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ANALISIS EL VIEJO Y EL MAR

El viejo y el mar (The Old Man and the


Sea) es una novela escrita por Ernest
Hemingway en 1951 en Cuba y
publicada en 1952. Fue su último
trabajo de ficción importante publicado
en vida y posiblemente su obra más
famosa.

Aunque la novela ha sido objeto de


numerosas críticas, es considerada
como uno de los trabajos de ficción más
destacados del siglo XX, reafirmando el
valor literario de la obra de Hemingway.
La novela ha sido llevada al cine en
numerosas ocasiones siendo la
adaptación de 1958 protagonizada por
Spencer Tracy una de las más
populares y conocidas.

En 1953 Hemingway recibió el Premio Pulitzer y el Nobel de Literatura al año


siguiente por su obra completa.

Estructura

El libro no está dividido en capítulos y se podrían diferenciar varias partes: la


primera correspondería a la presentación del ambiente que rodea al pescador y
sus preparativos para salir a pescar. La segunda es la marcha a la mar y su lucha
con el pez y los tiburones, y la tercera, para concluir, la llegada de Santiago a
puerto.

Situación literaria de la obra según el género:

Es narrativo-descriptivo porque el autor narra lo que los personajes están


pensando o lo que están haciendo y a la vez describe muy bien lo que están
sintiendo o viendo

Temas fundamentales:

La solidaridad y la perseverancia.
Análisis de los personajes:

Protagonista: Santiago

Antagonista: Los tiburones

Personaje secundario: Manolín

Físicamente:

Santiago, "El viejo": Un pobre pescador, flaco y desgarbado, con arrugas


profundas en la parte posterior del cuello. Con manchas del sol en la piel y
cicatrices en las manos. Pero de ojos alegres e invictos, y hombros todavía
poderosos. Santiago es viudo y solitario.

Manolín, "El muchacho": Fue el aprendiz del viejo hasta que sus padres lo
obligaron a ir a pescar en botes más exitosos. Es afectuoso y atento. Tiene mucho
cariño al viejo, y se preocupa por él, encargándose de que tenga café y comida.

El pez: Un tiburón de dieciocho pies de largo. Una criatura hermosa, poderosa y


noble a la que el viejo llama su hermano.

ARGUMENTO

Santiago, un viejo pescador cubano, después de


ochenta y cuatro días de no capturar un pez,
decide hacerse al mar. Siendo él extremadamente
pobre, recibe la ayuda de Manolín, "el muchacho"
quien es su amigo y quien fuera antes su aprendiz.
Años atrás, el viejo enseñó al muchacho a pescar,
pero la mala suerte hizo que el padre de Manolín lo
obligara a dejar a Santiago para salir con un bote
que tuviera buena suerte. El muchacho, quien aún
le tiene cariño al viejo, le consigue sardinas para
usar como carnada, y cena, para recuperar fuerzas
para salir a pescar. Antes del amanecer, sale
Santiago al mar. Mientras rema, piensa el
protagonista en sus días de mala suerte, pero se
consuela pensando que cada día es un nuevo día.
Que es bueno tener suerte, pero que se necesita estar preparado. "Luego, cuando
venga la suerte, estaré dispuesto".

Después del amanecer, cuando el sol


está a dos horas de altura, ve el viejo un
grupo de aves marinas de largas alas
negras girando en el cielo sobre él. Las
aves le indican la presencia de unos
grandes dorados. Santiago persigue a
las aves y a los peces, pero van
demasiado rápido y se le escapan. El
viejo sigue remando, sabe que su
"pescado grande" tiene que estar en
alguna parte.

A lo largo del día, confusos


pensamientos atraviesan su mente,
desde el béisbol y su venerado Di
Maggio, cuyo padre fue también
pescador, hasta la posibilidad de que la
gente lo considere loco por hablar
consigo mismo. Es en medio de esos
pensamientos, que siente un vivo tirón en uno de los sedales. En este punto de la
historia comienza el verdadero duelo entre Santiago, el viejo, y su mar,
representado por un pez, enorme e increíblemente duro.

Santiago permite al pez que lo arrastre con él, es un pescador paciente y experto y
sabe que el pez va a cansarse, a necesitar alimento y él va a poder acercarse lo
suficiente para clavarle su arpón en el corazón. Después de cuatro horas, el viejo
se pregunta cómo será este pez al que todavía no ha visto. Después de la puesta
del sol y para distraerse del dolor causado por la postura forzada para sostener el
sedal, vuelven sus pensamientos al béisbol, desearía tener una radio, como la
gente rica, para escuchar los partidos y enterarse de los resultados. Después de
una noche entera sosteniendo el sedal para evitar que el pez se escape, Santiago
siente los efectos del cansancio y el dolor de la vejez. Extraña al muchacho.
"Nadie debiera estar solo en su vejez. Pero es inevitable", piensa Santiago. Se
alimenta de pescado crudo para recobrar la energía suficiente para la pelea que
se avecina. Siente pena por este pez, tan grande y maravilloso, pero sabe que
tiene que matarlo. Recuerda, con tristeza, la ocasión en la que él y el muchacho
pescaron una de dos agujas que iban en pareja. El macho de esta especie
siempre deja comer a la hembra primero. La hembra luchó desesperadamente por
su vida. Y el macho nunca la abandonó. Tanto Santiago como Manolín sintieron
tristeza, le pidieron perdón a la hembra y le abrieron el vientre con rapidez para
que no sufriera.

Empieza a ponerse el sol por segunda vez. El viejo, para darse fuerzas, recuerda
un momento de su vida cuando, siendo más joven, había pulseado con "el gran
negro Cienfuegos" durante todo un día y toda una noche, en Casablanca. Y había
ganado. Entonces no era viejo sino "Santiago El Campeón".

Al caer la noche, el viejo, cansado, se recuesta contra la madera gastada de la


proa, decide usar los remos para sujetar el sedal y poder descansar. Vuelve a
sentir pena por el gran pez que no tiene nada que comer. Santiago siente que el
castigo del anzuelo es malo para el pez. Pero el castigo del hambre y el
encontrarse frente a una situación que no comprende es lo peor.

En sus sueños aparece primero una vasta mancha de marsopas en época de


apareamiento, brincando en el aire. Sueña luego que está en su pueblo, en su
cama. Y luego surgen en sus sueños la larga playa amarilla y sus leones en Africa
"jugando como gatitos en la playa". Es feliz.

Al amanecer del tercer día empieza el pez a dar vueltas. Es el momento que
Santiago ha estado esperando. Comienza el duelo final. Durante horas el pez gira
en torno a la barca. Santiago resiste, pero está agotado. Siente vahídos y mareos.
Justo cuando empieza a rogar a Dios para que le ayude a resistir, siente una serie
de tirones y sacudidas en el sedal que está sujetando con ambas manos. El pez
está golpeando el alambre con su pico. Santiago sabe que cada golpe puede
ensanchar la herida. El viejo trata de evitarle dolor al pez, a pesar de estar
sufriendo él mismo dolores inenarrables. En la vuelta siguiente ve al pez, bello y
tranquilo. Con su arpón en la mano, lo ve acercarse. Siente que la lucha va a
vencerlo. "Me estás matando pez –pensó el viejo-. Pero tienes derecho, hermano".
Jamás había visto él una cosa más grande, ni más hermosa, ni más tranquila, ni
más noble. Cogiendo todo su dolor y lo que queda de su fuerza clava el arpón en
el corazón del pez, que se levanta del agua, mostrando toda su longitud y anchura
y todo su poder y belleza en la muerte.

Amarra Santiago el enorme pez al costado del bote para volver al puerto. Todo su
esfuerzo es inútil si no puede acarrear el pez al mercado para su venta. Pero la
distancia es grande y los tiburones han percibido la sangre del pez en el agua. El
primer tiburón que los ataca se lleva cuarenta libras del pez antes de que el viejo
lo mate. Y deja al pez sangrando. La sangre en el mar atrae más tiburones.
Santiago se cuestiona haber matado a su pez. "Quizás haya sido un pecado",
piensa. Dos horas después dos galanos, tiburones extremadamente agresivos,
han captado el rastro de la sangre. Al final del día no queda nada del pez que
pueda ser vendido, sólo queda la cabeza y el espinazo. Santiago se cuestiona el
haberse alejado demasiado de la costa. Se siente derrotado y cansado por dentro.

Cuando llega Santiago al puerto se


da cuenta de la magnitud de su
cansancio. Quita el mástil de la
carlinga y empieza a subir hacia su
choza. Al mirar hacia atrás, al
reflejo de la luz de la calle, ve la
gran cola del pez levantada detrás
de la popa del bote, ve la línea
desnuda del espinazo, y la cabeza
con el saliente pico. Llega a su
choza y se duerme. Manolín lo
encuentra dormido cuando entra a
la casucha la mañana siguiente. El
muchacho lo despierta, le lleva
café, y le cuenta que han estado
buscándolo por dos días, con guardacostas y aeroplanos. "Me derrotaron", dice el
viejo. "No. El (el pez) no. El no lo derrotó". Manolín insta al viejo a descansar, a
recuperarse, porque él va a volver a salir a pescar con el viejo. Sin importar lo que
digan sus padres.

El pez era un tiburón. Tenía dieciocho pies de la nariz a la cola.

VERBOS

Hacer, recibir, ayuda, aprender, enseñar, obligar, usar, salir, pensar, tener,
perseguir, escapar, estar, hablar, arrastrar, cansar, necesitar, poder, ser, forzar,
alimentar, matar, recordar, vivir, sufrir, recordar, ganar, descansar, castigar,
comprender, jugar, empezar, esperar, Comenzar, girar, resistir, agotar, rogar,
ensanchar, volver, vender, subir, mirar, dormir, encontrar.

ADJETIVOS

Pescador cubano, aprendiz, muchacho, buena suerte, cariño al viejo amanecer,


nuevo día. aves marinas, alas negras, grandes dorados, pescado grande, padre
pescador, vivo tirón, sedales, punto de la historia, verdadero duelo, pez, enorme,
pez cansarse, clavarle su arpón, efectos del cansancio y el dolor de la vejez, el
gran negro Cienfuegos, Santiago El Campeón, pueblo, cama, playa amarilla,
leones en África, gatitos en la playa".

Grande, sangre, cuarenta libras, sangrando, subir, El pez era un tiburón. Tenía
dieciocho pies de la nariz a la cola.

SUSTANTIVOS

Santiago, pescador, pez, mar, pobre, Manolín, muchacho, viejo, padre, sardinas,
carnada, pescar, aves, cielo, peces, loco, mar, duro, arpón, corazón, radio, noche
cansancio, vejez, pescado, macho, hembra, sol, día, noche, campeón, hambre,
amanecer, barca, manos, alambre, golpe, dolor, bello, tranquilo, arpón, mano,
lucha, matando, hermano, grande, hermosa, tranquila, noble, arpón, agua,
longitud, anchura, belleza, mercado, tiburones, sangre, tiburón, cabeza, espinazo,
cansancio, choza.

GLOSARIO

Arpón: Es un utensilio de forma alargada y estrecha utilizado por el ser humano


desde orígenes prehistóricos para la pesca.

Bichero: asta larga con un hierro en la punta

Bote: Es una construcción humana con capacidad para flotar y moverse en el


agua, ya sea dirigida o no por sus ocupantes.

Carlinga: Es una cabina o habitáculo para la tripulación y los pasajeros.

Choza: Tipo de construcción efímera de madera o de piedra que se construía en


los baldíos y dehesas de los campos

Dorados: una especie de peces de la familia de los Gobiidae en el orden de los


Perciformes.

Frazada: Manta pelda.

Marsopa: cetáceo parecido al delfín

Mástil: Palo de un barco es el gran palo vertical que sujeta las velas.

Regala: Tablón que forma el borde de las embarcaciones


Sedal: Hilo que se usa para pescar
Virar: Mudar de dirección en su marcha

INTRODUCCIÓN

El siguiente trabajo es realizado con el objetivo de dar a conocer lo siguiente:

Biografía del autor, análisis de la obra, dibujos, glosario etc. esto con el fin de
ilustrar sobre el contenido de la obra titulada “El viejo y el mar” la cual nos servirá
para desarrollar nuestras mentes, y ampliaremos nuestros conocimientos con esta
interesante obra.
CONCLUSIÓN

En conclusión este trabajo fue de suma importancia ya que aprendí mucho acerca
de la interesante obra “El Viejo Y El Mar” que nos ilustro sobre todos sus
personajes y aventuras interesantes.

Esta historia no enseña una interesante moraleja la cual es “Siempre luchar por lo
que anhelas”.
ESPAÑOL

ANALISIS LITERARIO OBRA “EL VIEJO Y EL MAR”

TRABAJO PRESENTADO POR:

MANUEL JOSE COBOS

COLEGIO ANTONIO NARIÑO


GRADO QUINTO
SARAVENA
2010
ESPAÑOL

ANALISIS LITERARIO OBRA “EL VIEJO Y EL MAR”

TRABAJO PRESENTADO A:

DEISY DURAN

COLEGIO ANTONIO NARIÑO


GRADO QUINTO
SARAVENA
2010

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