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El sonido es un movimiento ondulatorio que se propaga en el aire y en otros medios

materiales. Por ejemplo, al sonar una campana sus vibraciones producen,


alternadamente, zonas de compresión y de expansión del aire que la rodea. Estas zonas
se propagan en forma parecida a la de las ondas circulares del agua, pero como pueden
hacerlo en todas direcciones forman una onda esférica (Figura 25). La distancia entre
dos zonas consecutivas de compresión o de expansión del aire es la longitud de onda y
la frecuencia de vibración de la fuente es también la frecuencia de la onda. Estas ondas
se llaman, en general. ondas sonoras o acústicas. Su velocidad de propagación en aire es
de 330 m/s aproximadamente. Al llegar al oído hacen vibrar el tímpano y si la
frecuencia de vibración está comprendida entre unos 20 Hz y unos 16 000 Hz producen
la sensación de sonido. La longitud de onda está comprendida entre (330 m/s) / (20 Hz)
= 16.5 m y (330m/s) / (16 000 Hz) = 0.021 m = 2.1 cm.

Todos los movimientos ondulatorios producen fenómenos análogos. Por ejemplo, el


sonido se refleja en paredes sólidas en forma análoga a la reflexión de la luz en espejos;
este fenómeno se llama eco. El sonido da la vuelta a obstáculos en forma análoga a la
difracción de la luz; por esto se pueden oír conversaciones alrededor de una esquina, y
de una habitación a otra si una puerta intermedia está abierta. El sonido también
produce fenómenos de interferencia. Cuando suenan dos notas musicales muy parecidas
se escuchan fácilmente modulaciones de su intensidad, llamadas batimientos, que
resultan de la interferencia de las ondas que las notas producen.

ACÚSTICA. El tratamiento acústico de los edificios es necesario siempre que haya un


exceso de ruido molesto, que impida a los ocupantes desempeñar sus actividades
normales de trabajo. La elevada intensidad y una frecuencia discordante puede
contribuir a que los sonidos resulten ingratos. Tales ruidos pueden ser producidos en los
locales contiguos, siendo transmitidos a través de las paredes, vestíbulos y pasillos a
todo el edificio. El tratamiento acústico se emplea para reducir los ruidos desagradables.

Los problemas prácticos de la acústica que se presentan en los edificios y el análisis que
requiere su solución son los siguientes: Estudio del sonido en la habitación. • Estudio de
la forma para evitar ecos y asegurar la mejor distribución del sonido. • Estimulación de
la cantidad necesaria de materiales antisonoros (acústicos), para extinguir el sonido en
el tiempo optimo y de las condicionantes de la habitación para determinar los lugares
donde se ha de colocar el material indicado para obtener mejores efectos. Aislamiento
de sonido. • Examen relativo al valor como aislante sonoro de los muros, tabiques,
puertas y ventanas, y estudio de los sistemas de ventilación para lograr una base para la
reducción de la transmisión de los sonidos de una a otra habitación.

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