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UNIVERSIDAD DE

GUADALAJARA
SISTEMA DE EDUCACION MEDIA SUPERIOR
ESCUEAL PREPARATORIA No. 2

FILOSOFÍA
TRABAJO FINAL

ALUMNAS:
GONZALEZ OCHOA IVONNE BERENICE
MÁRQUEZ SÁNCHEZ KAREN LIZBETH
MARTÍNEZ RODRÍGUEZ XOCHITL GABRIELA

Calendario Escolar 2007 A


Guadalajara Jal.
INDICE
Antecedentes

Significado de eutanasia

Eutanasia aspecto medico

Tipos de eutanasia

Eutanasia aspecto jurídico

Eutanasia aspecto religioso

Eutanasia aspecto social.

Eutanasia aspecto económico

Eutanasia en otros países

Bibliografías

Paginas de internet
Antecedentes
En los pueblos primitivos han existido muchos tipos de prácticas
eutanásicas que consiste en acciones o rituales realizados con el fin
de dejar morir a miembros de la comunidad por diferentes razones:
su edad avanzada, su invalidez, su incompetencia, o por padecer
una enfermedad incurable acompañada de grande dolores. Estas
prácticas las realizaban familiares, chamanes o hechiceros, e
incluían lo mismo ayudar a morir, en el sentido de acompañar en el
paso de la vida a la muerte, que acelerar l muerte misma. En Grecia
con la llegada de la medicina científica, la práctica quedó a cargo de
los médicos: fue el momento de la medicalización de la eutanasia,
pues existe evidencia de que la medicina occidental ha sido
eutanásica desde su origen. Para demostrarlo en la república,
donde Platón señala que la medicina tiene que dirigirse sólo a os
eres con una constitución sana para librarnos de alguna
enfermedad, y no a personas crónicamente enfermas o inútiles que
son una carga para la sociedad. La posición de d Platón coincide
con los médicos hipocráticos, quienes consideraban que no había
que tratar las enfermedades incurables, y que había que dejar morir
a las personas débiles; esta idea de no tratar lo que no es tratable
corresponde al desahucio, práctica que se seguía porque se
comprendía que la medicina no A partir del siglo XIV cambiaron las
actitudes ante el suicidio y la eutanasia. Con el renacimiento, los
valores griegos y romanos adquirieron otra vez importancia y se
dieron las condiciones para pensar en la “muerte fácil” como opción.
En el siglo XVII, el término eutanasia fue introducido al inglés por el
filósofo Francis Baco, quien consideraba necesario que los médicos
auxiliaran a los enfermos próximos a morir para que tuvieran una
muerte tranquila. En la primera mitad del siglo XX, tanto en América
como en Europa se discutía la conveniencia de la legalizar la
eutanasia, y entonces surgieron las primeras asociaciones en
defensa del derecho a una muerte digna. Sin embargo, este
proyecto se vio ensombrecido por el terrible genocidio que por esos
años los nazis presentaron como proyecto eutanásico. En la
segunda mitad del siglo XX el debate sobre la eutanasia se
intensificó a causa del creciente número de personas que se
consideraron en situaciones en las que se consideraba deseable
poner a sus vidas, así por el creciente números de casos llevados a
juicio, acusado de homicidio por haber ayudado a morir a algún
familiar para terminar con su sufrimiento. Por otra parte gracias a
las grandes posibilidades tecnológicas han aumentado los casos de
personas que viven en estado inconsciente de manera irreversible

*Que se entiende por eutanasia


El termino eutanasia compuesto por las raíces griegas eu y
thanatos que significa bueno y muerte, respectivamente, ha sido
utilizado desde el tiempo de la cultura grecorromana para referirse a
una muerte fácil, tranquila y sin dolor. Al parecer, el primer registro
de su uso se encuentra en la obra del historiador romano Suetonio
(ca. 69-125 dc), la vida de los doce césares, en la que relata que
cesar Augusto tubo una muerte dulce, a la medida de sus deseos,
según lo que había expresado siempre que escuchaba que alguien
moría rápidamente y sin dolor. Por eso pedía para el y su familia
una similar euthanasia.

Nos damos cuenta que la practica de facilitar la muerte es muy


antigua, pero que también el termino eutanasia, que ha servido para
referirse a ella, es difícil de aprehender por la diversidad de sentidos
con que ha sido utilizado. El origen etimológico que alude a una
buena muerte es demasiado general y se presta a incluir
interpretaciones muy distintas. También se ha utilizado para definir
el cuidado que e tiene hacia los enfermos para ayudarlos a morir en
paz, haciendo énfasis en el sentido espiritual. Finalmente, se ha
llegado a utilizar el término para designar una práctica por medio de
la cual la sociedad elimina miembros que considera inútiles e
inferiores.

De acuerdo con Henk Ten Have, la definición de eutanasia que


suele utilizarse es: “la finalización intencional por parte de un
médico, de la vida de un paciente, a petición de este”. Son tres
características que resalta este autor: la intención, la solicitud del
paciente y el papel del médico.

La intención es un elemento intrínseco de toda de toda acción y en


este caso se refiere a la intención del médico de terminar activa y
directamente con la vida del paciente porque se busca poner fin a
su sufrimiento.

El problema de esta opción es que deja sin respuesta a todos


aquellos enfermos incurables que, siendo competentes para elegir
la muerte, están imposibilitados para moverse o tragar, de manera
que no pueden poner fin a sus vidas por sí mismos. Aun muchos
médicos que defienden el suicidio medicamente asistido reconoce
esta limitación, establece una diferencia categórica entre esté y la
eutanasia voluntaria activa. Estos médicos consideran que dentro
del continuo de piones de la atención paliativa, que incluye la
suspensión de tratamientos de sostenimiento de vida y medidas
agresivas para aliviar el dolor, debe estar la opción del suicidio
médicamente asistido, por si fracasan los esfuerzos para disminuir
el sufrimiento del enfermo.

*Diversidad de situaciones
Ronald Dworkin, filosofo y jurista, profesor de derecho en las
universidades de Nueva York y Oxford, describe las principales
controversias sobre el aborto y la eutanasia en los estados unidos y
otros países en su libro Life´s dominion (el dominio de la vida).

Si algo evidencia el análisis de Dworkin e la importancia de tomar


conciencia de las condiciones de vida que podríamos encontrar en
el futuro: 1 tener la posibilidad de considerar la convivencia de
adelantar nuestra muerte; 2 no estar capacitados para tal
consideración; 3 encontrarnos en una situación en la que otros sean
los deban tomar decisiones de sobre el final de nuestras vidas.
Muchas personas se encuentran en alguna de estas situaciones:
unas por padecer una enfermedad terminal; otra, por encontrarse
incapacitados para llevar a cobo actividades por sí mismas, parcial
o completamente y de manera irreversible; otras más, por estar en
estado inconsciente definitivo; finalmente otras, cuyo estado físico
es aceptable, por sentirse obligadas a tomar medidas antes de que
el progreso de su enfermedad las incapacite. Quizás unas tengan
apoyo de vida artificial, pero otras no. Con todas estas variantes
Dworkin establece tres tipos de situaciones en que se debe tomar
decisiones sobre la propia muerte o sobre la de otros: 1 cuando las
personas están conscientes y competentes; 2cuando están
inconscientes; 3 cuando están conscientes, pero incompetentes.

-Personas conscientes y competentes


Muchos pacientes padecen una enfermedad que las impide o les
impedirá vivir como hubieran querido y conciben como un consuelo
la idea de controlar su propia muerte. Puesto que el suicidio no es
un crimen en la mayoría de los países occidentales, es una opción
para tales personas. Sin embargo, muchos enfermos se ven
primados de la alternativa de alterar su muerte porque se
encuentran incapacitados para hacerlo por sí mismos, y por que la
mayoría de los países prohíbe dar ayuda directa para morir. Aunque
las personas pueden rechazar un tratamiento como la alimentación
o hidratación artificial, no tienen derecho legal a interrumpirlo una
vez que lo reciben, porque esta implicaría la ayuda de otros para
suicidase. Desde luego esto no impide que en la práctica existan
muchos médicos dispuestos a dar esa ayuda de manera
clandestina cuando así lo solicitan pacientes que están por morir. La
otra opción es que los pacientes consigan el permiso judicial para
que se les retire la ayuda médica que los mantiene con vida.

Es el caso de la señorita B (su nombre se mantiene en anonimato


por razones legales). Se trataba de una mujer británica de 43 años,
trabajadora social, que quedó tetrapléjica como consecuencia de la
ruptura de un vaso sanguíneo del cuello, que afecto su espina
dorsal. Desde febrero de2001 vivió conectada a una máquina para
respirar, a pesar de que ella, con anterioridad, había establecido por
escrito que no desea recibir tratamiento en caso de verse en una
condición que pusiera en riesgo su vida o de quedar mentalmente
incapacitada o inconsciente. La paciente pidió a los médicos que
retiraran el respirador, a lo cual se negaron alegando razones éticas
y porque además consideraban que la señorita B cambiaría de
opinión. Como no sucedió así, ella acudió a la justicia. Mediante un
circuito cerrado de televisión la paciente se comunicó directamente
de la cama del hospital con la juez Elizabeth Butler-Sloss,
presidenta de la División Familiar de la Corte Suprema del sistema
Judicial inglés, quien decidió su caso desde Birmingham, cuando
estaba en contacto con los jueces reunidos en el tribunal supremo
en el Tribunal Supremo de Londres. En marzo de 2002 la juez falló
a favor de la paciente, pues consideró que la señorita B estaba
totalmente capacitada para decidir la interrupción del tratamiento, lo
cual de produciría su muerte. Señalo que se trataba de una decisión
que debía permitirse a personas con discapacidades tan severas,
para quienes vivir así podría significar algo peor que la muerte.
Añadió que la decisión previa de la paciente debería haber sido
respetada por el hospital, lo que hubiera evitado el sufrimiento
adicional que padeció.

Este caso fue especialmente importante por ser la primera vez que
alguien mentalmente capaz pedía y recibía el permiso para que se
le retirara el apoyo de vida artificial.

No hubo detalles sobre el desenlace que tuvo la señorita B, pues un


requerimiento judicial prohibió la publicación de cualquier
información que pudiera identificarla, pero se supo a través del
Departamento de Salud que murió tranquilamente dormida una vez
que le retiro el ventilador, aproximadamente un mes después de
que recibiera la autorización de la juez. Todos los médicos piensan
que ayudar a morir va en contra de la esencia misma de su
profesión, que es curar y prolongar la vida. Algunos consideran que
la responsabilidad hacia sus pacientes incluye intentar aliviarlos
hasta el final, y que la eutanasia activa podría ser la solución,
aunque cuando esto implique actuar fuera de la ley con todos los
riesgos que ello supone.

-Personas inconscientes

En la práctica se presentan diversas situaciones en las que es


preciso decidir si se dan, se continúan o se interrumpan
tratamientos para mantener con vida a pacientes que no pueden
expresar su voluntad porque se hallan en estado inconsciente.
Estas situaciones son muy diversas. Incluyen desde casos de
personas con fallas cardiacas (puede variar mucho la probabilidad
de que tengan una recuperación exitosa si se aplican las medidas
adecuadas), hasta casos en que se han producido tal daño en los
individuos, que la posibilidad de volver a tener una vida consiente
queda totalmente descartada. Para estas situaciones existen
algunas guías que pueden orientar para tomar decisiones. Así, por
ejemplo, en los hospitales establecen de manera formal e informal
políticas que sirven para definir en que caso se aplica medidas de
resurrección cardiopulmonar, según se consideren que valga la
pena o no la supervivencia que se considera en cuanto a tiempo y
calidad. De todos modos, es un hecho que tales políticas con
insuficientes y que las voluntades de los pacientes son
desatendidas con frecuencia porque los médicos, enfermeras, y
técnicos, muchas veces no responden automáticamente, de
acuerdo con un precepto adquirido a lo largo de su formación, y
arraigado por su practica, que establece en su deber es salvar vidas
antes que nada.

En 1983, Nancy Cruzan, de 23 años, sufrió un accidente


automovilístico a consecuencia de cual quedo sin capacidad
respiratoria. Una vez que se atendió y restableció su respiración se
determino que había una lección cerebral y reversible debido al
tiempo que había permanecido sin oxigeno. Aunque las primeras
semanas fue capaz de ingerir alimentos oralmente, después se le
implanto un tubo para alimentarla e hidratarla. Una vez que resuelto
evidente que Nancy no tenía ninguna posibilidad de recordar sus
facultades mentales, los padres solicitaron que se le retirara la
alimentación artificial. Estaba claro que al hacerlo se produciría su
muerte, por lo que el personal del hospital se negó a actuar sin una
orden judicial. De ese modo se inicio un proceso legal que duraría 7
años, hasta que los padres consiguieron el permiso para dejar morir
a su hija. Un primer juez de Misuri había consentido que se retirara
la alimentación artificial con base al derecho, garantizando con la
constitución estatal y federal, de rehusar un procedimiento para
prolongar la vida. Se apoyaban en el testimonio de los padres de
que la hija había expresado en diversas ocasiones que no hubiera
querido que la mantuvieran viva en tal condición. Sin embargo, el
defensor asignado a Nancy sintió la responsabilidad apelar, y la
suprema corte de Misuri determino que la ley de este estado no
permitiría que se retirara el apoyo al menos que hubiera pruebas
claras que la paciente hubiera querido eso, para lo cual tendrían
que haber dejado un testimonio de vida por ella, en el que expusiera
su voluntad. De no contar con un documento probatorio, el estado
estaba obligado a preservar la vida de Nancy por el deber que
tenían que respetar la santidad de la vida. La corte consideraba la
comunidad de Misuri tenia razones legítimas para mantener la vida,
aun cuando eso fuera en contra de los derechos e intereses de ella
misma, ya que era intrínsecamente malo que alguien muriera
deliberada y prematuramente.

Los padres apelaron a la Suprema Corte de la nación


argumentando que su hija tenia el derecho constitucional para que
se le permitiera morir, pero la Suprema Corte no decidió si debía
permitirse el retiro del tratamiento, si no que respaldo a la corte de
Misuri en su derecho de tomar decisiones propias y de pedir la
videncia que demostrara la voluntad de Nancy. Unos meses mas
tarde de esta decisión, el estado de Misuri concedía a Nancy el
derecho a morir al aceptar como evidencia el testimonio de unos de
sus amigos que declararon que ella había indicado prefería morir
antes que verse en la situación en que estaba. En su tumba, junto
con el día de su nacimiento, en 1957, están grabados otras dos
fechas: una de 1983, “el día que se fue “y la de 1990, “el día que
descanso en paz”.

-Personas conscientes pero incompetentes

En las situaciones de personas con demencia, un síndrome


progresivo con declive de las funciones cognitivas, especialmente
de la memoria, acompañado de un deterioro del control emocional
en el lenguaje y la conducta social. Ocurre principalmente en la
enfermedad de Alzheimer, pero también en los trastornos cerebro
vasculares y en otras condiciones que afectan al cerebro. Aunque
puede comenzar en cualquier edad, se presenta más
frecuentemente en personas mayores y no existe curación. Como lo
único que puede lograrse es retrasar un poco el deterioro, la
personas con demencia, de manera inevitable gradualmente se
vuelven incapaces de valerse por si misma.

Eutanasia

La eutanasia se refiere al procuramiento de la muerte de un


enfermo terminal que esta desahuciado o que tiene un atroz
sufrimiento por su enfermedad y el mismo o sus familiares, ante lo
irremediable, solicitan su muerte.

La muerte con dignidad ha sido otra de las frases sinónimas de la


eutanasia. Sin ser exactamente eutanasia lo que se quiere es que
los enfermos terminales tuviesen una muerte sin aspavientos,
temores, miedos, desfiguros, dolores incontrolables y que no
despertasen lastima alguna.

Parecería ser que a medida que va ha siendo mas lo que se habla


de eutanasia activa, esta va, sino despertando simpatía al menos
siendo mas y mas razonadas. Un breve comentario de Gostin,
Portillo y Casell señalan lo anterior y expresan otra manera eufónica
de llamar ala eutanasia activa: médicos que asisten al moribundo,
médicos asistentes de la muerte, o médicos que asisten al paciente
que muere Hay siempre un eufemismo velado que señala que los
médicos que hacen esto no son precisamente criminales o
asesinos, sino hombres y mujeres humanos, provistos de un bagaje
científico-académico mayor, que les permite que aquellos que así lo
demanden, puedan confiar en sus decisiones.

La eutanasia, en algunos centros de filiación ética medica, ha sido


objeto de estudios especiales. Existe, en el Reino Unido, un Instituto
de Ética Medica que trabaja en las cuestiones relativas ala
prolongación de la vida y ala muerte asistida de aquellos pacientes
en vida vegetativa.

Dado que el medico es el profesionista que mas directamente se


encuentra vinculado con la muerte de los humanos, parecería ser el
mas avocado a opinar sobre ella.

-Aspecto medico:
JURAMENTO HIPOCRATICO
Juro por Apolo, médico, por Asclepio, y por Higía y Panacea, y por todos los
dioses y diosas del Olimpo, tomándolos por testigos, cumplir este juramento
según mi capacidad y mi conciencia: Tendré al que me enseñó este arte en la
misma estimación que a mis padres, compartiré mis bienes con él y, si lo
necesitara, le ayudaré con mis bienes. Consideraré a sus hijos como si fueran
mis hermanos y, si desean aprender el arte médico, se lo enseñaré sin
exigirles nada en pago.

A mis hijos, a los hijos de mi maestro y a los que se obligaran con el juramento
que manda la ley de la Medicina, y a nadie más, les enseñaré los preceptos,
las lecciones y la práctica. Aplicaré mis tratamientos para beneficio de los
enfermos, según mi capacidad y buen juicio, y me abstendré de hacerles daño
o injusticia. A nadie, aunque me lo pidiera, daré un veneno ni a nadie le
sugeriré que lo tome.

Del mismo modo, nunca proporcionaré a mujer alguna un pesario abortivo.


Viviré y ejerceré siempre mi arte en pureza y santidad. No practicaré la cirugía
en los que sufren de cálculos, antes bien dejaré esa operación a los que se
dedican a ella. Siempre que entrare en una casa, lo haré para bien del
enfermo. Me abstendré de toda mala acción o injusticia y, en particular, de
tener relaciones eróticas con mujeres o con hombres, ya sean libres o
esclavos.

Guardaré silencio sobre lo que, en mi consulta o fuera de ella, vea u oiga, que
se refiera a la vida de los hombres y que no deba ser divulgado. Mantendré en
secreto todo lo que pudiera ser vergonzoso si lo supiera la gente. Si fuera fiel a
este juramento y no lo violara, que se me conceda gozar de mi vida y de mi
arte, y ser honrado para siempre entre los hombres. Si lo quebrantara y jurara
en falso, que me suceda lo contrario.

*CODIGO DE ETICA MÉDICA


El médico mantendrá siempre el más alto nivel de conducta
profesional. El médico no permitirá que el ejercicio libre e
independiente de su juicio profesional en favor de sus pacientes
quede influido por motivos de ganancia. En todo tipo de práctica
médica, el médico procurará prestar su servicio profesional con
competencia, con plena independencia técnica y moral, y con
compasión y respeto por la dignidad del hombre. El médico debe
tratar con honradez a sus pacientes y colegas y se obliga a
denunciar a los médicos débiles de carácter o deficientes en
competencia y a los que incurran en fraude o engaño. Se
consideran faltas de ética las siguientes prácticas:

a) La publicidad hecha por el médico, a menos que esté permitida


por las leyes del país y por el Código de Ética de la asociación
médica nacional.
b) Dar o recibir una comisión u otra ventaja por haber enviado un
enfermo a un colega, o por dirigir al paciente a determinada
farmacia o establecimiento. El médico deberá respetar los derechos
de los pacientes, de los colegas y de los otros profesionales de la
salud, y protegerá las confidencias de sus enfermos. El médico,
cuando administre cuidados profesionales que puedan debilitar la
condición física o mental de su paciente, sólo lo hará para beneficio
del enfermo. El médico obrará con suma cautela al divulgar, a
través de canales no profesionales, sus descubrimientos, nuevas
técnicas o remedios. El médico certificará sólo lo que haya
comprobado personalmente.

Eutanasia

La eutanasia significa provocación de la muerte de un modo directo


y sin dolor por motivos de compasión en caso de enfermedad
incurable.se denomina también así la utilización de medios
productores de la muerte en los casos de una pretendida vida sin
valor e indeseable (lisiados, enfermos mentales), con
consentimiento del interesado o sin él, fundándose en razones de
mejoramiento de la raza y ahorro de los gastos de sostenimiento.
Desde el punto de vista psicológico, el problema reside en la
posición anímica de los familiares y del medico mismo. Se
considera que una intervención de eutanasia debe provocar
inevitablemente un conflicto espiritual de la conciencia por
consiguiente, cada ser humano tiene derecho a su propio
sufrimiento y a su propia muerte. Cada ser humano debe ser digno
no solamente de su vida sino de sus sufrimientos, de su muerte
este criterio pertenece a la moral tradicional.

La eutanasia voluntaria, es cuando una persona la solicita o la


requiere, es decir, cuando expresa el deseo de poner fin a su vida,
pero la persona lo debe de solicitar en sus cinco sentidos, y debe de
ser libre y conscientemente, las personas que la piden lo hacen
para liberarse de un sufrimiento físico o moral porque los
consideran insoportables. Pero aquí esta cuestión tiene dos
aspectos en que condiciones puede decidirse que una persona

Es capaz de tomar semejante decisión y la otra seria si ¿habría de


cumplirle sus deseos o denegarlos oponiéndose a que dios es el
donador de toda vida?
Eutanasia involuntaria es inaceptable. La eutanasia pasiva es dar
por terminados cualesquiera medios excepcionales empleados
para seguir manteniendo la vida de la persona – lo que se le llama
desconectar el enchufe. También es conocida por que la persona
no es capaz de expresar opinión o deseo del que hacer ante ese
caso y ambas causas tanto voluntaria como la involuntaria son
consideradas eutanasia.

Eutanasia activa implica el obrar de un modo considerado mas


directo, tal como administrar una droga letal. La aceptación por la
asociación medica norteamericana de la eutanasia pasiva y el
rechazo de la eutanasia activa puede ser justificado tal vez desde el
punto de vista práctico o legal, pero no desde un punto de vista
moral

Alivio deseado del dolor sin acortamiento de vida:

Se puede caracterizar el caso en el que un moribundo se le


administra medios paliativos del dolor que no tiene por efecto un
acortamiento de vida. Naturalmente, esta es una conducta impune
cuando el moribundo ya no puede realizar ninguna declaración de
voluntad o cuando no puede formularla responsablemente, pero
donde el alivio del dolor es por regla general admisible al
corresponderse con su voluntad presunta.

*Alivio al dolor en contra de la voluntad del paciente:


Esta se refiere cuando el paciente impide que se le suministre la
inyección que le alivia el dolor o cualquier otro medio calmante, para
poder experimentar su propia muerte de modo plenamente
consiente y no verla transformada en un dulce. Para ello pueden
tener motivos teológicos o filosóficos, sencillamente, ser una
persona valiente querer comunicarse con personas cercanas, dictar
sus últimas decisiones hereditarias. Y en cualquier caso, tal deseo
debe respetarse. Cuando no obstante se le suministra una
inyección al moribundo, acaso porque el medico tiene su negativa
por irracional, ello constituirá un ataque no permitido a su integridad
corporal y, por tanto, punible de acuerdo con el s 221 stGB como
delito de lesiones. En realidad, para una extendida opinión, no así
para la jurisprudencia, con los ataques curativos en contra de la
voluntad del paciente se excluye el tipo de lesiones.

*Medios proporcionados y desproporcionados medicina


El progreso de la medicina ha hecho posible que mediante toda una
serie de técnicas médicas puedan darse casos en los que
mantienen artificialmente la respiración, la respiración, la circulación
sanguínea, etc. en personas que su cerebro a dejado de funcionar;
lo que hace posible que en la actualidad no sean pocos los
problemas que plantea.

Tanto la formación del medico como la circunstancias personales


que en el puedan darse, pueden empujarlo, de alguna u otra forma,
hacer siempre todo lo posible para prolongar la vida del paciente,
utilizando todo tipo de medios. Ante esto, se tiene que afirmar con
toda claridad y sin temor alguno, que no siempre el medico debe de
hacer todo lo posible terapéuticamente para que la vida del enfermo
no se extinga. Como hemos podido comprobar, hay situaciones en
las que no solo es aceptable que el medico renuncie a una
determinada terapia, sino que podría ser éticamente inaceptable el
que la medicina se empeñase, a todo precio, a la prolongación de la
existencia biológica del enfermo, aunque no exista esperanza de
recuperación y la continuidad de su vida.

En las formas utilizadas para precisar los limites de este deber, la


moral tradicional confiere un peso importante a la distinción que
pretende se lleve a efectos entre medios ordinarios y
extraordinarios. Esta concepción entiende a no ser obligado a
utilizar los métodos extraordinarios, pero si de los ordinarios. Se ha
visto también en ella, el peligro de servir de apoyo a
discriminaciones y desigualdades por atribuir excesivo peso al
aspecto económico de los médicos a la hora de calificarlos como
ordinarios y extraordinarios.

Por ello, por lo que estimulamos que la terminología en medios


ordinarios y extraordinarios ha quedado obsoleta, surgiendo la
necesidad de que sea sustituida con la mayor rapidez posible por la
de medios proporcionados y no proporcionados a la situación en
cuestión.

Mal entendido, el contenido puede ser fundamentalmente el mismo,


aunque nadie dudara que con matices y acentuaciones preferentes
en cuanto al propio medio, al fin que puede conseguirse la
esperanza de lograrlo, la persona del enfermo y determinadas
circunstancias que otorgan prevalencia de un dispositivo medico
desproporcionado a los resultados que se podrían esperar, en
orden a la evitación de sufrimientos, o simplemente por una
voluntad de no imponer gastos excesivamente gravosos a la familia.
Este rechazo para algunos podría equivaler al suicidio o a la
eutanasia por motivos socio-económicos, pero no es así, ya que en
ningún motivo se pretende la provocación de la muerte, sino más
bien la aceptación de que la muerte resulta inevitable

*Eutanasia activa
De acuerdo con la opinión completamente indiscutida y dominante
la eutanasia activa, en el sentido de dar muerte a un moribundo o
persona gravemente enferma, es inadmisible y punible de
conformidad con el derecho vigente. Ello se deduce que castiga con
una pena atenuada el homicidio a petición.

La segunda cuestión consiste en la interrupción técnica del


tratamiento cuando se supone un comportamiento activo

*Límite del deber de tratamiento medico:


Debe existir en algún momento un límite para la prolongación
artificial de la vida, más ala, del cual ya no sea decisiva la voluntad
del paciente, sobre todo si esta ultima se expresa en un estadio
temprano de la enfermedad. De un lado, porque los recursos
técnicos y también financieros de la sanidad publica no son
inagotables.

Pero, sobre todo, porque el retraso continuo del incontenible


proceso mortal con ayuda de modernos instrumentos médicos no se
corresponde con nuestra idea de la muerte digna
*Eutanasia pasiva
Se habla de eutanasia pasiva cuando una persona, normalmente el
medico o sus ayudantes, aunque también algún paciente que se
encuentra al cuidado de otra, omite alargar una vida que se esta
tocando su fin. Se renuncia a una operación o a un tratamiento
intensivo que abría posibilidad al paciente de una vida más larga. A
efecto de su tratamiento jurídico deben diferenciarse algunas
posibilidades: la omisión de medidas que alargan la vida puede
suceder de acuerdo con el deseo del paciente o en contra de su
voluntad; otro caso que se debe de analizar es, en aquel en que el
paciente se encuentra ya en una situación en la que no puede
expresarse

*Solo decide el paciente:


En tales supuestos la situación jurídica es, en principio, clara. El
hecho es impune, pues resulta inadmisible tratar al paciente en
contra de su voluntad. Por tanto si alguien con motivo de un
proceso canceroso rehúsa una operación que le alarga la vida esta
no debe llevarse a efecto. A menudo sucede que personas
ancianas y enfermas que están al borde de la muerte, rachasen un
tratamiento en la unidad de cuidados intensivos en el que aquella
no tardara en llegar. Esta circunstancia debe de ser respetada. La
voluntad del paciente es decisiva incluso cuando desde un juicio
objetivo y desde el punto de vista de muchos observadores aquel
es irresponsable

*Interrupción técnica del tratamiento como omisión:


Debe de admitirse que toda voluntad responsable del paciente se
corresponde a la eutanasia pasiva. El caso mas clásico es aquel en
que el deseo del paciente es ser desconectado de un aparato de
respiración artificial, donde la presión sobre el interruptor es un
hacer positivo. A pesar de ello no se trata de eutanasia activa
punible generalmente se considera homicidio a petición. La frontera
entre eutanasia activa y eutanasia impune no debe de extraerse del
criterio naturalístico consistente en el desarrollo o no de
movimientos corporales. Más bien depende de si normativamente
es interpretable como clase de tratamiento, pues entonces existe
una emisión de sentido jurídico que al apoyarse la voluntad del
paciente, resulta ser impune.

*Interrupción técnica del tratamiento por una persona que no


es medico:

La interrupción del tratamiento del modo recién descrito es


normalmente competencia del medico. Pero en el caso concreto
también puede ser realizado por un particular. Un ejemplo vivo lo
suministra la sentencia del tribunal de Ravensburg del año 1987

Un hombre cuida a su mujer enferma que padecía una parálisis


progresiva. Finalmente, fue ingresada moribunda en un hospital
donde fue conectada a un aparato de respiración artificial. Ella
experimento esta circunstancia como un tormento insoportable y en
pleno uso de sus facultades mentales, tal y como dijo, con ayuda de
una maquina de escribir eléctrica especial con la que únicamente
podía hacerse entender, hizo la siguiente declaración: Quiero morir
porque mi situación es ya insoportable. Cuanto mas rápido mejor.
Lo deseo de todo corazón. De acuerdo con ello el marido que
permanecía en la habitación del hospital, desconecto el aparato
aprovechando un momento de descuido, y cuido de la mujer hasta
que en una hora le sobrevino la muerte a causa de un paro
cardiaco. De haberse enjuiciado este caso como homicidio
cometido a través de un comportamiento activo, abría existido un
homicidio a petición punible.

*Medidas que mantienen la vida en contra del paciente:


El deber básico de alargar la vida. En el caso contrario donde el
tratamiento o la continuación del mismo no tiene lugar a pesar de
que el paciente lo desea, existe el homicidio omisivo opuesto que la
inactividad ha conducido al paciente a la muerte o una muerte
temprana y el emitente ocupa una posición degarante, como por lo
general es el caso de los médicos o los pacientes.
De este modo, por ejemplo, el paciente debe ser llevado a la unidad
de cuidados intensivos cuando así lo desee, siempre que con la
misma pueda alargar la vida, y aunque, en la práctica, ello no le
suponga mejoría de ningún tipo. No puede resultar decisivo que el
medico, en interés del paciente, lo encuentre o no razonable. En
cambio, puede hacer caso omiso a los deseos cuyo cumplimiento
no contribuya a una prolongación de la vida y también cuando no
pueda mejorarse la evolución del paciente

Eutanasia pura

*Alivio deseado del dolor sin acortamiento de vida:


Se puede caracterizar el caso en el que un moribundo se le
administra medios paliativos del dolor que no tiene por efecto un
acortamiento de vida. Naturalmente, esta es una conducta impune
cuando el moribundo ya no puede realizar ninguna declaración de
voluntad o cuando no puede formularla responsablemente, pero
donde el alivio del dolor es por regla general admisible al
corresponderse con su voluntad presunta.

*Alivio al dolor en contra de la voluntad del paciente:


Esta se refiere cuando el paciente impide que se le suministre la
inyección que le alivia el dolor o cualquier otro medio calmante, para
poder experimentar su propia muerte de modo plenamente
consiente y no verla transformada en un dulce. Para ello pueden
tener motivos teológicos o filosóficos, sencillamente, ser una
persona valiente querer comunicarse con personas cercanas, dictar
sus últimas decisiones hereditarias. Y en cualquier caso, tal deseo
debe respetarse. Cuando no obstante se le suministra una
inyección al moribundo, acaso porque el medico tiene su negativa
por irracional, ello constituirá un ataque no permitido a su integridad
corporal y, por tanto, punible de acuerdo con el s 221 stGB como
delito de lesiones. En realidad, para una extendida opinión, no así
para la jurisprudencia, con los ataques curativos en contra de la
voluntad del paciente se excluye el tipo de lesiones.
La eutanasia indirecta

*Aceptación básica:
Se habla de eutanasia indirecta cuando sobre un enfermo terminal
se aplican medidas paliativas del dolor, a pesar de que estas
pueden acelerar el acaecimiento de la muerte. La admisión de la
eutanasia indirecta es reconocida desde hace tiempo tanto por la
doctrina como por la praxis medica, sin perjuicio de las muchas
cuestiones que en concreto suscrita. De modo similar se expresan
los principios del consejo general de médicos. En los moribundos la
atenuación del sufrimiento puede situarse en el primer plano, de
modo que pueda ser aceptado un posible aunque inevitable
acortamiento de vida.

*La dimensión temporal de la eutanasia indirecta:


Uno de los problemas es el tribunal supremo federal y los principios
del colegio general de médicos hablan únicamente del moribundo,
lo que resulta demasiado estrecho. Por ejemplo para casos
incurables como de cáncer pueden existir dolores insoportables
durante semanas incluso meses antes de la muerte, esto es, un
momento en que el enfermo todavía no se esta muriendo. La
aplicación de medios defecases contra el dolor deben de poder ser
suministrados a estos enfermos, aun cuando comporten un cierto
de riesgo de aceleración de la muerte y siempre que el paciente
este conforme con ello.

Otro problema es la pregunta si la eutanasia indirecta emisible


supone necesariamente situaciones gravemente dolorosas para el
paciente. Por ello el dolor que sencillamente refleja el caso mas
general, se parte mejor de sufrimiento que no puede desaparecer
de otro modo.

El otro problema al que se enfrenta es la discutida y poco clara la


clase de dolor eventual, esto es, para el caso en el que el
acortamiento de la vida sea posible pero no seguro a consecuencia
de la acción paliativa

*Medico y la eutanasia
Nadie, y menos que nadie los médicos pueden y deben permanecer
al margen de este fenómeno que es la eutanasia, novedoso en
cuanto a su formulación actual, y sin embargo, ya lo suficiente
extendido. Alguno s de estos médicos se ha convertido en
académicos defensores de la mentalidad que promulga la
plausibilidad de las intervenciones eutanásicas.

Otros, y por el contrario y con particular energía, se muestran


contrarios a estimar el correcto de esta idea. Pero todos los
ciudadanos y especialmente los médicos nos vemos sometidos a
una presión social creciente que exige una determinada toma de de
postura al respecto, con urgencia mayor a medida que pase el
tiempo y sucedan los acontecimientos.

*Un serio problema para la medicina


En la sociedad actual el medico, especialmente tras el desarrollo
científico de la medicina tiene una actividad propia que incide
directamente sobre la corporalidad del individuo. La medicina
farmacológica o quirúrgica trata sobre todo al cuerpo humano como
sistema bioquímico. Por esto se considera particularmente propio
del medico un especial desarrollo del sentido de la persona. En
cambio si el medico privilegia su actividad científico-pasiva, su
competencia técnica, de modo que arrase sus preocupaciones
humanísticas, aumentara su capacidad de dominio, pero dejara de
ser medico y pasara a ser técnico, poseedor de habilidades
ambiguas, indiferentes, que pueden utilizarse para el fin que desea.
La medicina así quedara gravemente dañada, pues decae de una
situación de nobleza a una situación indiferente. En definitiva la
transformación del medico en un científico es altamente peligrosa,
pues desde la nueva prospectiva, la tendencia será ver al enfermo y
no a una persona que sufre, sino a un caso concreto del conjunto
del progreso de una ciencia experimental. Como se ha señalado, el
lugar propio del medico esta entre el brujo, el hechicero y el
científico. En el primer caso, se pretende actuar casi
exclusivamente desde la casualidad formal, en cambio en el
segundo, solo se considera la materialidad. Si el medico no debe
confundirse con el brujo tampoco debe hacerlo con el científico: con
ambos debe de guardar cuidadosamente la distancia.

*Papel desempeñado por el medico


Conviene dejar claro de antemano que a pesar de que la eutanasia
es un problema que afecta de lleno al mundo de la medicina no
debe de entenderse como un problema que a esta, atañe. Así
mismo la eutanasia podría ser calificada moralmente de una misma
forma, sea practicada por un medico o por una persona cualquiera,
en ambos casos lo que estará en juego es la vida de una persona.
Reconocemos dos cosas que existe una intervención eutanásica
siempre que una persona de muerte a otra en unas determinadas
circunstancias, y también, que esa persona no debe de ser
necesariamente un medico.

En definitiva, lo que estamos interrogando es a quien será


designado para acabar con la vida de otra persona. Hasta el
momento no se habían solicitado sus puntos de vista, se aplica tan
torpemente que nadie quería responsabilizarse públicamente. En
base a este pacto tácito, los médicos son considerados los actores
más idóneos, ya que son los que van a dictaminar sobre el proceso
evolutivo del individuo en cuestión, tiene que hacer el certificad de
defunción en su caso y puede llegar a saber el modo de pensar del
enfermo. Como razones menores, se alegra que sean los que
tienen los medios para eliminar la vida de forma más limpia y
aceptable posible.

En otro orden de cosas, durante siglos la medicina no podía


acceder a curar muchas de las enfermedades, pero en cambio, si
que podía dar a los pacientes un grado de confort y alivio dentro de
los límites que la técnica medica marcaba.
*Eutanasia
Eutanasia deriva del griego eus que significa bueno y tanatos
muerte. Esto es, muerte tranquila, fácil, dulce, sin sufrimiento ni
padecimiento. Por extensión puede decirse que es el sueño
provocado antes de la muerte para evitarle al moribundo una agonía
dolorosa. Se entiende también por eutanasia la agonía que se
desliza sin dolores y en la que las funciones sensoriales se van
extinguiendo poco a poco hasta la muerte prácticamente
desapercibida.

En contra posición ala distancia que representa los largos y


espantosos tránsitos ala muerte, en que el agónico, en plenas
facultades mentales y lucidez, sufre mental y físicamente,
suplicando y llamando con angustia a la muerte liberadora que se
aproxima a pasos demasiado lentos. La eutanasia no es un acto en
si; es la muerte llamada “natural”. Aplicar la eutanasia equivale a
revertir la distancia existente o “muerte patológica”; hacer bueno lo
que hizo malo.

Se concibe generalmente a la eutanasia como la “doctrina que


aconseja facilitar el trámite de la muerte a moribundos de agonía
muy penosa y a los enfermos desahuciados que padecen intensos
dolores, procurándoles una muerte tranquila”.

“Es condescender, con fines humanitarios, a los requerimientos de


muerte solicitados por un paciente en fase terminal penosa”. Es
muerte digna, es morir con dignidad.

Casi todas las definiciones se basan en los siguientes puntos:

1.-Que el paciente reclame la muerte.

2.-Que el padecimiento sea cruento, profundamente penoso o


doloroso.

3.-Que el padecimiento sea mortal, a breve plazo.

4.-Que se realice con el único propósito de aliviar el sufrimiento.

*Clasificación
Se etiqueta al a eutanasia de diferente manera según el objetivo
buscado por los que la recomiendan. Para los que no la aceptan
siempre será un crimen; para los médicos, cuya misión principal es
curar o mitigar el sufrimiento innecesario, siempre será una muerte
digna:

*Eutanasia legal: es la reglamentación de la eutanasia Terapéutica


y Eugenesia incluyen aquellos casos en que un medico o ciudadano
común propicia su muerte fundándose en reiteradas peticiones del
sujeto pasivo en el acto, llamado consentimiento de ofendido, bajo
el impulso de la compasión y piedad.
*Eutanasia liberadora: aplicable al enfermo con mal incurable, estando o no en fase terminal.

*Eutanasia eugenesia, para eliar a los físicamente deformes o a


los privados total o parcialmente de la razón, por considerarlos una
carga inútil a la sociedad.

*Eutanasia terapéutica: aquella inferida al moribundo inconsciente.

*Eutanasia social: a los cuales por su edad avanzada o por su


inutilidad, son considerados una carga para la sociedad.

*Eutanasia lenitiva: es aquella en la que el medico emplea los


medios mitigadores o eliminadores del sufrimiento; sin acortamiento
de la vida, constituye un acto curativos licito.
*Ortotonasia: es la eutanasia homicida.

Por su forma de realización y aceptación, la eutanasia se clasifica


en: directa, indirecta, voluntaria o involuntaria, lo que produce las
siguientes combinaciones:

*Voluntaria-directa. Por ser solicitada y realizada por el propio actor;


es el “suicidio asistido” donde el medico proporciona el medio
(pastillas, soluciones o aparatos), para que el paciente los utilice.
Cuando el sujeto voluntaria y directamente opta y ejecuta su propia
muertes suicidio.

*Voluntaria-indirecta. Acuerdo entre el medico y paciente donde el


medico es el autor directo (generalmente sobredosis de drogas IV)
cuando el paciente puede realizarlo por si solo: eutanasia
terapéutica o liberadora, donde existe generalmente un escrito
(testamento de vida) especificando deseo y condiciones.

*Directa-involuntaria. Llamada también “crimen por piedad”,


realizada sin solicitud ni autorización del “sacrificado”.

*Indirecta-voluntaria. Es la frecuentemente realizada por médicos en


los hospitales “Código de No Reanimar”, donde no interviene el
actor, pero ha manifestado su voluntad.
*Historia
La aplicación de la eutanasia fue preconizada por los filósofos
clásicos (Aristóteles y Platón), incluso considerada obligatoria en
caso de recién nacidos deformes. Según Plutarco se usaba
libremente entre los griegos y romanos para facilitar o propiciar la
muerte en ancianos.

La concepción actual de eutanasia no es un sacrificio humano


permitido o no, es un hecho donde priva el humanitarismo y lo que
cuenta como valor principal es la intención; esta es, la función
cerebral (humanitarismo racional) y no la función biológica (corporal
o somática). Por tanto, un humano como ser pensante es mas
importante que su propia vida.

Este concepto partió de las enseñanzas de Francis Bacón, quien


exigió de la ciencia que ayudara al hombre a dominar la naturaleza
y señalo, además, que la función del medico no es solamente la
restauración de la salud, sino también mitigar el dolor hasta el punto
de llevarlo “hacia una travesía fácil y honesta”.

En la historia de la medicina se refieren muchos casos relativos a


eutanasia. Se recomienda como casos de negativa a practicarla, a
Desgercites, medico de Napoleón que no acato la orden de aplicarla
a los enfermos del vencido ejercito para facilitar su retirada, a pesar
de que era el procedimiento rutinario; y del medico Canabis, cuando
Mirabeau (político revolucionario francés del siglo XVIII) le solicitara
insistentemente pusiera fin a su vida.

Como connotado caso de aplicación, se refiere que Pasteur, junto


con otros dos eminentes médicos de su época, decidieron liberar de
su horrible sufrimiento a dos niños afectados de rabia terminal.

*Moral
Los líderes religiosos están particularmente en contra de la
eutanasia, pudiendo existir plena tolerancia cuando se aplica con
fines humanitarios, pero nunca aprobación. La Iglesia Católica ha
sido radical en cuanto ala eutanasia, condenándola en todas las
ocasiones en que se trata el tema.
El Papa Pió XII en su declaración de octubre de 1951 y
posteriormente Pablo VI han recordado el deber de defender la vida
humana ante la manipulación de la eutanasia, afirmando este ultimo
Papa mencionado, que este procedimiento realizado con el
consentimiento del enfermo es un suicidio y sin el, un homicidio.
La Iglesia Católica nunca estará de acuerdo con la eutanasia,
puesto que parte de la premisa “la vida es de Dios y solamente El la
da o la quita y; por tanto, el hombre no esta facultado para decidir
cuando debe terminar una vida humana.

Cuando Holanda anuncia la inminente legalización de la eutanasia;


el Vaticano por medio de su vocero manifiesta su firme rechazo y
desaprobación, calificándolo de antimoral, que viola los principios
éticos, morales y legales, además de la dignidad humana y va
contra la ley natural de la conciencia de las personas. Agregando
una vez mas nos encontramos frente a una ley de el estado que va
contra la ley natural de la conciencia de cada individuo. En la
religión judía se deben usar todos los medios posibles, ordinarios o
extraordinarios para prolongar al máximo la vida, aun en
desahuciados.

*Bioética medica
El concepto de eutanasia desde el punto de vista medico se
entiende como: “las medidas deliberadamente tomadas por el
medico para aliviar el dolor y sufrimiento de un enfermo con
padecimiento agudo o crónico, realmente incurable y mortal a corto
plazo, infringiendo una muerte humanitaria, que debe ser solicitada
por el propio enfermo, sus familiares o representante legal en caso
de inconsciencia, para poner fin a su penosa agonía terminal,
mediante aplicación de medidas farmacológicas a dosis mortal.”
Esta definición representa la eutanasia llamada “activa”, por implicar
acciones para su aplicación, y sirve para provocar la muerte del
enfermo, es la ordinariamente conocida; en contraposición se
menciona la eutanasia “pasiva”, en la que no se realiza ninguna
maniobra para salvar al paciente, simplemente se deja morir. Esta
actitud se confunde en ocasiones y el medico parece ser negligente
o desobligado. Para evitar esta falsa concepción, especialmente en
casos de padecimientos agudos (accidentes, traumatismos, etc.) se
debe siempre generar acciones terapéuticas, aunque sea mínimas,
paliativas o de apoyo psicológico, de las llamadas “medidas
ordinarias” ante pacientes graves. La sociedad espera que el
medico siempre sea activo, y “haga algo” para aliviar al enfermo. La
eutanasia pasiva no es una actitud medica, que deba practicarse,
siempre estará justificada alguna acción terapéutica mínima,
paliativa, de apoyo psicológico, etc.
Durante la formación profesional, el medico aprende a respetar la
vida humana sobre todas las cosas. Se recuerda el Juramento de
Hipócrates y todas las normas éticas que de el derivan, así como el
aforismo terapéutico atribuido a Galeno “lo principal es no dañar”,
con lo que se adquiere “concepción moral” de no aceptación a la
eutanasia y el medico se toma reacción a sacrificar una vida. Sin
embargo, se atribuye también a Galeno la siguiente frase “si no
puedes curar, cuando menos mitiga el dolor”. El medico como
humano y participe directo del dolor y sufrimiento en una agonía
penosa, se conmueve y también sufre el dolor ajeno; por lo que,
consciente de no poder curar al paciente, desea mitigar la horrible
pena física o mental de su agonizante.
En caso necesario las dosis crecientes y altas de narcóticos puede
ser inconveniente y llegar a ser mortal, lo cual convierte el acto
terapéutico en eutanasia involuntaria, lenitiva.
Es la norma del doble efecto terapéutico. En estas condiciones con
paciente crítico y agonía penosa, lo que verdaderamente cuenta
para el criterio medico es la intención (su moral) puesto que:
1.- Es bien difícil establecer si la muerte es producida por la propia
enfermedad o daño, que siguiendo su evolución (historia natural) ha
llegado a la agonía; o es de vida a una real sobredosis de
calmantes administrados en forma humanitaria (o de muerte digna)
2.- La diferencia entre calmar el dolor y producir la muerte es
cuestión de dosis del calmante o narcótico y la reacción del
paciente puede ser impredecible, el medico no puede precisar con
certeza el limite terapéutico (labora al filo de la navaja)
3.- Si la intención es calmar el sufrimiento, están de acuerdo
médicos moralistas y juristas, pero si el medico presiente que al
“humanizar la agonía” pudo llegar a dosis mortales, será su
conciencia la única que le puede reclamar con prejuicios morales,
mas o menos elásticos según sea su formación extraprofesional, o
puede estar tranquilo con la seguridad de haber ayudado al
paciente.
Por tratarse de pacientes en fase terminal, generalmente nadie
sospecha haberse realizado eutanasia, solamente demostrable por
incremente en la concentración sanguínea de sustancias, incluso
medicamentos en uso terapéuticos cuya absorción puede ser
deficiente y difícilmente su puede asegurar o determinar la
aplicación deliberada de dosis mortal. “Sutil diferencia entre mitigar
y terminar el sufrimiento”.
*Despenalización de la “eutanasia” y legalización de “morir
con dignidad”

Cambiar la denominación como se ha realizado en los países donde


se autorizo, debido al desgaste del primer nombre; que si bien
etimológicamente son sinónimos, este segundo vocablo parece
tener ante el público mayor sentido humanitario de ayuda al
menesteroso.

Habrá obviamente casos donde el individuo no la demande; pueden


ser muchos, hasta la mayoría de nuestros pacientes; pero debe
buscarse la forma de darle oportunidad al solicitante que teme a la
muerte, a pasar este trance, a lo desconocido, al mas allá, o al dolor
físico, ala ruina corporal o económica, al que no desea sufrir y
demanda ayuda para morir apaciblemente, sin miedos ni temores,
tranquila y serenamente ¡con dignidad¡

Los médicos con mucho tiempo de recibidos, han pasado por


experiencias muy significativas, con suplicas desesperadas de
ayuda para terminar su existencia y no pueden auxiliarlos, como
debe realizarlo un medico, mitigando el sufrimiento humano.

Para proponer este cambio, seria necesario contar con encuestas


en el país, para poder determinar con base en datos probabilísticas
la aceptación y rechazo de médicos y público; por grupo de edad
otorgando mayor valor de los grupos supuestamente más próximos
a morir, o en su defecto considerar solamente a los mayores de 50
o 60 años.

Las ventajas de la eutanasia no deben fincarse en costos


terapéutico, en oferta y demanda, gastos familiares o
institucionales, sino en los principios y derechos éticos enunciados;
esto es, autodeterminación sobre su vida, solicitud con base en
consentimiento informado, beneficencia, prioridad, solidaridad, etc.
y muy especialmente humanitarismo.

El medico no podrá jamás por si solo influir en decisiones sociales.


El poder “convencer” es patrimonio de políticos, por tener
disponibilidad en los medios de comunicación y posteriormente para
proposición oficial. Con estrategias semejantes se han obtenido
prebendas similares para otras demandas de derecho humanos
planteadas por grupos sociales; sin embargo, y por desgracia para
autorización de muerte digna, difícilmente se harán manifestaciones
publicas para exigir este derecho, cuando menos en México; donde,
no se tiene conocimiento de haberse realizado acciones en pro de
despenalización o legalización de la eutanasia o muerte digna;
tampoco se dispone de documentación o publicación por alguna
asociación científica, institución estatal o paraestatal, agrupación o
partido político que se hayan manifestado a favor de este
procedimiento humanitario.

-Aspecto jurídico:
*Eutanasia derecho
Por eutanasia se entiende la ayuda prestada a una persona
gravemente enferma, por su deseo o por lo menos por atención a
su voluntad presunta, para posibilitarle una muerte humanamente
digna en correspondencia con sus propias convicciones. La
eutanasia con sentido estricto existe cuando la ayuda es
suministrada después de que el suceso mortal haya comenzado,
por lo que la muerte esta próxima con o sin tal ayuda. En un sentido
amplio puede hablarse también de eutanasia cuando alguien
colabora a la muerte de una persona que, en realidad, podría vivir
todavía por mas tiempo, pero que quiere poner fin a una vida que le
resulta insoportable por causa de una enfermedad . Fuera ya de la
eutanasia existen circunstancias en las que, con independencia de
voluntad, se mata o se abandona a la muerte a una persona
atreves, respectivamente, de la negativa o de la interrupción de un
tratamiento.

El enjuiciamiento de la eutanasia pertenece a los problemas más


difíciles del derecho penal. Ello obedece a tres motivos el primero
porque falta una regulación legal expresa de la misma. El segundo
porque son problemas existenciales que tratan que tratan acerca de
la decisión sobre la vida o la muerte, que hace que por lo general
apenas puedan ser susceptibles de regulación atreves de normas
abstractas; en este sentido, el derecho vive de situaciones
cotidianas tipificables y no siempre pueden acertar con la
singularidad del proceso mortal atreves de su conceptuación
generalizadora. Y el tercero porque se dificulta un acuerdo sobre lo
permitido y lo prohibido en la medida en que la eutanasia no es
dominio exclusivo de los penalistas

SITUACIÓN ACTUAL DE LA EUTANASIA

¿Es un problema jurídico o ético? De forma global, la eutanasia


afrontada generalmente como una interrupción voluntaria de la vida
humana, siempre se considera ilegal.

En Europa hay dos países que la han legalizado con condiciones:


los Países Bajos a partir de abril de 2001 (la ley ha entrado en vigor
el 1 de abril de 2002). En Estados Unidos la eutanasia esta
prohibida por la ley federal; solamente un estado, el de Oregón,
tiene desde 1997 una ley que autoriza el suicidio asistido.

En Francia, el Comité de Consulta Nacional de Ética (CCNE) ha


expresado su opinión, hecha publica el 3 de marzo de 2000 en un
informe titulado “Final de la vida, interrupción de la vida, eutanasia”.
El objetivo era clarificar el debate con vistas a una futura, aunque
hipotética, legalización.

El texto introduce la noción de “excepción de eutanasia” se trataría


de examinar, a posteriori, cada situación eutanásica por parte de
comisión especial interdisciplinaria, que tendría como visión validar
o no este acto en función de su circunstancias.

La relación indica las situaciones que podrían entrar en esta


categoría: la excepción de eutanasia solo podría tener lugar cuando
la puesta en marcha decidida de los cuidados paliativos, del
acompañamiento y del rechazo de la terapia de mantenimiento
artificial se [revelara] impotente para ofrecer un final de vida
soportable.

Como vemos en lugar de clasificar el debate, la excepción de


eutanasia conlleva el riesgo de hundir a los pacientes, médicos,
jueces y público en un abismo de perplejidad.
*Argumentos a favor de la legalización de la eutanasia
Si bien en lo concerniente a la legislación de la eutanasia la
reflexión de los juristas y responsables oficiales no parece, por el
momento, haber avanzado mucho, en cambio hay muchos
militantes pro-legislación que se han expresado al respecto.
Se trata mayoritariamente de personas de buena salud que dice
haber contribuido de forma personal a abreviar voluntariamente la
vida de alguien, o de estar preparadas para hacerlo.
Seria conveniente precisar la definición de dos de los términos que
el colectivo reivindica en su denominación- derecho y dignidad.

El 12 de enero de 1999, 132 peticionarios publicaban en France


Soir un llamamiento en el cual consideraban que el derecho a morir
era inherente a la libertad de el ser humano elegir la hora de su
muerte es un derecho imprescriptible de la persona, inherente a la
declaración de los derechos humanos. Un argumento esgrimido a
menudo por los que abogan por la legislación consiste en
establecer un paralelismo entre eutanasia y aborto. En los dos
casos la interrupción de la vida humana estaría vinculada a la
incapacidad de la persona (enfermo o embarazada) de soportar las
consecuencias de la condición en la e que se encuentra.

La legalización de la muerte, bajo cualquier forma, no puede dejar


de ser antinómica con el principio mismo de derecho, que consiste
en establecer leyes con el fin de proteger a las personas de los
abusos en los que pudieran incurrir. En el caso de la eutanasia, se
lograría, en nombre de humanismo de calidad, aliviar los
sufrimientos de unos o de otros, eligiendo deliberadamente
interrumpir una vida humana.

*QUIÉN PIDE LA EUTANASIA


Cuando las personas piden morir, expresan este anhelo, en los
casos mas frecuentes y espontáneos, con frases tales como
“quisiera terminar con todo” o “la vida no vale la pena ser vivida”. La
mayoría de las veces son personas que están excluidas de la
sociedad, solas o con minusvalías. Su sufrimiento psíquico es tal
que genera en ellas un sentimiento de culpa –totalmente
injustificado –respecto de la sociedad en general o respecto de los
allegados que se hacen cargo de ellos. Esta demanda de eutanasia
es un grito del corazón que emana de una persona que sufre.
Cuando la demanda provine de las familias, con frecuencia la
plantean porque están presenciando el sufrimiento de un ser
querido y, a la vez, están agotados por tener que hacerse cargo de
el.
Sin embargo sucede que en otros casos la demanda eutanásica es
más reflexiva. Por lo general, se trata de personas con buena salud
que están convencidas, por razones filosóficas y, según ellas éticas,
de que la eutanasia es una forma legitima de interrumpir su vida, y
van a hablar con el medico y escuchar su opinión.
Finalmente no hay que olvidar los numerosos casos sórdidos de
familias o de allegados que demandan la eutanasia del paciente por
razones inconfesables, que van desde el interés por la herencia
hasta la incomodidad ocasionada por la presencia del enfermo; o la
de los equipos asistenciales que, a menudo por razones
económicas, eligen interrumpir la vida de un paciente cuando se
ven presionados para dejar libre una cama...
La legalización de la eutanasia, ¿no vendría a legitimar y a
banalizar estos actos?

*Límite del deber de tratamiento medico:


Debe existir en algún momento un límite para la prolongación
artificial de la vida, más ala, del cual ya no sea decisiva la voluntad
del paciente, sobre todo si esta ultima se expresa en un estadio
temprano de la enfermedad. De un lado, porque los recursos
técnicos y también financieros de la sanidad publica no son
inagotables.

Pero, sobre todo, porque el retraso continuo del incontenible


proceso mortal con ayuda de modernos instrumentos médicos no se
corresponde con nuestra idea de la muerte digna.

*La más moderna jurisprudencia y sus repercusiones:


Muchas cuestiones penales irresueltas se derivan, ante todo,
cuando el tratamiento es interrumpido a pesar que el paciente
gravemente enfermo todavía no esta moribundo, sino que podría
vivir un mes e incluso años pero donde ya no es capaz de emitir
declaración de ningún tipo. El caso típico es aquel donde el
paciente aquejado de una enfermedad grave ha perdido
irreversiblemente la conciencia.

Para el enjuiciamiento de estos casos en la praxis, resulta decisiva


una sentencia del tribunal supremo. Uno de los casos resueltos por
el tribunal fue el caso de una anciana con graves daños cerebrales
que desde finales de 1990era incapaz de caminar, hablar ponerse
de pie, debía ser alimentada artificialmente, y solo estimulaba a
estímulos ópticos, acústicos y táctiles, atreves de contradicciones
faciales y gruñidos, en cambio no existían síntomas de que sintiera
dolor. A comienzos del año 1993 el medico y el hijo deciden
cambiarle el alimento artificial por te lo que concluyo a una muerte
rápida de la paciente por falta de suministro de alimentación. El
director del servicio de asistencia, al estar en contra de este
procedimiento, se dirigió al tribunal planteando la cuestión y este
último prohibió la interrupción del suministro artificial de la
alimentación. La paciente murió nueve meses después a causa de
un edema pulmonar. El tribunal califico cono acertada la
interrupción del alimento artificial como una omisión, pues debe
afirmarse una posición del medico y del hijo. Una eutanasia en
sentido estricto no existiría, por lo que para este caso no se podría
fundamentar una extensión de pena.

*Eutanasia activa
De acuerdo con la opinión completamente indiscutida y dominante
la eutanasia activa, en el sentido de dar muerte a un moribundo o
persona gravemente enferma, es inadmisible y punible de
conformidad con el derecho vigente. Ello se deduce que castiga con
una pena atenuada el homicidio a petición.

La segunda cuestión consiste en la interrupción técnica del


tratamiento cuando se supone un comportamiento activo
determinado, que debe de ser valorado desde el punto de vista del
acontecimiento completo como una omisión.

La tercera cuestión debe de ser más detallada ya que consiste en


una complicidad de suicidio. Toda complicidad presupone a un
hecho principal antijurídico. Dado que el suicidio no resulta
abarcado por el tipo de los delitos del homicidio, por presuponer
siempre la muerte de otro, tampoco hay complicidad de un delito
inexistente. De este modo, no puede ser responsabilizado
penalmente quien posibilita la muerte libre de otra persona que
padece graves sufrimientos y que quiere acabar con su vida,
poniéndole a su disposición una pistola.

*El suicidio y homicidio a petición


Tampoco resulta fácil la delimitación entre la participación en el
suicidio y el homicidio a petición. Residiendo este en el suicida, la
cooperación, reside en el extraño se trata de un homicidio petición
punible.

Un problema especial surge cuando el acto moral llevado a cavo de


propia mano por el suicida, le sigue inmediatamente en el tiempo el
de un extraño. Un medico anciano, enfermo y postrado en la cama,
había decidido, en pleno uso de sus facultades mentales, acabar
con su vida atreves de una inyección de un analgésico con efectos
narcóticos. Como temía que le faltara la fuerza, le pidió a su
sobrino ayuda en caso que fuera necesario. Algunos días después
puso en práctica el plan, cayendo en seguida en un sueño profundo.
Al llegar el sobrino, y por temor a que la tentativa de suicidio
quedara probablemente fracasada, le suministro una inyección
adicional. El medico murió una hora mas tarde. El tribunal con la
aprobación e la opinión mayoritaria, castigo al sobrino por un
homicidio a petición. Al respecto debe alegarse que una acción
homicida de carácter activo, sin ninguna actividad adicional por
parte del medico, ha acortado su vida por una hora de acuerdo con
las leyes generales de la causalidad e impugnación ejemplo, un
medico anciano, enfermo y postrado en la cama, había decidido, en
pleno uso de sus facultades mentales, acabar con su vida atreves
de una inyección de un analgésico con efectos narcóticos. Como
temía que le faltara la fuerza, le pidió a su sobrino ayuda en caso
que fuera necesario. Algunos días después puso en práctica el plan,
cayendo en seguida en un sueño profundo.
-Aspecto religioso:
*Eutanasia – ortotanasia
Se impone, como hemos mantenido, una clarificación doctrinal y
buscando el equilibrio de sus contextos y contenidos para su
posterior valoración ética. Por eso creemos que para tener un
mayor grado de claridad, no resulta suficiente el binomio de
relaciones entre eutanasia y distancia, sino que necesitamos
incorporar un nuevo vocablo, tradicionalmente empleado por la
moral católica: se trata del termino ortotanasia. Con la palabra del
griego (orthos, recto y thanatos muerte), se a querido designar la
muerte justa, a su tiempo, y a su hora, sin acortamientos de la vida
o adelantamientos de la muerte, por una parte, o sin prolongaciones
de vida ni retrasos de la muerte, por otra. La ortotanasia, en el
sentido que se muestra aquí, estaría tan lejos de la eutanasia como
la distancia. Según la ética católica su necesidad surge de acudir a
un término que designe precisamente la buena muerte, que es lo
que se supone tendría que significar la eutanasia, y que sin
embargo ya no significa porque en la actualidad hace referencia a
otra realidad ya mencionada, una forma de homicidio consentido.
Según esta, cada hombre tiene su hora de morir, ni acortada con
violencia eutanásica ni prolongada con artificiosidad distanasica.
Tiene una hora biológica según sus propias leyes, como
comparativamente nos nuestra la hora de nacer, aunque es
imposible señalar el momento exacto del nacimiento, pero por otro
lado tiene su hora racional, porque nadie niega al ser humano la
capacidad de modificar la hora biológica de su muerte tanto pasiva
como negativamente, manipulándola utilizando los progresos
médicos, quirúrgicos, aunque siempre en los limites morales y
filosóficos. También tiene su hora teológica ya que los creyentes
abiertos a la trascendencia providencial de un Dios-Padre, les
recuerda, que todo tiene su hora, que hay tiempo de nacer y de
morir.

Muchas confesiones religiosas, la cristiana y la judía creen que dios


dio la vida y por lo tanto tan solo a el corresponde la potestad de
quitarla. La eutanasia es considerada como rechazo a la soberanía
de dios.

*Valoración según la moral católica


Si hacemos un balance de los argumentos esgrimidos por cada una
de las partes pudiera parecer que ninguna esta exenta de forma
absoluta de cierta razón. Es decir, pueden parecer concretas,
aunque sea de forma mínima las aptitudes éticas de todas las
personas y sectores sociales que han intervenido.

Utilizando la terminología utilizada por la moral católica, podemos


considerar que estamos situados en el mismo centro de eje; de una
ortotanasia, el de la hora justa de morir. Es en este momento según
la moral católica cuando se ha de cuidar al enfermo para que no
sufra. Son muchas las voces alzadas, y entre ellas destaca
sobremanera la iglesia católica, en contra de esta decisión.

*Las posiciones del catolicismo frente la eutanasia


Tradicionalmente, las religiones han representado una influencia
muy significativa en las valoraciones morales de los individuos.
Aunque cuando se vallan perdiendo este dominio en la medida en
que las sociedades funcionan cada vez más secularmente, las
convicciones religiosas subyacentes de diferentes maneras en la
mentalidad de los individuos y siguen presentes, en cierto modo, en
el debate ético y legal que realizan las sociedades sobre diversos
temas. Por otra parte, a lo largo de la historia, la religiones se han
caracterizado por tratar de dar respuestas a los seres humanos
para enfrentar el misterio y el terror que representan a la muerte
precisamente por que sirven de consuelo para superar la
angustiosa situación que significa acercarse al final de la vida,
quienes profesan una religión no son indiferentes a los que están
señaladas respeto a la eutanasia

*La prohibición en su contexto histórico


La prohibición de matar en el relato bíblico del antiguo testamento
aparece un contexto en el que el tema de la violencia ocupa un
lugar importante que se traduce muchas veces en las acciones
homicidas. Dios mismo se manifiesta en ocasiones con una imagen
violenta que impone testigos despiadados: a veces los ejerce el
mismo y otras veces da órdenes de venganza sin misericordia. La
misma guerra aparece con un significado religioso. Según Javier
gafo, esta violencia puede comprender mejor si consideramos que
estamos frente a un pueblo que debe luchar para sobrevivir. Pero
además, se trata de una violencia que evoluciona paralelamente a
la conciencia moral de Israel. En el génesis se establecía: “por un
cardenal matare a un hombre” , mientras que en éxodo se ordena
que el castigo no sobre pase al delito; “ojo por ojo, diente por
diente… y cardenal por cardenal”. De manera que la ley del Talión
ya representa un avance, y este va hacer mayor cuando, a partir de
Deuteronomio, se prohibía la venganza que ya solo les responde
ejercer a dios, hasta llegar a exhortación de amar al prójimo como
uno mismo.

Y así como el hombre debe de aprende a dominar su violencia,


también la ira de dios evoluciona: ya no surge por la irracionalidad,
sino por motivos éticos. Al comprar la conciencia moral y la
legislación de Israel con la de los pueblos vecinos, sobresalen su
nivel ético y su humanismo, que se influenciaron mutuamente y
transformaron la imagen de Dios. “Se podría decir que Dios
humaniza al hombre y el hombre humaniza a Dios”.

Al revisa el nuevo testamento todavía se encuentro una elemento


de violencia que es necesario entender. Con la dominación romana
de Judea y Samaria, a Jesús le toco vivir un clima de intensa
agitación sociopolítica y de continuas sublevaciones. Muchas lo han
considerado un provocador político que llego a incitar a la fuerza,
aunque al mismo tiempo sobran evidencias de que predicaba la paz
y el amor entre los hombres. Según Hans Kung, se necesita
tergiversar demasiado los relatos evangélicos para presentar a
Jesús como un guerrillero, por su objetivo fue proclamar la gracia y
misericordia de Dios. Pero eso no impide admitir que su mensaje
fue revolucionario, por que intentaba cambiar la situación que
imperaba y trataba de que este impusiera el orden divino sobre el
mundo.
En los primeros años de cristianismo el homicidio fue considerado
sin ninguna excepción, ni siquiera cuando se trataba de legitimar
defensa. Sin embargo, admitieron algunas salvedades en relación
con la terminación de la propia vida y se alabo la actitud de los
mártires que adelantaban el momento de su muerte con acciones
que corresponden al suicidio. A medida que avanzo la difusión de
cristianismo se admitió la fuerza como método de cohesión para
imponer la nueva religión a los paganos. Constantino se justifico el
uso del poder por parte de la iglesia, el cual se intensifico durante la
edad media legitimando la guerra y defendiendo, de san Agustín, la
pena de muerte para los herejes. Esto no impidió que voces como
la de Raimundo lulio escoltaran a convertirse al cristianismo a
través del amor y la oración.

A partir de las primeras doctrina cristiana se fue elaborando la moral


católica, en la que prevaleció la tradición tomista que defiende el
valor de la vida humana y mantiene la prohibición de matar,
proveniente del antiguo testamento. Esta se entiende como una
prohibición de dar muerte al inocente (por oposición a lo que seria
matar aun enemigo de guerra o alguien culpable de delito). En
cuanto al suicidio, gafo afirma que son 3 argumentos clásicos por lo
que la mural católica ha considerado esta acción: 1 por que atenta
contra la inclinación natural y la calidad hacia uno mismo; 2 por que
atenta a las obligaciones que el ser humano quiere para la sociedad
de la que es parte; 3 por que violenta los derechos de Dios pues no
le toca al hombre decidir el paso de esta vida a otra mas feliz.

*La moral católica actual


Al revisar la moral católica sobre la eutanasia en la época actual
encontramos que no hay una posición unánime. Por un lado, esta la
doctrina oficial de la iglesia, representada por el vaticano, la cual
busca ponerse al día para establecer la verdad sobre lo que Dios
espera del hombre al final de su vida, especialmente cuando sufre y
se siente débil. Esta actualización de la postura eclesial se apoya
en la idea de que es necesario defenderse de una cultura a favor de
la muerte, pues debilita la espiritualidad y la moralidad, y se ve
reflejada en quienes pretenden entender la práctica de la eutanasia.
Por otro lado, existe una posición que aunque acepta los
lineamientos del vaticano, los cuestiona. Se trata de representante
de la iglesia católica (teóloga y filósofa) comprometido con la
reflexión y difusión de la moral seguían por el mensaje evangélico y
busca oriental a la sociedad antes de las influencias culturales
negativas. Los valores católicos que defienden (las dignidad del ser
humano, la inviolabilidad de la vida humana, la libertad, el amor, la
solidaridad y la verdad) coinciden con otras concepciones laicas con
las que esperan compartir un discurso racional ético.

En otro extremo de la posición oficial (aunque compartiendo


muchos con la posición intermedia) se encuentra algunos teólogos
que declaran que los argumentos basados de la fe, en verdades
bíblicas o revelaciones ex cathedra forman parte de un discurso que
tienen sentido solo para los creyentes. Pero lo radical de su postura
esta en considerar que la eutanasia es una opción con la que deben
contar los católicos. Según estos teólogos, hacen faltan revisar la
interpretación de la palabra revelada, de manera que haga mas
justicia en la idea de un Dios que respeta la libertad del hombre y
considere el amor un amor fundamental

*La iglesia oficial


La iglesia ha seguido de cerca el debate que se ha desarrollado en
las últimas décadas en torno a la eutanasia, y ha manifestado su
preocupación por las expresiones y los movimientos sociales que
apoyan y piden legalización. Con el fin de contrarrestar esta
influencia la iglesia ha trasmitido diversos comunicados y
documentos en los que manifiesta una postura basada en una
reflexión cuidadosa sobre el tema, asesorada por médicos y
especialistas que le han ayudado a conocer con profundidad las
necesidades de los enfermos terminales.

En 1980 el vaticano publico la declaración sobre la eutanasia,


(publicando por la congregación para la doctrina de la fe en mayo
de este mismo año para expresar la postura de la iglesia católica).
En donde condenan esta practica en cualquier caso por
considerarla un homicidio.
Por otra parte reconoce el dolor que sufre un enfermo terminal y,
aunque enaltece el valor cristiano del sufrimiento, a prueba el uso
de medicina para aliviarlo, aun así esta abrevia la vida. También
desaprueba el encarnizamiento terapéutico (se refiere a los
tratamientos médicos que de ante mano se saben inútiles y que
solo sirven para prolongar la vida cuando se sabe que la muerte es
inevitable) y acepta el derecho a morir con dignidad, siempre que
esto no implique provocar la muerte.

La declaración introduce la terminología “medidas ordinarias y


extraordinarias”,

-Aspecto social:
*¿Qué dice la opinión publica?
Los sondeos de opinión son particularmente esclarecedores al
respecto. La empresa Sofres ha realizado algunos de ellos en
1987,1997 y 2001. Las conclusiones son que la gran mayoría de la
población encuestada responde positivamente a la siguiente
pregunta: en caso de enfermedad grave e incurable acompañada
de un sufrimiento insoportable, estaría usted a favor de que se
reconozca al enfermo el derecho a ser ayudado a morir de cuerdo
con su petición
La respuesta afirmativa desciende (si, 58%, probablemente, 21%),
pero sigue siendo importante, cuando se pasa de la pregunta
general a la personal: Usted mismo, en caso de enfermedad grave
e incurable acompañada de un sufrimiento insoportable, desearía
que le ayudaran a morir

Pero las cosas siempre son mas complicadas de lo que parecen, y


nadie pude prever realmente cual será su reacción en el momento
preciso en el que se le proponga- a el mismo a alguno de sus
allegados cuyo fin es inminente- tal o cual tratamiento, incomodo y
doloroso, pero con una ínfima oportunidad de éxito.

A la hora de abordar y acercarnos a la eutanasia el testamento vital


como decisiones que se sitúan al final de la vida debemos analizar
mínimamente la concepción de la muerte en nuestra cultura y
sociedad. La forma de afrontar la muerte creemos que define
significativamente a una sociedad. Lo que se espera es que el ser
querido muera en el domicilio rodeado de familiares y amigos por
ello es que la sociedad no acepta el termino de eutanasia ya que no
es lo que se espera.

-Aspecto económico:
*Eutanasia
El debate concerniente a los gastos de salud no ha hecho más que
comenzar. Siempre es fácil dividir las cifras por la mitad y privilegiar
la cantidad por encima de la calidad: una persona mayor, que sufre,
evaluada en términos exclusivamente monetarios, es un peso para
la sociedad.
¿Una legalización de la eutanasia, al llevar al extremo este
argumento económico, no plantea el riesgo de conducir a la
siguiente monstruosidad: en el interés del bienestar colectivo,
convendría sacrificar a las personas dependientes (enfermos,
viejos, minusválidos)?

Los minusválidos, los enfermos mentales, las personas mayores


cuestan caro, ¡y además sufren! ¿Qué mejor que la eutanasia para
aliviar sus sufrimientos y los de la sociedad que los tiene a su
cargo?

Por lo tanto, es urgente replantearse la lectura meramente


económica de los problemas relacionados con la enfermedad, el
envejecimiento y la muerte. Además, la apuesta no se centra en
esta última, aun cuando se pueda desear una muerte en paz y
desprovista de sufrimiento para uno mismo y para los suyos.

Una sociedad en la cual la muerte, por razones económicas, seria la


única escapatoria frente al sufrimiento, las minusvalías o la soledad,
¿no seria una sociedad muy enferma?

Pero el problema de la legalización de la eutanasia no es solamente


la manifestación de un mal social; es asimismo la prueba por
excelencia de un conjunto de confusiones, de malentendidos y de
incomprensiones, tanto en el ámbito ético como jurídico, e incluso
en el medico.
*Eutanasia en otros países
Eutanasia en Holanda

En Holanda se entiende por eutanasia la terminación por parte del


medico la vida del paciente a petición de este ultimo. La
administración holandesa no cierra los ojos ante el hecho que se
practica eutanasia. La cuestión de la despenalización limitada de la
eutanasia y del modo en que debe hacerse bien debatiéndose en
Holanda en el ámbito político y social desde casi treinta años.

Al haberse recogido un eximente especial en el código penal


holandés, el medico que termina la vida del paciente a petición
propia o ayuda a su suicidio, ahora queda exento de
responsabilidad penal, siempre que aya observado los registros
legales de debida diligencia y notifique la muerte no natural a una
comisión regional de verificación de eutanasia.

Al adoptar una actitud abierta y uniforme respecto a la verificación


de la terminación de la vida del paciente por el medico, lo que se
preside es rodear cuidados máximos.

El dolor, el desahucio y el deseo de una muerte digna son los


motivos principales por los que se pide la eutanasia. En Holanda
cada vez es más común que los doctores se vean obligados con
decisiones que giran en torno al final de la vida.

Requisitos que se deben cumplir

El medico debe de haber llegado al convencimiento de que la


solicitud del paciente a sido bien pensada.

Haber llegado al convencimiento de que el sufrimiento del paciente


es insoportable y no tiene prospectivas de mejora.

Haber informado al paciente sobre la situación en que se encuentra


y sus perspectivas del futuro

Haber consultado al menos con otro medico independiente que


también haya visto al paciente.

Haber terminado la vida del paciente con máxima diligencia.


*Países que prohíben la eutanasia, pero no autorizan una
ayuda a morir.

En Italia la eutanasia esta prohibida pero la constitución reconoce el


derecho de rechazar cuidados médicos.

En Francia, la ley leonetti, instauro el derecho a dejar morir sin


permitir a los médicos que practiquen la eutanasia.

En suiza, un medico puede administrar a un enfermo terminal que


desee morir una dosis mortal de un medicamento que tomara el
propio enfermo.

En gran Bretaña, la eutanasia esta prohibida. Desde el 2002, la


justicia autoriza la interrupción de tratamientos médicos en algunos
casos.

En Alemania y Australia, la eutanasia pasiva, como el hecho de


desconectar una maquina, no es ilegal si el paciente da su
consentimiento.

En España, la eutanasia no esta autorizada, pero la ley reconoce el


derecho de los enfermos a rechazar cuidados médicos. El gobierno,
tras estudiar legalizar el suicidio asistido, anuncio que se desestima
legislar sobre esta cuestión durante la presente legislatura.

En Portugal, la eutanasia y el suicidio asistido están considerados


por el código penal como homicidios. Según el nuevo código
deontológico los médicos, adoptado en enero, la utilización de
medios extraordinarios para mantener la vida puede ser
interrumpida en casos de muerte cerebral o a petición del enfermo,
pero en ningún caso puede interrumpirse la hidratación y la
alimentación administradas artificial mente.

En noruega, un medico puede decidir no tratar a un paciente


terminal a petición de este o, si el enfermo no puede comunicarse, a
petición de sus familiares.

Países donde la eutanasia esta prohibida y no prevén ayudas para


morir
En Grecia y en Rumania la eutanasia o la asistencia del suicidio
pueden penarse hasta con siete años de prisión.

En Polonia se castiga con penas de entre tres y cinco años de


cárcel, aunque en casos excepcionales el tribunal puede aplicar un
atenuante a la pena, incluso anular la condena
Bibliografías
*Practica y Ética de la eutanasia
Asunción Álvarez del Río
Ediciones Cfe, México 2005

*¿Hay que legalizar la eutanasia?


Michel Hautecouverture
Ediciones Alcal, Madrid España

*Eutanasia y suicidio
M. Olmedo J.
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C. Roxin
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Editorial Comares,
Granada diciembre 2001

*Cirugía y cirujanos
Dr. Andrés straffon Osorno

*Eutanasia moral y religión


Enrique Sánchez Jiménez
Paginas 45-65
1999 Sevilla

*Eutanasia aspectos jurídicos, filosóficos, médicos y religiosos


Fernando canovalle, enrique Díaz Aranda y Eugenia Maldonado
de lizalde autónoma de México
primera edición 2001 México D.F.

*La justicia en la sociedad que se avecina eutanasia


doctor Jorge kiper
editorial losada
marzo 1997 argentina
*Derecho a la vida y a la muerte
Javier urtado
editorial Porrúa
argentina, México 2000

*Sobre eutanasia morir derechos y razones


Antonio Méndez
Abelardo baiges
Adriana artiz
editorial trotta
Madrid 2002

*Eutanasia examinada
John keow
México 2004

*Del suicidio a la eutanasia


enrique Díaz
México 1997

-Paginas de internet

*http://www.portalplanetasedna.com.ar/eutanasia.htm 4:00 pm

*http://www.imagina.org/archivos/archivos_vi/eu_Holanda.htm
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*http://noticias.terra.es/genteycultura/2009/0210/actualidad/legislaci
ones-y-practicas-de-la-eutanasia-en-europa.aspx

*http://174.129.36.112/trabajos/eutanasia/eutanasia.shtml?
monosearch

*http://www.intereconomia.com/noticias-gaceta/opinion/eutanasia-
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*http://www.diariosigloxxi.com/texto-diario/mostrar/63231/la-
eutanasia-como-mtodo-de-paliar-la-crisis
*http://www.expansion.com/2010/11/19/entorno/1290197799.html
*http://www.lasprovincias.es/v/20101125/opinion/cartas/llega-
eutanasia-20101125.html

*http://www.ewtn.com/vnews/getstory.asp?number=109342
*http://www.aciprensa.com/eutanasia/suicidio.htm

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