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CAPÍTULO 1

Identificación
y evaluación:
Un modelo
de necesidades
educativas
capítulo 1

El capítulo VII del Título I de la Ley Orgánica 10/2002, de 23


de diciembre, de Calidad de la Educación, está dedicado a "la
atención de alumnos con necesidades educativas específicas". El
artículo 43 de la Sección Tercera del citado capítulo se refiere a los
alumnos superdotados intelectualmente. En él se indican algunos
principios a tener en cuenta:
Recibirán una atención específica por parte de las Administra-
ciones Educativas.
Se establecerán normas para flexibilizar la duración de los
diversos niveles y etapas del sistema educativo.
Las Administraciones educativas adoptarán las medidas nece-
sarias para facilitar la escolarización de estos alumnos en cen-
tros que, por sus condiciones, puedan prestarles una atención
adecuada.
Se adoptarán medidas para que los padres de estos alumnos
reciban el adecuado asesoramiento individualizado.
De acuerdo a la Ley, es necesario identificar y evaluar lo más
temprano posible las necesidades educativas de los alumnos que
presentan altas capacidades intelectuales con el fin de que reciban
una respuesta educativa adecuada.
Nuestro modelo (Del Caño, Elices, y Palazuelo, 2003) sobre
intervención con alumnos superdotados se basa precisamente en
lograr respuestas educativas lo más acorde posible a las necesi-
dades identificadas. En este proceso no contemplamos como obje-
tivo fundamental la clasificación ni el etiquetado.
La identificación nos debe conducir al desarrollo de programas
de intervención basados en los siguientes principios:
La superdotación y el talento son estados a los que se llega
y en los que el destino juega un papel importante.
Para que la capacidad se desarrolle en su plenitud es nece-
saria la intervención educativa.
Aunque existen algunas características relevantes propias de
los alumnos superdotados, la heterogeneidad entre ellas es
tan amplia, como lo es entre el resto de los niños.
Partimos de una escuela inclusiva donde las características
individuales y el aprendizaje cooperativo son pilares funda-
mentales.

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capítulo 1

El centro educativo ordinario es el lugar adecuado para dar res-


puesta a las necesidades educativas específicas de todos los
alumnos.
Los programas a desarrollar deben ser abiertos a todos los alum-
nos del aula.
El papel del profesor es esencial y parte fundamental en la identi-
ficación y evaluación de necesidades, así como en el diseño,
implementación y evaluación de los programas a desarrollar.
El proceso educativo debe contemplar todos los aspectos de la
personalidad. Nuestros alumnos, además de una buena mente,
deben desarrollar también unos valores que les conduzcan a la
sensatez y a la bondad.
Para determinar las necesidades educativas específicas, vamos a
partir de la teoría de evaluación de programas desarrollada en los últi-
mos años y más concretamente de una de las partes que conlleva, que
es la identificación y evaluación de necesidades. La evaluación indivi-
dual y la evaluación de programas son aspectos distintos, pero pueden
estar relacionados. Estamos de acuerdo, en efecto, con Silverman
cuando indica que no hay necesidad de justificar los programas de inter-
vención para alumnos superdotados por ninguna otra razón que las
necesidades educacionales que presenten.
Será necesario realizar adaptaciones a estos constructos teóricos,
pero seguiremos a algunos autores expertos en esta modalidad de eva-
luación (McKillip, 1989; Kaufman y colaboradores, 1983; Witkin, 1984)
que la contemplan en forma diagnóstica para poder así diseñar el pro-
yecto o programas de intervención, que es en definitiva el fin de cual-
quier evaluación educativa. Según McKillip (1989) la identificación de
necesidades conlleva:
La descripción de los problemas de los sujetos y las posibles solu-
ciones.
La exigencia de utilizar más de una fuente de información.
El deber de incluir datos sobre resultados actuales, posibles solu-
ciones y coste de las mismas.

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capítulo 1

1. NECESIDADES EDUCATIVAS

En ámbitos sociales (sanitarios, educativos, atención social...),


antes de realizar las oportunas intervenciones se debe llevar a cabo una
planificación sistemática, comenzando siempre por la identificación de
necesidades. El término necesidad se identifica con problema. En este
contexto, un problema es la distancia que existe entre el estado actual
en el que se encuentra un individuo o un colectivo y el estado deseado.
El estado actual no corresponde a lo esperado y si no se desarrollan
programas de intervención, seguiremos teniendo resultados inadecua-
dos.
En todo problema podemos destacar tres elementos fundamentales
que debemos conocer y son:
Causa: Lo que origina el problema o necesidad. A veces no hay
una sola causa y resulta difícil su detección.
Consecuencia: Lo que sucederá si no se interviene, ni se atiende
la necesidad. En educación algunas consecuencias podrían ser
la falta de una buena adaptación social o el no adecuado rendi-
miento escolar.
Síntomas: Lo que se puede observar y puede ser objeto de una
completa evaluación para llegar a conocer la causa.

Programa

Estado Actual Necesidad Estado Deseado

Causa Síntoma Consecuencia

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capítulo 1

En el ámbito de la educación, al igual que en los demás, la forma


de resolver las necesidades individuales o colectivas de los alumnos es
el diseño e implementación de programas adecuados. El primer paso en
la intervención será identificar las necesidades del alumno por todos
aquellos profesionales que van a participar en su proceso educativo en
un determinado momento y lugar. Identificadas las necesidades, debe-
remos conocer las causas reales de las mismas, priorizarlas y emitir jui-
cios de valor, es decir, necesitamos realizar la evaluación.

2. EVALUACIÓN DE NECESIDADES

La evaluación de necesidades consiste en un "proceso sistemático


que se desarrolla con la finalidad de determinar prioridades sobre las
necesidades identificadas, tomar decisiones sobre actuaciones futuras
y localizar recursos" (Witkin y Altschuld, 1966). Es necesario, pues,
obtener datos no sólo de los alumnos, sino también del entorno.
El procedimiento a seguir para llegar a la toma de decisiones
(Municio, 1991) implica los siguientes pasos:
Recogida y tratamiento de la información:
·Diseño del sistema de recogida de datos (fuentes que vamos a
utilizar, procedimientos a seguir, instrumentos y técnicas a apli-
car...).
·Registro de datos.
·Relaciones entre los datos conseguidos.
·Identificación de necesidades, que se realiza interpretando los
datos obtenidos.
·Análisis preliminar de toda la información recogida.
·Análisis de necesidades identificadas, intentando determinar los
puntos fuertes y débiles para resolverlas.
Valoración y priorización de necesidades. Es necesario determinar
de forma clara las causas que originan las necesidades identifica-
das y las consecuencias que se están dando o pueden darse en el
sujeto si no se interviene de forma adecuada para resolverlas.

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Toma de decisiones sobre la respuesta educativa a diseñar, imple-


mentar y evaluar de forma sistemática.
Esta modalidad de evaluación conlleva una serie de ventajas que,
de acuerdo con Pérez Campanero (2000), pueden resumirse en las
siguientes:
Partir de datos objetivos, no solo de intuiciones.
Se puede obtener una información útil y sistemática.
Analizar los recursos de los que se dispone.
Lograr el compromiso e involucrar a todos los implicados antes de
comenzar a implementar cualquier decisión.
Los profesionales encargados de tomar decisiones pueden dispo-
ner de diversas alternativas basadas en los datos objetivos.
Ahorrar tiempo y esfuerzo en la planificación futura.

3. NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECÍFICAS EN ALUM-


NOS SUPERDOTADOS

En los alumnos superdotados las necesidades educativas específi-


cas pueden presentarse tanto por las carencias como por las potencia-
lidades propias, ya que ambas van a influir en el desarrollo pleno y equi-
librado de sus capacidades, intereses, motivaciones, socialización y
aspectos afectivo-emocionales. Necesitamos conocer, por lo tanto, sus
puntos fuertes y sus puntos débiles.
Estas necesidades pueden ser debidas a múltiples causas:
Altas capacidades intelectuales relacionadas con alguno o varios
aspectos del pensamiento.
Rendimiento escolar no acorde a sus capacidades.
Problemas de adaptación y comportamiento.
Relaciones sociales que establece con adultos o con iguales.
Desarrollo afectivo-emocional.
Disincronías entre algunos aspectos del desarrollo.
Entornos problemáticos.

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capítulo 1

Si no se detectan y atienden debidamente estas necesidades, las


consecuencias pueden también ser múltiples y siempre relacionadas
con la no adecuada respuesta educativa que el alumno está recibiendo
y a la que tiene derecho para conseguir un desarrollo óptimo y acorde a
sus potencialidades.

La evaluación de necesidades en estos alumnos puede seguir el


siguiente esquema:

Necesidades educativas
específicas Entorno escolar Entorno familiar

Alumno con probable superdotación

Qué recursos Qué oferta Qué puede aportar


necesita el centro el contexto
Normativa legal

socio-familiar

Toma de decisiones sobre


la intervención educativa

Qué hacer Cómo hacerlo Costes y limitaciones

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La identificación de necesidades debe realizarse en el contexto


educativo donde el alumno se encuentra, es decir en el aula. Ha de
estar abierta a todos los alumnos del grupo y participar en ella todos los
profesionales implicados en el proceso educativo en ese determinado
momento.
Proponemos seguir los siguientes pasos:
Identificar características de todos y cada uno de los alumnos, uti-
lizando diversas fuentes.
En aquellos alumnos en los que se pueda tener sospecha de que
presentan necesidades educativas específicas asociadas a altas
capacidades intelectuales, se seguirán aplicando otras técnicas de
valoración para determinar características personales más ajusta-
das y las necesidades educativas que estas características con-
llevan.
Una vez identificadas las necesidades educativas en el niño/a, es
necesario conocer datos de los entornos donde se desenvuelve,
principalmente del entorno escolar y del entorno familiar.
El análisis de todos los datos llevará a la toma de decisiones sobre
la intervención a realizar. Se determinará qué procede hacer,
quién, cómo, cuándo y dónde actuar, y también cómo, quién y
cuándo evaluar.
Los profesionales a los que compete realizar la identificación y eva-
luación de necesidades son todos aquellos que en ese momento parti-
cipan en el proceso educativo del alumno. Ello va a depender, lógica-
mente, de la etapa educativa donde se encuentre. El planteamiento de
la evaluación puede ser diverso. El tutor puede dirigir el proceso de
acuerdo a sus competencias, o puede ser el orientador el que dirija la
evaluación y los demás profesionales colaboren aportando los datos
que les corresponden. La normativa legal indica que debe ser el res-
ponsable de la orientación en el centro el que determine, en el informe
y dictamen correspondiente, que las necesidades educativas específi-
cas que presenta un alumno están asociadas a sobredotación intelec-
tual, así como los recursos necesarios para implementar la modalidad o
el programa educativo a seguir.

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