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Concepto de desarrollo

Creemos que es importante pensar el concepto de desarrollo porque es uno de los mitos que influye en las formas de organizar
las relaciones de producción y los imaginarios de las sociedades occidentales.
Pensamos al mito como movilizador, como lo piensa Mariategui, en este sentido es fundamental pensar sus orígenes y sus
significados, para poder debatir abiertamente e intentar resignificarlo.
Pensamos la idea del desarrollo en una complejidad conceptual para no caer en un concepto reduccionista. Intentaremos
encontrar algunas claves para lograr una teoría integral en el marco del sistema capitalista actual.
Para esto primero nos proponemos pensar las variables con las cuales se piensa el desarrollo. Luego vamos a intentar dar
cuenta de los mitos que operan por detrás de las principales variables, haciendo que este sea pensado en forma sesgada
asumiendo poca complejidad y acentuando el proceso de desarrollo en la variable económica, perdiendo la posibilidad de un
análisis integral. Finalmente intentaremos pensar el sujeto que se desarrolla de una manera más compleja.
No nos rehusamos de estudiar las experiencias concretas, pero en este ensayo intentamos partir desde una reflexión
epistemológica que nos permita abordar los casos concretos de forma integral y coherente.
Hacia una búsqueda del concepto de desarrollo:
1). Las variables principales
Pensar las variables del desarrollo nos da una idea de distintas problemáticas que hay que asumir y nos ayuda tener en cuenta
que el desarrollo no se da en abstracto, sino concreto. También pensar las variables que se tienen que desarrollar nos permite
posteriormente a discutir el “sujeto” a desarrollar.
Una de las variables principales y de la más discutida es la “económica”, Aspiazu y Notchteff dicen: “no hay desarrollo...
por que la economía no puede cambiar sus propios datos”. El autor pone a la economía como fundamental y para que se
produzca el desarrollo, en el texto esta variable es la que condiciona todas las demás que van a ir apareciendo. Para el autor es
la variable más importante.
La economía es una de las variables principales ya que es la forma material de reproducción de la sociedad y no tendría que
sorprender que sea una obsesión, el problema es que se asocia, muchas veces, el desarrollo de lo económico con él desarrollo
en si mismo.
Otra de las variables que es tan importantes como la económica, y a la vez que es fundamental de tener en cuenta es la
“social” : “... por definición, no hay razón para esperar que ocurra una serie continua de “burbujas” o “booms”, ya que
estas dependen de la convergencia de una serie de factores totalmente específicos e irreductibles mediante el esfuerzo
social...”.
Aquí se reconoce en lo social como una fuerza fundamental que condiciona lo económico, una arena donde lo económico
comienza a perder fuerzas y el desarrollo tiene que comenzarse a pensar asumiendo otros sentidos.
Otra variable es la “territorial” “Unicamente por que se ha tomado la Historia como un desarrollo sin suelo, completamente
en el aire, podía discutirse si el desarrollo ha sido continuo, discontinuo, lineal, quebrado en forma de ola o espiral. La
realidad geográfica hace que los movimientos históricos constituyan un continuo desplazamiento hacia nuevos espacios, un
avance de un lugar a otro, estirándose o también interrumpiendo los invisibles hilos que se mantenían el enlace con el
territorio original”. Lo territorial es pensado como el lugar objetivo sobre el que se da el desarrollo y como las fuerzas
sociales y el proceso de producción opera sobre este aprovechándose de él, apilándolo, enriqueciéndolo, etc.
Siguiendo el análisis aparece la variable “histórica”: “Se trata por consiguiente, de buscar una perspectiva que permita
vincular concretamente los componentes económicos y los sociales del desarrollo en el análisis de la actuación de los grupos
sociales, no solo de yuxtaponerlos. Ello supone que el análisis sobrepase el aporte de lo que suele llamarse enfoque
estructural, reintegrándolo en una interpretación hecha en termino de procesos históricos”. Lo histórico, propone una forma
de temporalidad para el desarrollo, este nos da cierta idea de avance, evolución, o movimiento hacia el futuro. Esta idea de
avance o evolución nos obliga a tomar una decisión, si este es lineal como el positivista, o dialéctico, o de forma anárquica en
el sentido de pensar la historia como contingencia, etc. El desarrollo nos da una idea de movimiento hacia el futuro que genera
cierta memoria social, que perdura y que condiciona las prácticas que hay que llevar a cabo.
Avanzando un poco más, otro eje fundamental es el “político”, “La ampliación también requerirá un cambio en la
política”.El eje político es importante para que el desarrollo adquiera determinado sentido y que la sociedad lo crea
significativo como para poner su esfuerzo. Todo desarrollo es en si mismo político, a través de la política se elige el sentido
del desarrollo.
Una dimensión que, si bien no es planteada por una diversidad grande de autores, pero que es muy importante, es la
“cultura”: “Otra vez, vemos una fuerte y persistente característica cultural... la demanda no asegura la oferta. La cultura
tiene su peso” El problema de la cultura muchas veces es nombrado, pero nunca a fondo estudiado, problemática que hace que
el desarrollo realmente sea significativo para el sentido profundo de una sociedad, lo cultural no remite a lo propio de una
sociedad, a su forma de responder el sentido de la vida, “al si mismo” que hay que cultivar endogenamente.
Otra variable importante que es constantemente pensada es la “educación”, “... La educación es otra característica única del
modelo escandinavo... Esto no solo ha contribuido a mantener bajo el desempleo... también ha facilitado y estimulado los
cambios estructurales... Mientras los estudiantes de los países nórdicos se especializaban en áreas de matemáticas y ciencias,
los estudiantes Uruguayos se dedicaban al estudio del derecho y a discutir sobre literatura. La enseñanza técnica parece
haber sido descuidada en América latina”.Creemos que tenemos que tener en cuenta a esta variable, por que es fundamental
para pensar las tradiciones políticos, culturales, económicas y sociales de los pueblos, y es una de las variables principales que
nos permiten pensar los valores, mitos, creencias que las sociedades asumen y transmiten como verdaderas, es el lugar donde
las identidades nacionales son plasmadas y formadas, y en donde se da una fuerte disputa político-pedagógica.
En esta cita se pone de relieve el modelo de educación Escandinavo, basado en la ciencia, la técnica y la matemáticas,
subestimando al Uruguayo que estudian derecho y literatura, queremos remarcar este debate entre ciencia y literatura es
también el debate entre como se conoce la realidad y cuales son los saberes que pueden ordenarla. En este sentido es muy
interesante la discusión que plantea en Restos Pampéanos Horacio Gonzáles, entre Ramos Megias e Ingenieros en el nacer de
las ciencias Argentinas, plantea como muchas veces el saber científico tilda a los otros como literario menospreciándolos,
cuando la misma ciencia raya con la literatura y de esta saca muchas veces reflexiones para pensarse a si misma. Y también
esta devela como el saber técnico, científico, se impone sobre las realidades sociales y culturales.
Otra de las variables fundamentales es “la ciencia y la tecnología” “Uno de los rasgos centrales de este consenso es el
énfasis de la importancia de la innovaciones y de la difusión tecnológica... La importancia de las políticas científicas,
tecnológicas o industriales relacionadas entre si..” Estas muchas veces son tomadas como variables independientes, sin tener
en cuenta la problemática culturales y políticas.
La importancia de estas dos variables son fundamental para pensar el desarrollo que se tuvo en la modernidad: “interesa
destacar, sobre todo algunos de los fenómenos básicos que caracterizaron la revolución industrial... así como las
transformaciones técnicas en diversas actividades productivas, que impulsaron el extraordinario auge y el desarrollo del
sistema de producción fabril, como exponente más caracterizado del proceso de evolución de la economía moderna.”
Por ultimo tenemos que tener en cuenta otra variable que se pone en juego que es la de los “Estados Nacionales” “...
economías controladas y dirigidas en gran parte por los estados... las practicas tradicionales se las puede atacar como
contrarias al interés nacional y a la imágenes que las naciones se hacen de si mismas.” Los estados nacionales son
fundamentales para pensar las identidades y territorios con los que hay que entender el desarrollo del capitalismo, por lo tanto
fundamentales para pensar la idea de desarrollo para que no sea abstracta.
Las variables analizadas por si misma aportan desde un plano particular, estas son conceptos amplios que remiten a distintas
problemáticas, que muchas veces se piensan por separado sin tener en cuanta el problema epistemológico, que implica la
llamada separación de esferas del conocimiento que analiza Max Weber.
Esta división del conocimiento en conocimientos particulares es fundamental para pensar el desarrollismo, ya que, es un
fenómeno complejo en el cual todas las variables interactúan, por lo cual tenemos que tener en cuneta la coherencia
epistemológica de nuestros estudios ya que si no podemos estar reproduciendo inconscientemente lógicas ideológicas que
sesgan los planteos.
En este sentido, reflexiona Alcira Argumedo intentando pensar este problema: “...es preciso adoptar un punto de vista integral, un
marco abarcador entendido tanto en términos teóricos como históricos. La mirada crítica incluye necesariamente una perspectiva
englobadora, que trascienda las supuestas fronteras entre las distintas disciplinas científicas, ramas o sub. ramas de las ciencias sociales
y la filosofía, y se entremezcla con los espacios culturales más amplios, con el mundo de lo político y de los comportamientos colectivos,
con la interpretación de los principales hachos de la historia. En tal sentido no puede limitarse la interpretación de hechos aislados, de
ideas parciales, de fenómenos acotados dado que solo en el marco de una visión de conjunto esos conceptos, ideas o fenómenos adquieren
una significación más acabada, una verdadera coherencia, un sentido más riguroso o consistente.
...A partir de la segunda postguerra, el liberal-funcionalismo –tal vez una de las vertientes más empobrecedoras de Max Weber, a cuya
concepción se elimina la historia, la política y la filosofía para cosificarla en anodianos sistemas de acción social- fue el promotor de la
“departa mentalización” de los estudios académicos, pretendiendo elevar al plano de las ciencias autarquiítas a las diferentes sub. ramas
que abordan problemas sectoriales del acontecer histórico y social como la sociología, las ciencias políticas y la sicología social o las
ciencias de la comunicación, diferenciándolas tajantemente de la historia, la economía, la filosofía o la antropología.
...Lo cual no supone negar la legitimidad de las investigaciones sobre aspectos parciales, relativamente autónomos, con dinámicas
propias del desarrollo, susceptible de ser estudios analíticos con factores de relativa independencia... El análisis crítico de las corrientes
de pensamiento desde una óptica global, “transdisiplinarias”, susceptible de dar cuenta de la incorporación de los fenómenos sociales
dentro de coordenadas que trazan las grandes líneas interpretativas...”.
También Portantiero hace sus reflexiones en este sentido profundizando la discusión: “Luego de ellos – notablemente
otros discípulos de Saint Simón, Comte – esa unidad se parcelara. El punto de partida de la sicología clásica, como señala Lukacs, será el
postulado de la independencia de las ciencias sociales con respecto a los económicos. Cada ciencia social extremará hasta la irritación
los pruritos de su “autonomía” con respecto a las otras: por un lado, la sociología, independiente de la economía y las ciencias políticas;
por otro, desde el triunfo de la escuela marginalista la economía “pura”. Ambas limitadas a una observación de la correlación entre los
hechos.
Claro esta que esta exacerbación de la autonomía puede aportar conocimiento científico, más allá del carácter ideológico de la teoría
que lo sustenta. Pero, aferrado “a los hechos”, “a lo dado”, al nivel de las apariencias, las ciencias sociales se enfrentarán a preguntas
que no podrán responder o que ni si quiera podrán plantearse, por que su formulación depende de una visión globalizadora y dinámica
de la totalidad de las relaciones sociales en un modo de producción históricamente de terminado. Citando otra vez a Samir Amin “la
única ciencia posible es la de la sociedad, por que el hecho social es único: no es “económico” o “político” o “ideológico”, etc., aunque
el hecho social pueda ser aproximado hasta un cierto punto bajo un ángulo particular, el de cada una de las disciplinas universitarias
tradicionales (la economía, la sociología, las ciencias políticas, etc.). Pero esta operación de aproximación particular podrá ser científica
en la medida en que sepa medir sus límites y preparar el terreno de la ciencia global”.
Remarcamos estas reflexiones por que para estudiar la idea de desarrollo no podemos ponderar algunas variables en
detrimento de otras simplificando así los procesos sociales. Solo recuperando esta discusión, el concepto de desarrollo asume
una complejidad que le permite pensarse desde la multiplicidad.
La complejidad en este sentido es el intento de comprender la sociedad en que vivimos, desde sus problemáticas económicas
hasta las existenciales, el desarrollo así se torna una teoría capaza de sobrepasar la mera discusión técnica y pragmática, que
en muchos casos es propuesta para resolver los problemas sociales sin discutir profundamente el sentido.
Por último queremos dar cuenta que para pensar el desarrollo es fundamental partir desde la perspectiva del proceso histórico
de formación del Sistema Productivo Mundial.
Este sistema provoca una situación, en la cual, mediante la expansión que se produjo históricamente, primero, del capitalismo
comercial, y luego, el capitalismo industrial, vinculó a un mismo mercado economías que, además de pensar grados diversos
de diversificación del sistema productivo, pasaron a ocupar posiciones distintas en la estructura global del sistema capitalista
mundial.
En este proceso de formación del sistema capitalista mundial, se forman economías desarrolladas y subdesarrolladas, según
como se integrados a este. “... A medida que (los países desarrollados) crean o desarrollan actividades productivas de
importación de gran importancia, que alteran sus estructuras productivas... influyen sobre las estructuras social y política, y
determinan, hasta cierto punto, las políticas económicas y sociales; en esta medida el proceso de desarrollo de los países
industrializados y el proceso de subdesarrollo de los países de la periferia constituyen elementos de un mismo proceso
global... con resultados diversos: por una parte, países desarrollados, y por la otra, un grupos de países subdesarrollados.”
Los países subdesarrollados que sus sectores internos logran definir las relaciones hacia fuera integrándose a un capitalismo a
escala global, se ligan a las distintas fases del proceso capitalista, implicando esto sistemas productivos en forma funcional a
las necesidades de desarrollo de los centrales y por lo tanto desarrollando solo las ramas económicas que son funcionales a
estos y provocando el subdesarrollo y la dependencia. Entonces “El análisis histórico de conjunto revela que la revolución
industrial abarco simultáneamente a ambos grupos de países transformado radicalmente sus estructuras y creando, en los
centros, sistemas socio económicos capaces de generar y auto sustentar un crecimiento dinámico y sistemas dependientes en
la periferia.”
“La noción de dependencia alude directamente a las condiciones de existencia y funcionamiento del sistema económico y del
sistema político, mostrando las vinculaciones entre ambos, tanto en lo que se refiere al plano interno de los países como al
externo. La noción de subdesarrollo caracteriza a un estado o grado de diferenciación del sistema productivo, sin acentuar
las pautas de control de las decisiones de la producción y consumo, ya sea internamente o externamente. Las nociones centro
y periferia, por su parte, subrayan las funciones que cumplen las economías subdesarrolladas en el mercado mundial, sin
destacar para nada los factores políticos sociales implicados en la situación de dependencia.
Entonces, al considerar la situación de dependencia, se pretende poner de manifiesto que el modo de integración al mercado
internacional, y esto supone formas definidas y distintas de interrelación de los grupos sociales de cada país, entre si y con los
grupos externos.
Siempre tenemos que tener en cuenta que los países subdesarrollados dependientes, “tienen un modo de ser” que a su vez
depende de las vinculaciones de subordinación al exterior y de la reorientación del comportamiento social, político y
económico en función de intereses nacionales, esto caracteriza a las sociedades subdesarrolladas no solo desde el punto de
vista económico, si no de la perspectiva del comportamiento y la estructuración de los grupos sociales.
Pensar la dependencia significa que no se debe considerar las naciones como unas variables dependientes, si no hay que
analizar las a partir de la configuración el sistema de relaciones entre las distintas clases sociales en el ámbito mismo de las
naciones dependientes.
Dar cuenta de esto es para no reproducir la idea que el proceso de desarrollo consistiría en llevar a cabo e incluso reproducir
las diversas etapas que caracterizaron las sociedades centrales y comenzar a pensar el desarrollo a partir de las pautas propias
del país en cuestión. Ya que “es insostenible el enfoque que supone el proceso de desarrollo es unilineal y continuo, y que en
el se va pasando de etapas tradicionales o primitivas a fases cada vez más modernas y avanzadas. Lejos de tratarse de un
proceso semejante, consiste más bien en un fenómeno simultaneo de propagación y evolución de la economía capitalista
moderna que conduce... resultados enteramente distintos en uno u otros medios.”
2.) EL DESARROLLO Y SUS MITOS:

Nace la modernidad y junto con ella, nacen nuevos mitos, nuevos símbolos, nuevas relaciones sociales. Comienza en
occidente una nueva aventura, en la cual, el hombre se embarca en la producción e intercambios de objetos, en una
materialidad de la vida nueva que rompía con las formas religiosas del pasado. Expresión de esta aventura son los
descubrimientos y avances técnicos de la revolución industrial, con la cual tiene la posibilidad de llegar el hombre burgués a
escala mundial.
Esta misma aventura es la que va constituyendo plenamente una sociedad de mercado. En la cual se va reduciendo al hombre
a la economía, subordinando las demás motivaciones o experiencias como la artística, religiosa, lúdica, etc.
Nuevos mitos comienzan a imponer sus influjos motivando las nuevas experiencias existenciales, nuevas ideas movilizadoras
que llevan al hombre a encontrar un sentido para la acción distinto al medieval, un nuevo sentido basado en el intercambio de
objetos que lleva al hombre a pensar lo material, lo dado, lo real, como lo fundamental.
Mitos que irradian su influjo a toda la modernidad y sus distintas tendencias ideológicas, como dirá Roberto Carri tanto de
derecha, como de izquierda. Buena parte del marxismo que llamamos ortodoxo o como Carri dice “victoriano” compartió esta
ficción, ya que cualquier motivación humanan no económica, no material, es inmediatamente tildada de idealista.
Polanyi observa que en esta aventura el capitalismo va imprimiendo su fuerza con lo cual, produce un proceso civilizatorio.
Pero la sociedad de mercado que nace no tiene la fuerza suficiente de hacerse legitima mediante consenso, y funda una
antropología, en la cual, proclama una igualdad abstracta. Este tipo de igualdad ficcional, solo es sostenida mediante formas
muy concretas de violencias.
Pero, entonces, esta nueva idea civilización olvida sus mitos, los manda a la clandestinidad donde siguen operando, naturaliza
sus ideas, provocando así que los distintos fenómenos sociales estén fuertemente condicionados por los “a priori” que estos
impone inconscientemente.
El conocimiento social mutado en las ciencias sociales, obnubiladas por esta gran aventura, olvida los mitos y creen en una
racionalidad científica y técnica, como la fundadora de su experiencia. Desde el comienzo, especialmente la ciencia destinada
a pensar lo social, nace naturalizando esquemas de interpretación desechando a otros como no científicos, o sea no apto para
el conocimiento del hombre, y por lo tanto no útil, abstractos, metafísicos, sin sentido, para las practicas materiales de los
hombres.
Si reconocemos al positivismo como la teoría social que logra ser hegemónica, en esta primera etapa del desarrollo del
capitalismo, este logra aunar los conceptos de destino del hombre o humanidad, con los de la ciencia, los de técnica, y de
industria, en un proceso de evolución social insoslayable, encontraremos las huellas clandestinas que llegan hasta neutros
días, que piensan lo económico como la variable fundamental del desarrollo social.
Veamos como se de esta operación: Comte y Saint Simón, comienzan a indagar las leyes científicas de la evolución social y a
implementar técnicas adecuadas para el ajuste de los conflictos que recorren Europa. Según estos, la Ciencias Sociales a igual
que las Naturales debían constituirse positivamente. Su estatus no sería otro que el de una rama de la ciencia general de la
vida, necesariamente autónoma, porque el resto de las ciencias positivas no podían dar respuestas a las preguntas que la
dinámicas de las sociedades planteaban.
Esta idea sobre las Ciencias Sociales será llamada “Física Social”. Esta haría ascender al estudio de la sociedad a la tercer
etapa por la que tiene que pasar todas las disciplinas: la positiva, culminación de los dos momentos anteriores del espíritu
humano, la teológica y la metafísica. La etapa positiva es capaz de sintetizar el orden inmóvil y el progreso anárquico que
caracterizan a las dos primeras, y marcar la llegada al estado definitivo de la inteligencia humana, esto provocaría una
jerarquización de las ciencias y la sociología estaría en la sima de ellas. Aunque parece pretencioso, la ciencia comienza a
tornarse la única forma de conocer la realidad.
La sociedad, así , será comparable al modelo del organismo, dirá Portantitiero, y para su estudio habrá que distinguir un
análisis de sus partes – una morfología o anatomía- y otro de su funcionamiento: Una fisiología social. Y así definirá Saint
Simón las nuevas tarea de la ciencia: “Una fisiología social constituida por hechos materiales que derivan de la observación
directa de la sociedad y una higiene encerrando los preceptos aplicados a tales hechos, son por lo tanto, las únicas bases
positivas sobre las que se puede establecer el sistema de organización reclamado por los actual de la civilización” Fisiología e
higiene, no pura especulación. La posibilidad de instrumentar “preceptos aplicables” para la corrección de enfermedades del
organismo social.
El punto de partida de la escuela positiva era radicalmente nuevo. La realidad no debía subordinarse a ninguna razón
trascendental. Los hechos, la experiencia, el reconocimiento de lo dado, predominaba sobre todo el intento crítico, negador de
lo real. Hasta aquí, el rechazo al trascendentalismo estimula la posibilidad sobre un avance del pensamiento científico por
sobre la metafísica y la teología. Pero esta supeditación de la ciencia a los hechos implica, simultáneamente, una aceptación de
lo dado como natural, tornándose un pensamiento conservador. A la vez que funda una metafísica de lo inmanente y
materialista, que después va a ser asumidas sin una nueva crítica, que permita recuperar la experiencia religiosa, metafísica, o
cualquier forma de trascendencia de lo material, provocando una discusión de toda la modernidad entre lo ideal y lo real.
La sociedad puede incluir procesos de cambio, pero ellos deben estar incluidos dentro del orden. La tarea a cumplir es
desentrañar ese orden – es decir, desentrañar las leyes que lo gobiernan-, contemplarlo y corregir las desviaciones que se
produzcan en él.
Saint Simón dice que el conocimiento científico deberá ocupar en la nueva sociedad el papel que la fe religiosa ocupaba en la
sociedad antigua. El sistema del futuro deberá ser gobernado por una elite integrada por científicos y por productores. Esta
elite aseguraría la unidad orgánica de la sociedad, perdida tras la destrucción del orden medieval, con la ciencia ocupando el
lugar de la religión, los técnicos de los sacerdotes y los industriales de los nobles feudales. Su merito –dice Portantiero- es
haber reconocido en las leyes económicas el fundamento de la sociedad. Aquí se encuentra la nueva y perdurable conexión: lo
económico como fundamento del orden social, que reasume y desplaza al mito religioso, transformadose como el mito
moderno que lleva a los hombres a denodados esfuerzos existenciales por asumir el mundo laboral como si fuera el reino de
los cielos, perdiéndose de si mismo una multiplicidad de experiencias que lo llevan a unidimensionalizar la vida en vez de
volverse un hombre integral.
Comte, dice Portantiero, profundiza algunos aspectos positivistas de Saint Simón y tiene como objetivo poner orden en una
situación social que definía como anárquica y caótica, mediante la construcción de una ciencia que, en manos de los
gobernantes, pudiera reconstruir la unidad de un cuerpo social. A la vez incorpora a su discurso la idea de evolución y de
progreso... suponía que los cambios debían estar contenidos en el orden. La sociedad debía estar considerada como un
organismo y estudiada en dos dimensiones, la estática social ( análisis de sus condiciones de existencia; de su orden) y la de
dinámica social (análisis de su movimiento; de su progreso). Orden y progreso se relacionan estrechamente. El primero es
posible sobre la base del consenso, que asegura la solidaridad de los elementos del sistema. El segundo, a su vez, debe ser
conducido de tal manera que asegure el mantenimiento de la solidaridad, pues de otro modo la sociedad se desintegraría.
Hay que tener en cuenta esta idea de desintegración que es un juego perverso que se monta sobre la idea del caos, la idea de
muerte, como diría Hegel el amo absoluto, que como decíamos mas arriba solo sobre esta se construye la antropología de la
nueva sociedad, orden o muerte, civilización o barbarie, significa vivir en la tensión profunda de recrear un orden
permanentemente, orden que los nuevos teóricos tenían preparado basado el la solidaridad orgánica a través del trabajo,
trabajo que se asocia a la técnicas nuevas, las técnicas con el conocimiento científico y este con el progreso de la humanidad,
mitología abierta nunca discutida y núcleo fundacional que se va a reasumir desde los autores desarrollistas.
En este sentido, Horacio Gonzáles profundiza esta idea de legado clandestino que deja el positivismo a las Ciencias Sociales y
en la acciones de los hombres para asumir la vida: “ De algún modo, puede imaginarse así que habría triunfado, en la
modalidad sociológica de los últimos tramos del siglo XX, lo que podríamos llamar una “actitud Comteana”. No es para nada
adecuado llamarla así, por más que los rastros del pensamiento de Comte parecen haberse perdido en la memoria cultural del
tiempo. Si embargo, ella es poderosa por que en cierta forma fue inaugural, y entre sus notables curiosidades debemos
recordar su idea de un “poder espiritual” por el cual “la herencia teocrática antigua, fundada en el nacimiento, queda
reemplazada por la herencia sociocrática”. En esta sociedad, donde la Sociología positiva toma el gobierno, mismo del
gobierno social, cada uno de sus miembros está dedicado a servir al “Gran Ser”, unión mística de la humanidad que
reemplaza la teología por la “sociolatría”. Esta asombrosa visión, que consigue igualar el conocimiento con la creencia
y esta con el mito – la sociedad es un objeto de conocimiento y a la vez de veneración-, deja una huella secreta en el
conocimiento social, muy perceptible en algunos tramos de la historia de la sociología por el cual esta se atribuía un
meta saber destinado a unir su objeto de estudio con una impulsión que le sirviera de molde moral.
Convertida la sociología en una filosofía de la historia –la cual “sería sin nombres de personas y aun de pueblos” para poner
un plan abstracto de evidencias “los principios de teoría biológica del hombre, las leyes fundamentales de la sociablidad
... El nuevo poder de los científicos, propietarios e industriales, hace que la política se convierta en ciencia de la producción y
que la sociedad misma descanse en un movimiento de naturaleza casi autorregulatoria, que garantiza la sociedad industrial,
basamento de esa trama asociativa en que cada uno no obtiene mas que beneficios que los esfuerzos que allí entrega. Este
sistema industrial y científico resguarda y provoca una libertad asociativa, donde cada parte esta ligada al conjunto, sin
vestigio de la “libertad metafísica” ajena al mundo productivo.”
La ciencia y técnicas para descubrir leyes se mancomunan con el destino del mundo industrial, las técnicas de la ciencia como
saberes objetivos hacen que se puedan estudiar los objetos de la naturaleza y ahora de los sociales. No metafísica subjetiva
que da la posibilidad de nuevos conocimientos, esta se torna inútil, ahora predomina lo útil, lo objetivo, y la filosofía se torna
filosofía de lo que se puede medir, sumar y contar, perdiendo las múltiples potencialidades del hombre que no se dejan asir a
tales formas mecánicas del conocimiento.
Al respecto de este debate Horacio Gonzales dice “ Suele asociarse la ciencia a valores encumbrados de la verdad ante los
cuales sacrificamos intereses mundanos o goces personales. Suele presentarse el alma del científico como un derrotero
santificado por un deber ante la humanidad que no se detiene por prejuicios y tinieblas. Suele defenderse la idea de que el
progreso de la ciencia tiene ante si una justificación al respecto las creencias arcaicas que demuele, pues de lo que se pierde
de los anales añejos es reemplazados por cristalinos descubrimientos que sostendrán luminosas formas de vida. Y suele
proclamarse que el martirio de la ciencia es el que nos lleva a despojarnos de todo preconceptos o arrojarnos resignados en
brazos del duro destino que traza lo que debemos aprender, tal como el Marx que sita al Dante o al Freud que leyó al Goethe.
Pero una y otra vez, junto a la epopeya del científico perseguido por las “inquisiciones” que acorralar las “brujerías” o la
taumaturgia, encontramos al científico hostigado como “oscurantismo, irracionalismo e inferioridad” –nuevos nombres de la
“brujería”- las elecciones las elecciones diferenciadas del vasto pensamiento humano. No es raro escuchar que las ciencias
deben resguardar un interés emancipatorio, basado en la propia capacidad de reflexionar sobre sus propios alcances y de
volver a preguntarse sobre sus resultados, para inhibir los efectos de sojuzgamiento que le son inherentes. Pero no menos raro
es asistir a la constate amenaza que reciba ese sentido emancipador ante la irreversible imposición de una técnica para la
vida.”
Con esto no queremos subestimar la potencialidad de la ciencia, si no ponerla solo como una forma de conocimiento del
hombre y poder así rescatar otras formas del pensar que la modernidad subestima y mantiene subestimadas dejando al hombre
bajo el dominio de la técnicas que lo cuantifican haciéndolo perder potencialidades de su existencia que son fundamentales
para el desarrollo.
Por ultimo en este apartado queremos enmarcar esta reflexión en un contexto mundial en donde la ciencia y la técnica junto
con la industria comienzan perder su potencialidad de mantener unida una sociedad o ser la portadora del lazo social o
reciprocidad.
3.)El sujeto del desarrollo

Hasta ahora se plateo las distintas variables que sufren el proceso de desarrollo, en el marco de sistema capitalista,
también dimos cuenta de algunos de los mitos que condicionan el desarrollo en la modernidad, finalmente
queremos plantear una reflexión a cerca del sujeto del desarrollo. Ya que este no se da por si mismo, y no se lo
puede confundir con sus variables.
Entonces, el desarrollo plantea Rodolfo Kusch: “Desde el punto de vista semántico pareciera referirse a un movimiento que
parte de un estado de cosas y procurar llegar a otro, considerado como una meta. Pero esto mismo no puede efectuarse de
forma mecánica y menos como el manipuleo de externo de los elementos que favorecen el desarrollo. Cuando se habla del
desarrollo de un joven, se hacen referencia a ciertas condiciones que lo han favorecido, pero también a un proceso autónomo
basado en las condiciones biológicas de dicho joven.
Existe entonces un aspecto interno y otro externo del desarrollo. Pero el interno predomina sobre el exterior. Lo que está
“arrollado” o “enroscado” debe desarrollarse, en el sentido de desenroscarse. Y esto no se debe entender en un proceso
mecánico, si no como evolución biológica, lo cual le confiere al sujeto el desarrollo una marcada autonomía. Es como si la
movilidad arriba indicada siguiera un plan, en cierto modo un código, o una entelequia, de tal modo que, si se desarrolla una
planta no se puede obtener si no también una planta, pero desarrollada y no un animal. Esta ha de ser la condición de todo
desarrollo y es lo que la euforia de los desarrollistas de las décadas de los 50 y 60 no han podido comprender. Los teóricos
de ese movimiento se basan exclusivamente en los aspectos exteriores del desarrollo y, entonces, como es natural, nada les
cuesta afirmar que es imprescindible, “mutar el ethos” del pueblo.”
Así el desarrollo es el movimiento que nace del interior de un sujeto que se despliega con una lógica determinada y tiene un
sentido, de esta manera para acercarnos más a esta discusión vamos a tomar a Rubén Dri en un escrito denominado Identidad,
Memoria y Utopía, en el cual hace una reflexión a cerca del sujeto y sus características en las cuales nos ayuda a pensar la
idea misma de desarrollo de una forma compleja.
Este plantea que la diferencia entre las distintas formas de sustancias, o sea la diferencia entre el sujeto y las cosas en general
o los objetos, es que los sujetos tienen lo que Aristóteles llamó el “principio de identidad”. Este principio de identidad tiene
una larga discusión y el autor sintetiza siguiendo a Hegel diciendo: que este se puede resumir en la formula de que los sujetos
a diferencia de los objetos “son lo que no son, y no son lo que son” Y explica que esta forma de la identidad de ser otros que
si mismos, en la cual tiene lugar la mediación o negatividad, es la especificidad del sujeto y no en la del objetos, ya que estos
últimos siempre son gracias al sujeto que lo reconoce y les da su identidad, identidad que no tiene mediación o la capacidad de
hacerse a si mismos.
Dri dice que la manera de ser de los sujetos constituye la dialéctica, “el verdadero fundamento lógico ontológico de la
historia. Lógico en la medida, en que el desarrollo dialéctico obedece a una lógica, a una racionalidad que, por ser
intrínseca al ser histórico o subjetual, es ontológica.”
Nos parece muy sugestivo pensar el desarrollo dialéctico del ser, o del sujeto, ya que esta concepción nos hace pensar que el
desarrollo es lo más propio del ser, el desarrollo es ontológico, o sea para pensar el desarrollo hay que hacerlo desde una
perspectiva que el desarrollo es el mismo ser, lo que llamabas Notcheff: lo endógeno del desarrollo. Esto nos permite pensar
que las dimensiones antes planteadas son las dimensiones que hacen a las realizaciones de los sujetos, a ser plenamente si
mismos, por lo tanto hacemos un planteo “dramático” y complejo, en el cual hacer falsas abstracción del desarrollo es mutilar
a la subjetividad de los hombres y de los pueblos. Destruiría lo que decía Horacio Gonzáles que el positivismos convertiría
“la sociología en una filosofía de la historia –la cual “sería sin nombres de personas y aun de pueblos” para poner un plan
abstracto de evidencias “los principios de teoría biológica del hombre, las leyes fundamentales de la sociablidad”.
Dice Dri “ello significa también que la dialéctica, (o esta manera del desarrollo), no es un método, con el cual se pueda
acercar al ser historio desde fuera. En este sentido, es erróneo hablar del método dialéctico y colocarlos al lado de otros
métodos científico o filosóficos.” Nos interesa esta reflexión ya que pensar el desarrollo no solo es una cuestión de técnicas
que midan grados, cantidades, etc. con las cuales estamos acostumbrados que la ciencia defina el desarrollo de los pueblos, si
no estudiarlo es un proceso arduo que nos lleva a pensar el desarrollo desde una complejidad en donde se recuperen todas las
dimensiones incluidas las metafísicas, artística, lúdicas para la realización de los sujetos o pueblos.
Por otro lado, cabe aclarar, como el autor lo hace, que esta forma de pensar el desarrollo ontologicamente no implica que
“...nos arroje al determinismo... Es imposible escapar de la dialéctica, pero se la puede contradecir, se la puede desviar, se
le pueden poner miles de obstáculos. La dialéctica señala una dirección, apunta hacia una meta... Pero el camino tiene
numerosísimos desvíos que el sujeto puede tomar y en los cuales puede extraviarse, retrasarse, hacerse más fatigoso el
camino, distorsionar la meta. Un proceso dialéctico puede culminar en una estupenda realización o en una catastrófica
destrucción.”
Salir fuera del determinismo nos lleva fuertemente a reflexionar sobre la asociación conceptual que hace el positivismo, entre
el mito del destino del hombre, junto con la ciencia, la técnica y la industria. Dándonos la posibilidad de pensar el mito del
destino del hombre con una mayor riqueza que la de la sola producción de mercancías.
También, Dri nos plantea, que esta forma de desarrollo del sujeto tiene tres momentos fundamentales que hay que tener en
cuenta para comprenderlo, que son el universal abstracto, el particular y el universal concreto.
El primero, universal abstracto, “todo ser histórico comienza siendo un universal abstracto, una abstracción de la realidad
plena que debe ser, que luego será, que constituirá su tarea histórica de ser. Es universal, pues el ser histórico, sujeto, nunca
es parte. Siempre es totalidad. El ser humano es totalidad de ser humano, es la humanidad, no como el conjunto de todos los
hombres, o la mera generalidad, si no como lo humano, lo que constituye lo humano en su mismo ser, lo que lo hace ser
humano.”
Luego sigue el momento de la particularidad: “Este paso del universal abstracto al particular, de la sustancia al sujeto,
reviste la mayo importancia. Es el momento en que el yo se determina. Antes estaba indeterminado. Ahora comienza a
determinarse. Determinarse no ser determinado desde afuera. El sujeto solo es sujeto si se determina. Si es determinado no
es sujeto sino objeto... En el caso Latinoamericano, por ejemplo, la tan declarada autodeterminación de los pueblos ha
consistido, en realidad, en una héterodeterminación. Hemos sido determinados desde afuera, desde los centros imperiales del
poder. Un pueblo puede ser efectivamente pueblo, sujeto y no meramente objeto, en la medida en que se determina a si
mismo...”
Estos dos momentos nos plantean que el desarrollo no puede pasar por alto primero la identidad del sujeto a desarrollar y sus
problemáticas, entonces pensar que el desarrollo es pensar la identidad, este es un supuesto que queda en el mayor de los
casos implícito. Es una forma de romper en primera instancia, con todo tipo de tecnicismos o cientificismo, aunque
posteriormente haya que recuperarlo. En este sentido como dice el autor sería fundamental retomar planteos que en principio
parecen generales, pero lo que queremos decir es que primero, esta la discusión de la identidad y el horizonte de los pueblos y
luego la reflexión más técnica de cómo llevarlo adelante, pero ninguna de las dos reflexiones puede jugar de una forma
inquisitorial sobre la otra en esta aventura del despliegue del sujeto, para no ser objeto.
Por otro lado, otra discusión fundamental es el problema de que contenido va a desarrollar el sujeto, si esto puede estar
impuesto por los mercado internacionales o salen de su propia matriz y sus ansias de realización. Ahora bien, podemos estar
planteando de forma ingenua la disputa que implica enfrentarse sistema como el capitalista, pero estamos convencidos de que
hay que ir armando las bases teóricas, para una posible desarrollo complejo que asuma las distintas contradicciones.
El tercer momento que analizaremos es el universal concreto, el cual recupera al universal abstracto y al concreto para
constituirse en ser histórico, y lograr la realización de su identidad, ya que solo recuperándose a si mismo el universal que era,
se puede constituir como sujeto, pero ahora sujeto rico con la experiencia que ha realizado. Dri dice que los dos momentos
anteriores “ ... se conservan en un nuevo nivel. Es el mismo de antes, pero no es el mismo. Es el mismo en cuanto sigue
siendo el mismo universal del que partimos pero no es el mismo por que no es abstracto, si no concreto. Universal por ser ser
humano. La humanidad está en él. Concreto por que la vaciedad de lo abstracto se a llenado con el contenido de los dos
anteriores.
Se trata de un circulo, o mejor de una espiral o un circulo espiralado. A cada momento recomienza el proceso circular en
espiral. Menester es tener en cuenta que el tercer momento, el universal concreto, no es necesariamente una superación en el
sentido que podríamos llamar buena. Es decir, no necesariamente es una realización superior. Puede ser una destrucción y
muchísimas veces es lo que sucede.”
El universal concreto nos sitúa de una discusión sobre la historia, y los sujetos, el sujeto es histórico en su misma constitución
si no es histórico no es sujeto, se objetualiza, y la historia es la historia del propio desarrollo de los hombres, la propia
experiencia, que lo llevo a constituirse como tal. No hay fines de la historia, ni al pasado se lo puede repensar como si fueran
simples hechos sociales, la historia es lo mas propio y según su reinterpretación el sujeto se constituye así mismo como tal.
Pero antes de intentar formularla queremos agregar como dice Rubén Dri, El sujeto además de tener momentos y una lógica
también tiene distintos niveles, como el “Lógico ontológico”, el “psicológico existencial”, el “nivel religioso”, el “nivel
político”, etc.
Como vemos vamos recogiendo las variables que presentamos más arriba, pero desde una perspectiva determinada, dándole al
desarrollo un sentido y una característica la cual no acerca a la propia definición.
Estos niveles son niveles que el sujeto tiene que desarrollar para su realización y son experiencias que lo enriquecen como tal,
unas tan importantes como las otras.
Así el desarrollo es despliegue de las múltiples potencialidades de los pueblos en el tiempo y en el espacio. O sea el
desarrollo es máxima posibilidad de ser de los pueblos en la histórica concreta que le toca vivir.
Por ultimo queremos hacer una reflexión sobre dos concepto que ninguno de los autores leídos en este trabajo desarrolla y que
Rubén Dri hace una reflexión muy original para pensar el desarrollo, el concepto de Utopía y el de Memoria.
El autor plantea que la memoria es ontológica y que esta es por la cual el sujeto o seres históricos se reconocen así mismos.
Como el despliegue del ser histórico se encuentra en germen desde el origen, el recuerdo interiorizante los desarrolla el pasado
con el futuro y el presente.
El ser histórico, con la memoria rememora y permanece en el ser y se trasciende a si mismo con el proyecto, el proyecto es
otro de los momentos fundamentales, este siempre tiene en sus bordes el momento utópico, la utopía es el plus de significado
que hace que el sujeto se lance a lo que todavía no es, pero puede ser, el proyecto es lo realizable, pero la utopía siempre se
escapa motivando una y otra vez al sujeto a nuevas realizaciones, si no hay utopía se pierde el sentido se termina la historia.
Para terminar tenemos que tener en cuenta la complejidad del desarrollo, la necesidad de que este sea pensado como una
teoría integral que intente responder a los interrogantes de los hombres desde sus necesidades naturales de reproducción como
al los problemas del sentido de sus practicas. Para lo cual es necesario intentar distintas alternativas críticas para reasumir la
experiencia de la modernidad y sus distintos mitos, pero teniendo en cuenta y rediscutiendo profundamente las creencias que
estos naturalizaron en el campo de lo social.
De esta manera pensar el desarrollo en la argentina no es solo cuestión de formular algunas hipótesis de los problemas
económicos si no hay que intentar diseñar un plan que intente dar cuenta del desarrollo de un pueblo que tiene múltiples
problemáticas.

Fin

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