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tenía tal luz, que la comida se convertía en una obra de juglares. En voz de mi
Elías”, o “Efraín el hermano de Aurora”. Nunca pensé que era mi madre la que
le daba ese tono heroico. Sus narraciones eran extraordinarias y nos ubican en
Mi madre, ufana, por un lado y aliviada por el otro, reunían a los amigos y
esparcía, ligeramente engrandecidas, las noticias del hermano. Así que yo, a
vivido juntos.
La última vez que estuvo en casa, yo era apenas una niña de cinco años, y
nada recordaría de él , sino fuera por las cosas que escuchaba acerca de su
persona y en mi mente , mi tío era todos los personajes que yo quise atribuirle.
Y si narraba como lo hacía mi madre, debía ser como un héroe mítico lleno de
virtudes, sin temores, con una valentía sin medida, excelente orador y
narrador, tal vez un caballero del Medievo, que galopando iba en búsqueda de
Pero esta vez, no era mi madre la que relataba, sino mi tío Efraín que había
llegado de madrugada, cargando dos bultos de ropa, Llegó del norte, de las
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dueño era vecino país del norte, hecho histórico que logró lo que nadie había
despojados de algo que nos pertenecía. Pero las cosas son así y los políticos
Mi tío llegó cansado, enfermo y casi huyendo. Siempre que regresaba, era
le urgía sentir el calor de su tierra. Decía que debía regresar cuando la tierra le
abiertos. Claro que cada que regresaba las cosas habían cambiado, el
panteón ocupaba más espacio, los niños eran jóvenes casaderos y su hermana
lugarcito de la Cd. De México, donde ni las calles parecían las mismas, todo
vida. Y precisamente sobre sus correrías de todos esos años eran las
anécdotas.
-No puedo creer todo lo que nos comentas Efraín. Cómo es posible que en un
intolerable que en esta actualidad, se den esas masacres, ¿qué no hay ley que
sobremesa…
crecían entre las buganvilias, y daban un tono especial a la tarde, parecía que
el sol tenía un nicho entre las enramadas y se metía a saborear el paso del
Mi tío miraba, a través de la ventana, sin prestar atención, el sol caía con
Habían pasado muchos años, desde la noche que se despidió, se había ido
con otros dos amigos a buscar oro. Dispuestos y ambiciosos, pensaron que
sería, además de atrevido, una aventura para recordar siempre. Sus dos
amigos habían llegado hasta el norte de Canadá y ahí se había perdido en los
fríos páramos.
california que en Alaska y había decidido quedarse ahí tras lomita, como
fiebre de oro, no pensaron que era una de tantas y tantas historias que la gente
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con la misma ilusión con la que había marchado, pero si, esperando encontrar
Solo fue entrar en la ciudad y supo que las noticias que le llegaban eran
ciertas, que las cosas no iban tan bien como querían hacer creer, cuando leyó
que la violencia seguía paseándose entre los poblados del país, pensó que tal
vez, los periodistas, amañados, distorsionaban las noticias para crear falsas
aunque a su paso por los lugares, él no vio nada significativo, el campo parecía
apacible, con sus campesinos, mujeres e hijos trabajando la tierra. Pero nada
no supo que era, tal vez el cansancio, la desesperación de llegar pronto o quizá
era, que andando por tierras inhóspitas y agrestes, donde se había topado
había vuelto más susceptible. Tal vez fue el olor del aire.
había cantado:
paseando por las calles oscuras y llenas de sombras, mi tío sintió frío y temor.
Pero no era la clase de temor al que estaba acostumbrado desde hacia 7 años.
México era una ciudad grande y parecía un pueblo muerto. Al menos, mi tío,
no la recordaba así, y eso que cuando se marchó las cosas no estaban nada
directo al Palacio Nacional. Perdimos una guerra más, y con ello la mitad del
territorio que fue vendido por Santa Anna, un golpe muy duro para una nación
durante 9 meses, y después de esta venta territorial nada estaba tranquilo, los
acostumbrándose y aparentaron que todo marchaba bien, pero por debajo, las
evitaron que los tres amigos prepararan su viaje, sin pensar en otra cosa más
entereza debían ser demostrado a cada paso, era uno de las miles de
personas que luchaban por sobrevivir y que a pesar de todos los obstáculos, se
lanzaban en pos de un algo que les diera una mejor vida. En el camino,
ni se debe viajar solo, por parajes desconocidos, que siempre habría que
lo tuvieron en su casa hasta que se recuperó, Todos los sucesos que vivió
mas reflexivo, analista y de manera muy imperceptible, maduro. Tal vez, era
esto, lo que le permitió sentir ese sentimiento de temor que le oprimió el pecho.
dando por hecho que era inhumano el canto de guerra de los nativos, peleando
por algo que les pertenece y que les era arrebatado de la manera mas absurda.
Ellos defendían con mas honor y mas presencia su tierra, algo que no hicimos
por vencidos. Otras tribus abatidas y cansadas , casi extintos, habían optado
de manera muy directa y pensaba que tal vez en México los nativos no tenían
esa rabia, ese encono que se necesitaba para defender lo que les pertenece.
-Elías, ¿has notado como la gente en las calles se ve llena de ira y de miedo?
-¿Qué dices? ¿Qué tonterías dices?- le cuestionó con fastidio. Mi tío no era
tenían que ser así con los parientes ricos, mendigando de una manera muy
contrario, sabía que haría crecer los bienes y así había sucedido, mi madre
trabajó de tal manera que empezó a creer que el dinero era de ella y no de mi
tío y a él, esto no le importaba, mientras pudiera vivir cómodamente por los
solo que tú o ustedes no se dan por enterado. Las secuelas del movimiento
gente del pueblo también necesita salir del hoyo donde ha vivido por siglos.
- Claro que necesitan salir del hoyo, para eso estamos nosotros, los el poder,
nosotros que hemos crecido cerca del que sabe mandar y dirigir. A quién se le
ocurre escoger como presidente del tribunal de justicia a un indio, sabes que si
- ¡si claro!, libertad para los delincuentes, protegidos y agazapados por las
leyes.
en ella todo individuo debe encontrar una razón de derecho pero también de
obligaciones. Es justo que viviendo en un mismo suelo, las leyes sean iguales
dirigir y unir
en el fondo le aterraba, sabía que mi tío decía la verdad. Porque las noticias no
Y solo
Hacia falta una provocación para que estas poblaciones regresaran a las arma,
-¿miedo, dices Efraín?¿ qué sabes tú, de miedo? Precisamente tú, que has
estado desde los 16 años yendo y viniendo por el mundo?¿ qué puedes saber
de este México actual? ¿Qué? ¿Te crees visionario? No pretendas saber algo
nosotros, entonces dime algo, pero mientras tanto hazme el favor y calla… que
que no conocía. Era muy nacionalista, cuando le convenía, porque bien que
había apoyado la venta del territorio, le pareció buena la cantidad que el país
estaba de acuerdo con él. Pero si mi tío notó su enfado no hizo caso, solo dijo:
que no tenía la seguridad de llegar al día siguiente. Había días, que ni siquiera
sabía si esa noche dormiría sobre mi cama. En ocasiones, llegué a pensar que
noticias, dejan entrever que la cosas van directo a otro movimiento armado, ya
los que luchan por lo que es justo dependiendo del punto de vista de cada
obtener parte del poder para de alguna forma darle al pueblo lo que se
merece….- Mi tío, volvió a pensar en voz alta - las deudas con el exterior nos
tienen hasta el cogote y aún así, escucho a mis amigos comentar, que de ser
necesario acudirán a Europa para que les apoye, incluso… aceptarían traer un
gobernador europeo, ¿acaso ,no hemos tardado siglos en echar de casa a los
francés para gobernarnos ¿Qué clase de inteligencia puede creer que volver al
pasado es lo mejor? Tenemos que avanzar, estar a la par del mundo, tenemos
electo y si llegase a pasar algo..uno de los nuestros elegidos bajo las leyes
-De los nuestros? – Mi padre soltó una carcajada entre fastidiado y mordaz-
todo porque se atreve a meterse con la iglesia, con Dios, con los portavoces de
retirándole todos los derechos civiles, dice que las leyes deben tener un
apartado donde se clarifique que la educación debe ser laica ¡laica! ¿Qué sería
suspiró y dijo en tono bajo- todos esos clérigos son unos vándalos y sus
divinos? ¡Que va, cuñado! Son hombres todos, poseen doble moral, los de la
iglesia y ustedes que son como la piel de Judas, creen que estando metidos en
la iglesia tienen perdonados todos sus pecados. Pero la historia nos muestra
que más que seres santos, son hombres con uniforme que están detrás del
de héroe mítico, lo más glorioso que mis ojos podía ver, tenía una elegancia
innegable, un porte distintivo, esa clase que viene en los genes, la que no
elegantes. Además, proyectaba con sus palabras y sus actitudes todas las
nadie posee la verdad completa, todos somos pequeñas partes de ella, pero no
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somos absolutos. Y como decía ella, cada quien decide que verdad que quiere
tener, y nadie más sabia que mi nana. Mi nana era una mujer de pensamiento
escribir mis reflexiones, luego las revisaba y hacia comentarios sobre lo leído
aseguro y es que había sido una larga jornada, llevábamos caminando desde
las cuatro de la mañana aprovechando la luna llena y que los caminos estaban
furia, mucho menos cuando se lleva tanto peso . Los caballos necesitan
mucha agua, y no se diga de los niños. Eso de mudarse con la casa completa
desde Inglaterra, entran por la ciudad de Boston y sin informarse, todo está
abandonar sus raíces que van grabados en esa madera pesadas y pasadas de
las cosas materiales. Pero bueno, cada quien su historia y esos colonizadores,
creen que le hacen un favor a esa tierra, sin saber todo lo que les esperaba
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antes de llegar al oeste-. Mi tío, hizo una pausa, se acercó al balcón y miro de
familias fueron defraudadas, engañados con la idea que les vendía el paraíso y
encontraron con los indios en los caminos, como nos paso a nosotros aquel
acabado. Esas 10 carretas, cargadas de las más extrañas cosas, les digo,
estas personas cargan hasta sus bacinillas hechas de plata, ¿pueden creerlo?
Con el escudo de la familia grabado por dentro, como si las eses también
tuvieran abolengo. En fin, todos éramos colonizadores, hasta yo, que solo
quería encontrar oro, no por ambición, ni avaricia, sino por la emoción que
implica andar buscando metal en las montañas, algún día seré minero
- ¡Ay, Efraín! Cada día estás más loco,-le dijo mi madre-, lo que debes hacer,
apareció una arboleda, les juro que todos sentimos alivio, hasta los caballos
relincharon del gusto que les dio ver ese verdor. Lástima que el alivio nos duro
muy poco. Porque de ahí, salieron cabalgando los indios, con sus gritos de
guerra, sus flechas y sus hachas. Algunos hasta traían rifles. Aquello se volvió
una locura, no pudimos hacer nada para repeler la agresión, las carretas iban
-Dios mío!- sollozó mi madre, tapándose la boca hizo un gesto, como si fuera a
que mi madre estaba en su colapso diario. Porque eso de desmayarse era una
manía. Todos los días, por alguna razón que siempre encontraba, tendía a
-Efraín, cuando cuentas cosas como ésas. ¿qué tanto inventas?- mi padre
los jinetes y sus hachas. Algo me pegó en la cabeza, caí del caballo y quedé
los indios seguían ahí. Fingí estar muerto ..¡si! y aunque hubiera querido
desmontaban y con sus hachas, les iban arrancado el cabello a los hombres y
¡estaba aterrado!, Sentí tanto miedo, como no recuerdo haber sentido antes.
Pensé que iba a quedar ahí como todos. El miedo no salvo la vida. No sabía si
retiré del lugar, recuerdo que había una niña con unas trenzas muy rubias y un
vestidito blanco lleno de sangre, se abrazaba a su mamá con tal fuerza que no
eternamente….
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pañuelo fino y se secó las lágrimas que le caían silenciosas- que cosas tan
tristes pasan en esta vida. Efraín no tienes perdón de Dios, ponerte en peligro
-La tierra del norte es maravillosa,- continúo mi tío-, las praderas son enormes,
los ríos son rápidos y vastos, hay miles y miles de hectáreas sin cultivar, llenas
impresión cuando vi los corrales, repletos de caballos salvajes, listos para ser
hasta que éste se agota y deja de reparar, cediendo ante la fuerza del jinete.
esos hombres son muy rudos, pero al mismo tiempo, son muy cordiales. El
dueño del rancho me contaba que esa caballada había sido un golpe de suerte,
las sombras, esperando que, de un momento a otro, los indios fueran al rancho
La verdad que el tema de los indios es terrorífico y más para los que lo han
sus gestos, cada frase lo convertía en mi héroe. Creo que estaba enamorada
de él.
Parecía que jamás se hubiera ido de la casa, que siempre había compartido la
era como un ángel, que llenaba de luz toda la habitación. Parecía que nunca
había dejado de verlo, que lo conocía no solo de habladas. Así que para mi,
nadie era más valiente, ni más conocedor, ni más intrépido, que él.
opuestos .Mi madre, que era modosita, delicada, sumisa, retraída, pero detrás
de esa máscara era una mujer muy astuta y sagaz, una tejedora de historias,
donde los principales actores éramos, entre otros, el párroco de la iglesia, Don
mundo entero, quien la miraba no podía creer que esa mujer tan educada y
propia pudiera tener un romance con otro que no fuera su marido. Yo lo sabía
pero no decía nada, ni la cuestionaba, no era mi papel, yo solo era la hija. Pero
compañía de otro párroco, nuestra casa. Los dos con sus sotanas largas y sus
de huérfanos. Mi madre, que es como mi padre y que creen que el reino de los
cielos se abre con dinero, los escuchaba atentamente. El anciano, que parecía
permanecía muda y con una sonrisa a medio mostrar. Quién sabe que estaría
pensando, pero yo, que la conocía tan bien, sabía que algo tramaba, nunca
daba paso sin huarache. Alguna idea maquiavélica cruzaba esa cabecita tan
bien peinada.
Siempre me asombró lo diestra que mi madre era con los peines, lograba con
ella, pero mi madre decía que necesitaba crecer, que no tenía edad. Mi nana,
atributo físico, mis padres pensaban que estaba pasando por esa edad donde
seguramente sería una solterona para siempre. Sabía por buena fuente, que
mismo les había pasado a las tías de mi padre, que decididas a salir de casa
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había resultado más femenino que la esposa. Con tal ejemplo, las otras dos
para las mesas del salón, llego un momento en que tenían tantas toallitas que
vendían toda clase de ornatos para los hogares, incluyendo esas toallas y los
manteles que tan afanosamente y durante meses habían tejido, esperando que
innovador en México, pero aun así ellas seguían siendo las tías solteronas de
-Me preocupa lo de tus tías- un día oí que mi madre le decía a mi padre- dicen
que la soltería se hereda. Imagínate a cuquita solterona, que cosa tan horrible,
- qué tonterías dices,- mi padre se enfadó-, además, mis tías están mejor
solteras que casadas. Siempre me dicen: “estamos mejor vistiendo santos, que
desvistiendo borrachos”. Y ellas son muy cuerdas, no hablan solo por hablar.
probable soltería, cosa que aun no era confirmada, tenían que pasar muchos
años más para saber la suerte que yo correría. Además siempre estaban
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Mis padres tenían fama de misericordiosos, así, que no era novedad que de
Mientras los sacerdotes tomaban su te, seguían elogiando las dotes caritativas
los ojos, y hasta se permitió sonreír mas abiertamente. Incluso mostró sus
perfectos dientes blancos. Otra cosa más, que me gustaba de mi madre: sus
vasito con poquita agua, metía la punta de una jerga y uno a uno se los
mantenía tan sanos. Después de pasar la jerga por todos los dientes, hacia
gárgaras con lo que le sobraba del líquido. No cabía duda, mi madre era toda
una dama, esponjada como pavo real y con las mejillas coloreadas de la
vergüenza que esos dos curas le estaban haciendo pasar con tantos elogios.
Esa fue la primera vez que vi a don Roque, el cura de la parroquia, sentado en
ocupadas del lugar. Pero luego, regresaba a misa de doce y por la tarde,
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cuando mi padre salía al club a beberse una copita de coñac francés, don
Un día, los encontré tomados de la mano, ella tenía los ojos llorosos y él, el
rostro lleno de asombro. Fue el inicio del fin, porque las visitas se hicieron
menos frecuentes, cada semana el Cura iba menos a visitarnos. Las galletitas
recién horneadas fueron todas para mi, así que tomé más peso, en mala hora
pasaba con su mujer, ya ni a misa iba, tan santa que se estaba volviendo, Y de
paso lo mal acostumbró, dejándole la casa para el solo y para mi, pero yo no
Mi padre tenia una aventura con la sirvienta, cosa normal entre ricos, no se era
tan rico y no aprovecharse de ello, para seducir a las sirvientas. Pero ahora,
con mi madre todo el día metida en casa, no había manera. Así que mi padre
fue a donde el párroco y le pidió que fuese a hablar con Aurora y le ayudara a
encontrar su camino.
sombrero y a paso largo siguió a mi padre, que le dejó casi a solas con mi
madre. Todo fue que se miraran, para lanzarse en brazos el uno del otro y
los comía con los ojos, por intuición supe que no era correcto lo que miraba, no
Después de los montones de besos, ella se levantó del sillón y con la mano de
don Roque entre la suya, lo invito a salir por la puerta frontal, rumbo a las
Roque volvió a la casa todas las tardes a tomarse las galletitas horneadas y mi
Mis padres pasaban de mi, tal vez pensaba que era idiota, pero no, me fijaba
en todo, de manera silenciosa veía como mis padres jugaban cosas de manitas
Un día , alguien notó que Juana estaba perdiendo la figura, que estaba gorda,
mi madre averiguo el asunto, esa tarde solo se oía los gritos desaforados de mi
calle acusada de robo y mi padre que había jugado con ella, no hizo nada por
defenderla. Yo le miré directo a los ojos, entonces mi padre supo que estaba
Pobre mujer, pero era común que eso pasará, las sirvientas soñaban con
convertirse en la querida del señor y ser mantenidas para siempre, pero muy
pocas lo lograban.
-… por muy humildes que son, todas ellas son mejor en la cama que mi mujer,
padrecito que tal era su mujer en la cama-, nada más falta que se ponga
siempre le duela la cabeza o me acuse de que nada más pienso en eso, pos la
verdad si.
Que sorpresa se llevaría, mi padre que estaba ocupado con las tetas de las
sirvientas, si hubiera sabido que las tetas de su mujer cabían en otras manos.
Yo era muy joven, pero me daba cuenta de cómo mi padre correteaba a las
mujeres por las habitaciones, para meterle las manos debajo de las enaguas, y
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santo no tenía ni el nombre, más bien tenía nombre de tendero y además, con
tal cinismo que cada que se topaba conmigo, ponía su mano para que se la
besara, como si en realidad fuera un hombre santo. Bien decía mi tío que todos
los clérigos eran unos mojigatos con doble moral, que no merecían llevar la
profanos, para muestra lo que hacia con mi madre, que nada de santo tenia,
mas bien eran cosas terrenales, muy terrenales. Mira que conducir a mi madre
Por eso, que razón tenía mi tío Efraín, cuando decía:- curitas vemos, debajo
2.
- Mi nana era una persona muy reservada y evitaba meterse con temas de
parecía ser la única persona interesada en mi, por eso le perdonaba los
espantosos bucles con los que me peinaba todos los días, me quedaban
- Pero esa tarde todo iba a cambiar, porque mientras íbamos de almacén
- Pero bueno, ninguna de las dos respingó al recibir la orden, nos serviría
páaaaaasenleeeeeeeee!
¡Acérquense!
paisaje...
cabeza.
sombrero de raso azul celeste pálido, de copa muy alta, adornado con
Definitivamente mi nana sería una mujer muy leída, muy culta, pero de
línea.
Paga y vámonos...
Observamos pasar a las mujeres con sus redes, con sus rebozos,
agachada.
- En los mercados, Cuqui, podrás ver el reflejo del México nuestro, del
Texas, amenazando:
Otros decía que no, que con su brazo extendido señalaba rumbo la casa
de la moneda.
Estaban por el mismo rumbo. Claro que Texas se encuentra mucho más
lejos que la casa de moneda. Ahora que recuerdo que en 1844, cuando
nuestro país esté en calma, cuando no es una cosa es otra, que total
un día quieren una cosa y al día siguiente quieren otra, nos traen como
trajeron arrastrándola por las calles, dándole puntapiés, pero esto en lugar de
calmarlos, los encendió más. Así que llegaron hasta el teatro Santa Anna
quedado. El pueblo estaba muy enojado con Santa Anna, todos veíamos que
- todos decimos que sí, porque no lograba controlar los gastos, no había
ricos más ricos y los pobres más pobres, como siempre. Además era un
liles...
probable. ¡Ay mi niña! Que bonita época para crecer, -me dijo la
los demás. Así como hizo Santa Anna cuando perdió su pierna,
honores
por la patria, ni las gracias nos dan. Pues, así mismo fue como
-¿Y dónde fue que perdió la pierna?- pregunté cada vez mas intrigada
- ¡Ay, niña! Con Santa Anna hemos pasado de todo. Perdió la pierna en
para cobrarnos una deuda, que sus soldados habían contraído con una
que tiempo atrás había querido invadir cuba, -mi nana seguía riendo- es
que es de dar risa. Bueno… del exilio fue traído a gritos y sombrerazos,
pero el ejercito mal armado no logró éxito alguno y Santa Anna salió
15 millones de dólares.
nuevo presidente...
-¡Ay, hija!, ¿Que sé yo? Seremos estúpidos y nos dejamos manejar por
estaba llena de juglares que cantaban las hazañas de los héroes y los
edad y gracias a que mi nana sabía que no era tonta, todos los días, se
la vida no era solo lo que estaba dentro de las paredes de mi casa, que
parte de la historia.
había paz y el padrecito con sus visitas, me estaba cayendo muy mal.
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boca, eso y más se merecía. Y todavía se paraba y fingía ser santo para
dar la misa, ponía los ojos aguados, en verdad que se creía santo ese
hombre. Que persona mas mustia y mas doble era ese párroco, un
hipócrita.
Así que, salir de casa y pasar el rato en la calle al lado de mi nana, era
para mi era una novedad encontrar ese mágico lugar. Era placentero
arrancadas de las sillas, empujadas por una torva, caímos al suelo sin
abiertos me miraban.
Sin rumbo y sin precaución los niños eran separados de las madres,
quién sabe que suerte hubiera corrido. Pero al momento de caer, pensé
sin rumbo.
aterrorizante, entre los cuerpos que pasaban a toda prisa frente a mis
camino.
lograron salvar, estaba metido en los comercios con las puertas y los
aparadores cerrados.
cubriéndose la cabeza con sus brazos. Por vez primera pude oler la
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grito.
hacia otra parte protegiéndome. Sabía que esto solo era una pequeña
la paz. Supe con certeza, que México era más que un grupo de ricos
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eran.
Mi nana quería que yo conociera más del México del que formábamos
parte, y que fuera integrando esa idea con los movimientos mundiales
decidía por decisión propia. Todos los textos que ponía en mis manos
que nada está en manos divinas, son las manos de los hombres que se
Ni mis padres, ni sus amigos, tenían idea de que esta niña de doce años
había leído más libros que todos ellos juntos, y mis clases particulares
distaba mucho de ser la totalidad del mundo, como ellos creían serlo,
esparcidos por el mundo. Esos que pasan sobre la moral y la ética que
la libertad.
Que los tratados solo son tratados mientras nadie trate de ponerlos en
Antes de esa tarde, sabía que había pobres, pero no sabía que se podía
padecer o sentir. Era como si pensara que todos fueran otros y yo era un
mundo diferente.
Que no tenían nada que ver conmigo. Hasta mis padres, pensaba que
no tenían que ver conmigo. Claro, esto es porque convivíamos poco, nos
Para ellos, tener una hija, fue un suceso del que no pudieron escapar,
inevitable. Tenían una hija pero no era importante, era un objeto más
que les pertenecía. Una hija, era eso, una silla más en el arca de la
Esa tarde cambio todo para mi, supe que México no esta lejos de nada,
que el diablo sigue paseando por las calles, que no podemos saber
cuanto nos duren los malos políticos, y que los soñadores son también
malos políticos.
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- Las cosas no tienen ni pies ni cabeza, tú sabes que tengo, desde hace más de
dos meses pidiéndole una cita. Ahora que nos pudo recibir, le expongo de
manera muy concisa, nuestros planes para ayudar a los orfanatos. Como ya
pintó la desolación que azota esos lugares, le contó que los niños carecen de
todo, enfermos y hambrientos. Te juro que lo hizo de manera tan sublime, que
se me salieron las lágrimas. Le habló con tan vehemencia que apunto estuve
de desmayarme de la impresión-.
La señora Clemencia, otra de las amigas ricas de mi madre, no perdía el tiempo sin
detallar toda charla que había sostenido con el obispo, al mismo tiempo que
hablaba se comía las pastas francesas, que le traían a mi madre desde Veracruz,
- ¡El cara de papa! ¡perdón! el señor obispo, nos miraba con esos ojos de
rapiña que tiene. Nos ofendió muchísimo, no sabe cómo tratar a unas
reformistas.-
aunque pensándolo bien m es tan feo, que puede ser cierto lo que dices.
- Además, nos preguntó que desde cuando nos interesábamos por los
siempre hemos estado interesadas. Desde que nos dimos cuenta de que
decía yo, que Marquitos Valencia, comentaba con mi marido que parecía
que este obispo es parte de los rebeldes que se mueven para imponer lo
- ¡ah, vaya! ¡Solo eso me faltaba escuchar! que alguno de los propios afectados
familia, que el buen zapatero por su casa empieza. Y que las demás debíamos
hacer lo mismo ¿Cómo puede tener tal descaro?- replicó mi distinguida madre.
- -Tan linda que es nuestra lucha, Clemencia- no puedo creer que no nos
apoyen.
Clemencia miró con fijeza a mi madre y si ella notó lo mismo que noté yo, lo
disimuló muy bien. El padrecito entró con un paso muy elegante, se dirigió con
padrecito que mi madre no estaba sola, así que detuvo su alocada. Al llegar
Don Roque era guapo, no cabía duda, tenía unos ojos azules .muy grandes,
una nariz de corte muy clásico, era un hombre atractivo, desde su llegada a la
Los hombres decían que tenía porte de general, que había equivocado la
profesión y él les respondía que era un soldado de dios, y así mismo se veía.
las reuniones. No era propio de un enviado de dios ser notado de esa manera.
Además quién dijo que los sacerdotes no podían ser jóvenes y guapos.
Y sentado ahí comiendo las pastas de todos los días, esas galletitas que mi
madre las tenía especialmente para él, con las que ahora se atragantaba la
hazme reír de todo México. Y más que perjudicarle, tenía que evitar que los
conquistador.
- bueno , que él no imparta la misa, no quiere decir que nos sean sus
explico?
- Pues, solo me dijo que le diera unos días, que lo pensaría. Que eso de
las ferias era una manera más de sangrar al pueblo, que ya mas
aportaremos!
la iglesia les abra el proyecto, que les dé el dinero para iniciarlo y que
dinero en esas ferias, será el pueblo. Que no están para dejar el dinero
eso.
nos comenta lo que dijo el obispo, de haber sabido que te ibas a poner
les sobra el dinero, unos cuantos reales ¿qué daño puede hacerles?
- Pues no lo sé. Ahora que lo veo desde ese punto de vista, no me gusta
- ¿Así? ¿Tan simple?-su voz sonó ronca, sorprendido la miró a los ojos.
Don Roque se quedó muy serio, miraba la taza del te. Él ignoraba que mi
madre era más pobre que él, que no tenía donde caerse muerta; que el dinero
Don Roque se sentía dolido, pensaba que siendo lo que era para Aurora,
Que difícil debía ser para mi madre estar ahí postrada, fingiendo lo que no era,
entender de ser buenos si nadie se los explicaba. No decían que la iglesia era
podía ser esto, si la misa estaba en latín, y los rezos también. Qué enseñanza
- Desde hace cuánto estás ahí Cuqui?- preguntó con la voz quebrada
No hacía falta que me diera esa indicación, mi padre y yo teníamos meses sin
indiferencia de ellos, pero después comprendí que no era culpa mía. Incluso
pensé que no era culpa de ellos, tampoco. Es la vida que nos pone en lugares
alguna misión tenia yo que cumplir en este mundo, no en vano Dios me había
puesto en esta familia. S¿Algún designio maravilloso tendría que llevar a cabo,
vueltos por los hilos divinos, que todo ocurría porque estaba previsto por los
designios divinos Tal vez era más cómodo esta manera de pensar. Pero
después pensaba que había cosas que ya eran así y que de mi dependía que
cambiaran. La resignación que me daba el pensar que todo era obra de dios,
dejando de creer en Dios; empecé a comprender que en este mundo, uno esta
solo, sobre todo yo, que teniendo estos padres, era tratada por ellos, como un
quería que me quedara como soltera como las tías de mi padre. Mi padre
Las tías solteronas de mi padre, Tencha y Lilia, eran personas con alcurnia,
muy finas y con mucho abolengo. Se quedaron solteronas porque nadie les
que uno día esos cuellos estarían en moda. Y yo les creía porque ellas si que
tenían sentido de lo fino, del buen vestir, ya querían yo que mi nana fuera en
ese aspecto como ellas. Además tenía un algo que las envolvía en el misterio
actitudes únicas, una complicidad entre ellas que las hacía parecer como un
roble.
Aunque mis tías no eran nada cultas y a duras sabían leer y escribir, daban la
los temas con una propiedad, como si en verdad conocieran. Mi tía Tencha me
decía:
- Además, -le interrumpió Lila-, nadie sabe más que tú. Es más… estoy
segura que tú sabes más cosas que nosotras dos juntas. Pero como
- Lila, esta niña es más tímida que el perro de los García Estrada.
de los Fonseca que siempre iba de blanco, ella decía que vestía así,
señorita mas pura que ella.-miré como les brillaban los ojos, mis tías
eran encantadoras.
vestían con pura gasa y seda francesa e italiana, los zapatos más finos
- ¡Si, sus padres estaban orgullosísimos de ella! Y todo para qué- Mi tía
tencha intervino
- ¡Ah, si! Pues por aquel tiempo había llegado un circo muy afanado, su
- ¡Qué va! Pero eran europeos todos, se les notaba a doscientas varas de
hombres eran solteros todos., pero actores circenses, sin clase; aunque
por su trabajo eran como los príncipes azules que todas esperábamos.
Fonseca se enamoró del mas guapos de los circenses, alto... muy alto,
yerno provenía de una familia Austríaca con mucho abolengo, creo que
era primo del rey. Al menos eso decían ellos, también comentaban que
recuerdo dónde.
lila- nadie sabía conocía esa raza. Era un joven anciano…estaba tan
dodo, tenía el hocico todo abollado Era cómico, porque todo el que
cubría. Todos creíamos que era ciego, ¿recuerdas Tencha? Que todos
- ¡Si! y nos daba mucha pena que un perro estuviera ciego,- mi tía
las dos tías soltaron una risa menuda, como acostumbran reír. Entonces
- Shar pei.
- -Si, shar pei. Son perros chinos utilizados para la caza del jabalí, y en
antiguamente los utilizaban para cuidar los lugares sagrados como las
Mis tías me miraron asombradas, les reían los ojos y los labios. Alcancé a
mirarles de nuevo.
- -¡Ya ves, Lila!- exclamó mi tía tencha- yo digo siempre, detrás de esos
pondrá en alto nuestro apellido ¿no te lo digo siempre Lila?, Cuqui nos
Yo les sonreí tímidamente, nunca había escuchado que alguien hablase así de
mí. Era tan poca cosa, que pasaba desapercibida. Mis tías me habían hecho
Me gustaba ir de visita a casa de mis tías solteronas. Tenía una casa llena de
jardines. Todos los familiares colgando en las paredes. Mis lugares favoritos
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eran la escalera, desde donde podía mirar todos los rincones de la sala y sus
cosas guardaban ahí mis tías! Y ese olor a pasado y a encierro me hacía sentir
parte de una época que desconocía, la sensación era muy agradable. Así que
siempre que podía subía hasta la parte mas alta de la casa para alcanzar la
había muerto.
- Nos da mucho gusto Cuqui, que vengas a casa todas las tardes, además
nos ayudas mucho con todos estos detallitos que nos surgen,
asunto, pero estamos en deuda con él, tú nos haces sentir vivas e
importantes.
Yo pude haberles dicho que el santo se llamaba Roque y que, con tal de no
verlo, iría al infierno. ¡No! mejor al infierno no, porque allá me encontraría a
todos los caciques y a su parentela completa. Pero solo sonreí, la verdad que
yo también debía agradecerle a Roque, puesto que por huir del asco que me
muertos. Sabía que en esa casa yo si tenía un lugar importante, mis tías eran
existieran.
mano por los mejores ebanistas de México y ahí en silencio, dejaba que
transcurriera la tarde.
Mis tías, tenían muebles muy antiguos, del siglo XVIII. Muy cuidados, muebles
Desde la escalera, podía ver los ventanales abiertos de par en par dando a los
jardines, solo las ventanas que dan al jardín de la calle, tienen barrotes de
aceros, eran una enrejada nueva, por seguridad, para evitar la entrada de los
extraños. Las cortinas de terciopelo corridas hacia los lados permitían que el
mojada, que delicia. Era como estar en un lugar propio, en mucho se parecía a
mi casa, solo que aquella parecía vacía, a pesar de estar llena de sirvientes. En
esta casa solo estaba maría, era una anciana, que desde jovencita servía a la
familia. Mis tías ya la veían como una hermana más, tan así, que ahora que
estaba vieja y enferma, mis tías cuidaban de ella. Prodigándole todo el amor y
más amplia e iluminada de la casa, ella tenía sobre el buro un libro de recetas y
me pedía que se las leyera y yo le leía y ella se dormía escuchándome. Así que
tomos del quijote y todas las tardes, hasta que se dormía, le leía un trozo.
María se emocionaba con don Quijote y me decía que tal vez, en alguna época
leyendo a don quijote por tercera o cuarta vez, iba comprendiendo que
encantaba ver la sonrisa que afloraba en la cara de María cada vez que me
yo le respondía que si, que era real y que existió, ella se emocionaba
por otro sirviente, como si solo sirvientes pudieran existir en la vida de las que
sirven en casa...
analizarla.
Todos los días, sobre las cuatro de la tarde, comenzaba a llover, el sonido del
agua cayendo entre los arboles y en el jardín nos hacía sentir muy relajadas, el
olor a tierra mojada inundaba las habitaciones. María que dormitaba por
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dormida. Tenía 86 años, y guardaba cama desde hacía seis años haberse
quebrado la cadera en una caída, los médicos hicieron lo posible pero la poca
eran las encargadas. Era un local con mucho renombre, la alta sociedad
acudía a esa tienda si tenía que decorar alguna habitación. Mis tías habían
comenzado con toallitas y manteles hechos a mano, pero ahora tenían de todo.
las plantas de ornato, tan solicitadas. Mis tías tenían un negocio próspero,
para vivir. Ni siquiera se necesita contraer matrimonio para ser feliz. Tal
cuando vemos lo que padecen algunos amigos por culpa de los hijos,
eso, que las señoras de hoy creen que si no se casan o no tienen hijos
someternos.
escondiendo. Hacía una hora que mis tías habían cerrado el almacén,
Pero en su lugar había llegado mi tío. ¿Acaso vendría por mí?, sería
¡Desconsiderado!
Mis tías tenían el rostro lleno de colores, se notaba que entre broma y broma
- Efraín que los años te hacen como los vinos- le dijo la tía Tencha
- -¡Ai, eso mismo iba a decir yo!- dijo Lila- Como los buenos vinos,
siempre como los buenos vinos Efraín, que pena que no te decidieras
- Recuerda lo que dijo Tencha…” Efraín eres muy joven para nosotras”, y
yo les insistí mucho, pero ustedes son más tercas que las mulas de don
- Pues es verdad, pero- las dos suspiraron- al verte soltero y tan gallardo,
Cuqui.
- Hola, tío, ¿cómo está usted?- le dije al tiempo que sentía como mi cara
se encendía.
- Bueno, pero primero te tomas una taza de café. Lila saca los puros
- No claro que no. Elías solo viene a casa si tiene que cubrir alguna deuda
mi nana.
- Eso solo significa- concluyo mi tío- que Elías no ha ido para allá en
hacienda.
- si tío
- ¡ay, que pena que tengan que irse tan pronto! Cuqui, preciosa mía…
salva, y yo pude constatar que las ondas que se desatan sin motivo
que le aclare:
razonar y cuando hay terror, tío… los desastres son inestimables. Bueno
- Por cierto -le confirmé-. Los cafetales, los perdió mi padre en una partida
de póker.
- No creo que sea un secreto tío. Ha sido tema de sobremesa desde hace
más de un año.
hablado con mi tío, simplemente para él yo no existía, bueno era una niña qué
Pero el mal de ser niño se quita con el tiempo, no sabía si quería llegar a
adulto, al menos no quería ser un adulto como los que me rodeaban. Esa
clase de adultos no quería ser, pero no sabía como evitarlo. Incluso, sabía que
cuando creciera olvidaría que no quería ser adulto y sería como todos,
desfavorablemente idéntica.
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Capitulo 4
estaba enamorada.
Y los tres tenían el ceño fruncido, las miradas perdidas, ausentes. Mi madre
mirándome, informó:
- Este sábado iré a Perote. En la región hay unas tierras que me venden,
aprovecharé para llegar a los cafetales; quiero ver como marcha todo
- -Tal vez quieras ir conmigo Elías, me podrías conducir. Hace tanto que
campo.
acomodándonos, pero creo que aún falta mucho para que encontremos
Castillo, todos los días las personas mueren, pero como no tienen
este país, solo atinamos a sentir miedo, a criticar enfadados, a ser parte
de una lluvia de rumores que solo atinan a detener los proyectos. Pero
por mis propios ojos, qué tan ciertas son estas noticias.- luego, miró
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- Cuqui ¿Quieres que te lleve con las tías?- se dirigió hasta mi lado,
mientras me preguntaba
- ¿Para qué te puedo necesitar? ¡De nada me sirves! Ve con tus tías, allá
Sin causa aparente, mi madre era intolerante conmigo. Yo quería creer que
Pobre madre mía; por eso, me tomaba la delicadeza de evitarle ese malestar,
provocaban. Así que evitaba encontrarme con ella, pero no podía evitar que
Con hijos de sus amistades solía ser dulce, cálida y generosa. Cariñosa en
otras personas, para no quedar en mal, para que la vieran como una buena y
cariñosa madre.
Pero a solas, el sentimiento salía de nuevo a flote. Mi nana era la única que
notaba esos desplantes y quería protegerme de ella. Pero mi madre era así
hacia mi, como si hubiera olvidado que mi tío estaba ahí y la miraba. Y mi tío
La miré directamente, sin miedo, casi retándola. Sus ojos eran grandes y muy
claros, casi borrados, con un halo dorado alrededor de la pupila, sus pestañas
con las pecas, único color en sus mejillas. Sus labios eran gruesos y carnosos;
alerta, prodigándole todas las atenciones. Una manera muy propia de atraer la
Apenas tenía 29 años de edad, dos años menos que mi padre. Mi padre me
Mi padre era todo lo contrario a mi madre. Tenía la piel morena, con manchas
oscuras en los pómulos y en la frente. Ojos color miel que cambiaban de tono,
según su estado de animo; poco pelo, pero sin ser calvo, un poco pasado de
peso, llevaba una barba mal cuidada, que le daba aspecto desaseado, de
estatura baja, solo dos o tres centímetros mas alto que mi madre. Era torpe y
tenía ingenio y sabía bromear. Pero era un hombre común y corriente, sin
Mis padres, eran una pareja muy común, como todos en su círculo social. Pero
todos pensaban que eran muy ricos. Vivian sometidos bajo las apariencias, con
facilidad; el dinero no parecía tener importancia. Por ahí, iba la creencia que el
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lograban aparentarlo, como lo hacían mis padres, que sin tener dinero, se
el dinero les pertenecía. Así que navegaban con bandera ajena fingiendo ser
sociedad.
de los mismos privilegios; dentro del club también había rangos. Todos estaban
que se sentaban al frente eran los mas ricos, y mis padres siempre estaban
tratándose del capital, era impensable. Los adinerados aceptaban a los menos
sociedad, rodeados del donaire que aportaban los demás. Pero eso era una
cosa, otra cosa muy diferente era que un pobretón, por mucho abolengo que
ostentara, quisiera meterse a beber de las arcas del burgués, para eso se
Si, por una extraña razón o alguna circunstancia se ponía en peligro el buen
apariencias, ni el abolengo. Un dicho muy común y dado por hecho, era el que
sobresalía grabado sobre la verja de la casa de los Mejía Beltrán: “No te metas
verja. Era un lema tan conciso y directo y todos se habían sentido aludidos,
pero después, los mismos amigos lo habían tomado como una regla de grupo,
y cuidado con aquel que osara no darse por enterado o tuviera el mal día de
tenía algo que ofrecer a cambio. Extraños y vanos amigos tenían mis padres.
Todos los sábados al caer la noche, llegaban a beberse las botellas de coñac,
lo mismo pasaba con los bocadillos y con la cena. Todo salía de la alacena y
hacer correr los chismes que ir de fiesta a la casa de los Gándara Escamilla;
Entonces Chelo supo lo que era tener hambre y dolor, porque el caporal de
castigada por el excesivo cariño de sus padres. Fue ahí, después de unos
increíble. Como les brillaban los ojos al tiempo que soltaban toda clase de
Así eran con todos, sin prestar atención que la vida da muchas vueltas y un
estaban definidas en este momento de la vida? Peleados con los vecinos, con
terror. Sin rumbo claro, con los intereses golpeando a los marginados.
falsos preceptos.
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A los amigos se les aprecia, se les protege, se les conduce, se les acepta y no
se les rechaza, eso lo leí muchas veces, no creo que el concepto varié de una
cultura a otra, de un país a otro, de una época a otra. Pero en este medio social
Mi tío, aunque pertenece a esta gente, no es igual; algo lo hace distinto. Tiene
siquiera por el dinero o el ilustre apellido, nadie podía compararse con mi tío.
importa que todos crean que él es el arraigado. Es una persona noble, solicita,
noté la repugnancia que sentía por mi persona, su sentir era tan grande
desayunar con ellas-. Mi tío indolente le sonrió, al tiempo que asistía con
la cabeza.
avenida.
- Tu padre tiene razón, conozco tan poco de este México que esta
nos llegan noticias, pero eso no es México, solo es una parte, una
fracción. No importa que tan lejos o que tan cerca estemos, la visión
- ¿doce? ¡Vaya! ¿Y dónde has aprendido todo eso? Parece que estoy
con él.
- Si, ya veo, ¡Ya veo! ¿Cómo van tus clases en el colegio?- me preguntó
- Creo que bien, hablo poco, observo mucho. Las monjas creen que soy
un poco retrasada.
- Si, puede ser, pero no creo cambiar, así soy yo, tío. No hablo mucho,
misma. Además, no quiero ser como mis padres, ni como los amigos de
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mis padres, pero tampoco quiero ser como esas sirvientas que se dejan
seres a los que debiera amar y que no amo. De todos aprendo un poco,
esta vida está llena de enseñanzas. Quiero tener una moral, la mía
propia, no quiero ser como todos ésos que llevan una doble moral, que
los días al levantarme quiero y anhelo poder ser consecuente, que mis
la larga nos aligera todo el camino. Pero bueno, también depende de las
negro, pero ¿no ha notado que eso es lo que nos hacen creer?…o te
vas por acá porque si lo haces por otro lado, caerás de la gracia divina
siempre sea recto. Ojalá sea así- me dijo, cada vez más sorprendido de
- Los caminos deberán ser como uno se esfuerce que sean, el destino no
porque estaba tan sorda y tan senil que nunca se daba por enterada.
- condenado Efraín que bueno que nos haces el favor de traer a Cuqui.-
Mis tía le sonrieron complacidas, como diciéndole en silencio, que les agradaba
- Mira Efraín, Cuqui es una niña muy moderna, muy cabal, medida,
inteligente, es una niña que hará historia, acuérdate que te lo digo yo.
Pancha debe estar enferma del susto del otro día, ya sabes esos sustos
Mis tías se sujetaron a los brazos de mi tío, una a cada lado y sonriendo
yo sabía que era el cariño lo que motivaba esos piropos, le miré con
- si tía, voy con ella… ¡ah! Por cierto, mi padre les manda decir que
- ¡Vaya! Tendrá alguna deuda de juego, solo así viene- luego se rió como
invitando a los demás a seguir la broma. Pero los cuatro sabíamos que
Perote.
- ¿Vas a Veracruz?
oportunidad para que hablásemos del tema y Elías solo atinó a cruzar
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tengan idea.
antes de irme a Perote haré todos los trámites. Y que quede claro que
- Es una chica muy inteligente, Efraín. Ya ves, todas las tardes viene a
dejáramos pasar las tardes en casa, nos sorprendió que una niña
buscara refugio en esta casa de viejas, pero nos encantó que se haya
acá con nosotros, nos ayuda mucho, es una mujer muy independiente,
- Desde que Cuqui viene a casa, nosotras somos mas felices; con sus
nos acompaña a tomar el te, son sus sonrisas y sus largas miradas, las
- Ay lila!- se mofó mi tía Tencha- todos son más altos que Elías- siguieron
riendo.
he sido, hasta estos dos últimos días, capaz de darme cuenta de que
una niña solitaria merodeaba por la casa. Es tan callada y tan silenciosa
que más me avergüenza es sentir que ella, tan jovencita, lo sabe todo
- Más de seis meses, María recién se había quebrado la cadera. ¡No, casi
un año! ¡Ya será un año! Porque en marzo, el día que cumplió años, le
ése, además era usado. Pero cuando la vimos echarse en sus brazos y
llenarle la cara de besos, comprendimos que el libro tenía más valor que
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este país que lejos de estar en paz, tiene constantes desencuentros por
están muy enfadados. Porque nos osamos creernos mejores que dios.
- De toda la vida, Tencha,- comentó mi tío-, nos hicieron creer que eran
los mensajeros divinos que debían estar en todo, sea del orden que sea.
que están debajo de las enaguas de los obispo. Esa ley de libre culto, es
una amenaza muy real, puesto que el pueblo sabrá que la católica no
credo que se quiera o nos llene. Así Tencha, es normal que los católicos
Dios. Ya es tiempo que la iglesia deje de meter las manos en las arcas
- Es que las hay, Tencha, las hay; los católicos solo tiene 1856 años de
existir; antes, mucho antes, otros credos han maniatado a las personas,
paz!
para donde mirar. ¡Ya ves! Ya es octubre y en todo lo que va del año,
libertad de todos.
- Eres un iluso Efraín, este pueblo nunca será libre. Porque las peores
camino…?-preguntó.
El viaje en barco era desastroso, el mar estaba picado. En cuanto puse pisé
en qué momento, había llegado hasta ese barco. Un velo gris oscurecía mi
distinguía nada.
Tenía frio. Miré mis pies tratando de cubrírmelos y me di cuenta que estaba
descalza?
Tenía mucho frio y trataba de avanzar por la proa del barco tratando de
encontrar a mi nana que seguía llamándome, cada vez con más apuro y con
más urgencia.
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- Cuqui, ¡despierta…despierta!
confundida, abrí los ojos para mirar, en la oscuridad, a una señora que se
ventana para que no me mojara, pero debió haber sido muy tarde, porque parte
Salimos por la puerta del servicio, solo se oía la lluvia golpeando con fuerza
los tejados y los cristales. La noche era fría, las copas de los arboles se
dormida; no entendía que hacía a esa hora, con mi nada, cruzando los jardines
pasos. Mis pies se pegaban al lodo y me pesaban, la falda del vestido también
lluvia me escurría por la cabeza y mojaba mis hombros; mis dientes empezaron
nosotras.
- Pocas cosas tengo de valor, niña. Solo dos mudas de ropa, mis
Yo los oía y los miraba, mientras seguía temblando de frio y con los dientes
mi presencia. Sin embargo yo creía que mis dientes hacían tanto escándalo
lejanía. Por más que quería apretar la boca, los dientes tenían voluntad
mi cuerpo.
fueran a responder. Intuía que era algo muy malo, y en ese momento no
Por fin, mi nana dio por hecho que las cosas firmemente aseguradas, ya
reconocí. Uno de ellos, era el baúl que mi tía tencha había llevado a mi
casa con el pretexto de que ahí guardara mis libros y el otro era el que mi
calesa tomó una capa de algodón negro y la puso sobre mis hombros,
dejaron de castañear.
lado.
Mi nana tomó con mano firme la rienda de la calesa y con un chasquido del
látigo sobre el lomo de los caballos los mandó marchar. Vicente conducía la
Me día cuenta que la noche no estaba tan avanzada, aún no eran las doce
nosotros pasábamos entre todos sin detenernos; mi nana con la vista fija
calles llevando en sus manos, a pequeños niños llorando y mas chilpa yates
94
razón, sin embargo, la situación era muy similar. A pesar de que la gente
rostros de las personas que apuradas cruzaban a nuestro lado, pude intuir
su miedo, sus sobresaltos. Yo, como ellos, también dejaba mi casa, con
rumbo desconocido; volví la vista y por última vez pude distinguir mi casa
casa ardía completamente. Sentí mis lágrimas bajando por las mejillas;
que ése era un viaje sin retorno. Miré a mi nana, que seguía atenta a los
caminos, su gesto adusto, preocupado; ella estaba como yo, con el corazón
lejos. Con las carretas enfilamos con rumbo desconocido hacia las afueras
de la ciudad.
saber que a mis espaldas mi casa era consumida por las llamas y
además desconocía que había pasado con mis padres y mis tías, no
estaban, puesto que habrían salido con nosotros, no nos iban a dejar
que mi tío no estaba más, que aquellos días cuando viajó a Veracruz,
recordar el hecho empecé a llorar. Lloré con fuerza, con dolor, con
conduciendo tuvo que sostener de nueva cuenta la rienda con las dos
abatida.
- Tus padres, están bien cuqui, no te angusties, no llores así. - Me dijo con
mi nana me pasó un pañuelo que olía a mi tío. Saber que no estaba con
nosotros, me hizo seguir llorando mucho tiempo, casi hasta que vi como
mi nana me decía:
96
atendiendo las indicaciones de tus tías, que vinieron esta noche. Ellas
donde estemos.
tengo parientes. Tus tías, pensaron que lo mejor era separarnos, para
entender qué era, ni porque habíamos tenido que salir así de la ciudad. No
Mis padres siempre se jactaban de vivir bien, pasara lo que pasara en el país.,
no teníamos ninguna clase de problemas. Pero hoy, algo cambió, algo que no
la muerte de mi tío.
No recordaba sus funerales, ni haberlo visto con su traje de gala, tendido entre
los cirios, en el centro del salón de la casa. No recuerdo sus exequias. Pero si
recuerdo la última vez que se sentó a mi lado para despedirse, como me tomó
pidió que me cuidara mucho, que no dejara de estudiar y que no permitiera que
nadie truncara mi destino, que buscara apoyo en Tencha y en Lila, que ellas
supiera que jamás iba a regresar. Yo sentí su apremio y supe que era un adiós.
En definitiva, la relación con mi tío había mejorado mucho. Todas las mañanas
aprendía.
¿Quién no iba a aprender con la nana de maestra? Era una lectora asidua,
tenaz, con una claridad mental que sorprendía al mas ilustrado, sus tendencias
feministas tan poco proclamadas en nuestros días, la hacían una mujer fuerte,
posibilidades a las que la mujer tiene derecho. Pero esto que no era
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liberalistas; sin otro objeto que aclararme que no todas las mujeres son
que los demás pensasen por ellas. Que la capacidad racional es por igual para
todos. Y que algún día, estas mujeres levantarían sus voces y se dejarían
Mi nana siempre me decía que los obstáculos no debían detener mis pasos, y
que de nada servía rodearlos, porque al paso del tiempo volvería a tenerlos
de que retomen fuerza. De una vez por todas; aprender de ellos, para no
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repetir la experiencia, para que asiera, si por mala suerte o casualidad, que la
de manera simple y eficaz. Que los problemas no hay que echarlos de lado,
que al final del camino, serán tan pesados que costará mucho esfuerzo
deshacerse de ellos.
Yo me bebía todos sus consejos, ella era la única que se detenía a mi lado,
pasaba su mano sobre mi cabellera. Era la única que secaba mis lágrimas y
nombrarlas.
El cambio de actitud de mi tío para con nosotras, nos llenó de ilusión. Mi nana
de todo.
Lo que más les entretenía eran las reformas a la constitución que en el periodo
Lo que más les atraían eran las modificaciones a los artículos referentes a la
también le ataba las manos, sacándoselas de los asuntos internos del país, los
clérigos perdían algunos derechos civiles, como los de influir y opinar sobre
expropiados , pasaron a manos del gobierno. Por otra parte, la libertad de culto
Los párrocos empezaron a cerrar los templos, como protesta abierta a lo que
que en país existieran otros cultos; los había, pero de manera privada, bajo el
elegir la religión que quiere profesar y hacerlo con seguridad y apego a la ley.
gobierno a los asuntos de lo vivos. Esta reforma que limitaba de manera tajante
esta tierra aprendiendo a mamar como única religión el catolicismo, había sido
una parte importante para colonizar e unir a las comarcas, siguiendo el ejemplo
llevado por los reyes católicos que habían impuesto la religión para unir los
importó la santa inquisición, para lograr el cometido y por supuesto que estos
hechos dieron resultado. Así que, el pueblo solo conocía por única religión la
católica. Y claro es que esta nueva ley del libre culto, tenía muy molesta a la
iglesia y a los señores que tenía mucho interés en que el pueblo siguiera
Mis padres entre ellos, los primeros que despotricaban en contra de las
padres abrieron el salón principal de la casa para que se oficiaran las misas.
Don Roque escondido en la casa, las oficiaba con mucho temor; el nerviosismo
poco a poco fueron llegando menos, hasta que casi, en el culto no quedo
nadie.
Tal vez, pensaron que no era una lucha propia, en parte, porque los
directamente afectados habían sido los clérigos. Entonces que buscaran quien
mis padres tenían ese valor. No sabía si ellos estaban enterados del lio en el
descarados, no comprendía como nadie en esa casa se daba cuenta; ellos dos
había manera de evitar verlos, así que opté por encerrarme en la biblioteca
con mi nana; ya por la tarde, después de la comida, donde no podía evitar ver
de lejos al párroco, que comía como si fuera dueño de la casa, con tal
donde solía pasar la tarde acompañando a María, que cada día estaba mas
subía hasta el ático, para pasar las horas mirando las cosas llenas de polvo.
Cuantas cosas guardaban ahí, vestidos enormes, con crinolinas del tamaño de
una carpa, tocados enormes y pesadísimos, las lunas de los espejos, todos
cubiertos con sabanas, protegiéndolos. Tal vez ahí había muebles de tres
103
casas viejas, pero dos cosas eran lo que mas me gustaba, primero el olor a
reliquias y antigüedades, ahí perdía horas y horas. Esa casa a la que sabía no
volvería jamás
Que triste noche era está, lloviendo y nosotros huyendo. Entre mis sollozos,
decisiones ella las tomaba, pero yo sentía que lo perdía todo, aunque a ciencia
cuerpo. Mi nana, me apremiaba para que durmiera, pero no podía hacerlo; solo
prometió traerme un loro, muy verde y con muchas plumas. Como siempre
estaba tramando mi tío, tenía que ver con mis tías, porque los tres salían
juntos y duraban horas por los locales del centro, por el zócalo, en palacio
Me sentí como niña premiada por alguna acción bien hecha, el baúl que mas
me gustaba de toda la casa, era mío. Di por hecho que dentro llevaba todas las
un regalo mío para que guardes tus libros y los mantengas protegidos
debe ir a donde vaya cuqui, con tu vida lo defenderás, puesto que ahí va la
herencia de la familia. Dentro de él está todo lo que cuqui necesita, solo ella y
No sé que entendería mi nana por herencia, tal vez pensó que dentro había
serio la orden, y nadie abriría ese baúl, a menos de que ése fuera yo, o muerta
cuentas, haría lo que muchas veces pensé hacer, tirarme a la aventura, sin
sería difícil realizarlo. Y ahora sin esperarlo estaba obligada a ello. Las
105
- -Si, gracias.
Miré a mí alrededor, aspiré con gusto, olía a todo. El silencio era roto por el
croar de las ranas y los aleteos tempraneros de los insectos. Unas liebres
ponía el cielo de todos los colores, rojos, naranjas, amarillos. En lo alto del cielo
las águilas volaban usando las corrientes del aire para desplazarse sin mover
las alas. A un lado del camino se veían charcas de todos los tamaños, en ellas
agua y zigzagueaban entre las rocas. La hierba estaba húmeda y los arboles
- Nana, ¿quién construyo esas bardas de piedras que suben por los
cerros?
- En esta vida, todo tiene dueño. Ya te irás dando cuenta. Mira allá,-
señaló con su dedo- ¿ves el rio?- en ese momento decidió-. Vamos para
Diciendo esto, maniobró las bridas, dirigiendo a los caballos. Salimos del
rio. Vicente nos siguió y dejo estacionada la carreta debajo de los arboles, fue
hasta los caballos y les quito los arneses para dejarlos descansar, después
hizo lo mismo con los caballos de la calesa. Los llevo al rio y ahí los dejo
Sin esperar a que la cesta quedase vacía, nos lanzamos sobre los alimentos.
padres, unas manos santas, todo lo que plantaba se daba por cientos. Tenía y
sentía tanto amor por las plantas que hacerlas vivir, era normal en él. Pasaba
forma. Luego entraba en los salones para limpiar las plantas de ornato que
húmedo sobre cada una de las hojas, quitándoles el polvo y luego, ya limpias,
las frotaba con suavidad con la mitad de una naranja. Como era una labor muy
él solo ya no daba abasto; el tío le dijo que no había problema que consiguiera
uno. Así fue, como llegó a la casa Vicentito, aunque se llamaba Cirilo, pero le
Era un jovencito alto, muy flaco, parecía una garrocha; los pantalones le
mangas. Tenía una tez muy oscura, sin ser mulato, su cabello era de color
estaban rodeados con largas pestañas que caían como tejavanes sobre sus
ojos, cubriéndole la mirada. Se pasaba las horas entre las pajareras o debajo
por el ventanal y nos daba los buenos días. Tenía una sonrisa amplia y
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contagiosa, no pasaba de trece años, y su pasión no eran las plantas, sino los
nosotros; cantaba una canción en especial, una canción triste, melancólica, con
un sutil dejo de nostalgia; parecía que sollozaba por alguna perdida o tal vez
nos transmitía ese sentimiento. La voz de Cirilo inundaba con su tristeza los
canción?-le pregunté
bien cómo decirle. Mi tata dice que habla de un pájaro que se tiene
alma, que a veces canta y a veces llora. Mi tata dice que el alma se pinta
español. Mis tatas solo hablan maya, y pos… solito, el idioma de los
- ¿tho?-pregunté
- ¿cómo dices?
- ¿eres de Yucatán?
Más tarde sentada frente a mi nana, le pregunté sobre Yucatán. Y ella me dijo
que era una tierra lejana rodeada de agua que no sabía si pertenecía a México
o no. Que los políticos aún no se ponían de acuerdo. Había un conflicto étnico
y la Yucatán quería formar parte del imperio, pero había partes del territorio
- Este país está lleno de noticias Nana, no sabemos a ciencia cierta qué o
quienes somos.
110
- No, en eso te equivocas, cada día que pasa- dijo ella-, sabemos mejor
quienes somos. Solo así podemos soportar esta lucha. Todos estos
períodos por los que pasa el país nos están creando una manera muy
que nos mantiene en pie, deseando que pronto, todo el país esté en paz.
las tierras. Me parecía ilógico que un pueblo que estaba dando a luz el
corona y de sus reyes. Creyendo que lo que habían encontrado les pertenecía
por derecho, como si los nativos de estas tierras no fueran los dueños de sus
lugares.
Cirilo, Vicentito como lo había nombrado en casa, era un nativo maya que
Pero cuando creció, comenzó a ir por los caminos con sus productos para la
llevaron junto a otros nativos en una carreta con barrotes, como esclavos a
lugares hacían caso omiso de las leyes; las personas pasaban de un lugar a
Cirilo no entendía que pasaba, los indios que iban en la carreta se miraban con
Ya en la ciudad grande…en una plaza cerca del zócalo, la carreta paró. Los
las manos, los pies e incluso a algunos de esos señoritos, les ordenaban que
les mostraran sus partes nobles para verificar que no tuvieran alguna
Las malas costumbres tardan en ser desarraigadas, siempre hay nefastos que
siempre, en este México que construíamos, eso era notado todos los días.
Cada persona tenía un valor distinto, sin importar que todos éramos
mexicanos.
Vicente que estaba sentado del otro lado, con el sombrero echado sobre la
cara, protegiéndolo de los insectos, pareció no oírla. Así que tomé unos
- Vicente- le llamé con suavidad- toma unas viandas, debes estar muy
cansado.
son mineros, y viven allá por lo mismo, las minas. Esa región tiene
algunas de las minas más ricas del país, se da muchísimo oro y plata.
Mi familia ha sido minera toda la vida, solo que escarban para que otros
se hagan ricos.
brazos.
- Niña Cuqui, usted ve a alguien por aquí.- Yo miré para todos lados
cochinito nos cayó del cielo, podemos irnos haciendo de cositas así. Hay
que ver que dios provee. Quién le dice a Usted, que este marranito no lo
- Dios provee, cuanto hace que no oía esa frase- suspiró mi nana, me
parecía que ella estaba muy triste. Como si llevaba una carga muy
- -saben voy rio abajo, tratare de darme una remojada, necesito despertar,
orilla del rio y sumergí los pies. El agua fría estaba revuelta, bajaban con
corriente.
volaban por encima del rio. Un viento suave empezó a soplar meneando,
piedras brincaban sobre la corriente para al finar caer dentro del rio, Un
sonido más agregado a ese silencio roto por los sonidos de la naturaleza.
- ¡Ay no, Cuqui!- me gritó- ahora a ver si no te enfermas, que el agua está
tocado verle esa expresión. Siempre creí que era una mujer que no se
enfadaba. Salí del agua, y seguí hasta el árbol donde había dejado la
no sirve más.
que ya se veían sobre el cielo aun claro; confundiéndose con las cimas de los
horizonte.
una fogata. Tú, Cuqui, busca un lugar donde podamos hacer una fogata.
Miré en el camino, al borde de las Acacias que crecían entre los sicomoros.
extiende la noche al compás del croar de las ranas, entre el zigzagueo de los
tiene arena. Me dirigí hasta las acacias que parecían cambiar de color. Era el
milagro, entre lo grisáceo y plata de sus hojas que bailaban en las ráfagas del
viento.
las ponía a la sombra o dentro del rio para que se mantuvieran fresca.
117
conejos, víboras, liebres caía en sus manos y en los comales. En uno de los
necesitábamos carne de aves y atrapó a unos cuantos. Les armó unas jaulas,
lo mismo que le hizo al puerco .Y montó las jaulas con los cóconos dentro y
de mis baúles, ni el tesoro que guardaban con tanto celo, los llenaron de
trataba.
que nos hiciera regresar, pero conforme fueron transcurriendo los días, nos
dimos cuenta de que no nos seguía, ni nos extrañaban; tal vez pensaron que
habíamos marchado con mis tías a Cuba. Comenzamos a tener cierta calma,
virgen.
118
esos espantosos bucles. Mi cabello caía en una trenza; las crinolinas debajo de
mis faldas habían desaparecido; ahora viajaba más ligera, mas libre; la
realidad.
tiempo que intentaba subirse los calzones que le caían por debajo de las
El burro estaba fuera de si, arremetía contra él, lo lanzaba por el suelo.
Al ver la situación nos frenamos en seco. Observamos como Vicente tenía los
calzones a medio subir, con gritos intentaba espantar al burro en celo, que se
119
fuerza. Pensaba que nada le salvaría de ser maltratado por ese animal feroz y
salvaje. Por más que hacía, no podía sacárselo de encima; no sabia si reír,
llorar o darse por vencido. Cada vez estaba más débil y más alarmado.
Nosotras, al menos yo, no sabíamos porque ese animal se había puesto así. Ni
Mi nana reaccionó, corrió a la carreta. Tomó una cubeta de ahí, lo llenó con
agua y lo más rápido que pudo, llegó hasta donde estaban, en pleno romance,
Vicente y el burro. Con fuerza y tomando impulso, lanzó el agua sobre el lomo
del burro; éste sorprendido, por un instante se quedó frio. Vicente aprovechó
La noche cayó por completo, las sombras lo llenaron todo, solo la fogata
encendida proveía luz, pero era escasa y no nos dejaba ver hasta el lugar
pusimos el café de olla, que como siempre olía delicioso. Como días atrás, las
Yo, ya no tenía en qué pensar y tampoco sentía muchas ganas de hablar. Creo
residencia para sacar y poner a salvo a una chiquilla que ni siquiera era su
propias, que en todos los libros que había leído, no le habían ensañado a como
evitar sentir coraje en contra de una niña que no había pedido que la liberaran.
mecate, venía el burro. Lo sujetó a la carreta y después con paso firme llegó
- Un burro nos será necesario. Si antes, ahí había un burro,- dijo al tiempo
no?-. Así que me quedé ahí, pensando como hacer para atraparlo.
acordé de las vacas del mediodía, creo que su olor quedo impregnado
tenía un burro. Ellos daban por hecho, que todo lo que caía en las manos de
Vicente por lógica era mío, aunque yo no hubiera movido un dedo para
conseguirlo. Tal vez después habría que aclararlo todo. Las cosas son de quien
las busca y las consigue, además ellos dos iban conmigo sin percibir un
céntimo.
Nos fuimos a dormir, yo miraba con los ojos entrecerrados, como trepidaba la
oscuridad. Durante un buen rato, miré hacia las sombras, hasta que mis ojos se
nuevo.
pero no sé que hay al norte. Oye Panchita, ¿crees que tenemos que ir
tan lejos? Podríamos quedarnos por acá, ya ves, tenemos algunos días
aclaró.
lograba entender porque mis tías habían seguido otro camino. No comprendía
donde estaban mis padres; cada vez que preguntaba, la nana solo decía que
ciudad. Habían detenido a mis padres en la casa del Hernández Guzmán. Los
obispos de algunas diócesis oficiaban una misa por los caídos en Puebla. El
ejército les tomó por sorpresa, a unos cuantos se los llevaron detenidos y a los
demás los dejaron libres. Entre los detenidos iban mis padres, mis tías lograron
Lila que se marchaba y mi tía Lila en solidaridad se marchó con ella y por ese
Se alarmaron mucho cuando, de inmediato, les llegaron las noticias de que los
detenidos serían trasladados a san Juan de Ulúa, allá en Veracruz. San Juan
124
gozaba de una fama nada alentadora, era una de las prisiones más segura,
Entonces, no pensaron en otras coas más, que en ponerme a salvo, así que
sirvientes.
Las tías pusieron a los sirvientes en antecedentes y los enviaron a sus casas.
México.
completo abandono.
San Juan de Ulúa era una palabra mayor, en el siglo XVI la había sido
construido para proteger a Veracruz del azote de los piratas que invadían las
sus naves por todo el atlántico y llegaban hasta las tierras mexicanas, atacando
125
Después de muchos años, San Juan de Ulúa había sido rescatada y nombrada
penitenciario a mediados del siglo XIX y hasta allá enviaban a los peores
Así que, no iban a decirme que mis padres estaban presos por aquellos
lugares, sería terrible pensar que el mismo rumbo me había arrancado primero
Que delicioso era el olor del café recién hervido, se mezclaba con el olor de la
de los guajolotes y los gruñidos del cerdo. A lo lejos se oía el canto de un gallo,
los mugidos de las vacas, los perros salvajes ladrando y sobre mi cabeza, el
aleteo de los pájaros llegando a las ramas de los arboles, luego sus trinos
entre todos los sonidos, su arrullo sonaba como campanada. Desde pequeñita,
la ventana buscándola entre las ramas de los árboles, nunca tuve la suerte de
reparación, pero tendríamos que llegar al pueblo para buscar quien hiciera ese
trabajo
calma.
silencio.
- - si, por el otro lado de la cerca, hay una manada.- me dijo y después se
volvió a concentrar.- Vicente nos trajo leche, tenemos suerte, así que
- Haré unas tortillas, aún queda harina, pero tenemos que llegar pronto a
todo estaba perdido, mientras se pudieran cocinar las tortillas, todo estaba
salvado.
familia. Desde aquella vez que mi tío se trajo del norte a una india que las
hacía todos los días. Estas tortilla suplantaron en gran parte a las tortillas de
maíz, tan típicas del centro de la república, yo las comía desde pequeña.
daba una tortilla recién hecha untada con mantequilla o con mermelada de
huevos.
picoteaban a la orilla del camino cuando Vicente las miró, sin pensarlo dos
Que feliz me hizo saber que las gallinas ponían huevos, pero la orden
mano debajo de los animales, no era algo que me atrajera mucho, Además,
por experiencia sabia que esos animales eran carnívoros, que tal que les
sobre nuestro corral. Yo me acorde´ de aquellos días en que fui a los cafetales,
allá por Veracruz. Mis padres me habían enviado de vacaciones. La casa era
muy altas, muy blancas, con pisos de tierra, empedradas, las paredes estaban
Era la primera casa en toda la región con preparación para energía eléctrica y
la instalación iba por fuera de las paredes. Pero no la usaban porque no había
aun corriente eléctrica, el cableado aun no había sido extendido, así que
seguían con quinqués y veladoras. En esa casa entraba el viento por todos
lados, los ventanales eran enormes, desde el suelo hasta casi rozar con el
padre.
que producía la tierra, desde tomates hasta carne. Era una tierra muy
Pues ahí en los cafetales los corrales eran enormes, había de todo, gallos de
cruza, gallos de pelea, gallinas, pollitos, gansos, patos, cóconos, pavo reales,
ovejas, además de vacas y toros. Bueyes que los usaban con las yuntas,
yeguas y caballos.
galeras de madera con ventanitas a lo alto de las paredes. Adentro las gallinas
correteadas por los gallos, mezclándose entre los gansos y los cóconos, se
los pollitos había que darles de comer a parte. Eso era para evitar que los
pisaran y los mataran. Estaban en una sección aparte, y a ellos si había que
alimentarlos.
piso los granos de trigo. Los pollitos se arremolinaban a sus pies, comiéndose
los granos. Esa visión me provocaba una sensación muy fuerte; me llenaba de
130
correr, pero mis piernas inmóviles permanecían ahí firmes. Todos los días era
lo mismo,
¿Qué intentaba yo al repetir la experiencia? Tal vez, ver que por fin, Edelmira
se quedaba sin pies. Siempre creí que los pollitos se comerían los pies de
Edelmira, pero nunca ocurrió, por más veces que se repitiera la visión, los pies
Me armé de valor, cerré los ojos y metí la mano en la jaula; lo primero que
empezó a aletear con fuerza al mismo tiempo que picoteaba mi mano intentado
soltarse...
Claro que yo con los ojos cerrados no atendí a evitar este atropello, ni soltaba
la pata de la gallina, ni podía abrir los ojos. Y al tiempo que la gallina cacareaba
yo lanzaba mis gritos desaforados, llenos de miedos. Cuál de las dos hacía
Vicente fue el primero en llegar a mi lado, se reía con tal fuerza que no atinaba
pasa niña?, ¡mira nada mas todas las heridas que te hizo la gallina! ¿A
dolía pero no tanto como la sensación de saber que había estado a punto
mano casi muerta a picotazos por una gallina que estaba tan o mas
todas las que imaginé de pequeña, allá en los cafetales, cuando miraba
secaba el llanto.-
- ¡ay niña! Que cosas te pasan a ti. Ven que te tengo que curar.-Mi nana
una gallo muy pintoresco. Era de plumaje rojo…un rojo muy intenso,
132
pero alrededor del cuello tenía plumas azules y verdes, y la cresta era
sobre sus dos extrañas y flacas patas y de manera muy educada comía
al mismo tiempo que la familia. Les digo que comía de una manera tan
Mi abuela decía:
- miren a Santiago.
demás vanidoso.
sonaban. Bueno ésta era una verdad muy propia y personal. Lo que
pasaba es que cuando le convenía era sorda y hacía años que por la
Mi tía decía que todo este problema era la comida, que era o muy
rancio, en esa mesa pocos podían evitar el asco que el olor les producía.
134
Desde que la tía Clo había desembarcado de la carreta con sus gatos en
la cesta, la familia comía en el comedor, que para mi, era la pieza mas
Una madrugada, para hacerle una infusión de laurel, la tía Clo se coló
Santiago desde su silla, abrió un ojo, después el otro; los miró con
Pero la tía, al verlo soltó un gritito, haciendo aspavientos con las manos
irguió, sacudió su plumaje y cantó tan fuerte como él sabia. Los gatos se
bajar la vista para verlos, pero era tan presuntuoso que dejaba que ellos
Los gatos se habían vuelto locos, tal vez pensaron que Santiago era una
mismo. Los primos lloraron toda la noche, nada sería lo mismo sin él
Santiago en mole.
güena. Pos una mañana se encontró un huevo rojo con pintitos blancos.
era muy lista y pos luego se lo encontró. Pero como mi tata estaba
fuego. Pos pa´ no hacerla mas larga. El huevo reventó y salió un polluelo
todo raro, casi sin plumas, mojado, como si hubiera estado en el arroyo,
Pero mi tito se encariñó mucho con ese pollo feo, lo cargaba siempre en
su morral, mi tito era un indio pata rajada, como tantos que habemos por
aquí; yo lo soy, solo que calzo. Pos’ mi tito solo llevaba unas sandalia de
Usaba una guaripa raída hechas con ramas de álamo, cada que salía de
desde entonces eran uña y mugre, y había resultado muy buen perro
para dormirse. Guasón le daba resguardo y ahí los dos dejaron pasar el
un gallo muy mal amansado, tantas horas jugando con el perro lo había
gallo de pelea… bueno, guasón tenia mucha culpa de ello, porque entre
los dos había una conexión se la pasaban jugado. El perro era muy
grande y crispidas había tenido que aprender mañas para escapar de él;
nada, que de la actitud de este gallo venga ese dicho que últimamente
problemas con los del pueblo y es que era tan adúltero y enjundioso,
que se metía con las gallinas de todos los gallineros, no distinguía color,
ni edad. Les daba duro a todas, y pobre de aquel gallo que osara
se ponían en posición de alerta. Guasón parado muy firme con las patas
gallo para asaltar el gallinero. Todos los días era lo mismo, ni llevarlos
buscó
- Los animales, en ocasiones son más leales que los seres humanos-
concluyó mi nana.
140
abrevadero- le ordenó.
La anciana se acercó a los animales, tomó las correas y los llevó hasta el
Los cuatro, en silencio, la miramos pasar llevando a los caballos. Su falda vieja
y que en otro tiempo debió ser negra tenía rasgadas algunas partes, su
anciana debía estar sentada en una mecedora tomando el fresco debajo de los
sauces y no llevando a los animales a beber agua. Pero bueno, cada cabeza
era un mundo.
- -Pos’ si, vamos rumbo al norte, a ver si por ahí encontramos un terrenito
- -De la capital- respondió Vicente- queremos hacer labor por ahí, hacer
naiden quiera hacer nada acá. Los caporales del rancho El Saláis,
- No, pos si nosotros no queremos aquí, amos pa’ el norte. Dicen que ahí
- -Uyyy! Pue’ que si. Pos tardaran muchas lunas en llegar. Y pos´ además
es rete peligroso, dicen que hay hartos indios de esos que train flechas
y rifles, que asaltan los caminos y sacan los corazones pa’ comérselos al
Contando todo lo que se decía de los indios, los más bravos eran, pero no se
ponían da acuerdo.
-Habían tantos, -eso decía el tío- y todos igualitos. Por uno que hiciera fama,
todos los demás resultaban ser idénticos. Por eso, lo mejor era mantenerse
las a las mujeres y mataban a los hombres. No todos los indios lo hacían, pero
cada día eran menos y cada día era más y más reprimidos. Por lo mismo había
de miedo. No quería tener nada que ver con esa clase de indios y todas las
noches, al acostarme, le rogaba a todos los santos que los apartaran del
camino por donde cruzábamos. Hasta ese día, los santos habían escuchado
como ésos que contaba mi tío, que iban medio desnudos, con el pecho al aire y
peto de carrizo o de hueso, esos eran los guerreros, y entre sus cabellos se
ponían plumas de águilas. Eran el azote de las regiones planas. Y todos temían
- Ahí tras lomita, por ahí donde se mira la mula, camino al rio, esta el
queren, ahí les dan providencias pa’ continuar. Pos, sino, pueden
los granos. Traen hartos animalitos, pos ahí también pueden meterlos.
molestarlos.
- -No, pos no, pero esta noche cenan con nosotros. ¡Cleofás!- grito el
silencio. Sin levantar la cabeza. La miré largo rato, tratando de encontrarle los
ojos. No pude hacerlo ni una sola vez, la mujer bajaba la vista escondiéndola.
flacos.
La mujer llevaba sobre su espalda un hatajo de leña que sostenía con una
espalda.
que no se quedara atrás, que caminara más aprisa. Pero la mujer con tal peso,
Con sus manos firmemente sujetas a la banda que sostenía la leña, seguía
El hombre, llevaba una vara larga en la mano y azotaba con ella las ancas de
detuvo la yegua, se apeo y caminó con enfado hacia la mujer, parecía que la
- Pos…nomas ahí tras lomita, está Regulo de los pastores. No tardan más
que dos o tres partes del día. Como a las tres lo divisan- respondió el
El hombre, vestido con ropa de manta, huaraches y sombrero de paja, nos miró
con desconfianza, midiéndonos. Tenía el rostro ajado, los párpados caídos, los
144
labios delgados y resecos, la mirada miel, el cabello oscuro, la piel del color de
- no, no, -respondió con apuro-, ahí detrás de los arbolitos está el jacal.
sus travesuras.
arqueada, con la espalda cargada de leña, como si fuera una bestia de carga,
Pobre mujer.
No pude imaginar, desde cuando ella tenía que ir por esos caminos en
Y aunque jamás levantó la mirada, supuse que algo debía pensar y sentir. No
me cabía en la cabeza que una mujer fuera tratada como animal de carga,
En ningún momento levantó la vista del camino, sus ojos gachos escondían
todos sus dolores, el hatajo de leña debía pesar una barbaridad y ella sacando
sin importancia
145
¿La suerte de todas las mujeres sería permanecer bajo el yugo de un hombre
pronunció sonido.
- Me llamo Cuqui- le dije- venimos por el camino desde hace casi dos
meses.
Parecíamos dos par de mudas y sordas, bueno sorda solo ella, yo escuchaba
muy bien. Entonces tuve la idea de hacerle más llevadera la labor y comencé a
contarle todo el viaje, La verdad, que no habíamos tenido ni una sola aventura,
solo la del burro que se enamoró de Vicente, pero aún así me esforcé para
que cada una de mis palabras sonaran como esos libros de la biblioteca. Al
poco rato, me aburrí de estarle hablando, ella si que era sorda y muda,
Por fin desistí y regresé al lado de los míos. Eso de ser buena samaritana no
Me había tocado ver de todo durante dos meses de viaje. Como aquella
mañana cuando nos asaltaban, en el camino de Los reyes. Eran como las diez
como se ponía la vida, y como frente a nuestros ojos, iba levantando el sol. Los
caminos estaban solitarios pero vivos, abundaban los conejos y las liebres que
salían por todos los rincones del camino. Todas las mañanas soplaba un ligero
viento que meneaba las copas de los arboles y agitaba las cosechas. Mi nana y
Esa mañana hacía calor teníamos cierto bochorno a pesar de ser temprano.
como siempre y producían un arrullo musical que nos producía más sopor y
alcanzado a impresionarse.
ese día fue el justo, sumergidas en nuestro mutismo, mirándolo todo sin ver
Sus ropas estabas llena de polvo, los sombreros les caían sobre la espalda, el
sol les daba de lleno en el rostro. Eran oscuros, sus cabellos lucían más largo
carreta y inclinándose sobre el lomo del animal. Nos miró más de cerca
En la mente de mi nana solo había una preocupación, podía perder los baúles
Con cada día de camino, era más grande la necesidad de llegar a Santa
pudiésemos hacer una nueva vida. Lejos de los peligros del centro, lejos del
Aunque dicho de paso, a nosotros nadie nos perseguía. Desde aquella noche
lluviosa cuando partimos atacados por el miedo y las ordenes de mis tías.
los ríos.
Los pájaros en el viento, las urracas y los cuervos en las cercas vigilando
nuestro paso, el murmullo del viento, la luz del sol y el sonido del agua bajando
Sumergidas en ese ritmo donde no pasaba nada, cualquier cosa distinta por
mínima que fuera nos dejaría sorprendidas, como pasó, cuando de la nada,
se puso al frente de los forajidos; su caballo parecía pandearse por el peso del
mi nana como si fuera una vaca y después me miró a mí, pero sin ponerme
viaje me había quitado las crinolinas, los bucles y todas esas babosadas que
me hacían usar en casa. Tal vez, también debían dejarme que me notaran un
poco. Pero no, si esos asquerosos no repararon en mi, no esperaba que nadie
más lo hiciera. Y en esta ocasión, no sabía que tan afortunada era yo, de tal
cosa.
- Pos nada...- la remedó el hombre y luego girando el cuerpo les dijo a los
compañeros- ¿oyeron dice la yegua que nada train? ¡Vieja tenía que ser!
Los demás se rieron de las viejas que éramos nosotros y que nada traíamos.
Era extraño, pero mi nana siempre mostraba una pasividad ante todo, y en
- ¡Caray, viejas! No train más que guajolotes, gallinas y puerco. ¿’on ta’ el
licor?
- Pos no traimos naida siñor, solo esos animalitos que llevamos pal jacal
- Tas jodido, pos a las viejas no se les roba.- él miro a mi nana, mientras
camino, por largo rato. Esperando y temiendo por Vicente. Bastante tiempo
llevaba ya, cuando lo vimos aparecer por la curvita del maizal, dimos un
por el camino, no solo para continuar sino para que Vicente no viera la
La luna estaba llena, las estrellas titilaban en el manto negro de la noche, Nana
ya todo estaba oscuro. Los quinqués estaban encendidos, pero la poca luz que
apuestas de juego.
menos las tierras están en manos de quienes las trabajan, como debe
ser, el que vive de la tierra merecer posesionarse y ser poseído por ella..
hacienda y repartirla en parte iguales pero de una manera legal, con papeles y
cara.
pronunciar palabra
- -Yo le preguntó lo mismo todas las noches: “tío ¿qué le pasa? ¿Qué
van con pendientes, se regresan para velar por los que les preocupan.
cerquita de Ixtlán, había una ranchería donde vivía pura familia. Eran
vida, llego gris, lleno de tierra, con el gesto adusto. Nada más bajarse
toda la rabia que traía; llegó la carreta con la caja pal muerto, entre los
los miró a todos. Todos los indios lanzaron un grito de espanto y salieron
Y la mujer le respondió:
morir.
tenía miedo. A según sus hijas, pasaba el día sentada debajo de un sauco
vestido negro, una de sus hijas platicaba, que su ama le decía…solo tengo
Pos bueno, unos días antes de la fecha a que según se iba a morir, mandó
llamar a sus hijas mayores y le dijo que fueran poniendo en orden el pulque,
154
que mataran gallinas y las tuvieran lista para el mole. Que ya tenia el traje que
sus parientes. Así que su hija menor fuer la encargada de llevarla de una casa
Claro que en los ranchos aunque seamos muy pobres siempre tenemos un
maicito, un atolito, para ofrecer a la visita. Ese día solo le alcanzo para
ofrecían. Bueno así fueron pasando los días entre visitas y comidas. El 20 de
una de las hijas le ayudo a peinarse. Mandó llamar a todos los hijos, les dio su
bendición, se echó sobre el catre y se quedó muerta. Pero cuentan que desde
ese día su espíritu vaga entre los jacales de sus hijos vigilándolos y
espantándoles el sueño.
callar, pero eso era como echarle mas leña al fogón. Contaba historias tan
mantas porque ya era casi el punto del sereno y no quería que las
bajar las mantas del tendedero y mientras yo miraba por aquí y por allá.
- Oh- dijeron todos, en cada cara se leía la historia que cada uno se
- Era Crecencia que había entrado por el corral dispuesta a quitar las
mi padre, y casi todos creían que era cuentos de ultratumba que cargaba en
Esa era mi relación con los seres del más allá, relatos y más relatos de mi
padre y últimamente la visita de mi tío que todas las noches se sienta a mi lado
Pero lo mi nana es otra cosa. Yo no lo supe sino hasta muchos años después,
cuando una tarde sentadas en el portal del ranchito que con mucho esfuerzo
levantamos entre los tres, mirando como el trigo pardeaba el terreno, ella
imágenes de santos y vírgenes, un santo para cada causa decía su madre san
157
Pedro para los poseídos del diablo, para conseguir novio el efectivo era San
Antonio de Padua, para las causas perdidas, San Judas Tadeo; para los
maleficios, Dan Bruno y así por muchos santos. Además hacia limpias y leía las
los olores, esas sombras maléficas rondando por la casa aunque fuera de día.
Parecía que todos los espíritus sin paz, había ido a refugiarse a esa casa.
Incluso pensó que su madre era una bruja negra porque le había observado
alto precio y debían ser efectivas porque venían a comprarlas de todas partes
pasiones. Mujeres que acudían por algún favor especial, algunas querían
robarle el marido a las amigas, o hacer que tal o cual persona se enamora de
o buscaban su ayuda para quitar los maleficios que sus mujeres tenían victimas
pensaban que si morían sería mucho mejor. Solo que la muerte hablada de
Su mamita provenía del Yoruba, que por causas que no conoce a ciencia
medias algunos detalles, por esos datos ella intuyó que a su madre le había
acusado de brujería y de haber matado con sus brebajes a una niña, hija de
abundaba la brujería
fantasmales que vivió, quería olvidar, decía. Y de su boca jamás salió narración
alguna.
en silencio,
jamás me ha respondido.
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Mirando por la ventana hacia los pastizales, me doy cuenta de que ha pasado
puso tersa y dorada. Mis ojos estaban limpios y en excelente condición física.
sonrisitas traviesas de mis tías cuando vendían algún extraño adorno. Mis
padres dejaron de dolerme, dejé de preguntarme que habría pasado con ellos.
La primera, fue una india Pima que llevaba cargando en la espalda a un pibe
Los ojos mas oscuros y mas limpios que he visto en toda mi vida.
160
campamento. Sin detenerse a pensar, tal vez motivada por el hambre y la sed,
se acercó a la fogata y nos miro con esos ojos oscuros y callados. Al principio
nos sorprendimos y buscamos detrás de ella a otros indios, pero Domitila solo
llevaba con ella, a María y a Cerapio. Por deducción, se acercó a Vicente, que
chal donde llevaba envuelto al niño y lo tomó en su regazo. Nos sonrió con
empeñosas.
huérfanos de madre. Al pasar los días, nos enteramos que camino a la mina
hacer nada para salvarla y la había enterrado ahí tras lomita, porque no la
podía llevar arrastrando hasta el pueblo. Los mas pequeños de los niños, se
abandonadas y destruidas por los aguaceros, nada que ver con la población
minera que buscábamos. Aún así, Cenobio fue de gran ayuda para Vicente
demasiados los que íbamos, que no podíamos atender a mas personas. Pero
Vicente y mi nana empezaron a tener una visión distinta del viaje, y claro como
Este hombre andrajoso, al que habían invitado a venir, me daba muy mala
Pero cuando salió del rio, recién bañado, su aspecto mejoró notablemente,
hasta se le veía normal. Desde ese día fue como si hubiera renacido. Le
semanas o meses del futuro, serían al lado de ese hombre que para acabarla
de fregar, era mudo y analfabeto. Lo de analfabeto era común por todas partes,
además, muchos ni siquiera hablaban español solo su lengua nativa que era
cuenta, como me sucedía siempre, terminé hablando como todos ellos. Una
lado del potrero. Nunca pudieron tener hijos y eso lejos de molestarlos, los
impulsó a tener una especie de albergue para los indios huérfanos. Pancha, mi
campo. Eso si, siempre bajo mis ordenes, que como siempre, sin darme
objetivo a alcanzar, pero cada día que pasaba , me parecía que ese pueblo
era mas invención de mi nana que otra cosa. Ya era mucho el tiempo y a cada
ranchería que llegábamos, no era santa Bárbara y nadie sabían darnos razón
ya quería quedarme donde fuera, qué importaba si los indios llegaban y nos
soldados, que nunca había visto, llegaran y nos apresaban. Qué me interesaba
si se perdían los baúles de mis tías, que no me permitían abrir y que ni parecía
Mi nana era tan firme a tal aspecto , que ni mencionar la petición de abrirlos.
México, corriendo…huyendo, no tengo muy claro, de qué. Con dos baúles que
nosotros.
fogatas, porque una sola hoguera ya no era suficiente para todos y después de
agotados.
Conocí mucho de mi tierra, cosa que les agradezco a los que nos hicieron huir.
ocasiones cuando nos contaba de las caravanas; quién iba a decirme que
terminaría siendo parte de una caravana, una que se había formado con los
miedo.
viajábamos los tres. Pobre mudo no entendía que hacía ese espíritu sentado
el mudo parecía que se divertía incluso hacia sonidos parecidos a las de una
parte trasera, leyendo algún libro rescatado de los bultos de mi nana, ignorando
Jamás había sentido tanto frío, entre Vicente y otros dos hombres, levantaron
de color. Nunca había visto nevar de esa manera, al principio gozaba del
espectáculo, pero conforme pasaron los días me fastidié. Tanto frio, era
165
fuego.
los remedios posibles para sanarlos, pero fue imposible, una mañana
juntos, sin decir una palabra. Los enterraron bajo los abetos, ahí a un lado de
Todos los días salíamos temprano a conseguir agua, por lo general el arroyito
estaba congelado, así que teníamos que caminar camino abajo hasta encontrar
Que solitarios y abandonados se veían los parajes blancos, alguna que otra
despistada ave se atrevía a volar por los cielos helados y llegaban hasta las
quebraba, nos ardían las mejillas al momento de ponerse rojas, mi nana hacia
un ungüento que oía a rayos, pero que era mágico. Las pestañas se nos
Un día, nos llevamos un susto mayor. Al lado del rio, por la misma rivera por
donde bajábamos todos los días, se había establecido una tribu. A primera
vista parecían apaches, pero no estábamos seguros. Tal vez eran comanches
columnas de humo.
Un día antes no estaban ahí, de dónde habrían salido, por donde habían
llegado que nos los vimos, claro que desde la caballa poco se distinguía y
menos con esas nevadas que estaban cayendo. Mirando la pequeña aldez, nos
tantas cosas malas las que se oían de los indios del norte, que no sabíamos
Estábamos muy al sur para que fueran apaches, pero con los revuelto del
mundo todo podía pasar, a la mejor eran unos cuantos huyendo, así como
desaparecer estas etnias, muchos formaron alianzas para defenderse del robo
al que eran sometidos; los nativos sabían moverse por los terrenos, sin
aunque mucho de razón tenían en esos cuentos, nunca mencionaban todas las
muertes y los castigos a los que habían sometido a estos nativos, pero mi tío
167
tribus,.
Como los indios de mi país, los indios de aquel país quedaban en nada, y
muchos estaban sometidos bajo los yugos de los poderosos. Aunque como
Pero recuerdo que mi tío mencionaba que los indios del norte seguían luchado
escondían.
Tal vez ese grupo que acampaba a ambas orillas del rio, eran parte de esos
indios que escapaban de las reservas. Lugares que se habían creado y hacia
168
donde llevaban a todos los indios que habían firmado los tratados de paz, ahí
las trece colonias. Muchos indios no estaban de acuerdo en ello, así que
Pero para qué especular, lo mejor era regresar sobre nuestros pasos, tan
nos alcanzaron con rapidez. Nos rodearon, solo éramos seis los que nos había
tocado esa mañana ir al rio. Los demás estaban dentro de la cabaña, mirando
por la única ventanita que daba al campo. Aún más asustados que nosotros.
aquellas historias de mi tío Efraín, a punto de morir bajo la furia de las hachas y
las flechas.
Los indios sobre los lomos de los caballos se veían gigantescos, sus caras
frente a los indios, se puso las manos sobre la cadera, retándolos. El que
verdad que mi nana era tan valiente, había que reconocerle ese atributo. Si no
de qué manera se explicaba, que sobre todos los peligros se hubiera hecho
imágenes de matanzas.
La fiebre empezó a ceder, cuando los rostros dejaron de tener mucho color, se
oyó el respiro aliviado de mi nana. Debemos hacer guardia, Cuca porque esto
enfermar nosotros.
bajando constantemente hasta el rio para traer agua fría, preparando infusiones
sarampión que les había atacado era controlable y de cierta manera benigno.
Lo que nos falta, el agradecimiento de los indios hacia nosotros, los hicieron
las laderas de los cerros se oía el aullido de los lobos y el ronronear del aire frio
Ya estaba harta de ver tanta nieve y de padecer tanto frio, le pedí a mi nana
que nos estableciéramos ahí, que ya estaba cansada de caminar, que Santa
quería seguir. La nana tan comprensible que era, me dijo que me tomara un
descanso que me echara a dormir y que después hablábamos. Claro que ese
- Nana ¿que tal que por este camino no llegamos a Santa Bárbara?
El mismito paraíso no parecía llegar, cada día parecía que nos alejarnos más y
rodeando las poblaciones grandes. MI nana aun sentía temor de que nos
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caravana a las personas, eso significaba que los baúles de mis tías estarían
Y además que los indios vinieran con nosotros, imponía cierto respeto a quien
nos viera pasar. Incluso yo, sentía ese miedo, prefería estar un poco retirada
mi tío muerto que seguía sentado a un lado del mudo, fumando su pitillo. No
Azucena se llamaba ella, era una mujer regordeta con ojos sonrientes, sus
cabellos largos y negros estaba trenzados detrás de la espalda, con una voz
dulce y enérgica. Ella tenía dos hijas muy pulcras y lindas, un poco
pretenciosas, al menos así me lo parecía a mi; pero debía también debía ser
que me daban celos, tan delgadas y hermosas, con ese tono canela de piel,
sus ojos negros y grandes, eras hermosas, todos las miraban pasar,
porque a según ellos era la dueña; no sé de dónde habrán sacado que soy el
Cuánto tiempo llevaría sentada frente a mí, muy modosita con su vestido de
nuevo le intenté llenar la taza de café, pero ella puso su mano sobre la boca de
la taza, indicándome que no quería más café. ¿cuántas tazas le habría servido
ya?.
tosía, era por el humo del cigarro de mi tío. ¿Cuánto tiempo más permanecería
mi tío conmigo?
cabeza los recuerdos de aquel sacerdote que tenía un romance con mi madre,
amándolo.
Tenía mucho tiempo sin pensar en ellos. Hacía tanto tiempo desde que
pasaron las cosas. No en vano, yo ya tengo 62 años, mucha correría con gente
Cómo habíamos llegado hasta ahí. Pues resultó que Santa Bárbara, al final de
enclavado en la sierra, la gente era cordial y amable, pero por alguna razón mi
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nana no se sintió cómoda entre esa gente. Tal vez era que ya se había
amigos no eran bien recibidos y que teníamos que ser leales para todos
podía decir yo, al final de cuenta terminaríamos haciendo lo que ella quería y
así fue, una tarde dejamos las carretas preparadas y salimos de madrugada.
El cielo estaba poblado de estrellas, se oía el ulular de los búhos metidos entre
los pinos. Avanzamos con los niños dormidos sobre las carretas, con los indios
entre nosotros el caminar ya no era difícil, los caballos lo agilizaban todo, solo
las mujeres iban a pie por el camino, a veces calladas y otras hablando. De qué
animales.
Los alimentos erala parte más cordial del camino, ahí todos éramos iguales,
la palabra.
madre. Sus hijas nos miraban con celo, tal vez pensaban que les robaba el
cariño de su madre.
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Sabes que una población no puede estar sin fe, que más da si son
gente. Creer en algo nos levanta todas las mañanas y es muy bueno
que este pueblo olvidado de Dios tenga su iglesia. Que importa si son
tener alguien que nos recuerde que hay un dios, y mas ayuda que no
concluyo.
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propio Dios, bueno o malo, pero es mío. No ando en busca del dios de
dolieron mucho
- ¡esté bien!- le dije con fastidio- Apoyaré la construcción del templo, les
daré el terreno que está contra esquina de la plaza, pero no haré nada
pueblo. ¡Me voy!- dijo apurada- debo contarle a Reyes que podemos
mejilla y se marchó.
Miraba como los indios codo con codo con los otros, iban levantando las
La mía era la más grande, con tres recamaras, un saloncito de estar, la cocina
y el comedor. Era una cabaña amplia y con olor a bosque. Sus enormes
cada habitación. En una de las recamaras los dos baúles cerrados, ni aun en
esa casa me daban permiso para abrirlos, conforme fue pasando el tiempo, los
Pesaban mucho y tenían que cargarlos entre varias personas para moverlos
de lugar, por eso, desde que los pusieron en esa habitación, en ese mismo
lugar había permanecido por décadas. Solo les bordé unas toallitas para que
Habían pasado décadas desde que llegamos a esa planicie, el gusto que me
Era una planicie que se extendía a todo lo largo sobre el rio. Este seguía un
camino mas abajo, donde terminaba la barraca. Para llegar a él, solo teníamos
que bajar la ladera, el rio se deslizaba mustio y callado, dentro de sus aguas
De manera natural los demás se fueron asentando, para levantar sus casas,
Con el tiempo lo que había comenzado como una ranchería próspera y que
edificios hecho de adobe, con vigas de madera y techos de manta blanca. Aun
no logramos traer la luz, las lámparas de alcohol eran las preferidas de las
personas de las casas, dejando un poco olvidadas las velas, los caminos no
Los ricos eran los ricos y los pobres eran los pobres. No entiendo en que
mismos.
ese terreno. Fueron muy acertadas mis suposiciones porque no habían pasado
meses, cuando una familia completa llego y sin preguntar empezaron a fincar
sus casas alrededor del terreno. Llegaron como dueños y señores, como si la
tierra fuera de ellos. Y todos pensamos que tal vez si lo eran, pero pronto
estuvo claro que no era así Lo que pasa es que eran un montón de
ellos. De ese tipo de personas eran todas, desde las mujeres que hablan con
Todos, a los alrededores, pensaron que se habían instalado ahí porque tenían
poder y dinero, entonces serian los importante del pueblo: lo que pasa es que
Pero con ese pensamiento los otros habitantes del pueblo pensaron y siguen
pensando que esas personas son los importantes del pueblo y de tanto creerlo
hacer mucho ruido. Se visten de seda y pegan a los jornaleros con el látigo del
que habita, además , de qué se jactan si son unos venidos de menos que se
hicieron de unas tierras que no eran de nadie. No les costó mayor esfuerzo que
permanecia otorgaba título y nosotros, digo nosotros por no decir los demás,
principio las siembras eran solo para nosotros, para subsistir durante todo el
año. Pero después, las galeras empezaron a abarrotarse y fue imposible tener
árboles. Entonces pasados unos diez años tuve sobre mi mano la primera
siembra. Ahora espero ver como cae la noche y siento el arrullo de las
180
- Cada que anochece no puedo evitar recordar a mis tías. ¿qué habrá sido
preguntas que siguen sin contestar a pesar del tiempo que ha pasado.-
todo.
- ¿Para qué quieres que me visiten? Solo vienen a pedir cosas, dinero,
permisos, estoy harta de todos ellos. Necesito hacer algo más. Qué se
por el camino.
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ahí estaban los baúles. Ya han pasado los años tenemos que abrirlos
- Pero nana- le interrumpí- mis tías desde hace añales deben estar
- Tus tías dijeron que en esos baúles iba toda tu herencia, que bajo
- Pero nana ¿qué desconocidos ves aquí? Son míos y no los puedo abrir
¡es el colmo!
nana
parecía una jovencita, yendo de un lado para el otro con su marido que estaba
mas enfermo cada día, pero ni enfermo dejaba de trabajar. Miré con fiereza a
existencia de esos baúles, tal vez tuvieran plata, o lingotes de oro, joyas,
No supe que esos baúles eran la comidilla en el pueblo, todos preguntaban que
fueran abiertos.
cabezas pasaban horas y horas pensando como podrían saber lo que contenía,
- Si yo lo dije siempre, Cuca debe ser muy rica- aseveró Carmen. Los
predicadores que merendaban todas las tarde con ella, ponía mucha
tener tanto y tanto sin haber trabajado en toda su vida. ¡claro la herencia
de las tías!
cada vez les costaba mas creer. Sabían que podían llegar a los baúles si se
mi persona, bastantes malos ratos había pasado en el ayer para todavía tener
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el pueblo pasaban tan pocas cosas, que cualquier detalle provocaba una
animosidad desconocida. Por pequeña que fuera la causa, las clases sociales
se unían para trabajar codo con codo para lograrlo. Después, cuando se
que viviéramos.
arroyo y sentarme a tomar el café con azucena que ya era una anciana y sus
dos hijas que ya estaban casadas. Vivían una a cada lado de la casa materna.
a mi corazón durante muchos meses. Lloré por ella y por todos los muertos
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que nunca había llorado. Y como suele suceder, en esas familias donde muere
la madre, los hijos se empiezan a desperdigar, así mismo nos pasó a nosotras.
tenían el mismo afecto y yo resentí, así que dejé de ir y ellas, que nunca habían
Las diferencias con los de la otra banda, se habían creado por razones
irremediables. Si los amigos de la otra banda podían evitar venir al centro del
pueblo, lo hacían. So tenía que cruzar el pueblo para salir al camino, preferían
rodear, aunque les tomara mas tiempo llegar a su destino. Solo los sábados
por la noche se olvidaban los malos entendidos y los hombres de la otra banda
pueblo que se digne llamarse pueblo, puede estar sin una cantina.
perro.
contaban que venía huyendo de la ley. Dicen, que por el rumbo de Sacramento
había matado a dos soldados y que, había llegado al pueblo para esconderse,
Si esto era cierto Moi, había escogido mal lugar para venir a esconderse, aquí
en este pueblo todos los secretos son a grandes voces y además recorren las
conoció a Eustolia con la que se casó , tuvieron tres hijos, mas feos que la
fregada. Y para el colmo uno de ellos era sordomudo. Este chico apodado el
Tito, se pasaba los días metido en el corral de los caballos, aprendiendo los
menesteres del oficio, era el más simpático de los tres hermanas, tal vez
miel y andar elegante, debió sacarlo de Eustolia, porque Moi era chaparro y
gordo, con un vientre que le media un metro de diámetro, a tal grado que no
podía mirarse la punta de los zapatos, si, parece que exagero pero no es así,
una silla con ruedas, y sobre ella iba feliz a todas partes o simplemente a
Pues Tito era el menor de todos los hijos y lo descubrí un día, cuando él tenía
calle, ahí en la calle principal, del otro lado de las vías del tren. En la que mas
que hogar era su prisión, miraba por la puerta de alambre hacia la calle,
saludé y le miré los ojos de espanto que puso al ver mi saludo. Claro que se lo
dije a Eustolia:
- Pero que hace ese chiquillo metido en tu casa, cuando debía estar en el
me dijo:
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contado que el niño era especial y que los padres no gustaban de verlo con
Cuando salí del almacén con mis nuevos zapatos de carnero hechos a
mano, noté que la puerta de la casa ya estaba atrancada. Eso fue suficiente
las sonrisas hay las mas extrañas oscuras intensiones.Los saludos pueden
esconder los mas negros pensamientos o también los mas honestos, pero,
de una manera extraña, las cizañas y las envidias son la nota que da calor
a los pueblerinos.
aclarándole porque ese niño debía estar con los demás niños y hasta me
hombre capaz de valerse por si mismo. Que ella no le iba a durar toda la
proyecta. No falta que haya por ahí , alguna persona que sea muy envidiada
y a la que atacan con mas fierezas las habladas. No importa el género las
Una nota muy importante, la dan esas mujeres que se quieren quedar con los
maridos de las otras ¡Claro que en este pueblo, como en todas partes también
humanidad.
Margarita, siendo muy jovencita, llegó a vivir con sus abuelos. Era una
Para entretenerse en este pueblo aburrido, empezó a darle clase a los hijos
Los abuelos le abrieron una puerta que daba a la calle donde estaba la
estación de tren para que por ahí ingresaran los niños y así no tenerles
que ver cruzando la sala de estar, siempre con el pendiente de que se les
Los abuelos de Margarita era personas que habían llegado desde Nuevo
Se mudaron al pueblo porque por mucho tiempo fueron azotados por una
ola de hurtos, pero lo que derramó el vaso, fue aquella emboscada, donde
como yo.
algunos días. Por fin, pude hacer uso de las habitaciones para los invitados.
Tenerlos en mi casa, me daba tal placer que me hice adicta a ellos. ,Era
mientras se fumaba un cigarrillo, que le daba miedo porque tenía toda la cara
ensangrentada.
paseaba por todas las habitaciones y muchas veces se sentaba junto a mi, en
recordaba aquel día, cuando mi tío recién llegó a la casa y nos hablaba de la
Mi tío era como los baúles, de tanto verlos los da uno por hecho, de por si,
nunca me había tanto miedo para dejar de notarlo. Yo no sabía que las
personas dejaron de venir al rancho a visitarme por culpa de mi tío. Los pocos
vieron cuidándome las espaldas, paradito muy cerquita a mi cuerpo. Los ojos
Y yo de tan sola que estaba, empecé a charlar con él cuando comía o cuando
Las personas al principio me notaron rara, pero después fueron pensando que
tal vez, con tanta soledad me estaba volviendo loca y por eso hablaba sola.
muy doloroso.
Un día escuché a los niños, referirse a mi persona, como Cuca la loca. Eso sí
mismo. Ni estoy loca, mis pocos amigos lo saben, lo saben todos en el rancho.
invitaban, hasta que me aburrí. Iba, no porque me gustara estar con tanta
Todos revueltos, los hijos de los peones, con los hijos de los ricos del pueblo.
Entonces observé que era necesario traer más maestros. De ese modo llegó
Con su llegada, las noches del sábado tomaron color y calor, en la cantina se
armaban tamañas las discusiones que les ponía la sangre a hervir, a veces
salieron a relucir las pistolas. Llegó a tanto el agite que el comandante Teófilo,
firme a la entrada para quitarles las armas. Decía que era para protección de
ellos mismos.
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Al principio, todos protestaron, decían que ser tocados por un varón no era
ya no tuvo que pararse delante de la puerta, porque los hombres optaron por
dejar las armas en casa. Los pleitos sobre religión y política se hicieron algo
hizo natural, la cuña que el solía poner a disposición de todo aquel que quisiera
disputaban su amor.
profesor. Rigoberto cada día se fijaba más y mas en la maestra, pero ella no se
casada con otro. Así que sin pensarlo más se atrevió, fue directo y se le
declaró, ella lo miró por primera vez. Nunca pensó que ese hombre estuviera
que él sentía por ella, porque ella estaba enamorada de Tito, mi caporal.
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del otro. Me parecía que aquello no tendría buen final, pero, quien era yo para
intervenir, solo dejé que los jóvenes disfrutaran lo mucho que se querían.
Pero en aquel pueblo nada era secreto, ni siquiera que Moi estaba muriendo de
enfermedad aun era más raro. Lo habían llevado al Paso, Texas para que los
caballo una vez al mes y que les había dicho que Moi estaba enfermo de
gordo, pero a los hijos y a Eustolia no les gusto el nombre, y en lugar de cuidar
Desde que regresaron, Moi yacía en una cama, sin entender porque seguía
estuviera en la cantina.
Como pasó aquel día cuando Gerónimo cruzaba el camino, lejos de la huerta,
rumbo a Madera. Pero por una extraña razón miró hacia la cerca y lo que
regresó el pueblo, tocó a la puerta de los abuelos y les dijo lo que había visto.
Margarita se casó con Rigoberto pasado apenas un mes, ella llevaba en vientre
hecho un buen matrimonio. Pensaba que los abuelos eran muy ricos y pues la
heredarían cuando murieran. Pero eso nunca lo pudieron ver sus ojos, porque
una noche cuando salía de la cantina alguien lo balaceo por la espalda, quedó
tendido a mitad de la calle. Todos decían que había sido Tito que enloquecido
de celos, lo había matado, pero solo fueron suposiciones porque nadie supo si
Margarita quedo viuda con un hijo de pecho. Entonces, se fue a vivir al rancho,
ahí con tito construyeron una casita y al lado hicimos una escuela. Los niños
tenían que caminar más y así lo hicieron. Los abuelos de Margarita le cerraron
Que Margarita se fuera a vivir con tito, le dio a ella la oportunidad de ser feliz
por todas esas resbalosas que solo andaban mirando a que mujer bajarle el
de la región.
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Incluso los domingos, con el pretexto del paseo, las mujeres venían desde
otros poblados a buscarlo. Tito sordo mudo y un poco feo, de pronto se sintió el
más guapo de toda la región y esto lo perdió. Empezó a resbalar en las camas
de otras mujeres, de uno para otro lado, ocupado siempre con alguna tipa
prontona,
enterarse que su marido se había revolcado con Petronila, la mujer mas vulgar
que existía por el rumbo de Las Varas, las mas burda y puta de las mujeres.
las curvas del sauz. Desde ahí se lanzo hacia el vacio. La hallaron destroza y a
11.
tejer o bordar, leía los libros que me mandaban desde la ciudad de México y
que me llegaban por tren una vez al año. Domitila era la encargada de
región alguien tuviera una biblioteca como la mía. De entre todos los textos
había uno que me acaba de llegar y que me cautivó desde la primera línea,
amor tan puro y entregado, tanto como el amor que siempre esperé sentir y
que sintieran por mi. María era un libro ingenioso, lleno de amor y para esta
mujer solitaria. No fue la primera novela de amor que había leído pero si la que
mi pecho ese amor tan infinito que sentía la niña. Pero al despertar la realidad
me arrancaba de la cama.
Aunque amenazaba nieve, yo tenía que bajar al pueblo, por la noche, mi nana
y Vicente me comentaron que Carmen y otros andaban por todas las casas
cosas me pusieron de mal humor. Primero porque por sus propias pistolas, a
los peones les había quitado parte de la paga para meterlo a la construcción
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de la iglesia. Los peones no podían protestar porque temían que les echaran a
Así que ensillé un caballo y lo más rápido que pude bajé al pueblo, el viento
Lejano como todos los años vividos en la Cd. México, alguna vez tendría que ir
de regreso.
ya no existía. Que ahora ahí existía una plaza. Que mi casa había
desaparecido, que nadie en los alrededores recordaba que ahí hubiera estado
una casa…La casa rosada, como la bautizaron mis padres. Leyendo la carta de
Domitila me entró una urgencia de buscar en los baúles algún papel que me
sirviera de referencia. Busqué en los cajones las llaves de los baúles, pero en
estarían, pero ninguna llave funcionó, así que fastidiada, fui por un cuchillo. Los
abriría así me quedara sin manos, pero pasadas unas dos horas, me di por
vencida. Esos baúles eran míos pero parecía que le pertenecían a mi nana.
Que rabia me daba, no poder disponer de las cosas que eran mías. MI nana
me decía:
- no comas ansías….
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Pero las ansías últimamente me comían a mi. Cada día me acometía una
ansiedad nueva. ¿Qué habría en esos baúles? Dice mi nana que mi herencia,
pero acaso mi herencia cabe en dos baúles. Pensé que éramos de los mas
Por cierto ahora que recordaba, mi tío Efraín tenía días sin aparecer, que cosa
tan extraña, porque desde que desmontamos en la región no existía un día que
no apareciera. Bueno a la mejor, por fin, decidió irse a descansar, qué era eso
silenciosas, las ventanas cerradas y por los tubos de las chimeneas salía el
medio entornan se asomaría uno que otro rostro, averiguando quien era él que
mayor del pueblo, Carmen la primera de todos, don Tomás Ávila, Gustavo
Margarito y por no quedarse atrás mis dos compadres, Agustín García y Elías
Elizondo.
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-eje- hice el sonido con la boca para atraer la atención. Todos quedaron en
silencio y miraron hacia mí. Estaban perplejos, no entiendo porque, sería acaso
porque sabían que ya había averiguado las tranzas que estaban haciendo en
mi nombre.
Carme reaccionó:
- Solo – dije con voz baja y amenazante- quiero que me expliquen dos
- ¡No qué compadre…! ¡No qué! ¿Qué se creyeron? que estas personas
no tienen quien los defienda. ¿De quién fue la pinche idea de hacer
eso…sin pensar que esas personas necesitan comer mucho antes que ir
a una iglesia? Me extraña de ti, Carmen. ¡Me extraña de ti! ¿Por qué
padre les juro que o devuelven todo lo que con mi nombre han recabado
- Vulgar? Pue’ que si…pero ladrona y mentirosa ¡jamás! Hagan lo que les
a mi rancho.
Les sonreí con suavidad, tranquilizándolas. Al pie de la cama mi tío Efraín sin
miedo. Era como una premonición, como que estaba avisándome de algo.
- Habla tío, habla yo seré una bruja pero no soy adivina. Si no me diriges
Por la mañana todo el terreno amaneció nevado, como sabíamos que sería, a
lagrimita.
La nana me miró con fijeza, era una mujer muy delgada, fuerte, por ninguna
parte se le notaban sus 72 años, sus ojos eran limpios, solo su cabellera
- Hace tanto de eso, Cuca- me respondió y puede ver como sus ojos se
amor. Pero yo sabía lo que sentía por como me miraba. Me dolió mucho
- Ya sabes como son los del pueblo, unas víboras, que hacen leña de
- Nana , es verdad
- Ya te lo había dicho aquella vez cuando te comenté que por las noches
personas lo han visto, incluso han dejado de venir, sabes quien lo veía
nunca
- Siempre creí que eran cuentos de pueblo, tantos años viviendo aquí y ni
- Es que desde que abrí los ojos, mi tío me miraba fijamente desde el pie
Esperando a que regresara, cualquier persona que viniera será bien recibido
ese día.
- si caminas por aquí Cuca, no pises los flecos de la cortina, que fueron
que vendemos.
lo inventaban o era verdad , ellas me hacían escribir sobre la tarjeta, algo asi
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La gente buscaba esos productos por mas caros que fueran, tener la sensación
La tienda de las tías era exclusiva, muy cara y no todos podían darse ese lujo,
entrar en ella era símbolo de distinción y riqueza. Solo gente encopetada y muy
rica lo hacía, y parecía que en esa época tumultuosa, los ricos no abundaban
pero los hechos dejaban muy en claro, que pasará lo que pasara en el mundo,
Los ricos eran una clase social que no sería eliminada jamás, como las
cucarachas que sobrevivían a todos los venenos, así mismo sobrevivían ellos,
las revueltas solo movían a los de abajo, los de arriba podían correr protegerse,
era lo que quedaba, solo lo mismo mas que cambiado de lugar, los pobres mas
Tantas muertes, de las que oí en esas reuniones de gente bien. Las mujeres se
rio revuelto, ganancia de pescadores. Todos ellos eran así, muchos adornos en
que hubieran inocente pero a fuerza de tanto roce terminarían como los demás
parece que falsificaban esas tarjetitas, eso si las escribían de una maravillosa
manera con una letra de artista. Mientras Tencha le dictaba , lila se reía un
poco . No sé, como que gozaban con lo que hacían. De esas damas tan
dignas, nadie dudaría jamás, ni siquiera mi tío Efraín. Ahora lo veía claro, ni
- Ladrón que roba a ladrón- Un día escuché que mi tia tencha que le
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“Mi querida Cuca, con el firme propósito de encontrar restos de tu vida pasada,
artefacto está de moda en la ciudad, tendrás que leer muy bien las
regalo que va encima del aparato, ya sabrás como usarlo. Por el precio no te
húmeda, si para cuando los recibas siguen húmedos ponlos a secar antes de
colapsaron hace unos días, por tanta lluvia, dicen los periódicos que cayó una
dieron abasto, rompieron los diques y todo estaba bajo el agua. Pero ya las
Porfirio es un poco o muy mucho cansino, tal vez, tantos años de presidente ya
tiene fastidiados a muchos, así que los rumores sobre luchas armas es
que sea debemos tomar al toro por los cuernos. Salúdame a Panchita y a
Gertrudis.
Te mando noticias pronto, disfruta de tus regalos. Sin otro asunto mas por el
momento.
Tu querida amiga
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y me dijeron que debía sacarte de la ciudad, que tus padres habían sido
Esa noche llovía mucho y no atinaba que cosa hacer, ni a donde partir
sus casas, para que cuidaran de su familia. No supe como Vicente vino
con nosotras, cosa que agradezco. Recuerdo que ellas dijeron que
zarparían a cuba para protegerse y que mandarían por ti. No supe más
- Pero Nana, ¿no sabes quien apresó a mis padres o a dónde los
llevaron?
idea de qué era un fonógrafo, además venía desarmado, con razón decía
Vicente se hizo cargo del armado, a cada pieza que colocaba mas dudas
nos entraba, para qué serviría esa caja de madera, y ese cuerno ancho por
un extremo y angosto por el otro extremo como el cono que usaba don
que temprano.
Intenté levantar el otro paquete que venía agregado pero pesaba mucho y
no pude, así que me agache para abrirlo. Seis cajas de mediano tamaño ,
saque uno y lo abrí. Que cosa venía dentro era como tubos..con grabados
en la superficie.
todos lados
Estuvimos ahí mirando como se movía el cilindro y maravillados con tal invento
- Es mágico- resolló.
una caja que hace música. Me recuerda esas cajitas musicales que
vendían mis tías y que decían venían de Viena, eran tesoros, había una
esfera que estaba llena de nieve. Cuando le daban cuerda sonaba Claro
de luna, creo que de Beethoven, al menos eso creo recordar que dijeron
mis tías, pero era una preciosa melodía y me llenaba de melancolía. Los
los alrededores, desde los menos ricos hasta los mas ricos. Solo ricos
conocían ellas, los ricos eran lo que importaba porque eran los que
como que me molestaba mucho el término de rico, como que los que eran
Todos en ese pueblo creían que yo era rica, que tenía muchísimo dinero, no
sé de dónde sacaban esas ideas, lo único que yo poseía eran esas tierras y
paz, y vivíamos como una familia protegida y progresando. Que cosas, loca
habitación, Traté de que todos entendieran que no era rica, pero me cansé
y entonces dejé que lo creyeran, lo malo era que de tanto estarlo repitiendo
Tenía que abrir esos baúles, me moriría sin saber su contenido, quería
prestárnoslo.
- ¡Claro que no! Será en la casa de doña María, ella tiene dos galerones
Cuca?- me preguntó
en una cueva, andaba huyendo desde rio colorado.Lo habían querido colgar
por abigeo, un delito muy grave por aquellos lugares, no era de buena
nosotros.
En el camino nos contó que era huérfano y que se había escapado de un lugar
en donde le daba muy mala vida, desde entonces no encontraba lugar donde
sino en comérselo, pero antes de poderlo matar, lo atraparon con las manos
Agustín era muy simpático y cantaba muy entonado. Su voz era clara y
hermosa. Nos contó que las monjitas lo ponían a cantar en las misas, y que
era lo único que sabía cantar, así que cuando le daba, oíamos toda la música
sacra que se sabía. La nana decía que cantaba como los mismos ángeles.
Antes de llegar a santa Bárbara se hizo novia de luz Elena, la hija mayor de
chiquillo de nombre Miguel Agustín, en sus primeros años fue muy apegado a
mi, pero pronto descubrió el placer de las mujeres, se subió en un tren y jamás
habíamos vuelto a saber de él. Agustín y Luz Elena tenían otras dos hijas.
- Acá todos confían en ti. Te metes poco en los asuntos de otros pero
eres avariciosa. Solo basta mirar como marchar las cosas en este
rancho.
- Pero Cuca, eso tiene que cambiar, tenemos que ir contra la corriente, los
- Vaya, -el más alto se adelantó y me dijo- por fin tenemos el placer de
les cuestioné. No podía ser suave, pero tampoco quería ser descortés
aunque no quisiera tener nada que ver con gente de esa calaña
Pude observar los ojos azules de los pastores, ahora no me importa recordar
sus nombres, porque lo que pasé con ellos es para olvidarlo. Jamás pensé que
al ver como los predicadores se lanzaban sobre mi, en una clara cacería. La
edad que la mía, pero eso a ellos no parecía importarles, por consiguiente a mi
tampoco debía importarme, incluso, estaba dispuesta a olvidar que eran una
presentes.
Agustín era muy buen compadre, pero como todos, era un lengua suelta, y el
Fui la comidilla y la burla de los ebrios del pueblo. Pero no conforme con ser un
optaron por narrarles, con puntos y comas y algún que otro agregado, lo que
enteraba yo, incluso de las mofas de esas personas sin provechos, ni lealtades.
Mientras todos seguían con creciente interés el desarrollo de los hechos, los
predicadores parecían inmunes a los chismes. A lo que iban ..Iban y yo, tonta,
por un momento, pase por alto, que era una anciana, una vieja solitaria
simplemente fui una mujer que de la nada se volvió joven, se me iluminaron los
ojos, se me estiró la piel, se me puso lozana, me dio por cantar. Que estúpida
les habré parecido a todos. Cambié el color de mis vestidos, sonreía como
Mick y John parecía que habían hecho un trato, por la mañana me visitaba uno,
sabia cuál de los dos me gustaba mas. Mick era candoroso, apasionado, me
besaba las manos que apresaba entre sus manos. Me acariciaba la cara y me
había sentido de esa manera, una mujer adorada, venerada y deseada. Que
Para la iglesia puse las bancas de caoba, como deseaban, total que era un
poco de dinero más. No me acordé que el dinero no era mío sino de los que
El día del primer sermón yo no fui a la iglesia, pero detuve la carreta frente a la
puerta del templo y desde ahí esperé hasta que vi salir a las personas,
festejo. Tener una iglesia, no era sencillo, y el pueblo a pesar de todo lo había
logrado.
El fonógrafo estaba en una de las habitaciones de la casa. Una casa que doña
María conservaba a su gusto. Los pisos eran de tierra bien aplanada, tan
aplanada que parecía que podía pasarle el trapo mojado y solo se levantaría
otra habitación que también había sido acondicionada para el baile. Todos los
vestidos con sus mejores galas, No había muchos momentos como ése, así
- ¿El baile va a comenzar! ¡Tomen sus parejas!…- diciendo esto hizo una
las dos habitaciones, escucho la melodía y grito:- ¡vals sobre las olas! E
llegaba hasta la otra habitación, así que mi compadre Agustín, tenia que
detener el baile, para rosear con agua el suelo, porque entre polvo que
amistades,
baile, nadie había notado que los predicadores no estaban. Habían llegado
menos no se sabía de algún caso. Así que con la tranquilidad que da vivir
219
casas solas, sin trancas. Y así fue como encontraron mi casa, sin tranca y
cuando lo pusieron frente al pasillo para mirar el camino que iban a tomar,
lo primero que miraron fue el fantasma de mi tío Efraín que les miraba de
atrancada.
menos a los predicadores hasta ya casi al final nos preguntamos que había
sido de los pastores, que no se les veía por ninguna parte. Las personas
mil, decían que tenían los ojos abiertos y llenos de terror , que seguramente
Viéndonos ahí encima, supe en realidad lo mío había sido una pantalla,
quedó muy claro que los baúles estaban malditos, y quien se atreviera a
amor, había sido del conocimiento de todos, después del velorio se pagaron
13
soñaba.
preparados para vivir. Cuando llegó a vivir al rancho, ya venía arrastrando una
entre tanta alharaca, los dos hombre de Gertrudis se fueron para no volver.
Mas que cuñados parecían hermanos, eran un par de mujeriegos que recorrían
que hasta llevaba los cuernos con una dignidad envidiable, ¡total! Él siempre
Rafael era un tipo común, pequeño, delgado, rostro ajado y un poco avejentado
221
en su andar, pero por cosas raras de la vida, tenía un don de palabra que
embrutecía a la más sagaz. Andaba por aquí y por allá, siempre procurando no
ser atrapado por los maridos, pero tenía tan buena suerte que lograba
quería la señora, era tener que atender las necesidades físicas de su marido,
así que, ella respiraba aliviada, porque sabía que su marido, volvía a la cama
Sus días eran lentos y llenos de labores, no era simple trabajar para mi, pero
cocina, la conservaba pulcra y muy bien provista. Tenía una manía por la
limpieza, cada tercer día lavaba a manos todos los pisos. Hasta me daba pena
cosas sucias, y telas que lavar. Estaba un poco enferma, su obsesión era la
limpieza, a veces ,me pesaba tenerla en casa, porque no podía estar en paz en
ningún lugar, siempre detrás de mi con una jerga Y además era tan
parlanchina, siempre tenía cosas que decir y cosas que contar. Me contaba
marearme.
222
alguno, pero imagínate que un día tengamos que ir por ahí ,a la misma
que era mas chaparro, luego cuando Petronilo se lo ponía, pos a bajarle
muy amenas y hablando con ella se me iba el tiempo en dos por tres, pero ya
siempre le seguía la otra. Parecía que tenía vividas mil vidas al mismo tiempo.
nunca regresaron. Pero ella les seguía esperando, segura de que un día se
aparecerían por ahí, como si no se hubieran ido. Y volverían a sus correrías por
las rancherías.
223
La vida seguía corriendo por el rancho. Nada pasaba por el camino, éramos
baúles.
Una noche, muy de noche llegó una carreta acompañada de tres jinetes,
Vicente había salido a recibirlos, ellos querían un lugarcito para pasar la noche,
que los caminos por aquellos tiempos eran difíciles, y había mucha gente
armada por ellos. Y temían andar de noche. Vicente les dio alojo, en el establo
del sur, que en esos días estaba vacio, porque los caballos estaban en el cerro
familiares, Nana y Vicente pasaban los últimos momentos del día sentados
las cosas del día siguiente , últimamente ya no hablábamos del ayer, pero por
viaje que hicimos juntos y que nos llevo hasta este momento. Ese día en
de la noche.
puertas y me fui a dormir. Un ruido atrajo mi atención, venía del cuarto de atrás
tomé un quinqué y fui a ver que sonaba, seguramente alguna rata . Era
gritar….
- Que tonta soy…que tonta- aullaba mi nana.- Ahora si!! Tus tías me
matan!
225
- ¿Mi fortuna? ¿qué fortuna?- le pregunté- ¿hay dinero ahí? ¿ qué hay
ahí, nana?
- No lo sé...tus tías me dijeron que toda tu fortuna estaba ahí dentro, toda
alguien
Total que los baúles esos, no se porque razón permanecían cerrados. Y ahora
se los habían robado. Vaya suerte la mía, esos baúles tenían conmigo mas de
50 años, las llaves habían desaparecido, y los baúles con el tiempo también
sentía la asesina.
Eran ideas mías, tal vez , en el pueblo ni decían eso. Pero yo me sentía
sentimientos no eran extraños, pero ahora los sentía de una manera mas vieja,
porque yo estaba más vieja . Vivía una lucha interna entre mi conciencia y mi
226
haber pegado los ojos. Efraín, mi tío, con su rostro ensangrentado se sentaba
a mis pies sobre la cama y ahí, muchas horas de muchas noches, permanecía
mudo y fumando.
Desde que el comandante vino por los muertitos, yo había evitado bajar al
chismes. Ella fue la que me entero que Pascual se había levantado en armas y
se había unido a Madero en esta lucha que estaba tomando auge por todo el
Una vez con Vicente y mi nana llegamos al rancho de santa Inés, ahí fue donde
aquella cena. Doña María la esposa don Rafael estaba sentada en un sillón,
hijo corría entre los sillones, sin obedecer a la orden de que se estuviera
rancho, era enorme, para donde mirara pertenecía a don Rafael, un hombre
cabal, delgado con sus ojos claros, color miel. Tenía un porte muy elegante y
mujer. Su silencio la hacía parecer déspota Tal vez ,no nos consideraba de la
altura social para estar sentados a su mesa. La gente de los ranchos a fuerza
de tanta soledad nos hacemos parte del silencio, hasta hablar nos da flojera…
cuando se pueden hacer las cosas, para que perder el tiempo hablando. Tal
vez eso le pasaba a doña María, porque se veía tan inmersa en si misma,
227
no.
Pos de ahí había salido Pascualito, de esa hacienda. Gertrudis supo, a unos
revolución, y que los perseguían como si fueran ladrones y asesinos, por eso
merito infierno. Infierno era lo que vivían ahora, al acecho de las traiciones y
del cambio de bando. La revolución nos tenía confundida, nos hablaban tanto
de ella, pero a mi rancho no llego ni uno ni otro bando. La revolución era como
un cuento maravilloso contado por algún idiota que no tiene otra cosa que
Así nos llegaban las noticias todas tergiversadas. No sabíamos qué creer y si
no hubiera sido por el hecho de que los hombres de Gertrudis se habían ido a
beneficio.
Para finales de 1915 nos llegó la noticia de que pascualito había muerto, en
más.
La revolución fue una especie de calca., había días que los pueblos se
A raíz de este asunto de los baúles, que sin saber porque , cuando los peones
Después, Gertrudis nos trajo del almacén el cuento de los baúles malditos y la
habían los echaron en una carreta y así ya con ellos se fueron del rancho, iban
a todo galope, cuando de entre las sombras del camino alcanzaron a divisar a
un hombre. La luna estaba en lo alto, era noche era muy clara, Y cuando
miraron al hombre, recordaron el cuento del fantasma que había matado a los
para que corrieran más de prisa, pero los caballos, de manera inoportuna, se
que iba sin control. A raíz de ese asunto, mi Nana empezó a sentirse mal.
Para mediados del 1916, Gertrudis recibió la visita de una mujer que le traía
entre las ropas unas cartas, dijo que llevaba viajando todo el año, intentando
dar con ella. Las cartas eran de su marido y de su hermano. Esta mujer pidió
alojo en la casa, y Gertrudis le dio cobijo a ella y a los dos hijos…uno de niños
era hijo de Petronilo y otro, hijo de Rafael, ella le contó que habían muerto en
batalla, aunque en realidad los había matado el tren. Gertrudis recibió a estas
229
personas como si fueran un regalo divino, a los niños los quería como si fueran
propios. Y después de unos días, Lilia se vino con Gertrudis y las dos se
hicieron cargo de mi casa. Esto me vino muy bien a mi, porque ella y Lilia se
entretenían con sus charlas, y yo podía leer o bordar sin tener el sonsonete
sentía nada bien. Así que hice costumbre ir a pasar las tardes con ella, empecé
en las piernas..
- Si, peyote , es un remedio muy efectivo . Una india, allá por San Juanito
Estos doctorcitos de pueblo, estaba tan borracho que no le creí nada, pero mi
nana dijo que probáramos que los borrachos y los niños siempre dicen la
verdad
Mi pobre nana un día me dijo que le hormigueaban harto las puntas de los
poco se le fueron durmiendo otras partes de las piernas y así le fue subiendo el
mal.
230
Mi nana decía que la Chona le había echado el ojo y que por eso estaba así,
tumba de alguien que en vida fue muy malo. Hay que buscar en todos
los panteones …lo malo es que puede estar aquí cerquitas o retelejos..
Así que mandé a Gertrudis a preguntar en el pueblo quién era el más malo de
la región. Y dijo que las noticias eran muy confusas, que unos decían que
Arcadio porque golpeaba hasta casi matar a Leoncia. Pero había otros que
decían de José Elías, porque cuentan que ahogó a sus seis hijos y a su mujer
le cortó la lengua para que no fuera a delatarlo. Pero, por ahí , unos
pervertido y tenia sexo con las marranas, que dos que tres ya lo habían
mirado…ése si que era un puerco. Pero había una mujer que les ganaba a
todos, la tal Lucrecia, era una mujer rubia que había llegado un día con los
gitanos, muy alta y delgada, diría que casi dos metros de alto, su cabello casi
tan largo, como su cuerpo, era trenzado para bajar hasta el infierno, donde
bebía agua, por eso es que no envejecía. Se hizo construir una casita del otro
lado del arroyo, un poco más atrás del cementerio. Algunos fuereños llegaban
hasta su casa, y no eran vueltos a ver. Se corría el rumor que ella los mataba y
se los comía a pedacitos,. Pero porque esa mujer le iba a poner un mal a mi
estaba enferma.
231
divisé, a un lado de la mesa sentado muy tieso a mi tío Efraín, con su cara
dejando los envases con la leche, me quité el mandil, me pasé una mano por el
Íbamos lo mas rápido que mis piernas permitían, últimamente los reumas me
muerto. Corrí a la habitación mi nana estaba dormida, no sabía nada. Pero asi
quedar sola.
- Si- dijo ella y se volvió a dormir. Así dormida las lágrimas siguieron
Vicente el hombre, el único padre que tenía desde hacía años, estaba ahí
los cirios de oro blanco que un día alguien me había dejado a cambio de un
caballo.
la pared, pero mi nana, no quiso que las pusiera, así que las guardé en el
ropero. Le vestí la cama con la mejor ropa, se veía preciosa, desde el momento
que supo de Vicente había muerto no había dejado de llorado, pues aún así
llorosa se veía preciosa. Nunca había notado lo linda que era ella. Mientras me
movía entre las ropas y los cómodas , Efraín entró en la habitación y se detuvo
Desde ese día yo tomé por costumbre ir a pasar las tardes a la pieza de Nana,
ahí charlamos las dos, yo le leía mientras ella dormitaba. Uno de esos días,
menos frío.
volverá.
Mi nana cada día estaba mas enferma, más inmóvil, muchos días la descubría
llorando me comentaba que sentía mucha pena por si misma. Que Vicente
233
había sido muy buen hombre, pero que ella toda la vida estuvo enamorada de
mi tío Efraín.
ánima en pena. Que era inaudito que un hombre tan bueno no pudiera
descansar en paz. Que le dolía el alma cada que le miraba ahí, observándola,
que no tenía miedo, solo una inmensa tristeza, que muchas veces le preguntó
respondí.
- Pero ,Nana ¡si tú me enseñaste a ser atea ¡, ahora quieres que cambie.
- Cuando el final está cerca…solo dios nos queda como idea de paz.
dormido, ni dolor siento solo esa incomodidad de parecer que solo soy
invierno
234
iban al monte, pero igual quería ir. Creo que estaba medio enamorada
de él.- le confesé
Cuando conocí a Joaquín era un chiquillo, al igual que yo. Los indios lo habían
pensaron que estaba muerto pero que no debía tener mucho tiempo
habían montado en los caballos para marcharse, el chico tosió, esto alertó a los
el chico estaba vivo, así que lo arrastraron con ellos, esperando que cuando
hacían verse muy infantil. No teníamos idea de que era un joven de 23 años.
Uno de los pistoleros más buscado por todo el sur de estados unidos.
Tan insignificante parecía que así lo creíamos, un crío sin familia y venido a
esos años. Así que era huérfano, los Cheyenne habían sido un pedazo de su
que nos contaba mi tío Efraín. Joaquín describía a la tribu como apacible, llena
235
alimento, detrás de las manadas de búfalos. Que la maldición cayó con esos
mas personas, de aprender un oficio que tanta falta hacía. Me contó que
- Yo me encariñe mucho con él, sus pelos rojos y sus pecas me atraían ,
creo que fue mi primer amor, porque nada mas verlo me venían todos
Mucho tiempo después supimos que su nombre no era Joaquín sino Tim.,
- Ahora recuerdo., bueno vamos abriéndolo, quién sabe que venga dentro.
Diciendo esto, retiré el empaque de papel. Era una pintura a tamaño real
llorar.
14
memorias. En algo debo confesar los hechos tan pecaminosos que estamos
llevando a cabo, Sé que es por un bien, un gran bien, pero no dejan de ser
basura, sin ropa, pasando frio, con la carne llagada. Todos se jacta de ser
buenos cristianos, claro que lo son, pero se olvidan de serlo en cuanto les
tocan los bolsillos. La rabia fue creciendo por mucho tiempo en nuestros
238
que nos preocupa es el hecho que después de que el dinero se vaya, como
Así que , con lo poco que nos quedaba armamos un plan. Un plan salido de la
mente perfecta de mi hermana tencha. Durante dos tres o 4 meses ella viajó
dormida.
Cada día era mas difícil para ella, los periodos de sueños se hacían mas
largos, apenas comía, no hablaba. Ella me pedía señalando con un dedo, que
había hecho una bolita seca , menuda y pequeñita, donde lo que mas
sobresalía era su cabeza con poco cabello. Abría poco los ojos, y ya teníamos
que darle de comer en la boca, su cuerpo inmóvil por completo se fue secando,
solo movía los ojos y el dedo índice de su mano derecha. Me daba pena verla
ahí, tan frágil, tan callada, Ya ni Efraín venía a verla, como si hubiera cumplido
pecho al verla en ese estado. Ella había sido mi madre siempre, había
vivir conmigo, sin mencionar jamás sus deseos de regresar con la familia.
solo hubieran quedado una madre y una hija. No era sencillo estar ahí,
fingiendo que no pasaba nada, cuando estaba pasando de todo, y a cada día
fue una mujer integra, inteligente, valerosa, con un animo desmedido y verla
ahí convertida en nada, no era justo. No era justo que fuera muriendo de poco
Nana, que había sido tan buena, estaba muriéndose a pedazos. Y aún su
Con el cuadro de mis tías que no recordaba haber mirado nunca, fui
encontrando recuerdos que traía extraviados. Entre ellos, el tiempo que pasaba
amorío, recordé con claridad el desprecio con el que era tratada, mis padres
mi tío Efraín llegó de las tierras del norte, encontré un ser amoroso y cordial, y
mi nana…mi bella nana que hizo de mi la mujer pensante que soy en estos
días.
Yo le obedecí de inmediato, mis tías tenían horas trazando letras sobre papel
que era una especie de alguna obra de teatro, donde estábamos falsificando,
me sentía parte de una banda de ladrones, donde el alma maestra era mi tia
…..ya le he dicho a Tencha que no es correcto que usemos a Cuca para estos
fines, pero como dice ella, no nos queda de otra, porque nosotros somos muy
tanto de que hablar, las piezas eran peleadas por todos, y eran consideradas
una especie de trofeo. Creían que venía de lugares tan exclusivos y elegantes
241
bien , tampoco se trata de estafar a los que no tienen, por eso es que ellos
trabajan de manera perfecta y hacen figuras preciosas, a cada una sigue una
mas hermosa. Pero aun pagando bien cada pieza, nosotras podemos sacarle
diez huérfanos.
Creo que he olvidado que estamos robando a estos pobres ricos que en su
afán de tener el mejor y mas caro objeto de adorno en su casa, pagan lo que
sea.
huérfanos. Esto nos alegra mucho, nos hace sentir que hacemos lo correcto. Y
de cierta manera, no son tan robados, porque las piezas son hermosas y
paguen más, si supieran que se crean en un taller de tierra caliente, ni por dejar
delincuentes.
hacen mas y mas ricos. cuando Miguel Hidalgo declaro que los seres
esclavos hay metidos en las hacienda, donde no se les paga mas que
esos trasgresores de la ley son todos éstos, que vienen y compran los
todos tratando de ayudar a los sacerdotes con el asunto del cierre de las
ellos ven por esos niños. Terribles lideres espirituales tenemos que no
seguir por este camino hasta que se pueda, si se puede toda la vida,
…..Hoy llegó Efraín, nos alegró el día, viene más elegante y más gallardo, se
muestra muy asombrado del México que encontró. Nos comenta que pensaba
que los diarios en el norte, exageraban sobre lo que decía, pero ya se daba
cuenta de que todo era real. Está sorprendido de la miseria que ve en las calles
Que les llenaban el cerebro con licor y los mal alimentaban, y todavía se
políticos, de lo que se deja sentir y lo que percibíamos que estaba por llegar
con esas reformas que se querían implementar en toda la región. Las leyes de
reforma nos tenían atemorizados a todos, una cosa era romper con algunos
244
mandamientos pero romper con algunos sacramentos era algo más delicado.
Pero Efraín estaba de acuerdo con las propuestas de Juárez, nos dijo que la
Lo que menos esperaba era saber que Efraín era un ateo, un ateo en mi familia
que horror.
Con el paso de los días le hemos mencionado lo mucho que nos preocupa
Cuca, que sus padres no ven en ella mas que a un estorbo y que necesitamos
poner en orden todos nuestros asuntos para que de esta manera podamos
protegerla hasta de sus padres, que son las personas mas nefasta que
evitar pensar mal de esa sobrino mío. Y si nos comentó, que él haría lo mismo,
que le preocupaba mucho lo que pudiera ocurrirle, que nadie tenemos la vida
nos esperaba.
Hoy vino Estelita Elías Villasana, le avisamos que sus abanicos había llegado
desde Japón, está encantada de poderse hacer de unos de ese tipo, pintados a
manos por los mejores artesanos japoneses, con esa seda de exportación. Se
pintados a mano. Puedo apostar que yo también hubiera sido presa del
engaño…
Mi tia Lila había hecho estas anotaciones como una especie de confesión para
limpiar en algo la conciencia, era una persona devota que no podía vencer a su
conciencia, aunque supiera que lo que hacían era por un bien noble y humano,
ella parecía que solo veía actos de hurto en todo lo que vendía, se tenía que
callar porque en su silencio iba que los niños pudieran seguir teniendo un
hogar, uno cómodo y acogedor, no como esos orfanatos que manejaban los
frailes y que estaban llenos de oscuridad, agua fría, y azotes, Según ellos para
purificar el alma.
Nunca supe si mi nana estaba enterada de las cosas que hacían mis tías. Me
“…..Hemos puesto todo en los baúles…no puedo escribir más, guardaré estas
Y no sé, si se habrá puesto en orden con dios. Rezare por él, todas las noches,
Espero que Dios le haya dado cobijo. Hoy nos toca ir de misa a la casa de mis
sobrinos, espero que no haya peligro, pero últimamente estoy muy asustada,
crearon ese fideicomiso, para hacerlos funcionar en caso de que nos pase
algo, Ya ves, Efraín murió. No sabemos cual de nosotras dos nos toque morir
primero. Eso si, nos moriremos con la certeza que las cosas legales de los
pendiente.
todo lo tenemos que empacar en las petaquillas para llevarlas a lugar seguro.
No sé que lugar seguro sea ése. Ya me lo dirá cuando sea el tiempo. Solo se
Los baúles que me pertenecían desde aquella noche lluviosa y que aun no
había podido abrir, porque mi nana aseguraba que mis tías regresarían algún
día. Y así esperando ese día, fuimos olvidando los baúles y pasaron los años y
los baúles seguían sin abrir. Al paso del tiempo, también dejé de insistir para
iba a atreverse a robarlos. El fantasma del tío Efraín era un constante obstáculo
para todo aquel que llegaba al rancho con la intención de abrirlos o robarlos. Y
Levanté la vista de la carta y miré a mi tío, frente a mi. Cosa rara, no estaba
vista y me di cuenta de que mi nana había muerto. Se fue sin una despedida,
sin un te quiero nana del alma. Creo que jamás le agradecí lo que hizo por mi,
Nunca, ni por error, le di las gracias, ni le hablé del cariño que sentía por ella.
y juiciosa.
15.
- Mira Cuca, las cosas no son tan simples, estas personas necesitan un
resguardo, Que importa si son indios del norte o indios del sur. Lo único que
enseñarnos algo. Sé que temes. Que los indios te dan miedo, pero en el
camino se nos han agregado y no dan problemas. Es justo que ellos que
extraña con las puntas hacia arriba. Aquella plática me dejó un sabor muy
apenas crecía y que estaba llena de gente que llegaban en buques de todas
Lo escuchaba decir:
poniendo mano sobre su frente…- son la cosa mas terrible que yo jamás
pinos, temerosa de que los indios de mateo con la cara pintada salieran
Mateo, sentenciándome…:
- Bueno nana, que sea como tú dices. Pero no es por las cosas que
contaba mi tío, sino porque lo que decía, aquel amigo de mi papá, Don
- ¿Don Mateo? ¿El merolico? Ese que decía que era médico y un día nos
- Si, que lo era, pobre hombre no volvió por casa, pensaría que lo
llegó con la misma ropa negra que siempre llevaba, se fue directo hacia
mi. Me miro con esos ojos que parecían canicas, parecían ojos de
inmóvil y sin vida. Nunca más volví a ver un lagarto, decían que era
extraño ver lagartos por ese camino. ¿Te acuerdas de Teo, el capaz de
lagartonas si había y muchas, pero que no era tema para una niña,
- ¡Ah, que Teo! -dijo la nana, al tiempo que se reía-. siempre tan brillante,
En los cafetales se decía que Teo era hijo de mi papá, que por eso era el
encargado de todos los terrenos, era el único que podía tomar decisiones sin
consultar al patrón. Además Teo se parecía mucho a mi papá, solo que era
madre doña Estela, era una mujer delicada de salud, que pasaba los días
tomando el sol, abanicándose con hojas de plátano. Era una mujer callada, y
resignada, postrada en una cama o en una silla de ruedas. La última vez que
sus criadas, por último y como no queriendo la cosa, preguntó por mi padre. Y
regresé muchas veces durante ese mes. Teo me llamaba su pequeña niña, me
seguía diciendo,
251
Don Mateo. Tan oscuro como era… sin personalidad. El único tema de
conversación que tenía era sobre esas cabezas rodando. Y las mujeres
enloquecían con él; bueno que se puede esperar, así eran todas ellas.-
de esa manera.
que se viven. Tal vez esas estiradas veían en ti una belleza más
peligrosa, la que proviene del alma. Ninguna de esas mujeres, por más
- Mediocridad.- le dije.
Siempre con esa ansia de conocer mas, de ser justa y ecuánime. Eres
sincera, honesta y siempre quieres hacer lo correcto. Y es por eso que te digo
que debemos asilar a estas personas que viene huyendo de tan lejos, que al
menos en este pedazo encuentren un poco de paz. Que retomen la vida y que
Cuando me di cuenta de que mi nana estaba muerta, y que yo, como siempre
había visto de mi. Esa idea me llenó de culpa …me acerqué a la cama y me
metí en la cama con ella, me abracé a su pequeño y seco cuerpo y lloré con un
permanecí ahí, llorando hasta que llego la noche. Entonces, me separé de ella,
Me dirigí a la loma donde vivían Gertrudis y Lilia con los dos niños. Toqué a la
puerta. Lilia me abrió muy sonriente y lozana, estas dos mujeres habían
encajado perfectamente.
Ninguna de las dos me miró el rostro, entré hasta la cocina, ahí me ofrecieron
nada seguro.
Ella cedió, tal vez solo esperaba mi decisión para hacerlo. La planicie nos daría
estrellado, quería tener una cama. La cama que una mujer me regalo en
prenda de gratitud. Aun no sé que me agradecía la mujer, pero esa cama venía
Y al decidir que ese era el lugar correcto no me imaginé que a los dos días,
Entre todos empezamos a construir las casas, el establo, los graneros, los
divertía con esa actividad, me sentí útil y feliz. En menos de lo que pensamos,
allá de la curva de los muertos. Gente que como nosotros buscaba un lugar
que organizar una comisión para que nos dieran identidad política para el
médicos. Ni siquiera teníamos una oficina de registro civil. Antes de abrir una
abrir. Tuvieron que pasar algunos años, hasta que llegó Margarita.
Pero años antes no lográbamos que las personas cooperaran , porque era un
siempre, todos los días bajaba al pueblo, y a la orilla del rio, debajo de un
sauz llorón, congregaba a los niños y les daba clases. No le importaba si los
padres estaban de acuerdo o no, ella de igual manera les invitaba y los niños
lo tomaban como un juego, todas las mañanas pasaban horas, debajo de aquel
sauz.
Esos niños de antes y hasta algunos ya eran abuelos, estaban ahí, al lado del
muerta de qué servía. Mientras estuvo enferma pero viva, nadie se atrevió a
visitarla. La dejaron con nosotros, solo Lilia, Gertrudis y yo pasábamos los días
como se iba consumiendo. Pero desde mucho tiempo antes la dejaron sola.
Nana me decía que los niños crecían, se hacían adultos y de tanto y tanto se
Mientras duró inválida, muriéndose poco a poco, no recibió ninguna visita, pero
no creo que Nana esperará algo de la gente del pueblo, cuando hizo cosas por
la gente fue porque ella lo decidió así. Nunca recibió un pago, a veces le
Pero ese día, como pólvora se corrió la noticia: Francisca Beltrán viuda de
Ahora si, todo el pueblo en procesión rumbo al rancho. con carretas llenas de
Gertrudis:
quería irme del lugar y al mismo tiempo, quería irme. Entre el ir o quedarme,
miraba a toda esa gente murmurando cosas de la vida, los chismes, algún
de verla tan poca cosa, como si la hubieran visto siempre. Algunas mujeres, le
siempre fue una mujer que buscaba ayudar a los demás, de la manera que
hacía lo correcto.
manera, con algún detalle que sus enseñanzas hubieran echado raíces
tenía inicio en ella misma; yo era un reflejo de esa mujer que buscaba hacer de
mi, alguien que no dependiera de nadie. Una mujer que revolucionara la vida,
desilusionante, verme remitida a ese rancho. Sin esperar más, sin anhelar nada
257
más. Sin un hombre que me haya hecho hijos, al final de cuenta, solterona
Una mujer sin historia, una que cuando muriera sería primero eso, una mujer
por hacerse sentir, de la manera que fuera y no les valió de nada. Si no fuera
Desde que llegué a ese lugar había sido menos que ninguna. Las personas
me miraban con respeto, porque creían que era la dueña de toda la tierra, que
los terrenos donde estaba fincado el pueblo eran míos, y que de tan bondadosa
A veces me tocaba tomar decisiones que , en el pueblo, les parecía justo que
reclamarles que usaran mi nombre para recabar dinero. Ahí fue cuando conocí
mi verdadero carácter.
plaza, con pasteles, rompope y asados y esas cosas que se usan de cotidiano
inventamos una excusa para hacer la fiesta, pero la historia real era otra.
258
que el pueblo pasaba por una crisis, que las familias pasaban de largos sin
saludarse, como si cada quien viviera en un lugar distinto, que debíamos tomar
Entonces, nos inventamos un patrono. ¡Que mejor pretexto para obligar a las
personas a salir a la calle, interactuar entre ellos, sentirse parte de un todo, que
salir a celebrar el día de un santo, y mucho mejor si era el patrono del pueblo.
Los motivos religiosos obraban milagros, debe ser que la gente seguía siendo
temerosa de Dios.
patrono que ni siquiera existía. Usamos una mentira blanca para unir un pueblo
y dio resultado porque a raíz de esa fiesta, todos los años sobre la misma
la escuela, con la que tuvo que ver personalmente Margarita. Solo eran dos
en el salón de clases, donde los hijos de todos empezaron a crear una nueva
entre los manantiales, ahí en el rancho, la maestra Margarita se fue a vivir ahí
había mandado avisar que los granos nuevos habían llegado muy de mañana .
Yo quería ser la primera en comprarlos. Así que sin pensarlo dos veces,
Las calles, como siempre, estaban calladas y vacías. Era lo típico, las
pasadas las cinco de la tarde, cuando empezaba a bajar el sol. En esta zona
las tierras eran muy bondadosas con nosotros, la lluvia y el abono no faltaban
nunca.
parecida, No era Tito, el hijo que yo conocía, además tito se había marchado
del pueblo, después de la tragedia .Entonces pensé que era algún visitante o
algún pariente. Se lo pregunté a Moi que solo atinó a cascarear. Fue Eustolia
la que me dijo:
quedado sin madre. ¡Que erro tan grande! Cuando su madre murió, el niño era
escuela?
que mal le fue a Tito por tenerlo escondido. Como sufrió desaires y
historia?
- ¡Claro que no quiero repetir nada! Solo lo protejo del mundo, de sus
burlas, de sus maldades. Es lo único que me queda. Tito, solo dios sabe
dónde está, solo me queda este niño. Tengo que protegerlo. Como no
protegerá? Tienes que darle armas, enseñarlo a enfrentar las cosas, que
- Es muy fácil para ti decirlo, no tienes hijos… ¡No puedes saber que dolor
criticarlo ni a decir que hago mal. ¿Qué sabes de la vida? ¡No sabes
chico tímido y temeroso, con sus cabellos rojo, sus ojos azules, la nariz y los
día me muero lo dejaré más solo que una rata, no toleré imaginarlo en
manos de quién sabe quién sin saberse defender. Sin saber como
él.
Nana y yo nos hicimos completo cargo del niño, con paciencia y esmero le
enseñamos lo más elemental. Por las tardes al caer el sol, como si fuera un
pronto quiso aprender a leer por si mismo. Nos sorprendió lo rápido que
entender y nosotros estábamos encantados con él. Nos seguía a todas partes,
aprendió las labores del campo. Como se debe ordeñar una vaca, como
encender una hoguera. Aprendió sobre cultivos, los ciclos de la siembra, sobre
Pasaban los días y siempre había algo nuevo que aprender. Eustolia venía a
verlo por las tardes. Mientras nos tomábamos un café, yo observaba como se
le coloreaban las mejillas viéndolo trabajar hombro con hombro con los
hombres del rancho. Justino, le había regalado un collar que traía consigo
desde tiempo remotos, le contó que ese collar se lo había regalado su abuelo y
Luego cuando regresó a casa de sus abuelos, les prometió a todos que vendría
que este día Tomás no había venido, vimos llegar a Eustolia, el miedo en los
ojos, nos alertó. Venía por Tomás pero Tomás este día no había venido.
arranque de rabia, había tomado un caballo y salió a todo galope por el camino.
Eustolia pensó que había venido al rancho y quiso dar un tiempo hasta que se
Por eso había venido hasta caer la tarde, pensó que ya era el tiempo
unas cuadrillas de búsqueda, esperando encontrarlo con bien, pero los días
Al tercer día dieron con el caballo que pastaba y aun llevaba la silla de montar
cuarto día, los zopilotes nos dieron a entender que allá por el rumbo de los
Por primera vez, le pedí a dios, que no fuera el niño, sino el cadáver de algún
animal. Pero todo fue inútil, lo encontramos muerto, pensamos que tal vez, el
caballo se había desbocado y había lanzado al chico por los aires, cayó sobre
Jamás volví a pedirle nada a dios. Tomás estaba muerto y no sabíamos como
sanar este dolor. Para Vicente y Nana fue un golpe mortal, un duelo terrible de
panteón a ponerle flores. Las demás personas, incluso los abuelos ,ya había
filosofía….Pero jamás me dijo qué debía hacer el día que ella faltara. Yo creía
que mi nana nunca se moriría, que era eterna. Lo di por hecho. Ella que
siempre estuvo, aún enferma, aunque fuera en silencio, con su tenue sonrisa,
Las velas en los cirios trepidaban amenazando apagarse, el viento entraba por
silencio.
recordando cosas, algunas no estaba tan segura de haberlas vivido, más bien
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Que oscura era la casa, a otros les imponía pero yo ya estaba acostumbrada,
Los que venían de la ciudad contaban que aun en muchos lugares de la ciudad
sereno había dejado de escucharse, porque a los dos últimos de ellos, los
habían hallado muertos en una esquina. Todos decían que era la maldición del
fantasma del río. Que los pobres hombres murieron de miedo. Y quién no se
personal, uno con el que había crecido y me había hecha vieja, ya estaba
acostumbrada a él, pero los demás no. Si se lo topaban lo menos que les podía
pasar era orinarse en los pantalones. Y eso que el tío era un fantasma serio,
bajar en aquel hoyo y recé, después de muchos años de no haber rezado, pedí
Ella me convido a que caminara, pero yo no quería dejarla sola en ese pedazo
Sentí que nada era real, que yo estaba dormida en mi cama y que tenía tan
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deja que nadie se acerque. Un espíritu maligno que ronda a todas horas,
hacer eso, además… ¡qué fantasmas, ni que ocho cuartos! ¡Martita, los
- ¡Que no, Ignacio! ¡que no! ¡entiende! Por una vez en tu cochina vida
ponme atención.
Martita, hizo pucheros con sus labios pálidos. Sus ojos verdes se
Siempre tuve gusto por las personas jóvenes y estas personas me parecían
porque últimamente, venían pocas personas por el rancho, así que todos me
-¿Te recuerdan a alguien?- le pregunté a mi tío que seguía sentado sobre los
me contestas.- Me indigné.
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-¡María ven!!! ¡Vengan! – gritó uno de los hombres que habían llegado hasta
mi casa
habitación sino por todo el rancho. La maleza lo invadió todo. Por algunos
lugares se veían algunas matas verdes con flores amarillas, que siempre
Tantos años sin recibir visita, sin contar con la presencia de mi tío, permanecí
por la ventana y miraba como el sol seguía brillando sobre los pastizales a la
mecedora, sin ganas de salir a caminar o de platicar con las personas, pero
con cuáles personas iba a platicar, si desde que se fueron Gertrudis y Lilia, los
culpa como siempre, había sido de mi tío Efraín que no cesaba de molestar e
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en las paredes y colgaba de las vigas, con los techos antes blancos caigan
rasgados por toda la habitación. Desde que el techo se había sumido y caído
tías cuando una parte del techo se vino sobre la cama de mi nana, aquella
intereso saber que por el hueco que había quedado encima de mi cabeza se
Las ratas y mi tío Efraín eran mis únicos acompañantes, nadie más iba por el
rancho. La última vez que hablé con alguien, había sido a principio de qué año.
No lo recuerdo.
Era inútil limpiar y que importaba la cama, total ,desde que se murió mi nana a
Y hoy me estaba dando cuenta de que había culebras debajo de la cama. Pero
tampoco me importaba.
Recuerdo la última vez que charlé con mi nana, el cielo estaba encapotado y
- Nana , no podemos dejar mis baúles aquí, Aún no sé qué tienen dentro.
- Pero Nana, ahí está toda mi herencia. Acaso ¿ no te lo dijeron mis tías?
- Todos estos años pudimos vivir sin abrirlos… Es señal de que nada de
Yo me detuve un momento para mirarla. Se veía tan pálida, tan etérea, tan
De la nada, perdí las ganas de todo. No veía caso que estuviera en ese pedazo
vivir .
Dejé de ver como venían y se iban los días. A veces creía escuchar a mi nana
indolentes. Yo no quería hacer nada, solo tenía ganas de seguir así, sentada.
regresarme con ellas. Pero mi tiempo era otro y aunque en la ventana se veían
oscuras las nubes, Yo solo veía ese esplendoroso sol que se paseaba entre las
Bárbara.
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situación, granizo con tal fuerza y furia que destruyó las cosechas y destrozo
las huertas.
importaba nada..
A raíz de esta situación, los campesinos sin saber decidir, empezaron a pasar
los días sentados en los pórticos de sus casas, hasta que la comida y el dinero
carretas, se llevaron las gallinas, los puercos, los caballos y hasta las vacas
marcharon.
hacerse cargo de todo lo que aun tenía salvación, pero poco a poco se fueron
Pero ellas intentaban no claudicar. Tal vez, pensaban que ahora que todos se
habían marchado, podrían quedarse como dueñas y señoras del lugar. Por eso
Decidimos, hacía mucho tiempo tener una reserva monetaria y estaba muy
bien guardado en el buró , al lado del baúl con impresos crepé. Vicente le
había construido un fondo oculto que se abría con un gancho numero 1 que yo
tomábamos el café de todas las tarde, nos lo habían oído comentar , Pero por
ella hubiera quedado muda. Se lo iba a mencionar, pero me dio flojera abrir la
boca. Así que ella siguió sin enterarse de que era muda.
Gertrudis y Lilia pensaron que también debían irse, Ya no había más que
A tanto buscar pensaron que lo del dinero había sido una mentira y no tenía
Además dos mujeres solas no podían con todo el trabajo, y nadie quería venir
a trabajar al rancho, Todo era por causa de mi tío y del rumor que se corría por
las calles del pueblo, diciendo que yo había enloquecido y era peligroso
Por más que Lilia y que Gertrudis decían que esto no era cierto, nadie estaba
que hacer..
movía las manos, se detenía frente a mi cara, algo me decía. Pero no podía
barrotes de la mecedora
- ¡¿Qué intentan hacer?! – creí que les preguntaba, pero de mis labios no
primero muerta que dejarme. Mi cuerpo se puso duro y pesado, fui una
acercó a mi oído
- Cuca nos llevamos lo poco de valor que hay en esta casa. Es para
viaje.
Esa noche cayó la última nevada de febrero y fue tan intensa que los caminos
quedaron cerrados.
escuchaba como susurraban los copos de nieve sobre los techos de las casas.
crujía con el peso de la nieva acumulada, Pero yo ajena a todo eso, seguía
mirando a través de los cristales el sol esplendoroso que se paseaba entre las
- Vaya!!! ¡¡miren unos baúles!! ¿de qué época serán estos baúles?
- ya es tiempo…ya es tiempo.
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