerte. La aurora apunta, y otro día se
prepara para el calor y el silencio. Mar adentro el viento de la aurora se arruga y resbala. Estoy aquí, o allí, o en otro
lugar, en mi comienzo."

Biografía

Tomás Eloy Martínez (Argentina, 1934)


La mano del amo (fragmento)
" Para atenuar la impresión que los arrebatos de Padre causaban en las visitas, Madre explicaba que los lunares eran
consecuencia de un susto casi pueril durante el embarazo. Cierta mañana, cuando caminaba por la vereda del asilo de
locos, uno de los internos le agarró un tobillo. Faltaban tres o cuatro meses para que nacieran las gemelas y el
abdomen se veía llegar desde lejos. Madre iba demasiado próxima al foso donde los locos, trepados sobre cajoncitos de
frutas, se distraían tomando el fresco. El súbito manotazo en el tobillo casi la hizo caer. Por fortuna, Padre alcanzó a
sujetarla por detrás. Pero al trastabillar, la mirada de Madre barrió el horizonte ralo de la vereda y se detuvo en la
frente del loco, ornada por un lunar en forma de semilla, como el del niño de la señora Ikeda. La impresión fue
imborrable. Durante el resto del embarazo no cesó de soñar con el lunar. Soñó con él de tantas maneras que cuando lo
vio en las espaldas de las gemelas advirtió que el sueño, con su insistencia, había terminado por abrir las puertas de la
realidad. "

Biografía

Paul Eluard (Francia, 1895-1952)


El Ave Fénix
" Soy el último en tu camino
la última primavera y última nieve
la última lucha para no morir.

Y henos aquí más abajo y más arriba que nunca.

De todo hay en nuestra hogera


Piñas de pino y sarmientos
Y flores más fuertes que el agua

Hay barro y rocío

La llama bajo nuestro pie la llama nos corona


A nuestros pies insectos pájaros hombres
Van a escaparse

Los que vuelan van a posarse.

El cielo está claro la tierra en sombra


Pero el humo sube al cielo
El cielo ha perdido su fuego.
La llama quedó en la tierra.

La llama es el nimbo del corazón


Y todas las ramas de la sangre
Canta nuestro mismo aire

Disipa la niebla de nuestro invierno


Hórrida y nocturna se encendió la pena
Floreció la ceniza en gozo y hermosura
Volvemos la espalda al ocaso

Todo es color de aurora. "

Ser
" Con la frente como una bandera perdida
Te arrastro cuando estoy solo
Por calles heladas
Por cuartos negros
Proclamando inofortunios

No quiero abandonar
Tus manos claras y complicadas
Nacidas en el encerrado espejo de las mías

Todo lo demás es perfecto


Todo lo demás es todavía más inútil
Que la vida

Exclava la tierra bajo tu sombra

Un estanque junto a los senos


donde hundirse
como una piedra. "

La muerte, el amor, la vida


" Creí que me rompería lo inmenso lo profundo
Con mi pena desnuda sin contacto sin eco
Me tendí en mi prisión de puertas vírgenes
Como un muerto sensato que había sabido morir
Un muerto coronado sólo de su nada
Me tendí sobre las olas absurdas del verano
Absorbido por amor a la ceniza
La soledad me pareció más viva que la sangre

Quería desunir la vida


Quería compartir la muerte con la muerte
Entregar mi corazón vacío a la vida
Borrarlo todo que no hubiera ni vidrio ni vaho
Nada delante nada detrás nada entero
Había eliminado el hielo de las manos juntas
Habá eliminado la osamenta invernal
Del voto de vivir que se anula.
Tú viniste y se reanimó el fuego
Cedió la sombra el frío aquí abajo se llenó de estrellas
Y se cubrió la tierra
De tu carne clara y me sentí ligero
Viniste la soledad fué vencida
Tuve una guía sobre la tierra y supe
Dirigirme me sabía sin medida
Adelantaba ganaba tierra y espacio

Iba hacia iba sin fin hacia la luz


La vida tenía un cuerpo la esperanza tendía sus velas
Promisora de miradas confiadas para el alba
De la noche surgía una cascada se sueños

Los rayos de tus brazos entreabrían la niebla


El primer rocío humedecía tu boca
Deslumbrando reposo remplazaba el cansancio
Yo amaba el amor como en mis primeros días.

Los campos están labrados las fábricas resplandecen


Y el trigo hace su nido en una enorme marea
Las mieses la vendimia tienen muchos testigos
Nada es singular ni simple
El mar está en los ojos del cielo o de la noche
El bosque da a los árboles seguridad
Y los muros de las casas tienen una piel común
Los caminos siempre se encuentran

Los hombres están hechos para entenderse


Para comprenderse para amarse
Tienen hijos que serán padres de los hombres
Tienen hijos sin fuego ni lugar
Que inventarán de nuevo a los hombres
Y la naturaleza y su patria
La de todos los hombres
La de todos los tiempos. "

Al alba te amo
" Al alba te amo tengo toda la noche en las venas
Toda la noche te he contemplado
Tengo que adivinarlo todo me siento seguro en
las tinieblas
Ellas me conceden el poder
De envolverte
De sacudirte deseo de vivir
en el seno de mi inmovilidad
El poder de revelarte
De liberarte de perderte
Lama invisible de día.

Si te vas la puerta se habre hacia el día


Si te vas la puerta se abre hacia mí mismo,
y por primera vez
deseándonos sólo
el uno al otro. "

Biografía
Odiseus Elytis (Grecia, 1911-1996)
Del Egeo
" El eros
El archipiélago
Y la proa de sus espumas
Y las gaviotas de sus sueños
En su más alto mástil el marinero ondea
Una canción

El eros
Su canción
Y los horizontes de su viaje
Y el eco de su nostalgia
En su más mojada roca la prometida espera
Un barco

El eros
Su barco
Y la despreocupación por sus nortes
Y el foque de su esperanza
En su más ligero oleaje una isla mece
La llegada. "

Los pequeños epsilon (fragmento)


" Las amarguras que el tiempo arroja dentro de mí las sustrae de mis poemas. Me he llenado de arrugas, para
permanecer terso ahí donde nadie me recordará. Una rosa que se vuelve poesía te puede destrozar mucho más que un
puñetazo que no se vuelve poesía. Millares de palabras se marchitan en los libros rojos, cuando una simple muchacha
dispara. Al parecer, incluso para derrocar gobiernos -qué triunfo- se necesita la buena calidad. En la tristeza de la
interminable mediocridad que nos ahoga por todos lados, me consuela que en algún lugar, en alguna habitación
pequeña, algunos obstinados luchan por eliminar el desgaste. Con pleno conocimiento de que un día este planeta se
congelará o se incendiará junto con sus logros. Ellos, otro tipo de héroes, son los que harán quedar bien a la alguna vez
humanidad. Extraño: en nombre del humanismo, desde siempre los pueblos han dado dos pasos adelante y los poetas
dos pasos atrás. No nos engañemos. No te haces vegetariano comiendo cordero pintado de verde. Que reduzcas un
poema a su sentido esencial no tiene ningún sentido. Una cámara fotográfica oculta en la mala poesía nos condena a
volver a ver aquello que hemos visto muchas veces -y a no ver aquello que nunca hemos visto.
Seguramente la capacidad de observación es un gran defecto para el poeta que, al final, acaba tomando las nubes por
nubes. Muchas mentiras esperan en fila para ocupar el lugar de la verdad. Al menos mintamos correctamente. Muchos
en la poesía, porque resulta que son feos, proclaman que Dios hizo feo al mundo. Algunos incluso llegan más lejos:
porque alguna vez estuvieron en peligro de ahogarse, insisten en que el mar no es azul. No percibes la magia con la
interpretación de la magia, mucho menos con la descripción de la interpretación de la magia. O cantas, o callas. No
dices: esto que hago es canto. Eso faltaba. Si los pájaros pensaran nos arrojarían piedras -perdón, quise decir
excrementos. En nuestros tiempos se admira más al diamante que se vuelve carbón que al carbón que se vuelve
diamante. La sensación del fracaso continúa siendo el buen conductor de las emociones en una mayoría a la que,
queriéndolo o no, este complejo la domina toda su vida. Joven, recuerda: no te haces esclavo cuando te somete sólo
quien tiene el poder -sino también quien lucha en su contra. Olor de los Textos: a madera húmeda en el fuego, o a
hojas podridas, o a habitación vacía. Y más: a piedra ardiente en el sol, a establo, a cabello sin lavar de una mujer
hermosa. ¡Pobre Guerlain! Cuidado con la emoción. Si es hechicera, no deja de ser embustera.
De la misma manera en que a veces una palabra (no necesariamente bonita o rara) se vuelve el pretexto para crear
todo un verso, de tal modo que esa palabra pueda encontrar su lugar preciso y resplandezca, ese verso, a su vez, por la
misma razón, se vuelve a veces pretexto para crear todo un poema, cuyo contenido, si nació de dos o tres sílabas
humildes, como sentido está tan alejado de ellas como un hombre completo del placer de un instante, que se volvió la
razón de que existiera. Toda gran música, en el fondo, es un menosprecio de la muerte. Lo Uno y lo Absoluto que
concibe nuestra mente es lo mucho y lo relativo de los demás, llevados a la claridad de la unidad. La distancia de la
``nada'' a lo ``mínimo'' es mucho más grande que la de lo ``mínimo'' a lo ``mucho''. Grecia es el país dorado de la
Poquedad que inutiliza el valor del número; pero también el país negro de lo Desigual, donde ningún destino se corta a
la medida dada del inicio. En la vida, que aciertes a algunas codornices significa: las mataste. En el arte: las
resucitaste. El arte, aun cuando se dirige hacia la muerte, la sube; no cae dentro de ella. Y es por eso que cuanto más
se agota la vida, tanto más la obra flota con la cabeza de fuera. Sólo que, a veces, algunos no perciben el espejo y se
rompen la cara. Si hay algo que teme el artista consciente es que sabe que los cadáveres de las malas obras son peores
que los del hombre. Es cómico, pero las palabras que te ayudan a vivir al otro le ayudan a matarte."

Biografía

Michael Ende (Alemania, 1929-1995)


La historia interminable (fragmento)
" - No moriré tan fácil, soy un Guerrero.
- Si eres Guerrero, pelea con la Nada.
- Lo haría, pero no pude cruzar los límites de Fantasía.
(Gmork rió estrepitosamente).
- No le veo la gracia.
- Fantasía no tiene límites...
- Eso no es cierto, mientes !!!
- Niño tonto, no sabes nada de la historia de Fantasía. Es el mundo de las Fantasías humanas. Cada parte, cada
criatura, pertenecen al mundo de los sueños y esperanzas de la humanidad. Por consiguiente, no existen límites para
Fantasía...
- ¿Y por qué está muriendo entonces...?
-Porque los humanos están perdiendo sus esperanzas y olvidando a sus sueños. Así es como la Nada se vuelve más
fuerte.
- ¿Qué es la Nada?
-Es el vacío que queda, la desolación que destruye este mundo y mi encomienda es ayudar a la Nada.
- ¿Por qué?
-Porque el humano sin esperanzas es fácil de controlar y aquél que tenga el control, tendrá el Poder.
(...)
Attreyu vio ante sí una gigantesca caverna en la montaña, en la que el agua negra salpicaba y chapoteaba, porque algo
se movía allí dentro. Salió lentamente y se dió cuenta de que era una cabeza unida a un cuello largo y arrugado: la
cabeza de una tortuga. Sus ojos eran grandes como charcos negros, su hocico chorreaba fango y algas. Toda aquella
Montaña de Cuerno, Attreyu lo comprendió de pronto, era un único y monstruoso animal, una formidable tortuga de
pantano: ¡la Vetusta Morla!, el ser más viejo de Fantasía. "

Biografía

Hans Magnus Enzensberger (Alemania, 1929)


Partida de nacimiento
" Cuando este bulto es lanzado al mundo
los pañales todavía ni tienen dobladillo
el cura toma la propina antes de bautizarlo
pues hace tiempo que dejó de fabular con sus fábulas
comuníquese y archívese

mientras el fórceps todavía atenaza su cráneo


el médico ya está comiéndose el pollito que él le costea
el comerciante saca el pagaré que gotea
tinta y sangre mientras brillan los sellos con ostentación
comuníquese y archívese

mientras berrea en la dulzona fetidez de la clínica


de la inspección del asesinato el charlatán
imprime sus pulgares debajo del contrato
está asegurado y malgastado

aún pesa poco es feo colorado y tierno


cuánto reditúa neto qué leyes lo rigen
qué se le enseña y qué se le oculta
el futuro está agotado y jodido
él es reprobado e indigno

cuando con manos arqueadas atrapa el aire aún extraño


ya han fijado cuánto pagará por leche y teléfono
la tarifa del gas cuando se asfixia en la cama gris
y el salario para la mujer que lo lavará después
él está registrado predestinado atrapado

cuando el bulto que ahí aúlla y berrea


llena la fosa, expulsa el rencor
despedaza fríamente lo que le armamos
describe el momento con escritura exacta
es traicionado y vendido. "

Biografía

Concha Espina (España, 1879-1955)


La esfinge maragata (fragmento)
" Vibra el soplo estridente de la máquina que desaloja vapor, cruje con recio choque una portezuela, algunos pasos vi-
gorosos repercuten en el an-dén, silba un pito, tañe una campana, y el convoy trajina, resuella y huye, dejando la
pequeña estación muda y sola, con el ojo de su farol vigilante encendido en la torva oscuridad de la noche.
(...)
Con más audaz descubre ahora las hermosuras de aquel semblante serenísimo que duerme y sonríe. La llama
tembladora del fósforo quema los dedos cómplices sin que el viajero artista deje de ver y de admirar: la tez morena
clara, de suavísimo color; puras las facciones y graciosas; párpados grandes y tersos, orla riza y doble de pestañas que
acentúan con apacible sombra el romántico livor de las ojeras; mejillas carnosas y rosadas; correcta la nariz, encendida
la boca, y en las sienes un oleaje de cabellos negros desprendidos del peinado, que caen sobre las cejas y nimban la
cara como una fuerte corona...Tales maravillas cuenta la temblorosa luz al extinguirse de un soplo, semejante a un
suspiro, mientras el ocioso mirón falla en silencio: —¡Admirable!, ¡admirable!—. Y se respalda en el sofá escudriñando
con golosa mirada a la otra incógnita dormida. Inútilmente: la mantilla o toca que la cela el rostro, no ofrece el menor
señuelo a las audacias del furtivo y galante explorador. El cual, entonces, se decide a encender su olvidado cigarrillo, y
fuma con impaciente y nervioso afán, puestos los ojos y el corazón en el dulce misterio de aquella hermosa mujer. "

Biografía

Salvador Espriu (Catalunya, 1913-1985)


Cementiri de Sinera (en catalán)
" Quina petita pàtria
encercla el cementiri!
Aquesta mar, Sinera,
turons de pins i vinya,
pols de rials. No estimo
res més, excepte l'ombra
viatgera d'un núvol.
El lent record
dels dies
que són passats per sempre. "

Perqué un día torni la cançó a Sinera, de Les Hores (en catalán)


" El meu somni lent
de la gran pau blanca
sota el cel clement.

Passo pels camins


encalmats que porten
la claror dels cims.

És un temps parat
a les vinyes altes,
per damunt del mar.

He parat el temps
guardo de l'hivern.

Però tu riuràs,
car veus com es tanquen
llavis catalans.

I es baden al sol
boques de captaires,
plagues de leprós.

Ningú no ha comprès
el que jo volia
que de mi es salvés.

Mai no ha entès ningú


per què sempre parlo
del meu món perdut.

Les paraules són


forques d'on a trossos
penjo la raó.

Branden a ple vent


cordes que no poden
suportar més pes.

El càntic és lluny,
i la greu campana
toca pels difunts.

Ha cessat el ball
de l'altiva monja
i de l'embriac.

La dansa també
del pelut dimoni
amb la reina Esther.

Ja no volta l'ós.
He llegit el llibre
del Predicador.

Deso a poc a poc


dintre de la capsa
tots els meus ninots.

Ara he de callar,
que no tinc prou força
contra tant de mal.

D'un mal tan antic


aquesta veu feble
no et sabrà guarir.

En un estany buit,
manen el silenci
i la solitud.

Sols queden uns noms:


arbre, casa, terra,
gleva, dona, solc.

Només fràgils mots


de la meva llengua,
arrel i llavor.

La mar, el vell pi,


pressentida barca.
La por de morir. "

Final del laberint, de Mr. Death (en catalán)


" Quan aquells dits sensibles
toquin músiques fràgils
i lentament vacil.lin
llums canviant de ciris,
surt de la festa. Mira
quanta nit, quina extrema
solitud se t'emporta,
per la rialla, a l'home
justificat i lliure
que neix del teu silenci. "

Assaig de cántic en el temple, de El caminant y el mur (en catalán)


" Oh, que cansat estic de la meva
covarda, vella, tan salvatge terra,
i com m'agradaria d'allunyar-me'n,
nord enllà,
on diuen que la gent és neta
i noble, culta, rica, lliure,
desvetllada i feliç!
Aleshores, a la congregació, els germans dirien
desaprovant: "Com l'ocell que deixa el niu,
així l'home que se'n va del seu indret",
mentre jo, ja ben lluny, em riuria
de la llei i de l'antiga saviesa
d'aquest meu àrid poble.
i em quedaré aquí fins a la mort.
Car sóc també molt covard i salvatge
i estimo a més amb un
desesperat dolor
aquesta meva pobra,
bruta, trista, dissortada pàtria. "

La pell de brau (en catalán)


" Diversos són els homes i diverses les parles,
i han convingut molts noms a un sol amor.

La vella i fràgil plata esdevé tarda


parada en la claror damunt els camps.
La terra, amb paranys de mil fines orelles,
ha captivat els ocells de les cançons de l'aire.

Sí, comprèn-la i fes-la teva, també,


des de les oliveres,
l'alta i senzilla veritat de la presa veu del vent:
Diverses són les parles i diversos els homes, i convindran molts noms a un sol amor.
(...)
No convé que diguem el nom
del qui ens pensa enllà de la nostra por.
Si topem a les palpentes
amb aquest estrany cec,
on sinó en el buit i en el no-res
fonamentarem la nostra vida?
Provarem d'alçar en la sorra
el palau perillós dels nostres somnis
i aprendrem aquesta lliçó humil
al llarg de tot el temps del cansament,
car sols així som lliures de combatre
per l'última victòria damunt l'esglai.
Escolta, Sepharad: els homes no poden ser
si no són lliures.
Que sàpiga Sepharad que no podrem mai ser
si no som lliures.
I cridi la veu de tot el poble: "Amén."
(...)
A vegades és necessari i forçós
que un home mori per un poble,
però mai no ha de morir tot un poble
per un home sol:
recorda sempre això, Sepharad.
Fes que siguin segurs els ponts del diàleg
i mira de comprendre i estimar
les raons i les parles diverses dels teus fills.
Que la pluja caigui a poc a poc en els sembrats
i l'aire passi com una estesa mà
suau i molt benigna damunt els amples camps.
Que Sepharad visqui eternament
en l'ordre i en la pau, en el treball,
en la difícil i merescuda
llibertat. "
William Faulkner (EEUU, 1897-1962)
Las palmeras salvajes (fragmento)
" No es que pueda vivir, es que quiero. Es que yo quiero. La vieja carne al fin, por vieja que sea. Porque si la memoria
existiera fuera de la carne no sería memoria porque no sabría de qué se acuerda y así cuando ella dejó de ser, la mitad
de la memoria dejó de ser y si yo dejara de ser todo el recuerdo dejaría de ser. Sí, pensó. Entre la pena y la nada elijo
la pena."

Biografía

León Felipe (España, 1884-1968)


Dame tu oscura hostia
" No te apiades de mí, luz cenicienta.
Dame tu oscura hostia, tu último pan...
Un sueño sin retorno y sin recuerdo.
Déjame hundirme en ese pozo negro,
más abajo del limo y de la larva...
Donde la vida es un fantasma verde
que nadie vio jamás. "

Autswich
" Estos poetas infernales,
Dante, Blake, Rimbaud
que hablen más bajo...
que toquen más bajo...
¡Que se callen!
Hoy
cualquier habitante de la tierra
sabe mucho más del infierno
que esos tres poetas juntos.
Ya sé que Dante toca muy bien el violín...
¡Oh, el gran virtuoso!
Pero que no pretenda ahora
con sus tercetos maravillosos
asustar a ese niño judío
que está ahí, desgajado de sus padres...
Y solo.
¡Solo!
aguardando su turno
en los hornos crematorios de Auschwitz.
Dante... tú bajaste a los infiernos
con Virgilio de la mano
(Virgilio, «gran cicerone»)
y aquello vuestro de la Divina Comedia
fue una aventura divertida
de música y turismo.
Esto es otra cosa... otra cosa...
¿Cómo te explicaré?
¡Si no tienes imaginación!
Tú... no tienes imaginación,
Acuérdate que en tu «Infierno»
no hay un niño siquiera...
Y ese que ves ahí...
está solo
¡Solo! Sin cicerone...
esperando que se abran las puertas de un infierno que tú, ¡pobre florentino!,
no pudiste siquiera imaginar.
Esto es otra cosa... ¿cómo te diré?
¡Mira! Éste es un lugar donde no se puede tocar el violín.
Aquí se rompen las cuerdas de todos los violines del mundo.
¿Me habéis entendido poetas infernales?
Virgilio, Dante, Blake, Rimbaud...
¡Hablad más bajo!
¡Tocad más bajo! ¡Chist!
¡¡Callaos!!
Yo también soy un gran violinista...
y he tocado en el infierno muchas veces...
Pero ahora, aquí...
rompo mi violín... y me callo. "

Biografía

Ludwig Feuerbach (Alemania, 1804-1872)


La esencia del cristianismo (fragmento)
" Los dogmas fundamentales del cristianismo son deseos del corazón cumplidos –la esencia del cristianismo es la esencia
del sentimiento. Es más cómodo sufrir que actuar; es más cómodo dejarse redimir y liberar por otro, que liberarse a sí
mismo; es más cómodo hacer depender su salvación de otra persona, que de la propia fuerza; es más cómodo amar que
anhelar; es más cómodo saberse amado de Dios, que amarse a sí mismo con un amor sencillo o natural, innato en todos
los seres; es más cómodo reflejarse en los ojos amorosos de otro ser personal, que en el espejo cóncavo del propio yo o
en el abismo frío del océano de la naturaleza; es más cómodo en general, dejarse llevar por sus propios sentimientos,
que determinarse por la inteligencia misma cuando esos sentimientos tienen la apariencia como si fueran de otro,
aunque en el fondo sean los sentimientos del propio yo. "

Conferencias en la esencia de la religión (fragmento)


" Así los dioses son criaturas de la imaginación, pero de una imaginación encendida por la sensación del hombre a su
dependencia, de sus aflicciones y de su egoismo; son criaturas no solamente de la imaginación sino también de la
emoción, especialmente de las emociones de la esperanza y del miedo. "

Biografía

W. Fernández Flórez (España, 1885-1964)


El bosque animado (fragmento)
" Los pareceres de aquel vecino tan raro y solemne influyeron profundamente en los árboles. Las mimbreras se jactaban
de tener parentesco con él porque sus finas y rectas varillas semejábanse algo a los alambres; el castaño dejó secar sus
hojas porque se avergonzaba de ser tan frondoso; distintos árboles consintieron en morir para comenzar a ser serios y
útiles, y todo el bosque, grave y entristecido, parecía enfermo, hasta el punto de que los pájaros no lo preferían ya
como morada. Pasado cierto tiempo, volvieron al lugar unos hombres muy semejantes a los que habían traído el poste;
lo examinaron, lo golpearon con unas herramientas, comprobaron la fofez de la madera, carcomida por larvas de
insectos, y lo derribaron. Tan minado estaba, que al caer se rompió. El bosque hallábase conmovido por aquel
tremendo acontecimiento. La curiosidad era tan intensa que la savia corría con mayor prisa. Quizá ahora pudieran
conocer por los dibujos del leño, la especie a que pertenecía aquel ser respetable, austero y caviloso.
(...)
Aquel día el bosque, decepcionado, calló. Al siguiente entonó la alegre canción en que imita a la presa del molino. Los
pájaros volvieron. Ningún árbol tornó a pensar en convertirse en sillas y en trincheros. La fraga recuperó de golpe su
alma ingenua, en la que toda la ciencia consiste en saber que de cuanto se puede ver, hacer o pensar sobre la tierra, lo
más prodigioso, lo más profundo, lo más grave es esto: vivir. "

El secreto de Barba Azul (fragmento)


" A un rey fratricida sigue un monarca parricida. Y batallas, batallas, más batallas; sangre en las llanuras, en las
montañas, en el agua de los ríos; sangre en el lecho de los príncipes, en los terciopelos del trono; venenos, puñales,
mandobles, arcabuces... Un terrible folletín inacabable. Y la Historia, inclinada atentamente sobre aquel largo horror,
coleccionando los delitos monstruosos como un detective apasionado, siguiendo -con la lupa ante los ojos- las huellas
de la humana ferocidad desde los charcos de sangre aún fresca hasta la que se adivina vertida por el hacha de sílex
sepultada en la lejanía de los siglos; tejiendo la más bella corona para quien supo provocar la mayor hecatombe;
colocando la Fama sobre un Himalaya de esqueletos. "

Biografía

Jaime Ferrán (España, 1928)


Ondina
" La muerte es un momento de silencio,
en el que todo se aleja de nosotros.
Tú no podrías oírlo jamás,
tú que eres rumor eterno,
cascada, manantial,
cauce dormido, pero rumor de cauce,
nieve que buscará el camino
hacia la mar.
Canción de tu silencio,
no conoces el bronco silencio de la muerte?.
Cuando el amor se vaya,
cuando llegue la muerte,
tú volverás a tu vivo rumor elemental,
nuestra vida mortal, pero tú, pura,
rozada apenas por la rosa del existir,
alma que torna a lo más claro,
tú seguirás cantando
en la alta peña donde nace el torrente,
y seguirás fluyendo por el cauce rodado,
de tanto acariciarte, de la montaña,
y dormirás en el azul del lago
y seguirás tu ruta irrefrenable hacia la mar,
tu eternidad.
Quizás me recuerdes de pronto,
un día, que otra permanencia no quiero,
si no es tu voz llamándome
cuando mi nombre sea sólo un nombre,
cuando mi luz huida sea en ti sombra pura
que nadie podrá nunca arrebatarte,
llama, fulgor dormido que alguna vez,
de pronto encenderá tu sueño
como si te besara. "

Biografía

Rosario Ferré (Puerto Rico, 1938)


Has Perdido, Me Dicen, La Cordura, de Papeles de Pandora
" Has perdido, me dicen, la cordura
óyeme bien
cuando vas por la calle
todos apuntan con el dedo a tu cabeza ladeada
como si te la quisieran tumbar
solo apretar gatillo y plaf!
la frente se te hunde como una lata de cerveza

no saludes a nadie
no te peines, no brilles tus zapatos
cruza la calle de tu propio brazo
date la mano, ciérrate el cuello
mantente atento

ahí va el loco, dicen

tú pasas bamboleando la cabeza polvorienta


como un santo de madera sacado en procesión
los pies clavados a la tarima carcomida
mirando más allá
no dejes que tu carne florezca
déjate apedrear

has perdido
escucha bien

amárrate fuerte al mástil


átate a la polar
no desgonces ahora los tablones antiguos
no alces los remos de sus pivotes
clava a la estrella tu mejor ojo
mantente fiel
no pestañees sino de hora en hora
duerme tranquilo sobre tus puños
no tengas miedo de recordar
cierra tus dientes cristalcortantes
jaula tu lengua
no tragues más

has perdido la cordura, amigo, ya es ahora


corta la cuerda
súbete al viento
endura tu corazón. "
Biografía

Gustave Flaubert (Francia, 1821-1880)


Madame Bovary (fragmento)
" Tantas veces le había oído decir estas cosas, que no tenían ninguna novedad para él. Emma se parecía a las amantes;
y el encanto de la novedad, cayendo poco a poco como un vestido, dejaba al desnudo la eterna monotonía de la pasión
que tiene siempre las mismas formas y el mismo lenguaje. Aquel hombre con tanta práctica no distinguía la diferencia
de los sentimientos bajo la igualdad de las expresiones. Porque labios libertinos o venales le habían murmurado frases
semejantes, no creía sino débilmente en el candor de las mismas; había que rebajar, pensaba él, los discursos
exagerados que ocultan afectos mediocres; como si la plenitud del alma no se desbordara a veces por las metáforas
más vacías, puesto que nadie puede jamás dar la exacta medida de sus necesidades, ni de sus conceptos, ni de sus
dolores, y la palabra humana es como un caldero cascado en el que tocamos melodías para hacer bailar a los osos,
cuando quisiéramos conmover a las estrellas. "

Biografía

Ian Fleming (Gran Bretaña, 1908-1964)


Diamantes para la eternidad (fragmento)
" Una vez más, el instinto de Bond había salvado su vida. Pero se maldijo a sí mismo por un error tan estúpido. Un error
que casi le cuesta la vida. Pensó en telefonear a la policía. Podría telefonear desde una cabina telefónica, alejada del
área, informándoles del cuerpo en el apartamento y la cita con aquella muchacha Markov. Ciertamente casi había
sobreestimado la bienvenida de Amsterdam. Bond echó una última mirada alrededor para asegurarse de que no dejaba
allí ninguna evidencia incriminatoria. Miró al cuerpo sin vida frente a él. Bond no sintió nada. Había matado al hombre
en defensa propia. Las palabras elegidas por M volvieron a su mente una vez más. 'Jaque Mate' pensó para sí. Fue hacia
la puerta, descorrió el cerrojo y salió. Bond podía sentir el frío más que nunca. Buscó en su bolsillo la pitillera
metálica, tomó un cigarrillo y lo encendió. Inhaló y se sintió mejor, como si aquello fuera algún tipo de compensación
por matar un hombre. Después de descender las escaleras, Bond se abrochó su chaqueta, no para mantener el calor,
sino para cubrir su brazo vendado y evitar sospechas. James Bond estaba una vez más en las inocentes y frías calles de
Amsterdam, pero no pudo evitar sentir que la ciudad había perdido su encanto. "

Biografía

Josep Vicenç Foix (Catalunya, 1893-1987)


On he deixat les claus (en catalán)
" Escales de cristall a l'andana solar
On passen trens de llum cap a platges obertes
Entre murs transparents i coralls sarmentosos
I ocelles d'ull clarós en brogiment de brancs.

¿Ets tu, blanca en el blanc d'aquesta alba insular,


- Líquid l'esguard, atenta a músiques innates -
Que escriurs adéus humits a la forest dels vidres,
Amb semença de nit per a un somni desclòs?
Te'n vas enllà del goig, al ribatge encantat
Amb gegants embriacs a l'espluga gatosa
I falcons dissecats a les roques senyades,

No puc heure't, dorment, orb de llum i de ment,


Vestit com un infant, sense veu ni bagatge,
Entre tràmecs guardat per hostalers biformes;
Els passaports són vells i sangosos els cors.

T'emportes puigs i rius, i els estanys estel.lars


I fonts en bacs gelius en profundes valises;
Un guaita tenebrós, des del serrat en flames,
Em crida amb noms estranys i em fa que no amb les mans.

Onegen foramurs banderes esquinçades. "

Biografía

E. M. Forster (Gran Bretaña, 1879-1970)


Maurice (fragmento)
" Y nadie que haya vivido en un calabozo como este, podría comprender cuán absoluto es el silencio aquí abajo. Ni el
más leve ruido, como no lo produzca yo. Por eso me siento tan próxima a la muerte. Enterrada. Ningún ruido exterior
que me ayude a estar viva. Con frecuencia pongo un disco. No es para oir música, sino para oir algo.
(...)
Yo soy en realidad, quién necesita protección, ayuda, guía. Es como el día - ¡tristísimo día! en que uno se da cuenta de
que las muñecas no son más que eso, muñecas. Yo tomo en mis manos mi yo de antes, y veo claramente que es tonto.
Un juguete con el cual me he distraído demasiado tiempo. Esto es un poco triste, o mejor dicho, muy triste. Inocente,
ajada de tanto uso, orgullosa y tonta. "

Aspectos de la novela (fragmento)


" A muchos de la vieja generación les fue leído en voz alta cuando eran niños; se entrelaza con felices recuerdos
sentimentales con vacaciones o residencia en Escocia. Lo quieren realmente por la misma razón por la que quise y sigo
queriendo The Swiss Family Robinson. Podría hablarles ahora de ella y sería una conferencia apasionada debido a las
emociones sentidas en la niñez. Cuando mi inteligencia decaiga enteramente no me ocuparé más de la gran literatura.
Volveré a la costa romántica donde el barco chocó produciendo una terrible conmoción, arrojando a cuatro semidioses
llamados Fritz, Ernest, Jack y el pequeño Franz, junto con su padre, su madre y un almohadón que contenía todos los
artefactos necesarios para residir unos diez años en el trópico. "

Biografía

Michel Foucault (Francia, 1926-1984)


El lenguaje al infinito (fragmento)
" Escribir, en nuestros días, se ha acercado infinitamente a su fuente. Es decir, a ese rumor inquietante que, en el
fondo del lenguaje, anuncia, cuando uno acerca un poco el oído, contra qué se resguarda uno y al mismo tiempo a qué
se dirige. Como la bestia de Kafka, el lenguaje escucha ahora en el fondo de su madriguera este rumor inevitable y
creciente. "
De lenguaje y literatura (fragmento)
" Más que tomar la palabra, habría preferido verme envuelto por ella y transportado más allá de todo posible inicio. Me
habría gustado darme cuenta de que en el momento de ponerme a hablar ya me precedía una voz sin nombre desde
hacía ya mucho tiempo: me habría bastado entonces encadenar, proseguir la frase, introducirme sin ser advertido en
sus intersticios, como si ella me hubiera hecho señas quedándose, un momento, interrumpida. No habría habido por
tanto inicio; y en lugar de ser aquel de quién procede el discurso, yo sería más bien una pequeña laguna en el azar de
su desarrollo, el punto de su posible desaparición. "

Biografía

Henri Alain-Fournier (Francia, 1886-1914)


El gran Meaulnes (fragmento)
" La máquina no explica todo: es un pretexto que se da el espíritu para pasar de una concepción a otra: de la
concepción de un mundo donde se puede volar a aquella de un mundo en donde se vuela.
(...)
Quisiera, hijo mío, que conservaras en la memoria lo hermoso de estos días; tendrás necesidad de su recuerdo cuando,
como yo, hayas entrado en edades sin retorno. "

Biografía

Janet Frame (Nueva Zelanda, 1924)


Un ángel en mi mesa (fragmento)
" Las seis semanas que pasé en el hospital Seacliff en un mundo que nunca hubiera pensado que pudiera existir, fueron
para mí un curso condensado de los horrores de la locura. Desde mis primeros momentos allí, supe que no podría volver
a mi vida normal ni olvidar lo que ví. Muchos pacientes confinados en otros pabellones no tenían nombre, solo apodo;
sin pasado, sin futuro, solo un Ahora encarcelado; una eterna tierra del presente, sin horizontes que la acompañen. "

Biografía

Anatole France (Francia, 1844-1924)


Thais (fragmento)
" En aquel tiempo, el desierto estaba poblado de anacoretas. En ambas orillas del Nilo, innumerables cabañas,
construidas con ramaje y arcilla por los solitarios, se alzaban a cierta distancia unas de otras, de modo que sus
ocupantes vivieran aislados, pero en condiciones de ayudarse mutuamente si hubiese necesidad. Asomaban de trecho
en trecho, por encima de las cabañas, iglesias coronadas con el signo de la cruz, y a ella se dirigían los monjes los días
festivos para asistir a la celebración de los misterios y participar en los sacramentos. También había en la orilla del río
casas, donde los cenobitas, recluido cada uno en estrecha celda, saboreaban mejor la soledad. "

Biografía
Anne Frank (Alemania, 1929-1945)
Diario (fragmento)
" Me es absolutamente imposible construir cualquier cosa sobre la base de la muerte, la desgracia y la confusión. Veo
como el mundo se va convirtiendo poco a poco en un desierto, oigo cada vez más fuerte el trueno que se avecina y que
nos matará, comparto el dolor de millones de personas, y sin embargo, cuando me pongo a mirar el cielo, pienso que
todo cambiará para bien, que esa crueldad también se acabará, que la paz y la tranquilidad volverán a reinar en el
orden mundial. "

Biografía

Rodrigo Fresán (Argentina, 1963)


La velocidad de las cosas (fragmento)
" Es curioso, vivimos la vida en primera persona del singular pero llegado el final, se nos aparece la opción de un
cambio en la composición del relato. Esta nueva velocidad de las cosas -me pregunto si la chica de la motocicleta se
refería a algo más o menos parecido- es la que nos permite entonces vernos desde afuera, mirarnos mirar, sentirnos
sentir, muriendo morir. Tal vez se trate del más primal de los mecanismos de defensa o del más convincente de los
placebos: esto no me puede estar pasando a mí, volar lejos. Tal vez por eso todos aquellos desesperados que dicen
haber estado muertos y vuelven para contarlo insisten en el paisaje de sí mismos cada vez más pequeño, allá abajo. La
persona como personaje, un espejo de carne y hueso. El cuerpo como un plano, como un sinfín de gráficos y de
cómputos. La escalera de caracol del DNA, la médula como una vía láctea, la marea oscura de la enfermedad
erosionando los acantilados de las células. Sí, el cuerpo visto igual que esas fotos desde las alturas -marrones y verdes y
azules- que luego se utilizan para la confección de los mapas. "

Biografía

Erich Fromm (Alemania, 1900-1980)


El arte de amar (fragmento)
" En contraposición a la unión simbiótica, el amor maduro es ser-uno bajo la condición de conservar la propia integridad
e independencia y, por ello, también la propia individualidad. El amor del hombre es una fuerza activa que derriba los
muros por los que el hombre está separado de sus prójimos, y que los une con los otros. El amor le permite superar el
sentimiento de aislamiento y separación, pero le permite también permanecer fiel a sí mísmo y conservar su
integridad, su ser-así. En el amor se da la paradoja de que dos seres llegan a ser uno y, sin embargo, siguen siendo
dos... El amor es una actividad, y no un afecto pasivo. Se puede describir, de una forma muy general, con la afirmación
de que el amor es, sobre todo, un dar y no un recibir. "

Biografía

Robert Frost (EEUU, 1874-1963)


Adiós
" Ahora me voy afuera caminando
El desierto del mundo,
Y mis zapatos y mis medias
No me molestan.

Dejo atrás
Buenos amigos en la ciudad.
Dejemos que beban bastante vino
Y que luego se acuesten.

No crean que me voy


Desterrado la oscuridad exterior,
Como Adán y Eva

Olvida el mito.
No hay nadie
Que pueda expulsarme de aquí
Ninguno que pueda echarme fuera.

A menos que me equivoque


Sólo obedezco
La llamada de este canto:
Me voy... zarpo ahora!.

Y podría volver
Si no me siento satisfecho
Con lo que he aprendido
Al haber muerto. "

Luciérnagas en el jardín
" Aquí llegan estrellas de verdad a saturar los cielos superiores, y aquí en la tierra vienen volátiles emuladores, a pesar
que no igualan jamás la dimensión de las estrellas, (y nunca fueron realmente estrellas en la tierra) logran a veces una
estrella muy parecida a una estrella. Sólo, desde luego, que ellas no sostienen la representación. "

El camino no tomado
" Dos caminos divergieron en un bosque amarillo,
Y afligido porque no podría caminar ambos
Siendo un solo viajero, estuve largo tiempo de pie
Mirando uno de ellos tan lejos como pude,
Hasta donde se perdía en la maleza.

Entonces tomé el otro, imparcialmente,


Y habiendo tenido quizás la elección acertada,
Pues era tupido y agradable de caminar;
Aunque en cuanto a lo que vi allí
Hubiera elegido cualquiera de los dos.

Y ambos esa mañana yacían igualmente,


¡Oh, había guardado aquel primero para otro día!
Aun sabiendo la inexorable manera en que las cosas siguen adelante,
Dudé si debí haber regresado sobre mis pasos.

Debo estar diciendo esto con un suspiro


Que en alguna parte envejece y hace envejecer,
Dos caminos divergieron en un bosque y yo,
Yo tomé el menos caminado,
Y eso ha representado toda la diferencia. "
Biografía

Carlos Fuentes (México, 1928)


La Región Más Transparente (fragmento)
" Mi nombre es Ixca Cienfuegos. Nací y vivo en México D.F. Esto no es grave. En México no hay tragedia: todo se vuelve
afrenta. Afrenta, esta sangre que me punza como filo de maguey. Afrenta, mi parálisis desenfrenada que todas las
auroras tiñe de coágulos. Y mi eterno salto mortal hacia mañana. Juego, acción, fe -día a día, no sólo el día del premio
o del castigo: veo mis poros oscuros y sé que me lo vedaron abajo, abajo, en el fondo del lecho del valle. "

Zona Sagrada (fragmento)


" Es domingo y todo el pueblo está reunido en la playa, viendo a los muchachos jugar futbol. Pero tú tienes mirada para
otras cosas. Las islas están muy cerca: conoces su leyenda. Las señalas con la mano y me cuentas lo que no sé. Son las
islas de las sirenas que vigilan la ruta a Capri. Dices que su canto puede escucharse, pero exige un riesgo. Y Ulises era
el prudente. ¿Qué habrán sido esos rumores? No sé si en realidad te escucho. Los jóvenes de Positano, gamberros y
estudiantes, cargadores y camareros (¿gigolós estivales?), juegan con esa fuerza nerviosa, esa rapidez muscular. "

Terra nostra (fragmento)


" Increíble el primer animal que soñó con otro animal. Monstruoso el primer vertebrado que logró incorporarse sobre
dos pies y así esparció el terror entre las bestias normales que aún se arrastraban, con alegre y natural cercanía, por el
fango creador. Asombrosos el primer telefonazo, el primer hervor, la primera canción y el primer taparrabos. Hacia las
cuatro de la mañana de un catorce de julio, Polo Febo, dormido en su alta bohardilla de puerta y ventanas abiertas,
soñó lo anterior y se disponía a contestarse a sí mismo. "

Biografía

Joan Fuster (Valencia, 1922-1992)


Un vell mira el paisatge (en catalán)
" Tot retorna. Les coses giren, dolces, en la falda de Déu. Dins el silenci, fan llur figura, cauen, s'acompleixen, i
novament advenen a la vora del temps i de l'amor. Els ulls inútils de l'ancià contemplen la cautela del camí que
s'allarga, l'alegria de les fulles recents, l'infant que juga. L'home sent en les mans l'experiència feta ja tremolor, i
encara espera. Quin sentit té la pau quan tot s'acaba? S'ho pregunta, mirant la llunyania. El cercle de la sang,
infatigable, no cessa d'acudir a l'orba cita del moment. L'aire porta un crit o l'ombra d'una cançó perduda. El vell,
sentint-ho, endevina el seu lloc. La vida passa. Un núvol fuig, imita un altre núvol vist quan? on? L'home calla i s'inicia
al misteri de ser encara un home. I somriu. I un colom, volant, confirma que el blau del cel s'aguanta sobre el somni. "
José María Gabriel y Galán (España, 1870-1905)
El ama
" (...)
El velo del dolor me ha oscurecido
la luz de la belleza.
Ya no saben hundirse mis pupilas
en la visión serena
de los espacios hondos,
puros y azules, de extensión inmensa.
Ya no sé traducir la poesía,
ni del alma en la médula me entra
la inmensa melodía del silencio
que en la llanura quieta
parece que descansa,
parece que se acuesta.
(...)
Resbala sobre mí sin agitarme
la dulce poesía en que se impregnan
la llanura sin fin, toda quietudes,
y el magnífico cielo, todo estrellas,
y ya mover no pueden
mi alma de poeta,
ni las de mayo auroras nacarinas
con húmedos vapores en las vegas,
con cánticos de alondra y con efluvios
de rociadas frescas,
ni éstos de otoño atardeceres dulces
de manso resbalar, pura tristeza
de la luz que se muere
y el paisaje borroso que se queja...
ni las noches románticas de julio,
magníficas, espléndidas,
cargadas de silencios rumorosos
y de sanos perfumes de las eras;
noches para el amor, para la rumia
de las grandes ideas,
que a la cumbre al llegar de las alturas
se hermanan y se besan...
(...) "

Biografía

Carlo Emilio Gadda (Italia, 1893-1973)


El zafarrancho aquel de Vía Merulana (fragmento)
" La causal aparente, la causal príncipe, sería una, por descontado. Pero el suceso era el precipitado de toda una gama
de casuales que soplando a pleno pulmón en las aspas, como los dieciséis vientos de la ropa revolviéndose a un tiempo
en una depresión ciclónica, acababan por estrujar en el remolino del delito la debilitada razón del mundo. "

Biografía

Antonio Gala (España, 1930)


La pasión turca (fragmento)
" La gente aspira a encontrar su otra mitad en su ciudad, en su barrio, y hasta en su calle; no sé cómo no la buscan en
su cama. Y no es así: cerca nos tropezamos con los humildes premios de consolación. Las medias naranjas verdaderas
están lejos casi siempre y son costosas. Lo que hemos de pedir, además de encontrarlas, es que el hallazgo no se
produzca demasiado tarde. "

Las afueras de Dios (fragmento)


" Había nacido en un pueblo soñoliento y muy blanco de la provincia de Jaén, rodeado de olivos y asediado por el paro y
el hambre. Era el mayor de cinco hermanos. Sus padres decidieron emigrar, dejando atrás cuanto fue lo más suyo, lo
único suyo: su clima, su paisaje, su forma de enfrentarse con la vida y la muerte. Se separaron de su tierra con el dolor
con que separa la uña de la carne. La añoranza de la tierra amada tiene, en otros lugares, nombres rumorosos y
entristecidos: magua y morriña por ejemplo. En andaluz no tiene nombre: es demasiado grande para dárselo. Porque
quizá sean los andaluces los que más se desmorecen cuando extrañan su congénito patrimonio: el aire perfumado, la
tibieza de las tardes, la brisa azul de las mañanas, la soleada y ocurrente conversación con los vecinos cuando la luz se
va, en las puertas de las casas, sentados en sillas de anea sobre las aceras, o al pie del mostrador de una taberna
umbría. "

Biografía

Benito Pérez Galdós (España, 1843-1920)


Nazarín (fragmento)
" El portal del edificio era como de mesón, ancho, con todo el revoco desconchado en mil fantásticos dibujos, dejando
ver aquí y allí el hueso de la pared desnuda y con una faja de suciedad a un lado y otro, señal del roce continuo de
personas más que de caballerías. Un puesto de bebidas —botellas y garrafas, caja de polvoriento vidrio llena de
azucarillos y asediada de moscas, todo sobre una mesa cojitranca y sucia—, reducía la entrada a proporciones
regulares. El patio, mal empedrado y peor barrido, como el portal, y con hoyos profundos, a trechos hierba raquítica,
charcos, barrizales o cascotes de pucheros y botijos, era de una irregularidad más que pintoresca, fantástica. El lienzo
del Sur debió de pertenecer a los antiguos edificios del corral famoso; lo demás, de diferentes épocas, pudiera pasar
por una broma arquitectónica: ventanas que querían bajar, puertas que se estiraban para subir, barandillas convertidas
en tabiques, paredes rezumadas por la humedad, canalones oxidados y torcidos, tejas en los alféizares, planchas de
cinc claveteadas sobre podridas maderas para cerrar un hueco, ángulos chafados, paramentos con cruces y garabatos
de cal fresca, caballetes erizados de vidrios y cascos de botellas para amedrenear a la ratería; por un lado, pies
derechos carcomidos sustentando una galería que se inclina como un barco varado; por otro, puertas de cuarterones
con gateras tan grandes que por ellas cabrían tigres si allí los hubiese; rejas de color de canela; trozos de ladrillo
amoratado, como coágulos de sangre; y, por fin, los escarceos de la luz y la sombra en todos aquellos ángulos cortantes
y oquedades siniestras.
(...)
Subimos, al fin, deseando ver todos los escondrijos de la extraña mansión, guarida de una tan fecunda y lastimosa
parte de la Humanidad, y en un cuartucho, cuyo piso de rotos baldosines imitaba en las subidas y bajadas a las olas de
un proceloso mar, vimos a Estefanía, en chancletas, lavándose las manazas, que después se enjugó en su delantal de
arpillera; la panza voluminosa, los brazos hercúleos, el seno emulando en proporciones a la barriga y cargando sobre
ella, por no avenirse con apreturas de corsé, el cuello ancho, carnoso y con un morrillo como el de un toro, la cara
encendida y con restos bien marcados de una belleza de brocha gorda, abultada, barroca, llamativa, como la de una
ninfa de pintura de techos, dibujada para ser vista de lejos, y que se ve de cerca. "

Misericordia (fragmento)
" Tenía la Benina voz dulce, modos hasta cierto punto finos y de buena educación, y su rostro moreno no carecía de
cierta gracia interesante que, manoseada ya por la vejez, era una gracia borrosa y apenas perceptible. Más de la mitad
de la dentadura conservaba. Sus ojos, grandes y oscuros, apenas tenían el ribete rojo que imponen la edad y los fríos
matinales. Su nariz destilaba menos que las de sus compañeras de oficio, y sus dedos, rugosos y de abultadas
coyunturas, no terminaban en uñas de cernícalo. Eran sus manos como de lavandera y aún conservaban hábitos de
aseo. Usaba una venda negra bien ceñida sobre la frente; sobre ella, pañuelo negro, y negros el manto y vestido, algo
mejor apañaditos que los de las otras ancianas. Con este pergeño y la expresión sentimental y dulce de su rostro,
todavía bien compuesta de líneas, parecía una Santa Rita de Casia que andaba por el mundo en penitencia. Faltábanle
sólo el crucifijo y la llaga en la frente, si bien podía creerse que hacía las veces de ésta el lobanillo del tamaño de un
garbanzo, redondo, cárdeno, situado como a media pulgada más arriba del entrecejo. "

Biografía
Eduardo Galeano (Uruguay, 1940)
Ventana sobre el miedo
" El hambre desayuna miedo. El miedo al silencio aturde las calles. El miedo amenaza. Si usted ama, tendrá sida. Si
fuma, tendrá cancer. Si respira, tendrá contaminación. Si bebe, tendrá accidentes. Si come, tendrá colesterol. Si
habla, tendrá desempleo. Si camina, tendrá violencia. Si piensa, tendrá angustia. Si duda, tendrá locura. Si siente,
tendrá soledad. "

Ventana sobre la memoria


" ¿Un refugio? ¿Una barriga? ¿Un abrigo para esconderte cuando te ahoga la lluvia, o te parte el frío, o te voltea el
viento? ¿Tenemos un espléndido pasado por delante? Para los navegantes con ganas de viento, la memoria es un puerto
de partida."

La pequeña muerte
" No nos da risa el amor cuando llega a lo más hondo de su viaje, a lo más alto de su vuelo: en lo más hondo, en lo más
alto, nos arranca gemidos y quejidos, voces del dolor, aunque sea jubiloso dolor, lo que pensándolo bien nada tiene de
raro, porque nacer es una alegría que duele. Pequeña Muerte, llaman en Francia a la culminación del abrazo, que
rompiéndonos nos junta y perdiéndonos nos encuentra y acabándonos nos empieza. Pequeña Muerte, la llaman; pero
grande, muy grande ha de ser, si matándonos nos nace. "

Delmira
" En esta pieza de alquiler fue citada por el hombre que había sido su marido; y queriendo tenerla, queriendo
quedársela, él la amó y la mató, matándose él después. Publican los diarios uruguayos la foto del cuerpo que yace
tumbado junto a la cama, Delmira abatida por dos tiros de revólver, desnuda como sus poemas, las medias caídas, toda
desvestida de rojo: -Vamos más lejos en la noche, vamos...Delmira Agustini escribía en trance. Había cantado a las
fiebres del amor sin pacatos disimulos, y había sido condenada por quienes castigan en las mujeres lo que en los
hombres aplauden, porque la castidad es un deber femenino y el deseo, como la razón, un privilegio masculino. En el
Uruguay marchan las leyes por delante de la gente, que todavía separa el alma del cuerpo como si fueran la Bella y la
Bestia. De modo que ante el cadáver de Delmira se derraman lágrimas y frases a propósito de tan sensible pérdida de
las letras nacionales, pero en el fondo los dolientes suspiran con alivio: la muerta, muerta está, y más vale así. Pero,
¿muerta está? ¿No serán sombra de su voz y ecos de su cuerpo todos los amantes que en las noches del mundo ardan?
¿No le harán un lugarcito en las noches del mundo para que cante su boca desatada y dancen sus pies resplandecientes?
"

Palabras
" Hace unos 15 millones de años, según dicen los entendidos, un huevo incandescente estalló en medio de la nada y dio
nacimiento a los cielos y a las estrellas y a los mundos. Hace unos 4 mil o 4 mil 500 millones de años, años mas años
menos, la primera célula bebió el caldo del mar, y le gustó, y se duplicó para tener a quien convidar el trago. Hace
unos dos millones de años, la mujer y el hombre, casi monos, se irguieron sobre sus patas y alzaron los brazos y se
entraron, y por primera vez tuvieron la alegría y el pánico de verse, cara a cara, mientras estaban en eso. Hace unos
450 mil años, la mujer y el hombre frotaron dos piedras y encendieron el primer fuego, que los ayudo a defenderse del
invierno. Hace unos 300 mil años, la mujer y el hombre se dijeron las primeras palabras y creyeron que podían
entenderse. Y en eso estamos, todavía: queriendo ser dos, muertos de miedo, muertos de frío, buscando palabras.... "

El libro de los abrazos (fragmento)


" Un hombre del pueblo de Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al cielo. A la vuelta, contó. Dijo que había
contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.- El mundo es eso - reveló-. un
montón de gente, un mar de fueguitos. Cada persona brilla con la luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos
iguales. Hay gente de fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni
se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas; algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni
queman, pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acerca se
enciende. "
Biografía

Rómulo Gallegos (Venezuela, 1884-1969)


Doña Bárbara, I Parte Cap. VIII
" La llanura es bella y terrible a la vez; en ella caben holgadamente, hermosa vida y muerte atroz; Esta acecha por
todas partes, pero allí nadie le teme. "

Biografía

John Galsworthy (Gran Bretaña, 1867-1933)


La saga de los Forsyte, El Propietario (fragmento)
" Ningún Forsyte ha dado nunca una comida sin proveer una espalda de cordero. Hay algo en su suculenta solidez que la
hace apropiada para gente de cierta posición. Es alimenticia y de buen sabor, el tipo de cosa que los hombres
recuerdan haber comido; tiene pasado y futuro, tal cual como un deposito hecho en un banco, y además es algo de lo
que se puede discutir. Cada rama de la familia tenazmente mantenían en sus comidas el cordero de alguna localidad en
particular: El viejo Joylon juraba por Dartmoor, James por Gales, Swithin por Southdown, Nicolas sostenia que aunque
la gente lo pueda despreciar, no existe nada como el de Nueva Zelanda, y claro esta que Roger el original de los
hermanos, se sentía obligado a inventar una localidad propia; ha descubierto una tienda en la que que venden Alemán,
para demostrarlo enseña su cuenta del carnicero, donde se demuestra que paga mas que los otros. Solamente Thimothy
estaba en desacuerdo, pues aunque el amaba la silla de cordero con todo su corazón, le tenia miedo. Para cualquiera
interesado psicológicamente en los Forsyte , este tratamiento de la silla de cordero, es de primera importancia; no
solamente demuestra su tenacidad, tanto colectiva como individual, sino los distingue por ser de una fibra, de esa
clase , que solo cree en alimentarse, y desprecia la belleza Los miembros mas jóvenes de la familia, principalmente las
mujeres, o si no, los hombres corrompidos por sus mujeres o madres, forzadas a comer lomo de cordero durante toda
su vida de casadas, que, pasaban esta secreta hostilidad a sus hijos, podrían pasársela sin reunirse, prefiriendo, una
gallina de guinea, o una ensalada de langosta, algo que llamara más a la imaginación y fuera menos alimenticio. "

Biografía

Manuel Jesús Galván (Rep. Dominicana, 1834-1910)


Enriquillo (fragmento)
" El nombre de Jaragua brilla en las primeras páginas de la historia de América con el mismo prestigio que en las edades
antiguas y en las narraciones mitológicas tuvieron la inocente Arcadia, la dorada Hesperia, el bellísimo valle de Tempé,
y algunas otras comarcas privilegiadas del globo, dotadas por la Naturaleza con todos los encantos que pueden seducir
la imaginación y poblaría de quimeras deslumbradoras. Como ellas, el reino indio de Jaragua aparece, ante los
modernos argonautas que iban a conquistarlo, bajo el aspecto de una región maravillosa, rica y feliz. Regido por una
soberana hermosa y amable; habitada por una raza benigna, de entendimiento despejado, de gentiles formas físicas; su
civilización rudimentaria, por la inocencia de las costumbres, por el buen gusto de sus sencillos atavíos, por la graciosa
disposición de sus fiestas y ceremonias, y, más que todo, por la expansión generosa de su hospitalidad, bien podría
compararse ventajosamente con esa otra civilización que los conquistadores, cubiertos de hierro, llevaban en las
puntas de sus lanzas, en los cascos de sus caballos, y en los colmillos de sus perros de presa. "
Biografía
Vicente Gaos (España, 1919-1980)
Hay un reguero dulce
" Hay un reguero dulce y encendido de sol
sobre los álamos dorados,
y a lo lejos, los montes ya nevados
encalman el paisaje atardecido,
si ahora tuviera el corazón dormido,
los ríos de la sangre no encrespados,
y ojos para mirar enamorados
los chopos dónde aún tiembla el sol huido,
si ahora como esa luna ser pudiera que boga virginal,
tan lentamente, tan alma pura en el azul,
si fuera un álamo, una luna, un dios luciente,
más sólo soy un hombre en la ladera,
un hombre sólo apasionadamente. "

Biografía

Pablo García Baena (España, 1923)


Sólo tu amor y el agua
" Sólo tu amor y el agua....Octubre junto al río
bañaba los racimos dorados de la tarde,
y aquella luna odiosa iba subiendo, clara,
ahuyentando las negras violetas de la sombra.
Yo iba perdido, náufrago por mares de deseo,
cegado por la bruma suave de tu pelo.
De tu pelo que ahogaba la voz en mi garganta
cuando perdía mi boca en sus horas de niebla.
Sólo tu amor y el agua.....El río, dulcemente,
callaba sus rumores al pasar por nosotros,
y el aire estremecido apenas se atrevía
a mover en la orilla las hojas de los álamos.
Sólo se oía, dulce como el vuelo de un ángel
al rozar con sus alas una estrella dormida,
el choque fugitivo que quiere hacerse eterno,
de mis labios bebiendo en los tuyos la vida.
Lo puro de tus senos me mordía en el pecho
con la fragancia tímida de dos lirios silvestres,
de dos lirios mecidos por la inocente brisa
cuando el verano extiende su ardor por las colinas.
La noche se llenaba de olores de membrillo,
y mientras en mis manos tu corazón dormía,
perdido, acariciante, como un beso lejano,
el río suspiraba.....
Sólo tu amor y el agua... "

Amantes
" El que todo lo ama con las manos
despierta la caricia de las cítaras,
siente el silencio y su pesada carne
fluyendo como ungüento entre los dedos,
lame la lenta lengua de sus manos
el hueso de la tarde y sus sortijas
se enredan en el ave adormecida
del viento. Labra en mármoles de humo
el cuerpo palpitante del abrazo
extenuado cual cervato agónico,
y con el pico frío de sus uñas
monda la oliva efímera del beso.
El que se ama solo, el que se sueña
bajo el deseo blanco de las sábanas,
el que llora por sí, el que se pierde
tras espejos de lluvia y el que busca
su boca cuando bebe el don del vino,
el que sorbe en la axila de la rosa
la pereza oferente de sus hombros,
el que encuentra los muslos del aljibe
contra sus muslos, como un saurio verde
sobre el mármol desnudo e inviolado,
ese que pisa, sombra, desdeñoso
el pavimento de las madrugadas.
El que ama un instante, peregrino
voluble, de flauta hasta los labios,
de la trenza al citiso, de los cisnes
a la garganta, de la perla al párpado,
de la cintura al ágata, del paje
a la calandria y tras él, silente
va talando el olvido de las mieses altas,
tirso áureos de espigas, leves brotes,
todo un bosque confuso de recuerdos,
y él va cantando, ruiseñor nocturno,
capricho y galanía, bajo la luna.
Y el que besa llorando y el que sólo
sabe ofrecer y aquel que cubre el pecho,
para no amar, de oscuro arnés, sonrisa
y un gerifalte lleva silencioso
devorando su corazón de gules.
Todos, la noche maga con su rezo
los enloquece, clava en sus pupilas
el helor de su vaga nieve negra,
les da a beber rencor entre sus manos,
los hurta en el arzón de sus corceles,
los trae y los lleva como mar en cólera,
coronadas las olas de sollozos,
de cabelleras náufragas, de sangre,
y los devuelve dulces, poseídos,
hasta la playa bruna y solitaria. "

Biografía

Gabriel García Márquez (Colombia, 1928)


El amor en los tiempos de cólera (fragmento)
" Terminaron por conocerse tanto, que antes de los treinta años de casados eran como un mismo ser dividido, y se
sentían incómodos por la frecuencia con la que se adivinaban el pensamiento sin proponérselo, o por el accidente
ridículo de que el uno se anticipara en público a lo que el otro iba a decir. Habían sorteado juntos las incomprensiones
cotidianas, los odios instantáneos, las porquerías reciprocas y los fabulosos relámpagos de gloria de la complicidad
conyugal. Fue la época en que se amaron mejor, sin prisa y sin excesos, y ambos fueron mas conscientes y agradecidos
de sus victorias inverosímiles contra la adversidad. La vida había de depararles todavía otras pruebas mortales, por
supuesto, pero ya no importaba: estaban en la otra orilla. "

Cien años de soledad (fragmento)


" Muchos años después, frente al pelotón de fusilamiento, el coronel Aureliano Buendía había de recordar aquella tarde
remota en que su padre lo llevó a conocer el hielo. Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y
cañabrava construida a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas,
blancas y enormes como huevos prehistóricos. El mundo era tan reciente, que muchas cosas carecían de nombre, y para
mencionarlas había que señalarlas con el dedo.
(...)
José Arcadio Buendía, que era el hombre más emprendedor que se vería jamás en la aldea, había dispuesto de tal modo
la posición de las casas, que desde todas podía llegarse al río y abastecerse de agua con igual esfuerzo, y trazó las
calles con tan buen sentido que ninguna casa recibía más sol que otra a la hora del calor. En pocos años, Macondo fue
una aldea más ordenada y laboriosa que cualquiera de las conocidas hasta entonces por sus trescientos habitantes. Era
en verdad una aldea feliz, donde nadie era mayor de treinta años y donde nadie había muerto.
(...)
Vió una mujer vestida de oro en el cogote de un elefante. Vió un dromedario triste. Vió un oso vestido de holandesa
que marcaba el compás de la música con un cucharón y una cacerola. Vió a los payasos haciendo maromas en la cola
del desfile, y le vió otra vez la cara a su soledad miserable cuando todo acabó de pasar, y no quedó sino el luminoso
espacio en la calle, y el aire lleno de hormigas voladoras, y unos cuantos curiosos asomados al precipicio de la
incertidumbre. Entonces fué el castaño, pensando en el circo, y mientras orinaba trató de seguir pensando en el circo,
pero ya no encontró el recuerdo. Metió la cabeza entre los hombros, como un pollito, y se quedó inmóvil con la frente
apoyada en el tronco del castaño.
(...)
En aquél Macondo olvidado hasta por los pájaros, dónde el polvo y el calor se habían hecho tan tenaces que costaba
trabajo respirar, recluidos por la soledad y el amor y por la soledad del amor en una casa dónde era casi imposible
dormir por el estruendo de las hormigas coloradas, Aureliano y Amaranta Ursula eran los únicos seres felices, y los más
felices sobre la tierra. "

Como animas en pena (fragmento)


" El drama del desencanto que se arrojó a la calle desde un décimo piso, y a medida que caía iba viendo a través de las
ventanas la intimidad de sus vecinos, las pequeñas tragedias domésticas, los amores furtivos, los breves instantes de
felicidad, cuyas noticias no habían llegado nunca hasta la escalera común, de modo que en el instante de reventarse
contra el pavimento de la calle había cambiado por completo su concepción del mundo, y había llegado la conclusión
de que aquella vida que abandonaba para siempre por la puerta falsa valía la pena de ser vivida. "

La hojarasca (fragmento)
" Hay un minuto en que se agota la siesta. Hasta la secreta, recóndita, minúscula actividad de los insectos cesa en ese
instante preciso; el curso de la naturaleza se detiene; la creación se tambalea al borde del caos y las mujeres se
incorporan, babeando, con la flor de la almohada bordada en la mejilla, sofocadas por la temperatura y el rencor. "

Biografía

José García Nieto (España, 1914-2001)


Al espejo retrovisor de un coche
" Tú eres el corazón con lo vivido,
en ti está lo que atrás vamos dejando,
lo que hemos ido con pasión amando,
definitivamente ya perdido,
en ti vemos las gracias que se han ido,
los paisajes y el cielo del ayer,
cuando las cosas que ahora sigues recordando
flotan sobre las aguas del olvido,
pero vives y estás, claro y pequeño,
miras aquellos prados, aquel sueño tan lejano,
las rosas de aquel día,
crees que puedes cambiar toda la suerte y,
aunque vamos derechos a la muerte,
vives de lo pasado todavía. "
Biografía
Ramón de Garciasol (España, 1913-1994)
A la pobre mujer
" (...) Y tendrás hijos que no sabrán nunca que eres mujer que sientes y padeces, sólo madre serás, su clara madre.
Ignorarán las llagas de tu oído temerosos de oír noche tras noche, cuando se quedan la mujer y el hombre ante la
eternidad en las tinieblas, una voz que no rima con tus pulsos, unas palabras que no sabrá nadie. Y tendrás hijos,
porqué la semilla se junta a la semilla oscuramente y se hace carne y sangre y forma, verbo más allá del dolor, la
preferencia, el rostro conocido, el ansia, el sueño, y se convierte en sin darse cuenta, en simple ocaso, ejemplo que
proclama el tremendo misterio de la vida, que para darse a luz en criatura no espera acuerdo, ignora la conciencia, no
necesita amor, sino contacto, roce carnal y torpe fantasía.(...)"

Biografía

Romain Gary (Francia, 1914-1980)


Los pájaros van a morir al Perú (fragmento)
" Ni es en conjunto el recuerdo de sus terremotos derribando catedrales, ni las estampidas de los mares frenéticos, ni
la ausencia de lágrimas en áridos cielos que jamás llueven; ni la visión del ancho campo de agujas inclinadas, bóvedas
desencajadas y cruces desplomadas (como peroles inclinados de flotas ancladas), ni sus avenidas suburbanas de paredes
de casas caídas unas sobre otras, como un castillo de naipes hundido; no son sólo esas cosas las que hacen de Lima, la
sin lágrimas, la ciudad más extraña y triste que puede verse. Pero Lima ha tomado el velo blanco; y hay un horror aún
más alto en esa blancura de su pena. Antigua como Pizarro, esa blancura conserva sus ruinas para siempre nuevas; no
deja aparecer el alegre verdor de la decadencia completa; extiende sobre sus rotos bastiones la rígida palidez de una
apoplejía que inmoviliza sus propias contorsiones. "

Biografía

Ventura Gassol (Catalunya, 1893-1980)


Les tombes flamejants
" Fou una pàtria. Va morir tan bella,
que mai ningú no la gosà enterrar:
damunt de cada tomba un raig d'estrella
sota de cada estrella un català.

Tan a la vora del mar dormia


aquella son tan dolça de la mort,
que les sirenes dia i nit sentia
com li ananven desvetllant el cor.

Un dia es féu una claror d'albada


i del fons de la tomba més glaçada
fremí una veu novella el cant dels cants:
- Foc nou, baixa del cel i torna a prendre.
Ja ha sonat l'hora d'esventar la cendra,
oh Pàtria de les tombes flamejants. "

Biografía

Theophile Gautier (Francia, 1811-1872)


Ultimo deseo
" Hace ya tanto tiempo que te adoro,
dieciocho años atrás son muchos días...
eres de color rosa, yo soy pálido,
yo soy invierno y tú la primavera.
Lilas blancas como en un camposanto
en torno de mis sienes florecieron,
y pronto invadirán todo el cabello
enmarcando la frente ya marchita.
Mi sol descolorido que declina
al fin se perderá en el horizonte,
y en la colina fúnebre, a lo lejos,
contemplo la morada que me espera.
Deja al menos que caiga de tus labios
sobre mis labios un tardío beso,
para que así una vez esté en mi tumba,
en paz el corazón pueda dormir. "

Biografía

Juan Gelman (Argentina, 1930)


Datos
" Bajo el frescor, bajo la dulce dulzura de este día de mayo como un cálido tiro reviviendo al revés viejos recuerdos de
pésimas mujeres magníficas humanas y todo el hospital, el infeliz sorbe los vientos que estallan en su pulso y aprende
aprende aprende que toda ruina sobrevive. "

Ofelia
" Esta ofelia no es la prisionera de su propia voluntad
ella sigue a su cuerpo
espléndido como un golpe de vino en medio de los hombres
su cuerpo estilo renacimiento lleno de sol de Italia pasa por buenos aires
ofelia yo en tus pechos fundaría ciudades y ciudades de besos
hermosas libres con su sombra a repartir con los amantes mundiales
ofelia por tus pechos pasa como un temblor de caballadas a medianoche por Florencia
tus pechos altos duros come il palazzo vecchio
una tarde de verano de 1957
iba yo rodeado de tus pechos sin saberlo
era igual la delicia la turbación el miedo
las sombras empezaban a andar por las callejas con un olor desconocido
algo como tus pechos después de haber amado
eras oscura ofelia para entonces y enormemente triste
una adivinación una catástrofe
un oleaje de olvido después de la ternura
una especie de culpa sin castigo
de furia en paz con su gran guerra
andabas por Florencia con tus pechos yendo y viniendo por las sombras
con saudade de mí seguramente
tu hombro izquierdo digamos
lloraba a tus espaldas o largaba sus ansias lentas en el crepúsculo y ellas venían a mi sangre
o eran un temblor como un presagio
gracias te sean dadas ojos míos
yo les beso las manos bésoles muy los pies
gracias narices muchas gracias oídos con que escucho los ruidos
de la ofelia
antes apenas era una ciudad de Italia
sus tiros me llenaban de otra desgracia el corazón. "

Ruiseñores de nuevo
" En el gran cielo de la poesía,
mejor dicho
en la tierra o mundo de la poesía que incluye cielos
astros
dioses
mortales
está cantando el ruiseñor de Keats
siempre
pasa Rimbaud empuñando sus 17 años como la llama de amor viva de San Juan
a la teresa se le dobla el dolor y su caballo triza el polvo enamorado Francisco de Quevedo y Villegas
el dulce Garcilaso arde en los infiernos de John Donne
de César Vallejo caen caminos para que los pies de la poesía caminen
pies que pisan callados como un burrito andino
Baudelaire baja un albatros de su reino celeste
con el frac del albatros Mallarméva a la fiesta de la nada posible
suena el violín de Verlaine en la fiesta de la nada posible
recuerda que la sangre es posible en medio de la nada
que Girondo liublimará perrinunca lamora
y girarán los barquitos de tuñón contra el metal de espanto que abusó a Apollinaire
oh Lou que desamaste la eternidad de viaje
el palacio del exceso donde entró la sabiduría de Blake
el paco urondo que forraba en lamé la felicidad para evitarle fríos de la época
mientras Roque Dalton trepaba por el palo mayor de su alma y gritaba. "

La economía es una ciencia


" En el decenio que siguió a la crisis
se notó la declinación del coeficiente de ternura
en todos los países considerados
o sea
tu país
mí país
los países que crecían entre tu alma y mi alma de repente
duraban un instante y antes de irse
o desaparecer
dejaban caer sábanas llenas de nuestros sexos que salían volando alrededor como perdices
quiere decir que cada vez que hicimos el amor dejábamos nuestros sexos allí?
y ellos seguían vivitos y coleando como perdices suavísimas?
qué raro
mirá que lavábamos las sábanas con subordinación y valor
para que los jugos de la noche pasada no inauguraran el pasado
y ningún pasado pusiera una oficina entre nosotros para ordenarnos el hoy
porque el alma amorosa es desordenada y perfecta
tiene mucha limpieza y lindura
se necesita todo un Dios para encerrarla
como le pasó a don francisco
que así pudo cruzar la agua fría de la muerte
es bien raro eso de nuestros sexos volando
pero recuerdo ahora que cada vez que yo entraba en tu sexo
y me bañaban tus espumas purísimas con impaciencia
y dulzura y valor
me parecía oir un pajarerío en el bosque de vos
como amor encendiendo otro amor
o más, es cierto que cada vez nuestros sexos resucitaban
y se ponían a dar vueltas entre ellos
como maripositas encandiladas por el fuego
y se querían morir de nuevo buscando incesantemente la libertad
y había un país entre la vida y la muerte
donde todo era consolación y hermosura
y no poseíamos nuestro corazón
y nuestros sexos se perdían como almas en la noche
y nunca más los volvíamos a ver
para entender
estudio los índices de la tasa de inversióún bruta
los índices de la productividad marginal de las inversiones
los índices de crecimiento del producto amoroso
otros índices que es aburrido hablar aquí
y no entiendo nada
la economía es bien curiosa
al pequeño ahorrista del alma lo engañan en wall street
los sueldos de la ternura son bajos
subsiste la injusticia en el mercado mundial del amor
el aprendiz está rodeado de nubes que parecen elefantes
eso no le da dicha ni desdicha
en medio de las razones
las redenciones
las resurrecciones
se lleva el alma a la nariz para sentir tus perjúmenes
estoy viendo volar los pajaritos que te salían del sexo
mejor dicho
de más allá todavía
de todo lo que valías
o brillabas
o eras
y dabas como jugos de la noche."

Biografía

Stefan George (Alemania, 1868-1933)


Recorremos en el rico oropel de las hayas
" Recorremos en el rico oropel de las hayas
El paseo casi hasta el portal
Y vemos fuera en el campo tras la verja
El almendro en flor una vez más.

Buscamos los bancos libres de la sombra


Donde una voz extraña jamás nos infundió temor
En sueños se cruzan nuestros brazos
Nos deleitamos en el largo y dulce resplandor

Con gratitud sentimos el susurro leve de las gotas


Con que el vestigio de un destello nos cae de las copas
Y oímos y miramos en instantes mudos
Golpear en el suelo los frutos maduros. "

Biografía

Vicente Gerbasi (Venezuela, 1913-1992)


En el fondo forestal del día
" El acto simple de la araña que teje una estrella
en la penumbra,
el paso elástico del gato hacia la mariposa,
la mano que resbala por la espalda tibia del caballo,
el olor sideral de la flor del café,
el sabor azul de la vainilla,
me detienen en el fondo del día.

Hay un resplandor cóncavo de helechos,


una resonancia de insectos,
una presencia cambiante del agua en los rincones pétreos.

Reconozco aquí mi edad hecha de sonidos silvestres,


de lumbre de orquídea,
de cálido espacio forestal,
donde el pájaro carpintero hace sonar el tiempo.
Aquí el atardecer inventa una roja pedrería,
una constelación de luciérnagas,
una caída de hojas lúcidas hacia los sentidos,
hacia el fondo del día,
donde se encantan mis huesos agrestes. "

Escritos en la piedra
" En el valle que rodean montañas de la infancia
encontramos escritos en la piedra,
serpientes cinceladas, astros,
en un verano de negras termiteras.
En el silencio del tiempo vuelan los gavilanes,
cantan cigarras de tristeza
como en una apartada tarde de domingo.
Con el verano se desnudan los árboles,
se seca la tierra con sus calabazas.
Pero volverán las lluvias
y de nuevo nacerán las hojas
y los pequeños grillos de las praderas
bajo el soplo de una misteriosa nostalgia del mundo.
Y así para siempre
en torno a estos escritos en la piedra,
que recuerdan una raza antigua
y tal vez hablan de Dios. "

Biografía

Mempo Giardinelli (Argentina, 1947)


Puro erotismo (fragmento)
" Era un pusilánime. Hasta se sintió vulgar, despreciable, porque apenas la espiaba de reojo, como un voyeurista
adolescente que miraba calzones en los tendederos y se masturbaba imaginándose los contenidos. Cerró los ojos con
fuerza, y terminó el cigarrillo fastidiado consigo mismo, nervioso y ya casi convencido de que la batalla estaba perdida.
Pero, ¿por qué? Si él tenía el sexo hecho un monumento al acero de doble aleación, y sabía muy bien cómo manejar a
semejante muchacha, y la colocaría así, y le besaría aquí, y la acariciaría allá, y otro poquito así, y ay, a medida que se
imaginaba todo, y la veía desnuda, encandilado por el brillo incomparable (seguro, debía ser así) de su sexo profundo,
negro, vertical y jugoso como durazno de estación, a medida que fantaseaba se turbaba más pero también se dolía
porque empezaba a pensar, a darse cuenta de que esos pechos magníficos, esa piel oscura y brillosa y como bañada en
aceite de coco, esas piernas monumentales como obeliscos paralelos, no serían para él. Le empezó a doler la cabeza.
Cerró los ojos y se dijo que lo mejor era dormirse. Llegarían a Nueva York al amanecer. "

Biografía

Khalil Gibran (Líbano, 1883-1931)


Del matrimonio, de El Profeta
" Nacisteis juntos y juntos permaneceréis para siempre.
Aunque las blancas alas de la muerte dispersen vuestros días.
Juntos estaréis en la memoria silenciosa de Dios.
Mas dejad que en vuestra unión crezcan los espacios.
Y dejad que los vientos del cielo dancen entre vosotros.
Amaos uno a otro, mas no hagáis del amor una prisión.
Mejor es que sea un mar que se mezca entre orillas de vuestra alma.
Llenaos mutuamente las copas, pero no bebáis sólo en una.
Compartid vuestro pan, mas no comáis de la misma hogaza.
Cantad y bailad juntos, alegraos, pero que cada uno de vosotros conserve la soledad para retirarse a ella a veces.
Hasta las cuerdas de un laúd están separadas, aunque vibren con la misma música.
Ofreced vuestro corazón, pero no para que se adueñen de él.
Porque sólo la mano de la Vida puede contener vuestros corazones.
Y permaneced juntos, mas no demasiado juntos:
Porque los pilares sostienen el templo, pero están separados.
Y ni el roble ni el ciprés crecen el uno a la sombra del otro. "

Biografía

André Gide (Francia, 1869-1951)


Los alimentos terrestres (libro cuarto)
" (...) Yo viví en la dulce y perpetua espera del azar. Comprendí que la sed de disfrutar que nace en cada momento de
voluptuosidad, se anticipa al gozo, de la misma manera como existen respuestas listas para cualquier pregunta. Fui
feliz cuando las fuentes de agua me revelaron que tenía sed, y cuando estando en pleno desierto (donde la sed no se
puede saciar), preferí, a pesar de todo, la fuerza febril que me inspiraba el furor del sol. Ciertas noches hallé oasis
maravillosos que el deseo acumulado durante todo el día hacían más frescos aún. En la extensión de arena golpeada
por el sol y como adormecida por un gran sueño - el calor era tal que vibraba en el aire - sentí el pulso de la vida, una
vida que no podía dormir, que se desvanecía de tanto temblar en el horizonte, y que estaba henchida de amor a mis
pies. Lo único que buscaba día a día, minuto a minuto, era hallar la manera más pura de penetrar la naturaleza. Había
recibido un don, preciado, el de no poner mayor freno a mi ser. Recordar el pasado influyó en mí sólo para dar unidad a
mi vida : era como el hilo de Teseo que lo unía a su antiguo amor pero que no le impedía atravesar los paisajes más
desconocidos, aunque al final, el hilo terminara por romperse. Qué increíbles involuciones! Por las mañanas, yo
saboreaba en mis caminatas la presencia de una nueva existencia, el nacimiento de mi percepción. "Oh! poeta,
exclamaba, tú tienes la facultad del descubrimiento perpetuo". Estaba totalmente receptivo. Mi alma era un albergue
acogedor en el cruce de los caminos y recibía todo lo que se dejara captar. Me dejé buenamente convertir en un ser
dócil, capaz de escuchar, al punto de no pensar en lo absoluto en mí mismo, de comprender todas las emociones que se
presentaban delante de mí. Logré aplacar todo impulso de reacción hasta ya no considerar nada como algo malo y no
tener que protestar por una nimiedad. Me di pronto cuenta además, que en mi apreciación de lo bello había también
espacio para la fealdad."
Dashiell Hammett (EEUU, 1894-1961)
El halcón maltés (fragmento)
" Samuel Spade tenía larga y huesuda la quijada inferior, y la barbilla era una V protuberante bajo la V más flexible de
la boca. Las aletas de la nariz retrocedían en curva para formar una V más pequeña. Los ojos, horizontales, eran de un
gris amarillento. El tema de la V lo recogía la abultada sobreceja que destacaba en medio de un doble pliegue por
encima de la nariz ganchuda, y el pelo, castaño claro, arrancaba de sienes altas y aplastadas para terminar en un pico
sobre la frente. Spade tenía el simpático aspecto de un Satanás rubio. "

Itchy (fragmento)
" Se dio vueltas en su asiento por unos instantes para encontrar un mejor punto de apoyo, y el aliento de Pete raspó sus
oídos. Pete era un socio en quien se podía confiar completamente: no importaba qué tan aterrado pudiera estar Pete,
se mantendría firme hasta el final, no lo estropearía. Pero Pete siempre estaba aterrado. Vivía su oficio sin placer, no
tenía vocación. No sabía nada de la exaltación del poder del ladrón dispuesto a tomar lo que quería del mundo. El robo
era para él exclusivamente un problema de la cantidad de dinero que se podía sacar, y aun eso era poco estimulante
durante la presente operación. Y para Pete esta demora, cuando el trabajo estaba ya hecho, era agonía.
(...)
Hay un estrato de la sociedad criminal cuyos componentes (así sean bandidos o ladrones de cajas fuertes, estos últimos
alguna vez predominantes, ahora en triste minoría) son básicamente vagabundos. Tienen toda la conciencia de casta de
esos hombres errantes, todo el desagrado. La repulsión por formas más cómodas de vida. Frecuentemente los
encontrarás en las ciudades, pero traen consigo todo el orgullo en su dureza, en su independencia, en su habilidad para
hacer por sí mismos lo que necesite hacerse. El burdo mundo criminal de las ciudades rara vez los ve; son bastante
misóginos y sus contactos con las mujeres son poco frecuentes y breves. Su refugio ideal en una ciudad es un piso en
algún distrito de mala muerte; o si eso no es posible, un cuarto con una estufa, donde pueden vivir en libertad sin
tener que ver con restaurantes, cocinas u otros ingenios de la civilización. Para decirlo rápidamente, son marginales, y
ése es su orgullo. Y les gusta tratar a la ciudad como si no lo fuera, sino simplemente otra forma de campo. "

Biografía

Knut Hamsun (Noruega, 1859-1952)


La lengua (fragmento)
" La lengua debe poseer todas las escalas musicales. El poeta debe siempre, en todos los casos, contar con la palabra
temblorosa, la que me cuenta la cosa, la que con su acierto puede vulnerar mi alma hasta hacerle gemir. La palabra
puede convertirse en color, en sonido, en olor; es tarea del poeta usarla de manera que funcione, que nunca falle y
nunca rebote.
(...)
Debemos poder gozar y burlarnos con la masa de palabras; se debe saber y conocer la fuerza de la palabra, no sólo la
fuerza directa, sino también la secreta. Las palabras tienen otras tonalidades, que se encuentran por encima, por
debajo y al lado de ellas. "

Bendición de la tierra (fragmento)


" Isaak era un hombre del campo por su apariencia y temperamento y labrador en todo su ser. Alguien que ha
resucitado de tiempos pasados y que apunta hacia el futuro, un agricultor primitivo, conquistador de la tierra, de
novecientos años de edad y a la vez un hombre de nuestros días. "

Biografía

Thomas Hardy (Inglaterra, 1840-1928)


Algo yace en el campo
" Algo yace en el campo, en algún sitio,
confiada a la tierra ciega y olvidadiza,
algo que estimuló en un poeta la profecía,
un poco de polvo invisible y abandonado.

El polvo de la alondra que escuchó Shelley


y que inmortalizó desde entonces,
aunque sólo vivió como los otros pájaros
sin saber que sería inmortal;

vivió su mansa vida y un día cayó,


una pequeña bola de plumas y huesos:
y cómo murió, cómo cantó cuando
se despedía, nadie lo sabe. "

Lejos del mundanal ruido (fragmento)


" Las personas que están solas en la montaña durante una medianoche clara como ésta casi pueden palpar el
movimiento giratorio de la Tierra hacia el este. "

Biografía

William Harrison Ainsworth (Inglaterra, 1805-1882)


Rookwood (fragmento)
" Dick Turpin iba silencioso, como preocupado. Y tanto Peters como Batanero no intentaron hacerle preguntas. No
sabían porqué asunto se habían puesto en camino ni adónde iban. Pero ya estaban habituados a la forma de ser de su
jefe. Por otra parte, poco les interesaba. Se habían puesto incondicionalmente a las órdenes de Dick Turpin y con él
habían vivido aventuras inenarrables. Al lado de un hombre del temple y la audacia de Dick, que exponía su vida
constantemente en su lucha sin cuartel contra los poderosos, habían dado muestras de arrojo y de nobleza. Porque Dick
exigía de sus hombres solamente valor e hidalguía, para defender a los desheredados, a los menesterosos, y a todos
aquellos que fueran víctimas inocentes de la injusticia y del despotismo. El había sufrido en carne propia la maldad de
los hombres sin escrúpulos y había jurado vengarse. Sus camaradas lo sabían y se habían unido a él para vencer o morir
a su lado. "
Biografía

Nathaniel Hawthorne (EEUU, 1804-1864)


Wakefield (fragmento)
" El insólito destino de Wakefield fue el de conservar la cuota original de afectos humanos y verse todavía involucrado
en los intereses de los hombres, mientras que había perdido su respectiva influencia sobre unos y otros. Sería un
ejercicio muy curioso determinar los efectos de tales circunstancias sobre su corazón y su intelecto, tanto por separado
como al unísono. No obstante, cambiado como estaba, rara vez era consciente de ello y más bien se consideraba el
mismo de siempre. En verdad, a veces lo asaltaban vislumbres de la realidad, pero sólo por momentos. Y aun así,
insistía en decir "pronto regresaré, sin darse cuenta de que había pasado veinte años diciéndose lo mismo. Imagino
también que, mirando hacia el pasado, estos veinte años le parecerían apenas más largos que la semana por la que en
un principio había proyectado su ausencia. Wakefield consideraría la aventura como poco más que un interludio en el
tema principal de su existencia.
(...)
El suceso feliz—suponiendo que lo fuera—sólo puede haber ocurrido en un momento impremeditado. No seguiremos a
nuestro amigo a través del umbral. Nos ha dejado ya bastante sustento para la reflexión, una porción del cual prestar
su sabiduría para una moraleja y tomar la forma de una imagen. En la aparente confusión de nuestro mundo misterioso
los individuos se ajustan con tanta perfección a un sistema, y los sistemas unos a otros y a un todo, que con sólo dar un
paso a un lado cualquier hombre se expone al pavoroso riesgo de perder para siempre su lugar. Como Wakefield, se
puede convertir, por así decirlo, en el Paria del Universo. "

Biografía

Seamus Heaney (Irlanda, 1939)


Un murciélago en el camino
" Un alma murciélago despierta a la conciencia
de sí misma
en la oscuridad, en secreto, en soledad.

Capaz serías de alzar un sombrero viejo entre los dientes


de un trinche
y recorrer la boca del puente por el sutil placer
de un cierto batir de alas. Delgadas telarañas,

uñas infantiles que se clavan al forro del sombrero…


Pero no la bajes, no interrumpas otras vez su vuelo,
no la niegues ; en esta ocasión, déjala en libertad.

Sigue su aleteo de murciélago bajo el puente de piedra,


bajo la vía del tren rumbo al centro del país y Escocia,
y suéltala ahí, en la oscuridad.

En un instante proyectará sombras sobre los laureles,


brillantes como la luna,
o rozará la pared cubierta de una cancha de tenis.
En un instante te habrá sacado ventaja en el camino.
¿Qué te propones ? Sigues desviándote,
volando ciegamente sobre calderos y alambradas,
invitada por la caricia de una palabra como peignoir,

cruje y resplandece fugaz, seda tornasolada, la cautela de


las inundaciones,
Tan cerca de mí que la oía respirar,
y ahí junto a la ventana iluminada tras los árboles

cuelga en enredaderas bordeando la mampostería,


ya es una hoja mojada volando en la avenida,
ya se halla suavemente cubierta por las sombras trepadoras

junto a las Rejas Blancas. ¿A quién se le hubiera ocurrido ?


En las Rejas Blancas
Los dejó hacer su voluntad. Quédate colgada
el tiempo que te plazca. No hay nada que esconder. "

Un papalote para Michael y Christopher


" Durante toda esa tarde de domingovoló un papalote por encima del día,
cuero bien estirado, puñado de paja al aire.
Al hacerlo, lo sentí gris y resbaloso,
lo probé cuando, ya seco, se puso blanco duro, amarré los moños de periódico
a lo largo de su cola de dos metros.
Pero ahora estaba lejos, como una pequeña alondra,
y jalaba como si la cuerda pandeadafuera una red con que alguien intentara
pescar todo un cardumen.Un amigo mío dice que el alma humana
pesa casi lo mismo que una perdiz ; pero el alma anclada ahí,
la cuerda que se alfoja y luego asciende,
pesa lo que una zanja clavada en los cielos.
Antes de que el papalote se hunda en el bosque
y esta cuerda se mueva inútil, muchachos,
sientan en ambas manos el jalón de tristezaque corta, su raíz, su larga cola.
Nacieron preparados. Párense frente a mí y hagan el esfuerzo. "

Biografía

Anne Hebert (Canadá, 1916-2000)


Misterio de la palabra
" En un país tranquilo hemos recibido la pasión del mundo,
espada desnuda sobre nuestras dos manos posada

Nuestro corazón desconocía el día cuando el fuego


[nos fue así entregado,
y su luz hizo un surco en la sombra de nuestros rasgos

Era ante todo flaqueza, la caridad estaba sola


[adelantándose al
miedo y al pudor

Inventaba el universo en la justicia primera y éramos


partícipes de esta vocación en la extrema vitalidad
[de nuestro amor
La vida y la muerte en nosotros recibieron derecho
[de asilo, se miraron
con ojos ciegos, se tocaron con manos precisas

Unas flechas de olor nos alcanzaron, atándonos a la tierra


como heridas en nupcias excesivas

Oh estaciones, río, alisos y helechos, hojas,


[flores, madera
mojada, hierbas azules, todo nuestro haber sangra su
[perfume,
bestia olorosa en nuestro flanco

Los colores y los sonidos nos visitaron en tropel


[y en pequeños
grupos fulminantes, mientras que el sueño duplicaba
[nuestro
encanto como la tormenta eléctrica cierne el azul
[del ojo inocente

La alegría se puso a gritar, joven parturienta


[de olor salvajino
bajo los juncos. La primavera liberada fue
[tan hermosa que nos tomó
el corazón con una sola mano

Los tres golpes de la creación del mundo


[repicaron en nuestros
oídos, vueltos iguales a los latidos de nuestra sangre

En un solo deslumbrar se hizo el instante.


[Su relámpago nos recorrió
el rostro y recibimos la misión del fuego y de la
[quemadura

Silencio, ni se mueve, ni dice nada, se funda la palabra,


[levanta
nuestro corazón para asir el mundo en un solo gesto
[de tormenta, nos
adhiere a su aurora como la corteza al fruto

Toda la tierra vivaz, el bosque a nuestra derecha,


[la profunda ciudad
a nuestra izquierda, en pleno centro del verbo,
[avanzamos en la
punta del mundo

Frentes de cabellos ensortijados donde se corrompe


[el silencio en pelambres almizclados,
todas las muecas, viejas cabezas, mejillas de niño,
[amores, arrugas,
alegrías, duelos, criaturas, criaturas, lenguas de fuego
[en el solsticio de
la tierra

Oh hermanos míos los más negros, todas las fiestas


[gravadas en secreto;
pechos humanos, calabazas que son músicas
[y donde se exasperan
voces cautivas. "

Biografía

Heinrich Heine (Alemania, 1797-1856)


Sueños (I)
" Soñe una vez con ardientes amores
con bellos bucles, mirtos y resedas
dulces labios y palabras acerbas
tristes melodías de tristes canciones.
Disperso e inerte ha mucho está mi sueño
disperso está ya el más querido en sueño
sólo queda en mí lo que algún día
con indómito ardor vertí en tiernas rimas.
¿Quedas tú, huérfana canción?
Disípate igual y busca el sueño que ha mucho perdí
y si lo encuentras salúdalo por mí.
A la volátil sombra le envío un soplo volátil. "

Cuadros de viaje (fragmento)


" La vida y el mundo son el sueño de un dios ebrio, que escapa silencioso del banquete divino y se va a dormir a una
estrella solitaria, ignorando que crea cuanto sueña... Y las imágenes de ese sueño se presentan, ahora con una
abigarrada extravagancia, ahora armoniosas y razonables... La Ilíada, Platón, la batalla de Maratón, la Venus de
Médicis, el Munster de Estrasburgo, la Revolución Francesa, Hegel, los barcos de vapor, son pensamientos desprendidos
de ese largo sueño. Pero un día el dios despertará frotándose los ojos adormilados y sonreirá, y nuestro mundo se
hundirá en la nada sin haber existido jamás. "

Biografía

Ernest Hemingway (EEUU, 1899-1961)


Verdes Colinas del Africa (fragmento)
" Los buenos escritores son destruidos en su país y sus talentos marchitados por exceso de ambición, por los elogios
desmedidos, por sus pretensiones de intelectualismo y de superioridad.
(...)
En cierta época de sus vidas, los escritores suelen convertirse en líderes. ¿ A quiénes conducen? Poco importa. Si no
tienen discípulos los inventan. Y es inútil que aquellos que han sido escogidos como discípulos, protesten. En este caso
se los acusa de deslealtad... Hay otros que ensayan salvar su alma con 10 que escriben. Es un medio fácil. Otros,
todavía se arruinan por la primera suma de dinero recibida, la primera alabanza, el primer ataque, la primera vez que
descubren que no pueden escribir, o bien se asustan e ingresan a asociaciones que piensan en lugar de ellos.
(...)
Piojos de la literatura, gusanos para anzuelo, metidos en una botella, que tratan de derivar conocimientos y alimento
de su propio contacto. "

Un lugar limpio y decente (fragmento)


" ¿Qué temía? No era temor o miedo. Era una nada que él conocía demasiado bien. Todo era nada y un hombre era
también nada. Algunos vivían en ella y nunca la sentían, pero él sabía que todo era nada y pues nada y nada y pues
nada. Nuestra nada que está en la nada, nada sea tu nombre y nada tu reino y tuya será la nada en nada como es en la
nada. Danos esta nada, nuestra nada de cada día y nada a nos en la nada, pero líbranos de la nada; pues nada. "

Los jóvenes que despiertan al amanecer, de Androgyne mon amour


" Los jóvenes que despiertan al amanecer pueden asustarse de ser expulsados con demasiada rapidez de sus protectores
sueños de una madre, no recordados. Repentinamente, entonces, pueden sentir la verdadera enormidad de la
exposición a la casualidad. La mañana que recién comienza, está colmada de demandas susurradas que ellos sospechan
no poder satisfacer. ¿Y en quién pueden confiar suponiendo, temerariamente, que todavía sean capaces de confiar sino
en alguien (tú) cuyo nombre ha regresado a la confusión de muchos nombres de anoche?. Te miran con precaución
mientras te das vueltas y suspiras en sueños. Están envidiosos de ti, de tu sueño, que todavía te protege de los susurros
que se hacen más audibles cada instante. Se sientan, con cuidado, en el borde de tu cama, agobiados y temblorosos
como viejos sentados en los bancos, tosiendo con tos de fumadores… Pregunta: Si no estuvieras durmiendo ¿los llevarías
otra vez contigo al cálido olvido, o, si te despertaras en este momento, acaso ellos no serían para tí tan sin nombre
como tú para ellos, y aun menos confiables? Probablemente sí, ya que el recelo es, entre las divisas heráldicas del
escudo de tu corazón, la que parece más indeleble, como si estuviera tallada allí, o grabada a fuego. ¿Qué les queda
por hacer entonces, más que sentarse cuidadosamente al borde de tu cama, mirando de soslayo la prisión de luz que ha
traído la mañana? ¿Será mejor a las diez que a las siete? Otra pregunta cuya respuesta, equívoca, espera en el magistral
tictac del reloj, de tantos, tantos relojes. Y así, sin que nadie haya pronunciado sus nombres ni haya tocado sus
cuerpos agobiados, descienden otra vez al misterio de la cama, tras haber cerrado los postigos para dejar atrás el día
un atardecer más. "

Biografía

Frank Herbert (EEUU, 1920-1986)


Los Creadores de Dios (fragmento)
" Debido a que las mas antiguas sensaciones Psi que influyeron en la humanidad procedían de lo ignoto, las primitivas
asociaciones emocionales con Psi fueron las de miedo, las proyecciones maya de falsas realidades, las de íncubos y
brujas, las de encantamientos y aquelarres. Estas asociaciones son congénitas y nuestra especie tiene una tendencia
muy fuerte a recaer en los antiguos errores. La envidia, el deseo, y la ambición limitan al hombre al Universo Maya ¿Y
que es este universo? Es solo la proyección de su envidia, de su deseo y de su ambición. A mayor Dios, mayor demonio;
a mas carne, mas gusanos; a más propiedad, más ansiedad; a más control, mas cosas que controlar.
(...)
Cuando un hombre sabio no comprende, dice: "no comprendo". El loco y el inculto se avergüenzan de su ignorancia. Se
quedan callados cuando una pregunta podría traerles la sabiduría. El discípulo que se burla del conocimiento verdadero
de su maestro es como el que escoge las uvas verdes y desecha el fruto dulce de la parra que se ha dejado madurar a
su tiempo.
(...)
¿Que es mejor: un buen amigo, un buen corazón, un buen ojo, un buen vecino, una buena esposa o la comprensión de
las consecuencias?. Ninguna de estas cosas. Un alma cálida y sensitiva que conoce lo que vale el compañerismo y el
precio de la dignidad individual: eso es mejor. El silencio es el guardián de la sabiduría, pero las bromas pesadas y la
frivolidad llevan al hombre a su propia ignorancia. "

Biografía

Zbigniew Herbert (Polonia, 1924-1998)


Los Antiguos Maestros
" Los Antiguos Maestros prescindían de nombres, sus firmas eran blancos dedos de Madonna o las rosadas torres di città
sul mare y también escenas de la vida della Beata Umiltà se diluían en el sogno miracolo crocifissione. Encontraban
refugio bajo párpados de ángeles tras colinas de nubes en la espesa hierba del paraíso, naufragaron sin dejar rastro en
áureos firmamentos sin gritos de espanto sin invocar un recuerdo. La superficie de sus cuadros es lisa como un espejo
no son espejos para nosotros son espejos para los elegidos. Yo os invoco Viejos Maestros en los duros momentos de la
duda haced que de mí caiga la reptil escama del orgullo que sordo quede la tentación de la fama. Yo os invoco Antiguos
Maestros, Pintor de la Lluvia de Maná, Pintor de los Arboles Bordados, Pintor de la Visitación, Pintor de la Sagrada
Sangre. "

Biografía

Felisberto Hernández (Uruguay, 1902-1964)


El acomodador (fragmento), de Nadie encendia las lámparas
" Yo pensaba que el mundo en que ella y yo nos habíamos encontrado, era inviolable; ella no lo podría abandonar
después de haberme pasado tantas veces la cola del peinador por la cara; aquello era un ritual en que se anunciaba el
cumplimiento de un mandato. Yo tendría que hacer algo. O esperar tal vez algún aviso que ella me diera en una de
aquellas noches. Sin embargo, ella no parecía saber el peligro que corría en sus noches despiertas, cuando violaba lo
que le indicaban los pasos del sueño. Yo me sentía orgulloso de ser un acomodador, de estar en la más pobre taberna y
de saber, yo solo -ni siquiera ella lo sabía-, que con mi luz había penetrado en un mundo cerrado para todos los demás.
"

Biografía

José Hernández (Argentina, 1834-1886)


El Gaucho Martín Fierro (fragmento)
" Aquí me pongo a cantar
al compás de la vigüela
que el hombre que lo desvela
una pena extraordinaria
como la ave solitaria
con el cantar se consuela.
Pido a los Santos del Cielo
que ayuden mi pensamiento;
les pido en este momento
que voy a cantar mi historia
me refresquen la memoria
y aclaren mi entendimiento. "

La Vuelta de Martín Fierro (fragmento)


" Atención pido al silencio
y silencio a la atención
que voy en esta ocasión
si me ayuda la memoria
a mostrarles que a mi historia
le faltaba lo mejor.
Viene uno como dormido
cuando vuelve del desierto;
veré si a esplicarme acierto
entre gente tan bizzarra
y si al sentir la guitarra
de mi sueño me despierto.
Siento que mi pecho tiembla
que se turba mi razón
y de la viguela al son imploro
a la alma de un sabio
que venga a mover mi labio
y alentar mi corazón. "

Biografía

Miguel Hernández (España, 1910-1942)


La boca
" Boca que arrastra mi boca.
Boca que me has arrastrado:
boca que vienes de lejos
a iluminarme de rayos.
Alba que das a mis noches
un resplandor rojo y blanco.
Boca poblada de bocas:
pájaro lleno de pájaros.

Canción que vuelve las alas


hacia arriba y hacia abajo.
Muerte reducida a besos,
a sed de morir despacio,
das a la grama sangrante
dos tremendos aletazos.
El labio de arriba el cielo
y la tierra el otro labio.

Beso que rueda en la sombra:


beso que viene rodando
desde el primer cementerio
hasta los últimos astros.
Astros que tiene tu boca
enmudecido y cerrado,
hasta que un roce celeste
hace que vibren sus párpados.

Beso que va a un porvenir


de muchachas y muchachos,
que no dejarán desiertos
ni las calles ni los campos.
¡ Cuánta boca ya enterrada,
sin boca, desenterramos!

Bebo en tu boca por ellos,


brindo en tu boca por tantos
que cayeron sobre el vino
de los amorosos vasos.
Hoy son recuerdos, recuerdos,
besos distantes y amargos.
Hundo en tu boca mi vida,
oigo rumores de espacios,
y el infinito parece
que sobre mí se ha volcado.

He de volver a besarte,
he de volver. Hundo, caigo
mientras descienden los siglos
hacia los hondos barrancos
como una febril nevada
de besos y enamorados.

Boca que desenterraste


el amanecer más claro
con tu lengua. Tres palabras,
tres fuegos has heredado:
Vida, Muerte, Amor. Ahi quedan
escritos sobre tus labios. "

Cancionero y romancero de ausencias


" [19]
El corazón es agua
que se acaricia y canta.
El corazón es puerta
que se abre y se cierra.
El corazón es agua
que se remueve, arrolla,
se arremolina, mata.

[44]
Fue una alegría de una sola vez,
de esas que no son nunca más iguales.
El corazón, lleno de historias tristes,
fue arrebatado por las claridades.
Fue una alegría como la mañana,
que puso azul el corazón, y grande,
más comunicativo su latido,
más esbelta su cumbre aleteante.
Fue una alegría que dolió de tanto
encenderse, reírse, dilatarse.
Una mujer y yo la recogimos
desde un niño rodado de su carne.
Fue una alegría en el amanecer
más virginal de todas las verdades.
Se inflamaban los gallos, y callaron
atravesados por su misma sangre.
Fue la primera vez de la alegría
la sola vez de su total imagen.
Las otras alegrías se quedaron
como granos de arena ante los mares.
Fue una alegría para siempre sola,
para siempre dorada, destellante.
Pero es una tristeza para siempre,
porque apenas nacida fue a enterrarse.

[73]
La cantidad de mundos
que con los ojos abres,
que cierras con los brazos.
La cantidad de mundos
que con los ojos cierras,
que con los brazos abres. "

Hijo de la sombra
" Pide que nos echemos tú y yo sobre la manta
tú y yo sobre la luna
tu y yo sobre la vida
pide que tú y yo ardamos
fundiendo en la garganta
con todo el firmamento
la tierra estremecida. "
Julio Herrera y Reissig (Uruguay, 1875-1910)
Otoño, de Los éxtasis de la montaña
" La druídica pompa de la selva se cubre
de una gótica herrumbre de silencio y estragos;
y Cibeles esquiva su balsámica ubre,
con un hilo de lágrimas en los párpados vagos...

Sus cabellos de místico azafrán llora Octubre


en los lívidos ojos de muaré de los lagos.
Las cigüeñas exodan. Y los búhos aciagos
ululúan la mofa de un presagio insalubre...

Tras de la cabalgata de metal, las traíllas


ladran a las casacas rojas y a las hebillas...
El cuerno muge. Todo ríe de austera corte.

El abuelo Silencio trémulo se solaza...


Y zumba la leyenda ecuestre de la caza
en medio de un hierático crepúsculo del Norte. "

Psicología literaria (fragmento)


" Pero el lago es de ensueño y de engaño. La idea, como el pez quimérico de la noche, se escapa entre las mallas, en
cabrilleos de nikel, en una gloria blanca de expresiones que lagrimean átomos de luna. Cuando en el remolino de sus
polémicas, los magos del "Quartier Latin", explanaban los ceremoniales de su opalina Corte Inferior érase un caos de
difusa prosa, una algarabía salvaje de manicomio dantesco. Pretender engarzar en formas materiales de sentido los
entresueños de la conciencia, la impresión fugaz, la urdimbre arcana de lo incompleto en el alma, el utópico
asociacionismo psicológico, que se complica oscuramente, la insinuación ambigua de lo que hubiera sido y de lo que
está por ser, es como perseguir los fuegos fatuos en la noche... Mientras el ojo ve luz, la mano toca sombra. Es el
naufragio de lo imposible.
(...)
Impresionarse con el fantasma es ser poeta y hondo poeta. Escuchar los ruidos que muchos no escuchan, percibir los
matices que pocos alcanzan, entrever las cosas en potencia, comunicarse en raros vocabularios con lo desconocido que
nos circunda, ser susceptible a lo anormal, dar con las líneas tortuosas y con albedríos de lo Inanimado, no ser objetivo
ni subjetivo, sino ambas cosas; ser universal e interpretar la perspectiva externa con el sentido interior, hacer una sola
familia de nuestro sentimiento y de los sentimientos de la Naturaleza, interrogar agudamente y ser respondido a
medias, hallar la fórmula de esta respuesta, perfeccionar el esbozo y sustituir por palabras los balbuceos de "Todo
Organismo", es ser sincero, es ser veraz, es ser soñador, es ser muy sabio, es llegar a un plano de fuerza emotiva y
comprensiva en que el alma se hace un espejo impresionable y viviente, que ve, concibe, refleja, aclara y da contorno.
"
Biografía

Herman Hesse (Alemania, 1877-1962)


El mundo, nuestro sueño
" De noche en sueños las urbes y la gente, lo que es monstruoso, castillos en el aire, todo, bien lo sabes, todo se alza
del ámbito oscuro del alma, son tu imagen, obra y patrimonio, son tu sueño. Ve durante el día por calles y ciudades,
contempla los rostros y las nubes, ¡y advertirás con cierto asombro que son tuyos y eres su poeta! Todo aquello que
ante tus sentidos revolotea y vive por centuplicado, es en verdad lo tuyo, está dentro de ti, oh sueño mecido por el
alma. Marchando siempre por ti mismo, ya limitándote, ya extendiéndote, eres el orador como el oyente, eres el
creador y el que destruye. Mágicas fuerzas, ya olvidadas, hilan un sagrado engaño, y el inconmensurable mundo existe
gracias a tu hálito. "

Días del destino


" Cuando los tristes días amanecen y fríamente hostil nos mira el mundo, retraída se encuentra tu confianza y
totalmente sobre ti descansa. Mas relegado solamente a ti y por viejas las alegrías lejos, vas divisando nuevos paraísos
que a tu creencia se dirigen todos. Como aquello más propio reconoces lo que te pareció hostil y extraño, y con un
nuevo nombre denominas tu destino que libremente aceptas. Y lo que amenazaba sofocarte espíritu respira y es amigo,
es para ti un guía, un mensajero que lo más alto enseña y te señala. "

De noche
" De noche lentamente andan por el campo las parejas, las mujeres sueltan su pelo, cuenta su dinero el comerciante,
los ciudadanos leen con temor las novedades en el diario de la tarde, niños con los pequeños puños cerrados honda y
suficientemente duermen. Cada uno hace lo único verdadero, sigue una misión sublime, lactante, ciudadano, parejas:
¿y yo, en cambio, yo no? ¡Sí! También mis nocturnos actos cuyo esclavo soy, no pueden escapar al espíritu del mundo,
ellos también tienen sentido. Y voy así, de un lado para otro, bailo íntimamente, susurro tontas canciones callejeras, a
Dios alabo y a mí mismo, bebo vino y fantaseo, como si fuera un bajá, siento en los riñones unas molestias, sonrío,
bebo más, a mi corazón digo sí (mañana es imposible), tramo a partir de pasados dolores un poema, como jugando, veo
rodar la luna y las estrellas, intuyo su sentido, siento como si viajara con ellas no importa a dónde. "

Hoja marchitada
" Cada flor tiende a ser fruto, cada mañana tiende a convertirse en noche, nada hay eterno en esta tierra, excepto el
cambio o la huida. También el verano más hermoso quiere sentir alguna vez otoño y lo marchito. Mantente, hoja,
quieta y con paciencia, si intenta el rapto alguna vez el viento. Juega tu juego sin nunca defenderte, deja que
tranquilamente ocurra, y por el viento que te arranca déjate soplar hacia tu casa. "

Como todos los grandes espíritus


" Como todos los grandes espíritus, ha conocido y ha sentido perfectamente el problema, la desesperanza de la vida
humana: la grandiosidad del momento y su miserable marchitarse, la imposibilidad de corresponder a una elevada
sublimidad del sentimiento de otro modo que con la cárcel de lo cotidiano, la aspiración ardiente hacia el reino del
espíritu.
(...)
Todo este terrible flotar en el vacío y en la incertidumbre, este estar condenado a lo efímero, a lo incompleto, a lo
eternamente en ensayo, en suma, toda la falta de horizontes y de comprensión y la desesperación agobiante de la
naturaleza humana. "

Demian (fragmento)
" Y me contó la historia de un muchacho enamorado de una estrella. Adoraba a su estrella junto al mar, tendia sus
brazos hacia ella, soñaba con ella y le dirigia todos sus pensamientos. Pero sabía o creía saber, que una estrella no
podría ser abrazada por un ser humano. Creía que su destino era amar a una estrella sin esperanza; y sobre esta idea
construyó todo un poema vital de renuncia y de sufrimiento silencioso y fiel que habría de purificarle y perfeccionarle.
Todos sus sueños se concentraban en la estrella. Una noche estaba de nuevo junto al mar, sobre un acantilado,
contemplando la estrella y ardiendo de amor hacia ella. En el momento de mayor pasión dió unos pasos hacia adelante
y se lanzó al vacío, a su encuentro. Pero en el instante de tirarse pensó que era imposible y cayó a la playa destrozado.
No había sabido amar. Si en el momento de lanzarse hubiera tenido la fuerza de creer firmemente en la realizacion de
su amor, hubiese volado hacia arriba a reunirse con su estrella.
(...)
Las cosas que vemos son las mismas cosas que llevamos en nosotros. No hay mas realidad que la que tenemos dentro.
Por eso la mayoría de los seres humanos viven tan irrealmente; porque cree que las imágenes exteriores son la realidad
y no permiten a su propio mundo interior manifestarse. Se puede ser muy feliz así, pero cuando se conoce lo otro, ya
no se puede eleguir el camino de la mayoría. "

Biografía

José Luis Hidalgo (España, 1919-1947)


Ansia
" Igual que por las aguas más profundas
navega, siempre ciego, un pez luciente
así va navegando nuestra alma
por el mar absoluto de la muerte,
queremos habitar la brisa pura
de la luz inmortal, que arriba crece,
dónde están dulcemente reposando
las almas de los cuerpos que se mueren,
pero torpes y bajos, nos ahogamos
en la nada fatal que nos sostiene,
y oscuros sollozamos, comprendiendo que Dios
es sólo el ansia de quererle. "

Biografía

José Hierro (España, 1922)


Plaza sola
" Qué sosiego volver,
hablarte,
abrazarte con mis miradas,
besarte la boca de tiempo
dónde el polvo seca la lágrima,
qué descanso poner mi oído
sobre tu madera encantada,
apurar las gotas de música
de la caja de tu guitarra,
recordar, preguntar,
soñar ahora que nada importa nada. "

Reportaje
" (Caminos exteriores que otros andan)
Aquí está el tiempo sin símbolo
como agua errante que no modela el río.
Y yo, entre cosas de tiempo,
ando, vengo y voy perdido.
Pero estoy aquí, y aquí
no tiene el tiempo sentido.Deseternizado, ángel
con nostalgia de un granito
de tiempo. Piensan al verme:
"Si estará dormido..."
Porque sin una evidencia
de tiempo, yo no estoy vivo. "

Biografía

Patricia Highsmith (EEUU, 1921-1995)


Suspense (fragmento)
" Si un escritor de suspense escribe sobre asesinos y víctimas, sobre gente sumida en el torbellino de esta terrible serie
de hechos, debe conseguir algo más que la simple descripción de la brutalidad y la sangre derramada. Debería estar
interesado en la justicia de este mundo, o en la ausencia de la misma, en lo bueno y en lo malo, en la cobardía y el
coraje humanos, aunque no entendiéndolos simplemente como fuerzas que mueven una trama en una determinada
dirección. En una palabra, su gente ficticia debe parecer real. "

Biografía

Nazim Hikmet (Turquía, 1902-1963)


Posiblemente yo
" Posiblemente yo
mucho antes de aquel día
balanceándose mi sombra en un puente,
la abandone sobre el asfalto,
en un amanecer cualquiera.
Posiblemente yo
mucho después
de aquel día,
esté vivo
con señales de una barba blanca
apareciendo en mi barbilla afeitada.

Y yo,
mucho después
de aquel día:
si vivo todavía
me apoyaré contra las paredes
en cada esquina de las plazas de la ciudad
y tocaré
el violín en las noches de fiesta
para los viejos
que permanezcan vivos como
yo después de la última batalla.

En los alrededores
los pavimentos iluminados
de una noche perfecta ...
y los pasos
de las gentes nuevas
que cantan nuevas canciones. "

Acerca del vivir


" El vivir no admite bromas. Has de vivir con toda seriedad, como una ardilla, por ejemplo; es decir, sin esperar nada
fuera y más allá del vivir; es decir, toda tu tarea se resume en una palabra: vivir. Has de tomar en serio el vivir. Es
decir, hasta tal punto y de tal manera que aun teniendo los brazos atados a la espalda, y la espalda pegada al paredón,
o bien llevando grandes gafas y luciendo bata blanca en un laboratorio, has de saber morir por los hombres. Y además
por hombres que quizás nunca viste, y además sin que nadie te obligue a hacerlo, y además sabiendo que la cosa más
real y bella es vivir. Es decir: has de tomar tan en serio el vivir que a los setenta años, por ejemplo, si fuera necesario
plantarías olivos sin pensar que algún día serían para tus hijos; debes hacerlo, amigo, debes hacerlo, no porque,
aunque la temas, no creas en la muerte, sino porque vivir es tu tarea. Sucede, por ejemplo, que estamos muy
enfermos; que hemos de soportar una difícil operación; que cabe la posibilidad de que no volvemos a levantarnos de la
blanca mesa. Aunque sea imposible no sentir la tristeza de partir antes de tiempo, seguiremos riendo con el último
chiste, mirando por la ventana para ver si el tiempo sigue lluvioso, esperando con impaciencia las últimas noticias de
prensa. Sucede, por ejemplo, que estamos en el frente, por algo, por ejemplo, que vale la pena que se luche. Nada
más comenzar el ataque, al primer movimiento, Puede caerse cara a tierra, y morir. Todo esto hemos de aceptarlo con
singular valor, y a pesar de todo, preocuparnos apasionadamente por esa guerra que puede durar años y años. Sucede
que estamos en la cárcel. Sucede que nos acercamos a los cincuenta años, y que falten dieciocho más para ver abrirse
las puertos de hierro. Sin embargo, hemos de seguir viviendo con los de fuera, con los hombres, los animales, los
conflictos y los vientos, es decir, con todo el mundo exterior que se halla tras el muro de nuestros sufrimientos; es
decir: estemos donde estemos hemos de vivir como si nunca hubiésemos de morir. Se enfriará este mundo, una estrella
entre las estrellas; por otra parte una de las más pequeñas del universo, es decir, una gota brillante en el terciopelo
azul, es decir, este inmenso mundo nuestro. Se enfriará este mundo un día, algún día se deslizaré en la ciega tiniebla
del infinito -no como una bola de nieve, no como una nube muerta-, como una nuez vacía. Desde ahora mismo se ha de
sufrir por todo esto, ha de sentirse su tristeza desde ahora, tanto ha de amarse el mundo en todo instante, se le ha de
amar tan conscientemente que se pueda decir: he vivido."

Biografía

E.T.A. Hoffmann (Alemania, 1776-1822)


Vampirismo (fragmento)
" Maldito aborto del infierno, ya sé por qué aborreces el alimento de los hombres: te cebas en las tumbas , mujer
diabólica! Apenas había proferido estas palabras, la condesa, dando alaridos , se abalanzó sobre él con la furia de una
hiena y le mordió en el pecho. El conde dio un empujón a la rabiosa mujer y la tiró al suelo, donde entregó su espíritu
en medio de las convulsiones más espantosas. El conde enloqueció "

Biografía

Hugo Von Hofmannsthal (Austria, 1884-1929)


Momentos de Grecia (fragmento)
" Estos griegos -me pregunté- dónde están?. Formulada por un visitante extranjero en la misma Acrópolis y al pie del
Partenón, esta desazonante pregunta parecía reflejar la desilusión ante la imposibilidad de revivir un pasado, quizá ya
definitivamente muerto, a pesar de las grandes expectativas concebidas sobre él durante años en tierra lejana.
(…)
Hay un sueño en la vigilia, un sueño de pocos instantes, que posee una mayor fuerza de transformación y está más
cerca de la muerte que el sueño largo y profundo de las noches. "

Biografía

Friedrich Holderlin (Alemania, 1770-1843)


Hiperion o el eremita en Grecia (fragmento)
" A ser uno con todo lo viviente, volver en un feliz olvido de sí mismo, al todo de la naturaleza. A menudo alcanzo esa
cumbre...pero un momento de reflexión basta para despeñarme de ella. Medito, y me encuentro como estaba antes,
solo, con todos los dolores propios de la condición mortal, y el asilo de mi corazón, el mundo enteramente uno,
desaparece; la naturaleza se cruza de brazos, y yo me encuentro ante ella como ante un extraño, y no la comprendo.
Ojala no hubiera ido nunca a vuestras escuelas, pues en ellas es donde me volví tan razonable, donde aprendí a
diferenciarme de manera fundamental de lo que me rodea; ahora estoy aislado entre la hermosura del mundo, he sido
así expulsado del jardín de la naturaleza, donde crecía y florecía, y me agosto al sol del mediodía. Oh, sí! El hombre es
un dios cuando sueña y un mendigo cuando reflexiona. "

Biografía

Victor Hugo (Francia, 1802-1885)


El hombre y la mujer
" El hombre es la más elevada de las criaturas;
la mujer es el más sublime de los ideales.
Dios hizo para el hombre un trono,
para la mujer un altar.
El trono exalta;
el altar santifica.
El hombre es el cerebro,
la mujer el corazón,
el cerebro fabrica la luz;
el corazón produce el amor.
La luz fecunda, el amor resucita.
El hombre es fuerte por la razón;
la mujer invensible por las lágrimas.
La razón convence;
las lágrimas conmueven.
El hombre es capaz de todos los heroísmos;
la mujer de todos los martirios.
El heroísmo ennoblece;
el martirio sublimiza.
El hombre tiene la supremacía;
la mujer la preferencia.
La supremacía significa la fuerza;
la preferencia representa el derecho.
El hombre es un genio;
la mujer es un ángel.
El genio es inmensurable;
el ángel indefinible.
La aspiración del hombre es la suprema gloria,
la aspiración de la mujer es la virtud extrema.
La gloria hace todo lo grande;
la virtud hace todo lo divino.
El hombre es un código;
la mujer un evangelio.
El código corrige,
el evangelio perfecciona.
El hombre piensa;
la mujer sueña.
Pensar es tener en el cráneo una larva;
soñar es tener en la frente una aureola.
El hombre es un océano; la mujer es un lago.
El acéano tiene la perla que adorna;
el lago la poesía que deslumbra.
El hombre es el águila que vuela;
la mujer es el ruiseñor qu canta.
Volar es dominar el espacio,
cantar es conquistar el alma.
El hombre es un templo;
la mujer es el sagrario.
Ante el templo nos descubrimos;
ante el sagrario nos arrodillamos.
En fin:
El hombre está colocado donde termina la tierra;
la mujer donde comienza el cielo. "

Te deseo
" Te deseo primero que ames y que amando, también seas amado(a).

Y que, de no ser así, seas breve en olvidar y que después de olvidar, no guardes rencores. Deseo, pues, que no sea así,
pero que si es, sepas ser sin desesperar.

Te deseo también que tengas amigos, y que, incluso malos e inconsecuentes, sean valientes y fieles, y que por lo
menos haya uno en quien puedas confiar sin dudar.

Y porque la vida es así, te deseo también que tengas enemigos. Ni muchos ni pocos, en la medida exacta, para que,
algunas veces, te cuestiones tus propias certezas.

Y que entre ellos, haya por lo menos uno que sea justo, para que no te sientas demasiado seguro.

Te deseo además que seas útil, más no insustituible. Y que en los momentos malos, cuando no quede más nada, esa
utilidad sea suficiente para mantenerte en pie.

Igualmente, te deseo que seas tolerante; no con los que se equivocan poco, porque eso es fácil, sino con los que se
equivocan mucho e irremediablemente, y que haciendo buen uso de esa tolerancia, sirvas de ejemplo a otros.
Te deseo que siendo joven no madures demasiado de prisa, y que ya maduro, no insistas en rejuvenecer, y que siendo
viejo no te dediques al desespero. Porque cada edad tiene su placer y su dolor y es necesario dejar que fluyan entre
nosotros.

Te deseo de paso que seas triste. No todo el año, sino apenas un día. Pero que en ese día descubras que la risa diaria es
buena, que la risa habitual es sosa y la risa constante es malsana.

Te deseo que descubras, con urgencia máxima, por encima y a pesar de todo, que existen, y que te rodean, seres
oprimidos, tratados con injusticia y personas infelices.

Te deseo que acaricies un gato, alimentes a un pájaro y oigas a un jilguero erguir triunfante su canto matinal, porque
de esta manera, te sentirás bien por nada.
Deseo también que plantes una semilla, por más minúscula que sea, y la acompañes en su crecimiento, para que
descubras de cuántas vidas está hecha un árbol.

Te deseo, además, que tengas dinero, porque es necesario ser práctico. Y que por lo menos una vez por año pongas
algo de ese dinero enfrente a ti y digas: "Esto es mío", sólo para que quede claro quién es el dueño de quién.

Te deseo también que ninguno de tus afectos muera, pero que si muere alguno, puedas llorar sin lamentarte y sufrir sin
sentirte culpable.

Te deseo por fin que, siendo hombre, tengas una buena mujer, y que siendo mujer, tengas un buen hombre, mañana y
al día siguiente, y que cuando estén exhaustos y sonrientes, aún sobre amor para recomenzar.

Si todas estas cosas llegaran a pasar, no tengo más nada que desearte. "

Biografía

Ted Hughes (Gran Bretaña, 1930)


Emily Bronté
" El viento de Crow Hill era su amado, sólo ella sabía el secreto de su historia ardiente, pero su beso fue fatal. En su
oscuro Paraíso reinaba el arroyo que ella adoraba tanto y consumió su pecho. El crespo y húmedo rey de ese reino salvó
el muro y yació en su cama enferma de amor y zarapito cubrió sus entrañas, bajo su corazón creció la piedra, su
muerte es un llanto de niño por el páramo."

Dos árboles en Top Whitens


" Expuestos a la luz infinita, pastores del viento hacen sonar las cañas de la desolación, arrancados de la fragua
brotaron y crecieron después de cualquier modo, fué Dios y lo sabían. Los montes ahora los sustentan de visiones entre
un vacío y otro más brillante, con música y silencio. Inquieta la gente alza sus cabezas de oveja, después siguen
comiendo. "

Biografía

Vicente Huidobro (Chile, 1893-1948)


Arte poética
" Que el verso sea como una llave
que abra mil puertas.
Una hoja cae; algo pasa volando;
cuanto miren los ojos creado sea,
y el alma del oyente quede temblando.

Inventa mundos nuevos y cuida tu palabra;


el adjetivo, cuando no da vida, mata.
Estamos en el ciclo de los nervios.
El músculo cuelga,
como recuerdo, en los museos;
mas no por eso tenemos menos fuerza :
el vigor verdadero reside en la cabeza.
Por qué cantáis la rosa, ¡ oh Poetas !
hacedla florecer en el poema;
sólo para nosotros
viven todas las cosas bajo el Sol.

El poeta es un pequeño Dios. "

Biografía

Edmund Husserl (Alemania, 1859-1938)


Investigaciones lógicas (fragmento)
" Pues bien, la intuición categorial sería algo distinto de la intuición sensible y sin embargo sería intuición. En la
intencionalidad se nos dan los objetos, las cosas, las personas, las situaciones, los sentimientos, no sólo como
perceptibles, sensibles, sino en estructuras que trascienden lo puramente sensible, empírico, fáctico. Intuir es un
captar, en el sentido más profundo de quien intuye más alla de lo meramente sensible, estructuras y formas de lo que
se nos da en la experiencia. "

Ideas I (fragmento)
" Toda intuición en que se da algo originariamente es una fuente de derecho de conocimiento, todo lo que se nos brinda
originariamente (por decirlo así, en su realidad corpórea) en la intuición, hay que tomarlo simplemente como se da,
pero también sólo dentro de los límites en que se da. "

Biografía

Aldous Huxley (Gran Bretaña, 1894-1963)


El tiempo debe detenerse (fragmento)
" La Esclavitud del pensamiento a la vida es uno de nuestros temas favoritos. Bergson y los Pragmatistas, Adler y Freud,
los muchachos del materialismo Dialéctico y del Objetivismo, todos enuncian sonoramente sus variaciones en torno a
él. La mente no es sino instrumento para fabricar instrumentos, está controlada por fuerzas inconscientes ya sea
sexuales o agresivas, es el producto de presiones económicas y sociales, un montón de reflejos condicionados, Todo
absolutamente cierto hasta aquí; pero falso si no va más allá... El pensamiento es el esclavo de la vida. Esto es
evidente. Pero si al mismo tiempo no fuese algo más, no podríamos hacer ni siquiera esta generalización parcialmente
válida. El significado de la segunda cláusula es principalmente práctico. La vida es juguete del tiempo. Por el mero
hecho de esfumarse, el tiempo convierte en un absurdo todo el planteamiento consciente de la vida. Y sin embargo, la
única fe de una mayoría de europeos y de los americanos del siglo veinte es un fe en el futuro... por el cual están
dispuestos a sacrificar su única posesión tangible; el Presente... pero... el tiempo debe detenerse... Solamente
tomando en cuenta el hecho de la eternidad podremos liberar al pensamiento de la esclavitud de la vida. Y solamente
entregando deliberadamente nuestra atención y nuestra fe a la eternidad podemos impedir que el tiempo convierta
nuestras vida en una bufonada diabólica. "

Viejo muere el cisne (fragmento)


" Para Jeremy, la experiencia directa e inmediata era siempre difícil de captar y siempre le producía una cierta
desazón. La vida se tornaba segura y las cosas adquirían significado sólo cuando se habían convertido en palabras y
quedaban confinadas entre las cubiertas de un libro. "
Biografía

Juana de Ibarborou (Uruguay, 1892-1979)


Noche de lluvia
Llueve... espera, no duermas.
Estate atento a lo que dice el viento,
y a lo que dice el agua que golpea
con sus dedos menudos en los vidrios.
Todo mi corazón se vuelve oídos
para escuchar a la hechizada hermana
que ha dormido en el cielo,
que ha visto el sol de cerca,
y baja ahora elástica y alegre de la mano del viento,
igual que una viajera que torna
de un país de maravilla.
Cómo estará de alegre el trigo, amante.
Con qué avidez se esponjará la hierba,
cuántos diamantes colgarán ahora
del ramaje profundo de los pinos.
Espera, no te duermas.
Escuchemos el ritmo de la lluvia.
Apoya entre mis senos tu frente taciturna. "

Biografía

Henrik Ibsen (Noruega, 1828-1906)


Cuando los muertos nos despertemos (fragmento)
" Soy artista, Irene. Y no me avergüenzo de la fragilidad que quizás me acompaña. Porque soy
artista innato, ves. Y nunca seré nada más que artista de todas formas.
(...)
Inventaba lo que veía con mis propios ojos a mi alrededor. Y surgiendo de las grietas de la tierra un
torbellino de personas con caras de animal bajo el rostro. Mujeres y hombres, tal como les conocí
en la vida misma. "

Peer Gynt (fragmento)


" Tan extremadamente pobre puede un alma volver a la nada en la niebla gris. Tú, tierra deliciosa,
no te enfurezcas por haber pisado tu hierba en vano. Tú, sol delicioso, has rociado con tus rayos
lucientes una cabaña deshabitada. No había nadie dentro para calentar y entonar, el dueño, dicen,
estaba siempre lejos del hogar. "

Biografía
Jorge Icaza (Ecuador, 1906-1978)
Huasipungo (fragmento)
" -Nu han de robar así nu más a taita Andrés Chiliquinga- concluyó el indio, rascándose la cabeza,
lleno de un despertar de oscuras e indefinidas venganzas. Ya le era imposible dudar de la verdad del
atropello que invadía el cerro. Llegaban... Llegaban más pronto de lo que él pudo imaginarse.
Echarían abajo su techo, le quitarían la tierra. Sin encontrar una defensa posible, acorralado como
siempre, se puso pálido, con la boca semiabierta, con los ojos fijos, con la garganta anudada. ¡No!
Le parecía absurdo que a él... Tendrían que tumbarle con hacha como a un árbol viejo del monte.
Tendrían que arrastrarle con yunta de bueyes para arrancarle de la choza donde se amañó, donde
vio nacer al guagua y morir a su Cunshi. ¡Imposible! ¡Mentira! No obstante, a lo largo de todos los
chaquiñanes del cerro la trágica noticia levantaba un revuelo como de protestas taimadas, como de
odio reprimido. Bajo un cielo inclemente y un vagar sin destino, los longos despojados se
arremangaban el poncho en actitud de pelea, como si estuvieran borrachos, algo les hervía en la
sangre, les ardía en los ojos, se les crispaba en los dedos y les crujía en los dientes como tostado de
carajos. Las indias murmuraban cosas raras, se sonaban la nariz estrepitosamente y de cuando en
cuando lanzaban un alarido en recuerdo de la realidad que vivían. Los pequeños lloraban. Quizás
era mas angustiosa y sorda la inquietud de los que esperaban la trágica visita. Los hombres entraban
y salían de la choza, buscaban algo en los chiqueros, en los gallineros, en los pequeños sembrados,
olfateaban por los rincones, se golpeaban el pecho con los puños --extraña aberración masoquista--,
amenazaban a la impavidez del cielo con el coraje de un gruñido inconsciente. Las mujeres, junto
al padre o al marido que podía defenderlas, planeaban y exigían cosas de un heroísmo absurdo. Los
muchachos se armaban de palos y piedras que al final resultaban inútiles. Y todo en la ladera, con
sus locos chaquiñanes, con sus colores vivos unos y desvaídos otros, parecía jadear como una mole
enferma en el medio del valle. "

Biografía

William Inge (EEUU, 1913-1973)


Esplendor en la hierba (fragmento)
" Aunque mis ojos ya no puedan ver ese puro destello, que en mi juventud me
deslumbraba. Aunque ya nada pueda devolver la hora del esplendor en la hierba de la
gloria en las flores, no hay que afligirse. Porque la belleza siempre subsiste en el
recuerdo. "

Biografía

Eugene Ionesco (Rumania, 1912-1994)


La cantante calva (fragmento)
" BOMBERO-El resfriado: Mi cuñado tenía, por el lado paterno, un primo carnal uno de cuyos tíos
Ricardo Jaimes Freyre (Bolivia, 1868-1933)
El camino de los cisnes, de Castalia Bárbara
" Crespas olas adheridas a las crines
de los ásperos corceles de los vientos;
alumbradas por rojizos resplandores
cuando en yunque de montañas su martillo bate el trueno.
Crespas olas que las nubes oscurecen
con sus cuerpos desgarrados y sangrientos,
que se esfuman lentamente en los crepúsculos.
Turbios ojos de la noche, circundados de misterio.
Crespas olas que cobijan los amores
de los monstruos espantables en su seno,
cuando entona la gran voz de las borrascas
su salvaje epitalamio como un himno gigantesco.
Crespas olas qe se arrojan a las playas
coronadas por enormes ventisqueros,
donde turban con sollozos convulsivos
el silencio indiferente de la noche de los hielos.
Crespas olas que la quilla despedaza
bajo el rayo de los ojos del guerrero,
que ilumina las entrañas palpitantes
del Camino de los Cisnes para el Rey del Mar abierto. "

Biografía

Henry James (EEUU, 1843-1916)


Cuadernos de notas (fragmento)
" 34 Devere Gardens W. Sábado, 12 de enero de 1859: Anoto aquí la historia de fantasmas que el arzobispo de
Canterbury me contó en Addington (la noche del jueves 10); un mero boceto, vago, general, impreciso, puesto que no
otra cosa le había referido (de modo harto malo e imperfecto) una dama que no poseía el arte de narrar ni claridad
alguna. Es la historia de unos niños (de edad y en número indefinidos) que, muertos presumiblemente los padres,
quedan al cuidado de sirvientes en una vieja casa de campo. Los sirvientes, malvados y corrompidos, corrompen y
depravan a los niños; los niños se vuelven viles, capaces de ejercer el mal en un grado siniestro. Los sirvientes mueren
(la historia no dice claramente como) y sus apariencias, sus figuras, vuelven para poseer la casa y a los niños, a quienes
parecen tentar a quienes invitan y convocan desde más allá de lugares peligrosos, el profundo barranco tras una cerco
derruido, etc, de modo que al entregarse a su poder los niños pueden destruirse, perderse. No sé perderán mientras
alguien los mantenga alejados; pero estas malignas presencias insisten una y otra vez, intentando hacer presa de ellos.
Es cuestión de que los niños "vayan hacia allá". La pintura, la historia, es demasiado oscura e inacabada, pero inspira la
realización de un efecto extrañamente horripilante. Ha de contarla-es tolerantemente obvio-un testigo u observador
externo. "

El arte de la novela (fragmento)


" La experiencia no es nunca limitada, y no es jamás completa; es una sensibilidad inmensa, una especie de enorme
tela de araña, de los más finos hilos de seda, suspendida en la cámara de la conciencia, y que capta en su tejido todas
las partículas llevadas por el aire. Es la atmósfera misma de la inteligencia; y cuando ésta es imaginativa, y más aún
cuando ocurre que es la de un hombre genial, trae hacia sí los más débiles asomos de vida, convierte las vibraciones
del aire en revelaciones. "

Retrato de una dama (fragmento)


" Qué mejor don podía darse en una compañera que el de una mente vivaz, imaginativa, que le ahorrara a uno
repeticiones y reflejara el propio pensamiento en una superficie pulida, elegante? Osmond detestaba ver su
pensamiento reproducido al pie de la letra -así parecía rancio y tonto-; prefería que ganase frescura en la
reproducción, como la letra en la música. Su egocentrismo no había tomado nunca la cruda forma de desear una mujer
sosa; la inteligencia de esa dama tenía que ser una fuente de plata, no de barro -una fuente que él pudiese colmar de
frutas maduras, a las cuales prestaría un valor decorativo-, de suerte que la conversación pudiera ser para él algo así
como un postre servido. En Isabel encontraba la calidad argéntea de esa perfección; podía tocar en aquella imaginación
con los nudillos y hacerla resonar. "

Las Bostonianas (fragmento)


" Ella no se hacía ninguna ilusión sobre el porvenir que le esperaba cuando fuera su mujer; no lo pintaba con colores
suaves ni se prometía que resultaría fácil; por el contrario, sabía que viviría en la pobreza y en la oscuridad, que sería
la compañera de sus luchas y de su severo, duro y áspero estoicismo. Pero sabía también que la felicidad para ella
consistía en introducirse en la vida de él, por árida y triste que pudiera resultar. "

Biografía

Alfred Jarry (Francia, 1873-1907)


Ubu Rey (fragmento)
" Por fin estoy al abrigo. Estoy sola aquí. No es ningún inconveniente. Pero que carrera desenfrenada: atravesar toda
Polonia en cuatro días. Todas las desgracias me han caído de golpe. Inmediatamente después de la marcha de ese gran
borrico voy a la cripta a enriquecerme. Poco después estoy a punto de que me liquide el Bougrelas ese, y esos cosacos.
Pierdo a mi caballero, el Palotino Girón que estaba tan enamorado de mis encantos que se extasiaba de placer al
verme, e incluso, me ha asegurado, al no verme, lo que es el colmo de la ternura. Se habría dejado partir en dos por
mí, el pobre muchacho. La prueba es que Bougrelas lo ha partido en cuatro. ¡Pif, paf, pan! ¡Ah! Me siento morir.
Después, emprendo la huida perseguida por la turba enfurecida. Abandono el palacio; llego al Vístula. Todos los
puentes están vigilados. Atravieso el río a nado, confiando dejar de este modo a mis perseguidores. Por todas partes la
nobleza se junta y me persigue. Mil veces estoy a punto de perecer ahogada en un círculo de polacos obsesionados en
perderme. Finalmente logré sustraerme a su furia, y después de cuatro días de carrera por la nieve de lo que fue mi
reino, llego a refugiarme aquí. No he bebido ni comido en estos cuatro días. Bourdelas me pisaba los talones... Pero en
fin, ya estoy salvada. ¡Ah! Estoy muerta de fatiga y de frío. Pero desearía saber qué ha sido de mi gordo polichinela,
quiero decir, mi muy respetable esposo. Y mira que le he robado finanza. Y le he cogido rixdales. ¡Cómo le he puesto
de cuernos! Y su caballo de finanzas que se moría de hambre. No veía a menudo avena el pobre diablo. ¡Ah! Cuán bella
historia. Pero, ay, he perdido mi tesoro. Está en Varsovia. Que vaya a buscarlo quien quiera. "

Biografía

Tahar Ben Jelloun (Marruecos, 1944)


El niño de arena (fragmento)
" Esta historia tiene algo de la noche; es oscura y sin embargo rica en imágenes; debería desembocar en una luz, débil y
suave; cuando lleguemos al amanecer, seremos liberados, habremos envejecido una noche, larga y pesada, un medio
siglo y algunas hojas blancas desparramadas en el patio de mármol blanco de nuestra casa de recuerdos. "

La noche sagrada (fragmento)


" Ahora que soy vieja, tengo toda la serenidad para vivir. Voy a hablar, depositar las palabras y el tiempo. Me siento un
poco pesada. No es por los años que pesan más, sino por todo lo que no ha sido dicho, lo que he callado y disimulado.
No sabía que una memoria llena de silencios y miradas podía convertirse en una bolsa de arena que vuelve la marcha
difícil.
(...)
Mi historia era mi prisión, y el hecho de estar encerrada en una célula gris por haber matado a un hombre era
secundario. Dondequiera que fuese, transportaría mi prisión como una caparazón sobre la espalda. Allí habitaba y sólo
me quedaba habituarme. Este aislamiento me ayudaría tal vez a cortar uno a uno los hilos tejidos a mi alrededor por
ese destino oculto. Era una caja cerrada, depositada en un hangar estrecho y sellado. "

Biografía

Jerome K. Jerome (Gran Bretaña, 1858-1927)


Tres hombres en una barca (fragmento)
" En mi caso lo que no funcionaba era el hígado. Sabía que el hígado no me funcionaba porque acababa de leer un
prospecto de píldoras hepáticas donde se detallaban los diversos síntomas que permiten apercibirse del mal
funcionamiento del hígado. Yo los tenía todos. Aunque parezca realmente extraordinario, jamás he leído un prospecto
farmacéutico sin llegar inevitablemente a la conclusión de que padezco la enfermedad allí descrita, y en su forma más
virulenta. El diagnóstico parece coincidir, sin excepción y exactamente, con todas las sensaciones que he sentido
alguna vez en la vida. Recuerdo que un día fui al Museo Británico para leer algo sobre el tratamiento de un ligero
achaque que me afectaba... creo que era fiebre del heno. Bajé el libro y leí cuanto tenía que leer; y después,
irreflexivamente, lo hojeé descuidado y empecé a estudiar con indolencia las enfermedades en general. No recuerdo
cual fue la primera dolencia donde me sumergí. -sin duda algún temible y devastador azote- pero, antes de haber
llegado a la mitad de la lista de "síntomas premonitorios", supe sin lugar a dudas que la había contraído. Me quedé unos
instantes paralizado de horror. Después, con la indiferencia propia de la desesperación, seguí pasando páginas. Llegué
a la fiebre tifoidea, leí los síntomas, descubrí que tenía fiebre tifoidea, que debía tenerla desde hacía meses sin
saberlo. Me pregunté que más tendría. Llegué al baile de San Vito; descubrí, como ya esperaba, que también lo tenía.
Empecé a interesarme por mi caso y, decidido a investigarlo a fondo, inicié un estudio por orden alfabético. Observé
que estaba contrayendo la malaria, cuyo estado crítico sobrevendría en un par de semanas. Constaté aliviado que
padecía la enfermedad de Bright sólo en forma benévola y que, en lo que a ello tocaba, me quedaban muchos años de
vida. Tenía el cólera, con complicaciones graves, y parece que había nacido con difteria. Recorrí concienzudamente las
veintiseis letras para llegar a la conclusión de que la única enfermedad que no padecía era la rodilla de fregona . Esto
me irritó en un primer momento. Parecía, en cierto modo, una especie de menosprecio. ¿Por qué no tenía rodilla de
fregona? ¿Por qué tan odiosa salvedad? Al rato, sin embargo, se impusieron sentimientos menos egoistas. Recordé que
tenía todas las demás enfermedades conocidas por la farmacología, mi egoismo cedio y decidí arreglármelas sin rodilla
de fregona. Parecía que la gota, en su estadio más maligno se había apoderado de mí sin que yo me diera cuenta, y era
evidente que sufría zimosis desde la temprana infancia. Después de zimosis no había más enfermedades, por lo que
conclui que ya no me ocurría nada más. "

Biografía

Juan Ramón Jiménez (España, 1881-1959)


Jardines lejanos (VI)
" No hay sol; el cielo de invierno
es de bruma y nubes blancas;
sólo hay un raso celeste
sobre la saraucarias.

La avenida abre su sueño


llena de mujeres pálidas ...
los vientos están jugando
con las sedas perfumadas.

Hay carícias como rosas


en la lívida mañana;
la carne en flor da el perfume
que han perdido las acacias.

Es un pecado discreto,
es una carne cristiana
que va a misa, con un lirio
entre rosas deshojadas;

carne que nunca podrá


sobre la dulce frescura
de las espaldas románticas ...

en la mañana galante
rezan a Dios las campanas;
desde dentro están llamando
los corazones en gracia.

¡Fondos de oro, con albores


floreados, con fragancia
de purezas sin latido,
con dulzura de gargantas!

Pero el cielo gris ha puesto


muy rosas todas las almas
y tiende rasos celestes
sobre las araucarias ... "

Rosas mustias cada día


" Todas las rosas blancas de la luna caían,
por la ventana abierta, en el cuerpo desnudo ...
Mirando aquellas carnes blandas que florecían,
hundido entre mis sueños, yo estaba absorto y mudo.

¡Oh su sexo con luna! ¡Esencia indefinible


de su sexo con luna! Hervían los blancores
de la carne, y el rostro, perdido en lo invisible
de la penumbra, lánguido, cerraba sus colores.

Era el enervamiento del dolor ... Y cual una


rosa de treinta años, opulenta y desierta,
el cuerpo blanco se elevaba hacia la luna
frío, espectral, azul, como una pompa muerta ... "

Platero y yo (fragmento)
" En el arroyo grande que la lluvia había dilatado hasta la viña, nos encontramos, atascada, una vieja carretilla, perdida
toda bajo su carga de yerba y de naranjas. Una niña, rota y sucia, lloraba sobre una rueda, queriendo ayudar con el
empuje de su pechillo en flor al borricuelo, más pequeño, ¡ay!, y más flaco que Platero. Y el borriquillo se despachaba
contra el viento, intentando, inútilmente, arrancar del fango la carreta, al grito sollozante de la chiquilla. Era vano su
esfuerzo, como el de los niños valientes, como el vuelo de esas brisas cansadas del verano que se caen, en un desmayo,
entre las flores. Acaricié a Platero y, como pude, lo enganché a la carretilla, delante del borrico miserable. Lo obligué,
entonces, con un cariñoso imperio, y Platero, de un tirón, sacó carretilla y rucio del atolladero y les subió la cuesta.
¡Qué sonreír el de la chiquilla! Fue como si el sol de la tarde, que se quebraba, al ponerse entre las nubes de agua, en
amarillos cristales, le encendiese una aurora tras sus tiznadas lágrimas. Con su llorosa alegría, me ofreció dos escogidas
naranjas, finas, pesadas, redondas. Las tomé, agradecido, y le di una al borriquillo débil, como dulce consuelo; otra a
Platero, como premio áureo "
Biografía

Eyvind Johnson (Suecia, 1900-1976)


Sueños de rosas y fuego (fragmento)
" Cuando lo considero cuidadosamente, llego a la conclusión que no es la acumulación por la que me estoy esforzando.
Es la variedad dentro del curso de los sucesos lo que quiero destacar. Son los matices. La totalidad sucumbirá ante la
historia, de ello estoy convencido. Pero el aliento, mis suspiros, los pequeños gestos de mis vecinos más cercanos, y
amigos y enemigos, no serán considerados en la historia de otra forma que ahogándose en ella. Para preservar esos
matices valiosos, como los reflejados en mi pecho, me considero como alguien que supera su propia existencia.
(...)
El recordaba: Ellos me golpearon. Me dieron con la vara de abedul y el látigo. Con el puño cerrado. Halaron mi cabello
y regañaron. Tuve la ironía y la amargura de sus caras y sus bocas. Pero los recuerdos hermosos se quedaron con él y
crecieron con fuerza. Dos recuerdos debían ser colocados uno sobre el otro como dos platos de vidrio conteniendo fotos
diferentes. Si uno los mantuviera hacia arriba contra la luz, vería que ninguno de ellos eran los apropiados. "

Biografía

Gaspar Jovellanos (España, 1744-1811)


Satira Primera - A Arnesto (fragmento)
" Hubo un tiempo en que andaba la modestia
dorando los delitos; hubo un tiempo
en que el recato tímido cubría
la fealdad del vicio; pero huyóse
el pudor a vivir en las cabañas.
Con él huyeron los dichosos días,
que ya no volverán; huyó aquel siglo
en que aun las necias burlas de un marido
las Bascuñanas crédulas tragaban;
mas hoy Alcinda desayuna al suyo
con ruedas de molino; triunfa, gasta,
pasa saltando las eternas noches
del crudo enero, y cuando el sol tardío
rompe el oriente, admírala golpeando,
cual si fuese una extraña, al propio quicio.
Entra barriendo con la undosa falda
la alfombra; aquí y allí cintas y plumas
del enorme tocado siembra, y sigue
con débil paso soñolienta y mustia,
yendo aún Fabio de su mano asido,
hasta la alcoba, donde a pierna suelta
ronca el cornudo y sueña que es dichoso.
Ni el sudor frío, ni el hedor, ni el rancio
eructo le perturban. A su hora
despierta el necio; silencioso deja
la profanada holanda, y guarda atento
a su asesina el sueño mal seguro. "
Biografía

James Joyce (Irlanda, 1882-1941)


Ulises (fragmento)
" Un dolor, que no era todavía el dolor del amor, le roía el corazón. Silenciosamente, ella le había acercado en un
sueño después de morir, con su cuerpo consumido, en la suelta mortaja parda, oliendo a cera y palo de rosa: su
aliento, inclinado sobre él, mudo y lleno de reproche, tenía un leve olor a cenizas mojadas. A través de la bocamanga
deshilachada veía ese mar saludado como gran madre dulce por la bien alimentada voz de junto a él. El anillo de bahía
y horizonte contenía una opaca masa verde de líquido. Junto al lecho de muerte de ella, un cuenco de porcelana
blanca contenía la viscosa bilis verde que se había arrancado del podrido hígado en ataques de ruidosos vómitos
gimientes. "

Ella llora sobre Rahoon


" Dulce cae la lluvia sobre Rahoon
dulcemente cayendo donde mi opaco amante descansa
triste es su voz que me llama
tristemente llamándome cuando gris asciende la luna.
Amor escucha aún suave
cuán triste su voz siempre me llama
siempre sin respuesta
mientras la lluvia cae
ahora como entonces.
Oscuros también nuestros corazones
oh amor descansarán y se quedarán fríos
como su triste corazón descansa
bajo las ortigas que grises hace la luna
bajo la negra tierra
y la lluvia que murmura. "

Oración
" Otra vez! Ven, dame, cédeme la fortaleza!
Desde lejos una frágil voz susurra su cruel,
pacifica miseria de obediencia sobre el cerebro que se quiebra,
suavizando su temor como si fuera un alma predestinada.
Cesa, amor callado! Destino mío!
Ciégame con tu oscura cercanía,
Oh ten piedad, amado enemigo de mi voluntad!
No me atrevo a soportar el tacto frío que me aterroriza.
Aún llévate de mí esta lenta vida,
enárcate más profundamente sobre mí,
semblante amenazador; orgulloso de mi caída recuerda,
apiadándote de quién es, de quién fue.
Otra vez! Juntos, abrazados por la noche, descansen sobre la tierra.
Desde lejos oigo una voz frágil respirando sobre mi cerebro que se quiebra,
ven, me entrego, enárcate más profundamente sobre mí, aquí estoy,
tirano no me dejes, sólo alegría, sólo angustia,
tómame, sálvame, sosiégame, o prescinde de mí. "

Ecce Puer
" Del oscuro pasado, nace un niño,
alegría y tristeza me arrancan el corazón,
tranquilo en la cuna vivo descansa,
que amor y gracia sus ojos abran.
La joven vida respira sobre el cristal,
el mundo que no era viene para irse,
un niño duerme, un viejo se marcha,
oh padre renegado, perdona a tu hijo. "

Biografía

Ernst Jünger (Alemania, 1895-1998)


Radiaciones (fragmento)
" Las conversaciones entre varones deberían desarrollarse igual que las de los dioses, como charlas entre seres
invulnerables. El combate con ideas ha de asemejarse a un combate con espadas espirituales, que cortan la materia sin
esfuerzo y sin causar dolor; y el goce resulta tanto más puro cuanto más preciso es el golpe que se recibe. En tales
acciones bélicas del espíritu es preciso ser inmunes a las heridas.
(...)
En las conversaciones sobre la crueldad de estos días emerge con frecuencia esta pregunta: de dónde salen todas esas
fuerzas demoníacas, como los desolladores y asesinos, esas fuerzas que, sin embargo, nadie había visto y ni siquiera
sospechado. Pero estaban presentes en potencia, como lo demuestra la realidad. La novedad está en que ahora se han
hecho visibles, en que han quedado sueltas, lo cual les permite causar daño a los seres humanos. Ha sido nuestra culpa
común lo que ha llevado a dejar sueltas esas fuerzas: al despojarnos de los vínculos desencadenamos simultáneamente
lo que había en los subterráneos. No nos es lícito, pues, quejarnos si el mal nos golpea a nosotros también en cuanto
individuos.
(...)
La radio anuncia que Himmler ha sido detenido; iba disfrazado. Tal vez la primera vez que no iba disfrazado -el
Reichsfürer de las SS vestido de vagabundo, de mendigo tuerto. Sic transit gloria. Al ser detenido mordió una ampolla
de cianuro que llevaba en la boca. Desde el comienzo tuve claro que esos caramelos tenían que formar necesariamente
parte del equipo, del nécessaire de los hombres de poder puros, no inquietados por ningún escrúpulo. Lo que en ese
hombre me resultó siempre raro fue que apestase a burgués. Uno pensaría que alguien que organiza la muerte de
muchos millares de personas tendría que diferenciarse visiblemente de todos los demás hombres y que a su alrededor
habría un resplandor terrible, un brillo luciferino. En vez de tales cosas, esos rostros, que uno encuentra en toda gran
ciudad cuando anda buscando una habitación amueblada y nos abre la puerta un funcionario que se ha jubilado
anticipadamente. En eso se hace patente, por otro lado, hasta qué grado ha penetrado el mal en nuestras
instituciones: el progreso de la abstracción. Detrás de la primera ventanilla, puede aparecer nuestro verdugo. Hoy nos
manda una carta certificada y mañana, la sentencia de muerte. Hoy nos hace un agujero en el billete de tren, y
mañana, un agujero en la nuca. Y ejecuta ambas cosas con la misma pedantería, con el mismo sentido del deber. Quien
no v eso ya en los andenes de las estaciones y en el keep smiling de las vendedoras camina por nuestro mundo como un
daltónico. Ese mundo no tiene sólo zonas y períodos terribles, sino que es terrible de arriba abajo. También habría que
meditar sobre lo siguiente: las ideas ampulosas, la fealdad cotidiana de tales personajes son un indicio de su papel
subordinado en el imperio del mal. El pensamiento de que millones de personas dejan este mundo porque un señor, un
tal Himmler, acciona la palanca de la máquina de aniquilación, ese pensamiento forma parte de las ilusiones ópticas. Si
ha estado cayendo nieve todo el invierno basta la pata de una liebre para que se precipite al valle un alud. "
Franz Kafka (Checoslovaquia, 1883-1924)
Aforismos: Consideraciones acerca del pecado
" El camino verdadero pasa por una cuerda, que no está extendida en alto, sino sobre el suelo. Parece preparada mas
para hacer tropezar, que para que se siga su rumbo.
Todos los errores humanos son fruto de la impaciencia. Interrupción prematura de un proceso ordenado, obstáculo
artificial levantado al derredor de una realidad artificial.
A partir de cierto punto no hay retorno. Este es el punto que hay que alcanzar.
El poseer no existe, existe solamente el ser: ese ser que aspira hasta el último aliento, hasta la asfixia.
En un tiempo no podía comprender porqué no recibía respuesta a mi pregunta, hoy no puedo comprender como pude
estar engañado hasta el extremo de preguntar. Pero no es que me engañase, preguntaba solamente.
Sólo temblor y palpitación fue su respuesta a la afirmación de que tal vez poseía pero no era. "
La Muralla China (fragmento)
" El Imperio es eterno, pero el emperador vacila y se tambalea; dinastias enteras se derrumban y mueren en un solo
estertor. De esas batallas y esas luchas no sabrá nada el pueblo; es como el retrasado forastero que no pasa del fondo
de una atestada calle lateral, mientras en la plaza central están ejecutando al rey. Hay una parábola que describe muy
bien esta relación. El emperador- asi dicen- te ha enviado a ti, el solitario, el mas miserable de sus súbditos, la sombra
que ha huido a la mas distante lejanía, microscópica ante el sol imperial; justamente a ti, el Emperador te ha enviado
un mensaje desde su lecho de muerte. Hizo arrodillar al mensajero junto a su cama y le susurró el mensaje al oído; tan
importante le parecía, que se lo hizo repetir. Asintiendo con la cabeza, corroboró la exactitud de la repetición. Y ante
la muchedumbre reunida para contemplar su muerte -todas las paredes que interceptaban la vista habían sido
derribadas, y sobre la amplia y alta curva de la gran escalinata formaban un círculo los grandes del Imperio-, ante
todos ordenó al mensajero que partiera. el mensajero partió en el acto; un hombre robusto e incansable; extendiendo
primero un brazo, luego el otro, se abre paso a través de la multitud; cuando encuentra un obstáculo, se señala sobre
el pecho el signo del sol: adelanta mucho más facilmente que ningun otro. Pero la multitud es muy grande: sus
alojamientos son infinitos. Si ante él se abriera el campo libre, como volaría, que pronto oirías el glorioso sonido de sus
puños contra tu puerta. Pero en cambio, que vanos son sus esfuerzos: todavía está abriéndose paso a través de las
cámaras del palacio central; no acabará de atravesarlas nunca; y si terminara, no habría adelantado mucho; todavía
tendría que cruzar los patios; y después de los patios el segundo palacio circundante; y nuevamente las escaleras y los
patios; y nuevamente un palacio, y así durante miles de años; y cuando finalmente atravesara la última puerta -pero
esto nunca, nunca podría suceder- todavía le faltaría cruzar la capital, el centro del mundo, donde su escoria se
amontona prodigiosamente. Nadie podría abrirse paso a través de ella, y menos aún con el mensaje de un muerto. Pero
tu te sientas junto a tu ventana, y te lo imaginas cuando cae la noche. "

La metamorfosis (fragmento)
" Cuando Gregorio Samsa despertó aquella mañana, luego de un sueño agitado, se encontró en su cama convertido en
un insecto monstruoso. Estaba echado sobre el quitinoso caparazón de su espalda, y al levantar un poco la cabeza, vio
la figura convexa de su vientre oscuro, surcado por curvadas durezas, cuya prominencia apenas si podía aguantar la
colcha, visiblemente a punto de escurrirse hasta el suelo. Innumerables patas, lamentablemente escuálidas en
comparación con el grosor ordinario de sus piernas, ofrecían a sus ojos el espectáculo de una agitación sin consistencia.
"

Biografía

Yasunari Kawabata (Japón, 1899-1972)


La casa de las bellas durmientes (fragmento)
" Su serena respiración era más lenta que la de Eguchi. De vez en cuando el viento pasaba sobre la casa, pero ya no
tenía el sonido de un invierno inminente. El bramido de las olas contra el acantilado se suavizaba al aproximarse. Su
eco parecía llegar del océano como música que sonara en el cuerpo de la muchacha y los latidos de su pecho y el pulso
de ella le servían de acompañamiento. Al ritmo de la música, una mariposa pura y blanca danzó sobre sus párpados
cerrados. Retiró la mano de la muñeca de ella. No la tocaba en ninguna parte. Ni la fragancia de su aliento, ni de su
cuerpo, ni de sus cabellos era fuerte. "

Biografía

Nikos Kazantzakis (Grecia, 1883-1957)


Los hermanos enemigos (fragmento)
" El sol había alcanzado Kastellos e inundado los tejados. Desbordaba y se extendía por las callejuelas en pendiente,
por las que suben, por las que bajan, y mostraba sin la menor piedad la pura realidad del pueblo. Un pueblo áspero de
color ceniza; casas de piedra seca, puertas vergonzosas – para entrar había que curvarse, y en el interior, la oscuridad.
"

Zorba el griego (fragmento)


" Me encontré con él por primera vez en el Pireo. Había bajado yo al puerto para embarcarme con destino a Creta. Era
un amanecer luminoso. Soplaba fuertemente el Siroco: hasta el cafetin portuario llegaban las salpicaduras del oleaje.
Las puertas vidrieras estaban cerradas, el local olía a emanaciones humanas y a infusión de salvia. Afuera hacía frío, el
aliento empañaba los vidrios. Cinco o seis marineros, que habían estado en vela toda la noche, abrigados con blusas de
piel de cabra bebían café o salvia y contemplaban el mar a través de los turbios cristales. Los peces, aturdidos por la
violencia del oleaje, habíanse refugiado en aguas tranquilas de las profundidades y esperaban que arriba renaciera la
calma. Los pescadores aglomerados en los cafés aguardaban también que amainara la borrasca y que los peces,
tranquilizados, asomaran a la superficie y mordieran los anzuelos. Los lenguados, racazos y rayas, regresaban de sus
expediciones nocturnas. Amanecía. "

Biografía

John Keats (Inglaterra, 1795-1821)


Oda a una urna griega (fragmento)
" Cuando la vejez consuma esta generación,
tú permanecerás, en medio de la aflicción
que no es la nuestra, amiga del hombre, para decir:
La belleza es la verdad, esto es todo
lo que sabes de la tierra, todo lo que necesitas saber. "

Biografía

Jack Kerouac (EEUU, 1922-1969)


El aspecto es sólo polvo
" El aspecto es sólo polvo, debe ser obedecido
El fuego sólo germina sobre fieras hazañas
El agua de la luna aparece muy pronto
Viento en los árboles es una brisa mental
El espacio en el suelo estaba sucio junto al estanque
La mente sola introdujo el hueso
Sólo mente la llama tan agradable
Mente es el mar hecho agua concertada
Viento surge profundo del vacío sueño
Desprovista de espacio está la mente en gracia. "

Poema-1959
" El jazz se sucidó
pero no dejó suicidarse a la poesía
no temas el frío aire nocturno
no escuches a las instituciones
cuando devuelvas manuscritos a la arenisca
no saludes
no pelees por los pioneros de Edith Warton
o la prosa de nebraska de Ursula Major
cuelga simplemente en tu patio
ríete jugando amablemente
pastel trombón
si alguien te da perlas juju
judío, o cualquier otro
duerme con ellas alrededor del cuello
tus sueños serán mejores
no hay lluvia no hay yo
te lo digo tío
seguro como la mierda. "

Una traducción del francés


" Mi amada que no quiere amarme
mi vida que no puede amarme
las seduzco a ambas.
Ella con mis besos rotundos
en la sonrisa de mi amada
la aprobación del cosmos.
La vida es mi arte
protección frente a la muerte
así sin autorización vivo.
Qué desgraciada teodicea!.
Uno no sabe, uno desea
lo que es la suma. "

Biografía

Imre Kertesz (Hungría, 1929)


Sin destino (fragmento)
" Cuando salía para la escuela, también mi madrastra se sinceró conmigo. Estábamos a solas, en la entrada de casa y
me dijo que en aquel día tan triste para todos nosotros esperaba "contar con un comportamiento adecuado" por mi
parte. No sabía qué responderle, así pues no dije nada. Quizá haya interpretado mal mi silencio, porque continuó
diciéndome que no había querido herir mi sensibilidad y que sabía que su advertencia era, en realidad, innecesaria.
Estaba segura de que yo, un muchacho de quince años, era perfectamente capaz de calibrar la "gravedad del golpe que
habíamos recibido"; ésas fueron sus palabras. Asentí con la cabeza y vi que con eso le bastaba. Entonces, hizo un gesto
con la mano, y temí que fuera a abrazarme. No lo hizo, se limitó a soltar un largo y profundo suspiro entrecortado. Me
di cuenta de que sus ojos se ponían húmedos; me sentí incómodo. Después, me dejó ir. Fui andando desde la escuela
hasta el almacén. Era una mañana limpia y tibia para ser el principio de la primavera. Hubiera podido desabrochar mi
abrigo, pero desistí: la ligera brisa podía haber hecho que las solapas hubieran ocultado de manera antirreglamentaria
mi estrella amarilla. "

Biografía

Soren Kierkegaard (Dinamarca, 1813-1855)


La enfermedad mortal (fragmento)
" Igualmente se puede demostrar la eternidad del hombre por la impotencia de la desesperación para destruir al yo, por
esa atroz contradicción de la desesperación. Sin eternidad en nosotros mismos, no podríamos desesperar; pero si
pudiera destruir al yo, entonces tampoco habría desesperación. Tal es la desesperación, ese mal del yo, la Enfermedad
mortal. El desesperado es un enfermo de muerte. Más que en cualquier otro mal, se ataca aquí a la parte más noble del
ser; pero el hombre no puede morir por ello. La muerte no es aquí un término interminable del mal, es aquí un término
interminable. La muerte misma no puede salvarnos de ese mal, pues aquí el mal con su sufrimiento y... la muerte
consisten en no poder morir. Allí se encuentra el estado de desesperación. Y el desesperado podrá esforzase, a no
dudar de ello, podrá esforzarse en lograr perder su yo, y esto sobre todo es cierto en la desesperación que se ignora, y
en perderlo de tal modo que ni se vean sus trazas: la eternidad, a pesar de todo pondrá a luz la desesperación de su
estado y le clavará a su yo: así el suplicio continua siendo siempre no poder desprenderse de sí mismo, y entonces el
hombre descubre toda la ilusión que había en su creencia de haberse desprendido de su yo. ¿Y por qué asombrarse de
este rigor?, puesto que ese yo, nuestro haber, nuestro ser, es la suprema concesión infinita de la Eternidad al hombre y
su garantía. "

Diario íntimo (fragmento)


" Imaginemos a un pajarillo: por ejemplo, una golondrina enamorada de una jovencita. La golondrina podría, por lo
tanto, conocer a la muchacha (por ser diferente a todas las demás), pero la joven no podría distinguir a la golondrina
entre cien mil. Imaginad su tormento cuando, a su retorno en primavera, ella dijera: Soy yo, y la joven le respondiera:
No puedo reconocerte. En efecto, la golondrina carece de individualidad. De ahí se deduce que la individualidad es el
presupuesto básico para amar, la diferencia de la distinción. De ahí se deduce también que la mayoría no puede amar
de veras, porque la diferencia de sus propias individualidades es demasiado insignificante. Cuanto mayor es la
diferencia, mayor es la individualidad, mayores son los caracteres distintivos y mayores los rasgos reconocibles. En este
profundo sentido se comprende el significado del hebreo: conocer a su mujer, refiriéndose a la unión matrimonial; pero
cobra un sentido más profundo en lo que se refiere al alma, al carácter distintivo de la individualidad. "

Biografía

Rudyard Kipling (Gran Bretaña, 1865-1936)


Si
" Si puedes mantener intacta tu firmeza
cuando todos vacilan a tu alrededor
Si cuando todos dudan, fías en tu valor
y al mismo tiempo sabes exaltar su flaqueza

Si sabes esperar y a tu afán poner brida


O blanco de mentiras esgrimir la verdad
O siendo odiado, al odio no le das cabida
y ni ensalzas tu juicio ni ostentas tu bondad

Si sueñas, pero el sueño no se vuelve tu rey


Si piensas y el pensar no mengua tus ardores
Si el triunfo y el desastre no te imponen su ley
y los tratas lo mismo como dos impostores.

Si puedes soportan que tu frase sincera


sea trampa de necios en boca de malvados.
O mirar hecha trizas tu adora quimera
y tornar a forjarla con útiles mellados.

Si todas tu ganancias poniendo en un montón


las arriesgas osado en un golpe de azar
y las pierdes, y luego con bravo corazón
sin hablar de tus perdidas, vuelves a comenzar.

Si puedes mantener en la ruda pelea


alerta el pensamiento y el músculo tirante
para emplearlo cuando en ti todo flaquea
menos la voluntad que te dice adelante.

Si entre la turba das a la virtud abrigo


Si no pueden herirte ni amigo ni enemigo
Si marchando con reyes del orgullo has triunfado
Si eres bueno con todos pero no demasiado

Y si puedes llenar el preciso minuto


en sesenta segundos de un esfuerzo supremo
tuya es la tierra y todo lo que en ella habita
y lo que es más serás hombre hijo mío.... "

Biografía

Arthur Koestler (Hungría, 1905-1983)


Testamento español (fragmento)
" Nunca se tiene tanta curiosidad por el porvenir de la humanidad como cuando se está sentado en una jaula,
custodiado por dos gorilas y cuando es preferible pensar en cualquier cosa más bien que en el propio destino y en las
horas próximas. Creo que lo único que podría consolar verdaderamente a un condenado que se dirige a la silla
eléctrica, sería la noticia de la aparición de un cometa que presagiará el fin del mundo para el día siguiente. Entonces
podría decirse a sí mismo: No pierdo nada. "

Biografía

Helge Krog (Noruega, 1889-1962)


La ruptura (fragmento)
" Ella esperaba que todo lo que ha ocurrido nos ayudaría a salir de nosotros mismos y emprender una vida nueva. Pero
no puede ser; es demasiado tarde. Hemos construido los muros a nuestro alrededor tan anchos y espesos que al final
fueron fueron más fuertes que nosotros.. Aunque tuviésemos corazón para derrumbarlos, no tendríamos fuerza para
ello. Hemos querido algo inconcebible. Hemos querido parar la corriente de la vida y guardarla. Creíamos que lo
habíamos conseguido, que ya teniamos apresada la corriente, pero no observamos que entonces ya no había corriente,
tan sólo era remolino. Tú puedes tener una orilla junto a un río y fuerza en el río cuando pasa por delante de ti, poseer
la vida cuando pasa por ti. Pero el río, la corriente..eso no puedes tenerlo; la vida no puedes poseerla; seguirá su
curso, hacía el mar. Si pretendes pararla, tenerla, entonces se muere en ti y entonces mueres tú mismo, porque la vida
no está en ti.. Nadie se da cuenta del día hasta que se pone el sol. "

Biografía

Milan Kundera (Checoslovaquia, 1929)


La insoportable levedad del ser (fragmento)
" Sintió en su boca el suave olor de la fiebre y lo aspiro como si quisiera llenarse de las intimidades de su cuerpo. Y en
ese momento se imaginó que ya llevaba muchos años en su casa y que se estaba muriendo. De pronto tuvo la clara
sensación que no podría sobrevivir a la muerte de ella. Se acostaría a su lado y querría morir con ella. Conmovido por
esa imagen hundió en ese momento la cara en la almohada junto a la cabeza de ella y permaneció así durante mucho
tiempo.....Y le dio pena que en una situación como aquella, en la que un hombre de verdad sería capaz de tomar
inmediatamente una decisión, él dudase, privando así de su significado al momento mas hermoso que había vivido
jamas (estaba arrodillado junto a su cama y pensaba que no podría sobrevivir a su muerte). Se enfadó consigo mismo,
pero luego se le ocurrió que en realidad era bastante natural que no supiera que quería: El hombre nunca puede saber
que debe querer, porque vive solo una vida y no tiene modo de compararla con sus vidas precedentes ni de enmendarla
en sus vidas posteriores.No existe posibilidad alguna de comprobar cual de las decisiones es la mejor, porque no existe
comparación alguna. El hombre lo vive todo a la primera y sin preparación. Como si un actor representase su obra sin
ningún tipo de ensayo. Pero que valor puede tener la vida si el primer ensayo para vivir es ya la vida misma? Por eso la
vida parece un boceto. Pero ni un boceto es la palabra precisa, porque un boceto es siempre un borrador de algo, la
preparación para un cuadro, mientras que el boceto que es nuestra vida es un boceto para nada, un borrador sin
cuadro.
(...)
Si cada uno de los instantes de nuestra vida se va a repetir infinitas veces, estamos clavados a la eternidad como
jesucristo a la cruz. La imagen es terrible. En el mundo del eterno retorno descansa sobre cada gesto el peso de una
insoportable responsabilidad. Ese es el motivo por el cual Nietzsche llamó a la idea del eterno retorno la carga más
pesada. Pero si el eterno retorno es la carga más pesada, entonces nuestras vidas pueden aparecer, sobre ese telón de
fondo, en toda su maravillosa levedad.
(...)
La carga más pesada nos destroza, somos derribados por ella, nos aplasta contra la tierra. Pero en la poesía amatoria
de todas las épocas la mujer desea cargar con el peso del cuerpo del hombre. La carga más pesada es por lo tanto, a la
vez, la imagen de la más intensa plenitud de la vida. Cuanto más pesada sea la carga, más a ras de tierra estará
nuestra vida, más real y verdadera será. Por el contrario, la ausencia absoluta de carga hace que el hombre se vuelva
más ligero que el aire, vuele hacia lo alto, se distancie de la tierra, de su ser terreno, que sea real sólo a medias y sus
movimientos sean tan libres como insignificantes. "

La broma (fragmento)
" Niños, vosotros sois el futuro, dijo y yo sé ahora que aquello tenía un sentido distinto de lo que pudiera parecer a
primera vista. Los niños no son el futuro porque algún día vayan a ser mayores, sino porque la humanidad se va a
aproximar cada vez más al niño, porque la infancia es la imagen del futuro. Niños, no miréis nunca hacía atrás, decía y
quería decir que no debemos permitir nunca que el futuro se hunda bajo el peso de la memoria. Tampoco los niños
tienen pasado y ese es el secreto de la encantadora inocencia de su sonrisa.
(…)
A pesar de mi escepticismo me ha quedado algo de superstición. Por ejemplo esta extraña convicción de que todas las
historias que en la vida ocurren tienen además un sentido, significan algo. Que la vida, con su propia historia dice algo
sobre sí misma, que nos devela gradualmente alguno de sus secretos, que está ante nosotros como un acertijo que es
necesario resolver. Que las historias que en nuestra vida vivimos son la mitología de esa vida, y que en esa mitología
está la clave de la verdad y del secreto. Que es una ficción? Es posible, es incluso probable, pero no soy capaz de
librarme de esta necesidad de descifrar permanentemente mi propia vida. "

El Libro de la risa y el olvido (fragmento)


" La borró de la fotografía de su vida no porque no la hubiese amado, sino, precisamente, porque la quiso. La borró
junto con el amor que sintió por ella. La gente grita que quiere crear un futuro mejor, pero eso no es verdad, el futuro
es un vacío indiferente que no le interesa a nadie, mientras que el pasado está lleno de vida y su rostro nos excita, nos
irrita, nos ofende y por eso queremos destruirlo o retocarlo. Los hombres quieren ser dueños del futuro sólo para poder
cambiar el pasado. Luchan por entrar al laboratorio en el que se retocan las fotografías y se reescriben las biografías y
la historia. "
María Elvira Lacaci (España, 1928-1997)
Luz
" El dolor, la amargura, las sombras
el aliento en huida, la muerte
luego la luz que de repente vino
y tú fuiste marcando sus aristas celestes
ante el asombro alegre de mis ojos.
No sabría decir cuándo te vi más claro
más patente, más cierto
si mientras engendrabas mi agonía
o ya en el renacer, sobre la vida.
Quizá fuera en la luz
ahora recuerdo mi grito
por sentir tu mano abierta.
Los ciegos pueden al tacto comprobar lo amado
mi corazón es todo tacto para tu presencia. "

Biografía

Choderlos de Laclos (Francia, 1741-1803)


Las amistades peligrosas (fragmento)
" Ya se imagina vuestra merced que, como hacen todas las jóvenes, yo procuraba adivinar en qué consistía el amor y
sus placeres; pero no habiendo estado nunca en el convento, no teniendo una buena amiga, y vigilada siempre por mi
cuidadosa madre, no tenía sino ideas vagas... Mi cabeza sola fermentaba; no deseaba yo gozar sino saber, y el deseo de
instruirme me sugirió los medios. "

Biografía

Carmen Laforet (España, 1921)


Nada (fragmento)
" Quizá me ocurra esto porque he vivido siempre con seres demasiado normales y satisfechos de ellos mismos…Estoy
segura de que mi madre y mis hermanos tienen la certeza de su utilidad indiscutible en este mundo, que saben en todo
momento lo que quieren, lo que les parece mal y lo que les parece bien… Y que han sufrido muy poca angustia ante
ningún hecho.
(...)
Me compensaba el trabajo que me llegaba a costar poder ir limpia a la Universidad, y sobre todo parecerlo junto al
aspecto confortable de mis compañeros. Aquella tristeza de recose los guantes, de lavar mis blusas en el agua turbia y
helada del lavadero de la galería con el mismo trozo de jabón que Antonia empleaba para fregar sus cacerolas y que
por las mañanas raspaba mi cuerpo bajo la ducha fría. "

Biografía

Par Lagerkvist (Suecia, 1891-1974)


Barrabás (fragmento)
" Barrabás era un mocetón de unos treinta años, robusto, de pálida tez, barba rojiza y cabellos negros. Las cejas
parecían también negras, los ojos se hundían en las órbitas, como si la mirada hubiera querido esconderse. Bajo uno de
ellos descollaba una profunda cicatriz, que desaparecía en la barba..
(...)
Aquella infeliz tras ser ultrajada numerosas veces por todos los miembros de la cuadrilla de bandidos, que capitaneaba
Eliaho, fue vendida a una casa pública de la ciudad. Allí, cuando se dieron cuenta de su estado, la echaron a la calle,
donde, poco después, apareció su cadáver. Nadie sabía de quien era la criatura y la misma madre no lo hubiera podido
decir; pero la había maldecido en sus entrañas. "
Un desconocido es mi amigo
" Un desconocido es mi amigo
uno a quien no conozco
Un desconocido lejano, lejano
por él mi corazón está lleno de nostalgia
Porque el no está cerca de mi
Quizá porque no existe?
Quién eres tú que llenas mi corazón de tu ausencia
que llenas toda la tierra de tu ausencia? "

Biografía

Selma Lagerlof (Suecia, 1858-1940)


La leyenda de Gosta Berling (fragmento)
" Eran caballeros desde la mañana a la noche, oficiales de ocasión, aventureros y orgullosos bohemios. Hombres
famosos, sabían tocar todos los instrumentos, eran ricos en cómicas frases y alegres refranes, y expertos en el oficio
del júbilo. "

Biografía

G. Tomasi di Lampedusa (Italia, 1896-1957)


El gatopardo (fragmento)
" Si queremos que todo siga como está, es preciso que todo cambie. Una de esas batallas en las que se lucha hasta que
todo queda como estuvo. No queréis destruirnos a nosotros, vuestros padres. Queréis sólo ocupar nuestro puesto. Para
que todo quede tal cual. Tal cual, en el fondo: tan sólo una imperceptible sustitución de castas. "

Biografía

Luis Landero (España, 1948)


Juegos de la edad tardía (fragmento)
" Gregorio, con el peluche en los brazos , tenía el rostro vuelto y agraviado, y la mirada abstracta. Vio a unos jóvenes
que volaban una cometa y cómo en cada giro la cometa estaba más alta; vio a un niño que inflaba un globo, y en cada
vuelta el globo era más grande; vio a dos muchachas gritando en un barca de péndulo que por efecto de los
movimientos combinados se mantenía siempre en la misma posición de descenso, y también el grito era siempre el
mismo, y las cabelleras flotaban rígidas en el aire; y vio a tres niñas que se lanzaban alternadamente una pelota y
cómo sólo una la recibía, mientras que las otras dos miraban a la afortunada con una paciencia cada vez más triste. Los
diálogos se convertían en monólogos, los saludos no eran contestados, y había quien respondía a preguntas que nadie le
había hecho y quien se esfumaba y aparecía más allá por arte de birlibirloque. Uno sacaba una patata frita, otro la
engullía, otro la masticaba y el de más allá se relamía. A un gesto correspondía el disparate de otros gestos, como en
una pantomima de Torre de Babel representada por comediantes bufos. Señora hubo a quien se le cayó el abanico y
caballero que lo recogió trasmutado en sombrero. Un niño que se burlaba de su madre recibió de premio una sonrisa. Al
novio se le mudó la novia, cuando se disponía a besarla, en una nube de algodón de azúcar, y tan pronto la besaba
como la devoraba, siempre con similar blandura. Cuando el tiovivo se detuvo, le costó a Gregorio asimilar el sentido
literal de las cosas. "
Biografía

Philip Larkin (Gran Bretaña, 1922-1985)


Ignorancia, de Las bodas de Pentecostés
" Es raro no saber nada, no estar seguro de qué es cierto o qué es justo o qué es real, sino hablar con matices, eso creo,
o bueno, así parece, alguien debe saberlo. Es raro no entender como marchan las cosas, la astucia humana para hallar
lo necesario, su sentido formal, su puntual fecundar, sí, es raro hasta el gastar ese conocimiento, pues la carne nos
ciñe con sus propias decisiones, y pasar sin embargo la vida en vaguedades, que cuando comenzamos a morir no
tenemos ni idea de porqué. "

Altos ventanales
" Al ver una pareja, chico y chica, que sin duda se acuestan, y sabiendo que ella toma pastillas o se ha puesto
diafragma, sé que es el paraíso que soñó cualquier viejo en su larga vida, todo límite y gesto tirado a la cuneta igual
que una anticuada máquina de labranza, y los chicos bajando el largo tobogán a la felicidad, sin fin. No sé si alguien me
miraría, cuarenta años atrás, pensando: Así será la vida, sin Dios ya, sin sudar en lo oscuro por miedo del infierno y esas
cosas, y no haber de esconder lo que piensas del cura. El y su gente bajarán por el largo tobogán como pájaros
libres...Pero inmediatamente, aún sin palabras, pienso en los ventanales, el cristal que reúne el sol, y más allá, el
profundo aire azul, que nunca enseña nada, y no está en ningún sitio, y es infinito. "

Biografía

Mariano José de Larra (España, 1809-1837)


Un desafío (fragmento)
" Ayer aun hubiera dado toda mi sangre por oír un sí..., ¿por qué razón no soy ya completamente feliz? ¡Ah!, existe
entre ella y entre mí un obstáculo en que se estrellan a la vez todas mis esperanzas. Dice que me ama; pero pertenece
toda a su marido. Sí; la ha comprado: su cuerpo es suyo, y su alma también. Sus encantos, su amor, todo se lo ha
vendido a Besford su familia. ¡Una boda por razón de estado! Y ella quiere llevar al extremo ese vil contrato. ¡Delirio!
¡Ah! ¿Cumple nuestra vida jamás lo que una vez prometió? Entramos en el mundo henchidos de esperanza: nos
arrojamos llenos de alegría hacia un porvenir risueño; pero cada día que pasa se borra una ilusión, huye un placer
ilusorio, se presenta en su lugar una horrible realidad, y a los veinticinco años, en la flor de nuestra vida, nos hallamos
solos, aislados, desengañados y abrasados por una sed devoradora de felicidad que no se ha de satisfacer jamás. "

Biografía

Juan Larrea (España, 1895-1980)


Visión celeste (fragmento)
" Esta oscura actitud de puente
que adopta estirándose el silencio
este buscar ojos y encontrar alicientes
este ausentarse en sábanas y al menor descuido
como una barca trasmitida de padres a hijos.
Y cuando la marina de un ciego se estremece
este no ser ajeno a una docena de suspiros
serán siempre un buen camino
para hacer de un álamo una excusa cortés.
(...)
Iríamos con todas las articulaciones encendidas
como los cristales de una ciudad con pies callados de hostia
iríamos sin llamamiento a engendrar el desorden
con tus anhelos con tus ardores con tus cerraduras de sombra
con tus claros de lluvia esquilados al cerrarnos todas las puertas
... hasta que una piedra por lo menos haya encontrado sus límites. "

Biografía

Else Lasker-Schüler (Alemania, 1869-1945)


Entrega
" Miro las hileras de imágenes de las nubes, hasta dispersarse y descubrir su ruta azul. Flotaba solitaria en todos los
mundos, descifré los estrelloglíficos y los signos lunares en torno al hombre. Y tímida me pregunté si o cuando alguna
vez he nacido y después muerto. Un vestido de duda tenía puesto, qué antiguo dolor, consagrado a mí, tejió en la
rueda del tiempo. Y cada imagen que de este mundo gané perdí doblemente, y también lo que imaginaba."
Biografía
Rafael Lasso de la Vega (España, 1890-1959)
Rimas de silencio y soledad
" La noche azul intensamente dice
llanto a mi corazón, paz a mi alma.
Los luceros tranquilos parpadean,
vierte su luz la luna solitaria.
En el balcón abierto ronda el aire
y se desliza hasta la oscura estancia,
y es un prodigio de constelaciones
el cielo azul entre la risa clara
que esparce de su seno la alba luna.
La brisa viene fresca y perfumada,
no sé qué pasa en mi,
la noche tiene para mi
corazón todas las lágrimas,
y yo siento un vacío sobre el pecho
y una paz infinita sobre el alma.
Intimamente se han abierto todas
mis amarguras y mis esperanzas,
como las flores que a la brisa pura
esparcen bajo el cielo su fragancia. "

Biografía

Conde de Lautreamont (Uruguay, 1846-1870)


Cantos de Maldoror (fragmento)
" Plegue al cielo que el lector, enardecido y momentáneamente feroz como lo que lee, halle sin desorientarse su
abrupto y salvaje sendero por las desoladoras ciénagas de estas páginas sombrías y llenas de veneno.
(…)
Soñé que había éntrado en el cuerpo de un puerco, que no me era fácil salir, y que enlodaba mis cerdas en los
pantanos más fangosos. ¿Era ello como una recompensa? Objeto de mis deseos: ¡no pertenecia más a la humanidad! Así
interpretaba yo, experimentando una más que profunda alegría. Sin embargo, rebuscaba activamente qué acto de
virtud habia realizado, para merecer de parte de la providencia este insigne favor. Más ¿quién conoce sus necesidades
íntimas, o la causa de sus goces pestilenciales? La metamorfosis no parecio jamás a mis ojos, sino como la alta y
magnífica repercusión de una felicidad perfecta que esperaba desde hacia largo tiempo. ¡Por fin habia llegado el dia en
que yo me convirtiese en un puerco! Ensayaba mis dientes sobre la corteza de los árboles; mi hocico, lo contemplaba
con delicia. No quedaba en mí la menor partícula de divinidad: supe elevar mi alma hasta la excesiva altura de esta
voluptuosidad inefable.
(...)
Hay horas en la vida en que el hombre de melena piojosa lanza, con los ojos fijos, miradas salvajes a las membranas
verdes del espacio, pues le parece oír delante de sí, el irónico huchear de un fantasma. El menea la cabeza y la baja;
ha oído la voz de la conciencia. Entonces sale precipitadamente de la casa con la velocidad de un loco, toma la primera
dirección que se ofrece a su estupor, y devora las planicies rugosas de la campiña. Pero el fantasma amarillo no lo
pierde de vista y lo persigue con similar rapidez. A veces, en noches de tormenta, cuando legiones de pulpos alados,
que de lejos parecen cuervos, se ciernen por encima de las nubes, dirigiéndose con firmes bogadas hacia las ciudades
de los humanos, con la misión de prevenirles que deben cambiar de conducta, el guijarro de ojo sombrío ve pasar, uno
tras otro, dos seres a la claridad de un relámpago, y, enjugando una furtiva lágrima de compasión que se desliza desde
su párpado helado, exclama: Por cierto que lo merece; no es más que un acto de justicia.
Después de haber dicho esto, recobra su actitud huraña, y sigue observando, con un temblor nervioso, la caza de un
hombre, y los grandes labios de la vagina de sombra, de donde se desprenden incesantemente, como un río, inmensos
espermatozoides tenebrosos que toman impulso en el éter lúgubre, escondiendo en el vasto despliegue de sus alas de
murciélago, la naturaleza entera, y las legiones de pulpos que se han vuelto taciturnos ante el aspecto de esas
fulguraciones sordas e inexpresables. "

Biografía

D. H. Lawrence (Gran Bretaña, 1885-1930)


A las mujeres en lo que a mi respecta
" Los sentimientos que no tengo no los tengo,
los sentimientos que no tengo no diré que los tengo,
los sentimientos qué tú dices tener no los tienes,
los sentimientos que a ambos nos gustaría tener ninguno de los dos los tenemos,
los sentimientos que la gente tendría que tener nunca los tiene,
si la gente dice que tiene sentimientos,
puedes estar segura que no tienen nada,
de modo que si quieres que sintamos algo,
olvídate de cualquier idea de sentimientos. "

Némesis
" La némesis que guarda nuestra civilización es una locura social que al final siempre es homicida, cordura significa la
totalidad de nuestra conciencia, y nuestra sociedad sólo es consciente en parte, como un idiota, si no abrimos
rápidamente todas las puertas de la conciencia y refrescamos el pequeño espacio pútrido en que nos acunamos, los
muros celestes de nuestro paraíso sin ventilación se mancharán del rojo brillante de la sangre."

El barco de la muerte
" Construye pues el barco de la muerte ya que debes emprender el más largo viaje, el del olvido. Y muere la muerte, la
larga y dolorosa muerte que yace entre el viejo y el nuevo ser, ya han caído nuestros cuerpos malheridos, ya nuestras
almas rezuman por la herida de la cruel contusión, ya le oscuro e insondable océano del fin penetra por las grietas de
nuestras heridas, ya está sobre nosotros la inundación. Oh, construye tu barco de la muerte, tu pequeña arca y cárgala
de comida, de pequeños pasteles y de vino para la oscura travesía por el olvido. Despedazado muere el cuerpo, y el
alma tímida ya pierde pie cuando sube la tenebrosa marejada, estamos muriendo, muriendo, todos morimos y nada
detendrá la marejada mortal dentro nuestro y pronto inundará el mundo, el mundo exterior. Muriendo estamos,
muriendo, en pedazos se mueren los cuerpos y nos abandona la fortaleza, y se agazapa nuestra lama desnuda en la
negra lluvia por encima de la inundación, acurrucándose en las últimas ramas del árbol de nuestra vida. Estamos
muriendo, muriendo, y entonces ahora lo único que podemos hacer es disponernos a morir y construir el barco de la
muerte que lleve el alma en su largo viaje, un barquichuelo, con remos y alimentos y platillos y todos los avíos de la
muerte para portar el alma en el más largo viaje. Bota ya el barquichuelo, ahora que muere el cuerpo y que departe la
vida, bótalo, la frágil alma en la frágil nave del coraje, el arca de la fe con su provisión de alimentos y de pequeñas
cacerolas y mudas de ropa, sobre ña negra superficie del diluvio sobre las aguas del fin, sobre la mar de la muerte,
dónde aún navegamos oscuramente porque no podemos gobernarla, no tenemos puerto, no hay puerto, no hay dónde ir
solo las oscuridad que se cierne cada vez más negra, más negra en el mudo y callado diluvio, oscuridad sobre
oscuridad, arriba y abajo y a los lados absolutamente oscura y entonces ya no hay más dirección. Y el barquichuelo está
allí, no obstante se ha ido, no se le ve porque no hay forma de verlo. ¡Se ha ido! ¡Se ha ido! Y no obstante aún está en
alguna parte. ¡En ninguna parte!. (…)"

La muerte no es el mal, el mal es mecánico


" Unicamente el ser humano, absuelto de besos y contiendas, continúa andando sin extraviarse fijo sobre el eje del
ego, avanzando pero sin perderse jamás, fijo y sin embargo en movimiento, la clase de infierno que es real, gris y
horrible, sin pecado ni mácula dando vueltas y más vueltas, la clase de infierno que el grisáceo Dante jamás divisó pero
del que tenía una pizca dentro de sí. Conócete a ti mismo y entérate que eres mortal, pero conócete a ti mismo
negando que eres mortal, un algo de besos y contiendas, un iluminado rayo de lluvia, una clamorosa columna de
sangre, un rosal bronceado de espinas, una mezcla de sí y no, un arco iris de amor y odio, un viento que sopla de ida y
vuelta, una criatura de hermosa paz como un río, y una criatura de conflicto como una catarata, conócete a ti mismo,
en negación de todas esas cosas. Y empezará a girar alrededor del eje del ego obsceno un vacío gris de algo que anda
sin perderse, una máquina que en sí no es nada, un centro de la maldita alma mundial."

El corazón humano
" Existe el otro universo, el del corazón humano del que nada sabemos, al que no osamos explorar, una extraña
distancia gris separa nuestra débil mente quieta del pulsante continente del corazón del hombre, los precursores
apenas han desembarcado en las costas y ningún hombre, ninguna mujer conoce el misterio del interior cuando aún
más oscuros que el Congo o el Amazonas fluyen los ríos del corazón con plenitud, deseo y penuria."

Biografía

T. E. Lawrence (Inglaterra, 1888-1935)


Los siete pilares de la sabiduría (fragmento)
" El esfuerzo de estos años por vivir y vestir como los árabes, e imitar sus fundamentos mentales, me despojó de mi yo
inglés, y me permitió observarme y observar a Occidente con otros ojos: todo me lo destruyeron. Y al mismo tiempo no
pude meterme sinceramente en la piel de los árabes: todo era pura afectación. Fácilmente puede convertirse uno en
infiel, pero difícilmente llega uno a convertirse a otra fe.
(...)
Los árabes, que habitualmente viven amontonados, sospechan de alguna segunda intención en cualquier forma de
privacidad. Recordar esto, y renunciar a la paz y la quietud egoístas mientras anduviera con ellos, fue una de las menos
agradables lecciones de la guerra del desierto, y también de las más humillantes, pues forma parte del orgullo inglés
recrearse en la soledad; nos encontramos interesantes a nosotros mismos, cuando no hay competencia a la vista.
(...)
Por qué los occidentales están siempre deseando más y más?", preguntó provocativamente Auda. "Detrás de nuestras
pocas estrellas nosotros podemos ver a Dios, que no está detrás de vuestros millones." "Queremos llegar al fin del
mundo, Auda." "Pero eso es de Dios", se quejó Zaal, medio enojado. Mohammed no quería que se olvidara su tema.
"¿Hay hombres en esos mundos más grandes?", preguntó. "Dios sabe." "¿Y tienen todos Profeta, y cielo e infierno?" Auda
le cortó: "Amigos, conocemos nuestras comarcas, nuestros camellos y nuestras mujeres. El exceso y la gloria son para
Dios. Si el colmo de la sabiduría es sumar estrella tras estrella, nuestra locura no tiene fin.
(...)
El beduino del desierto, nacido y criado en él, había abrazado con toda su alma esta desnudez excesivamente áspera
para los demás, por la razón, sentida aunque no expresada, de que allí se encontraba indudablemente libre. Despreció
los vínculos materiales, las comodidades, todas la cosas supérfluas y demás complicaciones con el fin de alcanzar una
libertad personal que rondaba la inanición y la muerte. No veía virtud alguna en la pobreza misma; disfrutaba de los
pequeños vicios y lujos -café, agua fresca, mujeres- que aun podía conservar. En su vida tenía aire y viento, sol y luz,
espacios abiertos y un enorme vacío. No había esfuerzo humano, no había fecundidad en la naturaleza; sólo el cielo en
lo alto y la tierra inmaculada debajo. Allí, inconscientemente, llegaba hasta las proximidades de Dios. Dios no era para
él antropomórfico, tangible, moral; no estaba relacionado con el mundo o con su persona; no era natural, sino el ser
-auponatos, asinnatos, anafniés-, calificado así, no por desposeimiento, sino por investidura: un ser que todo lo
abarcaba, la matriz de toda actividad. Naturaleza y materia no eran sino cristales que lo reflejaban. "

Biografía

Halldor Laxness (Islandia , 1902-1998)


Fuego o escarcha, de Gente independiente
" Bjartur no regresó a la Casa Estival hasta el día siguiente. La perra caminaba silenciosamente a su lado, en alborozada
expectativa. Es hermoso volver al hogar y cada vez que el animal se adelantaba algunos metros a su amo, se detenía y
le miraba con sus ojos llenos de una fe inconmovible. Luego volvía junto a él describiendo una gran curva. Su
reverencia por su amo era tan fuerte que ni siquiera se aventuraba a caminar delante de él. Un perro encuentra en un
hombre las cosas que quiere encontrar. Bjartur se inclinaba hacia adelante, en las ráfagas de nieve empujadas por el
viento, llevando a Blesi de las riendas y lanzando de tanto en tanto una mirada a su perra...pobre cosa piojosa y
atacada por las lombrices. Pero ¿dónde se encontrará la felicidad si no es en esos ojos castaños, dónde se encontrará la
lealtad que nada puede destruir ? Ni la desdicha, ni el deshonor, ni las mordeduras de la conciencia... nada puede
apagar ese fuego. Pobre perrita. A sus ojos Bjartur de la Casa Estival debía ser siempre el más alto, el más grande, el
mejor, el incomparable. El hombre encuentra en los ojos de un perro lo que quiere encontrar. "

Nubes que pasan, de Gente independiente


" Rosa se aferró a las crines de la potranca con ambas manos; agachó la cabeza y le temblaron los labios, como si fuese
una chiquilla. No se atrevió a decir nada más. Siguieron marchando. Pero cuando llegaron a los terrenos llanos de la
pradera, al otro lado de la montaña, fue Bjartur quien se detuvo, porque ya se podía ver la Casa Estival a la distancia.
Apoyándose contra el cuello de la potranca señaló la nueva casa, indicó cuán próspera parecía en el verde claro de su
colina baja, con la montaña sobre ella y los marjales delante; y el lago; y el río corriendo suavemente a través de los
pantanos. La casa todavía era parda y los ladrillos de césped, recientemente cortados, aún estaban pelados de hierbas.
Bjartur anhelaba el momento de enseñarle la casa desde lejos, y precisamente en ese lugar, entre los arroyuelos del
brezal, quería escuchar sus exclamaciones de placer. Pero, quién sabe por qué, no se vieron chispas en los ojos
indiferentes que miraban hacia el valle; las sombras del dolor que el incomprensible comportamiento del hombre ante
el túmulo le provocara todavía le oscurecían las facciones.
(...)
Pero la mujer siguió contemplando con silencio empecinado la melena del caballo, y una sombra cayó repentinamente
sobre el valle de marjales, porque era uno de esos días de comienzos del verano que tienen rostros animados... blancas
manadas de nubes cruzan el cielo como pensamientos y las sombras barren la tierra y arrebatan el sol a todo el valle,
aunque las montañas que se yerguen en torno sigan bañadas en la luz del sol. Y como su esposa no respondió, Bjartur
soltó el cuello de la potranca, tomó nuevamente las riendas, llamó a la perra, aunque fuese innecesario, y, con los
regalos todavía tintineando dentro de los morrales, condujo nuevamente a su esposa. El sendero había comenzado a
descender ladera abajo, al borde del barranco que el río excava a través de la montaña, y unas gotas de lluvia
empezaban a caer de la nube que pasaba sobre el valle antes de que la mujer quebrara el silencio llamando a su
esposo.
(...)
Las lágrimas brotaron de los ojos de Rosa; pocas cosas hay tan consoladoras como poder llorar. De este modo
continuaron su viaje de descenso al valle. La pera caminaba silenciosamente por detrás. Y cuando llegaron frente al
pegujal, Bjartur sacó a la potranca de la senda y la hizo cruzar el marjal, en dirección a la casa. Era preciso esquivar
ciénagas y profundos estanques. En un lugar la bestia se hundió hasta los ijares; cuando trepó trabajosamente a terreno
firme, la mujer fue arrojada y permaneció allí, en el agua y el barro. Bjartur la levantó y le limpió la mayor parte del
cieno con el pañuelo. - A ustedes, las mujeres, hay que tenerles más lástima que a los mortales ordinarios, supongo -
dijo. Esta observación hizo que Rosa dejase de llorar, y caminó a su lado el resto del camino. Se sentó junto al arroyo
para retorcerse las faldas, mientras el pegujalero desensillaba a Blesi y la maneaba. Las sombras habían huido del valle
y la luz del sol bañaba el campito. "

Biografía

Maurice Leblanc (Francia, 1864-1941)


El arresto de Arsenio Lupin (fragmento)
" ¡Arsenio Lupin entre nosotros! ¡Entre nosotros el astuto ladrón cuyas proezas eran referidas por todos los diarios desde
hacía varios meses! ¡El enigmático personaje con quien el viejo Ganimard, el número uno de la policía de París, había
entablado aquella lucha a muerte cuyas peripecias se desarrollaban de tan pintoresca manera! Arsenio Lupin, el
caprichoso caballero que no opera sino en los castillos y en los salones, y que, después de penetrar una noche en casa
del barón de Schorman, había salido de la casa con las manos vacías, dejando una tarjeta, en la que escribió: Arsenio
Lupin, ladrón de alta categoría, volverá cuando sean auténticos los muebles. "

Biografía

Harper Lee (EEUU, 1926)


Matar un ruiseñor (fragmento)
" Atticus Finch no hacía nada que pudiera despertar la admiración de nadie: no cazaba, no jugaba al póker, no pescaba,
no bebía, no fumaba... Se sentaba y leía (...) El verdadero arrojo es cuando sabes que tienes todas las de perder, pero
emprendes la acción y la llevas a cabo a pesar de todo. "

Biografía

Manfred Lee (EEUU, 1905-1971)


La aventura de la casa oscura (fragmento)
" Entonces vino el momento de los huidizos escalones, que uno se apuraba en subir, sólo para comprobar que no
conducían a ninguna parte, ya que estaban sujetos a un mecanismo giratorio. Otros incidentes desagradables fueron: el
muro que caía sobre las cabezas, el pasillo del laberinto (cuya anchura era para los hombros de un hombre normal,
pero su altura apenas para un enano que caminara erguido); las ráfagas de aire helado que pasaban por entre las
piernas, el cuarto del terremoto, y otras tanta cosas agradables muy propias de esta morada. "

Biografía

Sheridan le Fanu (Irlanda, 1814-1873)


Carmilla (fragmento)
" Y por fin las tinieblas fueron tan espesas que sólo se veían visibles los ojos del animal. Percibí que saltaba ágilmente
sobre mi lecho. Dos grandes ojos se aproximaron a mi cara y de repente sentí un dolor punzante, como si dos grandes
agujas se clavaran hondamente en mi pecho. "

Biografía

Ursula K. Le Guin (EEUU, 1929)


Un mago de Terramar (fragmento)
" En el mundo de Terramar hay dragones y espectros, talismanes y poderes, y las leyes de la magia son tan inevitables y
exactas como las leyes naturales. Un principio fundamental rige en ese mundo: el delicado equilibrio entre la muerte y
la vida, que muy pocos hombres pueden alterar, o restaurar. Pues la restauración del orden cósmico corresponde
naturalmente al individuo que se gobierna a sí mismo, el héroe completo capaz de dar el paso último, enfrentarse a su
propia sombra, que es miedo, odio, inhumanidad. "

Biografía

Stanislaw Lem (Polonia, 1921)


Ciberiada: Fábulas para una Era Cibernética (fragmento)
" Los poetas organizaron inmediatamente varias reuniones de protesta, postulando el cierre y sellado de la máquina,
pero, fuera de ellos, nadie se preocupo por los luctuosos incidentes. Bien al contrario, las redacciones de periódicos
estaban muy satisfechas, puesto que el Electrobardo, escribiendo bajo miles de seudónimos, siempre tenía listo un
poema de dimensión indicada para cada ocasión; su poesía circunstancial tenía tal calidad que los ciudadanos agotaban
en unos momentos tirajes enteros: en las calles se veían rostros de expresión embelesada y soñadoras sonrisas, y se
oían gentes sollozando quedamente. Todo el mundo conocía los poemas del Electrobardo, el ambiente ciudadano
estaba saturado de preciosas rimas, y las naturalezas particularmente sensibles, alcanzadas por una metáfora o una
asonancia especialmente lograda, incluso se desmayaban de impresión. El gigante de inspiración estaba preparado para
estos trances, produciendo al acto una cantidad correspondiente de sonetos vivificadores. "

Biografía

Jacobo Leopardi (Italia, 1798-1837)


El infinito
" Siempre amé esta colina, y este cerco que la vista me impide ver más allá de su horizonte. Mirando los interminables
espacios de allá a lo lejos, los silencios sobrehumanos y su profunda quietud, yo estoy con mis pensamientos, aunque
mi corazón no se asusta. Escucho los susurros del viento detrás de las plantas, y en el infinito silencio mido mi voz: y
me subyuga lo eterno, y las estaciones muertas, y el presente real y el sonido de todos ellos. Así a través de esta
inmensidad se ahoga mi pensamiento: y el naufragar me es dulce en este mar. "

Biografía
J. M. Leprince de Beaumont (Francia, 1711-1780)
La bella y la bestia (fragmento)
" Tres apacibles meses pasó la Bella en el castillo. Todas las tardes la Bestia la visitaba, y la entretenía y observaba
mientras comía, con su conversación llena de buen sentido pero jamás de aquello que en el mundo llaman ingenio.
Cada día la Bella encontraba en el monstruo nuevas bondades, y la costumbre de verlo la había habituado tanto a su
fealdad, que lejos de temer del momento de su visita miraba con frecuencia el reloj para ver si eran las nueve, ya que
la Bestia jamás dejaba de presentarse a esa hora. "

Biografía

Mihail Lermontov (Rusia, 1814-1841)


Adiós a ti
" Adiós a ti del ruso sucia patria
nación de encomenderos y de esclavos.
Adiós a esas guerreras azuladas.
Adiós al pueblo por ellas maniatado.
Quizá yo, tras el Cáucaso erguido,
esconderme podré de los tiranos,
de su ojo que todo lo registra,
de su oído que nada escucha en vano. "

Biografía

Doris Lessing (Gran Bretaña, 1919)


Una merienda en el campo (fragmento)
" ¿Cómo podemos saber si vieron lo que nosotros vemos? Quizá cuando miraron las colinas, valles, árboles, se hicieron
con lo que vieron en una forma que nosotros no comprendemos, como los aborígenes en Australia pueden ser parte de
un paisaje a través del canto. Quizá, avizorando, de espaldas a las pinturas que habían ejecutado, ellos eran el paisaje,
eran lo que veían. En ocasiones la gente de hoy tiene destellos o momentos, que son como si formaran "parte de todo",
emergen en "todo"; ondean en árboles, plantas, suelo, rocas y pasan a ser uno con ellos. ¿Cómo sabemos que esta
condición, que se consigue sólo temporal y ocasionalmente, y por rara gente, no fue su estado permanente? "

Biografía

Primo Levi (Italia, 1919-1987)


Los caídos y los salvados (fragmento)
" La historia de Rumkowski es la historia repugnante e inquietante de los Kapos y funcionarios de los Lager; de los
pequeños jerarcas que sirven a un régimen, frente a cuyas culpas son voluntariamente ciegos; de los subordinados que
firman todo, porque una firma es poco importante; de quien mueve la cabeza pero consiente; de quien dice "si no lo
hiciese yo, lo haría alguien peor que yo".
(...)
Pero todo esto no basta para explicar el sentido acuciante y amenazador que emana de esta historia. Tal vez su
significado sea más amplio: en Rumkowski nos vemos todos, su ambigüedad es la nuestra, connatural a nosotros, de
híbridos amasados de arcilla y de espíritu; su fiebre es la nuestra, la de nuestra civilización occidental que "baja a los
infiernos con trompetas y tambores", y sus miserables oropeles son la imagen distorsionada de nuestros símbolos de
prestigio social. Su locura es la del hombre presuntuoso y mortal
(...)
. Igual que Rumkowski también nosotros nos cegamos con el poder y con el prestigio hasta olvidar nuestra fragilidad
esencial: con el poder pactamos todos, de buena o mala gana, olvidando que todos estamos en el ghetto, que el ghetto
está amurallado, que fuera del recinto están los señores de la muerte, que poco más allá espera el tren. "

Biografía

Sinclair Lewis (EEUU, 1885-1951)


Babbitt (fragmento)
" No hacia nada de particular, ni mantequilla ni zapatos ni versos, pero era hábil para vender casas en más de lo que la
gente podía pagar. Su rostro era infantil... a pesar de sus arrugas y de los lentes que se suspendían sobre su nariz. No
era obeso, pero estaba excesivamente bien alimentado. "

Biografía

José Lezama Lima (Cuba, 1910-1976)


Rueda el cielo
" Rueda el cielo—que no concuerde
su intento y el grácil tiempo—
a recorrer la posesión del clavel
sobre la nuca más fría
de ese alto imperio de siglos.
Rueda el cielo—el aliento le corona
de agua mansa en palacios
silenciosos sobre el río—
a decir su imagen clara.
Su imagen clara.
Va el cielo a presumir —
los mastines desvelados contra el viento—
de un aroma aconsejado.
Rueda el cielo
sobre ese aroma agolpado
en las ventanas,
como una oscura potencia
desviada a nuevas tierras.
Rueda el cielo
sobre la extraña flor de este cielo,
de esta flor,
única cárcel:
corona sin ruido. "

Una oscura pradera me convida


" Una oscura pradera me convida,
sus manteles estables y ceñidos,
giran en mí, en mi balcón se aduermen.
Dominan su extensión, su indefinida
cúpula de alabastro se recrea.
Sobre las aguas del espejo,
breve la voz en mitad de cien caminos,
mi memoria prepara su sorpresa:
gamo en el cielo, rocío, llamarada.
Sin sentir que me llaman
penetro en la pradera despacioso,
ufano en nuevo laberinto derretido.
Allí se ven, ilustres restos,
cien cabezas, cornetas, mil funciones
abren su cielo, su girasol callando.
Extraña la sorpresa en este cielo,
donde sin querer vuelven pisadas
y suenan las voces en su centro henchido.
Una oscura pradera va pasando.
Entre los dos, viento o fino papel,
el viento, herido viento de esta muerte
mágica, una y despedida.
Un pájaro y otro ya no tiemblan. "

Biografía

Enrique Lihn (Chile, 1929-1988)


La pieza oscura (fragmento)
" El tiempo volaba como para arrollarnos con un ruido de aguas
espumosas más rápidas en la proximidad de la rueda del
molino, con alas de gorriones--símbolos del salvaje orden
libre--con todo él por único objeto desbordante
y la vida--símbolo de la rueda--se adelantaba a pasar
tempestuosamente haciendo girar la rueda a velocidad
acelerada, como en una molienda de tiempo, tempestuosa.
Yo solté a mi cautiva y caí de rodillas, como si hubiera envejecido
de golpe, presa de dulce, de empalagoso pánico
como si hubiera conocido, más allá del amor en la flor de su edad,
la crueldad del corazón en el fruto del amor, la corrupción
del fruto y luego . . . el carozo sangriento, afiebrado y seco.
¿Qué será de los niños que fuimos? Alguien se precipitó a
encender la luz, más rápido que el pensamiento de las
personas mayores.
Se nos buscaba ya en el interior de la casa, en las inmediaciones del
molino: la pieza oscura como el claro de un bosque.
Pero siempre hubo tiempo para ganárselo a los sempiternos
cazadores de niños. Cuando ellos entraron al comedor, allí
estábamos los ángeles sentados a la mesa
ojeando nuestras revistas ilustradas--los hombres a un extremo, las
mujeres al otro--
en un orden perfecto, anterior a la sangre.
En el contrasentido de las manecillas del reloj se desatascó la rueda
antes de girar y ni siquiera nosotros pudimos encontrarnos a
la vuelta del vértigo, cuando entramos en el tiempo
como en aguas mansas, serenamente veloces;
en ellas nos dispersamos para siempre, al igual que los restos de un
mismo naufragio.
Pero una parte de mí no ha girado al compás de la rueda, a favor de
la corriente.
Nada es bastante real para un fantasma. Soy en parte ese niño que
cae de rodillas
dulcemente abrumado de imposibles presagios
y no he cumplido aún toda mi edad
ni llegaré a cumplirla como él
de una sola vez y para siempre. "
Amin Maalouf (Líbano, 1949)
León el africano (fragmento)
" A mí, Hasan, hijo de Mohamed el alamín, a mí, Juan León de Médicis, circuncidado por la mano de un barbero y
bautizado por la mano de un papa, me llaman hoy el Africano, pero ni de África, ni de Europa, ni de Arabia soy. Me
llaman también el Granadino, el Fesí, el Zayyati, pero no procedo de ningún país, de ninguna ciudad, de ninguna tribu.
Soy hijo del camino, caravana es mi patria y mi vida la más inesperada travesía. Mis muñecas han sabido a veces de las
caricias de la seda y a veces de las injurias de la lana, del oro de los príncipes y de las cadenas de los esclavos. Mis
dedos han levantado mil velos, mis labios han sonrojado a mil vírgenes, mis ojos han visto agonizar ciudades y caer
imperios. Por boca mía oirás el árabe, el turco, el castellano, el beréber, el hebreo, el latín y el italiano vulgar, pues
todas las lenguas, todas las plegarias me pertenecen. Mas yo no pertenezco a ninguna. No soy sino de Dios y de la
tierra, y a ellos retornaré un día no lejano. Y tú permanecerás después de mí, hijo mío. Y guardarás mi recuerdo. Y
leerás mis libros. Y entonces volverás a ver esta escena: tu padre, ataviado a la napolitana, en esta galera que lo
devuelve a la costa africana, garrapateando como mercader que hace balance al final de un largo periplo. Pero no es
esto, en cierto modo, lo que estoy haciendo: qué he ganado, qué he perdido, qué he de decirle al supremo Acreedor?
Me ha prestado cuarenta años que he ido dispersando a merced de los viajes: mi sabiduría ha vivido en Roma, mi pasión
en el Cairo, mi angustia en Fez, y en Granada vive aún mi inocencia. "

Biografía

Antonio Machado (España, 1875-1939)


Canciones a Guiomar
" Hoy te escribo en mi celda de viajero,
a la hora de una cita imaginaria.
Rompe el iris al aire el aguacero,
y al monte
su tristeza planetaria.
Sol y campanas en la vieja torre.
¡Oh tarde viva y quieta
que opuso al panta rhei su nada corre,
tarde niña que amaba a su poeta!
¡Y día adolescente
-ojos claros y músculos morenos-,
cuando pensaste a amor, junto a la fuente,
besar tus labios y apresar tus senos!
Todo a esta luz de abril se transparenta;
todo en el hoy de ayer, el Todavía
que en sus maduras horas
el tiempo canta y cuenta,
se funde en una sola melodía,
que es un coro de tardes y de auroras.
A ti, Guiomar, esta nostalgia mía. "
Biografía

Manuel Machado (España, 1874-1947)


Adelfos
" Yo, soy como las gentes que a mi tierra vinieron
-soy de la raza mora, vieja amiga del Sol-,
que todo lo ganaron y todo, lo perdieron.
Tengo el alma de nardo del árabe español.
Mi voluntad se ha muerto una noche de luna
en que era muy hermoso no pensar ni querer...
Mi ideal es tenderme, sin ilusión ninguna...
De cuando en cuando, un beso y un nombre de mujer,
En mi alma, hermana de la tarde, no hay contornos...,
y la rosa simbólica de mi única pasión
es una flor que nace en tierras ignoradas
y que no tiene aroma, ni forma, ni color.
Besos, ¡pero no darlos! Gloria..., ¡la que me deben!
¡Que todo como un aura se venga para mí!
Que las olas me traigan y las olas me lleven,
y que jamás me obliguen el camino a elegir.
¡Ambición!, no la tengo, ¡Amor!, no lo he sentido.
No ardí nunca en un fuego de fe ni gratitud.
Un vago afán de arte tuve... Ya lo he perdido.
Ni el vicio me seduce, ni adoro la virtud,
De mi alta aristocracia, dudar jamás se pudo,
No se ganan, se heredan, elegancia y blasón...
Pero el lema de casa, el mote del escudo,
es una nube vaga que eclipsa un vano sol,
Nada es pido. Ni os amo, ni os odio, Con dejarme,
lo que hago por vosotros, hacer podéis por mí...
¡Que la vida se tome la pena de matarme,
ya que yo no me tomo la pena de vivir!...
Mi voluntad se ha muerto una noche de luna
en que era muy hermoso no pensar ni querer...
Da cuando en cuando un beso, sin ilusión ninguna,
¡El beso generoso que no he de devolver! "

Biografía

Archibald MacLeish (EEUU, 1892-1982)


Ars Poetica
" Un Poema debe ser palpable, y mudo
Como una fruta redonda
Sin voz
Como viejos medallones contra el pulgar
Silencioso como la piedra gastada por las mangas
En el alféizar donde ha crecido musgo;
Un poema debe ser sin palabras
Como vuelo de pájaros
Un poema debe estar inmóvil en el tiempo
Mientras la luna asciende
Dejando, como la luna suelta
Ramita tras ramita los árboles enredados por la noche,
Dejando, como la luna tras las hojas de invierno,
Recuerdo por recuerdo la mente;
Un poema debe estar inmóvil en el tiempo
Mientras la luna asciende
Un poema debe ser igual a:
No es cierto
Por el amor
Las hierbas inclinadas y dos luces sobre el mar:
Un poema no debe significar
Sino ser. "

Biografía

Maurice Maeterlinck (Bélgica, 1862-1949)


La sabiduría y el destino (fragmento)
" Es verdad, y este es el consuelo del justo, del héroe y del sabio; el destino sólo tiene imperio en ellos por el bien que
ellos hacen. Los demás hombres son ciudades de cien puertas abiertas por las cuales cualquier cosa puede penetrar;
pero el justo es una ciudad cerrada que sólo tiene una puerta de luz, y el destino no puede abrirla más que cuando
logra que el amor llame a esta puerta; él obliga a los demás hombres a hacer lo que él quiere, y el destino cuando es
libre no quiere casi siempre sino el mal; pero si piensa en reinar sobre el justo, es necesario también que piense en
hacer el bien.
(...)
Si es una aventura miserable, todo el pueblo, toda la ciudad acude; pero si es un rayo de hermosura que viene a herir
nuestro ojo, o un rayo de amor que viene a iluminar nuestro corazón, nadie se ocupa de ello. "

Biografía

Naguib Mahfuz (Egipto, 1911)


El callejón de los milagros (fragmento)
" Muchos testimonios lo proclaman: el callejón de Midaq fue una de las joyas de otros tiempos y brilló con rutilante
estrella en la historia de El Cairo. ¿A qué Cairo me refiero? ¿Al de los fatimíes, al de los mamelucos o al de los sultanes
otomanos? La respuesta sólo la saben Dios y los arqueólogos. A nosotros nos basta con constatar que el callejón es una
preciosa reliquia del pasado. ¿Cómo podría ser de otra manera con el hermoso empedrado que lleva directamente a la
histórica calle Sanadiqiya? Además tiene el café que todos conocen como el café de Kirsha, con muros adornados de
abigarrados arabescos. Todo esto con una antigüedad neta, en estado de ruina y decadencia, y con fuertes efluvios de
medicinas y drogas de otras épocas, que al paso del tiempo se van sustituyendo por los del presente y los del futuro. "

Biografía
Norman Mailer (EEUU, 1923)
El evangelio en el nombre del hijo (fragmento)
" Tampoco era fácil lograr comunión con la madera. Ninguno de nosotros podía olvidar que las manzanas del árbol del
Edén habían poseído el conocimiento del bien y del mal; a veces parecía que el bien y el mal todavía estaban en la
madera. Una pieza trabajada cinco días podía traicionar tu herramienta al menor error, y a menudo parecía que la
tabla se rompía sola en dos partes. Llegué a creer que hasta una simple tabla puede actuar con conocimiento del bien y
el mal (y mucho deseo de hacer lo último).Sin embargo, un hombre malo no puede pasar junto a un buen árbol sin que
se le entristezcan las hojas. "

Biografía

Bernard Malamud (EEUU, 1914-1986)


Me vais a matar (fragmento)
" Cuando llegaban las cartas, a veces las rompía al abrirlas con sus dedos torpes; olvidaba el trabajo y, sentado en un
taburete, sacaba del mismo cajón unas gafas rajadas, y se las ajustaba a las orejas mediante unos cordeles atados para
reemplazar las rotas varillas. Luego leía las hojas de papel que apretaba en el puño: una torcida letra polaca en
desvaída tinta parda, cuyas palabras pronunciaba una a una en voz alta para que Marcus, que entendía la lengua pero
prefería no oír, oyera. Antes de que el planchador extrajera dos frases enteras de la carta, la cara se le deshacía y se
echaba a llorar, y lágrimas aceitosas le untaban las mejillas y la barbilla, de modo que parecía que le hubieran rociado
con insecticida. Al final entraba en una atronadora tormenta de sollozos, algo que era terrible ver y que le dejaba
inútil para horas y echaba a perder la mañana.
(...)
Emilio, el sastre, era otro perro solitario. Cada día comía su almuerzo de cuarenta centavos en la taberna en seguida, a
leer el Corriere. Su rareza consistía en que siempre murmuraba para sí mismo. Nadie entendía lo que decía, pero era
algo sibilante e insistente, y, estuviera donde estuviera, siempre se oía su silbido que imploraba o que gemía
suavemente, aunque nunca lloraba. Murmuraba mientras cosía un botón, o acortaba una manga, o usaba la plancha.
Murmurando por la mañana al colgar el abrigo en la percha, murmuraba todavía al ponerse el sombrero negro, al
introducir sus canijos hombros en el abrigo y al dejar la tienda por la soledad de la noche. "

Biografía

André Malraux (Francia, 1901-1976)


El museo imaginario (fragmento)
" Al "placer de la mirada", la sucesión, la aparente contradicción de las escuelas, fueron agregando la conciencia de una
búsqueda apasionada, de una recreación del universo frente a la Creación. Después de todo, el museo es uno de los
lugares que dan la más alta idea del hombre.
(...)
Nuestra sensibilidad por la estatua mutilada, por el bronce de las excavaciones arqueológicas, es reveladora. No
coleccionamos ni los bajorrelieves borrosos ni las oxidaciones; no es la presencia de la muerte lo que nos retiene sino la
de la supervivencia.
(...)
La mutilación es la traza del combate, el tiempo ha aparecido de golpe, el tiempo que forma parte de las obras del
pasado tanto como su materia y que surge de la fractura como de la oscuridad amenazadora donde se unen el caos y la
dependencia. Todos lo museos del mundo tienen por símbolo el torso mutilado de Hércules.El nuevo adversario de
Hércules, la última encarnación del destino es la historia.
(...)
La voz del artista saca su fuerza de que nace de una soledad que apela al universo para imponerle el acento humano, y
en las grandes artes del pasado sobrevive para nosotros la invencible voz interior de las civilizaciones desaparecidas. "

Biografía

Stephan Mallarmé (Francia, 1842-1898)


Ofrendas a diversos del fauno, de La siesta de un fauno
" El fauno soñaría himen y casto anillo sin las ninfas del bosque ni siquiera escuchar en es salón recoleto cuando el
piano de cola idéntico a tu ingenio, pasa del grave al tierno. ¡Feo fauno! como pasa por los bosquecillos un tren que
silba lo que, quedo, el caramillo suspira. ¿Irás, por exceso de llama, a pedir esta cuarteta torpe para acallarla? o, si él
la dijera, peor aún. Ese fauno, si te tuviese sentada en una arboleda no se dedicaría a inflar su flauta indecisa con la
turbación dispersa de sus viejos pasos. Fauno, que en un claro del bosque te deslizas mientras duermes con cuatro
versos agradece a Dujardin tu hermano normando. Fauno, si adoptas un atuendo simple como el de las enredaderas
Dujardin y yo, no póstumamente te popularizaremos. "

Biografía

Eduardo Mallea (Argentina, 1903-1982)


Chaves (fragmento)
" Hablaba como no había hablado nunca o como hablaba desde que la conoció, como le hablaba a ella y a la gente, a
todo aquel tropel mudante y elusivo, en un furioso impulso parafrástico por tornarles transparente su definitiva
intransparencia. A veces de pie, a veces de rodilla, a veces alzado junto al lecho como un gigante en el mural reflejo
de la sombra, Chaves llenó la noche de palabras... Con que brío le contó lo que tenían que ver y todavía no habían
visto, lo que tenían que hablar y todavía no habían hablado! Con que transporte y elocuencia le describió aquel
desplazamiento, planeado, hacia regiones de mucho más al Norte donde verían juntos el corte áspero de las quebradas!
Como le contó todo aquello que no pensó respecto de los destinos a que él se sentía llamado por aquella súbita
transformación de la empresa en que colaboraba! Qué vehemencia! Cuánta gritada frase! Al alba, cuando llegó el
aparato funeral, le hallaron todavía hablando, pero ya en voz baja y declinante como oración que sigue, fatigada, o
como susurro de monomaníaco más allá de objeto y tiempo, acepción y razón. Y así fue como Chaves habló, aquella
vez. Y como despúes bajó de las palabras a la llanura de su soledad. Y como bajó, solo, por el país, por pueblos y por
pueblos, hasta el Sur, hasta sentir el frío y mirar los lagos y ver por encima de las casas la punta nevada de los alerces.
"

Biografía

Osip Mandelstam (Rusia, 1891-1938)


Me extravié en el cielo
" Me extravié en el cielo.
Qué puedo hacer?
Quien esté cerca ¡conteste!
Sería mejor para ustedes hablar
De las vigorosas visiones dantescas.
No puedo separarme de la vida:
Aunque ella mate y acaricie,
En los oídos y en las cuencas de los ojos
Se posa la tristeza florentina.
No coloques, por favor, no coloques
Laurel amoroso en el whisky,
Mejor despedaza mi corazón
En trozos de sonidos azules.
Y cuando muera, este servidor,
Amigo en vida de todos los vivos,
Resonará en lo alto y profundo
Un eco celeste en el pecho. "

Vivimos inmersos sin sentir el país


" Vivimos inmersos sin sentir el país,
Nuestras palabras se esfuman a diez pasos,
Donde sólo basta un charlatán a medias
Recordarán al montañés del Kremlin.
Sus gruesos dedos son grasos, cual gusanos,
Y sus palabras, pesadas, son ciertas,
Las cucarachas se mofan de sus ojos
Con sus tentáculos resplandecientes.
Lo rodea una chusma de jefes catrines,
Juega y se sirve de gente mediocre.
Quién silba, quién maúlla, quién gimotea,
Sólo él puede golpear y empujar,
Como un capataz da una orden tras otra
Ya sea en la ingle, en la frente,
en las cejas, en los ojos.
Él puede matar y a la vez ser dulce,
Es un georgiano de gran corazón. "

Guarda siempre mi palabra


" Guarda siempre mi palabra tras un dejo de desgracia y humo,
Tras la resina de la paciencia circular, tras la brea vergonzosa del trabajo...
Como el agua que en los pozos de Novgorod debe ser negra y dulce,
Para que en la Navidad se refleje en ella la estrella de siete alas.
Y por ello, padre mío, mi amigo y burdo ayudante,
Soy un hermano bastardo, un renegado del pueblo,
Que promete edificar grandes y frondosas construcciones
Para que en ellas se mueran los príncipes.
Ojalá me amaran sólo a mí estos parajes helados
Como los bolos que, apuntando a la muerte, golpean el jardín.
Aunque pase toda la vida en una camisa de hierro
Encontraré para la ejecución un hacha en el bosque. "

Biografía

Mariá Manent (Catalunya, 1898-1988)


La tomba de Rilke -Rarogne, Valais- (en catalán)
" Reposes en l'extrem
cementiri, damunt la roca fosca,
amb l'heura muntanyana, que no tem
el gebre del febrer. Tens una creu ben tosca,
de fossar de pastors i camperols,
i cenyeix el teu clos una pedra corcada
com les arques de núvia. Neus i sols
han fet grisa la creu, amb color de boirada.
Però en la teva tomba hi ha una mica d'urc:
un escut cisellat, una mica de faula
de l'Àustria antiga, coronant el burg
solitari i extrem de la teva paraula.

Ací reposa el front que s'inclinà sovint


al silenci i a l'ombra;
i quan el vent dels Alps la neu escombra
damunt l'herbeta morta, els camperols, venint
de les vinyes, on tenen els ceps forma de lira,
no saben que s'amaga sota la creu el blau
i la por dels teus ulls d'infant, i que sospira
l'heura sobre el teu cor que ignorava la pau. "

Biografía

Thomas Mann (Alemania, 1875-1955)


Lotte im Weimar (fragmento)
" Detesto la locura, la aborrezco desde el fondo de mi alma, aborrezco a todos los genios desequilibrados, o semigenio;
detesto todo emocionalismo, toda pose excéntrica. ¡ Audacia y osadía, si! La audacia es todo, es lo único
indispensable; pero una audacia serena, decorosa, correcta, como envuelta en el suave terciopelo de la ironía. ¡ He ahí
lo que yo soy y lo que quiero ser!. "

La montaña mágica (fragmento)


" Yo no me ataré ni al partido de Naphta ni al de Settembrini... ¡ Singulares pedagogos con su eterno problema de la
presencia! La vida o la muerte, la enfermedad o la salud, el espíritu o la naturaleza... ¿ Son éstas antinomias? ¿ Son
siquiera problemas? No, no son problemas. La muerte, con todas sus vergüenzas, está instalada en el corazón de la vida
y no habría vida sin ella, y el lugar del horno Dei está entre ambas, a medio camino de la vergüenza y de la razón, lo
mismo que el Estado es el término medio entre la comunidad mística y el individualismo acendrado. "

Advertencia a Europa (fragmento)


" Cómo le será permitido al poeta equivocarse, cuando su naturaleza y su destino han sido colocados en el sitio más
destacado del mundo?... El poeta que fracasa frente al problema humano, planteado bajo la forma política, no es
solamente un traidor a la causa del espíritu, en provecho del partido del interés, sino además un hombre perdido. Su
pérdida es ineluctable. Pierde su fuerza creadora, su "talento" y ya no habrá nada duradero; más aún, su obra anterior
que no lleve la marca de su falta y que haya sido buena, dejará de serlo; ya no significará nada a los ojos de los
hombres. "

Muerte en Venecia (fragmento)


" Los sentimientos y observaciones del hombre solitario son al mismo tiempo más confusos y más intensos que los de la
gente sociable; sus pensamientos son más graves, más extraños y siempre tienen un matiz de tristeza. Imágenes y
sensaciones que se esfumarían fácilmente con una mirada, con una risa, un cambio de opiniones, se aferran
fuertemente en el ánimo del solitario, se ahondan en el silencio y se convierten en acontecimientos, aventuras,
sentimientos importantes. La soledad engendra lo original, lo atrevido, y lo extraordinariamente bello, la poesía. Pero
engendra también lo desagradable, lo inoportuno, absurdo e inadecuado.
(...)
Sus nervios acogían ansiosos los lánguidos tonos, las melodías sentimentales y vulgares, pues la pasión paraliza el
sentido crítico y recibe con delicia todo aquello que en un estado de serenidad se soportaría con disgusto. "
Biografía

Katherine Mansfield (Gran Bretaña, 1888-1923)


Textos privados (fragmento)
" Mal día... dolores terribles, etcétera, y debilidad. No pude hacer nada. La debilidad no era sólo física. Debo curar mi
Yo antes de poder sanar... He de hacerlo sola y ahora mismo. Es la raíz de mi incapacidad de mejorar. No controlo mi
mente. He aquí la gentil alondra harta de descanso, qué insoportable sería morir, dejar recortes, fragmentos, nada
verdadero terminado.
(...)
Mi vecino de habitación tiene la misma queja. Cuando por la noche me despierto, lo oigo darse vueltas. Y entonces
tose. Sigue en silencio y toso yo. Y él vuelve a toser. Y así sigue largo rato. Hasta que me da la sensación de que somos
como dos gallos llamándose uno al otro en un falso amanecer. "

Biografía

Alessandro Manzoni (Italia, 1785-1873)


Los novios (fragmento)
" Adiós montañas, manantiales de las aguas, y elevadas al cielo cimas iniguales, conocidas a quien ha crecido entre
ustedes, e impresionadas en su mente, no menos que lo sea el aspecto de sus familiares más allegados; arroyos, de los
cuales se distingue el estruendo como el sonido de las voces domésticas; villas esparcidas y albicantes sobre el pendío,
como manadas de ovejas apacientes; adiós . "

Biografía

Nicolás Maquiavelo (Italia, 1469-1527)


El Príncipe (fragmento)
" Cuando se trata, pues, de juzgar el interior de los hombres, y principalmente el de los príncipes, como no se puede
recurrir a los tribunales, es preciso atenerse a los resultados: así lo que importa es allanar todas las dificultades para
mantener su autoridad; y los medios, sean los que fueren, parecerán siempre honrosos y no faltará quien los alabe.
Este mundo se compone de vulgo, el cual se lleva de la apariencia, y sólo atiende al éxito: el corto número de los que
tienen un ingenio perspicaz no declara lo que percibe.
(…)
El príncipe que no sepa ser amigo o enemigo decidido, se granjeará con mucha dificultad la estimación de sus súbditos.
Si están en guerra dos potencias vecinas, debe declararse por una de ellas, so pena de hacerse presa del vencedor, sin
ningún recurso, y alegrándose el mismo vencido de su ruina; porque el vencedor no podrá mirar con buenos ojos a un
enemigo incierto, que le abandonaría al primer revés de la fortuna, y el vencido nunca le perdonará que se haya
mantenido tranquilo espectador de sus derrotas. "

Biografía
Joan Maragall (Catalunya, 1860-1911)
Cant espiritual (en catalán)
" Si el món ja és tan formós, Senyor, si es mira
amb la pau vostra a dintre de l'ull nostre,
què més ens podeu dâ en una altra vida?

Per'xò estic tan gelós dels ulls, i el rostre,


i el cos que m'heu donat, Senyor, i el cor
que s'hi mou sempre ... i temo tant la mort!

Amb quins altres sentits me'l fareu veure


aquest cel blau damunt de les muntanyes,
i el mar immens, i el sol que pertot brilla?
Deu-me en aquests sentits l'eterna pau
i no voldré més cel que aquest cel blau.

Aquell que a cap moment li digué: "-Atura't"


sinó al mateix que li dugué la mort,
jo no l'entenc, Senyor; jo, que voldria
aturar tants moments de cada dia
per fê'ls eterns a dintre del meu cor!...
O és que aquest "fê etern" és ja la mort?
Mes llavores, la vida, què seria?
Fóra l'ombra només del temps que passa,
la il.lusió del lluny i de l'a prop,
i el compte de lo molt, i el poc i el massa,
enganyador, perquè ja tot ho és tot?

Tant se val! Aquest món, sia com sia,


tan divers, tan extens, tan temporal;
aquesta terra, amb tot lo que s'hi cria,
és ma pàtria, Senyor; i no podria
ésser també una pàtria celestial?
Home só i és humana ma mesura
per tot quant puga creure i esperar:
si ma fe i ma esperança aquí s'atura
me'n fareu una culpa més enllà?
Més enllà veig el cel i les estrelles,
i encara allí voldria ésser-hi hom:
si heu fet les coses a mos ulls tan belles,
si heu fet mos ulls i mos sentits per elles,
per què aclucâ'ls cercant un altre com?
Si per mi com aquest no n'hi haurà cap!
Ja ho sé que sou, Senyor; pro on sou, qui ho sap?
Tot lo que veig se vos assembla en mi ...
Deixeu-me creure, doncs, que sou aquí.
I quan vinga aquella hora de temença
en què s'acluquin aquests ulls humans,
obriu-me'n, Senyô, uns altres de més grans
per contemplar la vostra faç immensa.
Sia'm la mort una major naixença! "

Oda a Espanya (en catalán)


" Escolta, Espanya, - la veu d'un fill
que et parla en llengua - no castellana;
parlo en la llengua - que m'ha donat
la terra aspra:
en'questa llengua - pocs t'han parlat;
en l'altra, massa.

T'han parlat massa - dels saguntins


i dels que per la pàtria moren:
les teves glòries - i els teus records,
records i glòries - només de morts:
has viscut trista.

Jo vui parlar-te - molt altrament.


Per quE vessar la sang inútil?
Dins de les venes - vida és la sang,
vida pels d'ara - i pels que vindran:
vessada és morta.

Massa pensaves - en ton honor


i massa poc en el teu viure:
tràgica duies - a morts els fills,
te satisfeies - d'honres mortals,
i eren tes festes - els funerals,
oh trista Espanya!

Jo he vist els barcos - marxar replens


dels fills que duies - a que morissin:
somrients marxaven - cap a l'atzar;
i tu cantaves - vora del mar
com una folla.

On són els barcos? - On són els fills?


Pregunta-ho al Ponent i a l'ona brava:
tot ho perderes, - no tens ningú.
Espanya, Espanya, - retorna en tu,
arrenca el plor de mare!

Salva't, oh!, salva't - de tant de mal;


que el plô et torni feconda, alegre i viva;
pensa en la vida que tens entorn:
aixeca el front,
somriu als set colors que hi ha en els núvols.

On ets, Espanya? - no et veig enlloc,


No sents la meva veu atronadora?
No entens aquesta llengua - que et parla entre perills?
Has desaprès d'entendre an els teus fills?
Adéu, Espanya! "

Biografía

Ausias March (Catalunya, 1397-1459)


Sí com lo taur se'n va fuit pel desert -en catalán-
" Sí com lo taur se'n va fuit pel desert
quan és sobrat per son semblant qui el força
ne torna mai fins ha cobrada força
per destruir aquell qui l'ha desert,
tot enaixí em cové llunyar de vós,
car vostre gest mon esforç ha confús:
no tornaré fins del tot haja fus
la gran paor qui em tol ser delitós. "
Biografía
Susana March (España, 1918-1991)
La meta
" He cambiado todas mis rosas por un lugar cerca del fuego
por el sosiego de mi alma la negra seda de mi pelo
he vendido mis esperanzas por un puñado de recuerdos
mi corazón por un reloj que sólo cuenta el tiempo muerto
mi última moneda de oro se la di de limosna al viento
ahora ya no me queda nada, desnuda estoy como el desierto
un oasis de mansedumbre está brotándome en el pecho. "

Biografía

Maria Merçé Marçal (Catalunya, 1952-1998)


Llengua abolida (fragmento) -en catalán-
" Sota aquest vent s'aviven
calius d'antigues xeres mal colgades...
Estrany cal.lidoscopi
on el que és vell es torna neu intacta
- oferta a tu, perquè hi deixis petjades
i en sollis la puresa massa eixorca -
i on el que és nou perd llei d'estrangeria...!
En tu estimo tot el meu passat
congriat en un sol nom ritual:
els ravals foscos del desig, el mal,
la mar assolellada i el bressol.
Cada tombant del teu cos m'alimenta
d'altres paisatges que l'oblit no fon:
el foc encén de nou cada campana
i es clou l'enyor, en retrobar-los vius,
fets carn en tu, i tu els dónes sentit.
No esborraria cap revolt, cap culpa,
cap rastre de coltell, ni l'ombra de l'estrall,
ni el desert ni la sang sembrada arran de duna,
morta, ni els verds oasis delmats, ni cap miratge,
ni el crit fosforescent dels ossos que els xacals
han rostat i abandonen cansats...:
Prenc el camí que m'ha portat a tu. "

Biografía
Leopoldo Marechal (Argentina, 1900-1970)
Adán Buenosayres (fragmento)
" La primavera reía sobre las tumbas, cantaba en el buche de los pájaros, ardía en los retoños vegetales, proclamaba
entre cruces y epitafios su jubilosa incredulidad acerca de la muerte. Y no había lágrimas en nuestros ojos ni
pesadumbre alguna en nuestros corazones; porque dentro de aquel ataúd sencillo (cuatro tablitas frágiles) nos parecía
llevar no la pesada carne de un hombre muerto, sino la materia leve de un poema concluido.
(…)
Lo más oneroso que hallo en Titania es su manía, ciertamente aborrecible, de subordinar las cosas del espíritu a las
vagas, exquisitas e inefables titilaciones de su sensibilidad. No hay trozo de música, ni pensamiento metafísico, ni
observación psicológica que no refiera ella inmediatamente a tal o cual manifestación de su gran simpático. "

Biografía

Joan Margarit (Catalunya, 1938)


L'ombra de l'altre mar (en catalán)
" Hauràs de tornar a escriure
l'obscur epíleg de la teva lògica,
ja que ignores, encara, noms d'ocells
I d'eines oblidades de conreu.
El déu de les mans buides ha tornat
cercant el que no has escrit encara.
Hauràs de prendre al desencís la pròpia,
desitjada grandesa, ja que, sempre,
a les teves històries hi surten
columnes i ponents,
un vell costum de solitari.

Recull el patrimoni del matí


damunt la sorra on els petits cargols
mostren la simetria
de l'espiral, centre de llur bellesa.
Mira dins teu: petxines de la nit,
nacre de la claror, roc del silenci.
Tot trencat per tempestes de la llum
i retornat amb cura a les arenes
d'aquest tardà coneixement de tu.

No hi ha aparat en el ponent, a l'illa.


Queda un verd tendre als ametllers i parres
i un argentat llunyà a les oliveres.
Els murs de pedra tenen transparències
d'oblit i el cel, il.luminat pre l'aigua
immòbil però viva dels aljubs,
té el color exacte de la tolerància.
Sols queden breus esclats als llocs més alts,
com aquesta flor roja al magraner
que s'exalta amb el raig de sol que sotja
durant un temps molt breu entre uns balustres.
No hi ha aparat en el ponent. Conec
la dignitat d'aquestes hores baixes.
Graduaràs la llum
i tu seuràs a l'ombra.
Si obres o bé ajustes porticons,
si corres una mica les cortines.
Potser també encenent algun dels llums
en un racó perdut. Si ho fas amb cura
podràs aconseguir de formar part
de la penombra i rebre les visites.
Però si hi ha un bell rostre entre els qui vénen
i tots en són de bells els que tu estimes -
obriràs les finestres
perquè la cambra s'ompli de la música
que fa la llum en colpejar el silenci.

Oh, com m'estimo aquest profund silenci,


quan tot resta suspès però tranquil
i sense desitjar cap desenllaç.
Un cec ahuca els gossos de l'atzar
i l'aiguaneix dels mots travessa ocult
vilorda i sotabosc. Amb fil d'aguait
com un estel de nit sostinc la lluna.

Oh, com m'estimo aquest profund silenci


tan ordenat i clar, fet de maons
de silenci tan ben aparellats.
Ell ablaneix aquesta por de segles
que m'espesseix la sang. Paüra d'ésser
com un dau que a la taula d'un vaixell
rodola sol amb el vaivé del mar.

Vinyes de malvasia i macabeu


de les clares cançons que la teva àvia
et cantava al crepuscle, quan tornàveu
al llarg de la riera, vora els horts.
Al filat de la mort hi ha llençols
prop de l'obscur racó d'un safareig,
però el silenci i prou és qui t'honora
si recordes la brisa entre les canyes,
la puresa de l'aire de secà
i les cançons on, cap al tard, sortien
vinyes de malvasia i macabeu.

Onsevulga que siguis, les paraules


recordaran la mar si hi ha memòria.
Recordaran aquests ponents que esclaten
a la muralla blava de la tarda.
Recordaran aquest taüt de sol
a la plaça oblidada del migdia.
Recordaran lladrucs llunyans.
Res mai no oscarà el fil d'aquest silenci
i arreu trobaràs l'illa si llampurna
claror de nit d'estiu ens els teus ulls.
No oblidis que on tu vagis trobaràs
un port en una mar on tot fa cap.
I que hi ha unes drassanes on fa temps
es basteix un vaixell amb el teu nom.
Onsevulga que sigui el port on moris
en altre mar recorda't d'aquest mar. "

Abans del alba (en catalán)


" Ja hi dormia, d'infant, sota aquest cel
que du als ulls, un cel de nit
amb estrelles immòbils com icones.
Aquest dia que encara no comença
es un tresor d'instants que, en escampar-se,
ningú mai més ja no podrà ajuntar.
Mira l'eixida fosca
on tantes fulles d'heura són callades,
com en suspens davant de la imminència
d'un demà que és present al negre cel.
Encén els llums i les finestres semblen
quadres d'or exposats a la façana,
un preludi del fil blau cel i rosa
que tallarà la fosca com una arma
damunt d'aquest silenci impenetrable
de les cases dempeus en el carrer.
Aurora a aurora fa la seva mort,
la seva veu als murs i, absort, escolta
l'auster silenci de la fosca als vidres
els primers crits de garsa en el terrat.
La semblança de l'alba amb el no-res
li porta el fred als ulls, i un grat record
d'un altre temps s'apuja dintre seu
quan, un cop esvanides les estrelles,
les heures tremoloses es desvetllen
i tanca els llums, igual que va fer ahir,
i com farà demà fins que, una albada,
el seu esguard també s'hagi esvanit. "

Biografía

Javier Marías (España, 1951)


El siglo (fragmento)
" Suena música en mi casa durante todo el día, pero cuando desciende la noche no puedo impedir que el lago, a veces
enloquecido y otras sólo crepitante, se apodere de todo el sonido y me confunda con sus movimientos imaginarios. Creo
descubrir en ocasiones que esas aguas tienen otra vocación, que no las hizo la Mano para permanecer estancadas, que
se saben río, y mar, y rizo, y brisa, que se distraen de su dilatado destino jugando a ser lo que hoy no son pero tal vez
fueron o quizá serán. Yo no las he visto bajo otra forma. Tampoco las veré, pues ya agonizo. Será ese lago sin duda lo
último en mirarme, y lo único que ignoro es el aspecto con que sus aguas se me ofrecerán el día. Yo las prefiero como
espejo empañado, cuando se muestran benévolas y sólo reproducen mis facciones difuminadas, sólo el contorno, la
blanca mancha, lo esencial nada más, lo justo para reconocerme y poder, empero, contemplarme a voluntad como los
muchos que fui, y los pocos que soy, y el esqueleto. Así las prefiero, pero su estatismo involuntario -tal vez impuesto-
sólo sabe renegar de sí adquiriendo distintos rostros con la ayuda irreflexiva, indiferente y muda de la luna y el sol
cambiantes. "
Julio Mariscal Montes (España, 1922-1977)
Te quería, lo sé
" Te quería, lo sé.
Lo supe luego, cuando tu ausencia reposó mi sangre.
Pero andaba la lepra del deseo tan aína en el labio
que iba a decir -estrella-,
y se trocaba en madrugada de coñac y sombra...
Y ahora que vuelve el viento de las cinco
a levantar castillos en mi frente,
y las nubes de otoño arremolinan tu recuerdo
en el cuenco de mi mano,
necesito vestir mi voz de tarde
con citas y alamedas de domingo,
para decirte, amor, cómo te quise,
cómo te quiero todavía,
aunque sé que mi voz ha de perderse
en el largo sahara de tu olvido... "

Biografía

Christopher Marlowe (Inglaterra, 1564-1593)


Eduardo II (fragmento)
" Dulce príncipe, voy; que tus amorosos renglones habrían podido hacerme venir a nado de Francia y, como Leandro,
expirar en la arena con tal de verte sonreír y tomarme en tus brazos. Para mis ojos de exilado la vista de Londres es
como el elíseo a un alma a él recién llegada. No porque ame a esta ciudad ni a sus hombres, sino porque alberga al que
me es tan caro, esto es, al rey, sobre cuyo pecho moriría contento aunque tuviese por enemigo al resto del mundo.
¿Necesitan las gentes del Ártico amar las estrellas cuando el sol brilla sobre ellos día y noche? Adios, vil humillarse ante
los orgullosos pares; que mi rodilla sólo se doblara ante el rey. En cuanto a la multitud, ¿qué son sino chispas
arrancadas de los maderos quemantes de su pobreza? Antes trataría de halagar al viento que roza mis labios y huye… "

Biografía

René Marques (Puerto Rico, 1919-1979)


El Miedo (fragmento) de En una Ciudad Llamada San Juan
" En vez de identificarse con la suerte de su patria, identificaba a ésta con su propia suerte. Veía la isla lanzada allí,
entre el Atlántico y el Caribe, sin conciencia alguna de su existencia durante siglos. Luego, la invasión y la colonización
española, como un latigazo en el alma dormida de la isla. El asombro del despertar. La urgencia para incorporarse a un
mundo ajeno. El desconcierto. -¿Qué quieren de mí?-, preguntaría ella. Luego un nuevo latigazo a su vida: la otra
invasión. Y él comprendía la angustia de la isla lanzando de nuevo la interrogación: -¿Qué quieren de mí?-. Sí, ¿qué
querían de ella? ¿Con qué derecho exigían? ¿No era suficiente la angustia de ser isla, de su soledad, de la incomprensión
de dos océanos que aprisionaban sus horizontes? "

La Sala (fragmento) de En una Ciudad Llamada San Juan


" Y todo es obsoleto: los cuentos de los héroes, la sangre en holocausto, el sillón en la sala, la libertad de un pueblo, el
corazón de un hombre, y el vaivén de la araña allá en el techo, y la voz que musita cosas de maravilla: episodios de
mártires, de mujeres que bordan banderas tricolores, de sueños realizados y de libertadores. Son cosas para niños que
no han ido a la escuela, mentira azul pálido para niños muy bobos que no saben de ciencia, los mismos que permiten
que sus papás los duerman, mientras la madre teje.
(...)
Con lo mucho que cuesta la libertad, y lo mucho que duele no tenerla, y lo mucho que se arriesga defenderla, y lo poco
que la aprecian los hombres sin espíritu, que son la mayoría, los que proclaman la igualdad del hombre y matan su
libertad...Porque la libertad no la piden los pueblos, sino los hombres, aunque no tengan su día libre, ni muchos días,
sino diez años en prisión...Y es preciso repetirlo tanto, mil veces quizás, porque la realidad se escapa siempre, y hay
que apresarla, violentarla, para que se entregue toda y no se finja sueño, o quimera, o ardid de un mago infernal...Con
qué facilidad se agotan las palabras.Y cuánto desamparo en los silencios que nada tienen que expresar. "

Biografía

Juan Marsé (España, 1933)


Parabellum (fragmento)
" El enorme bulldog, de un lustroso color avellana, abandonó la alfombra donde yacía y salió del estudio sin dignarse
mirar a su amo. Poco después, cuando Luys Ros introduce la primera falacia en la redacción de sus memorias, apenas
considera el hecho como una simple licencia poética, un personal ajuste de cuentas con el pasado que no cesa de
importunar. Pero ese detalle trivial, la alteración de la fecha en que dejó de usar el fino y bien recortado bigote (1957,
que tachó con la pluma para anotar 1942) provocaría en el texto una reacción en cadena de imprevisibles
consecuencias. Encerrado en su retiro de la playa, en esta casa donde aprendía a aceptar con indiferencia su soledad,
la muerte repentina de su mujer y el desprecio de sus hijos, empezó a torturar los folios mecanografiados mediante
tachaduras y notas al margen. Arrepentirse de algo es modificar el pasado, pensó. Podría encabezar el capítulo sexto
como epígrafe. "

Biografía

José Martí (Cuba, 1853-1895)


Pollice verso
" Memoria de presidio ¡Si! yo también, desnuda la cabeza de tocado y cabellos, y al tobillo una cadena burda, heme
arrastrado entre un montón de sierpes, que revueltas sobre sus vicios negros, parecían esos gusanos de pesado vientre y
ojos viscosos, que en hedionda cuba de pardo lodo lentos se revuelcan. Y yo pasé, sereno entre los viles, cual si en mis
manos, como en ruego juntas, las anchas alas púdicas, abriese una paloma blanca. Y aún me aterro de ver con el
recuerdo lo que he visto una vez con mis ojos. Y espantado, póngome en pie, cual a emprender la fuga! ¡Recuerdos hay
que queman la memoria! ¡Zarzal es la memoria; más la mía es un cesto de llamas! A su lumbre el porvenir de mi nación
preveo. Y lloro. Hay leyes en la mente, leyes cual las del río, el mar, la piedra, el astro, ásperas y fatales ese almendro
que con su rama oscura en flor sombrea mi alta ventana, viene de semilla de almendro: y ese rico globo de oro de
dulce y perfumoso jugo lleno, y hasta el pomo ruin la daga hundida, copa de mago que el capricho torna en hiel para
los míseros, y en férvido tokay para el feliz. La vida es grave, al flojo gladiador clava en la arena. ¡Alza, oh pueblo, el
escudo, porque, es grave cosa esta vida, y cada acción es culpa que como, aro servil se lleva luego cerrado al cuello, o
premio generoso que del futuro mal próvido libra! ¿Veis los esclavos? Como cuerpos muertos atados en racimo, a
vuestra espalda irán vida tras vida, y con las frentes pálidas y angustiosas, la sombría carga en vano halaréis, hasta que
el viento de vuestra pena bárbara apiadado, los átomos postreros evapore! ¡Oh, qué visión tremenda! ¡Oh, qué terrible
procesión de culpables! Como en llano negro los miro, torvos, anhelosos, sin fruta el arbolar, secos los píos bejucos, por
comarca funeraria donde ni el sol da luz, ni el árbol sombra. Y bogan en silencio, como en magno océano sin agua, y ala
frente porción del universo, frase unida a frase colosal, sierva ligada a un carro de oro, que a los ojos mismos de los
que arrastra en rápida carrera ocúltase en el áureo polvo, sierva con escondidas riendas ponderosas a la incansable
Eternidad atada! Circo la tierra es, como el romano; y junto a cada cuna una invisible panoplia al hombre aguarda,
donde lucen, cual daga cruel que hiere al que la blande los vicios, y cual límpidos escudos las virtudes: la vida es la
ancha arena, y los hombres esclavos gladiadores. Mas el pueblo y el rey, callados miran de grada excelsa, en la desierta
sombra. ¡Pero miran! Y a aquel que en la contienda bajó el escudo, o lo dejó de lado, o suplicó cobarde, o abrió el
pecho laxo y servil a la enconosa daga desde el sitial de la implacable piedra, condenan a morir, pollice verso; llevan,
cual yugo el buey, la cuerda uncida, y a la zaga, listado el cuerpo flaco de hondos azotes, el montón de siervos! ¿Veis
las carrozas, las ropillas blancas risueñas y ligeras, el luciente corcel de crin trenzada y riendas ricas, y la albarda de
plata suntuosa prendida, y el menudo zapatillo cárcel a un tiempo de los pies y el alma? ¡pues ved que los extraños os
desdeñan como a raza ruin, menguada y floja!. "
Biografía

Miquel Martí Pol (Catalunya, 1929)


A claus de sorra (en catalán)
" A claus de sorra he penjat els ormeigs
i he desat tots els llibres a calaixos de boira.
Ara, amb les mans pintades de colors,
em posaré la roba de les festes
i esperaré les noies quan surtin del cinema.
Si plou duré un paraigua de color cridaner
i unes sabates grosses d'un verd agosarat.
Les noies passaran i diran: - Bones tardes
(potser totes, qui sap!, m'estimen en silenci),
i fugiran pels carrers tenebrosos
a perdre's dins els braços d'homes d'estirp incerta.

Quan sigui fosc tornaré cap a casa


repetint en veu baixa versos que encara estimo,
cansat i decebut; i em pesarà la roba
damunt el gest tristíssim de peresa.

Hi haurà a cada portal una parella


besant-se o qui sap què, mentre que jo,
sol i indefens, pensaré que la nit
és una noia verge que m'espera
i a crits estriparé l'embruix que me'n separa. "

Estimada Marta (en catalán)


" Mira'm els ulls que cap fosca no venç.
Vinc d'un estiu amb massa pluges,
però duc foc a l'arrel de les ungles
i no tinc cap sangtraït pels racons
de la pell del record.
Per l'abril farà anys del desgavell:
set anys, cosits amb una agulla d'or
a la sorra del temps,
platges enllà perquè la mar els renti
i el sol i el vent en facin diademes.
Mira'm els ulls i oblida el cos feixuc,
la cambra closa, els grans silencis;
de tot això só ric, i de més coses,
però no em tempta la fredor del vidre
i sobrevisc, aigües damunt del somni,
tenaç com sempre.
Mira'm els ulls. Hi pots llegir el retorn.

Debades plou en algun lloc remot.


Tot és suau, i aquests instants que passo
configurant records que no he viscut
són uns instants d'intimitat extrema
densament plens de tot allò que vull;
moments de vida il.limitada i clara.
Debades plou. També debades xisclen
els falciots ran de finestra, i s'omple
molt lentament el càntir de la tarda.

A voltes cau una cortina espessa


damunt de tot, i tot esdevé estèril.
No és el silenci i és més que el silenci.
Floten els mots en una mar immòbil,
tota la cambra és un parany i esclaten,
inútilment, angoixes i projectes.
Res no distreu d'aquests instants terribles
com tancar els ulls i imaginar una noia
de cos propici al joc, a la baralla.

Des de les hores mortes, talaiot,


m'omplo la pell de dibuixos obscens
i tu hi ets, Marta, en tots. Minuciós
et ressegueixo sines i malucs,
el ventre lleu i el sexe ardent i obscur
amb la punta dels dits extasiats.
Ets una sola i moltes. Complaent
i complaguda alhora rodolem
per un pendent insòlit. Cada gest
perfà l'extrema intimitat del joc
desmesurat i estricte. Marta, els mots
que ens diem sense dir-los no són pas
escuma sinó aigua, i el desig
és un vast horitzó. Si tanco els ulls
te'm fas present i esclaten els colors.
L'arbre de llum tan densa dels sentits
poblat de nou de fulles i d'ocells. "

Un día qualsevol, de La pell del violí (en catalán)


" Un dia qualsevol foradaré la terra
i em faré un clot profund,
perquè la mort m'arreplegui dempeus,
reptador, temerari.
Suportaré tossudament la pluja
i arrelaré en el fang de mi mateix.
Quiti de mots, em bastarà l'alè
per afirmar una presència
d'estricte vegetal.
L'ossada que em sustenta
s'endurirà fins a esdevenir roca
i clamaré, amb els ulls esbatanats,
contra els temps venidors
i llur insaciable corruptela.
Alliberat de tota turpitud,
sense seguici d'ombra,
no giraré mai més el cap
per mirar enrera. "

Biografía
Carmen Martín Gaite (España, 1925-2000)
El cuarto de atrás (fragmento)
" Como un desván del cerebro, una especie de recinto lleno de trastos borrosos separado de las antesalas más limpias y
ordenadas de la mente por una cortina que sólo se recorre de vez en cuando.
(...)
¡Oh, lo comprendí todo; comprendí a Pablo, comprendí a Mozart, oí en alguna parte detrás de mí a su risa terrible;
sabía que estaban en mi bolsillo todas las cien mil figuras del juego de la vida: aniquilado, barruntaba su significación;
tenía el propósito de empezar otra vez el juego, de gustar sus tormentos otra vez, de estremecerme de nuevo y
recorrer una y muchas veces más el infierno de mi interior. "

De su ventana a la mía (fragmento)


" Estaba mucho más allá, en ese más allá ilocalizable adonde precisamente ponen proa los ojos de todas las mujeres del
mundo cuando miran por una ventana y la convierten en punto de embarque, en andén, en alfombra mágica desde
donde se hacen invisibles para fugarse. Nadie puede enjaular los ojos de una mujer que se acerca a una ventana, ni
prohibirles que surquen el mundo hasta confines ignotos. En todos los claustros, cocinas, estrados y gabinetes de la
literatura universal donde viven mujeres existe una ventana fundamental para la narración, de la misma manera que la
suele haber también en los cuartos inhóspitos de hotel que pintó Edward Hopper y en las estancias embaldosadas de
blanco y negro de los cuadros flamencos. Basta con eso para que se produzca a veces el prodigio: la mujer que leía una
carta o que estaba guisando o hablando con una amiga mira de soslayo hacia los cristales, levanta una persiana o un
visillo, y de sus ojos entumecidos empiezan a salir enloquecidos, rumbo al horizonte, pájaros en bandada que ningún
ornitólogo podrá clasificar, cazar ningún arquero ni acariciar ningún enamorado y que levantan vuelo hacia el reino
inconcreto del que sólo se sabe que está lejos. "

Biografía

Luis Martín Santos (España, 1924-1964)


Tiempo de silencio (fragmento)
" El sol sigue tan tranquilo entrando en el departamento y allí se dibuja el Monasterio. Tiene todas sus cinco torres
apuntando para arriba y ahí se las den todas. No se mueve. Tiene piedras alumbradas por el sol o aplastadas por la
nieve y ahí se las den todas. Está ahí aplastadito, achaparradete, imitando a la parrilla que dicen, donde se hizo
vivisección a ese sanlorenzo de nuestros pecados, a ese sanlorenzaccio que sabes, a ese sanlorenzón a ése que soy yo, a
ese lorenzo, lorenzo que me des la vuelta que ya estoy tostado por este lado, como las sardinas, lorenzo, como
sardinitas pobres, humildes, ya me he tostado, el sol tuesta, va tostando, va amojamando, sanlorenzo era un macho,
no gritaba, no gritaba, estaba en silencio mientras lo tostaban torquemadas paganos, estaba en silencio y sólo dijo -la
historia sólo recuerda que dijo- dame la vuelta que por este lado ya estoy tostado... y el verdugo le dio la vuelta por
una simple cuestión de simetría.
(...)
Nacer, crecer, bailar una vez en la fiesta del pueblo delante de la procesión del Corpus con el moño alto, porque era
buena bailarina y se decidió, que sí, que a pesar de todo, a pesar de estar determinada al dolor y a la miseria por su
origen, ella debía bailar ante el palio en la procesión del Corpus, en la que el orgullo de la custodia a todos los
campesinos de la plana toledana salva, hundirse después, hundirse hacia la tierra, rodear el airoso talle (que la hizo
elegir para la fiesta) de tierra asimilada, comida, enterrarse en grasa pobre, ser redonda, caminar a lo ancho del
mundo envuelta en esa redondez que el destino otorga a las mujeres que como ella han sido entregadas a la miseria
que no mata, huir delante de un ejercito llegado de no se sabe dónde, llegar a una ciudad caída de quién sabe qué
estrella, rodear la ciudad, formar parte de la tierra movediza que rodea la ciudad, la protege, la hace, la amamanta, la
destruye, esperar y ahora gemir. "

Prosas profanas (fragmento)


" Marluscha, la cálida mujerona húngara, se precia de su inextinguible ardor amoroso, mucho más violento que lo
habitual entre sus compañeras de sexo. Ella ama ininterrumpidamente y en su imaginación no se proyecta la sucesiva
serie de imágenes voluptuosas, que a los demás habitualmente nos distraen, sino que de un modo fijo y constante,
permanece la efigie de un húsar moreno de puntiagudos bigotes. Claudia, la refinada francesa de apellido vulgar,
distingue con su olfato hasta trescientos diez aromas diferentes. Gregoria, moza levantina de nacionalidad
indeterminada, insiste en que puede resistir el peso de un campeón de grecorromana sin que se altere el ritmo de su
respiración. Finalmente, Lola consagra su amor a los pájaros y habiéndoles acostumbrado a tomar alpiste entre sus
labios, afirma que nada hay comparable al suave picoteo de sus aéreos tentadores. "

Biografía

Harry Martinson (Suecia, 1904-1978)


Aniara (fragmento)
" Diariamente escuchamos las monedas sonoras que nos han dado y jugamos con el dedo-cantor de la mano izquierda.
Intercambiamos monedas de diferentes nombres: y nos las jugamos por todo lo que entrañan, y aunque una dyma
apenas pesa un grano, juega como un grillo en cada mano balanceándose en esta tierra de los placeres. Agujeros
desconocidos podían verse en el espacio pero, ya que eran inapropiados para el programa de nuestra jornada,
rápidamente eran olvidados. "
Biografía
Joanot Martorell (Catalunya, 1415-1468)
Tirant lo Blanc (fragmento) -en catalán-
" En tan alt greu excel·leix lo militar estament, que deuria ésser molt reverit si los cavallers observaven aquelll segons
la fi per què fonc instituït e ordenat. E per tant com la divina Providència ha ordenat e li plau que los set planets donen
influència en lo món e tenen domini sobre la humana natura, donat-los diverses inclinacions de pecar e viciosament
viure, emperó no els ha tolt l'universal Creador lo franc arbitre, que si aquell és ben regit les poden, virtuosament
vivint, mitigar e vençre, si usar volen de discreció; e per ço, ab lo divinal adjutori, serà departit lo present llibre de
cavalleria en set parts principals, per demostrar l'honor e senyoria que los cavallers deuen haver sobre lo poble.
(…)
Mitigant los treballosos assalts que en lo feminil coratge desesperades eleccions e molts greus enuigs procurant
infonen, gran és l'aturmentat esperit meu, per on les mies injustes afliccions poden ésser per vosaltres, dones d'honor,
conegudes. E acompanyant les mies doloroses llàgrimes e aspres sospirs, vençuts per la mia justa querella, presenten
l'aflicció e obra per l'execució que tal sentiment los manifesta. A vosaltres, doncs, dones casades, endrece los meus
plors, e les mies greus passions signifique, per on los meus mals, faent-los vostres, ab mi us dolgau, com semblant cas
com lo meu seguir vos puga, e dolent-vos del vostre, qui us pot venir, haureu compassió del meu, qui m'és present, e
les orelles dels llegints la mia dolor tal senyal facen, per on dels mals qui m'esperen me planguen, puix fermetat en los
hòmens no es troba. Oh mort cruel! ¿Per què véns a qui no et vol e fuigs als qui et desitgen? "

Biografía

Karl Marx (Alemania, 1818-1883)


El Dieciocho brumario de Napoleon Bonaparte (fragmento)
" Acosado por las exigencias contradictorias de su situación y al mismo tiempo obligado como un prestidigitador a
atraer hacia sí, mediante sorpresas constantes, las miradas del público, como hacía el sustituto de Napoleón, y por
tanto a ejecutar todos los días un golpe de Estado en miniatura, Bonaparte lleva el caos a toda la economía burguesa,
atenta contra todo lo que a la revolución de 1848 había parecido intangible, hace a unos pacientes para la revolución y
a otros ansiosas de ella, y engendra una verdadera anarquía en nombre del orden, despojando al mismo tiempo a toda
la máquina del Estado al halo de santidad, profanándola, haciéndola a la par asquerosa y ridícula. Copia en París, bajo
la forma de culto del manto imperial de Napoleón, el culto a la sagrada túnica de Tréveris. Pero si por último el manto
imperial cae sobre los hombros de Luis Bonaparte, la estatua de bronce de Napoleón se vendrá a tierra desde lo alto de
la Columna de Vendôme. "
Biografía

Leopold V. Sacher-Masoch (Polonia, 1835-1895)


La Venus de las pieles (fragmento)
" A vosotros los modernos, a vosotros los hijos de la reflexión, os incomoda el amor entendido como goce supremo, os
incomoda la divina jovialidad. Ese amor os trae desgracias. Os hacéis vulgares en cuanto quereis mostraros naturales.
La naturaleza se os presenta como algo hostil; a los risueños dioses de Grecia nos habéis convertido en diablos y a mi,
como a todas las diosas, me habéis transformado en una diablesa. Lo único que sabéis hacer es, o bien desterrarme y
maldecirme o bien inmolaros como víctimas ante mi altar, poseídos por una locura propia de bacantes; y si uno de
vosotros ha tenido alguna vez la osadía de besar mis rojos labios, peregrina descalzo y con hábito de penitente a Roma
y aguarda con paciencia que florezca su seco bastón, mientras bajo mis pies brotan a todas horas rosas, violetas y
mirtos, cuyo perfume no percibís. "
Biografía
Charles Robert Maturin (Irlanda, 1782-1824)
Melmoth el errabundo (fragmento)
" Poco importa lo que se haya dicho o creído de mí. El secreto de mi destino descansa en mí mismo. ¿Qué más da lo que
el miedo ha inventado, y la credulidad ha tenido por cierto? Si mis crímenes han excedido a los de la mortalidad, lo
mismo ocurrirá a mi castigo. He sido un terror en la tierra, pero no un mal para sus habitantes. Nadie puede compartir
mi destino sino mediante su consentimiento... y nadie ha consentido; nadie puede sufrir mis tremendos castigos sino
por participación. Yo sólo debo soportar el castigo. Si he alargado la mano, y he comido del fruto prohibido, ¿No he sido
desterrado de la presencia de Dios, y de la región del paraíso, y enviado a vagar por los mundos de esterilidad y
maldición por los siglos de los siglos? Se ha dicho de mí que el enemigo de las almas me ha concedido un grado de
existencia que rebasa el período asignado a los mortales, poder para cruzar el espacio sin obstáculo ni demora, visitar
regiones remotas con la velocidad del pensamiento, afrontar tempestades sin la esperanza de caer fulminado, y
traspasar las mazmorras, cuyos cerrojos se vuelven grasa y estopa bajo mi mano. "

Biografía

Ana María Matute (España, 1926)


Fiesta al Noroeste (fragmento)
" Allí estaban de nuevo los bosques de robles, en las laderas los chopos orgullosos, afilándose, verdes. En grupos, y, no
obstante, cada uno de ellos respirando su soberbia soledad, como los mismos hombres. Aquellos hombres de Artámila. "

Pecado de omisión (fragmento)


" Durmieron en el mismo chozo de barro, bajo los robles, aprovechando el abrazo de las raíces. En el chozo sólo cabían
echados y tenían que entrar a gatas, medio arrastrándose. Pero se estaba fresco en el verano y bastante abrigado en el
invierno. El verano pasó. Luego el otoño y el invierno. Los pastores no bajaban al pueblo, excepto el día de la fiesta.
Cada quince días un zagal les subía la collera: Pan, cecina, sebo, ajos. A veces, una botella de vino. Las cumbres de
Sagrado eran hermosas, de un azul profundo, terrible, ciego. El sol, alto y redondo, como una pupila impertérrita,
reinaba ahí. En la neblina del amanecer, cuando aún no se oía el zumbido de las moscas ni crujido alguno, Lope solía
despertar, con la techumbre de barro encima de los ojos. Se quedaba quieto un rato, sintiendo en el costado el cuerpo
de Roque el Mediano, como un bulto alentante. Luego, arrastrándose, salía para el cerradero. En el mismo cielo,
cruzados como estrellas fugitivas, los gritos se perdían, inútiles y grandes. Sabía Dios hacia qué parte caerían. Como las
piedras. Como los años. Un año, dos, cinco. "
Biografía

José Luis Martín Descalzo (España, 1930-1991)


Querido mundo terrible
" Tus palabras no eran tan sólo para hablar,
como un cántaro no es para llevar agua solamente,
tu corazón no era para repartir sangre,
como el sol no es tan solo para derramar luz,
tus pasos no eran para caminar,
como el agua no es para ser bebida.
Tú estabas en tus cosas dos millones de veces,
repetido, multiplicado como el pan,
vivías en una galería de espejos milagrosos. "

Biografía

W. Somerset Maugham (Gran Bretaña, 1874-1965)


Carnets de un escritor (fragmento)
" Mi cumpleaños pasó sin ceremonias. Trabajé como de costumbre por la mañana y por la tarde fui a dar un paseo por
los bosques que hay detrás de mi casa. Jamás he podido averiguar qué es lo que da a esos bosques su misterioso
atractivo. Son bosques como no he visto nunca. Su silencio parece más profundo que cualquier otro silencio. Los cedros
macizos, con su robusto follaje, están festoneados por el gris de los musgos como una mortaja hecha jirones, las heveas
en esta época carecen de hojas y los racimos de bayas de los arbustos están secos y amarillos; aquí y allá algún otro
pino, con su rico verde rutilante, se eleva por encima de los demás árboles. En estos bosques abandonados e incultos
hay una curiosa extrañeza, y aunque vaya uno solo, no se siente solo porque se tiene la extraña sensación de que seres
invisibles, ni humanos ni inhumanos, flotan alrededor de nosotros. Algunas veces, por detrás de un árbol, parece
asomarse una sombra que nos contempla pasar. Hay una atmósfera de suspensión, como si todo lo que hay alrededor
nuestro estuviese esperando que algo ocurriese.
Regresé a casa, me hice una taza de té y leí hasta la hora de la cena. Después de la cena volví a leer, hice un par de
solitarios, escuché las noticias en la radio, cogí una novela policíaca y me fuí a la cama. La terminé y me dormí. Salvo
algunas palabras a mis sirvientas de color no había hablado con un alma en todo el día.
Así pasé mi septuagésimo cumpleaños y así hubiera deseado pasarlo. Reflexioné.
Hace dos o tres años iba yo andando con Liza y hablaba, no sé por qué, del horror que le inspiraba la idea de la vejez.
- No olvides -le dije yo- que cuando uno es viejo no siente el deseo de muchas cosas que hacen la vida agradable ahora.
La vejez tiene sus compensaciones.
- ¿Cuáles? -preguntó.
- Pues... difícilmente hay que hacer nada que uno no quiera. Se puede gozar de la música y de la literatura de una
manera diferente de cuando uno es joven, pero, dentro de esta manera diferente, con la misma intensidad. Se puede
disfrutar bastante contemplando el curso de los acontecimientos con los cuales no está ya uno íntimamente
relacionado. Si los placeres no son tan vivos las penas han perdido también mucha parte de su intensidad. "

Biografía
Guy de Maupassant (Francia, 1850-1893)
El miedo (fragmento)
" Atravesaba las grandes dunas al sur de Uargla. Es éste uno de los países más extraños del mundo. Conocerán la arena
unida, la arena recta de las interminables playas del Océano. ¡Pues bien! Figúrense al mismísimo Océano convertido en
arena en medio de un huracán; imaginen una silenciosa tormenta de inmóviles olas de polvo amarillo. Olas altas como
montañas, olas desiguales, diferentes, totalmente levantadas como aluviones desenfrenados, pero más grandes aún, y
estriadas como el moaré. Sobre ese mar furioso, mudo y sin movimiento, el sol devorador del sur derrama su llama
implacable y directa. Hay que escalar aquellas láminas de ceniza de oro, volver a bajar, escalar de nuevo, escalar sin
cesar, sin descanso y sin sombra. Los caballos jadean, se hunden hasta las rodillas y resbalan al bajar la otra vertiente
de las sorprendentes colinas. "

Prefacio de Pedro y Juan (fragmento)


" Hay, en todo, algo inexplorado, porque estamos habituados a no servirnos de nuestros ojos, sino con el recuerdo de lo
que se ha pensado antes que nosotros sobre aquello que contemplamos. La menor cosa contiene un poco de
desconocido. Encontrémoslo. Para describir un fuego que llamea y un árbol en una llanura, permanezcamos ante ese
fuego y ese árbol hasta que no se parezcan ya, para nosotros, a ningún otro árbol y a ningún otro fuego. "

Biografía

François Mauriac (Francia, 1885-1970)


Memorias interiores (fragmento)
" No son nuestros libros lo que sobreviven, sino nuestras pobres vidas, las que subsisten en las historias que narramos en
ellos. Mi mayor dicha consiste en estar solo en mi terraza, tratando de adivinar la dirección del viento por los olores
que trae y lo que temo no es ser olvidado después de mi muerte, sino más bien que no se me olvide lo suficiente. "

Biografía

Vladimir Mayakovski (Ucrania, 1893-1930)


Oigan
" Oigan: si encienden las estrellas
es porque alguien las necesita, verdad?,
es que alguien desea que estén,
es que alguien llama perlas a esas escupitinas.
Resollando tormentas de polvo
del mediodía penetra hasta Dios,
teme haber llegado tarde, llora.
Le besa la mano carniseca,
implora que pongan sin falta una estrella,
jura que no soportará este tormento inestelar,
y luego anda preocupado,
aunque aparenta calma.
Dice a alguien:
Ahora no estás mal, eh?
A que ya no tienes miedo?
Oigan si encienden las estrellas
es porque alguien las necesita, verdad?
Es indispensable que todas las noches sobre los tejados
arda aunque sea una sola estrella. "

Lilichka
" El humo del tabaco resquemó el aire, el cuarto, un capítulo en el infierno kruchonijiano, ¿te acuerdas? Tras esa
ventana por vez primera acaricié, frenético, tus manos. Hoy estás con el corazón acorazado, otro día más y me
expulsarás abrumándome de injurias, en la turbia antesala no acierta con la manga la mano quebrada de temblor.
Huiré, arrojaré el cuerpo a las calles, arisco, enloqueceré tajado de desesperación. ¿Para qué eso?, Querida, piadosa,
déjame decirte adiós, aunque no quieras es mi amor lastre que arrastrarás adónde vayas, deja que llore en el último
grito el amargor del desaire, el buey cansado de trabajar va y se tumba en las aguas frías, para mí no hay otro mar que
tu amor, y tu amor no concede descanso, si quiere calma el elefante agotado se acuesta majestuoso en la arena
encendida, para mí no hay otro sol que tu amor, y no sé dónde estás, ni con quién. Si atormentaran así a un poeta, él,
por dinero, cambiaría a su amada y la fama, pero a mí no me alegra otro sonido que el sonido de tu nombre
entrañable, no me arrojaré al patio, no beberé veneno ni podré apretar el gatillo en la sien, en mí aparte de tu mirada,
no manda el filo de las navajas. Olvidarás mañana que te coroné, que abrasé en el amor el alma florida, y el carnaval
agitado de los días vanos aventará las páginas de mis libros, las hojas secas de mis palabras ¿harán detenerte y respirar
con ansiedad? Déjame que con mi última ternura alfombre tus pasos que se van."
Cormac McCarthy (EEUU, 1933)
Meridiano de sangre (fragmento)
" Caminaron hasta el anochecer y durmieron en la arena como perros y llevaban un rato durmiendo así cuando algo
negro llegó aleteando desde lo más oscuro y se posó en el pecho de Sproule. Largos dedos apuntalaron las alas
membranosas con que mantenía el equilibrio mientras andaba por encima de él. Tenía la cara chata y arrugada,
perversa, los labios crispados en una horrible sonrisa y los dientes azul claro a la luz de las estrellas. El animal se
inclinó. Dibujó en el cuello de Sproule dos estrechos surcos y replegando sus alas empezó a beber su sangre. No con
suficiente suavidad. Sproule despertó y levantó una mano. Luego chilló y el murciélago agitó las alas y cayó sentado
encima de su pecho y se incorporó de nuevo y silbó y castañeo los dientes. El chaval se había levantado y se disponía a
arrojarle una piedra pero el murciélago dio un brinco y se perdío en la oscuridad. Sproule se tocaba el cuello y
gimoteaba histérico y cuando vio al chaval mirándole allí de pie extendío hacia él acusadoramente sus manos
ensangrentadas y luego se las llevó a las orejas y gritó lo que parecía que él mismo no iba a poder oir, un aullido lo
bastante atroz para hacer una cesura en el pulso del mundo. Pero el chaval se contentó con escupir al espacio oscuro
que había entre los dos. Conozco el paño, dijo. En cuanto os duele algo ya os duele todo. "

Biografía

Carson McCullers (EEUU, 1917-1967)


La balada del café triste (fragmento)
" Ante todo, el amor es una experiencia compartida por dos personas, pero esto no quiere decir que la experiencia sea
la misma para las dos personas interesadas. Hay el amante y el amado, pero estos dos proceden de regiones distintas.
Muchas veces la persona amada es sólo un estímulo para todo el amor dormido que se ha ido acumulando desde hace
tiempo en el corazón del amante. Y de un modo u otro todo amante lo sabe. Siente en su alma que su amor es algo
solitario. Conoce una nueva y extraña soledad, y este conocimiento le hace sufrir. Así que el amante apenas puede
hacer una cosa: cobijar su amor en su corazón lo mejor posible; debe crearse un mundo interior completamente nuevo,
un mundo intenso y extraño, completo en sí mismo. Y hay que añadir que este amante no tiene que ser necesariamente
un joven que esté ahorrando para comprar un anillo de boda: este amante puede ser hombre, mujer, niño; en efecto,
cualquier criatura humana sobre esta tierra. Pues bien, el amado también puede pertenecer a cualquier categoría. La
persona más estrafalaria puede ser un estímulo para el amor. Un hombre puede ser un bisabuelo chocho y seguir
amando a una muchacha desconocida que vio una tarde en las calles de Cheehaw dos décadas atrás. Un predicador
puede amar a una mujer de la vida. El amado puede ser traicionero, astuto o tener malas costumbres. Sí, y el amante
puede verlo tan claramente como los demás, pero sin que ello afecte en absoluto la evolución de su amor. La persona
más mediocre puede ser objeto de un amor turbulento, extravagante y hermoso como los lirios venenosos de la
ciénaga. Un buen hombre puede ser el estímulo para un amor violento y degradado, y un loco tartamudo puede
despertar en el alma de alguien un cariño tierno y sencillo. Por lo tanto, el valor y la calidad del amor están
determinados únicamente por el propio amante. Por este motivo, la mayoría de nosotros preferimos amar que ser
amados. Casi todo el mundo quiere ser el amante. Y la verdad a secas es que de un modo profundamente secreto, la
condición de ser amado es, para muchos, intolerable. El amado teme y odia al amante, y con toda la razón. Pues el
amante está tratando continuamente de desnudar al amado. El amante implora cualquier posible relación con el
amado, incluso si esta experiencia sólo puede causarle dolor.
(...)
La bebida de la señorita Amelia tiene una cualidad especial. Se nota limpia y fuerte en la lengua, pero una vez dentro
de uno irradia un calor agradable durante mucho tiempo. Y eso no es todo. Como es sabido, si se escribe un mensaje
con jugo de limón en una hoja de papel, no quedan señas de él. Pero si se pone el papel un momento delante del
fuego, las letras se vuelven marrones y se puede leer lo que contiene. Imaginen que el whisky es el fuego y que el
mensaje es lo más recóndito del alma de un hombre: sólo así se comprende lo que vale la bebida de la señorita Amelia.
Cosas que han pasado inadvertidas, pensamientos ocultos en la profunda oscuridad de la mente, de pronto son
reconocidos y comprendidos. Un obrero textil que no piensa más que en telar, en la fresquera, en la cama y vuelta al
telar; este obrero bebe unas copas el domingo y se tropieza con un lirio de la ciénaga. Y toma esta flor y la pone en la
palma de su mano, examina el delicado cáliz de oro y de pronto le invade una dulzura tan intensa como un dolor. Y ese
obrero levanta de pronto la mirada y ve por primera vez el frío y misterioso resplandor del cielo de una noche de
enero, y un profundo terror ante su propia pequeñez le oprime el corazón. Cosas como éstas son las que ocurren
cuando uno ha tomado la bebida de la señorita Amelia. Uno podrá sufrir o podrá consumirse de alegría, pero la
experiencia le habrá mostrado la verdad; habrá calentado su alma y habrá visto el mensaje que se ocultaba en ella.
(...)
La verdadera historia de amor es la que tiene lugar en el corazón de los amantes, y ésta nadie sino ellos pueden llegar
a conocerla. El amor en todo caso es una experiencia en la que siempre conviven lo cómico y lo sublime. "

Biografía

Ian McEwan (Gran Bretaña, 1948)


Entre las sábanas (fragmento)
" Ya no sentían gran pasión. Encontraban el placer al cabo de una cordialidad pausada, de la familiaridad de sus hábitos
y prácticas, del acoplamiento firme y preciso de sus cuerpos, tan confortable como un modelo devuelto a su molde.
Eran generosos y pausados, y no necesitaban mucho. Pero si alguien les hubiera dicho que se aburrían, lo habrían
negado con indignación.
(...)
Después, una palabra pareció repetirse a sí misma, una palabra suave y resonante, generada por la carne al deslizarse
sobre la carne, una cálida, susurrante y equilibrada palabra: casa; estaba en casa, protegido, a salvo, y por lo tanto
capaz de proteger: la casa que poseía y que le poseía. En casa: ¿por qué iba a estar en ningún otro lugar? ¿No era una
pérdida de tiempo hacer cualquier otra cosa que no fuera eso? El tiempo se redimía, el tiempo asumía de nuevo todo su
sentido porque era el medio para la culminación del deseo. "

Niños en el tiempo (fragmento)


" Los ritos hogareños y eróticos del matrimonio no resultan fáciles de eliminar.
-Stephen, qué delgado estás -dijo Julie-. Te vas a consumir.
La novedad de ver y sentir un cuerpo desnudo familiar fue tal que por unos instantes apenas pudieron hacer otra cosa
que decir 'Bueno...' y 'Aquí estamos otra vez...'. En el aire flotaba una risa reprimida que amenazaba con hacer
desaparecer el deseo. Toda la frialdad que existía entre ellos les parecía ahora un elaborado artificio y se preguntaron
cómo habían logrado mantenerlo durante tanto tiempo. Era divertidamente simple: no tenían más que quitarse la ropa
y mirarse el uno al otro para sentirse libres y asumir unos sencillos papeles en los que no podían negar su mutua
comprensión. Ahora representaban otra vez sus viejos y sabios personajes, y no podían dejar de sonreír abiertamente. "

Amor perdurable (fragmento)


" Fui al sendero y pasé la mano por las hojas que tú habías tocado. Me llevé una impresión al descubrir lo diferentes
que eran de las que no habías tocado. Había un fulgor, una especie de combustión en mis dedos al pasarlos por el borde
de aquellas hojas húmedas. "
Biografía

Claude McKay (Jamaica, 1889-1948)


El Motín (fragmento)
" Si nos tenemos que morir,
no nos queremos ir así:
cazados, acorralados
en aquel lugar siniestro
mientras nos ladran los hambrientos
perros que se ríen entre dientes
del maldito destino nuestro. "

Biografía

Cecilia Meireles (Brasil, 1901-1964)


Estirpe
" Los mendigos mayores no dicen nada, no hacen nada.
Saben que es inútil y exhaustivo. Se dejan estar. Se dejan estar.
Déjanse estar al sol o a la lluvia, con el mismo aire de entero valor,
lejos del cuerpo que dejan en cualquier lugar.
Entretiénense en extender la vida por el pensamiento.
Si alguien habla, su voz huye como un pájaro que cae.
Y es de tal modo imprevista, innecesaria y sorprendente
que para oírla bien tal vez giman algún ay.
¡Oh, no gemían, no!... Los mendigos mayores son todos estoicos.
Pondrán su miseria junto a los jardines del mundo feliz
pero no quieren que, desde el otro lado, sepan de la extraña suerte
que los recorre como un río un país.
Los mendigos mayores viven fuera de la vida: se excluyeron.
Abren sueños y silencios y desnudos espacios a su alrededor.
Tienen su reino vacío, de altas estrellas que no cobijan.
Su mirar jamás mira y su boca no llama ni ríe.
Y su cuerpo no sufre ni goza. Y su mano no toma ni pide.
Y su corazón es una cosa que, si existiera, súbito olvidaría.
¡Ah!, los mendigos mayores son un pueblo que se va convirtiendo en piedra.
Ese pueblo, que es el mío. "

Reinvención
" La vida sólo es posible
reinventada.
Va el sol por los campos
y pasea su dorada mano
por las aguas, por las hojas...
¡Ah, todo burbujas
que brotan de hondas piscinas
de ilusión... - nada jamás.
¡Ah!, todo burbujas
Pero la vida, la vida, la vida,
la vida sólo es posible
reinventada.
Viene la luna, viene, retira
las cadenas de mis brazos.
Me proyecto por espacios
llenos de tu figura.
Sola, equilibrada en el tiempo,
me desprendo del vaivén
que más allá del tiempo me lleva.
Sola, en la tiniebla
permanezco: recibida y dada.
Porque la vida, la vida, la vida,
la vida sólo es posible
reinventada. "

Cantaran los gallos


" Cantarán los gallos, cuando muramos,
y una brisa leve, de manos delicadas,
rozará los bordes, las sedas
mortuorias.
Y el sonido de la noche irá transpirando
sobre los claros vidrios.
Y los grillos a lo lejos truncarán los silencios,
los tallos de cristal, fríos, largos yermos,
y el enorme aroma de los árboles.
¡Ah, qué dulce luna verá nuestra calma
faz todavía más calma que su gran espejo
de plata!
¡Qué frescura espesa en nuestros cabellos,
libres como los campos de madrugada!
En la niebla de la aurora
la última estrella
asciende pálida.
¡Qué gran sosiego, sin hablas humanas,
sin el labio de los rostros del lobo,
sin odio, sin amor, sin nada!
Como oscuros profetas perdidos,
conversarán apenas los perros en las campiñas.
Fuertes preguntas. Vastas pausas.
Estaremos en la muerte
con aquel suave contorno
de una concha dentro del agua. "

El poeta
" No se si las actuales condiciones del mundo permiten el equilibrio de forma y expresión, porque serían raros los
poetas en tal estado de vivencia puramente poética, libres del aturdimiento del tiempo, que logren hacer del grito
música, esto es, que creen poesía como se forman los cristales. Pero creo que todos padecen, si son poetas. Porque al
final se siente que el grito es grito y la poesía ya es el grito (con toda su fuerza), pero transfigurado."

Biografía

Herman Melville (EEUU, 1819-1891)


Las encantadas (fragmento)
" Como no se encontraron con el mismo obstáculo que su compañera, las otras dos tortugas chocaron con pequeños
escollos -cubos, poleas, jarcias- y a veces en el acto de pasarlos arrastrándose resbalaban produciendo un pasmoso
traqueteo sobre la cubierta. Escuchando estos arrastres y esas caídas, me imaginé la misma madriguera de donde
salían: una isla llena de cañadas metálicas y quebradas, hundida insondablemente en el corazón de montañas
resquebrajadas y cubiertas a lo largo de muchas millas por intrincados matorrales. Después imaginé aquellos tres
monstruos enderezándose, tan lenta y pesadamente que no sólo crecían hongos bajo sus patas sino que también
brotaba sobre sus lomos un musgo fuliginoso. Con ellos me extravié en volcánicas maravillas, desbrocé innúmeras ramas
de maleza podrida; hasta que como en sueños, me encontré sentado, con las piernas cruzadas sobre el delantero, con
un brahmán montado del mismo modo a cada lado, formando un trípode de frentes que sostenía la cúpula universal. "

Moby Dick (fragmento)


" Llamadme Ismael. Hace unos años -no importa cuánto hace exactamente-, teniendo poco o ningún dinero en el
bolsillo, y nada en particular que me interesara en tierra, pensé que me iría a navegar un poco por ahí, para ver la
parte acuática del mundo. Es un modo que tengo de echar fuera la melancolía y arreglar la circulación. Cada vez que
me sorprendo poniendo una boca triste; cada vez que en mi alma hay un nuevo noviembre húmedo y lloviznoso; cada
vez que me encuentro parándome sin querer ante las tiendas de ataúdes; y, especialmente, cada vez que la
hipocondria me domina de tal modo que hace falta un recio principio moral para impedirme salir a la calle con toda
deliberación a derribar metódicamente el sombrero a los transeúntes, entonces, entiendo que es más que hora de
hacerme a la mar tan pronto como pueda. Es mi sustituto de la pistola y la bala. Catón se arroja sobre su espada,
haciendo aspavientos filosóficos; yo me embarco pacíficamente. No hay en ello nada sorprendente. Si bien lo miran, no
hay nadie que no experimente, en alguna ocasión u otra, y en más o menos grado, sentimientos análogos a los míos
respecto del océano.
(...)
Las aguas que le rodeaban se iban hinchando en amplios círculos; luego se levantaron raudas, como si se deslizaran de
una montaña de hielo sumergida que emergiera rápidamente a la superficie. Se intuía un rumor sordo, un zumbido
subterráneo...Todos contuvieron el aliento al surgir oblicuamente de las aguas una mole enorme, que llevaba encima
cabos enmarañados, arpones y lanzas. Se elevó un instante en la atmósfera irisada, como envuelta en una grasa de
finísima textura, y volvió a sumergirse en el océano. Las aguas, lanzadas a treinta pies de altura, fulgieron como
enjambres de surtidores, para caer luego en una vorágine que circuía el cuerpo marmóreo de la ballena. "

Biografía

Albert Memmi (Túnez, 1920)


Retrato del colonizado (fragmento)
" El rechazo de sí mismo y la estima por el otro son rasgos comunes a todo candidato a la asimilación. Y los dos
componentes de este intento de liberación están fuertemente ligados: el amor por el colonizador está cimentado sobre
un complejo de sentimientos que van desde la vergüenza hasta el odio hacia sí mismo... Para liberarse, al menos así lo
cree, admite su propia destrucción. "

Biografía

Eduardo Mendoza (España, 1943)


El misterio de la cripta embrujada (fragmento)
" Tenía por el contrario, la frente convexa y abollada, los ojos muy chicos, con tendencia al estrabismo cuando algo la
preocupaba, la nariz chata, porcina, la boca errática, ladeada, los dientes irregulares, prominentes y amarillos. De su
cuerpo ni que hablar tiene: siempre se había resentido de un parto, el que la trajo al mundo, precipitado, y chapucero,
acaecido en la trastienda de la ferretería donde mi madre trataba desesperadamente de abortarla y de resultas del
cual le había salido el cuerpo trapezoidal, desmedido en relación con las patas, cortas y arqueadas, lo que le daba un
cierto aire de enano crecido, como bien la definió, con insensibilidad de artista, el fotógrafo que se negó a
fotografiarla el día de su primera comunión so pretexto de que desacreditaría su lente.
(...)
Este parece ser el destino de algunos de los seres humanos, como parecía dar a enteneder su padre no hace mucho, y
no seré yo quien objete ahora precisamente el orden del universo. Hay pajaritos que sólo sirven para polinizar flores
que otros animales se comen para dar leche. Y hay quien de esta concatenación saca enseñanzas. Es posible que las
haya, no sé. Yo, pobre de mi, siempre me he empeñado en ir a la mía, sin tratar de entender la maquinaria de la que
quizá soy pieza, como el escupitajo que en las gasolineras echan a las ruedas después de inflarlas. Pero esta filosofía, si
es que es alguna, no me ha dado buen resultado. "

Biografía

Prospero Merimée (Francia, 1803-1870)


La Venus de d'Ille (fragmento)
" Las ventanas estaban cerradas. Antes de acostarme, abrí una para respirar el aire fresco de la noche, por cierto
delicioso después de una copiosa cena. Enfrente se veía el Canigó, de admirable aspecto en todo momento, pero que
aquella noche me pareció la montaña más hermosa del mundo, iluminada como lo estaba por una esplendorosa luna.
(...)
Los cabellos, levantados sobre la frente, parecían haber sido dorados en otro tiempo. La cabeza, pequeña como la de
casi todas las estatuas griegas, estaba ligeramente inclinada hacia delante. En cuanto al rostro, nunca podré llegar a
definir su extraña expresión; su tipo no se parecía al de ninguna de las estatuas antiguas que yo recordaba. No tenía
esa belleza serena y severa que creaban los escultores griegos, los cuales, por sistema, daban a todos los rasgos del
semblante una majestuosa inmovilidad. En éste, por el contrario, observé con sorpresa la manifiesta intención del
artista de mostrar la malicia llegando casi a la maldad. Todos los rasgos estaban levemente contraídos: los ojos eran
algo oblicuos, la boca parecía un tanto levantada en los extremos y las narices un poco henchidas. Desdén, ironía,
crueldad, todo esto sugería aquella cara, que, no obstante, era de increíble belleza. La verdad es que, cuanto más se
contemplaba aquella admirable estatua, tanto más se experimentaba el penoso sentimiento de que una hermosura tan
maravillosa pudiera aliarse con la ausencia de toda sensibilidad. "

Biografía

Thomas Merton (EEUU, 1915-1968)


Ariadna
" A través de la llameante tarde los tamborines hablan juntos como langostas; la flauta derrama su delgado arroyuelo
sin fin, entretejiéndolo con el repiqueteo de los palillos sobre la marimba. Los tambores y las campanas cambian
puñados de brillantes monedas; los tambores y las campanas esparcen su música, como peniques a través de todo el
aire; y, mira, la delgada mano del tocador del laúd rápidamente arranca las notas brillantes de las cuerdas y las
esparce como gotas de agua. Detrás de las cortinas de bambú; detrás de las palmas; en las recámaras verdes y
salpicadas de sol de su palacio, Ariadna con sus zapatillas rojas y un pequeño bostezo, tira una bola sobre la rueda de
su ruleta. De pronto, justamente al norte, un barco griego salta en el horizonte, como un potrillo, patea la espuma. El
barco navega a través de la llanura de brillantes amatistas y gime ante la escollera. La ciudad entera corre a ver:
rápida como la mano cuando se cierra se arrían las velas. Entonces los tambores se aturden y la multitud exaltada,
clama: Oh, Teseo ! Oh, héroe griego ! Como un pensamiento a través de la mente, Ariadna se dirige a la ventana. De la
armadura del capitán de ojos negros flechas de luz saltan en todas direcciones. Flechas de luz resuenan dentro de ella
como las cuerdas de una guitarra. "
Biografía

Gustav Meyrink (Austria, 1868-1932)


El Golem (fragmento)
" Vuelve a despertarse calladamente en mí la leyenda del Golem espectral, de ese hombre artificial que hace tiempo
construyera de materia, aquí en el ghetto, un rabino conocedor de la Cábala, quien lo convirtió en un ser autómata y
sin pensamiento, al situar tras sus dientes una mágica palabra numérica. Y del mismo modo que aquel Golem se
convertía en una estatua de barro en el mismo segundo en que se quitaba de su boca la sílaba misteriosa de la vida, me
parece que todos estos hombres se derrumbarían sin alma en el mismo momento en que se borrara cualquier mínimo
concepto, quizás un deseo secundario en alguno, tras borrar de su mente cualquier inútil costumbre, o en otro sólo la
oscura espera de algo indeterminado e inconsistente. ¡Qué enseñanza tan latente y terrible existe en estas criaturas!
Nunca se las ve trabajar y, sin embargo, están despiertas muy temprano, se levantan con la primera luz de la mañana y
esperan conteniendo la respiración -como a un sacrificio que nunca llega. Y si alguna vez parece posible que alguien
entre en su territorio, algún indefenso del que se puedan enriquecer, cae de repente sobre ellas un temor paralizador
que las vuelve a hacer esconderse en sus rincones y mantenerse apartadas y temerosas de cualquier provecho. Nadie
parece lo suficientemente débil, para que ellas se sientan con el valor suficiente para apoderarse de él. "

Biografía

Henri Michaux (Francia, 1899-1984)


Los Hiviniziquis
" Siempre tienen prisa, van por delante de sí mismos, febriles, corriendo de un lado a otro, atareados, perderían hasta
sus manos. Es imposible darles una satisfacción algo prolongada. Entusiastas, impetuosos y "en punta", pero siempre por
poco tiempo. Diplomáticos-mariposas, colocan por todas partes jalones que luego olvidan, tienen una policía y un
estado mayor con decenas de códigos secretos extremadamente ingeniosos de los que nunca saben cuál hay que aplicar
y que cambian y alteran constantemente. Jugadores -ocupados de la noche a la mañana en apostar a los dados su
fortuna, que cambia de manos a cada instante, sin saber nunca quién es el deudor, quién el acreedor-,
escamoteadores, maniobreros, liantes, no por confusión e incertidumbre del espíritu, sino por una multitud de
conocimientos esclarecedores que nunca vienen al caso; lógicos y desenfrenados, pero llenos de evasivas y salidas
intuitivas, demuestran, razonándolo, la existencia o la no existencia de cualquier cosa; distraídos pero astutos, y casi
infatigables, entran (aunque por pocas horas) en la cama y en el sueño al mismo tiempo, salen de la misma manera,
como una puerta que se abre y se cierra; se enfadan por nada y se distraen de su cólera por menos que nada, por el
vuelo de una mosca; susceptibles como vela al viento, lloran muy sinceramente en la cabecera de su padre enfermo,
pero en cuanto le han cerrado los ojos corren hacia el testamento, discuten la herencia sentados en el lecho todavía
caliente y entierran al padre en un santiamén (más vale que lo hagan así porque si no le olvidarían hasta que apestara).
Se postran ante sus dioses como máquinas aceleradas, cientos de veces, después se van de un salto, sin volverse; aman
como adoran, deprisa, con ardor y -luego no hablemos más-; se casan sin premeditación, al azar, en el acto, y se
divorcian de la misma manera; trabajan y ejercen de artesanos en plena calle, entre el viento y el polvo y las
embestidas de los caballos; hablan como ametralladoras, van a caballo siempre que pueden y al galope, o si van a pie,
llevan los brazos extendidos como si fuesen a despejar y a desbrozar de una vez por todas este Universo lleno de
dificultades e incidentes que se presenta incesantemente ante ellos."

Biografía
Adam Mickiewicz (Polonia, 1798-1855)
Pan Tadeusz (fragmento)
" Litva! Mi país, como sois voz para la salud,
como valoraros solo lo puede decir quién os haya perdido.
Admiro vuestra belleza ahora en total adoración,
y canto sobre ella porque os anhelo. "

Dziady - Canto Peregrino (fragmento)


" Palabras justas y pensamientos justos son los mios;
tanto siento, escribiendo temprano y tarde;
mi alma como el de una viuda debe aún quejarse.
A quien mis canciones dedicaré?
Pensamientos y palabras doy a luz cada día
porqué ellas no aplacan mi pena?
Porque mi alma es una viuda gris
y sólo multitud de huérfanos ve. "

Biografía

Juan José Millás (España, 1946)


El paraíso era un autobús (fragmento)
" Pasaron otoños, primaveras, inviernos. A veces llovía y el viento aplastaba las gotas de lluvia contra los cristales del
autobús, difuminando el paisaje urbano. Entonces, él imaginaba que el autobús era la casa de los dos. Había hecho
unas divisiones imaginarias para colocar la cocina, el dormitorio de ellos, el cuarto de baño. E imaginaba una vida feliz:
ellos vivían en el autobús, que no paraba de dar vueltas alrededor de la ciudad, y la lluvia o la niebla los protegía de las
miradas de los de afuera. No había navidades, ni veranos, ni semanas santas. Todo el tiempo llovía y ellos viajaban
solos, eternamente, sin hablarse, sin saber nada de sí mismos. Abrazados. "

Biografía

Henry Miller (EEUU, 1891-1980)


Trópico de Cáncer (fragmento)
" No tengo dinero, ni recursos, ni esperanzas. Soy el hombre más feliz del mundo. Hace un año, hace seis meses,
pensaba que era un artista. Ya no lo pienso, lo soy. Todo lo que era literatura se ha desprendido de mí. Ya no hay más
libros que escribir, gracias a Dios. Entonces, ¿qué es esto? Esto no es un libro. Es un libelo, una calumnia. El mundo es
un cáncer que se devora a sí mismo. "

Biografía

Czeslaw Milosz (Polonia, 1911)


Un poema para el final del siglo
" Cuando todo estaba bien
Y el concepto de pecado había desaparecido
Y la tierra estaba lista
En paz universal
Para consumir y disfrutar
Sin dogmas y utopías,

Yo, por razones desconocidas,


Rodeado por los libros
De profetas y teólogos,
De filósofos, poetas,
Buscaba una respuesta,
Frunciendo el ceño, gesticulando,
Caminando de noche, refunfuñando al amanecer.

Lo que me oprimía en demasía


Era un poco vergonzoso.
Hablando de ello en voz alta
No mostraría ni tacto ni prudencia.
Podría incluso parecer un agravio
En contra del bienestar de la humanidad.

¡Ay de mí!, mi memoria


No quiere dejarme
Y en ella, la vida comienza
Cada una con su propio dolor,
Cada una con su propio morir,
Con su propia turbación.

¿Por qué entonces la inocencia


En playas paradisiacas,
Un cielo impoluto
Sobre la iglesia de la higiene?
¿Será porque eso
fue hace mucho? "

Biografía

John Milton (Inglaterra, 1608-1674)


El paraíso perdido (fragmento)
" La potestad suprema le arrojó de cabeza, envuelto en llamas, desde la bóveda etérea, repugnante y ardiendo, cayó
en el abismo sin fondo de la perdición, para permanecer allí cargado de cadenas de diamante, en el fuego que castiga;
él, que había osado desafiar las armas del todopoderoso, permaneció tendido y revolcándose en el abismo ardiente,
juntamente con su banda infernal, nueve veces el espacio de tiempo que miden el día y la noche entre los mortales,
conservando, empero, su inmortalidad. Su sentencia, sin embargo, le tenía reservado mayor despecho, porque el doble
pensamiento de la felicidad perdida y de un dolor perpetuo le atormentaba sin tregua. Pasea en torno suyo sus ojos
funestos, en que se pintan la consternación y un inmenso dolor, juntamente con su arraigado orgullo y su odio
inquebrantable. De una sola ojeada y atravesando con su mirada un espacio tan lejano como es dado a la penetración
de los ángeles, vio aquel lugar triste, devastado y sombrío; aquel antro horrible y cercado, que ardía por todos lados
como un gran horno. Aquellas llamas no despedían luz alguna; pero las tinieblas visibles servían tan sólo para descubrir
cuadros de horror, regiones de pesares, oscuridad dolorosa, en donde la paz y el reposo no pueden habitar jamás, en
donde no penetra ni aun la esperanza. "
Biografía

Gabriel Miró (España, 1879-1930)


Años y leguas (fragmento)
" Dice el Eclesiastés que la risa, el habla y el andar del hombre muestran su corazón. Pues el ánimo del dueño de estas
heredades se manifiesta en las ventanas; aquí, aun sin querer, pone su tono, sus resabios, sus cavilaciones, sus
conceptos, singularmente el de la Interinidad de la vida. Crece el edificio; va quejándose su fisonomía con los rasgos de
los balcones de las rejas... (Una ventana encima de un huerto, del mar, de las soledades de un monte, nos comunica
las complacencias de los que están junto a la vidriera mirando.) Y apenas se acaban estas órbitas, el dueño les baja
unos párpados de ladrillos. En la faz tapiada se endurece una mueca de avidez, como la de los tuertos y sordomudos.
La ventana no es sólo la mirada, es también el grito, la ansiedad, la sonrisa hacia los senderos, las nubes, los
caminantes, las aves, los rebaños, la lluvia, las estrellas.
(...)
No; la señora no quiere cavilar ni desperdiciar dineros en una hacienda que sólo ha de tener mientras viva. ¡Y qué le
queda de vivir a sus ochenta y seis años! Después, sin hija ya en el mundo, los bienes de don Pedro irán a poder de los
de su sangre, y las heredades de ella, a los de la suya. Dejó el esposo sobrinos que esperan... le queda a la señora la
sobrina. Todo el pan está ya rebanado y a punto que se lo repartan. A doña Elisa, con sus alpargatas, su toca y su
hábito del Carmen, ya no le falta sino acostarse en la tierra, al lado de la niña y del marido... Y otra vez se le llenan
los ojos de bruma inmóvil de eternidad: ¡Es la eternidad...!
(...)
Sigüenza se revuelve mirando la gota de lumbre de Venus, lumbre jugosa, de una sensación de desnudez. Ya baja por
los hombros del Ponoch. Se lo avisa a la señora, que no puede levantar tanto su frente; y la sobrina busca el lucero por
otro horizonte. Venus se hunde veloz, quebrándose en la humedad de la mirada... Se ha embebido el zumo de claridad,
y el cielo se va desamparando. "

El obispo leproso (fragmento)


" Se encerraban en la cámara del reloj para sentirse traspasados por el profundo pulso. Allí latían las sienes de Oleza.
Luego, otra vez, torciéndose por la escalerilla, llegaban bajo la cigueña de las campanas; y desde los arcos, entre
aleteos de falcones y jabardillos de vencejos, veían el atardecer, que don Magín comparaba a un buen vecino que
volvía, de distancia en distancia, al amor de su campanario.
(...)
Se distrajo con un pisapapeles de cristal lleno de iris. Poco a poco la tarde recordada por el prelado se le acercó hasta
tenerla encima de su frente, como los vidrios de sus balcones donde se apoyaba muchas veces, sin ver nada,
volviéndose de espaldas al aburrimiento. Todo aquel día tocaron las campanas lentas y rotas. Tarde de las ánimas,
ciega de humo de río y de lluvia. La casa se rajó de gritos del padre. Ardían las luces de aceite delante de los cuadros
de los abuelos -el señor Galindo, la señora Serrallonga-, que le miraban sin haberle visto y sin haberle amado nunca.
Cuando el padre y tía Elvira se fueron, las campanas sonaron más grandes. Le buscó su madre; la vio más delgada, más
blanca. Se ampararon los dos en ellos mismos, y entonces las luces eran las que les miraban... "

Biografía

Ricardo Miró (Panamá, 1883-1940)


Patria (fragmento)
" ¡Oh Patria tan pequeña, tendida sobre un Istmo
en donde es más claro el cielo y más vibrante el sol,
En mi resuena toda tu música, lo mismo
que el mar en la pequeña celda del caracol!
Revuelvo la mirada y a veces siento espanto
cuando no veo el camino que a ti me ha de tornar...
¡quizás nunca supiera que te quería tanto
si el Hado no dispone que atravesara el mar!

La Patria es el recuerdo... pedazos de la vida


envueltos en jirones de amor o de dolor;
la palma rumorosa, la música sabida,
el huerto ya sin flores, sin hojas, sin verdor. "

Biografía

Yukio Mishima (Japón, 1925-1970)


Los siete puentes (fragmento)
" Podrá parecer ésta una meta bastante peculiar, pero, como sus repentinos ataques de hambre, pertenecía a su modo
de vivir. Mientras caminaba bajo la luna, estos pensamientos se convirtieron en extrañas convicciones. Mantuvo la
espalda más derecha que nunca y fijó la mirada hacia adelante. El Puente Tsukiji es un puente totalmente desprovisto
de encanto. Los cuatro pilares de sus extremos carecen de todo atractivo. Sin embargo, mientras lo cruzaban, las
cuatro mujeres pudieron oler por primera vez algo parecido al aroma del mar. Soplaba un viento con reminiscencias de
brisa salada. Hasta un aviso de neón rojo perteneciente a una compañía de seguros, que podía divisarse hacia el sur,
parecía un faro proclamando la proximidad del océano.
(...)
Cuando por fin un excelente protector aparecía frente a sus ojos, tan cerca que sólo necesitaba estirar la mano para
tocarlo, Kanako sintió con desesperación que sus manos no podrían estirarse lo suficiente. Su rostro estaba
mortalmente pálido y una pegajosa transpiración brotaba de su frente. El corazón humano es sorprendentemente
mudable. A medida que el dolor de su abdomen se hacía más intenso, Kanako comprendió que cuanto había deseado
con tanto fervor minutos atrás, perdía toda realidad y sólo quedaba reducido a un sueño pueril, irreal y fantástico.
Mientras luchaba contra el palpitante e implacable dolor, pensó que, si abandonaba aquellas tontas ilusiones, sus
sufrimientos cesarían de inmediato."

Biografía

Frederic Mistral (Francia, 1830-1914)


Nerto (fragmento) -en catalán-
" Tot va de mal á pitjor: la fam, la horrible fam, munta y camina, munta dins lo castellás y trenca 'ls brassos dels
guerrers. No tenen ni pa, ni vi, ni viures; están assecats com suro; y, per les esquerdes dels marlets, tot apuntant llurs
manganells, veuhen lo Rose avall dessota, carregat de botes, carregat de grans. Maravellós, cap amunt hi havía un bell
jardí ple d' oliveres: sobre les arcades de les altes sales, sobre les ojives colossals estava sospès en l' ayre.
(...)
L' amor es una font que naix y que sospira dins sa conca, y, riallera, aprés creix y com un riu aprés se surt de mare, y
de cap á cap, dins ses illes los aucells no fan més que cantar. L' amor es una dolsa terbolina, es una expansió poderosa,
desperta; es un panteix ahont se viu xalantse com los deus; l' amor es una soleyada ahont dues ánimes embriagades
prenen lo vol cap á la llum, y s' embessonan per sempre; l' amor es una flama fina que s' endevina en los ulls, que
umple 'l cor, embalsamantlo, y que 's dona ab la má; es un sospir, una alenada que cobreix de flors los esbarzers; en fi,
es una boca en foch que tremolanta en lloch no troba de què beure, quan [38] diu «¡moro!» sinó sobre una boca
germana!. "
Biografía

Gabriela Mistral (Chile, 1889-1957)


Amor, amor
" Anda libre en el surco, bate el ala en el viento,
late vivo en el sol y se prende al pinar.
No te vale olvidarlo como al mal pensamiento:
¡le tendrás que escuchar!

Habla lengua de bronce y habla lengua de ave,


ruegos tímidos, imperativos de mar.
No te vale ponerle gesto audaz, ceño grave:
¡lo tendrás que hospedar!

Gasta trazas de dueño; no le ablandan excusas.


Rasga vasos de flor, hiende el hondo glaciar.
No te vale decirle que albergarlo rehúsas:
¡lo tendrás que hospedar!

Tiene argucias sutiles en la réplica fina,


argumentos de sabio, pero en voz de mujer.
Ciencia humana te salva, menos ciencia divina:
¡le tendrás que creer!

Te echa venda de lino; tú la venda toleras.


Te ofrece el brazo cálido, no le sabes huir.
Echa a andar, tú le sigues hechizada aunque vieras
¡que eso para en morir! "

Biografía

Margaret Mitchell (EEUU, 1900-1949)


Lo que el viento se llevó (fragmento)
" Hubo una tierra de caballeros y campos de algodón llamada el Antiguo Sur. En este bonito mundo, el valor hizo su
última reverencia. Aquí fueron vistos los últimos reyes y sus bellas damas, de amos y de esclavos. Vistos ahora sólo en
libros, ya que no es más que el recuerdo de un sueño, una civilización que el viento se llevó.
(...)
Scarlett O'Hara no era bella, pero poco lo notaban los hombres cuando eran atrapados por sus encantos como los
gemelos Tarleton lo fueron. En su rostro se mezclaban bruscamente los delicados rasgos de su madre, una aristócrata
costera de ascendencia francesa, y los pesados rasgos de su pintoresco padre irlandés. Pero era una cara que atrapaba,
de barbilla puntiaguda, y mandibula cuadrada. Sus ojos eran de un verde pálido sin un toque de almendra, estrellados
con erizadas pestañas negras y ligeramente inclinadas al final. Sobre ellas sus gruesas cejas oscuras inclinadas hacia
arriba, producían una asustadiza línea oblicua en su piel blanca de magnolia, esa piel tan apreciada por las mujeres del
sur y tan cuidadosamente guardada con sombreros, velos y guantes del caliente sol de Georgia. "
Terenci Moix (España, 1942)
Terenci del Nilo (fragmento)
" La sensación del tiempo convertida en terror piramidal, es requisito indispensable para comprender a Egipto y amarlo
en toda su intensidad. Se aconseja pues, no dejarse olvidada en casa la propia vulnerabilidad ante lo fugaz del tiempo
y la nimiedad de los siglos condensados en un segundo. "

Biografía

Michel de Montaigne (Francia, 1533-1592)


Ensayos (fragmento)
" No es que el sabio no pueda vivir contento en cualquier parte, incluso en medio del gentío de un palacio; mas si le das
a escoger, huirá, según dice, incluso de esa visión. Soportará esto, si es preciso; mas si de él depende, elegirá lo otro.
Parécele no haberse desecho lo bastante de los vicios, si ha de codearse con los del prójimo. "

Biografía

Eugenio Montale (Italia, 1896-1981)


Corazón inglés
" El viento que esta tarde me acaricia,
recuerda fuertes sacudidas de láminas metálicas,
los instrumentos de los densos árboles barren el horizonte de cobre
en dónde estrías de luz se extienden como estrellas en el cielo que estalla,
nubes que pasan, claros reinos elevados, de altos El Dorados de puertas abiertas,
y el mar que escama a escama, lívido, cambia de color,
lanza a tierra un torbellino de espumas
y el viento que nace y muere en la hora que lentamente se estanca,
pudiera tocar esta tarde mi desafinado instrumento, corazón. "

Disipa tú, si quieres (de Mediterráneo)


" Disipa tú, si quieres, esta vida débil que se queja,
como la esponja el trazo efímero en la pizarra.
Espero regresar a tu círculo, se cumple mi disperso tránsito.
Mi venida era el testimonio de un orden que olvidé durante el viaje,
estas palabras mías juran fe a un suceso imposible, y lo ignoran.
Pero siempre que escuché tu dulce oleaje sobre las playas
la turbación me asaltó como a alguien débil de memoria
cuando vuelve a acordarse de su tierra.
Aprendida mi lección más que de tu gloria abierta,
del jadear que no emite casi sonido
de un mediodía tuyo desolado,
a ti me rindo humildemente.
No soy más que pavesa de un tirso.
Bien lo sé: arder, este y no otro, es mi significado. "

Xenia
" Habíamos estudiado un silbido
para el más allá, una señal de reconocimiento.
Lo ensayo con la esperanza
de que todos estemos muertos sin saberlo.
Bajé, dándote el brazo, por lo menos un millón de escaleras,
y ahora que no estás hay un vacío en cada escalón.
Así y todo fue breve nuestro largo viaje.
El mío dura todavía. Ya no necesito
hacer combinaciones, reservas,
someterme a las trampas, a las humillaciones de quien cree
que la realidad es eso que se ve.
Bajé millones de escaleras dándote el brazo
no porque creyese que cuatro ojos pueden ver más.
Contigo las bajé porque sabía que de las nuestras
las únicas pupilas reales, pese a que estaban tan obnubiladas,
eran las tuyas. "

Biografía

Eugenio Montejo (Venezuela, 1938)


Manoa
" No vi a Manoa,
no hallé sus torres en el aire,
ningún indicio de sus piedras.
Seguí el cortejo de las sombras ilusorias que dibujan sus mapas,
crucé el río de los tigres y el hervor del silencio en los pantanos,
nada vi parecido a Manoa ni a su leyenda.
Anduve absorto detrás del arco iris
que se curva hacia el sur y no se alcanza,
Manoa no estaba allí, quedaba a leguas de esos mundos,
siempre más lejos.
Yo fatigado de buscarla me detengo
qué me importa el hallazgo de sus torres?
Manoa no fué cantada como Troya, ni cayó en sitio,
ni grabó sus paredes con hexámetros,
Manoa no es un lugar sino un sentimiento,
a veces es como un rostro, un paisaje, una calle,
su sol de pronto resplandece.
Toda mujer que amamos
se vuelve Manoa sin darnos cuenta.
Manoa es la otra luz del horizonte,
quién sueña puede divisarla, va en camino,
pero quién ama ya llegó, ya vive en ella."

Dura menos un hombre que una vela


" Dura menos un hombre que una vela
pero la tierra prefiere su lumbre
para seguir el paso de los astros.
Dura menos que un árbol,
que una piedra,
se anochece ante el viento más leve,
con un soplo se apaga.
Dura menos un pájaro,
que un pez fuera del agua,
casi no tiene tiempo de nacer,
da unas vueltas al sol y se borra
entre las sombras de las horas
hasta que sus huesos en el polvo
se mezclan con el viento,
y sin embargo, cuando parte
siempre deja la tierra más clara. "

Biografía

Augusto Monterroso (Guatemala, 1921)


El paraíso imperfecto
" Es cierto, dijo melancólicamente el hombre, sin quitar la vista de las llamas que ardían en la chimenea aquella noche
de invierno-; en el Paraíso hay amigos, música, algunos libros; lo único malo de irse al Cielo es que allí el cielo no se
ve."

El eclipse
" Cuando fray Bartolomé Arrazola se sintió perdido aceptó que ya nada podría salvarlo. La selva poderosa de Guatemala
lo había apresado, implacable y definitiva. Ante su ignorancia topográfica se sentó con tranquilidad a esperar la
muerte. Quiso morir allí, sin ninguna esperanza, aislado, con el pensamiento fijo en la España distante,
particularmente en el convento de los Abrojos, donde Carlos Quinto condescendiera una vez a bajar de su eminencia
para decirle que confiaba en el celo religioso de su labor redentora. Al despertar se encontró rodeado por un grupo de
indígenas de rostro impasible que se disponían a sacrificarlo ante un altar, un altar que a Bartolomé le pareció como el
lecho en que descansaría, al fin, de sus temores, de su destino, de sí mismo.Tres años en el país le habían conferido un
mediano dominio de las lenguas nativas. Intentó algo. Dijo algunas palabras que fueron comprendidas. Entonces
floreció en él una idea que tuvo por digna de su talento y de su cultura universal y de su arduo conocimiento de
Aristóteles. Recordó que para ese día se esperaba un eclipse total de sol. Y dispuso, en lo más íntimo, valerse de aquel
conocimiento para engañar a sus opresores y salvar la vida. -Si me matáis -les dijo- puedo hacer que el sol se oscurezca
en su altura. Los indígenas lo miraron fijamente y Bartolomé sorprendió la incredulidad en sus ojos. Vio que se produjo
un pequeño consejo, y esperó confiado, no sin cierto desdén. Dos horas después el corazón de fray Bartolomé Arrazola
chorreaba su sangre vehemente sobre la piedra de los sacrificios (brillante bajo la opaca luz de un sol eclipsado),
mientras uno de los indígenas recitaba sin ninguna inflexión de voz, sin prisa, una por una, las infinitas fechas en que se
producirían eclipses solares y lunares, que los astrónomos de la comunidad maya habían previsto y anotado en sus
códices sin la valiosa ayuda de Aristóteles. "

Biografía

Marianne Moore (EEUU, 1887-1972)


Inglaterra
" Con sus ríos niños y pequeños pueblos, cada uno con su abadía o su catedral; con voces -una voz, quizás, resonando a
través del crucero- el criterio de compatibilidad y conveniencia: e Italia, con sus playas iguales -logrando un
epicureísmo del que la enormidad ha sido extraída: y Grecia con sus cabras y sus patillas, el nido de modificadas
ilusiones: y Francia, la "crisálida de las mariposas nocturnas" en cuyos productos, el misterio de la construcción nos
desvía de lo que originalmente era nuestro objeto -substancia en la médula: y el Este con sus caracoles, sus
emocionales taquigrafías y sus cucarachas de jade, sus cristales de roca y su imperturbabilidad, todas con calidad de
museo: y América donde hay la pequeña. vieja y desvencijada victoria del sur, donde se fuman cigarrillos en las calles
del norte; donde no hay correctores de pruebas, ni gusanos de seda ni digresiones: ¡la tierra del hombre salvaje; sin
hierba, sin vínculos, país sin lengua -en el que las letras son escritas no en español, ni en griego o latín o taquigrafía,
sino en llano americano que los perros y gatos puedan entender! La letra "a" en el salmo y en la calma cuando es
pronunciada con el sonido de "a" en vela es muy evidente, pero ¿por qué continentes de malentendidos deben ser
explicados por el hecho? ¿Deberá entenderse que al existir hongos venenosos que parecen simples hongos todos sean
peligrosos? En el caso de la fogosidad, que puede ser erradamente tomada como apetito, de un calor que puede
parecer ser prisa, no se pueden sacar conclusiones. Haber malentendido el asunto es haber confesado que no hemos
indagado mucho. El sublimado saber de China, el discernimiento de los egipcios, el inundador torrente de emoción
comprimido en los verbos del hebreo, los libros del hombre que es capaz de decir: "Yo no envidio a nadie sino a ese,
sólo a ese que coge más peces que yo" -la flor y el fruto de toda esa observada superioridad- ¿no nos hemos tropezado
con ella en América, debe uno imaginar que no existe allí? Eso jamás se ha confinado a un solo sitio. "

Críticos y conocedores
" Hay una gran cantidad de poesía en las inconscientes afectaciones. Algunos objetos Ming, las imperiales alfombras de
coches de ruedas amarillas, están muy bien donde están, pero yo he visto algo que me gusta más -un simple y pueril
intento de hacer que un imperfectamente estable animal estuviera de pie, un similar propósito al hacer que un
cachorro comiera en un plato. Yo recuerdo un cisne bajo los sauces en Oxford, con patas como hojas de arce y color
flamingo. Se desplazaba como un barco de guerra. Incredulidad y consciente melindre eran el ingrediente fundamental
de sus pocas ganas de moverse. Por último, su osadía no era una prueba en contra de su propensión a estimar
enteramente los pedazos de alimento que la corriente le allegaba; se fue con lo que le di para comer. He visto este
cisne y los he visto a ustedes; he visto ambición sin conocimiento en una variedad de formas. Sucede que estando cerca
de un hormiguero, he visto una escrupulosa hormiga llevar un tallo hacia el norte, al sur, al este, al oeste, hasta que
giró sobre sí misma, caminó desde el lecho de flores hacia el césped, y volver al punto desde el que había partido.
Luego abandonó el tallo como algo inútil y esforzando sus mandíbulas con un pedazo de cal -diminuto pero pesado,
comenzó de nuevo el mismo camino. ¿Qué hay en ser capaz de decir que uno ha dominado la corriente en una actitud
de defensa propia; en probar que uno ha tenido la experiencia de cargar un tallo? "

Biografía

Rafael Morales (España, 1919)


Paisaje
" Qué silencio tan grande el de éste campo,
qué vastas y dormidas soledades,
qué inmensidad vacía,
qué tremenda tristeza derramada por los aires,
la sierra se derrumba lentamente
sobre la mansa angustia de los valles
que elevan puros, asombrados, ciegos,
el encendido grito de los árboles,
el cielo es plomo gris que se derrumba
sobre el pavor silente del paisaje,
es un inmenso buitre hambriento y sordo,
un infinito dios amenazante. "

Biografía

Alberto Moravia (Italia, 1907-1990)


Agostino (fragmento)
" Bajo las dos turgencias desiguales y desequilibradas de las nalgas, una más alta y como contraída y la otra más baja,
las elegantes piernas se adelgazaban en una actitud perezosa, desde los muslos largos y fuertes hasta las pantorrillas y
la exigüedad del tobillo. No se daba cuenta, pero lo que le atraía hacia los baños Vespucci, además de la compañía tan
nueva de los muchachos, era precisamente aquel escarnio brutal de su madre y de sus supuestos amores. "
Biografía

Toni Morrison (EEUU, 1931)


Paraiso (fragmento)
" Las Hermanas de la Santa Cruz arrancaron todas las ninfas, pero las curvas de su cabello de mármol todavía
estrangulan las hojas de parra y juguetean con su fruto. El frío se hace más intenso a medida que los hombres avanzan
por las profundidades de la mansión mientras se entretienen, miran, escuchan, atentos a la maldad femenina que se
esconde allí y al olor a levadura y mantequilla de la masa cuando fermenta. Fuera, la niebla llega a la altura de la
cintura. Pronto se volverá de color de plata y formará arco iris en la hierba, lo bastante bajos como para que jueguen
los niños, antes de que el sol la haga desaparecer y deje a la vista hectáreas de sorgo y, quizás, huellas de brujas.
(...)
Todavía no está claro de dónde procedían las palabras. Tal vez fuese algo que había oído, inventado o que le habían
susurrado mientras dormía acurrucado sobre sus herramientas en el catre de un carromato. Se llamaba Morgan y quién
sabe si inventó o robó la media docena de palabras que forjó. Unas palabras que, al principio, parecían bendecirlos;
después, confundirlos, y, finalmente, anunciar que habían perdido. "

Biografía

Manuel Mújica Láinez (Argentina, 1910-1984)


El hombrecito del azulejo (fragmento), de Misteriosa Buenos Aires
" El niño lo llama al despertarse, y arrastra a la gata gruñona para que lo salude. Martinito es el compañero de su
soledad. Daniel se acurruca en el suelo junto a él y le habla durante horas, mientras la sombra teje en el suelo la
minuciosa telaraña de la cancela, recortando sus orlas y paneles y sus finos elementos vegetales, con la medialuna del
montante donde hay una pequeña lira. Martinito, agradecido a quien comparte su aislamiento, le escucha desde su
silencio azul, mientras las pardas van y vienen, descalzas, por el zaguán y por el patio que en verano huele a jazmines
del país y en invierno, sutilmente, al sahumerio encendido en el brasero de la sala. Pero ahora el niño está enfermo,
muy enfermo. Ya lo declararon al salir los doctores de barba rubia. Y la Muerte espera en el brocal. El hombrecito se
asoma desde su escondite y la espía. En el patio lunado, donde las macetas tienen la lividez de los espectros, y los
hierros del aljibe se levantan como una extraña fuente imnóvil...
(...)
Martinito piensa que el niño, su amigo, va a morir, y le late el frágil corazón de cerámica. Ya nadie acudirá cantando a
su escondite del zaguán; nadie le traerá los juguetes nuevos, para mostrárselos y que conversen con él. Quedará solo
una vez más, mucho más solo ahora que sabe lo que es la ternura.
(...)
Es hermoso que la llamen a una así: "Madame la Mort." Eso la aproxima en el parentesco a otras Muertes mucho más
ilustres, que sólo conoce de fama, y que aparecen junto al baldaquino de los reyes agonizantes, reinas ellas mismas de
corona y cetro, en el momento en que los embajadores y los príncipes calculan las amarguras y las alegrías de las
sucesiones históricas. "

Biografía

Harry Mulisch (Holanda, 1927)


El procedimiento (fragmento)
" De quererlo, podríamos dar vida a todo un museo de cera de seres legendarios que en el pasado sólo existían en el
mundo de la fantasía. Quimeras, basiliscos, unicornios, dragones, grifos, centauros, esfinges, todas aquellas criaturas
con las que la humanidad ha soñado alguna vez.
(...)
Ya está! Nos hemos quedado solos. Los lectores impuros han puesto pies en polvorosa. ¡Menudo tostón!, les oí
exclamar. Ya sólo quedas tú. "

Biografía

Antonio Muñoz Molina (España, 1956)


Beatus ille (fragmento)
" Usted, que no conoció aquel tiempo, que tenía el derecho de carecer de memoria, que abrió los ojos cuando la guerra
estaba ya terminada y todos nosotros llevábamos varios años condenados a la vergüenza y a la muerte, desterrados,
enterrados, presos en las cárceles o en la costumbre del miedo. Ama la literatura como ni siquiera nos es permitido
amarla en la adolescencia, me busca a mí, a Mariana, al Manuel de aquellos años, como si no fuéramos sombras sino
criaturas más verdaderas y vivientes que usted mismo. Pero ha sido en su imaginación donde hemos vuelto a nacer,
mucho mejores de lo que fuímos, más leales y hermosos, limpios de la cobardía y de la verdad. "

Un invierno en Lisboa (fragmento)


" Tenía una sumaria dignidad vertical. Más tarde me di cuenta de que yo siempre había notado en él esa cualidad
inimitable de quienes viven, aunque no lo sepan, con arreglo a un destino que probablemente les fue fijado en la
adolescencia. Después de los treinta años, cuando todo el mundo claudica hacia una decadencia más innoble que la
vejez, ellos se afianzan en una extraña juventud a la vez enconada y serena, en una especie de tranquilo y receloso
coraje. "

Beltenebros (fragmento)
" Cumplí mi parte de la crueldad y destrucción y merecí la vergüenza. Los efectos del amor o de la ternura son fugaces,
pero los del error, los de un solo error, no acaban nunca, como una carnívora enfermedad sin remedio. He leído que en
las regiones boreales, cuando llega el invierno, la congelación de la superficie de los lagos ocurre a veces de una
manera súbita, por un golpe de azar que cristaliza el frío, una piedra arrojada al agua, el coletazo de un pez que salta
fuera de ella y al caer un segundo después ya es atrapado en la lisura del hielo. "

El jinete polaco (fragmento)


" En un piso de la calle 52 Este de Nueva York, ante los ojos conmovidos de una mujer y un hombre que oyen tras las
ventanas cerradas el viento del invierno y el rumor como de catarata de la ciudad a la que asoman muy pocas veces y
encuentran en el baúl de Ramiro Retratista lo que nunca han buscado, lo que les perteneció siempre, sin que lo
supieran o lo desearan, las razones más antiguas de su desarraigo y de su complicidad.
(...)
Ellos me hicieron, me engendraron, me lo legaron todo, lo que poseían y lo que nunca tuvieron, las palabras, el miedo,
la ternura, los nombres, el dolor, la forma de mi cara, el color de mis ojos, la sensación de no haberme ido nunca de
Mágina y de verla perderse muy lejos, al fondo de la extensión de la noche. "

Biografía

Haruki Murakami (Japón, 1949)


Feliz Navidad, Hombre Oveja (fragmento)
" El Hombre Oveja hizo como le decían, y cuando quiso darse cuenta ya había alzado el vuelo la Señora Cuerva de Mar.
Como era la primera vez que volaba, el Hombre Oveja tenía miedo y se aferraba al cuello con todas sus fuerzas. Desde
el cielo podía verse el mar, el bosque, las colinas,... El verde del bosque y el azul profundo del mar se extendían hasta
el infinito, y entre ellos había como un cinturón de arenas blancas. Era una vista preciosa.
(...)
Cuando abrió los ojos, el Hombre Oveja se encontró en su cama, en la habitación de siempre. Al principio pensó que
todo había sido un sueño, pero sabía muy bien que no era así. Tenía un chichón en la cabeza, el trasero de su traje de
oveja estaba sucio, y en la habitación, en vez de su viejo piano, estaba el piano blanco en forma de oveja. Todo había
ocurrido de verdad. Por la ventana podía ver la nieve, que se acumulaba en las ramas de los árboles, en el buzón, en el
cercado....Esa tarde el Hombre Oveja fue a visitar al Profesor Oveja a su casa en las afueras de la ciudad, pero donde
había estado la casa ya no había más que un descampado. Ni los arbustos, ni el llamador, ni las columnas y baldosas
con forma de oveja... Todo había desaparecido. -Ya no volveré a ver a ninguno de ellos-, pensó el Hombre Oveja. -Ni a
los dos Tornillos, ni a las gemelas 208 y 209, ni a la Señora Cuerva de Mar, ni a Poca Cosa, ni al Profesor, ni al
Reverendísimo Señor Oveja.- Al pensar esto, lágrimas brotaron de los ojos del Hombre Oveja. Habia llegado a quererlos
tanto. "

Biografía

Carlos Murciano (España, 1931)


Epitafio para la sombra de una muchacha
" Muchacha que no quise nunca, sombra de soledad,
qué puma abrió tu cuello de un zarpazo,
y adónde fué tu sangre, garza, cimbel, celeste criatura?
Qué perro te lamió las manos,
qué borbotón de agua fresca
fué apagando tu última sed,
qué hierba con rocío soportó tu cansancio,
qué pañuelo tu lágrima,
qué pecho tu agonía?
Aquí reposa ya tu sombra sola,
tu cuerpo no, que nunca lo tuviste,
tierra para una sombra de muchacha
es siempre mucha tierra,
cielo y aire guarden tu levedad, tu ingrave peso,
y qué jamás se escriba tu epitafio. "

Biografía

Robert Musil (Austria, 1880-1942)


El sastre (fragmento)
" Desde que estoy aquí vivo en un sueño del orden. Nadie crítica mi conducta desmedida. Al contrario, entre los
presidiarios soy una persona encantadora, mi inteligencia es extraordinaria. Soy una autoridad literaria, escribo las
cartas de los vigilantes. Todo el mundo me admira. Yo, que en el mundo de los justos era un mediocre, en el de los
injustos soy un verdadero genio moral, un intelectual de altos vuelos. No hago nada por dinero, sino por alabanza y
autoadmiración. Trabajo otra vez como sastre. Ah, la vida espléndida del trabajo, mi alma es una aguja finísima, vuela
horas enteras, entra y sale por semanas, zumba como una abeja diligente. Y en mi cabeza hay tan poco como adentro
de una tumba, y las abejas zumban. "
Biografía

Alfred de Musset (Francia, 1810-1857)


La confesión de un hijo del siglo (fragmento)
" Pero la juventud no se resignaba. Es indudable que se dan en el hombre dos potencias ocultas que luchan hasta la
muerte. Una de ellas, clarividente y fría, se agarra a la realidad, la calibra, la sopesa y juzga el pasado. La otra está
sedienta de porvenir y se lanza hacia lo desconocido. cuando la pasión arrastra al hombre, la razón le sigue llorando y
advirtiéndole del peligro; pero, en cuanto aquél se ha detenido ante la voz de la razón, en cuanto se dice: "Es cierto,
soy un loco, ¿dónde iba?", la pasión le grita: "¿Y yo, voy entonces a morir?.
(...)
Un sentimiento de inexpresable malestar empezó, pues, a fermentar en todos los jóvenes corazones. Condenados a la
inacción por los soberanos del orbe, entregados a patrones de toda especie, a la ociosidad y al tedio, los jóvenes vieron
cómo se retiraban sus espumeantes olas contra las cuales habían dispuesto sus brazos. Todos aquellos gladiadores
frotados con aceites sentían, en el fondo de su alma, una insoportable miseria. Los más adinerados optaron por el
libertinaje. Quienes disfrutaban de una mediocre fortuna, tomaron estado resignándose al traje talar o a la espada. Los
más pobres se lanzaron al entusiasmo en frío, a las grandes frases, al horrible mar de la acción sin norte. De este modo
los jóvenes hallaban una forma de emplear la fuerza inactiva en la afectación del despecho. Burlarse de la gloria, de la
religión, del amor, del mundo entero, constituye un no flaco consuelo para quienes no saben qué hacer. De ese modo
se burla uno de sí mismo y, a la vez, se da la razón al espolearse. Aparte de que es dulce creerse desgraciado, cuando
no se está sino vacío e irritado. "

Biografía

Alvaro Mutis (Colombia, 1923)


A Guy Roussille, Cinco imágenes
" El otoño es la estación preferida de los conversos. Detrás del cobrizo manto de las hojas, bajo el oro que comienzan a
taladrar invisibles gusanos, mensajeros del invierno y el olvido, es más fácil sobrevivir a las nuevas obligaciones que
agobian a los recién llegados a una fresca teología. Hay que desconfiar de la serenidad con que estas hojas esperan su
inevitable caída, su vocación de polvo y nada. Ellas pueden permanecer aún unos instantes para testimoniar la
inconmovible condición del tiempo; la derrota final de los más altos destinos de verdura y sazón. Hay objetos que no
viajan nunca. Permanecen así, inmunes al olvido y a las más arduas labores que imponen el uso y el tiempo. Se
detienen en una eternidad hecha de instantes paralelos que entretejen la nada y la costumbre. Esta condición singular
los coloca al margen de la marca y la fiebre de la vida. No los visita la duda ni el espanto y la vegetación que los vigila
es apenas una tenue huella de su vana duración. El sueño de los insectos está hecho de metales desconocidos que
penetran en delgados taladros hasta el reino más oscuro de la geología. Nadie levante la mano para alcanzar los breves
astros que nacen, a la hora de la siesta, con el roce sostenido de los litros. El sueño de los insectos está hecho de
metales que sólo conoce la noche en sus grandes fiestas silenciosas. Cuidado. Un ave desciende y, tras ella, baja
también la mañana para instalar sus tiendas, los altos lienzos del día. Nadie invitó a este personaje para que nos
recitara la parte que le corresponde en el tablado que, en otra parte, levantan como un patíbulo para inocentes. No le
serán cargados a su favor ni el obsecuente inclinarse de mendigo sorprendido, ni la falsa modestia que anuncian sus
facciones de soplón manifiesto. Los asesinos lo buscan para ahogarlo en un baño de menta y plomo derretido. Ya le
llega la hora, a pesar de su paso sigiloso y de su aire de -yo aquí no cuento para nada-. En el fondo del mar se cumplen
lentas ceremonias presididas por la quietud de las materias que la tierra relegó hace millones de años al opalino olvido
de las profundidades. La Coraza calcárea conoció un día el sol y los densos alcoholes del alba. Por eso reina en su
quietud con la certeza de los nomeolvides. Florece en gestos desmayados el despertar de las medusas. Como si la vida
inaugurara el nuevo rostro de la tierra."

Breve poema de viaje


" Desde la plataforma del último vagón
has venido absorta en la huida del paisaje.
Si al pasar por una avenida de eucaliptos
advertiste cómo el tren parecía entrar
en una catedral olorosa a tisana y a fiebre;
si llevas una blusa que abriste
a causa del calor,
dejando una parte de tus pechos descubierta;
si el tren ha ido descendiendo
hacia las ardientes sabanas en donde el aire se queda
detenido y las aguas exhiben una nata verdinosa,
que denuncia su extrema quietud
y la inutilidad de su presencia;
si sueñas en la estación final
como un gran recinto de cristales opacos
en donde los ruidos tienen
el eco desvelado de las clínicas;
si has arrojado a lo largo de la vía
la piel marchita de frutos de alba pulpa;
si al orinar dejaste sobre el rojizo balasto
la huella de una humedad fugaz
lamida por los gusanos de la luz;
si el viaje persiste por días y semanas,
si nadie te habla y, adentro,
en los vagones atestados de comerciantes y peregrinos
te llaman por todos los nombres de la tierra,
si es así,
no habré esperado en vano
en el breve dintel del cloroformo
y entraré amparado por una cierta esperanza. "
Vladimir Nabokov (EEUU, 1899-1977)
Lolita (fragmento)
" Ahora creo llegado el momento de presentar al lector algunas consideraciones de orden general. Entre los límites de
los nueve y los catorce años, surgen doncellas que revelan a ciertos viajeros embrujados, dos o tres veces mayores que
ellas, su verdadera naturaleza, no humana, sino nínfica ( o sea demoníaca); propongo llamar nínfulas a estas criaturas
escogidas.
(...)
Entre esos límites temporales, ¿son nínfulas todas las niñas? No, desde luego. Tampoco es la belleza una piedra de
toque; y la vulgaridad - o al menos lo que una comunidad determinada considera como tal- no daña forzosamente
ciertas características misteriosas, la gracia letal, el evasivo, cambiante, anonadante, insidioso encanto mediante el
cual la nínfula se distingue de esas contemporáneas suyas.
(...)
Si pedimos a un hombre normal que elija a la niña más bonita en una fotografía de un grupo de colegialas o girl scouts,
no siempre señalará a la nínfula. Hay que ser artista y loco, un ser infinitamente melancólico, con una burbuja de
ardiente veneno en las entrañas y una llama de suprema voluptuosidad siempre encendida en su sutil espinazo, para
reconocer de inmediato, por signos inefables - el diseño ligeramente felino de un pómulo, la delicadeza de un miembro
aterciopelado y otros indicios que la desesperación, la vergüenza y las lágrimas me prohiben enumerar- al pequeño
demonio mortífero ignorante de su fantástico poder. "

Curso de literatura rusa (fragmento)


" Un sentimental puede ser una perfecta bestia en sus ratos libres. Una persona sensible no será nunca cruel. El
sentimental Rousseau, a quien se le saltaban las lágrimas ante una idea progresista, distribuyó sus muchos hijos
naturales entre diversos hospicios y asilos, y jamás se ocupó de ellos. Una solterona sentimental puede mimar a su loro
y envenenar a su sobrina. El político sentimental puede acordarse del día de la madre y aniquilar implacablemente a un
rival. A Stalin le encantaban los niños. Lenin lloraba en la ópera, sobre todo en La Traviata. Todo un siglo de autores
cantaron la vida sencilla de los pobres. Por autores sentimentales nos referimos a la exageración no artística de
emociones corrientes, que pretende provocar automáticamente la compasión tradicional en el lector. "

Biografía

V.S.Naipaul (Gran Bretaña, 1932)


An Area of Darkness (fragmento)
" Estaba sorprendido por la irrupción dentro de mí de esa rabia profunda que trastorna el juicio y casi llega a limitar
físicamente la visión... Era algo brutal, risible. Un sentimiento sin sentido e infantil. No obstante, el acceso de rabia es
un momento de lucidez exaltada y breve aunque la recuperación es lenta y destructiva. "

Biografía

Pablo Neruda (Chile, 1904-1973)


Oda a la pobreza
" Cuando nací,
pobreza,
me seguiste,
me mirabas
a través
de las tablas podridas
por el profundo invierno.
De pronto
eran tus ojos
los que miraban desde los agujeros.
Las goteras,
de noche, repetían
tu nombre y tu apellido
o a veces
el salto quebrado, el traje roto,
los zapatos abiertos,
me advertían.
Allí estabas
acechándome
tus dientes de carcoma,
tus ojos de pantano,
tu lengua gris
que corta
la ropa, la madera,
los huesos y la sangre,
allí estabas
buscándome,
siguiéndome,
desde mi nacimiento
por las calles.
&mbsp; Cuando alquilé una pieza
pequeña, en los suburbios,
sentada en una silla
me esperabas,
o al descorrer las sábanas
en un hotel oscuro,
adolescente,
no encontré la fragancia
de la rosa desnuda,
sino el silbido frío
de tu boca.
Pobreza,
me seguiste
por los cuarteles y los hospitales,
por la paz y la guerra.
Cuando enfermé tocaron
a la puerta:
no era el doctor, entraba
otra vez la pobreza.
Te vi sacar mis muebles
a la calle:
los hombres
los dejaban caer como pedradas.
Tú, con amor horrible,
de un montón de abandono
en medio de la calle y de la lluvia
ibas haciendo
un trono desdentado
y mirando a los pobres
recogías
mi último plato haciéndolo diadema.
Ahora,
pobreza,
yo te sigo.
Como fuiste implacable,
soy implacable.
Junto
a cada pobre
me encontrarás cantando,
bajo
cada sábana
de hospital imposible
encontrarás mi canto.
Te sigo,
pobreza,
te vigilo,
te acerco,
te disparo,
te aíslo,
te cerceno las uñas,
te rompo
los dientes que te quedan.
Estoy
en todas partes:
en el océano con los pescadores,
en la mina
los hombres
al limpiarse la frente,
secarse el sudor negro,
encuentran
mis poemas.
Yo salgo cada día
con la obrera textil.
Tengo las manos blancas
de dar pan en las panaderías.
Donde vayas,
pobreza,
mi canto
está cantando,
mi vida
está viviendo,
mi sangre
está luchando.
Derrotaré
tus pálidas banderas
en donde se levanten.
Otros poetas
antaño te llamaron
santa,
veneraron tu capa,
se alimentaron de humo
y desaparecieron.
Yo
te desafío,
con duros versos te golpeo el rostro,
te embarco y te destierro.
Yo con otros,
con otros, muchos otros,
te vamos expulsando
de la tierra a la luna
para que allí te quedes
fría y encarcelada
mirando con un ojo
el pan y los racimos
que cubrirá la tierra
de mañana. "

Farewell
" Desde el fondo de ti, y arrodillado,
un niño triste, como yo, nos mira.
Por esa vida que arderá en sus venas
tendrían que amarrarse nuestras vidas.
Por esas manos, hijas de tus manos,
tendrían que matar las manos mías.
Por sus ojos abiertos en la tierra
veré en los tuyos lágrimas un día.

Yo no lo quiero, Amada.
Para que nada nos amarre
que no nos una nada.
Ni la palabra que aromó tu boca,
ni lo que no dijeron las palabras.
Ni la fiesta de amor que no tuvimos,
ni tus sollozos junto a la ventana.

(Amo el amor de los marineros


que besan y se van.
Dejan una promesa.
No vuelven nunca más.
En cada puerto una mujer espera:
los marineros besan y se van.
Una noche se acuestan con la muerte
en el lecho del mar.

Amo el amor que se reparte


en besos, lecho y pan.
Amor que puede ser eterno
y puede ser fugaz.
Amor que quiere libertarse
para volver a amar.
Amor divinizado que se acerca
Amor divinizado que se va.)

Ya no se encantarán mis ojos en tus ojos,


ya no se endulzará junto a ti mi dolor.
Pero hacia donde vaya llevaré tu mirada
y hacia donde camines llevarás mi dolor.
Fui tuyo, fuiste mía. Qué más? Juntos hicimos
un recodo en la ruta donde el amor pasó.
Fui tuyo, fuiste mía. Tu serás del que te ame,
del que corte en tu huerto lo que he sembrado yo.
Yo me voy. Estoy triste: pero siempre estoy triste.
Vengo desde tus brazos. No sé hacia dónde voy.
...Desde tu corazón me dice adiós un niño.
Y yo le digo adiós. "

Yo aquí me despido
" Yo aquí me despido, vuelvo
a mi casa, en mis sueños,
vuelvo a la Patagonia en donde
el viento golpea los establos
y salpica hielo el Océano.
Soy nada más que un poeta: os amo a todos,
ando errante por el mundo que amo:
en mi patria encarcelan mineros
y los soldados mandan a los jueces.
Pero yo amo hasta las raíces
de mi pequeño país frío.
Si tuviera que morir mil veces
allí quiero morir:
si tuviera que nacer mil veces,
allì quiero nacer,
cerca de la araucaria salvaje
del vendaval del viento sur,
de las campanas recién compradas.
Que nadie piense en mí.
Pensemos en toda la tierra,
golpeando con amor en la mesa.
No quiero que vuelva la sangre
a empapar el pan, los frijoles,
la música: quiero que venga
conmigo el minero, la niña,
el abogado, el marinero,
el fabricante de muñecas,
que entremos al cine y salgamos
a beber el vino más rojo.

Yo no vengo a resolver nada.

Yo vine aquí para cantar


y para que cantes conmigo. "

Para que tu me oigas, de Veinte poemas de amor


" Para que tú me oigas,
mis palabras
se adelgazan a veces
como las huellas de las gaviotas en las playas.
Collar, cascabel ebrio
para tus manos suaves como las uvas.
Y las miro lejanas mis palabras.
Más que mías son tuyas.
Van trepando en mi viejo dolor como las yedras.

Ellas trepan así por las paredes húmedas.


Eres tú la culpable de este juego sangriento.
Ellas están huyendo de mi guarida oscura.
Todo lo llenas tú, todo lo llenas.

Antes que tú poblaron la soledad que ocupas,


y están acostumbradas más que tú a mi tristeza.

Ahora quiero que digan lo que quiero decirte


para que tú oigas como quiero que me oigas.

El viento de la angustia aún las suele arrastrar.


Huracanes de sueños a veces las tumban.
Escucha otras veces en mi voz dolorida.

Llanto de viejas bocas, sangre de viejas súplicas.


Amame compañera. No me abandones, sígueme.
Sígueme compañera, en esa ola de angustia.

Pero se van tiñendo de amor mis palabras.


Todo lo ocupas tú, todo lo ocupas.

Voy haciendo un collar infinito


para tus blancas manos, suaves como las uvas. "

Hemos perdido aún éste crepúsculo, de Veinte poemas de amor


" Nadie nos vio esta tarde con las manos unidas
mientras la noche azul caía sobre el mundo.
He visto desde mi ventana
la fiesta del poniente en los cerros lejanos.

A veces como una moneda


se encendía un pedazo de sol entre mis manos.

Yo te recordaba con el alma apretada


de esa tristeza que tú me conoces.

Entonces, dónde estabas?


Entre qué gentes?
Diciendo qué palabras?
Por qué se me vendrá todo el amor de golpe
cuando me siento triste, y te siento lejana?

Cayó el libro que siempre se toma en el crepúsculo,


y como un perro herido rodó a mis pies mi capa.

Siempre, siempre te alejas en las tardes


hacia donde el crepúsculo corre borrando estatuas. "

Una canción desesperada


" Emerge tu recuerdo de la noche en que estoy.
El río anuda al mar su lamento obstinado.

Abandonado como los muelles en el alba.


Es la hora de partir, oh abandonado!

Sobre mi corazón llueven frías corolas.


Oh sentina de escombros, feroz cueva de náufragos!

En ti se acumularon las guerras y los vuelos.


De ti alzaron las alas los pájaros del canto.

Todo te lo tragaste, como la lejanía.


Como el mar, como el tiempo. Todo en ti fue naufragio!

Era la alegre hora del asalto y el beso.


La hora del estupor que ardía como un faro.

Ansiedad de piloto, furia de buzo ciego,


turbia embriaguez de amor, todo en ti fue naufragio!

En la infancia de niebla mi alma alada y herida.


Descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!

Te ceñiste al dolor, te agarraste al deseo.


Te tumbó la tristeza, todo en ti fue naufragio!

Hice retroceder la muralla de sombra,


anduve más allá del deseo y del acto.

Oh carne, carne mía, mujer que amé y perdí,


a ti en esta hora húmeda, evoco y hago canto.

Como un vaso albergaste la infinita ternura,


y el infinito olvido te trizó como a un vaso.

Era la negra, negra soledad de las islas,


y allí, mujer de amor, me acogieron tus brazos.

Era la sed y el hambre, y tú fuiste la fruta.


Era el duelo y las ruinas, y tú fuiste el milagro.

Ah mujer, no sé cómo pudiste contenerme


en la tierra de tu alma, y en la cruz de tus brazos!
Mi deseo de ti fue el más terrible y corto,
el más revuelto y ebrio, el más tirante y ávido.

Cementerio de besos, aún hay fuego en tus tumbas,


aún los racimos arden picoteados de pájaros.

Oh la boca mordida, oh los besados miembros,


oh los hambrientos dientes, oh los cuerpos trenzados.

Oh la cópula loca de esperanza y esfuerzo


en que nos anudamos y nos desesperamos.

Y la ternura, leve como el agua y la harina.


Y la palabra apenas comenzada en los labios.

Ese fue mi destino y en él viajó mi anhelo,


y en él cayó mi anhelo, todo en ti fue naufragio!

Oh, sentina de escombros, en ti todo caía,


qué dolor no exprimiste, qué olas no te ahogaron!

De tumbo en tumbo aún llameaste y cantaste.


De pie como un marino en la proa de un barco.

Aún floreciste en cantos, aún rompiste en corrientes.


Oh sentina de escombros, pozo abierto y amargo.

Pálido buzo ciego, desventurado hondero,


descubridor perdido, todo en ti fue naufragio!

Es la hora de partir, la dura y fría hora


que la noche sujeta a todo horario.

El cinturón ruidoso del mar ciñe la costa.


Surgen frías estrellas, emigran negros pájaros.

Abandonado como los muelles en el alba.


Sólo la sombra trémula se retuerce en mis manos.

Ah más allá de todo. Ah más allá de todo.


Es la hora de partir. Oh abandonado! "

Biografía

Gerard de Nerval (Francia, 1808-1855)


El desdichado
" Yo soy el tenebroso, -el viudo, -el desdichado,
el príncipe de Aquitania de la torre abolida:
mi sola estrella ha muerto, -y mi laúd constelado
ostenta el negro Sol de la Melancolía.

En la noche de la tumba, tú que me has consolado,


devuélveme el Posílipo y el mar de Italia,
la flor que tanto gustaba a mi corazón desolado,
y el ramaje donde la vid se une a la rosa.

¿Soy Amor o Febo?… ¿Lusignan o Biron?


Mi frente aún está roja del beso de la reina;
he soñado con la gruta donde nada la sirena…

Y dos veces vencedor crucé el Aqueronte:


modulando por turno en la lira de Orfeo
los suspiros de la santa y los gritos del hada. "

Biografía

Amado Nervo (México, 1870-1919)


A Kempis
" Ha muchos años que busco el yermo,
ha muchos años que vivo triste,
ha muchos años que estoy enfermo,
¡y es por el libro que tu escribiste!

¡Oh Kempis, antes de leerte amaba


la luz, las vegas, el mar Océano;
mas tú dijiste que todo acaba,
que todo muere, que todo es vano!

Antes, llevado de mis antojos,


besé los labios que al beso invitan,
las rubias trenzas, los grande ojos,
¡sin acordarme que se marchitan!

Mas como afirman doctores graves,


que tú, maestro, citas y nombras,
que el hombre pasa como las naves,
como las nubes, como las sombras...,

huyo de todo terreno lazo,


ningún cariño mi mente alegra,
y con tu libro bajo del brazo
voy recorriendo la noche negra...

¡Oh Kempis, Kempis, asceta yermo,


pálido asceta, qué mal me hiciste!
¡Ha muchos años que estoy enfermo,
y es por el libro que tú escribiste! "

Biografía

Friedrich Nietzsche (Alemania, 1844-1900)


Antes de la salida del sol, de Así habló Zaratustra
" Has venido hacia mi antes que el sol: hacia mi que soy el mas solitario. Somos amigos de siempre: nos son comunes
nuestra tristeza, y el fondo de nuestro ser: el sol mismo nos es común. Como sabemos demasiadas cosas no nos
hablamos; callamos y nos comunicamos nuestro saber por medio de sonrisas. "

Biografía

Anais Nin (Francia, 1903-1977)


Diarios (fragmento)
" Me fui a mi cuarto, envenenada. Soplaba incesante el mistral, seco y cálido. Así llevaba días, desde que llegué.
Destrozaba mis nervios. No pensé en nada. Me sentía dividida, esa división me mataba, la lucha por sentir la alegría,
una alegría inalcanzable. La irrealidad opresiva. De nuevo la vida retrocediendo, eludiéndome. Tenía al hombre que
amaba en mis pensamientos; lo tenía en mis brazos, en mi cuerpo. El hombre que busqué por todo el mundo, que
marcó mi niñez y me perseguía. Había amado fragmentos de él en otros hombres: la brillantez de John, la compasión
de Allendy, las abstracciones de Artaud, la fuerza creativa y el dinamismo de Henry. ¡Y el todo estaba allí, tan bello de
cara y cuerpo, tan ardiente, con una mayor fuerza, todo unificado, sintetizado, más brillante, más abstracto, con
mayor fuerza y sensualidad!.Este amor de hombre, por las semejanzas entre nosotros, por la relación de sangre,
atrofiaba mi alegría. Y de este modo, la vida hacía conmigo su viejo truco de disolución, de pérdida de lo palpable, de
lo normal. Soplaba el viento mistral y se destruían las formas y los sabores. El esperma era un veneno, un amor que era
veneno. "

Biografía

Cees Nooteboom (Holanda, 1933)


El día de todas las almas (fragmento)
" Lo que en cualquier otro lugar era un sistema bipartidista, aquí era una lucha con veneno, mentiras, perjurios,
difamaciones, escándalos. Los periódicos se tenían cogidos del cuello los unos a los otros, los jueces eran parte, el
dinero fluía por cloacas subterráneas y, al mismo tiempo, todo era un teatro, ópera bufa: directores de periódico
filmados con ropa interior femenina, el Estado como secuestrador fallido, ministros que eran juzgados pero que nunca
acabarían en la cárcel. Era el gran guiñol, algo que siempre había formado parte del país, una adicción de la que uno
sólo podía liberarse con dificultad, mientras que todo el mundo ya estaba harto. Los problemas reales se encontraban
en otro lugar, en un pequeño grupo de enconados asesinos que dominaban la vida cotidiana con sus atentados con
bombas, sus disparos en la nuca, sus secuaces poseídos por el odio. "

Biografía

Eugenio de Nora (España, 1923)


Carmen del éxtasis
" Distraída del mundo,
más, lejana como un vuelo de pájaros,
tú existes dónde el silencio empieza,
dónde el alma, dónde las avenidas misteriosas,
de árboles altos y de sombra extraña
nos llevan a la pena más hermosa,
dónde la noche llora,
constelada frente a sí misma,
porque todo es poco,
porqué los mundos brillan en la nada,
como nosotros, dónde la belleza suspende el tiempo,
dónde canta mi voz más sola,
en mi reducto último, allí estás tú, silencio, alma.
Alza los ojos, tienes la cabeza de una imposible luz aureolada,
quieres, querrías, pero no te sientes,
porqué eres sólo noche, noche clara.
Ah dame ese silencio, rompe esta belleza que nos mata,
y en tu infinita noche, álcese un viento dulce, despertando ramas. "
Silvina Ocampo (Argentina, 1903-1994)
Los retratos apócrifos (fragmento)
" Envejecer también es cruzar un mar de humillaciones cada día; es mirar a la víctima de lejos, con una perspectiva
que en lugar de disminuir los detalles los agranda. Envejecer es no poder olvidar lo que se olvida. Envejecer transforma
a una víctima en victimario. Siempre pensé que las edades son todas crueles, y que se compensan o tendrían que
compensarse las unas con las otras. ¿De qué me sirvió pensar de este modo? Espero una revelación. ¿Por qué será que
un árbol embellece envejeciendo? Y un hombre espera redimirse sólo con los despojos de la juventud. Nunca pensé que
envejecer fuera el más arduo de los ejercicios, una suerte de acrobacia que es un peligro para el corazón. Todo disfraz
repugna al que lo lleva. La vejez es un disfraz con aditamentos inútiles. Si los viejos parecen disfrazados, los niños
también. Esas edades carecen de naturalidad. Nadie acepta ser viejo porque nadie sabe serlo, como un árbol o como
una piedra preciosa. Soñaba con ser vieja para tener tiempo para muchas cosas. No quería ser joven, porque perdía el
tiempo en amar solamente. Ahora pierdo más tiempo que nunca en amar, porque todo lo que hago lo hago doblemente.
El tiempo transcurrido nos arrincona; nos parece que lo que quedó atrás tiene más realidad para reducir el presente a
un interesante precipicio. "

Biografía

Flannery O'Connor (EEUU, 1925-1964)


El arte del cuento (fagmento)
" Para el escritor de ficciones, en el ojo se encuentra la vara con que ha de medirse cada cosa; y el ojo es un órgano
que además de abarcar cuanto se puede ver del mundo, compromete con frecuencia nuestra personalidad entera.
Involucra, por ejemplo, nuestra facultad de juzgar. Juzgar es un acto que tiene su origen en el acto de ver. En la
escritura de ficción, salvo en muy contadas ocasiones, el trabajo no consiste en decir cosas, sino en mostrarlas. Un
buen cuento no puede ser reducido, sólo puede ser expandido. "

Biografía

Kenzaburo Oe (Japón, 1935)


Un asunto personal (fragmento)
" Lentamente, Bird se quitó su sudorosa ropa y se recostó sobre la gastada cobija. Apuntalando su cabeza sobre sus dos
puños miró con los ojos entrecerrados la panza sobre su vientre y su blancuzco e insuficientemente erecto pene.
Himiko, con la puerta de vidrio del baño abierta de par en par, se reclinó de espaldas sobre el escusado, abrió de par
en par sus muslos y bañó sus genitales con agua de un gran cántaro que sostenía en una mano. Bird la miró desde la
cama un rato y supuso que esta era una sabiduría obtenida por relaciones sexuales con extranjeros. Luego volvió a
mirar con calma su propia barriga y pene, y esperó.
(...)
Respirando fuerte, saludablemente, Himiko miró hacia abajo a Bird y siguió secándose los costados y el pecho entre sus
senos. Parecía estar especulando sobre el significado oculto en las palabras de Bird. El olor de su cuerpo hacía venir
recuerdos agudos de veranos universitarios y Bird aguantó la respiración; la piel tostándose en el sol. Himiko arrugó su
nariz como un cachorro de spaniel y rió con una carcajada simple y seca. Bird se puso escarlata. "

Enséñanos a superar nuestra locura (fragmento)


" En el invierno de 196-, un hombre sorprendentemente gordo estuvo a punto de ser lanzando al baño del oso polar, una
asquerosa alberca bajo él y tuvo la experiencia de casi volverse loco. Como resultado, el gordo se liberó de las trabas
de una vieja obsesión, pero en el instante en que se encontró libre una soledad miserable surgió en él y extravió aún
más su ya debilitado espíritu. En ese momento resolvió, sin ninguna razón lógica (era dado a ataques de agitación
repentina), deshacerse de otra pesada limitante; juró liberarse completamente y dejar que el cielo se cayera si era
necesario, y cuando ya había jurado y un valor irredento estaba hirviendo en su cuerpo, todavía sarroso y apestoso a
sardinas podridas por el chapuzón de la piedra que se lanzó en la alberca finalmente en su lugar, telefoneó a su madre
a mitad de la noche y le dijo,
-Devuélveme el manuscrito que me robaste, estoy harto, ¡me oyes! ¡Siempre he sabido lo que te proponías!
El gordo sabía que su madre estaba al otro extremo de la línea a mil doscientos kilómetros, con el auricular pasado de
moda en la mano. Hasta concluyó poco científicamente que podía oír el susurro de su respiración en el otro teléfono
tan claramente como lo hacía porque no había nadie cerca de los circuitos debido a lo tardío de la hora, y ya que ésta
resultaba ser la respiración de su madre el gordo sintió un peso en el pecho. De hecho, lo que estaba escuchando por el
auricular que presionaba contra su oido, con una delicadeza fuera de toda proporción respecto a la masividad de su
cuerpo, era su propia respiración. "

Biografía

Narcís Oller (Catalunya, 1846-1930)


L'Escanyapobres (fragmento) -en catalán-
" Era altot i ossut, però magre i cappetit. Com a bon moreu, tenia negres els cabells, sempre arranats, i eren també
negres nines les dels seus ulls, fredes i escorcolladores mentre escoltava, guspirejants o dolces quan la seva paraula ho
requeria. Gairebé barbamec, tenia, no obstant, gruixudes celles, unides sobre el seu nas llarguet i cantellut. Però el
que més caracteritzava aquella figura era la boca, tirada endavant com la del furó, amb els seus llavis tan prims i
cenyits a l'os, que no podia badar-los sense fer l'efecte que ensenyava les dents per mossegar. Disposava així mateix en
contra d'ell una oposició, evident al primer cop d'ull, entre els seus moviments reposats i el seu temperament nerviós.
En veure'l tan esprimatxat i rebegut, hom pressentia l'agilitat traïdora del gat i pensava: «Quan traurà les ungles?, quan
em botarà al damunt?» I, no obstant, mal no les treia, mai no es barallava ni s'enardia, ningú no li havia vist perdre
aquell pas de gat emperesit ni els seus costums metòdics de sempre. "

Biografía

Juan Carlos Onetti (Uruguay, 1909-1995)


El infierno tan temido (fragmento)
" La primera carta, la primera fotografía, le llegó al diario entre la medianoche y el cierre. Estaba golpeando la
máquina, un poco hambriento, un poco enfermo por el café y el tabaco, entregado con familiar felicidad a la marcha
de la frase y a la aparición dócil de las palabras.
(...)
Risso la miraba desde arriba. El pelo claro, teñido, las arrugas del cuello, la papada que caía redonda y puntiaguda
como un pequeño vientre, las diminutas, excesivas alegrías que le adornaban las ropas. Es una mujer, también ella.
Ahora le miro el pañuelo rojo en la garganta, las uñas violentas en los dedos viejos y sucios de tabaco, los anillos y
pulseras, el vestido que le dio en pago un modisto y no un amante, los tacos interminables tal vez torcidos, la curva
triste de la boca, el entusiasmo casi frenético que le impone a las sonrisas. Todo va a ser más fácil si me convenzo de
que también ella es una mujer.
(...)
Intacta a veces, con bigotes de lápiz o desgarrada por uñas rencorosas, por las primeras lluvias otras volvía a medias la
cabeza para mirar la calle, alerta, un poco desafiante, un poco ilusionada por la esperanza de convencer y ser
comprendida. Delatada por el brillo sobre los lacrimales que había impuesto la ampliación fotográfica de Estudios
Orloff, había también en su cara la farsa del amor por la totalidad de la vida, cubriendo la busca resuelta y exclusiva
de la dicha. "

Biografía

Eugeni D'Ors (Catalunya, 1881-1954)


Religio et Libertas (fragmento)
" La libertad no constituye materia de ciencia, sino un imperativo de creencia, es decir religión. Así el núcleo de la
religión se identifica con el hecho irreductible de la libertad. La ciencia es el sistema representativo de la fatalidad. La
religión es el mismo hecho de la libertad incognoscible. "

Biografía

George Orwell (Gran Bretaña, 1903-1950)


1984 (fragmento)
" Era un día luminoso y frío de abril y los relojes daban las trece. Winston Smith, con la barbilla clavada en el pecho en
su esfuerzo por burlar el molestísimo viento, se deslizó rápidamente por entre las puertas de cristal de las Casas de la
Victoria, aunque no con la suficiente rapidez para evitar que una ráfaga polvorienta se colara con él. El vestíbulo olía a
legumbres cocidas y a esteras viejas. Al fondo, un cartel de colores, demasiado grande para hallarse en un interior,
estaba pegado a la pared. Representaba sólo un enorme rostro de más de un metro de anchura: la cara de un hombre
de unos cuarenta y cinco años con un gran bigote negro y facciones hermosas y endurecidas.
(...)
Nada era del individuo a no ser unos cuantos centímetros cúbicos dentro de su cráneo.
(...)
Esta era la más refinada sutileza del sistema: inducir conscientemente a la inconsciencia, y luego hacerse inconsciente
para no conocer que se había realizado un acto de autosugestión. "

Biografía

Carlos Edmundo de Ory (España, 1923)


Autoelegía
" Mi forma, mi carácter mi deseo,
pensando que la noche azul se ponga
no sueño nada en detrimento mío,
la corona que tengo en la cabeza
la soporto con gran resignación,
soy un rey desterrado en un retrete,
no tengo pantalones y me escondo
debajo de mi cama muerto de hambre,
me alimento de muchas musarañas,
la casa apuntalada de mis versos
es todo mi dominio personal,
y se orina mi alma por mis ojos,
si medito me duermo en un rincón
y el sueño que podía serme útil
se mete en una pierna y no sé en cuál,
mi candor, mi paciencia, mi descuido,
busco trabajo y pierdo mi salud
rezando mientras subo la escalera. "

Biografía

Blas de Otero (España, 1916-1979)


Música tuya
" ¿Es verdad que te gusta verte hundida
en el mar de la música; dejarte
llevar por esas alas; abismarte
en esa luz tan honda y escondida?

Si es así, no ames más; dame tu vida,


que ella es la esencia y el clamor del arte;
herida estás de Dios de parte a parte,
y yo quiero escuchar sólo esa herida.

Mares, alas, intensas luces libres,


sonarán en mi alma cuando vibres,
ciega de amor, tañida entre mis brazos.

Y yo sabré la música ardorosa


de unas alas de Dios, de una luz rosa,
de un mar total con olas como abrazos. "

Biografía

Wilfred Owen (Gran Bretaña, 1893-1918)


Requiem de guerra (fragmento)
" ¿Qué fúnebres tañidos se ofrendan para estos que mueren como ganado? Sólo la ira monstruosa de los cañones......y el
rápido tartamudeo de los rifles pueden escupir una apresurada plegaria. No hay para ellos remedos de oraciones,
campanas o voces de lamento. Sólo los coros estridentes y demencialesde las ululantes bombas...y los clarines,
llamándolos desde sus oscuros cuarteles. ¿Qué cirios pueden encenderse para despedirlos? No en las manos de los
muchachos, sino en sus ojos, brillará el sagrado resplandor de los adioses. La palidez en las frentes de las muchachas
será su mortaja. En lugar de flores estará la dulzura de mentes silenciosas. Y cada crepúsculo será como un lento cerrar
de postigos. "
Pablo Palacio (Ecuador, 1906-1947)
Un hombre muerto a puntapiés (fragmento)
" Casi en el mismo instante, y a pocos metros de distancia, se abrió bruscamente una claridad sobre la calle. Apareció
un hombre de alta estatura. Era el obrero que había pasado antes por Escobedo. Al ver a Ramírez se arrojó sobre él.
Nuestro pobre hombre se quedó mirándolo, con ojos tan grandes y fijos como platos, tembloroso y mudo.
-¿Qué quiere usted, só, sucio?
Y le asestó un furioso puntapié en el estómago. Octavio Ramírez se desplomó, con un largo hipo doloroso.
Epaminondas, así debió llamarse el obrero, al ver en tierra a aquel pícaro, consideró que era muy poco castigo un
puntapié, y le propinó dos más, espléndidos y maravillosos en el género, sobre la larga nariz que le provocaba como
una salchicha. ¡Cómo debieron sonar esos maravillosos puntapiés! Como el aplastarse de una naranja, arrojada
vigorosamente sobre un muro; como el caer de un paraguas cuyas varillas chocan estremeciéndose; como el romperse
de una nuez entre los dedos; ¡o mejor como el encuentro de otra recia suela de zapato contra otra nariz!
Así: ¡Chaj! ¡Chaj! con un gran espacio sabroso.
Y después: ¡cómo se encarnizaría Epaminondas, agitado por el instinto de perversidad que hace que los asesinos
acribillen sus víctimas a puñaladas! ¡Ese instinto que presiona algunos dedos inocentes cada vez más, por puro juego,
sobre los cuellos de los amigos hasta que queden amoratados y con los ojos encendidos!
¡Cómo batiría la suela del zapato de Epaminondas sobre la nariz de Octavio Ramírez!
¡Chaj! ¡Chaj! í vertiginosamente, ¡Chaj! en tanto que mil lucesitas, como agujas, cosían las tinieblas. "

Biografía

Josep Palau i Fabre (Catalunya, 1917)


Comiat, de Poemas de l'Alquimista - en catalán-
" Ja no sé escriure, ja no sé escriure més.
La tinta m'empastifa els dits, les venes...
He deixat al paper tota la sang.
¿On podré dir, on podré deixar dit, on podré inscriure
la polpa del fruit d'or sinó en el fruit,
la tempesta en la sang sinó en la sang,
l'arbre i el vent sinó en el vent d'un arbre?
¿On podré dir la mort sinó en la meva mort,
morint-me?
La resta són paraules...
Res no sabré ja escriure de millor.
Massa a prop de la vida visc.
Els mots se'm moren a dins
i jo visc en les coses. "

Biografía

Ricardo Palma (Perú, 1833-1919)


El Cristo de la Agonía (fragmento)
" Bendita seas, patria de valientes, y que el porvenir te reserve horas más felices que las que forman tu presente! A
orillas del pintoresco Guayas me has brindado hospitalario asilo en los días de la proscripción y del infortunio. Cumple a
la gratitud del peregrino no olvidar nunca la fuente que apagó su sed, la palmera que le brindó frescor y sombra, y el
dulce oasis donde vio abrirse un horizonte a su esperanza. "
La cosa de la mujer, de Tradiciones en salsa verde
" Era la época del faldellín, moda aristocrática que de Francia pasó a España y luego a Indias, moda apropiada para
esconder o disimular redondeces de barriga. En Lima, la moda se exageró un tantico (como en nuestros tiempos sucedió
con la crinolina), pues muchas de las empingorotadas y elegantes limeñas, dieron por remate al ruedo del faldellín un
círculo de mimbres o cañitas; así el busto parecía descansar sobre pirámide de ancha base, o sobre una canasta. No era
por entonces, como lo es ahora, el Cabildo o Ayuntamiento muy cuidadoso de la policía o aseo de las calles, y el
vecindario arrojaba sin pizca de escrúpulo, en las aceras, cáscaras de plátano, de chirimoya y otras inmundicias; nadie
estaba libre de un resbalón. Muy de veinticinco alfileres y muy echada para atrás, salía una mañana de la misa de diez,
en Santo Domingo, gentilísima dama limeña y, sin fijarse en que sobre la losa había esparcidas unas hojas del tamal
serrano, puso sobre ellas la remonona botina, resbaIó de firme y dio, con su gallardo cuerpo, en el suelo. Toda mujer,
cuando cae de veras, cae de espalda, como si el peso de la ropa no le consintiera caer de bruces, o hacia adelante. La
madama de nuestro relato no había de ser la excepción de la regla y, en la caída, vínosele sobre el pecho la parte
delantera del faldellín junto con la camisa, quedando a espectación pública y gratuita, el ombligo y sus alrededores. El
espectáculo fue para aIquilar ojos y relamerse los labios. !Líbrenos San Expedito de presenciarlo! Un marquesito, muy
currutaco, acudió presuroso a favorecer a la caída, principiando por bajar el subversivo faIdelIín, para que volviera a
cubrir el vientre y todo lo demás, que no sin embeleso contemplara el joven; el suyo fue peor que el suplicio de
Tántalo. Puesta en pie la maltrecha dama, dijo a su amparador:
--Muchas gracias, caballero. --Y luego, imaginando ella referirse al descuido de la autoridad en la limpieza de las
calles, añadió: --¿Ha visto usted cosa igual...?
Probablemente el marquesito no se dio cuenta del propósito de crítica a la policía que encarnaba la frase de la dama,
pues refiriéndola a aquello, a la cosa, en fin, que por el momento halagaba a su lujuria, contestó:
--Lo que es cosa igual, precisamente igual, pudiera ser que no; pero parecidas, con vello de más o de menos y hasta
pelonas, crea usted, señora mía, que he visto algunas. "

Biografía

Leopoldo Panero (España, 1909-1962)


Las manos ciegas
" Ignorando mi vida,
golpeado por la luz de las estrellas,
como un ciego que extiende,
al caminar, las manos en la sombra,
todo yo, Cristo mío,
todo mi corazón, sin mengua, entero,
virginal y encendido, se reclina
en la futura vida, como el árbol
en la savia se apoya, que le nutre,
y le enflora y verdea.
Todo mi corazón, ascua de hombre,
inútil sin Tu amor, sin Ti vacío,
en la noche Te busca,
le siento que Te busca, como un ciego,
que extiende al caminar las manos llenas
de anchura y de alegría. "

Biografía

Giovanni Papini (Italia, 1881-1956)


Desquite
" He sacrificado una suma inmensa y he disminuido mis rentas fijas en algunos millones, pero una de las fantasias mas
antiguas de mi juventud se ha convertido en un hecho visible. La ciudad ha sido bofeteada, la naturaleza ha sido
vengada. He vivido durante muchos años en horribles habitaciones en los barrios más populosos de la ciudad más
populosa, polvorienta y rumorosa del mundo. Odiaba las habitaciones, las casas, las calles, la ciudad. Y no tenía más
remedio que vivir allí. Y pensaba que, cincuenta o cien años antes, en el lugar de aquellos inmundos callejones, de
aquellos caserones sucios y apestosos, de aquellos laberintos de asfalto y de barro, había praderas donde las flores se
abrían al sol, campos donde los frutos maduraban, los pájaros cantaban, corrían las liebres y el viento pasaba
libremente: la tierra franca, saturada de agua, olorosa de hierba sana, silenciosa, hospitalaria a los vagabundos. Y
soñaba que un hombre poderosísimo --rico o dictador-- podría divertirse un día en devolver a la naturaleza un pedazo,
al menos, de aquella asquerosa ciudad, derribando las casas, desempedrando las calles y haciendo volver al aire límpio
donde había corrupción, los marjales floridos donde corrían las cloacas, el silencio donde había el estruendo, la soledad
donde millares de hombres se amontonaban en tumbas de ladrillos superpuestas. Este pensamiento me guió, tal vez,
sin darme cuenta, cuando compré muchas casas en uno de los barrios populares de New York. En vez de invertir mi
dinero aquí y allá en la metrópoli, di orden a mis agentes de comprar únicamente casas en aquel barrio. Con el tiempo
lo habría transformado sacando una renta tres veces mayor. Pero cuando me di cuenta de que poseía dos o tres calles
enteras, y, a excepción de algunos trozos aislados, todo el barrio, me asaltó, con extraña fuerza, el recuerdo y también
la tentación de aquel sueño. La fantasía rebasaba todos los cálculos: no pude resistir. Poco a poco conseguí comprar las
pocas casas que no eran de mi propiedad y me encontre dueño absoluto de veinte acres de New York, más de ochenta
mil metros cuadrados. Fueron necesarios seis meses para hacer salir a todos los habitantes y diez meses para derribar
todas las casas. Quedaban, entre los escombros, algunas vías públicas sobre las cuales no tenía derecho. Fue necesario
un año de gestiones e instancias cerca del municipio y del Estado de New York para que me cediesen aquellas calles
para mi uso. No habiendo ya habitantes, las calles de acceso a las casas destruídas eran ahora inútiles. Tuve que hacer
creer que destinaría a uso público el parque, para hacer desaparecer la última resistencia. Apenas estuvo todo en
regla, obré como me pareció. Los veinte acres fueron circundados de una gran muralla alta, sin ventanas, cancelas o
portalones -- el ingreso para mí es subterráneo -- y un cuartel general de botánicos, de zoólogos y de ingenieros,
después de tres años de trabajo, ha realizado el milagro. En el lugar del asqueroso barrio habitado por obreros,
pequeños empleados, pequeños tenderos, se halla ahora una especie de selva virgen con largos bosques, prados y
canales, donde los pájaros cantan, donde los árboles florecen, donde apenas se oye, lejano y confuso, el rumor de la
ciudad infernal. Una parte del terreno ha sido convertido en jardín zoólogico; leones y panteras rugen allí donde antes
alborotaban los chiquillos y charlaban las comadres. En la parte destinada a bosque he hecho introducir liebres, ardillas
y erizos, y nadie tiene derecho a matarlos. Las plantas traídas aquí ya adultas, defendidas con los métodos más
seguros, están ya vigorosas y se multiplican, hasta el punto de formar umbríos senderos y dédalos pintorescos; la ilusión
de estar apartado centenares de millas de la población mas inmunda de la tierra. Aquí no hay casas, a excepción de
algunos pabellones escondidos para los jardineros y los guardianes de las fieras. Quien pasa por el exterior no ve nada,
no disfruta nada; tal vez por la noche, en las calles vecinas se oirá el rugido de un tigre o el canto del ruiseñor. Yo solo
disfruto de este pequeño paraíso terrenal reconquistado. No hago entrar a nadie ni invito a nadie. No he gastado una
parte importante de mis capitales para ser admirado o para oír cumplidos, sino solamente para contentar a aquel
muchacho que llevó, hace ya tantos años, mi mismo nombre y sufrió el fétido amontonamiento y la estrechez de la
ciudad, y al fin se ha vengado restituyendolo a la luz al menos un trozo de aquellos campos que los hombres habían
escondido bajo innobles cubos celulares. En las calles por donde todos pasaban, no paso más que yo. Donde los
automóviles aullaban y apestaban, se pasean los plácidos osos. Donde había un bar, hay una fuente de agua clara.
Donde el prestamista se hallaba apostado, en espera de una víctima, el chacal se solaza al sol. Me he pagado, en el
corazón de una ciudad orgullosa y colosal, el verdadero lujo, el más costoso del hombre moderno: el aislamiento y el
silencio. Los que pasan por el exterior y ven los altos muros desnudos y saben lo que hay dentro, exclaman: ¡Caprichos
de un loco! Yo, en cambio, tengo la impresión de haberme fabricado, en el recinto de un vasto manicomio, una
pequeña pero alegre celda de sabiduría. "

Biografía

Francesc Parcerisas (Catalunya, 1944)


Retrat del poeta (en catalán)
" Xiula el vent, l'aigua s'ha glaçat
a les canonades, neva.
Fa hores que és fosc
i es formen caramells de gel
a les teulades.
Que n'és de bo tancar el llibre,
bufar la bugia que crema sobre la taula
i, a la claror de la llar de foc,
arraulir-se al llit, sense sorolls,
per no desvetllar el son d'aquest cos jove
que ja fa estona que descansa, pur.
Ara, colgat sota les flassades, tanca
els ulls i rememora aquest dia
no gaire diferent de tots els altres.
Frueix d'aquest petit moment de plaer
que tot s'ho val, abandonant la mà
sobre un pit que sospira, adormit,
la cara en la tofa flonja dels cabells.
Serà així, la mort?
¿Benvinguda com aquesta son que et pren,
dolcíssima, sense retrets ni greuges,
agraint només els dons incommensurables de la vida?
¿Serà així que, en el camí de la fosca,
anirem a l'encontre de la llum? "

Biografía

Emilia Pardo Bazán (España, 1851-1921)


Los pazos de Ulloa (fragmento)
" Entre las representaciones de una especie de pesadilla angustiosa que agitaba a Perucho veía el muchacho un
animalazo de desmesurado tamaño, bestión Indómito que se acercaba a él rugiendo, bramando y dispuesto a
zampárselo de un bocado o a deshacerlo de una uñada... Se le erizó el cabello, le temblaron las carnes, y un sudor frío
le empapó la sien... ¡ Qué monstruo tan espantoso! Ya se acercaba..., ya cierra con Perucho..., sus garras se hincan en
las carnes del rapaz, su cuerpo descomunal le cae encima lo mismo que inmensa boca... El chiquillo abre los ojos...
Sofocada y furiosa, vociferando, moliéndole a su sabor a pescozones y cachetes, arrancándole el rizado pelo y
pateándolo, estaba el ama, más enorme, más brutal que nunca. No hay que omitir que Perucho se condujo como un
héroe. Bajando la cabeza se atravesó en la entrada del hórreo, y por espacio de algunos minutos defendió su presa
haciéndole muralla con el cuerpo. Pero el enorme volumen del ama pesó sobre él y le redujo a la inacción,
comprimiéndole y paralizándole. Cuando el mísero chiquillo, medio ahogado, se sintió libre de aquella estatua de
plomo que a poco más le convierte en oblea, miró hacia atrás... La niña había desaparecido. Perucho no olvidará nunca
el desesperado llanto que derramó por más de media hora, revolcándose entre las espigas. "

Biografía

Nicanor Parra (Chile, 1914)


Solo de piano
" Ya que la vida del hombre no es sino una acción a distancia,
Un poco de espuma que brilla en el interior de un vaso;
Ya que los árboles no son sino muebles que se agitan:
No son sino sillas y mesas en movimiento perpetuo;
Ya que nosotros mismos no somos más que seres
(Como el dios mismo no es otra cosa que dios)
Ya que no hablamos para ser escuchados
Sino para que los demás hablen
Y el eco es anterior a las voces que lo producen;
Ya que ni siquiera tenemos el consuelo de un caos
En el jardín que bosteza y que se llena de aire,
Un rompecabezas que es preciso resolver antes de morir
Para poder resucitar después tranquilamente
Cuando se ha usado en exceso de la mujer;
Ya que también existe un cielo en el infierno,
Dejad que yo también haga algunas cosas:

Yo quiero hacer un ruido con los pies


Y quiero que mi alma encuentre su cuerpo. "

Biografía

Fernando del Paso (México, 1935)


El viaje como imagen de la vida
" El viaje como imagen de la vida y como aventura de la imaginación han sido dos constantes de nuestro pensamiento.
La vida es un viaje de la luz a la oscuridad. La vida es siempre el viaje del héroe de las mil caras, del millón de caras, y
cada día viajamos de la mañana a la noche; de noche viajamos en nuestro sueños; de día viajamos por los sueños que
tenemos con los ojos abiertos. Y no tenemos que ir muy lejos. Viajamos en nuestros recuerdos y podemos viajar en los
recuerdos de otros, en las memorias y las autobiografías de Zweig, Neruda, Casanova. Leer a Balzac es viajar a la
Francia del siglo XIX, leer a William Faulkner es viajar al sur profundo de Estados Unidos de los años treinta, leer a
Mariano Azuela es viajar a las entrañas de la Revolución. Vámonos con Martín Luis Guzmán y Pancho Villa a la toma de
Zacatecas. Vámonos con Alejo Carpentier al siglo de las luces. Vámonos con Rafael F. Muñoz a Bachimba. Vámonos con
Borges de ida y vuelta al infinito. Vámonos con Alicia al otro lado del espejo. ¿Por qué no decirle a nuestros niños que
cuando abrimos un libro, sus páginas se transforman en velas, y con ellas desplegadas podemos navegar a los rincones
más lejanos de nuestro país, a los recovecos más misteriosos de nuestra historia, a las tierras más altas de la
imaginación? Fueron viajeros Robinson Crusoe y Arthur Gordon Pym. Viajó Gulliver, viajó Simbad, viajó Tartarín y el
capitán Ahab. ¿Por qué no decirle a nuestros niños y a nuestros jóvenes que con los libros pueden viajar por el dolor y
la alegría de los seres humanos, y por sus esperanzas, por su soledad, su amor y sus pasiones? ¿Por qué no decirles que
con los libros podrán viajar al centro de sí mismos, por los mares de sus conciencias, por las profundidades de sus
pensamientos? "

Biografía

Pier Paolo Pasolini (Italia, 1922-1975)


Al príncipe
" Si regresa el sol, si cae la tarde,
si la noche tiene un sabor de noches futuras,
si una siesta de lluvia parece regresar
de tiempos demasiado amados y jamás poseídos del todo,
ya no encuentro felicidad ni en gozar ni en sufrir por ello:
ya no siento delante de mi toda la vida ...
Para ser poetas, hay que tener mucho tiempo:
horas y horas de soledad son el único modo
para que se forme algo, que es fuerza, abandono,
vicio, libertad, para dar estilo al caos.
Yo ahora, tengo poco tiempo: por culpa de la muerte
que se me viene encima, en el ocaso de la juventud.
Pero por culpa tambien de este nuestro mundo humano
que quita el pan a los pobres, y a los poetas la paz. "

Biografía

Boris Pasternak (Rusia, 1890-1960)


Doctor Zhivago (fragmento)
" La mujer que armaba todo aquel alboroto vestía un abrigo de astracán, desabrochado, bajo el cual oscilaban como
capas de gelatina, la doble papada, el pecho abundante y el vientre cubierto por un traje de seda. Comprendíase que
en otros tiempos debió de haber sido considerada una belleza entre los comerciantes de tercer orden y sus
dependientes. Las fisuras de sus ojos porcinos, con los párpados hinchados, apenas se abrían. En tiempos inmemoriales,
una rival le había arrojado vitriolo a la cara, pero ella pudo esquivarla y solamente dos o tres gotas de ácido le
señalaron la mejilla izquierda y la comisura de los labios, dejando unas pequeñas huellas que ella consideraba que
realzaban su encanto. "

Biografía

Cesare Pavese (Italia, 1908-1950)


Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
" Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
esta muerte que nos acompaña
desde el alba a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un absurdo defecto. Tus ojos
serán una palabra inútil,
un grito callado, un silencio.
Así los ves cada mañana
cuando sola te inclinas
ante el espejo. Oh, cara esperanza,
aquel día sabremos, también,
que eres la vida y eres la nada.

Para todos tiene la muerte una mirada.


Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como dejar un vicio,
como ver en el espejo
asomar un rostro muerto,
como escuchar un labio ya cerrado.
Mudos, descenderemos al abismo. "
Biografía

Octavio Paz (México, 1914-1998)


Lámpara
" Contra la noche sin cuerpo
se desgarra y se abraza
la pena sola
Negro pensar y encendida semilla
Pena de fuego amargo y agua dulce
la pena en guerra

Claridad de latidos secretos


planta de talle transparente
vela la pena

Calla en el día canta en la noche


habla conmigo y habla sola
alegre pena

Ojos de sed pechos de sal


entra en mi cama y entra en mi sueño
amarga pena

Bebe mi sangre la pena pájaro


puebla la espera mata la noche
la pena viva

Sortija de la ausencia
girasol de la espera y amor en vela
torre de pena

Contra la noche la sed y la ausencia


gran puñado de vida
fuente de pena. "

Garabato
" Con un trozo de carbon
Con mi gis roto y mi lapiz rojo
dibujar tu nombre
el nombre de tu boca,
el signo de tus piernas
en la pared de nadie.
En la puerta prohibida
grabar el nombre de tu cuerpo
Hasta que la hoja de mi navaja
sangre
y la piedra grite
y el muro respire como un pecho. "

Piedra de sol (fragmento)


" un sauce de cristal, un chopo de agua,
un alto surtidor que el viento arquea,
un árbol bien plantado mas danzante,
un caminar de río que se curva,
avanza, retrocede, da un rodeo
y llega siempre:
un caminar tranquilo
de estrella o primavera sin premura,
agua que con los párpados cerrados
mana toda la noche profecías,
unánime presencia en oleaje,
ola tras ola hasta cubrirlo todo,
verde soberanía sin ocaso
como el deslumbramiento de las alas
cuando se abren en mitad del cielo,
(...)
voy por tu cuerpo como por el mundo,
tu vientre es una plaza soleada,
tus pechos dos iglesias donde oficia
la sangre sus misterios paralelos,
mis miradas te cubren como yedra,
eres una ciudad que el mar asedia,
una muralla que la luz divide
en dos mitades de color durazno,
un paraje de sal, rocas y pájaros
bajo la ley del mediodía absorto,

vestida del color de mis deseos


como mi pensamiento vas desnuda,
voy por tus ojos como por el agua,
los tigres beben sueño en esos ojos,
el colibrí se quema en esas llamas,
voy por tu frente como por la luna,
como la nube por tu pensamiento,
voy por tu vientre como por tus sueños,

tu falda de maíz ondula y canta,


tu falda de cristal, tu falda de agua,
tus labios, tus cabellos, tus miradas,
toda la noche llueves, todo el día
abres mi pecho con tus dedos de agua,
cierras mis ojos con tu boca de agua,
sobre mis huesos llueves, en mi pecho
hunde raíces de agua un árbol líquido,

voy por tu talle como por un río,


voy por tu cuerpo como por un bosque,
como por un sendero en la montaña
que en un abismo brusco se termina,
voy por tus pensamientos afilados
y a la salida de tu blanca frente
mi sombra despeñada se destroza,
recojo mis fragmentos uno a uno
y prosigo sin cuerpo, busco a tientas,
(...)
porque las desnudeces enlazadas
saltan el tiempo y son invulnerables,
nada las toca, vuelven al principio,
no hay tú ni yo, mañana, ayer ni nombres,
verdad de dos en sólo un cuerpo y alma,
oh ser total...
(...)
amar es combatir, si dos se besan
el mundo cambia, encarnan los deseos,
el pensamiento encarna, brotan alas
en las espaldas del esclavo, el mundo
es real y tangible, el vino es vino,
el pan vuelve a saber, el agua es agua,
amar es combatir, es abrir puertas,
dejar de ser fantasma con un número
a perpetua cadena condenado
por un amo sin rostro;
el mundo cambia
si dos se miran y se reconocen
(...)
sigo mi desvarío, cuartos, calles,
camino a tientas por los corredores
del tiempo y subo y bajo sus peldaños
y sus paredes palpo y no me muevo,
vuelvo adonde empecé, busco tu rostro,
camino por las calles de mí mismo
bajo un sol sin edad, y tú a mi lado
caminas como un árbol, como un río
caminas y me hablas como un río,
creces como una espiga entre mis manos,
lates como una ardilla entre mis manos,
vuelas como mil pájaros, tu risa
me ha cubierto de espumas, tu cabeza
es un astro pequeño entre mis manos,
el mundo reverdece si sonríes
comiendo una naranja,
el mundo cambia
si dos, vertiginosos y enlazados,
caen sobre la yerba: el cielo baja,
los árboles ascienden, el espacio
sólo es luz y silencio, sólo espacio
abierto para el águila del ojo,
pasa la blanca tribu de las nubes,
rompe amarras el cuerpo, zarpa el alma,
perdemos nuestros nombres y flotamos
a la deriva entre el azul y el verde,
tiempo total donde no pasa nada
sino su propio transcurrir dichoso
(...)
—¿la vida, cuándo fue de veras nuestra?,
¿cuándo somos de veras lo que somos?,
bien mirado no somos, nunca somos
a solas sino vértigo y vacío,
muecas en el espejo, horror y vómito,
nunca la vida es nuestra, es de los otros,
la vida no es de nadie, todos somos
la vida —pan de sol para los otros,
los otros todos que nosotros somos—,
soy otro cuando soy, los actos míos
son más míos si son también de todos,
para que pueda ser he de ser otro,
salir de mí, buscarme entre los otros,
los otros que no son si yo no existo,
los otros que me dan plena existencia,
no soy, no hay yo, siempre somos nosotros,
la vida es otra, siempre allá, más lejos,
fuera de ti, de mí, siempre horizonte,
vida que nos desvive y enajena,
que nos inventa un rostro y lo desgasta,
hambre de ser, oh muerte, pan de todos "

Entre irse y quedarse


" Entre irse y quedarse duda el día,
enamorado de su transparencia.
La tarde circular es ya bahía:
en su quieto vaivén se mece el mundo.

Todo es visible y todo es elusivo,


todo está cerca y todo es intocable.

Los papeles, el libro, el vaso, el lápiz


reposan a la sombra de sus nombres.

Latir del tiempo que en mi sien repite


la misma terca sílaba de sangre.

La luz hace del muro indiferente


un espectral teatro de reflejos.

En el centro de un ojo me descubro;


no me mira, me miro en su mirada.

Se disipa el instante. Sin moverme,


yo me quedo y me voy: soy una pausa. "

Hermandad
" Soy hombre: duro poco
y es enorme la noche.
Pero miro hacia arriba:
las estrellas escriben.
Sin entender comprendo:
también soy escritura
y en este mismo instante
alguien me deletrea. "

Biografía

Manuel de Pedrolo (Catalunya, 1918-1990)


Elena de segona mà (fragmento) -en catalán-
" La senyora Solana, que també era al ball, sense el seu marit, perquè ell no hi anava mai, tenia el front solcat
d'arrugues i manifestava visiblement el seu disgust. Tothom patia una mica. Semblava que havia de passar alguna cosa.
La gent no havien vist mai res de semblant. Però no va passar res. Els dos joves seguien ballant i, quan la música cessà,
tornaren a la taula. També els altres amics i amigues que la compartien amb ells. Però, encara que la compartissin, era
com si fossin a molts quilòmetres de distància. L'Enric no va dir ni un sol mot a cap de les altres noies. Ni l'Elena tornà a
adreçar la paraula als seus companys. Ells dos formaven un món a part. "

Balanç fins a la matinada (fragmento) -en catalán-


" Cal cercar-lo. Per què? Ho ignora. Però ara li cal cercar-lo, a través dels anys, del teixit de la seva pobra vida. Arribar
en un punt que pugui dir-se: d'ací parteix tot. Sense això, res no hauria estat com és. La meva vida hauria estat una
altra. No pot modificar-se res, ja. Mai no podrà modificar-se res. Ho sap. És massa tard, és massa vell. Ja ha viscut la
seva vida. Malgrat tot, cerca. És l'únic que pot fer, ara: cercar. Temps enrera, temps abans. Quan era un home. "

Solució de continuïtat (fragmento) -en catalán-


" Deixo la cuina i prop de la porta del dormitori m'aturo a veure les esquenes dels meus pares que, passadís enllà, se'n
van cap a llur habitació. Dues esquenes vençudes que no em poden fer llàstima perquè viuen en un món que a poc a
poc s'han anat construint per al propi confort, sense pensar en els altres, en ningú... Les coses són com han volgut que
fossin. Quan encenc la cigarreta se m'acut que podria calar foc a la casa i destruir el símbol. Però no serviria de res;
està assegurada. Ho han assegurat tot, fins els símbols. Cal procedir d'una altra manera. O morir. Morir ara, quan sóc
verge, pur i foll i no sé de cap final feliç. "

Simplement sobre la terra (fragmento) -en catalán-


" Això és la ciutat, aquest banc on s'asseu una vella cansada, aquest arbre que es menja una xarxa de fils, aquest pati
on remenen els gossos, una plaça on badalla un toll d'aigua, la barraca on dormen els manobres, aquest tumor que ens
rebenta i segrega, amb aquest nus que us escanya, un dolor que s'aprima en la pell i en silenci i per sempre
t'estima...Res d'essencial no és escrit a les guies ja ho veieu. "

Biografía

Georges Perec (Francia, 1936-1982)


El secuestro (fragmento)
" Siempre he tenido en secreto el oscuro embrollo de tu origen. Si pudiese, te hubiese dicho hoy el Tormento que
pende sobre nosotros. Pero mi Ley prohibe referirlo. Ningún individuo puede en ningún momento vender el
inconsistente porqué, el desconocido mínimo, el completo veto que, desde el origen, oscurece nuestros discursos,
desluce nuestros deseos y pudre nuestros movimientos. Todos son conscientes de que un perjuicio sin nombre nos
conduce sin nuestro conocimiento, todos son conscientes de que nuestro eterno Tormento nos tiene recluidos en un
estrecho recinto que nos impide todo recorrido y que nos produce circunloquios sin fin, discursos inconexos y olvidos,
por lo que sufrimos un conocer ilusorio donde se ensombrecen y se oscurecen nuestros gritos, voces, sollozos, suspiros y
deseos. Según ponemos empeño en comprender el término omitido, en tener en nuestro poder lo puro sin contornos, se
cierne sobre nosotros un odio destructivo. Egg, hijo mío, tengo que decirte que desde hoy y como en tiempo no muy
remoto, el peligro de muerte concurre por este sitio, siento su merodeo en derredor nuestro. "

Biografía

José María de Pereda (España, 1833-1906)


El sabor de la tierruca (fragmento)
" A todo esto, los plúmbeos nubarrones se Iban desmoronando en el cielo, y extendían su zona tormentosa, cárdena y
fulgurante, hasta la misma senda que recorría el sol en su descenso; y cuando un rayo de sol lograba rasgar los
apretados celajes y caía sobre los entrelazados grupos de los combatientes, relucía el sudor en los tostados rostros
manchados de sangre y medio ocultos bajo las greñas desgajadas de la cabeza; y cual si aquel rayo, calcinante y duro,
fuera aguijón que les desgarrara las carnes, embravecíanse más los luchadores allí donde el cansancio parecía
rendirlos, y volvía la batalla a comenzar, lenta, tenaz y quejumbrosa.
(...)
Uníase a estos gritos el vocear del contrario de Nisco negando toda participación en la felonía; chispeaban los ojos de
Pablo buscando entre la muchedumbre algo que delatara al delincuente; ordenaba don Pedro lo más acertado para bien
del herido; acudían gentes aterradas a su lado, y, mientras esto acontecía y se buscaba a Juanguirle entre los
combatientes, las tintas de los celajes iban enfriándose; desleíanse los nubarrones, cual si sobre ellos anduvieran
manos gigantescas con esfuminos colosales; una cortina gris, húmeda y deshilachada, como trapo sucio, se corrió sobre
los picos más altos del horizonte; brilló debajo de ella la luz sulfúrica del relámpago, y comenzaron a caer lentas,
graves y acompasadas gotas de lluvia, que levantaban polvo y sonaban en él como si fueran de plomo derretido. "

Sotileza (fragmento)
" A Andrés le parecían siglos los minutos que llevaba corridos en aquel trance espantoso, tan nuevo para él; y
comenzaba a aturdirse y a desorientarse entre el estruendo que le ensordecía; la blancura y movilidad de las aguas,
que le deslumbraban; la furia del viento que azotaba su rostro con manojos de espesa lluvia; los saltos vertiginosos de
la lancha, y la visión de su sepultura entre los pliegues de aquel abismo sin limites. Sus ropas estaban empapadas en el
agua de la lluvia y la muy amarga que descendía sobre él después de haber sido lanzada al espacio, como densa
humareda, por el choque de las olas; flotaban en el aire sus cabellos goteando, y comenzaba a tiritar de frío. Ni
intentaba siquiera desplegar sus labios con una sola pregunta. ¿Para qué esta inútil tentativa? ¿No lo llenaban todo, no
respondían a todo cuanto pudiera preguntar allí la voz humana, los bramidos de la galerna?... "
Biografía
Pedro Pérez Clotet (España, 1902-1966)
Noche inmóvil
" Sola la noche. El aire profundiza
la placidez errante de las nieblas.
Los firmes pinos ciñen –verde sombra-
la soledad sin fin de las estrellas.

Vuela un rumor lejano por el aire,


que se cuajan en su voz; y ese latido
de las aguas que, en rocas despeñadas,
mojan de heridas hondas los caminos.

Bosques de exactas cimas, horizontes


de encina y jara ardiente, prolongan
en su incierto temblor de tronco y piedra,
la solidez vibrante de las sombras.

Ni luna en su cristal de alada nieve,


ni viva estrella ya de arduos temblores.
La gravidez oscura del silencio
talla en granito el vuelo de la noche. "

Biografía

Ramón Pérez de Ayala (España, 1888-1962)


Troteras y danzaderas (fragmento)
" El hecho estético esencial es la confusión o transfusión de uno mismo en los demás, y aun en los seres inanimados;
vivir por entero en la medida de lo posible las emociones ajenas, y a los seres inanimados henchirlos y saturarlos de
emoción, personificarlos.
(...)
De pequeños nos enseñan la doctrina y a temer a Dios, y a este pobre cuerpo mortal, a este guiñapo mortal, que lo
parta un rayo. A los veinticinco años somos viejos y la menor contrariedad nos aniquila. Somos hombres sin niñez y sin
juventud, espectros de hombres.
Salvador Pérez Valiente (España, 1919)
Dónde la noche y la alborada terminan
" (...) La luz sobre el miedo de los niños insomnes,
de los cuartos cerrados, sobre la congoja,
la amorosa esperanza de una muchacha
por primera vez manchada de sangre.
El misterio de los bancos en la madrugada,
de las huchas sin sonido,
de los tinteros vacíos,
de las cartas empezadas apenas.
(...)
Fingído mediodía de un paisaje,
de una anécdota en llamas que las estrellas ignorarán.
Más a veces ocurre que sobre el mar sobre la noche,
en los perdidos caminos, alguien,
por un silencio al que todos los muertos se asoman,
parece llorar mansamente.
Y es entonces la luz eterna hoguera, glorioso incendio
dónde cada mañana empieza el mundo,
que amenaza, tan puro como nunca, el oscuro pasado,
la triste sabiduría de un solitario corazón. "

Biografía

Charles Perrault (Francia, 1628-1703)


Pulgarcito (fragmento)
" ¡Qué triste es que no tengamos hijos! -dijo él-. En esta casa siempre hay silencio, mientras que en los demás hogares
todo es alegría y bullicio de criaturas.
¡Es verdad! -contestó la mujer suspirando-. Si por lo menos tuviéramos uno, aunque fuera muy pequeño y no mayor que
el pulgar, seríamos felices y lo amaríamos con todo el corazón.
Y ocurrió que el deseo se cumplió.
Resultó que al poco tiempo la mujer se sintió enferma y, después de siete meses, trajo al mundo un niño bien
proporcionado en todo, pero no más grande que un dedo pulgar.
-Es tal como lo habíamos deseado -dijo-. Va a ser nuestro querido hijo, nuestro pequeño.
Y debido a su tamaño lo llamaron Pulgarcito. No le escatimaban la comida, pero el niño no crecía y se quedó tal como
era cuando nació. Sin embargo, tenía ojos muy vivos y pronto dio muestras de ser muy inteligente, logrando todo lo que
se proponía.
Un día, el campesino se aprestaba a ir al bosque a cortar leña.
Ojalá tuviera a alguien para conducir la carreta -dijo en voz baja.
¡Oh, padre! -exclamó Pulgarcito- ¡yo me haré cargo! ¡Cuenta conmigo! La carreta llegará a tiempo al bosque.
El hombre se echó a reír y dijo:
¿Cómo podría ser eso? Eres muy pequeño para conducir el caballo con las riendas.
¡Eso no importa, padre! Tan pronto como mi madre lo enganche, yo me pondré en la oreja del caballo y le gritaré por
dónde debe ir. "

Biografía
Joan Perucho (Catalunya, 1920)
Primera lletra escrita al capvespre - en catalán-
" Petites prades sota un cel intacte i rutilant
solcat per globus de colors, paraules d'or massís,
sospirs de fronda exhausta, imatges de gent difunta
que es perderen per sempre en aquest aire immòbil.
No, no ha estat així tota la vida, perquè, llavors,
freqüentment distant i molt discreta, la dama
de color de turquesa feia ganxet, arrecerada,
i Lluís, el meu cosí, vestit de mariner, corria
darrera la bicicleta del meu somni, i queia molt sovint.
Això era vers l'any mil nou-cents trenta, l'aroma
de les coses era una altra, i una taronja tenia
el gust de sol. Sé perfectament el que equival a un home.
Però recordo el passeig que anava al misteriós país,
les malalties, la joia, el tresor amagat, la ploma groga,
els plors, l'aire innocent del meu fabulós, ignot,
remot, i per sempre perdut, país de les meravelles. "

Biografía

Fernando Pessoa (Portugal, 1888-1935)


El misterio de las cosas
" IV
El misterio de las cosas, Dónde está?
Si apareciese, al menos,
para mostrarnos que es misterio
qué sabe de esto el río, qué sabe el árbol?
Y yo, que no soy más, qué se yo?
Siempre que veo las cosas
y pienso en lo que los hombres piensan de ellas,
río con el fresco sonido del río sobre la piedra.

El único sentido de las cosas


es no tener sentido oculto.
más raro que todas las rarezas,
más que los sueños de los poetas
y los pensamientos de los filósofos,
es que las cosas sean realmente lo que parecen ser
y que no haya nada que comprender.

Sí, eso es lo único que aprendieron solos mis sentidos:


las cosas no tienen significación, tienen existencia.
las cosas son el único sentido oculto de las cosas.

IX
Todos los dias descubro
la espantosa realidad de las cosas:
cada cosa es lo que es.
Que difícil es decir esto y decir
cuanto me alegra y me basta.
para ser completo existir es suficiente.

He escrito muchos poemas.


Claro, he de escribir otros más.
cada poema mío dice lo mismo,
cada poema mío es diferente,
cada cosa es una manera distinta de decir lo mismo.

A veces miro un piedra.


no pienso que ella siente,
no me empeño en llamarla hermana.
Me gusta por ser piedra,
me gusta porque no siente,
me gusta porque no tiene parentesco conmigo.

Otras veces oigo pasar el viento:


Vale la pena haber nacido
sólo por oír pasar el viento.

No se que pensarán los otros al leer esto;


creo que ha de ser bueno porque lo pienso sin esfuerzo;
lo pienso sin pensar que otros me oyen pensar,
lo pienso sin pensamientos,
lo digo como lo dicen las palabras.

Una vez me llamaron poeta materialista.


y yo me sorprendí: nunca habia pensado
que pudiesen darme este o aquel nombre.
ni siquiera soy poeta: veo.
Si vale lo que escribo, no es valer mío.
el valer esta ahí, en mis versos.
todo esto es absolutamente independiente de mi voluntad. "

Tabaquería
" No soy nada.
Nunca seré nada.
No puedo querer ser nada.
Aparte de eso, tengo en mí todos los sueños del mundo.
(...)
Fallé en todo.
Como no tuve propósito alguno tal vez todo fue nada.
Lo que me enseñaron
Lo eché por la ventana del traspatio.
Ayer fui al campo con grandes propósitos.
Encontré sólo hierbas y árboles
y la gente que iba era igual a la otra.
(...)
Qué puedo saber de lo que seré, yo que no se lo que soy?
Ser lo que pienso? Pienso ser tantas cosas!
Y hay tantos que piensan ser esas mismas cosas
que no podemos ser tantos. "

Anarquísmo
" La noche y el caos forman parte de mi.
Me remonto al silencio de las estrellas.
Soy el efecto de una causa del tiempo,
del Universo [quizás lo excedo].
Para encontrarme, debo buscarme entre las flores,
los pájaros, los campos y las ciudades,
en los actos, las palabras y los pensamientos de los hombres,
en la noche del sol y las ruinas olvidadas de mundos hoy desaparecidos.
Cuanto más crezco, menos soy.
Cuando más me encuentro, más me pierdo.
Cuanto más me pruebo, más veo que soy flor
y pájaro y estrella y universo.
Cuanto más me defino, menos límites tengo.
Lo desbordo todo. En el fondo soy lo mismo que Dios.
Mi presencia actual contiene las edades anteriores a la vida,
los tiempos más viejos que la tierra,
los huecos del espacio antes de que el mundo fuera. "

Lo que se ha perdido
" Lo que se ha perdido, lo que se debería haber perdido,
lo que se ha conseguido y ha satisfecho por error,
lo que amamos y perdimos y, después de perderlo, vimos,
amándolo por haberlo tenido, que no lo habíamos amado;
lo que creíamos que pensábamos cuando sentíamos;
lo que era un recuerdo y creíamos que era una emoción;
y el mar en todo, llegando allá, rumoroso y fresco,
del gran fondo de toda la noche, a agitarse fino en la playa,
en el decurso nocturno de mi paseo a la orilla del mar. "

Escrito en un libro abandonado en un viaje


" Tengo el cansancio anticipado de lo que no voy a encontrar. Si en determinado momento me hubiera vuelto para la
izquierda en lugar de para la derecha. Si en cierto instante hubiera dicho sí en lugar de no, o no en lugar de sí. Si en
determinada conversación hubiese tenido frases que sólo ahora en el entresueño elaboro. Si todo esto hubiera sido así
hoy sería otro y quizá el Universo entero sería insensiblemente llevado a ser otro también. Pero sólo ahora lo que nunca
fui ni seré me duele. Voy a pasar la noche a Cintra porque no puedo pasarla en Lisboa pero cuando llegue a Cintra me
va dar pena de no haberme quedado en Lisboa. Siempre esta inquietud sin resolución, sin nexo, sin consecuencia.
Siempre, siempre, siempre. Esta angustia excesiva del espíritu por nada. En la carretera de Cintra, o en la carretera
del sueño, o en la carretera de la vida. A la izquierda hay una casucha al borde de la carretera. A la derecha, el campo
abierto con la luna a lo lejos. El auto que parecía hace poco proporcionarme libertad es ahora algo en lo que estoy
encerrado. A la izquierda, hacia atrás, la casucha modesta. La vida allí debe ser feliz sólo porque no es la mía. Si
alguien me ha visto desde la ventana de la casucha soñará: ese que va en el auto es feliz. "

Dónde está Dios, aunque no exista


" ¿Dónde está Dios, aunque no exista? Quiero rezar y llorar, arrepentirme de crímenes que no he cometido, disfrutar de
ser perdonado por una caricia no propiamente maternal. Un regazo para llorar, pero un regazo enorme, sin forma,
espacioso como una noche de verano, y sin embargo cercano, caliente, femenino, al lado de cualquier fuego… Poder
llorar allí cosas impensables, faltas que no sé cuáles son, ternuras de cosas inexistentes, y grandes dudas crispadas de
no sé qué futuro…Una infancia nueva, un ama vieja otra vez, y una cama pequeña donde acabe por dormirme, entre
cuentos que arrullan, mal oídos, con una atención que se pone tibia, de rayos que penetraban en jóvenes cabellos
rubios como el trigo… Y todo esto muy grande, muy eterno, definitivo para siempre, de la estatura única de Dios, allá
en el fondo triste y somnoliento de la realidad última de las cosas…Un regazo o una cuna o un brazo caliente alrededor
de mi cuello…Una voz que canta bajo y parece querer hacerme llorar…El ruido de la lumbre en el hogar… Un calor en el
invierno… Un extravío suave de mi conciencia… Y después, sin ruido, un sueño tranquilo en un espacio enorme, como la
luna rodando entre estrellas…Cuando coloco en un rincón, con un cuidado lleno de cariño –con ganas de darles besos-
mis juguetes, las palabras, las imágenes, las frases –¡me quedo tan pequeño y tan inofensivo, tan solo en un cuarto tan
grande y tan triste, tan profundamente triste…! Después de todo, ¿quién soy yo cuando no juego? Un pobre huérfano
abandonado en las calles de las sensaciones, tiritando de frío en las esquinas de la Realidad, teniendo que dormir en los
escalones de la Tristeza y que comer el pan regalado de la Fantasía. De un padre sé el nombre; me han dicho que se
llama Dios, pero el nombre no me da idea de nada. A veces, de noche, cuando me siento solo, le llamo y lloro, y me
hago una idea de él a la que poder amar… Pero después pienso que no le conozco, que quizás no sea así, que quizás no
sea nunca ese padre de mi alma…¿Cuándo se terminará todo esto, estas calles por las que arrastro mi miseria, y estos
escalones donde encojo mi frío y siento las manos de la noche entre mis harapos? Si un día viniese Dios a buscarme y
me llevase a su casa y me diese calor y afecto… Pero el viento se arrastra por la calle y las hojas caes en la acera… Alzo
los ojos y veo las estrellas que no tienen ningún sentido… Y de todo esto apenas quedo yo, un pobre niño abandonado…
Tengo mucho frío. Estoy tan cansado en mi abandono. Vé a buscar, oh Viento, a mi Madre. Llévame por la Noche a la
casa que no he conocido…Vuelve a darme, oh Silencio, mi alma y mi cuna y la canción con que dormía. "

El amor es una compañía


" El amor es una compañía, ya no sé andar solo por los caminos,
porque ya no puedo andar solo.
Un pensamiento visible me hace andar más a prisa y ver menos,
y al mismo tiempo gustar de ir viendo todo.
Aun la ausencia de ella es una cosa que está conmigo,
y yo gusto tanto de ella que no sé cómo desearla.
Si no la veo, la imagino y soy fuerte como los arboles altos,
pero si la veo tiemblo, no sé qué se ha hecho de lo que siento en ausencia de ella.
Todo yo soy cualquier fuerza que me abandona.
Toda la realidad me mira como un girasol con la cara de ella en el medio. "

Biografía

Francesco Petrarca (Italia, 1304-1374)


Bendito sea el año
" Bendito sea el año, el punto, el día,
la estación, el lugar, el mes, la hora
y el país, en el cual su encantadora
mirada encadenóse al alma mía.

Bendita la dulcísima porfía


de entregarme a ese amor que en mi alma mora,
y el arco y las saetas, de que ahora
las llagas siento abiertas todavía.

Benditas las palabras con que canto


el nombre de mi amada; y mi tormento,
mis ansias, mis suspiros, y mi llanto.

Y benditos mis versos y mi arte


pues la ensalzan, y, en fin, mi pensamiento,
puesto que ella tan solo lo comparte. "

Biografía

Juan de Dios Peza (México, 1852-1910)


Reír llorando (fragmento)
" Viendo a Garrick, actor de la Inglaterra, el pueblo al aplaudirlo le decía: Eres el más gracioso de la tierra y el más
feliz. Y el cómico reía. Víctimas del spleen los altos lores, en sus noches más negras y pesadas, iban a ver al rey de los
actores y cambiaban su spleen en carcajadas. Una vez ante un médico famoso, llegose un hombre de mirar sombrío:
-Sufro -le dijo- un mal tan espantoso como esta palidez del rostro mío. Nada me causa encanto ni atractivo; no me
importan mi nombre ni mi suerte; en un eterno spleen muriendo vivo, y es mi única pasión la de la muerte. -Viajad y os
distraeréis. -Tanto he viajado -Las lecturas buscad -Tanto he leido- Que os ame una mujer - ¡Si soy amado! -Un título
adquirid -Noble he nacido. ¿Pobre seréis quizá? -Tengo riquezas - ¿De lisonjas gustáis ? - ¡Tantas escucho! -¿Que tenéis
de familia?...-Mis tristezas -¿Vais a los cementerios?... -Mucho, mucho. ¿De vuestra vida actual tenéis testigos? - Sí, mas
no dejo que me impongan yugos; yo les llamo a los muertos mis amigos; y les llamo a los vivos mis verdugos. -Me deja-
agrega el médico –perplejo vuestro mal, y no debo acobardaros; Tomad hoy por receta este consejo: sólo viendo a
Garrick podéis curaros. -¿A Garrick ? -Sí, a Garrick...La más remisa y austera sociedad lo busca ansiosa; todo aquel que
lo ve muere de risa; ¡tiene una gracia artística asombrosa ! -Y a mí me hará reir?-Ah, sí, os lo juro !; él, sí, nada más
él...Mas qué os inquieta?... -Así -dijo el enfermo -no me curo: ¡Yo soy Garrick ! Cambiádme la receta. ¡Cúantos hay
que, cansados de la vida, enfermos de pesar, muertos de tedio, hacen reir como el autor suicida sin encontrar para su
mal remedio! ¡Ay ! ¡ Cuántas veces al reír se llora!.. ¡Nadie en lo alegre de la risa fíe, porque en los seres que el dolor
devora el alma llora cuando el rostro rie! Si se muere la fe, si huye la calma, si sólo abrojos nuestras plantas pisa lanza
a la faz la tempestad del alma un relámpago triste: la sonrisa. El carnaval del mundo engaña tanto; que las vidas son
breves mascaradas; aquí aprendemos a reír con llanto y también a llorar con carcajadas. "

Biografía

Ricardo Piglia (Argentina, 1941)


La ciudad ausente (fragmento)
" Añoramos un lenguaje más primitivo que el nuestro. Los antepasados hablan de una época donde las palabras se
extendían con la serenidad de la llanura. Era posible seguir el rumbo y vagar durante horas sin perder el sentido porque
el lenguaje no se bifurcaba y se expandía y se ramificaba hasta convertirse en este río donde están todos los cauces y
donde nadie puede vivir porque nadie tiene patria. El insomnio es la gran enfermedad de la nación. El rumor de las
voces es continuo y sus cambios suenan noche y día. Parece una turbina que marcha con el alma de los muertos dice el
viejo Berenson. No hay lamentos, sólo mutaciones interminables y significaciones perdidas. Virajes microscópicos en el
corazón de las palabras. La memoria está vacía porque uno olvida siempre la lengua en la que ha fijado los recuerdos.
(...)
Nolan fue desterrado y llegó a la isla después de navegar cerca de seis días a la deriva y vivió absolutamente solo casi
cinco años, hasta que se suicidó. Su odisea es una de las grandes leyendas en la historia de la isla. Sólo un hijo de puta
empecinado irlandés pudo sobrevivir todo ese tiempo aislado como una rata en esta inmensidad y cantando contra las
olas, Three quarks for Muster mark, a los gritos, en la playa, buscando siempre la huella de una pata humana en la
arena, dijo el viejo Berenson. Sólo alguien como Jim pudo fabricarse una mujer con la que hablar en esos años
interminables de soledad. El mito dice que con los restos del naufragio construyó un grabador de doble entrada, con el
que era posible improvisar conversaciones usando el sistema de los juegos lingüisticos de Wittgenstein. Sus propias
palabras eran almacenadas por las cintas y reelaboradas como respuestas a preguntas puntuales. Lo programó para
hablar con una mujer y le habló en todas las lenguas que sabía y al final era posible pensar que la mujer había llegado
a amar a Nolan. Por su parte él la quiso desde el primer día porque pensaba que ella era la mujer de su amigo Italo
Svevo, Livia Anna, la más bella de las madonas de Trieste, con ese hermosísimo pelo colorado que hacía pensar en
todos los ríos del mundo. "

Biografía

Harold Pinter (Gran Bretaña, 1930)


Chicas (fragmento)
" La amo. La amo con toda el alma. Creo que es una mujer maravillosa. La vi sólo una vez. Se dio vuelta y sonrió. Me
miró y sonrió. Después paró un taxi de la fila. Le dio instrucciones al conductor, abrió la puerta, entró, cerró la puerta,
me echó una última mirada a través de la ventanilla y luego el taxi arrancó y nunca más la vi de nuevo. "
Biografía

Luigi Pirandello (Italia, 1867-1936)


Trovarsi (fragmento)
" ¿Por qué ficción? No, todo es vida en nosotros. Vida que es revelada a nosotros mismos. Vida que ha encontrado su
expresión. Ya no se finge más, cuando nos hemos apropiado de esta expresión hasta convertirla en la fiebre de nuestro
pulso, en lágrimas de nuestros ojos, o en risa de nuestra boca. Comparen las muchas vidas que puede vivir una actriz,
con la que cada cual vive cotidianamente: de una estupidez, a menudo, deprimente.... No lo advertimos, pero todos,
cada día, sofocamos el florecer de quién sabe cuántos germenes de vida, posibilidades que están dentro de nosotros,
obligados como estamos a continuas renuncias, mentiras, hipocresías...¡Evadirnos, transfigurarnos, convertirnos en
otros!
(...)
Ahora bien, el ejecutar una acción, nunca es el espíritu todo quien la ejecuta, toda la vida que está en nosotros, sino
aquel que somos únicamente en ese momento. Y, sin embargo, hete aquí que aquel acto momentáneo nos aprisiona,
nos demora allí, con obligaciones, responsabilidades, de ese modo determinado y no de otro. Y de tantas semillas que
podrían engendrar una selva, una sola semilla cae ahí; el árbol nace ahí, nunca podrá moverse de ahí... Todo ahí, para
siempre... Este horror, justamente, yo lo estoy viviendo con los ojos bien abiertos, cada noche, frente a un espejo,
cuando terminada la función me encierro en el camarín a quitarme el maquillaje. "

Biografía

Sergio Pitol (México, 1933)


El arte de la fuga (fragmento)
" En ciertas ocasiones, después de ver pinturas de Beckmann, he sentido la tentación de incorporar en mis relatos
situaciones y personajes cuya simple proximidad pudiera ser considerada como un escándalo; establecer en un rapto de
bravura los hilos necesarios para poner en movimiento toda clase de incidentes incompatibles hasta formar con ellos
una trama. Soñar con escribir una novela ahíta de contradicciones, la mayoría sólo aparentes; crear de cuando en
cuando zonas de penumbra, fisuras profundas, oquedades abismales. "

Biografía

Alejandra Pizarnik (Argentina, 1936-1972)


Sortilegios
" Y las damas vestidas de rojo para mi dolor y con mi dolor insumidas en mi soplo, agazapadas como fetos de
escorpiones en el lado más interno de mi nuca, las madres de rojo que me aspiran el único calor que me doy con mi
corazón que apenas pudo nunca latir, a mí que siempre tuve que aprender sola cómo se hace para beber y comer y
respirar y a mí que nadie me enseño a llorar y nadie me enseñará ni siquiera las grandes damas adheridas a la entretela
de mi respiración con babas rojizas y velos flotantes de sangre, mi sangre, la mía sola, la que yo me procuré y ahora
vienen a beber de mí luego de haber matado al rey que flota en el río y mueve los ojos y sonríe pero está muerto y
cuando alguien está muerto, muerto está por más que sonría y las grandes, las trágicas damas de rojo han matado al
que se va río abajo y yo me quedo como rehén en perpetua posesión."

Cantora nocturna
" La que murió de su vestido azul está cantando. Canta imbuida de muerte al sol de su ebriedad. Adentro de su canción
hay un vestido azul, hay un caballo blanco, hay un corazón verde tatuado con los ecos de los latidos de su corazón
muerto. Expuesta a todas las perdiciones, ella canta junto a una niña extraviada que es ella: su amuleto de la buena
suerte. Y a pesar de la niebla verde en los labios y del frío gris en los ojos, su voz corroe la distancia que se abre entre
la sed y la mano que busca el vaso. Ella canta."

Salvación
" Se fuga la isla
Y la muchacha vuelve a escalar el viento
y a descubrir la muerte del pájaro profeta
Ahora
es el fuego sometido
Ahora
es la carne
la hoja
la piedra
perdidos en la fuente del tormento
como el navegante en el horror de la civilación
que purifica la caída de la noche
Ahora
la muchacha halla la máscara del infinito
y rompe el muro de la poesía. "

La jaula
" Afuera hay sol.
No es más que un sol
pero los hombres lo miran
y después cantan.

Yo no sé del sol.
Yo sé de la melodía del ángel
y el sermón caliente
del último viento.
Sé gritar hasta el alba
cuando la muerte se posa desnuda
en mi sombra.

Yo lloro debajo de mi nombre.


Yo agito pañuelos en la noche
y barcos sedientos de realidad
bailan conmigo.
Yo oculto clavos
para escarnecer a mis sueños enfermos.

Afuera hay sol.


Yo me visto de cenizas. "

El despertar
" Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y se ha volado
y mi corazón está loco
porque aúlla a la muerte
y sonríe detrás del viento
a mis delirios

Qué haré con el miedo


Qué haré con el miedo

Ya no baila la luz en mi sonrisa


ni las estaciones queman palomas en mis ideas
Mis manos se han desnudado
y se han ido donde la muerte
enseña a vivir a los muertos

Señor
El aire me castiga el ser
Detrás del aire hay monstruos
que beben de mi sangre

Es el desastre
Es la hora del vacío no vacío
Es el instante de poner cerrojo a los labios
oír a los condenados gritar
contemplar a cada uno de mis nombres
ahorcados en la nada.

Señor
Tengo veinte años
También mis ojos tienen veinte años
y sin embargo no dicen nada

Señor
He consumado mi vida en un instante
La última inocencia estalló
Ahora es nunca o jamás
o simplemente fue

¿Cómo no me suicido frente a un espejo


y desaparezco para reaparecer en el mar
donde un gran barco me esperaría
con las luces encendidas?

¿Cómo no me extraigo las venas


y hago con ellas una escala
para huir al otro lado de la noche?

El principio ha dado a luz el final


Todo continuará igual
Las sonrisas gastadas
El interés interesado
Las preguntas de piedra en piedra
Las gesticulaciones que remedan amor
Todo continuará igual

Pero mis brazos insisten en abrazar al mundo


porque aún no les enseñaron
que ya es demasiado tarde

Señor
Arroja los féretros de mi sangre

Recuerdo mi niñez
cuando yo era una anciana
Las flores morían en mis manos
porque la danza salvaje de la alegría
les destruía el corazón

Recuerdo las negras mañanas de sol


cuando era niña
es decir ayer
es decir hace siglos

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
y ha devorado mis esperanzas

Señor
La jaula se ha vuelto pájaro
Qué haré con el miedo "
Josep Plá (Catalunya, 1897-1981)
Les Hores (fragmento) -en catalán-
" La gran novetat és aquesta: posar-se d'esquena al gran foc de llenya; avançar cap a la porta, sentint en els pòmuls la
duresa metàl·lica del fred, i tenir la visió sobtada, instantània, dels ametllers florits. Com vingueren aquestes flors?
Ahir no hi eren. No hi havia més que un borrissol rosat d'una vaguetat sense pes. Nasqueren al conjur de la nit, potser
al conjur de la calma de l'aire de la lluna plena. Tota forma és l'alliberació de la tensió que l'ha construïda. Aquestes
llunes tan clares de gener i de febrer, la llum de les quals posa una punta de misteri sobre les parets emblanquinades,
sobre les velles, desgavellades masies, que esquitxa d'irrealitat la cal·ligrafia nua dels arbres esvelts que fa una claror
viva sobre els sembrats menuts -aquestes llunes tan clares, sobre les quals el temps navega d'una manera plàcida i
tranquil·la, són propícies a la producció d'aquests misteris, a la distensió de les forces cegues. Aquests ametllers florits
ens faran companyia uns quants dies. Pocs dies. Aquestes curtes tardes suaus de febrer, d'aire sec i viu, ondulades pel
pas d'una mica de vent, embadalides en la llum pueril i trencadissa de l'any adolescent, amb el misteri verd de la
germinació tímida, amb la tendresa dilatada del blau del cel, amb aquests petits núvols errabunds, d'una blancor de
nata, que es perdran en la llunyania de la nostra indiferència, amb el lleonet jovenívol del sol bolcat sobre els
sembrats i sobre les herbes, amb la pètria solitud lineal de les muntanyes de color de farigola, o cobertes de pins
tètrics -en aquestes tardes de la joventut de l'any, aquests ametllers florits són com una ànsia imaginada d'alguna
forma paradisíaca debolida. "

Biografía

Sylvia Plath (EEUU, 1932-1963)


La campana de cristal (fragmento)
" Tenía que estar pasándomelo en grande, tenía que estar ilusionada como las otras chicas, pero no conseguía
reaccionar. Me sentía quieta y vacía como el ojo de un tornado, moviéndome sin ninguna fuerza.
(...)
También recuerdo a Buddy Willard diciendo, con una seguridad siniestra, que una vez que me casara me sentiría
diferente, que no iba a querer seguir escribiendo poemas. Entonces pensé que quizá fuera verdad, que cuando uno se
casaba y tenía hijos era como un lavado de cerebro, y que después una iba por el mundo sedada como un esclavo en un
estado totalitario. "

Canción de amor de la joven loca


" Cierro los ojos y el mundo muere;
Levanto los párpados y nace todo nuevamente.
(Creo que te inventé en mi mente).

Las estrellas salen valseando en azul y rojo,


Sin sentir galopa la negrura:
Cierro los ojos y el mundo muere.

Soñé que me hechizabas en la cama


Cantabas el sonido de la luna, me besabas locamente.
(Creo que te inventé en mi mente).

Dios cae del cielo, las llamas del infierno se debilitan:


Escapan serafines y soldados de satán:
Cierro los ojos y el mundo muere.

Imaginé que volverías como dijiste,


Pero crecí y olvidé tu nombre.
(Creo que te inventé en mi mente).

Debí haber amado al pájaro de trueno, no a ti;


Al menos cuando la primavera llega ruge nuevamente.
Cierro los ojos y el mundo muere.
(Creo que te inventé en mi mente). "

Biografía

Edgar Allan Poe (EEUU, 1809-1849)


La caída de la casa Usher (fragmento)
" En el más verde de nuestros valles, habitado por los ángeles buenos, antaño un bello y majestuoso palacio -un
radiante palacio-alzaba su frente. En los dominios del rey Pensamiento, allí se elevaba. Jamás un serafín desplegó el
ala sobre un edificio la mitad de bello. Banderas amarillas, gloriosas doradas sobre su remate flotaban y ondeaban
(esto, todo esto, sucedía hace mucho, muchísimo tiempo); y a cada suave brisa que retozaba en aquellos gratos días, a
lo largo de los muros pálidos y empenachados se elevaba un aroma alado. Los que vagaban por ese alegre valle, a
través de dos ventanas iluminadas, veían espíritus moviéndose musicalmente a los sones de un laúd bien templado, en
torno a un trono donde, sentado (porfirogénito) con un fausto digno de su gloria, aparecía el señor del reino. Y
refulgente de perlas y rubíes era la puerta del bello palacio por la que salía a oleadas, a oleadas, a oleadas y
centelleaba sin cesar, una turba de Ecos cuya grata misión era sólo cantar, con voces de magnífica belleza, el talento y
el saber de su rey. Pero seres malvados, con ropajes de luto, asaltaron la elevada posición del monarca;(ah, lloremos,
pues nunca el alba despuntará sobre él, el desolado) Y en torno a su mansión, la gloria que rojeaba y florecía es sólo
una historia oscuramente recordada de las viejas edades sepultadas. Y ahora los viajeros, en ese valle, a través de las
ventanas rojizas, ven amplias formas moviéndose fantásticamente en una desacorde melodía; mientras, cual un rápido
y horrible río, a través de la pálida puerta una horrenda turba se precipita eternamente, riendo, mas sin sonreír nunca
más."

El Pozo y el Péndulo (fragmento)


" Me hallaba agotado, mortalmente agotado por aquella agonía sin fin. Cuando, por último me desataron, y pude
sentarme, noté que perdía el conocimiento. La sentencia, la espantosa sentencia de muerte fue la frase claramente
articulada que llegó a mis oídos. Luego, el sonido de las voces de los inquisidores, me pareció que se apagaba en el
zumbido indefinido de un sueño. Su ruido provocaba en mi ánimo cierta sensación de rotación, quizá debido a que lo
identificaba con una rueda de molino. Sin embargo, aquello duró muy poco tiempo y ya no oí nada más. No obstante,
durante cierto tiempo vi -¡y con qué horrible exageración!- los labios de los jueces vestidos de negro, eran blancos,
más blancos que las hojas de papel en que estoy escribiendo estas palabras, adelgazados hasta lo grotesco, con la dura
expresión de su resolución irrevocable y del riguroso desprecio por el dolor humano. Veía cómo los decretos de lo que
para mí representaba el Destino, surgían aún de aquellos labios. Contemplé cómo se retorcían articulando una frase
mortal, cómo pronunciaban las sílabas de mi nombre, y me estremecí al ver que el sonido no seguía al movimiento.
Durante varios momentos de frenético espanto, percibí la blanda y casi imperceptible ondulación de las negras
colgaduras que cubrían las paredes de la sala, y mi vista cayó entonces sobre los siete grandes cirios que había
colocado sobre la mesa. Al principio fueron para mí la representación de la claridad, y los imaginé ángeles blancos y
esbeltos que venían a salvarme. Pero inmediatamente unas náuseas mortales invadieron mi alma, y sentí que cada fibra
de mi ser se estremecía como si se hubiera hallado en contacto con el cable de una batería galvánica. Las formas
angélicas se convirtieron en espectros con cabeza de llama, y comprendí claramente que no debía esperar de ellos
auxilio alguno. Entonces, como una especie de brillante nota musical se insinuó en mi alma la idea del reposo inefable
que debe gozarse en la tumba. Legó de una forma suave y furtiva, y creo que precisé un largo espacio de tiempo para
apreciarla por entero. Sin embargo, en el preciso momento en que mi alma empezó a sentir la idea con claridad, y a
acariciarla, las figuras de los jueces se desvanecieron como por arte de magia, los grandes cirios, cuyas llamas se
apagaron por completo, se redujeron a la nada, y sobrevino la negrura de las tinieblas. Todas mis sensaciones
parecieron desaparecer como si el alma se hundiera en una zambullida loca y precipitada en lo más profundo del
Hades. Y el Universo se convirtió en noche, silencio e inmovilidad. "

Biografía

Francis Ponge (Francia, 1899-1988)


De parte de las cosas (fragmento)
" Si alguna vez los objetos pierden para ustedes su gusto, observen entonces, con un partido ya tomado, las insidiosas
modificaciones suscitadas en sus superficies por los sensacionales aconteceres de la luz y del viento, según la fuga de
las nubes, según se apague o se encienda tal o cual grupo de lámparas del día, esos continuos estremecimientos de sus
capas, esas vibraciones, esos vahos, esos hálitos, esos juegos de soplos, de pedos leves.
(...)
La presencia de los objetos, su evidencia concreta, su espesor, sus tres dimensiones, su lado palpable, indudable, su
existencia de la que estoy más seguro que de la mía, todo eso es mi única razón de ser, mi pretexto propiamente
dicho; y la variedad de las cosas es en realidad lo que me construye. "

Biografía

Elena Poniatowska (México, 1933)


El recado (fragmento)
" Y dejo este lápiz, Martín, y dejo la hoja rayada y dejo que mis brazos cuelguen inútilmente a lo largo de mi cuerpo y
te espero. Pienso que te hubiera querido abrazar. A veces quisiera ser más vieja porque la juventud lleva en sí, la
imperiosa, la implacable necesidad de relacionarlo todo con el amor. Ladra un perro; ladra agresivamente. Creo que es
hora de irme. Dentro de poco vendrá la vecina a prender la luz de tu casa; ella tiene llave y encenderá el foco de la
recámara que da hacia afuera porque en esta colonia asaltan mucho, roban mucho. A los pobres les roban mucho; los
pobres se roban entre sí... Sabes, desde mi infancia me he sentado así a esperar, siempre fui dócil, porque te
esperaba. Sé que todas las mujeres aguardan. Aguardan la vida futura, todas esas imágenes forjadas en la soledad,
todo ese bosque que camina hacia ellas; toda esa inmensa promesa que es el hombre; una granada que de pronto se
abre y muestra sus granos rojos, lustrosos; una granada como una boca pulposa de mil gajos. Más tarde esas horas
vividas en la imaginación, hechas horas reales, tendrán que cobrar peso y tamaño y crudeza. Todos estamos --oh mi
amor-- tan llenos de retratos interiores, tan llenos de paisajes no vividos. "

Biografía

Abel Posse (Argentina, 1939)


El largo atardecer del caminante (fragmento)
" Recuerdo ahora, a la vuelta de tantos años y tantas cosas, su mirada resbaladiza, viscosa, intoxicado de tanta
condición humana. Se instaló a vivir entre nosotros sin siquiera mucha culpa, como si más bien hubiera sido víctima de
una mala jugada del destino. Trataba de pasar inadvertido. Creo que los indios se asombraron de que nuestra justicia
no lo hubiese condenado a muerte. Habían visto cómo ajusticiábamos a hombres por desertar o por robar bastimentos y
les escandalizó nuestra pasividad ante Esquivel. Supe que tiempo después, cuando ya nos habían separado en varios
grupos, los indios lo mataron porque una mujer había tenido el sueño premonitorio en el que lo veía devorando
golosamente a su niño. Lo entregaron a los feroces chacales. "

Biografía

Ezra Pound (EEUU, 1885-1972)


Fragmentos, de Hugh Selwyn Mauberley
" Esos lucharon en todo caso, y algunos creyendo, pro domo, en cualquier caso...Algunos rápidos para armarse, algunos
por aventura, algunos por miedo a la debilidad, algunos por miedo a la critica, algunos por amor a la matanza, en
imaginación, aprendiendo luego, algunos por miedo, aprendiendo a amar la matanza; murieron algunos, pro patria, no
dulce, no et decor..., caminaron hundidos hasta los ojos del infierno, creyendo las mentiras de los viejos, luego
descreyendo volvieron a casa, a casa a una mentira, a casa a muchos engaños, a casa a viejas mentiras y nueva
infamia: la usura, vieja como la época y espesa como la época, y embusteros en nuestros públicos. Atrevimiento como
nunca, desperdicio como nunca. Sangre joven y elevada sangre, besas mejillas y hermosos cuerpos, fortaleza como
nunca, desilusiones como nunca se contaron en los días de antaño, histerias, confesiones de trinchera, risa salida de
barrigas muertas. Allí murieron una miríada, y de los mejores entre ellos, por una vieja perra, de dentadura podrida,
por una civilización averiada; encanto sonriendo en la boca buena, ojos vivaces, ausentes bajo la tapa de la tierra, por
dos gruesas estatuas rotas, por unos pocos miles de libros maltrechos."

Biografía

Emilio Prados (España, 1899-1962)


Cerré mi puerta al mundo
" Cerré mi puerta al mundo;
se me perdió la carne por el sueño...
Me quedé, interno, mágico, invisible,
desnudo como un ciego.

Lleno hasta el mismo borde de los ojos,


me iluminé por dentro.

Trémulo, transparente,
me quedé sobre el viento,
igual que un vaso limpio
de agua pura,
como un ángel de vidrio
en un espejo. "

Posesión luminosa
" Igual que este viento, quiero figura de mi calor ser y, despacio, entrar donde descanse tu cuerpo del verano; irme
acercando hasta él sin que me vea; llegar, como un pulso abierto latiendo en el aire; ser figura del pensamiento mío de
ti, en su presencia; abierta carne de viento, estancia de amor en alma. Tú -blando marfil de sueño, nieve de carne,
quietud de palma, luna en silencio-, sentada, dormida en medio de tu cuarto. Y yo ir entrando igual que un agua
serena, inundarte todo el cuerpo hasta cubrirte, y, entero, quedarme ya así por dentro como el aire en un farol,
viéndote temblar, luciendo, brillar en medio de mí, encendiéndote en mi cuerpo, iluminando mi carne toda ya carne de
viento."

Biografía

Vasco Pratolini (Italia, 1913-1991)


Oficio de vagabundo (fragmento)
" Si yo traicionara vuestro recuerdo en el juego de espejos de la memoria, amigos, sería como si echara veneno esta
noche en el plato de mi padre. Tengo que transcribir vuestras palabras antes que en mi oído vuestras voces extingan su
rumor. La pluma es mi herramienta de trabajo, como el martillo neumático para el petiso, que era minero, como la
cuchara para el parmense, que era albañil. La literatura es mi pan, como la acera para la muchacha prostituta, los
embrollos para sus tres amigos de la bolsa negra. He de llamar cuántas gentes pueda en torno de aquel montoncito de
tierra -Italia- que éramos nosotros. Toda entera mi patria dentro del balanceante vagón del largo viaje de Navidad,
queriéndose y enfrentándose como hicimos nosotros en aquellas horas. "

Biografía

Marcel Proust (Francia, 1871-1922)


Los placeres y los días (fragmento)
" Como la naturaleza, la inteligencia tiene sus espectáculos. Nunca las auroras, nunca los claros de luna que me han
hecho delirar tan a menudo hasta las lágrimas, han sobrepasado para mí en apasionada ternura ese amplio incendio
melancólico que durante los paseos del final del día, matiza tantas aguas en nuestra alma, que el sol cuando se pone,
hace brillar en el mar. Entonces precipitamos nuestros pasos en la noche. Más que un jinete al que aturde y embriaga
la velocidad creciente de un animal adorado, nos entregamos temblando de confianza y alegría a los pensamientos
tumultuosos a los que, cuanto más los poseemos y los dirigimos, sentimos pertenecer cada vez más irresistiblemente.
Es con emoción afectuosa que recordaremos el campo oscuro y saludaremos las encinas llenas de noche, como el
campo solemne, como los testigos épicos del impulso que nos arrastra y que nos embriaga. Elevando los ojos al cielo,
no podemos reconocer sin exaltación, en el intervalo de las nubes aún conmovidas por la despedida del sol, el reflejo
misterioso de nuestros pensamientos: nos hundimos cada vez más rápido en el campo, y el perro que nos sigue, el
caballo que nos lleva o el amigo que se ha callado, más aún, cuando a veces no hay ningún ser viviente a nuestro lado,
la flor de nuestra solapa o el bastón que revolotea alegremente en nuestras manos febriles, reciben en miradas y en
lágrimas el tributo melancólico de nuestro delirio. "

Por el camino de Swann (fragmento)


" Mucho tiempo he estado acostándome temprano. A veces, apenas había apagado la bujía, cerrábanse mis ojos tan
presto, que ni tiempo tenía para decirme:"Ya me duermo". Y media hora después despertábame la idea de que ya era
hora de ir a buscar el sueño; quería dejar el libro, que se me figuraba tener aún entre las manos, y apagar de un soplo
la luz; durante mi sueño no había cesado de reflexionar sobre lo recién leído, pero era muy particular el tono que
tomaban esas reflexiones, porque me parecía que yo pasaba a convertirme en el tema de la obra, en una iglesia, en un
cuarteto, en la rivalidad de Franciso I y Carlos V. Esta figuración me duraba aún unos segundos después de haberme
despertado: no repugnaba a mi razón, pero gravitaba como unas escamas sobre mis ojos sin dejarlos darse cuenta de
que la vela ya no estaba encendida. Y luego comenzaba a hacérseme ininteligible, lo mismo que después de la
metempsicosis pierden su sentido los pensamientos de una vida anterior; e asunto del libro se desprendía de mi
personalidad y yo ya quedaba libre de adaptarme o no a él; en seguida recobraba la visión, todo extrañado de
encontrar en torno mío una oscuridad suave y descansada para mis ojos, y aún más quizá para mi espíritu, al cual se
aparecía esta oscuridad como una cosa sin causa, incomprensible, verdaderamente oscura. Me preguntaba qué hora
sería; oía el silbar de los trenes que, más o menos en la lejanía y señalando las distancias, como el canto de un pájaro
en el bosque, me describía la extensión de los campos desiertos por donde un viandante marcha de prisa hacia la
estación cercana; y el caminito que recorre se va a grabar en su recuerdo por la excitación que le dan los lugares
nuevos, los actos desusados, la charla reciente, los adioses de la despedida que le acompañan aún en el silencio de la
noche, y la dulzura próxima del retorno. "

Biografía

Sully Prudhomme (Francia, 1839-1907)


El jarro quebrado (fragmento)
" Un jarro de cristal se ha quebrado por un golpe de abanico. El agua se ha ido extinguiendo lentamente como el jugo
de las flores. Así también la mano que se ama rozando al corazón le hace una herida, luego se va rompiendo por sí solo
y la flor del amor pierde la vida. "

Biografía

Manuel Puig (Argentina, 1932-1990)


The Buenos Aires Affair (fragmento)
" Gladys antes nunca se maquillaba, pero con parte del rostro tapado por un mechónno por una venda, ni por un parche
de pirata, sólo la coquetería de un mechón, el ojo resultó tan hermoso al pintarlo por primera vez... Un joven llegó a
decirle que ese ojo parecía un colibrí posado en su cara, ¿y qué más podía ayudar a la policía?, al oficial que la
atendiese le pediría ante todo discreción, y que si su hija al rato reaparecía no la enterasen de la denuncia, y por
supuesto habría que ocultarle que una seña particular había sido indicada. Era verdad, se decía Clara, con esas
pestañas postizas importadas el ojo puede destacarse más y resultar de una belleza radiante, el ojo celeste con el
párpado verde y las pestañas azabache como las alas y la colita erguida del colibrí.
(...)
También había otras proclamas gubernamentales pegadas a la fachada que instaban al orden público y recomendaban
la captura de activistas allí enumerados; Clara no las leyó. Improvisamente había llegado a la conclusión de que su hija
estaría ya emprendiendo el regreso a casa, porque también a ella la aterraban las tormentas. Comenzó a desandar el
camino. Además si los patrulleros buscaban a Gladys y la encontraban por una carretera en camisón y tapado de piel, la
considerarían demente y la someterían a tratos intolerables para la sensibilidad de la muchacha, "...cuando las
maderas / crujir hace el viento / y azota los vidrios / el fuerte aguacero, / de la pobre niña / a solas me acuerdo. / Del
húmedo muro / tendida en un... / tendida en un..." ¿cómo seguía? consultó su reloj pulsera, eran las nueve y media de
la mañana ¡qué no hubiese dado por saber dónde estaba su hija en ese preciso momento! "...allí cae la lluvia / con un
son eterno; / allí la combate / el soplo del cierzo. / Del húmedo muro / tendida en un... en un... ¡hueco! / acaso de
frío / se hielan sus huesos...", logró por fin recordar, con satisfacción. "

Biografía

Alexander Pushkin (Rusia, 1799-1837)


La tempestad de nieve (fragmento)
" Por colinas, caballos veloces
aplastaban la nieve profunda...
A un lado un templo sagrado
solitario asomaba al camino.
Mas de pronto estalló la nevasca,
y la nieve cayó a grandes copos.
En el ala azabache un silbido,
sobrevuela un cuervo el trineo.
¡El gemido auguraba desdichas!
Los caballos de andar presuroso
oteaban las sombras lejanas,
y alzando sus crines..."
Pere Quart (Catalunya, 1899-1986)
Versos elementals als catalans de 1969, de Quatre mil mots (en catalán)
" Catalunya, València, les Illes,
tot plegat Catalunya, la Gran,
amb gent i la terra i la llengua,
i el passat i el present,
i el futur que ens espera,
bo o dolent, infal.lible!

Som encara, aquest any -i en fa trenta!-.


un país malmenat per les grapes d'uns amos,
que barregen, impregnen, rebreguen
i enllorden
un mapa que és nostre
i en dir nostre vull dir
dels qui són catalans
per la sang conscient o la tria,
els legítims hereus
d'una pàtria petita, com tantes.
(Puix que tots ho sabem i ho sofrim:
la naixença, ella sola, no dóna,
què és cas! nacionalitat
als venuts, traïdors, botiflers,
ni als lacais i als servils
-declarats o secrets, vergonyants,
ni als janus tampoc, dues cares-,
ni als panxuts embandats,
la fauna profusa dels bords,
la quinta columna que llasta, enferritja,
entrebanca i fatiga la nostra esperança!)

Però amb tot, malgrat tot,


operem i avancem,
pacífics,potser pusil.lànimes,
però mai resignats
i sempre tossuts,
i obrim cada dia
-importuns, enfadosos, burxons-
clivelles de llum en aqueixa presó
on, al cap i a la fi, respirem;
però l'aire és confús, estantís
d'una pau corrompuda, d'una pau corruptora,
tan injusta, fundada en la por
d'un ordre incivil
que ens esprem a profit
dels Altíssims Senyors que l'imposen
i emmetzina penombrosos racons
on uns homes anònims
pateixen, herois del silenci lleial,
el turment i la infàmia
entre mans mercenàries
(¿com pot la natura criar aqueixa gent,
vergonya de qui l'ensinistra
i la paga, i així la manté
sempre tensa en un odi de segles?)

Ben cert, les mordasses encara ens fan muts


o quecs, o destorben paraules verídiques,
denúncia obligada,
fins el clam carregat de raó contra ocults escamots,
mal comprats, brutalment ofensors,
que els ulls grossos dels Alts,
sorneguers, deixen fer.
I així són castigats els qui imploren justícia!

Puix que tots ho veiem:


els Summes Senyors Intocables
conjuminen, avui, amb sarcasme,
segons lleis que ja neixen guerxades,
tribunals que resulten incerts, però dòcils,
guarnits de togats,
xerraires minúsculs,
fatxendosos autòmats
que tremolen per dins com les fulles.
I Temis adés fa plorar i adés riure!

Instal.lats als palaus i als balcons i als passeigs


- que els besavis i els avis i els pares
ens varen llegar -,
els Altíssims Senyors
sempre entre ells, per a ells,
representen amb pompa farsesca
i somriures quallats, fotogènics,
un joc, paròdia cruel
del net regiment
d'un poble que malda i s'esplaia
i s'aferma i progressa
-en les arts i l'estudi
i el treball i el comerç, i l'esport
i en els cants i la dansa-
contra vent i esquivant
la traveta, el cop baix,
el parany i l'esquer llaminer
(però ells, si per cas, sempre inflats,
ens engeguen les grans desfilades
de monstres d'acer, sorollosa ferralla,
amenaça sinistra,
excessiu espantall,
dreçat, sí, contra el poble
indefens i badoc
que calla i treballa, i que paga!)

Un poble que acull, fraternal,


centenars de milers d'homenets
de les pàtries veïnes,
fugitius a tot risc d'unes terres eixorques,
que els Altíssims
abandonen a llur doble destí
d'enormes ermots i vedats senyorívols,
a despit -qui ho entén?-
dels tan publicats i vantats regadius formidables,
que tots, i nosaltres davant, hem bastit
si us plau, no, doncs per força!

Però som catalans


-beneïda mercè de l'atzar-
i ens cal viure i morir catalans,
i ens pertoca adreçar qui sap com,
de totes passades,
en temps de maror o de falsa bonança,
amb la vista i el cor llançats endavant,
aquest nom i aquest fet i aquesta natura
tan propis i autèntics,
no venals, entranyats fins a l'ànima.
Com podem dimitir la nissaga?
Altrament, on cauríem?
Descastats, sense arrels,
més poc fórem que un arbre,
que un ocell de bardissa,
que els camins que petgem cada dia.
Com robots de carn i sang,
erraríem pel món sense rostre.
Ni la llar ja no espera qui renega de la pàtria,
miserable germà que ha perdut la bandera
i el cel blau o estelat o en tempesta,
que fou tàlem del seu primer alè.
Cal que esborri per sempre el record de la mare,
del cloquer del seu poble,
dels bells noms d'una font, d'un pujol;
d'una blanca masia amb paller
i una noia gentil al llindar;
dels tendres o bròfecs companys d'infantesa,
del vell mestre que un dia els parlava,
d'amagat, en la llengua sagrada de casa,
amb la veu mig rompuda!

Perquè som i ens sentim catalans


estimem i cerquem, en la lliure abraçada,
l'esperit i l'exemple
d'altres pobles de races i llengües diverses,
i el tracte de tots, i el contacte,
a profit de l'empresa comuna i urgent
de mudar el món i els homes
en la pau solidària,
i en l'entesa fecunda;
tots francs i benignes,
generosos, fidels, sense enveja,
tots plegats contra els focus
de la vil cobejança,
del diner corrosiu,
dels terrors metafísics,
dels paràsits amb vara o espasa, o amb bàcul,
de l'orgull de la sang blava i pútrida,
del poder d'una força robada...

Catalunya, València, les Illes,


la Gran Catalunya,
amb la gent i la terra i la llengua,
i el passat i el present
i el futur que ens espera,
bo o dolent, infal.lible!

Tot depèn, sapiguem-ho!


de la fe, de l'amor,
de les obres.
Tot depèn de nosaltres.
Tot depèn, sobretot, de vosaltres:
els joves! "

Biografía

Salvatore Quasimodo (Italia, 1901-1968)


Pronto se hará de noche
" Todo el mundo está solo
en el corazón de la tierra
traspasada por un rayo de sol,
y pronto se hará de noche. "

Milán, Agosto 1943


" Vallas en vano entre el polvo,
pobre mano, la ciudad ha muerto.
Ha muerto, se oyó el último trueno
en el corazón del barrio viejo,
y el pájaro ha caído de la antena,
allí arriba sobre el convento,
en dónde cantaba, antes de posarse.
No excavéis pozos en los patios,
ya no tienen sed los vivos.
No tocar los muertos, tan rojos, tan inflados,
dejarlos en tierra en sus casas,
la ciudad está muerta, muerta. "

Biografía

Francisco de Quevedo (España, 1580-1645)


El Buscón (fragmento)
" -Quien no hurta en el mundo, no vive. ¿Por qué piensas que los alguaciles y jueces nos aborrecen tanto? Unas veces
nos destierran, otras nos azotan y otras nos cuelgan..., no lo puedo decir sin lágrimas (lloraba como un niño el buen
viejo, acordándose de las que le habían batanado las costillas). Porque no querrían que donde están hubiese otros
ladrones sino ellos y sus ministros. Mas de todo nos libró la buena astucia. En mi mocedad siempre andaba por las
iglesias, y no de puro buen cristiano. Muchas veces me hubieran llorado en el asno si hubiera cantado en el potro.
Nunca confesé sino cuando lo mandaba la Santa Madre Iglesia. Preso estuve por pedigüeño en caminos y a pique de que
me esteraran el tragar y de acabar todos mis negocios con diez y seis maravedís: diez de soga y seis de cáñamo. Mas de
todo me ha sacado el punto en boca, el chitón y los nones. Y con esto y mi oficio, he sustentado a tu madre lo más
honradamente que he podido.
-¿Cómo a mí sustentado? -dijo ella con grande cólera. Yo os he sustentado a vos, y sacádoos de las cárceles con
industria y mantenídoos en ellas con dinero. Si no confesábades, ¿era por vuestro ánimo o por las bebidas que yo os
daba? ¡Gracias a mis botes! Y si no temiera que me habían de oír en la calle, yo dijera lo de cuando entré por la
chimenea y os saqué por el tejado. "

Biografía

Mario Quintana (Brasil, 1906-1994)


Un pie después del otro
" Hay personas a las que les gusta escalar el Everest, una paranoia como otra cualquiera. Pero no soy quién para
criticar, teniendo en cuenta la modestia de mi propia manía, la cual consiste en descubrir callejuelas desconocidas.
Como se ve, una manía bastante elemental. Sergio de Gouvea y yo éramos peritos en el asunto. Descendíamos en el
final de una línea y, cuando nos sonreía la perspectiva, enveredábamos por cualquier calle transversal. Nunca nos
importó el nombre de la calle, porque estábamos haciendo descubrimientos y no turismo y, además, no constaba entre
nuestras intenciones colonizar aquellas tierras incógnitas ni volver allí jamás. Eramos unos colonos completamente
desinteresados. En aquel tiempo las personas solían reparar unas en las otras y los aborígenes nos observaban con una
mirada de quien indaga: -¿Quiénes serán esos?-. Bien, saciados los ojos en los paisajes suburbanos, a veces llegábamos
a descubrir también un bar, generalmente de esquina, donde saciábamos la sed. Sólo no saciábamos los asuntos, sobre
todo metafísicos, lo que debe dejar asombrados a los pragmáticos de hoy en día. Después volvíamos andando por el
trayecto del tranvía, hasta cansarnos, momento en el que tomábamos dicho tranvía, y a veces llegábamos a caminar
hasta el centro, en los días de mejor forma. Por esas andanzas domingueras nos juzgábamos peripatéticos ¡De qué! Sólo
éramos precursores del método Cooper. Aunque en cámara lenta. "

Biografía

Horacio Quiroga (Uruguay, 1878-1937)


El vampiro (fragmento)
" Sentí que mis ojos, al bajarse a mirar lo que yo tenía entre mis brazos, querían saltarse de las órbitas ¿No era ésa
María, la María de mí, y desmayada? Un golpe de sangre me encendió los ojos y de mis brazos cayó una mujer que no
era María. Entonces salté sobre una barrica y dominé a todos los trabajadores. Y grité con la voz ronca: -¡Por qué! ¡Por
qué!
Ni uno solo estaba peinado porque el viento les echaba a todos el pelo de costado. Y los ojos de fuera mirándome.
Entonces comencé a oír de todas partes: -Murió. -Murió aplastada. -Murió. -Gritó. -Gritó una sola vez. -Yo sentí que
gritaba. -Yo también. -Murió. -La mujer de él murió aplastada.
¡Por todos los santos!—grité yo entonces retorciéndome las manos—. ¡Salvémosla, compañeros! ¡Es un deber nuestro
salvarla! Y corrimos todos. Todos corrimos con silenciosa furia a los escombros. Los ladrillos volaban, los marcos caían
desescuadrados y la emoción avanzaba a saltos. A las cuatro yo solo trabajaba. No me quedaba una uña sana, ni en mis
dedos había otra cosa que escarbar. ¡Pero en mi pecho! ¡Angustia y furor de tremebunda desgracia que temblaste en mi
pecho al buscar a mi María! No quedaba sino el piano por remover. Había allí un silencio de epidemia, una enagua caída
y ratas muertas. Bajo el piano tumbado, sobre el piso granate de sangre y carbón, estaba aplastada la sirvienta. Yo la
saqué al patio, donde no quedaban sino cuatro paredes silenciosas, viscosas de alquitrán y agua. El suelo resbaladizo
reflejaba el cielo oscuro. "
Biografía

José María Quiroga Plá (España, 1902-1955)


Jaculatoria de la amanecida
" Riqueza inagotable del minuto,
burbuja viva de lo eterno, dame
de tu luz una gota que me inflame
alma y sentidos; el carnoso fruto

de la creación entrega a la golosa


avidez de la palma y de la encía,
y a los ojos la adánica alegría
de inventar la mujer, el mar, la rosa.

Dilata a los confines de lo humano


las posibilidades de mi estrella
el juego de azar del universo,

y, antes de huir a mi tendida mano,


deje calcada su florida huella
tu pie en el barro tibio de mi verso. "
Miklos Radnoti (Hungría, 1909-1944)
Viví sobre esta tierra
" Viví sobre esta tierra en una época
en la que el hombre cayó tan bajo
que mataba gustosamente, por placer, sin recibir órdenes.
Locas obsesiones tejían su vida,
creía en dioses falsos. Desilusionado, echaba espuma por la boca.
Viví en este tierra en una edad
en la que era un honor traicionar y matar,
el traidor y el ladrón eran héroes -
quienes estaban en silencio, no deseando regocijarse,
fueron odiados como si tuvieran una peste.
Yo viví en esta tierra en una época
en la que si un hombre hablaba, debía esconderse
y podía sólo morderse los puños con vergüenza-
borracha de sangre y escoria, la nación enloqueció
y sonreía ante su horrible destino.
Yo viví sobre esta tierra en una edad
en la que una maldición era la madre de un niño,
las madres eran felices si abortaban,
un vaso de denso veneno espumaba en la mesa,
y los vivos envidiaban el podrido silencio de los muertos.
Viví sobre esta tierra en una época
en la que los poetas también hacían silencio
y esperaban que Isaías, el sabio
de terribles palabras, hablara de nuevo-
pues sólo él podía proferir la justa maldición. "
Biografía

José Ramos Sucre (Venezuela, 1890-1930)


Preludio
" Yo quisiera estar entre vacías tinieblas, porque el mundo lastima cruelmente mis sentidos y la vida me aflige,
impertinente amada que me cuenta amarguras.
Entonces me habrán abandonado los recuerdos: ahora huyen y vuelven con el ritmo de infatigables olas y son lobos
aullantes en la noche que cubre el desierto de nieve.
El movimiento, signo molesto de la realidad, respeta mi fantástico asilo; más yo lo habré escalado del brazo con la
muerte. Ella es una blanca Beatriz, y, de pies sobre el creciente de la luna, visitará la mar de mis dolores. Bajo su
hechizo reposaré eternamente y no lamentaré más la ofendida belleza ni el imposible amor. "

Biografía

Herbert Read (Gran Bretaña, 1893-1968)


Anarquismo y poesía (fragmento)
" Aunque ello pueda parecer fuera de razon a quienes esten ajenos al quehacer poetico, el poeta exige un tipo de
sociedad en el que el recogimiento, el retiro, sea un derecho natural. Exige la posibilidad de meterse entre la
muchedumbre y salir de ella con la misma facilidad con que entra y sale de su casa. Acusa al mundo moderno de haber
invadido su rincon de soledad, de haberlo llenado de preocupaciones y de rumores, de haber introducido en el la
politica y las guerras totalitarias. En consecuencia, el poeta se ve obligado a exigir, por razones poeticas, que se
transforme el mundo. Y no cabe afirmar que tal exigencia sea desmedida: constituye la condicion primera de su
existencia.
(...)
Resulta muy dificil para el artista aceptar en el seno de la sociedad esta tarea, que no le comporta agradecimiento
alguno: mantenerse aparte y, sin embargo, actuar como intermediario; comunicar a la sociedad algo que le es tan
esencial como el pan y el agua y, sin embargo, poder hacerlo solo desde una posicion de aislamiento y desapego. La
sociedad nunca llegara a comprender y amar al artista, porque nunca llegara a estimar su indiferencia, su asi llamada
objetividad. Mas el artista debe aprender a amar y comprender a la sociedad que lo rechaza. Debe aceptar tan dura
experiencia y apurar, como Socrates, la copa mortal. "

Biografía

Rosa Regás (España, 1933)


Fábula moralista (fragmento)
" Ser niño en Chiapas es haber nacido en un paisaje caldeado por el sol y sombreado por árboles, pero cruzados a todas
horas por la amenaza de una tropa poderosa y enemiga; andar por las sombras de esos parajes buscando dónde
guarecerse de la persecución y las bombas, permanecer atrapado en comunidades de desplazados, dejando pasar los
días en la precariedad, en la carencia, en la provisionalidad. Ser niño en un campamento de refugiados es ver a los
pájaros esconderse tras las nubes por terror a los helicópteros, es temer y soñar con otros pajarracos, más potentes y
ruidosos, que cruzan el firmamento, rugiendo sin hacer ondear las alas al viento, sino siguiendo rígidos una línea que no
admite titubeos en su camino hacia un punto de monte elegido por los cerebros ocultos de la represión, con el objetivo
implacable de vaciar sobre él su vientre exterminador para sembrar el pánico, el dolor y la muerte. Ser niño en esos
momentos es esconderse tras los árboles aun a sabiendas de que no hay refugio ni protección ni para ellos ni para los
suyos cuando asome renqueando por la cuesta el camión del Ejército cuya silueta podrían dibujar a ciegas: hombres
uniformados y armados, de pie, verticales, paralelos e inconmovibles, y amenazantes como obuses. Ser niño en Chiapas
es no tener más futuro que el que quiera conceder ese ejército sin rostro que crece y se multiplica y se desparrama por
los campos y los caminos, y atraviesa cordilleras, y penetra en las casas y las iglesias atravesando paredes y esteras.
Niños de Chiapas que del progreso no conocen más que la destrucción, las armas sofisticadas que arrasarán cosechas,
árboles, chozas, animales y humanos. Niños que apenas supieron lo que es comer a placer, descansar en un lecho, o
disponer de agua para lavarse y ver crecer lo que plantaron sus padres; que desconocen lo que es una tarde en paz y el
juego sin temor a la puerta de la casa. Niños que nacieron, crecieron y vivieron en lucha por la vida, por su vida,
barrida el alma por un temor y una frustración que algún día y de algún modo habrán de convertir en coraje para que
cese tanto dolor. "

Biografía

Erich Maria Remarque (EEUU, 1898-1970)


Sin novedad en el frente (fragmento)
" El desasosiego se convertía en irrremediable herida y la masacre de las trincheras se transformaba en masacre de las
conciencias. "

Biografía

Pierre Reverdy (Francia, 1889-1960)


Marcha sin dirección, de Mano de obra
" Sobre el impulso de las alas la voz se apaga,
la enorme pupila sobre el cielo desteñido.
Hay ruido en el aire, si la tierra se exhibe
el horizonte se esconde, todo está por rehacer.
Se huye al arbitrio del viento que se acuesta en las líneas,
todos los árboles rotos al paso del viajero,
todos los límites muertos que guardan el arroyo
y todas las estrellas que se corrompen en el agua,
el pájaro que canta sobre una rama de la noche,
un fruto negro en éste árbol que el viento ha cogido,
una palabra de más que cae, el final de una canción,
el nombre de ese rostro, el fuego de la casa. "

Ante sí, de Mano de obra


" Las últimas chispas en el extremo de las barras estrellas,
las trayectorias que se dispersan en las cortinas del cielo,
es la sombra que se arrastra, el sotobosque está más sombrío,
todavía no es de noche en el camino, los árboles se han dormido,
entre las tapias alguien llama y pasa,
un fulgor de golondrina, las ruedas giran subiendo.
No se escucharía este canto en el aire en que los pájaros se esconden,
nombres en el tiempo que se borran y solo el que se queda
entre los brazos levantados que nunca se cansan,
esperando que venga algo, no se sabe qué. "
Biografía

Alfonso Reyes (México, 1889-1959)


Ifigenia cruel (fragmento)
" Pero soy como me hiciste, Diosa,
entre las líneas iguales de tus flancos:
como plomada de albañil segura,
y como tú; como una llama fría.
Sobre el eje de tu nariz recta,
nadie vio doblarse tus cejas,
ni plegarse los rinconcillos
inexorables de tu boca,
por donde huye un grito inacabable,
penetrado ya de silencio.
¿Quién acariciaría tu cuello,
demasiado robusto para asido en las manos;
superior a ese hueco mezquino de la palma
que es la medida del humano apetito?
¿Y para quién habías de desatar la equis
de tus brazos cintos y untados
como atroces ligas al tronco,
por entre los cuales puntean
los cuernecillos numerosos
de tu busto de hembra de cría?
¿Quién vio temblar nunca en tu vientre
el lucero azul de tu ombligo?
¿Quién vislumbró la boca hermética
de tus dos piernas verticales?
En torno a ti danzan los astros.
¡Ay del mundo si flaquearas, Diosa!
Y al cabo, lo que en ti más venero:
los pies, donde recibes la ofrenda
y donde tuve yo cuna y regazo;
los haces de dedos en compás
donde puede ampararse un hombre adulto;
las raíces por donde sorbes
las cubas rojas del sacrificio, a cada luna. "

Biografía

Wladyslaw Reymont (Polonia, 1867-1925)


La Tierra Prometida (fragmento)
" En esta tierra la gente nació. Y ésta la empujó hacia el fondo, la aplastó con sus poderosas mandíbulas, engullendo
gente y objetos. El cielo y la tierra, convirtiendo en inútiles a unos, y en hambre y severidad a todos los demás. "
Biografía

Carles Riba (Catalunya, 1893-1959)


Novena Elegia, de Elegias de Bierville (en catalán)
" Glòria de Salamina vermella en el mar a l'aurora!
Adormits en el vent de Queronea, xiprers!
Esplendor per als ulls o malencònica estampa,
crit d'arribada o foc sota la cendra d'un nom,
llocs! la meva presència amb cor violent us completa,
mots! la meva veu assedegada us fa plens.
Si en el meu cos carnal solament un triomf inefable
va poder-me engendrar contra la nit i el no-res
(entre els braços del pare, oh mare en la llum i en la Gràcia,
pura presa en el pur començament dels meus anys!)
no calia victòria amb humiliació de reialmes
ni importava un ponent buit de la fuga i la sang,
perquè fos deixada en el solc incansable dels segles
la furiosa llavor per al meu ésser civil.
El que fou necessari i bastava, és que uns homes sentissin
com no hi ha fast més dolç que ésse' i gustar-se un mateix;
simplement, subtilment, sabessin com no hi ha inútil
cap esperit, si creix lliure en la seva virtut;
que per podè' esdevení' el que volien llurs déus, en la forma
viva del que eren ja des de l'arrel de llurs morts,
consentissin a fer-se, ells diversos! iguals en els armes,
persuadits per la llei, ells que es dictaven les lleis,
i a la força més forta que estreny o que inunda, oposessin
la raó que es coneix i l'escomesa viril.
Homes que vau mesurar i acomplir accions més que humanes
per merèixer l'orgull d'ésse' i de dir-vos humans,
jo em reconec entre els fills de les vostres sembres il.lustres:
sé que no fórem fets per a un destí bestial.
La llibertat conquerida en l'apassionada recerca
del que és ver i el que és just, i amb sobrepreu de dolor,
ens ensenyàreu que on sigui del món que és salvada, se salva
per al llinatge tot dels qui la volen guanyar;
i que si enlloc és vençuda i la seva llum és coberta
per la tempesta o la nit, tota la terra en sofreix.
Sí, però l'esperança meravellosa traspassa,
crida, més real que la tenebra o l'estel
-ossos decebuts i l'heroica pira en el vespre
desesperat- per a molts sembla d'antuvi una fe;
sols que té menys espera i arrenca de tots els exilis
cap al seu crit, i els batuts van retrobant-se soldats. "

Tannkas del retorn, del Joc i del foc (en catalán)


" De nou la casa,
i en la vetlla concorde
dels cors, el nucli
dolç i pur i el silenci
del món on fórem nàufrags. "
Biografía

Julio Ramón Ribeyro (Perú, 1929-1994)


Prosas apátridas (fragmento)
" Lo fácil que es confundir cultura con erudición. La cultura en realidad no depende de la acumulación de
conocimientos incluso en varias materias, sino del orden que estos conocimientos guardan en nuestra memoria y de la
presencia de estos conocimientos en nuestro comportamiento. Los conocimientos de un hombre culto pueden no ser
muy numerosos, pero son armónicos, coherentes y, sobre todo, están relacionados entre sí. En el erudito, los
conocimientos parecen almacenarse en tabiques separados. En el culto se distribuyen de acuerdo a un orden interior
que permite su canje y su fructificación. Sus lecturas, sus experiencias se encuentran en fermentación y engendran
contínuamente nueva riqueza: es como el hombre que abre una cuenta con interés. El erudito como el avaro, guarda su
patrimonio en una media, en donde sólo cabe el enmohecimiento y la repetición. En el primer caso el conocimiento
engendra el conocimiento. En el segundo el conocimiento se añade al conocimiento. Un hombre que conoce al dedillo
todo el teatro de Beaumarchais es un erudito, pero culto es aquel que habiendo sólo leído Las Bodas de Fígaro se da
cuenta de la relación que existe entre esta obra y la Revolución Francesa o entre su autor y los intelectuales de nuestra
época. Por eso mismo, el componente de un tribu primitiva que posee el mundo en diez nociones básicas es más culto
que el especialista en arte sacro bizantino que no sabe freír un par de huevos. "

Biografía

Adrienne Rich (EEUU, 1929)


Porque ya no somos jóvenes
" Porque ya no somos jóvenes, las semanas han de bastar
por los años sin conocernos. Sólo esa extraña curva
del tiempo me dice que ya no somos jóvenes.
¿Caminé yo acaso por las calles en la madrugada, a los veinte,
con la piernas temblándome y los brazos en éxtasis más pleno?
¿Acaso me asomé por alguna ventana buscando la ciudad
atenta al futuro, como ahora aquí, esperando tu llamada?
Con el mismo ritmo tú te aproximaste a mí.
Son eternos tus ojos, verde destello
de hierba salvaje refrescada por la vertiente.
Sí. A los veinte creíamos ser eternas.
A los cuarenta y cinco deseo conocer incluso nuestros límites.
Te acaricio ahora, y sé que no nacimos mañana,
y que de algún modo tú y yo nos ayudaremos a vivir,
y en algún lugar nos ayudaremos tú y yo a morir. "

Biografía

Edgar Rice Burroughs (EEUU, 1875-1950)


Tarzán de los monos (fragmento)
" Lady Greystoke nunca se recuperó de la impresión del ataque del gran gorila, y aunque vivió durante un año después
de que su hijo hubiera nacido, jamás pudo salir de nuevo de la cabaña, ni entendió completamente que no estaba en
Inglaterra. Algunas veces le preguntaba a Clayton por los extraños sonidos de las noches; la ausencia de la servidumbre
y amigos, y la extraña rudeza de los muebles de su habitación, pero, aunque no hacía ningún esfuerzo por engañarla,
nunca pudo comprender el significado de todo. En otro aspecto era bastante racional, y el regocijo y felicidad que le
dio su hijo y las constantes atenciones de su esposo, hicieron de ese año el más alegre, el más feliz de su joven vida.
Eso habría acabado con sus preocupaciones y su aprensión si ella hubiese estado en total control de sus facultades
mentales, lo sabía Clayton; así que mientras el sufría terriblemente de verla así, habían momentos en que casi le
alegraba, por su bien, que ella no pudiera entenderlo.
(...)
D'Arnot y Tarzan habían acordado que su pasado debería quedar en secreto, y por lo tanto ninguna persona además del
oficial francés, sabrían de la familiaridad del hombre-mono con las bestias de la jungla.
-Monsieur Tarzan no ha dicho nada-, dijo uno de los presentes. -Un hombre de su valor que ha estado algún tiempo en
Africa, según tengo entendido, tendrá alguna experiencia con los leones verdad?-
-Alguna- contestó Tarzan, secamente. -Suficientes para saber que cada uno de ustedes están en lo correcto en su juicio
sobre las características de los leones que han conocido. Pero también podríamos juzgar a todos los negros por el que
corrió descontrolado la semana pasada, o decidir que todos los blancos son cobardes porque conocimos a un blanco
cobarde. Existe tanta individualidad en el orden inferior, caballeros, como entre nosotros. Hoy podríamos salir y
tropezar con un león temeroso y correrá alejándose de nosotros. Mañana podríamos conocer a su tío o su hermano
gemelo, y nuestros amigos podrían extrañarse de porque no regresamos de la selva. En mi caso, yo siempre asumo que
un leon es feroz, y por lo tanto nunca me encontrará desprevenido.-
-Habría poco placer en cazar- replicó el primer cazador, -si tuviera miedo de lo que caza-.
D'Arnot sonrió. -Tarzan con miedo!-.
-Yo no entiendo exactamente a lo que usted se refiere con miedo-, dijo Tarzan. -Como los leones, el miedo es una cosa
distinta en hombres diferentes, pero para mi el único placer en la caza es el conocimiento de que lo que se caza tiene
tanto poder de hacerme daño, como yo tengo de hacerle daño a él. Si salgo con un par de rifles y un cargador de
pistola, y veinte o treinta batidores para cazar un león, no podría sentir que el león tiene mucha oportunidad, y por lo
tanto el placer de la caza disminuiría en proporción a la incrementada seguridad que sentiría-. "

Biografía

Henry Rider Haggard (Inglaterra, 1854-1927)


Las minas del rey Salomón (fragmento)
" Porque me encuentro inutilizado, aquí, en Durbán, con los dolores y molestias de mi pierna izquierda. Desde que
aquel león, que Dios confunda, hizo presa en ella, estoy expuesto a tales sufrimientos y es bien pesado que ahora haya
de cojear más que nunca. Es preciso que los dientes del león tengan cierta especie de veneno, y si no, ¿cómo es posible
que sus heridas, una vez cicatrizadas, vuelvan a abrirse, por lo general, en la misma época del año en que fuimos
mordidos? Dura cosa es que después de haber matado sesenta y cinco leones, el sexagésimosexto os mastique una
pierna como si fuera un alfeñique. Esto rompe la rutina de los sucesos, y, dejando aparte otras consideraciones, soy
hombre demasiado metódico, dicho sea de paso, para que pueda agradarme. "

Biografía

Carme Riera (Catalunya, 1948)


Temps d'una espera (fragmento) -en catalán-
" De la mà de la mitologia m'he acostat als grecs. He agafat El Banquet [de Plató], que sempre guarda sorpreses.
rellegir-lo per a tu, amb tu, m'ha permès entendre d'una manera distinta el mite de l'androgin. Érem, abans del càstig,
persones dotades de dos caps, dos cossos, dos sexes, masculí i femení. En ocasions, doblement masculí, o femení en
d'altres. Però els déus, alarmats pel poder que anàvem adquirint, adonant-se del subversiu que podria arribar a ser, ja
que sospitaven que volíem construir una escala per arribar fins a l'Olimp, ens tallaren pel mig, i des de llavors cada un
de nosaltres cerca la seva meitat perduda, la seva mitja taronja, tal com es diu de manera col.loquial. Pens, a hora
d'ara, que la nostra autèntica meitat és l'ésser que ens va gestar, de la qual cosa podria deduir-se que la meitat
perduda per tots, homes i dones, és sempre femenina. "

Biografía

Rainer Maria Rilke (Austria, 1875-1926)


La octava elegía
" Con todos los ojos ve la criatura
lo abierto. Sólo están nuestros ojos
como invertidos, por entero puestos
como trampas a su alrededor,
y en torno a su libre salida.
Lo que afuera es, lo sabemos tan sólo
por un rostro de animal; pues ya al niño
reciente lo volvemos y forzamos
a que vea hacia atrás conformación,
no lo abierto, que es tan profundo
en cara de animal. Libre de muerte.
A ella la vemos sólo nosotros:
el animal libre tiene su ocaso
siempre tras sí, y ante sí a Dios,
y cuando va, va hacia la eternidad,
del mismo modo en que van las fuentes.
Nosotros jamás tenemos, ni un día,
el puro espacio adelante, hacia el cual
las flores se abren sin fin. Siempre es mundo y
nunca ningún sitio sin no: lo puro,
invigilado, lo que se respira y
sin fin se sabe y no se ansía. En tanto
niño uno se pierde en ello en calma
y es sacudido. O aquél muere y lo es.
Pues cerca de la muerte no se ve
la muerte más, y se mira hacia fuera
absorto, quizá con vasta mirada
de animal. Los amantes, si el otro,
que tapa la vista, no estuviera,
están cerca de ello y asombrados…
Como por descuido se abre para ellos
tras el otro… Pero por sobre él
nadie avanza, y vuelve a hacérsele mundo.
Siempre vueltos hacia la creación, vemos
sólo en ella el reflejo de lo libre,
que oscurecemos. O que un animal,
mudo, alce la vista, atravesándonos
en calma. Esto se llama destino:
estar enfrente y nada sino eso,
y siempre enfrente.
Si hubiera conciencia como la nuestra
en el seguro animal, que en opuesta
dirección se acerca: nos giraría
con su paso. Mas su ser es para él
infinito, inaprehendido y sin vista
de su estado, puro, cual su horizonte.
Y donde vemos futuro, él ve el todo,
y a sí en el todo y salvado por siempre.
Y hay con todo en el cálido animal
alerta, el peso e inquietud de una gran
melancolía. Pues también a él
lo afecta siempre, lo que a menudo
nos subyuga: el recuerdo, como si
ya una vez aquello que se persigue
hubiera sido más cercano y fiel,
su contacto infinitamente tierno.
Aquí todo es distancia, y era allá
respiración. Después de la primera
patria, ambigua es para él la otra y fútil.
Oh dicha de la pequeña criatura,
que queda en el seno en que maduró;
dicha, oh, del mosquito, que aún brinca dentro,
hasta en sus bodas: pues seno es todo.
Y mira el ave a medias segura,
que conoce casi a ambas por su origen,
como si fuera ella un alma etrusca,
de un muerto, al que un espacio acogió,
mas con la quieta figura por tapa.
Y qué atónito aquél, que ha de volar
y proviene de un seno. De sí
como asustado, surca estremecido
el aire, como la raja una taza.
Así hiende la huella del murciélago
la porcelana del atardecer.
Y nosotros: ¡espectadores, siempre,
por doquier, vueltos al todo y jamás
hacia fuera! Nos colma. Lo ordenamos.
Se desintegra. Lo reordenamos
y nos desintegramos a la vez.
¿Quién nos ha invertido de tal modo,
que hagamos lo que hagamos, la postura
adoptamos del que parte? Como él
sobre la última colina, que todo
su valle otra vez le muestra, se vuelve,
se detiene y demora: así vivimos,
y sin cesar jamás de despedirnos. "

La pantera
" Su mirada está del paso de las rejas
tan cansada, que no retiene ya objeto alguno.
Para ella, es como si mil rejas hubiera
y detrás de las mil rejas ningún mundo.

La marcha muelle de trancos dúctiles y recios


girando de un ínfimo círculo en la nada
es como una danza de fuerza en torno a un centro,
en que se yergue una voluntad narcotizada.

Sólo a veces, permite en silencio la apertura


a la pupila el velo. - E ingresa una figura:
por la tensa calma de los miembros va a correr,
para en el corazón cesar, luego, de ser. "

Primera elegía de Duino


" Quién, si yo gritase, me oiría desde los coros
de los ángeles? Y aun suponiendo que alguno de ellos
me acogiera de pronto en su corazón, yo desaparecería
ante su existencia más poderosa. Porque lo bello no es sino
el comienzo de lo terrible, ése que todavía podemos soportar;
y lo admiramos tanto porque, sereno, desdeña el destruirnos.
Todo ángel es terrible.
.....Y así me contengo, sofocando el llamado seductor
de oscuros sollozos. Ay, ¿a quién podemos
recurrir entonces? A los ángeles no, a los seres humanos tampoco
y los astutos animales advierten ya
que no estamos muy confiados y como en casa
en el mundo interpretado. Tal vez nos queda todavía
algún árbol en la ladera que podamos contemplar
de nuevo cada día; nos queda la calle de ayer
y la mimada fidelidad de una costumbre
que se complació en nosotros y así permaneció y ya no se fue.
----- Oh, y la noche, la noche, cuando el viento lleno de espacio sideral
nos muerde el rostro; ¿a quién no le queda al menos ella, la anhelada,
que nos decepciona suavemente y con esfuerzo aguarda
al corazón de cada cual? ¿Es la noche más leve para los enamorados?
Ay, ellos sólo se ocultan uno al otro su destino.
----- ¿Aún no lo sabes? Arroja desde los brazos el vacío
hacia los espacios que respiramos; quizá de modo que los pájaros
sientan el aire ensanchando con un vuelo más íntimo.

- Sí, al parecer las primaveras te necesitaban.


Algunas estrellas te exigían que las percibieras.
En el pasado se levantaba, acercándose, una ola
o cuando pasabas tú junto a la ventana abierta
se entregaba un violín. Todo eso era misión.
¿Pero pudiste con ello? ¿No estabas todavía
distraído por las expectativas como si todo
te anunciara una amada? (¿Dónde quieres albergarla,
cuando grandes y extraños pensamientos entran y salen de ti
y a menudo se quedan por la noche?) Pero,
si te abruma la nostalgia, canta a los amantes; mucho falta todavía
para que su célebre sentimiento sea lo bastante inmortal.
Y a esos abandonados que tú casi envidias y a quienes encontraste
aún más capaces de amar que a los satisfechos.
Una y otra vez recomienza la alabanza inalcanzable;
piensa: el héroe perdura y hasta su mismo ocaso
fue para él sólo un pretexto para ser: su último nacimiento.
Pero la naturaleza, agotada, recoge de vuelta a los amantes
en su seno, como si le faltaran las fuerzas
para llevar a cabo dos veces la tarea. ¿Has pensado bastante
en Gaspara Stampa, para que así alguna muchacha
a quien dejó su amado, ante el ejemplo señero de esta amante,
sienta: y si yo llegase a ser como ella?
¿No deberían, al fin, hacérsenos más fecundos estos viejos dolores?
¿No es tiempo ya de liberarnos, amando, del amado
y de resistir estremecidos, como resiste la flecha a la cuerda,
para ser, concentrada en el salto, más que ella misma?
Porque no hay permanecer en parte alguna.
- Voces, voces. Escucha, mi corazón, como antaño
sólo escuchaban los santos, de tal modo que el llamado gigantesco
los alzaba del suelo; pero ellos, los imposibles,
seguían ahí de rodillas, indiferentes:
Así estaban escuchando. No es que tú puedas soportar
la voz de Dios, ni mucho menos. Pero escucha el soplo,
el mensaje incesante que se forma del silencio.
Ahora susurra hacia ti desde aquellos jóvenes difuntos.
Donde quiera que entraste, ¿no te habló quedamente
su destino en iglesias de Nápoles y Roma?
¿O se te impuso, sublime, una inscripción en relieve,
como recientemente esa lápida en Santa María Formosa?
¿Qué quieren ellos de mí? En voz baja debo deshacer
la apariencia de injusticia que limita un tanto a veces
el puro movimiento de sus espíritus.

-- Por cierto que es extraño no habitar más la tierra,


no seguir practicando las costumbres apenas aprendidas,
no dar el significado de un porvenir humano a las rosas
y a tantas otras cosas llenas de promesas;
no seguir siendo lo que uno era
en unas manos infinitamente angustiadas
o incluso dejar de lado el propio nombre
como un juguete destrozado.
Es extraño el no seguir deseando los deseos. Es extraño
ver ondear libre en el espacio todo lo que antes se amarró.
Y el estar muerto es laborioso y tan lleno de recuperaciones
que sólo lentamente percibe uno algo de eternidad. Pero los vivos
cometen todo el error de distinguir con demasiada vehemencia.
Los ángeles (se dice) no sabrían a menudo
si andan entre los vivos o los muertos.
A través de ambas regiones el eterno fluir
siempre arrastra consigo a todas las edades, acallándolas.

Por último, ya no nos necesitan ellos, los que se fueron temprano;


suavemente uno se va desacostumbrando de lo terrenal, así como
se emancipa con ternura de los pechos de la madre. Pero nosotros,
que tenemos necesidad de tan grandes misterios, de los cuales,
y desde la tristeza, surge a menudo una prosperidad bienaventurada:
¿podríamos existir sin ellos? ¿Es vana la leyenda de que antaño,
en el lamento funerario por Lino, la primera música, osada,
atravesó el arido estupor; y que recién en aquel espacio dominado
por el terror, del cual el joven semidiós escapó de pronto y para siempre,
entró el vacío mismo en aquella vibración
que aún ahora nos arrebata, nos consuela y nos ayuda? "

Biografía

Arthur Rimbaud (Francia, 1854-1891)


Flores
" Desde una grada de oro. -entre los cordones de seda, las gasas grises, los terciopelos verdes y los discos de crital que
se ennegrecen como bronce al sol.- veo a la digital abrirse sobre un tapiz de filigranas de plata, ojos y cabelleras.
Piezas de oro amarillo sembradas en el ágata, pilares de caoba soportando un domo de esmeraldas, ramilletes de satén
blanco y finas varas de rubi rodean la rosa de agua.

Como un dios de enormes ojos azules y formas de nieve, el mar y el cielo atraen a las terrazas de mármol a la
muchedumbre de jóvenes y fuertes rosas. "

El barco borracho
" Mientras descendía por Ríos impasibles,
sentí que los remolcadores dejaban de guiarme:
Los Pieles Rojas gritones los tomaron por blancos,
clavándolos desnudos en postes de colores.

No me importaba el cargamento,
fuera trigo flamenco o algodón inglés.
Cuando terminó el lío de los remolcadores,
los Ríos me dejaron descender donde quisiera.

En los furiosos chapoteos de las mareas,


yo, el otro invierno, más sordo que los cerebros de los niños,
¡corrí! y las Penínsulas desamarradas
jamás han tolerado juicio más triunfal.

La tempestad bendijo mis desvelos marítimos,


más liviano que un corcho dancé sobre las olas
llamadas eternas arrolladoras de víctimas,
¡diez noches, sin extrañar el ojo idiota de los faros!

Más dulce que a los niños las manzanas ácidas,


el agua verde penetró mi casco de abeto
y las manchas de vinos azules y de vómitos
me lavó, dispersando mi timón y mi ancla.

Y desde entonces, me bañé en el poema


de la mar, lleno de estrellas, y latescente,
devorando los azules verdosos; donde, flotando
pálido y satisfecho, un ahogado pensativo desciende;

¡donde, tiñendo de un golpe las azulidades, delirios


y ritmos lentos bajo los destellos del día,
más fuertes que el alcohol, más amplios que nuestras liras,
fermentaban las amargas rojeces del amor!

Yo sé de los cielos que estallan en rayos, y de las trombas


y de las resacas y de las corrientes:
¡yo sé de la tarde, del alba exaltada como un pueblo de palomas,
y he visto alguna vez, eso que el hombre ha creído ver!

¡Yo he visto el sol caído, manchado de místicos horrores.


iluminando los largos flecos violetas,
parecidas a los actores de dramas muy antiguos
las olas meciendo a lo lejos sus temblores de moaré!

¡Yo soñé la noche verde de las nieves deslumbrantes,


besos que suben de los ojos de los mares con lentitud,
la circulación de las savias inauditas,
y el despertar amarillo y azul de los fósforos cantores!
¡Yo seguí, durante meses, imitando a los ganados
enloquecidos, las olas en el asalto de los arrecifes,
sin pensar que los pies luminosos de las Marías
pudiesen frenar el morro de los Océanos asmáticos!

¡Yo embestí, sabed, las increíbles Floridas


mezclando las flores de los ojos de las panteras con la piel
de los hombres! ¡Los arcos iris tendidos como riendas
bajo el horizonte de los mares, en los glaucos rebaños!

¡Yo he visto fermentar los enormes pantanos, trampas


en las que se pudre en los juncos todo un Leviatán;
los derrumbes de las aguas en medio de la calma,
y las lejanías abismales caer en cataratas!

¡Glaciares, soles de plata, olas perladas, cielos de brasas!


naufragios odiosos en el fondo de golfos oscuros
donde serpientes gigantes devoradas por alimañas
caen, de los árboles torcidos, con negros perfumes!

Yo hubiera querido enseñar a los niños esos dorados


de la ola azul, los peces de oro, los peces cantores.
Las espumas de las flores han bendecido mis vagabundeos
y vientos inefables me dieron sus alas por un momento.

A veces, mártir cansada de polos y de zonas,


la mar cuyo sollozo hizo mi balanceo más dulce
elevó hacia mí sus flores de sombra de ventosas amarillas
y yo permanecía, al igual que una mujer, de rodillas...

Casi isla, quitando de mis bordas las querellas


y los excrementos de los pájaros cantores de ojos rubios.
¡Y yo bogué, mientras atravesando mis frágiles cordajes
los ahogados descendían a dormir, reculando!

O yo, barco perdido bajo los cabellos de las algas,


arrojado por el huracán contra el éter sin pájaros,
yo, a quien los Monitores y los veleros del Hansa
no hubieran salvado la carcasa borracha de agua;

Libre, humeante, montado de brumas violetas,


yo, que agujereaba el cielo rojeante como una pared
que lleva, confitura exquisita para los buenos poetas,
líquenes de sol y flemas de azur;

Yo que corría, manchado de lúnulas eléctricas,


tabla loca, escoltada por hipocampos negros,
cuando los julios hacían caer a golpes de bastón
los cielos ultramarinos de las ardientes tolvas;

¡Yo que temblaba, sintiendo gemir a cincuenta leguas


el celo de los Behemots y los Maelstroms espesos,
eterno hilandero de las inmovilidades azules,
yo extraño la Europa de los viejos parapetos!

¡Yo he visto los archipiélagos siderales! y las islas


donde los cielos delirantes están abiertos al viajero:
¿Es en estas noches sin fondo en las que te duermes y te exilas,
millón de pájaros de oro, oh Vigor futuro?

¡Pero, de verdad, yo lloré demasiado! Las Albas son desoladoras,


toda luna es atroz y todo sol amargo:
El acre amor me ha hinchado de torpezas embriagadoras.
¡Oh que mi quilla estalle! ¡Oh que yo me hunda en la mar!

Si yo deseo un agua de Europa, es el charco


negro y frío donde, en el crepúsculo embalsamado
un niño en cuclillas colmado de tristezas, suelta
un barco frágil como una mariposa de mayo.

Yo no puedo más, bañado por vuestras languideces, oh olas,


arrancar su estela a los portadores de algodones,
ni atravesar el orgullo de las banderas y estandartes,
ni nadar bajo los ojos horribles de los pontones. "

Democracia
" La bandera hace juego con el paisaje inmundo y nuestra jerga ahoga el tambor.

En los centros fomentaremos la más cínica prostitución. Masacraremos las rebeliones lógicas.

¡A los países sazonados y empapados! -al servicio de las más monstruosas explotaciones industriales o militares.

Hasta la vista, aquí, no importa dónde. Reclutas de buena voluntad, nuestra filosofía será feroz; ignorantes para la
ciencia, hábiles para el confort; que el resto del mundo reviente. Es la verdadera senda. ¡Adelante, en marcha! "

Infancia
" En el bosque hay un pájaro, su canto os detiene y ruboriza.
Hay un reloj que no suena.
Hay una hondonada con un nido de bestias blancas.
Hay una catedral que desciende y un lago que sube.
Hay un pequeño carruaje abandonado en la espesura que baja corriendo por el sendero, lleno de cintas.
Hay una banda de cómicos en trajes de teatro, percibidos en el camino a través de los confines del bosque.
Hay, en fin, cuando uno tiene hambre y sed, alguien que os expulsa.
(...)
Soy el santo, en oración en la terraza, cuando las bestias llegan hasta el mar de Palestina.
Soy el sabio en el sillón sombrío. Las ramas y la lluvia golpean la ventana de la biblioteca.
Soy el caminante de la ancha carretera entre los bosques enanos; el rumor de las esclusas cubre mis pasos. Por largo
tiempo veo la melancólica lejía del poniente.
Sería gustoso el niño abandonado en el muelle que partió hacia la alta mar, el pajecillo que sigue la alameda cuya
frente toca el cielo.
Los senderos son ásperos. Los montículos se cubren de retamas. El aire está inmóvil. ¡Que lejos los pájaros y las
fuentes! Tiene que ser el fin del mundo, si avanzamos. "
Yannis Ritsos (Grecia, 1909-1990)
Grecidad, Capítulo I
" Estos árboles no transigen con tener menos cielo, estas piedras no transigen con los pasos enemigos, estos rostros no
transigen más que con el sol, estos corazones no transigen más que con la justicia. Este paisaje es duro como el
silencio, aprieta contra su seno sus piedras incandescentes, aprieta contra la luz sus olivos huérfanos y sus vides,
aprieta los dientes, no hay agua, solamente luz. El camino se pierde entre la luz y la sombra del seto es hierro. Los
árboles, los ríos y las voces se convirtieron en mármol bajo la cal del sol, con el mármol tropiezan las raíces, los
arbustos polvorientos, la mula y la rosa, jadean, no hay agua, todos tienen sed, años enteros, todos mastican un
bocado de cielo además de su amargura. Sus ojos están rojos de insomnio, una profunda arruga clavada entre sus cejas
como un ciprés entre dos montes al anochecer. Sus manos están pegadas al fusil, el fusil es una prolongación de sus
manos, sus manos son una prolongación de sus almas, tienen sobre sus labios el furor y tienen una pena profunda, muy
profunda en sus miradas, como una estrella en un charco de sal. Cuando estrechan la mano el sol está seguro para el
mundo, cuando sonríen vuela una pequeña golondrina de su barba feroz, cuando duermen doce estrellas nacen de sus
bolsillos vacíos, cuando mueren sube la vida cuesta arriba con tambores y banderas. Hace ya tantos años que todos
tienen hambre, que todos tienen sed, que todos mueren sitiados por tierra y mar, el calor devoró sus campos y la sal
inundó sus casas, el viento derribó sus puertas y deshojó las pocas lilas de la plaza, por los agujeros de sus capotes
entra y sale la muerte, sus lenguas están ácidas como el amargo fruto del ciprés, sus perros se murieron envueltos en
sus sombras y la lluvia golpea en sus huesos. Fuman boñigas arriba en las guaridas, convertidos en piedra y por la noche
vigilan el rabioso mar donde se ha hundido el mástil roto de la luna. Se ha terminado el pan. Las balas se acabaron,
ahora cargan sus viejas armas, solo con sus corazones. Tantos años sitiados por tierra y mar, todos tienen hambre,
todos perecen y nadie se muere, arriba, en las guaridas, sus ojos centellean, una gran bandera, un gran fuego rojo, y,
cada amanecer, millares de palomas vuelan desde sus manos hacia las cuatro puertas del horizonte."

Biografía

José Eustasio Rivera (Colombia, 1888-1928)


La vorágine (fragmento)
" Los que un tiempo creyeron que mi inteligencia irradiaría extraordinariamente, cual una aureola de mi juventud; los
que se olvidaron de mí apenas mi planta descendió al infortunio; los que al recordarme alguna vez piensen en mi
fracaso y se pregunten por qué no fui lo que pude haber sido, sepan que el destino implacable me desarraigó de la
prosperidad incipiente y me lanzó a las pampas, para que ambulara vagando, como los vientos, y me extinguiera, como
ellos, sin dejar más que ruido y desolación. "

Biografía

José Rizal (Filipinas, 1861-1896)


Noli me tangere (fragmento)
" María Clara dejó caer la labor que tenía entre las manos, quiso moverse pero no pudo: un estremecimiento nervioso
recorría su cuerpo. Se oyeron unos pasos en las escaleras y, después una voz fresca, varonil. Como si esta voz hubiese
tenido un poder mágico, la joven se sustrajo a su emoción y echóse a correr, escondiéndose en el oratorio donde
estaban los santos. Los dos primos se echaron a reir, e Ibarra hayó aún el ruido de una puerta que se cerraba. Pálida,
respirando aceleradamente, la joven se comprimió el palpitante seno y quiso escuchar. Oyó la voz, aquella voz tan
querida, que hacía tiempo sólo oía en sueños; él preguntaba por ella. Loca de alegría besó al santo que encontró más
cerca, a san Antonio Abad. Después buscó un agujero, el de la cerradura, para verle y examinarle: ella sonreía, y
cuando su tía la sacó de su contemplación, sin saber lo que hacía, se colgó del cuello de la anciana y la llenó de
repetidos besos. -¡Vamos, arréglate, ven! -añadió la anciana en tono cariñoso-. Mientras él habla con tu padre de tu ...
ven y no te hagas esperar. Capitán Tiago e Ibarra hablaban animadamente cuando apareció tía Isabel, medio
arrastrando a su sobrina, que dirigía la vista a todas partes, menos a las personas... ¿Qué se dijeron aquellas dos almas,
qué se comunicaron en ese lenguaje de los ojos, más perfecto que el de los labios, lenguaje dado al alma para que el
sonido no turbe el éxtasis del sentimiento?. "

Biografía

Augusto Roa Bastos (Paraguay, 1917)


El trueno entre las hojas (fragmento)
" El ingenio se hallaba cerrado por limpieza y reparaciones después de la zafra. Un tufo de horno henchía la pesada y
eléctrica noche de diciembre. Todo estaba quieto y parado junto al río. No se oían las aguas ni el follaje. La amenaza
de mal tiempo había puesto tensa la atmósfera como el hueco negro de una campana en la que el silencio parecía
freírse con susurros ahogados y secretas resquebrajaduras.
(...)
Cuando se apagó el murmullo de las voces, se pudo notar que el acordeón fantasma no sonaba ya en la garganta del río.
Sólo la campana forestal siguió tañendo por un rato, a distancia imprecisable. Después también el pájaro calló. Los
últimos ecos resbalaron sobre el río. Y el silencio volvió a ser tenso, pesado, oscuro. Los primeros relámpagos se
encendían hacia el poniente, por detrás de la selva. Eran como fugaces párpados de piel amarilla que subían y bajaban
súbitamente sobre el ojo inmenso de la tiniebla. El acordeón no volvió a sonar esa noche en el Paso.
(...)
Las ruinas también lo miraban con ojos ciegos. Se miraban sin verse, el río de por medio, todas las cosas que habían
pasado, el tiempo, la sangre que había corrido, entre ellos dos; todo eso y algo más que sólo él sabia. Las ruinas
estaban silenciosas entre los helechos y las ortigas. Él tenía su música. Sus manos se movían con ímpetu arrugando y
desarrugando el fuelle. Pero en el rezongo melodioso flotaba su secreto como los camalotes y los raigones negros en el
río.
(...)
La recordaba como entonces y aunque estuviera lejos o se hubiese muerto, la esperaría siempre. No; pero ella no
estaba muerta. Sólo para él era como un sueño. A veces la sentía pasar por el río. Pero ya no podía verla sino en su
interior, porque la cárcel le había dejado intactos sus recuerdos pero le había comido los ojos. Estaba acompañado y
solo. Por eso el acordeón sonaba vivo y marcial entre las barrancas de Paso Yasy-Moroti, pero al mismo tiempo triste y
nostálgico, mientras caía la noche sobre su noche. "

Yo el Supremo (fragmento)
" Quiero que en las palabras que escribes haya algo que me pertenezca. No te estoy dictando un cuenticulario de
nimiedades. Historias de entretén-y-miento. No estoy dictándote uno de esos novelones en que el escritor presume el
carácter sagrado de la literatura. Falsos sacerdotes de la letra escrita hacen de sus obras ceremonias letradas. En ellas,
los personajes fantasean con la realidad o fantasean con el lenguaje. Aparentemente celebran el oficio revestitdos de
suprema autoridad, mas turbándose ante las figuras salidas de sus manos que creen crear. De donde el oficio se torna
vicio. Quien pretende relatar su vida se pierde en lo inmediato. Únicamente se puede hablar de otro. El Yo sólo se
manifiesta a través del Él. Yo no me hablo a mí. Me escucho a través de Él....... Con los mismos órganos los hombres
hablan y los animales no hablan. ¿Te parece esto razonable? No es, pues, el lenguaje hablado el que diferencia al
hombre del animal, sino la posibilidad e fabricarse un lenguaje a la medida de sus necesidades. ¿Podrías inventar un
lenguaje en el que el signo sea idéntico al objeto? Inclusive los más abstractos e indeterminados. El infinito. Un
perfume. Un sueño. Lo Absoluto. ¿Podrías lograr que todo esto se transmita a la velocidad de la luz? No; no puedes. No
podemos..." "

Biografía

Mercé Rodoreda (Catalunya, 1908-1983)


La plaça del Diamant (fragmento) - en catalán-
" I em vaig tornar a girar de cara a la porta i amb la punta del ganivet i amb lletres de diari vaig escriure Colometa, ben
ratllat endintre, i, com d'esma, vaig posar-ma a caminar i les parets em diuen que no els passos, i vaig ficar-me a la
plaça del Diamant: una capsa buida feta de cases velles amb el cel per tapadora. "

Mirall trencat (fragmento) - en catalán-


" I, pertot, l'heura que s'enfila, que escanya, que s'arrossega per ser més forta. L'heura al voltant de l'aigua. L'heura
fosca, amb les fulles enterques, que mal tapaven els penjolls de raïms de granets petits i negres. Tot el que en un
temps havia estat ordenat, dirigit, l'abandó i el pas de les estacions ho havien convertit en malaltia. De les branques
velles, de les branques noves, de les branques esqueixades pel vent, cremades pels llamps, de tots els aixoplucs de
sota de les fulles, un dia, feia anys, n'havien fugit els ocells. "
La mort i la primavera (fragmento) - en catalán-
" Tots es van girar a mirar el fum i les dones amb la dona del ferrer es van avalotar i em costa de saber... em costa de
pensar, em costa de recordar, em costa de saber quines coses van passar primer que les altres, però a l'últim tot
torna... quan ja ho he oblidat i m'he oblidat de mi i de tot... I torna el foc. Com si a dintre de la casa del ferrer que era
la casa que cremava hi visqués el foc i el vent, i vent i foc tot sortís per les finestres a glopades senceres i a glopades
trencades. "

Biografía

Claudio Rodríguez (España, 1934-1999)


Don de la ebriedad (fragmento)
" Siempre la claridad viene del cielo;
es un don; no se halla entre las cosas
sino muy por encima, y las ocupa
haciendo de ello vida y labor propias.
Así amanece el día; así la noche
cierra el gran aposento de sus sombras.
Y esto es un don. ¿Quién hace menos creados
cada vez a los seres? ¿Qué alta bóveda
los contiene en su amor? ¡Si ya nos llega
y es pronto aún, ya llega a la redonda
a la manera de los vuelos tuyos
y se cierne, y se aleja y, aún remota,
nada hay tan claro como sus impulsos!
Oh, claridad sedienta de una forma,
de una materia para deslumbrarla
quemándose a sí misma al cumplir su obra.
Como yo, como todo lo que espera.
Si tú la luz te la has llevado toda,
¿cómo voy a esperar nada del alba?
Y, sin embargo -esto es un don-, mi boca
espera, y mi alma espera, y tú me esperas,
ebria persecución, claridad sola
mortal como el abrazo de las hoces,
pero abrazo hasta el fin que nunca afloja. "

Biografía

Montserrat Roig (Catalunya, 1946-1991)


L'agulla daurada (fragmento) - en catalán-
" Aquell hivern, la neu arribà d'hora a Leningrad. Els primers borrallons van caure el 14 d'octubre de 1941 i el 31 ja hi
havia un gruix de deu centímetres. Els ciutadans per primera vegada no s'alegraven en veure el gebre a la matinada. A
finals de setembre s'havien exhaurit el carbó i el petroli dels magatzems. En algunes zones, la temperatura arribà a
quaranta graus sota zero. Grups de nois i noies van marxar als boscos del voltant per tallar la llenya dels arbres. Amb
les mans enterques i els rostres congelats, s'enfrontaven al nevàs, al fred urent i a les bombes dels alemanys. Encara
avui els cossos de molts d'ells jeuen enterrats en aquells boscos. Però no talaren ni un sol arbre dels parcs i jardins que
creixen des que es fundà Leningrad. I començà un fet dolorós: la crema de llibres. La biblioteca -a casa hi havia molts
llibres- serví per a escalfar-nos. La selecció va ser molt dura. Triàvem i tornàvem a triar. Primer vam llençar les
revistes alemanyes a l'estufa. Després, velles revistes franceses de la Illustration, i, en acabat, les enciclopèdies. Més
tard, els mobles. Però no ens atrevíem a llençar els llibres de literatura i, encara menys, els clàssics. La mare, per
guarir-me de la tristesa, m'ensenyà francès. Les lectures em van salvar. Tot el dia m'estava sola amb els llibres i ara sé
que la tradició culta és resistir. Jo tenia por de baixar al soterrani quan bombardejaven i m'arrapava a un llibre mentre
sentia els espetecs i xiulets damunt meu. L'Alexandra Koss tenia vuit anys quan, un dia, la mare li va fer un regal. Entre
la paperaza que havien salvat del foc hi havia un vell llibre, relligat de pell i amb il·lustracions al carbó. Era un Quixot
en francès, una versió íntegra que havien llegit els avis i els besavis. El va llegir i va començar a entendre les darreres
raons de la resistència al bloqueig. Les aventures del cavaller de la Manxa es convertiren en la seva mitologia infantil.
Tots els soldats que anaven i venien del front eren esprimatxats i valents, austers i estirats, d'una moralitat absoluta,
despullada de tota convenció. Com Puixkin, com Malaiovski, com Dostoievski, l'Alexandra trobava en el Quixot les raons
d'un món irracional i absurd, les claus per a entendre què significa un setge en una ciutat moderna. Tots els soldats
eren el Quixot. No hi podia haver capaltre model literari que es vinculés tan estretament amb la realitat russa. Puixkin
havia dit que Brutus o Pèricles, transportats a Rússia, es convertirien en simples fatxendes. Però el Quixot, no. Al
Quixot s'encaraven el món ideal i el món real, de la mateixa manera que dins la nena Alexandra convivien el món de les
bombes que mataven i el món de l'hipopòtam [imaginari] que regalava pomes. Don Quixot era, segons la famosa frase
de Coleridge, «la personificació de la raó i del sentit moral despullats de tot judici i comprensió». I és així com la seva
mare salvà l'Alexandra de morir de tristesa. "

Els catalans als camps nazis (fragmento) - en catalán-


" La mare era una dona molt de casa seva, no havia sortit mai sola a Barcelona, perquè deia que s'hi perdia. Però quan
els feren tornar a la força i es quedaren sense res, sense feina, sense casa, sense menjar, la mare baixava sola a la
ciutat i es perdia pels carrers estrets del Barri Xino tot venent tabac, pa i oli d'estraperlo. I sempre guardava la fruita
més bonica, les pomes lluents, les taronges grosses, fins que es feien malbé. La guardava per als seus fills, els qui
s'havien quedat a Alemanya, perquè deia que tindrien gana, quan tornessin. Ja hem vist que no tornarien, que en Pepe
i el seu pare moririen al camp de Gusen. "

Biografía

Gonzalo Rojas (Chile, 1917)


Daimon del domingo, de Materia de Testamento
" Entre la Biblia de Jerusalén y estas moscas que ahora andan ahí volando, prefiero estas moscas. Por 3 razones las
prefiero: 1-porque son pútridas y blancas con los ojos azules y lo procrean todo por el aire como riendo, 2-por eso
velocísimo de su circunstancia que ya lo sabe todo desde mucho antes del Génesis, 3-por además leer el Mundo como
hay que leerlo: de la putrefacción a la ilusión. "
Biografía
Winett de Rokha (Chile, 1894-1951)
Rueda de fuego sin lágrimas, de Cantoral
" Era el tiempo inmóvil de la flor del jacinto...
cuando yo era como las manzanas...Y tú
viniste, como todas las cosas, que se encienden en el universo;
las tempestades, las sombras de la vida. Y sin embargo...
venía tan nueva la composición de caminos de bronce
que andaba sedificando. Mirándote me conocí,
amándote, oh amándote encontré el evangelio de mi alma,
ya cansada antes de ser. Y sigo inquiriendo, y sigo esperando
arrancar de tu espíritu la razón de mi angustia;
sabiendo que me has dado todo lo que trajiste de la muerte,
sabiendo que moriré llamándote. "
Biografía

Romain Rolland (Francia, 1866-1944)


Vida de Beethoven (fragmento)
" Desde el comienzo, la vida se le aparecía como un combate triste y brutal. Se sentía incapaz de conquistar a una
mujer. Un hombre así estaba condenado a ser una víctima cándida del amor, y lo fué. Se enamoraba locamente, sin
cesar, y soñaba romances que al punto lo defraudaban, con la consiguiente amargura y sufrimiento. En estas
alternativas de amor y de orgullosa rebeldía es donde hay que buscar el más fecundo manantial de su inspiración, hasta
aquellos años en que el ardor de su naturaleza se encalma en una melancólica resignación. Desde esta sima de tristeza,
exaltará a la alegría. Era la única ilusión de su vida. Dudó, y pensó, sin decidirse, durante varios años; y tantas veces
como retomaba el proyecto, lo abandonaba, arrastrado sin cesar por el torbellino de sus pasiones y de sus melancolías.
"

Biografía

Pierre de Ronsard (Francia, 1524-1585)


Sonetos a Elena (fragmento)
" Cuando trémula avives el fuego que destella,
hilando y devanando cabe el hogar sentada,
al modular mis versos dirás maravillada:
--Ronsard cantó mis años, yo era joven y bella.

Velando tu fatiga, te hablará la doncella,


viendo cómo se enturbia de sueño tu mirada:
-El amó tu belleza, y en su canción alada
puso tu nombre y puso toda su gloria en ello.

Yo dormiré en el césped, fastasma vagaroso,


y los mirtos oscuros me darán reposo;
tú, blancos los cabellos, en tu sillón rendida,

Lamentarás llorando mi amor y tu desvío...


No espero a la tarde, que fuera desvarío:
Coge desde temprano las rosas de la vida. "

Biografía

Luis Rosales (España, 1910-1992)


Ayer vendrá
" La tarde va a morir; en los caminos
se ciega triste o se detiene un aire
bajo y sin luz; entre las ramas altas,
mortal, casi vibrante,
queda el último sol; la tierra huele,
empieza a oler; las aves
van rompiendo un espejo con su vuelo;
la sombra es el silencio de la tarde.
Te he sentido llorar: no sé a quién lloras.
Hay un humo distante,
un tren, que acaso vuelve, mientras dices:
Soy tu propio dolor, déjame amarte. "

Ascensión hacia el reposo


" Como es misericordia la locura
y el espacio nos brinda la bienaventuranza,
como es la noche viva, la lluvia silenciosa
que va del corazón del hombre hasta los ojos
en un encendimeinto de sombra y hermosura,
como se que al morir terminará la muerte,
como en el corazón se derrama la sangre
con un rumor de lluvia que ilumina la niebla,
como tengo fe de soñar que te amo,
mi carne erá un día como un agua corriente
y mi cuerpo será de silencio amoroso,
de cristal dolorido cuando tú lo iluminas.

Como en la inclinación morena de tus ojos


el silencio vencido se convierte en aroma,
como tengo una voz que se cubre de hierba donde
vuelan las alondras y palabras y lágrimas,
y como en tu cabello despierta la agonía
y la paciencia intacta naufragará en la sangre
porque existe la muerte,
porque la sombra clara se convierte en misterio
y la quietud del mundo colma la transparencia,
porqué el último olvido morirá con el hombre,
y tu boca de llanto y amapolas violentas,
y tus brazas de cal y niebla reclinada,
y tus manos delgadas como álamos de espuma,
y mi voz, y mis ojos,
todo será divino al perder la memoria.

Como insiste el dolor, pero no se termina


y es la lenta ascensión de la sangre al reposo,
como es la primavera al donaire
porque llevas el alma derramada en el paso,
como es caridad para mirar tu cuerpo
y es la noche tranquila tu encendida alabanza,
como tú eres el único sufrimiento posible
y la angustia de cal que me quema los ojos,
con humildad, buscando la palabra precisa,
yo te ofrezco la sombra,
la paciencia del mundo donde olvido la espera,
donde olvido esta inmóvil angustia de ser junco
y sentir en las plantas los impulsos del río,
donde puedo creer,
porque marchamos juntos
igual que dos hermanos perdidos en la nieve. "
Biografía

Baltasar Rosselló Porcel (Les Illes, 1913-1938)


A Mallorca durant la guerra civil, de Imitació del foc (en catalán)
" Verdegen encara aquells camps
i duren aquelles arbredes
i damunt del mateix atzur
es retalles les meves muntanyes.
Allí les pedres invoquen sempre
la pluja difícil, la pluja blava
que ve de tu, cadena clara,
serra, plaer, claror meva!
Sóc avar de la llum que em resta dins els ulls
i que em fa tremolar quan et recordo!
Ara els jardins hi són com músiques
i em torben, em fatiguen com en un tedi lent.
El cor de la tardor ja s'hi marceix,
concertat amb fumeres delicades.
I les herbes es cremen a turons
de cacera, entre somnis de setembre
i boires entintades de capvespre.

Tota la meva vida es lliga a tu,


com en la nit les flames a la fosca. "

A Amália Tineo (en catalán)


" Només un arbre, a la vorera, porta
el tremolor del mar, i el frec de fulles
retorna el benefici de les ones.
Les roques mortes en arenes mortes
viuen només uns brins d'herba poruga.
Mar foll de gris i verd i força d'aire:
trenca cristalls sobre la costa blana!
Aprén l'ombra llunyana, blava i blanca,
dels núvols plens de vent i pródigs d'ales.
Només en mi pots créixer més i estendre
més pura sal, més amagada pedra,
i encara retrobar-te en camins foscos
per balenes remotes i algues velles.
Peró jo m'he perdut en les planúries
que han oblidat la dansa, el crit de l'aigua
entre alzines i roures, entre llunes
sense rius, sense pous, sense ones altes. "

Biografía

Jean-Pierre Rosnay (Francia, 1926)


Orden del Dia
" Mantener el alma en estado de marcha,
mantener el contingente a distancia,
mantener el alma por sobre la refriega,
mantener a Dios como una idea cualquiera,
un apoyo, una eventualidad,
una comarca salvaje del universo poético,
mantener las promesas de la infancia,
mantener a raya la adversidad,
no dar cuartel al adversario,
mantener la palabra abierta,
hacer pagar caro a sus debilidades,
no dejarse arrastrar por la corriente,
mantener su rango en el rango de aquellos
que están decididos a mantener al hombre
en posición estimable,
no dejarse seducir por lo fácil
bajo el pretexto de que los peores
se elevan cómodamente al más alto nivel mientras
los mejores difícilmente mantienen el camino,
ser digno del privilegio de ser
bajo la forma más lograda: el hombre.
O mejor aún, la mujer. "

Biografía

Edmond Rostand (Francia, 1868-1918)


Cyrano de Bergerac (fragmento)
" (Es este momento una racha de aire hace caer algunas hojas.)
Cyrano.- !Las hojas!
Roxana.- (Levantando a cabeza y mirando hacia los árboles del fondo.) !Qué hermoso su matiz amarillento! !
Miradlas!... !Cómo caen!...
Cyrano.- !Qué bien caen! Presienten que a morir van entre el cielo, y a la tierra al saltar desde la rama, con ser breve
el tristísimo trayecto, quieren que su descenso o su caída tenga la gracia angelical de un vuelo.
Roxana.- ¿Eres melancólico?
Cyrano.- No...
Roxana.- Pues entonces dejemos a las hojas y algo nuevo contadme. ¿Mi gaceta?...
Cyrano.- Ahí va.
Roxana.- Explicaos.
Cyrano.- (Cada vez más pálido, luchando contra el dolor.) Sábado, diecinueve; de un exceso de uvas de Cette, el Rey,
con calenturas cayó postrado en su mullido lecho. Por eso su majestad fue condenado su mal a una sangría, y
escarnamiento eficaz debió ser, pues desde entonces no sufre alteración el pulso regio. Domingo: en el gran baile de la
reina quemáronse, me han dicho, setecientos sesenta y tres hachones. Nuestras tropas con las de Don Juan de Austria
combatieron. ¿Qué más?... Fueron ahorcados cuatro brujas, y madama de Athís purgó a su perro.
Roxana.- Señor de Bergerac, ¿queréis callaros?
Cyrano.- Lunes... Nada: cambió de caballero Ligdamira.
Roxana.- ¡Jesús!
Cyrano.- (Cuyo rostro va alterándose más y más.) Martes: la corte hizo un pequeño viaje de recreo. Miércoles: la
Montglat dio un no al de Fiesque. Jueves: llega Mancini poco menos que a reina augusta de la noble Francia. El viernes,
la Montglat dio un sí completo; y el sábado, por fin... (Cierra los ojos e inclina la cabeza. Pausa.)
Roxana.- (Extrañando que Cyrano no continúe, se vuelve, le mira y se levanta asustada.) ¿Se ha desmayado? ¡Cyrano!
¿Qué tenéis?
Cyrano.- (Abriendo los ojos; con voz vaga.) Nada, un ligero malestar.
Roxana.- ¿Estáis malo?
Cyrano.- (Al ver a Roxana inclinada sobre él, asegurase con un movimiento brusco el sombrero en la cabeza y se echa
atrás en su sillón.) No; la herida que recibí en Arrás... y que aún siento.
Roxana.- ¡Pobre amigo!
Cyrano.- No es nada, lo repito. Pasará... ¡ya pasó! (Sonríe con esfuerzo.)
Roxana.- (En pie, cerca de él.) Todos tenemos nuestra herida; la mia aquí, aun abierta, (Poniéndose una mano en el
pecho.) debajo del papel y amarillento, con huellas de su sangre y de su llanto. (Empieza a anochecer.)
Cyrano.- !Su carta! Me ofrecisteis, hace tiempo, dejadmela leer.
Roxana.- Si, cualquier día.
Cyrano.- ¿Queréis hoy?
Roxana.- Si esto os place...
Cyrano.- Lo deseo.
Roxana.- (Dándole el medallón que pendía de su cuello.) Tomad.
Cyrano.- (Tomando la carta.) ¿La puedo abrir?
Roxana.- Si, amigo mío. (Roxana recoge la labor y los enseres.)
Cyrano.- (Leyendo.) "Por tí, mi encanto, rebosa el corazón amor inmenso; y muero, y mis miradas codiciosas, festín
supremo de mis ojos ebrios con tu beldad..."
Roxana.- ¡Qué bien leéis!
Cyrano.- (Continuando.) "...ya nunca al vuelo besarán tu menor gesto. Todos hoy los refleja, enardecido, en trance tan
cruel, mi pensamiento; y uno entre los demás: el que te es propio al acercar los primorosos dedos a la frente..."
Roxana.- ¡Qué bien leéis! (Va oscureciéndose sensiblemente)
Cyrano.- "Y ansío gritar, y grito: ¡Adiós!..."
Roxana.- ¡Oh! Leéis... Cyrano. "Mi dueño..."... con una voz ...
Cyrano.- "... mi dicha, mi tesoro..."
Roxana.- ... ¡que yo escuché otra vez!
(Roxana se le acerca sin que él lo note, se coloca detrás del sillón, se inclina y mira la carta. La oscuridad aumenta.)
Cyrano.- "De mis recuerdos ni un punto se alejó tu bella imagen, porqué soy, y seré después de muerto, quien te ama,
quien por ti..."
Roxana.- (Poniéndole una mano en el hombro.) ¿Cómo es posible que a oscuras la leáis? Yo nada veo.
(Cyrano se estremece, se vuelve, ve a Roxana, hace un movimiento de espanto, baja la cabeza. Larga pausa. Luego,
entre las sombras que ya los envuelve por completo, Roxana, con las manos juntas, dice lentamente, deteniéndose en
cada palabra.)
Roxana.- ¡Infeliz! ¡Y pasasteis catorce años como amigo viniendo a este convento para mi distracción!...
Cyrano.- ¡Ah! Yo, Roxana...
Roxana.- ¡Quien me amaba erais vos!
Cyrano.- ¡No!
Roxana.- ¡Conocerlo debí cuando mi nombre proferíais!
Cyrano.- ¡No era yo! ¡No era yo!
Roxana.- (Con vehemencia.) ¡Vos! ¡Oh! ¡Comprendo cuán generosa fue vuestra impostura! ¡Las cartas!... ¡Erais vos!
Cyrano.- ¡No!
Roxana.- (Siempre con vehemencia.) Los conceptos apasionados...
Cyrano.- ¡No!
Roxana.- La voz que puede aquella noche oir..., ¡vos!, ¡todo vuestro!
Cyrano.- ¡Juro que no!
Roxana.- ¡Vibraba allí vuestra alma!
Cyrano.- Yo no os amaba.
Roxana.- ¡Si!
Cyrano.- ¡Tened por cierto que era el otro!
Roxana.- ¡Mentira! ¡Vos, vos erais!
Cyrano.- ¡Ah, no, no!
Roxana.- ¿A qué negarlo, si el acento os vende? ¡Vaciláis!
Cyrano.- (Vencido, con pasión) ¡No, no, amor mío, yo no os amé jamás!
Roxana.- ¡Ah! ¡Mis recuerdos!...¡Un mundo hecho pavesas, que renace!... ¿Por qué, por qué ocultasteis tanto tiempo,
Cyrano, vuestro amor, si estaba escrito por vos ese billete, si era vuestro ese llanto?...
Cyrano.- (Dándole la carta.) Esa sangre era la suya. "
Biografía

Joseph Roth (Austria, 1894-1939)


La marcha Radeztky (fragmento)
" Todo lo que crecía, requería de mucho tiempo para crecer. Y todo lo que desaparecía necesitaba largo tiempo para
ser olvidado. Todo lo que había existido dejaba huellas tras de sí y entonces se vivía de los recuerdos, como ahora se
vive de la capacidad de olvidar rápida y decididamente. "

Albania (fragmento)
" Albania es bella, infeliz y, a pesar de su actualidad, aburrida. Las montañas son a veces de una indefinida sustancia
clara, se podrían tomar por cúmulos de vidrio pintados de verde. Sólo en las mañanas grises, cuando el cielo no está
cubierto de nubes auténticas sino de un sutil gabán de tela de nube, se descubre que las montañas son de piedra.
Entonces se vuelven más sólidas y más inexorables; todo el país es como un corral cerrado, ceñido por muros de prisión
naturales. La libertad es un concepto relativo; se advierte de inmediato la falta de vías férreas que nos conduzcan al
siglo que es nuestra patria, se oye que las naves lejanas de aquí dos horas, cuatro horas, doce horas, se detienen en un
puerto albanés sólo una vez a la semana, y el peso de lo exótico es doblemente cruel en tanto es una pena escogida
libremente. Vista desde Berlín, la venganza de sangre es más interesante. En su patria, en cambio, se torna indiferente
y obvia, cargada de suciedad, chinches, noches sombrías, lámparas de petróleo rotas, comidas grasosas, ataques de
malaria, té de algas marinas. En tales circunstancias soy menos sensible a la belleza natural que los turistas natos, con
su optimismo. Registro lo más que puedo: tranquilas mañanas azules de una simplicidad suprema, plenas de un sol que
calcina hasta la sombra y se resiente en cada oquedad; pájaros solitarios (aquí son raros, pues la gente está siempre
atenta a disparar) en el aire y, naturalmente, en las ramas; bosques en los que reinan soberanos el silencio, la
profundidad, el infinito y el olvido. "

Biografía

Philip Roth (EEUU, 1933)


La mancha humana (fragmento)
" El lago helado en un circo de montañas, del que Zuckerman se alejaba con visible inquietud y temor ante una visión
tan pura y apacible como aquélla: un hombre solitario sentado en un cubo, pescando a través de 45 centímetros de
hielo en un lago que constantemente renovaba su agua en lo alto de una arcádica montaña de América. (...) Debo
decirte que yo no creo en la muerte y no experimento el tiempo como algo limitado. Sé que puedo vivir tres horas o 30
años, pero esto ya no es una presión sobre mí. Creo que por fin terminaron las interrupciones porque el tiempo está de
mi lado. "

Biografía

Jacques Roumain (Haití, 1907-1944)


Cuando replica el tam-tam
" Tu corazón tiembla en la sombra como el reflejo
de un rostro en las aguas turbulentas.
El antiguo espejismo se eleva en lo más hondo de la noche.
Tú conoces el dulce sortilegio del pasado:
un río que te arrastra lejos de la orilla,
que te lleva hacia un paisaje ancestral.
Tu alma es el reflejo de las aguas donde
tus antepasados inclinaban sus oscuros rostros. "

Biografía

Jean-Jacques Rousseau (Francia, 1712-1778)


El Contrato Social (fragmento)
" La dulce voz de la naturaleza ya no es una guía infalible para nosotros, ni la independencia que de ella recibimos es
un estado deseable; la paz y la inocencia se nos han escapado para siempre, antes de que pudiéramos disfrutar de sus
delicias; la feliz edad de oro, insensible para los estúpidos hombres de los primeros tiempos y que se les escapó a los
hombres ilustrados de tiempos posteriores, fue siempre un estado extranjero a la raza humana, sea porque no lo
reconoció cuando pudo gozarlo o porque lo perdió cuando pudo conocerlo. "

Biografía

J. K. Rowling (Gran Bretaña, 1966)


Harry Potter y el cáliz de fuego (fragmento)
" Lentamente, con el rostro crispado como si prefiriera hacer cualquier cosa antes que aproximarse a su señor y a la
alfombra en que descansaba la serpiente, el hombrecito dio unos pasos hacia adelante y comenzó a girar la butaca. La
serpiente levantó su fea cabeza triangular y profirió un silbido cuando las patas del asiento se engancharon en la
alfombra. Y entonces Frank tuvo la parte delantera de la butaca ante sí y vio lo que había sentado en ella. El bastón se
le resbaló al suelo con estrépito. Abrió la boca y profirió un grito. Gritó tan alto que no oyó lo que decía la cosa que
había en el sillón mientras levantaba una varita. Vio un resplandor de luz verde y oyó un chasquido antes de
desplomarse. Cuando llegó al suelo, Frank Bryce ya había muerto. "

Biografía

Arundhati Roy (India, 1960)


El final de la imaginación (fragmento)
" Estoy dispuesta a arrastrarme, a humillarme abyectamente porque, en estas circunstancias, el silencio sería
insostenible. Así que todos aquellos que estén por la labor: cojamos nuestro guión, pongámonos los disfraces que ya
habíamos desechado y leamos nuestras frases de segunda mano en esta triste obra de segunda mano. Pero no olvidemos
que lo que está en juego es descomunal. Nuestro cansancio y nuestra vergüenza podrían significar nuestro fin. El fin de
nuestros hijos y de los hijos de nuestros hijos. De todo aquello que amamos. Tenemos que buscar en nosotros mismos y
encontrar la fuerza para pensar. Para luchar. Una vez más, vamos lamentablemente por detrás de los tiempos. "

Biografía
Claude Roy (Francia, 1915-1997)
El año 1925
" El olor del pan que comienza a ser cocido en el horno
subiendo por un respiradero de la rue d'Alésia a la tarde
Los cascos de los caballos en el suelo de madera
y el silbido de las locomotoras de vapor por la noche
que evocan los raíles del tranvía número ocho
subiendo hacia Les Halles por el Boulevard Saint-Michel

Los escucho hace mucho viniendo del fondo del tiempo


entre el olor del carbón y de las cestas de hortalizas
que el arpajonés renqueante dejó a su paso

La forma de una ciudad cambia más rápido


que el corazón de un mortal, ya lo dijo Baudelaire. "

Dos versos de un poema chino


" El aroma de cabellos muy negros y muy finos
en el peine, un perfume de ámbar y de tarde de tormenta,
la risa de una sirvienta, el ruido muy dulce de pies desnudos sobre la arena.
Fuera en el jardín un rumor de aguas vivas
y de pájaros que se bañan en el pilón de piedra.
Por qué en febrero gris cuando se derrite la nieve sucia,
la joven que se peinaba en Xian una mañana de verano
en el tiempo del último emperador de los Tang del Sur.
Por qué viene ella de repente a mezclar con la bruma de invierno
el murmullo del peine en sus cabellos sueltos,
un perfume de cabellos negros y finos,
el ruido apenas ruido de los sirvientes pies desnudos
caminando por las losas y por la arena del jardín
y el canto de una oropéndola muerta desde hace doce siglos
mezclada con el rumor de aguas que no se agotan jamás.
Todo porque un poeta chino enamorado de la joven
acaricia en dos versos sus cabellos sueltos
su lejano perfume de ámbar y de tarde de tormenta. "

Algo de realidad
" Te acuerdas, Loleh, en Alicia en el país de las maravillas,
Tweedledee cuando explica a la niña
que ella existe sólo porque el rey la sueña.
Si el rey se despierta amenaza Tweedledee ¡bang!
vas a evaporarte como cuando soplamos una vela,
pero es verdad que existo, dijo Alicia llorando
Está también Platón, su historia de la caverna
y Chuang-Tzé que sueña que es una mariposa
y se pregunta a sí mismo cuando despierta si no será
una mariposa que sueña ser Chuang-Tzé
Está además Descartes, y la posibilidad de que todo no sea
más que una jugarreta de un genio malo, y el otro,
el irlandés que querría despertarse por fin
de la pesadilla de la Historia.
Quizás después de todo yo sólo he soñado
que camino junto a ti, si sueño que te amo,
si sueño que soy yo que sueño que tú existes,
¿quién se despertará al final de mi sueño?
Pero el viejo sabio chino sonríe dulcemente
me sosiega, yo podría aceptar la idea
de que nada bueno me hubiese ocurrido nunca de verdad,
pero que Loleh no haya existido encuentro la cosa improbable.
Sí, tú estás aquí y el viejo maestro chino murmura,
si no existe nadie más que yo, no existe nada de mí. "

Biografía

Juan Rulfo (México, 1917-1986)


Pedro Páramo (fragmento)
" Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí
que vendría a verlo en cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en señal de que lo haría; pues ella estaba por morirse
y yo en un plan de prometerlo todo. No dejes de ir a visitarlo -me recomendó-. Se llama de este modo y de este otro.
Estoy segura de que le dará gusto conocerte. Entonces no pude hacer otra cosa sino decirle que así lo haría, y de tanto
decírselo se lo seguí diciendo después que a mis manos les costó trabajo zafarse de sus manos muertas.
(...)
Yo imaginaba ver aquello a través de los recuerdos de mi madre; de su nostalgia, entre retazos de suspiros. Siempre
vivió ella suspirando por Comala, por el retorno; pero jamás volvió. Traigo los ojos con que ella miró estas cosas.
(...)
Me enterraron en tu misma sepultura y cupe muy bien en el hueco de tus brazos. Aquí en este rincón donde me tienes
ahora. Sólo se me ocurre que debería ser yo la que te tuviera abrazado a ti. ¿Oyes?. Allá afuera está lloviendo.
(...)
Después de tantas horas de caminar sin encontrar ni una sombra de árbol, ni una semilla de árbol, ni una raíz de nada,
se oye el ladrar de los perros. Uno ha creído a veces, en medio de este camino sin orillas, que nada habría después; que
no se podría encontrar nada al otro lado, al final de esta llanura rajada de grietas y arroyos secos. Pero sí, hay algo.
Hay un pueblo. Se oye que ladran los perros y se siente en el aire el olor del humo, y se saborea ese olor de la gente
como si fuera una esperanza. Pero el pueblo está todavía muy allá. Es el viento el que lo acerca. "

Biografía

Salman Rushdie (Gran Bretaña, 1947)


El suelo bajo sus pies (fragmento)
" Vina, a la que venían hasta los extraños, siguiendo su estrella, esperando ser redimidos por su voz, por sus ojos
grandes y húmedos, por su contacto. ¿Cómo era posible que una mujer tan explosiva, incluso amoral, pudiera ser
considerada un emblema, un ideal, por más de la mitad de la población del mundo? Porque no era un ángel, dejadme
que os lo diga, pero intentad decírselo a Don Angel. Tal vez sea una suerte que no naciera cristiana ni trataran de hacer
de ella una santa. Nuestra Señora de los Estadios, nuestra virgen del ruedo, mostrando sus cicatrices a las masas como
Alejandro Magno enardeciendo a los soldados para la guerra; nuestra Antivirgen borracha, sangrando lágrimas rojas por
los ojos y música ardiente por la garganta. A medida que dejamos la religión, nuestro antiguo opiáceo, se producen
síntomas de abstinencia, muchos efectos secundarios del género apsárico. El hábito de adorar no se pierde fácilmente.
En los museos, las salas de íconos están abarrotadas. Siempre preferimos nuestras figuras icónicas lastimadas,
acribilladas de flechas o crucificadas cabeza abajo; las necesitamos despellejadas y desnudas, queremos ver cómo su
belleza se desmorona lentamente y observar su dolor narcisista. No las adoramos a pesar de sus defectos sino por sus
defectos, venerando sus debilidades, su mezquindad, sus matrimonios fracasados, su uso indebido de sustancias, su
rencor. Mirándonos en el espejo de Vina, y perdonándola, nos perdonábamos también a nosotros mismos. Ella nos
redimía de nuestros pecados. "
Ernesto Sábato (Argentina, 1911)
Sobre héroes y tumbas (fragmento)
" Ya se alejan en medio del polvo, en la soledad mineral, en aquella desolada región planetaria. Y pronto no se
distinguirán, polvo entre el polvo. Ya nada queda en la quebrada de aquella Legión, de aquellos míseros restos de la
Legión: el eco de sus caballadas se ha apagado; la tierra que desprendieron en su furioso galope ha vuelto a su seno,
lenta pero inexorablemente; la carne de Lavalle ha sido arrastrada hacia el sur por las aguas de un río (¿para
convertirse en árbol, en planta, en perfume?). Sólo permanecerá el recuerdo brumoso y cada día más impreciso de
aquella Legión fantasma. "En las noches de luna --cuenta un viejo indio-- yo también los he visto. Se oyen primero las
nazarenas y el relincho de un caballo. Luego aparece, es un caballo muy brioso y lo muenta el general, un blanco como
la nieve (así ve el indio al caballo del general). Él lleva un gran sable de caballería y un morrión alto, de granadero."
(¡Pobre indio, si el general era un rotoso paisano, con un chambergo de paja sucia y un poncho que ya había olvidado el
color simbólico! ¡Si aquel desdichado no tenía ni uniforme de grandero ni morrión, ni nada! ¡Si era un miserable entre
miserables!) Pero es como un sueño: un momento más y en seguida desaparece en la sombra de la noche, cruzando el
río hacia los cerros del poniente. "

El túnel (fragmento)
" Yo no decía nada. Hermosos sentimientos y sombrías ideas daban vueltas en mi cabeza, mientras oía su voz, su
maravillosa voz. Fui cayendo en una especie de encantamiento. La caída del sol iba encendiendo una fundición
gigantesca entre las nubes del poniente. Sentí que ese momento mágico no se volvería a repetir nunca. -Nunca más,
nunca más- pensé, mientras empecé a experimentar el vértigo del acantilado y a pensar qué fácil sería arrastrarla al
abismo, conmigo. "

Biografía

Jaime Sabines (México, 1926-1999)


Autonecrología V., de Yuria
" Te quiero porque tienes las partes de la mujeren el lugar preciso
y estás completa. No te falta ni un pétalo, ni un olor, ni una sombra.
Colocada en tu alma, dispuesta a ser rocío en la yerba del mundo,
leche de luna en las oscuras hojas. Quizás me ves, tal vez, acaso un día,
en una lámpara apagada,e n un rincón del cuarto donde duermes,
soy la mancha, un punto en la pared, alguna raya
que tus ojos, sin ti, se quedan viendo. Quizás me reconoces como una hora antigua
cuando a solas preguntas, te interrogas con el cuerpo cerrado y sin respuesta.
Soy una cicatriz que ya no existe, un beso ya lavado por el tiempo,
un amor y otro amor que ya enterraste. Pero estás en mis manos y me tienes
y en tus manos estoy, brasa, ceniza, para secar tus lágrimas que lloro.
¿En qué lugar, en dónde, a qué deshorasme dirás que te amo? Esto es urgente
porque la eternidad se nos acaba. Recoge mi cabeza. Guarda el brazo
con que amé tu cintura. No me dejesen medio de tu sangre en esa toalla. "

No es que muera de amor... , de Poemas sueltos


" Muero de ti, amor, de amor de ti,
de urgencia mía de mi piel de ti,
de mi alma de ti y de mi boca
y del insoportable que yo soy sin ti.
Muero de ti y de mí, muero de ambos,
de nosotros, de ese,
desgarrado, partido,
me muero, te muero, lo morimos.

Morimos en mi cuarto en que estoy solo,


en mi cama en que faltas,
en la calle donde mi brazo va vacío,
en el cine y los parques, los tranvías,
los lugares donde mi hombro acostumbra tu cabeza
y mi mano tu mano
y todo yo te sé como yo mismo.

Morimos en el sitio que le he prestado al aire


para que estés fuera de mí,
y en el lugar en que el aire se acaba
cuando te echo mi piel encima
y nos conocemos en nosotros, separados del mundo,
dichosa, penetrada, y cierto, interminable.

Morimos, lo sabemos, lo ignoran, nos morimos


entre los dos, ahora, separados,
del uno al otro, diariamente,
cayéndonos en múltiples estatuas,
en gestos que no vemos,
en nuestras manos que nos necesitan.

Nos morimos, amor, muero en tu vientre


que no muerdo ni beso,
en tus muslos dulcísimos y vivos,
en tu carne sin fin, muero de máscaras,
de triángulos obscuros e incesantes.
Muero de mi cuerpo y de tu cuerpo,
de nuestra muerte, amor, muero, morimos.
En el pozo de amor a todas horas,
Inconsolable, a gritos,
dentro de mí, quiero decir, te llamo,
te llaman los que nacen, los que vienen
de atrás, de ti, los que a ti llegan.
Nos morimos, amor, y nada hacemos
sino morirnos más, hora tras hora,
y escribirnos y hablarnos y morirnos. "

Biografía

Nelly Sachs (Alemania, 1891-1970)


Hace mucho que hemos olvidado el escuchar
" Si El -en otro tiempo- nos hubiera plantado,
plantado como hierba de dunas, en el mar eterno,
creceríamos en pasturas tupidas,
como la lechuga crece en el huerto.
Aunque tengamos asuntos
que nos lleven más allá
de Su luz,
aunque bebamos el agua de cañerías
que se acerque muriendo
a nuestra boca, eternamente sedienta,
aunque caminemos por una calle
bajo la cual la tierra ha sido llevada al silencio
por un empedrado...
no debemos vender nuestro oído,
oh, nuestro oído no debemos vender.
También en el mercado,
en el cálculo del polvo,
más de uno da -rápidamente- un salto
sobre la cuerda de la nostalgia;
porque él escuchó algo,
dió el salto fuera del polvo
y sació su oído.
Apretad; oh, apretad -en el día de la destrucción-
a la tierra el oído que escucha,
y escucharéis, a través del sueño
escucharéis
cómo en la muerte
empieza la vida. "

Al amanecer
" Al amanecer,
cuando un ave ensaya el despertar...
empieza el momento de la nostalgia de todo el polvo
al que la muerte ha abandonado.
Oh, hora de los nacidos,
pariendo en dolores en los que se forma
la primera costilla
de un nuevo ser humano.
Amado, la nostalgia de tu polvo
atraviesa rugiendo mi corazón. "

Coro de los Consoladores


" Somos jardineros que nos hemos quedado sin flores...
No se puede plantar ninguna hierba medicinal
de ayer para mañana.
La salvia se ha marchitado en las cunas,
el romero ha perdido su aroma
delante de los nuevos muertos,
incluso el ajenjo estuvo amargo, sólo ayer.
Las flores del consuelo brotaron demasiado brevemente
no alcanzan para el dolor de una lágrima de niño.
Quizá nueva semilla
arraigue en el corazón de un cantor nocturno.
¿Quién de nosotros puede consolar?
En las profundidades del desfiladero
entre el ayer y el mañana
está el querubín,
pulveriza con sus alas el rayo del dolor
pero sus manos mantienen separadas las rocas
del ayer y del mañana
como los bordes de una herida
que debe permanecer abierta
que aun no puede sanar.
Los rayos del dolor
no dejan conciliar el sueño
al campo del olvido
¿Quién de nosotros puede consolar?
Jardineros somos,
y nos hemos quedado sin flores,
y estamos sobre una estrella que irradia,
y lloramos. "

Líneas como
" Líneas como
cabello vivo
levantado
oscurecido de noche de muerte
de mí
hacia tí.
Pescada
afuera
estoy inclinada al más allá
sedienta
por besar el fin de la lejanía.
El atardecer
arroja el trampolín
de la noche sobre el rojo
prolonga tu lengua de tierra
y pongo mi pié vacilando
sobre la cuerda que se estremece
de la muerte ya empezada.
Pero así es el amor... "

Biografía

Vita Sackville West (Gran Bretaña, 1892-1962)


Autobiografía (fragmento)
" No conozco ningún relato verídico de este tipo de relaciones, ninguno que se haya escrito sin la intención de provocar
el regocijo vicioso de los posibles lectores. Tengo la convicción de que, a medida que avanzan las edades y los sexos se
van mezclando debido a sus crecientes semejanzas, esas relaciones dejarán de ser consideradas meramente
antinaturales y se las comprenderá mucho mejor, no sólo en su aspecto intelectual sino en el físico. La psicología de
personas como yo será entonces asunto interesante, y habrá de reconocerse que hay mucha más gente de mi tipo que
lo aceptado hoy día en un sistema hipócrita. "

Biografía

Marqués de Sade (Francia, 1740-1814)


Justine (fragmento)
" Este, llamado padre Severino, era un hombre alto y de una belleza áspera, cuyos rasgos juveniles y físico robusto
desmentia su edad verdadera, cincuenta y cinco años. El acento musical que adornaba sus palabras sugería su origen
italiano, y la gracia de sus movimientos tenía ese estilo que se suele achacar a esa raza de libertinos.
(...)
El pasillo carecía de luz, y el padre Severino, apoyándose en una pared para orientarse, empujó a Justina por delante.
Pasandole un brazo por la cintura, deslizó la otra mano por entre sus piernas y exploró las partes púdicas hasta que
localizó el altar de Venus. Allí aferró su mano hasta que llegaron a la escalera que conducía a una habitación que
estaba dos pisos más abajo de la iglesia. El cuarto estaba espléndidamente iluminado, y amueblado con gran lujo. Pero
Justina apenas observó lo que la rodeaba pues sentados alrededor de una mesa en el centro de la sala se encontraban
otros tres frailes y cuatro muchachas...¡los siete totalmente desnudos! -Caballeros -anunció el padre Severino-, nuestra
compañía se verá honrada esta noche por la presencia de una muchacha que lleva a la vez en el hombro la marca de la
prostituta y en el corazón la candidez de un infante, y que encierra todo su ser en un templo cuya magnificencia es un
deleite contemplar. -Y pasando por detrás de ella, encerró sus senos entre las manos-.
(...)
Entonces, una vez pasado aquel instante de brutalidad, volvió a sitiar la ciudadela, apretando, ensanchando y
empujando a la fuerza una y otra vez hasta que, finalmente, el baluarte cayó. Un horrendo grito de agonía llenó la sala
cuando el monstruo invasor desgarró los intestinos de la joven. Palpitante y agitado, el escurridizo reptil lanzó hacia
adelante su veneno y después, privado de su rigidez, se rindió a los frenéticos esfuerzos de la joven para expulsarlo. El
padre Severino lívido de furor al verse imposibilitado para mantener el asedio, cayó al suelo inconsolable.
(...)
Levantándola por el aire con un solo brazo, el gigantesco sacerdote la tendió sobre sus rodillas; entonces, agitando
airosamente un látigo, le cruzó tres veces las nalgas. Justina se retorció bajo el ardor de los golpes, pero sus penas sólo
habían comenzado, pues el padre Clemente sólo estaba haciendo una prueba. Entonces, satisfecho con su postura y con
la forma en que tenía asido el látigo, el odioso fraile alzó el arma de largas lenguas muy por encima de su cabeza y la
dejó caer con fuerza sobre la joven. Los bordes cortantes del cuero rebenaron sin piedad toda su carne, dejando
brillantes líneas de sangre a su paso; el dolor era tan fuerte que el grito de la pobre niña se ahogó en su garganta.
Excitado por la visión de sangre, el bárbaro padre Clemente la azotó entonces con furia vesánica. Ninguna parte de su
cuerpo quedó a salvo de su bestialidad. Brillantes, rojos arroyuelos le corrian por la espalda, desde los hombros hasta
las nalgas, y rodeaban sus muslos como finas culebrillas de color carmesí. Más excitado aún por este espectáculo, el
vicioso sacerdote la forzó a colocarse boca arriba, y pegó su odiosa boca a la de ella, como si tratara de arrebatarle de
los pulmones los gritos que su látigo no había podido arrancarle. Alternativamente le chupaba la boca y le golpeaba el
abdomen, y cuanto más se agitaba y se debatía Justina en su angustia, más satisfecho parecía él. A veces le mordía los
labios, otras le pellizcaba las nalgas, después le golpeaba el pecho con la barbilla, seguidamente le rasguñaba el
vientre, pero su furia no parecía aplacarse con nada. Estando los labios de Justina entumecidos ya por tanto mordisco,
y su abdomen encarnado por los golpes y arañazos, el diabólico Clemente concentró sus ataques contra los pechos.
Amasaba con los dedos los globos de maravillosa suavidad, los apretaba con las palmas de sus manos, los estrujaba el
uno contra el otro y después tiraba de ellos para apartarlos; pellizcaba los pezones, metía la cara en el surco que los
separaba y mordía su circunferencia. Finalmente, en un alarde de ferocidad, metió uno dentro de su boca y lo mordió
con toda fuerza. Nuevamente llenaron el aire los alaridos de Justina y, mientras el padre Clemente levantaba el rostro,
lleno de gozo, dos chorros de sangre le corrían por las comisuras hasta la barbilla. "

Las 120 jornadas de Sodoma (fragmento)


" Nada más simple que amar el envilecimiento y encontrar goces en el desprecio. El que ama con ardor las cosas que
deshonran descubre placer en serlo y debe empalmar cuando se le dice lo que es. La bajeza es un goce muy familiar a
ciertos espíritus; uno gusta de escuchar lo que se complace en merecer, y es imposible saber hasta dónde puede llegar
en esto el hombre que ya no se sonroja de nada. Es lo mismo que la historia de determinados enfermos que se
complacen de su cacoquimia. -Todo esto depende del cinismo-, dijo Curval sobando las nalgas de Fanchon: -¿quién no
sabe que el mismo castigo produce entusiasmos? ¿Y no hemos visto ponérsela tiesa a alguien en el momento en el que
se le deshonraba públicamente? Todo el mundo conoce la historia del marqués de-, el cual, en cuanto se le comunicó la
sentencia que le condenaba a ser quemado en efigie, sacó la polla de los calzones y exclamó: "¡Me cago en Dios!, he
llegado al punto que quería, ya estoy cubierto de oprobio y de infamia: ¡dejadme, dejadme, tengo que correrme!". Y lo
hizo en aquel mismo instante. "

Biografía

Juan José Saer (Argentina, 1937)


El río sin orillas (fragmento)
" La crepitación de la leña, el olor de la carne que se asa en la templanza benévola de los patios, del campo, de las
terrazas, no desencadenan por cierto ningún efluvio metafísico predestinado a esa tierra, pero si en cambio, repitiendo
en un orden casi invariante una serie de sensaciones familiares, acuerdan esa impresión de permanencia y de
continuidad sin la cual ninguna vida es posible. Al anochecer, se encienden los primeros fuegos. Un olor a leña, y
después de carne asada es lo que sobresale cuando empieza a oscurecer en el campo, en las orillas del río, en los
pueblos y en las ciudades. Repartido en muchos hogares, no siempre equitativos, el fuego único de Heráclito arde
plácido o turbulento, iluminando y entibiando ese lugar, que, ni más ni menos prestigioso que cualquier otro, es, sin
embargo, único también, a causa de unos azares llamados historia, geografía y civilización; el fuego arcaico y sin fin
acompañado de voces humanas que resuenan a su alrededor y que van transformándose poco a poco en susurros hasta
que por último, ya bien entrada la noche, inaudibles, se desvanecen. "

Las nubes (fragmento)


" El calor es sin duda la causa principal de su frugalidad, pero una especie de estoicismo que podría considerarse como
deportivo, producto no de una regla que aplica a su vida entera, sino del capricho del día, le da a esa estrategia física
una vaga coloración moral. De modo que se siente bien durante unos segundos, contento, leve, sano y, a pesar de no
andar lejos ya de los cincuenta, cree poseer un porvenir -inmediato y lejano? claro, recto y vivaz, igual que una
alfombra roja extendida desde la punta de sus pies hacia el infinito. Casi de inmediato, el rigor del verano, el tumulto
de la calle, los gases negruzcos que despiden los coches y que envenenan el aire lo retrotraen a un poco más de
realidad, a ese término medio del ánimo que equidista de la angustia y de la euforia y que los que creen conocerlo más
o menos bien, y él mismo aun cuando por distracción se deja convencer por ellos, llaman con certidumbre injustificada
su temperamento. "

Biografía

Josep Maria de Sagarra (Catalunya, 1894-1961)


Vinyes verdes -en catalán-
" Vinyes verdes vora el mar:
ara que el vent no remuga,
us feu més verdes, i encar
teniu la fulla poruga,
vinyes verdes vora el mar.
Vinyes verdes del coster:
sou més fines que l'userda.
Verd vora el blau mariner,
vinyes amb la fruita verda,
vinyes verdes del coster.
Vinyes verdes, dolç repòs
vora la vela que passa;
cap al mar blinqueu el cos
sense decantar-vos massa,
vinyes verdes, dolç repòs.
Vinyes verdes, soledat
del verd en l'hora calenta.
Raïm i cep retallat
damunt la terra lluenta;
vinyes verdes, soledat.
Vinyes que dieu adéu
al llagut i a la gavina
i el fi serrellet de neu
que ara neix i que ara fina ...
Vinyes que dieu adéu!
Vinyes verdes del meu cor ...
Dins del cep s'adorm la tarda,
raïm negre, pàmpol d'or,
aigua, penyal i basarda.
Vinyes verdes del meu cor ...
Vinyes verdes vora el mar,
verdes a punta de dia,
verd suau de cap al tard ...
Feu-nos sempre companyia,
vinyes verdes vora el mar! "

Biografía

Antoine de Saint-Exupery (Francia, 1900-1944)


El principito (fragmento)
" Adiós -dijo el zorro-. He aquí mi secreto. Es muy simple: no se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible
para los ojos, y es el tiempo perdido con tu rosa lo que la hace importante
(...)
Ah, principito, cómo he ido comprendiendo lentamente tu vida melancólica! Durante mucho tiempo tu única
distracción fue la suavidad de las puestas de sol. Este nuevo detalle lo supe al cuarto día, cuando me dijiste:
-Me gustan mucho las puestas de sol; vamos a ver una puesta de sol
-Tendremos que esperar
-¿Esperar qué?
-Que el sol se ponga.
Pareciste muy sorprendido primero, y después te reíste de ti mismo. Y me dijiste:
-Siempre me creo que estoy en mi tierra.
En efecto, como todo el mundo sabe, cuando es mediodía en Estados Unidos, en Francia se está poniendo el sol. Sería
suficiente poder trasladarse a Francia en un minuto para asistir a la puesta del sol, pero desgraciadamente Francia está
demasiado lejos. En cambio, sobre tu pequeño planeta te bastaba arrastrar la silla algunos pasos para presenciar el
crepúsculo cada vez que lo deseabas.
-¡Un día vi ponerse el sol cuarenta y tres veces!
Y un poco más tarde añadiste:
-¿Sabes? Cuando uno está verdaderamente triste le gusta ver las puestas de sol.
-El día que la viste cuarenta y tres veces estabas muy triste ¿verdad?
Y principito no respondió.
(...)
Para mi no eres todavía más que en muchachito semejante a 100.000 muchachitos. Y no te necesito, y tu tampoco me
necesitas, no soy para ti más que un zorro semejante a 100.000 zorros, pero, si me domesticas, tendremos necesidad el
uno del otro, serás para mí único en el mundo, seré para ti único en el mundo. Si me domesticas, mi vida se llenará de
sol, conoceré un ruido de pasos que será diferente a todos los otros...tus ruidos me llamarán fuera de la madriguera,
como una música. "

Tierra de hombres (fragmento)


" En cuanto a ti que nos salvas, beduino de Libia, te borrarás, sin embargo, para siempre de mi memoria. No me
acordaré nunca de tu rostro. Tú eres el Hombre y te me apareces con la cara de todos los hombres a la vez. Nunca
fijaste la mirada para examinarnos, y nos has reconocido. Eres el hermano bien amado. Y, a mi vez, yo te reconoceré
en todos los hombres. Te me apareces bañado de nobleza y benevolencia, gran señor que tienes el poder de dar de
beber. Todos mis amigos, todos mis enemigos, en ti marchan hacia mí, y no tengo ya un solo enemigo en el mundo.
(...)
Viejo burócrata, camarada aquí presente, nadie te ha permitido evadirte y de ello no eres responsable. Has construido
tu paz a fuerza de bloquear con cemento, como la hacen las termitas, todas las salidas hacia la luz. Has rodado como
una bola tu seguridad burguesa; en tus rutinas, en los mitos asfixiantes de tu vida provinciana, has alzado esa humilde
muralla contra los vientos y las mareas y las estrellas. No quieres inquietarte con los graves problemas, bastante
trabajo has tenido con olvidar tu condición de hombre. No eres el habitante de un planeta errante. No planteas
preguntas sin respuesta, eres un pequeño burgués de Toulouse. Nadie te ha sacudido por los hombros cuando aún era
tiempo. Ahora la arcilla con la cual estás hecho se ha secado y endurecido y nada en ti podría, en adelante, despertar
al músico, o al poeta, o al astrónomo que quizá te habitaban al principio.
(...)
Lo que se transmitía así, de generación en generación, con el lento progreso de un crecimiento de árbol, era la vida,
pero era también la conciencia. ¡Qué misteriosa ascención! De una lava en fusión, de una pasta de estrella, de una
célula viva germinada por milagro hemos brotado, y, poco a poco, nos hemos elevado hasta escribir cantatas y pesar
vías lácteas. La madre no había transmitido solo la vida: ella había enseñado un lenguaje. Había confiado a sus hijos el
caudal tan lentamente acumulado en el curso de los siglos, el patrimonio espiritual que ella misma había recibido en
depósito, ese pequeño lote de tradiciones, de conceptos y de mitos que constituye toda la diferencia que separa a
Newton o Shakespeare del bruto de la cavernas. Lo que sentimos cuando tenemos hambre, esa hambre que impulsaba a
los soldados de España bajo los disparos hacia la lección de botánica, que impulsó a Mermoz hacia el Atlántico Sur, que
impulsaba a alguien hacia su poema, es que el Génesis no está acabado y que necesitamos alcanzar conciencia de
nosotros mismos y del universo. Tenemos que tender pasarelas en la noche. Esto lo ignoran sólo aquellos que forman su
sabiduría en una indiferencia que creen egoísta. ¡Pero todo desmiente a esa sabiduría! Camaradas, camaradas míos, yo
os tomo por testigos: ¿Cuándo nos hemos sentido felices?
(...)
Acabo de realizar una pequeña hazaña: he pasado dos dias y dos noches con once moros y un mecánico, para salvar un
avión. Tuvimos diversas y graves alarmas. Por primera vez, he oído silbar las balas sobre mi cabeza. Conozco, por fin,
lo que soy en esas circunstancias: mucho más sereno que los moros. Pero he comprendido, al mismo tiempo, lo que
siempre me había sorprendido: por qué Platón, (¿o Aristóteles?) sitúa al valor en la última categoría de las virtudes. Es
que no está formado por muy hermosos sentimientos: algo de rabia, algo de vanidad, mucha testarudez y un vulgar
placer deportivo. Sobre todo, la exaltación de la propia fuerza física que, no obstante, no le atañe en nada. Cruzamos
los brazos sobre la camisa desabrochada, y respiramos fuerte. Es más bien agradable. Cuando esto se produce durante
la noche, se le mezcla el sentimiento de haber hecho una inmensa tontería. Jamás volveré a admirar un hombre que
solo sea valeroso.
(...)
El era libre, pero infinitamente, hasta el punto de no sentir su peso sobre la tierra. Y le faltaba ese peso de las
relaciones humanas que entorpece la marcha, las lágrimas, las despedidas, los reproches, las alegrías, todo lo que un
hombre acaricia o rompe cada vez que esboza un gesto, los millares de ataduras que lo ligan a los demás y le hacen
sentir que pesa. Pero sobre Bark pesaban ya mil esperanzas.
(...)
No sabemos prever lo esencial. Cada uno de nosotros ha disfrutado las alegrías más intensas allí donde nada podía
permitírselas. Ellas nos han dejado una tal nostalgia que añoramos incluso nuestras desgracias si esas desgracias las
permitieron. Todos hemos saboreado, al volver a encontrar a nuestros amigos, el encanto de los recuerdos ingratos.
(...)
Solo seremos felices cuando cobremos conciencia de nuestro papel, aunque nos corresponda el más oscuro. Sólo
entonces podremos vivir en paz y morir en paz, porque quien da un sentido a la vida da un sentido a la muerte. "

Biografía

Saint-John Perse (Francia, 1887-1975)


Pájaros
" El pájaro, entre nuestros hermanos de sangre el de vivir más ardiente, conduce hasta los confines del día un singular
destino. Emigrante y hechizado por el crecimiento del sol, viaja de noche, al ser los días demasiado cortos para su
actividad. En época de luna gris, color muérdago de las Galias, puebla con su espectro la profecía de las noches. Y su
grito entonces es el mismo grito de la aurora: grito de guerra santa a cuchillo. En el brazo de su ala, el balanceo
inmenso de una doble estación y bajo la curva del vuelo, la curvatura misma de la tierra…La alternancia es su ley, su
reino la ambigüedad. En el tiempo y espacio que incuba de un vuelo, su herejía consiste en vivir un verano único.
Escándalo es también para el pintor y el poeta, que ensamblan estaciones en los puntos más altos de su intersección.
(...)
El hombre ha alcanzado la inocencia del animal. Y el pájaro, impreso en el ojo del cazador, se vuelve el cazador mismo
en el ojo de la bestia, como ocurre con el arte de los esquimales. Bestia y cazador atraviesan juntos el vado de una
cuarta dimensión. Marchan al fin, al mismo paso, desde la complicación de ser, hasta la felicidad de amar, dos seres
ciertos, emparejados. Nos hallamos lejos de lo decorativo. Es la sabiduría perseguida como una búsqueda del alma y la
naturaleza recuperada al fin por el espíritu, después de que ella todo lo cediera. Una meditación conmovedora y larga
ha encontrado otra vez la inmensidad del espacio y hora en la que se extiende el pájaro desnudo, de forma elíptica,
como las células rojas de su sangre.
(...)
Con todas las cosas errantes por el mundo, cosas al borde de la hora, van donde van todos los pájaros del mundo, a su
destino de seres creados…A dónde va el movimiento mismo de las cosas, en su oleaje, adónde va el curso mismo del
cielo, sobre su rueda, a esa inmensidad de vivir y crear por la que se conmovió la gran noche de mayo, van, doblando
más cabos de los que crecen en nuestros sueños, y pasan, dejándonos en el océano de las cosas libres y no libres…
Ignorantes de su sombra, sin saber de la muerte sino lo que de inmortal se consume en el ruido remoto de las grandes
aguas, pasan, abandonándonos, y ya no somos los mismos. Ellos son el espacio atravesado por un único pensamiento."

Biografía

Emilio Salgari (Italia, 1863-1911)


Sandokán el rey del mar (fragmento)
" Antes de abandonar los dos barcos, los malayos encendieron mechas adheridas a los barriles de pólvora que habían
dejado en la Santa Bárbara. Sandokán, Yáñez y Tremal-Naik, se apoyaron en la amura de popa para mirar
tranquilamente a los dos transportes. Delante de ellos habían colocado un cronómetro.
¡Tres minutos!- dijo, de repente, Sandokán, volviéndolo hacia sus compañeros. ¡El final!
Un instante después retumbaba una explosión horrísona, a la que siguió otra a muy poca distancia, no menos
ensordecedora. Ambas naves, cuarteadas por las voladuras, se hundían rápidamente, en medio de los gritos furiosos de
los soldados y de las tripulaciones que contemplaban la catástrofe desde la costa de la isla.
¡He ahí la guerra!- dijo Sandokán, con una sonrisa sarcástica- ¿La han querido? ¡Que la paguen! ¡Y esto no es más que el
comienzo del drama!
Luego volviéndose hacia Yáñez, añadió:
Ahora vámonos a Sarawak; aquel golfo será el teatro de nuestra futura campaña, y allí las presas serán más abundantes
que aquí! ¡Ya lo veréis! El Rey del Mar se alejó rápidamente de las islas Romades, poniendo la proa al Sur. "

Las maravillas del año 2000 (fragmento)


" Desapareció tras una serie de experimentos que no contentaron a nadie y disgustaron a todos. Era aquella una
hermosa utopía que en la práctica no podía dar resultado alguno, resolviéndose, al cabo, en una especie de esclavitud.
Así, hemos vuelto a lo viejo, y hoy hay pobres y ricos, dependientes y patronos, como miles de años antes, como
ocurrió desde que el mundo comenzó a poblarse. "

Biografía

Pedro Salinas (España, 1892-1951)


Afán para no separarme de ti
" Afán para no separarme de ti,
por tu belleza, lucha por no quedar en dónde quieres tú,
aquí en los alfabetos, en las auroras, en los labios.
Ansia de irse dejando atrás anécdotas, vestidos, caricias,
de llegar atravesando todo lo que en ti cambia,
a lo desnudo y a lo perdurable.
Y mientras siguen dando vueltas y vueltas, entregándose,
engañándose, tus rostros, tus caprichos y tus besos,
tus delicias volubles, tus contactos rápidos con el mundo,
haber llegado yo al centro puro, inmóvil, de ti misma,
y verte cómo cambias, y lo llamas vivir,
en todo, en todo si, menos en mí, dónde te sobrevives. "

El poema
" Y ahora, aquí está frente a mí.
Tantas luchas que ha costado,
tantos afanes en vela,
tantos bordes de fracaso
junto a este esplendor sereno
ya son nada, se olvidaron.
Él queda, y en él, el mundo,
la rosa, la piedra, el pájaro,
aquéllos , los del principio,
de este final asombrados.
¡Tan claros que se veían,
y aún se podía aclararlos!
Están mejor; una luz
que el sol no sabe, unos rayos
los iluminan, sin noche,
para siempre revelados.
Las claridades de ahora
lucen más que las de mayo.
Si allí estaban, ahora aquí;
a más transparencia alzados.
¡Qué naturales parecen,
qué sencillo el gran milagro!
En esta luz del poema,
todo,
desde el más nocturno beso
al cenital esplendor,
todo está mucho más claro. "

La voz a ti debida (I)


" Tú vives siempre en tus actos.
Con la punta de tus dedos
pulsas el mundo, le arrancas
auroras, triunfos, colores,
alegrías: es tu música.
La vida es lo que tú tocas.

De tus ojos, sólo de ellos,


sale la luz que te guía
los pasos. Andas
por lo que ves. Nada más.

Y si una duda te hace


señas a diez mil kilómetros,
lo dejas todo, te arrojas
sobre proas, sobre alas,
estás ya allí; con los besos,
con los dientes la desgarras:
ya no es duda.
Tú nunca puedes dudar.

Porque has vuelto los misterios


del revés. Y tus enigmas,
lo que nunca entenderás,
son esas cosas tan claras:
la arena donde te tiendes,
la marcha de tu reloj
y el tierno cuerpo rosado
que te encuentras en tu espejo
cada día al despertar,
y es el tuyo. Los prodigios
que están descifrados ya.

Y nunca te equivocaste,
más que una vez, una noche
que te encaprichó una sombra
-la única que te ha gustado-.
Una sombra parecía.
Y la quisiste abrazar.
Y era yo. "

Biografía

J.D. Salinger (EEUU, 1919)


El guardián entre el centeno (fragmento)
" Era un taxi viejísimo que olía como si alguien hubiera acabado de vomitar dentro. Siempre me toca uno de ésos
cuando voy a algún lado de noche. Pero más deprimente todavía era que las calles estuvieran tan tristes y solitarias a
pesar de ser sábado. Apenas se veía a nadie. De vez en cuando cruzaban un hombre y una mujer abrazados por la
cintura, o una pandilla de tipos riéndose como hienas de algo que apuesto la cabeza a que no tenía la menor gracia.
Nueva York es terrible cuando alguien se ríe de noche. La carcajada se oye a millas y millas de distancia, y hace que
uno se sienta aún más triste y deprimido. En el fondo, lo que me hubiera gustado habría sido ir a casa un rato y charlar
con Phoebe. Pero, en fin, como les iba diciendo, subí al taxi, y pronto el taxista empezó a darme un poco de
conversación. Se llamaba Howitz y era mucho más simpático que el anterior. Por eso se me ocurrió que a lo mejor sabía
lo de los patos.
-Dígame, Howitz -le dije-. ¿Pasa usted muchas veces junto al lago del Central Park ?
-¿ Qué ?
-El lago, sabe. Ese lago pequeño que hay cerca de Central South Park. Donde están los patos. ¿ Sabe, no?
-Sí. ¿ Qué pasa con ese lago ?
-¿ Se acuerda de esos patos que hay siempre nadando ahí ? Sobre todo en primavera. ¿ Sabe usted por casualidad dónde
van en invierno ?
-Adónde va , quién ?
-Los patos. ¿ Lo sabe usted, por casualidad? ¿ Viene alguien a llevárselos a alguna parte en un camión o se van ellos por
su cuenta al sur, o qué hacen ?
El tal Howitz volvió la cabeza en redondo para mirarme. Tenía muy poca paciencia, pero no era mala persona.
-¿ Cómo quiere que lo sepa? -me dijo-. ¿Cómo quiere que sepa semejante estupidez ?
-Bueno, no se enoje por eso.
-¿ Quién se enoja ? Nadie se enoja.
Decidí que si iba a tomarse las cosas tan a pecho, mejor era no hablar. Pero fue él quien sacó de nuevo la
conversación. Volvió otra vez la cabeza en redondo y me dijo:
-Los peces son los que no se van a ninguna parte. Los peces se quedan en el lago. Esos sí que no se mueven. "

Biografía

Joan Salvat Papasseit (Catalunya, 1894-1924)


Nocturn per a acordió, de Osa Menor (en catalán)
" Heus aquí: jo he guardat fusta al moll.
(Vosaltres no sabeu
què és
guardar fusta al moll:
però jo he vist la pluja
a barrals
sobre els bots,
i dessota els taulons arraulir-se el preu fet de l'angoixa;
sota els flandes
i els melis,
sota els cedres sagrats.

Quan els mossos d'esquadra espiaven la nit


i la volta del cel era una foradada
sense llums als vagons:
i he fet un foc d'estelles dins la gola del llop.

Vosaltres no sabeu
què és
guardar fusta al moll:

però totes les mans de tots els trinxeraires


com una farandola
feien un jurament al redós del meu foc.
I era com un miracle
que estirava les mans que eren balbes.

I en la boira es perdia el trepig.

Vosaltres no sabeu
què és
guardar fusta al moll.
Ni sabeu l'oració dels fanals dels vaixells
- que són de tants colors
com la mar sota elsol:
que no li calen veles. "

Biografía

José Luis Sampedro (España, 1917)


Mientras la tierra gira (fragmento)
" Era igual que un niño que juega en la arena y encuentra una concha nacarada, o un guijarro pulido por las olas, o un
corcho desprendido de las redes y, conquistador de semejante maravilla, corre hacia la madre a ofrecerle el humilde
tesoro y la hazaña de haberlo hallado, arrancándoselo al mundo por ella. "

Biografía

Luis Rafael Sánchez (Puerto Rico, 1936)


La pasión según Antígona Pérez (fragmento)
" Aurora: Tú no me entiendes, no, nunca me entiendes. Quiero decir que hay gente para todo, gente para quien estar
en la cárcel no supone una afrenta, gente que no tiene mayor aspiración que la de comer tres veces al día. Tú no estás
hecha para esos extremos. Es otra piel la tuya. Bien criada, celebrada por un escogido círculo de gente de primera, hija
y nieta de militares, señalada por un apellido reverenciado en toda la República, ¡Nada menos que una Pérez y
Santisteban!
Antífona: Nada menos que un ser humano, mamá. Lo demás huelga. Los apellidos, los escogidos círculos de primera,
son signos de una manera de ver el mundo que no es la mía.
Aurora: El mundo es de una sola manera, Antígona. Personajes principales, personajes secundarios, comparsas. Así fue
siempre, así es simpre, así será siempre.
[...]
Antífona: Ningún pueblo es de ningún hombre, que ningún hombre es de ningún hombre, que cada quien es de su
libertad. Las ideas no sucumben a una balacera ni retroceden desorientadas por el fuego de un cañón amaestrado. "

Biografía

Rafael Sánchez Ferlosio (España, 1927)


Alfanhuí (fragmento)
" El otro lado de las cosas: el campo ardiente; las lomas sucesivas como lomos de animales cansados, la rueda de
buitres amenazante; la sombra paulatina; la parda, esquiva y felina oscuridad que lo sume todo en acecho de alimañas,
con sigilo de zarpas, de garras y de dientes escondidos, en una noche olfativa, voraz y sanguinaria que toma el relevo
de la tortura implacable del sol, que aplasta la tierra como un pie gigantesco, que ciega la mirada con su luz
ultrametálica, y que hiere el suelo en saetas de polvo encendido. "

Biografía

George Sand (Francia, 1804-1876)


Los caballeros de Bois-Doré (fragmento)
" Pilar tocaba el punto esencial de la situación; Mario se calmó y consintió en esperar su curación en Grenoble. Tuvo
que consentir también en ver a Pilar a su lado. No podía pensar ya en entregar al rigor de la ley a la que acababa de
salvarle y a quien más valía atraer por la dulzura. No se atrevía a irritarla con su desprecio, y a pesar de la invencible
repugnancia que Pilar le inspiraba, se preocupaba cuando ella permanecía mucho tiempo fuera y se alegraba cuando la
veía volver. Al cabo de dos o tres días, aquel estado de cosas se hizo intolerable; Pilar era incapaz de hacer ningún
razonamiento moral; sólo quería que la amasen. Describía su pasión con una elocuencia salvaje, pretendiendo y
creyendo efectivamente que era un amor casto, porque no era gobernado por los sentidos, y sublime, porque tenía
todo el fuego de una imaginación desordenada y de un despecho exaltado. Maldecía a Lauriana, asediaba a Mario con
reproches amargos y hablaba sin pudor de su pasión delante del pobre Clindor, que se abrasaba ante el fuego de aquel
volcán. "
Carl Sandburg (EEUU, 1878-1967)
Carnicera de cerdo del mundo
" Carnicera de cerdo del mundo,
fabricante de herramientas, apiladora de trigo,
juegas con ferrocarriles y con el negocio de fletes de la nación;
tempestuosa, fuerte, pendenciera.
Ciudad de los Grandes Hombros,
me dijeron que eras malvada y lo creo, pues he visto tus
pintadas mujeres bajo los faroles acechando a los muchachos campesinos.
Y me dijeron que eras tortuosa y yo respondo: Si, es cierto, he visto
a los pistoleros matar y salir libres a matar de nuevo.
Y me dijeron que eras brutal y mi respuesta es: en las caras de mujeres
y niños he visto las marcas de un hambre lasciva. "

Biografía

José Santos Chocano (Perú, 1875-1934)


Nostalgia
" Hace ya diez años
que recorro el mundo.
¡He vivido poco!
¡Me he cansado mucho!

Quien vive de prisa no vive de veras,


quien no echa raíces no puede dar frutos.

Ser río que recorre, ser nube que pasa,


sin dejar recuerdo ni rastro ninguno,
es triste y más triste para quien se siente
nube en lo elevado, río en lo profundo.

Quisiera ser árbol mejor que ser ave,


quisiera ser leño mejor que ser humo;
y al viaje que cansa
prefiero terruño;
la ciudad nativa con sus campanarios,
arcaicos balcones, portales vetustos
y calles estrechas, como si las casas
tampoco quisieran separarse mucho...
Estoy en la orilla
de un sendero abrupto.

Miro la serpiente de la carretera


que en cada montaña da vueltas a un nudo;
y entonces comprendo que el camino es largo,
que el terreno es brusco,
que la cuesta es ardua,
que el paisaje es mustio...
¡Señor! ¡Ya me canso de viajar! ¡Ya siento
nostalgia, ya ansío descansar muy junto
de los míos!... Todos rodearán mi asiento
para que les diga mis penas y mis triunfos;
y yo, a la manera del que recorriera
un álbum de cromos, contaré con gusto
las mil y una noches de mis aventuras
y acabaré en esta frase de infortunio:
—¡He vivido poco!
¡Me he cansado mucho! "
Biografía

José Saramago (Portugal, 1922)


Ensayo sobre la ceguera (fragmento)
" De la puerta del ala derecha empezaron a llegar voces anunciando que ya no quedaba sitio, que todas las salas
estaban llenas, hubo incluso ciegos que fueron empujados de nuevo hacia el zaguán, exactamente en el momento en
que, deshecho el tapón humano que hasta entonces atrancaba la entrada principal, los ciegos que todavía estaban
fuera, que eran muchos, empezaban a avanzar acogiéndose al techo bajo el cual, a salvo de las amenazas de los
soldados, irían a vivir. El resultado de estos dos desplazamientos, prácticamente simultáneos, fue que se trabó de
nuevo la pelea a la entrada del ala izquierda, otra vez golpes, de nuevo gritos, y, como si esto fuese poco, unos
cuantos ciegos despistados, que habían encontrado y forzado la puerta del zaguán que daba acceso directo al cercado
interior, empezaron a gritar que allí había muertos. Imagínese el pavor. Retrocedieron éstos como pudieron, Ahí hay
muertos, hay muertos, repetían, como si los llamados a morir de inmediato fuesen ellos, en un segundo el zaguán
volvió a ser un remolino furioso como en los peores momentos, después la masa humana se fue desviando en un impulso
súbito y desesperado hacia el ala izquierda, llevándose todo por delante, rota ya la línea de defensa de los
contagiados, muchos que ya habían dejado de serlo, otros que, corriendo como locos, intentaban escapar de la negra
fatalidad. Corrían en vano. Uno tras otro se fueron todos quedando ciegos, con los ojos de repente ahogados en la
hedionda marea blanca que inundaba los corredores, las salas, el espacio entero. Fuera, en el zaguán, en el cercado, se
arrastraban los ciegos desamparados, doloridos por los golpes unos, pisoteados otros, eran sobre todo los ancianos, las
mujeres y los niños de siempre, seres en general aún o ya con pocas defensas, milagro que no resultaran de este trance
muchos más muertos por enterrar. En el suelo, dispersos, aparte de algunos zapatos que habían perdido el pie, había
bolsos, maletas, cestos, la última riqueza de cada uno, ahora para siempre perdida, quien venga a la rebusca dirá que
lo que se lleva es suyo. Un viejo con una venda negra en un ojo vino del cercado. O es que ha perdido también su
equipaje, o no lo trajo. Fue el primero en tropezar con los muertos, pero no gritó. Se quedó con ellos, junto a ellos,
aguardando que volvieran la paz y el silencio. Durante una hora esperó. Ahora anda en busca de abrigo. Despacio, con
los brazos extendidos, busca el camino. Encontró la puerta de la primera sala del ala derecha, oyó voces que venían de
dentro, entonces preguntó, Hay aquí una cama para mí. "

La isla desconocida (fragmento)


" El hombre del timón contempló la desbandada en silencio, no hizo nada para retener a quienes lo abandonaban, al
menos le habían dejado los árboles, los trigos y las flores, con las trepadoras que se enrollaban a los mástiles y pendían
de la amurada como festones. Debido al atropello de la salida se habían roto y derramado los sacos de tierra, de modo
que la cubierta era como un campo labrado y sembrado, sólo falta que venga un poco más de lluvia para que sea un
buen año agrícola. Desde que el viaje a la isla desconocida comenzó, no se ve al hombre del timón comer, debe ser
porque está soñando, apenas soñando, y si en el sueño le apeteciese un trozo de pan o una manzana, sería un puro
invento, nada más. Las raíces de los árboles están penetrando en el armazón del barco, no tardará mucho en que estas
velas hinchadas dejen de ser necesarias, bastará que el viento sople en las copas y vaya encaminando la carabela a su
destino. Es un bosque que navega y se balancea sobre las olas, un bosque en donde, sin saberse cómo, comenzaron a
cantar pájaros, debían de estar escondidos por ahí y de repente decidieron salir a la luz, tal vez porque la cosecha ya
esté madura y es la hora de la siega. Entonces el hombre fijó la rueda del timón y bajó al campo con la hoz en la mano,
y, cuando había segado las primeras espigas, vio una sombra al lado de su sombra. Se despertó abrazado a la mujer de
la limpieza, y ella a él, confundidos los cuerpos, confundidas las literas, que no se sabe si ésta es la de babor o la de
estribor. Después, apenas el sol acabó de nacer, el hombre y la mujer fueron a pintar en la proa del barco, de un lado
y de otro, en blancas letras, el nombre que todavía le faltaba a la carabela. Hacia la hora del mediodía, con la marea,
La Isla Desconocida se hizo por fin a la mar, a la búsqueda de sí misma. "

Viaje en Portugal (fragmento)


" No es verdad. El viaje no termina jamás. Solo los viajeros terminan. Y también ellos pueden subsistir en memoria, en
recuerdo, en narración...El objetivo de un viaje es solo el inicio de otro viaje. "

El año de la muerte de Ricardo Reis (fragmento)


" Ricardo Reis abrió el libro, vio unas señales incomprensibles, unas rayas negras, una página sucia. Ya me cuesta leer,
dijo, pero incluso así voy a llevármelo. Para qué, para dejar al mundo aliviado de un enigma. Salieron de casa,
Fernando Pessoa observó aún, no lleva usted sombrero, Sabe mejor que yo que allá no se lleva. Entonces vamos, dijo
Fernando Pessoa. Vamos, dijo Ricardo Reis. Adamastor no se volvió para mirarlos, le parecía que esta vez sería capaz
de dar un gran grito. Aquí, es donde el mar se acabó y la tierra espera. "

Biografía

Severo Sarduy (Cuba, 1937-1993)


Uno, de Big Bang
" Escritos en el suelo han quedado los signos de la muerte.Y en los mosaicos de piedra roja el estampido de los rostros
de oro. La humedad ha cubierto los frescos. En la escaleralas manchas de los pies rajados. El polvo ennegrece el resto.
La ventana está abierta. La ciudad saqueada. "

Cocuyo (fragmento)
" Para mí que sintió la mirada de las tías acribillándolo desde las trincheras de los ojos, el espejeo cegante de las
sedas, como fogonazos plateados, el índice anillado como amatistas relumbronas, que lo mostraba: "Míralo, míralo,
cagando en el tinajón!" Fue un diminuto San Sebastián excretante, flechado en plena fechoría, un culicagado
hazmerreír, fato indefenso. Fue su primer miedo. Miedo a la mirada: un chiquetazo de alfileres mojados en curare que
iban fijándolo, crucificándolo, fosilizándolo en vivo, en lo alto de su doble trono. Pegó los brazos contra el cuerpo,
como si fueran a retratarlo. Sintió que no podía moverse. Quería hundirse para siempre en el tinajón, ahogarse entre
ranas y gusarapos, llegar hasta el sedimento verde tornasolado del agua y, atravesando el fondo de barro, fundirse en
la capa de tierra minera, ferruginosa y fría, y allí quedar acurrucado, feto arenoso, o herrumbrosa momia: a la vez
prenatal y póstumo. "

Biografía

William Saroyan (EEUU, 1908-1981)


El momento de tu vida (fragmento)
" No seas el inferior de ningún hombre, ni de ninguno el superior. Recuerda que todo hombre es una variación de ti
mismo. Ninguna culpa humana es ajena a ti, y tampoco es una cosa aparte la inocencia de ningún hombre... "

La hermosa gente (fragmento)


" OWEN: Bien, déjalos que lloren. ¿qué esperabas...? Las cosas terminan. Cambian. Se arruinan y mueren. O se
destruyen. Ocurren accidentes. Sin estas cosas no podría haber...felicidad. Todas terminan, de a una cada vez, pero
siempre hay árboles.Y ahí está la razón porque, eventualmente, cada uno de ellos termina también. Si quieres
enseñarles cosas, enséñales todo. Creo que es una mejora considerable en ellos el que estén llorando por un perdido o
muerto, pero, más tarde o más temprano tienen que saber que la muerte está en nosotros desde nuestra primera
respiración. "

Biografía

Jordi Sarsanedas (Catalunya, 1924)


Amb mans de bons amics escric aixó - en catalán-
" Jo sóc amb tu, i amb tu, i amb tu.
Junts hem alçat la gran ciutat de fusta
per al foc més clar d'aquest amor
on llegeixen la història.
I parlo de demà com d'un passat
tot sec, tot esmollat, tot cendres.
Amb mans de bons amics escric això,
amb ulls de bons amics he mirat les muntanyes
i la ciutat que em pobla.
I manllevo el captaire i manllevo la porta.
Et deixo (això, si vols,
si et fa servei)
restes de joventut mal esmerçada
i un gust per al vent clar i el vi vermell. "

Biografía

Jean Paul Sartre (Francia, 1905-1980)


Qué es la Literatura (fragmento)
" El poeta en cada palabra, por el solo efecto de la actitud poética, realiza las metáforas en las que soñaba Picasso
cuando deseaba hacer una caja de fósforos que fuera toda ella un murciélago sin dejar de ser una caja de fósforos.
Florencia es ciudad, flor y mujer y es también ciudad-flor, ciudad-mujer y muchacha-flor. Y el extraño objeto que se
muestra así posee la liquidez del río y el dulce ardor leonado del oro, y, para terminar, se abandona con decencia, y
prolonga indefinidamente, por medio del debilitamiento continuo la e muda, su sereno regocijo saturado de reservas. A
esto ha de añadirse el esfuerzo insidioso de la biografía. Para mí, Florencia es también cierta mujer, una actriz
norteamericana que actuaba en las películas mudas de mi infancia y de la que he olvidado todo, salvo que era larga
como un guante de baile, que siempre estaba un poco cansada y era casta, que siempre representaba papeles de
esposa incomprendida y que se llamaba Florencia y yo la amaba. Porque la palabra, que arranca al prosista de sí mismo
y lo lanza al mundo, devuelve al poeta, como un espejo, su propia imagen. Esto es lo que justifica la doble empresa de
Leiris, quien por un lado, en su Glossaire, trata de dar a ciertas palabras una definición poética, es decir, que sea por sí
misma una síntesis de implicaciones recíprocas entre el cuerpo sonoro y el alma verbal y, por otro, en una obra todavía
inédita, se lanza a la busca del tiempo perdido, tomando como guías ciertas palabras especialmente cargadas para él
de valor afectivo. Así, pues, la palabra poética es un microcosmos. La crisis del lenguaje que se produjo a comienzos
del siglo fuen una crisis poética. Sean cuales fueren los factores sociales e históricos que la produjeron, esta crisis se
manifestó por accesos de despersonalización del escritor ante las palabras. No sabía servirse de ellas y, según la
célebre fórmula de Bergson, sólo las reconocía a medias; se acercaba a ellas con una sensación de extrañeza
verdaderamente fructuosa: ya no le pertenecían, ya no eran para él, pero, en esos espejos desconocidos, se reflejaban
el cielo, la tierra y la propia vida. Y, finalmente, se convertían en las cosas mismas o, mejor dicho, en el corazón negro
de las cosas.
(...)
Pero este esquema no tiene nada de común con eso que llaman ordinariamente un esquema verbal: no preside la
construcción de un significado. Se acercaría más bien al proyecto creador por el que Picasso predetermina en el
espacio, antes incluso de tocar su pincel, esa cosa que se convertirá en un saltimbanqui o un arlequín. Huir, huir allá,
advierto que hay pájaros borrachos, pero, oh, corazón mío, oye el canto de los marineros. "

Biografía

Friedrich Von Schiller (Alemania, 1759-1805)


Oda a la alegría (fragmento)
" ¡Ebrios de ardor penetramos,
diosa celeste, en tu santuario!
Tu hechizo vuelve a unir
lo que el mundo había separado,
todos los hombres se vuelven hermanos
allí donde se posa tu ala suave.

Quien haya alcanzado la fortuna


de poseer la amistad de un amigo, quien
haya conquistado a una mujer deleitable
una su júbilo al nuestro.
Sí, quien pueda llamar suya aunque
sólo sea a un alma sobre la faz de la Tierra.
Y quien no pueda hacerlo,
que se aleje llorando de esta hermandad.

Todos los seres beben la alegría


en el seno de la naturaleza,
todos, los buenos y los malos,
siguen su camino de rosas.
Nos dio ósculos y pámpanos
y un fiel amigo hasta la muerte.
Al gusano se le concedió placer
y al querubín estar ante Dios.

Gozosos, como los astros que recorren


los grandiosos espacios celestes,
transitad, hermanos,
por vuestro camino, alegremente,
como el héroe hacia la victoria.

¡Alegría, hermosa chispa de los dioses


hija del Elíseo!
¡Ebrios de ardor penetramos,
diosa celeste, en tu santuario!
Tu hechizo vuelve a unir
lo que el mundo había separado,
todos los hombres se vuelven hermanos
allí donde se posa tu ala suave.

¡Abrazaos, criaturas innumerables!


¡Que ese beso alcance al mundo entero!
¡Hermanos!, sobre la bóveda estrellada
tiene que vivir un Padre amoroso.

¿No vislumbras, oh mundo, a tu Creador?


Búscalo sobre la bóveda estrellada.
Allí, sobre las estrellas, debe vivir. "

Biografía

Arthur Schopenhauer (Alemania, 1788-1860)


Parerga y Paralipómena (fragmento)
" Querer es esencialmente sufrir, y como vivir es querer, toda vida es por esencia dolor. Cuanto más elevado es el ser,
más sufre... La vida del hombre no es más que una lucha por la existencia, con la certidumbre de resultar vencido. La
vida es una cacería incesante, donde los seres, unas veces cazadores y otras cazados, se disputan las piltrafas de una
horrible presa. Es una historia natural del dolor, que se resume así: querer sin motivo, sufrir siempre, luchar de
continuo, y después morir... Y así sucesivamente por los siglos, de los siglos hasta que nuestro planeta se haga trizas. "

El mundo como voluntad y representación (fragmento)


" El mundo es mi representación: esta verdad es aplicable a todo ser que vive y conoce, aunque sólo al hombre le sea
dado tener conciencia de ella; llegar a conocerla es poseer el sentido filosófico. Cuando el hombre conoce esta verdad
estará para él claramente demostrado que no conoce ni un sol ni una tierra, y sí únicamente un ojo que ve el sol y una
mano que siente el contacto con la tierra; que el mundo que le rodea no existe más que como representación, esto es,
en relación con otro ser: aquel que le percibe, o sea él mismo. Si hay alguna verdad a priori es ésta, pues expresa la
forma general de la experiencia, la más general de todas, incluidas las de espacio, tiempo y causalidad, puesto que la
suponen.
(...)
El suicidio, lejos de negar la voluntad, la afirma enérgicamente. Pues la negación no consiste en aborrecer el dolor,
sino los goces de la vida. El suicida ama la vida; lo único que pasa es que no acepta las condiciones en que se le ofrece.

(...)
El defectuoso parecer concerniente a la contradicción entre materialismo e idealismo podría quedar dilucidado
mediante un diálogo entre la materia y el sujeto, un drama que también podría titularse "macrocosmos y microcosmos":

El Sujeto: Yo soy, y fuera de mi no hay nada, puesto que el mundo es una representación mía.
La Materia: ¡Qué delirio tan osado!- Yo, yo soy, y nada hay fuera de mí. Pues el mundo es mi forma transitoria. Tú eres
un mero resultado de una parte de esa forma y, por ello, eres algo casual y fortuito.
El Sujeto: ¡Cuan disparatada arrogancia!. Ni tú ni el mundo existiríais sin mí y a mi estáis condicionados. Quien haga
abstracción de mí y crea poder seguir pensando vuestra existencia, da en concebir un tosco engaño; su existencia al
margen de mi representación supone una inmediata contradicción, un hierro de madera. Ambas cosas están
representadas por mí, mi representación es el ámbito de su existencia, y por ende, yo soy su primera condición.
La Materia: Afortunadamente la osadía de tus asertos será puesta muy pronto en su sitio y no merced a meras palabras;
algunos instantes más y dejarás de ser nada en realidad, te hundirás en la nada junto con tu grandilocuencia, después
de haberte columpiado transitoriamente cual una sombra espectral y correr la suerte de cada una de mis efímeras
formas. Pero yo, en cambio, permanezco incólume y sin merma siglo tras siglo, a través del tiempo infinito, y presencio
impávida el juego de las transformaciones de mis formas.
El Sujeto: Ese tiempo infinito, que te vanaglorias de atravesar, así como el espacio igualmente infinito, sólo existen en
mi representación, habida cuenta de que son meras formas de mi representación, esa representación que albergo
dentro de mí y en la que tú te presentas, dando cabida a todo cuanto eres. El aniquilamiento con que me amenazas, no
me atañe, pues de lo contrario tú te verías aniquilada junto conmigo; ese aniquilamiento le concierne sólo al individuo
que es mi portador por algún tiempo y que, como todo lo demás, es representado por mí.
La Materia: Aún cuando te conceda esto y lo admita, tu existencia, a la cual ese transitorio individuo está
indisolublemente ligado, lejos de ser algo que se sostiene por si mismo, sigue dependiendo pese a todo de la mía
propia. Pues tú sólo eres sujeto en tanto que tengas un objeto, y ese objeto soy yo; yo soy el núcleo y su contenido, lo
que permanece, aquello que lo coaliga y sin lo cual revolotea tan incoherente como sustancialmente, al igual que los
sueños y las fantasías de tus individuos, quienes gracias sólo a mí ponen a buen recaudo su apariencia.
El Sujeto: Haces bien en no querer impugnarme a través de mi existencia por el hecho de manifestarse ésta en los
individuos, pues tan inseparablemente encadenado a ella como yo lo estoy, lo estás tú a tu hermana, la forma, sin la
cual no te manifiestas nunca. A ti, al igual que a mí, ningún ojo te ha visto desnuda y a solas, ya que ambos somos
meras abstracciones, y por lo tanto entes de razón. Un ser es, al fin y a la postre, algo que se intuye a sí mismo y es
intuido de suyo, aun cuando su ser en sí mismo no pueda consistir en esa intuición ni en el proceso de verse intuido,
papeles que nos repartimos entre ambos.
Ambos: Así pues, estamos inseparablemente unidos como partes necesarias de un todo, el cual nos comprende a ambos
y se halla por encima de los dos como un género superior. Sólo un malentendido puede enfrentarnos para que cada uno
combata la existencia del otro, siendo así que la suya propia se mantiene o quiebra con ella. "
Biografía

Manuel Scorza (Perú, 1928-1983)


El desterrado
" Cuando éramos niños,
y los padres
nos negaban diez centavos de fulgor,
a nosotros
nos gustaba desterrarnos a los parques,
para que viéramos que hacíamos falta,
y caminaran tras su corazón
hasta volverse mas humildes y pequeños que nosotros.

Entonces era hermoso regresar!

Pero un día
parten de verdad los barcos de juguete,
cruzamos corredores, verguenzas, años;
y son las tres de la tarde
y el sol no calienta la miseria.
Un impresor misterioso
pone la palabra tristeza
en la primera plana de todos los periódicos.

Ay, un día caminando comprendemos


que estamos en una carcel de muros que se alejan...

Y es imposible regresar. "

Epístola a los poetas que vendrán


" Tal vez mañana los poetas pregunten
por qué no celebramos la gracia de las muchachas;
quizá mañana los poetas pregunten
por qué nuestros poemas
eran largas avenidas por donde venía la ardiente cólera.

Yo respondo: por todas partes se oía llanto,


por todas partes nos cercaba un muro de olas negras.
Iba a ser la poesía
una solitaria columna de rocio?

Tenía que ser un relampago perpetuo.

Yo os digo:
mientras alguien padezca,
la rosa no podrá ser bella;
mientras alguien mire el pan con envidia,
el trigo no podra dormir;
mientras los mendigos lloren de frio en la noche,
mi corazón no sonreirá.

Matad la tristeza, poetas.


Matemos a la tristeza con un palo.
Hay cosas mas altas
que llorar el amor de tardes perdidas:
el rumor de un pueblo que despierta,
eso es mas bello que el rocío.
El metal resplandeciente de su cólera,
eso es mas bello que la luna.
Un hombre verdaderamente libre,
eso es mas bello que el diamante.

Porque el hombre ha despertado,


y el fuego ha huido de su carcel de ceniza
para quemar el mundo donde estuvo la tristeza. "

Biografía

Walter Scott (Escocia, 1771-1832)


El encuentro
" El encuentro de dos verdaderos amigos en una hora adversa, se parece a la visión de un rayo de sol durante un
aguacero. Un camino claro apenas divisado entre las cerradas nubes oscuras. "

Biografía

Orson Scott Card (EEUU, 1951)


El juego de Ender (fragmento)
" Ender entró en la cavidad y sacó el capullo. Era asombrosamente ligero para contener todas las esperanzas y todo el
futuro de una gran raza. -Te llevaré conmigo -dijo Ender- Iré de un mundo a otro hasta encontrar un tiempo y un lugar
en el que puedas despertar sin peligros. Y contaré tu historia a mi gente , y quizás os perdonen también. Como me
habéis perdonado a mi. "

Biografía

Francis Scott Fitzgerald (EEUU, 1896-1940)


El Gran gatsby (fragmento)
" En mi primera infancia mi padre me dio un consejo que, desde entonces, no ha cesado de darme vueltas. Cada vez
que te sientas inclinado a criticar a alguien -me dijo- ten presente que no todo el mundo ha tenido tus ventajas. No
añadió más, pero ambos no hemos sido nunca muy comunicativos dentro de nuestra habitual reserva, por lo cual
comprendí que, con sus palabras, quería decir mucho más.
(...)
Su corazón se hallaba en constante y turbulenta agitación, temperamento creador, tenía un don para saber esperar y,
sobre todo, una romántica presteza; era la suya una de esas raras sonrisas, con una calidad de eterna confianza, de
esas que en toda la vida no se encuentran más que cuatro o cinco veces.
(...)
James Gatz era víctima de un mundo al que no pertenecía: ricos, seres descuidados e indiferentes, que aplastaban
cosas y seres humanos, y luego se refugiaban en su dinero o en su amplia irreflexión.
(...)
Gatsby creía en el fastuoso futuro que año tras año retrocede ante nosotros. Aunque en este momento nos evite, no
importa... Mañana correremos más rápido, estiraremos más los brazos... Y una hermosa mañana. Y así seguimos,
luchando como barcos contra la corriente, atraidos incesantemente hacia el pasado. "

Biografía

Georgos Seferis (Grecia, 1900-1971)


Rosa del desierto, de Estrofa
" Rosa del desierto, encontrar querías con que herirnos,
más, como el secreto que va a liberarse, te inclinabas
y era hermosa la orden que aceptaste dar
y era la sonrisa como una espada alerta.
El ascenso de tu cielo animaba el universo,
de tu espina se arrancaba el designio del camino,
nuestro impulso se insinuaba desnudo a poseerte,
era fácil el mundo, un simple latido. "

Deja ya de rondar el mar, de Planes para un verano


" Deja ya de rondar el mar
y los pellejos de las olas empujando los navíos,
bajo el cielo estamos nosotros los peces
y los árboles son las algas. "

Dijiste hace años, de Sobre un rayo de sol invernal


" Dijiste hace años: En el fondo soy un asunto de luz.
Y ahora todavía al apoyarte en la ancha espalda del sueño,
aun cuando te hunden en el pecho aletargado del pronto,
buscas rincones donde el negro se ha gastado y no resiste,
buscas a tientas la daga destinada
a perforar tu corazón y abrirlo a la luz. "

El papel blanco duro espejo, de Solsticio de verano


" El papel blanco duro espejo
sólo devuelve eso que fuiste.
El papel blanco habla con tu voz,
tu propia voz,
no aquella que te gusta,
tu música en la vida esa que derrochaste.
Puede que no vuelvas a ganar si lo deseas,
si te clavas a esa cosa indiferente
que te lanza atrás ahí dónde empezaste.
Viajaste, muchas lunas viste muchos soles,
tocaste muertos y vivos,
sentiste el dolor del bravo mozo
y el gemido de la mujer,
la amargura del niño inmaduro,
cuanto has sentido se derrumba sin sustento
si a éste vacío no te fías.
Quizás ahí encuentres cuanto creíste perdido,
el brote de la juventud,
el justo naufragio de la edad.
Tu vida en cuanto diste,
este vacío es cuanto diste,
el blanco papel. "

Biografía

Jaroslav Seifert (Checoslovaquia, 1901-1986)


Ante la puerta de Matías
" Con la barbilla apoyada en las rodillas solía sentarme ante la verja del castillo y miraba pelear a los gigantes, uno con
un palo, el otro con una daga, tenía tiempo de sobra, esperaba el final de aquel combate. La guerra, por entonces,
poco a poco retrocedía; me sonaban las tripas, y había hambre. Pero ¿qué le importa al cielo cuando llega la
primavera?, en los tejados, los palomos rondaban a las palomas, arrullándose ridículamente, y suaves lloviznas rosas,
azules, caían sobre Praga. Bajo el funicular, sobre la hierba, las violetas sonreían a los zapatos, y el vagón se caía entre
las flores bajo el tejado, donde sonaba el timbre. Y en ese momento la fuente antigua me salpicó de agua, como con
una gota de leche la mujer que amamanta, al darse cuenta de que no miro amorosamente sólo al rostro del niño. Por lo
demás, la belleza de las mujeres abrió hasta los ojos ciegos de Homero, pero ya era viejo. Luego me limité a esperar
pacientemente a que cayera el mazo y rugiera el cráneo, a que el viento arrebatara el sombrero cardenalicio del
pórtico de palacio dónde se había posado una mariposa, a qué las gárgolas vomitaran delante de mí las vedijas de plata
del cielo limpio, sobre el que no había ni una mancha, y alguna uniera a mis pasos los ojos de su sonrisa. Esta es toda la
historia, no satisface, pero no hay asesinatos en ella, por lo menos no muchos, y aún espero, y es que ni siquiera la
daga, que la mano sostiene en alto, se ha hundido en las costillas, que es lo que anhela. "

Biografía

Ramón J.Sender (España, 1902-1982)


Réquiem por un campesino español (fragmento)
" Recordaba Mosén Millán el día que bautizó a Paco en aquella misma iglesia. La mañana del bautizo se presentó fría y
dorada, una de esas mañanitas en que la grava del río que habían puesto en la plaza durante el Corpus, crujía de frío
bajo los pies. Iba el niño en brazos de la madrina, envuelto en ricas mantillas, y cubierto por un manto de raso blanco,
bordado en sedas blancas, también. Los lujos de los campesinos son para los actos sacramentales. Cuando el bautizo
entraba en la iglesia, las campanitas menores tocaban alegremente. Se podía saber si el que iban a bautizar era niño o
niña. Si era niño, las campanas -una en un tono más alto que otra- decían: no és nena, que és nen; no és nena, que és
nen. Si era niña cambiaban un poco, y decían: no és nen, que és nena; no és nen, que és nena. La aldea estaba cerca
de la raya de Lérida, y los campesinos usaban a veces palabras catalanas. Al llegar el bautizo se oyó en la plaza vocerío
de niños, como siempre. El padrino llevaba una bolsa de papel de la que sacaba puñados de peladillas y caramelos.
Sabía que, de no hacerlo, los chicos recibirían al bautizo gritando a coro frases desairadas para el recién nacido,
aludiendo a sus pañales y a si estaban secos o mojados. Se oían rebotar las peladillas contra las puertas y las ventanas y
a veces contra las cabezas de los mismos chicos, quienes no perdían el tiempo en lamentaciones. En la torre las
campanitas menores seguían tocando: no és nena, que és nen, y los campesinos entraban en la iglesia, donde esperaba
Mosén Millán ya revestido. Recordaba el cura aquel acto entre centenares de otros porque había sido el bautizo de Paco
el del Molino. Había varias personas enlutadas y graves. Las mujeres con mantilla o mantón negro. Los hombres con
camisa almidonada. En la capilla bautismal la pila sugería misterios antiguos. "

Biografía
William Shakespeare (Inglaterra, 1564-1616)
Sonetos (fragmento)
" Qué contiene el cerebro y qué escribe la tinta
que no te haya expresado mi alma fiel? ¿O qué cosa
queda aún por decir, qué más hay que hacer ver
que declare mi amor a tu mérito amado?
Nada, dulce muchacho; pero igual que oraciones
debo todos los días decir siempre lo mismo;
porque es nuevo lo viejo, tú eres mío, yo tuyo,
como cuando bendije ya hace tiempo tu nombre.
Nuestro amor, que es eterno como amor juvenil,
no le teme ni al polvo ni a la ofensa del tiempo,
no permite que exista ni una arruga fatal:
estará a su servicio la vejez como un paje.
Veo amor tal cual fue, en su origen, en donde
la apariencia y el tiempo quieren darlo por muerto. "

Biografía

Mary Shelley (Inglaterra, 1797-1851)


Frankenstein (fragmento)
" Una desapacible noche de noviembre contemplé es final de mis esfuerzos. Con una ansiedad rayana en la agonía,
coloqué a mi alrededor los instrumentos que me iban a permitir infundir un hálito de vida a la cosa inerte que yacía a
mis pies. Era ya la una de la madrugada; la lluvia golpeaba las ventanas sombríamente, y la vela casi se había
consumido, cuando, a la mortecina luz de la llama, vi cómo la criatura abría sus ojos amarillentos y apagados. Respiró
profundamente y un movimiento compulsivo sacudió su cuerpo.
(...)
Cuando coloqué mi cabeza en la almohada no dormí, aunque tampoco puedo decir que estuviera pensando. Mi
imaginación, espontánea, poseída, me guió, dando a las imágenes sucesivas que crecían en mi mente una viveza más
allá de las fronteras usuales del ensueño. Y vi con los ojos cerrados, pero con aguda visión mental, al pálido estudiante
de artes profanas hincado al lado de la cosa que había unido. Vi el odioso fantasma de una hombre alargado y
entonces, por obra de algunos poderosos motores mostró signos de vida y movimientos torpes, de movimiento semivivo.

(...)
Monstruo odiado ¡Infame asesino! Los tormentos del infierno serán un castigo demasiado benévolo para tus crímenes.
¡Demonio inmundo! ¿Me reprochas que te haya creado? Pues, bien, acércate y extinguiré el brillo de la vida que, en mi
locura, supe alumbrar en ti. "

Biografía

Percy Shelley (Inglaterra, 1792-1822)


Himno a la belleza intelectual (fragmento)
" -I-
La abrumadora sombra de algún Poder no visto
entre nosotros flota, aún sin verse: visita
este variado mundo con alas tan cambiantes
como vientos de estío que van de flor en flor;
como rayo de luna tras la lluvia entre pinos,
visita con mirada inconstante, asomando
a cada corazón humano, a cada rostro;
como las armonías y matices del ocaso,
como nubes dispersas en la luz estelar,
como recuerdo de una música que escapó,
como cuanto podría amarse por su gracia
y aún más por su misterio.

-IV-
Amor, estima propia, esperanza: se van
y vienen como nubes, y en préstamo fugaz
como si el hombre fuera inmortal, poderoso,
tú, la desconocida y temible, en su espíritu
te estableces en firme con tu gloriosa escolta.
¡Oh tú, la mensajera de esos entendimientos
que crecen y descienden en los ojos que se aman,
tú que das alimento al pensamiento humano,
como la oscuridad a una llama que muere!
No te marches de aquí como llegó tu sombra,
no te marches, no sea que vaya a ser la tumba,
como el miedo y la vida, una realidad negra. "

Para Fanny Godwin


" Su voz tembló cuando nos separamos,
y aunque no supe que su corazón estaba roto
hasta mucho después, me fui sin atender
las palabras que entonces nos dijimos.

¡Sufrimiento, oh sufrimiento
este mundo es demasiado ancho para tí! "

Biografía

Sam Shepard (EEUU, 1943)


Crónicas de Motel (fragmento)
" Estaba prácticamente a mitad de camino entre San Francisco y Los Angeles. Parqueó el camión en la suave orilla de la
Highway 5, pasó arrastrándose por debajo de una alambrada y se dirigió al pastizal de Harris. Más allá de los corrales
encontró un campo abierto y se sentó en el centro con las piernas cruzadas. El áspero olor a ganado le inundó el pecho.
El sol estaba poniéndose justo entonces tras los cerros de Coalinga, y dos anchas fajas de nubes anaranjadas se
extendían por encima del Central Valley como un par de inmensas alas de halcón. Quería hablar consigo mismo pero se
lo impidió la quietud del espacio. Se quedó escuchándolo. Un ave de rapiña nocturna. Mugido de reses. El bello gemido
de un diesel Kenworth. Imaginó las dos ciudades simultáneamente, como si colgaran de los brazos extendidos de las
nubes anaranjadas. Suspendidas. La pequeña San Francisco oscilando al norte: inocente, rica y un poco boba. Al sur, la
reptante y demente serpiente de Los Angeles. Con su colmilluda boca abierta de par en par, los ojos encendidos,
paralizada en un ataque de pura paranoia. Aquí es donde debía estar, pensó. Justo aquí. En medio. Aplastado sobre la
panza de California, en un lugar desde el que podía verlas a las dos desde lejos. Podía vivir en los intestinos de este
valle, y dedicarse a espiar el cerebro y los genitales. Un plan inútil. Las cosas empezaban a jalarle en ambas
direcciones. Ya estaba en movimiento cuando sólo buscaba la quietud. Una enorme mano tiraba de él desde su espalda.
Una mano sin cuerpo. Le jaló hacia arriba, remontándolo a muchas millas de altura por encima de la carretera. No
resistió. Ya no tenía miedo de caerse. La mano penetró limpiamente a través de su espalda y se dirigió directamente al
corazón. Se lo agarró. Sin apretarlo. Era un contacto de amor puro. Dejó que su cuerpo cayera y lo vio rebotar contra el
suelo sin esperanza. Su corazón permaneció en lo alto, encogido en la palma de un gigantesco puño. "

Biografía

Pedro Shimose (Bolivia, 1940)


Zona negra (fragmento)
" El agua seguía cayendo sobre los cerros pardos. Algo la puso más nerviosa que nunca. Era como si rodaran barriles
llenos de piedras. Sacudió al marido, pero el Nemesio gruñó, le dio la espalda y siguió durmiendo su borrachera. Se
acostaban sin hablarse, sin contarse nada, sin recordar nada. Hacía tiempo que no lloraban ni se reían juntos. Casi
nunca comían juntos y cuando comían sólo se oía el ruido de las cucharas en los platos. Cuando sus miradas se cruzaban
sólo veían la sombra de un viejo rencor y el desprecio que mata callando. Un torrente de agua sucia descendió, furioso,
por las calles inclinadas. Tronó el cielo encapotado y el estruendo reverberó en el aire de la cordillera, trepidó la tierra
y todo pareció hundirse. La mujer se asomó a la ventana y vio cómo se deslizaba la riada, rabiosa y rugiente,
arrastrando postes de luz, alambres, fierros y maderas. El aluvión de cieno bramaba, sepultaba casas, avanzaba
arrasándolo todo como lava de volcán. De un salto, sin saber cómo, la mujer voló a la puerta y reforzó la cerradura. El
Nemesio roncaba. "

Biografía

Mijail Sholojov (Rusia, 1905-1984)


El destino del hombre (fragmento)
" No sólo lloran en sueños los hombre maduros, encanecidos en los años de guerra. Lloran también despiertos. En esos
casos lo importante es saber volverse a tiempo. Lo principal es no herir el corazón del niño, que no vea cómo por tu
mejilla corre, parca y ardiente, una lágrima de hombre. "
Henryk Sienkiewicz (Polonia, 1846-1916)
La bienvenida (fragmento)
" Un suavísimo temblor corrió inmediatamente por la límpida superficie de las aguas, cual si el ala ligera de la
golondrina la hubiese rozado. La noche se volvió más luminosa, la Luna brilló en el firmamento con más fulgentes
rayos, y los cantos de los zorzales nocturnos más intensos resonaron. Luego, todo enmudeció. El prodigio se operaba
ante Krisna: estaba el loto revistiendo forma humana.
(...)
¡Cálmate, oh sublime encarnación del loto!... Si en el corazón de Walmiki reinan las eternas nieves, tú serás el tibio
aliento primaveral que las derrita; si en él viven las acuáticas profundidades, tú serás la perla que las avalore; si en él
asientan las estepas toda su inmensidad, tú sembrarás en su suelo las flores de las bienaventuranza, y si allí reina la
obscuridad de las tétricas cavernas de Ellora, tú serás el rayo de sol que todo lo ilumine. "

Biografía

José Asunción Silva (Colombia, 1865-1896)


Al oído del lector
" No fue pasión aquello,
fue una ternura vaga...
La que inspiran los niños enfermizos,
los tiempos idos y las noches pálidas.

El espíritu sólo
al conmoverse canta:
cuando el amor lo agita poderoso
tiembla, medita, se recoge y calla.

Pasión hubiera sido,


en verdad; estas páginas
en otro tiempo más feliz ecsritas,
no tuvieran estrofas sino lágrimas. "

A veces cuando en alta noche


" A veces, cuando en alta noche tranquila,
sobre las teclas vuela tu mano blanca,
como una mariposa sobre una lila
y al teclado sonoro notas arranca,
cruzando del espacio la negra sombra
filtran por la ventana rayos de luna,
que trazan luces largas sobre la alfombra,
y en alas de las notas a otros lugares,
vuelan mis pensamientos, cruzan los mares,
y en gótico castillo donde en las piedras
musgosas por los siglos, crecen las yedras,
puestos de codos ambos en tu ventana
miramos en las sombras morir el día
y subir de los valles la noche umbría
y soy tu paje rubio, mi castellana,
y cuando en los espacios la noche cierra,
el fuego de tu estancia los muebles dora,
y los dos nos miramos y sonreímos
mientras que el viento afuera suspira y llora! "

Biografía

Georges Simenon (Bélgica, 1903-1989)


Pena de muerte (fragmento)
" El olfato no bastaba. La convicción tampoco. La justicia exige una prueba y Maigret seguía buscando sin saber quién
se cansaría primero. Paseó tras la pareja por el Jardín Botánico. Asistió a veladas de cine. Comió y cenó en excelentes
cervecerías, como le gustaba, y se atiborró de cerveza. A la lluvia la había reemplazado una especie de nieve fundida.
El martes, calculaba el comisario, apenas les quedaban trescientos francos belgas a sus víctimas y tal vez, se dijo,
tendrían que echar mano del tesoro escondido. Era una vida agotadora y, por la noche, tenía que despertarse al menor
ruido producido en la vecina habitación. Pero seguía como esos perros que, tumbados en el suelo se dejan aplastar
antes que retroceder. "

Carta a mi juez (fragmento)


" Si hoy me preguntaran en qué se reconoce el amor, si tuviera que establecer un diagnóstico de lo que es el amor,
diría: "En primer lugar, la necesidad de la presencia". Y digo bien: necesidad, tan absoluta, tan vital como una
necesidad física. "Después, la sed de comunicarse." La sed de comunicarse consigo mismo y con el otro, porque uno se
encuentra tan maravillado, tiene tal seguridad de estar viviendo un milagro, tanto miedo de perder algo que jamás
había esperado, que la suerte no le debía y quizá le dio por distracción, que a todas horas se experimenta la necesidad
de tranquilizarse y, para tranquilizarse, de comprender. "
Biografía

Upton Sinclair (EEUU, 1878-1968)


La jungla (fragmento)
" Hay más de una milla cuadrada de espacio dentro del matadero y más de la mitad está ocupada por las jaulas de
ganado vacuno; al norte y al sur, hasta el horizonte, hay un "mar" de jaulas. Y todas estaban llenas.. Ganado de todos
tipos: rojo, negro, blanco, y amarillo; ganado viejo y joven; vacas de leche y grandes bueyes de Tejas. El sonido de
ellas allí era como el de todos los corrales del universo.
(...)
El cerdo tenía cadenas en las piernas. De repente, se abalanzaba sobre él, agarrándole la pierna. La máquina agarraba
el cadáver del cerdo del suelo y después lo ponía en el segundo nivel, pasando por una máquina maravillosa con muchos
raspadores que se ajustaban al tamaño y a la forma del animal y lo echaba por el otro lado con casi todo su pelo
afeitado. Luego, pendiendo de otra máquina, daba un paseo sobre un carro, ahora pasando por dos líneas de hombres,
quienes estaban sentados en una plataforma elevada, cada uno haciéndole su trabajo específico al animal muerto
cuando pasaba. Uno rasgaba el exterior de una pierna, el otro el interior de la misma. Con un golpe rápido y preciso le
cortaba el cuello; con dos golpes más lo degollaba, cayendo la cabeza al suelo y desapareciendo en un hueco. Aún otro
hacía una larga incisión; el segundo abría el cuerpo más anchamente; un tercero, con una sierra, le cortaba el
esternón; el cuarto le aflojaba las entrañas; el quinto se las quitaba. Había hombres para rasgar cada lado y otros para
rasgar el lomo; había hombres para limpiar adentro, para revolverlo y limpiar todo el cuerpo. "

Biografía

Alexandr Solzhenitsin (Rusia, 1918)


Archipielago Gulag (fragmento)
" Sobre la superficie de una corriente rápida es imposible distinguir los reflejos, tanto próximos como lejanos; aunque
el agua no sea turbia, aunque la espuma no la cubra, la constante oscilación de la corriente, el inquieto burbujear del
agua hacen que los reflejos sean deformes, imprecisos, incomprensibles. "

Biografía

Osvaldo Soriano (Argentina, 1943-1997)


Vidrios rotos (fragmento) de Cuentos de los años felices
" Tenía fibra para golpear al hígado y llegar al corazón. Una vez, frente a un industrial con pinta de señorito
consentido, que nos había mandado dos veces a la mierda, señaló un grueso y frondoso roble que tapaba la entrada de
un potrero y le preguntó con voz serena y convencida:
¿Sabe que el general Belgrano ató su caballo a ese árbol cuando volvía de la batalla de Tucumán?.
El señorito se sorprendió y miró al baldío mientras en su patio seguía la fiesta y los invitados se zambullían en la pileta
iluminada por grandes faroles.
A mí qué carajo me importa, contestó el tipo y nos cerró la puerta en las narices. Mi padre puso la mano sobre mi
cabeza, se limpió el polvo de los zapatos y volvió a tocar el timbre. El tipo apareció de nuevo, metió la mano al bolsillo
y empezó a contar unos billetes arrugados.
Tomá -le dijo a mi viejo- andá a comprarle un helado al pibe.
Hacía tanto que no me compraba un helado que ahí no más se me aceleró la respiración. Me latía fuerte el corazón
mientras mi padre seguía parado ahí, bajo el alero del porche, con el traje todo raído y el sombrero en la mano. No le
gustaba que lo tutearan. De pronto levantó el brazo y señaló de nuevo el árbol.
La tropa acampó atrás -dijo-. El general estaba muy enfermo y pasó la noche abajo de ese árbol. No tenían ni una gota
de agua y todos se pusieron a rezar para que lloviera.
Me di cuenta enseguida de que tampoco esa noche iba a tener helado. "

Biografía

Wole Soyinka (Nigeria, 1934)


Civil y Soldado
" Mi espectro se levantó de entre la lluvia de plomo,
Y declaró "soy un civil" logrando tan sólo
Acrecentar tu miedo. ¡Mas cómo habría
De levantarme, yo, un ser de esta tierra, en aquella hora
De muerte impasible! entonces pensé:
tu batalla no es de este mundo.

Inmóvil permaneciste
Por ambas eternidades, y yo aprendí, sin duda, la lección
En tus prácticas de combate sigiloso.
No dejes que un indeciso neutral vaya en la retaguardia,
Pues tras de ti se abrasará la tierra. Mi dilema civil,
Que aparece de nuevo atrincherando la tierra,
Bajo el ritual de plomo de tus más ávidos amigos,
Te abismó aún más en la confusión y cuando
Me prestaste el arma para protegerme y la
Muerte me guiñó el ojo, tu promesa
Y todo tú se esclarecieron ante mí.

En el curso de mi vida

Espero encontrarme algún día


De nuevo con tu espectro en la trinchera,
Anunciando, soy un soldado. Entonces no habrá titubeo
Y te habré de disparar certero y justo
Con la carne y el pan y la vasija de vino.
Un racimo de pechos en cada brazo y aquella
Solitaria pregunta, ¿sabes amigo, incluso ahora,
El por qué de todo esto? "

Viaje
" Aunque llegué al final del viaje,
Jamás sentí que hubiera llegado.
Tomé la carretera
Que sube despacio la cuesta de las preguntas, y que me lleva
Incluso a descender a la tierra que conduce a casa. Yo sé
Que mi carne está limpiamente mordisqueada, perdida
Para el perturbado pez entre las vainas susurrantes-
Yo los dejé atrás en mi ruta

Y así también con el pan y el vino


Necesito la repartición de derrota y carestía
Yo los dejé atrás en mi ruta
Jamás sentí que hubiera llegado
Aunque amor y bienvenida me atrapan en casa
Los usurpadores pasan mi copa en cada
Banquete como en una última cena. "

Biografía

Johanna Spyri (Suiza, 1827-1901)


Heidi (fragmento)
" -Nos hemos olvidado de algo, abuelo- dijo ella después de un corto silencio.
-De qué?- preguntó él.
-Una colcha; cuando vas a la cama, te tienes que meter entre las sábanas y la colcha-.
-Oh, así se hace entonces? Pero suponte que no tengo una colcha?- dijo el viejo.
-Bueno, no importa, abuelo- dijo Heidi con un tono de voz consolador, -Puedo tomar un poco más de heno para
cubrirme-, y ella se dio la vuelta rápidamente para buscar otro manojo del montón, cuando su abuelo la detuvo.
-Espera un momento- le dijo-, bajó por la escalera de nuevo yendo hacia su cama. Regresó al altillo con un saco largo y
grueso hecho de lino, que colocó encima, exclamando, -Ahí, eso es mejor que el heno, o no?-
Heidi comenzó a tirar del saco con su pequeña fuerza diminuta, en un esfuerzo por alisarla y arreglarla, pero sus
pequeñas manos no estaban hechas para un trabajo tan pesado. Su abuelo vino en su ayuda, y cuando ellos lo tendieron
perfectamente sobre la cama, todo quedó tan bonito, cálido y confortable que Heidi se ensimismó admirándolo
encantada.
-Esta es una espléndida colcha- dijo ella, y la cama se vio preciosa toda junta!
-Ojalá fuera de noche, para que pudiera meterme en ella al instante-. "

Biografía

Gertrude Stein (EEUU, 1874-1946)


Brotes Tiernos (fragmento)
" Dentro existe el sueño, fuera el enrojecimiento, en la mañana existe el significado, en la tarde el sentimiento. En la
tarde existe el sentimiento. En el sentimiento cualquier cosa descansa, en el sentimiento cualquier cosa se acumula, en
el sentimiento existe resignación, en el sentimiento existe reconocimiento, en el sentimiento existe repetición y
completamente equivocado existe un pellizco. Todas las posiciones tienen vaporizadores y todas las cortinas tienen
edredones y todo lo amarillo tiene discriminación y todo el círculo tiene circunferencia. Esto hace la arena. "

Tres Vidas (fragmento)


" Era un temprano día de primavera en el sur. Los campos y los bosques estaban pesados de las húmedas lluvias. Los
caballos arrastraban el carruaje lentamente sobre el largo camino pegajoso, de barro marrón y áspero con masas de
piedras lanzadas aquí y allá para ser rotas y pisadas por los grupos que pasarían después. A través de la húmeda tierra
estaba el plumaje primaveral, el brote de pequeñas flores, de jóvenes hojas y de helechos. Las tres colinas estaban
rojas y amarillas, con brillantes destellos blancos y verdes magníficos. Abajo todo el aire estaba lleno de neblina
elevándose desde la pesada y empapada agua en la tierra, mezclada con el cálido y placentero olor del humo azul de
los fuegos primaverales en todos los campos abiertos. Y sobre todo esto estaba el claro y elevado aire, y las canciones
de los pájaros y la alegría de los rayos del sol y de los días alargándose. La languidez y el revuelo, el calor y el peso y el
fuerte sentido de vida de las profundidades de la tierra que llega siempre con la temprana y húmeda primavera,
cuando no es respondida con una activa y ferviente alegría, siempre da enojo, irritación y descontento. Para Ana allí
sola en el carruaje, siempre atraída por la lucha con su señora, la calidez, la lentitud, el salto sobre las piedras, el
vapor de los caballos, los llantos de los hombres y animales y pájaros, y la nueva vida a su alrededor eran simplemente
enloquecedoras.
-Baby! Si no te quedas quieto, creo que te mataré. No puedo soportar esto más-. "

Biografía

John Steinbeck (EEUU, 1902-1968)


De ratones y hombres (fragmento)
" Unas millas al sur de Soledad, el río Salinas se ahonda junto al margen de la ladera y fluye profundo y verde. Es tibia
el agua. porque se ha deslizado chispeante sobre la arena amarilla y al calor del sol antes de llegar a la angosta laguna.
A un lado del río, la dorada falda de la ladera se curva hacia arriba trepando hasta las montañas Gabilán, fuertes y
rocosas, pero del lado del valle los árboles bordean la orilla. "

Biografía

Stendhal (Francia, 1783-1842)


Ernestina o el nacimiento del amor (fragmento)
" Durante todo un largo mes, no tuvo otro sentimiento que el de un dolor tanto más profundo cuanto que nacía del
desprecio de sí misma; como no tenía ninguna experiencia de la vida, no podía consolarse diciéndose que nadie en el
mundo podía sospechar lo que había pasado en su corazón, y que probablemente el hombre cruel que tanto le había
importado no podría adivinar ni la centésima parte de lo que por él sintiera. En medio de su desgracia, no carecía de
valor; no le costó ningún esfuerzo echar al fuego sin leerlas dos cartas en cuya dirección reconoció la funesta letra
inglesa.
(...)
Se había propuesto no mirar al prado de allende el lago; en el salón, no levantaba nunca los ojos a las ventanas que
daban hacia aquella parte. Un día, pasadas casi seis semanas de aquel en que leyera el nombre de Felipe Astézan, a su
profesor de Historia Natural, el excelente monsieur Villars, se le ocurrió la idea de darle una larga lección sobre las
plantas acuáticas; se embarcó con ella y se hizo conducir a la parte del lago que se internaba en el valle. Al poner
Ernestina el pie en la barca, una mirada oblicua y casi involuntaria le dio la certeza de que no había nadie junto a la
encina grande; observó apenas una parte de la corteza del árbol de un gris más claro que el resto. Dos horas más tarde,
cuando volvió a pasar, después de la lección, frente a la encina, se estremeció al reconocer que lo que le había
parecido un accidente de la corteza del árbol era el color de la cazadora de Felipe Astézan, que llevaba dos horas
sentado en una raíz de encina e inmóvil como muerto. Haciéndose en su fuero interno esta comparación, Ernestina se
sirvió también de estas mismas palabras: como muerto. La impresionaron. «Si estuviera muerto, ya no estaría mal
pensar tanto en él.» Durante varios minutos, esta suposición fue un pretexto para entregarse a un amor que la vista del
ser amado hacía omnipotente. "

Biografía

Wallace Stevens (EEUU, 1879-1955)


Soliloquio final, de el Amante Interior
" Fuera de esta misma luz,
fuera de la mente central,
nosotros hacemos una morada en el aire del anochecer,
en el que estar ahí juntos es suficiente. "
La casa estaba callada y el mundo estaba sereno
" La casa estaba callada y el mundo estaba sereno,
el lector se convirtió en libro; y noche de verano.
Era como el ser consciente del libro.
Las palabras eran habladas como si hubiese libro,
excepto que el lector se reclinaba sobre la página,
quería reclinarse, quería tanto ser
el escolar para quien el libro es verdad, para quien
la noche de verano es como una perfección del pensamiento.
La casa estaba callada porque debía estarlo,
el silencio era parte del significado, parte de la mente,
el acceso de perfección a la página,
y el mundo estaba sereno. La verdad en un mundo sereno,
en el cual no hay otro significado, el mismo
está sereno, el mismo es verano y noche, el mismo
es el lector reclinado tarde y leyendo ahí "

Re-Declaración, de Romance
" La noche no conoce de los encantos de la noche,
es lo que es como yo soy lo que soy,
y al percibir esto me percibo mejor a mi mismo,
y a ti. Sólo los dos podemos intercambiarnos
el uno en el otro lo que cada uno tiene para dar.
Sólo nosotros dos somos uno, no tú y la noche,
no la noche y yo, pero tú y yo, solos,
tan solos, tan profundamente por nosotros mismos,
mucho más allá de las soledades casuales,
esa noche es sólo el panorama de nosotros,
supremamente verdaderos cada uno a si mismo,
en la pálida luz que cada uno sobre el otro dirige. "

Biografía

Robert L. Stevenson (Gran Bretaña, 1850-1894)


Skerryvore
" Por amor a las palabras hermosas, y en homenaje a los míos y a mis compatriotas, que desde siempre sobre el
tempestuoso océano se afanaron en fijar una estrella para los navegantes, allí dónde hasta entonces sólo reinaron
guaridas de focas y cormoranes, yo, en el dintel de esta casa, inscribo el nombre de una torre orgullosa."

El vagabundo
" Dadme la vida que amo, dejadme junto al río, dadme el alegre cielo sobre mi cabeza y un sendero amigo, cama en el
matorral cara a las estrellas, pan para mojar en el río, esa es la vida que un hombre como yo ama, esa vida y para
siempre. Dejad que el otoño caiga sobre mí mientras vagabundeo por los campos, callarán los pájaros y yo
mordisquearé mis dedos azules de frío. La escarcha brilla sobre los campos, el hogar estará caliente, pero no he de
rendirme ante el otoño ni siquiera ante el invierno. Que lo que ha de suceder ahora o mañana suceda. Dadme la paz de
la tierra alrededor y un camino ante mí. No busco riqueza, esperanza, ni amor, ni siquiera un amigo. Todo lo que busco
es el cielo sobre mi cabeza y un camino para mis pies."

La suerte está echada y para siempre


" La suerte está echada y para siempre maestro y discípulo, amigo, amante, padre e hijos, caminarán separados,
aunque cercanos parezcan, cada uno ve a los que ama tan lejos como estrellas. Así nosotros, amada mía, por siempre
separados nos acercará el llanto, con llantos contemplaremos la bahía, las Grandes Puertas, como dos grandes águilas
que volaran sobre las montañas, sólo unidas por sus lamentos, hasta perderse entre los cedros. Los años nos acercaron,
día tras día irán atrayéndonos, semana tras semana, hasta que la muerte disuelva esta separación. Porque amamos lo
que soñamos, y en nuestro suelo, aunque muy lejos el uno del otro, vivimos juntos, corazón a corazón. Olvidamos lo
que somos, nuestras almas están protegidas por un vano sueño. Como el soldado que de una atroz guerra vuelve sin
temor, o el marino desde los abismos, como el caminante regresa de la helada noche y de los bosques a su refugio, aún
con los ojos llenos de rocío y de oscuridad."

Algún día nos amamos


" Por la espesura de bayas y las islas de juncos, como a través de un mundo que sólo fuera cielo, oh firmamento
invertido, la barca de nuestro amor se deslizaba. Radiantes como el día eran tus ojos, radiante la corriente fluía y era
radiante el alto cielo. Días de abril, aires del Edén...Cuando murió la gloria en el dorado crepúsculo, brillante ascendió
la luna, y llenos de flores al hogar regresamos. Radiantes fueron tus ojos esa noche, habíamos vivido, oh amor...Oh
amor mío, habíamos amado. Ahora el hielo aprisiona nuestro río, con su blancura cubre la nieve nuestra isla, y junto a
la lumbre invernal Joan y Darby dormitan y sueñan. Sin embargo, en el sueño, fluye le río y la barca del amor aún se
desliza...Escucha el sonido del remo al cortar sus aguas. Y en las tardes de invierno cuando la fantasía sueña en el
crepitar de la chimenea, en sus oídos de viejos enamorados el río de su amor canta en los juncos. Oh amor mío, ama el
pasado, pues en algún día fuimos felices y algún día nos amamos."

Yo a quién Apolo visitó


" Yo, a quién Apolo alguna vez ha visitado, o fingió visitar, ahora, al acabar mi día, deseo el descanso, no conocer el
cansancio de los cambios, no ver a las inconmensurables arenas de los siglos beber de la blanqueante tinta, ni escuchar
la música ahogada por el estrépito de las generaciones."

Sé lo que es subir y lo que es caer


" Sé lo que es subir y lo que es caer, he sufrido y he creado en otros días, todo lo quise y ya he dicho adiós a la
esperanza, he vivido y amado y cerrado la puerta."

Biografía

Bram Stoker (Irlanda, 1847-1912)


Diario de Mina Harker, de Drácula (fragmento)
" No hay duda de que existen los vampiros; algunos de nosotros tenemos evidencias de ello. Incluso, aunque no
tuvieramos una prueba en nuestra propia y desdichada experiencia, las informaciones y los datos del pasado aportan
pruebas suficientes. Admito que al principio fui escéptico. Si no hubiera sido porque a través de largos años me he
entrenado para tener una mentalidad abierta, no habría creído hasta que llegó el momento en que los hechos
golpeaban en mi oído: "¡Míralo! ¡Míralo! Lo probamos, lo estamos probando". Sin embargo, si hubiera sabido al principio
lo que sé ahora --si al menos lo hubiera sospechado---, una vida preciosa para todos los que la queríamos no se hubiera
perdido. Pero ya no tiene remedio y ahora debemos trabajar para que no perezcan otras almas, que podamos salvar. El
nosferatu no muere como la abeja que ha punzado una vez. Sólo se hace más fuerte, y, por serlo, tiene aún más poder
para el mal. El vampiro que está entre nosotros tiene como persona más fuerza que veinte hombres; su astucia es muy
superior a la de los mortales, porque es una astucia que va creciendo con los siglos; tiene la ayuda de la nigromancia
que es, como implica la etimología de la palabra, la adivinación por la muerte, y todos los muertos a los que pueda
acercarse están a sus órdenes; es una bestia, más que una bestia; de una crueldad demoniaca y carece de corazón;
puede, sin limitaciones, aparecer a su voluntad donde y cuando quiera, y en cualquiera de las formas que elija. Puede,
en su área de acción, dirigir los elementos: la tormenta, la niebla, el trueno; tiene poder sobre las cosas más
repugnantes: la rata, la lechuza y el murciélago, la polilla y el zorro, y el lobo; puede crecer o reducir su tamaño y
puede, en ocasiones, desvanescerse y aparecer sin ser visto. Entonces, ¿cómo podríamos comenzar nuestra lucha para
destruirle? ¿Cómo podemos descubrir dónde está, y, si lo encontramos, cómo destruirle? Queridos amigos, la empresa
que vamos a emprender es demasiado terrible y puede traer consecuencias que harían temblar al más valiente. Porque
si perdemos en nuestro empeño, significa que, ha ganado él, y , entonces, ¿qué final nos espera? ¡La vida no es tan
importante para mí y no me importa perderla! Pero el fracaso no es sólo un asunto de vida o muerte. Sino que nos
volveríamos como él; que nos convertiríamos en seres horribles de la noche, como él, sin corazón ni consciencia,
haciendo presa en los cuerpos y en las almas de aquellos a los que más queremos. Se nos cerrarían para siempre las
puertas del cielo, porque ¿quién nos las iba a abrir de nuevo? Seguiríamos siendo aborrecidos por todos, como una
mancha en el brillo del rostro de Dios; una flecha clavada en el costado de Él que murió por el hombre. Pero estamos
frente a frente con nuestro deber, ¿podemos en este caso abandonar? Por mi parte, digo que no, pero soy viejo, y la
vida, con su sol, sus lugares agradables, con el canto de los pájaros, la música y el amor, ha quedado un poco atrás.
Pero vosotros sois jóvenes. Algunos habeís visto grandes penas, pero todavía quedan días hermosos en vuestro futuro. "

Biografía

Alfonsina Storni (Argentina, 1892-1938)


Carta lírica a otra mujer
" Vuestro nombre no sé, ni vuestro rostro
conozco yo, y os imagino blanca,
débil como los brotes iniciales,
pequeña, dulce... Ya ni sé... Divina.
En vuestros ojos, placidez de lago
que se abandona al sol y dulcemente
le absorbe su oro mientras todo calla.

Y vuestras manos, finas, como aqueste


dolor, el mío, que se alarga, se alarga,
y luego se me muere y se concluye,
así como lo veis, en algún verso.

¡Ah!, ¿sois así? Decidme si en la boca


tenéis un rumoroso colmenero,
si las orejas vuestras son a modo
de pétalos de rosas ahuecadas.....
Decidme si lloráis, humildemente,
mirando las estrellas tan lejanas,
y si en las manos tibias se os aduermen
palomas blancas y canarios de oro.
Porque todo éso y más vois sois, sin duda,
vos, que tenéis el hombre que adoraba
entre las manos dulces, vos la bella
que habéis matado, sin saberlo acaso,
toda esperanza en mí... Vos su criatura.
Porque él es todo vuestro: Cuerpo y alma
estáis gustando del amor secreto
que guarde silencioso.....Dios lo sabe
por qué yo no alcanzo a penetrarlo.
Os lo confieso que una vez estuvo
tan cerca de mi brazo, que al extenderlo
acaso mía aquella dicha vuestra
me fuera ahora......¡Sí!, acaso mía......
Mas ved, estaba el alma tan gastada
que el brazo mío no alcanzó a extenderse,
¿Comprendéis bien ahora? Ahora, en vuestros brazos
él se adormece y le decís palabras
pequeñas y menudas que semejan
pétalos volanderos y muy blancos.
Acaso un niño rubio vendrá luego
a copiar en los ojos inocentes
los ojos vuestros y los de él unidos
en un espejo azul y cristalino.......
¡Oh, ceñidle la frente! ¡Era tan amplia!
¡Arrancaban tan firmes los cabellos
a grandes ondas, que al tenerla cerca
no hiciera yo otra cosa que ceñirla!
Luego, dejad que en vuestras manos vaguen
los labios suyos; él me dijo un día
que nada era tan dulce al alma suya
como besar las femeninas manos....
Y acaso alguna vez, yo, la que anduve
vagando por fuera de la vida
- cómo aquellos filósofos mendigos
que van a las ventanas señoriales
a mirar sin envidia toda fiesta-
me allegué humildemente a vuestro lado
y con palabras quedas, susurrantes,
os pida vuestras manos un momento
para besarlas yo, como él las besa.....

Y al descubrirlas lenta, lentamente,


vaya pensando, aquí se aposentaron
¿cuánto tiempo, sus labios, cuánto tiempo
en las divinas manos que son las suyas?

¡Oh, qué amargo deleite, este deleite


de buscar huellas suyas y seguirlas,
sobre las manos vuestras tan sedosas,
tan finas, con sus venas tan azules!

¡Oh, que nada podría, ni ser suya,


ni dominarle el alma, ni tenerlo,
rendido aquí a mis pies, recompensarme
este horrible deleite de hacer mío
un inefable, pasionado rastro.
Y allí en vos misma, sí, pues sóis barrera,
barrera ardiente, viva, que al tocarla
ya me remueve este cansancio amargo,
este silencio de alma en que me escudo
este dolor mortal en que me abismo,
esta inmovilidad del sentimiento
que sólo salta, bruscamente, cuando
nada es posible! "

Miedo
" Aquí, sobre tu pecho, tengo miedo de todo;
estréchame en tus brazos como una golondrina
y dime la palabra, la palabra divina
que encuentre en mis oídos dulcísimo acomodo.

Háblame de amor, arrúllame, dame el mejor apodo,


besa mis pobres manos, acaricia la fina
mata de mis cabellos, y olvidaré, mezquina,
que soy, ¡oh cielo eterno!, sólo un poco de lodo.

¡Es tan mala la vida! ¡Andan sueltas las fieras!...


Oh, no he tenido nunca las bellas primaveras
que tienen las mujeres cuando todo lo ignoran.
En tus brazos, amado, quiero soñar en ellos,
mientras tus manos blancas suavizan mis cabellos,
mientras mis labios besan, mientras mis ojos lloran. "

Biografía

August Strindberg (Suecia, 1849-1912)


El sueño (fragmento)
" La tierra no esta limpia
la vida no es buena
los hombres no son malos
tampoco son buenos
una vez al dia
los hijos del polvo
en el polvo deben divagar
nacidos del polvo
al polvo regresan
les dieron pies para arrastrar los pasos
no alas.
La culpa es de ellos
o vuestra? "
Biografía
José Suárez Carreño (España, 1915)
El viento lejano
" La soledad de la noche es dura como la piedra de las rocas,
siglos mudos, oscura y lenta materia,
luz de luna sin destino, fría y sin amor desierta,
luz que se pierde en las hondas masas del frío,
la sierra sin nadie, la luna sola, en el bosque la madera,
el viento se pierde lejos, ave triste,
angustia lenta que no es el cielo ni el monte,
que no es carne, luz, ni piedra. "

Biografía

Patrick Süskind (Alemania, 1949)


El Perfume (fragmento)
" En la época que nos ocupa reinaba en las ciudades un hedor apenas concebible para el hombre moderno. Las calles
apestaban a estiércol, los patios interiores apestaban a orina, los huecos de las escaleras apestaban a madera podrida y
excrementos de rata; las cocinas, a col podrida y grasa de carnero; los aposentos sin ventilación apestaban a polvo
enmohecido; los dormitorios, a sábanas grasientas, a edredones húmedos y al penetrante olor dulzón de los
orinales...Apestaban los ríos, apestaban las plazas, apestaban las iglesias y el hedor se respiraba por igual bajo los
puentes y en los palacios...Y, como es natural, el hedor alcanzaba las máximas proporciones en París, porque París era
la mayor ciudad de Francia. Y dentro de París había un lugar donde el hedor se convertía en infernal, entre la Rue aux
Fers y la Rue de la Ferronerie, o sea, en el Cimetière de Innocents.
(...)
Escenario de este desenfreno -no podía ser otro- era su imperio interior, donde había enterrado desde su nacimiento
los contornos de todos los olores olfateados durante su vida. Para animarse conjuraba primero los más antiguos y
remotos: el vaho húmedo y hostil del dormitorio de madame Gaillard; el olor seco y correoso de sus manos; el aliento
avinagrado del padre Terrier; el sudor histérico, cálido y maternal del ama Bussier; el hedor a cadáveres del Cirnetiére
des Innocents; el tufo de asesina de su madre Y se revolcaba en la repugnancia y el odio y sus cabellos se erizaban de
un horror voluptuoso. Muchas veces, cuando este aperitivo de abominaciones no le bastaba para empezar, daba un
pequeño paseo olfatorio por la tenería de Grimal y se regalaba con el hedor de las pieles sanguinolentas y de los tintes
y abonos o imaginaba el caldo de seiscientos mil parisienses en el sofocante calor de la canícula. Entonces, de repente,
este era el sentido del ejercicio, el odio brotaba en él con violencia de orgasmo, estallando como una tormenta contra
aquellos olores que habían osado ofender su ilustre nariz. Caía sobre ellos como granizo sobre un campo de trigo los
pulverizaba como un furioso huracán y los ahogaba bajo un diluvio purificador de agua destilada. Tan justa era su
cólera y tan grande su venganza. Ah, qué momento sublime! Grenouille, el hombrecillo, temblaba de excitación, su
cuerpo se tensaba y abombaba en un bienestar voluptuoso, de modo que durante un momento tocaba con la coronilla
el techo de la gruta, para luego bajar lentamente hasta yacer liberado y apaciguado en lo más hondo. Era demasiado
agradable, este acto violento de exterminación de todos los olores repugnantes, era realmente demasiado agradable,
casi su número favorito entre todos los representados en el escenario de su gran teatro interior, porque comunicaba la
maravillosa sensación de agotamiento placentero que sigue a todo acto verdaderamente grande y heroico. "

Biografía

Italo Svevo (Italia, 1861-1928)


Senectud (fragmento)
" Durante mucho tiempo el recuerdo de su aventura le dejó descontento y desequilibrado. El amor y el dolor habían
pasado por su vida y, privado ahora de aquellos elementos, se encontraba con la sensación de uno a quien le han
amputado una parte importante de su cuerpo. Aquel vacío, sin embargo, acabó por colmarse. Renació en él el gusto
por la seguridad, por la vida tranquila, y la preocupación por sí mismo sustituyó a otro deseo cualquiera. "

Biografía

Jonathan Swift (Irlanda, 1667-1745)


Los viajes de Gulliver (fragmento)
" Golbasto Momaren Evlame Gurdilo Shefin Mully Ully Gue, muy poderoso emperador de Liliput, delicia y terror del
universo, cuyos dominios se extienden cinco mil blustrugs -unas doce millas en circunferencia- hacia los confines del
globo; monarca de todos los monarcas, más alto que los hijos de los hombres, cuyos pies oprimen el centro del mundo y
cuya cabeza se levanta hasta tocar el Sol; cuyo gesto hace temblar las rodillas de los príncipes de la tierra; agradable
como la primavera, reconfortante como el verano, fructífero como el otoño, espantoso como el invierno. Su Muy
Sublime Majestad propone al Hombre-Montaña, recientemente llegado a nuestros celestiales dominios, los artículos
siguientes, que por solemne juramento él viene obligado a cumplir:
Primero. El Hombre-Montaña no saldrá de nuestros dominios sin una licencia nuestra con nuestro gran sello.
Segundo. No le será permitido entrar en nuestra metrópoli sin nuestra orden expresa. Cuando esto suceda, los
habitantes serán avisados con dos horas de anticipación para que se encierren en sus casas.
Tercero. El citado Hombre-Montaña limitará sus paseos a nuestras principales carreteras, y no deberá pasearse ni
echarse en nuestras praderas ni en nuestros sembrados.
Cuarto. Cuando pasee por las citadas carreteras pondrá el mayor cuidado en no pisar el cuerpo de ninguno de nuestros
amados súbditos, así como sus caballos y carros, y en no coger en sus manos a ninguno de nuestros súbditos sin
consentimiento del propio interesado.
Quinto. Si un correo requiriese extraordinaria diligencia, el Hombre-Montaña estará obligado a llevar en su bolsillo al
mensajero con su caballo un viaje de seis días, una vez en cada luna, y, si fuese necesario, a devolver sano y salvo al
citado mensajero a nuestra imperial presencia.
Sexto. Será nuestro aliado contra nuestros enemigos de la isla de Blefuscu, y hará todo lo posible por destruir su flota,
que se prepara actualmente para invadir nuestros dominios.
Séptimo. El citado Hombre-Montaña, en sus ratos de ocio, socorrerá y auxiliará a nuestros trabajadores, ayudándoles a
levantar determinadas grandes piedras para rematar el muro del parque principal y otros de nuestros reales edificios.
Octavo. El citado Hombre-Montaña entregará en un plazo de dos lunas un informe exacto de la circunferencia de
nuestros dominios, calculada en pasos suyos alrededor de la costa.
Noveno. Finalmente, bajo su solemne juramento de cumplir todos los anteriores artículos, el citado Hombre-Montaña
dispondrá de un suministro diario de comida y bebida suficiente para el mantenimiento de 1.724 de nuestros súbditos,
y gozará libre acceso a nuestra real persona y otros testimonios de nuestra gracia. Dado en nuestro palacio de
Belfaborac, el duodécimo día de la nonagésimaprimera luna de nuestro reinado. "

Biografía

Wislawa Szymborska (Polonia, 1923)


Discurso en la oficina de objetos perdidos
" Perdí unas pocas diosas camino del sur al norte,
también muchos dioses camino de este a oeste.
Un par de estrellas se apagaron para siempre, ábrete, oh cielo.
Una isla, otra se me perdió en el mar.
Ni siquiera sé dónde dejé mis garras,
quién anda con mi piel,
quién habita mi caparazón.
Mis parientes se extinguieron cuando repté a tierra,
y sólo algún pequeño hueso dentro de mí celebra el aniversario.
He saltado fuera de mi piel, desparramado vértebras y piernas,
dejado mis sentidos muchas, muchas veces.
Hace tiempo que he guiñado mi tercer ojo a eso,
chasqueado mis aletas, encogido mis ramas.
Está perdido, se ha ido, está esparcido a los cuatro vientos.
Me sorprendo de cuán poco queda de mí:
un ser individual, por el momento del género humano,
que ayer simplemente perdió un paraguas en un tranvía. "

La realidad exige
" La realidad exige que también mencionemos esto: la vida sigue. Continúa en Cannae y en Borodino, en Kosovo Polie y
en Guernica. Hay una estación de gasolina en una pequeña plaza de Jericó, pintura fresca en los bancos del parque de
Bila Hora. Las cartas se cruzan entre Pearl Harbor y Hastings, una camioneta pasa debajo del ojo del león de Queronea,
y los florecientes huertos cerca de Verdún no pueden escapar al atmosférico frente que se aproxima. Hay tanto Todo
que la Nada se esconde casi gentilmente. La música brota de los yates anclados en Accio y las parejas bailan en las
cubiertas bañadas por el sol. Hay tantas cosas sucediendo siempre que deben estar pasando en todas partes. Donde no
hay ni una sola piedra en pie vemos al Hombre de los Helados rodeado de niños. Donde Hiroshima estuvo Hiroshima está
de nuevo, produciendo cosas para el uso de cada dia. Este terrible mundo no está desprovisto de encantos, de las
mañanas que hacen inestimables los despertares. La hierba es verde en los campos de Maciejowice, y salpicada de
rocío, como es lo normal de la hierba. Quizás todos los campos son campos de batalla, todas las tierras lo son, las que
recordamos y las que se han olvidado: los bosques de abedules, cedros, abetos, la blanca nieve, las amarillas arenas, la
gris grava, los iridiscentes pantanos, los cañones de negra derrota, donde, en tiempos de crisis, puedes esconderte
debajo de un arbusto. ¿Qué moral sacamos de esto? Probablemente ninguna. Sólo la sangre fluye, secándose
rápidamente, y, como siempre, unos cuantos rios, unas cuantas nubes. Sobre trágicos pasos de montañas el viento
vuela sombreros de cabezas inconscientes y no podemos evitar reír de eso."
Antonio Tabucchi (Italia, 1943)
Sostiene Pereira (fragmento)
" Pensó que cuando se está verdaderamente solo es el momento de medirse con el yo hegemónico que quiere
imponerse en la cohorte de las almas. Y aunque pensó en todo ello no se sintió tranquilo, sintió en cambio una gran
nostalgia, no sabría decir de qué, pero una gran nostalgia de una vida pasada y una vida futura. "

Biografía

Rabindranaz Tagore (India, 1861-1941)


Aforismos
" Como las gaviotas y las olas nos encontramos y nos unimos.
Se van las gaviotas volando, se van rodando las olas; y nosotros también nos vamos.
Si de noche lloras por el sol, no veras las estrellas.
La luz del sol me saluda sonriendo.
La lluvia, su hermana triste, me habla en el corazón.
Si echo mi misma sombra en mi camino, es porque hay una lámpara en mí que no ha sido encendida. Tu sol sonríe en
los días de invierno de mi corazón, y no duda jamás de las flores de su primavera. Cuando el día cae, la noche lo besa y
le dice al oído:
'Soy tu madre la muerte, y te he de dar nueva vida'.
El misterio de la vida es tan grande como la sombra en la noche.
La ilusión de la sabiduría es como la niebla del amanecer.
Leemos mal el mundo, y decimos luego que nos engaña. "

Si me está negado el amor


" Si me está negado el amor, ¿por qué, entonces, amanece;
por qué susurra el viento del sur entre las hojas recién nacidas?
Si me está negado el amor, ¿por qué, entonces,
la medianoche entristece con nostálgico silencio a las estrellas?
¿Y por qué este necio corazón continúa,
esperanzado y loco, acechando el mar infinito? "

Biografía

Torquato Tasso (Italia, 1544-1595)


Noches (fragmento)
" ¿Qué digo? ¿Acaso mi amor no está impreso en todos los objetos que me rodean? ¿No está escrito en mi frente, en mis
ojos, en todas mis acciones? Mis palabras, mis suspiros, hasta mi mismo silencio, aquel silencio mudo tan largo, tan
profundo, ¿no expresan vivamente los afectos de mi corazón? El aire, el aire testigo tanto tiempo de mis sentimientos,
de mis votos, de mis suspiros; el aire, sí, herido tantas veces por mi voz lamentable, ha elevado sus tristes acentos
hasta el lugar donde ella habita. "

Biografía

S. Taylor Coleridge (Inglaterra, 1772-1834)


Monodia sobre la muerte de Chatterton (fragmento)
" Fuera de aquí, pensamientos oscuros, no más se demorará mi alma
en alegrías que fueron. No más soportará el pesar
la vergüenza y angustia del perverso día,
sabiamente olvidadizo. Por sobre las olas del océano
sublime de esperanza busco el valle con la choza
donde la Virtud serena puede perderse con paso descuidado
y, danzando al ritmo del roundelay lunar,
las mágicas Pasiones tejen un sagrado hechizo.

¡Oh Chatterton! Si todavía vivieras,


seguramente izarías la vela al viento
y amarías conducir el tintineante tronco con nosotros
sobre el valle no parcelado de la serena Libertad.
Y nosotros, en la sobria velada, nos amontonaríamos junto a ti,
suspendidos en éxtasis de tu majestuosa canción,
y recibiríamos con sonrisas a la Poesía de ojos jóvenes,
todos hábilmente enmascarados, como canosa ancianidad.

¡Ay, vanas fantasías, la volátil progenie


del dolor autosatisfecho en su ensueño!
Y sin embargo yo querría seguir el dulce sueño
donde Susquehana vierte su indócil flujo
y, en alguna colina cuya falda ceñuda de bosques
ondula sobre los murmullos de su marea ya más calma,
erigir para ti un solemne Cenotafio,
dulce arpista de la música que el tiempo amortaja.
Y allí, tristemente calmado por el viento de fúnebre canto,
meditaré sobre los dolorosos males que dejé atrás. "

Kubla Khan (fragmento)


" En Xanadú se hizo construir
Kubla Khan un fastuoso palacio:
Allí donde el sagrado río Alfa discurría
a través de grutas inconmensurables para el hombre
hasta precipitarse en un mar sin sol.
Así pues, diez millas de terreno fértil
fueron cercadas de muros y torres:
y surgieron jardines en los que brillaban sinuosos arroyos
y donde crecían abundantes árboles del incienso;
y había bosques tan viejos como las colinas
rodeando los prados iluminados por el sol.
¡Mas, ved aquel romántico y profundo abismo abierto
en el costado de la verde colina, bajo la sombra de los cedros!
¡Qué lugar tan agreste! ¡El más sagrado y lleno de encantamientos
que jamás fue visitado bajo la luna menguante
por la mujer que clama por su demonio amante!
Y de este abismo, bullendo en incesante remolino,
como si la tierra respirara con ansioso jadeo,
brotó al instante un poderoso manantial;
y en medio de su repentino e intermitente impulso
enormes fragmentos de roca saltaban como el granizo
o como el trigo que se separa de la paja bajo los golpes del trillador;
y en medio del incesante resonar de las rocas que danzaban en el aire,
surgió a borbotones el sagrado río.
Trazando laberínticos meandros, a lo largo de cinco millas
discurría el sagrado río a través de bosques y valles,
hasta llegar a las cavernas inconmensurables para el hombre
y hundirse con estruendo en un océano sin vida:
y, en medio de este estruendo, oyó Kubla a lo lejos
las voces de sus antepasados que profetizaban la guerra.
La sombra del palacio deleitoso
se reflejaba en medio de las olas,
allí donde se oían los ritmos mezclados
del manantial y los abismos.
Era una maravilla de peculiar diseño
este palacio de deleites bañado por el sol sobre cavernas de hielo.
De una jovencilla que llevaba un dulcémele
tuve una vez una visión:
era una doncella abisinia,
y tocaba su dulcémele
mientras cantaba del monte Abora.
Si fuera capaz de revivir en mí
la música y la letra de su canción
me sentiría penetrado de tan profunda delicia,
que, con música aguda y prolongada,
sería capaz de construir en los aires el palacio,
¡ese palacio soleado! ¡esas grutas de hielo!
Y todos los que oyeran mi música los verían,
y gritarían todos: ¡Cuidado, cuidado!
¡Mirad sus ojos centelleantes, su cabello desmelenado!
Tejed tres veces en torno a él un círculo,
y cerrad los ojos con terror sagrado,
pues él se ha alimentado de ambrosía
y ha bebido la leche del Paraíso. "

Biografía

Jorge Teillier (Chile, 1935-1996)


Otoño Secreto, de Para Ángeles y Gorriones
" Cuando las amadas palabras cotidianas pierden su sentido y no se puede nombrar ni el pan, ni el agua, ni la ventana, y
ha sido falso todo diálogo que no sea con nuestra desolada imagen, aún se miran las destrozadas estampas en el libro
del hermano menor, es bueno saludar los platos y el mantel puestos sobre la mesa, y ver que en el viejo armario
conservan su alegría el licor de guindas que preparó la abuela y las manzanas puestas a guardar. Cuando la forma de los
árboles ya no es sino el leve recuerdo de su forma, una mentira inventada por la turbia memoria del otoño, y los días
tienen la confusión del desván a donde nadie sube y la cruel blancura de la eternidad hace que la luz huya de sí misma,
algo nos recuerda la verdad que amamos antes de conocer; las ramas se quiebran levemente, el palomar se llena de
aleteos, el granero sueña otra vez con el sol, encendemos para la fiesta los pálidos candelabros del salón polvoriento y
el silencio nos revela el secreto que no queríamos escuchar. "

El poeta de este mundo (A René-Guy Cadou), de Muertes y maravillas


" Poeta de nombre claro como un guijarro en medio de la corriente, reunías palabras que eran pedernales de donde
nace un fuego que no es olvidado. René-Guy Cadou, amigo del tonelero, el cartero, el aduanero y el contrabandista,
vivías en una aldea de seiscientos habitantes. Allí eras profesor rural, el peso del olor del jardín vecino sofocaba la sala
de clases como a la sala de clases donde tu padre había sido maestro. Te gustaba hablar con la gente de cara parecida
a ollas de greda, caminar descalzo, ver jugar a las cartas en la taberna. En la noche a la luz de un fuego de espino
abrías un libro mientras Helena cosía ("Helena como una gota de rocío en tu vaso"). Tenías un poeta preferido para
cada estación: en otoño era Verlaine, la primavera te traía todas las rosas de Ronsard, el invierno llegaba con el
chirriar del carruaje del Grand Meaulnes y la estación violenta el ruido de espadas entrechocándose en una posada de
Alejandro Dumas. Tú nunca estabas solo, te iluminaba el recuerdo de tu padre volviendo de caza en el invierno. Y
mientras tus amigos iban al Café, a la Brasseire Lipp o al Deux Magots, tú subías a tu cuarto y te enfrentabas al Rostro
radiante. En la proa de tu barco te asomabas a ver los caminos de tu país de hadas y pantanos, caminos trazados como
las líneas de un cuaderno de copia. Tus palabras llegaban como pájaros que saben que siempre hay una ventana abierta
al fin del mundo. Y los poemas se encendían como girasoles nacidos de tu corazón profundo y secreto, rescatados de la
nostalgia, la única realidad. Tú sabías que la poesía debe ser usual como el cielo que nos desborda, que no significa
nada sino permite a los hombres acercarse y conocerse. La poesía debe ser una moneda cotidiana y debe estar sobre
todas las mesas como el canto de la jarra de vino que ilumina los caminos del domingo. Sabías que las ciudades son
accidentes que no prevalecerán frente a los árboles, que la poesía no se pregona en las plazas ni se va a vender a los
mercados a la moda, que no se escribe con saliva, con bencina, con muecas, ni el pobre humor de los quieren llamar la
atención con bromas de payasos pretenciosos y que de nada sirven los grandes discursos tartamudos de los que no
tienen nada que decir. La poesía es un respirar en paz para que los demás respiren, un poema es un pan fresco, un
cesto de mimbre. Un poema debe ser leído por amigos desconocidos en trenes que siempre se atrasan, o bajo los
castaños de las plazas aldeanas. Pocos saben aquí lo que es un poema, pocos han puesto su cara al viento en medio de
un trigal; pocos saben lo que es un poeta y cómo debe morir un poeta. Tú moriste en un cuarto en donde se congregaba
toda la primavera mirando un cesto con manzanas. -He visto morir a un príncipe- dijo uno de tus amigos. Y este
Primero de Noviembre cuando me rodean los muertos que siempre están conmigo y pienso en tu serena y ruda fe que se
puede comprender como a una pequeña iglesia azul de pueblo donde hay un párroco que no pide sino compartir su pan.
Tú hablabas con tu Dios como al pobre hijo de un carpintero, pues sabías que también se crucifica todos los días a un
poeta (Jesús tenía treinta y tres años, Jean Arthur también era Cristo crucificado a los treinta y siete). Pero a ti no te
importaba que te escupieran la cara o te olvidaran porque como tú lo decías, nadie puede impedir a un pájaro que
cante en la más alta cima, y el poeta derribado es sólo el árbol rojo que señala el comienzo del bosque. "

A un niño en un árbol, de Muertes y maravillas


" Eres el único habitante de una isla que sólo tú conoces, rodeada del oleaje del viento y del silencio rozado apenas por
las alas de una lechuza. Ves un arado roto y una trilladora cuyo esqueleto permite un último relumbre del sol. Ves al
verano convertido en un espantapájaros cuyas pesadillas angustian los sembrados. Ves la acequia en cuyo fondo tu
amigo desaparecido toma el barco de papel que echaste a navegar. Ves al pueblo y los campos extendidos como las
páginas del silabario donde un día sabrás que leíste la historia de la felicidad. El almacenero sale a cerrar los postigos.
Las hijas del granjero encierran las gallinas. Ojos de extraños peces miran amenazantes desde el cielo. Hay que volver
a tierra. Tu perro viene a saltos a encontrarte. Tu isla se hunde en el mar de la noche. "

Para Beatriz
" Tal vez no aparecerás nunca más, pienso en esta tarde de un sol que anuncia la resurrección, porque todo resucita
tras el viaje al infierno. Y la semilla de la esperanza siempre creo verla en la tierra arrasada del desamor florecer. Tal
vez no te veré nunca más, porque yo mismo he lanzado una piedra al pozo donde no debía despertar ecos, pero en mi
memoria sólo eres la muchacha que me mostraba los magnolios recién florecidos en la Plaza Nuñoa. Sólo recordaré de
ti ese gesto y vestida de tiempo que nada marchita. Eres para siempre la única amada espiga que debe traer la
felicidad que no he sabido cuidar. En el reino de la muerte serás el único sol que añoraré contemplar "

Biografía

Joaquim Teixeira de Pascoes (Portugal, 1877-1952)


Señora de la Noche (fragmento)
" Y la aurora se va, abandonando
Mi cuerpo, envuelto en sombras... Y, en los cielos,
Vuelan muertas penumbras, que recuerdan
El errante fantasma de algún dios...
Divinidades vencidas que pasean
Por la floresta abrasada del ocaso...
Y sombras de Cupidos revolotean,
Y Venus aparece, vagamente, a lo lejos...
Y hay ninfas de resplandor de luna, enterneciendo
La melancólica tarde que se esfuma...
Arcoiris de sombras describiendo
Su bóveda de lágrimas y bruma.
Y el fantasma de Pan, entre los árboles,
Proyecta la luctuosa sombra de la Cruz...
En el silencio, voces... Se alza el miedo
Ante el dramático declive de la luz.
Y, en el triste crepúsculo sombrío,
Vagan sombras de faunos... Los pinares
Sienten un hondo y gélido temblor
Y susurran a los vientos espectrales...
Y, en los bosques, los cirios de las bacantes,
Casi apagados,
Titilantes,
Dejan motas de luto... Y desdeñosas
Nereidas, en las aguas susurrantes,
Bajan la vista, tristes, pensativas...
Y enajenadas, sonámbulas, buscan
Edades de oro, las eras primitivas. "

Biografía

Alfred Tennyson (Gran Bretaña, 1809-1892)


Locksley Hall (fragmento)
" Durante muchas noches he visto a las Pléyades, saliendo por la suave sombra, brillar como un enjambre de luciérnagas
enredadas en una trenza de plata. "

Biografía

William Thackeray (Inglaterra, 1811-1863)


El viudo Lovel (fragmento)
" Todos mis amigos saben perfectamente que existe un plato al cual no puedo resistir; no, imposible, a menos de que
haya comido y repetido de él. De modo, querido señor o señora, que también ustedes tienen su debilidad, su manjar
tentador -indudablemente, pues si ustedes no lo saben, sus amigos lo saben de sobra-. No, querido amigo; la suerte ha
querido que ni usted ni yo seamos personas del más refinado intelecto, de gran fortuna, de rancio linaje, de virtud
acrisolada ni de apostura y fisonomía intachables. Nosotros no somos héroes o ángeles ni moradores de antros
vergonzosos ni alevosos criminales, ni traidores yagos, familiarizados con el puñal y el veneno... No nos empleamos en
acibarar nuestras distracciones ni en destrozar nuestros juguetes, mezclar con arsénico nuestro pan cotidiano,
entreverar mentiras en la conversación ni a desfigurar nuestra letra. No; nosotros no somos asesinos monstruosos, ni
ángeles que se pasean por la tierra... Al menos, yo sé de uno que no lo es, como puede comprobarse cualquier día en
casa, cuando el cuchillo corta mal o el cordero viene a la mesa crudo. "

Biografía

Dylan Thomas (Gran Bretaña, 1914-1953)


Y la muerte no tendrá señorío
" Y la muerte no tendrá señorío.
Desnudos los muertos se habrán confundido
con el hombre del viento y la luna poniente;
cuando sus huesos estén roídos y sean polvo los limpios,
tendrán estrellas a sus codos y a sus pies;
aunque se vuelvan locos serán cuerdos,
aunque se hundan en el mar saldrán de nuevo,
aunque los amantes se pierdan quedará el amor;
y la muerte no tendrá señorío.

Y la muerte no tendrá señorío.


Bajo las ondulaciones del mar
los que yacen tendidos no moriran aterrados;
retorciéndose en el potro cuando los nervios ceden,
amarrados a una rueda, aún no se romperán;
la fe en sus manos se partirá en dos,
y los penetrarán los daños unicornes;
rotos todos los cabos ya no crujirán más;
y la muerte no tendrá señorío.

Y la muerte no tendrá señorío.


Aunque las gaviotas no griten más en su oído
ni las olas estallen ruidosas en las costas;
aunque no broten flores donde antes brotaron ni levanten
ya más la cabeza al golpe de la lluvia;
aunque estén locos y muertos como clavos,
las cabezas de los cadaveres martillearan margaritas;
estallarán al sol hasta que el sol estalle,
y la muerte no tendrá señorío. "

Desposorio de una virgen


" Al despertar sola entre una multitud de amores
cuando la luz de la mañana sorprendía
en el abrir de sus ojos extensos como la noche su dorado ayer
de él dormido sobre su iris y el sol de éste día
altaba hasta el cielo desde su regazo
la milagrosa virginidad fue tan antigua como los panes y los peces
aunque el momento de un milagro es un relampaguear sin fin
y los astilleros de las huellas de Galilea esconden una flota de palomas.
Las vibraciones del sol ya no codiciarán más su almohada profunda
como el mar dónde un tiempo desposóse sola
su corazón todo ojos y oídos
labios que cogían la avalancha del espíritu de oro
que ensortijaba su hueso mercurial con su corriente
y que al pie de sus ventanas izaba su bagaje de oro
pues duerme un hombre donde cayó el fuego
y ella experimenta por su brazo ese otro sol
el celoso fluir de la sangre sin rival. "

Biografía

J. R. R. Tolkien (Gran Bretaña, 1892-1973)


El señor de los anillos (fragmento)
" Salido de la duda, libre de las tinieblas, cantando al Sol galopó hacia el amanecer, desnudando la espada. Encendió
una nueva esperanza, y murió esperanzado; fue más allá de la muerte, el miedo y el destino; dejó atrás la ruina, y la
vida, y entró en la larga gloria.
(...)
No es oro todo lo que reluce, ni toda la gente errante anda perdida; a las raíces profundas no llega la escarcha; el viejo
vigoroso no se marchita. De las cenizas subirá un fuego, y una luz asomará en las sombras; el descoronado será de
nuevo rey, forjarán otra vez la espada rota. "

Biografía

Leon Tolstoi (Rusia, 1828-1910)


Los tres staretzi (fragmento)
" El arzobispo se sentó a popa, con la mirada clavada en el islote. Aún se divisaba a los tres staretzi. Después
desaparecieron y sólo se vio la isla. Y por último ésta también se desvaneció en lontananza y quedó el mar solo y
cintilante bajo la luna. Se recogieron los peregrinos y el silencio envolvió el puente. Pero el arzobispo aún no quería
dormir. Solo en la popa, contemplaba el mar, en dirección del islote, y pensaba en los buenos staretzi. Recordaba la
dicha que habían experimentado al aprender la plegaria y agradecía a Dios que lo hubiera señalado para ayudar a
aquellos santos varones, enseñándoles la palabra divina. Esto ... palabra divina. Esto pensaba el arzobispo, con la
mirada fija en el mar, cuando vio algo que blanqueaba y fulguraba en la estela luminosa de la luna. Será una gaviota o
una vela blanca. Miró con más atención, y se dijo: sin duda es una barca de vela que nos sigue. ¡Pero cuán veloz
avanza! Hace un instante estaba lejos, muy lejos, y ahora ya está cerca. Además, no se parece a ninguna de las barcas
que yo he visto, y esa vela tampoco parece una vela. No obstante, aquello los sigue y el arzobispo no atina a descubrir
qué es. ¿Un buque, un ave, un pez? También parece un hombre, pero es más grande que un hombre. Y, además, un
hombre no podría caminar sobre el agua. Se levantó el arzobispo y fue adonde estaba el piloto.
-¡Mira! -le dijo-. ¿Qué es eso?
Pero en ese instante advierte que son los staretzi que se deslizan sobre el mar y se acercan a la nave. Sus níveas barbas
lanzan un intenso resplandor.
El piloto deja la barra y grita: -¡Señor, los staretzi nos persiguen sobre el mar, y corren por las olas como por el suelo!
Al oír estos gritos, los pasajeros se levantaron y lanzáronse hacia la borda. Entonces todos vieron a los staretzi que se
deslizaban por el mar, tomados de la mano... "

La muerte de Iván Ilich (fragmento)


" Iván Ilích veía que se estaba muriendo y se hallaba en un continuo estado de desesperación. En el fondo de su alma
sabía que se estaba muriendo, pero no sólo no se acostumbraba a ello; simplemente, no podía entenderlo... No puede
ser que la vida sea tan sin sentido, tan asquerosa. Si es cierto que la vida es tan asquerosa y tan sin sentido, entonces,
¿para qué morir y morir sufriendo? No; aquí falta algo. -A lo mejor no he vivido como debía-, se decía, e
inmediatamente apartaba de sí esa única solución del misterio de la vida y de la muerte como algo absolutamente
imposible... Buscó en su interior el acostumbrado miedo a la muerte y no lo encontró. -Dónde está Ella? Qué muerte?-
No había miedo porque tampoco había muerte. En lugar de la muerte había luz.
-Así que es eso -dijo de repente en voz alta-. ¡Qué alegría!
-¡Se terminó!- dijo alguien encima de él.
Iván Illich oyó estas palabras y las repitió en el fondo de su alma.
-La muerte ha terminado-, se dijo. -No existe más.-
Aspiró el aire, se detuvo en medio del suspiro, se desperezó y murió. "

Ana Karenina (fragmento)


" Pero qué diferentes de los que él había imaginado eran los sentimientos que le inspiraba aquel pequeño ser! En lugar
de la alegría prevista, Lievin no experimentaba más que una angustiosa piedad. De allí en adelante habría en su vida un
nuevo punto vulnerable. Y el temor de ver sufrir a aquella pequeña criatura indefensa, le impidió notar el movimiento
de necio orgullo que se le había escapado al oírla estornudar!
(...)
Entonces Lievin comprendió claramente, por primera vez, lo que no había podido captar bien después de la bendición
nupcial: que el límite que les separaba era intangible, y que nunca podría saber dónde comenzaba y dónde terminaba
su propia personalidad. Aquella riña le produjo un doloroso sentimiento de escisión interior. A punto de ofuscarse,
comprendió enseguida que Kiti no podía ofenderle de ninguna manera, desde el momento que ella formaba parte de su
propio yo. "

Biografía

Charles Tomlinson (Gran Bretaña, 1927)


San Carlo ai Catinari
" Una orquesta de ángeles
aletea en la piedra
y se posa en el borde
del domo, entonando alabanzas
en honor de Santa Cecilia.

Admiro, sí, esta escena


extendida sobre mis ojos
por su solidez: tales
presencias no son sombras
sino carne y piedra interanimadas.

Y si fuéramos ángeles
podríamos oír, sin duda,
su música silente,
hecha cuerpo
en la sustancia de otra esfera...

Una esfera que los sentidos


penetran, aunque raramente,
mientras reúnen pruebas
aún más palpables
del porqué de nuestro deleite.

Pues qué supone el cielo


sino el aumento y cuidado
de nuestras afinadas facultades,
atentas al servicio y la alabanza,
hechas a semejanza de aquel alto consorte. "

A Vasko Popa en Roma


" Me desagrada Roma", comentaste en francés,
"con su orgullo imperial". Pero tú eras
el menos imperioso de los hombres, en verso
y en persona. Nos vimos sólo en otra ocasión,
y parecía claro que tus días estaban
contados, vida y muerte en un terco desfile
de cigarrillos. "Como un príncipe exiliado",
decían, mas la imagen no casaba con alguien
insensible al imperio. Te habías exiliado, sí, pero
de ti mismo,
arrumbando ironías y entusiasmos perplejos,
buscando un equilibrio casi físico
-tu cuerpo propendía a la gordura-
entre el rigor francés y el exceso italiano,
mientras nuestro intercambio mezclaba los idiomas
en busca de palabras capaces de expresar
el placer del encuentro. Y ya que hablo de príncipes...
recuerdo haberte oído, "Me han dicho que
Ted Hughes",
(medianoche en el parque de los Borgia)
"vive como un príncipe". "Es cierto", repliqué,
"si la hospitalidad está en sus planes,
y si eres su invitado o su amigo, eres tú
quien vive como tal". Con paso concertado,
abominando
de la melancolía que engendran las ciudades
-nada omite su generosidad-
extraías tu angustia de un filón de riquezas
a punto de agotarse. Hoy, de regreso a Roma,
me es fácil suponer tu acuerdo si dijera
que la ciudad compensa con creces su arrogancia,
tal es su resplandor, semejante al bramido
que la fuente de Trevi esparce por las calles:
y que tales estratos de agua y piedra tallada
- metamorfosis sobre tierra firme- son otra
forma de poesía, y nosotros los huéspedes
de la imaginación. Mas la imaginación propone
lo que no necesita demostrar y, también,
más allá de los hechos y las palabras, lo imposible:
bajo la luz y el aire del otoño romano
ya nunca cruzaremos juntos este paseo. "

Diciembre
" Constancia de la escarcha, cada vez
más blanca, más helada. Parecía
que el fulgor salino de los cristales
hubiera transformado la esencia de las cosas
al cubrirlas: tus pasos cruzaban aquel mundo
como si de un momento a otro fuera a romper
en campanas de vidrio, o en helados vibráfonos,
y la luz golpeaba las colinas inermes
y les daba relieve: alineados
en lo blanco, los árboles mostraban
nervios de taracea, mínimos, irreales,
y el sol daba de pleno en su leve armadura
que pronto, en una sola tarde, se desharía. "
Gonzalo Torrente Ballester (España, 1910-1999)
Don Juan (fragmento)
" Sentía sus ondas largas y vibrantes tocar mi cuerpo y envolverlo, entrar en él y encender algo dentro de mí, algo que
empezó a arder, a quemarse, a tirar de mi ser quieto hacia un fuego oscuro. Mi alma estaba traspasada de túneles
sombríos: yo entraba en ellos y los recorría empujada por la música, caminaba por ellos segura y ciega, ciegos los ojos
y alumbrada la sangre, encendida la sangre; y era como si ascendiese hacia una cima cuya inmensa oscuridad me
estremecía de espanto y me atraía hacia un alto lugar situado dentro de mí en el que se confundían la dicha, la
Eternidad y la Nada. Así ascendí, anhelante, dolorida, hasta que mis nervios dejaron de sentir y empezaron a vibrar
como cuerdas de guitarra sollozante, hasta que yo misma, tocando ya la Nada con mis manos, era enteramente música
y sollozo y estaba a punto de romperme en un acorde aniquilador. No pude más. Dejé de arder, dejé de oír la sangre, y
lo que esperaba sin saberlo me recorrió como una ola de placer interminable. Fue la primera experiencia sexual
completa de mi vida, a la que asistí asombrada y anonadada, a la que me entregué como a un abismo. Cuando se
desvaneció, la música seguía sonando, me envolvía, me abrazaba con sus largos brazos opresores, pero yo era distinta.
Había un torbellino a mi alrededor y otro dentro de mí, y yo me movía como ellos, yo corría detrás de algo con mente
oscura y corazón ardiente. "
Invitación al Vals
" Yo canto la olimpíada de las metamorfosis, el éxtasis del número entusiasmado canto, loor de la Aritmética y el
Cálculo Infinito, del seis más uno es siete, del dos más dos son muchos. Empero, no conviene fiarse de apariencias,
porque es engañadora la faz de los fenómenos, el dos, el seis y el uno son meras abstracciones. La verdad impecable
está en las estadísticas y el método científico exige perspicacia. Procedamos con método y vayamos por partes: la Ley
del Universo se divide en tres Vientos, Este, Oeste y La Piedra; y cada uno de ellos en sístole, diástole y en ágata
dormida. Sumando los sumandos, dan un buen coeficiente la mortalidad de los enamorados; pero si se recuerda que el
mar estentóreo y que las caracolas carecen de experiencia, resulta que, a la postre, el Cosmos es macizo. ¿Quién es el
que convoca al agua y al silencio? ¿Quién es el que recorre sus ríos interiores tripulando los sueños de la propia miseria?
¿Quién el que merodea por los cuévanos yertos? "

Biografía

George Trakl (Austria, 1887-1914)


Al joven Elis
" Elis, cuando el mirlo llama en el bosque negro,
Ése es tu ocaso.
Tus labios beben la frescura de la fuente azul
En el peñasco.
Deja, cuando sangra tu frente suavemente
Antiquísimas leyendas
Y la interpretación oscura del vuelo de las aves.
Pero tú marchas con pasos tenues hacia la noche,
Que pende plena de racimos de púrpura,
Y es más bello el movimiento de tus brazos en el azul.
Una zarza resuena
Donde están tus ojos lunares.
¡Oh, cuánto hace, Elis, que estás muerto!
Tu cuerpo es un jacinto,
En el que hunde un monje los dedos de cera.
Una negra gruta es nuestro silencio,
De ella sale un dulce animal a veces,
Y baja lentamente los pesados párpados.
Sobre tus sienes gotea negro rocío,
El oro último de caducas estrellas. "

Decadencia
" Al atardecer, tañen campanas a la paz,
Cuando sigo milagrosos vuelos de las aves
Que, como procesión piadosa, en largo haz,
Se pierden en claras, otoñales vastedades.
Vagando por el jardín crepuscular
Mi sueño va hacia sus más claros destinos
Y la manecilla siento apenas avanzar.
Así sigo, sobre nubes, sus caminos.
De decadencia el hálito allí me hace temblar.
El mirlo se queja en las ramas deshojadas.
Vacila roja vid en rejas herrumbradas,
Mientras, cual de pálidos niños corro mortal
Entorno a un brocal que gasta el tiempo, sombrío,
El viento inclina amelos azules en el frío. "
En un álbum antiguo
" Retornas sin cesar, melancolía,
oh regalo del alma solitaria.
Arde hasta el final un día de oro.
El ser paciente se inclina humilde ante el dolor
resonante de armonía y tierno delirio.
¡Mira! Ya va oscureciendo.
Otra vez vuelve la noche y se lamenta un mortal
y hay otro que sufre con él.
Tiritando bajo las estrellas del otoño,
año tras año se inclina más profundamente la cabeza. "

El sol
" A diario, sobre las colinas, llega el sol amarillo.
Bello es el bosque, la bestia oscura,
el hombre: cazador o pastor.

Rosado el pez emerge del verde estanque.


Bajo el cielo redondeado
el pescador se mece suavemente en su bote azul.

Con lentitud madura la uva, el grano.


Cuando el día acaba en silencio,
hay un bien y un mal que ya están listos.

Cuando la noche llega,


el caminante levanta, quedamente, los pesados párpados.
El sol se despoja del tétrico barranco. "

Lamentación
" Sueño y muerte.
Las águilas tenebrosas,
se abaten, toda la noche, sobre esta cabeza.
La imagen áurea de los hombres,
podría ser devorada por la gélida ola
de la eternidad. Contra horribles arrecifes
se hace añicos el cuerpo púrpura.

Y la voz oscura se lamenta sobre el mar.


Hermana de tempestuosa melancolía,
mira: un bote receloso se hunde
bajo las estrellas, bajo
la cara silenciosa de la noche "

Biografía

Tomas Tranströmer (Suecia, 1931)


La góndola fúnebre (fragmento)
" Y detrás de mí
-más allá de las aguas
relucientes como plomo-
la otra costa
y ellos, los que reinaban.
Seres con futuro
en lugar de rostros.
Soy llevado en mi sombra
como un violín
en su negra caja.
Lo único que quiero decir
reluce fuera de alcance
como la plata
en casa del prestamista. "

Biografía

Felipe Trigo (España, 1864-1916)


El médico rural (fragmento)
" El pueblo no podía ser más desdichado, especie de dantesco islote, de sarcástica zahúrda en mitad de la hermosura
de los campos, con la barbarie tosca de una degeneración de siglos que había retornado a lo bestial. "

Biografía

Marina Tsvietaieva (Rusia, 1892-1941)


Yo te reconquisto
" Yo te reconquisto de toda tierra y celestial altura,
porque me es cuna el bosque, y el bosque sepultura,
porque en la tierra estoy, con un pie sólo, uno,
porque voy a cantarte como no canto a ninguno.

Yo te reconquisto de todo tiempo y de toda espada,


de toda noche y de toda bandera dorada,
arrojaré las llaves y los mastines del umbral,
pues perro fiel soy yo en la noche terrenal.

Te reconquisto de todos los demás, de la otra, de la una


no seré yo esposa de ninguno, ni serás tu esposo de ninguna,
y en la última lucha te sacaré, no reproches, calla!,
del que en la noche estuvo con Jacob en la batalla.

Pero hasta que en tu pecho los dedos cruzar pueda


- oh maldito seas tú!- en ti mismo te quedas,
tus dos alas dirigidas al espacio profundo,
pues el mundo es tu cuna y tu sepulcro el mundo. "

Y no salvan ni estancias ni estrellas


" Y no salvan ni estancias ni estrellas,
pero esto quiere decir, que sin ellas,
cada vez castigo recojo,

me extendía sobre líneas persistentes,


buscaba sola sobre mi amplia frente
estrellas sólo, no ojos.

Que os reconocí la fe, poderoso,


ni un solo momento, Eros hermoso,
me fue vacío sin amaros!

que en la noche en la niebla solemne


busque en los dulces labios carmines,
rimas sólo y no labios.

Castigo para el juez perverso


fui, nieve, y aquí cerca del pecho,
apoteosis gloriosa!

porqué ojo con ojo con el joven Oriente


busqué en mi inmensa frente
el rosicler, no la rosa! "

El poeta
" El poeta trae de lejos la palabra.
Al poeta lo lleva lejos la palabra.

Entre sí y no, por baches indirectos


de parábolas, signos, planetas,
hasta lanzándose desde el campanario
agarra un garfio, pues el camino del cometa

es el camino del poeta. Casuales eslabones


ése es su enlace. Mirar las estrellas
de nada sirve! en el calendario
no se pronostican los eclipses del poeta

él es el que desordena los naipes,


falsea el peso y las cuentas,
el preguntón en el pupitre,
el que a Kant para el arrastre deja.

El que en el pétreo foso de la bastilla


es como un árbol que crece en su belleza...
aquél de huellas siempre desaparecidas,
él que es el tren al que cualquiera
llega tarde,
su camino es el de los cometas.

El camino del poeta arde pero no calienta,


arranca pero no cría, estalla y se quiebra.
Tu camino es el de enredadas cabelleras,
no pronosticado en el calendario del poeta. "

Insinuarse
" Quizás la mejor victoria sea
sobre el tiempo y la atracción,
pasar sin dejar huellas,
pasar sin dejas sombra

en las paredes...
Quizás renunciando
vencer? Quién del espejo se borra?
Así como Lermontov en el Cáucaso
colarse sin inquietud en las rocas.

Es quizás la mejor diversión


con los dedos de Sebastián Bach
del órgano provocar el son?
Despedazarse sin dejar

cenizas para la urna...

Quizás por engaño


vencer? De toda latitud darse de alta?
Así en el tiempo tal océano
colarse sin inquietar las aguas... "
Biografía
Froilán Turcios (Honduras, 1875-1943)
Primer amor (fragmento)
" El amor es una embriaguez divina. Es la suprema angustia y la suprema delicia. Amar es sufrir, es sentir dentro del
espíritu todas las tempestades y todas las alegías. Es vivir una vida fantastíca, impregnada de trizteza y de perfumes.
Es soñar dulces cosas a la hora del crepúsculo y cosas extrañas en la callada medianoche. Es llevar constantemente en
las pupilas la imagen de la mujer querida, y en el oído su voz, y en todo el ser la gloria de su encanto. "

Biografía

Ivan Turgueniev (Rusia, 1818-1883)


El prado de Bezhin (fragmento)
" Era un glorioso día de julio, uno de esos días que sólo llegan después de muchas jornadas de buen tiempo. Desde el
amanecer, el cielo está claro; la aurora no se inflama en fuegos, sino que se tiñe de suaves arreboles. El sol, ni
abrasador como en la época de la canícula, ni turbiamente rojo como es vísperas de la tormenta, sino radiante y
benigno, discurre plácido detrás de una larga y estrecha nube, brilla suavemente y se sumerge en su bruma de color
lila. El alto borde sutil de la nubecilla reluce, serpeando, y su lustre parece el de la plata labrada. Pero he aquí que de
nuevo se filtran los juguetones rayos del sol y, jovialmente, como si levantara el vuelo, vuelve a remontarse, más
intenso que nunca, su fulgor. Alrededor del mediodía suelen presentarse muchedumbres de altas y redondas nubes
color de oro oscuro, con tenues bordes blancos. Semejantes a islas diseminadas a lo largo de un interminable río,
envueltas en sus diáfanas y transparentes mangas de uniforme azul, apenas parecen moverse de lugar; más allá, hacia
el confín del horizonte, se agitan, se apelmazan hasta el punto de tapar casi por entero el cielo, traspasadas de luz y
tibieza. El color del horizonte, leve, de un lila pálido, permanece inmutable todo el día, sin que en lugar alguno se
oscurezca ni asomen barruntos de tormenta. Acá y allá se extienden de arriba nubes, y las últimas, negruzcas y vagas
cual neblina, se corren en rosados círculos frente al sol que se pone; en el lugar por donde se oculta con la misma
placidez con que despuntara en el cielo, un débil fulgor perdura breve rato sobre la tierra, cada vez más oscura y
centelleando débilmente como una lucecita, asoma en él la estrella de la tarde. "

Biografía

Mark Twain (EEUU, 1835-1910)


El forastero misterioso (fragmento)
" Satán solía decir que nuestra raza vivía una vida de autoengaño continuo e ininterrumpido. Se estafaba a sí misma
desde la cuna hasta la tumba con imposturas e ilusiones que tomaba por realidades, y esto convertía su vida entera en
una impostura. De la veintena de buenas cualidades que imaginaba tener y de las que se envanecía, en realidad no
poseía prácticamente ninguna. Se consideraba a sí misma como oro, y era solamente latón. "

Biografía

Tristan Tzara (Francia, 1896-1963)


Siete manifiestos Dadá (4º)
" Sin la búsqueda de yo te adoro
que es un boxeador francés
valores marítimos irregulares como
la depresión de Dadá en la sangre del
bicéfalo
resbalo entre la muerte y los fosfatos
indecisos que raspan un poco el cerebro
común de los poetas dadaístas
afortunadamente
pues
oro
mina
las tarifas y la vida cara me han decidido a
abandonar las D
no es cierto que los falsos dadás me
las hayan quitado ya que
el reembolso comenzará en cuanto
es como para llorar la nada que se llama
nada
y he barrido la enfermedad en la aduana
yo caparazón y paraguas del cerebro
de mediodía a las dos de abono
supersticioso desencadenando los engranajes
del ballet espermatozoico que hallarán
ustedes en ensayo general en todos
los corazones de individuos sospechosos
yo les comeré un poco los dedos de ustedes
yo les pago la renovación del abono del
amor en celuloide que rechina como
puertas de metal
y ustedes son unos idiotas
yo volveré una vez como su
orina renaciente a la joie de vivre el
viento partero
y establezco un pensionado de mantenedores
de poetas
y vengo una vez más para comenzar
de nuevo
y son ustedes unos idiotas
y la llave del selfcleptómano no
funciona más que con aceite crepuscular
en cada nudo de cada máquina
está la nariz del recién nacido
y todos somos idiotas
y muy sospechosos de una nueva forma
de inteligencia y de nueva lógica
a la manera de nosotros mismos
que no es Dadá de manera alguna
y ustedes se dejan llevar por el
Aaísmo
y todos ustedes son idiotas
cataplasmas
en alcohol de sueño purificado
vendajes
idiotas
vírgenes "

Para hacer un poema dadaísta


" Coja un periódico.
Coja unas tijeras.
Escoja en el periódico un artículo de la longitud que cuenta darle a su poema.
Recorte el artículo.
Recorte en seguida con cuidado cada una de las palabras que forman el artículo y métalas en una bolsa.
Agítela suavemente.
Ahora saque cada recorte uno tras otro.
Copie concienzudamente
en el orden en que hayan salido de la bolsa.
El poema se parecerá a usted.
Y es usted un escritor infinitamente original y de una sensibilidad hechizante, aunque incomprendida del vulgo. "

Poema-XIV
" Maquillar la vida en el binóculo -frazada de caricias- panoplia para mariposas, -
he ahí la vida de las camareras de la vida.

Acostarse en una navaja de afeitar y sobre pulgas en celo - viajar en barómetro - mear como un cartucho - cometer
errores, ser idiotas, ducharse con minutos santos - ser golpeados, ser siempre el último - gritar lo contrario de lo que
dice el otro - ser la sala de redacción y de baños de dios que cada día se da un baño en nosotros en compañía del
pocero, -
he ahí la vida de las camareras de los dadaístas.

Ser inteligente - respetar a todo el mundo - morir en el campo de honor- suscribirse a la Deida Exterior - votar por
Fulano - el respeto por la naturaleza y la pintura - aullar en las manifestaciones dadá, -
he ahí la vida de las camareras de los hombres. "
Francisco Umbral (España, 1935)
Mortal y rosa (fragmento)
" Sillas de paja infantil, graves mecedoras, caballos de crin celeste me preguntan por ti, se preguntan por ti. Con esta
corporeidad mortal y rosa, donde el amor inventa su infinito.
(...)
El hijo es un relámpago de futuro que nos deslumbra. Por él, por mi hijo, he visto más allá, más adentro, y más lejos, y
quizás, ay, eso basta. "

La guerra civil (fragmento)


" La prosa es el pulso de un país, así como la poesía puede que sea su perfume. España se queda sin pulso durante los
tres años de la guerra, como se queda sin cosechas. Jamás un himno militar sustituirá a una metáfora. Las guerras
producen mucha literatura, pero después. La guerra, que queda como un formidable estruendo en mitad de la Historia,
es, en realidad, un pavoroso silencio: el silencio de un pueblo que ya no piensa, que ya no trabaja con el idioma, que
ya no hace todos los días su tarea intelectual, gramatical, creadora. Ese gran silencio, cementerial y obtuso, es lo que
oigo yo cuando aplico el oído al pecho de España, aquella España muerta del 36-39, donde solo pegan gritos los
cadáveres. Entre la ingente chatarra de la guerra, nadie ha hablado nunca de la chatarra gramatical, literaria,
herrumbrada y muda, en que vienen a parar diez siglos de caligrafía y bellas palabras. "

Biografía

Miguel de Unamuno (España, 1864-1936)


La tía Tula (fragmento)
" Llegó, por fin, una mañana en que se le desprendieron a Ramiro las escamas de la vista y, purificada ésta, vio claro
con el corazón. Rosa no era una hermosura cual él se había creído y antojado, sino una figura vulgar, pero con todo el
más dulce encanto de la vulgaridad recogida y mansa; era como el pan de cada día, como el pan casero y cotidiano, y
no un raro manjar de turbadores jugos. Su mirada, que sembraba paz, su sonrisa, su aire de vida, eran encarnación de
un ánimo sedante, sosegado y doméstico. Tenía su pobre mujer algo de planta en la silenciosa mansedumbre, en la
callada tarea de beber y atesorar luz con los ojos y derramarla luego convertida en paz; tenía algo de planta en aquella
fuerza velada y a la vez poderosa con que de continuo, momento tras momento, chupaba jugos de las entrañas de la
vida común ordinaria y en la dulce naturalidad con que abría sus perfumadas corolas. ¡Qué de recuerdos! Aquellos
juegos cuando la pobre se le escapaba y la perseguía él por la casa toda fingiendo un triunfo para cobrar como botín
besos largos y apretados, boca a boca; aquel cogerle la cara con ambas manos y estarse en silencio mirándole al alma
por los ojos y, sobre todo, cuando apoyaba el oído sobre el pecho de ella, ciñéndole con los brazos el talle, y
escuchándole la marcha tranquila del corazón le decía: ¡Calla, déjale que hable!. "

Del sentimiento trágico de la vida (fragmento)


" La mente busca lo muerto pues lo vivo se le escapa; quiere cuajar en témpanos la corriente fugitiva, quiere fijarla.
Para analizar un cuerpo, hay que menguarlo o destruirlo. Para comprender algo hay que matarlo, enrigidecerlo en la
mente. La ciencia es un cementerio de ideas muertas, aunque de ellas salga vida. También los gusanos se alimentan de
cadáveres. Mis propios pensamientos tumultuosos y agitados en los senos de mi mente, desgajados de su raíz cordial,
vertidos a este papel y fijados en él en formas inalterables, son ya cadáveres de pensamientos. ¿Cómo pues, va a
abrirse la razón a la revelación de la vida? Es un trágico combate, es el fondo de la tragedia, el combate de la vida con
la razón. "

Biografía

Giuseppe Ungaretti (Italia, 1888-1970)


Serenidad
" Después de tanta niebla
una a una se muestran las estrellas
respiro el aire que me regala el color del cielo
me reconozco imagen pasajera
atrapado en un círculo inmortal. "

Final
" Ya no ruge el mar
ya no murmura el mar
sin ningún sueño el mar
es un campo triste, el mar.
Hace piedad el mar, el mar.
Oscuras nubes mueven el mar, el mar.
Los débiles humos abandonaron la cama del mar, el mar.
El mar se ha muerto, mira el mar, el mar. "
Noche en vela, de La Alegría
" Una noche entera tirado al lado de un compañero
masacrado con su boca, rechinante en dirección del plenilunio
con la congestión de sus manos, penetrante en mi silencio
he escrito cartas llenas de amor.
Nunca me he sentido tan pegado a la vida. "

Otra noche, de La Alegría


" En esta oscuridad
con las manos heladas
distingo mi cara.
Me veo abandonado en el infinito. "

Junio, de La Alegría
" Cuándo haya muerto para mí esta noche
y como si fuera otro pueda mirarla y dormirme
al susurro de las olas que terminan
enredándose en el cerco de aromas de mi casa.
Cuándo me despierte en tu cuerpo
que se modula como la voz del ruiseñor
y se extenúe como el color luminoso del trigo maduro
en la transparencia del agua
el oro de seda de tu piel se escarchará de negro.
Liberada de las losas retumbantes del aire serás como una pantera
en los tajos movedizos de la sombra te deshojarás
rugiendo muda en ese polvo me sofocarás
luego entornarás los párpados.
Veremos nuestro amor reclinarse como la tarde y
serenado en el horizonte de betún de tus iris morirme las pupilas.
Ahora la humedad del aire se cerró como a esta hora
en mi país de Africa los jazmines.
He perdido el sueño
oscilo en la esquina de una calle como una luciérnaga.
Morirá para mí esta noche? "

Biografía

Sigrid Undset (Noruega, 1882-1949)


La zarza ardiente (fragmento)
" La guerra y los años subsiguientes a la misma me confirmaron las dudas que yo tenía acerca de las ideas en las que
había sido educada; empecé a pensar que el liberalismo, el feminismo, el nacionalismo, el socialismo, el pacifismo
fracasarían, porque se obstinaban en no considerar a la naturaleza humana tal como ella es en realidad. Partían del
supuesto de que el género humano tenía que progresar, cambiándose en algo distinto de lo que era. Yo, que me había
alimentado de prehistoria y de historia, no creía gran cosa en el progreso. "

Biografía
John Updike (EEUU, 1932)
Hacia el final del tiempo (fragmento)
" Algún día yo seré olvidado, como disuelto en fango sólido, como vuestro gruñidor, lujurioso, hambriento hombre de
Neanderthal con los huesos rotos.
(...)
Somos los pastores de nuestros cuerpos, que son animales tan estúpidos, peludos y repugnantes como el ganado. La
muerte nos liberará de esta responsabilidad. "

Biografía

Arturo Uslar Pietri (Venezuela, 1906-2001)


Las lanzas coloradas (fragmento)
" La sangre chorrea de las lanzas, corre por las astas, se coagula en el labrado de las manos, trepa por los brazos
tensos, alcanza los cuerpos y baña la mitad del caballo.
(...)
Pero a la plaza no llegan sino potros desmontados, con la sangre fresca en la silla: la del amo y la del enemigo,
mezcladas. Si Boves vence, la República se pierde. La tierra es para que los hombres guerreen sobre ella. !Boves está
herido! !Boves está herido! El caballo rueda en la caída, y el jinete queda tendido, en medio de la calle, inmóvil, con la
lanza apretada en el puño. El aire está lleno del grito de una corneta. "La Carvajala" lloraba. Las mujeres no saben
sino llorar. Debía estar cargando delante de La Victoria.
(...)
La avalancha irrumpe por todos lados y cierra sobre el cuadrángulo de la plaza. Y en medio de la plaza, bajo las chispas
amarillas de la bandera, el general Ribas disparaba sus órdenes, y veía la acometida que llegaba acelerando. Los niños,
asombrados, obedecían, moviendo las armas con la torpeza de los brazos débiles.
(...)
con trajes de seminaristas, recibían de un hombre maldiciente una sumaria explicación del manejo de las armas.
Suavemente dejó resbalar la mano de la reja, y fué a desplomarse sobre la tierra húmeda, la carne pesada de muerte,
y teñidas de sangre en el ocaso, las lanzas coloradas triunfantes en La Victoria, salvaron ese día la República. "
José Angel Valente (España, 1929-2000)
Sólo el amor
" Cuando el amor es gesto del amor y queda
vacío un signo solo.
Cuando está el leño en el hogar,
mas no la llama viva.
Cuando es el rito más que el hombre.
Cuando acaso empezamos
a repetir palabras que no pueden
conjurar lo perdido.
Cuando tú y yo estamos frente a frente
y una extensión desierta nos separa.
Cuando la noche cae.
Cuando nos damos
desesperadamente a la esperanza
de que solo el amor
abra tus labios a la luz del día. "

El temblor
" La lluvia
como una lengua de prensiles musgos
parece recorrerme, buscarme la cerviz,
bajar,
lamer el eje vertical,
contar el número de vértebras que me separan
de tu cuerpo ausente.

Busco ahora despacio con mi lengua


la demorada huella de tu lengua
hundida en mis salivas.

Bebo, te bebo
en las mansiones líquidas
del paladar
y en la humedad radiante de tus ingles,
mientras tu propia lengua me recorre
y baja,
retráctil y prensil, como la lengua
oscura de la lluvia.

La raíz del temblor llena tu boca,


tiembla, se vierte en ti
y canta germinal en tu garganta. "

Biografía

Juan Valera (España, 1824-1905)


Pepita Jiménez (fragmento)
" Como salí de aquí tan niño y he vuelto hecho un hombre, es singular la impresión que me causan todos estos objetos
que guardaba en la memoria. Todo me parece más chico, mucho más chico, pero también más bonito que el recuerdo
que tenía. La casa de mi padre, que en mi imaginación era inmensa, es sin duda una gran casa de un rico labrador, pero
más pequeña que el Seminario. Lo que ahora comprendo y estimo mejor es el campo de por aquí. Las huertas, sobre
todo son deliciosas. ¡Qué sendas tan lindas hay entre ellas! A un lado, y tal vez a ambos, corre el agua cristalina con
grato murmullo. Las orillas de las acequias están cubiertas de hierbas olorosas y de flores de mil clases. En un instante
puede uno coger un gran ramo de violetas. Dan sombra a estas sendas pomposos y gigantescos nogales, higueras y otros
árboles, y forman los vallados la zarzamora, el rosal, el granado y la madreselva.
(...)
He pensado muchas veces sobre dos métodos opuestos de educación: el de aquéllos que procuran conservar la
inocencia, confundiendo la inocencia con la ignorancia y creyendo que el mal no conocido se evita mejor que el
conocido, y el de aquéllos que, valerosamente y no bien llegado el discípulo a la edad de la razón, y salva la delicadeza
del pudor, le muestran el mal en toda su fealdad horrible y en toda su espantosa desnudez, a fin de que le aborrezca y
le evite. Yo entiendo que el mal debe conocerse para estimar mejor la infinita bondad divina, término ideal e
inasequible de todo bien nacido deseo. Yo agradezco a usted que me haya hecho conocer, como dice la Escritura, con
la miel y la manteca de su enseñanza, todo lo malo y todo lo bueno, a fin de reprobar lo uno y aspirar a lo otro, con
discreto ahínco y con pleno conocimiento de causa. Me alegro de no ser cándido y de ir derecho a la virtud, y en cuanto
cabe en lo humano, a la perfección, sabedor de todas las tribulaciones, de todas las asperezas que hay en la
peregrinación que debemos hacer por este valle de lágrimas y no ignorando tampoco lo llano, lo fácil, lo dulce, lo
sembrado de flores que está, en apariencia, el camino que conduce a la perdición y a la muerte eterna.
(...)
Y, sin embargo, no sé qué extraño temor, qué singular escrúpulo, qué apenas perceptible e indeterminado
remordimiento me atormenta ahora, cuando tengo, como antes, como en otros días de mi juventud, como en la misma
niñez, alguna efusión de ternura, algún rapto de entusiasmo, al penetrar en una enramada frondosa, al oír el canto del
ruiseñor en el silencio de la noche, al escuchar el pío de las golondrinas, al sentir el arrullo enamorado de la tórtola, al
ver las flores o al mirar las estrellas. Se me figura a veces que hay en todo esto algo de delectación sensual, algo que
me hace olvidar, por un momento al menos, más altas aspiraciones. No quiero yo que en mí el espíritu peque contra la
carne; pero no quiero tampoco que la hermosura de la materia, que sus deleites, aun los más delicados, sutiles y
aéreos, aun los que más bien por el espíritu que por el cuerpo se perciben, como el silbo delgado del aire fresco
cargado de aromas campesinos, como el canto de las aves, como el majestuoso y reposado silencio de las horas
nocturnas, en estos jardines y huertas, me distraigan de la contemplación de la superior hermosura, y entibien ni por
un momento, mi amor hacia quien ha creado esta armoniosa fábrica del mundo. "

Juanita la Larga (fragmento)


" Don Paco, entre tanto, si bien daba ya menos pretexto a la murmuración, se sentía más enamorado que nunca de
Juanita. Pensaba en sus dulces desdenes, recapacitaba sobre ellos, hacía doloroso examen de conciencia y miraba y
cataba la herida de su corazón, como un enfermo contempla con amargo deleite la llaga o el cáncer que le lastima en
el que prevé la causa de su muerte. Toda la vida había sido don Paco el hombre más positivo y menos romántico que
pueda imaginarse. Aquel imprevisto sentimentalismo que se le había metido en las entrañas y se las abrasaba, le
parecía tan ridículo que, a par que le afectaba dolorosamente, le hacía reír cuando estaba a solas, con risa
descompuesta y que solía terminar en algo a modo de ataque de nervios. "

Biografía

Paul Valéry (Francia, 1871-1945)


Salmo T.
" El más escéptico de todos
es el Tiempo,
que con los Nos hace Sis
y con el odio amor
y al contrario.
Y si el río no remonta su fuente,
y si la manzana caída no salta
y se reune a su rama
es porque te falta paciencia para creerlo. "

Biografía

R. María del Valle-Inclán (España, 1866-1936)


Sonata de estío (fragmento)
" Y desaparece velozmente, como esos etíopes carceleros de princesas en los castillos encantados. Yo, espoleado por la
curiosidad, salgo tras él. Heme en el puente que ilumina la plácida claridad del plenilunio. Un negro colosal, con el
traje de tela chorreando agua, se sacude como un gorila, en medio del corro que a su rededor han formado los
pasajeros, y sonríe mostrando sus blancos dientes de animal familiar. A pocos pasos dos marineros encorvados sobre la
borda de estribor halan un tiburón medio degollado, que se balancea fuera del agua al costado de la fragata. Mas he
ahí que de pronto rompe el cable, y el tiburón desaparece en medio de un remolino de espumas. El negrazo musita
apretando los labios elefanciacos...
(...)
El negro pareció dudar. Asomóse al barandal de estribor y observó un instante el fondo del mar, donde temblaban
amortiguadas las estrellas. Veíanse cruzar argentados y fantásticos peces que dejaban tras si estela de fosforescentes
chispas y desaparecían confundidos con los rieles de la luna. En la zona de sombra que sobre el azul de las olas
proyectaba el costado de la fragata, esbozábase la informe mancha de una cuadrilla de tiburones. El marinero se
apartó reflexionando. Todavía volvióse una o dos veces a mirar las dormidas olas, como penetrado de la queja que
lanzaban en el silencio de la noche. "
Sonata de otoño (fragmento)
" Llegué hasta su alcoba, que estaba abierta. Allí la oscuridad era misteriosa, perfumada y tibia, como si guardase el
secreto galante de nuestras citas. ¡Qué trágico secreto debía guardar entonces! Cauteloso y prudente dejé el cuerpo de
Concha tendido en su lecho y me alejé sin ruido, En la puerta quedé irresoluto y suspirante. Dudaba sí volver atrás para
poner en aquellos labios helados el beso postrero: resistí la tentación. Fue como el escrúpulo de un místico. Temí que
hubiese algo de sacrílego en aquella melancolía que entonces me embargaba. La tibia fragancia de su alcoba encendía
en mí, como una tortura, la voluptuosa memoria de los sentidos. "

Jardín umbrío (fragmento)


" Ya sólo distinguí una sombra que rezaba bajo la lámpara del presbiterio: era mi madre, que sostenía entre sus manos
un libro abierto y leía con la cabeza inclinada. De tarde en tarde, el viento mecía la cortina de un alto ventanal. Yo
entonces veía en el cielo, ya oscuro, la faz de la luna, pálida y sobrenatural como una diosa que tiene su altar en los
bosques y en los lagos... Tuve miedo como no lo he tenido jamás, pero no quise que mi madre y mis hermanas me
creyesen cobarde, y permanecí inmóvil en medio del presbiterio, con los ojos fijos en la puerta entreabierta. La luz de
la lámpara oscilaba. En lo alto mecíase la cortina de un ventanal, y las nubes pasaban sobre la luna, y las estrellas se
encendían y se apagaban como nuestras vidas. "

Biografía

César Vallejo (Perú, 1892-1938)


Los heraldos negros
" Hay golpes en la vida, tan fuertes... Yo no sé
Golpes como del odio de Dios; como si ante ellos,
la resaca de todo lo sufrido
se empozara en el alma... Yo no sé

Son pocos; pero son... Abren zanjas oscuras


en el rostro más fiero y en el lomo más fuerte.
Serán tal vez los potros de bárbaros atilas;
o los heraldos negros que nos manda la muerte.

Son las caídas hondas de los Cristos del alma,


de alguna fe adorable que el Destino blasfema.
Esos golpes sangrientos son las crepitaciones
de algún pan que en la puerta del horno se nos quema.

Y el hombre... Pobre... pobre Vuelve los ojos, como


cuando por sobre el hombro nos llama una palmada;
vuelve los ojos locos, y todo lo vivido
se empoza, como un charco de culpa, en la mirada.

Hay golpes en la vida, tan fuertes ... Yo no sé. "

Algo te identifica
" Algo te identifica con el que se aleja de ti, y es la facultad común de volver: de ahí tu más grande pesadumbre.

Algo te separa del que se queda contigo, y es la esclavitud común de partir: de ahí tus más nimios regocijos.

Me dirijo, en esta forma, a las individualidades colectivas, tanto como a las colectividades individuales y a los que,
entre unas y otras, yacen marchando al son de las fronteras o, simplemente, marcan el paso inmóvil en el borde del
mundo.

Algo típicamente neutro, de inexorablemente neutro, interpónese entre el ladrón y su víctima. Esto, así mismo, puede
discernirse tratándose del cirujano y del paciente. Horrible medialuna, convexa y solar, cobija a unos y otros. Porque el
objeto hurtado tiene también su peso indiferente, y el órgano intervenido, también su grasa triste.

¿Qué hay de más desesperante en la tierra, que la imposibilidad en que se halla el hombre feliz de ser infortunado y el
hombre bueno, de ser malvado ?

¡Alejarse! ¡Quedarse! ¡Volver! ¡Partir! Toda la mecánica social cabe en estas palabras. "

Biografía

Fernando Vallejo (Colombia, 1942)


Entre fantasmas (fragmento)
" Ahí, en la calle en pendiente del Perú entre Ribón y Portocarrero, a mitad de la cuadra, a la derecha subiendo, en el
primer cuarto de esa casa con tres ventanas de rejas blancas yo nací. En ese exactísimo lugar y no en otro de la vasta
tierra. Ahora sé que lo que me está ordenando ese sueño es volver a ese cuarto de esa casa a esperar la muerte para
que así, después de haber recorrido tanto no haya avanzado ni un palmo. Volver, como quien dice, a reunir los últimos
restos del naufragio para que juntos se acaben de hundir mejor. "

Biografía

José María Valverde (España, 1926-1996)


El señor y tú
" Y para qué buscarle por las tierras,
con fatiga, con polvo,
por las tierras abiertas donde siempre es de día
o por las tristes tierras que ya han muerto;
y para qué buscarle por los años,
desgarrando los días, arrastrando la niebla,
las nieves del recuerdo,
las primaveras, como espadas de oro,
si sé que está a mi lado,
si sé que tú le tienes...?
Como un ángel que ya no se acordara
de que lo es, y aún trajera el mensaje en su frente,
tú le tienes... Detrás de ti se esconde,
vive en ese paisaje
que hay al final del hondo corredor de tus ojos... "

Biografía

Mario Vargas Llosa (Perú, 1936)


La fiesta del chivo (fragmento)
" Había mucho tráfico. El chofer, maniobrando, consiguió abrirse paso entre una guagua con racimos de gente colgada
de las puertas y un camión. Frenó en seco, a pocos metros de la gran fachada de cristales de la ferretería Reid. Al
saltar del taxi, con el revólver en la mano, Antonio alcanzó a darse cuenta que las luces del parque se encendían, como
dándoles la bienvenida. Había limpiabotas, vendedores ambulantes, jugadores de rocambor, vagos y mendigos pegados
a las paredes. Olía a fruta y frituras. Se volvió a apurar a Juan Tomás, que, gordo y cansado, no conseguía correr a su
ritmo. En eso, estalló la balacera a sus espaldas. Una gritería ensordecedora se levantó alrededor; la gente corría entre
los autos, los carros se trepaban a las veredas. Antonio oyó voces histéricas: «¡Ríndanse, carajo!». «¡Están rodeados,
pendejos!» Al ver que Juan Tomás, exhausto, se paraba, se paró también a su lado y comenzó a disparar. Lo hacía a
ciegas, porque caliés y guardias se escudaban detrás de los Volkswagen, atravesados como parapetos en la pista,
interrumpiendo el tráfico. Vio caer a Juan Tomás de rodillas, y lo vio llevarse la pistola a la boca, pero no alcanzó a
dispararse porque varios impactos lo tumbaron. A él le habían caído muchas balas ya, pero no estaba muerto. «No estoy
muerto, coño, no estoy.» Había disparado todos los tiros de su cargador y, en el suelo, trataba de deslizar la mano al
bolsillo para tragarse la estricnina. La maldita mano pendeja no le obedeció. No hacía falta, Antonio. Veía las estrellas
brillantes de la noche que empezaba, veía la risueña cara de Tavito y se sentía joven otra vez. "

La ciudad y los perros (fragmento)


" Cava sintió frío. Los baños estaban al fondo de las cuadras, separados de ellas por una delgada puerta de madera, y
no tenían ventanas. En años anteriores, el invierno sólo llegaba al dormitorio de los cadetes, colándose por los vidrios
rotos y las rendijas; pero este año era agresivo y casi ningún rincón del colegio se libraba del viento, que, en las
noches, conseguía penetrar hasta en los baños, disipar la hediondez acumulada durante el día y destruir su atmósfera
tibia. Pero Cava había nacido y vivido en la sierra, estaba acostumbrado al invierno: era el miedo lo que erizaba su
piel. "

Biografía

Ivan Vazov (Bulgaria, 1850-1921)


Bajo el yugo (fragmento)
" Por la mañana Ognyanov salió hacia el pueblo. Atravesó el pasadizo que lo llevaba fuera del monasterio. En la
pradera, bajo un gran almendro frente al monasterio, el abad caminó cabizbajo de un lado a otro. Disfrutando de la
belleza de este romántico lugar y embebido por la fragancia de la montaña. El paisaje otoñal tenía un nuevo encanto,
las hojas doradas de los árboles, las amarillas y aterciopeladas colinas del horizonte balcánico, y la atmosfera de la
dulce y tierna melancólica decadencia. "

Biografía

Manuel Vázquez Montalbán (España, 1939)


Las muchachas son rubias
" Las muchachas son rubias
como deseos adolescentes
contienen fríos misterios
de la noche del norte
mis recuerdos son baratos
azules teñidos por la noche del sur
sobre el Nobel Parken
el otoño se llueve tango
mi memoria se fue con otro
mis deseos sobrevivirán.
Tango tango de Estocolmo
las muchachas son rubias
y nunca sabrán mi nombre
ni el de mi ciudad. "

Rosa de dos vientos


" Rosa de dos vientos
o en el final de un vértigo
salobre de aguas engullidas
a barlovento el día,

de noche la mirada estática


e hiriente de carnes cerradas
a sotavento el día
lamida rosa de los vientos
pétalos de baba clítoris de frambuesa
estiajes eternos de la ensenada muda
jarcia vencida el recuerdo
a pesar de la victoria
nítida del deseo consumado
era un estanque el amor oceánico.

De qué color el tiempo entre dos mares


rosa blanca de día rosa roja de noche
la realidad en un viaje no iniciado
islas a la deriva aguas ateridas
mordiendo el hacha de los acantilados
a la espera de la cita de la muerte.

Más allá del Bósforo están los universos


la cortina de tiempo entre olvido y deseo

más nunca se atraviesa el espejo


de la propia memoria. "

Muerte en el agua
" Muerte en el agua
hacia las catedrales sumergidas
o las puertas del infierno nífico
premonición de lagos
en el recuerdo atávico
aguas retiradas
hacia la espera nerviosa del mar
mientras los lotos mienten belleza
entre putrefacciones y muertes aplazadas
oscuro signo
las aguas recobradas vaciarán
las cuencas del mundo en su pereza
y buscarán al hombre entre dos épocas
la del cerebro de pez y la del mono
políglota graduado en Ciencias Económicas
pero hay memoria
de la vida primera en la retina horrorizada
del hombre que contempla el bajamar
con intuición de venganzas y naufragio
canten sirenas o rómpanse las venas
quién asegura que no se muere ahogado? "

Si te perdieras
" Si te perdieras
entre Júpiter y Urano
te arrancarías los ojos para no ver el miedo
del universo entero pendiente de no verte
pues si te vieran
las estrellas tendrían la conciencia de tragedia
tendrían conciencia
comprenderían su lógica ciega
inventarían la óptica
el póker
la ética
la estética
y el universo entero se iría a hacer puñetas. "

Sin memoria
" Sin memoria
La Tierra atomizada
la Historia atomizada
para qué se hizo lo que se hizo?
La mano en la piedra
la piedra en el cielo
el acto es la intención
y la intención es acto
prohibido el final
cuando no se permite el final
y si entendiéramos que el final no existe
precisamente acaso porque mueren los cuerpos
los días
los ríos, el aire, la vida, las distancias
más tenaces, si lo entendiéramos
podríamos dejar de ser históricos
e intentar ser inocentes. "

Si se supiera
" Si se supiera
lo que se presiente y no se dice
desde que Hiroshima
nos dejó sin habla
que la tercera guerra mundial
se ha declarado
que se muere
en los cuatro puntos cardinados
que crucifican la tierra en cruz gamada
lejos del parking amortizable
del supermercado de leches descremadas
de los lugares de vacaciones invernales
de las familias de hijos únicos
desplegables
lejos del Louvre y de la poesía tónica
lejos
muy lejos de la Plaza Roja y de la Casa Blanca
si se supiera
que a los vietnamitas del Líbano les abren en canal en Guatemala
más no se inventó el napalm para Le Bois de Boulogne
ni la violada de El Salvador será Miss Play Boy
en abril
aunque abril siga siendo el mes más cruel
en ésta guerra sólo se mata en los arrabales
el centro es ciudad abierta por mutuo acuerdo
entre el Bien y el Mal, mientras la ciencia
del alma calcula como calcular lo incalculable
por ejemplo
cuántos deben morir cada día en Etiopía
para que nos salga social
de pronto
la poesía. "

Biografía

Jacint Verdaguer (Catalunya, 1845-1902)


Sum Vermis, de Flor de calvari (en catalán)
" Veyeume aquí, Senyor, á vostres plantes,
despullat de tot bé, malalt y pobre,
de mon no-res perdut dintre l'abisme.
Cuch de la terra vil, per una estona
he vingut en la cendra á arrocegarme.
Fou mon breçol un grá de polcinera,
y un altre grá será lo meu sepulcre.
Voldría ser quelcom per oferirvos,
però Vos me voleu petit é inútil,
de gloria despullat y de prestigi.
Feu de mi lo que us placia, fulla seca
de les que'l vent se'n porta, ó gota d'aygua
de les que'l sol sobre l'herbey axuga,
ó, si ho voleu, baboya del escarni.
Jo so un no-res, més mon no-res es vostre;
vostre es, Senyor, y us ama y vos estima.
Feu de mi lo que us placia; no'n só digne
d'anar á vostres peus; com arbre estèril
de soca á arrel trayeume de la terra;
morfoneume, atuiume, anihilaume.

Veniu á mi, congoxes del martiri,


veiu, oh Creus, mon or y ma fortuna,
ornau mon front, engalonau mos braços.
Veniu, llorers y palmes del Calvari,
si'm son aspres avuy, abans del gayre
á vostre ombriu me será dolç l'assèurem.
Espina del dolor, vina á punyirme,
cuyta á abrigarme ab ton mantell, oh injuria;
calumnia, al meu voltant tos llots apila,
miseria, vínam á portar lo ròssech.

Vull ser volva de pols de la rodera


ahon tots los qui passen me trepitgen;
vull ser llançat com una escombraría
del palau al carrer, de la més alta
cima á la afrau, y de la afrau al córrech.
Escombreu mes petjades en l'altura;
ja no hi faré més nosa, la pobresa
será lo meu tresor, será l'oprobi
lo meu ergull, les penes ma delícia.

Desde avuy culliré los vilipendis


y llengoteigs com perles y topacis
per la corona que en lo cel espero.
Muyra aquest cos insoportable, muyra;
cansat estich de tan fexuga cárrega;
devórel lo fossar, torne á la cendra
d'hon ha sortit, sum vermis et non homo.
Jo no só pas la industriosa eruga
que entre'l fullam de la morera's fila
de finíssima seda lo sudari.
Jo me'l filo del cánem de mes penes;
més , dintre aquexa fosca sepultura,
tornat com vos, Jesús, de mort á vida,
jo hi trobaré unes ales de crisálida
per volármen ab Vos á vostra gloria. "
Giovanni Verga (Italia, 1840-1922)
Historia de una capinera (fragmento)
" Vi una vez enjaulada una pobre capinera: triste, medrosa, enferma. Mirónos abriendo sus ojos espantados,
arrinconada en un ángulo de su estrecha prisión. Y cuando oía el alegre canto de los otros pajarillos, que gorjeaban en
el verde prado o remontábanse hacia el cielo, seguíalos con la vista, que bien se hubiera podido imaginársela
empapada en lágrimas. Empero, a la mísera prisionera abatida, nada le sugirió su instinto que pudiera librarla del débil
muro que la tenía encarcelada. Prodigábanle cariños sus cuidadores: cándidas criaturas regocijadas, que sin
comprender la pena de su cautiverio, dábanle en cambio un puñado de migajas de pan, a las que acompañaban
ingenuas palabras de afecto. La pobre capinera se mostraba, resignada con su suerte; ¡infeliz! Llena de mansedumbre,
aun en su dolor, parecía, exenta de todo sentimiento de reproche, picoteando el mijo y las migajas; pues su extrema
debilidad no le permitía más. Dos días después, en su prisión, doblada la cabecita bajo el ala, encontrósela consumida.
(...)
Cuando la madre de los dos pequeñuelos, inocentes despiadados verdugos de la pobre avecilla, me narrara la historia
de una desventurada, a la que los muros del claustro habían aprisionado el cuerpo, y la superstición y el amor torturado
el espíritu: uno de aquellos dramas íntimos frecuentes en la vida, que pasan velados por el misterio, cuita de un
corazón tierno, delicado, que amó, lloró y rogó, ocultando sus lágrimas y sus plegarias, y que por último, envuelto en
su dolor, se consumió, yo pensé en la dulce capinera cautiva, que contemplaba silenciosa el firmamento azulado a
través de los alambres de su jaula... "

Biografía

Paul Verlaine (Francia, 1844-1896)


Id, pues, vagabundos, sin tregua
" Id, pues, vagabundos, sin tregua,
errad, funestos y malditos
a lo largo de los abismos y las playas
bajo el ojo cerrado de los paraísos.
(...)
Y nosotros que la derrota nos ha hecho, ay, sobrevivir,
los pies magullados, los ojos turbios, la cabeza pesada,
sangrantes, flojos, deshonrados, cansados,
vamos, penosamente ahogando un lamento sordo. "

Primavera
" Tierna, la muchacha pelirroja,
A la que tanta inocencia enardece,
Dice a su amiguita rubia
Estas palabras, en voz dulce y queda:
Savia que asciende y flor que brota,
Tu infancia es una glorieta:
Deja en su musgo errar mis dedos,
Ahí donde brilla el botón de rosa:
Déjame, entre la hierba clara,
Beber las gotas de rocío,
Ahí donde la tierna flor está rociada;
Para que el placer, amada mía,
Ilumine tu frente cándida
Como, al alba, el azul tímido. "

Pon tu frente sobre mi frente


" Pon tu frente sobre mi frente y tu mano
en mi mano.
Y hazme los juramentos que romperás
mañana.
Y lloremos hasta que amanezca,
mi pequeña fogosa. "

Biografía

Jules Verne (Francia, 1828-1905)


De la Tierra a la Luna (fragmento)
" Instantáneamente Murchison presionó el contacto de la batería eléctrica, restaurando la corriente del fluído y
descargando la chispa en la mecha del Columbiad. Un estampido espantoso, apocalíptico, del que nada es capaz de dar
idea, ni los estallidos del rayo, ni el horrísono fragor de la tempestad, ni el estruendo de las erupciones. Cual si la
Tierra fuera un cráter, vomitó del fondo de sus entrañas un ingente chorro de fuego. El suelo se elevó y fueron muy
contados los espectadores que pudieron entrever, por un instante, el gigantesco proyectil, hendiendo victorioso los
aires, en medio de una aureola de flamígeros vapores. "

Biografía

Boris Vian (Francia, 1920-1959)


Gustos y colores
" Hay sexos cortos y otros cuelgan hasta las rodillas rayados de amarillo y violeta como la sombra del sol a través de la
reja y las mujeres, algunas huelen a caldo de conejo salvaje. Con tostadas es rico. "

Primer amor
" Cuando un hombre ama a una mujer de entrada, la sienta en sus rodillas tomando cuidado de levantarle el vestido
para no estropear sus pantalones, porque tela sobre tela gasta la tela. Enseguida, verifica con la lengua si a ella la
operaron de las amígdalas si no, sería contagioso después, como hay que ocupar las manos busca, tan lejos como pueda
y rápido constata la presencia efectiva y real de la cola de una laucha blanca manchada de sangre y tira, tiernamente,
del hilito para tragarse el tampax."
Biografía

Manuel Vicent (España, 1936)


No lo toques más
" No lo toques más, Sam, que así es la rosa. En la cima de la pirámide de basura que se acumula a lo largo del día está
el negro de la película Casablanca interpretando al piano este verso de Juan Ramón. La pirámide tiene por base los
excrementos de perro que salpican las aceras de la ciudad, pero su vértice termina en el cielo a los pies de una
divinidad incontaminada. Un pequeño paraíso, un pequeño infierno se van superponiendo a cada hora hasta construir
un día entero que empieza con las opiniones terribles vertidas a bocajarro por la radio al amanecer en medio del
perfume delicioso a café y tostada. A partir de ese momento la escalada se inicia con una bifurcación. La filosofía
moderna consiste en elegir entre dos caminos distintos en esta ascensión a la pirámide para alcanzar de noche la gloria
del sueño. Se puede seguir la llamada ruta de las calamidades o la famosa ruta del aroma a café en el desayuno. La
primera te lleva a creer, después de oir la radio y leer el periódico, que el mundo es una miseria equivalente a los
excrementos de perro en las aceras, incluída la política y la cultura; la segunda te obliga a cerrar los ojos y a imaginar
que ese humo perfumado del primer café es la columna más sólida en que se apoya la existencia. A medida que el sol
se desarrolla en el firmamento, aquí abajo el jefe te escupe en el pescuezo, bombardean cualquier Mesopotamia y a ti
te aplastan en el metro, los pederastas entierran a sus niños en el sótano y tú no despiertas el más mínimo interés de
nadie. En medio de tantas hormigas con pistola y talonario sólo eres un tipo oscuro, aburrido, alimentado con imágenes
de violencia y lujo inalcanzable. En cambio, aún persiste el perfume del café en tus labios. Mientras la basura diaria se
superpone, la profundidad del humo te lleva a un fragmento de Mozart, a una copa de Oporto, a un paseo de otoño, a
una página escogida, a una mirada sostenida en el bar que sirve de refugio en la escalada. En la cima de la pirámide
está el negro al piano. No lo toques más, Sam, que así es la rosa. "

Biografía

Enrique Vila-Matas (España, 1948)


El viaje vertical (fragmento)
" Mayol la miró queriendo creer que todo aquello era tan irreal como una pesadilla. Ella se quedó como ausente,
relajada después de sus últimas palabras; se quedó con la serenidad propia de un río tranquilo y profundo que
permanece imperturbable en toda su extensión ante el ocaso del día. Callada, miró hacia más allá del huerto, hacia la
luz más lejana del crepúsculo donde tal vez veía reflejado el ocaso de su matrimonio.
(...)
Quizás la mayor preparación para sobrellevar la vida fuera aprender el arte de romper con todo lo que nos resulta
atractivo o nos parece imprescindible...convertirse en un perito de las despedidas. "

Biografía

Francisco Villaespesa (España, 1877-1936)


Terminus
" En un negro silencio me he perdido
la noche envuelve mi camino
nada en la sombra recibe la mirada
ni el más leve rumor llega al oído.
No late el corazón ni escucha el ruido
que en las sendas produce mi pisada.
Quién sabe si al final de la jornada
la propia oscuridad será el olvido.
Sin sentir, sin pensar,
y soy en la aridez de éste desierto
el sueño de algún alma desterrada
que cansada de andar sobre la tierra
regresa a los misterios de la nada. "

Biografía

Xavier Villaurrutia (México, 1903-1951)


Amor condusse noi ad una morte
" Amar es una angustia, una pregunta,
una suspensa y luminosa duda;
es un querer saber todo lo tuyo
y a la vez un temor de al fin saberlo.
Amar es reconstruir, cuando te alejas,
tus pasos, tus silencios, tus palabras,
y pretender seguir tu pensamiento
cuando a mi lado, al fin inmóvil, callas.

Amar es una cólera secreta,


una helada y diabólica soberbia.

Amar es no dormir cuando en mi lecho


sueñas entre mis brazos que te ciñen,
y odiar el sueño en que, bajo tu frente,
acaso en otros brazos te abandonas.

Amar es escuchar sobre tu pecho,


hasta colmar la oreja codiciosa,
el rumor de tu sangre y la marea
de tu respiración acompasada.

Amar es absorber tu joven savia


y juntar nuestras bocas en un cauce
hasta que de la brisa de tu aliento
se impregnen para siempre mis entrañas.

Amar es una envidia verde y muda,


una sutil y lúcida avaricia.

Amar es provocar el dulce instante


en que tu piel busca mi piel despierta;
saciar a un tiempo la avidez nocturna
y morir otra vez la misma muerte
provisional, desgarradora, oscura.

Amar es una sed, la de la llaga


que arde sin consumirse ni cerrarse,
y el hambre de una boca atormentada
que pide más y más y no se sacia.

Amar es una insólita lujuria


y una gula voraz, siempre desierta.

Pero amar es también cerrar los ojos,


dejar que el sueño invada nuestro cuerpo
como un río de olvido y de tinieblas,
y navegar sin rumbo, a la deriva:
porque amar es, al fin, una indolencia. "

Nocturno en que nada se oye


" En medio de un silencio desierto como la calle antes del crimen
sin respirar siquiera para que nada turbe mi muerte
en esta soledad sin paredes
al tiempo que huyeron los ángulos
en la tumba del lecho dejo mi estatua sin sangre
para salir en un momento tan lento
en un interminable descenso
sin brazos que tender
sin dedos para alcanzar la escala que cae de un piano invisible
sin más que una mirada y una voz
que no recuerdan haber salido de ojos y labios
¿qué son labios? ¿qué son miradas que son labios?
Y mi voz ya no es mía
dentro del agua que no moja
dentro del aire de vidrio
dentro del fuego lívido que corta como el grito
Y en el juego angustioso de un espejo frente a otro
cae mi voz
y mi voz que madura
y mi voz quemadura
y mi bosque madura
y mi voz quema dura
como el hielo de vidrio
como el grito de hielo
aquí en el caracol de la oreja
el latido de un mar en el que no sé nada
en el que no se nada
porque he dejado pies y brazos en la orilla
siento caer fuera de mí la red de mis nervios
mas huye todo como el pez que se da cuenta
hasta ciento en el pulso de mis sienes
muda telegrafía a la que nadie responde
porque el sueño y la muerte nada tienen ya que decirse. "

Biografía

Llorenç Villalonga (Les Illes, 1897-1980)


Bearn (fragmento) -en catalán-
" El Faust de Goethe és el símbol d'una raça apressada i violenta que no es conforma amb la idea d'un altre món, sinó
que vol obtenir el cel en aquesta vida, encara que sigui pactant amb el Maligne. Gounod glossà aquella llegenda, cosa
que les Tulleries miraren amb bons ulls. Els periòdics en feien una gran propaganda. El senyor comentava
l'esdeveniment.
-Ja tenc quaranta-vuit anys, Maria Antònia, i tu tampoc ja no ets cap nina. Hauríem d'anar a sorprendre es secret d'es
doctor alemany per fer-mos joves.
No es tractava d'un secret, sinó de vendre l'ànima al Dimoni, cosa que dona Maria Antònia no admetia ni en broma.
-No diguis desbarats, Tonet. T'agradaria cremar dins l'infern?
-No. Però tornar a esser jove...
-Calla.
-Pensa...
-No vull pensar
Sobtadament oncle i neboda desaparegueren: havien fuit a París. La campanada fou clamorosa. "

Biografía

François Villon (Italia, 1431-1463)


Quién más me quiere
" Quién más me quiere es quién más me ofende,
y el más sincero es quién mejor me miente,
mi amigo es aquél que me hace mirar,
que un cisne blanco no es sino un cuervo vestido de negro. "

Biografía

Juan Villoro (México, 1956)


Coyote (fragmento), de La alcoba dormida
" Vio el cielo estrellado. En otra parte, Clara también estaría mirando el cielo que desconocían. De cuando en cuando
se golpeaba con ramas que quizá tuvieran espinas. Estaba al borde de su capacidad física. Algo se le clavó en el muslo,
lo desprendió sin detenerse. En algún momento advirtió que llevaba el cuchillo desenvainado: un resplandor insensato
vaciló en la hoja. Le costó mucho trabajo devolverlo a la funda; perdía el control de sus actos más nimios. Cayó al
suelo. Antes o después de dormirse vio la bóveda estrellada, una arena radiante.
(...)
Oscurecía. Palpó el pellejo con el que había recorrido el desierto. Sonrió y un dolor agudo le cruzó los pómulos,
cualquier gesto inútil se convertía en una forma de derrochar su vida. Alzó la vista. El cielo volvía a llenarse de
estrellas desconocidas. Empezó a cavar. Tiró el amasijo en el agujero y aplanó la tierra con cuidado, formando una
capa muelle con sus manos llagadas. Apoyó la nuca. Un poco antes de entrar al sueño escuchó un gemido, pero ya no
quiso abrir los ojos. Había regresado. Podía dormir. Aquí. Ahora. "

Biografía

Joan Vinyoli (Catalunya, 1914-1984)


Realitats
" Quan de vegades entro,
a poc a poc, a la petita casa
de mi mateix,
amb pas humit, a fil de matinada,
deixant a fora els arbres expectants,
un tremolor d'herba tocada
per l'esbatec del primer vent del dia,
vagits de llum,

m'adono prou
de quin desordre hi ha, quina remor,
quin moviment d'entrades i sortides
inútils, que el celler està buit
-car hom beu molt-, de restes de vianda
ja freda als plats -car hom menja a deshora,
de pressa i malament-,
que el vell fogó vessa de cendres
anteriors de focs que s'extingiren
fa molt de temps, però que no permeten
al nou cremar bé.

I mentre sec al balancí, d'esquena al dia,


penso que és hora, tal vegada,
de canviar els costums i que he d'emprendre
reformes radicals.
No sé quines, però,
car les parets estan molt primparades,
el sostre foradat, i les esquerdes
són tantes que el difícil és veure
què falla més.

No em val llavors de dir-me, recordant


glòries antigues, fetes
d'amor, les flors en un jardí, recapte
de vida i mort ensems,
que jo sóc flama
d'un ardor que no cessa,
que en mi reneix Orfeu i que he dreçat
l'arbre del cant fins a l'orella casta
d'Eurídice dient: tremolo de mirar-te,
com diré mai el teu encís?;

car temo, quan estic


així de sol i fred i desganat,
que per molt que em proclami
del costat de la vida,
quan sobre el mar llisca la barca
dominical i cau verticalment,
ferint-me, el llamp d'Apol.lo,
i una calitja d'or tremola
devant els ulls,

que en ser que em trobi dins el llit


de les darreres núpcies,
m'espantaré del fred que ha d'arribar-me
quan les cuixes de gel em tocaran,
i que em faré enrera de tot,
covardament, com l'atrapat
en una gran mentida,
i que tot jo tremolaré
i no sabré cap on girar-me
ni què invocar.
No crec en els beuratges
ni tampoc en els altres
consols.
Altra vegada sóc
quan baixo lentament al soterrani
de la petita casa
de mi mateix. "

Biografía

Voltaire (Francia, 1694-1778)


Tratado sobre la tolerancia (fragmento)
" Soy yo sola la que os une a pesar vuestro por vuestras mutuas necesidades, incluso en medio de vuestras crueles
guerras con tanta ligereza emprendidas, eterno teatro de los errores, de los azares y de las desgracias. Soy yo sola la
que, en una nación, detiene las consecuencias funestas de la división interminable entre la nobleza y la magistratura,
entre esos dos estamentos y el clero, incluso entre los burgueses y los campesinos. Ignoran todos los límites de sus
derechos; pero todos escuchan a pesar suyo, a la larga, mi voz que habla a su corazón. "

El ingenuo (fragmento)
" Resulta cruel no empezar a conocer el cielo hasta que me han privado del derecho de contemplarlo! - dijo el joven-.
Jupiter y Saturno van rodando por estos espacios inmensos; millones de soles dan luz a miles de millones de mundos, y
en el rincón de tierra donde estoy echado, ¡hay unos seres que me impiden poderlos ver, a mí, que soy un ser que ve y
piensa, y poder conocer el mundo en que Dios me ha hecho nacer! La luz hecha para todo el Universo está perdida para
mí. No me la impidieron ver en el horizonte septentrional donde pasé mi infancia y mi juventud. Sin tí, querido
Gordon, estaría aqui envuelto en la nada. "

Biografía

Kurt Vonnegut (EEUU, 1922)


Matadero 5 (fragmento)
" -Otra vez te he salvado la vida, necio bastardo. - Dijo Weary a Billy, en el hoyo. Había estado salvándole la vida
continuamente. Con el muchacho era absolutamente necesario echar mano de la crueldad, pues él no hubiera dado un
solo paso para salvarse. En efecto, Billy quería abandonar. Hacía frío, hambre, aturdimiento y era incompetente. Para
él, en aquellos momentos apenas existían diferencias entre estar dormido o estar despierto; ya no distinguía entre
andar o quedarse quieto. Deseaba que todo el mundo le dejara solo. «Muchachos, continuad sin mí», repetía una y otra
vez. La guerra era una cosa tan nueva para Billy como para Weary. Porque también éste era un sustituto. formaba
parte de una batería de artilleros, pero solamente había ayudado a disparar un proyectil, en un cañón antitanque de 57
milímetros. El cañón hizo un sonido desgarrado, como si se hubiera abierto la cremallera de la bragueta del Dios
Todopoderoso, y barrió la nieve llevándose por delante la vegetación. El disparo, dio en el blanco, pero la huella
dejada en el suelo mostró con toda exactitud a los alemanes el camuflado escondrijo del arma. El tanque «Tigre» a
quien iba destinado el cañonazo giró lentamente su hocico de 88 milímetros, vio el rastro en el suelo y disparó.
Murieron todos los de la batería menos Weary. Así fue. "
Derek Walcott (Santa Lucía, 1930)
Archipiélagos, de Mapa del Nuevo Mundo
" Al final de esta frase, empezará a llover.
Y al filo de la lluvia, una vela.
Lentamente la vela perderá de vista las islas;
La creencia en los puertos de toda una raza
Se perderá entre la niebla.
La guerra de los diez años ha terminado.
El pelo de Helena, una nube gris.
Troya, un foso de ceniza blanca
Junto al mar donde llovizna.
La lluvia se tensa como las cuerdas de un arpa.
Un hombre con los ojos nublados la toca con los dedos
Y tañe el primer verso de La Odisea. "

Biografía

Lewis Wallace (EEUU, 1827-1905)


Ben-Hur (fragmento)
" En aquel momento empezaba la tercera guardia, y en Belén la mañana amanecía sobre las montañas del Este, pero
tan débilmente que en el valle todavía era de noche. El guardián situado en el tejado de la vieja posada, tiritando de
frío, estaba escuchando los primeros sones con los cuales la vida, despertando de nuevo, saluda al nuevo día, cuando
vio una luz que ascendía por las colinas en dirección a la casa. Al principio supuso que sería una antorcha llevada por la
mano de algún viajero; inmediatamente después, pensó que sería un meteoro; sin embargo el punto luminoso fue
creciendo hasta convertirse en una estrella. Aterrorizado rompió a gritar y pronto todos los que estaban entre los
muros de la posada subieron al tejado. El fenómeno con un movimiento irregular, seguía acercándose. Poco después, la
posada y sus alrededores aparecían iluminados por un resplandor intolerable. "

Biografía

Robert Walser (Suiza, 1878-1956)


El ayudante (fragmento)
" Qué viejo había sido ya de joven! ¡Cómo la conciencia de no tener un hogar en ningún sitio había logrado paralizarlo y
asfixiarlo interiormente! ¡Qué hermoso era pertenecer a alguien en el odio o en la impaciencia, en el amor o en la
melancolía! Un triste entusiasmo se apoderaba de Joseph siempre que desde alguna ventana abierta sentía que el
mágico calor de un hogar se reflejaba en él, el solitario, el errante, el apátrida, de pie en medio de la calle fría. "

Biografía

Mika Waltari (Finlandia, 1908-1979)


Sinuhé el egipcio (fragmento)
" Todo vuelve a empezar y nada hay nuevo bajo el sol; el hombre no cambia aun cuando cambien sus hábitos y las
palabras de su lengua. Los hombres revolotean alrededor de la mentira como las moscas alrededor de un panal de miel,
y las palabras del narrador embalsaman, como el incienso, pese a que esté en cuclillas sobre el estiércol en la esquina
de la calle; pero los hombres rehuyen la verdad. Yo, Sinuhé, hijo de Senmut, en mis días de vejez y de decepción estoy
hastiado de la mentira. Por esto escribo para mí solo lo que he visto con mis propios ojos o comprobado como verdad.
En esto me diferencio de cuantos han vivido antes que yo o vivirán después de mí. Porque el hombre que escribe y, más
aún, el que hace grabar su nombre y sus actos sobre la piedra, vive con la esperanza de que sus palabras serán leídas y
que la posteridad glorificará sus actos y su cordura. Pero nada hay que elogiar en mis palabras; mis actos son indignos
de elogio, mi ciencia es amarga para el corazón y no complace a nadie. Los niños no escribirán mis frases sobre la
tablilla de arcilla para ejercitarse en la escritura. Los hombres no repetirán mis palabras para enriquecerse con mi
saber, Porque he renunciado a toda esperanza de ser jamás leído o comprendido. En su maldad, el hombre es más cruel
y más endurecido que el cocodrilo del río. Su corazón es más duro que la piedra. Su vanidad, más ligera que el polvo de
los caminos. Sumérgelo en el río; una vez secas sus vestiduras será el mismo de antes. Sumérgelo en el dolor y la
decepción; cuando salga será el mismo de antes. He visto muchos cataclismos en mi vida, pero todo está como antes y
el hombre no ha cambiado. Hay también gentes que dicen que lo que ocurre nunca es semejante a lo que ocurrió; pero
esto no son más que vanas palabras. "

El sitio de Constantinopla (fragmento)


" Me he quedado despierto para escribir. De a ratos he cerrado los ojos y apoyado mi ardiente frente sobre mis manos.
Pero el sueño no se apiadará de mí. A través de mis fatigados párpados veo su belleza, su boca, sus ojos, cómo sus
mejillas arden cuando las toco con mis manos, cómo me atraviesa una deslumbrante llama cuando acaricio su piel
desnuda. Nunca la he deseado tan desesperadamente como ahora, cuando sé que la he perdido. "

Biografía

María Elena Walsh (Argentina, 1930)


La forma
" Dios sigue haciendo piedras y animales con las antiguas formas de la vida.
Sigue poniendo pájaros iguales sobre la misma tierra repetida.
Pero para la voz recién nacida todas las cosas son originales,
y al cantar las descubre sorprendida, desde su cárcel, desde sus umbrales.
Si estoy en medio de la noche y siento que otra vez vuelven con la primavera
la renovada antigüedad del viento y la luna que vi por vez primera,
muero, pero renazco al otro día, húmeda de reciente alfarería. "

Biografía

Ralph Waldo Emerson (EEUU, 1803-1882)


Jornadas
" Hijas del Tiempo, las hipócritas Jornadas,
embozadas y mudas como derviches descalzos,
marchan una tras otra en fila interminable,
con diademas y con fagots en las manos.
A cada cual ofrecen dones a voluntad,
pan, reinos, estrellas, y el cielo que las sostiene.
Yo, en mi jardín florido, contemplé tal boato,
olvidé mis deseos matutinos,
con premura tomé unas pocas yerbas y manzanas,
mas la Jornada dio vuelta y se alejó en silencio.
Demasiado tarde, bajo su hilatura ceremoniosa,
miré el desprecio. "
Biografía

Evelyn Waugh (Gran Bretaña, 1903-1966)


Retorno a Brideshead (fragmento)
" Me sentí como el marido que, después de cuatro años de matrimonio, se da cuenta de repente de que ya no siente
deseo, ternura ni aprecio por la mujer que una vez amó; ningún placer en su compañía, ningún interés en gustarle,
ninguna curiosidad por nada que ella pudiera hacer, decir o pensar; ninguna esperanza de que las cosas se arreglaran,
ningún sentimiento de culpa por el desastre. La conocí como se conoce a la mujer con la que se ha compartido la casa,
un día sí y otro también, durante tres años y medio; conocí sus hábitos de desaliño, descubrí lo rutinario y mecánico de
sus encantos, sus celos y su egoísmo. El encantamiento había terminado y ahora la veía como a una antipática
desconocida con la que me había unido indisolublemente en un momento de locura. "

Biografía

Frank Wedekind (Alemania, 1864-1918)


Despertar de primavera (fragmento)
" No tengo interés alguno en que me fastidien! No he sido yo quien se ha empeñado en venir al mundo. ¿Por qué he de
insistir ahora en quedarme? ¡No he cerrado ningún trato con Dios! Se me ha engañado. No hago responsables a mis
padres… No diré a nadie que retorno a la Nada sin haberlo probado. ¡Da un poco de vergüenza el haber sido hombre y
no haber conocido lo más humano!.
(...)
Siento pena al considerar mi propio destino. La vida se me ha vuelto de espaldas. Del otro lado me hacen señas
cariñosas. La reina sin cabeza…la reina sin cabeza! En sus suaves brazos encontraré la compasión.… La vida es sólo una
cuestión de gusto. "

Biografía

H. G. Wells (EEUU, 1866-1946)


La guerra de los mundos (fragmento)
" De día estamos tan ocupados en nuestros pobres asuntos, que nos parece imposible que alguien, allá arriba, vigile
nuestros pasos y, laborioso y metódico, planee la conquista del planeta Tierra. Sólo la noche es capaz, con su oscuridad
y su silencio, de crear las condiciones para que los marcianos, los selenitas y demás seres que habitan el universo,
tengan cabida en nuestra imaginación. "

La máquina del tiempo (fragmento)


" Tal vez aprender a manejar la máquina del atrevimiento, para viajar instantáneamente a los límites de la vida
inmediata, para fundar de vez en cuando un breve paraíso sin porvenir ni pasado, sin el doble chantaje de la nostalgia
y del miedo. "
Biografía

Franz Werfel (Austria, 1890-1945)


Escuchad la voz (fragmento)
" Yo soy una letra de una gran novela. No conozco mi propio significado ni tampoco el de las pocas letras contiguas que
puedo divisar desde mi sitio. Yo, que no sé ni siquiera el sentido y significado de la letra que soy, ¿cómo podría saber
algo del sentido de la totalidad de la novela, de su argumento, de sus partes? Pero siendo como soy una letra, se me
llena la consciencia de ser una partícula plena de significado que es fácil descifrar y de relacionar con el todo por unos
ojos que están al otro lado del libro que me está leyendo o escribiendo. Iluminada por estos ojos, la pequeña letra se
alimenta de la esperanza segura de que no sólo es necesaria para la totalidad, sino que contiene en su pequeñez, el
inmenso y desconocido significado de la totalidad. "

Biografía

Edith Wharton (EEUU, 1862-1937)


Una mirada atrás (fragmento)
" La vejez no existe; sólo existe la pena. Con el paso del tiempo he aprendido que esto, aunque cierto, no es toda la
verdad. Otro generador de vejez es el hábito: el mortífero proceso de hacer lo mismo de la misma manera a la misma
hora día tras día, primero por negligencia, luego por inclinación, y al final por inercia o cobardía. Afortunadamente, la
vida inconsecuente no es la única alternativa, pues tan ruinoso como la rutina es el capricho. El hábito es necesario; es
el hábito de tener hábitos, de convertir una vereda en camino trillado, lo que una debe combatir incesantemente si
quiere continuar viva. Pese a la enfermedad, a despecho incluso del enemigo principal que es la pena, una puede
continuar viva mucho más allá de la fecha usual de desintegración si no le teme al cambio, si su curiosidad intelectual
es insaciable, si se interesa por las grandes cosas y es feliz con las pequeñas. Mientras ordenaba y escribía mis
recuerdos, he aprendido que estas ventajas no dependen generalmente de los méritos propios y que es probable que yo
deba mi vejez dichosa al antepasado que accidentalmente me dotó de tales cualidades. Otra ventaja (igualmente
accidental) es que yo no recuerdo por mucho tiempo mis enfados. Raramente olvido una ofensa a mi espíritu, ¿quién la
olvida? Pero la vida la recubre con un rápido bálsamo, y queda registrada en un libro que raras veces abro. "

Biografía

Walt Whitman (EEUU, 1819-1892)


Cosmos
" Quién contiene a la diversidad y es la Naturaleza
quién es la amplitud de la tierra y la rudeza y sexualidad de la tierra
y la gran caridad de la tierra, y también el equilibrio
quién no ha dirigido en vano su mirada por las ventanas de los ojos
o cuyo cerebro no ha dado en vano audiencia a sus mensajeros
quién contiene a los creyentes y a los incrédulos
quién es el amante más majestuoso
quién, hombre o mujer, posee debidamente su trinidad de realismo
de espiritualidad y de lo estético o intelectual
quién después de haber considerado su cuerpo
encuentra que todos sus órganos y sus partes son buenos
quién, hombre o mujer, con la teoría de la tierra y de su cuerpo
comprende por sutiles analogías todas las otras teorías
la teoría de una ciudad, de un poema
y de la vasta política de los Estados
quién cree no sólo en nuestro globo con su sol y su luna
sino en los otros globos con sus soles y sus lunas
quién hombre o mujer, al construir su casa
no para un día sino para la eternidad
ve a las razas, épocas, efemérides, generaciones.
El pasado, el futuro, morar allí, como el espacio
indisolublemente juntos. "

Con el reflujo del océano de la vida


" (...) Mientras recorro las playas que no conozco
mientras escucho la endecha
las voces de los hombres y mujeres náufragos
mientras aspiro las brisas impalpables que me asedian
mientras el océano, tan misterioso
se aproxima a mi cada vez más
yo no soy sino un insignificante madero abandonado por la resaca
un puñado de arena y hojas muertas
y me confundo con las arenas y con los restos del naufragio.
Oh! desconcertado, frustrado, humillado hasta el polvo
oprimido por el peso de mi mismo
pues me he atrevido a abrir la boca
sabiendo ya que en medio de esa verbosidad cuyos ecos oigo
jamás he sospechado qué o quién soy
a no ser que, ante todos mis arrogantes poemas
mi yo real esté de pie, impasible, ileso, no revelado
señero, apartado, escarneciéndome con señas y reverencias burlonamente amables
con carcajadas irónicas a cada una de las palabras que he escrito
indicando en silencio estos cantos y, luego, la arena en que asiento mis pies.
Ahora sé que nada he comprendido, ni el objeto más pequeño
y qué ningún hombre puede comprenderlo.
La naturaleza está aquí a la vista del mar
aprovechándose de mí para golpearme y para herirme
porqué me he atrevido a abrir la boca para cantar.
(...)
Bajad, aguas del océano de la vida
(ya volveréis en la pleamar)
no ceses en tus gemidos, vieja madre cruel
llora sin término por tus hijos abandonados
pero no temas no me niegues
no susurres con voz tan ronca y colérica contra mí
cuando te toco o me aparto de ti.
Os amo tiernamente a ti y a todos
hago provisión para mí y para esta sombra que nos mira
y nos sigue a mí y a lo que me pertenece.
Yo y lo mío, hileras de hierba, pequeños cadáveres
espuma blanca como la nieve, burbujas.
Ved como de mis labios muertos mana el fango al fin
ved cómo los colores del prisma relucen y se agitan
manojos de paja, arenas, fragmentos
puestos a flote por muchos humores contradictorios
por la tempestad, la calma, las tinieblas
las olas embravecidas, pensativos, un hálito, una lágrima salobre
una salpicadura de agua o fango
arrojados igualmente desde las fermentaciones insondables del abismo
uno o dos capullos marchitos, desgarrados igualmente
flotando sobre las olas a la deriva
igualmente para nosotros aquella endecha sollozante de la Naturaleza
nos acompaña el clangor de las trompetas e las nubes
nosotros, caprichosos, traídos acá no sabemos de dónde
tendidos ante ti, tú allá arriba, caminas o te sientas
quienquiera que seas, también nosotros yacemos náufragos a tus pies. "

Hojas de hierba (fragmento)


" Creo que una brizna de hierba no es inferior a la jornada de los astros
y que la hormiga no es menos perfecta ni lo es un grano de arena...
y que el escuerzo es una obra de arte para los gustos más exigentes...
y que la articulación más pequeña de mi mano es un escarnio para todas las máquinas.
Quédate conmigo este día y esta noche y poseerás el origen de todos los poemas.
Creo en tí alma mía, el otro que soy no debe humillarse ante tí
ni tú debes humillarte ante el otro.
Retoza conmigo sobre la hierba, quita el freno de tu garganta.
(...)
Creo que podría retornar y vivir con los animales, son tan plácidos y autónomos.
Me detengo y los observo largamente.
Ellos no se impacientan, ni se lamentan de su situación.
No lloran sus pecados en la oscuridad del cuarto.
No me fastidian con sus discusiones sobre sus deberes hacia Dios.
Ninguno está descontento. Ninguno padece la manía de poseer objetos.
Ninguno se arrodilla ante otro ni ante los antepasados que vivieron hace milenios.
Ninguno es respetable o desdichado en toda la faz de la tierra.
Así me muestran su relación conmigo y yo la acepto.
(...)
No pregunto quién eres, eso carece de importancia para mí.
No puedes hacer ni ser más que aquello que yo te inculco. "

Biografía

Oscar Wilde (Irlanda, 1854-1900)


El retrato de Dorian Gray (fragmento)
" Lord Henry Wotton: No existe aquello llamado buena influencia, señor Gray. Todas las influencias son inmorales-
inmorales desde el punto de vista científico.
Dorian Gray: Porqué?
Lord Henry Wotton: Porque influenciar a una persona es darle nuestra propia alma. Esta no tendrá sus propios
pensamientos, y se incendiará con sus propias pasiones. Sus virtudes no serán reales, sus pecados, si existen los
pecados, serán prestados. Se convierte en el eco de la música de otro, el actor de una parte que no ha sido escrita para
él. El objetivo de la vida es el desarrollo de su propio yo. Encontrar su naturaleza apropiada, es esto por lo que cada
uno de nosotros estamos aquí. El mundo tiene miedo de sí mismo, se han olvidado de la mayor de todas las
obligaciones, la propia. Claro que son caritativos, alimentan al hambriento, y visten a los mendigos. Pero su propio ser
está famélico y desnudo. La valentía huyó de nuestra raza. Tal vez nunca la tuvimos. El terror a la sociedad, que es la
base de la moral, el terror a Dios, que es el secreto de la religión, estas son las dos cosas que nos gobiernan. Y sin
embargo... Sin embargo, creo que si un hombre viviera su vida completamente y hasta el límite, si le diera forma a
cada sentimiento, expresión a cada pensamiento, realidad a cada sueño. El mundo alcanzaría un impulso tan fresco de
alegría que olvidaríamos lo malo de la mediocridad, y regresaríamos a la época helénica ideal, a algo más dulce, más
rico, que el ideal helénico. Pero hasta el hombre más valiente tiene miedo de sí mismo...Se ha dicho que los mayores
acontecimientos del mundo suceden en nuestro cerebro. Es en el cerebro, y sólo en él, donde los grandes pecados del
mundo suceden. Usted señor Gray, usted mismo, con su sonrosada juventud y blanca adolescencia, ha tenido pasiones
que le asustaron, pensamientos que le llenaron de terror, sueños estando despierto y dormido cuyos recuerdos podrían
manchar sus mejillas de vergüenza.
(...)
Se frotó los ojos, y se acercó al cuadro y lo examinó de nuevo. No había señales de cambio alguno cuando miró la
pintura, y sin embargo no quedaba duda que la expresión se había alterado. No era sólo su propia impresión. Era
horriblemente obvio. Se lanzó sobre la silla, y empezó a pensar. De repente pasó por su mente lo que había dicho en el
estudio de Basil Hallward el día que el cuadro fue terminado. Lo recordaba perfectamente. Pronunció un deseo
enfermizo de que él pudiera permanecer joven, y que el cuadro envejeciera; que su hermosura permaneciera
inalterada, y que su rostro en la tela soportara la carga de sus pasiones y pecados; que la imagen pintada se marchitara
con las líneas del sufrimiento y el pensamiento, y que él mantuviera la flor y el encanto casi consciente de su
adolescencia. Con seguridad su deseo no se había cumplido? Esas cosas son imposibles. Era monstruoso sólo pensar en
aquello. Y sin embargo, ahí estaba el cuadro frente a él, con un toque de crueldad en la boca. "

La balada de la cárcel de Reading (fragmento)


" Sólo sabía que idea obsesiva apresuraba su paso, y por qué miraba al día deslumbrante con tan ávidos ojos; aquel
hombre había matado lo que amaba, y por eso iba a morir. Aunque todos los hombres matan lo que aman, que lo oiga
todo el mundo, unos lo hacen con una mirada amarga, otros con una palabra zalamera; el cobarde con un beso, ¡el
valiente con una espada! Unos matan su amor cuando son jóvenes, y otros cuando son viejos; unos lo ahogan con manos
de lujúria, otros con manos de oro; el más piadoso usa un cuchillo, pues así el muerto se enfría antes. Unos aman muy
poco, otros demasiado, algunos venden, y otros compran; unos dan muerte con muchas lágrimas y otros sin un suspiro:
pero aunque todos los hombres matan lo que aman, no todos deben morir por ello. No todo hombre muere de muerte
infamante en un día de negra vergüenza, ni le echan un dogal al cuello, ni una mortaja sobre el rostro, ni cae con los
pies por delante, a través del suelo, en el vacío. No todo hombre convive con hombres callados que lo vigilan noche y
día, que lo vigilan cuando intenta llorar y cuando intenta rezar, que lo vigilan por miedo a que él mismo robe su presa a
la prisión. No todo hombre despierta al alba y ve aterradoras figuras en su celda, al trémulo capellán con ornamentos
blancos, y al director, de negro brillante, con el rostro amarillo de la sentencia. No todo hombre se levanta con
lastimera prisa para vestir sus ropas de condenado mientras algún doctor de zafia lengua disfruta y anota cada nueva
crispación nerviosa, manoseando un reloj cuyo débil tictac suena lo mismo que horribles martillazos. No todo hombre
siente esa asquerosa sed que le reseca a uno la garganta antes de que el verdugo, con sus guantes de faena, franquee
la puerta acolchada y le ate con tres correas de cuero para que la garganta no vuelva a sentir sed. No todo hombre
inclina la cabeza para escuchar el oficio de difuntos ni, mientras la angustia de su alma le dice que no está muerto,
pasa junto a su propio ataúd camino del atroz tinglado. No todo hombre mira hacia lo alto a través de un tejadillo de
cristal, ni reza con labios de barro para que cese su agonía ni siente en su mejilla estremecida el beso de Caifás. "

Biografía

Thornton Wilder (EEUU, 1897-1975)


Los idus de marzo (fragmento)
" Del reconocimiento por el hombre con temor y temblor de que hay algo incognoscible viene todo lo que es mejor en
las exploraciones de su mente, incluso aunque ese reconocimiento quede con frecuencia desviado en superstición,
esclavitud y excesiva confianza. "

Biografía

Tennessee Williams (EEUU, 1911-1983)


La noche de la iguana (fragmento)
" No importaba quién la hubiera liberado, la iguana se había ido, había vuelto a sus matorrales nativos, reptando y ¡oh,
con cuánta gratitud estaría respirando ahora! Y ella también estaba agradecida, pues de una manera igualmente
misteriosa el lazo asfixiante de su soledad también había sido cortado por lo que le acababa de ocurrir esta noche en
esta cuesta yerma sobre las aguas gemidoras. "

Biografía

Ludwig Wittgenstein (Austria, 1889-1951)


Tractatus logico-philosophicus (fragmento)
" El hombre posee la capacidad de construir lenguajes en los cuales todo sentido puede ser expresado sin tener una
idea de cómo y qué significa cada palabra. Lo mismo que uno habla sin saber cómo se han producido los sonidos
singulares. El lenguaje corriente es una parte del organismo humano, y no menos complicada que él. Es humanamente
imposible captar inmediatamente la lógica del lenguaje. El lenguaje disfraza el pensamiento. Y de tal modo, que por la
forma externa del vestido no es posible concluir acerca de la forma del pensamiento disfrazado; porque la forma
externa del vestido está construida con un fin completamente distinto que el de permitir reconocer la forma del
cuerpo. Las convenciones tácitas para comprender el lenguaje corriente son enormemente complicadas.
(...)
El sentido del mundo debe quedar fuera del mundo. En el mundo todo es como es y sucede como sucede: en él no hay
ningún valor, y si lo hubiera no tendría ningún valor. Si hay un valor que tenga valor, debe quedar fuera de todo lo que
ocurre y de todo ser-así. Pues todo lo que ocurre y todo ser-así son casuales. Lo que lo hace no casual no puede quedar
en el mundo, pues de otro modo sería, a su vez, casual. Debe quedar fuera del mundo.
(...)
La muerte no es ningún acontecimiento de la vida. La muerte no se vive. Si por eternidad se entiende no una duración
temporal infinita, sino la intemporalidad, entonces vive eternamente quien vive en el presente. Nuestra vida es tan
infinita como ilimitado nuestro campo visual. La inmortalidad temporal del alma humana, esto es, su eterno sobrevivir
aun después de la muerte, no sólo no está garantizada de ningún modo, sino que tal suposición no nos proporciona, en
principio, lo que merced a ella se ha deseado siempre conseguir. ¿Se resuelve quizás un enigma por el hecho de que yo
sobreviva eternamente? Y esta vida eterna ¿no es tan enigmática como la presente? La solución del enigma de la vida
en el espacio y en el tiempo está fuera del espacio y del tiempo. "

Investigaciones filosóficas (fragmento)


" Los aspectos de las cosas que para nosotros son muy importantes se encuentran ocultos debido a su familiaridad y
simplicidad (no se ven porque siempre están delante de nuestros ojos). Los fundamentos de esta investigación pasan
desapercibidos a menos que alguna vez hayan llamado la atención; ello significa que no despertará la atención aquello
que, de otra manera, podría ser observado como algo sorprendentemente fuerte.
(...)
Parece como si se pudiera decir: "El lenguaje verbal permite combinaciones absurdas de palabras, pero el lenguaje de
la mente no permite tales combinaciones". Por consiguiente ¿el lenguaje del dibujo tampoco permite imágenes
absurdas? Imagina dibujos sobre los cuales se pueden modelar cuerpos. En este caso algunas imágenes tienen sentido y
otras carecen de él ¿Que pasa si invento combinaciones sin sentido de palabras? "

Biografía

P. G. Wodehouse (Inglaterra, 1881-1975)


Adelante, Jeeves (fragmento)
" Lancé una mirada en derredor mío. Había llegado el momento de partir. Me puse triste y recordé esos melodramas en
que un individuo se ve arrojado de su hogar, y queda solo entre la nieve. Estoy de acuerdo con esos poetas-filósofos
que dicen que uno debe sentirse satisfecho de pasar tribulaciones. Me refiero a todo eso sobre el sufrimiento que
purifica y cosas por el estilo. El sufrimiento hace más compasiva a la gente. La ayuda a hacerse cargo de las desgracias
de los demás, si uno las ha tenido que soportar antes. Mientras estaba en el centro de mi solitario dormitorio del hotel,
esforzándome en hacerme yo solo el nudo de mi corbata blanca, se me ocurrió pensar que en el mundo hay muchos
hombres que no tienen un criado que cuide de ellos. Siempre había considerado a Jeeves como una especie de
fenómeno natural; pero, claro, si se piensa bien, se comprende que deben existir muchísimos individuos que tienen que
plancharse los pantalones ellos mismos, que no tienen a nadie que les traiga el té por las mañanas, etc. Quedé muy
emocionado por estos pensamientos. Y desde entonces he podido comprender las espantosas privaciones que han de
soportar los pobres. "

Biografía

Virginia Woolf (Gran Bretaña, 1882-1941)


Las olas (fragmento)
" El sol no había nacido todavía. Hubiera sido imposible distinguir el mar del cielo, excepto por los mil pliegues ligeros
de las ondas que le hacían semejarse a una tela arrugada. Poco a poco, a medida que una palidez se extendía por el
cielo, una franja sombría separó en el horizonte al cielo del mar, y la inmensa tela gris se rayó con grandes líneas que
se movían debajo de su superficie, siguiéndose una a otra persiguiéndose en un ritmo sin fin. Al aproximarse a la orilla,
cada una de ellas adquiría forma, se hinchaba y se rompía arrojando sobre la arena un delgado velo de blanca espuma.
La ola se detenía para alzarse enseguida nuevamente, suspirando como una criatura dormida cuya respiración va y
viene inconscientemente. Poco a poco, la franja oscura del horizonte se aclaró: se hubiera dicho un sedimento
depositado en el fondo de una vieja botella, dejando al cristal su transparencia verde. En el fondo, el cielo también se
hizo translúcido, cual si el sedimento blanco se hubiera desprendido o cual si el brazo de una mujer tendida debajo del
horizonte hubiera alzado una lámpara, y bandas blancas, amarillas y verdes se alargaron sobre el cielo, igual que las
varillas de un abanico. Enseguida la mujer alzó más alto su lámpara y el aire pareció dividirse en fibras, desprenderse
de la verde superficie en una palpitación ardiente de fibras amarillas y rojas, como los resplandores humeantes de un
fuego de alegría. Poco a poco las fibras se fundieron en un solo fluido, en una sola incandescencia que levantó la
pesada cobertura gris del cielo transformándola en un millón de átomos de un azul tierno. La superficie del mar fue
adquiriendo gradualmente transparencia y yació ondulando y despidiendo destellos hasta que las franjas oscuras
desaparecieron casi totalmente. El brazo que sostenía la lámpara se alzó todavía más, lentamente, se alzó más y más
alto, hasta que una inmensa llama se hizo visible: un arco de fuego ardió en el borde del horizonte, y a su alrededor el
mar ya no fue sino una sola extensión de oro. La luz golpeó sucesivamente los árboles del jardín iluminando una tras
otra las hojas, que se tornaron transparentes. Un pájaro gorjeó muy alto; hubo una pausa: más abajo, otro pájaro
repitió su gorjeo. El sol utilizó las paredes de la casa y se apoyó, como la punta de un abanico, sobre una persiana
blanca; el dedo del sol marcó sombras azules en el arbusto junto a la ventana del dormitorio. La persiana se estremeció
dulcemente. Pero todo en la casa continuó siendo vago e insubstancial. Afuera, los pájaros cantaban sus vacías
melodías. "

Diario de una escritora (fragmento)


" Casi todo me atrae. Sin embargo se alberga en mí algún buscador infatigable. ¿Por qué no hay un descubrimiento de la
vida? Algo para ponerle las manos encima y exclamar: "¿Es esto?" Mi depresión es un sentirme acosada. Estoy buscando:
pero no, no es eso… no es eso. ¿Qué es entonces? ¿Tendré que morir sin haberlo encontrado? Y luego (como anoche,
cuando atravesaba Russell Square) veo las montañas en el cielo: las grandes nubes; y la luna que se está alzando sobre
Persia; tengo una grande, sorprendente impresión de que hay algo allí, que es "eso"? No es exactamente la belleza a lo
que me refiero. Quiero decir que la cosa en sí basta: es satisfactoria; acabada. También una impresión de mi propia
rareza, de la rareza de estar caminando sobre la tierra. También está ahí, la infinita extrañeza de la posición humana;
estar atravesando Russell Square, con la luna allí arriba y las nubes como montañas. quién soy yo, qué soy, y todo el
resto; preguntas que siempre flotan en torno: y de pronto doy de narices con algún hecho concreto –una carta, alguien–
y vuelvo a ellos con un gran sentimiento de frescura. Y así continúa. Suelo toparme frecuentemente con este "eso", y
experimento entonces un gran reposo. "
Biografía

William Wordsworth (Inglaterra, 1770-1850)


Inglaterra (fragmento)
" Ahora, mientras los pájaros cantan alegres melodías y los pequeños corderos retozan como si bailaran al son de un
tambor, a mí me invade la pena: un lamento me brindó alivio pasajero y ahora recobro la fortaleza. Desde arriba,
resuenan las trompetas de las cascadas, un dolor mío no enturbiará otra vez la primavera. Oigo los ecos que retumban
en las montañas, el viento llegan hasta mí desde valles de ensueño y mi mundo interior se vuelve feliz. La tierra y el
mar se entregan a la felicidad, y a mediados de mayo cada animal se siente alegre. ¡Tú, hijo de esa alegría, grita a mi
alrededor, quiero oírte gritar, oh, pastor feliz! "
Gao Xingjian (China, 1940)
La montaña del alma (fragmento)
" Esta es su tierra, y no hay razón para que no se comporten con naturalidad, sus raíces han ido hundiéndose en este
suelo generación tras generación, sin necesidad de que vengas de lejos en su busca. En cuanto a los que se fueron de
aquí hace tiempo, en su época no existía todavía la estación de autobuses, y menos aún los coches de línea. Por río,
había que tomar una barca cubierta de esteras; y por tierra, alquilar una carreta. Si realmente uno no tenía dinero,
sólo podía contar con sus suelas. Ahora, todos los que aún tienen un soplo de vida regresan, incluso desde la otra orilla
del Pacífico, ya sea en utilitario o en coche de lujo con aire acondicionado. Algunos han hecho fortuna, otros se han
hecho famosos, otros no son nada, pero han envejecido y quieren volver. Al aproximarse al final de la vida, ¿quién no
siente nostalgia por su tierra? "
Kateb Yacine (Argelia, 1929-1989)
La bomba y el tiempo (fragmento)
" Mustafá: ¡La misma bomba nos arrastra, responsables sin serlo, y arrojados
en fin entre los inocentes, como monstruos de clarividencia!

Nedjma y Margarita: En fin, se retira como una venda


El tiempo, esta larga mentira
El tiempo, el tiempo que mata
El tiempo que hasta hoy nos mataba en silencio
El tiempo ha recobrado su ritmo sanguinario
Su galope, su furor
El tiempo, esta larga mentira.
(Tic-tac precipitado, cubierto por las dos voces.)
El tiempo ha recobrado su ritmo sanguinario
Ya no sabe mentir, galopa extenuado
Nunca podrá puntuar el mensaje
que otros mutilados y otros muertos nos transmitieron.

Mustafá: El tiempo era nuestra ignorancia


Delante de los que luchan
Un falso mundo se hunde
Ya están en otro lugar
Ya están en paz en la secreta morada
En donde todo el tiempo fue engullido
Como una piedra
Sin precio
Y sin mentira
Entre las hierbas del olvido.

Nedjma y Margarita: El tiempo, era nuestra ignorancia


Llegábamos sin saberlo
Inseparables de la bomba.

Mustafa: Apenas si la una militaba


Si la otra era simpatizante
Y helas aquí
Helas aquí voluntarias
Helas aquí voluntarias de la muerte.

Nedjma y Margarita: En verdad la muerte no es nuestro elemento.


Pasaremos muy pronto este elemento negro.

Mustafa: Es por vuestros ojos por los que la nación verá el día.

Nedjma y Margarita: Reducidas a no ser más que una explosión viviente


Y que se hace esperar en el corazón del enemigo
Es necesario que nuestra sangre se encienda y seamos llamarada
Para que se conmuevan los espectadores
Y para que en el mundo se abran por fin los ojos
No sobre nuestros despojos, sino sobre las plagas de los
sobrevivientes. "

Biografía

Agustín Yáñez (México, 1904-1980)


Al filo del agua (fragmento)
" Cuántas heridas abiertas por el rebullicio de los músicos, por las nunca oídas melodías - amor, ensueño. Tristeza
dulce, íntimo júbilo, hallazgo de buscadas expresiones- que desvelaron al pueblo y revelaron a los adolescentes un
mundo, un lenguaje nuevo, en la noche del ocho al nueve de diciembre, mundo y lenguaje presentidos muy cerca. "

Biografía

William Butler Yeats (Irlanda, 1865-1939)


Mosca de patas largas
" Que la civilización no se hunda,
perdida su gran batalla,
haz callar el perro, amarra el potrillo
a un poste distante;
Nuestro maestro César está en la tienda
con mapas esparcidos,
sus ojos fijos en nada,
una mano bajo su cabeza.

(Como una mosca de patas largas sobre la corriente


su mente se mueve sobre el silencio)

Que las torres sin capitel sean quemadas


y los hombres recuerden ese rostro,
muévete muy suavemente si moverte debes
en este solitario lugar.
Piensa ella, una parte mujer, tres partes niña,
que nadie mira; sus pies
ensayan el paso del deshollinador
recogido en una calle.

(Como una mosca de patas largas sobre la corriente


su mente se mueve sobre el silencio)

Que las niñas en la pubertad encuentren


el primer Adán en su pensamiento,
cierra la puerta de la capilla del Papa,
mantén a los niños afuera.
Allá en ese andamio se reclina
Miguel Ángel.
Sin otro sonido que el que hacen los ratones
su mano avanza y retrocede.

(Como una mosca de patas largas sobre la corriente


su mente se mueve sobre el silencio) "

Biografía

Yevgeni Yevtushenko (Rusia, 1933)


Me gustaría (fragmento)
" Para mí, ser yo mismo no es bastante,
¡Dejadme ser todo el mundo!
Estaré en miles de ejemplares hasta mi último día
para que la tierra vibre conmigo
y las computadoras enloquezcan
procesando mi censo universal.
Quisiera combatir en todas tus barricadas,
humanidad,
y morir cada noche
como una luna exhausta,
y amanecer cada día
como sol recién nacido
con una suave mancha inmortal
en la cabeza.
Y cuando muera,
un François Villon siberiano,
que no descanse mi cuerpo
ni en la tierra francesa,
ni italiana,
sino en la tierra rusa, amarga,
en al colina verde,
donde por vez primera
me sentí todo el mundo. "
Biografía

Marguerite Yourcenar (Francia, 1903-1987)


Memorias de Adriano (fragmento)
" Siempre agradeceré a Scauro que me hiciera estudiar el griego a temprana edad. Aún era un niño cuando por primera
vez probé de escribir con el estilo los caracteres de ese alfabeto desconocido; empezaba mi gran extrañamiento, mis
grandes viajes y el sentimiento de una elección tan deliberada y tan involuntaria como el amor. Amé esa lengua por su
flexibilidad de cuerpo bien adiestrado, su riqueza de vocabulario donde a cada palabra se siente el contacto directo y
variado de las realidades, y porque casi todo lo que los hombres han dicho de mejor lo han dicho en griego. Entreveía
la posibilidad de helenizar a los bárbaros, de aticizar a Roma, de imponer poco a poco al mundo la única cultura que ha
sabido separarse un día de lo monstruoso, de lo informe, de lo inmóvil, que ha inventado una definición del método,
una teoría de la política y de la belleza.
(...)
Por aquel entonces empecé a sentirme dios. No vayas a engañarte: seguía siendo, más que nunca, el mismo hombre
nutrido por los frutos y los animales de la tierra, que devolvía al suelo los residuos de sus alimentos, que sacrificaba el
sueño a cada revolución de los astros, inquieto hasta la locura cuando le faltaba demasiado tiempo la cálida presencia
del amor. Mi fuerza, mi agilidad física o mental, se mantenían gracias a una cuidadosa gimnástica humana. Pero ¿qué
puedo decir sino que todo aquello era vivido divinamente? Las azarosas experiencias de la juventud habían llegado a su
fin, y también su urgencia por gozar del tiempo que pasa. A los cuarenta y cuatro años me sentía libre de impaciencia,
seguro de mí, tan perfecto como mi naturaleza me lo permitía, eterno. Y entiende bien que se trata aquí de una
concepción del intelecto; los delirios, si preciso es darles ese nombre, vinieron más tarde. Yo era dios, sencillamente,
porque era hombre. Los títulos divinos que Grecia me concedió después no hicieron más que proclamar lo que había
comprobado mucho antes por mí mismo. Creo que hubiera podido sentirme dios en las prisiones de Domiciano o en el
pozo de una mina. Si tengo la audacia de pretenderlo se debe a que ese sentimiento apenas me parece extraordinario,
y no tiene nada de único. Otros lo sintieron, o lo sentirán en el futuro.
(...)
Una parte de cada vida, y aun de cada vida insignificante, transcurre en buscar las razones de ser, los puntos de
partida, las fuentes. Mi impotencia para descubrirlos me llevó a veces a las explicaciones mágicas, a buscar en los
delirios de lo oculto lo que el sentido común no alcanzaba a darme. Cuando los cálculos complicados resultan falsos,
cuando los mismos filósofos no tienen ya nada que decirnos, es excusable volverse hacia el parloteo fortuito de las
aves, o hacia el lejano contrapeso de los astros. "

Idolos
" Amor, al principio de carne y de oro, como un César salvaje te cebé, íncubo,
tu pecho pesaba y tu beso agotador cansó mi boca,
luego te vi ensangrentado, caminabas, titubeando, bajo la escuadra terrible,
víctima atravesada en el flanco, a tus pies derramé todo el nardo de la tierra.
Te veo pálido y bello, tu carne es una antorcha hecha de cera y fuego,
yo abrazo, delicia pura, tu cara desconocida, idéntica a mi alma,
y te veré pensativo en el último arrecife, dulce provocador de naufragios,
sombrío dios sin devotos, tus amapolas nocturnas me curarán de las rosas. "

Endimión
" Madre en las estrellas mamarias de Etiopía, matriz donde germina el universo suavemente, noche de médulas
lucientes en la carne negra, sombra lechosa en el Polo y verde en el Ecuador, tibieza de noche muda donde los cuerpos
se juntan y el alma esparce sus perfumes sombríos, medianoche, hora cero, asombro de los seres, rondan, espectros
blancos, las medianoches difuntas, vacío, pozo absoluto, presencia del espacio, limosna de una paz sin sosiego, viento
adormecedor que se levanta y pasa y acuesta, llenos de olvido, a los rebaños de vivos. Nada resulta de los espasmos
que terminan, donde se hacen, se deshacen, se rehacen, las cadenas, donde esos raros Nosotros llamados nuestros
sueños, nos llevan, riendo, a nuestro infierno callado. Noche sobre la belleza del pastor iluminando la palidez de la
luna y del deseo, manojos negros de sombra del cálido alabastro, sepulcro sideral donde sangra el placer, hora donde
vuelve a ser posible el universo, abandono convergente en la penumbra, palpitación confusa, indistinta y apacible
donde todos los cuerpos tienen un solo cuerpo, noche del recién nacido semejante al asilo maternal que tanto lo abrigó
profundamente, océano de negrura donde el astro es una isla, noche cuyo día, cada mañana, es el apóstata. Huyendo
por tu gracia el día que nos desmembra y nos opone a todo para oponernos a todo, yo me entrego, oh Tiniebla, esposa
universal, a los mil labios de oro de tu beso sombrío. Yo no soy el que rondaba en las viñas en pos de un fruto claro
como un río de esperanza, el que al salir de la laguna donde jugaban los cisnes brindaba su pálida hermosura al sol
ardiente. Ya no soy el que buscaba su imagen en las zanjas del agua dulcemente dormida, el que besaba en vano,
voluptuoso homenaje, la tierna ilusión de un cuerpo transparente, el que el sátiro o la ninfa perseguía, el que abría sus
brazos al objeto pasajero, ya no distingo más en la sombra que me atrae al otro, ese enemigo, de Mi, ese extranjero.
Tendido sobre el musgo, o la arena, o las piedras, ya no intento gozar después de la batalla, mis párpados sobre mis
ojos aumentan la noche y el reposo del mundo es mi serenidad, la inmensa vida bulle y fermenta en silencio, fluye en
el objeto que la apresa sin cerrar, y la líquida paz de mi cuerpo ondulante ignora que odiar es el revés de amar. El día,
ese cautivo, golpea contra las cosas, se esfuerza por luchar, se agota de crecer, pero la noche y la vida en el fondo
descansan y el corazón del hombre es un nadir oculto. De día yo me buscaba, de noche me encuentro, por un instante
el seno primordial se abre de nuevo, y mi perra a mis pies como una loba negra lame la blancura invernal sobre mis
dedos, la noche llena mis flancos, mis vértebras, mis venas, el seno frío de Diana oscuramente llama, como un niño
agazapado en las tinieblas me deslizo, perdido, hacia lo que no es. Y dejé de esperar, de acosar, de abrazar, soy
solamente el soplo de un olvido arrullador, la sombra, ese regazo que protege del miedo, transforma la extensa vida en
pesadilla pesada, la noche resuelve el enigma que me asedia, mi cuerpo es la miel nocturna del verano derretida, y el
ser que cada tarde se entrega y cede, pasa de los brazos de Pan a los brazos de Astarté."

Versos gnómicos
" Te vi crecer como un árbol, eternidad inefable,
te vi endurecerte como un mármol, indecible realidad.
Prodigio cuyo nombre se me escapa, granito, para el cincel, inflexible,
felicidad compartida por el pájaro y por el agua que el perro bebe.
Secreto que hay que saber y callar, todo lo que dura es pasajero,
siento girar la tierra y el cielo de astros ligero.
Sonreíd, muertos bien acostados! Todo pasa y sin embargo dura,
las briznas de la verdura nacen del grano de las rocas negro. "
Emile Zola (Francia, 1840-1902)
Yo acuso (fragmento)
" Un hombre nefasto ha conducido la trama; el coronel Paty de Clam, entonces comandante. El representa por sí solo el
asunto Dreyfus; no se le conocerá bien hasta que una investigación leal determine claramente sus actos y sus
responsabilidades. Aparece como un espíritu borroso, complicado, lleno de intrigas novelescas, complaciendose con
recursos de folletín, papeles robados, cartas anónimas, citas misteriosas en lugares desiertos, mujeres enmascaradas.
El imaginó lo de dictarle a Dreyfus la nota sospechosa, el concibió la idea de observarlo en una habitación revestida de
espejos, es a el a quien nos presenta el comandante Forzineti, armado de una linterna sorda, pretendiendo hacerse
conducir junto al acusado, que dormía, para proyectar sobre su rostro un brusco chorro de luz para sorprender su
crimen en su angustioso despertar.
(...)
Se murmuran hechos terribles, traiciones monstruosas y, naturalmente, la Nación se inclina llena de estupor, no halla
castigo bastante severo, aplaudir la degradación pública, gozar viendo al culpable sobre su roca de infamia devorado
por los remordimientos.
(...)
Es una mentira, tanto mas odiosa y cínica, cuanto que se lanza impunemente sin que nadie pueda combatirla. Los que
la fabricaron, conmueven el espíritu francés y se ocultan detrás de una legítima emoción; hacen enmudecer las bocas,
angustiando los corazones y pervirtiendo las almas. No conozco en la historia un crimen cívico de tal magnitud.
(...)
Conozco a muchas gentes que, suponiendo posible una guerra, tiemblan de angustia, porque saben en que manos esta
la defensa nacional. En que albergue de intrigas, chismes y dilapidaciones se ha convertido el sagrado asilo donde se
decide la suerte de la patria!. Espanta la terrible claridad que arroja sobre aquel antro el asunto Dreyfus; el sacrificio
humano de un infeliz, de un puerco judío. Ah! se han agitado allí la demencia y la estupidez, maquinaciones locas,
prácticas de baja policía, costumbres inquisitoriales; el placer de algunos tiranos que pisotean la nación, ahogando en
su garganta el grito de verdad y de justicia bajo el pretexto, falso y sacrílego, de razón de estado. Y es un crimen mas
apoyarse con la persona inmunda, dejarse defender por todos los bribones de París, de manera que los bribones
triunfen insolentemente, derrotando el derecho y la probidad. Es un crimen haber acusado como perturbadores de
Francia a cuantos quieren verla generosa y noble a la cabeza de las naciones libres y justas, mientras los canallas urden
impunemente el error que tratan de imponer al mundo entero. Es un crimen extraviar la opinión con tareas mortíferas
que la pervierten y la conducen al delirio. Es un crimen envenenar a los pequeños y a los humildes, exasperando las
pasiones de reacción y de intolerancia, y cubriéndose con el antisemitismo, de cuyo mal morirá sin duda la Francia
libre, si no sabe curarse a tiempo. Es un crimen explotar el patriotismo para trabajos de odio; y es un crimen, en fin,
hacer del sable un dios moderno, mientras toda la ciencia humana emplea sus trabajos en una obra de verdad y de
justicia. !Esa verdad, esa justicia que nosotros buscamos apasionadamente, las vemos ahora humilladas y
desconocidas!.
(...)
Tal es la verdad, señor Presidente, verdad tan espantosa, que no dudo quede como una mancha en vuestro gobierno.
Supongo que no tengáis ningún poder en este asunto, que seáis un prisionero de la Constitución y de la gente que os
rodea; pero tenéis un deber de hombre en el cual meditaréis cumpliéndolo, sin duda honradamente. No creáis que
desespero del triunfo; lo repito con una certeza que no permite la menor vacilación; la verdad avanza y nadie podrá
contenerla. Hasta hoy no comienza el proceso, pues hasta hoy no han quedado deslindadas las posiciones de cada uno;
a un lado los culpables, que no quieren la luz; al otro los justicieros que daremos la vida porque la luz se haga. Cuanto
mas duramente se oprime la verdad, mas fuerza toma, y la explosión será terrible. Veremos como se prepara el más
ruidoso de los desastres. "

Biografía

Stefan Zweig (Austria, 1881-1942)


Los ojos del hermano eterno (fragmento)
" Desde el rellano más alto de la firme escalera rosada a la sombra del palacio, Virata administró justicia en nombre del
rey, desde la salida a la puesta del Sol. Su mirada clara penetraba en la conciencia del culpable y sus preguntas
ahondaban en el delito con la perseverancia de un tejón en la negra madriguera. Severo, pero nunca precipitado, ponía
el espacio refrigerante de una noche entre el interrogatorio y el fallo. Oíanle los suyos a menudo, en las largas horas
hasta la salida del Sol, andar inquieto en las azoteas, meditando sobre lo justo y lo injusto. Y antes de juzgar metía en
el agua las manos y la frente para que su sentencia se purificara del calor de la pasión. Cuando la había formulado,
nunca dejaba de preguntar al reo si tal vez había caído en error; pero era raro que alguien le impugnase; mudos,
besaban el umbral de su cátedra y aceptaban la pena con la cabeza inclinada, como si saliera de la boca de Dios. Pero
la sentencia de Virata nunca era de muerte ni aun para los más culpables, y se guardaba de quienes se lo reprochaban.
Porque tenía aversión a la sangre. La fuente redonda de los antepasados de Rajpuna, sobre cuyo borde el verdugo
doblaba los cuellos para el golpe mortal, y cuyas piedras se habían oscurecido de la sangre vertida, volvió a quedar
blanca bajo la lluvia de los años. "

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